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El derecho a la educación en Chile: un debate inconcluso

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Dr. Juan Pablo Queupil

Centro de Investigación para la Educación  Inclusiva

Ha comenzado el año 2018 y en Chile asumirá el próximo marzo un nuevo presidente. Como era de esperar, la política educativa estuvo presente en cada uno de los debates que precedió la elección de la centro-derecha, representada por Sebastián Piñera, quien va por su segundo mandato, luego de que su primer gobierno haya desbancado a la centro-izquierda, liderada por Michelle Bachelet. Curiosamente, esto se repite por segunda ocasión.

En los últimos 45 años, estos dos bandos políticos han estado demarcados por el hito histórico del golpe de Estado de 1973, encabezado por el ya fallecido General Pinochet, quien aún pareciera tener una presencia en varios asuntos nacionales, reflejada en la imposición de reformas en educación, salud, sistema de pensiones, e incluso en la constitución chilena, entre otros ámbitos de acción.

Dentro de este ambiente post-elecciones presidenciales y de cambio de gobierno, no es sorpresa que la educación siga siendo una temática en la primera línea de la política pública chilena. Es claro que existe un consenso sobre los beneficios de una sociedad más educada, trayendo consigo efectos positivos en la economía, aspectos culturales, en la movilidad social, entre otros, analizados ampliamente por la literatura. Sin embargo, el retorno a la democracia en Chile, en los inicios de los años ’90, cimentó a los bandos políticos mencionados con dos posturas y visiones de la educación, en una dicotomía que se ha mantenido por casi cinco décadas. Además, como efecto de todo lo anterior, cabe considerar que Chile es uno de los países con mayor inequidad y segregación social y educacional en el mundo (Valenzuela, Bellei & De Los Ríos, 2010), lo cual no se ha logrado sortear y más bien se ha incrementado.

Así, desde que la dictadura impuso un modelo neoliberal para la educación, como lo ha resumido Atria (2014), la dicotomía en Chile radica en entender la educación como un bien de mercado versus un derecho social. Si bien la presidenta Bachelet ha intentado llevar adelante un cambio de paradigma hacia esta última noción de cómo entender y comprender la educación, esto no está declarado de forma explícita en la Constitución chilena heredada por la dictadura, y lo que pareciera ser aún más anecdótico, el electo presidente ha expresado explícitamente su inclinación por lo primero, igualmente matizando su discurso ante su inminente segunda elección.

Por ello, llama la atención que aún no ha sido abordado apropiadamente el debate sobre qué entendemos por el derecho a la educación en Chile. Si bien esta es una frase que aparece en cada proyecto de ley dentro de la reforma educacional impulsada por la presidenta Bachelet, más bien pareciera ser concebida en términos de “un ideal” o una visión de algo deseable (al menos declarativamente), y no como algo garantizado para los ciudadanos chilenos. Tal vez el más optimista podría aseverar que, a través de diversos mecanismos o programas, es un anhelo de recuperar un derecho usurpado por la dictadura. Así, entre estos últimos esfuerzos destacan la Ley de Inclusión Escolar (Ley N°20845, 2015), la reciente ley del nuevo sistema de educación pública (Ley N°21040, 2017) y la gratuidad de la educación superior –hasta ahora sólo para los seis deciles más pobres de la población, y en instituciones acreditadas–. En este sentido, si consideramos sólo esta última iniciativa, estaríamos lejos de afirmar que la educación es un derecho universal, pues además debemos considerar que en Chile hay miles de personas endeudadas por décadas, tras haber obtenido créditos y préstamos para cursar sus estudios superiores. Paradójicamente, la educación superior era gratuita (no involucraba pago de aranceles) antes de la dictadura, igual que la mayor parte de la educación pública escolar.

El propio Atria (2014), abogado constitucionalista de profesión y ferviente militante de la izquierda chilena, ha asegurado que la educación tiene dos dimensiones:

Bajo la primera, educación es lo que se provee al ciudadano en cumplimiento de su derecho; se trata aquí de la educación como derecho social. La segunda dimensión de la educación se desprende del hecho que hay algo importante (público) en las instituciones que proveen educación y en la forma en que lo hacen (p. 125).

Se trata entonces de un debate que debiera incorporar la comprensión de qué se entiende por ciudadanía y de “lo público”. Incluso más, Atria destaca que, al contrario de la educación escolar, el caso de la educación superior en Chile debe ser tratado de forma diferente, considerando la autonomía que (todavía) gozan sus instituciones. Sobre todo si se tiene en cuenta que ésta podría variar a medida que se incremente la cantidad de universidades que reciben aportes públicos directos o indirectos, aspecto que todavía está en discusión en un actual proyecto de ley. En el ámbito internacional, RESULTS, ONG de Estados Unidos, creó un índice del derecho a la educación -Right to Education Index-, el cual es comparativo entre diversas naciones, donde Chile ocupa el último lugar, superado incluso por países como Zimbabwe o Tanzania en aspectos tales como gobernabilidad, disponibilidad, accesibilidad, aceptación y adaptabilidad.

A su vez, si se habla del derecho a la educación, no puede dejarse de lado su innegable valor público. Así, por ejemplo, diversos factores del tipo “no académico”, usualmente asociados con el rendimiento escolar, son aspectos transcendentales de la educación, tales como la formación de la ciudadanía, el clima escolar, la motivación y el compromiso con el aula y la escuela, entre otros. En las últimas décadas, diversos investigadores han afirmado que el valor público de la educación radica en que los factores mencionados desempeñan un rol importante para que los niños y jóvenes se desarrollen plenamente como ciudadanos críticos y sean actores relevantes en la sociedad. En la práctica, ésto implica pasar de una lógica donde prima el individualismo y los intereses de las personas como entes aislados, a una donde se prioricen la cooperación y los intereses comunes. Además, y por sobre todo, cambiar las políticas de focalización de recursos a ciertos grupos de la población a uno de universalismo que beneficie a la sociedad como un todo.

Lo anterior pareciera tener un vínculo con los paradigmas de los bandos políticos predominantes en Chile, pero siempre bajo un modelo neoliberal imperante en los últimos 45 años. Así, por ejemplo, este ha implicado que el Estado cumpla básicamente  un rol subsidiario de la demanda por educación de acuerdo al status socio-económico de sus solicitantes. En otras palabras, los colegios reciben recursos económicos en base a la cantidad de estudiantes y de acuerdo al porcentaje de asistencia a clases del alumnado, generando una serie de incentivos perversos, afectando los factores académicos y no académicos del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. Recientes leyes han tratado de corregir estas “fallas de mercado” con un prisma basado en el concepto de “inclusión”, prohibiendo, entre otras medidas, la discriminación arbitraria de la admisión de las escuelas través de la mencionada Ley N°20845. Así, se ha tenido que recurrir a corregir las reglas del mercado a través de un sinfín de normativas y regulaciones, en un marco donde no se logra conciliar el pleno derecho a la educación.

Se advierte entonces que el Estado chileno sigue cumpliendo un rol subsidiario, ayudando a los segmentos de la población con menores recursos, con regulaciones tales como la “gratuidad” en la educación superior, o hasta hace pocos años, la política de vouchers para que estudiantes asistieran a la educación privada-subvencionada. Lo anterior ha experimentado una eliminación paulatina, aspirando a que las familias de menos recursos matriculen a sus hijos e hijas a escuelas públicas sin pagar ni un solo peso. En el debate, esto ha sido entendido por la centro-derecha como una trasgresión flagrante del derecho a elegir la educación que quieren los padres para sus niños y niñas. Por su parte, la centro-izquierda argumenta que difícilmente una familia de bajos recursos socioeconómicos puede elegir una educación privada, asociada usualmente a altos estándares de calidad, pero que involucra un alto costo económico relacionado con pagos de matrícula y otros gastos asociados. Así, el país aspira a algo mayor que el propio derecho a la educación, expresado en el derecho a una educación de calidad, lo cual, como era de esperar, también se ha vuelto un anhelo que aparece en diversos proyectos de ley, discursos y promesas inocuas. Si a ello se le suma el ideal de lograr una educación equitativa e inclusiva (en su más amplio sentido de la palabra), estamos ante un cambio radical de paradigma, al menos en términos declarativos, y solo el tiempo dirá si efectivamente se lograrán estos y otro nobles objetivos y metas educacionales.

De hecho, en términos de educación primaria, secundaria y terciaria, destaca la amplia cobertura que se ha alcanzado a nivel nacional (Hernández, Arteaga, Hernández & Lagarda,2017). Sin embargo, diversos estudios han mostrado que, en términos de calidad –puntajes en pruebas estandarizadas–, la distribución geográfica de colegios, vale decir, “oportunidades educativas”, está lejos de ser equitativa, y mucho menos cercana a la población vulnerable (Rodríguez, 2016).

Así, el debate sobre el derecho a la educación tiene varias aristas: políticas, sociales, técnicas, administrativas, pero sobre todo interpretativas, pues más allá de qué tipo de institución (pública o privada) es la que provee la educación en cierta localidad, no debe olvidarse que la educación tiene un valor intrínseco que contribuye a la comunidad en una serie de aspectos que son importantes para el colectivo social. De no abordarse primeramente este punto, el riesgo de no lograr una educación de calidad, gratuita, inclusiva y equitativa para todos puede incrementarse en proporciones tales, que puede mermar el futuro de varias generaciones de estudiantes. Es de esperar que en Chile el debate alcance la altura de miras necesaria para que el proyecto país en términos educativos sea realmente un derecho explícito y garantizado para cada uno de sus ciudadanos.

Referencias

Atria, F. (2014). Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público. LOM Ediciones, Santiago, Chile.

Hernández, J. M. O., Arteaga, M. A. M., Hernández, P. M., & Lagarda, A. M. (2017). Análisis comparado de la cobertura de la educación superior en Corea del Sur y Chile: una reflexión para México. Perfiles Educativos39(155), 141-159.

Ley N° 20845. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 29 de mayo de 2015.

Ley N° 21040. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 16 de noviembre de 2017.

Rodríguez, P. (2016). La geografía de las oportunidades educativas: Determinando el acceso real de los estudiantes a establecimientos educacionales efectivos para generar políticas públicas que mejoren la provisión de educación de calidad. Proyecto FONIDE. Recuperado de https://centroestudios.mineduc.cl/

Valenzuela, J. P., Bellei, C., & De Los Ríos, D. (2010). Segregación Escolar en Chile. En ¿Fin de ciclo? Cambios en la gobernanza del sistema educativo. 209-229.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-derecho-a-la-educacion-en-chile-un-debate-inconcluso/

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Un golpe enorme contra la educación pública

Por: Rebelión/Darío Rizzuto y Guillermina Conqueira

La UEP (Unidad Ejecutora Provincial) es un espacio dentro de la Dirección General de Cultura y Educación que funciona hace 22 años en el cual planificamos, desarrollamos y ejecutamos, desde la ciudad de La Plata, obras e infraestructura educativa en toda la provincia de Buenos Aires. Además de financiar capacitaciones docentes, se llevan a cabo adquisiciones de mobiliario e insumos escolares. Es decir, se trata de un espacio general, en el cual se trabaja para el desarrollo de una educación pública y de calidad. Abarca todos los niveles y espacios educativos públicos de la provincia (escuelas agrarias, maternales, jardines de infantes, escuelas técnicas, etc.). Con la nueva gestión, el espacio se fue frenando progresivamente en estos últimos 2 años, hasta que nos llegó un email donde nos informaban su disolución. Por lo tanto, 380 personas nos quedamos en la calle el día 29 de diciembre del 2017. Nos echaron, ya que supuestamente existe “duplicación de tareas”, es decir, dos organismos que realizan la misma tarea. Pero ¡eso no es así! Ellos argumentan que nuestro trabajo también lo desarrolla la DPI (Dirección Provincial de Infraestructura). Sin embargo, este organismo tiene otra función donde tenemos trabajos complementarios: al disolver, la UEP la educación pública se quedó con uno de ellos solamente. Nosotros planificamos y proyectamos la obra de manera completa. Por ejemplo, si vamos a construir un jardín maternal, tenemos que tener en cuenta la cantidad de salones a construir y la altura de los techos para que los pibes no se pierdan, el diseño de las aulas para que incluyan espacios de expansión para maximizar las acciones pedagógicas y la orientación del edificio para que se obtenga la mayor capacidad de iluminación. Y esa tarea no la desarrolla la DPI. Somos personas que nos capacitamos y nos formamos en esto y es lo mejor que sabemos hacer. Esto, le otorga calidad a la educación pública. No se está tomando dimensión de la gravedad que conlleva desarticular este espacio. Incursionamos en tecnología, por ejemplo, utilizando energía solar: introducimos paneles fotovoltaicos en varias escuelas, colocamos colectores solares en más de 50 jardines para que los niños accedan a agua caliente, reforzamos los sistemas de seguridad en las escuelas, desarrollamos los espacios de informática en las escuelas del Gran Buenos Aires. Le otorgamos otro temple a la educación y defendemos la educación pública.

No se tuvo en cuenta ningún factor a la hora de desvincular a los 120 compañeros: quedaron 240 proyectos truncos por esta decisión, que estaban en cartera y sólo hacía falta licitarlos para llevarlos a cabo. En Alemania, tardan casi 2 años y medio entre la planificación y ejecución del proyecto, acá en 3-5 meses tenías proyectos ya licitados: tenemos una capacidad de trabajo profesional ejemplar. Además, los despidos fueron a dedo, sin contemplar el laburo realizado dentro del espacio: se echó a a gente comprometida y a trabajadores con enfermedades oncológicas en tratamiento. En estos últimos dos años, ni siquiera se tomaron el tiempo de saber cómo trabajamos cada uno de nosotros. Actualmente, estamos en una situación incierta, en la que no sabemos si vamos a continuar en nuestros puestos de trabajo. Lo único que queremos, es trabajar y seguir con este proyecto al cual le brindamos nuestra entrega y compromiso desde 1996. Ni los 3000 jardines que prometió Bullrich y nunca cumplió, ni las aulas containers que minaron el GBA, rigen por los derechos de una escuela de calidad. ¡La UEP es otra garganta de la educación pública y gratuita!

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236661

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El cerebro decide lo que es real o imaginario

Por: Tendencias 21

Cuando este mecanismo cerebral se atrofia, las personas viven en realidades inventadas.

El cerebro distingue lo real de lo imaginario antes de que el sujeto sea consciente de un pensamiento o recuerdo. Cuando este mecanismo cerebral se atrofia, las personas viven en realidades inventadas. Y cuando improvisamos una respuesta, el cerebro también la archiva como real y nos lleva a confundir recuerdos con fantasía.

l cerebro es el que decide si un pensamiento se refiere o no al presente, si es real o imaginario, antes incluso de que el sujeto sea consciente de ese pensamiento, informa la Universidad de Ginebra en un comunicado.

La región cerebral cortico-frontal y sus conexiones es la que asegura que nuestros pensamientos y nuestro comportamiento estén sincronizados con la realidad, incluso cuando nuestra mente divaga con fantasías.

Los estudios realizados en esta universidad han utilizado la electroencefalografía de alta resolución en sujetos sanos para medir la rapidez con la que el cerebro procesa las informaciones.

De esta forma han demostrado que el proceso cerebral de procesamiento de la realidad percibida se desarrolla a una velocidad de entre 200 y 300 milisegundos después de la evocación de un recuerdo o un pensamiento. (Un milisegundo es la milésima fracción de un segundo).

Sin embargo, el reconocimiento consciente de la información recibida se desarrolla más despacio, entre 400 y 600 milisegundos, lo que pone de manifiesto que el sujeto acepta una información como real o falsa después de que el cerebro haya realizado su selección.

Según explica el neurólogo Armin Schnider, director del departamento de Neurociencias de la citada universidad, los pensamientos sufren el filtro de la realidad al mismo tiempo que el cerebro los codifica.

El cerebro almacena por un lado los pensamientos que se refieren al presente (la realidad) y por otro lado los que son imaginarios o fantasiosos. Esta secuencia es la que permite al sujeto distinguir el recuerdo de un hecho real de otro imaginario, según la clasificación que ha hecho el cerebro sin su conocimiento.

Viviendo en una falsa realidad

Por eso, cuando la zona cortico-frontal está dañada, las personas pierden la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso, el pasado del presente, y no tienen forma de darse cuenta de que su realidad es falsa.

Ocurre por ejemplo después de un accidente cerebral, que lleva a determinados pacientes a vivir en una realidad paralela que a menudo es una especie de reconstrucción deformada de recuerdos verdaderos, añade Schnider.

Los investigadores de la Universidad de Ginebra han observado que, curiosamente, los pacientes que confunden la realidad no se dan cuenta de que los acontecimientos que ellos esperan no ocurren nunca.

Esta observación confirma los resultados de estudios anteriores que habían identificado ciertas neuronas en la región órbito-frontal que sólo se activan cuando una recompensa espera no se materializa. Si estas neuronas no funcionan bien, los pacientes pueden quedar colgados de una realidad que se repite permanentemente, en bucle.

Esas mismas neuronas están presentes en otras regiones colindantes del cerebro y se activan también cuando las redes neuronales principales se dañan, por ejemplo la región córtico-frontal que marca la diferencia entre lo real y lo imaginario.

Este fenómeno explica por qué sólo el 5% de los pacientes que han sufrido un daño cerebral, como un accidente vascular o un traumatismo, en esta región, desarrollan una confusión entre la realidad y sus confabulaciones: el daño en la región córtico-frontal es compensado por las neuronas de la región órbito-frontal.

Armin Schnider precisa que por este motivo los pacientes que padecen confabulaciones en su mayoría recuperan con el tiempo el sentido de la realidad, gracias a ese mecanismo de compensación de las redes neuronales vecinas a la región córtico-frontal. También señala que, a menudo, persiste la amnesia en estos pacientes.

En psiquiatría la confabulación es una enfermedad mental que consiste en que una persona rellena las lagunas de su memoria con experiencias inventadas que en realidad nunca han ocurrido. La persona no es consciente de que lo que cuenta no es cierto y, además, lo olvida enseguida.

También en personas sanas

Schnider señala que la confabulación no es exclusiva de las personas con un daño cerebral, ya que la reconstrucción ordinaria de los recuerdos puede también provocar errores. Destaca que cuando se nos pregunta por nuestras experiencias, tendemos inconscientemente, en caso de duda, a inventar nuestras respuestas.

En ese caso, nuestro cerebro guarda esa respuesta improvisada como un recuerdo verdadero, una observación que permite manipular la memoria de una persona, dependiendo de la forma en que se le formula la pregunta. Por eso concluye que estar convencido de la verdad de un recuerdo no es garantía suficiente de su exactitud.

Los resultados de estas investigaciones sobre la realidad, los mecanismos cerebrales implicados en su reconocimiento y en la distinción de la fantasía, fruto de más de 20 años de trabajo, se recogen en un libro cuya segunda edición acaba de ver la luz: “The Confabulating Mind”, publicado en Oxford University Press.

El libro recoge en varios capítulos la historia de la confabulación y su desarrollo en pacientes, así como el tema de los falsos recuerdos, que nos afectan cotidianamente sin darnos cuenta, y aborda casos específicos de manipulación de la memoria, que tiene una importancia especial en casos judiciales.

Referencia

The Confabulating Mind. How the Brain Creates Reality. Second Edition. Armin Schnider. Oxford University Press. ISBN:9780198789680

Fuente: https://www.tendencias21.net/El-cerebro-decide-lo-que-es-real-o-imaginario_a44335.html

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Las guerras de África amenazan al 70% de sus áreas protegidas

Por: SINC

En 1977, dos años después de la guerra de independencia de Mozambique, el país se vio inmerso en una guerra civil que duró 15 años. Los enfrentamientos provocaron más de 900.000 muertos y cinco millones de civiles desplazados. Pero las consecuencias del conflicto también alcanzaron la vida salvaje: el 90% de los grandes mamíferos del Parque Nacional de Gorongosa fue asesinado.

La guerra acabó en 1992 y 20 años después, más del 80% de la fauna se había recuperado. Así lo pudo comprobar el investigador de la Universidad de Princeton (EE UU), Joshua Daskin. Junto al científico Robert Pringle, de la Universidad de Yale (EE UU), Daskin ha analizado la tendencia de las poblaciones animales que conviven con la guerra.

Para ello los científicos cuantificaron, por primera vez, sus efectos en zonas protegidas en todo el continente africano a lo largo de varias décadas (de 1945 a 2010). El estudio, publicado en la revista Nature, revela que en las áreas donde se producen más guerras la población de grandes mamíferos disminuye, por lo que los conflictos son buenos indicadores de la pérdida de biodiversidad.

“Donde el conflicto ha sido más frecuente, a las poblaciones de vida silvestre les ha ido peor; de hecho, no hemos encontrado poblaciones que aumenten de tamaño en esos lugares. Pero encontramos relativamente pocas extinciones completas, lo que sugiere que las regiones posconflicto pueden proporcionar un gran potencial para iniciativas de restauración”, señala a Sinc Joshua Daskin, autor principal del trabajo.

Los investigadores estudiaron el impacto de los conflictos en 253 poblaciones de 36 especies de grandes herbívoros de parques africanos, como elefantes e hipopótamos, entre otros, de 126 áreas protegidas de 19 países de África.

El trabajo demuestra que el 70% de estas áreas protegidas se vieron afectadas por la guerra durante las cinco décadas. En una cuarta parte de estas zonas, los conflictos duraron de media nueve años. En el caso de Chad, Namibia y Sudán, por ejemplo, los enfrentamientos se prolongaron 20 años en cada área protegida.

Según la investigación, la parte oriental de la República Democrática del Congo (alrededor del Parque Nacional de Virunga) es la zona que ha experimentado una mayor amenaza para elefantes, gorilas y otros animales debido a su prolongado período de guerra.

“Otro ejemplo es Sudán del Sur, donde el conflicto y la inestabilidad política dificultan la gestión del ecosistema Sudd, un humedal de importancia mundial y el hogar del cobo del Nilo, una especie de antílope africano en peligro de extinción. Desafortunadamente, hay muchos otros ejemplos en todo el continente”, detalla Daskin.

Pero, a pesar de que los conflictos siguen afectando a todo el continente, aún hay lugar para la esperanza. La recuperación de la fauna del Parque Nacional Gorongsa en Mozambique, al borde de la extinción en los años 90, es el mejor ejemplo. En este caso, se logró principalmente porque se crearon las condiciones necesarias para que la naturaleza siguiera su curso tras la guerra.

“A los pocos animales salvajes restantes se les permitió reproducirse bajo la vigilancia de guardaparques que realizan patrullajes contra la caza furtiva, pero también en conjunto con programas de desarrollo humano”, informa Daskin.

Por otra parte, para conseguir que las personas no cacen los animales salvajes por necesidad, los investigadores señalan que en este caso fue importante la asistencia socioeconómica. “Gorongosa lleva a cientos de escolares al parque para realizar safaris educativos sobre la vida silvestre, brinda asistencia agrícola a granjeros cercanos y ejecuta programas médicos. Nos encantaría que se gestionaran más parques junto con la ayuda al desarrollo humano”, concluye.

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Los rinocerontes como este en la Reserva Hluhluwe Game en Sudáfrica sin especialmente vulnerables durante los conflictos armados, debido a la continua e ilícita demanda de cuernos. (Foto: Joshua Daskin)

Aunque de manera general las guerras son devastadoras para la fauna salvaje, ya que los animales sirven de alimento y sus hábitats son destruidos, algunos conflictos pueden generar el efecto contrario e impedir que los humanos entren en zonas protegidas, al considerarse demasiado peligrosas.

“El ejemplo clásico se produce fuera de África, en la Zona Desmilitarizada de Corea que ha funcionado como una reserva natural de facto durante casi siete décadas”, señala Joshua Daskin. Por otro lado, las poblaciones de elefantes en Zimbabwe en África pueden haber escapado de manera similar a los impactos de la caza furtiva durante la Guerra de Rhodesia Bush (de 1964 a 1979).

Además, cuando se producen conflictos, las industrias extractivas también reducen su actividad. “La tala comercial y la minería disminuyen cuando las empresas cierran las operaciones en zonas de enfrentamientos y las rutas comerciales donde se vende la carne de animales silvestres también pueden prohibirse”, subraya el científico. (Fuente: SINC/Adeline Marcos)

Referencia bibliográfica:

Joshua Daskin et al. “Warfare and wildlife declines in Africa’s protected areas”. Nature 10 de enero de 2018.

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Cambio climático: ¿Tiene Solución?

Por: Oscar Rivera García

El cambio climático es una reacción de la tierra por la forma irresponsable como el hombre la está tratando; cada vez protestará con más fuerza y violencia con sus desastres naturales como respuesta a la pasividad de los gobiernos y la población para protegerla y defenderla.

La tierra es la casa de todos y por ello el hábitat que compartimos, a nivel mundial, está sometido a los mismos riesgos por los diversos fenómenos naturales consecutivos al cambio climático.

El hombre está en el deber y la obligación de defender la tierra y controlar el cambio climático del cual todos somos testigos mudos, indiferentes e indefensos.

Inconcebible que los seres humanos que no representamos ni siquiera el 1% de la biodiversidad, con tan poca participación este destruyendo el hábitat de todas las especies que habitan el planeta.

En el año 1866, hace exactamente 149 años, el novelista francés, VÍCTOR HUGO, en su obra “Los Trabajadores del Mar”, dejó plasmada esta profética frase de gran actualidad y que cada vez adquiere más vigencia, si la asociamos al calentamiento global, el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad: “La Naturaleza habla, mientras el género humano no escucha”.

A los seres en gestación, los que empiezan a vivir y a las próximas generaciones se les espera un futuro lleno de dificultades porque las múltiples soluciones para frenar las consecuencias del cambio climático son tardías y diferidas a muchos años mientras las causas vienen de tiempo atrás y los daños y riesgos continúan avanzando sin control.

Es inconcebible que muchos gobernantes, dirigentes políticos, industriales y pobladores piensen que el Cambio Climático no se debe a la irresponsable acción del hombre sino que el planeta tierra se está AUTODESTRUYENDO.

Da grima pensar que muchos habitantes de la tierra se comportan como que esta no les pertenece y por eso acometen toda clase de atropellos.

DEFINICIÓN
El cambio climático es el resultado de las emisiones de CO2 a la atmósfera y de otros gases contaminantes procedentes de las emisiones de la industria, los vehículos, los aerosoles, los incendios y otras actividades de las que el hombre es el principal responsable.

HISTORIA ANTIGUA
Tyndall en 1859, hace 158 años, descubre que algunos gases bloquean la radiación infrarroja, sugiere que cambios en la concentración de los gases podrían traer el cambio climático.

James E. Hansen, físico y climatólogo estadounidense, durante su intervención en el congreso en junio de 1988, hace 29 años, presentó las primeras evaluaciones que las acciones causadas por el hombre estaban afectando considerablemente el clima y pidió se alertara al público de los peligros del calentamiento global.

En 2010, hace 7 años, según la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica de los Estados Unidos (NOAA) a nivel mundial, informó se están viendo los peores desastres naturales de los últimos 50 años y seguirán aumentando en frecuencia e intensidad a medida que se caliente el mundo.

SITUACIÓN ACTUAL
Estos adversos fenómenos actuales debemos entenderlos como una voz de alerta, como una señal de alarma, ellos cada año serán más frecuentes e intensos porque desafortunadamente no se ven medidas conjuntas, simultáneas y universales, ni en el presente ni en el futuro inmediato, por parte de todos los países y de la población en general para evitar su presentación.

El control del cambio climático es víctima de determinaciones dilatorias mediante promocionadas reuniones de tres o más días que no producen medidas de aplicación inmediatas y se aplazan las mismas para discutirlas posteriormente en futuros encuentros cinco o años más tarde.

Así mismo tampoco parece importarle a la población en general que continúa irresponsablemente cometiendo toda clase de atropellos que afectan la naturaleza.

ESTADÍSTICAS
Población Mundial Actual:
 8.387 millones, año 2030: 9.373, significa lo anterior que en solo 12 años la población crecerá en mil millones de habitantes.

Países más industrializados:
 Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Rusia, Brasil, Italia, Reino Unido, Francia.

Países más contaminantes:
 El país líder en emisiones de CO2 es China, le siguen Estados Unidos, Brasil, Indonesia y Japón. Otros países con una elevada tasa de emisiones Rusia, India, Alemania, Australia y Canadá. Todos estos países son líderes en emisiones contaminantes.

Países con mayor deforestación: Indonesia, Malasia, Paraguay, Bolivia, Zambia y Angola, según un estudio que publica la revista Science. La Tierra perdió 3,8 millones de km2 de bosques entre 2000 y 2017 a causa de la explotación forestal, incendios, huracanes, tormentas y otros fenómenos naturales. Según los investigadores, 12.000 km2 de bosques tropicales desaparecen anualmente.

Incendios Forestales:
 Los incendios forestales contribuyen a la deforestación y a la contaminación, así como al cambio climático global, entre otros impactos negativos. El escenario futuro es de más incendios. Camboya, Sierra Leona, Madagascar Uruguay, Paraguay, Liberia, Guinea, Guinea-Bissau, Vietnam y Malasia son los 10 países con mayor pérdida de bosques.

La frecuencia y magnitud de estos eventos en Australia, la cuenca del Mediterráneo, Canadá, Rusia, Estados Unidos, Chile, México, centro y sur américa, son evidentes.

Censo de automotores: Según un estudio de Wards Auto, más de Mil millones es el número de vehículos de calle motorizados (coches y camiones de todo tamaño) que circulan en el mundo. Japón, China, Estados Unidos y Brasil, ocupan los cuatro primeros lugares en censo de vehículos.

CLIMA LOCO
El cambio climático afecta a todas las regiones y poblaciones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo.

En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos son extremos como las intensas nevadas y olas de frío que afectan en la actualidad a Europa y la costa este de Estados Unidos, como la tormenta de nieve con vientos huracanados en Washington y Nueva York, donde han registrado temperaturas de menos 15º grados y capas de nieve de 60 centímetros, mientras en otros Estados ha caído nieve fenómeno que no ocurría en los últimos cincuenta años, por otro lado las inundaciones son cada vez más frecuentes y en otras zonas se registran olas de calor y sequías.

En los últimos años la población ha podido observar y soportar algunos de los impactos y las consecuencias del cambio climático no sólo en el clima, sino también en el medio ambiente.

El cambio climático es una alteración grave del equilibrio ambiental y sus consecuencias pueden ser terribles si no se busca una solución y se toman unas medidas drásticas desde ya.

Es inevitable pensar en el aumento de las temperaturas y el nivel del mar, como las principales consecuencias del cambio climático. La tendencia del calentamiento terrestre ha sido el doble en los últimos 50 años, que en los 100 anteriores.

El incremento de la temperatura global terrestre provocará la fusión del hielo glaciar, lo que generará el aumento en la cantidad de agua en mares y océanos.

Según los científicos se espera que el nivel del mar pueda aumentar unos 20 metros de aquí al año 2100, lo que supone un peligro para todas aquellas ciudades que se encuentran situadas en la costa o terrenos por debajo del nivel del mar.

REFLEXIONES
Da grima observar como para los gobiernos y la población de muchos países la indiferencia, politiquería, corrupción, desinterés e ignorancia prima sobre las acciones inmediatas a tomar y por ello tanto unos como los otros al verse afectados por fenómenos destructivos adversos se limitan a decir “este fenómeno no se veía desde hacía 60 años”.

Tanto los gobiernos como la población deben concientizarse que si hoy en forma simultánea y solidaria se implantaran todas las medidas para frenar el cambio climático, los resultados benéficos y de normalización solo se verían hasta dentro de cuarenta a cincuenta años es decir por allá en los años 2057-2067.

La población no debe confiarse, ni esperar que las medidas a tomar como resultado de las CUMBRES DEL CAMBIO CLIMÁTICO que además de ser teóricas son DIFERIDAS a muchos años y porque no existe un consenso general ni político y financiero para implantarlas en forma inmediata y mientras tanto las consecuencias perjudiciales continúan su incontrolado avance.

Donde se ven las campañas educativas y solidarias entre los gobiernos y la población para reducir la emisión de gases de efecto invernadero?

Porqué las ciudades de los países de ingresos altos , bajos y medianos no cumplen con las normas de la OMS sobre la calidad del aire?.

Donde están las campañas oficiales para chatarrizar esos millones de vehículos que circulan en las ciudades lanzando al aire nubes de gas carbónico?

Donde están las campañas para sancionar a las fábricas que por sus chimeneas vierten permanentemente gases contaminantes y tóxicos?

Donde están las campañas oficiales y privadas obligatorias para concientizar a la población para limitar la deforestación y estimular la siembra de árboles?.

Donde están las campañas educativas para controlar el Calentamiento Global y el Cambio Climático desde los jardines infantiles, la educación primaria, bachillerato, universidades, oficinas oficiales, hogares y personal de empresas.

Fuente: https://rotativo.com.mx/opinion/681565-cambio-climatico-tiene-solucion/

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La educación de vacaciones

Argentina / 21 de enero de 2018 / Autor: Osvaldo Olmo Gómez / Fuente: Diario de Cuyo

La realidad es que la educación es sin lugar a dudas el continente donde vienen a ella todos. Es el ámbito donde se entrecruzan seres que solo tienen en común la franja etaria a la que pertenecen. Hoy el ámbito donde se ejerce esa educación, que nos convoca a escribir, es distinto a aquella donde se aplicó la Ley 1.420, promulgada el 8 de julio de 1884. Esa norma estructura la educación argentina dándoles a la misma tres características básicas e incólumes, es obligatoria, gratuita y laica. No fue menor el revuelo que levantó esta legislación, el tiempo dará a Sarmiento, su ideólogo, la razón. Fue admirada por diseñadores educativos y políticos de otros países, tomándola como base para legislaciones similares. Por aquel entonces, durante la presidencia de Roca, las condiciones del país eran otras, el porcentaje de población con educación era menor al 8% pero el carácter revolucionario de la norma determinó que al centenario de la patria (1910) ese porcentaje ínfimo se haya elevado casi al 70% de la población del país con instrucción educativa.

Hoy la realidad es otra, los avances ocurridos en la TIC ha cambiado por completo la realidad. Mientras que por aquel entonces decir libro significaba bibliotecas cerradas con estanterías abarrotadas de libros, hoy acceder a textos se realiza desde el IPod, es decir cabe en la palma de nuestras manos.

Decir que los derechos de los niños y jóvenes han cambiado es un error, actualmente esos derechos están siendo respetados, afirmo esto porque los derechos del hombre siempre fueron los mismos, en tanto que el respeto por ellos no. Esta es solo parte de una realidad bastante más compleja, son dos aspectos que la comunidad educativa debe asumir.

«En vacaciones, con calor o lluvia, es necesario capacitarse y capacitar, el conocimiento está en nuestras manos en forma de pantalla». 

Es conocido el video donde se aprecia la educación en Finlandia, un trabajo documental dirigido por Michael Moore de muy interesante información. En detalle se puede apreciar que aquella educación es totalmente sin barreras, humanizantes, integral con tutores generalizantes, basadas en juegos de diversión diseñados mediante estrategias didácticas para que el alumno alcance los conocimientos y los pueda, ya no aprender sino aprehender, asir, como una acción que infiere adquirir una capacidad y/o habilidad para nunca más dejarla arrumbada en la biblioteca mental.

La imagen de aquel docente autoritario que moldeaba miles de ladrillos iguales para esa pared social, imágenes de las metáforas de la canción The Wall del grupo británico Pink Floyd, ha quedado vetusta y enmohecida, hoy la realidad es dinámica, no sirve de nada la rigidez y el autoritarismo.

Se hace necesario que la educación tenga una apertura sin temores para aquellos que la dirigen. Se hace necesario parar la educación como el continente donde deben ser activados los sueños de quienes la transcurren.

En vacaciones, con calor o lluvia, es necesario capacitarse y capacitar, el conocimiento está en nuestras manos en forma de pantalla. No existe futuro sin educación, no existe país que avance sin pueblo educado. El tiempo de ese cambió es el hoy, es urgente.

Fuente del Artículo:

https://www.diariodecuyo.com.ar/columnasdeopinion/La-educacion-de-vacaciones-20180115-0078.html

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Las 10 mejores Aplicaciones educativas (gratis) para aprender en vacaciones

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Retrato de una universidad en crisis: menos financiación pública, más gasto privado y más lejos de Europa

España / 21 de enero de 2018 / Autor: Daniel Sánchez Caballero / Fuente: El Diario

*En seis años de crisis las comunidades autónomas han bajado su inversión en universidad un 27%, caída que han tratado de compensar subiendo las tasas un 31%

*Pese al aumento de los precios públicos, los campus han perdido un 20% de sus ingresos entre 2009 y 2015

*España es el sexto país que menos invierte en educación terciaria respecto al PIB de toda Europa y ha pasado de hacerlo por encima de la media a quedar por debajo

Cada vez peor financiada por el estado, cada vez más cara para los estudiantes, cada vez más lejos de los modelos europeos. La Universidad española se desangra por las decisiones políticas tomadas durante la crisis, según el retrato que realiza el Observatorio del Sistema Universitario catalán, presentado el martes en Madrid.

El trazo grueso del informe ¿Quién financia la universidad? Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, que se presentó ayer en la Universidad Complutense de Madrid, dibuja una universidad española que ha visto cómo disminuían sus ingresos totales un 20% entre 2008 y 2015 (último año del que hay datos oficiales) porque la subida de los precios públicos (un 31%) no compensó el desplome de la financiación de las administraciones (-27%). Aunque la caída de una partida y el aumento de la otra se manejan en porcentajes similares, el montante total de la financiación pública es mucho mayor que lo que reciben las universidades por las tasas, de ahí el descenso.

La radiografía del sector también revela que nunca fue más cierto el dicho de que hay 17 sistemas universitarios en España, según demuestra la disparidad de comportamientos —y resultados— que ha habido durante los años de crisis según la Comunidad Autónoma (quienes tienen la competencias en educación). Al menos en cuanto a la estructura de ingresos, hay 17 Españas, sostienen los autores del informe.

Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.
Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.

Así, por citar algunos indicadores, tras ocho años de vaivenes, las universidades riojanas ingresan 10.000 euros por estudiante, un 54% más que Islas Baleares (6.479); los centros vascos reciben casi el doble de financiación pública por alumno que los madrileños (8.429 euros frente a 4.730); Andalucía gasta casi el cuádruple en relación al PIB que Islas Baleares (0,87% frente al 0,23%) y el precio de las tasas en Cataluña más que duplica el gallego (2.123 euros frente a 832). Son solo algunos ejemplos.

Desde el Observatori, Vera Sacristán, profesora de la Universidad Politécnica de Catalunya y autora del estudio, destacó que estas variaciones tanto en la financiación como en el valor de las tasas no responde ni a la evolución de la riqueza de las comunidades autónomas ni a cómo ha variado el número de estudiantes. O sea, son decisiones políticas. «La Universidad pública española tienen un problema estructural de financiación», zanjó Carlos Andradas, rector de la UCM y anfitrión del evento.

Las que más recortan son más caras

Bajando al detalle, se observa una tónica común en cuanto a la evolución de los ingresos de las universidades: cae la financiación de las administraciones públicas (las comunidades autónomas aportan el 95% de estas partidas) mientras suben las tasas universitarias, el dinero que aportan los estudiantes. Dicho de otro modo, los gobiernos regionales han cargado a las familias sus recortes.

Así, de media las universidades reciben un 27,7% de fondos menos hoy que hace seis años. Destacan en este apartado Castilla-La Mancha (-38,2%), la Comunidad Valenciana (-35,3%) y Madrid (-33,7%). Las que menos han recortado son Navarra (-18,4%), La Rioja (17,5%) y Aragón (17%).

Estos datos se entienden mejor cuando se cruzan con las subidas en el precio de las tasas aplicadas en estos años. Con algún pequeño cambio, las regiones que más recortaron son las que más han elevado sus precios públicos. Cataluña (un 67,6% más cara), Comunidad Valenciana (59,4%) y Madrid (40,7%) lideran esta tabla, que cierran País Vasco (2,2%), La Rioja y Galicia (que los han rebajado un 7,2% y un 15,7%, respectivamente).

Esto, a nivel nacional. El informe también evalúa la universidad en relación al resto de Europa y a la OCDE. Y el sistema español sufre en la comparativa.

Cada vez más lejos de Europa

El estudio del Observatorio  recoge un informe elaborado por la European University Association que divide los países del continente en cinco grupos según el comportamiento que hayan tenido con sus universidades respecto a la crisis. Según los datos, España, Grecia y Chipre componen la categoría de naciones que han rebajado la financiación universitaria más de lo que ha caído su PIB. Los otros grupos reúnen a países que han subido la financiación bien sea por encima del PIB o por debajo o que la han bajado menos de lo que ha caído el PIB o lo han hecho pese a que ha subido el PIB, caso este último de las naciones del Reino Unido, Letonia, Lituania, Hungría y Suecia.

Por último, Sacristán explicó que la crisis está alejando a España cada vez más de sus vecinos europeos en el sector universitario. Así, nuestro país invertía 14.191 dólares constantes por estudiante en 2009, por encima de la media tanto de la UE de los 21 como de la OCDE. Cinco años después, España se ha pasado al otro lado de la tabla: gasta 13.464 dólares por alumno y está por debajo tanto de la UE como de la OCDE.

Esta circunstancia se repite en todos los indicadores. En el gasto en universidad respecto al PIB, España ha pasado del 1,11% al 1,08% (y con un PIB en retroceso, lo que quiere decir que si el gasto no se hubiera tocado el porcentaje habría subido). En este apartado, España es el sexto país de la UE que menos gasta y cinco comunidades autónomas (Baleares, Navarra, La Rioja, Cataluña y Castilla-La Mancha) están por debajo de todos los países europeos en inversión en educación terciaria.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/sociedad/Espana-Grecia-Chipre-universitaria-PIB_0_729677855.html

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