Page 1188 of 2424
1 1.186 1.187 1.188 1.189 1.190 2.424

Transformación educativa: El reto de conciliar voluntades

Por: Roberto Rodríguez

En política uno de los mayores desafíos, si no es que el principal, consiste en la posibilidad de conciliar voluntades e intereses en torno a un determinado conjunto de propuestas, programas o proyectos de acción gubernamental. Que una política pública consiga ser calificada como legítima depende de la solución que se alcance para tal desafío. No es sencillo, por supuesto, porque con frecuencia los intereses en juego se oponen entre sí, como al parecer es el caso del futuro de la reforma educativa y de su eventual reemplazo por otra fórmula de transformación, aún por dilucidar.

La solución de imponer un proyecto de cambio por vía del acuerdo interpartidario, como fue el caso de la reforma normativa de 2012-2013 tuvo una efectividad limitada si se mide en términos de su aceptación por lo protagonistas centrales, los maestros. La imposición de la reforma, además de haber abiertos espacios de confrontación y posturas encontradas, desgastó la autoridad gubernamental para avanzar con fluidez sobre otros aspectos de la problemática educativa nacional.

La opción de sujetar a procesos de negociación simple las nuevas propuestas del programa educativo, incluida la cancelación o modificación de la reforma, corre riesgos de suma cero: lo que unos ganan otros lo pierden. Como se identificó en algunas encuestas, la reforma implantada en el sexenio contó, en población abierta, con el mayor nivel de aprobación de las reformas estructurales propuestas. Es probable, en consecuencia, que la sola abrogación de la normativa básica de la reforma educativa produjera aceptación entre los críticos más radicales pero también rechazo en un sector amplio de la población interesada. Peor aún, que fuera esta medida calificada como un retroceso.

Si el gobierno entrante consigue asegurar políticamente el planteamiento, que ya circula en el equipo de transición, de que la mejor opción es revisar y en su caso replantear, corregir y mejorar el enfoque de la reforma, en especial la evaluación de docentes y estudiantes en los niveles obligatorios del sistema educativo, las posibilidades de conseguir legitimidad, que no consenso, mejoran considerablemente.

Sin embargo, hasta ahora se han mantenido en el escenario las dos posibilidades: cancelar o reformar la reforma. Este dilema debe ser resuelto con prontitud para procesar las fórmulas de convocatoria, interacción y anticipación de resultados de la consulta que, todo parece indicar, se organizará para definir la ruta de acción gubernamental por venir.

Ya anunció Esteban Moctezuma, nominado por Andrés López Obrador como posible titular de la SEP en el próximo gabinete, que una nueva ley o un nuevo paquete normativo para gobernar el sistema de educación serán elaborados a través de una consulta social amplia. Lo que quiere decir, según sus palabras, “que van a participar los maestros, los padres de familia, las autoridades educativas, estatales y federales, los integrantes de los consejos de participación ciudadana en las escuelas, entre otros” (El Universal, 7 de julio 2018).

La idea es buena, pero tiene sus riesgos. Comenzando por los maestros, pues resulta que hay posiciones encontradas entre las organizaciones que los agremian. La CNTE ha dicho que la intención de “despenalizar” la reforma, o evitar los efectos punitivos de la evaluación docente, no responde a su demanda de cancelación. Ha señalado también que, a menos que proceda la abrogación, y la aprobación de su Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca, así como el  Proyecto de Educación Alternativa en Chiapas, mantendrán y acrecentarán sus acciones de resistencia (Milenio, 9 de julio 2018).

La postura del SNTE al respecto es, por ahora, poco clara. Aunque el sindicato ha manifestado su intención de colaborar con el gobierno en su plan educativo, así como de interactuar con la autoridad educativa para identificar aquello que debe de modificarse en las normas, hasta ahora no se han manifestado sobre lo que debe permanecer y lo que tendría que modificarse. Los grupos afines a la anterior dirigencia sindical, la encabezada por Elba Esther Gordillo, hicieron pública su intención de generar una propuesta legislativa en que se eliminen los riesgos laborales de la evaluación docente.
Aparte, todo parece indicar que la diputación federal plurinominal a la que aspiraba el líder Juan Díaz de la Torre no se concretará en virtud de la votación obtenida por el PRI. Por ese factor, y por la aproximación del antiguo SNTE a la candidatura de López Obrador, es de anticiparse algún reacomodo en las filas sindicales, y en consecuencia posibles cambios en su posicionamiento ante la reforma del régimen por concluir. Habrá que ver.

Tampoco son un bloque uniforme las posturas de los especialistas e investigadores educativos sobre la reforma. Desde luego la apertura de un proceso ordenado de consulta puede abrir horizontes para un debate razonado, lo que también debiera ocurrir con respecto a las organizaciones sociales competentes. Pero no será tan sencillo en el espacio de las autoridades educativas estatales, en que ya están a la vista posiciones diferentes y en algunos aspectos contrarias. El que Morena haya conseguido gubernaturas en la Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Morelos, puede facilitar las cosas en estos estados, como también sus triunfos en la gran mayoría de las elecciones legislativas. Pero eso no puede evitar la tarea política de articular consensos.
No menos importante, la diversidad de opiniones al seno de Morena, algunas favorables a la alternativa radical y otras a la moderada. Pacificar el espacio educativo sin renunciar a su transformación tendría que ser el camino.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/transformacion-educativa-el-reto-de-conciliar-voluntades/

Comparte este contenido:

Voces de la ciudadanía / El proyecto educativo en la era de Andrés Manuel López Obrador

Por: ODEJ

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Carolina Bodewig

Maestra en Investigación y Desarrollo de la Educación por la Ibero, Ciudad de México

SIMO Consulting[1]

A inicios de 2013, a través de un decreto presidencial, se realizó una reforma al artículo tercero constitucional, lo que devendría en el punto de partida y sustento jurídico de la Reforma Educativa que desde entonces ha generado tantos desacuerdos, tensiones y encontronazos en el sistema educativo, sobre todo, entre las y los docentes y las autoridades educativas.

Esta reforma al artículo tercero implicó la creación del Servicio Profesional Docente – la cual regula el ingreso, la promoción y la permanencia de las y los docentes en el sistema a partir de una evaluación obligatoria – y, por lo tanto, la creación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa, cuya máxima autoridad es el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), constituido en este contexto como una entidad autónoma.

La reforma educativa también se constituye a partir de otros ejes como la mejora de la infraestructura escolar, el impulso de la política de la Escuela al Centro, la formación continua de docentes, una estrategia de equidad e inclusión, el diseño del Nuevo Modelo Educativo, reforma de escuelas normales, entre otras acciones relevantes.

Mucho se ha dicho sobre esta reforma educativa, sin embargo, la razón por la que más se ha hablado y discutido sobre ella es por la evaluación docente. La evaluación vista como una forma de controlar, castigar y perseguir a las y los docentes es uno de los principales argumentos en contra de este proceso, además de concebirla como una evaluación de carácter punitivo y con consecuencias laborales sobre la planta docente. Es esto lo que hace que muchos críticos a la reforma – entre ellos investigadores y organizaciones de la sociedad civil- concluyan que más que una reforma impulsada con un objetivo pedagógico, esta reforma es de carácter laboral y punitivo contra las y los docentes.

Durante la pasada jornada electoral SIMO Consulting levantó una encuesta de salida. Ésta reveló que, en términos generales, hay una gran cantidad de votantes que no están de acuerdo con la cancelación de la reforma educativa. Sin embargo, cuando esta opinión se separa según los candidatos, se encuentran diferencias llamativas.

De los que votaron por Anaya, 34% está de acuerdo con la cancelación de la reforma educativa, mientras que el 59% no lo está. En 2013, el candidato había votado a favor de la ley promulgada en el sexenio de Enrique Peña Nieto y, luego, al inicio de su campaña presidencial, sostuvo una postura en la que manifestaba que la Reforma Educativa era un buen proyecto, pero que “lamentablemente fue mal implementado”. Además, su postura sobre la evaluación docente –el tema que ocupa el centro de la discusión – se observó un poco floja o quiso mantenerse en la “zona segura”. Es decir, resonó el discurso “oficial” de la evaluación que trajo la reforma como un proceso formativo y de mejora continua, sin que retomara, por ejemplo, la discusión de cómo la evaluación podría ser más equitativa y la consideración de los contextos en los que trabajan las y los docentes.

De los que votaron por José Antonio Meade, el 23% manifestó estar de acuerdo con la cancelación de la reforma educativa y un 64% no estuvo de acuerdo. Durante su campaña, la postura del candidato consistió en mantener la reforma educativa tal como está: “La reforma educativa va, porque le vamos a apostar a los niños, le vamos apostar a los maestros, porque estamos comprometidos con los padres de familia y en el futuro de nuestros hijos. No nos vamos a echar para atrás.”[2]

De los que votaron por Jaime Heliodoro Rodríguez (El Bronco), el 29% estaba de acuerdo con cancelar la reforma y el otro 57% se mostró en contra. Por su parte, el candidato expresó que no cancelaría la evaluación docente, sin embargo, no profundizó mucho en su postura.

Finalmente, con respecto a los que votaron por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ve algo diferente, es un porcentaje mayor de votantes quienes están de acuerdo con la cancelación (49%) que con su continuidad (39%). Esto tiene bastante lógica porque él sí sostuvo, durante la mayor parte de su campaña, que cancelaría la reforma educativa.

Y sí, lo cierto es que el candidato, ahora electo presidente, expresó que una de sus acciones en materia educativa sería cancelar la reforma educativa, asegurando que ésta atentaba contra la estabilidad laboral y contra los derechos de las y los docentes. De hecho, quien sería el próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, anunció que la reforma será derogada, que conservarán lo que sea útil para el aprendizaje y trabajarán en un nuevo marco jurídico que sustente estos cambios. En cuanto a la evaluación docente, el próximo titular de educación aseguró que se mantendría, pero prescindiendo de su carácter punitivo; es decir, sin estar ligada a consecuencias laborales.

También manifestaron que parte de su plan es impulsar un nuevo plan educativo nacional a partir de una gran consulta nacional con docentes, padres y madres de familia, directivos y especialistas en educación. Lo cual, en palabras del equipo de AMLO, garantizaría la viabilidad de la reforma educativa.

Ahora bien, en este contexto en el que el equipo recientemente electo comenzará a prepararse para tomar posesión y seguramente a tomar acciones sobre la reforma educativa que está en vigencia, considero necesario pensar más allá de las dos posturas antagónicas existentes: estar de acuerdo o no con la cancelación de dicha reforma. Antes que nada, se debe tener en cuenta que la reforma educativa abarca diferentes procesos y componentes como el nuevo modelo educativo o el tema de la infraestructura escolar. Al tener presente esta acotación, se comprendería mejor a cuáles aspectos se hace referencia al hablar de “derogar” la reforma: aquellos que están relacionados estrictamente con el enfoque de la evaluación docente como una herramienta con consecuencias laborales sobre las y los docentes.

En este tenor, también es muy importante no perder de vista que la derogación de la reforma tiene implicaciones jurídicas, políticas y administrativas. Por ejemplo, para lograr cancelar – como es su intención- o modificar algunas partes de esta reforma, se debe remitir a la ley que dio origen a la misma, por ejemplo, se modificaría o cancelaría la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) que finalmente da lugar a la evaluación vinculada al tema laboral de las y los docentes. Pero esta modificación o cancelación de la ley solo sería posible hacerla a través del Congreso de la Unión. Es decir, finalmente, derogar la reforma educativa tal como se conoce hoy, no es tarea fácil, es necesario también pasar por un proceso jurídico y político; más aun, contar con una plataforma jurídica como contrapropuesta.

En lo que sí han dado un poco más de detalle es en una propuesta alterna respecto al nuevo modelo educativo que la reforma educativa en cuestión planteó. Su propuesta toma como punto de partida el argumento de que dicho modelo llegó casi al final del sexenio de EPN de forma apresurada, inconclusa y con baja participación de agentes ajenos a las autoridades educativas. En este sentido, con la nueva propuesta, se busca valorar y garantizar la implementación de dicho modelo a través una gran consulta con docentes, pares y madres de familia, expertos y sociedad en general. Su idea es que este modelo “mejore, de verdad, la calidad, de la enseñanza sin afectar los derechos laborales del magisterio” (Documento de respuesta a la iniciativa “10 por la educación”, p. 2).

A partir de estos dos grandes temas que forman parte de la postura y propuesta de AMLO ante la reforma educativa tal como está, es necesario asumir un rol que acompañe este proceso que iniciará el 1 de diciembre y en adelante. Es decir, acompañar en la construcción de este proyecto: desde el seguimiento, el cuestionamiento, la participación en el diálogo, el intercambio. Debe existir una postura de exigibilidad por parte de las y los ciudadanos, pero también de toma de responsabilidad de construir y transformar los procesos educativos actuales.

En este sentido, el primer paso es obtener claridad sobre su postura; en algunos discursos sostuvo que cancelará la reforma educativa completamente, pero en otros momentos ha asegurado que no la derogará en su totalidad, que lo que busca es un reajuste de la misma. Aún no queda claro cuál es el destino de la reforma educativa en términos jurídicos y administrativos. Por ejemplo, no queda claro todavía qué partes de la ley cambiarían, cuál sería una contrapropuesta a lo que ya existe y cuál sería el mecanismo para lograrlo.

Segundo –y, por supuesto, tomando en cuenta que no ha iniciado la gestión de su sexenio-  hay que requerirle a su equipo los “cómos” de sus planteamientos sobre el proceso de “reajuste” de la reforma, sea cual sea el caso, y acompañar en este proceso de construcción. Finalmente, construir ciudadanía desde el acompañamiento y seguimiento al proceso de cambio educativo que se está vislumbrando en la propuesta de AMLO y su equipo.

También habrá que requerir los “cómos” de la consulta que planea hacer con padres, madres, académicos y docentes: cómo se organizará, cómo se convocará, cómo se sistematizará e integrará en un modelo educativo y en una nueva propuesta de reforma a partir de toda la información y la reflexión que resulte de ese proceso.

El reto de este nuevo gobierno en cuanto a la reforma educativa está en dejar de repetir lo que le faltó o falló a la reforma educativa actual, porque eso se ha escuchado ya en incontables discursos o apariciones públicas. El reto está en hacer del proceso de reforma educativa – con los componentes que se decidan de forma colectiva y participativa- algo incluyente, más equitativo, contextualizado, dialogado y respetuoso, sin prisas. El reto está en construir el diálogo sobre los cómos: sobre el camino a seguir para transformar el rumbo que llevaba la reforma educativa actual, sobre las prioridades que se trazarán, con quiénes se trazarán y el porqué de esas prioridades.


[1] Simo Consulting es una consultora dedicada al análisis de fenómenos sociales y económicos, a través de investigación disruptiva para el cambio social mediante la aplicación de diversas metodologías que alimentan la teoría del pensamiento radical; es decir, repensar los problemas sociales a partir de su origen y sus causas primarias. Sus áreas de trabajo son: estudios electorales, política pública y evaluación, sociedad civil, estudios educativos, entre otros.

[2] Canchola, A. (2018). “Meade: Vamos por reforma educativa.” El Universal, 15 de mayo de 2018.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/voces-de-la-ciudadania-el-proyecto-educativo-en-la-era-de-andres-manuel-lopez-obrador/

Comparte este contenido:

Educar desde la infancia para que no existan más manadas

Por: Adrián Cordellat

Es fundamental acabar con el papel dominante y agresivo de los hombres y el cariñoso de las mujeres. Un pensamiento que es cultivo de la desigualdad

La reacción social y mayoritaria al caso, el juicio y la sentencia de La Manada demuestran que algo está cambiando en España. Muy poco a poco, es cierto, porque este caso no deja de ser la punta del iceberg en un país en el que se viola a una mujer cada ocho horas y en el que la mitad de la población está expuesta de forma sistemática a discriminación, violencia psicológica, física y sexual por una simple cuestión de género. “El feminismo es una historia de logros y éxitos y no podemos obviar que son muchos los avances conseguidos en materia de igualdad entre mujeres y hombres, pero a pesar de todo, cada día nos encontramos ante situaciones y sucesos que nos obligan a reflexionar y cuestionarnos sobre la forma en la que abordamos la construcción de la feminidad y sobre todo la de la masculinidad”, reflexiona María García Sánchez, directora de Programas de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad.

Pese a esos acontecimientos y sucesos, “y a pesar de lo que queda pendiente”, para la portavoz estamos “en el camino correcto”. Una percepción que en su opinión corrobora “la respuesta social” ante hechos como la sentencia de La Manada, que ha supuesto “un punto de inflexión”. No obstante, García Sánchez considera que como sociedad hemos asumido el mensaje, pero seguimos sin aceptar el contenido: “Hemos aprendido el vocabulario, pero no hemos interiorizado el sentido y el sentir de cada palabra, normalizamos la violencia, la invisibilizamos y culpabilizamos a las víctimas. Toleramos espacios, gestos y contenidos que no hacen más que perpetuar la violencia y la desigualdad y la legitiman, con la impunidad que eso conlleva”.

Su opinión la corrobora Iria Marañón, editora y autora de Educar en feminismo (Plataforma Editorial), que considera que, aunque es cierto que en algunos sectores hay más sensibilidad con el tema de la igualdad de género, por regla general, en la sociedad todavía no ha cambiado nada: “Las familias, las escuelas, los referentes culturales y educativos perpetúan los mismos estereotipos y no castigan los comportamientos sexistas. Por eso las niñas y los niños siguen creciendo con la idea de que ocupan lugares diferentes en la sociedad. Hasta que no haya coeducación en las escuelas y la ciudadanía no sea realmente consciente del problema, seguiremos educando de forma machista”.

Y en ese escenario de educación machista seguirá reproduciéndose lo que Marañón denomina “la cultura de la violación”, una forma de lo que el sociólogo francés Pierre Bourdieu bautizó como “violencia simbólica”. Es decir, aquella que el dominador ejerce sobre el oprimido sin que este último sea consciente de ello, convirtiéndolo de esta forma en «cómplice de la dominación a la que está sometido». “Las sometidas consideran que su lugar en el mundo es el que es, y ni siquiera son conscientes de las desigualdades ni se plantean levantarse contra el opresor. Esto es así porque vivimos en un sistema patriarcal que lo impregna absolutamente todo. En este sistema, la parte masculina disfruta de unos privilegios que están completamente asentados, entre otros, piensan que el cuerpo de la mujer está a su disposición. Por eso hay hombres que se creen con derecho a tocar a las mujeres, a besarlas, e incluso a acosarlas o a violarlas. No es algo aislado, ocurre con demasiada frecuencia”, argumenta la editora.

El ideal de la coeducación

Podemos partir de la idea equivocada de la que la coeducación, el método educativo que parte del principio de la igualdad y la no discriminación por razón de sexo, es una realidad en una democracia y en un sistema educativo como el español. Al fin y al cabo, en el sistema educativo público no se separa a los estudiantes por su sexo y en apariencia nuestras hijas tienen los mismos derechos que nuestros hijos. Para Elena Simón, profesora de Secundaria, catedrática de Francés y autora, entre otros, de La igualdad también se aprende: cuestión de coeducación (Narcea), esta percepción equivocada “no responde más que a un deseo de que así sea y a la ignorancia del currículo”. Un currículo que, según la formadora experta en Coeducación, “no contiene la obra humana de las mujeres (ni la reproductiva, ni la productiva y creativa)”, prioriza el mundo de lo masculino dominante “de manera que lo femenino y las mujeres casi no son nombradas o lo son de manera despectiva o imprecisa”, y en el que la educación sexual “es inexistente”.

En opinión de Simón, a pesar de los mandatos educativos de varias leyes vigentes respecto a la Igualdad y prevención de la violencia de género, “muy pocas personas en los centros tienen conocimientos sobre Igualdad y Coeducación, y, además, aún no es preceptiva esta enseñanza”. Partiendo de esa base, añade la experta, la Coeducación no solo no estaría generalizada en España (“ni en ningún otro país”), sino que, “apenas iniciada”, se enfrenta continuamente a “resistencias y reacciones que la sacan de en medio argumentando que ya está conseguida o sustituyendo el objetivo de la Igualdad por el de la diversidad. La diversidad es el punto de partida de todo ser humano, la Igualdad hay que construirla, aprenderla y ponerla en práctica. Y, para ello, el sistema educativo es el espacio adecuado”.

¿Podría una verdadera coeducación ayudar a que no haya más manadas?, le preguntamos a Elena Simón, que considera que las manadas solo son la punta del iceberg de la desigualdad y de la violencia. “Si los hombres se siguen divirtiendo desde niños viviendo la vida como una batalla y las mujeres como instrumentos de amor, comprensión, ayuda y servicio, no solo seguirán las manadas que, por cierto, han existido siempre, sino que otros muchos chicos desearán también tener la suya, para triunfar y seguir sintiendo que viven en un mundo que los encumbra por sus hazañas”, reflexiona.

Según Simón, una verdadera coeducación abordaría todas las cuestiones de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres y podría “elaborar un nuevo modelo de relación equitativa, pacíficamente negociada y saludable”. En el ámbito social, por ejemplo, la coeducación, según la experta, nos permitiría ocuparnos a hombres y mujeres “de cualquier cargo, profesión, tarea u oficio”; en la familia, por su parte, “corresponsabilizarnos de la provisión económica y de los cuidados”; y a nivel relacional, por último, “vernos y tratarnos como diferentes-iguales, intercambiando ayuda, respeto, afecto y placeres de forma recíproca”. Todo esto, sin embargo, habría que enseñarlo. Y aprenderlo. Si no, como cierra la docente, lo que se hace es “reproducir lo que se ve, repetir, guiarse por la inercia sin someterla a crítica y caer en la falsa creencia de que todo esto es natural y que no tiene remedio, que incluso es positivo y conveniente”.

Coeducar desde casa

Aunque pensemos que no, como explica Iria Marañón, seguimos transmitiendo a nuestros hijos muchos estereotipos de género que perpetúan roles machistas. Los educamos a ellos “para que se sientan fuertes, valientes y poderosos, para que piensen que son capaces de conseguir lo que quieren, cuando quieren y cómo lo quieren”. Y a ellas, por el contrario, “para ser sumisas y complacientes, y para ocuparse de las tareas domésticas y reproductivas, una esfera de la sociedad completamente desprestigiada”. Es decir, desde bien pequeños, inconscientemente, les dejamos claro que hay una parte de la población, la masculina, que ejerce el poder; y otra, la femenina, que se somete a ese poder.

Sin embargo, no todo está perdido. “Podemos empezar a crear una sociedad más igualitaria desde que son pequeños”, afirma Marañón. Y ello comienza por poner coto a determinados comportamientos agresivos y sexistas que muchas veces, cuando provienen de niños, aceptamos cuando no, directamente, incitamos o aprobamos entre risas. “Si los niños se relacionan entre ellos de forma violenta o agresiva y ese comportamiento no se corrige, ya tenemos a un adulto que va a usar la violencia para resolver conflictos, incluso con las mujeres, con las que además va a sentir que tiene el poder para hacerlo. Si también se les permite molestar a las niñas, levantarles la falda, tirarles de las coletas o tocarles el culo estamos lanzando un mensaje: que el cuerpo de las niñas y mujeres está a disposición de lo que los niños y hombres quieran hacer con él. Por eso, incluso los hombres que no maltratan ni violan, pueden considerar normales, o no peligrosos, comentarios de grupo en su WhatsApp, o chistes sobre la mujer, porque todo forma parte de lo mismo”, argumenta la autora de Educar en feminismo.

En ese sentido, Iria Marañón destaca la necesidad de enseñar a los niños a respetar a las niñas desde que son pequeños, tanto en sus decisiones y en sus opiniones como en lo que respecta a su espacio físico y verbal. También la importancia de “redefinir la masculinidad” para eliminar el componente de poder que tiene asociado; así como de otras medidas que podemos llevar a cabo desde casa, como proporcionar referentes femeninos diversos, enseñar que los trabajos del hogar y los cuidados corresponden a ambos sexos o fomentar la empatía, la asertividad, la comunicación, la sensibilidad y evitar el narcisismo.

Por último, considera de vital importancia “no consentir las bromas o los juegos que fomenten las desigualdades”, así como educar a los niños para que sepan que debe haber un consentimiento expreso por parte de las chicas a la hora de mantener relaciones sexuales: “Debemos enseñarles que las relaciones sexuales no son la pornografía a la que tienen acceso, debe haber una educación sexual que les explique que el sexo es un momento compartido entre personas, donde es fundamental la afectividad: los besos, las caricias, preocuparse por cómo está la otra persona… Incluso en las relaciones esporádicas de una noche”.

Pequeños grandes gestos todos ellos que son motores de cambio, aunque nos parezca que desde nuestra casa no podemos cambiar el mundo. Ya lo dijo la escritora y activista política norteamericana Hellen Keller, a quien cita María García Sánchez: “No soy la única, pero aun así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aun así puedo hacer algo. Y justo porque no puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo”.

Y en ese “puedo”, como concluye la directora de programas de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad, “está el educar y educarnos en igualdad”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/02/mamas_papas/1530531093_178095.html

Comparte este contenido:

Arte y escuela, ¿cómo han de relacionarse?

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

La Fundación Carasso junto a Zemos98 y 25 proyectos de arte y educación escriben una carta en cinco actos sobre cómo realizar colaboraciones entre artistas y escuelas.

El arte, como otras materias curriculares, se ha visto arrinconada en los últimos años. Gracias a la LOMCE y a su mayor defensor, el ministro José Ignacio Wert (que hace unos días perdió su plaza de embajador español ante la OCDE en París), las artes, el pensamiento, la filosofía y otras ramas del conocimiento, que “distraen” a los alumnos de las cosas importantes.

A pesar de eso, o precisamente por ello, artistas de toda índole, centros educativos especialmente preocupados y algunas entidades privadas, hacen de su capa un sayo y apuestan por la entrada de las artes en las escuelas, a pesar de las resistencias y la inestabilidad a medio plazo de los proyectos.

Y lo hacen con puntos de vista y disciplinas muy diferentes. Con un marcado carácter social o con la vista puesta en que la creatividad, la creación artística en sí misma, sean el eje fundamental de la acción del arte en la escuela.

Durante tres días, del 2 al 4 de julio, se han reunido representantes de los 25 proyectos que la Fundación Daniel y Nina Carasso ha apoyado desde hace 5 años. El objetivo: poner en común pensamiento y experiencia entorno a cinco ejes relacionados con su acción dentro de las escuelas: sostenibilidad de los proyectos, modelo de intervención educativa, necesidades de formación del profesorado, contenidos y programaciones didácticas que se desarrollan.

Cinco áreas sobre las que se conversó, se repensó y se plantearon posibilidades y retos. Una suerte de carta a los reyes magos para poner sobre la mesa posibilidades para que docentes, escuelas y entidades puedan dialogar y poner en marcha proyectos artísticos con niñas y niños.

Isabell Le Galo, directora de la Fundación Carasso en España, fue la encargada de abrir el día de la presentación de los resultados del trabajo conjunto de organizaciones, docentes y artistas. Un trabajo de “recogida de aprendizajes” sobre cinco áreas previas de discusión.

El enriquecimiento del proceso gracias a intervenciones variadas, diferentes y en ocasiones divergentes, pretende ser un apoyo, una guía para, entre otros agentes, la propia Fundación Daniel y Nina Carasso en su trabajo futuro.

La Fundación, de origen francés pero afincada ya hace algunos años en España, apoya diferentes líneas de trabajo. Una de las más potentes es la dedicada a Arte y Escuela. Por ello se ha trabajado con más intensidad en estos proyectos. Por eso, el prototipado que salga de este encuentro de julio será, en cierta medida, el cimiento para el resto de trabajos de la Fundación.

En cualquier caso, este trabajo no ha sido en solitario. Han contado con la labor y la facilitación de Zemos98, encargada del estudio de los 25 proyectos así como de la dinamización de las pasadas jornadas de trabajo. “Un socio maravilloso”, en palabras de Le Galo con el que han hecho el trabajo previo y que seguirá colaborando ahora, hasta que “seamos capaces de idear vehículos que lleven esta información, estas herramientas y esos aprendizajes” para que lleguen a personas ajenas a todo este proceso.

Fotografía: Julio Albarrán – ZEMOS98

Carta a los reyes

El prototipado que se realice gracias a la participación de decenas de personas en las jornadas quiere ser una guía que sirva a las diferentes partes implicadas, ya sea comunidad educativa de los centros, administraciones públicas interesadas o entidades privadas que quieran intervenir en las escuelas.

Los temas que se trataron fueron la sostenibilidad de los proyectos (económicas pero no solo), las relaciones con la comunidad, cómo funciona la residencia de una o un artista en el centro educativo (dificultades y oportunidades), lo relativo a la administración educativa (en donde se redactó una ley de arte y educación) y, finalmente, lo relacionado con los contenidos, la materia con la que se trabaja.

Elementos como que los proyectos, las convocatorias para introducir el arte en la escuela, deban ser transparentes y participados por todas las partes implicadas, que se trabaje con consensos, construyendo proyectos. Proyectos en los que puedan leerse palabras como: transparente, educativa, posibles, inspiradores, colectivos, sencillos, solidarios. Adjetivos unidos a sustantivos como criterios, herramientas, proyectos, economía, gestión o trabajo. Todo ello para “soñar” cómo podrían y deberían ser los proyectos dentro de la escuela pública para que fueran sostenibles en el tiempo.

Y estos proyectos, se desarrollan en una comunidad con la que hay que relacionarse. Con intereses diferentes, necesidades a veces incluso divergentes. Por eso hay que tener en cuenta que no siempre todo el mundo querrá llegar al mismo tiempo. Hay que poder trabajar teniendo en cuenta las diferencias y, sobre todo, implicando a toda la comunidad que forma y rodea la escuela. Una comunidad, además, implicada, con protagonismo en el proceso.

Con estos mimbres ya se puede hablar de la residencia, del tiempo en el que en el cole habrá “empotrada” una artista, un artista. Aquí, el grupo implicado en explicar las dificultades y posibilidades de estas residencias confección un auténtico menú de comida, con entrantes, primeros, segundos y postres.

Un menú para el que hay que llegar con hambre, sin haber picoteado “porque nos llenamos de prejuicios”. En el que se mezcla la tradición y la modernidad, del que comen, en la misma mesa, la comunidad, educadores, artistas y entidades. Y también niñas y niños. Un menú en el que hay desde lomo, oreja y morro, erizo (que guarda bajo los pinchos todo el sabor), empanadas y potaje, berenjenas y calabazas y, claro, brownies de postre. “Acabas con café porque necesitas energía, o una manzanilla para digerir lo que ha pasado en la residencia, o un antiácido”.

El desarrollo de proyectos artísticos se entiende, al menos así lo hizo el grupo encargado de pensar en los contenidos, en la materia con la que se trabaja, como algo parecido a un cicle, que produce una actividad que resulta estimulante.
Una actividad que produce una serie de expectativas, en la que el deseo ha de estar y, de hecho está, presente. En la que la felicidad está presente y se genera. Todo ello genera aprendizajes de muy diferentes formas pero que son valiosos todos ellos y que genera una relación interesante entre la enseñanza no formal y la formal que habría que fomentar.

La Ley de arte y educación

Un corto texto articulado, de 18 puntos y tres epígrafes. El primero, el de la formación docente. Una formación artística que empiece en la universidad, también permanente y remunerada dentro del horario escolar. Con mucho peso de la enseñanza por proyecto alrededor de procesos de investigación.

Una ley que también mira a las administraciones públicas, puesto que deben conocer los proyectos de su región y apoyarlos. Que mira a toda la tribu (docentes, familias, equipos directivos, administraciones, productoras culturales, medios de comunicación, teatros, artistas, galerías de arte) como responsable de una educación creativa.

También que señala a la inspección educativa para que sea flexible y comprenda “la diversidad necesaria de los procesos de arte y educación” y que exige a las administraciones el facilitar “ la permanencia de los y las docentes involucradas en los procesos artísticos”.

Un texto legal que no se olvida de la organización de los centros educativos. Escuelas en las que los equipos directivos “ promoverán, acompañarán, motivarán e impulsarán el desarrollo de proyectos artísticos”, que promverán la formación de docentes e icluirán en el proyecto educativo del centro las artes. Que también mira al alumnado, a los docentes y a las familias en su responsabilidad de dar a conocer el trabajo artístico que realizan.

Una ley que habla del papel del artista-educador como la persona que ha de “ orientar, educar, enseñar conocimientos y experiencias, motivar, dinamizar, informar, tutorizar, evaluar, investigar, favorecer los procesos, tener conocimiento, analizar e investigar los contextos sociales y educativos, transmitir, promover y desarrollar la cultura para la transformación social”.

Y que trabajará en diferentes tipologías de proyectos que también se detallan en esta ley, aprobada por todas y todos los asistentes en votación a mano alzada. Una tipología que resume así la ley: “Artista y profesorado trabajan conjuntamente en la implementación del proyecto, el proyecto de arte y educación ofrece formación al profesorado para que tenga las herramientas necesarias para realizar el proyecto; el proyecto llega de forma itinerante a los centros educativos; el proyecto ofrece una experiencia educativa al alumnado con la complicidad del profesorado; un tutti frutti de todas las anteriores”.

En definitiva, una ley que busca la “puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto a la justicia así como que ayuden a transformar la sociedad a través del pensamiento artístico”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/11/arte-y-escuela-como-han-de-relacionarse/

Comparte este contenido:

Escribir sobre educación desde América

Por: Juan Carlos Yáñez

Escribir es el privilegio de la posibilidad de pronunciarse y convocar al diálogo, sin el cual no hay educación. Es asumir posturas, expresar problemas, visibilizar territorios ignorados, afrontar riesgos, someterse al examen de los otros

Con esta colaboración concluye el ciclo anual propuesto por el editor de El Diario de la Educación, Pablo Gutiérrez. En total son 11 artículos los que escribí durante estos meses; la ocasión es propicia para reflexionar sobre el sentido y la necesidad de abordar temas educativos en la prensa impresa o digital.

Discúlpenme que escriba en primera persona en los párrafos siguientes, pero tengo necesidad de confesarme un poquito.

Mi andadura por estos parajes es larga. Inicia a principios de la década de 1990 y prácticamente no ha cesado en distintos medios mexicanos. No solo escribo de temas educativos, pero principalmente de las escuelas, los maestros, la relación escuela-sociedad, los retos de la pedagogía, la formación de maestros y las políticas educativas.

Luego de un periplo por el Cono sur, cuando creí que había agotado posibilidades expresivas en medios, una invitación del propio Pablo me reinyectó la vitalidad que necesitaba para encender la pasión con que debe analizarse la educación como objeto periodístico y buscar ángulos diferentes. En el empeño sigo.

Los años recientes, primero en el periódico Escuela y ahora en El Diario de la Educación, han sido un desafío permanente a la vigilancia temática y social, a la disciplina y el rigor, a la escritura desde un punto del mundo para lectores ubicado en otras coordenadas geográficas, institucionales y culturales. No sé cómo salgo librado en la valoración del medio y lectores, pero la apuesta es a la superación permanente.

En la ceremonia memorable en que Federico Mayor Zaragoza recibió el doctorado honoris causa en la Universidad de Colima (Colima, México), pronunció un discurso magistral del cual grabé un fragmento que repito porque vale la pena: “La educación no es un empleo, es una misión de transformación social, por tanto, no puede ser epidérmica”.

El educador es el primer sujeto de su transformación. Escribir es asumir posturas, expresar problemas, visibilizar territorios ignorados, afrontar riesgos, someterse al examen de los otros; es un ejercicio obligado, porque también aprendimos, con Paulo Freire, que la educación es sustancialmente política y accesoriamente pedagógica. No puede reducirse la acción de la escuela ni la obra del maestro a los muros escolares. Es una tarea social y política de hondas implicaciones y trascendencia. Escribir es el privilegio de la posibilidad de pronunciarse y convocar al diálogo, sin el cual no hay educación.

Un dilecto amigo y colega sevillano, Juan Miguel Batalloso, escribió hace tiempo un bello texto sobre el agradecimiento, del cual retomo algunos pasajes para agradecerle a El Diario de la Educación, a Pablo Gutiérrez y a los lectores, con la esperanza de reencontrarnos muy pronto.

En una sociedad en la que todo se ha mercantilizado, en la que todo se compra y se vende sometiéndose al imperio del valor fijado por la oferta y la demanda, gratuidad y gratitud no son cualidades extendidas. Hemos interiorizado que todo debe pagarse, que todo es un juego de ganancias y pérdidas.

El agradecimiento lo hemos convertido en el pago o retribución a que sometemos nuestra mal entendida generosidad siempre condicionada por expectativas de ser considerado bueno o virtuoso. Es como una feria de humillaciones y vanidades, que por un lado rebaja la dignidad y denigra al que recibe, al tiempo que ensalza a quien dona.

Pues no, no todo tiene un precio, las cosas y acciones que no tienen precio y no pueden reducirse a mercancía son las infinitamente valiosas, de las que recibimos los mayores bienes para nuestra salud, felicidad y vida.

Hacer simplemente una parada para visualizar todas aquellas cosas de las que disponemos, aquello que hemos recibido gratis; pensar y sentir muy cerca de nosotros a aquellas personas que nos han dado tanto o nos han amado incondicionalmente, es un excelente ejercicio para sentirnos contentos, alegres, serenos y en camino de conquistar una estable y profunda paz interior.

Agradecer es un acto de donación incondicional y reconocimiento de que no somos nada sin el otro que nos mira, nos escucha o nos acoge.

Gracias por el tiempo y la lectura. ¡Hasta pronto!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/09/escribir-sobre-educacion-desde-america/

Comparte este contenido:

Manada monosex

Por: Elena Simón

Las manadas o rebaños monosex, son muy perjudiciales para la salud, porque no se reequilibran los aprendizajes de género, no se mestizan ni interactúan y, por tanto, no se transforman.

Fin de curso, de carrera, fiestas populares, despedidas, bienvenidas, bodas, bautizos, comuniones, divorcios, aniversarios, cumpleaños, homenajes, comidas de empresa. Noches veraniegas. Tiempo de fiestas.

Por donde vayas vas viendo manadas humanas que, según el DLE significa: “Conjunto de animales de una misma especie que andan reunidos”, y también: “Hato, rebaño, cuadrilla o pelotón de gente”. Y rebaño: “Conjunto de personas que se mueven gregariamente o se dejan dirigir en sus opiniones, gustos, etc…”.

Pues así están compuestas en gran parte nuestras fiestas y celebraciones. Pero como somos seres humanos sexuados y generizados, hemos de añadir a conjunto de personas… del mismo género. Cierto es que el término “manada” ha tomado unos tintes específicos y restringidos, referidos nada más al grupo de violadores en Sanfermines 2016.

Desde que niñas y niños van a la escuela juntos, a una escuela mixta pero no coeducativa, los grupos unisexuales se exacerban, tanto en las aulas y patios como en las calles y plazas. Su socialización no es mixta: los mensajes, modas y mandatos de género para unos y otras son cada vez más diferenciadores por géneros, más desigualitarios y más excluyentes de la otra mitad. Observemos la aversión de los niños hacia todo lo que huela a niña, a femenino, a rosa y, observemos también el rechazo –aunque algo menos fuerte– que las niñas muestran por los juegos, juguetes y ropas masculinas.

Cuando van creciendo, se van separando por intereses. Cuando van saliendo o celebran cumpleaños, vemos cómo se juntan en rebaños monosex, se uniformizan en las vestimentas por géneros separados y hacen sus planes en grupos no mixtos. Sólo se juntan cuando pretenden ligar, pero eso es de dos en dos, no en manada.

Todo ello favorece la exageración de los roles y estereotipos o, dicho de otro modo, la hiperfeminización y la hipermasculinización.

Siempre habrá voces que apoyen estas formas de estar en el mundo, como “natural” y “normal”. Los chicos: hombre-hombre, con intereses definidos por la fuerza, los juegos de poder y las bromas pesadas y cargantes, la competitividad 24 horas, la exhibición de logros conseguidos con riesgo, la conquista de las mujeres como si fueran castillos que tomar o fronteras que violar y traspasar para estar a la altura.

También habrá voces, privadas y públicas, que apoyen la feminidad de las chicas, que aprenden unas con otras y de otras, en manada, en rebaño, con intereses definidos por la moda, la rivalidad entre ellas, la búsqueda a la desesperada del amor como imprescindible para vivir y estar completa. Y, el aprender a excusar los comportamientos de exceso de los varones, a aceptar que las relaciones sexuales las imponen ellos y que las más de las veces les resultan molestas o dolorosas a ellas.

El plato está servido para instaurar de forma normalizada la “cultura de la violación y de la prostitución”: los varones crecen pensando erróneamente que su deseos sexuales (como modelo dominante: heterosexuales) son inaplazables y exigentes y que si no es por las buenas y a la primera, será por las malas y a la cuarta o, en último extremo, pagarán para tener carta blanca en sus demandas, a través del dinero, la fuerza y el poder que les otorga una cultura machista y misógina, que justifica todo ello sin culpabilizarlo y por el contrario, culpabiliza en las mujeres que se “dejen”, como objeto de abuso masculino.

Las manadas o rebaños monosex, son muy perjudiciales para la salud, porque no se reequilibran los aprendizajes de género, no se mestizan ni interactúan y, por tanto, no se transforman. Parece que hay que adcribirse a una forma binaria y hegemónica de estar en el mundo y, cuanto más se aleje una de otra, más placer identitario se experimenta.

Como personas adultas responsables de la socialización y educación de menores, tenemos que trabajar por la no segregación, desde la escuela y desde las casas, en el tiempo libre y en las propuestas lúdicas o extraescolares que hacemos para nuestras hijas e hijos, como profesionales o como representantes de asociaciones.

Observo, por la calle y en la salida de los colegios, niños varones ejerciendo su amistad con otros de manera violenta, a base de insultos duros, patadas, collejas, carreras, zancadillas, etc… Cuando se hacen grandes y practican el rebaño, nos invaden con sus risotadas, gritos y chillidos acompañados de gestos duros y de patente desprecio. Invaden los espacios comunes y no se percatan de que no tienen ningún derecho a hacerlo. Bien al contrario, parecen ejercer privilegios por derecho divino. Así se normalizan estos comportamientos y así siguen ellos ejerciendo supremacía.

¿Qué podemos hacer? Pues, al menos, percibir todo esto como negativo y no normalizarlo, afear esas conductas y proponerles modelos de relación que respeten a las personas, su dignidad y su singularidad, sean mujeres o niñas u hombres o niños. Es muy urgente romper las dicotomías y jerarquías sexo-genéricas e inaugurar caminos de encuentro, mestizaje y colaboración positiva y divertida.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/10/manada-monosex/

Comparte este contenido:

Educación en las redes sociales, o cuando la discusión está servida

Por: Saray Marqués

Las redes sociales, particularmente Twitter, se han convertido en foros de discusión y de ‘pelea’, también en lo educativo. Repasamos algunas de las vividas este curso.

El hashtag #yomequejo ha sido el último. Con él se producía una dura contestación a un tweet de David Calle en el que aseveraba: “Cada día más cansado de todos esos profesores que no paran de quejarse. Más autocrítica, menos quejas, más energía, más pasión y menos excusas para justificar su pereza. Porque ese es el ejemplo que dan a sus alumnos. Y así nos va”. Calle, profesor de apoyo –en academia y a través de YouTube– quedó entre los 10 finalistas el curso pasado al Global Teacher Prize, y, desde entonces, como le pasara a César Bona, se ha convertido en una especie de celebrity en el terreno educativo. Esa misma tarde, la del pasado 14 de junio, había participado en un debate retransmitido en directo en Facebook Live por Banco Sabadell, junto con Toni Nadal, ¿Cómo tienen que estudiar nuestros hijos?

David Calle@davidcpvm

Cada día más cansado de todos esos profesores que no paran de quejarse. Más autocritica, menos quejas, más energia, más pasión y menos excusas para justificar su pereza. Porque ese es el ejemplo que dan a sus alumnos. Y así nos va.

A su tweet a modo de reflexión le empezaron lloviendo duras críticas. En los primeros momentos él trataba de responderlas, e incluso se mostraba satisfecho de haber abierto un debate pero, quizá por la intensidad que cobró la refriega en redes sociales, terminó bloqueando, abrumado, aquellas cuentas en las que se le afeaba su comentario. A raíz de la polémica, Calle vio incrementarse su número de seguidores en Twitter.

En cierto modo, es como si el tweet de Calle hubiera dado pie a una especie de catarsis colectiva, bajo el hashtag #yomequejo. La corriente crítica con la innovación educativa, con los influencers y gurús, saltaba a la yugular de Calle, que en un intento de apaciguar los ánimos se autojustificaba y se arrancaba tal etiqueta. A día de hoy prefiere no hacer valoración alguna de este episodio, pues no serviría, responde por teléfono, sino “para echar más leña a la hoguera”.

David Calle@davidcpvm

Cada día más cansado de todos esos profesores que no paran de quejarse. Más autocritica, menos quejas, más energia, más pasión y menos excusas para justificar su pereza. Porque ese es el ejemplo que dan a sus alumnos. Y así nos va.

Señorita Rotesmeyer@larotesmeyer

A veces, quejarse del sistema sirve para denunciar sus carencias. Quejarse del día a día sirve para descargar tensiones. Y nada de ello significa, que al día siguiente, no lo vuelvas a dar todo. Todo, y más. Pero quejarse de los compañeros, aprovechando tu posición mediática, uff

David Calle@davidcpvm

Y añado. Ni innovador, ni guru, ni experto en nada. Solo soy un padre de una niña de 15 años y un profesor de academia que dedica su tiempo libre, altruistamente, a grabar videos con un rotulador y toneladas de pasión para dar las mismas oportunidades a todos.

Este intercambio subido de tono refleja bien lo que para el investigador Iñaki Murua es Twitter: una “gran taberna digital”. ¿Es o se ha convertido? “Mucho se habla del cambio (para mal), del ‘ambiente insoportable’ en este entorno, pero yo sigo pensando que depende a quién sigas, con quién te relaciones, de qué modo consigues evitar en la medida de lo posible el ‘ruido tuitero’ para que te resulte útil como parte de tu PLE (entorno personal de aprendizaje)”. En su caso, reconoce que no es mucho de meterse en ese tipo de batallas, “y además en muchas de esas controversias intuyo que hay más de uno y de dos trolls (perfiles anónimos), con los que no me gusta jugarme los cuartos”.

Nando J. López, profesor de ESO y Bachillerato en excedencia, y autor de Dilo en voz alta y nos reímos todosCuando todo era fácil o #malditos16, asegura, por su parte, que suele participar “poco o nada” en peleas tuiteras: “Son muy estériles. Al final son más una lucha de egos, y hay gente que las aprovecha para ganar seguidores y popularidad”. El #yomequejo ha sido, en cierto modo, una excepción, pues López también se ha sentido interpelado: “Me parece muy importante que se ponga de relieve la realidad de las aulas, sobre todo a raíz de las acusaciones de ciertos supuestos influencers, que hablan simple y llanamente por su propio interés y juzgan el trabajo de toda la comunidad docente. Ese hashtag ha demostrado las carencias que hay en nuestras aulas, sobre todo en la escuela pública, la necesidad de inversión… Quizá para mí lo más significativo de Twitter este año es que por primera vez se ha cuestionado de una manera rotunda y clara el concepto de gurú, toda esa filosofía fácil de gente que no está en el aula o la ha dejado pero que cree que puede dar recetas o fórmulas mágicas que realmente no son aplicables a la realidad. Lo segundo que destacaría es el reconocimiento del trabajo real del docente: frente al concepto de influencer, de gurú, de la charla magistral en que supuestamente se aportan métodos novedosos y rompedores, paradójicamente desde una charla magistral, se ha vuelto a poner de relieve el trabajo cotidiano, diario, práctico y a veces muy duro de muchos profesionales”.

Nando López@Nando_J

Autocrítica, sí. Generalizaciones, las justas

Cuando hace publiqué , hubo quien me acusó de «desnudar las aulas» y «ser muy crítico». Me lo tomé como un elogio, pues detesto el corporativismo y creo que defender lo que se ama -la educación- exige ser crítico.

Según Toni Solano, que retrata aquí bien lo que está siendo este verano en Twitter, “hay varios debates continuos que, sin ser trending topic, acaban polarizando las discusiones. El de los influencers es quizá el más vistoso, pero hay otros: contenidos vs competencias, inclusión vs segregación, deberes sí, deberes no…”. El primero, señala Solano, director del IES Bovalar de Castellón, se trata de “un clásico que enfrenta a los tradicionales con los innovadores: quienes defienden un mayor peso de las competencias se ven acusados de renunciar a los contenidos y ofrecer un aprendizaje vacuo, mientras que los que defienden los contenidos reciben acusaciones de priorizar la memoria y saberes poco duraderos más allá del examen”.

Toni Solano@tonisolano

-Lo peor, los flippers, esos sí que fastidian la educación
-Y los que gamifican
-Los gamificadores, uf, y los youtubers, qué asco…
-Pues anda, que la pedagogía tradicional
-O memorística, no te olvides
-Y ¿qué me decís de los astronautas?

(Verano en Twitter, fragmento)

Maestra de pueblo@maestradepueblo

-Soy experto en flipped learning, coaching, gamification y gromenagüer
-¿En qué centro dices que trabajas?
-No, yo es que doy charlas y eso.

El segundo enfrenta a quienes reniegan de la escuela inclusiva, “que alegan que la falta de recursos y formación provoca una igualación a la baja que, al tener en clase niveles y capacidades tan distintas, el profesor siempre tiene que avanzar al ritmo más lento”, y a quienes la defienden, con la igualdad de oportunidades y la necesidad de atender a la diversidad por bandera, “aportando más recursos para que todos puedan aprender a su ritmo”. En cuanto al debate de los deberes, siempre vuelve, “sobre todo al inicio de las vacaciones”: “No hay estudios que avalen la eficacia de los deberes, ni tampoco lo contrario. Así que ahí seguimos, con quienes piensan que los deberes marginan a los que menos ayuda familiar tienen y los que defienden su necesidad para asentar conocimientos”.

Si el tweet de David Calle encendió los ánimos de la corriente antiinnovadora, el discurso de Francisco Tomás y Valiente en la entrega de los premios a la Excelencia para estudiantes de ESO, Bachillerato, FP y Enseñanzas Artísticas Profesionales de la Comunidad de Madrid, hacía lo propio con el debate entre excelencia y equidad, y daba pie a interesantes hilos como el de Lucas Gortázar.

Para muchos, el debate sobre el bilingüismo, o mejor, el modo en que se está implantando, que ha dado pie a hashtags satíricos como #bilingüismoCañí, es la otra cara de la misma moneda, como muestra este hilo de Maestra enfurecida. Y en muchos casos, la defensa del modelo desde la Administración, no contribuye sino a reavivar la polémica.

YoAdoctrino@YoAdoctrino

A los docentes nos han acusado de adoctrinar en nuestras aulas.
Hoy respondemos.

Por otra parte, al hilo de la actualidad de este último curso, al comienzo de este, y tras las acusaciones de adoctrinamiento en las escuelas de Cataluña, se creó una campaña pidiendo respeto por la labor de los docentes y que se les deje aparte de los conflictos políticos bajo el hashtag #YoAdoctrino. Un mes después, el hashtag #Fraudeinterino lograba una gran repercusión apostando por un plan para la estabilidad del colectivo. Fue el curso, también, en que al penúltimo ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, se le ocurrió por enésima vez rescatar el concepto de MIR educativo, que también dio lugar a un buen puñado de tweets a principios de 2018. Y el curso en que el penúltimo intento de pacto naufragó. Cuando nadie lo esperaba, a final del tercer trimestre, cambia el signo del Gobierno, y algunos se preguntan si esta vez sí. También a final de curso, Ciudadanos Madrid creyó que sería una buena idea mantener los colegios abiertos a los alumnos hasta el 1 de julio y desde el 1 de septiembre en aras de la conciliación, logrando un buen aluvión de críticas por parte de los docentes.

También a través de Twitter nos enteramos de historias, como esta, tan emotiva, que el periodista Eduardo Suárez compartía con motivo del 8 de marzo, que en este 2018 ha adquirido una significación especial. O de esta otra, bastante triste, que relataba Ester sobre el destino del IES Politécnico de Cartagena, historia finalmente, parece, con final feliz. De nuevo, la inclusión y la segregación en pugna.

Gracias a Twitter descubrimos estudios o nos reímos con propuestas como la de Maestro Jota bajo el hashtag #CuadrosDocentes. Siempre queda el humor, como ha sucedido este curso con el tweet de Maestra de pueblo sobre la organización de un autobús en las excursiones escolares, a veces sea fuente de polémicas también.

Dilo en voz alta@envozalta_libro

-Este trabajo lo haremos en parejas.
-¿Pueden ser de 3?

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/10/educacion-en-las-redes-sociales-o-cuando-la-discusion-esta-servida/

Comparte este contenido:
Page 1188 of 2424
1 1.186 1.187 1.188 1.189 1.190 2.424