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India: Bombay, la escuela de los últimos que resistió a la pandemia

El Instituto Santa Catalina de Siena de Bandra proporcionó smartphones a sus alumnos y comidas diarias a las familias más necesitadas. Alerta de la UNESCO sobre la situación de la educación: «En la India, el 19% de los cargos de enseñanza están sin cubrir y muchos docentes están subcalificados».

Bombay (AsiaNews) – El reporte de la UNESCO «Sin docentes no hay clase», resalta el impacto que ha tenido el coronavirus en la educación india en 2021. Según el informe, más de un millón de puestos de enseñanza en las escuelas de todo el país siguen vacantes, es decir, el 19% del total; si solo se consideran las zonas rurales, el porcentaje de cargos vacantes trepa al 69%. A esto se añaden las conclusiones del gobierno indio sobre los pobres resultados en el aprendizaje. Por tanto, el panorama del sistema educativo indio no es nada halagüeño. “La actual pandemia de Covid-19″, escribe la UNESCO, «resalta aún más el papel crucial que desempeñan los docentes para garantizar una formación significativa y unos sistemas educativos resilientes».

El Hermano Joseph es director de la Escuela y Orfanato Santa Catalina de Siena, en Bandra, en el distrito de Bombay (estado de Maharashtra, costa oeste de la India). Frente a esta situación, se aboca a garantizar una instrucción de calidad y constante a los niños pobres de los barrios marginales.

«En nuestra escuela estudian niños de familias económica y socialmente frágiles», explica a AsiaNews, «Ellos han sufrido mucho las consecuencias de la pandemia. La mayoría de los centros educativos de la ciudad cuentan con todas las facilidades para impartir las clases en línea”. La situación es diferente allí: “nuestros alumnos han tenido muchas dificultades para conectarse; muchos de nuestros niños no pueden permitirse ni siquiera el teléfono más barato. La mayoría de las familias con las que trabajamos sólo tienen un smartphone, que comparten entre muchos hermanos». En promedio, hay un smartphone por cada cuatro alumnos, y normalmente el hijo mayor tiene prioridad sobre los demás. De modo que los  más pequeños no tienen posibilidades de seguir las lecciones online”.

Fundada en 1957 por el padre Anthony Elenjimittam (este año se cumple el décimo aniversario de su muerte), la escuela de Santa Catalina surgió con el objetivo de proporcionar una educación a los niños pobres, independientemente de su casta, credo o condición social.

Fiel a este compromiso, el año pasado este centro escolar adquirió 72 teléfonos móviles nuevos -con aplicaciones para acceder a la educación en línea- y los entregó a los padres para facilitar el acceso al aprendizaje online. Gracias a esta iniciativa, la mayoría de los alumnos pueden participar en las clases. “Visitamos a muchas familias de nuestro barrio durante la pandemia», explicó el Hermano Joseph, «y nos dimos cuenta de que muchísimos padres tenían dificultades para alimentar a sus hijos. Entendimos que en ese momento, la prioridad no era tanto proporcionar teléfonos móviles, sino garantizar una comida para esos niños». La escuela de Santa Catalina comenzó entonces a distribuir comidas calientes y desayunos a las familias más necesitadas: «Tengo que agradecer a nuestros docentes que fueron más allá del deber en esta tarea, asegurándose de que los alumnos más pobres recibieran sus raciones de comida cada día».

Fuente: http://www.asianews.it/noticias-es/Bombay,-la-escuela-de-los-%C3%BAltimos-que-resisti%C3%B3-a-la-pandemia-54229.html

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Byju’s se une a Google para una plataforma de aprendizaje en línea para escuelas en la India

Byju’s, el principal actor de la tecnología educativa de la India, se ha asociado con Google para ayudar a las escuelas de la India en el aprendizaje en línea. Básicamente, la unión hará que Google Workspace for Education esté disponible en la plataforma Vidyartha de Byju.

Las escuelas que se inscriban en este programa contarán con una plataforma digital colaborativa y personalizada, sin costo alguno. Un comunicado de prensa de Byju’s dijo que «esta asociación proporcionará acceso directo a la extensa pedagogía matemática y científica y a las soluciones de aprendizaje visualmente ricas de Byju, que incluyen diapositivas por capítulos, tareas preparadas, bancos de datos, resúmenes de documentos, folletos, pruebas y más».

Acceso a Google Classroom y Google Meet

Las escuelas pueden inscribirse en el programa en la plataforma Vidyartha y obtendrán identificaciones de correo electrónico oficiales para todos los profesores, estudiantes y personal administrativo, con la tecnología de Google Workspace for Education. Esta solución de aprendizaje también facilitará la gestión integral del aula, a través de Google Classroom, y ayudará a organizar, acceder y realizar un seguimiento del aprendizaje en el aula.

Además de las funciones de Google Workspace for Education que incluyen Documentos, Hojas de cálculo, Presentaciones y Formularios, los profesores tendrán acceso a Google Meet, la solución de videoconferencia premium de Google, donde hasta 100 personas pueden participar utilizando Google Workspace for Education Fundamentals, de forma gratuita.

Byju se hizo cargo de la plataforma Vidyartha en 2017, y es una plataforma de evaluación completa y evalúa los intereses, rasgos de personalidad, aptitudes y habilidades de los estudiantes para formar un plan de aprendizaje personalizado (PLP) para ellos.

Mrinal Mohit, director de operaciones de Byju’s dijo, «a través de nuestra asociación con Google, nuestro objetivo es ayudar a la revolución digital y equipar a nuestros educadores con los activos tecnológicos y de aprendizaje necesarios para garantizar la continuidad de la educación».

Bani Dhawan, Jefe de Educación – Asia del Sur, dijo Google, la asociación con Byju’s ayudará a llegar a las escuelas de todo el país y brindará soluciones de aprendizaje basadas en inglés ricas e interactivas que complementan el plan de estudios escolar. Añadió que Google pondría esta oferta a disposición en idiomas indios más adelante.

Fuente: https://www.ezanime.net/byjus-se-une-a-google-para-una-plataforma-de-aprendizaje-en-linea-para-escuelas-en-la-india/

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The Indian Children Orphaned By COVID-19

The Indian Children Orphaned By COVID-19

Twin sisters Tripti and Pari, who lost both their parents due to the COVID-19 coronavirus, play with their toys at a relative’s home in Bhopal on 11 May, 2021. (AFP Photo)

Five-year-old Pratham and his 10-month-old brother Ayush lost their father to COVID in April. Days later, at a different Delhi hospital, they lost their mother.

Their world had changed and they didn’t even know it. They couldn’t understand why their parents were taking so long to come home. Relatives told Pratham that his mum and dad had gone out for work. But Pratham kept asking, and each day became more difficult than the last.

The relatives decided to contact a Delhi-based non-governmental organisation (NGO) that works with orphaned children. The NGO says it hopes someone will adopt both Pratham and his brother.

Sonia, 12, and her brother Amit, 7, lost their father in the first wave of the pandemic in June last year and their mother in April this year. Their paternal grandmother is looking after them at the moment. She is worried about their future, but doesn’t even want to consider registering them for adoption.

«Who will look after these kids after me?» she said. «These children are the legacy of my son and daughter-in-law. A lot of people are coming to ask for adoption. How can I give them away?»

These are not isolated stories.

COVID has devastated families across India, orphaning many children.

Smirti Irani, minister for women and child welfare, recently tweeted that both parents of at least 577 children had died with coronavirus between 1 April and 25 May. Experts say this number is likely a significant underestimate.

Over the weekend, India’s Prime Minister Narendra Modi also announced measures to help orphaned children, with a fund of around US$13,970 set aside for each child. This will be given to them as a stipend from the ages of 18-23.

India has strict adoption laws – every state has a child protection and welfare commission which appoints officials in districts. A number of NGOs also help the commissions in identifying children who are at risk.

There is a national portal for adoption where people seeking to adopt children can register themselves. Matches are made after all necessary checks are done and the state’s child welfare committee declares a child «legally free for adoption».

But India’s adoption rates are low – just 3,351 children were adopted in the year to March 2020, while tens of thousands were orphaned. By comparison, more than 66,000 children were adopted in the US in 2019.

And the size of the issue had dramatically increased after the second wave in India, said Anurag Kundu, the chairperson for the Delhi Commission for Protection of Child Rights.

«In my life I have never heard of so many people die in such a small span of time – they must have left behind so many children who are below the age of 18. It is a national emergency in that sense,» Mr Kundu said.

In India’s most populous state, Uttar Pradesh, more than 1,000 COVID orphans had been identified, said Dr Preeti Verma, a member of the state’s child welfare commission.

As with the national picture, the real number is probably higher, Ms Verma said. The commission had enlisted police constables, village-level healthcare workers and village chiefs to identify such children, she said. According to Mr Kundu, a short-term focus on foster care, rather than full adoption, was required to help alleviate the problem.

«It is a myth that every child is adopted,» he said. «Family members can always come forward. Foster care is a great idea but in our country it has not taken off, even though there is a specific provision in the law.»

Foster care allows children to be looked after by families and friends and they don’t have to wait in overcrowded care homes for someone to adopt them.

Experts say it can help improve India’s dismal adoption rates as more families may come forward to look after such children temporarily, which may eventually motivate them to formally adopt.

Trafficking Fears

Many have used social media websites effectively to seek help with hospital beds, oxygen and medicines. But social media has also been flooded with calls to adopt children whose parents have died of COVID.

But such open sharing of phone numbers and photos of children raises fears of trafficking. Mr Kundu warned against social media becoming an «Amazon-like» service where people could pick children for adoption.

His team had come across a Facebook page that was offering children for adoption, he said.

«One of my staff members called the number in the Facebook page, and they quoted the price of US$7,000 for one child. We have reported the group to the police.»

There are fears in India that children can be exploited for cheap manual labour or even sex work. Sonal Kapoor, the CEO of Delhi-based NGO Protsahan, said her organisation had come across cases where one parent had died and the other one, usually the father, pushed children into manual work.

That created a need to look out for children who had not been orphaned, but only lost one parent. In one case, she said, a father began sexually assaulting his daughters after the mother became very sick with COVID.

«COVID orphans are a big issue at the moment but that’s not the whole truth. The number of children who have lost one parent is huge and they also need equal attention,» she said.

Ms Kapoor said Protsahan had received heart-breaking distress calls during the pandemic. One call came from two young children whose father had died in a hospital and they needed help to cremate him, because their mother was debilitated with COVID.

In another family, the mother died and the father was in such shock that for three days he was not able to feed his children. «We got a call from the relatives asking for help to feed the children,» she said.

State governments have begun ramping up efforts to care for India’s pandemic orphans, but experts say much more needs to be done. The risk is that many children may grow up from this moment without a family around them. – BBC

Some names have been changed to protect their identity .

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/indian-children-orphaned-covid-19

 

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India: las mujeres explotadas de Tamil Nadu en las mil fábricas pirotécnicas

Este estado indio tiene una de las tasas de población activa femenina más alta del país. Ellas representan el 75% de mano de obra, cobran la mitad que los hombres y carecen de seguridad social y derechos laborales.

S. Rathinam, de 39 años, escapó de la muerte por los pelos aquella tarde. El 13 de febrero de 2021 tuvo que correr junto con centenares de personas para salvar su vida cuando una explosión sacudió la fábrica de pirotecnia en la que trabajaba en el pueblo de Achakulam, cerca de Sivakasi, al sur de Tamil Nadu. Un total de 26 personas, la mayoría mujeres, murieron, y varias resultaron heridas.

“Todo sucedió en un instante”, recuerda Rathinam. Como trabajadora en el sector de la pirotecnia en la región de Sivakasi, no era la primera vez que veía la muerte tan de cerca. Y puede que no sea la última.

El incidente se coló en la campaña durante las elecciones a la Asamblea, celebradas el 6 de abril. El líder de la oposición y jefe del Dravida Munnetra Kazhagam (Partido Progresista Dravídico), Mutuvel Karunanidhi Stalin, acusó al Gobierno de Edappadi K. Palaniswami de hacer caso omiso de los problemas crónicos de las peligrosas factorías de fuegos artificiales y cerillas del distrito. Entre febrero y marzo de 2021 hubo al menos cuatro explosiones en varias fábricas. Según datos facilitados por la Administración del distrito de Virudhunagar, 204 accidentes le robaron la vida a 298 personas e hirieron a otras 236 en la última década.

En sus discursos electorales, Palaniswami prometía regularizar el sector si su partido –All India Anna Dravida Munnetra Kazhagam (AIADMK)– resultaba reelegido.

Sin embargo, pocos prestan atención a una particularidad destacada de estas tragedias: las más afectadas son las mujeres mal pagadas, como Rathiam, que constituyen la columna vertebral de la industria pirotécnica. El 95% del trabajo en las factorías es manual e incluye desde el manejo directo de productos químicos al relleno, montaje, etiquetado y empaquetado de los petardos; y el 77% de quienes realizan estas peligrosas tareas son mujeres, según el informe Condiciones socioeconómicas de las trabajadoras de la industria fosforera publicado por el Ministerio de Trabajo en 2014-2015.

Las estructuras económicas, el sistema educativo y las iniciativas de desarrollo social de Tamil Nadu han asegurado durante décadas una tasa de participación femenina en la población activa (30%) superior a la media de India (19%), de acuerdo con los últimos datos disponibles recogidos en la Encuesta Periódica de Población Activa 2018-2019. Las de las zonas rurales del estado representan un porcentaje superior de la mano de obra (35%) que las de las zonas urbanas (24%), cifras que también superan a las medias nacionales de un 20% y un 16%, respectivamente.

Sin embargo, las mujeres de otras industrias de Tamil Nadu que cuentan igualmente con abundante mano de obra femenina (alrededor del 75-80%, según los líderes sindicales), como las de componentes para automóviles, electrónica y confección, también se quejan de que sus salarios son más bajos, sus jornadas laborales más largas y que se les niegan los derechos básicos.

Las empresas pequeñas y medianas situadas en el corredor industrial que rodea Madrás emplean a mujeres con contratos que permiten no aplicar subidas salariales y facilitan la contratación y el despido. Por otro lado, las de confección del oeste de Tamil Nadu, tienen un historial de prácticas de empleo y remuneración que las ponen a ellas en desventaja. Lo que tienen en común es la promesa de empleo remunerado para las mujeres; siempre que sean mano de obra joven, vulnerable y sin apenas derechos laborales.

Sivakasi, fuegos artificiales y falta de lluvia

La industria pirotécnica de Sivakasi nació fruto de la desesperación económica de una región sin apenas lluvias, con pocas reservas de agua subterránea y escasas opciones de empleo agrícola. La primera fábrica de fósforos se levantó en la década de 1920, después de que dos empresarios locales, P. Ayya Nadar y su primo, Shanmuga Nadar, viajasen a Calcuta para aprender cómo funcionaba la industria cerillera. Más tarde, la familia instaló también fábricas de fuegos artificiales y pirotecnia en la ciudad. Pronto surgieron imprentas y talleres de etiquetas para dar servicio a esas manufacturas.

Actualmente, las 1.070 fábricas pequeñas y medianas de Sivakasi representan casi el 90% de la producción de petardos y cerillas de India

Y familias enteras empezaron a trabajar para las factorías. “El resultado fue la generalización de una cultura de búsqueda de empleo no agrícola que involucraba a toda la unidad familiar y se traducía en altas tasas de participación en la población activa”, detalla el periodista Hamish Damoradan en su libro India’s New Capitalists: Caste, Business, and Industry in a Modern Nation. “Ya en el censo de 1991, mientras que el porcentaje promedio de población activa de Tamil Nadu era del 44%, en Sivakasi y en las secciones adyacentes rondaba el 60%, lo cual indica el considerable empleo de mano de obra femenina e infantil para complementar los ingresos familiares”.

Actualmente, las 1.070 fábricas pequeñas y medianas de Sivakasi representan casi el 90% de la producción de petardos y cerillas de India. La industria da empleo directo a 300.000 trabajadores, y a más de 500.000 a través de los sectores afines.

Tras la aprobación de una legislación estricta para reducir el uso miserable de mano de obra infantil, las fábricas de Sivakasi pasaron a contratar sobre todo a trabajadoras. Según el mencionado informe del Ministerio de Trabajo de 2014-2015, por entonces ya las mujeres representaban el 74% del total de las plantillas empleadas en la industria cerillera de Tamil Nadu y Kerala. Solo la primera aporta alrededor del 75% de la producción de fósforos de seguridad del país.

Una mujer cobra alrededor de 300 rupias diarias, (unos tres euros), mientras que los hombres de la familia reciben entre 600 y 800 rupias (entre siete y nueve euros)

Lo normal es que a las trabajadoras de las pirotecnias de Sivakasi se les pague la mitad del salario que cobran los hombres. Hemos comprobado que una mujer cobra alrededor de 300 rupias diarias, muy raramente 500 (entre tres y seis euros), mientras que los hombres de la familia ‒es frecuente que familias enteras realicen este trabajo‒ reciben entre 600 y 800 rupias (entre siete y nueve euros).

Manipular explosivos sin seguro

Las casetas donde se trabaja en Sivakasi son particularmente peligrosas debido a los múltiples incumplimientos de las leyes de seguridad en lo que concierne al alquiler, el número de trabajadores y la utilización de sustancias químicas autorizadas. Las licencias para productos pirotécnicos pequeños las expide el funcionario de ingresos del distrito (DRO, por sus siglas en inglés), mientras que la Organización de Seguridad del Petróleo y los Explosivos (PESO, por sus siglas en inglés), un organismo nodal que regula el uso de sustancias peligrosas como explosivos, gases comprimidos y petróleo, autoriza la producción de fuegos artificiales peligrosos de alta gama pensados para ofrecer un despliegue espectacular de luz y sonido.

Las licencias concedidas a los propietarios de pirotecnias difieren dependiendo de la naturaleza del trabajo que se lleve a cabo, los petardos producidos y los ingredientes utilizados. Las normas especifican el número de trabajadores por sala y el número de salas necesarias en función del volumen del material.

“Solo está permitido que trabajen cuatro personas en una caseta, pero en la temporada alta somos más de ocho”, denuncia G. Shanthi, una trabajadora de 30 años de una de las fábricas de Sivakasi.

Los trabajadores denuncian que las casetas están abarrotadas, y que las bolas de productos químicos se secan al sol, y no a la sombra (los productos con un alto contenido de azufre se tienen que secar antes de las 8.30 de la mañana para evitar accidentes). Durante la temporada álgida de actividad, las manufacturas subarriendan sus instalaciones a un contratista para aumentar su producción por encima del límite estipulado en la licencia, según el testimonio de ellas mismas. Las investigaciones de la explosión de febrero revelaron que los locales habían sido subarrendados a cinco personas. Una práctica ilegal.

Solo está permitido que trabajen cuatro personas en una caseta, pero en la temporada alta somos más de ocho”, denuncia G. Shanthi, una trabajadora de 30 años

La Asociación India de Fabricantes de Fuegos Artificiales (TIFMA, por sus siglas en inglés) reconoce que algunas factorías se saltan las normas de seguridad. “La principal causa de accidentes es, sin duda, el arrendamiento y subarrendamiento sin escrúpulos. Como asociación, lo máximo que hemos podido hacer es advertirles. El Gobierno debería intervenir y tomar medidas severas”, reclama T. Kannan, secretario general de la TIFMA.

En los últimos dos meses se han suspendido las licencias de 90 pirotecnias de Virudhunagar por incumplir las normas de seguridad, afirman los miembros de la asociación.

Un estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Engineering and Management, los trabajadores de las fábricas también se quejan de dolores de cabeza crónicos, mareos y úlceras debido a los elevados niveles de exposición al manganeso. Los que trabajan sin mascarillas ni guantes, como ocurre en muchas factorías de Sivakasi, corren el riesgo de inhalar altas concentraciones de cromo, manganeso y plomo, todos ellos metales pesados que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), conllevan el riesgo de padecer cáncer tras una prolongada exposición.

J. Kanagalakshmi, una trabajadora de 28 años de Kiliampatti, cerca de Sivakasi, se queja de que tiene menstruaciones dolorosas, irregulares y muy abundantes que atribuye al calor extremo y a la exposición a sustancias químicas en el trabajo. “A muchas que solo tienen algo más de 40 años les han tenido que extirpar el útero por esto. En las revisiones médicas en la fábrica nos aconsejan siempre que comamos fruta y azúcar de caña, pero no nos lo podemos permitir. Debería dárnoslo la empresa”, protesta.

“Hago 200 mechas al día por 500 rupias”

Igual que sus padres, Shanthi cobra 300 rupias al día (algo más de tres euros), pero no es un salario estable. Depende del volumen de trabajo que le dé su contratista. La joven es una trabajadora de segunda generación de una pirotecnia de Sivakasi. La educación les habría proporcionado a ella y a su hermana una vida mejor, señala, pero las dos se casaron con hombres del mismo pueblo, y ahora sus familias llevan más de una década dedicadas a esta labor.

Hasta hace un par de años, Kanagalakshmi trabajaba en una fábrica en la que su tarea consistía en rellenar tubitos químicos con barro para producir sofisticados fuegos artificiales con complicados efectos y sonidos. “Solía hacer unas 200 mechas al día, y ganaba 500 rupias (menos de seis euros). Pero el trabajo con el contratista era irregular. Algunos días no había nada”, cuenta. Ahora, en otra empresa le pagan solo 300 rupias diarias, su tarea es más fácil y tiene acceso a los lavabos, algo que no tenía antes.

Ahora trabaja en una fábrica en la que le pagan solo 300 rupias diarias (tres euros), pero el trabajo es más fácil y tiene acceso a los lavabos, algo que no tenía en su trabajo anterior

Eswari, de 32 años, está traumatizada por el recuerdo de una explosión en su antigua fábrica que mató y mutiló a sus amigas y compañeras. No consiguió regresar hasta pasados unos días de la tragedia. “¿Qué puedo hacer? Es el único empleo que he tenido en toda mi vida. No conozco otro. Trabajo mucho para que mis hijos reciban una buena educación y consigan algo mejor”, se resigna. Ese anhelo es lo que une a todas las obreras de Sivakasi.

Pero las familias a menudo “no tienen manera de escapar de la industria que antes ofrecía la tan necesaria movilidad económica ascendente a los trabajadores sin tierra y les ayudaba a abrirse camino por el sistema feudal de propiedad de la tierra”, observa Muniraj, un activista que se dedica a defender los derechos de los trabajadores desde que perdió a dos miembros de su familia en accidentes en las pirotecnias. “No ha habido ninguna mejora en sus condiciones laborales y muchas siguen trabajando en el sector al menos durante dos o tres generaciones”.

Hasta diciembre de 2020 el Gobierno de Tamil Nadu no creó una junta específica para las pirotecnias y las fábricas de cerillas “no organizadas”, como venían pidiendo los trabajadores desde hacía tiempo. El primer paso del organismo consistirá en asegurar que 62.661 obreros ‒tan solo el 12% de la mano de obra del sector‒ que ya forman parte de la Junta de Bienestar de los Trabajadores Manuales del estado, reciban ayudas. El Gobierno anunció que se animará a los trabajadores informales a registrarse gratuitamente. “Cada año recurrimos a los tribunales contra la prohibición de los petardos. Quienquiera que forme el Gobierno de Tamil Nadu debe garantizar una solución permanente a este asunto”, reclama Kannan, de la TIFMA.

A medida que el coro de voces que pide la prohibición de los fuegos artificiales se vuelve cada año más sonoro con múltiples demandas judiciales, crece la preocupación de las trabajadoras por su futuro. “Desde la mera supervivencia hasta la búsqueda de un empleo remunerado, tenemos la sensación de estar viviendo siempre al límite”, se lamenta Shanthi.

El Gobierno tiene que intervenir en representación de los empleados, opina Kannan. “No han hecho nada por el bienestar de los obreros de las pirotecnias, aunque genere un volumen de negocio de 25.000 millones de rupias (casi 300.000 euros)”, se queja el secretario general de la asociación. “Teniendo en cuenta que se trata de un trabajo peligroso, el Gobierno debería garantizar que las fábricas cumplan estrictamente las normas establecidas y proporcionen la seguridad social necesaria”.

Contratos “manipuladores”

En Tamil Nadu también se violan los derechos laborales en otros sectores en los que predomina la mano de obra femenina. En concreto en dos de ellos: la industria auxiliar situada en las afueras de Madrás, y las fábricas de confección de la zona oeste del estado.

Ruby (un nombre ficticio para proteger su identidad) es una contratada en una factoría de componentes para automóviles de Maraimalai Nagar clasificada en la categoría de fabricante de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés). Ruby, cuya familia vive de su sueldo, trabaja en una cadena de montaje que fabrica los sistemas de cableado de los volantes.

La creciente externalización de la contratación de la mano de obra en India está teniendo como consecuencia el descenso de los salarios, la reducción de las prestaciones y el deterioro de las condiciones laborales

Los trabajadores de estas fábricas, el 75% de los cuales son mujeres ‒como informaron diversos empleados de las OEM‒, son reclutados por agencias externas que les pagan los salarios y se encargan de garantizar otras prestaciones a los empleados de estos centros. Las entrevistadas declararon que sus sueldos se mantienen durante años prácticamente igual de bajos que cuando entraron, y que no tienen seguridad laboral ni oportunidades de progresar. “En la fase de formación cobraba 8.000 rupias (90 euros); cuatro años después mi sueldo es de 10.000 rupias (111 euros) nada más”, afirma.

La creciente externalización de la contratación de la mano de obra en India está teniendo como consecuencia el descenso de los salarios, la reducción de las prestaciones y el deterioro de las condiciones laborales, así como menos responsabilidades para las empresas, a pesar de que estas están aumentando su beneficios, como informaba IndiaSpend en marzo de 2019.

Coser y denunciar

La industria textil y de la confección de Tamil Nadu, concentrada en gran parte en los distritos al oeste del estado, tiene un historial de prácticas de explotación de la mano de obra que han provocado denuncias por los bajos salarios, jornadas laborales excesivas, violencia física y sexual, restricción de movimientos y la denegación del derecho a la sindicación.

Poco después de acabar el instituto, G. Kokila, de 20 años, empezó a trabajar en una hilandería del distrito de Dindigul, en Tamil Nadu, por 230 rupias diarias (poco más de dos euros). Cuatro años después gana 300 (tres euros). Antes, el sector era conocido por su represivo Plan Sumangali, el cual obligaba a las jóvenes solteras a trabajar por un pago único de entre 30.000 rupias (335 euros) y un lakh en concepto de compensación por los gastos de la boda. Las mujeres no cobraban sueldo ni recibían otras prestaciones como el fondo de previsión o el seguro estatal para empleados.

Estas prácticas han sido sustituidas por otras que solo han cambiado el carácter de la explotación. Mediante planes como el Pradhan Mantri Kaushal Vikas Yojana y el Deen Dayal Upadhayaya Grameen Kaushalya Yojana, integrados en la iniciativa India Skill, muchas jóvenes de este y otros estados ‒Odisha, Assam, Bengala Occidental y Bihar‒ son traídas a las hilanderías y fábricas de confección de Tamil Nadu. “Las normas y los métodos en vigor en las décadas de 1980 y 1990 como parte del plan [Sumangali] se han modificado para adaptarlas a estrategias más flexibles, como contratar a chicas de entre 16 y 18 años y mantenerlas solo uno o dos años”, revela S. Thivya, del Sindicato del Textil y el Trabajo Común de Tamil Nadu.

Srinivasan, un trabajador de campo de la Alianza Tamil Nadu, una coalición de organizaciones de la sociedad civil que lucha por la mejora de las condiciones del sector textil, denuncia que a las jóvenes se las contrata como aprendices y se las hace trabajar turnos de más sin remuneración adicional. Según el activista, “en la mayoría de los casos, los guardas de los albergues son los encargados de las tarjetas bancarias de las trabajadoras, en las que se les abonan los salarios”.

Este artículo se realizó en colaboración con Behanbox, una plataforma digital para el periodismo de género, y fue publicado originalmente en IndiaSpend.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-05-20/india-las-mujeres-explotadas-de-tamil-nadu-en-las-mil-fabricas-pirotecnicas.html

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El colapso de los hospitales en India podría provocar un aumento de muertes de mujeres embarazadas y niños

Save the Children ha avisado este martes de un «posible aumento» de las muertes entre mujeres embarazadas y niños menores de cinco años por el colapso de los hospitales en India, resultado del deterioro de la situación de la pandemia de COVID-19.

El organismo, que ha tildado de «enorme» el incremento de contagios de COVID-19 en India, ha detallado que el aumento de la mortalidad en estos grupos poblaciones podría ser de «miles» de personas ante la falta de medicamentos y la escasez de personal sanitario.

«Están diciendo a mujeres en etapas avanzadas del embarazo que tendrán que dar a luz en casa porque todos los establecimientos de salud de sus distritos están atendiendo a pacientes con COVID-19», ha explicado el director adjunto de Salud y Nutrición de Save the Children en India, el doctor Rajesh Khanna. «Nos preocupa que esto las deje en mayor riesgo de complicaciones o incluso de muerte», ha agregado. En referencia a la mortalidad infantil,  Save the Children estima que la tasa puede incrementarse más de un 15 por ciento.

De forma paralela, la emergencia por la COVID-19 puede suponer un retroceso en los avances logrados en el país durante las últimas décadas y puede provocar que los niños y las niñas menores de 5 años no tengan acceso a vacunas y tratamientos básicos para acabar con la diarrea, la neumonía o la desnutrición aguda grave.

Save the Children ha explicado que se han cerrado muchos centros infantiles que anteriormente proporcionaban a los niños y las niñas comidas regulares, lo que ha dejado a muchos sin acceso a alimentos básicos. «Casi uno de cada cinco niños en la India está gravemente desnutrido y muchos de ellos necesitan tratamiento urgente», ha recordado el director adjunto de Salud y Nutrición de Save the Children en India, el doctor Rajesh Khanna.

Además, la organización alerta de que la situación puede empeorar «aún más» en las próximas semanas debido a que muchas personas están abandonando las ciudades hacia sus pueblos de origen porque no hay trabajo o porque quieren estar con la familia, lo que aumenta el riesgo de propagación del virus en las zonas rurales, donde la atención médica es limitada.

«Nuestros equipos nos cuentan que hay clínicas que solo tienen paracetamol para las personas enfermas y que carecen de oxígeno», ha precisado el doctor Khanna.

Desde el inicio de la emergencia, Save the Children está trabajando en estrecha colaboración con las autoridades de las ciudades y las zonas rurales para proteger a la infancia y las familias más vulnerables.

Fuente: https://www.europapress.es/internacional/noticia-colapso-hospitales-india-podria-provocar-aumento-muertes-mujeres-embarazadas-ninos-20210504183843.html

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Una mujer dalit se convierte en la voz de los agricultores en India

El 12 de enero de este año, en algún lugar de las afueras de la capital de India, la activista dalit Nodeep Kaur fue arrestada por la policía por protestar frente a una fábrica. Al cierre de 2020, ella se unió a una organización local de derechos de los trabajadores llamada Mazdoor Adhikar Sangathan (MAS) en el área industrial de Kundli, en Haryana.

En enero, fue acusada de maltratar presuntamente a la dirección y al personal de una zona industrial durante una protesta y también de agredir al equipo policial.

Kaur, de 24 años, también había estado participando en la protesta de los agricultores contra las nuevas y profundas reformas del sector agrícola del gobierno nacional del primer ministro Narendra Modi, en lo que ya representa una de las mayores movilizaciones de la historia de este país de 1300 millones de personas.

Fue detenida y acusada en tres casos separados en virtud de los artículos de la ley india que incluían intento de asesinato, extorsión, reunión ilegal, disturbios e intimidación criminal. Se le concedió la libertad bajo fianza, pero sus procesos aún están pendientes. El caso de Nodeep Kaur pasó a ser cubierto ampliamente por los medios internacionales luego que Meena Harris, sobrina de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, pidió su liberación.

«Soy mujer, soy dalit y le estoy dando voz a las personas que a menudo son reprimidas con mucha facilidad», dijo Kaur en una entrevista con IPS.

“Me arrestaron, me golpearon, me maltrataron, incluso dentro de la prisión había tanto prejuicio entre la gente de casta superior y de casta inferior”, explicó en referencia al sistema de castas del hinduismo que de hecho aún prevalece en India y en que la dalit (paria) es la más marginalizada en esa estratificación social.

“Me torturaron mucho, no podía caminar, tenía tanto dolor, no me dieron acceso a un médico y me mantuvieron aislada durante días. Agradezco haber salido con vida y estar aquí, donde se supone que debo estar, con mi gente, con la clase trabajadora y con los agricultores”, detalló sobre los días encarcelada.

Kaur proviene de una familia de activistas y sus padres se han asociado con el sindicato de agricultores en Punjab. En 2014, su madre Swaranjeet Kaur encabezó una protesta exigiendo justicia para una niña dalit menor que sufrió una violación en grupo en su aldea. Ella enfrentó múltiples amenazas de muerte, fue arrestada y mantenida bajo custodia durante días.

“Soy quien soy hoy gracias a mi madre. Nuestra sociedad no se crea igual, hay muchos prejuicios basados en las castas y si eres una mujer y una mujer de mi origen (dalit), es un desafío mayor. Desde muy joven aprendí a luchar no solo por mí, sino también por los demás”, dijo la activista.

En febrero, cuando a Kaur se le concedió la libertad bajo fianza, una de las primeras declaraciones que hizo justo después de salir de la prisión fue: «Definitivamente iré a la frontera de Singhu y me sentaré con los granjeros».

Semanas después, Kaur se ha convertido en una de las voces más fuertes y escuchadas que está liderando la protesta del campesinado del país.

“Esta solidaridad que se ve hoy entre los agricultores y la clase trabajadora es tan poderosa. ¿Se imaginan lo que puede suceder ahora que todos estamos unidos y defendiéndonos unos a otros?» dijo. “Mi batalla comenzó con la lucha por el impago de salarios y el trato injusto a la clase trabajadora en una zona industrial, y desde allí, hoy estoy aquí apoyando y dando mi voz a los agricultores”, añadió.

“No sé cómo ni cuándo sucedió, pero me llaman su líder y no los voy a defraudar», sentenció.

Miles de agricultores, en su mayoría de los estados de Punjab, el corazón agrícola indio, Haryana y el oeste de Uttar Pradesh, han protestado en las inmediaciones de Nueva Delhi desde noviembre de 2020 contra tres nuevas leyes agrícolas, aprobadas en septiembre de ese año, que desregulan y flexibilizan el sector.

Se trata de la Ley de Comercio de Productos Agrícolas y Comercio, el Acuerdo de Protección y Empoderamiento de los Agricultores sobre Garantía de Precios y Servicios Agrícolas y la enmieda de la Ley de Commodities.

Los agricultores también han exigido una garantía legal sobre los precios mínimos de apoyo (MSP, en inglés) para sus cultivos y también que retiren el proyecto de enmienda de la ley de electricidad, presentado también en 2020, ya que temen que eventualmente conlleve al fin de la electricidad subsidiada.

“Todo lo que pedimos es retirar esas tres leyes que desregularán la venta de nuestros cultivos”, dijo Sukhdev Singh, secretario general de Estado del Sindicaro Bharti Kisan.

“Nuestra mayor preocupación es que las leyes recientes que han sido promulgadas por el gobierno central desmantelarán por completo el sistema de MSP, solo los agentes privados se beneficiarán y nosotros los agricultores terminaremos sin actividad”, dijo en diálogo con IPS.

Singh subrayó que “no podemos darnos el lujo de cerrar el «sistema mandi«, así es como tenemos ingresos”.

Los mandis son unos 7000 mercados mayoristas regulados por el gobierno, que junto con el sistema de MSP han protegido por muchas décadas de los vaivenes del mercado a los campesinos en India, aunque para su prejuicio se ven cada vez más desvirtuados por los intermediarios y otras distorsiones.

Modi quiere romper con un desequilibrio: más de la mitad de la población india trabaja en la agricultura, pero esta representa solo un sexto del producto interno bruto (PIB) de este país del sudeste asiático y donde 68 por ciento de los productores agrícolas posee menos de una hectárea. Pero el campesinado considera que su reforma solo beneficiará a los grandes productores y empeorará sus ya precarias condiciones.

“Más de 300 agricultores han muerto hasta ahora mientras acampaban y protestaban en estas fronteras en Delhi. Ya hemos perdido mucho, pero nuestra lucha continuará”, aseguró Singh al explicar la determinación de los campesinos y las crecientes organizaciones sociales que los respaldan.

Mujeres, en la vanguardia

La protesta del campesinado se considera una de las mayores que se ha llevado a cabo en India, no solo por su tamaño, alcance y duración, sino también porque ha puesto a las mujeres en la vanguardia, que ahora a menudo se ven liderando la protesta a pesar de que se les pidió que se fueran.

«Esto es una revolución, estamos aquí para alzar la voz, si no lo hacemos hoy, ¿qué tendrán nuestras generaciones futuras», sostieve Ratinder Kaur, una agricultora de 65 años llegada desde Punjab.

Ella acampa en la entrada de Singhu a la capital desde enero de 2021 y planea permanecer en la protesta mientras su esposo tuvo que regresar a su finca en la primera quincena de abril para cosechar sus cultivos.

«¿Cómo puede alguien decirnos que no podemos participar? Las mujeres también somos agricultoras, vamos al campo, cultivamos, hacemos otros trabajos de incentivo laboral y también cuidamos de nuestras familias”, dijo esta mujer cuyo nombre es ficticio a su pedido.

El grupo humanitario internacional Oxfam afirma que casi 80 por ciento de los trabajadores a tiempo completo en las granjas indias son mujeres. Ellas suponen 33 por ciento de la fuerza laboral agrícola y 48 por ciento de los agricultores autónomos, pero representan solo alrededor de 13 por ciento de las personas propietarias de la tierra.

Las sociedades agrarias de India son extremadamente patriarcales, caracterizadas por estructuras feudales profundamente arraigadas en las que mujeres y hombres rara vez tienen el mismo acceso a los recursos.

Cerrar esta brecha de género es fundamental para acelerar el ritmo de crecimiento del sector agrícola, coinciden analistas, mientras la discriminación basada en el género continúa prosperando en el país de diferentes maneras.

A las mujeres agricultoras en India aún no se las reconoce como productoras en las políticas del país, “negándoles así el apoyo institucional de bancos, seguros, cooperativas y departamentos gubernamentales”, advierte la organización asistencialista Oxfam.

“¿Sabes por qué llamamos a Nodeep nuestro líder? Ella es como nosotras, las agricultoras, fuerte y resistente. Nada puede detenerla y cuando sube al escenario y habla, todos escuchan”, dice Kiranjeet, una agricultora de 57 años, también de Punjab que se unió a los manifestantes que acamparon en primero en el límite de Tikri con Nueva Delhi y desde marzo se trasladaron a la de Singhu.

“Dejé a mis hijos en casa en Punjab y me quedaré aquí, al igual que mis otras hermanas agricultoras. Es importante para nosotras las mujeres pelear esta batalla, cuando la inflación golpea, cuando los precios suben, cuando no hay dinero en casa, sabemos cuánto hemos luchado para conseguir la próxima comida”, dijo esta mujer, cuyo nombre también se alteró a su pedido.

“Nodeep es el futuro, necesitamos jóvenes como ella y tantas otras hermanas que vinieron a apoyarnos. Cuando una mujer habla, muchas otras se le unen. Nuestros maridos han vuelto a casa de su temporada de corte de cultivos y ahora vamos a estar aquí durante los próximos meses, es nuestro derecho y nuestra lucha”, aseguró.

La protesta de agricultores no es la primera en la que las mujeres indias asumen roles de liderazgo, tanto en movimientos políticos como en protestas masivas.

Las mujeres constituyeron una proporción significativa de los manifestantes durante las protestas de por la Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA, en inglés), vigente en el país desde diciembre de 2019.

Sin embargo, el mayor desafío en la India sigue siendo cómo transformar su liderazgo en una representación paritaria en puestos gubernamentales de alto nivel, sin prejuicios de género, casta o religión.

La sola idea de que el movimiento de agricultores en el país está transformando la presencia e influencia de las mujeres dentro de sus propias configuraciones patriarcales y, a menudo, basadas en prejuicios de castas, no puede volver a empujarlas a su tradicional espacio de invisibilidad.

“Sin mujeres no hay revolución”, dijo Nodeep Kaur en su entrevista con IPS.

“Nosotras (las mujeres) hemos pasado por tanto, hemos luchado tanto, hemos sobrevivido tanto, pensaron que podían meterme en una prisión y callarme. Estoy aquí para luchar y para quedarme, pase lo que pase, ellos me han hecho la líder de su pueblo y no los voy a defraudar”, sentenció esta líder del movimiento de los agricultores de India, cuyo desenlace determinará el futuro del sector.

Fuente: https://rebelion.org/una-mujer-dalit-se-convierte-en-la-voz-de-los-agricultores-en-india/

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India: AP announces closure of classes 1-9 from Tuesday

AP announces closure of classes 1-9 from Tuesday

AMARAVATI: With no let up in the spike in coronavirus cases, the Andhra Pradesh government on Monday announced closure of all schools from classes 1 to 9 from Tuesday.

State Education Minister A Suresh said the academic year for these classes has now ended with no examinations in view of the Covid-19 surge.

He, however, said examinations for Class X and Intermediate students would be held as scheduled.

The decision to continue with the examination schedule for these classes was taken in the interests of students.

«The students lost out in the defence recruitment process as they were promoted without examinations last year,» Suresh pointed out.

He said the examinations would be conducted duly following all Covid-19 protocols.

Fuente de la Información:

Fuente de la Información: https://timesofindia.indiatimes.com/home/education/news/ap-announces-closure-of-classes-1-9-from-tuesday/articleshow/82148249.cms

 

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