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La nación despojada: Sahara Occidental

La nación despojada: Sahara Occidental

Un leve “roce” diplomático entre Argelia y la monarquía alauita marroquí, trasladó a la memoria de algunos la tragedia del pueblo saharaui, que en 1975 fue despojado de gran parte de su territorio. El recién instalado rey Juan Carlos, quien prácticamente estrenó su reinado con una traición a su mentor, el genocida Francisco Franco, quien había acordado la independencia de la colonia de África Occidental; intentado evitar una encerrona que los Estados Unidos, preparaba con Marruecos, para apoderarse de esos 266 mil kilómetros cuadrados, de piedra y arena, pero con un subsuelo de importantes yacimientos de fosfatos, hierro, petróleo y gas. Con más de mil kilómetros de costa sobre el océano Atlántico, frente a uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, hoy explotados fundamentalmente por empresas marroquíes y españolas. Aquel territorio, de un tamaño similar a Nueva Zelanda, en aquel mundo de la Guerra Fría, era clave desde su posición geoestratégica, ya que representaba una de las puertas a un continente en que muchas de sus naciones, en pleno proceso de indepndencia, guerras y revoluciones, veía en Cuba y la Yamahiriya (Estado de Masas) con que el joven coronel Mohammad Gadaffi, impulsaba a Libia a un destino que otras muchas naciones podían aspirar.

Para consumar el despojó al pueblo saharaui, también intervino Francia, que como siempre que en algún despacho del Eliseo se pronuncia la palabra “África” muchos sufren convulsiones concupiscentes, por lo que hizo jugar Mauritania, su ex colonia, para intervenir en el conflicto que se avecinaba.

Marruecos, resultó el gran ganador de este robo, literalmente a mano armada, contra una nación que se estaba apenas reconociéndose, después de casi ciento veinte años de dominación española. Hoy a más de cuatro décadas de dicho saqueo, nadie, tal como sucede con los palestinos, los tuareg o los kurdos, levanta su voz por los derechos conculcados.

La usurpación de los territorios saharauis fue fríamente planeada en una serie de reuniones que terminó con un pacto secreto y siniestro entre Henry Kissinger, el entonces jefe del Departamento de Estado norteamericano, el rey Hassan II, padre del actual monarca de Marruecos Mohamed VI y Juan Carlos I. El acuerdo consolido lo que se conoció como la Marcha Verde, un espasmódico desfile, por el desierto de uno 25 mil soldados del ejército marroquí, acompañados por unos 300 mil campesinos pobres y todo tipo de menesterosos a los que se les había prometido tierras, tras la ocupación de unos 200 mil kilómetros cuadrados de la parte norte de la joven RASD (República Árabe Democrática Saharaui), ningún campesino marroquí recibió un metro de tierra y todos volvieron a su pobreza.

Al tiempo Marruecos, junto a Mauritania, libraba una guerra contra el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra {la zanja roja} y Río de Oro) que se extendió desde 1975 a 1991, en el que murieron uno 5 mil milicianos y cerca de 4 mil civiles saharauis y unos 10 mil soldados de ambos ejércitos. En los años ochenta Rabat comenzaría a construir un muro que separó para siempre al pueblo saharaui. Hoy la RASD tiene poco más de 500 mil ciudadanos, unos 320 mil viven en las regiones costeras de los yermos 70 mil kilómetros, que pudieron conservar tras el asalto y en la capital del país Aaiún, y otros casi 200 mil en los campamentos de Tinduf, sur de Argelia, donde desde 1975 se hacinan los saharauis, en el exilio, sin ninguna posibilidad de retornar a su tierra, con recursos mínimos para apenas sobrevivir, manteniéndose gracias a la cooperación internacional.

El muro de la vergüenza como también se lo llama, fue construido con el asesoramiento técnico de Israel y la financiación de Arabia Saudita, es en realidad un sistema de ocho muros con una extensión total de 2720 kilómetros, protegido por 160 mil efectivos del ejército marroquí y un sistema de radares y drones de última generación; además y sobre todo, un campo minado que se entiende como el más grande del mundo con un número desconocido de explosivos antipersonales que se calcula entre 10 y 40 millones, sembrados a lo largo del muro.

Tras los acuerdos de un alto el fuego entre el Polisario, y Rabat, en 1991, la situación ha quedado congelada, Marruecos considera el Sáhara Occidental como parte indivisible de su territorio y solo ofrece al pueblo saharaui un sistema de autonomía, bajo su soberanía. Al tiempo que el Frente Polisario lo rechaza ciñéndose a la resolución 3437 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1991, en que se instaba a Rabat a “poner fin a la ocupación militar del Sáhara Occidental y negociar con el Frente Polisario, como representante legítimo del pueblo saharaui”, donde también se exigía: “un alto el fuego y un referéndum sobre autodeterminación de ese pueblo”, lo que sigue sin cumplirse, mientras que la ONU todavía clasifica la patria saharaui como “territorio no autónomo”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Despojo e impunidad

La impunidad es el mejor armamento del que dispone Rabat, para consolidar el despojo a la hora de ignorar cualquier reclamo del pueblo saharaui, por lo que cualquier declaración o acto a favor de la RASD, es tomado como un ataque directo a Marruecos, el “roce” diplomático de finales de junio, tiene como centro un informe titulado: “Aspectos del derecho internacional en el conflicto en el Sáhara Occidental”, con fecha de marzo de 2019, que según algunas fuentes fue producido por los servicios de investigación del parlamento alemán, en el que se trata la presencia marroquí, en el territorio reclamado por la nación saharaui, como “anexión y ocupación”. Lo que ya señalaba en 1979, la resolución de Naciones Unidas 3437.
Marruecos expresó su fastidio tras la publicación del informe, el que según la agencia oficial informativa del reino alauita, había sido filtrado por Argelia, con datos “falsos” aportados por el Frente Polisario.

Las relaciones entre Rabat y Argel se siguen tensando, tras conocerse que el 14 de mayo pasado, había llamado al embajador marroquí en Argelia, tras haberse conocido una declaración del cónsul de ese país en la ciudad de Orán, en una reunión con ciudadanos marroquíes varados en esa ciudad, tras el cierre de fronteras a raíz de las medidas de combate contra el COVID-19, en el que el diplomático de reino dijo; “Estamos en un país enemigo, lo digo francamente”. Lo que no deja de ser del todo verdadero, ya que las relaciones entre ambas naciones magrebíes, son muy tensas debido al conflicto en el Sáhara Occidental, por lo que los casi 2mil kilómetros de frontera común continúan cerradas desde 1994.

La cuestión del estado del Sáhara Occidental se ha opuesto a Marruecos durante décadas contra el Frente Polisario, apoyado por Argelia. Esta vasta área desértica bordeada por el Atlántico está controlada en gran medida por Marruecos, que ofrece un plan de autonomía bajo su soberanía. El Polisario exige un referéndum sobre autodeterminación. Las negociaciones lideradas por las Naciones Unidas se han estancado durante varios meses.

En diciembre pasado con la llegada del nuevo presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, el rey Mohammed VI, hizo un llamamiento para abrir una “nueva página” en las relaciones entre ambas naciones, lo que en los hechos no se ha constatado.
Europa por su parte, tampoco atiende los pedidos saharauis, y beneficia de manera contaste las pretensiones marroquíes, por ejemplo en enero 2019, el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, votó un texto en el que extiende al territorio en disputa de Sáhara Occidental los aranceles aduaneros preferenciales otorgados por acuerdo comercial a Marruecos, reconociendo de hecho la autoridad de Rabat, sobre esas áreas todavía en disputa, marcando de qué lado está la Unión Europea (UE). Sin duda el acuerdo tiene un ojo puesto en la situación que Marruecos al igual que Libia, se ha convertido en la puerta de entrada a Europa, por la que la UE, entregó unos 100 millones de euros, a Rabat “para la gestión de las fronteras marroquíes”, lo que se pudo atemperar durante 2019, que fueron unos 24 mil, frente a los 57 mil de 2018, cuando en 2017, habían sido apenas poco más de 22 mil. Expertos estiman que Marruecos pudo evitar la llegada entre 2019 y 2020, de unos 75 mil refugiados, de los que nada se sabe ahora.

Este tipo de “favores” de Marruecos a la UE, es lo que permite a Mohamed VI, acciones como la de declarar en pasado enero, las aguas del Sahara Occidental un espacio marítimo propio, con jurisdicción legal de Marruecos sobre el área marítima desde Tánger al norte) hasta Lagouira, ( Mauritania) al sur, lo que fortalece su presencia en los territorios saharauis, sin ningún respeto a sus derechos Las propias declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores, marroquí Nasser Bourita, dejan en claro su intencionalidad: “Estas leyes apuntan a actualizar el arsenal legal nacional, respecto a la soberanía total del reino sobre sus fronteras efectivas de tierra y mar”. Despojando en este caso a los saharauis de sus soberanía sobre las 350 millas náuticas de la plataforma continental.

Al tiempo que naciones africanas como Comoras, Gambia, Guinea y Gabón, que han abierto recientemente representaciones diplomáticas de Rabat, apoyan la marroquinidad del Sahara, con lo que el despojo total de la nación saharaui estaría completo.

 

#FreeSahara #SaharaLibre

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/la-nacion-despojada-sahara-occidental/

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La educación está en peligro, los profesores saharauis en huelga general tras 6 meses sin cobrar

Redacción: Ecsaharaui

Las organizaciones sindicales con representación en el sistema educativo saharaui han elegido este domingo para la convocatoria de una huelga general del profesorado con el objetivo de “recuperar sus derechos», según ha comprobado este medio desde los campamentos saharauis.

Esta decisión surge, según expone el sindicato, a raíz de la no disposición por parte del gobierno saharaui de pagarles sus sueldos. Dichos salarios no ascienden a 25 euros al mes.
Del mismo modo, el sindicato denuncia el desprestigio social al que -en su opinión- ha sido sometida la profesión.
Los niños llevan sin ir a los colegios desde el pasado miércoles, en la República saharaui los viernes y sábados son días fesrtivos. Los maestros prponen una lista de cuatro puntos y ha sido entregada a las autoridades competentes.
Mientras tanto, critican, el gobierno sigue aduciendo que “no darán ningún paso hasta que el Gobierno habilite una partida para este fin”, algo que se traduce en la imposibilidad de impartir clases.
Educar en el exilio, el gran reto que situó al Sáhara Occidental en uno de los países más alfabetizados de África
 
Con la colonización española al Sáhara Occidental, la dinámica de la cultura saharaui cambió al mismo tiempo que cambiaron los roles tradicionales desempeñados por los hombres y mujeres saharauis. Después del descubrimiento de minerales en la tierra, muchos hombres trabajaban para el gobierno español en las minas de fosfato y otros entraban al servicio militar de la colonia. Aunque antes del colonialismo, la cultura literaria era más bien oral, sin embargo eran distinguidos en música y poesía. No obstante, después de un año de dominio español en el que tuvieron que adoptar nueva lengua y nuevas costumbres, los saharauis eran considerados de los más analfabetos de la región del Norte de África.

Siguiendo el ejemplo de sus países vecinos, quienes luchaban en contra del colonialismo, un grupo de jóvenes estudiantes formaron un movimiento de liberación que se ha conocido como el Frente Polisario, cuyo objetivo era conseguir la independencia del Sáhara Occidental y recuperar la cultura e identidad saharauis en los que la mujer era el centro de la sociedad. Y para ello, necesitaban la implicación directa de las mujeres. Entonces empezaron a combatir.
Por entonces, España había prometido al pueblo saharaui su independencia. Sin embargo, Marruecos y Mauritania reclamaban el territorio y tras el Acuerdo Tripartito de Madrid de aquel fatídico 14 de noviembre de 1975, firmado a espaldas del pueblo saharaui, el Sáhara Occidental fue invadida por Marruecos por el norte y Mauritania por el sur. 

Ante la crueldad de la guerra, la mayoría de la población civil huyó a la parte suroccidental de Argelia donde se asentaron los campamentos de refugiados saharauis. La otra parte de la población quedó atrapada por la guerra. Mientras tanto, el recién formado Frente Polisario luchaba a doble bando contra Marruecos por un lado y Mauritania por otro. Entonces, las mujeres no dudaron en tomar las armas por primera vez en su historia y unirse a las filas del ejército del Polisario para luchar junto con sus compatriotas masculinos.


Las que se asentaron en los campamentos, tuvieron que construir con sus propias manos escuelas, centros de salud y demás administraciones públicas. A pesar de la poca base educativa, se convirtieron en médicas, enfermeras, estudiantes y profesoras. En fin, su participación fue clave en la construcción de la recién formada nación saharaui: 


la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Durante estos tiempos cruciales, las mujeres recuperaron el papel que poseían antes de la invasión española, volviendo a convertirse en el pilar de la sociedad saharaui.
El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. El prestigioso británico The Guardian abordó el asunto.

Con el paso del tiempo y el conflicto bélico entre el Frente Polisario y Marruecos, las mujeres saharauis siguieron construyendo los campamentos, dándole prioridad a la educación de las generaciones siguientes. Y hoy en día, gracias a su gran labor, el pueblo saharaui puede sentirse orgulloso de haberse convertido en unos de los pueblos más educados de la región del Norte de África, con prácticamente el 100% de los niños escolarizados.

Después de 40 años en el exilio esperando una solución, las mujeres saharauis continúan siendo las protagonistas de la resistencia a la invasión marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Organizan manifestaciones, luchan por sus derechos como saharauis y se oponen diariamente a la opresión de las fuerzas de ocupación marroquí.

Mientras, en los campamentos saharauis, las mujeres ocupan cargos de liderazgo y tienen acceso a las mismas oportunidades educativas y profesionales que los hombres. Y la violencia machista es algo que no tiene cabida en la sociedad saharaui.

Las mujeres saharauis, tanto en los campamentos como en los territorios ocupados, luchan constantemente contra la ocupación y las duras condiciones de vida, sin embargo, siguen siendo una voz de esperanza y el símbolo de la liberación y la resistencia contra todo pronóstico.

Los campamentos de refugiados saharauis, albergan a más de 170,000 personas.

Aunque la vida en los campamentos de refugiados saharauis, uno de los más grandes del mundo con 170,000 habitantes, es dura, había una rica cultura de valoración a la educación que ha distinguido el Sáhara Occidental de todos los países de la región.

El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. «Estaba integrado en nuestra mente que la educación era la clave de todo», según resaltó la activista saharaui Tecber Ahmed Saleh en una entrevista con un diario australiano.

Durante cuatro décadas, la comunidad internacional no ha otorgado el derecho a la autodeterminación a la última colonia de África. Contra las armas de los militares marroquíes, la causa saharaui parece débil, contra el poder de las superpotencias parece pequeña, pero con su recurso natural más valioso, la educación y el intelecto, están construyendo las bases de un futuro Sáhara Occidental Libre. En el Sahara, añade la activista saharaui: “tratamos de hacer algo con esta vida para nosotros, pero la educación es la clave de nuestra lucha».

La tasa de analfabetismo en los campamentos saharauis baja a 0,9%

El Sáhara Occidental se convierte en el segundo país más alfabetizado del continente africano por detrás de Guinea Ecuatoria. Los expertos que trabajan sobre el terreno de las diferentes organizaciones internacionales admiran la labor de los líderes saharauis por fomentar e impulsar la educación en condiciones tan difíciles.

Los expertos de ACNUR señalan que al inicio de la invasión marroquí del Sáhara Occidental en el 1975, la tasa de alfabetización no superaba el 25% de la población. Por ello admiran la voluntad de los saharauis por aprender a pesar de las adversidades. Aunque reconocen que no es el primer caso de que un pueblo que fue expulsado de su tierra y en plena guerra, logre una proeza de este tamaño, la Autoridad Palestina ya lo logró en 2009.

La tasa de alfabetización del Sáhara Occidental es de un 96%, la cual se encuentra muy por encima de otros países como Marruecos, que cuenta con un 70,1 %, Egipto con un 66,4% o Túnez con un 77,7%.

Esto es en parte gracias a las medidas de educación impuestas por el gobierno del Sáhara Occidental, por sus acuerdos unilaterales con países como Cuba, Argelia, España entre otros (…) y sobre todo por las ayudas que proporciona a los estudiantes saharauis en las escuelas de los campamentos de refugiados (material escolar) y su deseo para seguir progresando y educando a los niños y jóvenes saharauis.

Se estima que en 2020, el analfabetismo será erradicado de la República Saharaui. Organizaciones sociales no gubernamentales elogian y admiran a los saharauis por tal logro, especialmente a los líderes que impulsaron la educación, una herramienta indispensable para crecer como persona. Además reconocen que no es muy usual en países en guerra encontrar altos índices de alfabetización.

El curso escolar comenzó la semana pasada, en concreto el día 15 de septiembre, en todos los campamentos de refugiados saharauis, un total de 40.000 alumnos iniciaron su rutina estudiantil, aquí lo detallamos: Inicia el curso escolar 2019 / 2020 en los campamentos de refugiados.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/2020/02/la-educacion-esta-en-peligro-los.html
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África: La educación está en peligro, los profesores saharauis en huelga general tras 6 meses sin cobrar

La educación está en peligro, los profesores saharauis en huelga general tras 6 meses sin cobrar

Las organizaciones sindicales con representación en el sistema educativo saharaui han elegido este domingo para la convocatoria de una huelga general del profesorado con el objetivo de “recuperar sus derechos», según ha comprobado este medio desde los campamentos saharauis.

Esta decisión surge, según expone el sindicato, a raíz de la no disposición por parte del gobierno saharaui de pagarles sus sueldos. Dichos salarios no ascienden a 25 euros al mes.
Del mismo modo, el sindicato denuncia el desprestigio social al que -en su opinión- ha sido sometida la profesión.
Los niños llevan sin ir a los colegios desde el pasado miércoles, en la República saharaui los viernes y sábados son días fesrtivos. Los maestros prponen una lista de cuatro puntos y ha sido entregada a las autoridades competentes.
Mientras tanto, critican, el gobierno sigue aduciendo que “no darán ningún paso hasta que el Gobierno habilite una partida para este fin”, algo que se traduce en la imposibilidad de impartir clases.
Educar en el exilio, el gran reto que situó al Sáhara Occidental en uno de los países más alfabetizados de África
Con la colonización española al Sáhara Occidental, la dinámica de la cultura saharaui cambió al mismo tiempo que cambiaron los roles tradicionales desempeñados por los hombres y mujeres saharauis. Después del descubrimiento de minerales en la tierra, muchos hombres trabajaban para el gobierno español en las minas de fosfato y otros entraban al servicio militar de la colonia. Aunque antes del colonialismo, la cultura literaria era más bien oral, sin embargo eran distinguidos en música y poesía. No obstante, después de un año de dominio español en el que tuvieron que adoptar nueva lengua y nuevas costumbres, los saharauis eran considerados de los más analfabetos de la región del Norte de África.
Siguiendo el ejemplo de sus países vecinos, quienes luchaban en contra del colonialismo, un grupo de jóvenes estudiantes formaron un movimiento de liberación que se ha conocido como el Frente Polisario, cuyo objetivo era conseguir la independencia del Sáhara Occidental y recuperar la cultura e identidad saharauis en los que la mujer era el centro de la sociedad. Y para ello, necesitaban la implicación directa de las mujeres. Entonces empezaron a combatir.
Por entonces, España había prometido al pueblo saharaui su independencia. Sin embargo, Marruecos y Mauritania reclamaban el territorio y tras el Acuerdo Tripartito de Madrid de aquel fatídico 14 de noviembre de 1975, firmado a espaldas del pueblo saharaui, el Sáhara Occidental fue invadida por Marruecos por el norte y Mauritania por el sur. 

Ante la crueldad de la guerra, la mayoría de la población civil huyó a la parte suroccidental de Argelia donde se asentaron los campamentos de refugiados saharauis. La otra parte de la población quedó atrapada por la guerra. Mientras tanto, el recién formado Frente Polisario luchaba a doble bando contra Marruecos por un lado y Mauritania por otro. Entonces, las mujeres no dudaron en tomar las armas por primera vez en su historia y unirse a las filas del ejército del Polisario para luchar junto con sus compatriotas masculinos.
Las que se asentaron en los campamentos, tuvieron que construir con sus propias manos escuelas, centros de salud y demás administraciones públicas. A pesar de la poca base educativa, se convirtieron en médicas, enfermeras, estudiantes y profesoras. En fin, su participación fue clave en la construcción de la recién formada nación saharaui: 

laRepública Árabe Saharaui Democrática (RASD). Durante estos tiempos cruciales, las mujeres recuperaron el papel que poseían antes de la invasión española, volviendo a convertirse en el pilar de la sociedad saharaui.
El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. El prestigioso británico The Guardian abordó el asunto.

Con el paso del tiempo y el conflicto bélico entre el Frente Polisario y Marruecos, las mujeres saharauis siguieron construyendo los campamentos, dándole prioridad a la educación de lasgeneraciones siguientes. Y hoy en día, gracias a su gran labor, el pueblo saharaui puede sentirse orgulloso de haberse convertido en unos de los pueblos más educados de la región del Norte de África, con prácticamente el 100% de los niños escolarizados.

Después de 40 años en el exilio esperando una solución, las mujeres saharauis continúan siendo las protagonistas de la resistencia a la invasión marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Organizan manifestaciones, luchan por sus derechos como saharauis y se oponen diariamente a la opresión de las fuerzas de ocupación marroquí.
Mientras, en los campamentos saharauis, las mujeres ocupan cargos de liderazgo y tienen acceso a las mismas oportunidades educativas y profesionales que los hombres. Y la violencia machista es algo que no tiene cabida en la sociedad saharaui.
Las mujeres saharauis, tanto en los campamentos como en los territorios ocupados, luchan constantemente contra la ocupación y las duras condiciones de vida, sin embargo, siguen siendo una voz de esperanza y el símbolo de la liberación y la resistencia contra todo pronóstico.

Los campamentos de refugiados saharauis, albergan a más de 170,000 personas.

Aunque la vida en los campamentos de refugiados saharauis, uno de los más grandes del mundo con 170,000 habitantes, es dura, había una rica cultura de valoración a la educación que ha distinguido el Sáhara Occidental de todos los países de la región.

El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. «Estaba integrado en nuestra mente que la educación era la clave de todo», según resaltó la activista saharaui Tecber Ahmed Saleh en una entrevista con un diario australiano.

Durante cuatro décadas, la comunidad internacional no ha otorgado el derecho a la autodeterminación a la última colonia de África. Contra las armas de los militares marroquíes, la causa saharaui parece débil, contra el poder de las superpotencias parece pequeña, pero con su recurso natural más valioso, la educación y el intelecto, están construyendo las bases de un futuro Sáhara Occidental Libre. En el Sahara, añade la activista saharaui: “tratamos de hacer algo con esta vida para nosotros, pero la educación es la clave de nuestra lucha».

La tasa de analfabetismo en los campamentos saharauis baja a 0,9%
El Sáhara Occidental se convierte en el segundo país más alfabetizado del continente africano por detrás de Guinea Ecuatoria. Los expertos que trabajan sobre el terreno de las diferentes organizaciones internacionales admiran la labor de los líderes saharauis por fomentar e impulsar la educación en condiciones tan difíciles.

Los expertos de ACNUR señalan que al inicio de la invasión marroquí del Sáhara Occidental en el 1975, la tasa de alfabetización no superaba el 25% de la población. Por ello admiran la voluntad de los saharauis por aprender a pesar de las adversidades. Aunque reconocen que no es el primer caso de que un pueblo que fue expulsado de su tierra y en plena guerra, logre una proeza de este tamaño, la Autoridad Palestina ya lo logró en 2009.

La tasa de alfabetización del Sáhara Occidental es de un 96%, la cual se encuentra muy por encima de otros países como Marruecos, que cuenta con un 70,1 %, Egipto con un 66,4% o Túnez con un 77,7%.

Esto es en parte gracias a las medidas de educación impuestas por el gobierno del Sáhara Occidental, por sus acuerdos unilaterales con países como Cuba, Argelia, España entre otros (…) y sobre todo por las ayudas que proporciona a los estudiantes saharauis en las escuelas de los campamentos de refugiados (material escolar) y su deseo para seguir progresando y educando a los niños y jóvenes saharauis.

Se estima que en 2020, el analfabetismo será erradicado de la República Saharaui. Organizaciones sociales no gubernamentales elogian y admiran a los saharauis por tal logro, especialmente a los líderes que impulsaron la educación, una herramienta indispensable para crecer como persona. Además reconocen que no es muy usual en países en guerra encontrar altos índices de alfabetización.

El curso escolar comenzó la semana pasada, en concreto el día 15 de septiembre, en todos los campamentos de refugiados saharauis, un total de 40.000 alumnos iniciaron su rutina estudiantil, aquí lo detallamos: Inicia el curso escolar 2019 / 2020 en los campamentos de refugiados.

Fuente de la Información: https://www.ecsaharaui.com/2020/02/la-educacion-esta-en-peligro-los.html
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Sahara Occidental. La juventud saharaui, muy formada, pero (casi) sin futuro

Africa/ Sahara Occidental/ Por Eugenio García Delgado

Son las 9.00 de la mañana y los niños empiezan a recibir en las escuelas la educación gratuita y obligatoria que ha sido asegurada en los campamentos de refugiados saharauis por el Frente Polisario durante los 42 años que llevan sobreviviendo cerca de Tinduf (Argelia), después de que España abandonara el Sahara Occidental sin descolonizar […]

Son las 9.00 de la mañana y los niños empiezan a recibir en las escuelas la educación gratuita y obligatoria que ha sido asegurada en los campamentos de refugiados saharauis por el Frente Polisario durante los 42 años que llevan sobreviviendo cerca de Tinduf (Argelia), después de que España abandonara el Sahara Occidental sin descolonizar y fuera invadido por Marruecos.

En la hamada negra (desierto pedregoso) viven, aproximadamente, 180.000 refugiados, el 60% por debajo de los 30 años, según la agencia para los refugiados de la ONU (ACNUR). El Frente Polisario asegura que el 100% de los niños están escolarizados y que el abandono escolar es “casi inexistente”.

Los más pequeños, de 3 a 6 años, ya están sentados en la tarbía (guardería). Para los de 6 a 12, en Primaria, toca asistir a la madrasa. Los horarios -que no siempre se cumplen- son de 9 a 13 y de 16 a 18 horas. Esta parte de la educación, mixta y en la que hay tiempo para una clase de español, se desarrolla en los propios campamentos y a los padres no les cuesta nada de dinero.

“Es un éxito que nuestra juventud esté educada, aunque siempre hay cosas que mejorar. Falta formación en el profesorado, hay escasez de material y no todas las familias se preocupan de la educación de sus hijos. Muchas veces se van dos o tres meses al desierto y sus hijos no asisten a clase en ese tiempo”, señala Abba Lehibib, director general de las tarbías de los campamentos de refugiados.

África Sánchez Hijón, educadora infantil y cooperante de la ONG Rivas-Sahel, apunta que la asistencia depende mucho de cómo sea la familia: “Si la madre es joven, se preocupa más de que sus hijos vengan a clase. Si son mayores, les cuesta”.

La profesora madrileña, que vive en los campamentos desde hace casi un año y es responsable de un proyecto para mejorar las guarderías y la formación de las educadoras, ofrece datos de primera mano: “Las clases están masificadas, con más de 30 niños; no existe un programa educativo coordinado y estable, y las maestras cobran muy poco, 50 euros cada tres meses”.

Estudiando en Argelia

El país que acoge a los refugiados, Argelia, también es el que paga la educación secundaria y el bachillerato de los saharauis a partir de los 12 años.

“Paga su alojamiento, su manutención, los libros y los desplazamientos”, afirma Buda Sidi Mohamed, director general de los estudiantes saharauis en el extranjero hasta diciembre de 2016. El ahora responsable de las guarderías, Abba Lehibib, ha pasado por varios cargos en el Ministerio de Educación y reconoce que “en los campamentos no hay suficientes recursos y el nivel es más bajo. Por eso salen”.

En lo más parecido que hay en el campamento de refugiados saharauis de Smara a un bar chill out con vistas al desierto -cuatro palés pintados de colores son los asientos-, Saleh se está tomando un café. Él es uno de los pocos que ha conseguido completar todo el ciclo educativo. “Solo un 10% llegamos a la universidad”, señala este joven de 29 años que estudió Literatura Inglesa en Argelia y que habla árabe, español, alemán, inglés y hasanía -el idioma saharaui-.

Y después de la universidad, ¿qué?

Ese 10% son 350 alumnos universitarios con beca en 2016, confirma Buda. Es decir, en el curso anterior hubo 3.500 estudiantes de bachillerato y secundaria. “De esos 350 alumnos, 343 fueron becados por Argelia, cinco por Cuba y dos por España. De allí regresan a los campamentos como ingenieros, contables, abogados, profesores o médicos”, recalca orgulloso Buda Sidi Mohamed. Sin embargo, esta bien formada juventud llega a un lugar donde casi no hay trabajo ni expectativas. “Quiero ser útil a mi gente y a mi sociedad. Durante un año fui maestro, pero no me llegaba el dinero, así que tuve que buscar otros trabajos en la construcción y en lo que vaya saliendo”, lamenta Saleh.

El Frente Polisario reconoce que no hay puestos especializados para todos los licenciados, pero sí asegura que casi todos encuentran trabajo en la Administración, en sanidad o en el ejército.
“La educación nos ha ayudado a que los jóvenes se integren y no piensen en el crimen, en las drogas o en los grupos radicales. Es un pilar fundamental para la prevención”, dice el exresponsable de las becas saharauis en el extranjero.

Parece que lo están consiguiendo. “Después de estudiar, nuestro deber es volver con nuestras familias a los campamentos hasta que juntos consigamos regresar a nuestro país”, comenta en el chill out Hafdala, amigo de Saleh, apurando su café. Él trabaja en un centro especializado en celiacos en el campamento de El Aaiún.

Alternativas de tiempo libre

La educación de los refugiados incluye también interesantes proyectos como el de formación de monitoras de ocio y tiempo libre que dirige Lala Saleh, joven de 24 años. “Estamos formando a 20 chicas que se ocupan de niños de hasta 11 años. Hay futuro para los niños saharauis. Si no crees en algo, nunca va a existir. Por eso hay que creer”, sostiene la coordinadora.

También podrás ver por los campamentos al bibliobús del Bubisher, un camión cuya caja de mercancías está adaptada con estanterías para libros y mesitas para que los niños lean y pinten. Y no hay que olvidar la importante labor educativa que realiza Vacaciones en Paz, el proyecto por el que aproximadamente 250 niños son acogidos por familias españolas cada año durante los meses de julio y agosto para alejarles del calor del desierto argelino en verano, que alcanza los 50º C.

Fuente: http://www.bez.es/214625815/juventud-saharaui-formada-sin-futuro.html

Imagen tomada de: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/4/9/jovenes-saharauis-junto-una-cisterna-que-reparte-agua-precario-campamento-dajla-tinduf-una-imagen-archivo-1455131890294.jpg

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«Derribar el muro» de la ex-colonia del Sahara Ocidental. Entrevista a Luz Marina Mateo

Por Ariel Roberto Zaiser

Entrevista con la académica Luz Marina Mateo. Pensar el conflicto desde su carácter de oculto a la opinión pública internacional como una de las aristas de la modernidad

Cátedra de Estudios Sobre Sahara Occidental del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Plata. Nos cuenta del contenido de su investigación, de su trabajo y de su perspectiva sobre el curso del pueblo saharaui en su lucha por el reconocimiento como nación. La investigación de Luz Marina Mateo (320 páginas, que ha obtenido una calificación de 10 puntos) es la primera tesis de Maestría sobre el tema de Sahara Occidental en una universidad de Argentina. Un material de referencia para conocer de este representativo caso del “ejercicio del poder por sobre el deber” en las relaciones internacionales.

Pregunta: Ud. ha trabajado sobre la primera tesis de una Maestría que en Argentina trata el asunto de Sahara Occidental. ¿Puede explicar qué le motivó realizar investigación sobre este caso poco conocido en la opinión pública?

Luz Marina Mateo: Como afrodescendiente (miembro de la comunidad caboverdiana en la Argentina), la situación del pueblo saharaui la conozco desde muy pequeña, dado que el comienzo de la lucha del Frente Polisario es prácticamente simultáneo a la lucha por la independencia de las colonias portuguesas en África, por lo cual en mi entorno se hablaba no solamente de lo que por entonces sucedía en Cabo Verde o en el resto de las colonias portuguesas, sino también de situaciones similares en otros puntos del continente. Pasado el tiempo, al ingresar a la Maestría en Relaciones Internacionales, el caso saharaui volvió a ser parte de mi agenda desde lo académico. Tiempo después, conjuntamente con el Dr. Norberto Consani (director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata, IRI-UNLP), inauguramos la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sáhara Occidental -única en el mundo- del IRI-UNLP. Allí comencé un intenso trabajo de investigación, extensión y docencia, que me permitió profundizar en el tema al cual me dedico de lleno desde hace seis años. En ese marco surgió la tesis.

¿Cuáles son los ejes centrales de su trabajo de investigación?

El marco teórico es el pensamiento decolonial aplicado a las relaciones internacionales, la comunicación y el derecho, proponiendo pensar el conflicto desde su carácter de oculto a la opinión pública internacional como una de las aristas de la modernidad que tiene a la colonialidad como inherente y que abarca no solo a territorios sino a personas y procesos sociales; ello muestra la necesidad de plantear procesos de descolonización que incluyan la decolonialidad del poder, del ser y del saber, a lo que podríamos agregar «del expresar y comunicar», desde paradigmas distintos a los preestablecidos por el colonialismo.

Es en este contexto, distintos actores sociales y gubernamentales del pueblo saharaui denuncian que el proceso de descolonización no se lleva a cabo, entre otras cosas, por la existencia de un bloqueo informativo que impide que la comunidad internacional conozca el problema y, por ende, no pueda hacer presión para revertir la situación. Es por ello que el foco de la investigación está puesto en las estrategias de comunicación del pueblo saharaui, en su lucha por visibilizar el conflicto, una visibilización que es considerada por ellos mismos como poderosa herramienta para lograr la autodeterminación. De allí el título de la tesis: «Decires nómadas. La lucha del pueblo saharaui por derribar el muro del silencio».

En este marco, se analizan no solamente los medios de comunicación saharauis como escenarios de visibilidad de esa lucha, sino también la tarea de otros actores en distintos espacios donde se opera la producción de sentidos para alcanzar sus objetivos de descolonización: actividades políticas, artísticas y asociativas y presencia en redes sociales de asociaciones e individuos referentes de este pueblo, destinadas a hacer emerger la cuestión saharaui en los distintos países.

Le ha llevado cuatro años desarrollar este trabajo de investigación, qué puede decirnos de las fuentes que ha obtenido para acceder a información sobre el caso.

Como he comentado, esta investigación fue llevada a cabo de manera multidisciplinar (desde las Relaciones Internacionales con el Derecho Internacional y la Comunicación Social), por lo que se ha consultado abundante bibliografía, acompañada de un trabajo de campo de más de cuatro años, del cual fueron seleccionadas ochenta y cuatro entrevistas a distintos referentes del pueblo saharaui y personas de otro origen involucradas en el tema, realizadas la mayor parte de ellas de modo presencial en África (Sudáfrica, Mozambique, Nigeria y Argelia), América Latina (Argentina, Cuba y México y Europa (España) y un menor número concretadas a través de internet. Ello, junto con la experiencia adquirida a partir de la tarea desarrollada desde la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara Occidental, ha permitido poner en diálogo una serie de ideas y saberes, con el fin de investigar el tópico presentado y, sobre todo, de que sea el propio pueblo saharaui quien asuma un rol protagónico en la construcción de los conocimientos que el trabajo aporta, de modo que las entrevistas son consideradas un insumo prioritario a lo largo de las tres partes en las que se divide esta obra, realizada no solo con una perspectiva decolonial sino también desde la periferia de los centros de poder mundial y llevada a cabo por una mujer, latinoamericana y afrodescendiente.

Tanto la selección de las fuentes como la investigación en sí misma, fueron concebidas como una acción de compromiso con la justicia, con la convicción de que ello aporta profundamente a la rigurosidad, dado que nos obliga a tener una visión abarcadora e inclusiva de saberes y voces a la hora de estudiar y analizar cualquier fenómeno social. El hincapié se hace en la construcción de la propia realidad por parte de un grupo subalternizado, partiendo de la convicción de que esa supuesta neutralidad o imparcialidad a la que el pensamiento científico de la modernidad/colonialidad nos obliga, es muy útil a los fines de preservar elstatu quo de los esquemas vigentes de poder, porque distorsiona la visión sobre las condiciones desiguales en las que se desarrollan las luchas y las producciones de saberes contra esa opresión. Por el contrario, la producción de saberes y discursos, en nombre del rigor académico y la honestidad, no debe perseguir la neutralidad -siempre inalcanzable- a modo de horizonte, sino mostrar claramente desde qué lugar y con qué objetivos se lleva a cabo.

Ud. define el asunto de Sahara Occidental como «una descolonización inconclusa», ¿puede transmitir una impresión sintética sobre lo que entiende que este caso es representativo para las relaciones internacionales?

Sobre el caso del Sáhara Occidental podemos decir que es sumamente representativo para las relaciones internacionales, porque se trata de un escenario en el que se despliegan los poderes en todas sus manifestaciones: la realpolitik de las potencias (el rol de Francia en el Consejo de Seguridad en este asunto es determinante y es un claro ejemplo de ello), el poder económico y la gravitación de los recursos naturales que el territorio saharaui posee, el «doble rasero» en el tema de la protección de los derechos humanos que se sostiene en el discurso pero poco en la acción y, entre muchos otros factores, el rol fundamental de España como potencia administradora y su histórica deuda pendiente en el proceso de descolonización del territorio.

Y sobre el derecho internacional, ¿cómo puede explicar cómo se puede considerar el ejemplo de Sahara Occidental?

Si nos atenemos al derecho internacional, el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, cuyo caso se emplaza en el Comité de Descolonización de la ONU. Esto está recogido en resoluciones de la Asamblea General de la ONU, como la 2072 (de 1965), que toma la resolución 1514, referida a la concesión de la independencia a países y pueblos coloniales, en relación con Ifni y el Sáhara Español y recuerda que España es Potencia administradora del territorio. También la resolución de la Asamblea General Nº 2625 (1970), establece que el territorio de una colonia u otro territorio no autónomo tiene una condición jurídica distinta y separada de la del territorio del Estado que lo administra, la cual permanecerá hasta que el pueblo de la colonia o el territorio no autónomo haya ejercido su derecho de libre determinación de conformidad con la Carta. Esto es recogido por resoluciones de la Asamblea más recientes como la Nº 66/86 (2011), que también toma el contenido de la Resolución 1514. Muchas otras resoluciones de la Asamblea ratifican que el conflicto del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización, (2072, 2229, 3458, 33/31, 34/37, 35/19, 34/40 y 66/86, entre otras), hacen hincapié en la existencia del pueblo del Sahara Occidental (como la resolución 1920 del Consejo de Seguridad, de 2010 y varias resoluciones de la Asamblea General).

En el mismo sentido, los órganos de la ONU se han expresado respecto de que el pueblo saharaui tiene el derecho inalienable a la libre determinación y que este derecho se ejercerá mediante un referéndum libre y justo. Además, la Corte Internacional de Justicia había determinado ya en 1975 que no existen vínculos de soberanía entre el territorio del Sáhara Occidental y Marruecos (tampoco con Mauritania). Además, hay resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General que definen a la presencia de Marruecos en el territorio como una «ocupación» y otras que reconocen que la descolonización del Sáhara Occidental es responsabilidad de las Naciones Unidas.

Sin embargo, hasta el momento la situación continúa estancada, en una demostración de cómo la modernidad/colonialidad no es capaz de cumplir con el propio derecho surgido de su seno y fraguado al calor de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, que hoy tienen un asiento permanente y poder de veto en el Consejo de Seguridad.

Ud. pone el foco en el poder de la comunicación, describiendo la poca visibilidad que tiene este asunto, ¿qué cree que a futuro esta perspectiva puede cambiar?

Es de esperar que sí, que la situación cambie. Las nuevas tecnologías y el acceso a la información y la formación que hoy por hoy poseen muchos hombres y mujeres saharauis en distintas áreas (entre ellas, la comunicación) es un factor gravitante en ese sentido. Está claro que para revertir la invisibilidad deben converger varios actores, escenarios y elementos pero, en gran medida, que eso suceda depende de las acciones que el pueblo saharaui emprenda en este sentido, para que la comunidad internacional sepa lo que sucede con este contencioso oculto a la opinión pública. Se trata, simplemente, de trabajar para que el tema deje de estar sometido al poder del silencio. Y al silencio del poder.

Luz Marina Mateo. Magíster en Relaciones Internacionales. Lic. en Comunicación Social. Secretaria de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sáhara Occidental del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (IRI-UNLP). Secretaria del Departamento África del IRI-UNLP.
www.spsrasd.info

Fuente de la entrevista: http://www.lahaine.org/mundo.php/derribar-el-muro-de-la

Fuente de la imagen: http://2.bp.blogspot.com/-VpzqbZVhTw0/UONtInqiaAI/AAAAAAAAYvE/mYthvSvatQY/s1600/LUZ+MARINA.jpg

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Se inaugura una guardería para 300 niños saharauis gracias a la cooperación andaluza

Sahara Occidental/03 noviembre 2016/Fuente: La Informacion

Una nueva guardería para 300 niños saharauis se ha inaugurado gracias a la cooperación andaluza en la daira de L-mesid del campamento de refugiados saharaui de Bojador. Diseñada por arquitectos saharauis formados en Argelia y coordinados por la arquitecta jerezana Charo Escobar, la guardería, de unos 200 metros cuadrados, ha sido decorada por graduadas de la Escuela Saharaui de Artes.

En un comunicado de ARTifariti se indica que el ministro de Educación de la República Saharaui, Mohamed Moulud, ha inaugurado oficialmente esta tarbia, que lleva el nombre del mártir Sid Ahmed Salem Brahim, y fue recibido por medio centenar de niños que aplaudían con cara de asombro.

El presupuesto de licitación de la guardería, 40.000 euros, ha sido aportado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aacid) y su construcción se ha realizado en seis meses para atender las necesidades de la daira de L-mesid, en la que hay 300 niños en edad preescolar.

El proyecto realizado por Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla (Aapss) finalizó el pasado septiembre y hoy se aprovecha la presencia del presidente de esta organización en los campamentos con motivo de la celebración de ARTifariti para este acto inaugural.

 El ministro de Educación ha agradecido a la Junta de Andalucía y a la Aapss su colaboración para sacar adelante proyectos de educación en los campamentos de refugiados y formar a saharauis que tienen todo el futuro por delante.

Para Fernando Peraita, presidente de la asociación sevillana «es maravilloso que funcione una guardería como esta, que formará a nuevas generaciones de saharauis mejor que a las anteriores; estamos muy satisfechos de ver a unos niños felices, que van a estar cuidados y educados».

Fuente: http://www.lainformacion.com/educacion/preescolar/inaugura-guarderia-saharauis-cooperacion-andaluza_0_968304404.html

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Nueva alianza busca reforzar la seguridad alimentaria en África

África/04 agosto 2016/ Fuente: IPS Noticias

En un momento en que 20 millones de personas sufren la escasez de alimentos por la sequía que golpeó a África subsahariana y por problemas de desarrollo, representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Parlamento Panafricano (PAP) se reunieron en Johannesburgo para crear una nueva alianza para la seguridad alimentaria.

La reunión del lunes 1 de este mes llevó varios años de preparación desde la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, organizada por la FAO a fines de 2014.

“Tenemos 53 países en el PAP y la alianza será grande”, señaló Bernadette Lahai, cuarta vicepresidenta del Parlamento, en cuyas oficinas se realizó el taller.

“A escala continental, una vez que hayamos lanzado la alianza formalmente, alentaremos a los parlamentos regionales para que toda África aúne esfuerzos”, apuntó la dirigente sierraleonesa. “Será una voz muy fuerte”, destacó.

Por su parte, la coordinadora especial para alianzas parlamentarias de FAO, Caroline Rodrigues Birkett, comentó que su tarea es asegurarse de que los parlamentarios pongan a la seguridad alimentaria en el centro de su agenda.

“Hacemos esto porque según la evidencia que tenemos en la FAO, una vez que se tienen las leyes y las políticas sobre seguridad alimentaria y nutrición, hay una correlación positiva con la mejora de los indicadores específicos”, explicó.

“El año pasado, facilitamos la participación de siete parlamentarios africanos en una reunión de América Latina y el Caribe, en Lima, y esos mismos siete nos pidieron un intercambio con otros parlamentarios africanos”, relató.

Y ahora, un pequeño grupo de legisladores de América Latina y el Caribe viajaron a Johannesburgo para aportar detalles de su propia experiencia con la FAO en una alianza dedicada a garantizar la seguridad alimentaria para las personas que pasan hambre en América del Sur y en las naciones insulares del Caribe.

María Augusta Calle, quien integró el grupo representando a Ecuador, contó a los aproximadamente 20 miembros del PAP que, según su experiencia, trabajar con funcionarios de la FAO contribuyó a la erradicación del hambre en gran parte de la región.

Nueva alianza busca reforzar la seguridad alimentaria en África

De izquierda a derecha: coordinadora especial de la FAO para alianzas parlamentarias, Caroline Rodrigues Birkett, Maria Augusta Calle, de Ecuador, y vicepresidenta del PAP, Bernadette Lahai. Crédito: Desmond Latham/IPS.

Por su parte, Caesar Saboto, de San Vicente y las Granadinas, fue claro sobre las oportunidades que para aliviar el hambre existen en el mundo en desarrollo.

“Es la primera vez que viajo a África y no es de vacaciones”, comenzó. “Es por una razón muy importante. No quiero regresar al Caribe y, por cierto que María Augusta Calle tampoco quiere, diciendo que vinimos a dar un discurso”, indicó.

“En 1995, 20 por ciento de los 110.000 habitantes de mi país estaban subalimentados. Más de 22.000 estaban en vulnerabilidad alimentaria”, indicó en su breve presentación.

“¿Pero saben qué? Trabajando con las comunidades y los gobiernos logramos reducir esos números a 5.000, en 2012, o 4,9 por ciento de la población. Y estoy encantado de anunciarles aquí, por primera vez, que en 2016, apuntamos a reducirlo a 3.500, o 3,2 por ciento”, alentó, lo que motivó aplausos de los delegados presentes.

Entre los miembros del PAP, había representantes de sectores como agricultura, transporte y justicia, además de salud y especialistas en género. Una de las interrogantes planteadas fue cómo se pueden aplicar los procesos de las pequeñas naciones insulares a las necesidades de vastas regiones africanas.

“Cualquier número se puede dividir”, prosiguió Saboto.

“Primero tiene que comenzar con la voluntad política; tanto el gobierno como la oposición deben aceptar la idea. Si tienes 20 millones de personas, las puede dividir en grupos de trabajo y asignar estructuras para la rendición de cuentas y la transparencia”, explicó.

Además, los delegados africanos se interesaron por los procesos que usaron las naciones latinoamericanas para crear su estructura. Lahai quería que los latinoamericanos ayudaran al Parlamento Africano a planificar la creación de sus propias estructuras.

“La seguridad alimentaria no es solo una cuestión política, sino de desarrollo”, precisó en entrevista con IPS.

“La primera instancia cuando hay problemas de seguridad alimentaria suele ser el parlamento. Debemos de encabezar los esfuerzos hacia lo que se conoce como el hambre cero”, subrayó.

Pero todavía quedan grandes desafíos por delante.

Tras una reunión de octubre de 2015, la FAO se alió con el PAP con el fin de luchar contra el hambre a través de una nueva alianza. Pero el Parlamento Africano es un grupo poco estructurado de naciones africanas cuyos miembros no pudieron lograr el respaldo de los gobernantes para esa iniciativa.

Lahai insistió en que el taller debía comenzar por atender las cuestiones de estructura.

También subrayó que había que considerar la coordinación entre el PAP, varios países y otras agrupaciones como la Comunidad Económica de los estados de África Occidental (Ecowas) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC).

“Necesitamos un marco adecuado”, observó.

“Es importante involucrar a nuestros gobernantes en el proceso. Con eso en mente, sugeriría que aprendamos mucho de nuestros visitantes, quienes tuvieron experiencias positivas trabajando en cuestiones de nutrición en América Latina”, subrayó.

El representante de la FAO en Sudáfrica, Lewis Hove, alertó que la mala nutrición creó una situación en la que las niños y los niños con retraso en el crecimiento corrían más peligro de ser obesos en el futuro.

La aparente contradicción surgió de estadísticas que muestran que países de bajos y medianos ingresos registraban una relación costo beneficio de 16 a uno.

El Cuadro Nutricional de África, publicado por la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (Nepad) a fines de 2015, muestra que alrededor de 58 millones menores de cinco años en África subsahariana tienen baja estatura para su edad.

Además de que otros 163 millones de mujeres, niñas y niños tienen anemia por la mala nutrición.

El taller terminó con un llamado para que la FAO y el PAP impulsen una mayor capacitación y facilitación.

En ese contexto, la próxima reunión de estados de América Latina y el Caribe en México se fijó como plazo para comenzar el proceso de creación de una nueva secretaría. Se pensó que así los miembros del PAP se verían impulsados a promover el proceso, y se acordó que la sede del nuevo órgano tendría su sede en el Parlamento Panafricano, en Sudáfrica.

Lahai dijo que los delegados prepararán un informe técnico para firmarlo en la próxima ronda del PAP, prevista para fines de este año en Egipto.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/08/nueva-alianza-busca-reforzar-la-seguridad-alimentaria-en-africa/

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