Hay que educar para la integración centroamericana

Msc. Vilma Báez Valdez

En Nicaragua, y me atrevo a decir que en Centroamérica, las políticas de educación y sus estructuras actuales son obsoletas, el modelo de enseñanza se ha resistido y ha sido incapaz de romper con el pasado, y el presente en el que se desenvuelve es diferente del cual fue concebido. En el modelo de educación sigue vivo el método de educación conflictiva, revanchista, las hipótesis que se estudian en materia histórica alimentan el conflicto, nos  enseñan a ser  hostiles, rivales entre nosotros mismos, provocando sentimientos de rechazo, lo que paraliza todo avance hacia el desarrollo. Por ejemplo, el modelo de enseñanza de la historia de conflictos que Nicaragua ha tenido con Costa Rica ha contribuido a que entre ambos Estados exista una aversión, lo que ha desencadenado una serie de actos que han afectado el desarrollo de las relaciones entre ambos países. Por ello es más que necesario revertir ese método de educación conflictiva, la educación no debe educar para hacernos adversarios y rechazarnos unos a otros, debe ser una vía expedita a través de la cual sea posible estrechar las barreras que nos alejan, debe acercarnos para conocer que nos une, que somos capaces de hacer; ser un instrumento que nos permita fortalecer las características distintivas y singulares que nos lleve a fomentar una conciencia ciudadana colectiva amigable entre nosotros mismos, favorable a los temas de interés común, sin renunciar a nuestra particularidad como nación; sino que nos lleve a un diálogo permanente, a un entendimiento, al intercambio, y enriquecimiento mutuo de conocimiento. La comunidad académica en todos los niveles de educación debe dar el paso hacia el diseño de un modelo de educación diferente, que propicie  nuevas ideas, que sea capaz de articularse con la realidad que vive no solo la nación, sino la región centroamericana en todo su conjunto.

Es evidente el grado de desarticulación que existe entre el sistema educativo y la propuesta del SICA, por lo que  hay que educar para la integración centroamericana. La región tiene más de 25 años que se dio a la tarea de crear un proceso de integración, la pregunta esta,… ¿cuánto se conoce de este proceso de integración? La comunidad académica debe hacer una reflexión en cuanto al grado de partición  que tienen sobre los componentes de este proceso, es fundamental que amplíe su dimensión educativa hacia una enseñanza integral, global; hacia el devenir de lo más cercano a nuestras relaciones, hacia Centroamérica y toda su dinámica. Para ello deberá de buscar un acercamiento con el SICA. Desde las universidades se puede potenciar el selectivo crítico de los investigadores, que pueden contribuir a  reeducar a las colectividades en temas de interés común para la integración, el crear esfuerzos y asumir la responsabilidad de organizar encuentros académicos destacados, especializados, seleccionando disciplinas de interés como: el desarrollo sostenible, la seguridad jurídica, la unión aduanera, las políticas económicas y culturales centroamericanas, lo que los llevaría a otros temas de interés. El avance y el desarrollo de la región imponen determinadas exigencias, y la educación es una de ellas, contar con una educación visión más integral de los elementos que nos rodean, permitirá explorar nuevas oportunidades, subsanar carencias, y satisfacer otros conocimientos. Centroamérica descansa sobre la base de una memoria común, las universidades deberían aprovechar esta simetría y asumir un rol protagónico y articular un nuevo modelo educativo con el proceso de integración centroamericana para eliminar las barreras estructurales que separan a nuestros países y alcanzar el desarrollo no solo económico, sino mental de la sociedad.

Fuente: https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/405370-hay-que-educar-integracion-centroamericana/

Comparte este contenido:

Apostemos a las tendencias educativas modernas

Por: Vilma Báez Valdez

Hace algún tiempo escribí un artículo sobre “La desmaterialización de modelos de educación”. En el cual les compartía que en lo personal, yo, como docente me preguntaba ¿cómo enseñaré hoy? ¿seguiré usando el modelo clásico victoriano, el modelo constructivista teórico práctico, de competencias? o ¿asumiré el reto de hacerlo a través de las nuevas tecnologías de la comunicación? refiriéndome a la importancia de aceptar en el aula de clases el que los estudiantes usasen sus juguetes tecnológicos como la computadora, la tablet, la laptop, el celular y por supuesto, el internet. Pues,  no he cambiado de idea, hago un mix de los modelos educativos para enseñar y ahora aún mejor, soy de la tendencia de que nuevos recursos requieren nuevas metodologías y tendencias modernas a utilizar en los procesos educativos,  los docentes debemos de adecuarnos a las tendencias tecnológicas para sacar el mayor potencial posible a estos maravillosos aparatitos.

La enseñanza clásica, convencional para los jóvenes que nacieron a mediados del siglo pasado y principio de este, se tornaba lenta, monótona y repetitiva, los estudiantes estaban obligados a aprender las mismas cosas al mismo tiempo, al unísono y  escuchar solo el criterio del profesor dentro del aula de clases. En la actualidad, el modelo de aprendizaje es impuesto, obligatorio a partir de reglas obsoletas que no están acorde a los tiempos virtuales en que vivimos. Sin embargo, los avances de la ciencia y de la tecnología imponen necesariamente un cambio en el método hacia un modelo del aprendizaje con una tendencia moderna, debemos ser capaces de ver y hacer las cosas desde otra perspectiva y desarrollar una metodología que aproveche las relaciones entre los instrumentos tecnológicos y las fuentes de información. Como docentes sabemos que el internet es un aula virtual gigante, que alberga un mundo de información y del conocimiento que ha acumulado la especie humana en su devenir histórico; en donde todos podemos hacer preguntas, explorar y obtener respuestas sobre cualquier tema de interés, con la ventaja que cada quien puede obtener información desde su propia casa, lugar de trabajo, de preferencia, a su propio tiempo y ritmo, tornándose el aprendizaje más divertido, motivador y hasta puede despertar vocaciones que pudieren estar ocultas en la persona.

En el aula de clases, yo veo como mis estudiantes pasan a exponer un tema frente al salón, y no llevan tarjetas de notas, o papelitos en donde tengan anotados los temas que van a desarrollar, ahora lo que usan es el celular o una tablet. Y en una de esas yo me pregunte: ¿podré usar una de esas tablet para impartir mis clases? mi respuesta, fue: Sí, la utilizaré como un instrumento complementario al proceso metodológico de enseñanza, como un soporte en el cual se puede apostar a dinamizar, a buscar información de manera ágil y rápida, a utilizar google earth, webquests, usar aplicaciones, presentaciones multimedia, prezi, blog personales, aprovechar las características audiovisuales, crear videollamadas, hacer entrevistas, webinar, retar el imaginativo de las nuevas tecnologías o cualquier otro recurso educativo en línea, haciendo también una combinación con el uso de la pizarra digital o tradicional.

Ante estas nuevas tendencias modernas, el docente debe de garantizar en la clase que tales herramientas sean utilizadas de manera segura y responsable, el docente debe de dirigir y decidir el uso de estas herramientas en el aula en el momento adecuado, para sacarle el mejor provecho y para adoptar una nueva forma de enseñar, el profesor siempre será el guía de la clase, la enseñanza no debe perder el sentido filosófico, teórico y práctico del conocimiento.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/407853-apostemos-tendencias-educativas-modernas/

Comparte este contenido: