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La peor plaga

Por: Marisol Vicens Bello


Quienes importan el metanol y a quienes se lo están vendiendo para fines ilegales, quienes fabrican estas mortíferas bebidas.

Que en medio de una crisis sanitaria sin precedentes como la que azota el mundo desde inicios del pasado año 2020 en nuestro país el número de fallecimientos por causa de ingesta de bebidas adulteradas con elementos altamente tóxicos como el metanol, en determinados momentos sobrepase por mucho las víctimas del covid-19, 95 solo en el presente mes y casi 350 desde el año pasado, es una vergüenza y una patética muestra de nuestros niveles de ilegalidad e impunidad.

Y no solo se trata de falta de sanciones, sino también de un vicio muy común en nuestras autoridades de falta de seguimiento a los planes que se anuncian cuando la marea sube para provocar titulares y calmar los ánimos y que se olvidan tan pronto baja, así como de la sospechosa tendencia a la búsqueda de las más costosas supuestas soluciones a los problemas, que generalmente conllevan enormes ganancias para los contratistas del Estado y para sus intermediarios que facilitan tales contratos.

Al dolor que han experimentado las familias víctimas de estas pérdidas y al gran daño que significa para estas y para el país la desaparición de personas en la mayoría de los casos jóvenes por algo tan reprochable como esto, hay que sumar las graves consecuencias que esto entraña para la imagen del país.

Recordemos que nuestro pujante sector turístico tan golpeado por esta pandemia debido al confinamiento que impone, el cual ha afectado los desplazamientos y la recreación en todo el mundo, venía de sobrepasar una crisis por fallecimientos de turistas que fueron asociados al parecer maliciosamente a ingestas de bebidas alcohólicas, por lo que las noticias sobre esta aberrante situación podrían afectar la importante labor que están llevando a cabo nuestras actuales autoridades no solo para sortear la crisis lo mejor posible, sino para prepararnos para estar colocados en primera línea y salir primeros en la carrera cuando finalmente se levanten las restricciones.

El problema de las adulteraciones de bebidas que trasciende por sus consecuencias apocalípticas es parte de un mal generalizado de comercio ilícito y falsificaciones de bebidas, medicamentos, cigarrillos y otros muchos productos, que no ha tenido las debidas consecuencias y  ha sido tolerado y ha proliferado con la complicidad de autoridades, el cual como generalmente solo es objeto de denuncias por parte de las empresas  formales perjudicadas  por la competencia desleal que merma sus negocios y de las autoridades tributarias víctimas de la evasión fiscal, a pocos les ha importado, pues la banalidad lleva a cerrar los ojos ante la ilegalidad y sus peligros, con tal de adquirir productos a menor precio.

El tráfico de  ilícitos esconde sórdidas redes que  las autoridades han tenido poca voluntad en enfrentar, por eso quizás las anteriores optaron por la vía fácil de contratar la imposición de estampillas fiscales para bebidas a pesar de las advertencias  de distintas asociaciones empresariales de que no eran una solución efectiva para luchar contra el mercado ilegal, pues no atacan las causas del mal.

Detectar quienes importan el metanol y a quienes se lo están vendiendo para fines ilegales, quienes fabrican estas mortíferas bebidas y quienes las venden a sabiendas de que son ilegales, algunas de las cuales incluso se promovían sin que las autoridades de salud hicieran nada a pesar de no tener  registros sanitarios, debería ser tan fácil como detectar quienes compran los metales robados y los exportan, pero nunca ha habido ojos para ver lo que no se tiene interés de mirar, ni interés para sancionar lo que tiene un trasfondo que no se quiere tocar.

Que las tantas vidas inexcusablemente perdidas por esta causa provoquen una firme voluntad, no solo para detener transitoriamente esta industria de la muerte sino para atacar contundentemente las causas de esta terrible plaga del comercio ilícito, pues tal cual  sucede con la hierba mala sino se arranca de raíz, penosamente pronto volverá a crecer.

Fuente:  acento

Imagen: pixabay

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Los vuelcos de la historia

Por: Marisol Vicens Bello

Hace un siglo la gripe española que afectó al presidente Wilson afectó su psiquis y según algunos historiadores esto incidió en el contenido del Tratado de Versalles que puso fin a la primera guerra mundial, lo que pudo contribuir a provocar el surgimiento del nazismo, y ahora probablemente otra pandemia sea recordada como el hecho que dio un vuelco a la historia, afortunadamente positivo en esta ocasión, asestando un golpe al populismo.

El asalto al Capitolio perpetrado por seguidores del todavía presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump, que dejó atónitos y avergonzados a sus espectadores en el mundo entero, irónicamente quizás actuará en favor de la democracia y significará un brusco freno para su insólito liderazgo populista que ha fomentado el odio, la segregación y el irrespeto.

Lo que aconteció la semana pasada en esa penosa irrupción, retrató de cuerpo entero a donde pueden llegar los fanatismos y obligó a muchos colaboradores de Trump a tomar distancia “in extremis” de su líder, al que le permitieron un sinnúmero de acciones impropias. Es como si milagrosamente las oprobiosas escenas acontecidas luego de una manifestación convocada y arengada por el presidente que continúa negándose a aceptar su derrota electoral, los hizo descubrirse ante un aterrador espejo de cuya imagen no querían seguir siendo parte, o no les convenía políticamente seguirlo siendo.

Este es el triste colofón de un capítulo de la historia que no debió de haber sucedido, cuyo inicio muchos lamentamos por lo que avizorábamos y que otros muchos celebraron, porque pensaron más en la economía, en sus intereses, sus creencias o sus ideologías, que en el daño colectivo que significaría el ascenso al poder de una persona que había dado muestras ya, de toda la megalomanía, irracionalidad y malas conductas que exhibió en su mandato. Y el daño provocado no ha sido solo a los Estados Unidos sino al mundo pues, así como los buenos líderes expanden su obra, impactan vidas positivamente e inspiran acciones, los malos penetran y sacan a flote el lado oscuro de la naturaleza humana.

Aunque para muchos el hecho de que bajo la administración Trump se dieran acciones similares a las acontecidas en las “repúblicas bananeras” le restará moral a ese país para criticar cualquier acción futura en contra de la democracia, hay que reconocer que sus instituciones y sus principios democráticos como el emblemático “rule of law” o imperio de la ley se impusieron, y se convirtieron en el valladar que detuvo casi todas sus desatinadas y populistas medidas, y que a pesar de su cuestionada decisión de designar poco tiempo antes de las elecciones una juez de la Suprema Corte para inclinar la balanza hacia el lado conservador, no logró que esta, ni ninguna corte complaciera sus acciones judiciales por revertir su derrota electoral que obstinadamente no aceptaba como válida.

Todos aquellos que se cegaron por ser republicanos o simpatizar con dicho partido en ese país o en el mundo, o por ser empresarios y entender que sus medidas fortalecerían las finanzas y bajarían los impuestos, o por ser practicantes de una religión y entender que el conservadurismo estaba garantizado con él a pesar de una trayectoria salpicada de faltas a la moral, o por entender que sus ideas anti inmigrantes, xenófobas y racistas les convenían, a pesar de ser él mismo descendiente de inmigrantes y casado con inmigrante; y decidieron poner al frente de la primera potencia del mundo a una persona díscola que a todas luces no reunía el perfil de un buen líder, deberían reflexionar y comprender que no solo de pan vive el hombre.

Por fortuna la historia no solo la escriben los hechos humanos, y las fuerzas de la naturaleza y otros acontecimientos provocan a veces giros inesperados, como el hecho de que a Trump en gran medida lo derrotó su mal manejo del inesperado covid-19, que trató de minimizar y desafiar convirtiendo el uso de mascarillas, la principal prevención contra la enfermedad, en un símbolo de debilidad y su no uso de coraje. Hace un siglo la gripe española que afectó al presidente Wilson afectó su psiquis y según algunos historiadores esto incidió en el contenido del Tratado de Versalles que puso fin a la primera guerra mundial, lo que pudo contribuir a provocar el surgimiento del nazismo, y ahora probablemente otra pandemia sea recordada como el hecho que dio un vuelco a la historia, afortunadamente positivo en esta ocasión, asestando un golpe al populismo.

Fuente:  https://acento.com.do/opinion/los-vuelcos-de-la-historia-8901911.html

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De cara al sol

Por: Marisol Vicens Bello

En medio de esta crisis es indispensable que aquellos  que tienen una incidencia frente a la colectividad,  den lo mejor de sí y cumplan con su deber, las autoridades ejerciendo sus funciones con responsabilidad, los que antes gobernaron y ahora son oposición comprendiendo que hay un tiempo para todo y el suyo ahora es el de no entorpecer y contribuir con lo que conviene al país.

Estamos viviendo un momento difícil de la historia de la humanidad en el que por vivir en un mundo interconectado, se aumenta el reto de controlar la pandemia y a la vez se pone de manifiesto la forma en que inciden negativamente los malos liderazgos y las expresiones muchas veces grotescas de falta de compromiso de quienes no son capaces de comprender que el problema nos afecta a todos, y que cada quien tiene que cargar con su cuota de responsabilidad y sacrificio para acortar el camino hacia la solución y hacerlo menos traumático.

De repente la situación cambió, haciendo que a los muchos desafíos que teníamos por delante como país, se sumaran los efectos inesperados de una crisis que al igual que el virus ha atacado las actividades productivas, e impedido la reapertura de sectores que no pueden operar bajo la virtualidad o que por definición conllevan la reunión de personas, lo que aumenta nuestras muchas desigualdades pues la crisis afecta en distintos grados a unos y a otros, mientras algunos tienen la fortuna de verse beneficiados.

Entre las muchas lecciones que debemos extraer de esta crisis, está dimensionar cuantas oportunidades hemos desperdiciado para hacer las cosas bien y el enorme costo de no haberlo hecho a tiempo, cuan responsables han sido muchos actores de la sociedad porque en vez de marcar la pauta y dar el ejemplo, han preferido compartir el despilfarro o beneficiarse de este, cuantos recursos han sido malgastados y cuán perverso ha sido el círculo vicioso de la impunidad, que ha hecho aumentar exponencialmente la corrupción, ha debilitado fuertemente nuestras instituciones y la confianza ciudadana en estas, y generado una frustración que hace difícil convencer a una población que a fuerza de promesas incumplidas, de reformas postergadas y de arreglos de aposento, simplemente está renuente a sacrificarse más.

Es muy fácil quejarse de lo que otro hace mal, o adoptar discursos políticamente correctos de igualdad, transparencia, institucionalidad, respeto a la ley, buenas prácticas, pero es más difícil demostrar con los hechos que lo que se está dispuesto a exigir a los demás somos capaces de hacerlos nosotros mismos.

Ser líder implica una responsabilidad inmensa, pues lo que se haga o deje de hacer tiene impacto sobre muchos otros en cualquiera de los escenarios en el que se actúe, desde la arena política a las organizaciones de la sociedad civil, por eso deben medirse con sensatez los mensajes a dar, porque en un mundo interconectado ya no hay espacio para esconder los esqueletos en el armario ni para adoptar una pose antidemocrática y contraria a todo lo que se enarbola de cara al público y pretender que no se conozca y que no tenga un efecto nocivo en la sociedad en la que están llamados a influir positivamente.

En medio de esta crisis es indispensable que aquellos que tienen una incidencia frente a la colectividad, den lo mejor de sí y cumplan con su deber, las autoridades ejerciendo sus funciones con responsabilidad, los que antes gobernaron y ahora son oposición comprendiendo que hay un tiempo para todo y el suyo ahora es el de no entorpecer y contribuir con lo que conviene al país, así como que entiendan que los cambios colectivos necesitan para darse de buenos ejemplos, y que un buen liderazgo es capaz de inspirar las mejores acciones, mientras que uno malo es capaz de extraer todo lo negativo de la naturaleza humana. Por eso más que nunca necesitamos buenos liderazgos que actúen en la sombra tal cual lo harían de cara al sol, y no solo en el ámbito político, sino en todos los espacios del quehacer social.

Fuente:  https://acento.com.do/opinion/de-cara-al-sol-8871937.html

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Cultura democrática

Por: Marisol Vicens Bello

 

La verdadera democracia no es aquella que se consagra en la Constitución por más derechos y deberes que la misma contemple sino la que verdaderamente se ejerce, ni radica exclusivamente en que se celebren elecciones para elegir las autoridades, sino que depende de muchos otros factores que la califican como buena o, la desnudan como mala.

La crisis sanitaria, económica y social que ha desatado el COVID-19 en muchos aspectos nos ha forzado a innovar y a soltar un poco las amarras de un acendrado e inútil hiper formalismo e impulsar finalmente el uso de firmas digitales, escolaridad mediante plataformas electrónicas, audiencias virtuales, asambleas no presenciales, procesos en línea.

Sin embargo en otros aspectos como la campaña política nos ha retrotraído  al  estado más primitivo, pues  más que nunca la oferta electoral está basada en el asistencialismo, y aunque se entiende que bajo las circunstancias actuales la población está muy  necesitada  y de alguna forma hay que contribuir a llevarle alivio, esto no justifica ni que las dádivas sustituyan las propuestas de reales soluciones a sus problemas, ni que importe más lo que da un candidato que lo que representa, ni mucho menos, que el gobierno permita que se confunda su rol con el de su candidato, haciéndose ausente en distintas situaciones para ceder el protagonismo a su postulado. 

Es lamentable que iniciativas democráticas tan importantes como la celebración de debates electorales que desde hace más de 20 años ANJE está impulsando, se sigan encontrando con los mismos obstáculos que hicieron abortar su primer intento formal de celebración de debate electoral en el año 2000, siendo uno de sus candidatos el varias veces presidente Joaquín Balaguer que a sus 94 años se postulaba por novena vez.

La nueva política, el relevo, la sangre nueva, son puras expresiones mercadológicas que carecen de sentido cuando los que supuestamente las encarnan siguen utilizando los mismos patrones de conducta y malas mañas que reflejan escasa cultura democrática y modernidad, como escudarse en viejas creencias para seguir rehuyendo el debate porque el que está arriba no se arriesga aunque se tenga mucho que proponer, o de preferir seguir vendiendo las mismas promesas gastadas de cada cuatro años que someterlas al escrutinio de un debate público, de utilizar los recursos del Estado en beneficio de  los candidatos oficiales, de denigrar la dignidad de la gente en un lastimero cambalache de dádivas por votos.

Pero no solo muchos de nuestros políticos y candidatos tienen bajos niveles de comportamiento democrático, sino que gran parte de nuestra sociedad también los tiene, y eso no tiene que ver con los niveles sociales, porque la carencia de cultura democrática y el acomodamiento con la cultura del “dado”, y de estar en buenas con el poder, está tanto en los más desposeídos que reciben funditas o empleos, como en los más poderosos que reciben jugosos contratos y otros beneficios. 

Por eso no sorprende que los partidos puedan seguir dándose el lujo de preferir el confort de recitar en solitario sus propuestas, pues entienden que pierden más si están arriba sometiéndolas al debate que, negándose a hacerlo, porque nunca han sentido un real costo por su negativa.

En medio de una campaña oportunista, mediática, y asistencialista, el mejor ejercicio que cada quien debería hacer es imaginarse a cada uno de los candidatos ejerciendo el rol de presidente en sus múltiples facetas, como ejercería su liderazgo de la Nación, como manejaría la economía, como actuaría dirigiendo los trabajos del Consejo Nacional de la Magistratura que próximamente deberá conocer de la elección de nuevos jueces del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior Electoral, cómo representaría el país en foros extranjeros, cómo administraría los recursos del Estado, como actuaría frente a la corrupción.  Ojalá que muchos hicieran este ejercicio, y los ayudara a realizar un debate interno en el que resulte ganancioso lo que su conciencia les diga sea mejor para el país, y no lo que su ambición les diga sea más conveniente para sus propios intereses.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8825262-cultura-democratica/
Imagen: https://pixabay.com/
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No perdamos más tiempo

Por: Marisol Vicens Bello

En medio de esta pandemia que está provocando una grave recesión económica mundial, deben buscarse remedios para tratar de aliviar el duro impacto sobre las personas, sobre todo las de menores ingresos, la preservación de los empleos y la supervivencia de muchas empresas.

Es mucho lo que se ha discutido sobre el conflictivo proyecto de ley que busca permitir el retiro de un 30% de los fondos de las cuentas de capitalización individual de los afiliados al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) y no vale la pena abundar pues las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP)  han desplegado una abundante campaña a la que han logrado sumar múltiples voces alertando sobre sus efectos negativos para la macroeconomía, y es evidente que el gobierno y las autoridades monetarias no permitirán que esto pase.

Sin embargo, hay medidas que pueden y deben realizarse, como la exoneración temporal de aportes a cuentas de pensiones debido a la crisis como han solicitado los empleadores, la cual a pesar de que las AFP expresaron aprobarían aún no se ha dictado, o las relacionadas con beneficios no reclamados del seguro de sobrevivencia por los familiares de afiliados fallecidos del régimen contributivo del SDSS o que han sido denegados por supuestos incumplimiento de requisitos.

En múltiples ocasiones la Dirección de Defensa de los Afiliados (DIDA) ha llamado la atención sobre el tema de los beneficios no reclamados o denegados, y en parte gracias a esto el Consejo de Seguridad Social (CNSS) aprobó en el 2015 una modificación al contrato de póliza entre las AFP y las aseguradoras para extender el plazo de prescripción para reclamar de 2 a 7 años y la edad límite de cobertura de 60 a 65 años. Y en consonancia con lo que han señalado distintas sentencias del Tribunal Constitucional y el Superior Administrativo, la SIPEN ha manifestado que “el derecho a recibir una pensión por sobrevivencia cubierta en la forma exigida por las normas no debe prescribir”, sin embargo, a la fecha el CNSS no se ha pronunciado al respecto.

Aunque importantes medios de comunicación han cifrado el monto no reclamado por familiares de afiliados fallecidos  en más de 1,700 millones de pesos al 2019, la SIPEN no ha dado una cifra oficial, pero el CNSS en su Resolución 457-03 dictada en octubre de 2018 indicó que conforme a auditoría practicada en el 2014 habían “39,386 afiliados fallecidos” con aportes acumulados no reclamados por  la suma de “RD$870,252,453.00”, señalando que el costo para  poder cumplir con los requisitos exigidos,  como es el pago del impuesto sucesoral, a veces superior a lo reclamado constituye una traba y, en este sentido  autorizó a la SIPEN y a su  Gerencia  a realizar gestiones ante la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), a fin de que se otorguen facilidades respecto del pago de impuestos, moras y multas, sin que se conozcan  resultados.

También se instruyó a la SIPEN modificar el contrato de afiliación para que se requiera suministrar los datos de contacto de los familiares, lo que sería importante aclarar si se ha hecho, así como a la DIDA, las AFP y las aseguradoras a realizar campañas informativas, que no se han realizado.

Urge pues que la DGII disponga las medidas para facilitar que los familiares reciban los beneficios eximiéndolos de pagos que se lo imposibilitan, que la SIPEN y las AFP hagan todo lo necesario para facilitar los trámites e informar a los beneficiarios de sus derechos y que el CNSS asuma con responsabilidad el seguimiento de estos temas. Si todas las publicaciones realizadas y la atención dedicada al fallido proyecto de ley se hubiesen concentrado en estos puntos que sí son posibles y tienen fundamentos legales, a lo mejor muchas familias de afiliados estarían recibiendo estos beneficios a los que tienen derecho o empleadores estarían exonerados de pagar por el plazo acordado las cotizaciones de pensiones, lo que constituiría un alivio en medio de estas difíciles circunstancias. No perdamos más tiempo.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8817170-no-perdamos-mas-tiempo/

Imagen: https://pixabay.com/photos/hand-human-woman-adult-hands-3666974/

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Reaprendiendo a vivir

Por: Marisol Vicens Bello

Nuestro país al igual que los demás del mundo está encarando la pandemia del coronavirus, lo que nos ha permitido beneficiarnos de las experiencias de otros, y debería servirnos de aprendizaje en múltiples aspectos.

Aunque todavía es más lo que se desconoce que lo que se conoce del letal y altamente contagioso virus del SARS-Cov-2, hay un hecho cierto y es que hasta tanto no se haya aprobado y puesto en venta una vacuna efectiva contra este, tendremos que aprender a vivir con este enemigo invisible.

La cronología de su propagación nos facilita seguir en tiempo real qué ha dado resultado y qué no en países más avanzados y cómo el manejo de la enfermedad del covid-19 ha ido evolucionando positivamente con la utilización de distintos medicamentos destinados a otros fines que han demostrado alguna efectividad en estos casos.

Pero también nos ha permitido advertir las posibles diferencias que podrían existir en su impacto en países desarrollados versus países como el nuestro, en los que un porcentaje de la población desgraciadamente vive en condiciones deplorables que los hace desarrollar mayor resistencia y donde de alguna manera todos hemos convivido en distintos grados con falta de higiene o debidas condiciones de salubridad de las aguas, del sistema de depósito de los residuos sólidos, de los mercados, del transporte público.

Si bien la prioridad de las autoridades debe ser seguir trabajando incansablemente para garantizar la protección de la salud de nuestra población y tratar en cuanto sea posible de evitar una escalada en los casos disponiendo efectivas medidas de aislamiento, concomitantemente debe velar porque haya la debida sincronización entre la evolución de la enfermedad y la reducción de las medidas de confinamiento conforme mejoren las condiciones permitiendo una reinserción gradual. 

Múltiples países ya han hecho públicos sus planes previendo distintas etapas, y diversas prestigiosas organizaciones han presentado sus propuestas, y en general hay bastante coincidencia entre medidas de protección, orden de prioridad e identificación de los últimos que ingresarán debido a sus vulnerabilidades, describiendo detalladamente lo que se puede hacer en cada etapa, quiénes pueden hacerlo y cómo deben hacerlo, tomando en consideración las necesidades de todos los sectores. Pero el éxito del confinamiento y de su desescalada reside en el debido cumplimiento de las medidas y en la rigurosidad con que se exija imponiendo las sanciones correspondientes.

Y ahí precisamente es que estamos fallando, pues conforme han ido transcurriendo los más de 40 días que lleva el confinamiento unos han cumplido, otros han incumplido sin mayores consecuencias,  mientras algunos  salen de sus casas sin justo motivo o desafían las restricciones una vez pasa la patrulla policial, y otros tantos se están cansando de cumplir, lo que ha ido relajando las medidas antes de que se haya ordenado oficialmente una gradualidad, y se está operando una especie de estado de sálvese quien pueda en el que muchos han optado por abrir las puertas traseras de sus negocios o volver  a buscársela a las calles.

Por eso es indispensable que la aprobación de la nueva extensión del estado de emergencia sirva para que las autoridades presenten el plan de desescalada del confinamiento debidamente coordinado a nivel nacional y de reinserción gradual de los sectores y su cronograma de aplicación, plan que  debe incluir las medidas económicas que deben ser aprobadas mediante leyes o decretos para mitigar el duro impacto de la crisis y la preservación de los empleos, así como las sanciones que se aplicarían por incumplimiento.

En medio de la incertidumbre de esta terrible crisis sanitaria, hay dos cosas ciertas, que tendremos que reaprender a vivir en nuestra nueva normalidad que ya no será más estado de emergencia, y que habrá una gran recesión económica.  Por eso los ciudadanos debemos conocer cuanto antes las medidas y acciones que serán aplicadas, así como el horizonte que nos espera.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8812045-reaprendiendo-a-vivir/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/syringe-shot-medicine-bottle-1884758/

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Mercancía política

Por: Marisol Vicens Bello

Si bien el coronavirus tomó de sorpresa al mundo, lo que no ha sorprendido a nadie en este país es que su coincidencia con una accidentada campaña electoral haya provocado que lamentablemente los planes, acciones y decisiones para enfrentar la pandemia, estén contaminados por los intereses políticos particulares.

Un panorama electoral que desde el año pasado y hasta más de la mitad de este estuvo enrarecido por el acoso a la Constitución  para posibilitar un prohibido tercer mandato del presidente, que luego continuó con unas primarias conflictivas en el partido oficial que provocaron su  escisión  y unas elecciones municipales que interesadamente algunos proclamaban que no podían ser celebradas, y que terminaron celebrándose dos veces porque en la fecha señalada falló lo que ninguna de esas voces dijo que podía fallar, el supuestamente blindado voto automatizado; no podía tener peor colofón que tener que posponer por fuerza mayor las elecciones presidenciales y congresuales para julio y tener que celebrarlas bajo los efectos del terrible virus.

Lo que no podemos permitir es que la desgracia humana sea convertida en mercancía política…

La crisis sanitaria nos atrapó con un liderazgo político enfrentado, sin que hubiesen cicatrizado las heridas de acusaciones de sabotaje en las elecciones municipales hoy descalificadas por el informe de la OEA, y de unos resultados que no fueron como algunos anticipaban y que obligan a arreciar la contienda. En tales circunstancias tener que decidir sobre otorgar poderes excepcionales al poder ejecutivo ha sido quizás un trago amargo, pero obligatorio para la oposición.

Sin embargo, el que los más importantes líderes de esta hayan mostrado disposición a aunar esfuerzos y a dialogar, es un hecho positivo, independientemente de que no debería hablarse altisonantemente de gran cumbre, lo que sería inconveniente en estas circunstancias, cuando lo que se requiere es que las autoridades dialoguen con ese liderazgo y lleguen a acuerdos mínimos sobre aspectos fundamentales, lo que al parecer no tienen intención de hacer. Esto lamentablemente ha contribuido a que en vez de tener todas las fuerzas empujando en una misma dirección, cada quien esté empujando por su lado tratando de sacar ventaja.

El gobierno preocupado por anotarse puntos con las acciones y hacer figurar como sus contribuciones todo lo que se haga, como es el caso de los aportes a los programas FASE para ayudar a los trabajadores suspendidos que por el momento solo han provenido de 12,000 mil millones de pesos del IDOPPRIL resultantes de las cotizaciones en exceso de los empleadores formales que pagan la totalidad del seguro de riesgos laborales aunque se denominen “aportes del gobierno”, de donde salieron también 2 mil millones de pesos para la cobertura de las pruebas diagnósticas del covid-19, las cuales aunque son autorizadas por las ARS serán pagadas también con dichos fondos.

El candidato oficial por su parte ha aprovechado la situación para tratar de aumentar sus simpatías y afianzar su lema de hombre de acción, en una estrategia en la que existen muy delgadas y confusas fronteras  entre el gobierno, su campaña y su empresa personal,  cuya división de transporte de salud le ha caído como anillo al dedo para mantener una publicidad continua en los medios de comunicación, organizar  viajes  para acarrear a dominicanos varados en el exterior que tengan impacto público, y transportar desde China insumos médicos con una presteza muy superior a la del gobierno, con todo y los poderes excepcionales del momento, lo que a más de uno mueve a suspicacia. Mientras los principales candidatos de la oposición intentan también ser parte de esta campaña vestida de filantropía, pero con diferencias sustanciales en la profundidad de sus bolsillos.

Es difícil juzgar de buenas o malas intenciones acciones que, en un país con tantas necesidades agudizadas por esta crisis mundial, contribuyen a llevar alivio a la gente, pero lo que no podemos permitir es que la desgracia humana sea convertida en mercancía política y eso es exactamente lo que va a suceder, si no ponemos un paro a tiempo.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8808847-mercancia-politica/

Imagen: https://pixabay.com/vectors/human-rights-hands-arms-fingers-2099066/

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