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Explosión de obús en escuela religiosa afgana deja nueve adolescentes muertos

Redacción: 24 Horas

Al menos nueve adolescentes murieron en la explosión de un obús de mortero en una escuela coránica de la provincia de Tahar, al norte de Afganistán, indicaron el jueves portavoces policiales a la AFP, que revisaron al alza un primer balance de víctimas.

La explosión “fue provocada por un obús que de alguna manera fue transportado al interior de la escuela”, dijo Jalil Asir, portavoz de la policía local, añadiendo que las víctimas eran casi todas menores de 18 años.

Seis estudiantes resultaron heridos en la explosión en el distrito de Ishkamish en la provincia de Tahar.

El portavoz de la gobernación provincial, Jawad Hejri, confirmó el atentado y el balance,

Este es el último de una serie de atentados contra mezquitas en Kabul.

Cuatro personas murieron en la explosión de una bomba en una mezquita de la capital durante la oración semanal el pasado viernes y otra explosión en otra mezquita de la Zona Verde, una zona de alta seguridad en la capital afgana, mató a dos personas, entre ellas a un prominente imán.

Estos atentados se producen en medio de los preparativos para iniciar negociaciones de paz entre el gobierno afgano y los insurgentes talibanes destinadas a poner casi dos décadas de conflicto en el empobrecido país.

Fuente: https://www.24-horas.mx/2020/06/18/explosion-de-obus-en-escuela-religiosa-afgana-deja-nueve-adolescentes-muertos/

 

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Las niñas afganas, a la espera de que la paz les permita regresar a las aulas

Redacción: Notimérica

Pese a los avances logrados, el 60% por ciento de los menores no escolarizados en el país son niñas.

Si por algo son conocidos los talibán es por pisotear los derechos de las mujeres e impedir que las niñas reciban una educación. Desde la caída de su régimen integrista en 2001, Afganistán ha hecho importantes avances en materia de educación, especialmente en la última década, pero la situación sigue siendo desfavorable para las niñas. El acuerdo firmado entre Estados Unidos y los talibán, que debería abrir el camino hacia un acuerdo de paz entre los afganos, es ahora su gran esperanza.

Entre 2002 y 2019, la cifra de niños escolarizados ha pasado de un millón a 8,5 millones, pero aún hay 3,7 millones de menores afganos que no van a la escuela. De ellos, según datos de la ONU, alrededor del 60 por ciento son niñas, una cifra que alcanza hasta el 85 por ciento en algunas de las zonas del país.

Como explica a Europa Press la representante adjunta del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Sheema Sen Gupta, los niños de Afganistán se enfrentan al reto de la «inseguridad, la pobreza y la violencia» a la hora de acceder a la educación. El conflicto ha dejado a 9,4 millones de afganos, del total de 37,8 millones de habitantes, necesitados de asistencia humanitaria este año, el 56 por ciento de los cuales son niños, resalta.

Pero el desafío no es solo el ir a la escuela, sino el permanecer en ella, algo que especialmente afecta a las adolescentes. Según la responsable de UNICEF, «las tasas de abandono son altas». Esto se debe, entre otras cosas, a que no siempre hay centros educativos para continuar los estudios cerca del lugar de residencia y a que las escuelas en las zonas donde hay muchos desplazados o retornados se ven superadas y no pueden hacer frente a todos los niños en edad de escolarizarse.

Según el Ministerio de Educación afgano, solo el 51 por ciento de las escuelas en el país tienen edificios y aproximadamente 1.000 escuelas estaban cerradas o no operativas en el curso 2016-2017, en general por motivos de seguridad, ya que suelen ser usadas como lugar de refugio o por los grupos armados.

En lo que se refiere a la calidad de la enseñanza, «los estudios demuestran que el nivel de conocimiento del idioma y las matemáticas para alumnos de sexto grado son los mismos que estudiantes de cuarto en países vecinos como Irán, Azerbaiyán y Kazajistán», subraya Gupta.

«Los desafíos estructurales, la gestión ineficiente de los recursos y la corrupción lastran la mejora del acceso a una educación de calidad», lamenta la responsable de UNICEF, que sin embargo pone en valor los progresos realizados gracias a los esfuerzos del personal educativo, el Gobierno, así como otros socios y los donantes.

No obstante, «el creciente nivel de conflicto, el regreso de niños desplazados y el desplazamiento forzado amenazan los logros alcanzados», previene la responsable de UNICEF. La persistente inseguridad, en especial en las zonas bajo control de los talibán, supone todo un desafío para las organizaciones humanitarias que trabajan en el sector de la educación.

Según las estimaciones de la ONU, en el 91 por ciento de los enclaves en distritos de difícil acceso en el país debido a barreras físicas la mayoría de las niñas de entre 6 y 17 años no podrían ir a la escuela.

ALTAS TASAS DE ABANDONO ESCOLAR

Así pues, lograr que las niñas puedan ir a la escuela sigue siendo, a día de hoy, todo un desafío. Para incrementar su escolarización, «UNICEF está alentando el reclutamiento de profesoras y está apoyando instalaciones sensibles con el género» para facilitar que las niñas puedan ir a la escuela, indica Gupta.

Asimismo, la agencia de la ONU también ofrece formación a las profesoras, incluidos paquetes de formación acelerada, así como instalaciones móviles de enseñanza o el pago del transporte para las profesoras y sus carabinas. También se ofrecen incentivos a las profesoras con niños pequeños o apoyo para la baja maternal, explica.

Según Gupta, «las escuelas segregadas para niñas con un muro adecuado y las instalaciones con letrinas por sexos también están ayudando a mejorar la educación de las niñas en Afganistán» si bien, subraya la responsable de UNICEF, «hace falta más énfasis en las iniciativas de cambio de conducta para abordar las tradiciones dañinas, incluido el matrimonio temprano y forzado».

¿QUÉ PUEDE SUPONER LA PAZ?

Las esperanzas –pero también los temores– están puestas ahora en la posibilidad de que haya negociaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibán, después de que estos hayan firmado un acuerdo con Estados Unidos que contempla la retirada total de las tropas estadounidenses.

Por el momento, no obstante, el diálogo no parece que vaya a arrancar a corto plazo, después de que el Gobierno se haya negado a liberar a 5.000 prisioneros talibán y de que los insurgentes hayan retomado sus acciones ofensivas contra las fuerzas de seguridad.

«No hay nada más importante que una paz justa y duradera para los niños, especialmente las niñas», resalta Gupta. «Si el acuerdo de paz se traduce en un acuerdo de paz interafgano que respeta la democracia, incluida la educación y los derechos de mujeres y niñas, entonces podemos esperar un impacto positivo en el sistema educativo», remacha.

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-afganistan-ninas-afganas-espera-paz-les-permita-regresar-aulas-20200307102647.html

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Los niños de Tíbet no pueden aprender su lengua materna

Redacción: El País

Los niños de Tíbet no pueden aprender su lengua materna.

«No te enviaré al jardín de infancia municipal; no porque no vea el valor de la educación preescolar, sino porque no me siento cómodo con un director diciendo a una clase que un niño que habla tibetano no es un buen niño». Esta es una de las frases del poema que un padre tibetano firmó bajo el pseudónimo Do-lho Drengbul en agosto de 2017. Sus versos explican por qué no quiere matricular a su pequeño en la guardería y fue compartido por la app Wechat entre otros progenitores de su etnia; todos observaban con preocupación cómo cada vez se hacía más complicado que sus hijos conocieran la cultura tibetana en la escuela. La queja se ha traducido y difundido ahora en los apéndices de una investigación de la organización Human Rights Watch (HRW) que denuncia cómo las nuevas políticas educativas de China están reduciendo las posibilidades de los niños tibetanos de aprender su lengua materna.

No es una práctica nueva: desde los años sesenta el Gobierno de Pekín ha ido desplazando gradualmente las lenguas minoritarias en la enseñanza, y hoy en día el chino es el idioma en el que se imparten todas las materias. Pero la situación empeora desde que el Gobierno instauró la obligatoriedad de que los niños hayan cursado al menos tres años de educación infantil para poder continuar con la primaria. «Antes, se aprendía la lengua materna en centros privados antes de empezar la educación reglada. Pero esta nueva norma, unida a la censura y clausura de esas escuelas, ha obligado a los padres a matricular a sus hijos en los jardines de infancia chinos», resume Elin Martínez, investigadora senior en materia de educación de HRW.

Un niño practica la escritura de caracteres tibetanos en una tablilla de madera.ampliar foto
Un niño practica la escritura de caracteres tibetanos en una tablilla de madera. ALISON WRIGHT CORBIS VÍA GETTY IMAGES

Hasta hace unos años, la implantación del chino se daba más en las zonas urbanas, mientras que en las rurales se conservaban más escuelas que enseñaban en tibetano. Pero durante la investigación de HRW, que ha durado cuatro años, se realizaron entrevistas con padres de seis municipios diferentes del norte de la región cuyos vástagos acudían a escuelas rurales y se descubrió algo: estos aseguraron que se había introducido un sistema de enseñanza en chino en las clases desde el mes de en marzo anterior sin un anuncio previo del Gobierno.

La organización de derechos humanos reconoce que ha trabajado en un entorno de censura plena y que hay pocos datos, pero recaba las entrevistas y testimonios, artículos periodísticos, informes de autoridades chinas y otros documentos con directrices sobre la implantación progresiva del idioma oficial, y describe cómo fueron las experiencias anteriores en otras regiones del país.

Esta práctica es contraria al derecho internacional. Entre otras muchas normas, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que China ratificó en 1992, establece que a un niño perteneciente a una minoría no se le negará el derecho a usar su propio idioma. Incluso la Constitución china de 1980 protege el derecho de las minorías a conservar y usar sus costumbres orales y escritas. Pero desde la promulgación de la Carta Magna se han sucedido distintas leyes y normas que poco a poco han ido desplazando el tibetano.

Los autores del informe sostienen que el Gobierno tiene una posición ambigua porque sobre el papel dice que se puede elegir libremente en qué idioma dar la clase, pero en la práctica utiliza medidas indirectas de presión. Principalmente, están enviando a profesores tibetanos a estudiar a regiones chinas y empleando a maestros chinos en Tíbet. Según los datos recabados, el número de maestros que no habla tibetano y que trabajan en escuelas públicas se triplicó entre 1988 y 2005, y según el programa actual, para 2020 se habrán enviado un total de 30.000 docentes a Tíbet y a la región de Xinjiang, en el noroeste. En 2017 el 30% de los profesores en estas áreas no sabía tibetano porque no es un requisito que se exija.

El sistema educativo se centra en crear grandes soldados del partido

ELIN MARTÍNEZ, INVESTIGADORA DE HRW

Otra de las medidas es fomentar la creación de clases mixtas con alumnos que no hablan tibetano y apoyar los internados para chicos de zonas rurales. Esto no deja de ser una ventaja porque así los alumnos de las zonas más alejadas tienen la oportunidad de seguir estudiando y no se ven obligados a recorrer largas distancias a diario, hasta la ciudad, pero les hace perder contacto con su familia, sus raíces… y su idioma materno.

«Los mayores lo hablan, pero hay bastante gente joven que quizá lo habla un poco con los abuelos, pero no lo escriben ni lo leen. Juegan en chino, leen en chino, ven la televisión en chino… China lo está consiguiendo», lamenta en conversación telefónica Thubten Wangchen, lama activista tibetano, parlamentario en el exilio y fundador de la Casa del Tíbet en Barcelona. El monje estima que alrededor de un 40% de los adolescentes de su etnia no habla correctamente su lengua materna, aunque no tiene datos para corroborarlo.

Adoctrinamiento desde la primera infancia

El problema en las escuelas tibetanas no queda solo en la elección del idioma, sino en que se obliga a los escolares a consumir ideologías políticas e ideas contrarias a las de sus padres y la comunidad. «Se está enseñando a los niños mensajes muy claros de adoctrinamiento, patriotismo y unidad nacional, les inculcan que todos ellos son chinos desde los tres años. El sistema educativo se centra en crear grandes soldados del partido», alerta Martínez.

La investigadora resume una de las razones más importantes por las que se debe permitir y fomentar que los menores tibetanos conozcan su idioma. «Todos los estudios muestran que los niños aprenden mejor y dominan más lenguas cuando se les empieza a enseñar en su lengua materna», alega.

Un grupo de estudiantes desfila durante la ceremonia del izado de la bandera en un colegio de educación primaria de Lhasa en mayo de 2005.ampliar foto
Un grupo de estudiantes desfila durante la ceremonia del izado de la bandera en un colegio de educación primaria de Lhasa en mayo de 2005. CHINA PHOTOS GETTY IMAGES

Un informe de Fernand de Varennes, relator especial de la ONU sobre asuntos de minorías, hecho público este miércoles resalta que un uso apropiado de las lenguas minoritarias en la educación puede aumentar la inclusión, la comunicación y la confianza entre los miembros de las minorías y las autoridades estatales. «Es más rentable a largo plazo, reduce las tasas de deserción, conduce a resultados académicos notablemente mejores, particularmente para las niñas, mejora los niveles de alfabetización y fluidez tanto en la lengua materna como en el idioma oficial o mayoritario y conduce a una mayor participación de la familia y la comunidad», explica el relator.

Engullir a las minorías

«Quieren engullir las minorías y unificar todo el país», denuncia HRW en su investigación. Se trata de una reclamación antigua que ha costado muy cara cuando ha salido de labios de un ciudadano de Tíbet. Fue el caso de Tashi Wangchuk, un activista y comerciante que está cumpliendo una pena de cinco años de prisión por «incitación al separatismo». Su delito fue reclamar el derecho de los niños de su comunidad a dar clase en tibetano en una entrevista concedida al periódico The New York Times en 2016. En su informe, HRW comparte también otras noticias acerca de centros educativos que priorizaban la enseñanza en tibetano y fueron cerrados.

«El Gobierno chino quiere aniquilar nuestra lengua entre los niños porque ellos son el futuro del Tíbet», sentencia Wangchen. «El idioma es lo que representa nuestra identidad como nación, tenemos una historia milenaria, pero China piensa que si lo conservamos no seremos parte de ellos. Las familias están educando a los niños a escondidas».

Y, paradójicamente, es fuera de Tíbet donde el idioma goza de mejor salud. Se estima que existen unos 150.000 tibetanos en el exilio y unos 1.700 centros budistas por todo el mundo donde se enseña. «Es difícil que desaparezca porque somos muchos; solo en India hay 150.000 tibetanos refugiados. Aquí mismo, en Barcelona, damos clases los fines de semana a hijos de parejas tibetanas o mixtas (hispano tibetanas) y entre semana, a unos 10 o 15 españoles adultos», enumera el lama Wangchen. «En las universidades de muchos países del mundo también se imparte. Dentro de Tíbet hay mucho control, pero fuera estamos trabajando duro para preservar nuestra lengua».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/03/11/planeta_futuro/1583931181_748359.html

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El poder no está en el cañón del fusil

El poder no está en el cañón del fusil

Por Emir Sader

EEUU sufrió su más dura derrota militar en la guerra de Vietnam. Tras haber derrotado a varios enemigos, no habría de ser un pequeño país asiático, con un economía primaria, quien habría de derrotar a los EEUU. No por haber derrotado a los franceses, podría representar una amenaza para el poderío militar norteamericano.

Pero poco tiempo después de haber minado los puertos de Vietnam del Norte y de desplegar a más de 700 mil militares para ocupar militarmente el país, el último helicóptero salio de Saigon, con los últimos soldados disputando desesperamente un lugar que se había vuelto un infierno para ellos.

EEUU no sacó las debidas lecciones de esa derrota. La desaparición de la URSS renovaba el espíritu invencible de los norteamericanos, que ya no tendrían un gran enemigo a escala mundial. EEUU consagró su estrategia de militarizar todos los conflictos, transfiriendo el enfrentamiento al plano en el que su superioridad es indiscutible. El gasto militar de EEUU es más grande que el de los demás países.

Así EEUU retomó su estrategia en escala mundial. Víctima de los atentados de las Torres Gemelas, el imperio logro reunir apoyos generalizados para invadir Afganistán, considerado el responsable de los atentados, aun sin prueba alguna, que remitían más bien a su gran aliado en la región: Arabia Saudí. La invasión serviría no solamente para destruir el país, si no también para dar una lección a los talibán, identificados como el gran agente del terrorismo a escala mundial.

El mismo tipo de acción se repitió después en contra de Irak, acusado, igualmente sin pruebas, de poseer armas de destrucción masiva. Pero en esa ocasión EEUU ya no consiguió un apoyo tan generalizado, tuvo que contentarse con su aliado histórico: Gran Bretaña.

EEUU se enfrentaba al reto de ser capaz de enfrentar dos guerras a la vez. Los dos países fueron destruidos por la arrasadora superioridad militar norteamericana. Pero no ha logrado salir, hasta ahora, de ninguno de los dos países. La victoria militar no se traduce automáticamente en victoria política.

Solamente ahora, casi dos décadas después, los EEUU se retiran de Afganistán, pero no con la derrota de los talibán sino, al contrario, con un acuerdo y la retirada de sus tropas, política y militarmente derrotadas. Los EEUU se dan cuenta, dolorosamente, de que no es suficiente la superioridad militar. Tendría que tener una alternativa política para consolidar la victoria militar.

Los EEUU siempre se han comportado como si la abrumadora derrota que ha impuesto a Japón -con dos bombas atómicas de por medio-, pudiera repetirse. Un país tan lejano geográfica y culturalmente, derrotado militarmente, se ha trasformado en un gran aliado de EEUU.

Pero las condiciones y sobre todo los tiempos, son distintos. Irak y Afganistán no se han transformado en un nuevo Japón, sino más bien en nuevos Vietnam. EEUU ha puesto una fecha para la retirada de todas sus tropas de Afganistán. En Irak no consigue encontrar interlocutores para firmar un acuerdo similar, que es lo que más quiere el gobierno de Trump: abandonar ese país, que se ha convertido en un pantano para los norteamericanos.

El siglo XXI se confirma así como el siglo de la decadencia norteamericana. No es la superioridad militar lo que puede impedir esa tendencia. Con el agravante que ahora ya hay otros síntomas de que nace un mundo multipolar, en que el eje económico del mundo ya se ha transferido para Asia, con una decadencia no sólo de EEUU, sino de todo Occidente, incluyendo a Europa.

El siglo XXI se caracteriza también por una disputa y una transición hegemónica. En términos económicos ya es un siglo chino. Políticamente, las alianzas en torno al eje Rusia/China van aglutinando fuerzas que aceleran la decadencia norteamericana.

La salida de sus tropas de Afganistán representan, en este sentido, un símbolo evidente de la incapacidad de los EEUU para seguir definiendo los rumbos del mundo. Irak y Siria, entre otros países, son los epicentros de otros tantos conflictos que en el siglo XXI tienden a confirmar la más importante transición hegemónica desde hace más de dos siglos en el mundo.

Fuente de la Imagen: Rebelión

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-poder-no-esta-en-el-canon-del-fusil/

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“Learning to Skateboard in a Warzone”, el documental ganador del Oscar que empodera a niñas en Afganistán

Redacción: MOR.BO

En 2007, un australiano desaliñado llegó a Kabul con poco más que una bolsa de ropa y tres patinetas. Mientras trabajaba durante el día, Oliver Percovich prestaba sus monopatines a adolescentes afganos para que jugaran con ellos, y que pronto se convirtieron en los primeros skaters del país; y al observar que el skateboarding atraía la atención positiva de los jóvenes de diversas etnias y géneros, Percovich decidió llevar más patinetas a Afganistán en su próximo viaje, y en última instancia, establecer la primera escuela de skateboarding del país, con el objetivo de proporcionar a la juventud afgana una comunidad segura y una salida a su ansiedad de vivir en un país en constante conflicto.

Hoy en día, la organización sin fines de lucro de Percovich es conocida en todo el mundo como Skateistan, y desde entonces se ha expandido, abriendo escuelas y centros comunitarios en Camboya y Sudáfrica. En el 2015, Skateistan recibió el premio Laureas Sport for Good, y un año después se clasificó como la 65ª organización sin fines de lucro más importante del mundo, ayudando a tocar las vidas de decenas de miles de niños en todo el mundo.

El filme Learning to Skateboard in a Warzone (If You’re a Girl), que ganó el Oscar el pasado domingo en la categoría de Corto Documental, cuenta la historia de una de las escuelas de Skateistan en Kabul, que está dedicada a enseñar a niñas y adolescentes cómo manejarse sobre una patineta.

“Esta película es mi carta de amor a las valientes niñas de ese país”, dijo la directora del documental, Carol Dysinger, al aceptar el premio junto a la productora Elena Andreicheva en la ceremonia del domingo. “Enseñan a las chicas a ser valientes, a levantar la mano, a decir que estoy aquí, que tengo algo que decir y que voy a tomar esa rampa, no intenten detenerme”.

En la película, las chicas agarran sus skateboards, se muerden los labios y juegan con las ruedas. Las vemos aprendiendo a dar pequeñas vueltas alrededor de conos de tráfico, y la tensión es palpable. Podría ser un campamento de verano en cualquier otro lugar, pero estas niñas llevan pañuelos en la cabeza bajo grandes cascos, están vestidas con ropas largas y modestas, y la pista de patinaje está escondida detrás de altos muros en la capital afgana, Kabul, por la propia seguridad de las niñas.

Las niñas de la película asisten a un programa de vuelta a la escuela con 3 horas diarias de instrucción educativa, con el objetivo de preparar a quienes aún no están dentro del sistema de la educación formal para matricularse en la escuela pública, junto con sesiones regulares de patinaje. En el filme, se sientan ante una cámara y hablan de sus vidas: una dice que vendió chicles en las calles antes de que la llamaran para que se uniera a la escuela de Skateistan. Otra estudiante dice que vendía té.

"Learning to Skateboard in a Warzone (If You're a Girl)". Fotografía: Skateistan
“Learning to Skateboard in a Warzone (If You’re a Girl)”. Fotografía: Skateistan

En una ciudad en donde los atentados con coches bomba, secuestros y violencia contra las mujeres desprotegidas por hombres poderosos es común, estas niñas ya son sobrevivientes inesperadas. Durante el filme, los espectadores son invitados a involucrarse con el progreso de las estudiantes: a que aprendan trucos, cómo ponerse de pie, cómo deslizarse. En un momento de espera, su maestra, una mujer afgana con las mangas arremangadas, consigue que cuatro niñas se acuesten en el suelo antes de bajar a toda velocidad por una rampa y volar por el aire sobre ellas. Pero los límites de la libertad de las niñas a través del skateboarding son claros. Una le dice a la cámara: “No quiero crecer para poder patinar por siempre”.

“Lo que intentamos hacer es dar a las niñas un lugar donde se sientan seguras, donde puedan expresarse y explorar sus propios intereses”, dice Jessica Faulkner, portavoz de Skateistan. “Y lo unimos a la patineta, que les ayuda a aumentar su resistencia, su establecimiento de objetivos, su determinación y a divertirse mucho al mismo tiempo”.

Dale un vistazo al trailer de Learning to Skateboard in a Warzone (If You’re a Girl) a continuación:

“Learning to Skateboard in a Warzone”, el documental ganador del Oscar que empodera a niñas en Afganistán

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Afganistán, la zona más letal para ser niño

Redacción: El País

Solo en los nueve primeros meses de 2019, nueve menores de edad murieron o fueron mutilados cada día por un conflicto que dura ya 40 años.

Además del impacto directo de la violencia causada por el conflicto que vive Afganistán desde hace 40 años, las vidas de los niños también se ven afectadas por los efectos combinados de los desastres naturales, la pobreza y el bajo desarrollo del país. Uno de los principales problemas es la desnutrición aguda severa. En la imagen, Agha Naaz, de 40 años, está sentada junto a Ali Zafar, su hijo de tres, en el hospital pediátrico Ata Turk en Kabul, donde está siendo tratado de esta enfermedad.

 

Más del impacto directo de la violencia causada por el conflicto que vive Afganistán desde hace 40 años, las vidas de los niños también se ven afectadas por los efectos combinados de los desastres naturales, la pobreza y el bajo desarrollo del país. Uno de los principales problemas es la desnutrición aguda severa. En la imagen, Agha Naaz, de 40 años, está sentada junto a Ali Zafar, su hijo de tres, en el hospital pediátrico Ata Turk en Kabul, donde está siendo tratado de esta enfermedad. BOUVET UNICEF
    • En Afganistán viven unos 600.000 niños menores de cinco años que están severamente desnutridos, según el informe 'Manteniendo la esperanza en Afganistán: proteger a los niños del conflicto más letal del mundo', de Unicef. En la foto Sana, de 30 años, sentada junto a su hijo Khalid, de dos años, tratado de desnutrición severa en el hospital pediátrico Ata Turk, en Kabul.
      2. En Afganistán viven unos 600.000 niños menores de cinco años que están severamente desnutridos, según el informe ‘Manteniendo la esperanza en Afganistán: proteger a los niños del conflicto más letal del mundo’, de Unicef. En la foto Sana, de 30 años, sentada junto a su hijo Khalid, de dos años, tratado de desnutrición severa en el hospital pediátrico Ata Turk, en Kabul. BOUVET UNICEF
    • Entre 2009 y 2018, cerca de 6.500 niños fueron asesinados y otros 15.000 resultaron heridos, haciendo de Afganistán una de las zonas de guerra más letales del mundo en 2018. Un grupo de niños en un dormitorio del orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en la ciudad de Kandahar. Hay al menos 180 niños de entre seis y 18 años que viven allí.
      3. Entre 2009 y 2018, cerca de 6.500 niños fueron asesinados y otros 15.000 resultaron heridos, haciendo de Afganistán una de las zonas de guerra más letales del mundo en 2018. Un grupo de niños en un dormitorio del orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en la ciudad de Kandahar. Hay al menos 180 niños de entre seis y 18 años que viven allí. BOUVET UNICEF
    • “Los jóvenes afganos necesitan saber que hay perspectivas laborales más allá de unirse a un grupo armado o de escapar del país para tratar de encontrar un trabajo en el extranjero”, explica Aboubacar Kampo, representante de Unicef en Afganistán. Un grupo de niños desayuna en el orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en Kandahar.
      4. “Los jóvenes afganos necesitan saber que hay perspectivas laborales más allá de unirse a un grupo armado o de escapar del país para tratar de encontrar un trabajo en el extranjero”, explica Aboubacar Kampo, representante de Unicef en Afganistán. Un grupo de niños desayuna en el orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en Kandahar. BOUVET UNICEF
    • “Los niños, sus familias y las comunidades sufren las terribles consecuencias del conflicto todos los días. Esos mismos niños están desesperados por crecer, ir a la escuela, aprender y construirse un futuro. Podemos, y debemos, hacer mucho más para fortalecer su extraordinaria valentía y resiliencia”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. En la foto uno de los huérfanos que vive en el orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en Kandahar.
      5. “Los niños, sus familias y las comunidades sufren las terribles consecuencias del conflicto todos los días. Esos mismos niños están desesperados por crecer, ir a la escuela, aprender y construirse un futuro. Podemos, y debemos, hacer mucho más para fortalecer su extraordinaria valentía y resiliencia”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. En la foto uno de los huérfanos que vive en el orfanato Shaheed Abdul Ahad Khan Karzai, en Kandahar. BOUVET UNICEF
    • .Unicef está aumentando el uso de sistemas de agua abastecidos por gravedad y por energía solar para apoyar a parte de los 2,8 millones de afganos afectados por la grave sequía del año pasado. Aun así, solo el 64% de la población tiene acceso a agua potable y libre de contaminación externa. En la imagen, una familia de desplazados internos en el campo de Shayadee, en Herat.
      6. Unicef está aumentando el uso de sistemas de agua abastecidos por gravedad y por energía solar para apoyar a parte de los 2,8 millones de afganos afectados por la grave sequía del año pasado. Aun así, solo el 64% de la población tiene acceso a agua potable y libre de contaminación externa. En la imagen, una familia de desplazados internos en el campo de Shayadee, en Herat. BOUVET / UNICEF
  • El conflicto eternizado en Afganistán ha provocado que 3,7 millones de niños no estén yendo a la escuela, una circunstancia que afecta especialmente a los menores de edad que viven en las zonas rurales. El Gobierno afgano declaró 2018 el año de la educación para subrayar la importancia de reestablecer la educación como motor para reconstruir el país.
    7. El conflicto eternizado en Afganistán ha provocado que 3,7 millones de niños no estén yendo a la escuela, una circunstancia que afecta especialmente a los menores de edad que viven en las zonas rurales. El Gobierno afgano declaró 2018 el año de la educación para subrayar la importancia de reestablecer la educación como motor para reconstruir el país. UNICEF BOUVET
  • Una media de nueve niños fueron asesinados o mutilados cada día entre enero y septiembre de 2019, según el informe de Unicef 'Manteniendo la esperanza en Afganistán: proteger a los niños del conflicto más letal del mundo'. En la imagen, Rahimullah, de 15 años, camina gracias a unas muletas. Perdió sus dos piernas en un accidente con una mina hace seis años.
    8. Una media de nueve niños fueron asesinados o mutilados cada día entre enero y septiembre de 2019, según el informe de Unicef ‘Manteniendo la esperanza en Afganistán: proteger a los niños del conflicto más letal del mundo’. En la imagen, Rahimullah, de 15 años, camina gracias a unas muletas. Perdió sus dos piernas en un accidente con una mina hace seis años. UNICEF BOUVET
  • Unos 400.000 jóvenes afganos acceden al mercado laboral cada año, pero muchos carecen de la formación profesional necesaria para encontrar un empleo. Rahimullah, además de haber sufrido la pérdida de sus piernas por una mina, no enfoca bien ni escucha adecuadamente desde la explosión. Recibe educación diaria en el orfanato donde vive.
    9. Unos 400.000 jóvenes afganos acceden al mercado laboral cada año, pero muchos carecen de la formación profesional necesaria para encontrar un empleo. Rahimullah, además de haber sufrido la pérdida de sus piernas por una mina, no enfoca bien ni escucha adecuadamente desde la explosión. Recibe educación diaria en el orfanato donde vive. BOUVET UNICEF
  • “El año 2019 ha sido especialmente mortífero para los niños, incluso para los macabros estándares de Afganistán”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. Rahimullah y su hermano Hafeezullah perdieron a sus padres hace dos años: su madre murió a causa del conflicto y a su padre por un cáncer. Los dos viven en el orfanato Abdul Ahad Karzai, en Kandahar.
    10. “El año 2019 ha sido especialmente mortífero para los niños, incluso para los macabros estándares de Afganistán”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. Rahimullah y su hermano Hafeezullah perdieron a sus padres hace dos años: su madre murió a causa del conflicto y a su padre por un cáncer. Los dos viven en el orfanato Abdul Ahad Karzai, en Kandahar. BOUVET UNICEF
  • En 2017, el 42% de los jóvenes estaban desempleados. El acceso al mercado laboral es un paso fundamental para su supervivencia, de ahí la importancia de que reciban una educación adecuada, pues solo así podrán romper el ciclo de violencia y subdesarrollo del país en el que están inmersos. En la imagen, Rahimullah asiste a una clase en el orfanato donde vive, en Kandahar.
    11. En 2017, el 42% de los jóvenes estaban desempleados. El acceso al mercado laboral es un paso fundamental para su supervivencia, de ahí la importancia de que reciban una educación adecuada, pues solo así podrán romper el ciclo de violencia y subdesarrollo del país en el que están inmersos. En la imagen, Rahimullah asiste a una clase en el orfanato donde vive, en Kandahar. BOUVET UNICEF
  • Unicef ha estimado que necesita 290 millones de euros para seguir con sus operaciones en Afganistán en 2020. “Con el apoyo adecuado, pueden empezar a romper el ciclo de la violencia y el subdesarrollo, y crear un futuro mejor para sí mismos y para el país”, explica Aboubacar Kampo, representante de esta agencia de la ONU en el país.
    12. Unicef ha estimado que necesita 290 millones de euros para seguir con sus operaciones en Afganistán en 2020. “Con el apoyo adecuado, pueden empezar a romper el ciclo de la violencia y el subdesarrollo, y crear un futuro mejor para sí mismos y para el país”, explica Aboubacar Kampo, representante de esta agencia de la ONU en el país. BOUVET UNICEF
  • Solo en los nueve primeros meses de 2019, nueve menores de edad murieron o fueron mutilados cada día por un conflicto que dura ya 40 años
    13. Solo en los nueve primeros meses de 2019, nueve menores de edad murieron o fueron mutilados cada día por un conflicto que dura ya 40 años

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/12/18/album/1576660078_320560.html#foto_gal_13

 

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UNICEF: 9 niños son asesinados o mutilados diariamente en Afganistán

Redacción: TeleSUR

El documento de Unicef detalla que, entre 2009 y 2018, casi 6.500 niños fallecieron y otros 15.000 fueron lesionados, convirtiendo a este país en «la zona de guerra más letal del mundo».

Un reciente informe publicado este martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que al menos nueve niños son asesinados o mutilados diariamente en Afganistán.

Según el texto, entre enero y septiembre de 2019 hubo un aumento del 11 por ciento en muertes y mutilaciones infantiles, con respecto al mismo período en 2018, ante el incremento de ataques suicidas con bombas y enfrentamientos.

La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, aseveró que este año «ha sido particularmente mortal para los niños. Ellos, sus familias y comunidades sufren las terribles consecuencias del conflicto todos los días».

Afganistán fue la zona de guerra más letal del mundo en 2018.

Desde 2009, casi 6500 niños han muerto y 15.000 han resultado heridos, denuncia @UNICEFhttps://news.un.org/es/story/2019/12/1466741 

Una niña de doce años junto a su hermanita bebé afuera de un campamento de desplazados internos en Afganistán

Nueve niños son asesinados o mutilados a diario en Afganistán

Afganistán fue la zona de guerra más letal del mundo en 2018. Desde 2009, casi 6500 niños han muerto y 15.000 han resultado heridos. UNICEF pide un mayor compromiso de las partes del conflicto. news.un.org

La funcionaria destacó que estos niños afectados «están desesperados por crecer, ir a la escuela, aprender habilidades y construir un futuro propio. Podemos y debemos hacer mucho más para reforzar su extraordinario coraje y resistencia».

Asimismo, el documento detalla que, entre 2009 y 2018, casi 6.500 niños fallecieron y otros 15.000 fueron lesionados, convirtiendo a este país en «la zona de guerra más letal del mundo en 2018».

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los constantes enfrentamientos entre grupos a favor y en contra del Gobierno han generado que, el impacto directo de las acciones de violencia, afecten la vida de los niños y niñas de esa nación.

Otras cifras preocupantes sobre Afganistán

A través de su portal web, la ONU reveló otras cifras importantes que revelan la realidad que viven actualmente los niños y niñas de Afganistán.

Entre ellas, el organismo multinacional indicó que 3,8 millones de niños necesitan ayuda humanitaria; 3,7 millones están en edad escolar, pero no recibern educación; 600.000 menores de cinco años presentan desnutrición grave. Además, el 30 por ciento de los niños trabaja.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/unicef-ninos-mutilados-asesinados-diario-afganistan-20191217-0033.html

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