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Cómo los dogmas neoliberales están obstaculizando la resolución de la pandemia

Estamos inmersos en una de las mayores crisis sociales y económicas que el mundo haya vivido jamás. La evidencia científica que apoya tal observación de la realidad es abrumadora. Indicador tras indicador (desde los de mortalidad de la población hasta los de empleo) muestran el enorme dolor y sufrimiento que la pandemia está causando. Y la gente lo sabe.

Los niveles de cansancio, frustración y enfado que la mayoría de la población está alcanzando en gran parte de los países a los dos lados del Atlántico Norte preocupa en gran medida a los mayores centros de reflexión de los establishments económicos y financieros, así como a los fórums políticos y mediáticos que les son afines en cada país.

De lo que no se habla en los debates sobre la pandemia

Y, en consecuencia, está teniendo lugar un gran debate y discusión sobre cómo responder a esta pandemia. Pero en este debate se empiezan a tocar temas que eran intocables hasta ahora. Me explicaré. Hay un dato que no se aborda en tales fórums políticos y mediáticos y que, sin embargo, es de una gran importancia. Sabemos ya cómo controlar, contener y, por lo tanto, superar la pandemia. Disponemos de los conocimientos científicos y de los recursos necesarios para solucionar algunos de los mayores problemas que existen y evitar tantas muertes. Es más, conocemos cómo podría controlarse la pandemia para recuperar cierto grado de normalidad. El lector debería conocer esta realidad. La ciencia sabe hoy cómo podría ir resolviéndose. Y no me refiero solo a la ciencia virológica y epidemiológica y otras ciencias básicas en salud pública, sino también a las aplicadas, como las ciencias sociales y económicas. Sé de lo que hablo. Soy también profesor de la Johns Hopkins University, incluida su bien conocida Escuela de Salud Pública, desde donde se realizan los bien conocidos estudios sobre la pandemia, conocidos y citados a nivel internacional. Y le puedo asegurar que sí, se sabe cómo controlar la pandemia. Sabemos, por ejemplo, que no podrá haber recuperación económica sin antes contener la pandemia. Ignorar lo segundo para corregir lo primero, como hizo la administración Trump, ha llevado a un desastre económico, social y de salud. No hay ningún país que lo haya conseguido. De nuevo, hay miles de datos que muestran el gran error de ignorar esta realidad. Ahora bien, el lector se preguntará: ¿si conocemos cómo controlar la pandemia y tenemos los recursos para hacerlo, por qué no se hace? Y otra pregunta que deriva de la anterior es: ¿por qué los medios no están informando sobre ello y los gobiernos no están actuando?

El silencio ensordecedor sobre por qué no se resuelve lo que es resoluble

La respuesta al último interrogante es fácil de conocer, y tiene que ver con la ideología y cultura dominantes en estos países, lo que dificulta ir más allá de lo que el pensamiento hegemónico permite considerar. Uno de estos obstáculos es, por ejemplo, el sacrosanto «dogma de la propiedad privada», que se considera fundamental para la pervivencia del orden social, marcado este último por otro dogma, el de las también sacrosantas «leyes del mercado» como mejor sistema de asignación de recursos. Estos dogmas rigen el comportamiento de los establishments político-mediáticos de la mayoría de grandes países a los dos lados del Atlántico Norte, y han jugado un papel esencial en obstaculizar el control de la pandemia.

Un claro ejemplo de ello. El porqué de la escasez de las vacunas

Tal y como indiqué en un artículo reciente ¿Por qué no hay suficientes vacunas anti-coronavirus para todo el mundo?, Público, 30.12.20, el mayor problema que existe en el control de la pandemia hoy en el mundo es la falta de las vacunas contra el coronavirus, escasez que incluso se da en los países considerados ricos a los dos lados del Atlántico Norte, lo cual es absurdo, pues los países ricos (y, por cierto, un gran número de países pobres tienen los recursos para producir tales vacunas). En realidad, el desarrollo de la parte más esencial en la producción de las vacunas más exitosas (Pfizer y Moderna) se ha hecho con fondos públicos, en instituciones públicas, en los países ricos (y, muy en especial, en EEUU y en Alemania). Esto lo reconoce nada menos que el presidente de la Federación Internacional de Industrias Farmacéuticas, el Sr. Thomas Cueni, en un artículo publicado en el New York Times hace unas semanas, «The Risk in Suspending Vaccine Patent Rules», 10.12.20, en el que afirma que «es cierto que sin los fondos públicos de agencias [instituciones públicas del gobierno federal estadounidense] como la U.S. Biomedical Advanced Research and Development Authority o del ministerio federal alemán de Educación e Investigación, las compañías farmacéuticas globales no habrían podido desarrollar las vacunas COVID-19 tan rápido». El Sr. Cueni podría haber añadido que ello ocurre también con la mayoría de grandes vacunas que se han ido produciendo desde hace muchos años (véase el artículo citado anteriormente para ver los millones de dólares y euros públicos invertidos). La parte fundamental en el desarrollo de cualquier vacuna es el conocimiento básico, que suele investigarse en centros públicos o con fondos públicos de investigación sanitaria y salubrista. La industria farmacéutica, que sin este conocimiento básico no podría desarrollar las vacunas, utiliza dicho conocimiento para avanzar en su dimensión aplicada, es decir, la producción de las vacunas. Pero lo que el presidente de tal federación internacional olvida mencionar es que, además de utilizar el conocimiento básico que los Estados han financiado, esos mismos Estados ofrecen a las farmacéuticas un gran regalo al garantizarles el monopolio en la venta del producto durante muchos años, que pueden llegar hasta veinte, lo que les asegura unos beneficios astronómicos (los más elevados del sector empresarial de cualquier país).

Ahí está el origen de la escasez de vacunas. Es tan simple como esto. La propiedad intelectual, garantizada por los Estados y por las leyes del comercio internacional y sus agentes, es la que crea una escasez «artificial» de vacunas, lo cual genera unos beneficios astronómicos a costa de no tener suficientes vacunas para paliar las graves consecuencias de la pandemia y prevenir la muerte de millones de seres humanos.

¿Qué podría hacerse?

Lo más lógico sería, que, como ha propuesto Dean Baker (el economista que ha analizado con mayor detalle, rigor y sentido crítico la industria farmacéutica internacional), los Estados que ya financiaron el conocimiento básico expandieran su intervención para incluir, además del conocimiento básico, el aplicado, produciendo ellos mismos las vacunas, lo cual sería mucho más barato (puesto que no habría que incluir en los costes de producción los enormes beneficios empresariales).

Y el lector se preguntará: ¿por qué no se hace lo que parece lógico? Pues la respuesta también es fácil. Por el enorme poder político y mediático de la industria farmacéutica a nivel nacional e internacional. Dean Baker documenta muy bien la naturaleza de estas conexiones (ver el vídeo «Dean Baker On Beating Inequality & COVID-19: Tackle Patent and Copyright Monopolies», 20.01.21, The Analysis News). En realidad, entre un gran número de expertos en salud pública en EEUU hay una postura generalizada de que el legítimo objetivo del mundo empresarial privado de poner como principal objetivo el conseguir optimizar sus beneficios económicos debería limitarse o incluso rechazarse en las políticas públicas que tienen como objetivo el optimizar la salud y minimizar la mortalidad. Esta percepción deriva del hecho que el propio EEUU muestra claramente que la privatización de la sanidad, gestionada por empresas con afán de lucro (que es la situación más común en aquel país), ha provocado un enorme conflicto entre los objetivos empresariales y la calidad y seguridad de los servicios. EEUU es el país que tiene un mayor gasto en sanidad (la mayoría, privado), y en el que hay más gente insatisfecha con la atención recibida, con un 32% de la población con enfermedades terminales preocupada por cómo sus familiares pagarán por su atención médica. La optimización de la tasa de ganancias es un principio insuficiente y enormemente peligroso para la salud de la población (la escasez de vacunas es un ejemplo de ello).

¿Estamos o no estamos en una situación de guerra, como se dice?

El lenguaje que constantemente utilizan las autoridades que están imponiendo enormes sacrificios a la población es un lenguaje bélico. Estamos luchando, se nos dice, «en una guerra contra el virus» (que la ultraderecha cataloga de «chino», intentando recuperar la Guerra Fría, sustituyendo la URSS por China). En realidad, en EEUU el número de muertes por COVID-19 es mayor que el número de muertes causadas por la II Guerra Mundial. Lo que ocurre es que los que así hablan no se lo creen. Es un recurso que utilizan para forzar un control de los movimientos de la población (lo cual me parece lógico y razonable), pero, en cambio, siguen conservando meticulosamente los dogmas liberales de la propiedad privada y las leyes del mercado, dogmas dejados de lado en el pasado en situaciones de guerra de verdad. ¿Cómo puede justificarse que los gobernantes de las instituciones de la UE (la mayoría de los cuales son conservadores y liberales) respeten el copyright de las empresas farmacéuticas que han producido la vacuna contra el coronavirus? Durante la II Guerra Mundial toda la producción industrial se orientó a la fabricación del material de guerra necesario. ¿Por qué no se hace ahora lo mismo? Si se forzara la producción masiva de tales vacunas por parte de las empresas farmacéuticas en todos los países o en grupos de países, se podría vacunar rápidamente a la población no solo de los países ricos, sino de todo el mundo.

Como era predecible, la Unión Europea, desde su Parlamento hasta la Comisión Europea y sus otros órganos de gobierno (la mayoría gobernados por partidos conservadores y liberales), se ha opuesto a ello, pues es cautiva de sus dogmas, que ya han demostrado ser fallidos durante el período neoliberal y que, a pesar de su gran fracaso, continúa siendo dominantes en los establishments político-mediáticos a los dos lados del Atlántico Norte. Al menos en EEUU, la nueva administración federal del gobierno Biden, presionado por la comunidad científica (y por las fuerzas progresistas dirigidas por Bernie Sanders), está hablando de forzar a la industria farmacéutica a anteponer el bien común a los intereses particulares. Veremos si se lleva a cabo. Sería bueno que pasara lo mismo en Europa. Ni que decir tiene que las derechas de siempre -desde Trump hasta las derechas de España (incluyendo Catalunya)- acusan a los que quieren forzar dicha producción de «sociocomunistas». Pasa en todo el mundo. De ahí que la ciudadanía debería movilizarse para cuestionar tanto dogma que está haciendo tanto daño a la población. Animo a los lectores a que se organicen y envíen textos y cartas de protesta a tales instituciones, pues de poder hacerse sí que se puede. Lo que ocurre es que su dogmatismo y creencias les impiden verlo.

Fuente: https://rebelion.org/como-los-dogmas-neoliberales-estan-obstaculizando-la-resolucion-de-la-pandemia/

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El enorme sufrimiento causado por el neoliberalismo y sus responsables

Por: Vincenç Navarro

La aplicación de políticas públicas por parte de los partidos gobernantes en España durante el período conocido como la Gran Recesión ha tenido un impacto enormemente negativo en la calidad de vida de la gran mayoría de la población española, y muy en particular de las clases populares. Los datos muestran cómo los indicadores de su bienestar se han deteriorado de una manera muy marcada durante el período que va desde su inicio (2007) al último año que existen datos registrados homologables (año 2017).

El gran deterioro de la calidad de vida: el aumento del paro

Comencemos con el paro. Este pasó de afectar al 7,8% de la población de 20 a 64 años en 2007, a un 16,9% en 2017, un incremento del 116%, lo cual quiere decir que 2.083.900 personas se añadieron a la cifra de personas que ya estaban en paro. En el promedio de la UE-15(el grupo de países de la UE con niveles de desarrollo económico semejantes a los de España) subió de un 6,6% al 8%, un incremento del 21%, mucho menor que en España.

Pero no solo el número y porcentaje de personas en paro aumentaron, sino que la duración del paro también creció enormemente. Las personas en paro estuvieron en esta situación durante mucho más tiempo al final del período que al principio. Los parados de larga duración (porcentaje de parados que llevan en el paro un año o más) pasaron de ser el 21,5% de todos los parados a un 45,5%, un incremento del 111%. En cifras redondas, ello quiere decir que 1.352.000 personas paradas en esta situación se añadieron a las que ya estaban en ella en 2007. Y lo que es incluso más dramático es que, dentro de esta categoría, los que estuvieron en paro más de dos añospasaron de un 10,5% de todos los parados en 2007 a un 31%, un incremento del 195%, lo que representa 992.000 personas más.

Después de Grecia, ningún otro país sufrió tanto como España. Estos datos, por fríos que parezcan, implican un enorme dolor y sufrimiento. Los grupos especialmente afectados fueron los y las jóvenes (de 20 a 29 años) y los trabajadores y trabajadoras maduros (de 50 a 64 años). La tasa de paro entre los primeros pasó de un 11,2% a un 27,5% entre 2007 y 2017, un incremento del 145%y entre los segundos pasó de un 6,2% a un 15,3%, un incremento del 146%. Las cifras son astronómicas. Para darnos cuenta de ello basta ver lo que ocurría en la UE-15, donde el incremento del paro entre los jóvenes fue de solo un 21,7% (en España, un 145%) y entre los trabajadores maduros de un 13% (en España un 146%).

El descenso del porcentaje de personas que trabajan

Otro grave problema del mercado de trabajo durante el período 2007-2017 ha sido la bajada del porcentaje de la población que trabaja, pasando de un 69,7% en 2007, a un 65,5% en 2017, una caída del 6%. En el promedio de la UE-15, por el contrario, subió durante el mismo período, pasando de un 70,9% a un 72,3%, un crecimiento del 2%. En realidad, España, en 2017, tenía la tasa de ocupación más baja de la UE-15 (tras Grecia e Italia). Si hubiera tenido la misma tasa que el promedio de la UE-15, España habría tenido casi dos millones más de trabajadores de los que tiene ahora. Y si hubiera tenido la misma que Suecia, el 81,8%, habría tenido unos 4,6 millones más. Un déficit muy marcado de empleo en España fue en los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como sanidad, educación y servicios sociales.

El aumento de la precariedad

Otra evolución negativa que se ha dado en el mercado de trabajo ha sido su falta de estabilidad, con un aumento de los contratos temporales y a tiempo parcial involuntarios (es decir, que tienen este tipo de contratos porque no encuentran trabajo a tiempo completo). Tales incrementos fueron muy notables como consecuencia de la aplicación de las dos reformas laborales aprobadas por los gobiernos españoles. Concretamente, desde el 2013 el número de personas con trabajo temporal precario aumentó de 3.198.200 personas a 4.091.800. Las tasas de temporalidad son hoy altísimas en España, más del doble que en el promedio de la UE-15. Particularmente acentuado es este aumento entre los jóvenes, las mujeres y las personas por encima de los 50 años.

El enorme crecimiento de las desigualdades de renta

Para entender esta dimensión de la crisis hay que entender que la mayor parte de la población adulta obtiene sus ingresos a partir, principalmente, de sus salarios. De ahí la gran importancia que tienen estos para analizar el bienestar de la población. Y lo que ha estado ocurriendo en el mercado de trabajo es, además del aumento del paro y el descenso de la población asalariada, la gran polarización de los salarios, de tal manera que ha habido un aumento muy significativo de los salarios altos en un sector minoritario de la población que contrasta con el descenso o estabilidad de los salarios de la gran mayoría de la población asalariada.

La otra fuente de ingresos es la propiedad de capital, es decir, de bienes y servicios que generan dinero (como la propiedad de acciones, tierras, pisos de alquiler y otros). Este grupo minoritario, cuyas rentas derivan, primordialmente, de la propiedad del capital, han visto aumentar sus rentas considerablemente, y junto con el grupo que recibe salarios altos que han crecido también rápidamente constituyen el sector de la población con mayor poder e influencia política y mediática en el país.

No a todos les ha ido mal. A una minoría le ha ido muy bien

Estos últimos datos muestran que no todos lo han pasado mal durante el período 2007-2017. Una minoría muy acaudalada lo ha pasado muy bien, mientras que la gran mayoría lo ha pasado (y continúa pasándolo) muy mal. Un dato resume esta situación. Mientras que las rentas del trabajo (como porcentaje del PIB) han disminuido durante el período de la Gran Recesión, pasando de un 48,3% del PIB en 2007 a un 46,9% en 2017 (justo lo contrario de lo que ocurrió en el promedio de la UE-15, donde las rentas del trabajo subieron de un 47% del PIB a un 47,8% durante el mismo período), y las de capital subieron de un 41,7% a un 42,8% (justo también lo contrario de lo que ocurrió en el promedio de la UE-15, donde estas rentas bajaron de un 41,4% del PIB a un 40,2%). Como consecuencia de esta mayor polarización de las rentas en España, el 20% de la población española más acaudalada pasó de tener 5,6 veces la renta del 20% más pobre en 2007, a 6,6 veces en 2017, hecho que no ocurrió en el promedio de la UE-15.

El grupo poblacional dominante es mayor que el 1% superior de la población

Estos datos muestran las enormes limitaciones de dividir a la población en dos grupos: uno es el 1% más acaudalado de la población y el otro, todos los demás, es decir, el 99%. Muchos movimientos sociales (como por ejemplo el Procés Constituent en Catalunya) asumen erróneamente que el gran conflicto en la sociedad es entre el 1% de renta superior y el 99% restante. Este deseo de representar al 99% de la población versus el 1% es una moda política, extendida en muchos movimientos populistas, que simplifica enormemente a la sociedad, pues la polarización no es solo entre los propietarios del capital versus los demás, sino que incluye también un sector muy importante de la población que comparte intereses económicos con el 1%, a los que da servicio. El 1% superior necesita toda una serie de profesionales que manejan, gestionan y promueven los intereses de este 1%. Y sus privilegios están ligados a la existencia y reproducción de este último grupo. Este sector, que incluye (además de grandes sectores de lo que antes se llamabapequeña burguesía)a clases medias de renta superior,  representa entre un 15% o 20% de la población, que constituyen, junto con el1%, el grupo social dominante en el país, que como indiqué anteriormente, tienen enorme influencia política y mediática en España (incluyendo en Catalunya).

La polarización social ha determinado la “proletarización” de amplios sectores de la clase media

La polarización de la sociedad ha afectado a toda la población, incluyendo a las clases medias, donde ha habido un sector minoritario con un creciente nivel de rentas, y otro, muy mayoritario, con un marcado descenso de sus rentas, en un proceso que definí en su día como “la proletarización de las clases medias”. Como resultado de este proceso, la clase trabajadora ha aumentado en tamaño, habiendo sido esta última la más dañada durante el período 2007-2017.

Ni que decir tiene que esta polarización está teniendo un efecto devastador para la calidad de vida de las clases populares (la clase trabajadora y la mayor parte de la clase media), pues a la bajada de salarios cabe añadir el aumento de los precios de elementos básicos de su supervivencia, tales como la vivienda, fenómeno particularmente grave en las grandes urbes. A modo de ejemplo, en Barcelona el precio del alquiler ha aumentado desde principios de los años 2000 al 2017 un 114%, expulsando a grandes sectores de la clase trabajadora y clase media de renta mediana y baja (y sobre todo de los jóvenes) de las ciudades.

¿Por qué ha ocurrido y sigue ocurriendo todo esto que he descrito?

Existe una enorme industria de la ofuscación para ocultar lo que es sumamente fácil de entender: estos hechos no ocurren porcasualidad, sino que tienen causas predominantemente políticas.Las variables más importantes para explicar tales cambios no son las tecnológicas, demográficas u otras, sino las variables políticas, que son, por cierto, las menos analizadas. Me estoy refiriendo a la aplicación de políticas neoliberales (como la reforma laboral y los recortes) que sistemáticamente han favorecido a unos grupos (15-20% de la población) a costa de otros (la gran mayoría). Las políticas neoliberales reproducen una visión del mundo y de la economía que favorece a los propietarios del capital y a las rentas superiores a costa de todos los demás. Y los datos lo muestran clarísimamente. Durante estos años de la Gran Recesión se han ido aprobando e imponiendo leyes que han causado tal daño y sufrimiento. En realidad, los causantes de tanto daño, sufrimiento y dolor tienen nombres concretos.

Veamos los datos, analizando las principales leyes e intervenciones públicas que han dañado a las clases populares y los partidos políticos que las han impuesto (y digo impuesto porque ninguna de estas medidas estaban en sus programas electorales):

1- La modificación, en 2009, de la ley de enjuiciamiento civil (1/2000 del 7 de enero), que facilitó el desahucio, favoreciendo claramente a los propietarios de la vivienda. Ello contribuyó a que los desahucios aumentaran enormemente, pasando de un 27.251 en 2008 a 69.693 en 2017. En Catalunya, el crecimiento fue incluso mayor: de 3.926 en 2008 a 13.626  en 2017. Sus responsables son el PSOE, gobernante entonces, el PP, CiU y el PNV.

2- La congelación de las pensiones, mediante el real decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, aprobado por el gobierno PSOE, con la abstención de CiU, CC y UPN, lo que permitió su aprobación.

3- La reforma laboral de 2010 del gobierno Zapatero, aprobada mediante el real decreto-ley 10/2010, de 16 de junio, aprobado por el PSOE con la abstención de PP, CiU, PNV, CC, UPN y UPyD, que la hicieron posible.

4- El cambio de la Constitución del año 2011, con la reforma del artículo 135, aprobado por el PSOE y el PP.

5- La reforma laboral de 2012, aprobada con el real decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, aprobado por el PP, CiU, UPN y FAC.

6- Los recortes del real decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, aprobado por el gobierno Rajoy del PP y UPN.

7- Flexibilización del mercado de alquileres mediante la ley 4/2013, del 4 de junio, aprobada por el gobierno Rajoy.

En Catalunya, además de las políticas públicas aprobadas por partidos catalanes (el PSC, CDC y UDC) en las Cortes españolas, se aprobaron incluso más recortes de gasto público en el año 2011 (un recorte del 10% del presupuesto del 2010), bajo el gobierno Mas,con la abstención de PP, recortes que han continuado con el apoyo de JxCat, ERC y la CUP. En realidad, el tema nacional, que absorbe la vida política y mediática del país, ha ido ocultando las complicidades de los partidos “superpatriotas”, que han ido aplicando tales leyes, todo ello ocultado por las banderas (ver mi artículo “Cómo los ‘superpatriotas’ de ambos lados ocultan la enorme crisis social que han creado”, Público, 20.03.19).

¿Cómo es que esto continúa y la gente no se rebela?

De nuevo, la respuesta es fácil, aunque el lector no lo verá en los mayores medios de información, los cuales ignoran la enorme crisis social que existe en este país. Hoy, como he denunciado, el gran tema en la vida política y mediática del país es el tema nacional. En la misma semana que he estado escribiendo estas líneas, la gran noticia en España y en Catalunya ha sido la negativa del gobierno Torra, sucesor del gobierno Puigdemont, sucesor a su vez del gobierno Mas (todos ellos miembros de la derecha catalana neoliberal), a retirar  los lazos amarillos de los edificios públicos de la Generalitat durante el período electoral. Mientras, el número de suicidios a causa de los desahucios ha continuado aumentando, debido a la imposibilidad de un elevado porcentaje de la población de pagar su alquiler, temas que dirigentes del partido de las derechas catalanas gobernantes han definido como temas secundarios.

En el otro lado del espectro “patriótico” vemos a las derechasespañolas neoliberales de PP, Ciudadanos (y ahora Vox), que, enarbolando la bandera borbónica (frente a la estelada independentista), están liderando las movilizaciones anti-independentistas, utilizando el tema nacional para ocultar y esconder su responsabilidad en crear la gran crisis social. En realidad, la gran visibilidad del tema nacional se debe a su utilidad para ocultar y esconder el desastre social.

Una nota final de carácter personal

Cuando surgió el 15M, denunciando tales políticas públicas impuestas (pues no estaban en sus programas electorales) por los partidos gobernantes neoliberales,  acusándolos de no representar los intereses de las clases populares (“No nos representan”), la respuesta del establishment político-mediático español (incluyendo el catalán) fue afirmar que no había otras alternativas a tales políticas públicas. Antes este argumento, Juan Torres, Alberto Garzón y yo publicamos un libro titulado Hay alternativas: propuestas para crear empleo y bienestar social en Españadocumentando la falsedad de tal argumento: sí que las había. La respuesta de tal establishment fue de una enorme hostilidad hacia el libro y hacia nuestras personas, e incluso hoy, los autores tenemos difícil acceso a los medios como resultado de ello.

Pero la evidencia del daño causado por aquellas políticas es tan grande que incluso instituciones que las promovieron, como sectores del Fondo Monetario Internacional e incluso de la Comisión Europea, han reconocido que estaban equivocadas. Hoy se está admitiendo que tales políticas públicas no tenían que haberse aplicado pues han causado mucho daño, y todo para el beneficio de un sector minoritario de la población. En España (incluyendo Catalunya) el dogma neoliberal, sin embargo, continúa siendo dominante, a pesar de que la falsedad de sus argumentos es clara y evidente. En un país más democrático, tales gurús económicos (que continúan dominando los fórums mediáticos) deberían pedir perdón al pueblo español por lo que hicieron.

En lugar de ello, continúan apareciendo en los fórums mediáticos, promocionando sus falsedades. El caso más reciente es el del economista Luis Garicano, el gurú de Ciudadanos, el partido más neoliberal en España después de Vox (que quiere, este último, privatizar las pensiones como hizo el general Pinochet en Chile), que continúa promocionando las recetas que han hecho tanto daño. Si el deterioro tan acentuado de la calidad de vida de los españoles, que tuvo lugar en el período 2007-2017, hubiera sido consecuencia de la ocupación de España por parte de un poder extranjero, la  gente habría salido a la calle para salvar y liberar al país del poder ocupante. Pero la novedad es que los responsables de tanto daño son españoles que, además, para mayor insulto,  utilizan el discurso patriótico para ocultar el daño que ellas y ellos –y no un ejército extranjero– han infligido a la población. Como Mark Twain dijo en una ocasión “el discurso patriótico ha sido siempre el refugio de los que desean continuar dominando a sus pueblos”. Lo que está ocurriendo en España, incluyendo Catalunya, es un claro ejemplo de ello. Así de claro.

Una última petición. Agradecería al lector que viera mérito en la información provista en este artículo, y que lo distribuyera lo más ampliamente posible, como ocurrió en su día con la gran difusión del libro Hay alternativas, resultado de la movilización del 15M, que lo utilizó ampliamente, distribuyéndolo en todo el país, rompiendo con el bloqueo y forzado silencio por parte de los grandes medios del país. Hoy la situación descrita en estas páginas requiere una respuesta semejante.

Fuente: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2019/03/25/el-enorme-sufrimiento-causado-por-el-neoliberalismo-y-sus-responsables/

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La promoción del neoliberalismo fascista a través de los videojuegos

Por: Vicenç Navarro

El cambio dramático del clima meteorológico y la toma de conciencia de los enormes daños causados a las poblaciones en su bienestar ha despertado una preocupación global sobre la necesidad de tomar medidas para paliar tal deterioro. Reuniones, congresos, artículos, películas, revistas, propuestas legislativas y un largo etcétera sobre el cambio de clima meteorológico son prueba de ello. Y como consecuencia, se percibe como un ignorante peligrosísimo a quien, como el presidente Trump, de EEUU, continúa negando que haya un cambio del clima meteorológico –como resultado de la intervención humana- que constituye una amenaza mundial .

Pero hay otro cambio de clima, también provocado por el ser humano, que está causando también un enorme daño y sobre el cual no se está haciendo nada . Me estoy refiriendo al cambio del clima cultural-ideológico que está teniendo lugar desde los años ochenta a los dos lados del Atlántico Norte, y que está deteriorando masivamente y de forma alarmante la calidad de vida de las poblaciones expuestas a él . A partir de los años ochenta hemos visto en los países de los continentes a los dos lados del Atlántico Norte (Norteamérica y Europa) un cambio muy significativo en los valores ideológicos y culturales hegemónicos en sus sociedades, de manera que se han ido sustituyendo los valores de solidaridad, así como de universalidad de derechos políticos, sociales, laborales y culturales (que habían surgido después de la derrota del nazismo y el fascismo en la II Guerra Mundial), por los valores de competitividad sin límites, con un individualismo feroz, en un proceso de selección darwiniano en el que la responsabilidad colectiva, pública y social es repudiada . Su objetivo es conseguir el máximo nivel de acumulación de riqueza, instrumentalizando el Estado para obtener tal fin, habiendo provocado una enorme concentración de la riqueza y de los ingresos a nivel nacional e internacional. En otras palabras, el triunfo del neoliberalismo, iniciado por el presidente Reagan en EEUU y la Sra. Thatcher en el Reino Unido, propició toda una nueva cultura que ha promovido tales valores intrínsecos a la ideología neoliberal.

Un elemento clave que ha garantizado la promoción y reproducción de tal cambio en el clima cultural-ideológico han sido los mayores medios de reproducción de valores – desde los sistemas educativos hasta los medios de información y persuasión – controlados por los intereses financieros y económicos que han promovido dicho cambio. Esta transformación ha sido muy acentuada en los medios audiovisuales y, de manera muy creciente, en la industria de los videojuegos, estos últimos orientados sobre todo hacia la infancia y la juventud, el tema principal de este artículo .

Los videojuegos violentos como cambio del clima cultural-ideológico: el neoliberalismo fascista en los medios

Un valor central que promueve esta cultura-ideología es, como acabo de indicar, el de la competitividad sin frenos, que se concreta en el objetivo de alcanzar mayor riqueza y mayores beneficios por parte del individuo que juega mediante el uso de todo tipo de intervenciones y comportamientos violentos y machistas, que han alcanzado unos niveles nunca vistos antes en cuanto a la intensidad de su crueldad y vileza . Es una especie de neoliberalismo darwiniano con características fascistas que incluye un canto a la fuerza física, al machismo (las mujeres son sistemáticamente presentadas como instrumentos de satisfacción erótica del hombre, merecedoras de ser violentadas y violadas) y a la violencia en cualquier forma, la cual va desde el asesinato hasta los robos, atropellos con vehículos, degollamientos, torturas y un largo etcétera.

Si usted, lector, no se lo cree, vea algunos de los videojuegos más vendidos en el mundo, tales como Grand Theft Auto , o PlayerUnknown’s Battlegrounds, el tercero y el quinto en este ranquin, respectivamente. Del primero se han distribuido 100 millones de copias, y del segundo 50 millones. En Grand Theft Auto, el tercero más vendido en el mundo, el jugador tiene por objetivo sobrevivir a costa de robos, asesinatos sin escrúpulos y estafas financieras, en una ciudad ficticia en la que no hay límites, ni para el enriquecimiento ni para los métodos para conseguirlo. Es la versión pura del neoliberalismo mafioso con características de una ultraderecha claramente fascistoide. Igual de violento es PlayerUnknown’s Battlegrounds , donde la violencia se expresa más a través del armamento militar, incluyendo armas de gran potencia. Aquí el objetivo es conseguir las armas y el equipamiento necesario para matar a todas las personas que han sido dejadas en una isla, hasta que solamente quede una en pie.

Manhunt , uno de los más viralizados por su sadismo (en sus versiones de 2003 y 2016), tiene como protagonista a un hombredespiadado y cruel que ejecuta a sus víctimas a través de distintos métodos, incluyendo hachazos, asfixia mediante bolsas de plástico o simplemente degollamientos. Mortal Kombat, otro de los juegos, añade otras acciones como arrancar la columna vertebral a las víctimas o aplastarles los genitales. Bully Game, en cambio, enseña cómo controlar un centro escolar mediante el bullying a alumnos y profesores. Y así, un largo etcétera.

La protesta en defensa de la vida frente a tanta violencia fascista y machista

La inclusión de tales prácticas violentas con el objetivo de optimizar el beneficio personal ha alarmado, por fin, a varias asociaciones internacionales de pediatría, medicina y psicología, así como a los consumidores, motivo por el que se ha creado un código internacional –el PEGI, Pan-European Game Information- para catalogar los videojuegos según su contenido, y que alude a la edad recomendada para su uso . Pero ello es dramáticamente insuficiente.

Una de las causas de esta creciente alarma es la evidencia que se está acumulando de que hay una relación directa entre actos de violencia y matanzas, por un lado, y la exposición a tales tipos de videojuegos, por el otro . Así pues, hay evidencias de que la exposición a los videojuegos violentos tiene relación directa con conductas, pensamientos y actitudes agresivas, así como con la disminución de comportamientos prosociales y de empatía hacia las víctimas . Uno de los estudios más relevantes es el llevado a cabo por Craig A. Anderson (2010), catedrático del Departamento de Psicología de la Iowa State University, titulado Violent video game effects on aggression, empathy, and prosocial behavior in Eastern and Western countries: A meta-analytic review , en el que, junto con otros autores, realiza un meta-análisis de 130 estudios experimentales y no experimentales hechos en EEUU y en Japón, que contienen una muestra acumulada de 130.000 individuos. Los principales resultados del estudio son:

– La exposición a los videojuegos violentos está relacionada positivamente con comportamientos agresivos, cognición agresiva y actitudes agresivas. También está relacionada con la desensibilización, la falta de empatía y la falta de conductas prosociales . Los resultados son estadísticamente significativos en los estudios experimentales, los cross-culturales y los longitudinales.

– Los efectos de los videojuegos violentos son significativos tanto en EEUU como en Japón.

– Los estudios longitudinales afirman que los videojuegos violentos son un factor de causalidad de riesgo a largo plazo (conductas agresivas, empatía-desensibilización, etc).

En un estudio anterior de 2008, titulado Longitudinal Effects of Violence of Violent Video Games on Aggression, Empathy and Prosocial Behavior in Japan and the United States , Anderson y otros autores ya señalaron que el tiempo destinado al consumo de videojuegos en los EEUU pasó de 4 horas semanales a 16 en solo 20 años, y que los juegos favoritos de los niños/as y jóvenes tienen contenidos violentos, a pesar de las restricciones de la industria .

Y por si el grado de violencia del contenido de los videojuegos no fuera suficiente, no deberíamos ignorar que en la mayoría de ocasiones hablamos de jóvenes que se encierran en su habitación y pasan horas y horas conectados a la pantalla pero desconectados del mundo real, dejando en un segundo plano su vida social o familiar y sus estudios .

Clasismo, machismo y racismo en los videojuegos

Finalmente, cabe destacar también que la mayoría de estos videojuegos contienen, además, estereotipos muy claros de raza,clase social y género . En Grand Theft Auto , por ejemplo, que, como hemos señalado, es uno de los más vendidos, los ricos son blancos, viven en mansiones, van bien vestidos y peinados, y juegan al golf. Los delincuentes viven en los suburbios, son latinos y/o afroamericanos que escuchan música RAP, van mal vestidos y no están integrados socialmente. Las mujeres, como ya he indicado anteriormente, nunca son protagonistas . Solo aparecen como víctimas la mayoría de las veces, y siempre enmarcadas en situaciones de denigración y marginación: son prostitutas o strippers, aparecen con poca ropa y la mayoría son hispanas y/o afroamericanas . Su actitud es siempre sexual, vulgar y provocativa. La figura de la mujer es presentada como mero objeto sexual para placer y diversión del hombre, con la asociación de placer de uno a costa del dolor del otro.

El adoctrinamiento neoliberal y también de la violencia fascista en nuestra sociedad

Ni que decir tiene que la gran mayoría de creadores de tales videojuegos violentos niegan que tengan ningún impacto entre sus jugadores . Tal argumento también fue utilizado en su día por los canales televisivos que proyectaban y promovían la violencia en sus películas. La evidencia acumulada ha mostrado su falsedad.

La amenaza existe, pues los videojuegos son una de las formas de ocio preferidas por niños y jóvenes, promovida por una industria que solo en España manejó 1.359 millones de euros en 2017, siendo este país el cuarto mercado de videojuegos en el ámbito europeo. Según la Asociación Española del Videojuego (AEVI), cerca de un 44% de la población española entre 6 y 64 años se declara jugador/a de videojuegos, con una dedicación semanal de 6,6 horas, siendo los videojuegos el 62% de todo el consumo de ocio audiovisual, mucho más que el cine (27%) y la música grabada (11%). Ni que decir tiene que los videojuegos pueden tener también fines educativos y ser utilizados de forma que no empobrezcan las relaciones interpersonales, gozando de las experiencias colectivamente, lo que puede convertirlos en una herramienta útil . Pero es más que preocupante que sean los medios de ocio más utilizados por los jóvenes y niños, y que algunos de los más populares – y de una manera creciente – sean los más violentos . Tal como ha denunciado Amnistía Internacional, la sistemática violación de los derechos humanos que tal tipo de videojuegos está promoviendo debe denunciarse. Como ya he indicado anteriormente, en EEUU el tiempo dedicado al consumo de videojuegos ha pasado de ser de 4 horas semanales a 16 en solo 20 años, y lo que es preocupante es que algunos de los juegos preferidos por niños y jóvenes sean los más violentos. De ahí que, en aquel país, donde tales programas han sido más extensos, la American Academy of Pediatrics, la American Psychology Association, la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, la American Medical Association, la American Psychiatric Association y el Ministerio de Salud del Gobierno Federal (el US Department of Health) hayan denunciado esta situación, exigiendo un control de tales productos, propuesta a la que se oponen, cómo no, las fuerzas neoliberales, que defienden lo que ellos llaman el derecho del consumidor en el mercado .

El neoliberalismo siempre ha utilizado su supuesta defensa de la libertad para desarrollar y promover las peores dimensiones del ser humano, habiendo defendido regímenes y Estados horribles a fin de defender lo que preservan como mercado, que no es ni más ni menos que la instrumentalización y manipulación de la ciudadanía para el beneficio de los intereses económico-financieros que controlan las instituciones políticas y mediáticas . La ciudadanía debe, pues, rebelarse, ya que tal epidemia de valores violentos está haciendo un daño enorme -y quizás irreparable- a la sociedad. Le ruego al lector que distribuya extensamente este artículo y que se movilice para parar y denunciar tal acoso.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252765

 

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Las falsas causas biológicas de la discriminación de género y de edad

Por Vicenç Navarro

Hoy se está extendiendo de nuevo la agitación social como protesta frente a las políticas públicas que se han ido aplicando por parte de los distintos gobiernos españoles (bien a nivel central o autonómico) que han causado un gran deterioro del bienestar de las clases populares de España (ver mis artículos “España es el país de la Unión Europea con peores condiciones de trabajo”, Público, 22.02.2018, y “La falsedad de la supuesta excesiva generosidad de las pensiones”, Público, 02.02.18). En realidad era predecible que ello ocurriera, pues los indicadores de calidad de vida en estas clases sociales han alcanzado tales niveles que han forzado a grupos especialmente vulnerables de la población, como son los ancianos y las mujeres, a salir a la calle y denunciar la situación en la que se encuentran. Estos movimientos han alcanzado un nivel de movilización tal que el establishment político del país ha comenzado a estar preocupado, respondiendo, por un lado, con medidas represivas y, por el otro, con la avalancha ideológica a través de los medios de información que controlan o influencian para falsificar la realidad, negando que haya mérito en las denuncias, atribuyendo su situación de insostenibilidad (en el caso de las pensiones) a la transición demográfica y no a la aplicación de las políticas públicas impuestas a la población por aquel establishment, y en el caso de la desigualdad de género a causas naturales de tipo biológico como el embarazo o la maternidad. Su principal intención es despolitizar el conflicto social, diluyendo y negando así la responsabilidad de aquel establishment en la creación y reproducción de tal malestar social. Así, atribuyen lo que dicho establishment político-mediático define como el “problema de las pensiones” a la transición demográfica, es decir, a que haya cada vez más ancianos y menos jóvenes, lo cual determina que no habrá fondos (generados por los segundos) para pagar las pensiones (que reciben los primeros). Tal argumento se presenta constantemente, y con la pomposidad que da el poder, como si fuera una obviedad. Y el enorme sesgo derechista de los mayores medios de información españoles (con ausencia de voces críticas) explica que tales argumentos se acepten como dogmas.

Ahora bien, como todo dogma este se base en fe y no en evidencia científica. En realidad, es muy fácil mostrar su falsedad. España no tiene ningún problema de falta de jóvenes. En realidad, hemos exportado casi un millón de personas (incluyendo jóvenes) en los últimos años y ello como consecuencia de falta de empleo. Es más, el desempleo en España entre jóvenes es enorme (38%). A la luz de estos datos hablar de falta de jóvenes es una frivolidad.

Son causas políticas, no biológicas, las que hacen insostenibles las pensiones

El problema de la supuesta inviabilidad de las pensiones no es ni biológico ni demográfico. El problema es primordialmente político, es decir, es causado por la excesiva influencia que ciertos grupos (el capital financiero) y ciertas clases sociales (el 20% de la población con renta superior del país) tienen sobre el Estado (sea central o autonómico). Ahí está la raíz del problema. España tiene la suficiente riqueza para pagar e incluso expandir las pensiones. Y sin embargo se gasta poco en pensiones, cuando su estructura demográfica es bastante semejante a la de la mayoría de países de un nivel de desarrollo económico parecido. En realidad, como consecuencia del elevado nivel de riqueza, debería gastarse mucho más en pensiones. En lugar de un 8% del PIB (la cifra más baja de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo económico, después de Irlanda y Luxemburgo), debería gastarse al menos lo que gastan los países en pensiones el promedio de los países de la UE-15 (9,5%), la cual tiene una estructura demográfica semejante con un porcentaje de la población anciana muy parecido (18,5% de la población con 65 años o más en ambos casos). En realidad, esta subfinanciación de las pensiones ocurre en todas las transferencias públicas y servicios públicos del Estado del bienestar, y ello no se debe a causas biológicas y demográficas sino a causas políticas. Concretamente, a los escasos ingresos del Estado como consecuencia de la excesiva y antidemocrática influencia sobre él (ya sea central o autonómico) del 20% de renta superior del país, que paga muchos menos impuestos que sus homólogos en la UE-15. Ahí está el problema.

El falso determinismo biológico como causa de la brecha de género

Una situación semejante a la de las pensiones ocurre con la explicación de la brecha de género. Hemos escuchado estos días a voces conservadoras y liberales que están explicando tal brecha como consecuencia de un fenómeno biológico: la maternidad. Se dice que la mujer es la que biológicamente queda embarazada y da a luz y la que, como parte de su determinante biológico, desarrolla las labores de maternidad. Como consecuencia de ello, “familia” en España quiere decir “mujer”. De ahí se deduce que la maternidad es la causa del retroceso social y laboral, explicando así, por ejemplo, la brecha de género (incluyendo la brecha salarial) entre hombres y mujeres. Esta explicación, ampliamente extendida en España y promovida por el mismo establishment político-mediático que atribuye la supuesta insostenibilidad de las pensiones a la transición demográfica, despolitiza un hecho como lo es la “maternidad” (cómo se realiza y en qué condiciones), que es profundamente político, es decir, que es el resultado del contexto político que traduce relaciones de poder, y muy en especial relaciones de poder de género y de poder de clase social.

En realidad, si la causa de la brecha salarial fuera biológica, tendríamos que encontrar una relación entre número de infantes por mujer en un país y tamaño de la brecha salarial. Es decir, que a mayor número de nacimientos mayor debería ser la brecha salarial. Pues bien, los datos no muestran esta relación. Así, los países nórdicos de Europa (Noruega y Suecia, por ejemplo) tienen un número mayor de nacidos por mujer fértil (1,85 y 1,88 respectivamente) que España (1,5), según los datos de The World Fact Book, y sin embargo tienen una brecha de género, incluyendo salarial, menor. En realidad, España tiene una de las tasas de fertilidad más bajas de Europa y una de las mayores causas de este diferencial se debe al contexto político (es decir, qué fuerzas políticas han gobernado durante más tiempo en cada país, muy diferentes en el norte que en el sur de Europa). Los países nórdicos han sido gobernados durante la mayor parte del tiempo desde la II Guerra Mundial por fuerzas políticas de sensibilidad socialista (alianzas de partidos socialdemócratas con partidos comunistas y/o verdes) que han desarrollado y llevado a cabo políticas públicas de apoyo a las familias, facilitando la compatibilidad de las responsabilidades familiares con el proyecto profesional de la mujer como parte de su ideología a favor de la equidad y de la igualdad. En realidad hay muchísimas más mujeres trabajando en el mercado de trabajo en aquellos países (75% de media entre Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia) que no en España (58%) y a pesar de ello el número de niños por mujer fértil es mucho mayor en aquellos países que en España. La amplia disponibilidad de lo que definí en su día como el 4º pilar de Bienestar -escuelas de infancia y servicios domiciliarios- (ver mi artículo “El cuarto pilar del Estado del Bienestar”, Público, 15.10.2009) y la corresponsabilidad en las labores familiares con participación del hombre en tales tareas (por ejemplo, según datos del European Institute for Gender Equality, la mujer sueca dedica 11,6 horas a la semana a cocinar y a las tareas del hogar y el hombre 8, una diferencia de 3,6 horas) explican que el significado y las consecuencias de la maternidad sean muy distintas en Suecia que en España, donde las mujeres dedican 19,2 horas a la semana a cocinar y a las tareas del hogar, por 10,6 de los hombres (una diferencia de 8,6 horas). Y es por ello que las fuerzas conservadoras (PP) y liberales (Ciudadanos y el PDeCAT) quieren despolitizar la discriminación contra la mujer, para ocultar sus políticas, que hacen un daño enorme a la mujer. Es tan sencillo como esto.

Imagen tomada de: https://www.nuevatribuna.es/asset/thumbnail%252C750%252C420%252Ccenter%252Ccenter/media/nuevatribuna/images/2018/03/14/2018031418334263132.jpg

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La importancia de las distintas tonalidades del feminismo

Autor: Vicenç Navarro

Uno de los movimientos sociales que, junto con la protesta de los pensionistas, ha tenido mayor influencia en la vida política del país este año es el movimiento feminista, que está adquiriendo mayor intensidad como consecuencia, entre otros factores, de la creciente conciencia sobre el sesgo profundamente conservador y machista de sectores de la judicatura española, claramente expresado en su tolerancia hacia la violación masiva en el caso de “La Manada”, que ha indignado a la mayoría de la población española.

Aunque este movimiento ha alcanzado una visibilidad mediática y una movilización muy notoria en los pasados meses, es un movimiento de larga historia que lleva mucho tiempo luchando por intentar conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer, exigiendo el fin de la explotación de la mujer por parte del hombre. Desde la protesta frente a la violencia machista hasta la demanda de eliminar la brecha salarial, este movimiento está hoy adquiriendo una gran extensión cubriendo una amplia gama de demandas. Es un movimiento enormemente positivo que está mejorando la sociedad, rompiendo con el conservadurismo tan extendido en este país.

Su impacto es considerable. No hay duda de que sin la marcha del 8 de Marzo hoy no habría un gobierno en España en el que la mayoría son mujeres, las cuales ocupan ministerios de gran poder y capacidad de influencia. Y es importante también resaltar que tal movimiento está influenciando a todas las sensibilidades políticas en el país, como lo demuestra que en las primarias a la presidencia del partido más conservador que existe en España, dos de las personas que tienen más posibilidades de ganar son mujeres.

Las tonalidades del movimiento feminista

El feminismo se está expandiendo y penetrando en todos los sectores de la sociedad española, adquiriendo distintas tonalidades y exigiendo diferentes propuestas dependiendo del sector y fuerza política que lo promueva. Lo cual nos lleva a hacer una observación que, aun siendo una obviedad, raramente se menciona. Y es que de la misma manera que entre los hombres hay clases sociales, las mujeres también están divididas por clases sociales. Una mujer burguesa tiene elementos en común con la mujer trabajadora derivados del hecho de que, al ser mujer, ambas están sujetas a la discriminación consecuencia del machismo existente en la sociedad. Ahora bien, tal experiencia y la manera como se expresa, así como las consecuencias que de ello se derivan y las propuestas que se realizan (incluyendo las políticas necesarias para proteger a la mujer y eliminar dicha discriminación) es probable que sean distintas. Y esta realidad es de una enorme importancia.

Las demandas de políticas públicas feministas dependen de quién las haga

Pude ver esta realidad en los años ochenta en EEUU, cuando tuve el gran honor de asesorar al dirigente del movimiento de izquierdas estadounidense –The Rainbow Coalition- Jesse Jackson senior, y también de ser elegido para la dirección de tal movimiento, que incluye los mayores movimientos sociales en aquel país, desde los sindicatos y el movimiento de derechos civiles –The Civil Rights Movement- hasta el mayor movimiento feminista de EEUU, NOW. Pude entonces ver que las peticiones realizadas por la dirección de este movimiento –mujeres de clase media profesional-, muy necesarias, eran medidas muy relevantes para mujeres de clase media/media-alta pero no tan relevantes para mujeres de raza negra pertenecientes al sector de clase trabajadora no cualificada, de renta muy baja. Las leyes del divorcio, para prevenir el cambio sustancial del nivel de renta de un ama de casa (pasando de clase media y media alta de renta alta a pobreza, cuando se divorcia), son de una enorme importancia. Pero para la mujer cuyo esposo está en paro, con un nivel de renta bajísimo, viviendo en gran pobreza, la pensión que el marido tiene que pagar a la mujer en un divorcio tiene un impacto mucho menor y es de menor relevancia para impedir la pobreza en la que la mujer está ya sumergida.

Este comportamiento diferenciado por clase social es una constante en el análisis de propuestas de políticas públicas. Lo es para los hombres y lo es también para las mujeres. Las propuestas feministas que afectan el bienestar de las mujeres pueden tener orientaciones muy distintas en función de quién las diseñe y las proponga. Las escuelas de infancia para niños de 0 a 3 años (que en España se llama “guarderías”) son muy importantes, por ejemplo, para las familias españolas (y decir familia en España quiere decir mujer), pero para las mujeres de clase trabajadora lo son mucho más que no para las mujeres de renta alta, que pueden contratar ayudas en personal de atención que cuiden a los infantes que no tiene la mayoría de mujeres, que pertenecen a las clases populares. Y lo mismo con un largo listado de propuestas.

De ahí que haya distintos feminismos

De ahí que el impacto que las políticas públicas que se propongan dependa mucho no solo de género sino también de la composición por clase social de la fuerza política que la proponga. Y, no me estoy refiriendo a la clase social del político específico que las promueve (aun cuando este factor tampoco puede olvidarse), sino de la clase social de las mujeres que representa. De ahí que las propuestas feministas derivadas de los partidos conservadores (próximos a las clases sociales de mayor renta) o de los movimientos feministas dirigidos o representantes de las mujeres de mayor renta es probable que sean distintas a las propuestas de los movimientos feministas dirigidos o representantes de las mujeres de las clases populares. En España, la gran fortuna del movimiento feminista es que las mujeres que lo han establecido y liderado, como se vio en la marcha del 8 de Marzo, eran personas claramente de izquierdas que, en la convocatoria de la manifestación definieron bien las causas de la explotación de la mujer: el patriarcado y el capitalismo depredador que tiene como objetivo la acumulación del capital a costa del bienestar de la mayoría de la población, que son mujeres. Esta percepción es una de sus fortalezas del feminismo español pues permite, favorece y estimula toda una serie de alianzas y colaboraciones con fuerzas políticas y movimientos sociales dedicados al fin de toda forma de explotación.

El contraste con el mayor movimiento feminista de EEUU

Una de las características del movimiento feminista de EEUU (dirigido por personas de clase media profesional, de educación superior) fue, en los años noventa y principios del siglo XXI, dar prioridad a las políticas de integración de las mujeres en la sociedad, a través de las medidas antidiscriminación del gobierno federal. Estas políticas eran muy necesarias en un país en el que la discriminación por raza, grupo étnico y género es muy acentuada. De ahí que el gobierno federal, presionado por el movimiento feminista y por el movimiento de defensa de los derechos civiles de la población negra, haya aprobado políticas públicas antidiscriminatorias que han tenido un impacto muy positivo y destacable. Como consecuencia de ello, ha habido un aumento muy notable de mujeres en los espacios de decisión de las instituciones públicas (y en menor medida en las privadas). Tras la elección de Obama, una persona negra como presidente de EEUU, faltaba ahora elegir a la candidata Hilary Clinton, para ser la primera mujer presidenta de EEUU. Hilary Clinton era la candidata feminista y presentó su campaña como feminista. Su orientación económica, sin ambargo, era profundamente favorable a continuar y expandir el neoliberalismo. Fue, por ejemplo, como Ministra de Asuntos Exteriores, una gran influencia en la expansión de la globalización económica que estaba debilitando a las clases trabajadoras estadounidenses. Como consecuencia, la gran mayoría de las mujeres de clase trabajadora blanca no se sintieron representadas por ella y votaron a Trump, que canalizó el enfado de la clase trabajadora blanca (hombres y mujeres) hacia el establishment político-mediático neoliberal, representado por la Sra. Clinton. El voto por Trump fue predominantemente un voto en contra del establishment neoliberal. Los intereses de clase de las mujeres trabajadoras blancas (que erróneamente asumieron que defendería el candidato Trump) prevalecieron sobre sus intereses como mujer, tal como lo presentaba la Sra. Clinton. No existe en EEUU un partido de izquierdas con vocación transformadora del capitalismo darwinista existente en aquel país, muy limitado en la protección social que el estado ofrece a la ciudadanía, la mayoría de la cual son mujeres. El permiso de maternidad en aquel país es de dos semanas, comparado con un año en Suecia.

Es importante que se establezca una prioridad en las políticas públicas feministas

En España, tal como está evolucionando la situación política, nos podríamos encontrar en una realidad paradójica en la que las mujeres sean mayoría en el gobierno central (como ya ocurre) y, sin embargo, el nivel de vida de las mujeres, la mayoría pertenecientes a las clases populares no cambie o incluso empeore, a no ser que cambien las políticas neoliberales llevadas a cabo por los gobiernos anteriores. La atención al tema de la brecha salarial es necesario y urgente para mejorar el nivel de vida de las mujeres trabajadoras. Ahora bien, es muy insuficiente (ver: “La necesaria corrección de  la brecha salarial es insuficiente”, Público, 28 de febrero de 2018). En realidad, la brecha salarial, aun cuando importante, no es de las peores de la UE. Las mujeres trabajadoras reciben salarios menores que los hombres. Pero lo que es importante subrayar –y que no se subraya en los medios- es que los salarios de las mujeres trabajadoras (y de los hombres trabajadores) son de los más bajos de la UE. De ahí que luchar por cerrar la brecha salarial es necesario pero insuficiente. Lo que se necesita es complementar la reivindicación de conseguir igualdad, de género, con la demanda de terminar con la explotación laboral, pues la mayoría de las mujeres son trabajadoras con salarios muy bajos.

Tener mujeres en la estructura de poder es necesario pero no suficiente para mejorar su bienestar

La experiencia estadounidense muestra las consecuencias de seguir la estrategia del movimiento feminista liderado por NOW y por la Sra. Clinton, y podría ocurrir en España. El hecho de que la nueva ministra de Economía (una economista de conocida predicación neoliberal) en España sea mujer tiene importancia desde el punto de vista simbólico, lo cual es importante. Pero la mujer de clase trabajadora no se beneficiará mucho de ello. La Ministra Nadia Calviño es de una gran ortodoxia neoliberal y la aplicación de dichas políticas neoliberales dañará a las clases populares, en las cuales las mujeres son mayoría. Lo más relevante para el bienestar de las mujeres de las clases populares es que las políticas públicas no sean de carácter neoliberal. Repito que el hecho de ser mujer tiene una importancia simbólica importante y entiendo el gran impacto que ha tenido. Lo aplaudo. Pero, siendo conocedor de las consecuencias tan dañinas del neoliberalismo, tengo mis reservas que no solo para la mayoría de mujeres, sino también para la causa feminista, sea bueno que el principal personaje para llevar a cabo tales políticas nefastas sea esta economista. Seguro que hay otras mujeres de diferente sensibilidad económica que serían más sensibles a las necesidades de la mujer perteneciente a las clases populares.

Lo dicho hasta ahora tiene también relevancia para entender por qué, en general, la experiencia internacional muestra que los derechos de las mujeres y su integración en las instituciones representativas son mayores en los países gobernados históricamente por partidos progresistas cuya base electoral es predominantemente de clases populares en general y la clase trabajadora en particular, como por ejemplo los países escandinavos, tales como Suecia y Noruega. Son precisamente los países como EEUU, donde los partidos progresistas de izquierda son más débiles y donde la mayoría de las clases populares no vota (la abstención en las elecciones federales alcanza casi la mitad del electorado, habiendo una relación inversa entre participación electoral y nivel de renta del país), donde las mujeres (así como los hombres) tienen menos derechos civiles, y ello a pesar de tener movimientos feministas grandes y de visibilidad mediática mayor. En las últimas elecciones, NOW apoyó mucho más a Hilary Clinton que a Bernie Sanders, el candidato socialista, que fue claramente marginado por el aparato del partido Demócrata, controlado por Hilary Clinton.

Estos datos prueban que la articulación de las demandas y de los movimientos feministas que las generan con las demandas de cambio profundo en la sociedad son más eficaces para conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer que no la completa independencia del movimiento feminista, no relacionado y sin formar parte del cambio profundo de la sociedad, como ocurre en EEUU. El movimiento feminista estadounidense es un movimiento muy grande, y sin embargo, los derechos civiles de las mujeres (y de los hombres) son muy limitados. Y continuará siendo muy limitado a no ser que los distintos movimientos reivindicativos existentes en aquel país, incluyendo el feminista, se coordinen y/o sean parte de un movimiento más amplio de transformación, como ha ocurrido en los países escandinavos, donde las izquierdas han gobernado durante la mayor parte del periodo post II Guerra Mundial. Hay todavía mucho por hacer en estos países para alcanzar la igualdad entre el hombre y la mujer. Pero, en una cultura que favorece la igualdad, la desigualdad entre las mujeres es mucho menor que no en EEUU. Esta realidad es importante que se conozca pues su relevancia para el bienestar de las mujeres españolas es enorme. Es importante y urgente que todos los movimientos reivindicativos (incluyendo el de la mujer) se alíen y colaboren en la transformación profunda de nuestra sociedad para eliminar la explotación de la mujer junto con otras explotaciones, como la explotación de clase que también afecta a la mayoría de las mujeres que pertenecen a las clases populares. Desde este punto de vista, el movimiento feminista actual en España representa un punto de referencia internacional pues su horizonte es claro –cambiar profundamente la sociedad- en alianza y no en contraposición a otras fuerzas y movimientos sociales y políticos reivindicativos que comparten tal objetivo.

Una última observación: la importancia del tema social en las propuestas feministas españolas

Una de las grandes aportaciones del movimiento feminista en España ha sido el poner el tema social en el centro del debate político y económico. Y ello es consecuencia de la identificación de la causa feminista con los deseos y aspiraciones de la mujer de clase popular, y que beneficia a todas las mujeres (y a todos los hombres). Hoy el énfasis por ejemplo en la economía de los cuidados es fundamental para mejorar la calidad de vida de la población así como mejorar la eficiencia económica. Si en España hubiera una persona de cada cuatro (como ocurre en Suecia) que trabajara en los servicios públicos del Estado del bienestar (sanidad, educación, servicios comunitarios, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales, vivienda social, programas de integración del inmigrante y prevención de la pobreza, entre otros) en lugar de uno de cada diez, habrían en España 3 millones y medio más de puestos de trabajo, eliminando el desempleo en España. Esto no lo harán las feministas neoliberales o conservadores sino las feministas progresistas movilizada para presionar a las estructuras del poder masculino para que cambien, y se transformen en instituciones al servicio y al cuidado de la mayoría de la población, que son mujeres. Así de claro.

Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2018/07/06/la-importancia-de-las-distintas-tonalidades-del-feminismo/

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Carta a los ciudadanos jóvenes (de todas las edades) de este país

Por: Vicenc Navarro

Artículo publicado por el autor el 24 de Junio de 2016

La importancia de las elecciones de este domingo me fuerza a cambiar el tono y estilo de este artículo. Desde que me integré de nuevo a la vida académica en España, he escrito artículos con la intención de popularizar el conocimiento científico, presentando datos que cuestionan la sabiduría convencional que promueven la estructura de poder financiero, económico, político y mediático que dominan la sociedad española. Hoy, sin embargo, el lector me tendrá que permitir que escriba una carta personal dirigida directamente a los jóvenes (de todas las edades), ciudadanos cuyo voto dictaminará el futuro de este país este próximo domingo. Y creo que tengo la biografía y el conocimiento para subrayar a este ciudadano que, él o ella, está viviendo un periodo histórico, puesto que estas elecciones pueden ser determinantes para poder acabar con el enorme deterioro de la calidad de vida y el bienestar de las clases populares, que son la mayoría de la población española, y abrir la puerta para hacer posible otra España por la que millones de españoles de varias generaciones han luchado a fin de conseguir un país más democrático, más justo, más solidario, más libre y más plurinacional. Esta posibilidad hoy existe, y escribo ahora la carta.

Querido joven ciudadano/a,

 Cuando hace ya muchos años volví a España, de la cual me tuve que ir por razones políticas a principios de los años sesenta, me sorprendió mucho lo que vi. La vuelta de un exiliado a su país es siempre muy compleja. Por un lado, eres feliz de encontrarte de nuevo entre tu gente. Siempre recordaré cuando por las mañanas me sentaba en la terraza de un bar en la Sagrera, el barrio obrero por excelencia de mi ciudad de Barcelona, y miraba a mi alrededor con la serenidad y satisfacción de haber podido, por fin, encontrarme donde había vivido y también luchado contra la dictadura. Pero, por otro lado, también encontré muchas cosas que me dolieron, y una de ellas fue ver que mis estudiantes en la Universidad no tenían ni idea sobre la historia de su país, ni sabían lo que había sido la dictadura. Les habían robado la historia de su país en un intento de adoctrinamiento de la población por parte de aquel odiado régimen que controlaba, junto con la Iglesia, el sistema educativo y todos los mayores medios de información del país, desde los diarios deportivos a los libros de texto. Y tampoco tenían conocimiento de la enorme represión, aun habiendo sido aquella dictadura una de las más sangrientas que existieron en la Europa Occidental en el siglo XX, generando un temor que persistiría.

Muchos años después, incluso durante el periodo democrático, la gente de mayor edad, cuando hablaba de lo que había pasado, lo hacía en voz baja. Tenían todavía miedo, pues los responsables de tanta crueldad continuaban teniendo un gran poder. No se homenajeaba ni se reconocía a las víctimas de aquel régimen, pues los victimizadores continuaban ejerciendo un enorme poder. Mis lectores recordarán el artículo que escribí sobre mi experiencia en el homenaje a los maestros republicanos en aquella bella población de la falda de los Pirineos catalanes, Gironella, por sus discípulos (ya de edad avanzada), los cuales antes de dejar este mundo, querían homenajear a sus maestros, que habían sido represaliados por aquella dictadura. Y que ello pasara cuarenta años después de que la democracia se iniciara en este país era un indicador de la pervivencia del temor. No había ocurrido antes porque la gente continuaba teniendo miedo, y así lo he constatado en mis viajes a lo largo de España. De la misma manera que hay herederos de las víctimas, hay también herederos de los victimizadores, que continúan teniendo un enorme poder.

La necesidad de romper con el miedo y abrirse a la esperanza

La esperanza de los que luchamos en aquellos tiempos pasados es que los jóvenes recuperen su historia, sin la cual no podrán entender el presente ni se podrán preparar para el futuro. Y los victimizadores son conscientes de ello, de ahí que robaran su historia. Pero, ciudadanos jóvenes, tenéis que recuperarla, porque tenéis que saber que las luchas de hoy son la continuación de otras anteriores, pues la historia es una sucesión de eventos relacionados y que hay que conocer cómo están relacionados para poder incidir en ellos. Hoy, los que estáis en el proyecto de cambio de este país, sois los sucesores de nuestros padres y abuelos, que lucharon para sostener un gobierno popular republicano, cuyas reformas afectaron los intereses de los que siempre dominaron y dominan España, y que respondieron con el golpe militar de 1936, que fue posible debido al apoyo militar de Hitler y Mussolini.

Aquel golpe inició cuarenta años que impusieron a España un enorme retraso económico, social, cultural y político, retraso que todavía hoy estamos sufriendo. Pero las clases populares se rebelaron y la juventud de entonces perdió el miedo e inició las mayores movilizaciones, del 1974 al 1978, que han existido en Europa. Fueron las clases populares, lideradas por el movimiento obrero, las que forzaron un cambio, conocido como la Transición, que distó de ser modélico pues, aun cuando las movilizaciones habían forzado una respuesta importante del Estado dictatorial, las derechas (herederas de los golpistas) controlaban el Estado y la gran mayoría de los medios de información. Por todo esto, en la mesa de negociación, ellos, las derechas, tuvieron mucho poder, y otros, las izquierdas, que acababan de salir de la clandestinidad, tuvieron poco. De ahí que la democracia fruto de aquella transición sea muy limitada y el Estado del Bienestar muy poco financiado, situación que continúa hoy.

Tales limitaciones aparecen hoy con toda claridad debido a la Gran Recesión. Por todas estas razones es necesario llevar a cabo la segunda Transición

Mucho se hizo en el periodo democrático, pero el retraso era tan grande que quedó mucho por hacer, y ello como resultado de que los poderes fácticos, y sobre todo los grupos financieros y económicos que dominan el país, ejercían una enorme influencia sobre el Estado y sobre los principales medios de comunicación. Hay que recordar que el Estado democrático no se basó en una ruptura respecto el Estado anterior dictatorial, sino en una modificación. La enorme corrupción actual es un reflejo de la continuidad de las prácticas generalizadas en aquel Estado profundamente corrupto, dirigido por un General corrupto hasta la médula. Así, las cloacas del Estado continuaron funcionando, incluso para proteger a los corruptos, como ocurrió con el Sr. Pujol cuando era Presidente de la Generalitat de Catalunya que, en recompensa por su colaboración con el Estado Central (el ABC le escogió como el español del año), le protegieron, impidiendo que se conociera su corrupción. Ahora bien, cuando Pujol y su partido se convirtieron en independentistas, las mismas cloacas de poder se movilizaron para destruirles a él y al partido que él fundó. Y las mismas cloacas del Estado se han movilizado para destruir a Podemos (con la colaboración de los grandes medios) cuando vieron que alcanzaba un nivel de popularidad amenazante para la estructura de poder a la cual servía este Estado. 

La importancia de salirse de la gran crisis creada por las políticas neoliberales impuestas por los partidos conservadores, liberales y socioliberales

Ha sido el maridaje entre los intereses financieros y económicos, por un lado, y las instituciones del Estado y del establishment mediático, por el otro, lo que ha generado la mayor crisis que España ha conocido. Y es importante señalar que esta crisis ha afectado de una manera especialmente dura a las clases populares, que vieron como sus rentas disminuían espectacularmente a costa de un enorme incremento de las rentas del mundo empresarial. Tanto sufrimiento ha ocurrido a fin de garantizar los beneficios de una minoría a costa del bienestar de la gran mayoría de los distintos pueblos y naciones del país. De ahí la importancia de movilizarse para parar tanto daño que era innecesario y podía haberse evitado. Y los únicos que pueden hacerlo son aquellos que protestaron en las calles con el 15-M y que mostraron con su ejemplo su compromiso con la calidad de vida y el bienestar de nuestro pueblo. La coalición de fuerzas alrededor de Unidos Podemos y sus confluencias ofrecen una posibilidad de cambio que permitiría una segunda Transición desde una democracia muy incompleta, con un bienestar muy insuficiente, a una nueva España más justa, más democrática, más solidaria, más libre y más plurinacional en la que los distintos pueblos y naciones de España puedan expresar su identidad dentro de un proyecto común, escogido por voluntad y no impuesto por la fuerza. Así lo espero.

Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/06/24/carta-a-los-ciudadanos-jovenes-de-todas-las-edades-de-este-pais/

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El retorno de Karl Marx para entender lo que está pasando en el capitalismo avanzado

Por: Vicenc Navarro

En una de las columnas más conocidas del semanario The Economist, la columna Bagehot (a cargo de Adrian Wooldridge), se acaba de publicar un artículo en su número del 13 de mayo que sería impensable que apareciera en las páginas de cualquier revista económica de España de semejante orientación liberal a la que tiene tal semanario. En realidad, no solo en cualquier revista económica, sino en cualquiera de los mayores medios de información de este país (incluyendo Catalunya) tal tipo de artículo nunca podría haberse publicado.

Bajo el título El momento marxista, y el subtítulo Los laboristas llevan razón: Karl Marx tiene mucho que enseñar a los políticos de hoy en día, la columna Bagehot analiza el debate existente entre el dirigente del Partido Laborista del Reino Unido, el Sr. Jeremy Corbyn, y su ministro de Economía y Hacienda en la sombra, el Sr. John McDonnell, por un lado, y los dirigentes del Partido Conservador así como los rotativos conservadores Daily Telegraph y Daily Mail, por el otro. Definir tal intercambio como debate es, sin embargo, excesivamente generoso por parte de la columna Bagehot, pues la respuesta de los rotativos conservadores y de los dirigentes conservadores a los dirigentes laboristas es una burda, grosera e ignorante demonización de Marx y del marxismo, confundiendo marxismo con estalinismo, cosa que también se hace constantemente en los mayores medios de comunicación españoles, en su mayoría también de orientación conservadora o neoliberal.

Los aciertos de Marx según Bagehot, de The Economist

Una vez descartados los argumentos de la derecha británica, la columna Bagehot pasa a discutir lo que considera las grandes profecías de Karl Marx (y así las define) para entender lo que está ocurriendo hoy en el mundo capitalista desarrollado, señalando que muchas de sus predicciones han resultado ser ciertas. Entre ellas señala que:

1. La clase capitalista (que en la columna Bagehot se insiste que continúa existiendo, aunque no se utilice tal término para definirla), que es la clase de los propietarios y gestores del gran capital productivo, está siendo sustituida –como anunció Marx- cada vez más por los propietarios y gestores del capital especulativo y financiero, que Marx (y la columna Bagehot) consideran parasitarios de la riqueza creada por el capital productivo. Esta clase parasitaria es la que, según dicha columna, domina al mundo del Capital, siendo tal situación la mayor responsable del “abusivo” y “escandaloso” (término que Bagehot utiliza) crecimiento de las desigualdades. Los primeros han conseguido cada vez más beneficios a costa de todos los demás. Y para mostrarlo, el columnista del The Economist señala que mientras en 1980 los chief executives de las 100 empresas británicas más importantes ingresaban 25 veces más que el típico empleado de sus empresas, hoy ganan 130 veces más. Los equipos dirigentes de tales entidades inflaron sus ingresos a costa de sus empleados, recibiendo a la vez pagos (además del salario), de las empresas a través de acciones, pensiones y otros privilegios y beneficios. De nuevo, la columna Bagehot, señala que Marx ya lo predijo y así ocurrió. Es más, la columna Bagehot descarta el argumento que tales remuneraciones se deban a lo que el mercado de talentos exige, pues la mayoría de estos salarios escandalosos de los ejecutivos se los han atribuido ellos mismos, a través del contacto que tienen en los Comités Ejecutivos (Executive Boards) de las empresas.

Marx llevaba bastante razón

2. Marx y Bagehot cuestionan la legitimidad de los estados, instrumentalizados por los poderes financieros y económicos. La evidencia acumulada muestra que el maridaje del poder económico y político ha caracterizado la naturaleza de los Estados. La columna Bagehot hace referencia, por ejemplo, al caso Blair (dirigente de la 3ª Vía), que de dirigente del Partido Laborista, una vez dejado el cargo político, pasó a ser asesor de entidades financieras y de regímenes impresentables. En España podríamos añadir una larga lista de expolíticos que hoy trabajan para las grandes empresas, poniendo a su servicio todo el conocimiento y contactos adquiridos durante su cargo político.

3. Otra característica del capitalismo predecida por Marx –según la columna Bagehot- es la creciente monopolización del capital, tanto productivo como especulativo, que está ocurriendo en los países capitalistas más desarrollados. Bagehot señala como tal monopolización ha ido ocurriendo.

4. Y, por si no fuera poco, Bagehot señala que Marx también llevaba razón cuando señaló que el capitalismo por sí mismo crea la pobreza a través del descenso salarial. En realidad, Bagehot aclara que Marx hablaba de “inmiseración”, que es –según el columnista- un término algo exagerado pero cierto en su esencia, pues según tal columnista los salarios han ido bajando y bajando desde que empezó la crisis en 2008, de manera tal que, al ritmo actual, la tan cacareada recuperación no permitirá que se alcancen los niveles de empleo y nivel salarial de antes de la Gran Recesión en muchos años.

Es más, además de estas grandes predicciones, la columna Bagehot afirma que la presente crisis no se puede entender sin entender los cambios dentro del capital, por un lado, y el crecimiento de la explotación de la clase trabajadora, por el otro, tal como señaló Marx.

¿Se imagina el lector a algún gran diario español, sea o no económico, que hubiera permitido un artículo como este? The Economist es el semanario liberal más importante del mundo. Y promueve tal ideología. Pero algunos de sus principales columnistas son capaces de aceptar que, después de todo, Marx, el mayor crítico que ha tenido el capitalismo, llevaba bastante razón. Sería, repito, impensable que en este país, tan escorado a la derecha como resultado de una transición inmodélica de una dictadura fascista a una democracia tan limitada, no solo un rotativo liberal, sino cualquier mayor rotativo, publicara tal artículo con el tono y análisis que lo hace una de las mayores columnas de tal rotativo, firmada por uno de los liberales más activos y conocidos. Esta columna y la persona que está a cargo de ella, sin embargo, no se han convertido al marxismo. Pero reconocen que el marxismo –que en este país ha sido definido por algunas voces como anticuado, irrelevante o cosas peores- es una herramienta esencial para entender la crisis actual. En realidad, no son los primeros que lo han hecho. Otros economistas han reconocido esta realidad aunque, por regla general, tales economistas no se enmarcan en la sensibilidad liberal. Paul Krugman, uno de los economistas keynesianos más conocidos hoy en el mundo, dijo recientemente que el economista que mejor había predicho y analizado las periódicas crisis del capitalismo, como la actual, había sido Michał Kalecki, que perteneció a tal tradición.

Donde la columna Bagehot se equivoca, sin embargo, es al final del artículo, cuando atribuye a Marx políticas llevadas a cabo por algunos de sus seguidores. Confundiendo marxismo con leninismo, la columna concluye que la respuesta histórica y la solución que Marx propone serían un desastre. Ahora bien, que el leninismo tuviera una base en el marxismo no quiere decir que todo marxismo fuera leninista, error frecuentemente cometido por autores poco familiarizados con la literatura científica de dicha tradición. En realidad, Marx dejó para el final su tercer volumen, que tenía que centrarse precisamente en el análisis del Estado. Por desgracia, nunca pudo iniciarlo. Pero lo que sí que escribió sobre la naturaleza del capitalismo ha resultado bastante acertado, de manera tal que no se puede entender la crisis sin recurrir a sus categorías analíticas. La evidencia de ello es claramente contundente y el gran interés que ha aparecido en el mundo académico e intelectual anglosajón, y sobre todo en EEUU y el Reino Unido (donde se publica The Economist), es un indicador de ello. Pero me temo que lo que está ocurriendo en aquellas partes del mundo no lo verá en este país, donde los mayores medios de información son predominantemente de desinformación y persuasión.

Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2017/05/30/el-retorno-de-karl-marx-para-entender-lo-que-esta-pasando-en-el-capitalismo-avanzado/

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