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Gerencia proactiva: una óptica del hacer para la pertinencia de la universidad actual

Autor: Darvin Antonio Vegas Contreras

Odontólogo, Profesor Universitario

Magíster en Gerencia de Salud Pública

Participante del doctorado en ciencias administrativas de la UNERG

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos

Correo electrónico: darvinantoniov@gmail.com

 

RESUMEN

La investigación titulada gerencia proactiva: una óptica del hacer para la pertinencia de la universidad actual, tuvo como propósito develar los referentes epistémicos que suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual. Paradigmáticamente, se basó en la postura postpositivista de la ciencia con enfoque cualitativo y método hermenéutico, tomando como orientación de abordaje la propuesta metodológica de Habermas. Se tomó como escenario el Área de Odontología de la Unerg, siendo los informantes tres docentes con función directiva. Para la aprehensión de la información se utilizó la entrevista en profundidad a través de libreta de anotación. La información obtenida fue procesada por medio de la técnica de categorización, estructuración, contrastación y síntesis conceptual. Los hallazgos permitieron inducir que es valiosa la esencia de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social. Se capta que la intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad.  Se concluyó que la gerencia proactiva universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.

Palabras clave: gerencia proactiva, pertinencia social, universidad.

 

PROACTIVE MANAGEMENT: AN OPTICS OF DOING FOR THE RELEVANCE OF THE CURRENT UNIVERSITY

 

SUMMARY

 The purpose of the research entitled proactive management: a perspective of doing for the relevance of the current university, was to reveal the epistemic references that imply the configuration of proactive management in the context of the relevance of the current university. Paradigmatically, it was based on the postpositivist position of science with a qualitative approach and hermeneutic method, taking Habermas’s methodological proposal as its approach. The Unerg Dentistry Area was taken as the setting, with the informants being three teachers with a managerial function. To capture the information, an in-depth interview was used through a notebook. The information obtained was processed through the technique of categorization, structuring, contrasting and conceptual synthesis. The findings allowed us to conclude that the essence of academic activity is valuable to achieve substantial changes from the transfer of knowledge, science and technology to solve social problems. It is understood that the intentionality of the common academic does not row in the same direction and behind the managerial action there are knowledge, intentions and purposes that do not contribute to the concert of the university in the community in an indissoluble bond, substantiated by principles and values ​​of commitment. manifestos in the university-community axis. It was concluded that proactive university management must examine the basis that bases the development of its actions by articulating the functions of teaching, research and extension, since the management philosophy must involve the actors of university life through their participation. in the realization of intervention goals and links with community reality.

Keywords: proactive management, social relevance, university.

 

Introducción

Hoy, constituye un verdadero desafío llevar a cabo acciones encaminadas a afrontar los constantes cambios que se manifiestan en las organizaciones del siglo XXI, productos de los variadas transformaciones sociales que se generan en el devenir de la sociedad, y que paralelamente han desarrollado nuevos retos en el campo de las ciencias sociales y gerenciales. Desde esta mirada las acciones que se desarrollan en las organizaciones deben afrontar permanentes orientaciones hacia el cumplimiento de los objetivos organizacionales, y al mismo tiempo, mantenerse como estructuras sociales competitivas y con visión de éxito.

Es así como las universidades en el devenir de la sociedad también se han ido trasladando en un carácter más social, a los fines de fortalecer bajo un criterio responsable su accionar a través de la docencia,, investigación y extensión. A las ideas antes expuestas, se asocia la práctica de conceptos como el de la responsabilidad, la cual  etimológicamente deriva del latín “responder”, sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Española (2014),  contempla cuatro acepciones del término responsabilidad:

  • Cualidad de responsable; 2) deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal; 3) cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado; y, 4) capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.

 

En la perspectiva que aquí se adopta, las diversas concepciones vistas para el término describen aspectos relacionados a la idea del deber, del compromiso legal o moral que, a su vez, indirectamente se dirigen hacia otros ámbitos. La responsabilidad en un sentido más amplio o visto desde otra óptica plantea la obligación que debe existir entre las partes para el cumplimiento de una o diversas relaciones o funciones. Desde este ángulo, se puede manifestar la responsabilidad pero en lo que representa la acción gerencial en el contexto de las universidades.

Así pues, la responsabilidad social universitaria beneficia a la comunidad estudiantil en el proceso de comprender que su existencia está estrechamente ligada con la prosperidad de otros, con el mundo externo y político que está alrededor de ellos. Hacen una diferencia en la vida diaria apoyado por sus opiniones y valores, enriqueciendo nuestras vidas en las diversas culturas y razas. En este sentido, las comunidades  van construyendo y desarrollando un sentido de responsabilidad social, demandando destrezas sociales tales como comunicación, cooperación, manejo de conflictos y toma de perspectiva.

Al respecto, Rivero y Goyo (2012) manifiestan que “las universidades tienen la responsabilidad de crear y colocar a disposición de la sociedad saberes pertinentes, para estar así a la vanguardia en el tratamiento de los temas políticos y sociales desde la perspectiva de una institución con una gerencia ética responsable” (p.7). En este sentido, se considera que la gerencia universitaria debe enfatizar una gestión del conocimiento oportuna y pertinente con el fin de ponerlo al servicio de la colectividad;  gerencia universitaria como gerencia de servicios, ética y responsable con todos sus grupos de interés.

Por ello, la universidad tiene una repercusión social importante y, por lo tanto, si se integrara de manera decidida el concepto en su gestión y en todas sus áreas de actuación, dicha acción contribuiría a su consolidación en el resto de la sociedad. Las instituciones de educación universitaria en todo el mundo han comenzado a adoptar los temas de sostenibilidad comprometiendo sus facultades, escuelas, programas y comunidades en estos esfuerzos, dando lugar al desarrollo de la integridad y valores éticos en las organizaciones y en sus relaciones con los stakeholders. Dentro del ámbito universitario, los stakeholders tienen un papel importante desde el punto de vista de la investigación y su potencial educativo en el desarrollo de las economías nacionales e internacionales.

Por lo tanto, es necesario desarrollar el concepto de los stakeholders desde el punto de vista de las universidades (Tetrevová y Sabolová, 2010). De allí, que existe la necesidad de realizar un estudio de la integración de la responsabilidad social, como nuevo sistema de gestión de las organizaciones específicamente para las universidades, y formalizar una evaluación del comportamiento social y responsable que permitirá instituir sistemas más transparentes para las instituciones universitarias.

En España, el ochenta y cinco por ciento del presupuesto de la universidad pública se financia a través del Estado. Por lo tanto, parece evidente que tanto la comunidad universitaria como la sociedad en general, tienen derecho a conocer más a fondo el modo en que se utilizan los recursos públicos destinados a la universidad y cuáles son los resultados económicos y sociales que se están obteniendo.

En este orden de ideas, la gerencia universitaria proactiva pareciera requerir de  habilidades para responder a los desafíos señalados anteriormente, con decisiones que conduzcan a potenciar en las comunidades académicas sus capacidades, habilidades y recursos, para lograr desempeños superiores que las lleven a la sostenibilidad. De igual manera, la gerencia universitaria no puede perder de vista la necesidad de integración de las dimensiones: investigación, docencia y extensión, por un lado, y por el otro, a sus grupos de interés, en el marco de la denominada autonomía universitaria.

En este contexto, las universidades deben estar en capacidad de fomentar los medios o mecanismos que sirvan de canales de comunicación para que los grupos de interés puedan a su vez ser capaces de exponer y manifestar sus expectativas y requerimientos; de esta forma se captarán sus necesidades y se podrá evaluar en qué grado han sido satisfechas por la institución.

A la luz de lo precitado, se establece como inquietud investigativa la que se enuncia a continuación: ¿Qué referentes epistémicos suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual?

Teleológicamente, la investigación para dar respuesta a la inquietud presentada, ha fijado como propósito: Develar los referentes epistémicos que suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual.

Consideraciones Conceptuales

Gerencia

La gerencia se refiere a las articulaciones administrativas y directivas de las organizaciones, que efectúan actividades de planificación, dirección y control, a objeto de utilizar sus recursos con la finalidad de alcanzar objetivos comúnmente relacionados con beneficios económicos y sociales.

Harman, citado por Kliksberg (1994), denota que la gerencia se entendía tradicionalmente como la dirección de recursos humanos, materiales y financieros hacia determinados objetivos. Hoy correspondería traducir totalmente el concepto. Gerenciar no es sólo dirección hacia determinados objetivos, sino que es facilitar las condiciones para que los recursos humanos de la organización respondan individual y creativamente a un medio que requiere adaptaciones permanentes, es facilitar espacios de creación colectiva y permanente.

En tal sentido, adquiere fuerza la concepción del capital humano e intelectual, que a través de su talento, logra enfrentar situaciones de dificultad, incertidumbre, cambio y competencia, gracias a la dirección, no de un gerente directo, sino de las propias intuiciones, experiencias pasadas y habilidades para recolectar, crear, recrear y aplicar nuevos conocimientos. Esto se debe, de acuerdo a Lira (2005), al hecho de que:

La gestión de la innovación; así como las organizaciones en general, públicas y privadas, ameritan un continuo análisis y seguimiento de las variables del contexto externo que le impactan. En este sentido, cabe destacar que la gente es la que hace la innovación y de allí que su gestión y dirección juegan un rol clave. Los profesionales de las relaciones industriales y de recursos humanos, más que nunca, necesitan conocer la manera de llegar a entender y comprender la complejidad de lo que significa lo externo y su impacto…lo que se presencia es la perfecta invitación a conocer y a posicionarse como agentes de cambio en la instalación de la creatividad e innovación sin descuidar en ningún momento, el impacto del contexto externo…Sin embargo, desde la perspectiva de la gestión de recursos humanos  o en su más actualizada tendencia: capital humano, gestión humana o del talento, es mucho el camino por recorrer. En este sentido, lo que se tiene por delante son retos, entendimiento y ejecución de prácticas de gestión de talentos que apoyen los procesos de creatividad e innovación en las organizaciones (pp. 1-3)

De esta manera, la creatividad y la innovación son claves, en el proceso que implica hacer gerencia, sumando estos ingredientes a conceptos más clásicos que se basan exclusivamente al manejo de recursos, llegando hasta lo que Kliksberg (ob. cit.), plantea como diferenciarse de un modo significativo, como un recurso estratégico, no generalizado. Es tratar de lograr la meta prevista mediante la aglutinación del esfuerzo colectivo, lo cual sin duda denota las características de las sociedades humanas.

Aunado a lo precedente, para Koontz (1998), la gerencia es el arte de relacionar todas las facturas del manejo de una organización en busca de una mayor competencia. Cada caso lleva implícita una convicción de que la gerencia es un vasto campo cognoscitivo, que consiste en actividades que tienen como finalidad el manejo eficaz de las organizaciones, el uso inteligente de la técnica, la preparación adecuada de la gente y el logro de la excelencia organizacional.

Gerenciar en la actualidad, implica interrogantes muy particulares, ligadas a las características y objetivos de las organizaciones. El entorno en el que se desarrolla, es un entorno global que se encuentra en proceso acelerado de transformación constante y que incide en los parámetros en los que se mueve cualquier tipo de administración.

Estas transformaciones afectan los planos económicos, políticos, tecnológicos. Los cambios de velocidad acelerada, así como la mayor profundidad de sus implicaciones, se presentan como el resultado de lo que se denomina complejidad. Por otra parte, un signo fundamental de ésta es la incertidumbre misma. En situaciones donde todo cambia permanentemente, la recomendación elemental es maximizar la flexibilidad de la organización, dotándola con las mejores condiciones de adaptabilidad. Si se pone el énfasis en estructuras fijas, permanentes, rígidas, se está yendo en el sentido opuesto a lo conveniente para la propia supervivencia.

Un modelo gerencial complementario, es necesariamente exclusivo con respecto a uno basado en la planificación estratégica, puesto que la segunda, a decir de Castellano (2004), consiste en el mantenimiento y determinación de la propia organización con el entorno, a través de la determinación de objetivos y el esfuerzo sistemático para su consecución.

De acuerdo a la definición aportada por Romero (2003), la gerencia estratégica puede definirse como la formulación, ejecución y evaluación de funciones que admitan a una organización logre sus objetivos. La formulación de las estrategias incluye la identificación de debilidades y fortalezas internas de una organización, la determinación de las oportunidades y amenazas externas de una empresa, el establecimiento de misiones de la compañía, la fijación de objetivos, el desarrollo de estrategias alternativas, y la disposición de cuáles distinguir.

Es un proceso apasionante que permite a una organización se preactiva en vez de reactiva en la formulación de su presente. El proceso de gerencia estratégica se puede describir como un enfoque objetivo y sistemático para la toma de decisiones en una organización…, se trata más bien de organizar información cualitativa y cuantitativa, de tal manera que permita la toma de decisiones efectivas en circunstancias de incertidumbre.

Parece evidente, que existen diversos factores que identifican el modelo gerencial estratégico a las tendencias holísticas, puesto que en ambos casos, de lo que se trata es de observar con atención los diferentes factores que componen tanto a la realidad como a los actores del proceso, a fin de recoger la información necesaria, que permita prever el futuro, y establecer alternativas de respuesta adecuada a las condiciones del contexto y las necesidades de los involucrados.

Ahora bien al hablar de gerencia educativa, se considera importante acotar que actualmente la institución en cuestión, participa de las contradicciones de inicio del nuevo milenio. Por un lado, la sociedad está en todo los cambios trascendentes y apresurados presentados por el desarrollo de la tecnología digital, la cual está transformando muchos aspectos de la vida de la gente.

Las personas tienen la libertad de adoptar diversos estilos de vida, pero también la responsabilidad de dar forma a sus propios destinos. Sin embargo, los acontecimientos que ofrece la educación están favorables para todos. Más bien, los procesos de mundialización o globalización económica parecen ahondar las diferencias.

En consecuencia, la gerencia educativa enfrenta retos y desafíos en cuyo desempeño está el futuro no sólo de los educandos, sino de la sociedad en general. En este propósito, el arte de administrar o gerenciar según el autor citado, es una acción de dirigir a una empresa a la consecución de beneficios de la organización, por medio de un ambiente propicio, establecimiento de objetivos y metas, delegando la autoridad y la toma de decisiones, para conducir al éxito a la misma. Asimismo, Etchevame, citado por Guédez (2005), plantea que la gerencia en una institución es esencia. El concepto de gerencia implica o contiene en sí mismo, la necesidad de mejora del servicio que la organización presta a la comunidad y de realizar con calidad el propósito para el cual fue constituida.

Pertinencia Social de la Universidad

La pertinencia social se trata como una forma ética que toda institución  u organización debe poseer como visión. A partir de sus orígenes las organizaciones, han atendido y desarrollado la idea, pero la deliberación acerca de la pertinencia social recién empieza a tener lugar en el ámbito universitario. En atención a las universidades se hallan inmersas en la sociedad, en correspondencia dinámica con ésta, existe una reciprocidad permanente y alterna, y desde la demanda el cumplimiento de una función social. Es así como, la  universidad actual no centra sus actividades sólo a la práctica académica,  sino que su rol socialmente responsable se manifiesta en un conjunto de esfuerzos grupales, que condicionan la gestión de organización misma, de la  formación académica, de la producción del saber y de la participación, dirigida al desarrollo humano. Para Vallaesys. (2018)

La pertinencia así como la responsabilidad social se materializan  cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno, y de su papel en su entorno. Presupone la superación de un enfoque egocéntrico. Además, esta conciencia organizacional trata de ser global e integral (incluye tanto a las personas como al ecosistema, tanto a los trabajadores como a los clientes) y, a la vez, «contagiarse» en todas las partes de la organización (todas las personas de la organización deben  poder acceder a ese nivel de conciencia). (p.2)

En este sentido, se ubica la relación que las personas mantengan en su entorno determinan en cierta medida su conducta dentro de un medio repleto de relaciones entre las personas, en el seno de grupos sociales. Los comportamientos, ideas y sentimientos de los seres humanos no son entonces únicamente el producto de su naturaleza biológica, sino el resultado de  un constante devenir que se repite en cada generación, y por lo tanto la sociedad se garantiza a sí misma su conservación en el tiempo.

Así, las instituciones de educación universitaria, como organizaciones sociales con fines educativos, cuentan con un personal, un potencial transformador y protagonistas de las acciones que desarrollan en ellas,  capaces de abordar las distintas competencias a su cargo, para formar profesionales exitosos, sin dejar de alimentar la idea de la responsabilidad social como una estrategia válida para el modelo de construcción sostenible y justo que requiere la sociedad actual. Desde este punto de vista Garza (2007) define la Responsabilidad Social Universitaria así:

La responsabilidad social universitaria es una política de gestión de la calidad ética de la Universidad que busca alinear sus cuatro procesos (gestión, docencia, investigación, extensión) con la misión universitaria, sus valores y compromiso social, mediante el logro de la congruencia institucional, la transparencia y la participación dialógica de toda la comunidad universitaria (autoridades, estudiantes, docentes, administrativos) con los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario y necesitados de él, para la transformación efectiva de la sociedad hacia la solución de sus problemas de exclusión, inequidad, y sostenibilidad. (p.11)

En este sentido, el autor, se refiere a la gestión global que tiene la universidad en su totalidad, para llevar todos los compromisos dentro de la ética, y ser garantes de una acción social que contribuya tanto a quienes pertenecen a ella como a los actores externos. Por todo ello, la congruencia institucional se logra a través del trabajo mancomunado de los cuatro procesos universitarios con la misión y el compromiso, de tal manera que, los efectos directos se realicen y se puedan reforzar practicando el control permanente.

Es necesario en tal sentido, involucrar a los representantes de la comunidad universitaria en una autoevaluación y con ella, un auto-diagnóstico permanente de la dinámica institucional, con herramientas adaptadas para garantizar la transparencia, la participación, y el perfeccionamiento continuo de la universidad hacia su responsabilidad social, haciéndola cada día más humano y más sostenible. Siguiendo en la misma línea de pensamiento, es preciso revisar también, la acción docente, para darse cuenta si está contribuyendo a la formación de verdaderos  líderes proactivos, participativos y protagónicos.

Si bien es cierto que la concepción de la responsabilidad tiene su origen en las empresas, no es menos cierto, que sus intenciones han arropado ya los intereses de la universidad en búsqueda de esa relación con la sociedad que permita enriquecer el trabajo institucional y el logro de objetivos bidireccionales que igualmente satisfagan necesidades de la comunidad.

Para el acercamiento al tema, sería interesante comprender el concepto desde varios enfoques. Vallaeys (ob.cit.), define como, “una Gerencia ética e inteligente de los impactos que genera la organización en su entorno humano, social, económico y natural,”. (p. 3). Ante todo, el hecho de gerenciar los impactos de la organización en su entorno, comprometida a minimizar sus impactos negativos y a maximizar sus impactos positivos, trabajando para dar un servicio cada vez mejor a todos, en diálogo con las partes interesadas. Gerencia inteligente, donde la gestión responsable de los impactos de la organización, deben de retornar en beneficios para la organización. Al ser socialmente responsable, la organización se desarrolla mejor en su  entorno.

La universidad como parte integrante de la sociedad comparte estos enfoques y retos y tiene que ser ella, desde el lugar privilegiado que ocupa, la que ha de plantear y ayudar a la resolución de los problemas sociales mediante el estrecho diálogo y cooperación con las demás entidades sociales, económicas, culturales y políticas.

Por su parte, Beraza y Rodríguez (2007) destacan que durante el pasado siglo, y sobre todo en los últimos 35 años, ha surgido un nuevo modelo de universidad que algunos llaman “emprendedora” que aunque la misma mantiene características del modelo anterior, como la libertad académica y el compromiso en la búsqueda del conocimiento, presenta claras  diferencias las cuales exponen:

  • Tiene una menor autonomía institucional y está más implicada en servir a la comunidad.
  • Está más preparada para llevar a cabo una enseñanza e investigación que dé lugar a un conocimiento aplicable a la solución de todo tipo de problemas y comprometida con la inserción laboral de sus egresados.
  • Está menos alejada de la sociedad y más abierta a considerar lo que la sociedad demanda de la universidad (p..49)

No obstante, para Castañeda y Ruiz  (2007) el quehacer universitario ha estado centrado en el aprender a conocer y hacer, descuidándose los otros dos pilares fundamentales que rigen la educación de este siglo y que constituyen la base del cooperativismo, expresado de otro modo: el aprender a ser y convivir. Asimismo expresa el autor (ob.cit) que debemos formar y formarnos en y para la responsabilidad social,  y es allí donde la Educación Superior juega un rol protagónico: “una educación orientada por el amor hacia la humanidad y movida por la sabiduría” (UNESCO, ob.cit. p. 23).

Es necesario por tanto, sustentar la praxis universitaria en el concepto de responsabilidad social, apoyada ésta en valores de solidaridad y convivencia con las experiencias y talentos de sus actores formando parte de la gestión social de la universidad.

La institución universitaria, como organización social, tradicionalmente trata de dar respuesta a la sociedad según sus necesidades y expectativas, más aún en este marco de cambios, se reconsidera el papel de la Universidad, su rol social y ético en el contexto de lo que se ha denominado Responsabilidad Social Universitaria, definida por Vallaeys (ob.cit.), como:

una política de gestión de la calidad ética de la Universidad que busca alinear sus cuatro procesos (gestión, docencia, investigación, extensión) con la misión universitaria, sus valores y compromiso social, mediante el logro de la congruencia institucional, la transparencia y la participación dialógica de toda la comunidad universitaria (autoridades, estudiantes, docentes, administrativos) con los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario y necesitados de él, para la transformación efectiva de la sociedad hacia la solución de sus problemas de exclusión, inequidad, y sostenibilidad (p.11)

Tal apreciación permite destacar la necesidad que existe de repensar la educación universitaria y con ello la manera en que se conciben los procesos que forman parte de su gestión, es necesario afrontar los retos de cara a la realidad que nos caracteriza y construir así una sociedad distinta, que permita una dialógica de la comprensión, la solidaridad humana y la responsabilidad colectiva. Por su parte, Saavedra (2009) define la responsabilidad social universitaria como:

…política de gestión de la calidad ética de la Universidad. Dicha política toma en consideración la misión universitaria, sus valores y el compromiso social mediante la transparencia y la participación de toda la comunidad universitaria y los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario

En este sentido, la universidad debe atender  la falta de pertinencia social de algunas decisiones tomadas desde su gestión. Así, se considera que mientras  las universidades hagan bien aquello que constituye su misión fundamental —realizar las funciones especializadas del conocimiento y la cultura de una sociedad—, continuarán existiendo indefinidamente.

Aun cuando existan cambios en las formas de su actividad y las disciplinas que cultivan, las mismas deben ser capaces de adaptarse a esos y otros cambios previsibles, pues de lo contrario corren el riesgo de desaparecer, sin embargo, ni aun así, según el autor, nada cambiará las funciones esenciales de la institución. Al respecto, Sánchez (2011) refiere:

Las tareas propias de la universidad están directamente relacionadas con el desarrollo de la comunidad y su prosperidad para el mejoramiento de la calidad de vida de sus integrantes, el respeto por el otro, la tolerancia, la cooperación, el trabajo solidario y en equipo, el desarrollo del espíritu de confianza, la pluralidad y el diálogo, el cumplimiento de las promesas y la lealtad

Asimismo, Castañeda y Otros (ob.cit.) exponen:

…la Universidad tiene que construir país, a la sociedad, concertando con las partes involucradas, las internas y las externas, bajo la idea de responsabilidad como compromiso, identificando y comprendiendo los efectos de sus acciones, la noción de impactos; compromiso para concertar y responder con las partes interesadas, el diálogo; compromiso para rendir cuenta de las decisiones, la transparencia de las acciones y dar respuestas a los problemas que se presentan  en la sociedad, cumpliendo con lo declarado y pactado en su misión y visión.. (p.115)

El rol que desempeñan por tanto, las universidades en su entorno estará determinado en gran medida por los valores que fundamentan su gestión, por su capacidad de respuesta y participación social así como también el nivel  adquirido en un proceso de contribución a la mejora y transformación del entorno.

La Universidad como sistema social

Para Maturana (1995) “el ser humano individual es social, y el ser humano social es individual” (p.4), basando sus concepciones en condiciones que le brinda su teoría de la organización autopoiética de los sistemas biológicos. Para este autor los seres humanos somos sistemas determinados por estructuras y todo lo que en nosotros ocurre es resultado de nuestra propia dinámica – reflejada en la producción y recambio de  los propios componentes y  a lo que define como autopoiesis de los seres vivos – así como también de las interacciones con el medio

En opinión del autor  precitado “algo permanece, es decir, algo mantiene su identidad, cualesquiera sean sus cambios estructurales, sólo mientras la organización que define su identidad no cambia”, por esto un ser vivo permanece vivo mientras su estructura, cualesquiera sean sus cambios, realiza su organización autopoiética, y muere si en sus cambios estructurales no se conserva esta organización.

Desde este punto de vista la universidad como institución educativa puede asumirse como una organización autopoiética con una identidad claramente definida y con una  estructura organizativa y académica que le permite guiar una dinámica funcional de interacciones cooperativas  hacia unos objetivos definidos

Maturana (ob.cit) introduce dentro del tema social, el concepto de adaptación como el modo en que el ser vivo mantiene la congruencia estructural con el medio y conserva su organización. Partiendo de acá, el autor describe el sistema social basándose en la conducta y participación que mantienen los seres vivos a través de interacciones donde conservan su organización y adaptación. Las características de interacción entre una y otra será lo que permita distinguirlas.

En un sistema social, según el autor, “debe darse la recurrencia en las interacciones que resultan en la coordinación conductual de sus miembros, es decir, debe darse la recurrencia de interacciones cooperativas”. Es necesario reconocer así que la universidad como un sistema social que amerita la cooperación entre todos los miembros por el desarrollo y logro de los objetivos planteados.

Para  Maturana (ob.cit) “En la medida que es la conducta individual de sus miembros lo que define un sistema social como una sociedad particular, las características de una sociedad sólo pueden cambiar si cambia la conducta de sus miembros” (p.9).

Tal  premisa destaca la importancia de asumir la realidad educativa universitaria desde la consideración de todos sus procesos, elementos y componentes como parte esencial de esa respuesta autopoiética que se espera del sistema universitario, asumiendo para ello  los cambios de conducta, conciencia, reflexión y posición necesarios ante  la gestión social que se lleva como universidad, que permitan afianzar la identidad como universidad,  integrar esfuerzos y fortalecer acciones como organización en pro de mejorar las interacciones internas y externas y poder dar respuestas eficaces al escenario social que lo exige.

Cultura Organizacional

La cultura según Grandio (1996) “es el conjunto de valores, creencias, actitudes respecto al mundo y la sociedad que provocan distintos modos de vida”, también lo destaca “el conjunto de representaciones simbólicas de la realidad social relativas a un contexto”

Para Robbins (1991) la cultura transmite un sentido de identidad a los miembros de la organización, facilita la generación de un compromiso, más grande que el interés personal de un individuo, incrementa la estabilidad del sistema social y sirve como un mecanismo de control que guía y moldea las actitudes y el comportamiento de los empleados (p.144)

Es a través de la cultura organizacional que se ilumina y se racionaliza el compromiso del individuo con respecto a la organización. Las organizaciones se crean continuamente con lo que sus miembros perciben del mundo y con lo que sucede dentro de la organización

En las funciones de una cultura organizativa para Schein (1985), existen dos ejes fundamentales: la supervivenciay adaptación en el medio que la rodea por un lado, y la integraciónde sus procesos internos al objeto de afianzar su capacidad de supervivencia y adaptación por otro.

Las cuestiones externas para el autor, tienen que ver con la definición que el líder y el grupo dan a su entorno y la manera en cómo entienden el sobrevivir en el mismo. Las internas con la definición del líder y el grupo sobre la forma de organizar las relaciones entre los miembros del grupo, de modo que se pueda lograr sobrevivir en el entorno definido a través de un rendimiento efectivo y la creación de bienestar interno

Para hacer frente a las cuestiones externas, para determinar el modo en que se forma la adaptación externa y cómo se mantiene ésta, Schein considera que la organización debe acotar cuál va a ser su sistema de integración interno y en ello juega un papel importante aspectos como el lenguaje común, criterios para la inclusión y exclusión, ideologías, etc.

Este autor al considerar cómo se forma la cultura parte de tres modelos teóricos:

  • La Teoría Sociodinámica referida al enfoque de la interacción entre los miembros del grupo cuando éste empieza a formarse y las necesidades sociales que cada uno de sus miembros intenta satisfacer, las cuales actúan como poderosas fuentes dinámicas
  • Teoría del Liderazgo: el líder es el que es capaz de crear un sentido de realidad compartida. El estilo cultural de una empresa viene determinado por las presunciones de los líderes, las relaciones de autoridad que se forman en el grupo, y la manera en que los líderes y los miembros se conducen a nivel emocional (Schein, obr.cit).
  • Teoría del Aprendizaje: con el refuerzo positivo y refuerzo negativo como mecanismos del aprendizaje individual, Schein refiere la cultura a un aprendizaje grupal donde el proceso supone una definición compartida del problema y el reconocimiento compartido de que algo que se ha inventado

Partiendo de que la cultura de una organización es el reflejo del equilibrio dinámico que se produce entre los subsistemas que lo componen, Guédez (1996: 59) plantea  como parte de ellos:

  • El Subsistema filosófico vinculado con lamisión, visión y valores de una organización,
  • El subsistema actitudinal, vinculado a los comportamientos, sentimientos, relaciones y comunicaciones, sentido de trabajo y responsabilidades, inclinación participativa, lealtad e involucración afectiva

La misión según Franklin (2004) “sirve a la organización como guía o marco de referencia para orientar sus acciones y enlazar lo deseado con lo posible” (p.177), mientras que una visión exitosa, según Jackson (ob.cit.), la constituyen grupos de individuos comprometidos con la organización y que están dispuestos a proporcionar todo su potencial para el logro de los objetivos propuestos

Partiendo de estos aspectos queda claro que para desarrollar una verdadera cultura organizacional será necesario considerar en primera instancia cada uno de los individuos que conforman la organización desde su naturaleza como ser humano con perspectivas, valores, criterios y visiones personales, y luego a partir de allí, desarrollar una filosofía global de trabajo que oriente  la actuación de cada uno de los miembros de la organización hacia una visión compartida de las metas por alcanzar.

El contexto socio-gerencial y su vínculo epistemológico educativo

La evolución histórica de la gerencia universitaria ha pasado por una serie de fenómenos, situaciones, reformas que van desde la modernidad hasta el inicio de la postmodernidad. Dentro de ese orden de ideas, (Guijarro y Chávez, 2006), se puede inferir que las instituciones de educación universitaria en Venezuela, deben adecuar sus esquemas gerenciales con la finalidad de alcanzar calidad, eficiencia, eficacia, pertinencia, equidad y producción de bienes sociales que le permitan establecer relaciones con la sociedad en coherencia con el contexto.

En este sentido, se requiere que la gerencia postmoderna utilice el cambio como un aliado que presenta oportunidades, pero sin menospreciar los nuevos desafíos que tiene que enfrentar debido a la velocidad en la que se producen los mismos, por la facilidad de acceso a la información, nuevos productos y servicios, globalización de la economía, nuevos mercados y/o nuevos competidores y esquemas de producción obsoletos, todo en un ambiente dinámico, turbulento y riesgoso. Enfatizando lo anterior, mi experiencia, en la práctica educativa vista desde la gerencia se desarrolla en un ambiente complejo, caótico que requiere la coherencia y adaptabilidad de los sistemas curriculares a las realidades presentes en el contexto actual, con el fin de generar acciones significativas a la sociedad.

Materiales y Métodos

El proceso de aprehensión del fenómeno de estudio, desprende una serie de elementos que nos trasladan a la no medición, sino más bien, hacia un encuentro con la interpretación del escenario.  En otras palabras, la epistemología cualitativa representa un modo completamente nuevo de comprender principios generales de una perspectiva metodológica apropiada al estudio de los procesos psicológicos.

A partir de allí, el paradigma postpositivista es vista como aquella teoría que ataca las dos tesis más importantes del positivismo conceptual: la tesis de las fuentes sociales del derecho y la no conexión necesaria entre el derecho y la moral. De otra forma se concibe, de manera crítica y realista, lo que significa que la realidad existe pero no puede ser completamente aprehendida y los hechos que ocurren pueden ser explicados, ya que son manejados por leyes naturales que los humanos solo pueden percibir de manera incompleta.

En este sentido, desde el punto de vista epistemológico se puede decir que el paradigma postpositivista es subjetivo, en el mismo se considera que el conocimiento es un producto de la actividad humana, y por lo tanto, no se descubre, se produce.

A los efectos de la presente investigación, surge la necesidad de abordar el fenómeno desde un enfoque integral, asumiendo la prisma de generar una construcción teórica que permita dar respuesta a factores al contexto escogido y que en el tiempo no han sido abordados con la misma intencionalidad.

En este estudio, la investigación cualitativa es el piso metodológico que permite comprender el fenómeno, cuya finalidad es la elaboración conceptual y el desarrollo teórico. La investigación cualitativa es definida por Sandín (2003), como: “actividad sistemática orientada a la comprensión de fenómenos educativos y sociales, a la transformación de prácticas, y escenarios socioeducativos, a la toma de decisiones, y también hacia el descubrimiento y desarrollo de un cuerpo organizado de conocimientos” (p. 123).

En este sentido, una característica fundamental de los estudios cualitativos es su atención al contexto; la experiencia humana se perfila y tiene lugar en contextos particulares, de manera que los acontecimientos y fenómenos no puedes ser comprendidos adecuadamente si son separados de aquellos.

Desde esta perspectiva, el enfoque que se desarrolla en esta sección, es de orden descriptivo, orientado a estructuras teóricas, se basa en información cualitativa, descriptiva y no cuantificada, centrada en un diseño flexible para enfrentar la realidad y las poblaciones objetivo de estudio en cualquiera de sus alternativas.

En la investigación cualitativa, resulta de gran relevancia no solo el estudio basado en la interpretación y comprensión de los fenómenos sociales. Sino también, el abordaje metodológico sobre el cual, el investigador conduce la construcción teórica del objeto estudiado. En la investigación cualitativa la praxis metodológica podría resultar de un proceso complejo, sino no está adecuado a las necesidades investigativas.

Desde lo expuesto anteriormente, es meritorio generar una concepción clara acerca de lo que representa el método. De manera amplia, el termino método refiere al conjunto de pasos o técnicas que están dadas para el cumplimiento de un fin. En otras palabras, es aquel proceso utilizado de manera sistemática, orientando nuestra práctica en base a principios pautados previamente.

Visto desde la perspectiva de lo que representa la investigación, la utilización del método conlleva una estructura, basada en pasos lógicos y progresivos a fin de dar cumplimiento de los propósitos investigativos. En relación a lo anterior, la presente investigación resalta la necesidad de abordar desde un contexto metodológico, propio, coordinado y coherente, el estudio y conducción en la arquitectura teórica del objeto estudiado, considerando así, que la elección del método sería el más conveniente en elación a las necesidades  investigativas. A partir de allí, el estudio planteado resalta la intención de afrontar escenarios educativos, donde los actores sociales se asocian al principal interés investigativo, y más propiamente a su rol en la concepción de la gerencia proactiva en cl contexto de la pertinencia social universitaria.

La metodología hermenéutica, está implícita en los estudios cualitativos ya que resalta el interés de interpretar de una manera holística el contexto de investigación y las interrelaciones que emergen en el desarrollo de la problemática observada. La praxis hermenéutica aparece como una opción que no se agota exclusivamente en su dimensión filosófica sino que trasciende a una propuesta metodológica en la cual la comprensión de la realidad social se asume bajo la metáfora de un texto, el cual es susceptible de ser interpretado mediante el empleo de caminos metodológicos con particularidades muy propias que la hacen distinta a otras alternativas de investigación.

En el proceso de investigación es de importancia la selección del escenario por cuanto, la decisión sobre el lugar donde se obtendrá la información también es necesaria, para reflexionar las formas de ingreso o accesibilidad. Un escenario apropiado, se plantea por ser accesible, es decir que es probable a través de negociaciones se pueda penetrar y obtener la información y porque las fuentes de información reúnen las condiciones que la investigación necesita.

A los efectos de la presente investigación el escenario seleccionado ha sido la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG), específicamente el Área de Odontología ubicada en San Juan de los Morros estado Guárico, institución cuyo origen data del 15 de agosto de 1974

Actualmente esta casa de estudios, ofrece a la región y al país diversas carreras universitarias, a saber: Ingeniería Agronómica de Producción Animal, Ingeniería Agronómica de Producción Vegetal, Medicina, Enfermería (Técnico Superior Universitario y Licenciatura), Radiodiagnóstico, Fisioterapia, Medicina Integral Comunitaria, Medicina Veterinaria, Odontología, Educación Integral, Educación mención Computación, Historia, Ingeniería Civil, Economía, Contaduría Pública, Administración Comercial, Comunicación Social, Ingeniería en Informática, Derecho, entre otras.

Además, ofrece postgrados, bajo los grados de Especializaciones, Maestrías y Doctorado, cursos de extensión, talleres culturales, Fundación Editorial U.R.G., Agrounerg (proyectos de producción, jardín botánico, vivero). La Unerg está siendo conducida actualmente a través de un equipo representado en los espacios de Rectorado, Vicerrectorado Académico, Vicerrectorado Administrativo y Secretaría, con una diversidad de dependencias que ejecutan funciones dirigidas al logro de las políticas y metas establecidas por la Universidad.

En el proceso de recolección de información, necesario en el abordaje la realidad investigada, el autor seleccionó el Área de Odontología de la cual seleccionó a tres informantes clave con función gerencial – administrativa.

Los informantes considerados en una investigación cualitativa se eligen porque cumplen ciertos requisitos que, en el mismo contexto educativo o en la misma población, no cumplen otros miembros del grupo o comunidad.

En efecto para ello, los sujetos informantes estuvieron conformados por tres (03) docentes del Área de Odontología, que cumplen funciones directivas y gerenciales en los diferentes programas de formación del área en cuestión.

Continuando la bitácora metodológica, se muestran lo que corresponde a la recolección de la información, siendo llevada a cabo la entrevista en profundidad.  Al respecto, Martínez (2014), la define como «un encuentro en el cual el entrevistador intenta obtener información, opiniones o creencias de una o varias personas» (p.85). Por sus bondades y pertinencias con el paradigma de investigación seleccionado, en esta investigación se utilizó la entrevista en profundidad, a través de encuentros previamente establecidos con los informantes clave, donde se mantuvo un diálogo cara a cara, buscando expresiones de los entrevistados, entrevistas que fueron grabadas con el consentimiento de informantes.

En esta investigación, los instrumentos que se utilizaron para la recolección de la información, básicamente, se centraron en el uso de guía no estructurada de entrevista acompañada de cámara fotográfica, cuaderno de anotaciones y grabador. Sin embargo, la metodología cualitativa entiende el método y todo el arsenal de medios instrumentales como algo flexible, que se utiliza mientras resulta efectivo, pero que se cambia de acuerdo al dictamen, imprevisto, de la marcha de la investigación y de las circunstancias.

Para la interpretación de la información y de acuerdo a la naturaleza de la investigación realiza a la luz de la categorización, estructuración, y síntesis conceptual.

Hallazgos

La universidad hoy es asumida como el centro por excelencia para la producción del conocimiento y la formación profesional de los hombres y mujeres que demandará la construcción del proyecto de país; sin embargo, al ser centro de encuentros y desencuentros, la dialéctica que acontece en la misma muestra senderos dispersos en cuanto a uno de sus papeles fundamentales; la extensión universitaria, a través de la cual materializa la función social, ésta última andamio en el cual se sujeta y repiensa la gerencia proactiva en función de ser pertinente socialmente, dimensión fundamental en tiempos de postmodernidad donde el reclamo epistémico nos llama a la integración, cohesión y sentido de la participación en la agenda social y comunitaria.

Todo lo antes señalado, nos invita a reflexionar sobre valiosos aportes desde la esencia misma de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social; aquí una restricción; las intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad.

La pertinencia social de la universidad a partir de sus nexos con la comunidad constituye un destello en el que se generan y representan profundas contrariedades en la agenda universitaria, y que al interior y exterior de los procesos que se desarrollan sólo muestra desaliento y poca esperanza en los actores universitarios como figuras clave de la participación.

Hoy, se insta por una universidad cuya acción social sea pertinente con el entorno y con los proyectos y planes regionales y desde luego con el proyecto de país que intentamos construir, la universidad debe materializar la acción social a través de sus funciones primigenias que la identifican desde sus orígenes con la universidad napoléonica. Ya con la Reforma de Córdoba se exhortó al desarrollo y establecimiento de nexos con la realidad social, hoy continuamos desconectados del hecho social, aun cuando en la práctica la objetivación de la acción se traduce en la formación profesional como intento académico en función de las necesidades productivas del país.

La universidad actual para ser pertinente socialmente debe apoyarse en el desarrollo de acciones extensionistas que podrían ser materializadas por la asunción y el reconocimiento académico de actividades de extensión en la realidad comunitaria, pero ello, se gesta con la institucionalización de la acción cuando la gerencia logre demostrar que su praxis es más consciente que el lenguaje con que se intenta derivar y promover la acción con la invitación a sus actores.

En el lenguaje oculto se nos invita a reconocer que hoy miramos una universidad poco pertinente con la realidad social y sus necesidades esenciales, toda vez que más allá de la formación de profesionales en serie a nivel de pre y postgrado, no acontece otro aporte, y ello quizás radica en que emocionalmente vemos una universidad que gerencialmente su praxeología no asume como fundamental el valor del compromiso y la reciprocidad con el colectivo, enigma por reconceptualizar teóricamente.

En este destello se afirma que la universidad parece que entró en un nuevo trance donde se desarticuló la integración de las funciones primigenias de la universidad al tiempo que estas sólo operan de forma independientes y sin correlación de objetivos y propósitos más allá de la interpretación y concepción que cada actor académico le asigna en el acontecer universitario. Hoy, el docente universitario dejó de planificar acciones y actividades para el encuentro con la comunidad donde en compañía de sus estudiantes y otros actores de la realidad universitaria puedan lograr aportes a la realidad social; se interpreta que más allá de la motivación hacía, se muestra poco incentivo y ausencia de recursos con los cuales hacer y propiciar la extensión en la realidad social, lo cual coadyuva al distanciamiento de lo comunitario.

La corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la pertinencia social viene a constituir un destello con poca luminosidad en la panorámica que esperamos contemplar, hoy los vínculos y las alianzas se muestran inexistentes en el eje universidad – comunidad y pareciera que la planificación y organización de acciones que conlleven a lograr el accionar de la pertinencia social sólo representa un discurso posterior a la profunda reflexión en el acontecer permanente de la gerencia universitaria y su praxeología, hoy la práctica significante se concreta a perder fuerza en la materialización de actividades donde los actores académicos se inserten en la transformación del entorno con la producción de conocimiento científico y tecnológico y la consecuente transferencia de la misma a la comunidad para apreciar sus beneficios de cambio.

Conclusiones

La gerencia proactiva universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.

Constituye un reto para la gerencia universitaria visualizar que los planes de vinculación y relación con las comunidades pueden ser materializados si se concreta la participación de los actores académicos de la universidad y ello, se institucionaliza a través de alianzas estratégicas entre universidad y fuerzas vivas de la comunidad.

La universidad debe al interior de las conversaciones que animan su existencia, renovar el significado de las funciones primigenias que la representan: docencia, investigación y extensión, en un contexto más dinámico y adaptado al tiempo que reclama la participación y cohesión social en la agenda universitaria.

Urge, sensibilizar la comunidad universitaria en cuanto al desarrollo de proyectos centrados en atender los problemas más sentidos y las necesidades del entorno de la universidad en sintonía permanente.

Del mismo modo, el accionar de la gerencia proactiva universitariaestá llamada a impulsar la identidad institucional en un lenguaje y mensaje que sea común y reconocido por todos los actores académicos, donde se recoja y perciba la voz y pensamiento de todos los actores universitarios en el compromiso de ser responsables y pertinentes socialmente desde el quehacer de la universidad.

Del mismo modo, se debe valorar los aportes que puede realizar cualquier actor de la vida académica institucional, toda vez que en su imaginario reposan y se activan sueños e ilusiones que pueden traducirse en metas y hechos concretos si la disposición y el interés se suman a la concreción de la idea.

Finalmente, se asume que el servicio comunitario es un puente extensionista de aprendizaje – servicio que puede continuar siendo representación de un vínculo de la universidad con la comunidad al tiempo que constituye una posibilidad permanente de ser responsables y pertinentes socialmente desde la acción gerencial de la universidad.

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Las ciencias sociales como ejercicio visual

Tanto la curiosidad despertada por la promoción como la tapa del libro me llevaron a leer Está entre nosotros, ¿de dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir?, Pablo Semán coordinador (bs-as 2023; S XXI). La efectividad de la tapa, titulo incluido, forma parte de la experiencia de la lectura. Al presentar a la “extrema derecha” como una presencia inquietante que un “nosotros” desapercibido, pero también amenazado por ella, no supo “ver”, reúne sintéticamente una tesis sobre las restricciones ideológicas de la percepción. Pues: ¿quiénes somos estos distraídos de mirada obstruida que acudimos a la lectura como quien busca un lente con el cual poder, por fin, comprender? No son por cierto -y por suerte- los autores el texto, que si publican justo a tiempo estas investigaciones es porque ellos sí advirtieron lo que “venía” y dieron los medios para entender y comunicar. Ese “nosotros” de lentes empañados es uno de los grandes temas implícitos del libro, y por eso Está entre nosotros merece ser leído también como una intervención sobre los modelos de comprensión que discute dentro, y en alguna medida, contra buena parte de las ciencias sociales y de los resguardos ideológicos de una miríada de comunicadores, militantes y políticos atrapados en rígidos supuestos ideológicos -sean de izquierda, progresistas, peronistas u otrxs- que obstruyeron la comprensión de lo que nos sucedía.

El texto de introducción, escrito por el sociólogo y antropólogo Pablo Semán, se ocupa de la cuestión -no menor- de la caracterización adecuada del mileísmo -¿cómo llamarlo?-, fenómeno que como cualquier otro exige ser tratado en su singularidad. Esa es la principal razón por la cual no correspondería llamarlo “fascismo” ni confundirlo con un genérico del “liberalismo”. A su juicio, el modo más preciso de nombrar al mileísmo es “derecha radicalizada” (mejor incluso que derecha radical, digo yo, que se confundiría con el ala más reaccionaria de la UCR). Con esta búsqueda de precisión ingresamos de lleno en aquello que de indudable valor posee el libro: todos sus artículos surgen de la investigación empírica y/o de archivo y tienen saberes relevantes que comunicar en relación a aquello que intuimos lejanamente sobre la evolución de una sociología del emprendedurismo y/o sobre la socialidad juvenil postpandemia, sino también -y sobre todo- sobre cómo estos factores se articulan con otros tantos para reescribir un nuevo capítulo de las derechas y sus fracciones, a partir de sus mutaciones y recomposiciones que es preciso conocer. La propuesta es, entonces, pensar a partir de una aproximación al nuevo paisaje social y sin negaciones auto inducidas, aquello cuya realidad perturbadora precisa ser considerado -justamente, a pesar de perturbar- y que Semán concibe como un movimiento de “radicalización”.

Radicalización de la derecha, entonces. Semán observa que el proceso de informalización de la economía argentina no debe ser entendida como un proceso exclusivamente económico (objetivo, cuantificable), sino también en función de una experiencia de tipo “moral”, en la que entra en juego -para los sujetos considerados como auto-emprendedores- el valor del esfuerzo personal. Sin tomar en serio esta dimensión subjetiva de los valores -dimensión confirmada en todos los capítulo del libro, apoyados todos ellos en una investigación empírica en torno a la vida de jóvenes de clases populares y medias del AMBA- no se alcanza a “ver” cómo funciona esta “sensibilidad libertaria” en la que se hibridizan -adquiriendo significados propios- un cierto sentido del orden y de la libertad. Esta de hibridez es otra de las claves del libro. La radicalización derechista opera, de hecho, por efecto de unas “intersecciones contingentes” entre “disposiciones sociales” -la precariedad y el estancamiento económico- y “propuestas políticas” (sobre todo de LLA, más porosa al plebeyismo; igualmente antikirchnerista pero menos antiperonista y más anticomunista que Juntos por el cambio). Lejos del automatismo que lleva a suponer que la base material objetiva -estancamiento y esa precarización económica y laboral- produce una superestructura expresada como derechización social (y radicalización derechista), Semán insiste en las mixturas imprevisibles entre contexto y subjetivaciones en las que nace una ciudad de emprendedores, otra de propietarios, otra de consumidores y otra de agredidos, sin que haya ninguna frontera cerrada entre ellas. Una de las tesis del libro es, pues, la de la afinidad -no sé si decir “horizontal”- entre subjetivación en la informalidad y enunciación política libertaria, favorecida por la preferencia común del mercado contra el Estado (para unos como mera constatación del funcionamiento de las cosas, para otros por doctrina), de un ideal de mediación vinculado a la ilusión de la moneda dólar y en detrimento del mundo de las políticas sociales y las organizaciones populares.

Pero la radicalización de la derecha no es meramente expresiva de una sociología. Supone, por su parte, un proceso de reorganización de los grupos activistas e intelectuales cuyo resultado da lugar a una formulación política -que entretanto se convirtió en un notable éxito político- que exalta la libertad en un sentido ideológico muy restringido, ligado a la geopolítica belicista de occidente y a un debilitamiento de los valores de lo que estos últimos cuarenta años se ha entendido por democracia. Dándole la razón a los planteos de Eduardo Rinessi -no citado en el libro-, quien ha insistido en que el kirchnerismo ocupó en la Argentina el espacio del liberalismo político en el plano del reconocimiento de derechos e incluso en su perfil institucionalista, la noción de libertad de la derecha radicalizada contiene un desprecio extremo por el mundo de los DD.HH., los feminismos y por las minorías (consideradas por ellos como privilegiadas). Esta radicalización hostil a la democracia supone -señala Semán- una diferenciación respecto de las derechas previas, a quienes tachan de tímidas. El mileísmo repudia las mediaciones. Funciona más bien como una máquina de oposiciones sistemáticas entre merecimientos individuales contra derechos colectivos; militancia individualista contra comunitarismo imaginario del militante k/progre/de izquierda; predicación en el desierto contra la militancia que hace política en y desde el Estado; el orden al paisaje de lucha y movilización.

Para Semán, uno de los grandes méritos de la derecha radicalizada es haber actuado como “mejores lectores de Gramsci” (mejores con respecto a sus oponentes políticos progresistas). A su juicio, la actividad de LLA resultó más ajustada a ciertas observaciones claves gramscianas, como el considerar a la “cultura” no una parte del Estado sino, sobre todo, una dimensión de la “sociedad civil”. Aunque en el comunista Gramsci, esta cuestión de la dirección intelectual y moral de la sociedad no podía prescindir del establecimiento de lazos orgánicos entre intelectuales, cultura y organicidad con respecto a la productividad de cierta clase social quede un poco de lado. Mas allá del efecto provocador que supone afirmar que la derecha lee mejor la bibliografía de la izquierda (provocación que no es para nada ajena a la ironía del propio Gramsci, para quien la Revolución Bolchevique habría sido hecha “contra El Capital de Carlos Marx”), queda planteado el problema de cómo interpreta la derecha radicalizada el papel de la cultura en su ofensiva política. Hace pocas semanas se lo escuchó decir a Jorge Alemán que la relación pertinente que él encontraba entre el comunista italiano y el presente argentino pasaba por la noción de “revolución pasiva”, por la cual las demandas populares son absorbidas por el bloque de clases dominantes desactivando toda actividad autónoma de masas (¿estaría de acuerdo con esto Pablo Semán?. Y por otra parte: ¿tiene la descomposición política actual la consistencia de una operación de semejante calibre?).

En el texto introductorio que seguimos leyendo se emplea la expresión “sensibilización de las derechas”. Según el sentido que se le reconozca a estas palabras se quiere afirmar que las derechas devienen sensibles en general (capaces de comprender la vida más allá de slogans y consignas), o bien que el propio movimiento de radicalización supone abrir una comprensión a procesos nuevos. Como sea, es nítida la actitud comprensiva hacia el fenómeno al que se aproxima. Lo que en muchos sentidos es inevitable, porque no hay comprensión sin concesión (aunque el asunto del cómo de la concesión está en juego o en disputa entre diversos modos de ejercer la comprensión). Volviendo a Gramsci: su capacidad de leer procesos políticamente hostiles aunque sensibles a la mutación cultural, venía descifrado por medio del contenido de clase de dichos procesos. Vale la pena aceptar la provocación semaniana de una derecha libertariana que a pesar de su propia concepción de la cultura como dimensión simbólica del mercado sería más gramsciana que sus adversarios.

¿Quién es Gramsci para los libertarianos? El nombre de una astucia menor, que habría provisto a una izquierda global derrotada en la lucha de clases de un nuevo campo de batalla, llamado “la cultura”, desde el cual desplegar una voluntad de administración de símbolos educativos, mediáticos y artísticos. Gramsci sería no el nombre de una estrategia revolucionaria, sino el de una táctica gracias a la cual el marxismo se desplaza derrotado de las contundencias de una política armada a las sutilezas de las artimañas del lenguaje, para influir desde ahí sobre la vida pública (imposible no identificar el fantasma de la infiltración judía que ahora se corporiza como “marxismo cultural”). La derecha extrema está convencida de que Gramsci es el autor no de una política comunista, sino de una “infiltración” (palabra clave, que recuerda el griterío de los cuadros de la dictadura contra el alfonsinismo como “sinagoga radical”) capaz de dominar por la vía de la imposición de lo “políticamente correcto”. Las citas de Semán al autor de Los cuadernos de la cárcel son, en realidad, una crítica -no tan velada- al kirchnerismo y sus aliados de estas décadas, que habrían confundido “producción hegemónica” con una mera “oficialización del puntos de vista de grupos militantes”. El progresismo argentino habría actuado desde el Estado, descuidado la sociedad civil -ámbito en el que actúa la radicalización de la derecha- debilitando toda perspectiva de disputa por la constitución de una verdadera reforma intelectual y moral. Lo cual tiene mucho de verdad en un sentido y quizás poco en otro, puesto que si bien es cierto que detentar el aparato del Estado y producir desde allí contenidos culturales, no equivale en lo más mínimo a constituir un nuevo proyecto histórico ni a disputar el sentido común en el seno de la sociedad civil (cosa que vio con claridad el historiador Javier Trímboli en su libro Sublunar, kirchnerismo y revolución), no es cierto que se pueda demarcar con tanta claridad esta “oficialización” con respecto de una importante acumulación popular ocurrida en el período inmediatamente previo (y en ciertos aspectos también durante la constitución de ese grupo militante). Ni los derechos humanos, ni la recomposición de experiencias sindicales de fines de los 90, ni los grupos piqueteros de 2001, ni los feminismos -fenómenos de lucha ocurridos en el seno de la sociedad civil- pueden ser enumerados como realidades producidas desde el Estado o desde el Kirchnerismo (de otro modo, tampoco se entendería porqué tanta obsesión de la derecha radicalizada con estos elementos de constitución cultural en el tejido social argentino).

El otro aspecto de la discusión sobre Gramsci nos llevaría a preguntar por la relación que existe entre lo que muestra muy bien Está entre nosotros -el valor que la derecha radicalizada da a la batalla cultural, lo que Semán ve como una “sinergia” entre producción cultural y organización partidaria y traducción institucional que permite ser comprendida sin mención alguna a asociación con capitales ni medios, y una descripción de las múltiples relaciones que existen entre estas derechas, ciertos líderes claves de la vieja derecha política como Macri (que sí vio venir lo que se venía) y los grupos de poder del bloque de clases dominantes y que de seguro podrían enriquecer el modo en que se construyen los conceptos más originales del libro (“mejorismo” y “fusionismo”).

Sergio Morresi y Martín Vicente hacen una buena lectura de la historia de las derechas. Aciertan al identificar que la “casta” encarna como categoría específica durante la cuarentena. Quienes se oponían a ella por diversos motivos, podían encontrar en ese término un referente vivo que dotaba de sentido a su deseo de enemistad. Los autores explican con precisión la consideración anti-élite en el impulso de las candidaturas de Milei: entiendo que “el sistema estatista y colectivista está enraizado de un modo tan profundo en las élites”, dicen los autores, que Milei decide -siguiendo cierto textos de su ídolo teórico: Rothbard- un “pasaje a la política” en términos de un populismo de derecha capaz de desplazar a los conservadores moderados, asumiendo “un liderazgo personal” capaz de “poner en cortocircuito a las élites adoptando un tono antistablishment virulento y una agenda indigerible para la corrección política”. La influencia de cita de la literatura de la derecha libertariana norteamericana sobre Milei y su grupo -dicen los autores- supone la determinación de la defensa de un orden sin permitir para ello la instauración de un “leviatán capaz de imponer patrones ideológicos progresistas” financiado por las cuentas públicas. Esta idea de una “defensa sin Estado” me parece un núcleo de pensamiento absolutamente clave que muestra que si algo hubiera de gramscismo en Milei no sería la producción de un nuevo núcleo intelectual y moral (es decir, la constitución de una dirección revolucionaria), sino una tentativa reaccionaria por dotar de dirección a las clases dominantes adormecidas en torno a un Leviatán indeseable. Según los autores, el gesto que toman los argentinos de sus antecesores norteamericanos consiste en la reunión de diversas perspectivas en “un gesto sincrético y a la vez adversativo”, capaz de aunar libre mercado y nacionalismo, culto al individualismo y defensa de un orden social jerárquico, desprecio a la democracia y preferencias plebiscitarias. Mas que hegemonía gramsciana, fusionismo de las familias de la derecha. Los autores plantean que una diferencia entre derecha Pro/Cambiemos y LLA es la elección de un “exterior constitutivo”. Si Pro/Cambiemos se unifica contra el “populismo”, LLA lo hace contra “el colectivismo”. A diferencia del “republicanismo” del primero, el segundo desprecia la democracia. El fusionismo de derecha de LLA es anti-pluralista, niega derechos universales y moralización de la política. Esta sería su originalidad: el haber incluido en el campo liberal un legado de las derechas nacionalistas reaccionarias.

Melina Vázquez trabaja sobre la constitución del militante joven de la ultraderecha como síntesis de un proceso múltiplemente determinado, haciendo una historia a partir de grandes hitos como los debates en torno a la ley de interrupción del aborto voluntario (2018) y la cuarentena (2020/21) y rescatando la voluntad de esta militancia de crear una “derecha popular”. Particularmente convincente es la referencia de Vázquez a la experiencia de “socialización y sociabilidad” de cierta juventud durante la cuarentena, y el valor que la palabra libertad adquiere en ese contexto. De hecho, es ese contexto precisamente, el que actúa como revelador de privilegios de la “casta” en torno a episodios como el cumpleaños de Fabiola Yañes y el llamado vacunatorio VIP. Igualmente impactante es la narración del choque generacional de estos jóvenes en ámbitos como el universitario (o en sus propia familias, muchas veces kirchneristas), en el que apenas soportan lo que llaman “adoctrinamiento”, entendiendo por tal referencias teóricas de la tradición marxista, a la historia del peronismo, alusiones al feminismo y la educación sexual o a los derechos humanos. Una juventud que se dice rebelde y desconcierta por su alianza táctica con las peores formas del poder -la denuncia y el buchoneo- no puede no dejar perpleja a una generación que aprendió la noción de “rebeldía” como una acción contra los poderes (no como una alianza con ellos). En el registro que la autora hace de su trabajo entre jóvenes libertarios aparece una interpretación según la cual el “que se vayan todos” y el ethos “meritocrático” confluyen en la alianza entre clases bajas y medias del 2001 (aquella alianza entre piquete y cacerola), recodificada ahora por derecha en la frase “argentinos de bien” (noción que supone que “bien” es mérito, contra la retórica de los “derechos” que esconden privilegios y falsas igualaciones entre quienes se esfuerzan y quienes no).

Ezequiel Saferstein analiza la escena cultural de la derecha radicalizada. Sorprende el lugar que reconoce para la bibliofilia en un mundo de influencer, plataformas digitales y contenidos audiovisual de los jóvenes libertarios. Sus principales autores (entre quienes se encuentra Álvaro Zicarelli, discípulo de Juan José Sebrelli) coinciden en atacar -dar a conocer y refutar- lo que denominan la victoria de una izquierda cultural global en el campo de la cultura y en reivindicar purezas de un capitalismo sin regulaciones junto a formas conservadores del ser social y una auto-percepción de participar de un movimiento contrahegemónico. La lista de autores de un militante actual de LLA -dice el autor- puede ir perfectamente “de Ceferino Reato a Von Mises pasando por Nicolás Márquez o Agustín Laje, cubriendo el arco que va del negacionismo de los años setentas a la refutación de las teorías de género, la crítica de la economía keynesiana y la inflación y la reivindicación del libre mercado.

El artículo con el que cierra el libro, escrito por Pablo Semán y Nicolás Welschinger, abre con una frase frontal: el peronismo “está bloqueado” simbólicamente. Tiene la lengua trabada dado el peso que sobre ella tiene el “estado del Estado”. La fluidez está en otro lado. Allí donde no ha dejado de activarse una derecha popular (diferenciada de una derecha elitista previa) liberacionista. Vuelve a plantearse entonces, la cuestión crucial de la afinidad entre una lengua y una derecha popular, que los autores explican histórica y sociológicamente. Mostrando una conexión entre experiencia (jóvenes de clase media y popular del AMBA) con una ideología (de derecha libertaria).

Pablo Semán.
Semán y Welschinger hablan de un “anudamiento exitoso” entre la “estructura de acogida” y “convocatoria política”, sin la cual el crecimiento de LLA en esos sectores permanecería inexplicable.

Tras un proceso de entrevistas “focales”, los autores crean un concepto, “mejorismo”, capaz de condensar los efectos de esta convergencia entre mutación estructural e ideología. Una década larga de estancamiento económico y desmejoras de la calidad en prestaciones públicas dio lugar a un paisaje dominado por el empobrecimiento y la precarización laboral. Pero también a una narración sobre la vida vinculada a la auto-empresarialidad que emerge sobre suelo mutado. Esa narratividad está hecha de fragmentos de experiencias que van de terapéuticas orientadas a la optimización de la valorización del yo, a modos de auto-educación aplicadas a perfeccionar el tiempo de trabajo, al uso del marketing, las técnicas y lecturas del mundo de autoayuda y lo insumos provenientes de redes sociales como tik-tok e IG. Los autores prestan particular atención a las referencias de tipo moral que los entrevistados hacen respecto de sí mismos. En condiciones de precarización e informalidad la “optimización del yo” es vivida por los entrevistados como una experiencia de “superación personal” que forma un “temperamento” y hasta una “mística” emprendedora dispuesta a conquistar “disciplina, fuerza física y moral, inteligencia y habilidad estratégica”. La autopercepción de cada quien como un capital individual a acrecentar mientras sea posible, no deviene, actúa también como instancia de juicio desfavorable a quienes tienen asegurado el trabajo en el “empleo estatal” o “viven de arriba” cobrando prestaciones públicas. La moral “mejorista” choca con la idea según la cual la regulación iguala. Desde su óptica, los “derechos empobrecen” y se los rechaza tanto porque no son percibidos como un merecimiento que reconoce un esfuerzo, como por igualaciones entre quienes se esfuerzan y quienes no. Dada la inexistencia de una vivencia o un recuerdo de unos derechos efectivos y universales de calidad, se los lee como privilegios. El individualismo de los “mejoristas” -así emplean el término los autores- no es sin embargo la caricatura que hacen de ella los partidarios de los derechos. Su individualismo está inscripto en tramas sociales de cuidados y en espacios de cooperación local.

Semán y Welschinger explican que el “mejorismo” funciona como un modelo ideológico a la vez consciente y no explicitado que si bien no decanta necesariamente y de modo directo en una política, experimenta una llamativa afinidad con el discurso libertario. El capítulo que comentamos –“Juventudes mejoristas y mileísmo de masas”- se planta explícitamente como una polémica -dentro y contra- las ciencias sociales porque “se limitaron a ver la parte negativa de las nuevas situaciones laborales o incluso a condenar el fenómeno” y reivindica a quienes sí supieron ver (“observadoras sociales” como Mayra Arenas, entre otras) supieron verbalizar la articulación entre estos sujetos -llamados alternativamente “héroes de mercado”, “sobrevivientes de la pandemia”- y las propuestas de Milei (el llamado a “despertar leones”).

Lo que no se quiso ver -puesto que libro es una muestra de que la visión sí era posible- son las “valencias positivas del individualismo” obrando como terreno de afinidad entre modo de vida y política. El peso que se le atribuye a la cuarentena en este cambio de “valencias” es, por supuesto, grande. La referencia a quienes se “salvaron solos” durante la pandemia tiene -evidentemente- un lugar importante en la explicación de la constitución de la afinidad entre esta nueva sensibilidad popular y la emergente derecha radicaliza. Esta es la explicación que los autores encuentran al “giro a la derecha” que ubica a muchxs jóvenes del lado “de los sectores más concentrados del capital”. Se trata de un proceso que tiene mucho de indiscernible, puesto que la “naturalización de jerarquías o de amor por la desigualdad” conviven en ella con una “demanda democrática contra unas élites inconducentes o contra el desconocimiento de los merecimientos”, junto a una fuerte impugnación de quienes viven de los planes. La cuestión del “ver”, entonces se revela como una metáfora de la ideología. Las ciencias sociales y el progresismo -peronismo quiéralo o no incluido- no pudieron ver aquello que amenazaba su ideología constitutiva. Pero habría en las ciencias sociales unos recursos -como las entrevistas focales- que habilitan el contacto con aquello que se resiste a pensar, y que permite superar los límites de la ideología en el que quedaría encerrado el militante político y el cientista social encerrado en sus libros y sus clases. ¿Hay otros modos de lograrlo? Leído como una amonestación -particularmente en la pluma de Seman- a una franja de las ciencias sociales y a buena parte del periodismo y la política incapaz de ver, el libro alcanza una aspereza que es signo de vitalidad que tensa la cuestión -imprescindible- sobre los modelos de comprensión del presente. Quedan planteadas algunas preguntas. Una de ellas tiene que ver con la geografía política. En su libro El nudo -escrito con un registro periodístico-historiográfico- Carlos Pagni se preocupa por lo que llama la “conurbanización de la política”, poniendo el foco -como Está entre nosotros– en el territorio estratégico del AMBA. Lo que deja abierta la cuestión sobre el hecho de que LLA hizo su mejor elección, no en CABA ni en la Provincia de Buenos Aires, lo que supone, o bien que las provincias votaron contra el Amba, y/o que el fenómeno electoral de LLA precisa aún ser explicado con relación a otros territorios. La otra, en cambio, a los procedimientos con los cuales se constituyen conceptos políticos. Un rico arco que va de las militancias al ensayismo crítico constituye una contraprueba sobre la vigencia que tienen otros modelos de comprensión de las mutaciones socio-políticas del país. Libros recientes como El Kirchnerismo desarmado, de Alejandro Horowicz o La implosión, de Leandro Bertolotta e Ignacio Gago (entre tantos otrxs, escritos desde los feminismos o desde activistas próximos a organizaciones sociales), hacen otra práctica de las ciencias sociales elaborando percepciones y/o categorías particularmente eficaces.

En el caso de Bertolotta y Gago -miembros del Colectivo Juguetes Perdidos-, se trata de crear una microsociología capaz de captar las consistencias colectivas más enmudecidas, y de correlacionarlas con nociones como “sociedad ajustada” y “precarización totalitaria”, provocando el notable efecto de captar en simultáneo el carácter “ambivalente” de las tonalidades afectivas de la multitud -en el sentido que da Paolo Virno a esta noción: la coexistencia de un doble valor que permite leer los modos de vida como envolviendo una pluralidad de direcciones posibles- junto a una comprensión política clara de la dimensión neoliberal que estructura y agobia a estos modos de vida. En el de Alejandro Horowicz, se trata de comprender la política argentina como un proceso largo de descomposición sostenido en la correlación entre un modo de acumulación que exporta el excedente productivo, la profundización de la derrota de la clase obrera como sujeto de un contrapoder y el balance electoral que los asalariados hacen -desde su condición de derrotados- de elección en elección, de la ausencia de una conducción política confiable. Milei es ante todo, para Horowicz, un sitio vacío en la estructura, que permite fantasear una impugnación a la casta y al sistema sin tener que afrontar la tarea de constitución de una fuerza capaz de provocar una transformación real.

Ambos libros -y los otros tantos trabajos que ahora no cito- participan activamente del doble movimiento implicado en el ejercicio de un ver qué ve lo que vé de acuerdo al lente que se ocupa de pulir, pero también de la capacidad de pispear en los lentes de sus vecinos.

Buenos Aires, 5 de enero de 2023. Teclaeñe

Fuente de la información e imagen:  https://lobosuelto.com

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Argentina: Educación Pública. Acción estudiantil en la UNCuyo contra el ajuste en la Universidad.

Los y las estudiantes del Gran Mendoza que se vienen organizando en Interfacultades desde diciembre de 2023, realizaron dicha concentración dando difusión a la situación crítica de la Universidad e invitando a organizarse por mayor presupuesto educativo, contra el encarecimiento de la bandeja del comedor y por el boleto educativo gratuito. La misma contó con la participación de distintos sectores de la comunidad universitaria como docentes de FADIUNC y también delegaciones de la Asamblea de Trabajadores del CONICET y la Asamblea Cultural de Mendoza.

Es el primer inicio de clases durante la gestión del derechista Javier Milei. La novedad aquí no es el comienzo de la cursada, sino el duro ataque que sufre la Universidad Pública en apenas 100 días de haber asumido el gobierno “libertario”. Frente a decenas de estudiantes que concurren al comedor, referentes estudiantiles de diferentes facultades expresaron la preocupación por los recortes en curso y la incertidumbre que genera el hecho de no saber si el dictado de clases seguirá después de mayo. Plantearon la necesidad de seguir invitando compañeros y compañeras a ser parte de las Asambleas, para decidir entre todos y todas, de forma amplia y democráticamente cómo defender la educación pública y derrotar todo el plan de ajuste de Milei. También expresaron su solidaridad con los trabajadores municipales de Godoy Cruz que horas antes habían sido brutalmente reprimidos por la Policía de Mendoza mientras llevaban adelante un reclamo porque perciben salarios de indigencia.

Por su parte, desde la Asamblea del CONICET remarcaron la necesidad de unir las luchas de todos los sectores afectados y seguir apostando a la organización que le haga frente al brutal desfinanciamiento de Milei. Las y los estudiantes agradecieron el respaldo y quedaron comprometidos en seguir forjando lazos de unidad, manifestando la necesidad de que los centros de estudiantes se pongan a la cabeza de organizar al movimiento estudiantil, ya que “no podemos esperar, como nos proponen, mientras arrasan con nuestra educación y nuestras vidas”.

La defensa de los derechos humanos también estuvo presente y se manifestó la importancia de marchar el 24 de Marzo para conmemorar a los 30.400 desaparecidos y desaparecidas por el Golpe de Estado genocida del 76. En particular reivindicando a los estudiantes secundarios y universitarios que peleaban por el derecho a la educación y fueron perseguidos, torturados y desaparecidos por la dictadura militar que hoy quieren negar Milei y su vicepresidenta.

48 años después del golpe, retomar las banderas de los 30.400 por otra sociedad y en defensa de la educación pública es urgente.Con salarios docentes por el piso, becas y proyectos de investigación congelados, sumando la falta de mantenimiento y el congelamiento de obras edilicias, sin dejar de lado el aumento en los asuntos de la vida cotidiana como los alquileres, el boleto y la comida, el despiadado ajuste de Milei se encamina hacia una privatización encubierta de la educación superior. Acompañado, de la persistente exclusión de las y los jóvenes más precarios. ¿Cuántos pibes no van a llegar a cursar por estar ocupados buscando el pan?

Frente a esta situación de emergencia, los Centros de Estudiantes, conducidos por la Franja Morada y el peronismo, se mantienen ausentes. Sin embargo los y las estudiantes autoorganizados impulsan acciones y continúan exigiendo que sus “representantes gremiales” tomen una posición activa en esta lucha. El miércoles 20/03 convocan a una nueva Asamblea Interfacultades a las 18 hs en la explanada de la Facultad de Arte y Diseño (UNCuyo).

https://www.laizquierdadiario.com/Educacion-Publica-Accion-estudiantil-en-la-UNCuyo-contra-el-ajuste-en-la-Universidad
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40% de niños venezolanos no asisten regularmente a clases: su futuro está en riesgo

Por: Valentina Cordova

Más de 2,6 millones de niños no asisten a clases con regularidad en Venezuela. Las aulas se están quedando vacías y así va aumentando la vulnerabilidad y se disminuyen las oportunidades de progreso para las futuras generaciones.

En Venezuela, los niños y jóvenes entre los 8 y 17 años sufren rezago escolar severo (un atraso educativo de dos años o más) y son 88% más probables de ser pobres en el futuro. Este es uno de los datos que la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) presentó el pasado 15 de marzo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se mostró una radiografía de las vulnerabilidades y desigualdades que vivieron los venezolanos durante el año 2023.

El problema educativo en el país es multidimensional y no solo abarca el rezago escolar, sino también a las infraestructuras que se caen a pedazos, la falla en los servicios públicos, los bajos sueldos de los maestros y hasta el pensum cambiante.

maestro contagios

La crisis en el sistema es un reflejo de la ausencia de políticas públicas y la falta de presupuesto del Gobierno de Nicolas Maduro. La prueba es el monto que otorgó este 2024: del 100% del presupuesto nacional solo 10,25 % fue destinado a la educación, de los cuales solo el 2,6% fue para la educación universitaria.

Desde 2023 los economistas hablan de crecimiento económico y deflación y las personas tienen expectativas de progreso y mayor bienestar. Sin embargo, no se puede hablar de progreso ignorando la realidad de los millones de niños y jóvenes que viven desescolarizados, lo cual repercutirá en sus ingresos económicos y oportunidades laborales en el futuro.

Veamos las estadísticas que nos presenta Encovi al respecto: en promedio, las personas que no tienen nivel educativo perciben una remuneración de 1,25 dólares la hora, para los que terminan el bachillerato el monto sube a $2,62 la hora y los que tienen estudios universitarios pueden percibir $3,94 la hora o más.

No solo más pobres, también más vulnerables

El rezago, la deserción y la desescolarización no solo más pobre a la población de niños y jóvenes, sino también más vulnerables. El índice de vulnerabilidad propuesto por Encovi se centra en aquellas áreas que afectan la calidad de vida de los hogares.

El profesor Luis Pedro España, uno de los investigadores a cargo de la presentación, explicó que el 78% de la vulnerabilidad moderada o severa se concentra en el 30% mas pobre del país.

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Foto Miguel Zambrano / AFP

“Los hogares son vulnerables en mayor medida en aquellas áreas donde las condiciones son más difíciles de cambiar desde el ingreso de las familias”, agregó España. Durante el 2023, la educación ocupó el 5to lugar en el índice de vulnerabilidad de Encovi, afectando al 11% de la población.

Las personas que tienen mayor riesgo de vulnerabilidad son la población entre 6 y 17 años que no asiste a ningún centro educativo, los niños y jóvenes de 8 a 17 años con rezago severo y los adultos de 18 años o más que no completaron o tienen menos de los 11 años de nivel educativo.

Población escolarizada: aumentó, pero no lo suficiente

En 2023, según la Encovi, el porcentaje de la población escolarizada subió a 66%, lo que representa un incremento de tres puntos porcentuales en comparación con el 2022 y ubica al país en una cifra parecida de escolaridad a la que se tenía pre-pandemia.

En números esto representa que 7,61 millones de niños y adolescentes, entre 3 y 24 años, recibieron clases en el 2023 y aunque esto parezca una cifra alentadora realmente no lo es.

Si bien aumentó la escolaridad, esta no creció proporcionalmente con la demanda demográfica de niños y jóvenes que piden estudiar.Hay una brecha de casi 4 millones de personas que siguen sin estar escolarizadas y lo necesitan. Además, los investigadores de Encovi explicaron quede esos 7,61 millones de personas, el 40% (2,6 millones de niños) no asiste a clases con regularidad, una situación que aumenta el rezago escolar y por tanto la vulnerabilidad y la pobreza futura.

“Se trata de 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes que faltan algunos días a clases, y casi el 50% de las razones aludidas con mayor frecuencia tienen que ver con la falta del personal docente por huelgas (30%) o por ausentismo (18%). Otras razones menos mencionadas, pero muy relevantes, tienen que ver con fallas en los servicios públicos y falta de comida en el hogar o la escuela”, comentó la profesora Anitza Freitez, también a cargo de la investigación.

Sin acceso a una educación de calidad, también se genera una brecha que minimiza la igualdad de oportunidades laborales y aumenta la pobreza. Durante el 2023, en Venezuela solo 1 de cada 10 niños o el 12% de la población estudió en una institución privada, lo que se traduce en 66% menos de probabilidades de que sean pobres a futuros.

Al contrario de lo que ocurre en los colegios públicos, con los cuales los niños aumentan en un 69% sus probabilidades de ser pobres solo por estudiar en este tipo de institución.

El rezago escolar: un detalle de lo que ocurre

No solo los niños y jóvenes no estudian, sino que cuando lo hacen muchas veces están atrasados al grado que por edad deberían estar cursando. Según lo reportado por Encovi, el rezago escolar aumentó en comparación con las estadísticas del 2019-2020. Entre los niños de 7 a 11 años subió de 32% a un 40% en el 2023, siendo predominante el rezago en las mujeres (37%) que en los hombres (34%).

Los adolescentes de 12 a 17 años sufren aun más rezago escolar, los hombres tienen un 55% de rezago de los cuales 18% es rezago severo (2 o más años de retraso). En el caso de las mujeres, el atraso en su escolaridad es de 46%.

Ante estas cifras la profesora Freitez manifestó que la población escolarizada con rezago severo hoy está en riesgo de quedar excluida del proceso educativo, si no se toman acciones.

En sus propias palabras: ¿por qué los jóvenes no continúan con sus estudios?

Además de las razones obvias como las fallas en el sistema educativo, en la encuesta Encovi los niños y jóvenes tuvieron la oportunidad de manifestar que razones los motivan o no a seguir estudiando. En el caso de los hombres entre 12 y 17 con deserción escolar, el 31% afirmó que dejan de estudiar porque deben salir a trabajar. Otras de las razones de peso entre este grupo de edad es que simplemente no quieren seguir estudiando, así lo aseguraron un 29% de los hombres encuestados y un 27% de las mujeres.

¿Por qué no quieren seguir estudiando? El 30% afirmó que no se sienten motivados por el ambiente escolar a seguir con sus estudios. Otra de las razones es queno les parece de utilidad lo que están aprendiendo en las aulas (25% de mujeres y 13% de hombres entre 12 y 17 años opina esto).

¿Y las soluciones?

Aunque el panorama es desalentador, los profesores encargados de la presentación de la encuesta Encovi propusieron algunas políticas públicas para dar respuesta y mitigar la crisis de escolaridad en Venezuela.

En primer lugar, plantearon que se diseñen estrategias que prologuen la permanencia de los jóvenes en la escuela y que luego de allí puedan tener acceso a primeros empleos. Además, instaron al gobierno a eliminar el horario escolar mosaico, donde los educadores asisten menos días a clases.

Para leer más sobre los resultados y las propuestas de la encuesta Encovi 2023, pueden hacerlo ingresando al siguiente enlace:https://www.proyectoencovi.com

https://elestimulo.com/educacion/2024-03-18/40-de-ninos-venezolanos-no-asisten-regularmente-a-clases-su-futuro-esta-en-riesgo/

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Lucero Martinez Kasab: Un bloque social que embrutece. Colombia

Las personas actúan dentro de esa lógica entre otras cosas, porque, la opulencia se volvió un culto a través de ciertas creencias religiosas que la glorifican, como una bendición de Dios que les habla desde los púlpitos de algunos templos; es la nueva teología de la prosperidad que hace parte del bloque que embrutece. Un ardid del protestantismo convertido en doctrina de los codiciosos porque, les destraba los escrúpulos que inculca la Iglesia Católica para fomentar el respeto al prójimo.

Amparadas bajo la teología de la prosperidad se ven llegar a decenas de personas a las iglesias, gente adinerada, corrupta, que todo el mundo conoce y uno piensa, pero ¿cómo son capaces de ser tan pecadores e ir a la iglesia como si nada? Y, resulta que es que encuentran en el templo la indulgencia al exceso de ambición. Y ya sabemos la fuerza que dan las convicciones religiosas. Así, es fácil que no crean ni teman a la justicia, porque ellos tienen su propia deidad que les ampara el deseo de tener cada vez más, como los sionistas tienen su dios que les respalda el genocidio.

Lo desolador es que a esos templos de la teología de la riqueza también va gente pobre, que está endeudada, no tiene con qué pagar los colegios, debe vivir y alimentarse donde los suegros porque no les alcanza el dinero del trabajo, creen que Dios les cambiará el destino pues, la religión les embrutece la capacidad crítica como para darse cuenta de la situación macro política y económica que incide en sus vidas y, que son sus pastores los millonarios debido al dinero que reciben de ellos, los fieles, que no tienen para comer.

Se suman a este bloque de embrutecedores ciertos medios de comunicación mencionados el otro día por el presidente Petro. Donde vuelven lógica la irracionalidad de tomar un relato mítico de la Biblia como pretexto para que se cometa un genocidio en Palestina. Titulan de manera tendenciosa los logros del presidente Petro, pero, colocan fotos exaltando a una oposición con cientos de investigaciones en contra. Sus invitados expertos son los profesionales formados en EEUU que poseen la ideología de la explotación humana y de la naturaleza.  Exaltan las murmuraciones, el bochinche, la envidia en sus programas de concurso a ver cuál de los participantes arrastra más su dignidad con tal de ganar plata. Saturan la pantalla con presentadoras artificiosas que ofrecen la imagen de ser mujeres empoderadas, ¡ay, ese término! Y las mujeres humildes, trabajadoras, las que deben tomar un bus y pasar tres horas de ida y tres de venida del trabajo que las idealizan no saben que estas empoderadas sufren lo indecible cuando las canas aumentan, las caderas se llenan y la arrugas aparecen porque, esos medios las cambiarán por más jóvenes, la televisión es una recicladora de mujeres empoderadas. Esos programas son velos todos los días en las pantallas de los televisores que van apaciguando en las y los ciudadanos el deseo de conocer, de enterarse de la política real de su pueblo, ciudad o país, entonteciendo el circuito que va del sufrimiento a las neuronas y de ahí al razonamiento que, por fin, les otorgaría una explicación a sus vivencias, sin embargo no, el circuito nunca se completa como para que la gente despierte a la conciencia; se atasca en el sufrimiento que el pueblo cree curarlo identificándose con quienes se insultan en los programas de concurso.

En la Costa comenzaron las emisiones de radio más repugnantes basadas en preguntas impúdicas sobre la vida amorosa, sexual, erótica, con palabras abiertamente obscenas; con unos chistes que son una burla despiadada hacia la mujer; embruteciendo a la juventud que inicia la escucha de la radio, la vuelven su más asidua oyente porque, los jóvenes inexpertos, sin capacidad crítica se sienten atraídos por las risas grabadas y el ambiente festivo de los programas; estas emisoras van en contra vía del humanismo de otras épocas cuando nació la radio,  precisamente, en Barranquilla, con locutores dueños de un contenido y un lenguaje pulido, refinado, agradable.

Ni qué decir de quienes desde la capital de Colombia con unas voces bien moduladas y temas más serios embrutecen a la gente mediante otra táctica: la de colocar como víctima a los y las delincuentes de cuello blanco, es decir, a las personas de la élite política, económica, social que cuando delinquen y caen en desgracia las defienden con malabares idiomáticos. Buscan a toda costa corregir la realidad manipulando con una voz profunda y calmada experta en eufemismos, palabras ambiguas que definen y no definen lo que claramente es corrupción o asesinato o masacres o genocidio. Llama la atención algunas mujeres con un estilo policial, impositivo, de mil palabras por segundo como ametralladoras que imposibilitan el argumento de la otra persona y aún más el contra argumento, son verdaderos tribunales –pero el dictador es otro-. Estas emisoras tanto que critican a la Primera Línea que se opuso a la reforma tributaria de Duque y, resulta, que son la primera línea de defensa detrás de sus micrófonos de la oligarquía corrupta de Colombia. Menoscaban la inteligencia de las personas que llaman espontáneamente a dar sus opiniones cerrándoles el teléfono de la manera más grosera, haciéndolas sentir fuera de lugar, torpes, poca cosa.

Hacen parte de este bloque de embrutecedores las y los políticos que le han ocultado al pueblo que es sede del poder político; inculcándole sentimientos de inferioridad, de que es casi natural tener en los altos puestos del gobierno a gente blanca, adinerada, socia de clubes porque, el pueblo no está capacitado para dirigir esas instituciones, así, la gran masa popular se aparta, no argumenta, no discute; se cree muy lista sacándole al político bolsas de cemento, tejas, mercaditos o plata por un voto durante las elecciones y no se da cuenta que el político le desangra la vida. Los políticos perversos han distorsionado tanto la Ley que, ella, que fue creada para proteger la vida la han volteado para esparcir la muerte.

Integran este bloque de embrutecedores las universidades privadas que esparcen un conocimiento parcial, fragmentando, acomodado de la economía, filosofía, psicología, sociología, derecho, ingenierías, etc., a favor de los poderes dominantes. Sostienen doctrinas que desprecian la igualdad entre los humanos. Apuntalan teorías de las ¡manos invisibles que equilibran el marcado! Pero, se burlan de los pueblos ancestrales que le bailan al dios de la lluvia, a ver si no es más consecuente danzarle a la lluvia para que riegue los campos que creer en una mano invisible económica.  Universidades con teorías psicológicas impregnadas de la física cuántica para solucionar el vacío de una joven que necesita hablar, expresar con palabras que no sabe encontrarle sentido a su vida. No admiten la crítica ni el debate abierto. Dan por sentado que es de seres razonables la filosofía de regirse por los contratos y no por las palabras, aunque se trate de madre e hijo, así atenten contra la histórica solidaridad humana. Estas universidades forman a los futuros presidentes, gobernadores, senadores, etc., para que continúen ejerciendo un poder político impositivo, para, en palabras de los zapatistas manden mandando en vez de mandar obedeciendo al pueblo como lo propone esta revolucionaria filosofía política mexicana. No les cuentan a los alumnos sobre las ideas de la historia humana que liberan el pensamiento, que cortan las cadenas de sentirse inferiores, que fortalecen las culturas propias; sólo enseñan las teorías que muestran cómo dominar al Otro.

Este bloque social embrutecedor priva a las personas de cultivar la duda, la crítica, la confrontación de los hechos,; el razonamiento inductivo y deductivo; obstruye las capacidades de analizar, organizar y categorizar los datos; cercena la imaginación; menoscaba la propia afirmación; desconecta la felicidad o el sufrimiento de los procesos políticos manteniendo al pueblo en la ignorancia de que el ser humano hace la historia y si desea, puede cambiarse de canal, de emisora, de libros, de teorías, de políticos, de gobernantes, de ideologías, de religión, etc. Embrutecer requiere de un alto grado de perversidad, es hacer daño al Otro mediante el achicamiento de su capacidad de reflexión, es obstaculizar el curso de los pensamientos ajenos que llevan a la luz de la conciencia. Es esclavizar el intelecto, que es más terrible que someter al cuerpo porque, las cadenas del pensamiento son sutiles, abstractas, intangibles. El progresismo desde todos los campos tiene la obligación de liberar las cadenas al pensamiento del pueblo para que advierta cómo ciertas iglesias, algunos medios de comunicación, diversas teorías filosóficas y los partidos tradicionales lo han puesto a vivir el mundo al revés, pero que él, el pueblo, puede poner el mundo de pie si tiene fe en sí mismo.

 

Fuente: https://www.lanuevaprensa.com.co/component/k2/un-bloque-social-que-embrutece?s=08

 

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Venezuela: Pensionados protestan en varios estados por mejores salarios

Jubilados y pensionados protestaron la mañana de este jueves 14 en varios estados para reclamar al Ejecutivo un aumento del salario mínimo y las pensiones, que se mantienen fijas desde hace más de dos años. La consigna «No al exterminio» se repitió en las sedes del Seguro Social del país.

 

En Caracas, frente a la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un grupo de pensionados y trabajadores activos protestó por las condiciones que enfrentan los dependientes de la administración pública.

 

Griselda Sánchez, sindicalista y presidenta de Fordisi, dijo que no hay políticas que permitan «una calidad de vida digna» a los adultos mayores.

 

Sánchez pidió a los representantes del PNUD que conversen con las autoridades venezolanas para conseguir mejoras en las pensiones.

 

«Entiendan que los trabajadores no pueden esperar a que se resuelva el tema político. Entendemos que necesitamos un cambio de modelo político, pero también necesitamos que se generen políticas para que nuestros jubilados y pensionados tengan un ingreso digno».

 

«¿Hasta cuándo tanta hambre, tanta miseria, tanto sufrimiento», expresó un jubilado frente a la sede del IVSS en San Juan de los Morros, estado Guárico.

Fuente: https://alertas24.com/nacionales/pensionados-protestan-en-varios-estados-por-mejores-salarios/

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Argentina: En defensa de la universidad, por salarios y presupuesto: día de paro y visibilización

El plan de lucha va a continuar y se comienza a preparar una gran marcha universitaria para abril, señalan docentes, no docentes y estudiantes.

Gremios y la federación de estudiantes realizaron este jueves una conferencia de prensa frente a la sede del Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en una jornada de paro dispuesta por el Frente Sindical de las Universidades Nacionales. A modo de visibilización de la protesta, instalaron bancos y banderas en la explanada del histórico edificio de bulevar Pellegrini 2750.

El Frente Sindical de las Universidades Nacionales es un espacio que forman a nivel nacional los gremios Fedun, Conadu, Conadu Histórica, Fagdut, UDA, Ctera y los No Docentes nucleados en Fatun. Llevó a cabo esta medida de fuerza ante «la profunda crisis salarial y presupuestaria que exige una respuesta de unidad estratégica con un plan de acción nacional que encauce el malestar, los reclamos y sea eficaz para lograr los objetivos».

«La convocatoria fue realizada en defensa de la universidad pública y gratuita, por la inmediata actualización del presupuesto universitario -dado que ahora estamos funcionando con un presupuesto reconducido de 2023- y la recuperación de los salarios», detalló Claudia Baigorria, secretaria general de CTA Autónoma Provincia de Santa Fe.

En Santa Fe, adhirieron los gremios Adul y Apul. La novedad también estuvo dada porque unieron fuerzas no sólo los sindicatos (estaban referentes enrolados en la CGT y en la CTA Autónoma) sino también con los estudiantes de la FUL. «El acatamiento al paro es de un 90%, y solo se conservaron guardias mínimas cuidando el patrimonio universitario», dijo Baigorria.

Reuniones infructuosas

Hasta el momento hubo dos reuniones con los gremios universitarios. La propuesta nacional fue un incremento salarial del 16% a cobrarse con el salario de febrero. El problema es que esa oferta absorbería un 10% de acuerdos paritarios precedentes. Por lo que los sindicatos aducen que el aumento 2024 sería sólo de 6 puntos, y rechazaron la oferta.

Norberto Cabanas, secretario gremial de UDA -designado como paritario universitario nacional- explicó que «el paro es en demanda especialmente de aumento salarial, que es el tema urgente. Pero también por mayor financiamiento para la educación y especialmente para el sector universitario, que hoy en día está funcionando con un presupuesto prorrogado, con valores nominales de hace un año. A este ritmo, podemos decir que en uno o dos meses más, las universidades nacionales ya no contarán con más fondos como para poder funcionar. Y cuando hablo de funcionar, me refiero a ni siquiera abrir sus puertas».

Al  respecto, Baigorria aportó: «Hay un retraso, una pérdida del poder adquisitivo de los salarios que en tres meses es más del 50% para los trabajadores docentes y no docentes. También la medida es en defensa de los puestos de trabajo y por jubilaciones dignas, por la restitución inmediata del Fonid a los compañeros y compañeras docentes de las escuelas preuniversitarias, que ven recortada esa parte del salario tan importante. Y por supuesto, por la inmediata derogación del DNU 70-2023 del gobierno nacional».

Más acciones

La semana que viene se vuelve a reunir el día martes el Frente Nacional de Sindicatos Docentes y No Docentes de las Universidades Nacionales. También va a haber un encuentro con la Federación Universitaria de los Estudiantes (FUA), para ver cómo continuar. Se analiza la realización de un nuevo paro de 48 horas con fecha a definir y la construcción de una «gran marcha universitaria» para el mes de abril.

Oscar Vallejos, secretario adjunto de Adul, indicó que la jornada de paro tuvo el propósito de manifestar dos conflictos fundamentales que atraviesan a la universidad pública: «Por un lado, la crisis salarial que quienes trabajamos en la universidad estamos sosteniendo. No estamos pidiendo aumento, lo que estamos diciendo es que necesitamos recomponer el salario acorde a los procesos inflacionarios. Y por otro lado, la situación de la crisis presupuestaria que atraviesa la universidad y que también afecta las condiciones de trabajo de la docencia y pone en crisis la posibilidad misma de que la universidad esté abierta».

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