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Qatar confirma intercambio de rehenes entre Israel y Gaza

Qatar confirma intercambio de rehenes entre Israel y Gaza

Hamas aseguró que liberará a 13 israelíes y siete extranjeros a cambio de 39 palestinos secuestrados en el segundo día de una tregua de cuatro días.

Qatar anuncio este sábado que 13 rehenes israelíes y siete extranjeros cautivos en la Franja de Gaza serán liberados «esta noche» a cambio de 39 presos palestinos, en el segundo día de tregua entre Israel y Hamás.

«Después de un retraso, se superaron los obstáculos para liberar a los prisioneros mediante contactos de Qatar y Egipto con las dos partes, y 39 civiles palestinos serán liberados esta noche, a la vez que 13 rehenes israelíes saldrán de Gaza junto a siete extranjeros», declaró en la red social X el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores catarí, Majed Al Ansari

Al mismo tiempo, el movimiento Hamás anunció este sábado que liberará a los rehenes israelíes que estaba previsto que abandonen Gaza antes de la medianoche, según un acuerdo alcanzado con Israel, tras haber retrasado su traslado varias horas.

En un comunicado, la resistencia palestina en Gaza aseguró que había «respondido positivamente a los esfuerzos egipcios y cataríes que duraron todo el día para garantizar la continuación del acuerdo de tregua».

Especificó que había obtenido de Israel un «compromiso», en particular sobre la entrega de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza y sobre la liberación de prisioneros palestinos encarcelados durante largo tiempo.

Entre los cautivos israelíes que serán liberados de Gaza hoy se encuentran ocho niños, cinco mujeres y siete ciudadanos extranjeros, añadió.

Entre los excarcelados de prisiones israelíes hay «33 niños y 6 mujeres».

Hamás retrasó la entrega de una segunda tanda de rehenes, prevista para las 14H00 GMT, y acusó a Israel de violar los términos del acuerdo que alcanzaron relativos a la entrada de ayuda humanitaria y la excarcelación de presos palestinos con más antigüedad en las cárceles.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/franja-gaza-israel-intercambio-rehenes-20231125-0018.html

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Qatar 2022: la trágica historia de los migrantes

Por: UNAM Global

Como bien sabemos, organizar un Mundial de Futbol es una tarea titánica que requiere contemplar muchos aspectos: los medios de transporte y la infraestructura (estadios, hoteles), entre otros. Necesarios para que la máxima justa futbolística se realice de manera exitosa y pueda albergar a los visitantes sin contratiempos.

Un Mundial genera empleo para muchos trabajadores que brindan sus servicios. Sin embargo, también puede ser el marco de diversos abusos. Qatar 2022 es una prueba contundente de ello. Amnistía Internacional recopiló datos que muestran la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes que participaron en la construcción de los estadios.

Para comenzar, los migrantes tuvieron que pagar elevadas comisiones para trabajar. Dependiendo de la tarea que podían realizar, estas sumas iban desde 500 hasta 4,300 dólares, que se pagaban a los contratistas, quienes “abusaron de manera reiterada de esta situación”.

Los abusos de los contratistas no sólo quedaron en eso. Por medio de fotografías, Amnistía Internacional enseñó las pésimas condiciones en las que vivían los migrantes. Los cuartos eran muy chicos, por lo que había condiciones de hacinamiento: alrededor de ocho hombres vivían en espacios que sólo eran aptos para cuatro personas; por lo tanto, la falta de higiene y seguridad eran la norma.

También hubo engaño en cuanto a los salarios. Por ejemplo, migrantes a los que se les había dicho que la paga sería de 300 dólares, recibieron en su primer sueldo sólo 190 dólares. A pesar de los reclamos, los gerentes no hacían caso y amenazaban con quitarles la visa y deportarlos a sus países de origen. Sumado a ello, se presentaban casos de retrasos de pagos.

Por otro lado, los empleadores no expedían (o en otros casos no renovaban) los permisos de residencia, lo cual afectaba a los trabajadores porque no podían abandonar los campamentos en los que vivían. Esta situación también implicaba que aquellos que decidieran renunciar no lo pudieran hacer, ya que para obtener un “permiso de salida” era necesario tener el documento de residencia.

Muchos empleados fueron sometidos a trabajo forzoso en situaciones de alto peligro, ya que carecían del equipo para realizarlo. “Fundación para la Democracia” mencionó que algunos trabajadores debían cumplir 60 horas continuas sin descansar, o en su defecto trabajar más de 18 horas al día, soportando temperaturas que alcanzaban los 50ºC.

De acuerdo con datos del diario inglés The Guardian, publicados a principios de 2021, alrededor de 6 mil 500 trabajadores migrantes habían fallecido en Qatar desde que este país fue elegido como sede del Mundial en 2010. Y se cree que gran parte de ellos trabajaban en la construcción de infraestructura para este evento. De manera oficial, el Comité Organizador informó que sólo hubo tres muertes relacionadas directamente con la construcción de estadios.

Fuente de la información e imagen:  UNAM Global

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Qatar: El infierno de las trabajadoras domésticas

El infierno de las trabajadoras domésticas

Rachida el Azzouzi

Las trabajadoras domésticas, aún más invisibilizadas que los obreros en las obras, son maltratadas en la intimidad de los domicilios privados donde se encuentran recluidas, y sufren abusos y violaciones sistemáticas en Qatar.

‘Astaghfirullah’ (‘perdóname, Dios’: ndt). Con la voz entrecortada, Neela* y Daya* imploraban a Dios, secándose el sudor de la cara con sus velos. El sudor del miedo más que del calor sofocante. Se imaginaron lo peor mientras bajaban los ocho pisos: la detención policial, la deportación con prohibición de volver a Qatar. Cuando Raúl* gritó: «Escóndanse en el baño», no entendieron por qué, se quedaron atónitos, ellas hablaban hindi, él hablaba tagalo, una de las lenguas de Filipinas.

Tuvo que precipitarse sobre ellas, empujarlas, repetir en inglés «Police, police» con grandes gestos para que entendieran que la cosa iba en serio. Muy pronto, reapareció con Ishwar *, un indio de la «red», para conducirlas esta vez hasta la puerta de la salida de emergencia en caso de incendio: «Las evacuamos, bajen al estacionamiento subterráneo, un vehículo blanco las está esperando, Ishwar viene con ustedes.

Neela y Daya se sentían al fin felices de salir del aislamiento aquella tarde de agosto, para testimoniar su «calvario» a un periodista extranjero en este edificio donde la «red» organizaba oficialmente una formación en primeros auxilios para una veintena de trabajadoras domésticas y, extraoficialmente, las sensibilizaba sobre sus derechos.

«Ya ves cómo son nuestras vidas, somos como criminales», afirma Neela cuando llegaron a lugar seguro, mientras el conductor, un «Uber» de confianza, amigo de Irshaw, se puso en marcha. Daya se dio vuelta varias veces para comprobar que nadie los seguía.

Unos minutos después, cerca del Museo de Arte Islámico, diseñado por Leoh Ming Pei, el arquitecto chino-estadounidense de la pirámide del Louvre de París, creyó ver a unos agentes de policía en un cruce. Allí, cerca de un parque verde regado permanente, los trabajadores se rociaban con el agua de sus cantimploras antes de volver a levantar la pala.

Las dos mujeres están muertas de miedo, son unas proscritas, «en fuga». Trabajadoras domésticas, abandonaron de la noche a la mañana su lugar de trabajo, las lujosas residencias de las ricas familias qataríes que las emplean, para no soportar más las condiciones inhumanas de trabajo, por ser «tratadas como esclavas», esclavizadas durante una media de veinte horas al día, siete días a la semana, golpeadas, insultadas y dejadas sin sueldo durante meses.

Sus empleadores denunciaron su «fuga» a las autoridades, poniéndolas de esta manera en la ilegalidad siendo que son víctimas de un sistema de explotación que ha sido señalado y denunciado desde hace varios años por las organizaciones internacionales de derechos humanos.

Un sistema feudal de «apadrinamiento» en el que el empresario tiene pleno poder sobre su empleado. Kafala, así se llama ese sistema. Qatar lo abolió oficialmente en 2020, pero sigue causando estragos porque está muy arraigado en una sociedad en la que la impunidad sigue siendo la norma (Ver la primera parte de nuestra la investigación).

El hecho de abandonar al empleador sin permiso sigue siendo un delito en el pequeño emirato, en contraste con las ambiciosas reformas tan anunciadas que iban a convertir a Qatar en una excepción, en el pionero de la Península Arábiga en materia de derecho laboral.

Las autoridades cataríes indicaron a Mediapart que «no hay ninguna ley que criminalice la huida». «Los trabajadores domésticos pueden ser transferidos inmediatamente a otro empleador si hay pruebas de abuso o represalias por parte de su patrón», explica uno de los representantes oficiales.

Pero, en el terreno, los activistas describen una realidad diferente. Son muchísimos los empleadores-padrinos que siguen presentando denuncias por evasión contra los trabajadores», dice Ishwar. Esto es lo que les ocurrió a Neela y Daya. Ellas podrían haber presentado una denuncia. Después de todo, el gobierno promueve un mecanismo facilitado «a través de una página web del Ministerio de Trabajo, una aplicación móvil dedicada especialmente o una línea de ayuda que funciona las 24 horas del día, todos los días de la semana». En absoluto, dice Ishwar. «Es complejo y complicado»: «Su empleador lleva las de ganar ya que se las considera ‘en fuga’».

Doha defiende un arsenal legislativo «estricto» que «garantiza» que cada trabajador inmigrante tenga una «experiencia positiva» en el emirato. «Qatar ha hecho más que ningún otro país de la región para reforzar los derechos de los trabajadores extranjeros», afirman los comunicadores de la «monarquía del gas» que se prepara para ser el anfitrión del acontecimiento deportivo más seguido del planeta, el Mundial de Fútbol, del 20 de noviembre al 18 de diciembre, regado por la sangre de millones de proletarios del sur de Asia y de África.

«La prueba está en los números», argumentan, y pasan a citar varios: «246.168 [trabajadores] cambiaron de trabajo con éxito entre octubre de 2020 y diciembre de 2021. Más de 300.000 contratos de trabajo fueron modificados para cumplir con el nuevo salario mínimo no discriminatorio. Y se han desembolsado más de 165 millones de euros en los dos últimos años a través del Fondo de Apoyo y Seguro a los Trabajadores para cubrir los salarios que los empresarios no estaban en condiciones de pagar».

La prueba está en los dispositivos puestos en práctica, siguen diciendo: «refugio y servicios sociales y de salud para las víctimas de abusos», «comisiones de resolución de conflictos laborales», asistencia jurídica gratuita, visitas «periódicas sin previo aviso» a las agencias de contratación, multas de hasta 25.000 riales (7.000 euros) por confiscación de pasaportes, etc.

En teoría, es cierto que Qatar ha realizado progresos innegables en un tiempo récord bajo la presión internacional. Sin embargo, en la realidad, las leyes apenas se aplican o no se aplican en absoluto, como la adoptada en 2017 en favor de las trabajadoras y trabajadores domésticos, cuyo número se estima en más de 170.000, la inmensa mayoría de los cuales son mujeres, a menudo madres solteras, que están aún más invisibilizadas que los trabajadores porque son maltratados en las casas de sus patrones, en la intimidad de los hogares de los que rara vez pueden salir.

En ese momento, Qatar dio un paso «histórico» al concederles un mínimo de un día libre a la semana, un máximo de diez horas de trabajo al día (negociable con el empresario) y vacaciones pagadas. En el extranjero, los titulares de los periódicos decían: «En Qatar, las trabajadoras domésticas tendrán por fin derechos».

Pero la ley es pisoteada a diario y en todas partes, como atestiguan varias trabajadoras domésticas con las que se reunió Mediapart, amparadas en el anonimato por razones de seguridad, así como activistas que acuden en su ayuda de forma clandestina, arriesgando sus vidas, en este emirato donde el sindicalismo está prohibido. Revelan abusos y violaciones sistémicas. Los mismos que Amnistía Internacional destacó en 2020 en un informe demoledor.

«De las 105 mujeres entrevistadas, detalló la ONG, 90 dijeron que regularmente trabajaban más de 14 horas al día, 89 los siete días de la semana, a 87 sus patrones les confiscaron sus pasaportes. La mitad de ellas trabajaban más de 18 horas al día, la mayoría sin un solo día de descanso. Algunos informaron de que no reciben su salario completo, mientras que 40 contaron que fueron insultadas, golpeadas o víctimas de escupitajos.»

Así era la vida cotidiana de Neela y Daya hasta hace unos meses, cuando lograron escaparse. Durante casi un año, Neela trabajó más de veinte horas al día por 1.000 riales (unos 260 euros), el salario mínimo catarí, que no recibía todos los meses, dependiendo de la buena voluntad de sus empleadores. Sólo descansaba de dos a cuatro horas por noche en una pequeña habitación sin ventanas.

Obedecía las órdenes de la esposa de su kafeel, su patrón-padrino, que podía añadir a su agenda la limpieza de las residencias vecinas pertenecientes a sus hermanos, dice. «Yo me encargaba de la limpieza y la cocina, mientras otras dos criadas se encargaban de los niños.

Pronto fue maltratada verbal y físicamente: «Me esforzaba mucho pero nunca era suficiente. La señora de la casa me gritaba y me insultaba, me golpeaba con utensilios de cocina, me agarraba del cuello, me tiraba de las orejas. Me amenazó de muerte varias veces.

Un día, le cerró la puerta deliberadamente apretándole los dedos. Neela gritaba de dolor. Su cuerpo fue cediendo. Lloraba mucho y empezó a desarrollar una obsesión: recuperar su pasaporte, que le había sido confiscado a su llegada, y huir. Creía saber dónde estaba, y consiguió encontrarlo una mañana después de robar, con todo el miedo del mundo, la llave de los armarios de la habitación de sus patrones, que le debían todavía varios meses de salario. Eso es lo menos importante. Se va sin mirar atrás. Los miembros de la comunidad india la acogen y la ponen en contacto con «la red».

Daya, una madre soltera del Punjab, en la India, cuenta una historia similar. A principios de 2021, fue reclutada por una rica familia catarí de siete miembros a través de una agencia. Ella se encarga de todo, de la cocina, de la limpieza, de los niños, sube y baja los tres pisos de la mansión todo el día y la noche, durante unas 20 horas al día, siete días a la semana. Tiene que estar disponible en todo momento, duerme en un cuchitril, sólo le dan las sobras de comida y no se le permite tomarse un descanso ni siquiera de unos minutos.

En el contrato está escrito que debe recibir un salario de 1.200 riales (unos 320 euros). Pero de eso, no vio nada. Lo reclama. La golpean. Se agota, sigue una serie de trastornos y se siente tan sola, tan aislada. Un día, en pleno Ramadán, la sorprenden bebiendo agua. En represalia la golpearon, la encerraron en su pequeña habitación durante varios días, la privaron de comida: «Sólo me sirvieron agua. Tras cuatro meses de infierno, consiguió escapar. No sabe muy bien cómo, pero su teléfono era una balsa para evitar que se hundiera, su conexión a la «red». Lo escondió para que no se lo confiscaran.

Ahora es inseparable de Neela, su hermana en desgracia. Llevan semanas escondiéndose, pasando de un refugio a otro para escapar de la represión policial, mientras esperan una solución. Por el momento, comparten una habitación de unos 15 metros cuadrados en las afueras de Doha, con una cocinita y mobiliario básico, en la planta baja de un edificio de trabajadores, donde el coche les deja.

Neela encontró una nueva familia catarí dispuesta a acogerla, pero no tiene el «NOC» (Certificado de No Objeción), es decir, una autorización de su empleador-padrino para cambiar de trabajo, aunque esto ya no debería ser necesario tras la reforma de la kafala. Tiene 36 años, tiene ojeras y tiene miedo de acabar en la cárcel de Qatar o de que la manden de vuelta a la India.

Eso significaría reencontrar a sus dos hijos que crecen lejos de ella, de su madre -lo que es una suerte porque la separación es muy dolorosa-, pero también significaría volver a una vida aún más miserable, encontrar a su marido violento y alcohólico. Y la deuda que va en aumento. Para venir a trabajar a Qatar, tuvo que pagar 3.000 riales de derechos de contratación, más de 800 euros.

Quiere que la fotografíen, testificar abiertamente, a pesar de los riesgos que conlleva, para mostrar su calvario al mundo entero. Daya también. Irshaw no está de acuerdo: «Es demasiado peligroso. Tiene unos cuarenta años, lleva siete trabajando en Qatar en una empresa local de construcción y vive en un «campo de trabajo» en el desierto, a una hora de Doha, donde las condiciones de vida han mejorado en comparación con otras ciudades dormitorio, «un efecto de la Copa del Mundo de fútbol», según él: «Somos ocho por habitación, mientras que antes éramos el doble. Es más soportable, pero sigue siendo una miseria.

Después de haber sufrido abusos él mismo se unió a la «red» clandestina que acompaña a decenas de trabajadores inmigrantes, muchos de los cuales son trabajadoras domésticas sobreexplotadas: «La mayoría de ellas no cobran, están sometidas a trabajos forzados, no tienen descanso y les han confiscado el pasaporte.» Entre ellas hay varias víctimas de violencia sexual: «Es muy difícil convencerlas de que hablen, es un tabú en nuestras sociedades, es vergonzoso, y existe el miedo a las represalias, muchas guardan silencio, pensando que el hecho de ser agredidas sexualmente, violadas, forma parte del sacrificio».

Joy* sabe de lo que habla. A pocos kilómetros, en su habitación de menos de seis metros cuadrados, sin ventanas, pero afortunadamente con aire acondicionado, que alquila en un edificio en el que viven mayoritariamente filipinos, en el corazón de un barrio obrero de Doha, piensa a menudo en aquella madre de familia a la que ayudó hace dos años, su «peor caso».

Fue violada en repetidas ocasiones por su kafeel y el hijo de éste, y huyó, apoyada por «la red». Estaba a punto de buscar ayuda para reclamar justicia cuando su patrón presentó una denuncia contra ella. Fue deportada sine die. «Me la imagino viviendo con ese trauma, sin poder compartirlo con nadie de su familia, que considera que ha fallado, ya que está de vuelta, sin dinero, sin trabajo.

Joy tiene 36 años. Ella también es trabajadora doméstica, «un trabajo despreciado, de lo más bajo», del que está «orgullosa»: «Me permite ayudar a mi familia en Manila, para que puedan sobrevivir.» Es el caso de muchas mujeres filipinas, que representan el mayor contingente de trabajadoras domésticas, no sólo en Qatar sino en todo Medio Oriente e incluso en Europa porque, según Joy, «tenemos la reputación de ser eficientes y sumisas, de no esquivar el esfuerzo y de no quejarnos».

Su madre no quería. Ni ella ni su hermana, trabajadora doméstica en Hong Kong, quisieron escucharla. Joy lleva diez años sirviendo a los ricos de Qatar, después de empezar en Arabia Saudita y luego en Dubai, donde la experiencia acabó con «un shock», tres días en la cárcel porque la madre de su kafeel la había acusado de robar joyas y dinero. «Una mentira. También lo había hecho con la empleada anterior.»

En Doha, siempre tuvo «suerte en comparación con la mayoría». «Encontré buenos empleadores», todos ellos expatriados con un estilo de vida lujoso en residencias ultraseguras, que le permiten regresar al país una vez al año. Ella misma los busca en Internet, en sitios de empleo al abrigo de la mafia de la contratación, gracias a su inglés de nivel medio: un piloto canadiense y su esposa para los que trabajaba diez horas al día por un salario de 1.500 riales (unos 400 euros), luego una pareja canadiense-egipcia, después una familia coreana: «Eso no significa que no haya explotación entre los expatriados. Veo muchos casos de abuso.»

Suena el timbre de la puerta. Es Jocelyn* con su maleta, una mujer filipina de treinta años, madre soltera, que huye de los golpes de su patrón, un particular catarí. Esperó a que la casa estuviera vacía antes de salir corriendo, con el apoyo de los otros sirvientes. Desde hace cuatro meses reclama en vano su salario, 1.500 riales (unos 400 euros) por 10 a 15 horas diarias de limpieza, cocina y cuidado de los niños. «Mi jefe siempre responde: ‘boucra incha’Allah’  (´mañana, si Dios quiere’: ndt)]. Sin embargo, él conoce la ley. Trabaja en la policía.

No ha visto a sus hijos desde 2018: «Mi kafeel se niega a dejarme salir del país, eso es lo más duro, no verlos crecer». También se opone a que reciba tratamiento médico: «Tengo un quiste de ovario y una úlcera de estómago». Llora, sin saber a dónde ir. En su móvil, Joy activa la red de apoyo y solidaridad: «¿Quién puede acoger a una hermana en apuros?», escribe, acurrucada contra uno de los muchos peluches que decoran su estrecha habitación y la consuelan de la brutalidad del mundo.

Aprovecha la ocasión para repasar el hilo de mensajes. Uno de ellos la alerta sobre la situación de Sarah*, una mujer keniana de Monbassa, que lleva seis meses varada en Qatar tras una experiencia en Bahrein y Arabia Saudita. Endeudada hasta las cejas para trabajar en el Golfo y mantener a su hijo, al que cría sola, a su madre y a sus hermanas, trabaja catorce horas al día para los ricos qataríes y aún no ha recibido ni un solo salario. Cuando los reclamó, la golpearon. Huyó.

Ahora está sin papeles, ya que la empresa de limpieza catarí para la que trabaja le confiscó el pasaporte: «Aunque tiene un visado de limpiadora, no de criada, la empresa la mandó a una familia. Esto es ilegal y la sitúa fuera de la ley. Si presenta una denuncia ante la policía, correrá aún más peligro porque será declarada «fugitiva»». Sarah menciona la posibilidad de suicidarse.

Joy va a tratar de visitarla. «Ves cómo las reformas son en gran medida ineficaces», suspira. Los empresarios no respetan las leyes, hay impunidad. Necesitamos verdaderas sanciones punitivas. Y para ello, inspecciones en las casas particulares. Pero eso no puede hacerse, nos dice una fuente oficial, sin la autorización escrita del fiscal, que se basa en «las pruebas aportadas por el departamento de investigación del ministerio» y en «las denuncias de los trabajadores domésticos»…

NOTAS de la Redacción de Mediapart sobre este artículo:

Este artículo es la segunda parte de nuestra serie de investigaciones y reportajes sobre las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras migrantes en Qatar en vísperas del Mundial (lea la primera parte aquí: «En Qatar, la esclavitud hace de las suyas«).

Los nombres seguidos de un asterisco han sido modificados por razones de seguridad.

El temor a la represión por parte del régimen catarí o de sus patrones es tal que los trabajadores y activistas con los que se reunió Mediapart declaran de forma anónima. Sin embargo, varias trabajadoras domésticas querían valientemente hablar sin cubrirse la cara e insistieron en ser fotografiadas para que se las viera, para contar, para mostrar su calvario. Optamos por hacerlas anónimas y ocultamos sus rostros para no ponerlas en mayor peligro aún.

El lunes 18 de septiembre, le enviamos un correo electrónico al departamento de comunicación del Estado de Qatar en el que formulábamos preguntas concretas sobre la situación de las trabajadoras domésticas inmigrantes. Recibimos las respuestas el miércoles 21 de septiembre. Aparecen en gran medida en el artículo y pueden leerse en su totalidad en los apéndices del mismo.

Fuente: Mediapart, 22-9-2022Traducción de Correspondencia de Prensa, 24-9-2022

Fuente: https://vientosur.info/el-infierno-de-las-trabajadoras-domesticas/

Fuente de la información: https://rebelion.org/el-infierno-de-las-trabajadoras-domesticas/

 

 

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Presenta Qatar aulas portátiles para refugiados y desplazados (+Fotos)

Redacción: Prensa Latina

Un prototipo de aulas para refugiados y desplazados se halla entre los proyectos presentados por la Cumbre Mundial de Innovación para la Educación (WISE, por sus siglas en inglés), con cita en esta capital.

Al dialogar sobre la iniciativa hoy en sesión plenaria, la presidenta de la Fundación de Qatar para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo Comunitario, Moza bint Nasser, catalogó al modelo de asequible y adaptable a diferentes condiciones climáticas. 

El aula innovadora, diseñada por Zaha Hadid y llevado a cabo por el grupo Zaha Hadid Arquitectos, forma parte de los esfuerzos de la Fundación Educación Sobre Todo, también creada por la jequesa, de proveer oportunidades de educación a grupos en situación de crisis o pobreza.

Por medio de la fundación más de 10 millones de niños han accedido a las escuelas, afirmó Moza bint Nasser, quien llamó a ver a los infantes desamparados con ojos de padres y trabajar en pos de la meta de cero niños sin educación.

En su discurso, recordó la alegría expresada por la reconocida creadora iraquí al proponerle tomar acción, desde la arquitectura, a favor de los refugiados y desplazados. 

Hadid, quien falleció en marzo de 2016, diseñó el estadio Al Janoub, uno de los que acogerán la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Doha.

De hecho, las 100 aulas trazadas para el proyecto servirán durante el certamen como pasaje de entrada del público a los estadios, y luego serán destinadas como aulas en Cambodia, Cameron, Colombia, Jordania, Lebanon, Mali, Myanmar, Palestina, Sudán del Sur, Sri Lanka, Turquía y Uganda.

A diferencia de las tiendas tradicionales, el prototipo puede reajustar su tamaño y diseño a la locación y las necesidades de sus beneficiarios, y gracias a la calidad del material que emplea cuenta con una mayor ventilación y entrada de luz.

Por otro lado, debido a su flexibilidad y movilidad, puede ser ensamblado, desmantelado y transportado de un espacio a otro, a lo que se suma la extensión de su vida útil a al menos 10 años en condiciones normales frente a los cuatro de las carpas utilizadas hasta el momento en campos de refugiados.

No obstante su función escolar, estas aulas tendrán otros usos para la comunidad una vez concluidas las clases.

Próximamente, uno de los modelos irá a Mali para ser probado allí; el primero de ellos superó de forma exitosa su ensayo en el campo de refugiados Nizip 1, al sureste de Turquía.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=322743&SEO=presenta-qatar-aulas-portatiles-para-refugiados-y-desplazados-fotos
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Qatar acoge cumbre internacional de educación

Qatar acoge cumbre internacional de educación
Doha, 19 nov (Prensa Latina) El Centro Nacional de Convenciones de Qatar abrió sus puertas hoy a la Cumbre Mundial de Innovación para la Educación (WISE), que cuenta con unos dos mil participantes de 150 países.
Educadores, tomadores de decisiones y autoridades de los sectores público y privado se dan cita en Doha hasta el jueves próximo para explorar propuestas innovadoras y tomar medidas que tributen a una mejor educación.
Bajo el tema Desaprender, reaprender lo que significa ser humano, el programa de la cita incluye más de 150 sesiones diseñadas para propiciar el diálogo, crear redes de colaboración, compartir prácticas efectivas y descubrir nuevas ideas.

En este escenario estarán presentes los programas más importantes de Wise, entre ellos la red de líderes ágiles de innovación en el aprendizaje.

Esta iniciativa reúne a los responsables políticos, académicos y expertos en educación a fin de compartir enfoques innovadores y contribuir al diseño de nuevos modelos para una enseñanza de alta calidad.

También un proyecto encaminado a empoderar y capacitar a líderes emergentes, que en esta edición incluye a discípulos de 11 países.

La cumbre trae, además, las voces de estudiantes entre 16 y 21 años, quienes participan en debates a la par que se preparan en sus respectivas áreas para asumir un rol protagónico en el desarrollo educativo en sus comunidades.

Más de 180 jóvenes de unos 60 países forman parte de esta sesión.

En tanto, el programa Acelerador WISE, diseñado para apoyar proyectos innovadores con alto potencial de escalabilidad e impacto positivo, pone a disposición de los participantes diferentes talleres donde los seleccionados exponen su trabajo.

La iniciativa sirve, asimismo, como intermediario para conectar tales proyectos con una red internacional que crea oportunidades de compartir conocimientos y encontrar apoyo entre posibles socios, donantes e inversores.

WISE fue establecida en 2009 por la Fundación de Qatar para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo Comunitario como un escenario enfocado a transformar la enseñanza a través de la innovación.

Fuente de la Información: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=322099&SEO=qatar-acoge-cumbre-internacional-de-educacion
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‘Doha es un lugar impresionante y notable para enseñar’

Este profesor de inglés se mudó a Doha desde Escocia con su familia hace cuatro años, y no ha mirado atrás.

A veces solo tienes que dar un salto de fe. En diciembre de 2013, después de 10 años de enseñanza, comencé a buscar algo diferente. Me encantó mi tiempo de enseñar en Escocia, y estoy extremadamente agradecido por la experiencia y las oportunidades que recibí trabajando para tres escuelas fabulosas en Fife. Pero había empezado a desear un cambio real, algo que reavivaría mi pasión por la enseñanza. Esa oportunidad se presentó a través de mi hermana, ella y su esposo vivían en Qatar y me contaron sobre las oportunidades laborales en Doha College (DC). Y eso fue todo: la chispa que había estado buscando.

Hay más de 2,000 estudiantes de 68 nacionalidades diferentes en funciones, una verdadera comunidad internacional que opera sin fines de lucro. Fue la primera escuela del mundo en ser honrada con la acreditación de High Performance Learning (HPL) en junio de 2018.

A fines de agosto de 2014, llegué a Doha con mi esposa y mi hija de 11 meses y no he mirado atrás. Ahora hemos sido bendecidos con una segunda hija y mi hija mayor ahora es alumna de DC. También me han ascendido a jefe de año y liderazgo en inglés, lo que ha planteado una variedad de desafíos. Parte de mi rol consiste en dividir mi tiempo entre dos campus, que se encuentran a 30 minutos en auto de la ciudad. Esto es difícil de manejar, especialmente con la responsabilidad de una clase propia. Afortunadamente, Doha College está preparando un nuevo campus con tecnología de punta para el año 2020 y esto anulará la necesidad de viajes a través del campus.

La semana pasada, llevamos a 120 niños a un lugar residencial de la noche a la isla Banana, frente a la costa de Doha. Todo estaba vinculado a una experiencia de Robinson Crusoe . Los niños naufragaron en la isla y tuvieron que ganar monedas de oro a través de una serie de desafíos. Las monedas de oro se usaron para comprar una variedad de equipos que les permitirían construir una balsa que les ayudaría a escapar de los piratas. He asistido a numerosas residencias en todo el Reino Unido y esta experiencia ciertamente es una de las mejores en las que he estado.

¿Cómo es enseñar en Doha?

La escuela comienza temprano en Doha. Las clases comienzan a las 7.20am y la escuela termina a la 1.10pm. Con clubes y reuniones, un día típico terminaría alrededor de las 2:30 pm. Si pudiera cambiar una cosa sobre trabajar aquí, eso sería todo. Salir de la alarma justo después de las 5 am cada mañana es algo que, después de cuatro años, todavía estoy tratando de acostumbrarme.

Afortunadamente, esto se está revisando cuando la escuela se traslada al nuevo campus: tengo los dedos de las manos cruzadas para un resultado positivo. Las carreteras en Doha están cambiando para siempre. Con tanta infraestructura en toda la ciudad, puede despertarse una mañana y su ruta hacia el trabajo ha cambiado por completo. Cuando llegué por primera vez, un viaje típico a la escuela podía tomar hasta una hora. Ahora con nuevas carreteras abiertas todo el tiempo, esto es solo 20 minutos.

Uno de los beneficios personales de trabajar aquí es que mi hija, Esmé Rose, es alumna de DC. En el viaje hacia y desde la escuela, mi hija y yo entramos juntos. A ella le encanta la escuela y en la forma en que jugamos juegos como espía ocular, o me cuenta todo sobre su día. Es una maravilla de trabajar aquí. Después de la escuela, hay una guardería para los niños cuyos padres trabajan en la escuela. A veces asiste a la guardería o me ayuda en el aula.

A lo largo de la semana, hay clases especializadas en las que se enseña a los niños educación física, natación, música, árabe y francés impartidos por profesores especializados. Siendo una escuela británica, seguimos el currículo nacional de inglés.

Trabajar con una variedad de maestros de todo el mundo y la cercanía de la colegialidad hace que la escuela se convierta en una gran familia extendida. Todos hacen tiempo para los demás y es increíblemente de apoyo. He hecho muchos amigos de por vida trabajando en Doha, la mayoría de los cuales trabajan en la universidad.

Fuente: https://www.tes.com/news/doha-impressive-and-remarkable-place-teach

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Qatar contará con universidad de turismo en línea

Asia/Qatar/25 Abril 2019/Fuente: Prensa Latina

El Consejo Nacional de Turismo de Qatar (QNTC, por sus siglas en inglés) presentó la primera academia de turismo en línea del país.
La plataforma ofrece educación y capacitación en lo referente a viajes y turismo, hostelería y gestión de destinos, tanto a profesionales como a personas interesadas en incursionar en este sector, informan hoy medios locales de prensa.

Entre los temas incluidos en el plan de estudios se hallan la gestión de estrategia, de operaciones, de marketing y de tecnología e innovación, así como fundamentos financieros.

El acuerdo para su creación fue firmado por el secretario general adjunto del QNTC, Hassan Al Ibrahim, y el director global de Relaciones Corporativas de la IE University, William Dávila, en presencia del secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, quien se halla de visita en Qatar por estos días.

La academia se nutrirá de los conocimientos de la OMT y del modelo educativo de IE University, centro educativo privado con sede en España y Segovia, con el cual la institución mundial firmó convenio en 2018 para fomentar la innovación y el emprendimiento en el sector turístico.

Los graduados recibirán certificación de la Academia de Turismo en Línea de la Universidad de la OMT de IE en Fundamentos de Gestión Aplicada al Turismo, conocida como Unwto Academy, en correspondencia con sus siglas en inglés.

Dávila declaró que la iniciativa tendrá un significativo impacto en la sociedad, pues apoyará el crecimiento de la industria del ocio.

La firma de este acuerdo, afirmó, constituye solo el primer paso en la creación de la academia en línea; en los próximos meses se darán otros a fin de garantizar una capacitación de alta calidad en el ramo.

Por su parte, Al Ibrahim reconoció el papel vital de las instituciones de educación en el desarrollo del turismo, área en la que la nación del Golfo pérsico ha puesto especial atención en los últimos dos años.

Además, el QNTC anunció que la OMT está aportando su experiencia en función del programa de Premios de Experiencia Turística Nacional de Qatar, el cual reconocerá a empresas, entidades públicas, ONG y asociaciones que operan tanto dentro como fuera del país y contribuyen directa o indirectamente a la llamada industria sin humo aquí.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=271347&SEO=qatar-contara-con-universidad-de-turismo-en-linea
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