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Monarquía deslegitimada

Por: Víctor Arrogante

 

La Monarquía no pasa por sus mejores tiempos. El que fuera rey de España, Juan Carlos de Borbón está contra las cuerdas y será investigado por sus negocios y su patrimonio muy relevante y poco edificante. Habrá que conocer cuánto conoce y cuánto calla su hijo Felipe sobre las actividades de su padre. La Monarquía española es heredera del franquismo y su popularidad está por los suelos. Quieren aparentar ser una familia normal y no lo consiguen porque no lo son. Viven en las alturas a costa de los españoles, cuya mayoría difícilmente puede sobrevivir.

En el artículo Perdiendo el trono, incluido en mi libro Reflexiones republicanas, contaba el intento fallido de la Casa Real de blanquear la imagen del rey, que entonces cumplía los 75 años. Siete años después, me permito retomar la idea principal, incorporando nuevos datos y algún que otro nuevo comentario.

Juan Carlos de Borbón, heredó del franquismo el trono; poco había hecho hasta entonces para conseguirlo. Juró ante los «santos evangelios» fidelidad a los principios del movimiento nacional, que inspiraban al régimen de Franco. Para unos fue un traidor, para la mayoría, quien facilitaba el tránsito a la democracia. Se terminó la dictadura, se aprobó la Constitución, pero no se resolvieron los problemas históricos de España, que son fuente permanente de conflictos: el territorio, las señas de identidad y la monarquía; que requiere de un referéndum para legitimarse democráticamente; o no.

La dictadura agonizaba y el nuevo modelo no llegó hasta la aprobación de la Constitución en 1978. Comenzaba la Transición desde la dictadura a la democracia, controlada desde dentro del Régimen intacto. Adolfo Suárez, no sometió a referéndum la monarquía, porque las encuestas le dijeron que perdería. Franco había dejado todo atado y bien atado en la figura de Juan Carlos de Borbón. El régimen del 78 legitimó al régimen franquista modernizándolo. Desde entonces la monarquía ha jugado un papel fundamental como institución conservadora, destinada a mantener el statu quo social y político, en defensa de los intereses empresariales y las élites sociales, por lo que sobran motivos para cambiar de modelo de Estado.

La monarquía, que es un símbolo, está muy alejada de los principios constitucionales de igualdad ante la ley y de igualdad de oportunidades. El acceso a la Jefatura del Estado, como a cualquier otro órgano de representación, no puede tener carácter hereditario, sino sometido a la libre y democrática elección. Se puede reconocer que la monarquía cumplió su papel durante la Transición, pero transcurridos cuarenta y dos años no tiene razón de ser. No se puede vivir siempre ni de herencias recibidas ni de rentas políticas del pasado. En un sistema democrático no caben privilegios de, familias o castas. La transparencia debe ser un principio de actuación; y la monarquía no es transparente.

Felipe de Borbón renunció a la herencia de su padre, hecho insólito, ya que no puedes renunciar a algo que todavía no se tiene y le retiró su asignación de los presupuestos de la Casa Real, después de que se publicara que la Fiscalía investiga una supuesta donación de 100 millones de dólares, que Juan Carlos habría recibido de Arabia Saudí. El gobierno español que continúa blanqueando al jefe del Estado valoró positivamente la renuncia a la herencia y calificó la decisión de respetable.

La Justicia se encuentra ante una situación decisiva: sentar a Juan Carlos en el banquillo o cerrar la causa en falso. Será difícil demostrar que el emérito cobró comisiones por su intermediación en las obras del AVE a la Meca. Cuando se trata de proyectos de grandes infraestructuras, las mordidas, comisiones y sobrecostes suelen estar a la orden del día. Ahí están los ingentes sumarios de corrupción que se instruyeron en España tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. El asunto que persigue al rey emérito es un ejemplo de manual: empresas en Panamá o Liechtenstein, países habitualmente empleados para ocultar patrimonios de dudoso origen y procedencia.

Técnicos de Hacienda ven justificado investigar a Juan Carlos y esperan que la Agencia Tributaria colabore de manera eficiente en la investigación para dilucidar su papel en las supuestas comisiones pagadas por la adjudicación a empresas españolas de las obras del AVE a La Meca. A su juicio, hay «indicios racionales» que justifican esa investigación. De hecho, Gestha ya apuntó que el emérito podía haber cometido delitos contra la Hacienda Pública y pidió la apertura de una investigación por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales.

Hace unos años, en una entrevista para la emisora KPKF.org de Los Ángeles, USA, me preguntaron: ¿Controló la CIA la transición en España? y contesté: «Ustedes saben más de la CIA que nosotros, pero todo parece indicar que participó en el asesinato de Carrero Blanco y luego puso como rey a Juan Carlos». En aquellas fechas la monarquía no se ponía en discusión y de la República ni se hablaba. No solo todo estaba atado y bien atado, sino que todo estaba pactado y controlado. Alemania y EEUU venían a decir: Hay que establecer un régimen democrático, afín a nuestros intereses, sin algaradas callejeras, sin revoluciones, y Juan Carlos nos sirve.

El cerco judicial a Juan Carlos se está cerrando. Hay abiertas diferentes investigaciones para determinar el origen de su enorme fortuna que, según Forbes estima en dos mil millones de euros; un patrimonio de los mayores secretos de Estado. Ante el cerco judicial, fuentes dominicanas confirman que en el país caribeño, se está preparando la nueva residencia Juan Carlos, que podrá compartir charlas, sol y copas con grandes amigos como Felipe González, o la familia Clinton. Un ambiente donde el emérito, disfrutará de su fortuna sin que nadie le moleste.

El grupo parlamentario de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común en el Congreso, aspira a poder sentar en comisión a Juan Carlos, con el objeto de analizar «las relaciones diplomáticas y comerciales entre España y Arabia Saudí, su vínculo con instituciones y empresas españolas y sus efectos sobre el erario público». No se trata de una investigación sobre un particular, «sino sobre unos hechos que son de interés general y van más allá de las presuntas actividades corruptas de Juan Carlos». Unidas Podemos recalca al PSOE,  que ya no vale hablar de la inviolabilidad de Juan Carlos, al estar ya investigado. Lo cierto es que el rey Juan Carlos sigue blindado gracias a la alianza entre los partidos de la Transición y Vox.

La Fiscalía ve indicios delictivos de blanqueo de capitales y fraude fiscal en la Hacienda Pública en el emérito por su participación en la construcción del AVE a la Meca. El ministerio público se ha fijado en la compraventa de propiedades, con la sospecha de que pudieron servir de pantalla para un lavado de fondos de origen irregular en Marruecos y casas en Suiza. La investigación, iniciada por la Fiscalía de Suiza, ha examinado movimientos y cambios de manos en estas propiedades, en las que hay una serie de viviendas en Suiza que se habrían adquirido con parte de los 100 millones de dólares regalados al emérito por Arabia Saudí.

El CIS no pregunta a los españoles su opinión sobre la monarquía desde abril de 2015. A partir de 1994 había pedido en quince ocasiones a los encuestados que calificaran del 1 al 10 la confianza que tenían en la Corona, que fue descendiendo desde el notable hasta el suspenso, con un mínimo del 3,68 en 2013. El CIS se niega a preguntar sobre la valoración de la monarquía, porque «no es un tema que interese». Se conoce por otras fuentes que los españoles prefieren república a monarquía por una mayoría absoluta. Según Sináptica el rechazo de la población hacia la monarquía se ha acentuado durante la pandemia. Casi el 52% de los ciudadanos dicen preferir que España sea una república. Aún son más (58,2%) los que creen necesaria la celebración de un referéndum para decidir la forma de Estado; opinión que se acentúa entre los jóvenes.

Los privilegios que los miembros de la familia real ostentan, son un agravio comparativo. Es una flagrante injusticia. Una casta familiar que no rinde cuentas, ni económicas ni fiscales ni políticas ni penales. El solo hecho de ostentar el apellido Borbón les hace poseedores de los mayores privilegios. Todo tiene que cambiar.

La Monarquía ostentaba la legalidad fáctica heredada de Franco y la legitimidad dinástica de Juan de Borbón, pero le faltaba la legitimidad democrática, y no fue hasta el 23F (1981), cuando pasó de ser el rey de Franco, a «salvador de la patria». Fue una operación bien montada. Se trataba de consolidar al rey, ya fuese con el triunfo del golpe de Estado o con su fracaso. Y lo consiguieron.

Le Monde publica un reportaje sobre la situación que vive en la actualidad Juan Carlos y todos los problemas legales que le rodean. El artículo titulado Maleta de billetes en Suiza, sociedad opaca en Panamá: Juan Carlos, desorden de España, analiza la figura del exmonarca y el legado que ha dejado. Se define la atmósfera que rodea al emérito como «Un viejo rey devorado por la pasión a las mujeres y el dinero. Mientras, Felipe de Borbón se aprovecha del virus para intentar lavar su imagen y la de la Monarquía.

La Fiscalía ha tenido que asumir la investigación judicial del caso Juan Carlos, listo para huir al Caribe, empujada por la fiscalía suiza. El Tribunal Supremo español pasará una nueva vergüenza internacional cuando un juez suizo sea el primero en citar a declarar al rey emérito, que no disfruta de inmunidad pero está aforado en el Supremo. Hay que ir a la prensa extranjera para saber cómo va la investigación de la corrupción real. En la radio pública francesa RadioInter «El ex rey de España está desnudo. Juan Carlos está bajo investigación por fraude fiscal y blanqueo de comisiones ilegales. «Juan Carlos paseaba por Ginebra como un vulgar gángster de serie B» con dos millones en efectivo: un pequeño regalo de Bahréin que tenía que ingresar discretamente.

Soy republicano por convicción, principios y por la fuerza de la razón, aunque no creo que se terminen los males de España por instaurar una república; pero quiero decidir sobre su restauración. En un modelo decente de Estado no cabe la monarquía, que es antidemocrática por naturaleza, opaca por convicción, alejada de las necesidades de la gente y de los intereses reales del pueblo llano.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/monarquia-deslegitimada/


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España: Los poetas nacen, Federico, pero nunca mueren

Los poetas nacen, Federico, pero nunca mueren

Por Víctor Arrogante

Rebelión

Federico García Lorca, nació en Fuente Vaqueros, el 5 de junio de 1898, el año en el que España perdió sus colonias. Ha cumplido 122 años. Su vida siempre ha estado marcada por la historia, por hechos históricos trascendentales.

Fue ejecutado tras la sublevación militar fascista, por su afinidad con el Frente Popular. Nunca se ha encontrado su cuerpo. Su obra sigue viva; hoy va en su Clara memoria.

En 1909, cuando Federico tenía once años, toda la familia, su madre Vicenta y su padre Federico, con sus hermanas y hermano, se establecieron en Granada, pasando los veranos en el campo, en Asquerosa (Valderrubio), donde Federico escribió gran parte de su obra. Siempre recordó cómo afectaba a su obra el ambiente rural de la vega: «Amo a la tierra. Me siento ligado a ella en todas mis emociones. Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra. Los bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas, tienen sugestiones».

Escribió de su Granada, de la calle Elvira, «donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas». Señala que «una vestida de verde, otra de malva, y la otra, un corselete escocés con cintas hasta la cola». ¿Quienes serían «aquellas tres de alto pecho y larga cola? ¿Por qué agitan los pañuelos? ¿Adónde irán a estas horas?» todo ocurría en la calle de Elvira, donde viven las manolas, «las que se van a la Alhambra» (Granada).

En sus poemas y en sus dramas se revela como agudo observador del habla, de la música y de las costumbres de la sociedad rural. Una de las peculiaridades de su obra es cómo el ambiente, llega a convertirse en un espacio imaginario donde se da expresión a todas las inquietudes más profundas del corazón humano: el deseo, el amor y la muerte, el misterio de la identidad y el milagro de la creación artística.

Se sentía, como él lo dijo en una entrevista a El Sol de Madrid poco antes de su muerte, íntegramente español. «Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo».

Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936, fue detenido en la casa de su amigo, el poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al ex diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso su detención, por socialista, masón y homosexual.

Lorca siempre utiliza símbolos en su poesía: la muerte; el agua que cuando corre, es símbolo de vitalidad y estancada, la muerte; la sangre, como vida, que derramada es la muerte; lo fecundo y lo sexual; el caballo (y su jinete), portando siempre valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculino; las hierbas, su valor dominante; los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia; y la luna «vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira, mira. El niño la está mirando».

Federico García Lorca acababa de cumplir 38 años. Había terminado La casa de Bernarda Alba, y estaba trabajando en una nueva obra Los sueños de mi prima Aurelia. El 17 de julio de 1936 estalló en Marruecos la sublevación militar contra la República. Mientas el mundo entero admiraba a Federico como el Homero español, medios nacionales habían lanzado el rumor de que mantenía relaciones homosexuales con los componentes del teatro estudiantil, llevar una vida inmoral, corromper a los campesinos y practicar el marxismo judío; toda una condena.

España estaba al borde de la guerra, y Federico decide abandonar Madrid y reunirse con su familia. El 14 de julio llegó a Granada. La violencia había tomado las calles y la posibilidad de un golpe miliar estaba en boca de todos. Busca refugio en casa de los padres de su amigo Luis Rosales, un poeta falangista. Durante la tarde del 16 de agosto, fue detenido por Ramón Ruiz Alonso, que sentía un profundo odio por el poeta. Según Ian Gibson, se sabe que la detención «fue una operación de envergadura»: se rodeó de guardias y policías la manzana de la casa y se apostaron hombres armados en los tejados colindantes para impedir que pudiera escaparse la presa.

Todo parece que dos días después, le dieron el «paseo». El régimen franquista nunca reconoció su implicación en el crimen, si bien, en un informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada, se revela que Federico fue asesinado junto a otras personas. El informe afirma que el poeta «fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar y en las inmediaciones del lugar, conocido como Fuente Grande, junto a otros detenidos, fue pasado por las armas. Además, revela que fue «enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, en un lugar muy difícil de localizar.

«Mi corazón oprimido siente junto a la alborada el dolor de sus amores y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva semillero de nostalgias y la tristeza sin ojos de la médula del alma. La gran tumba de la noche su negro velo levanta para ocultar con el día la inmensa cumbre estrellada».

Parece ser que la fecha de la ejecución de Federico fue a las 4:45 h de la madrugada del 18 de agosto, en el camino que va de Víznar a Alfacar. Su cuerpo, que jamás se recuperó, permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes, junto con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los de los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él.

Federico sigue vivo en sus versos y en sus obras, 122 años después de su nacimiento. Los gritos de ansia de libertad se escuchan más fuerte que nunca en la casa de Bernarda Alba. Sus luchas internas se reflejan y personifican en sus personajes. Lorca retrata a una mujer sedienta de libertad que «lucha por ser dueña de su cuerpo». Como gay, en una sociedad represiva, no pudo vivir abiertamente su condición sexual. «Eso alimenta su obra», explica Ian Gibson.

En el informe policial de 1965, que corroboraba la ejecución de Lorca por las autoridades franquistas, señala que no fue obra de un asesinato callejero. Se le acusa de socialista, amigo de Fernando de los Ríos, y masón, perteneciente a la logia Alhambra, en la que adoptó el nombre simbólico de Homero; como se ve, razones suficientes para los franquistas para cometer un asesinato.

La nieta de Dióscoro Galindo, el maestro fusilado junto al poeta, ha solicitado al juez que ordene la búsqueda de los restos de su abuelo y de Federico. El escrito presentado ante un tribunal, justifica su petición en la aparición de nuevos elementos sobre el caso: un antiguo responsable de jardines de la Diputación de Granada, reconoce que, en 1986, durante unas obras en un parque en Alfacar, en la zona donde se cree que pudieron enterrar al escritor, apareció un fémur completo que tiraron a una finca vecina. Nunca se ha investigado ese hecho. El Ministerio de Justicia cerró una búsqueda iniciada por la Junta de Andalucía tras recibir el informe de una comisión técnica que, tras analizar con radar la zona, consideró que no había signos de que allí hubiera restos humanos.

Los fascistas mataron el cuerpo de Federico hace 84 años por sus ideales, pero sus versos siguen latiendo vida. Federico, saltó de su tiempo para vivir en nuestro futuro y hacerse eterno. Con la Barraca soñaba llevar a todas partes la poesía, la cultura y estar cerca siempre de los desamparados y oprimidos, buscando la libertad y la justicia; un sueño que está hecho realidad. Cuando muera dejad el balcón abierto; desde mi balcón lo siento.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/los-poetas-nacen-federico-pero-nunca-mueren/

 

 

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Causas y consecuencias de las dos guerras mundiales del Siglo XX

Por: Víctor Arrogante

Fue un mes de mayo florido hace 75 años, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. Múltiples fueron las causas y graves sus consecuencias. Las condiciones creadas tras la Primera Guerra Mundial sentaron las bases para el inicio del nuevo conflicto mundial. Más destrucción, sufrimiento y muerte. La humanidad no había dado de si toda la crueldad de la que era y es capaz.

España también jugó su papel antes y durante la guerra, por lo que sufrimos las consecuencias de la posguerra durante años. El 8 de mayo de 1945, se firmaba el acta de rendición incondicional, que ponía fin al predominio del nazismo en Europa. Quedaba odio y rencor. Hoy, aquella ideología criminal vuelve a tomar auge en la Europa unida y tenemos que evitarlo.

La guerra en España (1936-1939), llamada civil, pero que fue militar, por supuesto, sirvió de campo de pruebas para Alemania e Italia. Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizó un nuevo ejército y puso a prueba el nuevo armamento y las nuevas tácticas guerreras. Hitler y Mussolini, entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano. Las otras potencias, encabezadas por Francia y apoyada por Reino Unido, se abstuvieron de intervenir, desarrollando su política de No intervención, porque la guerra de España venía a complicar el juego estratégico que se desencadenaba en Europa. Todo fueron ventajas para el nazismo y el fascismo español. La República quedaba abandonada a su suerte.

El 29 de abril de 1945, Hitler se suicidó. Berlín fue tomada por las fuerzas soviéticas y el 7 de mayo se produjo la rendición alemana. La guerra en el Pacifico terminó en agosto, poco después de que los Estados Unidos lanzaran las bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Murieron en el acto ciento veinte mil personas. Como consecuencia de todo, EEUU y la Unión Soviética surgieron como las superpotencias que iban a dominar el mundo. La guerra fría; el inicio de la era atómica; la descolonización; y la creación de organismos internacionales como la ONU o las Comisiones Europeas, fueron otras de sus consecuencias. Para España representó el aislamiento internacional, la represión política y la depresión económica.

Las principales causas de la SGM, provienen de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El tratado de Versalles (1919) estipulaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) aceptasen las responsabilidades morales y materiales por haber causado la guerra; además debían desarmarse. Tuvieron que realizar concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos.

De otra parte el Plan Dawes (1924), auspiciado por EEUU, pretendía que los aliados vencedores de la Primera Guerra, consiguieran sus reparaciones, buscando la estabilidad de la economía alemana y evitar mayores perjuicios. Alemania en el 20º aniversario de su reunificación (1990), realizó el último pago de las indemnizaciones de la Gran Guerra estipuladas en el Tratado de Versalles. Con el pago terminaron 92 años de un tratado, que algunos de los más reputados historiadores alemanes consideran una chapuza en sus términos económicos.

La Gran Depresión de 1929, se prolongó durante la década de 1930. Fue otra de las causas de la PGM y sus efectos fueron devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia. Cayeron la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de la industria pesada. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios y de las cosechas, La política del New Deal en 1932, establecida por el presidente Roosevelt, marcó el inicio del final de la Gran Depresión en Estados Unidos, pero no en Alemania. La desaparición de la financiación exterior y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).

Hitler al llegar al poder, procedió al rearme de la nación; firmó tratados estratégicos con Italia y Japón para proyectar aún más lejos sus ambiciones de dominación planetaria. Los Aliados, temerosos de una nueva guerra mundial, trataron de contener la situación mediante una política de apaciguamiento –y ciertas muestras de simpatía hacia el nuevo régimen–, que resultó ser ineficaz y contraproducente. La invasión de Polonia por el ejército nazi en septiembre de 1939, lo desbarató todo. Gran Bretaña y Francia declararon la guerra al Tercer Reich y con ello comenzaba la Segunda Guerra Mundial, que Hitler valoraba como imprescindible necesaria para sus planes, después de asegurar la neutralidad de la URSS, con el pacto de no-agresión.

No es objetivo de este artículo entrar en el desarrollo de la larga guerra, sino el de ofrecer algunos apuntes sobre sus causas y consecuencia. Las humanitarias, son las más trágicas. El número de muertos llegó a cincuenta y cinco millones de personas (imaginemos la dimensión, si tenemos en cuenta que España tiene una población de cuarenta y siete millones). A esta pavorosa cifra hay que sumar el sufrimiento de la población en general, de los prisioneros, las secuelas físicas y psíquicas de los campos de concentración. Desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como quedaron afectados los campos más fértiles. Todo quedó desecho.

La SGM fue el conflicto armado de mayores dimensiones de la historia. Se enfrentaron los países que conformaban las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje. Tras seis años de lucha, el 14 de agosto de 1945, se declara el final de la guerra y la caída de los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y Hideki Tojo en el Imperio del Japón. El mundo quedó divido en dos bloques irreconciliables.

Al finalizar la guerra, los vencedores dividieron el territorio alemán en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, inglesa, francesa, y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas. Más tarde, en 1961 quedaría separada del resto del mundo por el muro de la vergüenza, que cayó en 1989.

Austria recuperó su autonomía. Alemania perdió la Prusia Oriental y los territorios ubicados al este la línea del Order-Neisse. Rumania, Hungría y Bulgaria fueron ocupadas por la URSS, Italia por EEUU y el Reino Unido. Finlandia tras firmar el armisticio con la URSS en 1944 no fue ocupada militarmente. Los EEUU ocuparon posiciones estratégicas en el Pacífico y Corea quedó ocupada por fuerzas norteamericanas y soviéticas. El diseño del nuevo orden mundial, plasmado en los tratados de paz, sigue influyendo en la política mundial.

Europa perdió el poder global que había mantenido. Nació la bipolaridad del poder encarnado por las dos superpotencias. Las monarquías en Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria, perdieron el poder y se convirtieron en republicas. El mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes, planteándose un nuevo conflicto ideológico entre comunistas y democracias occidentales. Nacieron las Naciones Unidas, como instrumento para servir la paz internacional.

Durante seis años, la SGM se cobró más vidas y destruyó más tierras y propiedades en todo el mundo que cualquier otra guerra antes conocida. De los cincuenta y cinco millones de personas muertas, seis millones eran judíos, exterminados en los campos de concentración nazis, como parte de la Solución Final planeada por Hitler y figuras como Himmler o Reinhard Heydrich. Gitanos, homosexuales y personas de ideología opuesta fueron víctimas que aumentaron la barbarie.

Han pasado setenta y cinco años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales. La Segunda Guerra Mundial ha quedado marcada como uno de los conflictos más destructivos en la historia del mundo, aunque parece que se olvidan sus consecuencias. Desde entonces el mundo no ha dejado de guerrear.

Contra las guerras y ante tanta destrucción, sufrimiento y muertes, pasadas, presentes, maldigo a los gobiernos canallas que ordenan y provocan a quienes se benefician del dolor inocente. Maldigo a los que trafican con armas, particulares y gobiernos indecentes que miran hacia otro lado, mientras se comercializa o se trafica en su territorio.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/causas-y-consecuencias-de-las-dos-guerras-mundiales-del-siglo-xx-2/

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Construyendo la República

Por: Víctor Arrogante

Con la proclamación de la República el 14 de abril de 1931 y la posterior celebración de elecciones legislativas, se inició un proceso constituyente. El Estado republicano quedaba legitimado democráticamente por las elecciones del 28 de junio y por la Constitución del 9 de diciembre. Todo quedaba por hacer y no se lo permitieron.

La República fue recibida por la mayor parte de la población con gran entusiasmo. Se abría una oportunidad para abordar las reformas necesarias y modernizar las estructuras políticas, económicas y sociales. Tuvo enfrente los intereses creados de la derecha de toda la vida que lo impidieron con una dura oposición, con las contrarreformas del segundo bienio, con un golpe de estado, la guerra y la dictadura franquista interminable.

El Gobierno Provisional que se conformó tras la caída de la monarquía y la proclamación de la República, se mantuvo hasta la aprobación de la Constitución. El nuevo gobierno tuvo que hacer frente a las llamadas cuestión regional, cuestión religiosa, cuestión militar, cuestión agraria y cuestión social. Demasiadas cuestiones, que hoy siguen en nuestras vidas como viejos fantasmas. Todo en un ambiente influenciado por la depresión económica mundial tras el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929. Creció el desempleo en las ciudades y se incrementó el subempleo en el campo, disminuyendo las expectativas de bienestar para todos. En estas circunstancias adversas se desarrolló el gobierno formado por la coalición republicano-socialista, en medio de una alta conflictividad política y social.

Las dificultades económicas tenían una raíz interna tradicional: el paro agrícola y desigualdad en el reparto de la tierra; descapitalización industrial con escasa competitividad internacional. Por otro lado se sumaron los problemas derivados de la escasa confianza de empresarios y propietarios agrícolas hacia el nuevo sistema republicano. Como siempre ocurre, mejorar las condiciones para la clase trabajadora, provocan descenso en las inversiones empresariales.

Uno de los problemas inmediatos al que tuvo que hacer frente el Gobierno Provisional, fue el de la proclamación de la República Catalana, impulsada por Francesc Macià de Esquerra Republicana de Catalunya. El Gobierno consiguió que ERC renunciara a la República Catalana, a cambio del compromiso de presentar en las Cortes un Estatuto de Autonomía. En el País Vasco, el PNV y los carlistas, aprobaron en 1931 el llamado Estatuto de Estella, al que se opusieron los republicanos de izquierda y los socialistas por su carácter confesional y poco democrático, incompatible con la Constitución. Se mantuvieron intensas negociaciones hasta que en octubre de 1936, iniciada ya la guerra, fue aprobado un estatuto vasco democrático, siendo elegido José Antonio Aguirre como Lehendakari. Desde antes y desde entonces, aquellos problemas lo siguen siendo, pese a la represión franquista en los territorios.

La agricultura jugaba un papel importantísimo en la economía española de la época, tanto por su contribución a la renta nacional como por la mano de obra que empleaba. La reforma agraria era imprescindible, si se quería acabar con el hambre y su histórico atraso. Los campesinos vivían en situación de esclavitud, sufriendo hambre e injusticias. Los trabajadores de la tierra no la poseían y padecían bajos jornales, malas condiciones de vida, escasa alimentación y jornadas de sol a sol. La Ley de Reforma Agraria puso de acuerdo a los latifundistas, caciques señoritos, opuestos a la modernización del campo, junto con algunos sectores del campesinado, frustrados por la falta de resultados y defraudados con las posibilidades de cambio social.

El ministro de Trabajo socialista Largo Caballero, promovió una reforma laboral, que otorgaba a los trabajadores, a través de sus sindicatos, mayor control sobre las empresas. Era un proyecto coherente con los principios marxistas del socialismo español, que no renunciaba a la transformación revolucionaria de la sociedad, pero pretendía alcanzarla por cauces pacíficos y democráticos. Se aprobó la ley de contratos de trabajo y de jurados mixtos; se estableció la jornada laboral de 40 horas; hubo aumento de salarios y se impulsaron los seguros sociales. Se amplió el Seguro obligatorio de Retiro Obrero, se estableció el Seguro de Maternidad y el Seguro de Accidentes de Trabajo. Las organizaciones patronales se opusieron a todas estas medidas. CNT fue crítica y continuó con la convocatoria de huelgas, al entender que las reformas iban en beneficio de la UGT.

Se reformó el sistema educativo, adaptándolo al modelo que la Constitución establecía. Se potenció la universalización de una educación laica, liberal, mixta, obligatoria y gratuita. El objetivo principal fue la educación primaria. Entre 1932 y 1933 se levantaron 6.570 escuelas y se crearon 7.000 plazas de maestros y maestras, con mejores salarios. El experimento más notable, fue la creación de las Misiones Pedagógicas, ligadas a la Institución Libre de Enseñanza, que llevó el aliento del progreso a los pueblos más aislados y atrasados de España. Se promovió la creación de Universidades Populares, con el objeto de extender la cultura −que era patrimonio de una minoría− al pueblo y promover la alfabetización, principalmente entre las mujeres.

La eliminación de la religión católica como asignatura y la prohibición del ejercicio de la enseñanza a las congregaciones religiosas, provocaron el rechazo de la iglesia y de la derecha católica. La iglesia se negó a cerrar sus escuelas y prohibió a los católicos que matricularan a sus hijos en las escuelas públicas del Estado.

La República trató de limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad y en la política española y para ello procedió con la secularización del estado, declarándose la no confesionalidad oficial, la libertad de cultos y se suprimió el presupuesto para la Iglesia. Asimismo se legalizó el matrimonio civil y el divorcio y se secularizaron los cementerios. Se decretó la disolución de aquellas órdenes que tuvieran como cuarto voto la obediencia al Papa frente a cualquier otra autoridad. De este modo la orden de los jesuitas, que tenía una gran influencia en la educación, quedó disuelta en España, quedando sus bienes nacionalizados.

Todas estas medidas provocaron una polarización radical de la opinión pública. Del ámbito religioso surgieron importantes enemigos de la República. La mayor parte de la población de aquella época, como hoy, era católica, por lo que no le fue difícil a la jerarquía religiosa movilizar a importantes sectores en contra del sistema. El gobierno decidió expulsar de España a los religiosos especialmente activos y molestos para los planes de modernización de España.

Manuel Azaña, como ministro de la Guerra, pretendía constituir un ejército profesional defensor de la democracia, para lo que había que reducir la proporción de oficiales existente. Se promulgó la Ley de retiro de la oficialidad, que obligaba a jurar fidelidad a la República o, en caso contrario, a retirarse voluntariamente conservando el sueldo íntegro. Se cerró la Academia militar de Zaragoza, por considerar sus enseñanzas como anticuadas, se clausuraron los Consejos de Honor, el Consejo Supremo de Justicia Militar y se eliminó la prensa militar. La ley de reforma militar fue recibida por un sector del ejército como una agresión a la tradición militar, lo que provocó importantes tensiones, especialmente entre los africanistas. La prioridad dada por el gobierno a los gastos sociales, impidió mejorar la capacidad técnica y de armamento, como estaba previsto. Años después, los mandos militares sediciosos, se le cobraron con creces.

El gobierno radical-cedista entre 1933 y 1936, presidido por Lerroux, y sostenido por la derecha católica de la CEDA de Gil Robles, derogó la mayoría de las medidas anteriores. Aprobó la Ley para la Reforma de la Reforma Agraria; paralizó la reforma militar, amnistió a los golpistas de la sanjurjada y designó, para los puestos claves, a Franco, Goded y Mola; se concilió con la iglesia e inició la negociación con el Vaticano; paralizó el programa de construcciones escolares y anuló la enseñanza mixta.

Los republicanos de izquierda pretendían consolidar la democracia sin cambiar el sistema. Por el contrario, los socialistas, consideraban que el sistema democrático, era un paso intermedio hacia una sociedad nueva −de igualdad, justicia y libertad−, y daban prioridad a las reformas sociales. El enemigo político, mantenía sus posiciones de poder intactas y no permitió más reformas.

Algunos de los problemas sociales de aquella época siguen teniendo vigencia hoy, y los comportamientos de la derecha siguen siendo parecidos, pretendiendo ejercer el poder para beneficio propio, muy alejado de los intereses de la mayoría trabajadora.

Se pretendió modernizar el país y promover la justicia social y los estamentos sociales corporativos afectados lo impidieron. Tanto se opusieron algunos que dieron un golpe de Estado, que provocó una guerra, que ganaron, creando un estado totalitario, que sufrimos durante cuarenta años.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/construyendo-la-republica/

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Y el rey abandonó el trono

Por: Víctor Arrogante

Abril es el mes republicano por excelencia, por lo que voy a aprovechar estos días a retomar mis reflexiones republicanas; unas serán nuevas y otras recuperadas de otros de mis artículos publicados sobre el tema. Lo cierto es que pretendo alejarme, en lo posible, de la crisis sanitaria, social y económica, provocada por el coronavirus, y despejar ideas en estos largos días de confinamiento.

El próximo 14 de abril, se cumplen 85 años del advenimiento de la Segunda República. Vivió ocho años, tres de ellos defendiéndose en guerra, tras el golpe de Estado fascista contra la legitimidad democrática, otorgada en las elecciones del 12 de abril de 1931 y el abandono precipitado del rey Alfonso de Borbón, que huyó con la conciencia poco tranquila, por los desmanes políticos y personales que protagonizó. Aquellos acontecimientos y estos días, son una oportunidad para ampliar mis reflexiones republicanas y a ello me voy a dedicar.

En septiembre de 1923 el general Primo de Rivera había dado un golpe de Estado, militar por supuesto, auspiciado por el rey, «para salvar España de los profesionales de la política». Su intención era poner en orden España y devolver después el poder a manos civiles. El golpe fue apoyado por la burguesía, la Iglesia, el ejército, los industriales catalanes y los terratenientes andaluces. Todos contra la clase trabajadora que reclamaba más salarios y más derechos y hacían peligrar, con el creciente malestar social, los privilegios reales y de las clases pudiente. El Partido Socialistas Obrero Español y la Unión General de Trabajadores, se mostraron en principio ambiguos frente al golpe. La CNT se mostró abiertamente contrarios al dictador. El Partido Comunista, creado el 14 de noviembre de 1921, por una escisión del PSOE, convocó una huelga general, que fue poco secundada y los huelguistas perseguidos.

Primo de Rivera, como buen dictador, disolvió el gobierno, que fue sustituido por un Directorio militar; suspendió la Constitución, disolvió los ayuntamientos y prohibió los partidos políticos. Todo el poder para el ejército, que no estaba en sus mejores momentos, tras la guerra de Marruecos y todos los sucesos trágicos en el norte de África. El Directorio no tenía programa político salvo las dos cuestiones típicas de la derecha caciquil de todos los tiempos: la unidad de la patria y el mantenimiento del orden público. No fue todo negativo. Construyó grupos escolares, pantanos, carreteras, ferrocarriles y creó empresas públicas como Campsa, Telefónica o Tabacalera. Hay que tener en cuenta que la peseta estaba fuerte y la industria había sido fortalecida por la neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial.

Pero llegó la crisis internacional con el crac financiero de 1929 y la economía española se derrumbó y rugió la crisis social. Revueltas estudiantiles, huelgas de trabajadores, disturbios, intrigas políticas de adversarios y criticas desde dentro del régimen y sus correligionarios militares. Primo de Rivera, confundido, creía contar con el apoyo del rey, pero todo lo había perdido. Al día siguiente de pronunciar la celebre frase «a mi nadie me borbonea», el rey, como buen Borbón, que van dejando cadáveres políticos por donde reinan, le abandonó. En el exilio de París murió el dictador un mes después, dejando en herencia a sus hijos Pilar y José Antonio, con su ideología fascista, que tanto hiciera sufrir a cientos de miles de los mejores españoles y españolas.

De una dictadura a una dictablanda, presidida por el general Dámaso Berenguer. Nuevos desórdenes sociales y unas fuerzas políticas que nunca habían perdonado al rey Alfonso su apoyo a la Dictadura, coincidieron en derribar la monarquía. Incluso los liberales, que siempre habían considerado la monarquía como su sistema de privilegios, se pasaron al campo republicano, junto con nacionalistas catalanes e intelectuales. Las elecciones municipales convocadas, que pretendían consolidar el sistema y conseguir mayor apoyo popular, resultaron ser la perdición real. La monarquía era considerada como un símbolo en decadencia. Republicanos y socialistas, decidieron convertir las elecciones municipales de 1931 en un plebiscito sobre la continuidad de la monarquía en España. La suerte estaba echada.

Previamente en agosto de 1930, en El Pacto de San Sebastián, los partidos que asistieron (Alianza Republicana, Partido Radical Socialista, Derecha Liberal Republicana, Acción Catalana, Acción Republicana de Cataluña, Estat Catalá, y la Federación Republicana Gallega), acordaron poner fin a la monarquía y proclamar la Segunda República. Meses después el PSOE y la UGT se sumaron al Pacto. Se pensó en organizar una huelga general, que fuera acompañada de una insurrección militar, que metiera a «la monarquía en los archivos de la historia» y establecer «la República sobre la base de la soberanía nacional representada en una Asamblea Constituyente». La huelga general no llegó a declararse y la sublevación de Jaca fracasó, siendo fusilados los capitanes Galán y García Hernández. Muchos de los miembros del Comité Revolucionario fueron encarcelados y otros huyeron del país. El general Berenguer, para suavizar la situación y fortalecer la soberanía del rey, aplicó la Constitución de 1876 que reconocía las libertades de expresión, reunión y asociación. Todo se estaba precipitando hasta el desastre final.

Tras el cese del general Berenguer por el rey, forma gobierno el almirante Juan Bautista Aznar-Cabañas, con viejos liberales y conservadores. Una de sus primeras decisiones fue proponer nuevo calendario electoral: elecciones municipales el 12 de abril y posteriormente elecciones a Cortes Constituyentes. Las elecciones, suponían para la monarquía, volver a la normalidad anterior a Primo de Rivera. Para las fuerzas republicanas una consulta sobre la forma de Estado. Los resultados fueron un mazazo para los monárquicos, que poco hicieron para evitar que Alfonso XIII perdiera el trono.

Los resultados del 12 de abril, dieron a las candidaturas republicano-socialistas el triunfo en 41 de las 50 capitales de provincia. Los partidos monárquicos ganaron en 9: Cádiz, Palma de Mallorca, Las Palmas, Burgos, Ávila, Soria, Lugo y Orense. La participación ciudadana representó el 70% del electorado. Los monárquicos consiguieron 40.324 concejales, frente a los 36.282 que obtuvieron los republicanos y socialistas. Los comunistas 67 concejales; los partidos nacionalistas catalanes más de 4.000 y los vascos 267.

Cuando en Madrid se conocieron los resultados parciales, que mostraban que las ciudades más importantes eran mayoritariamente republicanas, el pueblo se echó a la calle para proclamar la República. El rey, dejando a su familia atrás, abandonó el país. «España se acostó monárquica y se levantó republicana», que diría el almirante Aznar. Unas elecciones municipales derrocaron a la monarquía.

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La otra pandemia hace cien años; poco hemos aprendido.

Por: Victor Arrogante

Estamos viviendo una de las mayores crisis en España y en el mundo entero. Una pandemia con efectos negativos no solo en el ámbito sanitario, sino también en lo social y con incalculables consecuencias  económicas, un agujero del que tardaremos años en salir. Y se acercan los peores días. Las cifras van a ser cada vez más negras, los hospitales empiezan a desbordarse y los frutos del confinamiento tardarán en llegar. Si Italia ha superado el umbral de muertes por coronavirus registradas en China, lo más probable es que España se encuentre una situación similar dentro de siete días, cuando se cumplan los primeros 15 días de estado de alarma, que será prorrogado otros 15.

Los médicos y los expertos eran conscientes de que tarde o temprano este momento iba a llegar; algunas unidades de cuidados intensivos (UCI) ya tienen que dar priorizar en la atención a los pacientes. La falta de camas o respiradores lleva a que se entre en la fase en la que los hospitales restrinjan ingresos por criterios que no dependen sólo de la edad, sino de la esperanza de vida de los pacientes. El Plan de contingencia para los servicios de medicina intensiva frente a la pandemia del Covid-19, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), establece que en la fase de saturación de las UCI habrá “criterios de ingreso estrictos, guiados por escalas objetivas, aplicando, si es necesario, los protocolos de limitación del tratamiento de soporte vital”. Otro documento, que establece los criterios de la prioridad, dice que: se valorará la expectativa de vida del paciente inferior a 1-2 años, dando prioridad a la persona con más años de vida ajustados a la calidad de la misma o tener en cuenta “el valor social de la persona enferma”. Es decir que un sintecho entrará en la UCI al último, por tener prioridad un dirigente político o el Jefe del Estado, pongo por ejemplo.

Con la gravedad de la situación y las previsiones que se esperan, permítanme que de un salto en el tiempo y me sitúe en el año 1918; ciento dos años han transcurrido. Durante los últimos meses de la Primera Guerra, una virulenta cepa del virus de la gripe se extendió, en apenas 18 meses, por todo el planeta. 100 millones de personas perdieron la vida. Algunos temieron que había llegado el fin de la humanidad. La pandemia de 1918, más conocida como la gripe española, afectó a un tercio de la población mundial. La pandemia llegó a matar a más personas que las dos guerras mundiales juntas.

Posiblemente, la pandemia adquirió su apodo debido a que en la Primera Guerra Mundial, los principales países beligerantes, Alemania, Austria, Francia, Reino Unido y Estados Unidos suprimieron la información sobre el alcance de la enfermedad. Por el contrario, España, al ser neutral, no necesitaba ocultarla. Este hecho produjo la falsa impresión de que este país fue el más castigado, por informar más sobre la enfermedad. De hecho, el origen geográfico de la gripe sigue siendo objeto de debate, aunque diversas hipótesis apuntan al Este de Asia, Europa e incluso Kansas.

Todo comenzó a principios de 1918, cuando miles de personas empezaron a enfermar, sentían debilidad y tenían neumonía, problemas estomacales, dificultades para respirar, confusión y fiebre. Casos similares aparecieron en México, Rusia, Irán, Nueva Zelanda, Argelia, las Islas Fiji o Gambia. La expectativa de vida se redujo 12 años en EEUU. La pandemia, que duró poco más de un año, logró controlarse en 1919, pero los efectos de la enfermedad más mortífera de principios del siglo XX todavía están presentes.

Los periódicos de la época dan cuenta de calles vacías, de trabajadores que no acudían a sus trabajos y de gente que no se atrevía a salir de sus casas, por miedo a cruzarse con quienes sufrían la enfermedad y que, desesperadamente, necesitaban ayuda. Uno de los testimonios, fue el del director de la organización Ayuda de Emergencia en el estado de Pensilvania. Contaba que había niños que morían de hambre porque sus padres habían fallecido y nadie quería acercarse a ellos; un pánico similar al de la Edad Media con respecto a la Plaga Negra, afirma un informe interno de la Cruz Roja Americana citado por el Institución Smithsonian estadounidense.

Como ya he mencionado, a la pandemia se le conoce como la gripe española por la atención que recibió por la prensa; incluso el rey Alfonso XIII enfermó. Los medios de comunicación, que no estaban censurados como los de otros países que participaban en la guerra, cubrieron el tema ampliamente. Pese al transcurso de los años y la evolución de la tecnología, no se han logrado explicar todas las circunstancias que rodearon a la mortal pandemia. Un hecho destacable es que la enfermedad  cobró la vida de adultos jóvenes saludables, de entre 20 y 40 años, en vez de niños y ancianos, que suelen ser los más vulnerables. Hay quien la ha calificado de la mayor pandemia de la historia.

Lo que ocurrió entre 1918 y 1919, tuvo una consecuencia positiva: la creación de la Liga de las Naciones. Sus principios se acordaron en la Conferencia de Paz de París, que tuvo lugar en 1919, tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Su objetivo principal era mantener la paz, pero también se concibió como un centro de cooperación y coordinación internacional. La prevención y el control de las enfermedades era un asunto de preocupación internacional y fue incluido en el tratado; y fueron las bases del sistema moderno para el control global de crisis sanitarias como la que ocurrió en 1918 o, más recientemente, las que se presentaron con el ébola o la gripe aviar.

La pandemia del coronavirus, comenzó el 1 de diciembre de 2019 en China, en la ciudad de Wuhan, cuando un grupo de personas contrajeron neumonía por causa desconocida, vinculada a trabajadores del mercado mayorista de mariscos de Wuhan, el cual vendía, diferentes tipos de animales exóticos (murciélagos o perros). La economía mundial se está viendo afectada por esta pandemia. Varios países han aplicado medidas de prevención y restricción para evitar la propagación de la enfermedad, como la cuarentena aplicada en Italia y en España o la cancelación de vuelos a Europa por Estados Unidos, entre otros. En China, se ha reducido la aparición de nuevos casos.

La pandemia de 1918 cambió el curso de la Primera Guerra Mundial; la tercera oleada de la pandemia fue la más letal;  el virus mató a la mayoría de las personas infectadas; las terapias de la época apenas tuvieron impacto sobre la enfermedad; los funcionarios de los servicios públicos de salud, la policía y los políticos tenían motivos para restar importancia a la gravedad de la gripe. Los genes del virus nunca se han secuenciado. En 2005, los investigadores anunciaron que habían determinado con éxito la secuencia; el virus se recuperó del cuerpo de una víctima de la enfermedad enterrada en Alaska, así como de muestras de soldados estadounidenses que cayeron enfermos en aquella época.

Hoy, la realidad ha superado todas las previsiones que tenía el Gobierno de España, sobre el número de contagios de Covid-19. La gravedad de la epidemia en España la marcan las personas que acaban en el hospital: casi el 50% de los diagnosticados. Justo antes del estado de alarma, Pedro Sánchez avisaba de que esta semana podríamos llegar a los 10.000 infectados; la realidad es que se está cerca de los 30.000 y los fallecidos superan los 1.700. Eso, teniendo en cuenta además que, desde hace unos diez días, en las zonas de transmisión comunitaria y debido al colapso de los laboratorios, ya no se hacen pruebas a pacientes leves, por lo que no están incluidos en esas estadísticas. A los que no presentan complicaciones solo se les pide que se aíslen y eviten contagiar, sin tener el confirmado. Sanidad informa de que los primeros 640.000 test rápidos se están distribuyendo. Además, Sanidad confirma que 3.475 profesionales sanitarios tienen coronavirus, más de un 12 % del total. Se trata de una cifra “muy preocupante” y un “problema importante” para el sistema sanitario.

La pandemia de 1918, fue un escenario más de una de las peores tragedias que ha vivido la humanidad. Quinientos millones de personas se contagiaron. Ahora la pandemia del Covid-19, afecta a 176 países, con más de 310.000 contagiados y superados los 13.000 muertos y creciendo.

El Ministerio de Sanidad español, este domingo confirmó un total de 28.572 casos de coronavirus en el país, de los que 3.646 son nuevos, un 14,6 % más, y ya hay 1.720 fallecidos, 394 más que el sábado, con un incremento del 29,7 %. Según los datos oficiales, hay además 1.785 pacientes en la UCI, unidades de cuidados intensivos, y 2.575 pacientes ya se han recuperado. Además, Sanidad ha publicado los primeros datos sobre el perfil de edad de los contagiados. España es el país con un porcentaje mayor de fallecidos de más de 80 años: el 67% de los muertos superaba esta edad frente al 50,1% en Italia, el 35,1% en Corea del Sur o el 14,77% de China; y el 25% de las personas de más de 70 años requieren cuidados en el hospital. La globalización es lo que tiene.

La pandemia de 1918 ofrece algunas lecciones para la de 2020, pero quienes tenían que tenerlo en cuenta no lo han hecho. En cada década se producen epidemias graves de gripe y los expertos creen que no hay que preguntarse si va a haber una próxima, sino cuándo sucederá.

El estado de alarma en España, lleva en vigor desde el día 14 pasado y ha superado su primera semana mientras el Gobierno prepara a la población para los días más duros. Los casos siguen creciendo y se espera que en los próximos días los casos más graves supongan una prueba crucial para la capacidad de los hospitales; por lo que el presidente Sánchez pedirá al Congreso prorrogar el estado de alarma y el confinamiento hasta el 12 de Abril, cuando acabe la Semana Santa. De otra parte, el presidente ha negado que sea necesario, por el momento, dar un paso más allá en la reclusión de los ciudadanos en sus casas y limitar la actividad económica a los servicios esenciales. Ha anunciado que las comunidades autónomas tendrán el control de las residencias de mayores privadas para poder controlar los focos de contagio en estos lugares, extremadamente sensibles por la acumulación de personas en un grupo de riesgo.

Sánchez avisa: el coronavirus pondrá “al límite la capacidad material y moral”, por lo que pide coraje en el confinamiento para afrontar la “ola más dura y dañina” que nos espera. Estamos en un momento muy crítico y van a venir días muy duros y está por ver cuantos no lo soportaremos.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/la-otra-pandemia-hace-cien-anos-poco-hemos-aprendido/


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Deshumanización y guerras en el mundo

Por: Víctor Arrogante

Los conflictos armados producen desigualdad y millones de personas desplazadas y refugiadas. La concienciación de lo que ocurre en el mundo empieza con la información, pero es tanta y tan poco rigurosa que no se termina de entender la dimensión de la tragedia, salvo por las cifras escandalosas. Escuchamos hablar en los medios de la guerra de Siria y Afganistán, Irak, Yemen, República Democrática del Congo, Libia o Somalia, pero existen más guerra en el mundo, sobre las que va disminuyendo la información, hasta su desaparición total.

En la actualidad, se están dando los niveles más altos de desplazamiento registrados. Según datos de ACNUR; 70,8 millones de personas, se han visto obligados a abandonar su hogar. Entre ellos 25.9 millones de refugiados de los que más de la mitad son menores de 18 años. También hay millones de apátridas a quienes se les niega la nacionalidad y el acceso a derechos básicos como la educación, la atención médica, el empleo y la libertad de circulación. En el mundo, casi una persona es desplazada por la fuerza cada dos segundos, como resultado de un conflicto o persecución.

La guerra en Siria es una de las más largas y cruentas de la región. Por el tamaño y la población del país, ha generado una de las crisis de refugiados más graves desde la Segunda Guerra Mundial. Todo empezó en el año 2011, cuando miles de personas pidieron en las calles la dimisión del presidente Asad y que se realizaran diversas reformas políticas. Los opositores tomaron fuerza y se creó el Ejército Sirio Libre. Con el paso del tiempo entraron en escena los partidarios del yihadismo y el Estado Islámico. En el año 2014 se formó una coalición internacional liderada por Estados Unidos que comenzó a bombardear al Estado Islámico. El país se dividió en zonas, unas controladas por el régimen de Asad y otras por los rebeldes.

Tras ocho años de guerra, la ONU está tratando de crear un comité para redactar una nueva constitución, el primer gran paso para lograr la paz definitiva. En 2019, ocho años después del inicio de los combates, 6,1 millones de personas están desplazadas de sus hogares y 5,6 millones son refugiados en otros países de la región. La cifra de refugiados sirios aumenta cada día, en la mayor crisis de refugiados en el ámbito mundial de los últimos 25 años. Aunque países como Turquía, Líbano y Jordania han abierto sus puertas a las personas que huyen de los bombardeos en Siria, la ayuda humanitaria escasea tras tantos años de conflicto.

Azotado por la guerra y la violencia política desde los años 70 del siglo XX, Afganistán ha sido uno de los grandes focos de inestabilidad y desplazamientos forzados en Asia Central. Tras la salida de las tropas soviéticas en 1989, comenzó una nueva etapa de violencia interna que culminó con la intervención de la OTAN en 2001. En octubre de 2017 se cumplieron 16 años desde que Estados Unidos bombardeara por primera vez Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre. En este tiempo se han sucedido tres presidentes: George W. Bush, que declaró la guerra; Barack Obama, que la dio por terminada sin éxito en el año 2014; y Donald Trump, que ha visto cómo se han intensificado las acciones terroristas en los últimos meses. Para presionar en las negociaciones de paz, los Talibanes impiden a las ONG hacer su trabajo, cerrando clínicas y centros de ayuda.

El conflicto en Irak entre grupos armados y fuerzas gubernamentales, en los últimos años ha generado que en 2018 hubiera 1,8 millones de desplazados internos en el país, de los que el 53% son niños. A finales de 2017, la ofensiva gubernamental para recuperar el control de la ciudad de Mosul llevó al conflicto a su punto álgido. Aunque el país no se encuentra totalmente pacificado y muchos desplazados siguen sin poder regresar a sus casas, Irak fue el país con mayor número de retornados en 2018, con 945.000. Antes, el 20 de marzo de 2003, se produjo la llamada guerra de Irak, segunda guerra del Golfo, o conocida como Operación Libertad Duradera. El Estado Islámico ya no tiene el control efectivo de territorios, pero se mantiene fuerte en zonas desérticas o montañosas, desde donde lanza ataques estratégicos contra líderes tribales y políticos, tratando de aumentar la tensión entre las comunidades árabes y kurdas.

Se da la circunstancia de que una parte importante de la sociedad española se manifestó en contra del apoyo a la intervención en Irak, mostrado por el entonces presidente del gobierno José María Aznar. Este hecho y los atentados del 11-M, entre otros, motivaron un cambio de gobierno en el que el PSOE obtuvo mayoría tras las elecciones generales el 14 de marzo de 2004. Una de las primeras medidas del nuevo Gobierno, fue ordenar la retirada de España de Irak, restando apoyo internacional a la ocupación. La coalición comandada por Bush, no encontró ninguna de las armas de destrucción masiva que fue el engaño para invadir Irak. (Ver Guerra de Irak, participación de España y armas de destrucción masiva).

Yemen, con más de cuatro años de guerra, se ha convertido en el escenario de una de las peores crisis humanitarias del planeta. El alto el fuego en Hodeidah en 2018 disminuyó significativamente la cifra de muertes de civiles, pero no así en otras zonas del país. La extensión del conflicto, el colapso de la economía, la inseguridad alimentaria y el derrumbamiento de los servicios públicos básicos, han generado que el 80% de la población necesite ayuda humanitaria para sobrevivir. La ONU alerta de que la hambruna en Yemen, podría ser la peor de los últimos 100 años en el mundo. El 53% de la población no tiene nada que comer y más de un millón y medio de niños sufren desnutrición aguda. La guerra se ha cebado con los más débiles, en uno de los países más pobres del mundo.

Yemen sufrió un golpe de Estado en 2014, y la guerra se ha convertido en un conflicto que enfrenta a las diferentes entidades que quieren formar el gobierno. En este caso también ha intervenido el Estado Islámico y Al-Qaeda. El problema se agravó cuando una coalición de estados árabes dirigida por Arabia Saudí comenzó a bombardear el país en el año 2015. Tras cinco años de guerra, servicios básicos como la Sanidad o la Educación prácticamente ya no existen. Además, según la ONU, hay más de tres millones de desplazados y el 80% de la población necesita ayuda. Los más pequeños, como siempre, se llevan la peor parte. Unicef ha calificado el país como «un infierno en la tierra» para los niños, donde miles de ellos se están convirtiendo en niños soldado.

Si hay una guerra que no termina nunca es la de la República Democrática del Congo. Comenzó en el año 1996 y todavía perdura, produciendo personas refugiadas, hambre y muerte. La tensión aumentó gravemente a raíz de la negativa del presidente Kabila a dejar el poder después de haber sucedido a su padre en el año 2001. La guerra ha arrasado los campos de cultivo, han aumentado los precios y miles de personas se han visto obligadas a dejar sus casas. En julio de 2019, la OMS ha calificado como emergencia internacional un nuevo brote de ébola. Esto se une a un brote de sarampión con más de 115.000 afectados. Guerra interminable, epidemias, campamentos de refugiados superpoblados e insalubres, donde la situación es desesperada.

Otro conflicto vivo es el de Libia, que se encuentra a un paso de la guerra civil y amenaza a toda la región, sin signos de una paz en un futuro cercano. El panorama muestra una probable fragmentación del país. Durante 2019 ha ido fortaleciéndose el Ejército Nacional de Libia, una facción bajo el mando de Khalifa Haftar, opositor al gobierno reconocido internacionalmente, que cada vez cuenta con menos territorio bajo su control. El ENL ha ampliado su presencia e influencia en el sur de Libia desde mediados de enero. Ha firmado la paz con grupos armados tuareg y se ha enfrentado con otros, para mantener el control de campos petrolíferos.

Somalia, considerado como ejemplo paradigmático de estado fallido, lleva en guerra interna desde los años 90 del siglo pasado. La mayor parte del país está fuera de control del Gobierno, que en los últimos años ha logrado recuperar su influencia en el sur del país tras una ofensiva apoyada por la Unión Africana. A la violencia armada hay que sumar los estragos del cambio climático. Más de 2 millones de personas se han convertido en desplazados a causa de la sequía, las inundaciones y el propio conflicto. Esto ha provocado que la población desplazada se duplique hasta los 2,6 millones.

En la medida que EEUU deja de liderar el orden internacional, más países tratan de reforzar su influencia, mediante la intromisión en conflictos de otros Estados. Desde el inicio del siglo XXI las guerras se han multiplicado principalmente en África y Oriente Medio, conflictos que provocan un mayor número de desplazamientos forzados y víctimas en pleno 2019; conflictos interminables que tienen consecuencias muy graves sobre los países y especialmente sobre, la población civil, que es siempre la principal damnificada y las mujeres son las principales víctimas de los conflictos armados.

Más de 24.000 niños fueron asesinados, heridos, mutilados, reclutados a la fuerza y secuestrados, o sufrieron abusos sexuales y otras violaciones de sus derechos humanos durante el año 2018, según el último Informe Anual del Secretario General sobre Niños y Conflictos Armados. De esa cifra, más de la mitad corresponde a quienes perdieron la vida o quienes resultaron con graves heridas, como la pérdida de algún miembro de su cuerpo, principalmente por incidentes de fuego cruzado, restos de explosivos de guerra, minas terrestres y otras acciones de combate perpetradas tanto por grupos no estatales, como actores estatales y fuerzas multinacionales.

La paz es el estado ideal de armonía, libertad, seguridad en un mundo democrático. Podemos construir un mundo en el que impere la paz, la justicia y la solidaridad, trabajando de manera colectiva, enriqueciéndonos con las diferencias culturales y aprendiendo cada día. Somos responsables de crear un mundo mejor.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259296

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