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El discurso del “trabajo sexual” es el triunfo del patriarcado más neoliberal

Por: Raquel Rosario Sánchez

Las niñas invulnerables del “trabajo sexual”

Imaginemos una niña. Puede tener 8 años como puede tener 17. La niña vive en pobreza extrema. Es probable que su padre y su madre hayan fallecido en medio de un conflicto de guerra. Por lo tanto, la niña tiene que valerse por sí misma para encontrar el pan de cada día. Muchos días solo puede cenar y dice que el hambre le da dolor de cabeza, lo que le dificulta concentrarse en la escuela. La niña no está sola; hay muchas más como ella. Aparte de las adversidades descritas anteriormente las niñas comparten algo más… Primero, un ferviente deseo de ir a la escuela y superarse a través de su educación. Segundo, que diariamente los hombres (quizás uno 1, quizás 4) en su pueblo le pagan menos de un dólar para que se acuesten con ellos.

¡Ah! …y tercero: que según Al Jazeera English esto no es ni explotación sexual comercial de menores, ni prostitución “forzada” ni su genérico “prostitución” sin más ni más. No, según Al Jazeera English estas niñas son trabajadoras sexuales. Trabajadoras sexuales en quienes recae el famoso “poder de agencia”, de decidir sus opresiones. ¿Vomitaron ya o necesitan más contexto?

El día 28 de septiembre, Al Jazeera English público un fotoreportaje titulado “Educando a las niñas de Sudán del Sur”, escrito por la documentalista y fotógrafa Sara Hylton. El proyecto fotográfico fue elaborado en colaboración con la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios. Es una serie de fotografías que reflejan las vidas de las niñas y adolescentes del estado de Unidad en Sudán del Sur. Conflictos sectarios dentro de su pueblo, caminar horas para poder ir y venir de la escuela más cercana, matrimonios forzados… y pobreza; la pobreza extrema implacable son alguno de los desafíos con los que viven las niñas.

“Las niñas de Sudan del Sur son doblemente vulnerables, muchas son obligadas a contraer matrimonios forzados, sufren abusos sexuales y explotación. Es tres veces más probable que una niña adolescente del Sur de Sudán muera dando a luz, a que complete su educación primaria,” escribe Hylton. Pero a pesar de todo, son niñas fuertes con sueños y deseos inquebrantables de superación “que pelean por sus futuros en uno de los países más volátiles del mundo.”

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Es una historia inspiradora y llena de esperanza. Una de las niñas comenta que en su casa nadie la puede ayudar con su tarea porque nadie en su familia ha ido a la escuela pero que, aún así, ella sueña con convertirse en Ministra de Educación en su país. La valentía y determinación de las niñas y adolescentes me hicieron llorar… Por lo que me quedé helada cuando leí la siguiente descripción en una de las fotografías. “Jessica, de 14 años tiene desorden de personalidad múltiple. Vive en una casa de acogida junto con otras 50 niñas vulnerables donde recibe cuidados y educación… Según la fundadora de la casa de acogida, el trabajo sexual está normalizado entre las niñas, que ganan menos de un dólar por “cliente”. La meta de la fundadora es enseñarles a las niñas que “su cuerpo es lo que se queda” y enseñarle maneras alternativas de generar dinero.”

¿Qué? ¿Cómo saltamos de la pobreza extrema y el deseo de las niñas a empoderarse a través de la educación a que las niñas son trabajadoras sexuales con “clientes”? Me llevó un segundo entender el salto gigantesco que expresaban estas palabras en el contexto del artículo. Cuando pude analizarlo me di cuenta de que lo que tenía ante mí era una prueba de cómo la retórica del trabajo sexual es incompatible con las realidades materiales que expresan las niñas. El discurso del “trabajo sexual” no admite ni víctimas ni vulnerabilidades ni opresiones estructurales. Toda mujer y niña se convierte en un ser que encuentra poder “para decidir” acceder, curiosamente, a todo lo que el patriarcado de por sí quiere. No hay situación lo suficientemente precaria, no hay niña lo suficientemente vulnerable para ser interpretada como una “trabajadora sexual”.

No son argumentos aislados. Consciente o inconscientemente, Hylton se unía a una línea de pensamiento que insidiosamente se ha adentrado en el feminismo y el lenguaje coloquial. Mucha gente, tanto conservadora como progresista, piensan que utilizar el término “trabajo sexual” le pone un poco de dignidad y respeto al asunto. Funciona como un manto para higienizar la industria y así no tener que pensar en las realidades materiales de que hombres adultos (que curiosamente son los grandes ausentes del fotorreportaje de Al Jazeera) le están pagando menos de un dólar a niñas pobres (¿50 centavos, 75 centavos? ¿menos aún?), muchas huérfanas, para penetrarlas.

La universalización del discurso del “trabajo sexual” para hablar de prostitución es el triunfo del patriarcado más neoliberal

La universalización del discurso del “trabajo sexual” para hablar de prostitución es el triunfo del patriarcado más neoliberal. A los conservadores no les digo mucho porque nunca se han preocupado demasiado por los derechos de mujeres y niñas, pero sí quisiera recordarles a los y las progresistas que en la concepción (capitalista) del trabajo hay derechos laborales, pero también deberes. Si las niñas y adolescentes son trabajadoras sexuales, ¿puede uno de esos hombres reclamar que no le hicieron la felación como ellos querían o que no se sienten conforme con cualquier otro de los actos sexuales por los que pagaron? ¿Y pueden entonces demandar o que le devuelvan su dinero o que lo hagan otra vez? Preguntas que demuestran la trampa absurda en la que caen todos quienes asumen el discurso sin pensarlo bien.

¿Por qué tanta insistencia en que lo cubramos todo bajo el manto del “trabajo sexual”? ¿Por qué tanta insistencia en llamar “trabajadoras sexuales” a niñas que viven en la mayor de las precariedades? ¿Por qué negarnos a decir las palabras duras: explotación sexual, víctimas, sobrevivientes, violación?

Como nos explica Kajsa Ekis Ekman en su trabajo referencial ‘Being and Being Bought’ (Ser y Ser Comprada), el discurso del trabajo sexual se construye como una antítesis de la opresión de las mujeres bajo un sistema patriarcal. La trabajadora sexual es una mujer activa que encuentra empoderamiento personal dentro de un sistema opresor, dice el discurso. La trabajadora sexual comprende que nada puede cambiar el comportamiento de los hombres ni la sociedad que cosifica la sexualidad de la mujer, entonces, en vez de resistir o protestarlo, la trabajadora sexual es presentada como una sabia emprendedora que utiliza “su poder sobre los hombres” para aventajarlos en su propio juego. Bajo esta concepción, “la trabajadora sexual es interpretada como la mejor feminista”, explica Ekis Ekman. Es por eso que cuando alguien intenta hablar de los daños que causa la prostitución, la respuesta siempre es “las trabajadoras sexuales son fuertes y sujetos activos” a quienes el lenguaje de opresión y agravios minimiza. Entonces en el discurso del trabajo sexual no hay espacios para ningún tipo de víctima ni victimización.

Desmoronemos el argumento:

1.La literatura feminista que critica la prostitución como sistema opresor casi nunca habla de víctimas. Cuando me encuentro con la palabra “víctimas” en mis investigaciones sobre el tema, siempre es en el contexto de académicas en favor de prostitución que acusan a quienes están en contra de estigmatizar como “víctimas” a las mujeres en la prostitución. Estas acusaciones de las académicas que defienden el derecho de los hombres a acceso sexual e ilimitadamente al cuerpo de mujeres y niñas, nunca cita textualmente ningún ejemplo del crimen retórico que cometen quienes no apoyan la prostitución, pero siempre viene acompañado de acusaciones e improperios contra “las feministas moralistas que odian la libertad, son reprimidas, retrogradas y anti-sexo.” Poniendo de lado las connotaciones sexistas que tienen cada una de esas acusaciones, yo hago otra pregunta ¿y qué si el feminismo decidiera hablar de víctimas?

La palabra “víctima” no es una característica personal, en una descripción de una relación de poder. Si hay víctimas, se infiere que hay perpetradores. Si bajo está concepción de las relaciones de poder no podemos hablar de víctimas, entonces ¿dónde quedan los perpetradores? Si nos enfocamos sólo en resaltar lo fuertes y empoderadas que somos todas las mujeres todo el tiempo y no hablamos de las opresiones de las que somos víctimas bajo el patriarcado, entonces ¿en qué contexto hablaremos del daño que nos causa?

Ser víctima de una opresión habla mal del opresor. La víctima de x opresión puede ser una joven estudiosa, una tía cariñosa, una cocinera mediocre, una trabajadora medio vaga, una amiga ambivalente, entre otras cosas. ¿Por qué asumimos que ser víctimas de un sistema al que le encanta victimizarnos, cancela todas nuestras otras identidades? En vez de negar que el daño que nos causa el patriarcado es real y que el patriarcado es el genocidio más largo de la historia, tratando de esconder sus opresiones bajo lenguaje (y solo lenguaje) empoderador, deberíamos utilizar esa energía para decirle a los perpetradores “No, no. La víctima pude haber sido yo, ¡pero el abusador eres tú!”

2. Esa idea de que “el trabajo sexual” no es ninguna opresión contra las mujeres y niñas, sino El Gran Empoderador porque nos permite ejercer “nuestro poder” sobre los hombres, es en el fondo enteramente misógino. Una vez una amiga que baila en la barra para pagar su tratamiento de cáncer me racionalizó que el verdadero poder lo tenía ella porque a los hombres se les salía la baba cuando la veían bailar y por tanto ella tenía total control de ellos durante el tiempo que ella tenía su atención y excitación sexual.

Sí, ¿pero, cuando se les baja la erección? Cuando se les pasa, son los hombres quienes siguen teniendo el poder político, económico, cultural y estructural de toda nuestra sociedad. El dinero que nos pagan por bailarles viene de un sistema financiero que ellos controlan. Las políticas que controlan nuestro cuerpo (desde nuestros derechos reproductivos hasta el impuesto que pagarán los tampones que nos ponemos) son dominadas por hombres. Y tristemente, son los hombres quienes tienen el poder histórico de decidir que esta noche sea la pelirroja ucraniana no la morena salvadoreña quien le “trabaje” sexualmente.

Las políticas que controlan nuestro cuerpo (desde nuestros derechos reproductivos hasta el impuesto que pagarán los tampones que nos ponemos) son dominadas por hombres.

Argumentar que encontremos “poder” dentro de nuestro rol subordinado es la manera más sutil del patriarcado (como buen abusador al fin) de decirnos “Ay, ya no te quejes tanto. ¡Alégrate de que siquiera te presto atencion!”

“¿Por qué tanto miedo de llamar a alguien víctima?” pregunta Ekis Ekman. “¿Por qué es tan importante decir que gente prostituida no puede nunca, bajo ninguna circunstancia, ser víctima?”, porque, según explica, “convertir la palabra víctima en un tabú es un paso para legitimar divisiones de clase y las desigualdades de género”. Solo tras abolir el concepto de víctima, podemos crear a la persona invulnerable.

Solo tras abolir el concepto de víctima, podemos crear a la persona invulnerable.

Para llegar ahí necesitamos 2 pasos:

1. Nos creemos el cuento de que la palabra víctima no es una relación de poder sino una característica o identidad personal. Entonces nos creemos el cuento de que “víctima” significa pasividad, debilidad y apatía. Hacemos de la palabra víctima (y de cualquier persona a quien se le asocie) una caricatura patética. Nadie entonces querrá que se le llame víctima ni tildar ninguna otra opresión como victimizante. La caricatura que hemos construido es tan patéticamente inactiva que cualquier cosa, desde mirar al otro lado mientras te viola un prostituidor hasta fumarnos un cigarrillo después de un acoso, representa un acto de resistencia. Esto sabemos que son estrategias de supervivencia y que no cancelan ni las opresiones anteriores ni el daño que conllevan. Pero como ya hemos determinado que víctima=pasividad absoluta y sujeto activo=literalmente cualquier actividad, entonces asumimos que en realidad las víctimas no existen.

2. Como lógicamente nadie (excepto quizás las personas que se encuentran en un coma) es “tan pasivo” como la caricatura que hemos inventado de la víctima, decidimos que el concepto de víctima deber ser remplazado porque es una falacia. “¿Cómo puede ninguna de esas niñas ser víctimas de nada si ellas aceptan el dinero que les pagan los hombres? ¿Aceptar dinero es un acto que te convierte en sujeto activo, verdad?” Esos análisis me recuerdan mucho a los argumentos que hace la gente que no entiende ni un ápice de cómo funciona la violencia. El argumento va en la misma línea de aquel otro que asume que a menos que te estén poniendo una pistola en la nuca y te estén amenazando con tirar del gatillo EN ESE PRECISO MOMENTO, entonces nada es obligado y todo tu lo haces por voluntad. Una línea que ignora completamente que el abuso y la opresión es muchísimo más multifacética y más insidiosa que eso. Una línea de pensamiento que nunca se ha enterado que la violencia psicológica es invisible, la manipulación emocional también y que la pobreza es tanto material como estructural y conlleva un poder de coerción latente.

Como no hay víctimas que satisfagan la nueva caricatura de pasividad en que hemos convertido la palabra, no hay perpetradores. Y como la víctima es “revelada” como un sujeto activo que toma las riendas de su vida, no hay entonces porque estar hablando de opresiones ni de abusos ni hacer análisis sistemáticos de la violencia. Son unas piruetas retoricas e ideológicas complicadas pero que sirven finalmente para revelar a la persona invulnerable.

“La persona invulnerable es la versión neoliberal del mito antiguo del esclavo fuerte, la mujer pobre extremadamente trabajadora, la “supermujer” negra, la mujer colonizada que no siente los latigazos ni los golpes. La historia está llena de ejemplos de cómo las condiciones de vida son reinterpretadas como características personales.” Durante la esclavitud colonial en los Estados Unidos era común que se exaltara las cualidades “sobrehumanas” de las esclavas y los esclavos.

La supuesta fuerza y las cualidades supra humanas que se le asignan a la persona invulnerable son en el fondo una excusa para no tener que analizar las condiciones que la hacen necesitar dicha fuerza o aguantar tantas miserias. Es una táctica deshumanizadora.

La escritora Michele Wallace describe en su libro ‘Black Macho and the Myth of the Superwoman’ (El Macho Negro y el Mito de la Supermujer) cómo la mujer negra que tenía que sobrevivir dentro de varios sistemas opresores, fue convertida en una caricatura que la exaltaba, pero solo con el fin de negar las opresiones en sí. La mujer negra del imaginario “es una mujer de fuerza extraordinaria, con una habilidad inusual para tolerar el trabajo pesado y la miseria. Esta mujer no tiene los mismos miedos e inseguridades que tienen las otras mujeres, pero ella misma cree que es incluso más fuerte emocionalmente que la mayoría de los hombres.”

La supuesta fuerza y las cualidades supra humanas que se le asignan a la persona invulnerable son en el fondo una excusa para no tener que analizar las condiciones que la hacen necesitar dicha fuerza o aguantar tantas miserias. Es una táctica deshumanizadora.

Asignar a las adolescentes y niñas de Sudan del Sur la denominación de “trabajadoras sexuales” sonara muy bonito los círculos feministas más neoliberales, pero la realidad es que nos blinda de tener que hacer muchas preguntas. Preguntas verdaderamente incómodas: ¿Qué repercusiones físicas, emocionales y psicológicas desarrollarán las niñas y adolescentes al saber que los hombres de su comunidad ven sus cuerpos como objetos por los que pueden pagar menos de un dólar? ¿Por qué los hombres están explotando sexualmente de niñas que viven en tanta precariedad? ¿Habrá un contexto social que se lo permite? ¿Qué contexto geopolítico estará causando tantos conflictos internos en Sudán del Sur? ¿Tendrán algo que ver los intereses occidentales en este conflicto y será posible que de manera directa o indirecta estarán nuestros países exacerbando las condiciones que subyugan las niñas y adolescentes de este fotorreportaje?

¿Cómo hemos podido las feministas permitir que nuestro movimiento, un movimiento que centra la lucha de las niñas y mujeres, sea secuestrado por estas ideas que priorizan los intereses tanto del mercado como del mismo patriarcado?

¿Cuánto daño causará a largo plazo que esa rama del feminismo occidental tan nociva que insiste en hacer piruetas con el lenguaje y las teorías sin alterar las realidades materiales sea exportada y extrapolada a la máxima potencia en todas las esquinas y rincones de opresión imaginables? ¿en qué momento vemos niñas hablar del dolor de cabeza que les produce el hambre cuando lo que quieren es estudiar, y en vez de sentir empatía por su lucha, justificamos el sistema opresor que las considera “trabajadoras” serviles del patriarcado?

El feminismo es un movimiento que busca acabar con la violencia contra las niñas y mujeres y desmantelar el patriarcado. ¿Cómo hemos podido las feministas permitir que nuestro movimiento, un movimiento que centra la lucha de las niñas y mujeres, sea secuestrado por estas ideas que priorizan los intereses tanto del mercado como del mismo patriarcado?

Dice una de las adolescentes “Lo que encuentro más horrible es escuchar cómo todas las niñas han sido violadas. No hay nada difícil que una niña no pueda hacer… Sé que, si yo me levanto, todas las niñas también se podrán levantar…. (pero) las niñas son las que han sufrido más.”

Me parece que esta adolescente tiene muy claro su análisis feminista al priorizar en su recuento la importancia de nombrar la violencia por su nombre. ¿Le permitiremos que nos enseñe?

Fuente: http://tribunafeminista.org/2016/10/el-discurso-del-trabajo-sexual-es-el-triunfo-del-patriarcado-mas-neoliberal/

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Más de la mitad de los niños no va a la escuela en algunos países de África

África/15 septiembre 2016/ Fuente: Hola Ciudad

Más de la mitad de los niños en países africanos como Liberia o Sudán del Sur no acuden a la escuela, según datos difundidos hoy por Unicef.

Más de la mitad de los niños en países africanos como Liberia o Sudán del Sur no acuden a la escuela, según datos difundidos hoy por Unicef.

En Liberia, el país con peor escolarización primaria del mundo, son casi dos tercios de los pequeños en edad escolar los que no acuden a las clases, mientras que en el caso de Sudán del Sur 59 % de ellos no tienen acceso a la escuela.

Entre los diez países con mayor índice de desescolarización aparecen también Afganistán (46 %), Sudán (45 %), Níger (38 %) o Nigeria (34 %), indicó en un comunicado la agencia de Naciones Unidas para la infancia.

Mientras, no hay datos disponibles para otros como Libia y Somalia a causa de las guerras que viven.

En general, apunta Unicef, el problema afecta sobre todo a Estados deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.

La agencia teme que, sin educación, toda una generación de niños en esos lugares «crezca sin las destrezas necesarias para colaborar con sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias».

«Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis», señaló en la nota la jefa de Educación de Unicef, Jo Bourne.

«A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayudan a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean», añadió.

Unicef llamó la atención además sobre la falta de fondos para ayudas en este ámbito y recordó que en 2015 las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31 % de sus necesidades de financiación para este sector.

Fuente: http://www.holaciudad.com/noticias/mitad-ninos-escuela-paises-Africa_0_949705228.html

 

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Unicef: 40 por ciento de los niños en 10 países no van a la escuela

África/03 Septiembre 2016/Fuente: Spanish.people

En los países ubicados en los 10 primeros sitios por las tasas más altas de niños sin educación primaria, cerca de dos de cada cinco niños, 18 millones, no están en la escuela, dijo la ONU el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Liberia tiene el nivel más alto de niños sin escuela con cerca de dos terceras partes de los niños en edad de asistir a la primaria sin acceso a la escuela, dijo Unicef en un boletín de prensa.

El segundo lugar es Sudán del Sur, en donde el 59 por ciento de los niños se ven privados de su derecho a la educación primaria y una de cada tres escuelas están cerradas por causa del conflicto.

En la lista de los 10 primeros lugares también están Afganistán (46 por ciento), Sudán (45 por ciento), Níger (38 por ciento) y Nigeria (34 por ciento), lo que presenta un panorama claro de la manera en que las emergencias humanitarias y las crisis prolongadas están forzando a los niños a no asistir a la escuela, dijo Unicef.

El análisis de datos de Unicef destaca la magnitud de una crisis educativa que afecta a países ya agobiados por conflictos, periodos prolongados de sequía, inundaciones, sismos y tasas elevadas de pobreza extrema.

Unicef teme que, sin educación, una generación de niños que viven en los países afectados por el conflicto, los desastres naturales y la pobreza extrema crezcan sin las habilidades que necesitan para aportar a sus países y economías, lo que agravará la ya desesperada situación de millones de niños y sus familias.

La educación sigue siendo unos de los sectores menos financiados tras hacer llamados humanitarios. En el 2015, las agencias humanitarias recibieron sólo el 31 por ciento de lo necesario para financiar la educación, en comparación con el 66 por ciento de hace una década.

A pesar de un aumento de 126 por ciento en los requisitos de educación desde el 2005, el financiamiento aumentó sólo cuatro por ciento. Además, los sistemas de educación equipados para enfrentar crisis prolongadas no pueden construirse sobre los cimientos del corto plazo y de los impredecibles llamados recaudatorios.

Durante la Cumbre Humanitaria Mundial de mayo en Turquía se lanzó una nueva plataforma global de financiamiento, «La educación no puede esperar», para superar la brecha entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el posterior desarrollo de largo plazo a través de un financiamiento predecible.

Aunque no es uno de los 10 países de la lista, Siria tiene 2,1 millones de niños en edad escolar (de 5 a 17 años) que no están en la escuela, dijo Unicef, la cual agregó que otros 600.000 niños sirios que viven como refugiados en las regiones de los alrededores tampoco están en la escuela.

No hay datos recientes o confiables de países como Somalia y Libia debido en parte a que los conflictos continúan.

«En los países afectados por conflictos, las escuelas equipan a los niños con los conocimientos y las habilidades que necesitan para reconstruir sus comunidades al concluir la crisis y en el corto plazo les ofrecen la estabilidad y la estructura necesarias para enfrentar el trauma», dijo la jefa de Educación de Unicef, Jo Bourne.

«Las escuelas también pueden proteger a los niños del trauma y de los peligros físicos a su alrededor. Cuando no están en la escuela existe un mayor riesgo de abuso, explotación y reclutamiento por parte de grupos armados», dijo.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2016/0902/c31618-9109055.html

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Unicef denuncia falta de acceso a educación de 18 millones de niños

Africa/03 Septiembre 2016/Fuente: Prensa Latina
Unicef
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, (Unicef) denunció hoy que unos 18 millones no reciben educación básica en 10 países afectados por crisis, entre los que destacan Liberia, Afganistán, Sudán, Sudán del Sur, Níger y Nigeria.
Según un informe publicado este jueves por Unicef, Liberia es el país con mayor proporción de niños afectados, con casi dos tercios de su población escolar sin asistir a la escuela.

Le siguen Sudán del Sur, con un 59 por ciento de infantes que no reciben educación básica y con una de cada tres escuelas cerrada debido al conflicto armado.

Otros países afectados por las crisis, con incidencia en la falta de educación de los niños son Afganistán (46 por ciento), Sudán (45), Níger (38) y Nigeria (34), destaca hoy el sitio digital de la ONU.

El informe subraya que existe temor que la falta de educación haga perder habilidades a una generación entera de niños, que necesitarán para contribuir a las economías de sus países afectados por crisis.

Unicef recordó que la educación continúa siendo uno de los sectores menos favorecidos en los llamamientos humanitarios y señaló que 2015 las agencias involucradas solo recibieron el 31 por ciento de los fondos solicitados para este sector, lo que significó una disminución de un 66 por ciento respecto a la década anterior.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=23549&SEO=unicef-denuncia-falta-de-acceso-a-educacion-de-18-millones-de-ninos
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El estigma de ser mujer en Sudán del Sur

Por: Mónica Chinchilla

El pasado 9 de julio de 2016, Sudán del Sur celebraba el quinto aniversario de la proclamación de su independencia. La fecha, que debiera haber sido festiva en el país, se tiñó de sangre tras la muerte de, al menos, 272 personas, 32 de ellas civiles. Los enfrentamientos entre las fuerzas militares afines al presidente, Salva Kiir, y su vicepresidente y rival político, Riek Machar, no son más que el penúltimo episodio de una cruenta guerra civil que data de diciembre de 2013 y que hace tambalear los cimientos del que se considera el país más joven del mundo.

Tras más de 20 años de guerra, en enero de 2011 Sudán del Sur votó un referendo a favor de la independencia de Sudán. La decisión estuvo respaldada por un 98,93% de la población sursudanesa, provocando la secesión. La paz y la tranquilidad, sin embargo, apenas duraron un par de años, ya que desde que estalló la Guerra Civil a finales de 2013, la situación económica, política, humanitaria y sanitaria ha sumido al país en una situación crítica. Y todo, a pesar del supuesto acuerdo de paz que tuvo lugar en agosto del año 2015.

En el conflicto, la población civil ha sido la principal perjudicada. Tanto es así que, según los últimos datos que proporciona la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA por sus siglas en inglés), en Sudán del Sur hay 1.616.026 personas desplazadas internamente (en adelante PDI). A pesar de que es necesario ser prudente al tratar cifras procedentes o relativas a países inmersos en conflictos de tales dimensiones, a nadie escapa lo alarmante del dato, pues la población del país no alcanza los 12 millones de habitantes.

Refugiados y desplazados internos en Sudán del Sur a 1 de enero de 2015. Fuente: ACNUR
Refugiados y desplazados internos en Sudán del Sur a 1 de enero de 2015. Fuente: ACNUR

Se consideran PDIs a aquellas personas que, aun permaneciendo en su propio país de origen, deciden abandonar su hogar por razones de inseguridad. Siguen así bajo la protección del Gobierno local, aunque paradójicamente sea éste en buena medida el causante del conflicto, como es el caso de Sudán del Sur. Además, las más de 50 tribus que existen en el país propician que los procesos de integración que encuentran los desplazados al abandonar sus ciudades de origen sean muy complejos.

Por su parte, la cifra de personas que deciden establecerse en alguno de los países fronterizos de Sudán del Sur es mucho menor, debido a las dificultades humanitarias, económicas e incluso psicológicas que supone para los emigrantes abandonar un país por el que han luchado durante varios lustros. A pesar de ello, el recrudecimiento de la situación y el incremento de sucesos violentos acaecidos durante los últimos meses está provocando una oleada de refugiados que tratan de abandonar el país.

De acuerdo con la cifras proporcionadas por ACNUR, un 70% de la población civil considerada refugiada son niños. Esto constituye, sin duda, una amenaza potencial para el futuro del país, que necesita de protección internacional y de ayuda humanitaria urgente para subsistir. Además de los niños, hay otro colectivo cuya vulnerabilidad se ha incrementado a lo largo de los últimos meses; se trata de las mujeres, segmento clave en la sociedad sursudanesa para garantizar el próspero desarrollo de un país en donde la figura de la mujer es vilipendiada y despreciada.

Nuevas estrategias que fomentan el conflicto interno: la inseguridad

El problema va más allá de una cuestión de género, presente todavía a día de hoy en tantos países, y no únicamente en aquellos subdesarrollados. Supone también una grave cuestión de seguridad que impide a Sudán del Sur y a su población impulsar, siquiera, un mínimo desarrollo. Anteriormente, la violencia sexual suponía una especie de instrumento dentro del conflicto. Pero el modo de hacer la guerra ha sufrido una importante transformación, pasando las violaciones, el maltrato o la humillación a ser componentes inherentes a éstas. Incluso la búsqueda de la muerte tanto de mujeres como de niñas es una realidad fomentada por el conflicto interno. Y Sudán del Sur es el vivo ejemplo de este tipo de cambios.

La principal consecuencia de estos actos es el rechazo, por parte de los propios familiares o de la comunidad en general, de aquellas mujeres que han sufrido abusos. Se trata de acabar, mediante la ruptura de los vínculos más cercanos, con la estructura social de las minorías étnicas. A medio plazo, el aumento de estos sucesos podría conllevar la desaparición de ciertas tribus con escaso protagonismo, circunstancia que podría calificarse de limpieza étnica. Estaríamos hablando entonces de una estrategia efectiva para conducir un conflicto. Todo esto se suma, por ejemplo, a los matrimonios forzosos que, durante décadas, han supuesto de igual manera abusos y violencia sobre las niñas de entre 15 y 19 años.

Es conocido el resultado de atrocidades como estas. Los niveles de SIDA en el país han aumentado en los últimos años. Una enfermedad provocada de modo intencionado que, una vez más, pretende frenar el desarrollo de ciertas regiones del país o de minorías étnicas. Naciones Unidas estima que 190.000 personas sufren SIDA en Sudán del Sur y que solo en torno a un 10% de los afectados puede recibir tratamiento. La situación, además, se agrava por momentos, pues en la actualidad se estima que unas 50 personas resultan infectadas cada día.

La indefensión procedente de la inseguridad también puede verse acentuada por el sistema legal establecido en el país. La existencia de un derecho consuetudinario supone, por un lado, el menor coste de los procesos judiciales, a los que pueden someterse las mujeres sursudanesas al reclamar, por ejemplo, su derecho a ciertas tierras. Este abaratamiento del proceso, junto con la no necesidad de desplazamiento a tribunales situados en grandes ciudades, supone una mayor accesibilidad a la justicia.  

Por su parte, el derecho estatutario, es decir, aquel que proviene del Estado y que incluye la constitución, los cuerpos legislativos y los precedentes jurisdiccionales, es de difícil alcance para las mujeres, especialmente para aquellas que habitan en zonas rurales o aquellas consideradas PDI. Junto con su elevado coste, son comunes las prácticas discriminatorias hacia las mujeres por parte de jueces y demás personal del orden, debido a las diferencias sociales y culturales.

La realidad es que dentro de cada una de las más de 50 tribus que componen Sudán del Sur, cada una de ellas posee un derecho consuetudinario, no escrito, que también da paso a la arbitrariedad y a la indefensión. Además, en muchos de los casos, las mujeres desconocen las posibilidades que les ofrece la Justicia para reclamar, o no saben cómo acceder a estas posibilidades. Tal argumento se ve reforzado por la baja tasa de alfabetización de las mujeres, que asciende a un 16%.

De tal modo, puede decirse que los problemas causados por la inseguridad forman parte de una estrategia desarrollada dentro del conflicto interno por todos los bandos participantes, que apunta a la mujer como principal blanco, por suponer éstas realmente el futuro de Sudán del Sur, al menos mientras el conflicto perdure.

Derechos de tierra, vivienda y propiedad como solución para las mujeres consideradas PDI

Son precisamente las mujeres sursudanesas las consideradas pilar fundamental en la estructura familiar. Debido al conflicto, su responsabilidad para con la familia ha aumentado considerablemente, e incluso en mayor medida para aquellas consideradas personas desplazadas internamente. Los hombres pasan a formar parte de la guerra cobrando salarios bajos, dejando a sus hijos en manos de sus esposas y quedando, a la postre, gran parte de ellas viudas.  Es por ello de especial trascendencia garantizar los derechos a la tierra, a una vivienda y el derecho de propiedad al colectivo femenino, que se muestra más indefenso ante el conflicto.

La reconocida posesión de un hogar y de unas tierras por parte de las mujeres está legalmente recogida tanto en cuerpos legales, como en la Ley de Tierras vigente desde 2009, como por la jurisprudencia constitucional del país. Aunque la capacidad de registrar tierras a su nombre es supuestamente cada vez mayor, forma también parte de la normativa sursudanesa la realidad por la cual las mujeres adquieren los derechos de los maridos, pero no los suyos propios. Esto es, existe una dependencia de la mujer hacia el hombre en lo que a la adquisición de derechos se refiere.

En la práctica diaria de esta problemática, las mujeres viudas, solteras o sin familia son privadas del acceso o control sobre unas tierras. Su no dependencia hacia un hombre las convierte en “extranjeras” ante los tribunales, impidiendo la integración de aquellas desplazadas que vuelven a sus poblaciones de origen. Esto es especialmente relevante cuando las mujeres son madres, ya que si pudieran disfrutar de la herencia de esas tierras estarían garantizando un futuro y una forma de supervivencia a sus descendientes.

Por si hasta este punto no fuera suficiente, con el elevado coste que supone el registro oficial de las tierras, la comercialización de éstas dificulta a las mujeres desplazadas la recuperación de sus antiguas parcelas. Su desconocimiento les impide recibir una compensación y son con frecuencia realojadas en zonas inseguras, con difícil acceso a agua o madera, y con apenas posibilidad de escolarización de los hijos.

En el marco de las relaciones internacionales, se reconoce el derecho de propiedad como pieza angular en el crecimiento de los países más subdesarrollados. En el caso particular de Sudán del Sur, la garantía de estos derechos supondría uno de los principales remedios para la correcta integración de las mujeres desplazadas a causa del conflicto interno. No solo se vería reducido el riesgo a la desprotección de este colectivo, sino que además fomentaría su capacidad de proporcionar tanto un presente como un futuro a sus descendientes. El derecho de propiedad funciona, además, como medio de acceso a los recursos financieros, ofreciendo una vivienda o unas tierras como garantía de la devolución de un crédito. Todo el proceso puede resultar no solo en una mejora en las condiciones de vida, sino también en un incremento en la productividad o desarrollo de la economía familiar.

El papel de la corrupción a la hora de garantizar estos derechos

De los 168 países que el llamado Corruption Perception Index tiene en cuenta para establecer un orden según los niveles de corrupción, Sudán del Sur ocupa el lugar 163, con apenas 15 puntos sobre 100 –el 0 corresponde a un país completamente corrupto–. Estos guarismos reflejan a la perfección la situación política del país y la inestabilidad que esto provoca en la población civil.

En cuanto a los abusos sexuales a mujeres y niñas se refiere, confirma Naciones Unidas la trata de éstas como forma de salario que reciben las fuerzas gubernamentales, especialmente la denominada SPLA (Armada Popular de Liberación de Sudán) a cambio de sus labores de combate y protección. Así, sólo entre los meses de abril y septiembre de 2015, en la provincia sursudanesa de Unity, se recogieron 1.300 denuncias por violación, según la propia Organización de las Naciones Unidas. Estos crímenes, considerados por la ONU crímenes contra la Humanidad, quedan impunes al ser el propio Gobierno el que los autoriza, fomentando que se repitan con mayor frecuencia entre todos los bandos combatientes.

En lo que se refiere a términos legales relacionados con la propiedad y las tierras, a pesar del reconocimiento de titularidad de las parcelas, se han dado ocupaciones ilegales por parte de soldados, oficiales del gobierno o de familias adineradas con capacidad de ejercer una influencia tanto en las comunidades como en el Gobierno. Además, las fuertes inundaciones que han tenido lugar en los últimos años de forma periódica han creado una mayor necesidad de tierras aptas, lo que ha traído consigo un incremento en el control del Estado de propiedades ajenas de acuerdo con sus intereses. Este desigual reparto de las tierras afecta en mayor medida, como era de esperar, a aquellas mujeres que vuelven a sus poblaciones de origen.

Sudán del Sur, uno de los países más corruptos del mundo. Fuente: Transparencia Internacional
Sudán del Sur, uno de los países más corruptos del mundo. Fuente: Transparencia Internacional

Cómo fortalecer la imagen de la mujer en Sudán del Sur. Posibles soluciones

Existen varias formas de abordar la situación de Sudán del Sur. Probablemente, todas ellas incluyen un importante cambio político o una reforma sustancial de las principales instituciones, ya que la pobreza extrema del país dificulta sobremanera que los ciudadanos puedan salir adelante por sus propios medios.

Una vez encaminada la democratización de los órganos de Gobierno como palanca fundamental del cambio, se antoja necesaria una profunda reforma en sectores como la Educación o la Sanidad, cruciales ambos para el desarrollo del país. Más adelante, será vital atender a otras lacras patentes como son la corrupción o el papel de la mujer en la Sociedad y en instituciones públicas como el Parlamento, donde tan solo ocupan el 24,3% del total de los escaños.

En este escenario, la participación de organismos internacionales se considera necesaria. Así, por ejemplo, la Corte Internacional de Justicia podría convertirse en observador garante de la independencia e imparcialidad de los tribunales. También puede actuar como asesor para tratar que casos tan graves como la violencia extrema o la violación de derechos fundamentales dependan en todo punto de un derecho consuetudinario arbitrario peligrosamente cambiante.

Del mismo modo, la sociedad internacional debería hacerse cargo del problema y colaborar en consecuencia para la inclusión del colectivo femenino en la toma de decisiones trascendentes, en negociaciones y en conversaciones de Paz. Su participación en cuestiones extraordinarias, sin duda ayudaría a que el papel de la mujer en la vida ordinaria fuera, poco a poco, tomando más valor.

Los movimientos ciudadanos liderados por aquellos sursudaneses que han tenido una mejor educación también tienen una importancia capital. Gracias a su perspectiva más amplia de la sociedad local y global, estos movimientos están llamados a garantizar aquello que en los países más desarrollados se consideran Derechos Fundamentales.

Presencia de ayuda en el país según organizaciones y sectores. Fuente: OCHA
Presencia de ayuda en el país según organizaciones y sectores. Fuente: OCHA

Otra traba importante del conflicto es la escasa repercusión que éste tiene en países desarrollados. Al no verse afectados de modo directo, tanto los estados como las organizaciones supranacionales hacen oídos sordos a una realidad que aún no ha calado, ni tiene visos de hacerlo, en la opinión pública occidental. Como consecuencia, son las Organizaciones No Gubernamentales, sobre todo las internacionales, las que asumen, por su cuenta y riesgo, la responsabilidad de ayudar en la zona.

Como se ha visto, la cruda realidad que atraviesa Sudán del Sur es resultado de diversas cuestiones. Entre ellas destaca el fuerte arraigo cultural de una sociedad anclada en la tradición. Tal involución afecta de modo directo e inmediato a otros aspectos políticos, económicos y sociológicos y tiene como principal víctima a la mujer, utilizada por el hombre como mercancía y relegada de continuo a un segundo plano por instituciones públicas y privadas. En los movimientos ciudadanos y en la educación de las generaciones venideras está la esperanza de un país imberbe que pide Paz como principal premisa para el cambio.

Fuente: http://elordenmundial.com/2016/08/18/el-estigma-de-ser-mujer-en-sudan-del-sur/

Imagen tomada de: https://es.jrs.net

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África y la Unión Africana

África / Agosto del 2016/ Noticias/www.geeskaafrika.com

 

La Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la IGAD Plus celebró su segunda cumbre extraordinaria el viernes pasado (5 de agosto) en Addis Abeba, para discutir la situación en el sur de Sudán. Las llamadas de reuniones aprobado para una fuerza de protección regional que se desplegarán en Juba. Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su apoyo a una fuerza tal que se enviará a Juba.

Etiopía

La conferencia anual de embajadores, cónsules generales, directores generales y se llevó a cabo esta semana, con las deliberaciones que se centran en las áreas temáticas y ejes estratégicos que el Ministerio tiene la intención de orientar y dirección durante el año fiscal en curso (2008-2009, calendario etíope. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Etiopía organizó un día de celebración para el cuerpo diplomático con sede en Addis por su continuo apoyo a la elección de Etiopía como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en una recepción celebrada el jueves «¡Gracias!» (11 de agosto, 2016) en el Sheraton Addis.

La Comisión de Gestión del Riesgo de Desastres Nacional el viernes (12 de agosto) dijo que el impacto de la sequía provocada por El-Nino ha estado reduciendo hacia abajo. Mitiku Kassa, Comisionado de la Comisión Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres señaló que las actividades de rehabilitación que el gobierno ha supervisado en los últimos meses se admiten aquellos que estaban en necesidad de ayuda alimentaria a ser autosuficientes.

La reunión conjunta de África y el Foro Asiático de Parlamentarios sobre Población y Desarrollo se inició esta semana el miércoles (10 de agosto) en Addis Abeba. Los participantes del foro deliberarán sobre cuestiones de población, salud pública, asociación mundial y la seguridad alimentaria. En su intervención en el foro conjunto de árbol días, Honorable Gemeda Abadulla, Presidente de HPR señaló que el éxito de Etiopía en la consecución de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) podría servir como modelo para otros países.

El presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud que había estado en Jigjiga, Etiopía Estado Regional Somalí esta semana (10 de agosto) señaló que el federalismo de Etiopía, y la estructura de gobierno es un modelo para otros países.Durante el intercambio de experiencias gira, el presidente somalí tomó nota de los logros del Estado Regional Somalí de Etiopía ha presenciado en los ámbitos de la paz, el desarrollo y el buen gobierno.

Etiopía será el anfitrión de la 66ª Sesión del Comité de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Regional para África (RC 66) del 19 al 23 de de agosto de 2016, en el Centro de Conferencia de las Naciones Unidas (CINU) en Addis Abeba

esfuerzo de Etiopía para designar el sistema Gada como las Naciones Unidas la Cultura lista del patrimonio (UNESCO) mundial para la Educación, la Ciencia y se está moviendo en una dirección correcta señalización resultados fructíferos, dijo el miércoles (10 de agosto) Cultura del Estado Regional de Oromia y Turismo Oficina Head, Getu Weyesa.

Ministro de Relaciones Exteriores de Etiopía está trabajando para asegurarse de que 438 migrantes etíopes encarcelados en Zambia y Zimbabwe son repatriados.

Eritrea

Presidente Isaias abrió oficialmente el Festival Nacional de Eritrea 2016 el sábado (6 de agosto) en Asmara. Que se celebra bajo el lema «Festival: el fundamento de la unidad y diversidad», el festival continuará hasta el 14 de agosto de relieve los recursos naturales y culturales de Eritrea con pabellones que reflejan la diversidad cultural, espectáculos artísticos, obras e innovaciones creativas, así como exposiciones de diferentes productos.

A principios de este mes, Abraham Tesfalul Zere, el director ejecutivo del PEN Eritrea, que trabaja en favor de los escritores de Eritrea y periodistas atacados por el gobierno, ya sea en el extranjero o en Eritrea, incluyendo los muchos periodistas encarcelados allí, ha mostrado su preocupación por la forma en que los eritreos eran que sufre de «una cultura del miedo que va más allá de las fronteras». 

Kenia

Un portavoz de la casa del estado dijo la secretaria de Estado de Estados Unidos, John Kerry visitará Kenia de agosto de 21-22. Se espera que las conversaciones con el presidente Kenyatta y Asuntos Exteriores secretario del gabinete, Amina Mohamed, para cubrir la situación en el sur de Sudán y la seguridad en Somalia. En su visita del año pasado Kerry instó a Kenia de no cerrar Dadaab y pidió a los líderes en conflicto de Sudán del Sur para formar un gobierno de transición. También se espera para alentar al gobierno para llevar a cabo las reformas electorales, así como aplicar los acuerdos sobre el tráfico de drogas y la corrupción.

Presidente Adjunto William Ruto ha viajado a Brasil para apoyar al equipo de Kenia en los Juegos Olímpicos. Su visita también subraya que Kenia valora su relación con Brasil. Brasil abrió una misión diplomática en Nairobi en 1967; Kenia abrió su embajada en Brasilia en 2006.

Somalia

Después de su reunión la semana pasada, el Foro Nacional de Liderazgo somalí emitió un comunicado detallando un nuevo calendario para las elecciones federales de Somalia, el aplazamiento de las elecciones legislativas de agosto a octubre, y la elección presidencial el 30 de octubre.

Dos de los candidatos presidenciales desafiantes Presidente Hassan Sheikh Mohamud, Abdirahman Mohamed Farole y Haji Ali Warsame, han protestado por la extensión de la tenencia del Presidente del 10 de septiembre al 30 de octubre que calificó de «inconstitucional incompatible». Afirman la extensión da el Presidente y otros titulares de oficina actual «oportunidades desleales». Piden la presidenta del Parlamento, Mohamed Sheikh Osman Jawari, de asumir la presidencia hasta las elecciones el 30 de octubre.

Componente de policía de la AMISOM se graduó 199 reclutas de la policía esta semana en Baidoa, capital del estado del oeste del sur. Los reclutas, el tercer grupo de graduarse en el estado en los últimos 18 meses, habían completado un programa de entrenamiento intensivo de tres meses. El número de agentes de policía que han completado el programa de entrenamiento es ahora 600.

Mohamed Hussein Odowaa, Ministro Federal del Interior dijo después de la reunión del Foro Nacional de Liderazgo que era «muy optimista» de que un estado regional constituida por regiones de Shabelle Medio Hiiraan y ahora sería formada antes de la elección. Dijo que el ministerio ahora sería la organización de reuniones entre políticos e intelectuales de las dos regiones para discutir el proceso de formación.

El primer embajador de Estados Unidos en Somalia en 25 años se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores Abdisalam Omar Hadliye en Mogadiscio y presentó sus credenciales el martes (9 de agosto). Dijo que el nombramiento de un embajador en Somalia era «un signo de los fuertes lazos entre los dos países», y que estaba contento de tener la oportunidad de ayudar al pueblo de Somalia a construir una nación pacífica con un gobierno democrático estable.

Sudán del Sur

El Secretario General de la ONU emitió un comunicado el domingo (7 de agosto) la bienvenida al comunicado de la Cumbre de la IGAD Plus y pidió a todos los líderes de Sudán del Sur a un lado sus diferencias personales y demostrar su compromiso con la aplicación del Acuerdo sobre la Resolución de la El conflicto en el sur de Sudán. Él dijo que sigue profundamente preocupado por la lucha continua y pidió el cese inmediato de las hostilidades. Hizo un llamado a todas las partes a mantener su responsabilidad de proteger a los civiles y exigió que se tomen medidas inmediatas para hacer rendir cuentas a los responsables de la actividad criminal.

Sudán

Cuatro grupos de oposición de Sudán, tras conversaciones con el jefe del Grupo de Alto Aplicación de la Unión Africana, Thabo Mbeki, firmaron el Plan de trabajo para la Paz en Addis Abeba, el lunes (8 de agosto). Los cuatro, parte del paraguas de la oposición, Sudán llamada, accedió a firmar después de recibir garantías de AUHIP sobre sus principales preocupaciones.

 

 

 

Fuente: http://www.geeskaafrika.com/22917/this-week-in-the-horn-2/

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ACNUR advierte del hacinamiento y falta de fondos ante la agudización de la crisis de desplazamiento en Sudán del Sur

África/Sudan del Sur/ 13 de agosto de 2016/ Fuente: ACNUR

Con miles de refugiados huyendo de Sudán del Sur, los países vecinos están sufriendo la presión derivada del elevado número de personas desplazadas y de la grave falta de financiación necesaria para atenderlas. La región acoge ya a 930.000 refugiados y su número aumenta cada día. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está muy preocupada porque a pesar de que la población refugiada crece, los fondos para cubrir sus necesidades básicas se están agotando.

El estallido de la violencia en Yuba en julio parece haber inclinado la balanza contra una inminente solución política del conflicto en Sudán del Sur. Hay numerosos informes de enfrentamientos armados esporádicos, violaciones de derechos humanos, incluyendo violencia sexual y de género por parte de grupos armados, y sobre el empeoramiento de la inseguridad alimentaria, lo que inflige un inmenso sufrimiento. Las condiciones de seguridad son impredecibles, debido a los informes de la reanudación de los combates en los estados de Ecuatoria Central y Occidental, Bahr el Ghazal Occidental, Alto Nilo y partes de Unity.

Lo que agrava aún más la situación es el deterioro de la economía, que ha sufrido un aumento de la inflación sin precedentes, del 600 por ciento en el último año. Esta es la situación cuando se acerca el aniversario del acuerdo de paz, firmado en agosto de 2015. En áreas consideradas previamente estables, como Gran Ecuatoria y Gran Bahr-el-Ghazal, unas 200.000 personas se han visto obligadas a huir de la violencia.

Uganda y Sudán han recibido 110.000 y 100.000 recién llegados respectivamente en 2016, sumando conjuntamente más del 90 por ciento de las llegadas contabilizadas en la región durante este año. La mayoría de los que huyeron a Sudán llegaron en los primeros seis meses del año debido a los combates en áreas previamente estables en el estado de Bahr el Ghazal Occidental, así como al deterioro de la seguridad alimentaria. Además de los números de refugiados, hay 1,61 millones de personas desplazadas dentro de Sudán del Sur.

En el caso de Uganda, tres cuartas partes de los refugiados llegaron tras el estallido del conflicto en julio, alcanzando picos de más de 8.000 personas en un día. Los testimonios de los recién llegados, de los cuales el 90 por ciento corresponden a mujeres y niños sobre todo de Yuba y otras partes de Ecuatoria Central, señalan un colapso del orden público en las zonas de las que son originarios. Los refugiados describen una violencia incontrolada, que incluye asesinatos, enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y grupos armados, robos y extorsiones por parte de estos últimos, que además impiden la salida de quienes no pueden pagar, así como agresiones sexuales a las mujeres. Los refugiados también cuentan que estos grupos armados están secuestrando niños mayores de 12 años en los colegios y amenazando a la población. También se apunta a un alza de las desapariciones de personas.

El Gobierno de Uganda ha abierto un nuevo asentamiento en el noroeste del país, en Yumbe, con capacidad para más de 100.000 personas. Se necesitan fondos de manera urgente para acelerar la reubicación de más de 45.000 refugiados que están en centros de recepción y de tránsito sobrecargados y severamente congestionados. Con tanta gente viviendo en un espacio tan limitado, la posibilidad de que se produzcan brotes de enfermedades es alta. Los equipos de ACNUR están supervisando de cerca la situación, pero se necesitan más recursos para responder eficazmente. Con algunos centros de recepción a más de cinco veces su capacidad, resultan críticas las intervenciones en materia de protección, particularmente las centradas en la prevención y la respuesta a la violencia sexual y de género, incluyendo servicios psicosociales. El elevado número de refugiados está sobrecargando los servicios locales de salud y educación.

El desarrollo del asentamiento Maaji III, que se abrió a principios de año, se ha visto paralizado, dejando a las instalaciones sin infraestructuras ni servicios básicos clave: por ejemplo la atención médica se está proporcionando en tiendas de campaña. En Adjumani, a unos 20 km de la frontera con Sudán del Sur, el abastecimiento de agua potable se hace a través de camiones cisterna -lo que ya de por sí resulta caro- hasta que se disponga de los recursos necesarios para perforar más pozos y ampliar los sistemas hídricos para que lleguen a las nuevas áreas de asentamiento. Adicionalmente, se precisará una inversión adicional importante para abrir nuevos asentamientos en los distritos de Adjumani y Yumbe.

Las lluvias torrenciales obstaculizan los esfuerzos de ayuda, retrasando las labores de reubicación y provocando daños en las carreteras. Se teme que, en caso de que se produzcan brotes de enfermedades, las capacidades y recursos existentes resulten insuficientes para responder de manera eficaz.

Ante la desesperada necesidad de la población de refugiados sursudaneses, cuyo número asciende ya a 930.000, ACNUR se enfrenta a una crítica escasez de fondos. Con un 20% de los fondos necesarios recibidos -122 millones de dólares sobre 608,8 millones- que ACNUR necesita para proporcionar asistencia a los refugiados en Sudán del Sur y en los seis países de asilo, muchas actividades se han visto suspendidas para poder proporcionar apoyo esencial a los recién llegados. Las regiones remotas de Uganda, Sudán, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana son las más afectadas por esta escasez, ya que ACNUR no contaba previamente allí con personal. Etiopía y Sudán, que han experimentado una afluencia masiva de llegadas, se han visto asimismo fuertemente afectados.

ACNUR elogia la generosidad de los países que mantienen sus fronteras abiertas a los refugiados sursudaneses y les proporcionan terrenos para establecerse. En particular, la Agencia aplaude la generosa legislación y el régimen normativo ugandés sobre refugiados, que entre otros beneficios permite a los refugiados tener libertad de circulación, derecho a buscar empleo y pone a su disposición parcelas de tierra en los que construir sus hogares y poder cultivar.

ACNUR apela a la comunidad internacional a que apoye a los países de asilo para proteger y asistir a los refugiados sursudaneses. La continuada escasez de fondos supondrá mayores desventajas para mujeres, niños y hombres que necesitan urgentemente de ayuda para superar el trauma del desplazamiento forzado y emprender la senda de la recuperación, la dignidad y la autosuficiencia. La incapacidad para proporcionar alimentos, cobijo, servicios básicos, asistencia psicosocial, educación y medios de subsistencia aumenta y prolonga la vulnerabilidad de la población refugiada.

Fuente:http://www.acnur.org/noticias/noticia/acnur-advierte-del-hacinamiento-y-falta-de-fondos-ante-la-agudizacion-de-la-crisis-de-desplazamiento-en-sudan-del-sur/

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