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Así puede perjudicar tu carrera ser becario gratis

Por: Ana Torres Menárquez

Es una obviedad que para un graduado universitario las prácticas sin remunerar son un sacrificio temporal tras una infructuosa búsqueda de empleo. ¿Pero qué hay del futuro? ¿Puede tener alguna consecuencia en su carrera a largo plazo? Un estudio de la Universidad de Essex (Reino Unido) señala que hacer prácticas gratis perjudica el salario que se obtendrá en el futuro, concretamente tres años y medio después de la graduación. Los licenciados que realizaron prácticas no remuneradas después de obtener su titulación, ganan 3.500 libras (3.973 euros) menos de media al año que los que se incorporaron directamente al mercado laboral y 1.500 libras (1.703 euros) menos que los que continuaron estudiando y se matricularon en algún máster.

«Para algunos las prácticas no remuneradas son una vía para acceder a la empresa de sus sueños, pero nuestro estudio revela que a la larga es perjudicial tanto en salario como en satisfacción laboral», señala Angus Holford, economista del Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex y autor del estudio Acces to and Returns from unpaid graduate internships (el acceso a prácticas no remuneradas y su retorno, en castellano), que analiza por primera vez en Reino Unido las desigualdades socio económicas en el acceso a las prácticas no remuneradas.

Holford analizó los datos de más de 45.000 graduados de Inglaterra y Gales entre 2005 y 2011, recogidos en la encuesta Destination of leavers from higher education, elaborada por la Agencia Estadística de Educación Superiorbritánica. Dicha encuesta refleja la situación laboral de los universitarios seis meses después de haber finalizado su primer grado y mide de nuevo su estado tres años más tarde.

Según los datos de esa encuesta, tres años y medio después de graduarse, los jóvenes que realizaron prácticas no remuneradas tienen un salario medio de 23.800 libras (27.021 euros) al año; los que accedieron directamente a un puesto de trabajo de 26.900 (30.540 euros), y los que continuaron estudiando de 26.000 (29.518 euros). «Si un estudiante tiene muy claro que quiere trabajar en una empresa concreta es muy importante que se planifique e intente hacer prácticas durante la carrera. Hace falta una estrategia», destaca Holford.

Pero más allá de las aspiraciones de los universitarios está su situación socio económica y este ha sido el objeto de su estudio. Entre los graduados que reportaron haber aceptado prácticas gratis después de haber obtenido su título, el 81% acudieron a institutos públicos y solo el 19% a privados. «En Reino Unido solo el 7% de la población acude a institutos privados, es una situación inusual», apunta Holford. La mayoría de jóvenes que accedieron directamente al mercado laboral aseguraron en la encuesta tener unos padres con trabajos cualificados. «La red de contactos influye en la búsqueda del primer empleo y los jóvenes que ven frustrados sus intentos acaban aceptando esos programas», denuncia.

Además del sueldo, la encuesta mide el grado de satisfacción laboral, del que este colectivo también sale peor parado. A la afirmación «muy satisfecho con mi trabajo» contestaron sí el 35,6% de los que accedieron a un trabajo directamente, el 41, 2% de los que continuaron con sus estudios y el 27, 6% de los que hicieron prácticas gratis.

De los graduados que realizaron prácticas gratis, el 81% acudieron a institutos públicos y el 19% a privados

El informe señala que en Reino Unido la postura legal sobre las prácticas no remuneradas es muy clara: «si trabajas las mismas horas que el resto de empleados, haces el mismo tipo de tareas y contribuyes a generar valor para la compañía, legalmente eres un trabajador con derecho al salario mínimo».

A diferencia de Reino Unido, en España no existe ninguna agencia que haga un seguimiento de la situación laboral de los graduados y se desconoce cuántos de ellos han realizado prácticas no remuneradas tras su paso por la Universidad. «En España este abuso se ve como el peaje necesario para ser contratado. Sabemos que hay empresas que se saltan la ley y hacen estas ofertas de forma unilateral: trabajo, a veces a jornada completa, a cambio de nada», indica Javier Pueyo, adjunto a la secretaría de juventud de CC OO. «Muchos llegan a los 30 encadenando prácticas no laborales», añade. En el sindicato solo tienen datos de los becarios que cotizan a la seguridad social. El resto se escapan de su alcance.

Con la ley en la mano, dentro del grupo de prácticas no laborales (las que no incluyen un contrato laboral) y que no complementan la formación (son específicas para graduados) solo existen dos tipos, y las dos requieren obligatoriamente un convenio entre la empresa y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) o el Sistema de Formación para el Empleo. Ambas son remuneradas (consultar el informe Aprendices, becarios y trabajo precario de CCOO).

Miguel, de 32, que prefiere no dar su nombre real, lleva nueve meses trabajando en un despacho de abogados de Alicante sin cobrar nada. No ha firmado ningún contrato. Es graduado en Derecho y tiene una antigua diplomatura en Gestión y Administración Pública. Se enteró de la oferta a través del portal de empleo Indeed, donde no se especificaba ningún detalle del salario. «Me dijeron que estaría tres meses de prueba sin remuneración, pero todo sigue igual. La excusa: no hay dinero», cuenta por teléfono. En el despacho trabajan seis personas y él redacta demandas pero no va a juicios. No se ha podido colegiar por falta de dinero. «Estoy aprendiendo bastante, mi horario son cinco horas al día pero otros compañeros están en despachos como Garrigues y cobran, al menos, 800 euros». Sabe que su situación es irregular, pero confía en que pronto le hagan un contrato.

En España ho hay datos de los jóvenes que hacen prácticas no remuneradas tras su paso por la Universidad

«Las prácticas no remuneradas son la vía de entrada para los alumnos sin capital social. Acaban encadenando trabajos de menor rango que los que activan sus contactos para acceder directamente. Es una desigualdad de origen social», opina Xavier Martínez Celorrio, profesor de Sociología de la Educación de la Universitat de Barcelona, que denuncia que el Estado no dispone de observatorios eficientes para analizar y hacer un seguimiento del empleo.

Una de las principales desventajas de aceptar ese tipo de prácticas es la dificultad posterior para acceder a un cargo de responsabilidad, señala Luis Pérez, director de relaciones institucionales de Randstad, una de las grandes empresas de colocación. Pone un ejemplo. Para ocupar el cargo de director financiero de una compañía se requieren como mínimo dos años como administrativo en el departamento de contabilidad, otros dos como contable y un par más como jefe de contabilidad. «Es una trayectoria ficticia, pero una forma de entender que hacen falta seis años para llegar ahí. Ese puede ser el perjuicio para esos jóvenes, pierden años de experiencia y es más complicado que lleguen al nivel de los demás». Es un freno en una carrera profesional ascendente.

Pérez asegura que en su portal de empleo no figuran ofertas de empleos sin remunerar para graduados, un «fraude de ley contra el que hay que luchar».

Fuente: https://economia.elpais.com/economia/2017/09/14/actualidad/1505385674_018406.html

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Cae la natalidad, ¿se vacían las aulas?

Por: Saray Marqués

El descenso de la natalidad sirve para justificar todo tipo de políticas educativas, también para excusarse por un bajo porcentaje del PIB destinado a educación, pero, ¿es tal su impacto? ¿es inevitable?.

La caída de la natalidad y, por tanto, el descenso en la población en edad escolar, ha servido en los últimos tiempos para tensar la cuerda entre la educación pública y la concertada en un sentido u otro, dependiendo de la comunidad autónoma. Así, en Andalucía, Valencia, Aragón o Asturias, la concertada se ha movilizado contra el cierre de aulas por este motivo, mientras que en la Comunidad de Madrid es la pública la que se ha levantado contra una “reorganización de centros para ajustarse a la nueva demanda” que implicaba, en la práctica, la desaparición de colegios e institutos.

Con carácter general, los últimos datos del Ministerio de Educación reflejan una foto bastante fija. En el curso 2016-2017, con 8.147.619 alumnos en la enseñanza no universitaria, se empezaba a percibir el descenso de la natalidad desde 2009 en los cursos inferiores, pero no tanto: en 3-6 caía el número de alumnos en un 3,1%, pero en 0-3, y pese a haber menos niños de esas edades, subía un 2,7%. Mientras, en Primaria, donde ya han llegado los nacidos en época de crisis, la caída en los nacimientos de niños españoles se ha compensado con la llegada de alumnos extranjeros a esta etapa: suben un leve 0,6%, como suben –un 1,1%- en ESO, donde llegan los últimos coletazos de las generaciones en que aumentó la natalidad, entre 1999 y 2008. Por lo demás, se abrieron 100 nuevos centros, el número de profesores aumentó un 1%, la proporción pública-privada se situó en el 67,6% frente al 32,4% -crecía un 0,1% la primera y un 1,2% la segunda- y, por primera vez desde 2012-2013, se incrementó el número de alumnado extranjero en un 1,8%, hasta el 8,5%, con un 10,1% de proporción en la pública y un 5,3% en la privada. El aumento o descenso no solo varió por etapas, también por comunidades autónomas: sumaban alumnos Melilla (2,4%), Ceuta (2,3%), Cataluña (2,1%) y la Comunidad de Madrid (1,7%), mientras que Canarias (-2,3%), Castilla y León (-1,5%) y Extremadura (-1,5%), los perdían.

¿Pero cuáles son las previsiones de futuro? El último informe anual del Consejo Escolar del Estado establecía,sobre la evolución de la población en edad escolarizable -de 0 a 24 años- que habrá una reducción del 12,2% entre 2015 y 2029. Esta pasaría en este tiempo de suponer el 24,8% al 22,2%, en una tendencia negativa de la que solo se libraría Ceuta y Melilla y que afectaría especialmente a Canarias, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla y León y Galicia.

¿Cabe con estos datos prever una reconversión en las aulas, por pérdida de su público potencial? Para Miguel Recio, responsable del servicio de estudios de FE-CCOO, el 12,2% de caída hasta 2029 no permite pronosticar traumáticas reconversiones: “No es mucho, y si aumenta la tasa de escolarización, prácticamente se compensa”. Así se ha comportado el alumnado de 0-3, donde hay menos niños pero, de los que hay, crece el porcentaje de quienes acuden a la escuela. Algo similar podría ocurrir por arriba, con los mayores de 17 años: “Si se logra que no estén en la ESO repitiendo, aumentará la tasa de escolarización”. Claro que la caída va por territorios. No es lo mismo el 6% que pierde Islas Baleares que el cerca del 18% de Canarias. Pero va, incluso, por barrios: si en Madrid desciende la población de estas edades en un 8% su distribución es muy desigual, “con barrios más envejecidos, en que esto te permitirá tener 27 alumnos por aula en vez de 30 y otros de nueva creación en los que, aun así, te faltarán plazas”. Y no tiene en cuenta el factor de la inmigración, apunta Recio, que podría experimentar una subida similar a la de la primera década de 2000, cuando pasó de suponer el 3% del total al 9,8%.

Pública y concertada

En cuanto a la relación pública-concertada, según Recio, hasta ahora la caída se ha notado en las dos redes, con la excepción de Madrid, donde baja la pública y crece la concertada: “La crisis hace que una parte de la población renuncie a la concertada, porque no puede pagar las cuotas”, explica. En el total de España, en torno al 67,6% del alumnado elige la pública, una proporción que apenas varía: era el 68,3 en el curso 1999-2000 y el 67,3% en el 2008-2009. Desde 1999-2000 donde más cae la proporción es en Murcia (-4,6%) y Madrid (-3,4%) y, donde más crece, en Aragón (5,6%) y Cataluña (8%).

El sociólogo Julio Carabaña recuerda cómo el descenso de la población escolarizable no es nuevo: “Esta se redujo casi a la mitad desde 1985, y eso pasó por todos los niveles de enseñanza sin que se alteraran las proporciones entre privada y pública”. El número de nacimientos pasaba de 677.456 en 1976 a 363.469 en 1995. “Disminuyen los alumnos sustancialmente, las familias tienen menos hijos, aumenta su renta, hay más clase media, que suele tener debilidad por la privada. Todas las fuerzas estaban a favor de que la pública cayera más que la privada, todo indicaba que esta sobrellevaría mejor esta crisis, pero caen en paralelo: la pública perdía dos alumnos por uno de la privada, 650.000 y 400.000 menos cada año, hasta que llega la inmigración y favorece ligeramente a la pública”, señala el experto, que tampoco prevé ahora una conmoción: “Las oscilaciones son pequeñas y es un fenómeno forzosamente de importancia mínima: puede aumentar el gasto por alumno, habrá los mismos profesores con menos alumnos, centros con menor ocupación…”.

En el descenso al caso concreto, a cómo se reparten esos alumnos en el territorio, no descarta quebraderos de cabeza, pero nada comparado con aquellos de principios de los ochenta, cuando el: “El Ministerio prevé la creación de un millón de puestos escolares” era el titular que, invariablemente, anunciaba el inicio de curso: “La población crecía en determinados barrios de las grandes ciudades y los puestos escolares de los pueblos ya tenían dificultades para llenarse, había que mantenerlos con oxígeno…”. Desde entonces, desde mediados de los ochenta, el número de nacimientos no ha experimentado grandes variaciones, se sitúa en el entorno de los 400.000 al año, 5% arriba, 5% abajo.

Los niños y el PIB

Y, sin embargo, la baja tasa de natalidad -“una de las más bajas del mundo”- ha sido el argumento empleado por el ministro Íñigo Méndez de Vigo para justificar el porcentaje del PIB destinado a educación en España, del 4,1%. Para el Ministerio, este indicador no resulta “tan relevante como otros” -por ejemplo, el gasto por alumno según el PIB per cápita-. Para Recio, no cabe esta justificación. No solo porque otros países con la natalidad incluso más baja, como Alemania o Austria, invierten más en relación al PIB -España nunca ha alcanzado la media de la UE, del 5%-, también porque “los gastos educativos son fijos, permiten muy poca variación: si tienes 30 alumnos, tienes un profesor, calefacción, luz… Si tienes 28, lo mismo. Hay muy poca horquilla de gasto variable”. Además, se trata de un argumento que nunca se ha empleado en sentido contrario, es decir, cuando en 2000 con la llegada de la población inmigrante aumenta el alumnado.

Lo cierto es que los presupuestos suelen depender más de la economía que de los factores demográficos, y se suelen definir de forma muy incremental “es decir, se gasta lo mismo que en el año pasado, subiendo o bajando un poco la cantidad”, señala el sociólogo José Saturnino Martínez, por lo que, para él, de tener un efecto, el descenso de la natalidad, aparte de los posibles problemas de planificación educativa, podría tener un efecto positivo desde el punto de vista de la calidad de la docencia: habría más dinero a repartir entre menos alumnos.

Con este razonamiento coincide el experto en educación Rodrigo Juan García, que ve una oportunidad de aumentar la personalización de la enseñanza (de evitar el planteamiento genérico dedicado a un inexistente alumno medio, de no dejar pasar las actuales bolsas de abandono, fracaso y repetición, de una formación y acompañamiento del profesorado más ambiciosos…) y la justicia escolar “en una escuela inclusiva, no segregadora, no parcializada por un horario de bloques de 45 minutos, con espacio para distintos ritmos y contenidos no solo académicos y mayores oportunidades de éxito”. Hasta ahora, considera, el baby boom de los sesenta, cuando lo importante era escolarizar, aun a coste de “almacenar” al alumnado, descuidando las ratios y olvidando a aquel que se perdía, o el aumento de la población inmigrante en el umbral del 2000, habían servido de coartada: “Quizá en adelante podamos hacer lo que hemos justificado que no podíamos”, proclama. Claro que la regla de tres del ministro le hace temer que, de nuevo, el descenso de la población sirva para justificar que haya menos aulas, se cierren colegios o se escatime en la ratio del profesorado, en una especie de “antes no se podía. Ahora sí, pero nos conviene reducir los recursos destinados a educación aprovechando que disminuye el alumnado”.

Queda por ver si se aprovecha esa oportunidad y si las oleadas cada vez más mermadas de nuevos alumnos derivan en reajuste, desbarajuste o pasan sin pena ni gloria. Entretanto, los demógrafos se han acostumbrado a que la natalidad y la fecundidad en nuestro país se mantengan en límites muy bajos. La primera comenzó a descender en 1976 y alcanzó el mínimo en 1998, cuando solo nacieron 365.193 niños. La segunda, 1,3 hijos por mujer, está entre las más bajas de la UE, donde la media está en 1,9, y muy lejos de la de la vecina Francia (2). España, que ostentaba el récord europeo en 1970 (2,70 hijos por mujer), se convertía en el país con el índice más bajo del mundo tres décadas después, en 1998, cuando caía a 1,15.

“¿Esto es preocupante?”, se pregunta el catedrático de Geografía Humana de la Universidad Autónoma de Madrid Julio Vinuesa: “Se habla del declive demográfico en términos alarmistas, pero lo cierto es que la población cada vez vive más años, con mortalidad prácticamente nula y generaciones casi intactas hasta edades avanzadas… La dinámica es muy distinta a la de hace 40 años, cuando empiezan a descender estas tasas, y cuando esa caída sí era síntoma de pérdida de población…”. Sin embargo, sí hay algo que ve inquietante: “No se trata de que las mujeres tengan pocos hijos, sino de que no tengan todos los que quieren tener”.

Esto se produce porque “la posibilidad de tener hijos queda postergada por las obligaciones profesionales o económicas”: “En España cambia muy rápidamente el papel de la mujer, y esta se incorpora al trabajo, pero las parejas no cuentan con las ayudas que existen en otros países a la hora de ser padres. Esto hace que no solo biológicamente la responsabilidad de tener hijos recaiga en la mujer, sino que sociológicamente también asuman esa responsabilidad, esa carga, porque la corresponsabilidad no existe y las ayudas sociales resultan insuficientes”, analiza.

A la mujer le gustaría tener más hijos, pero ni económica ni funcionalmente siente que se sea algo que se puede permitir. Compatibilizar su carrera con ser madre resulta complicado y las ayudas (100 euros al mes por madre trabajadora durante los tres primeros años) no permiten una jornada bastante reducida durante ese tiempo, a costa de esa compensación económica, algo que sí es posible en otros países donde las responsabilidades de tener un hijo no entran tan en conflicto con la actividad laboral de la madre.

Si les preguntan por su cifra ideal, las mujeres españolas contestan que dos hijos. “La regla de los dos hijos se mantiene de forma constante desde hace dos o tres décadas. Muy pocas contestan uno, y solo un 5% o un 6% de las mujeres españolas en edad joven tienen claro que su opción es no tener hijos”, explica la demógrafa del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Teresa Castro. Y, sin embargo, entre la población nacida a partir de 1970 casi un tercio, una de cada cuatro, no tienen hijos.

El principal obstáculo que se menciona en sus estudios es la inestabilidad laboral: no ya que se espere al trabajo para toda la vida, pero sí se va retrasando en busca de una situación económica, laboral o sentimental más apropiada… “Esta a veces llega demasiado tarde y no se tienen todos los hijos que se aspiraba a tener en un principio”.

La alta tasa de paro entre los adultos jóvenes, la elevada temporalidad o el elevado precio de la vivienda hacen pensárselo dos veces. Los permisos (de paternidad o maternidad), “a años luz de Suecia, pero también de Francia, en la que nos parecemos en tantas otras cosas”, el acceso a escuelas infantiles, la flexibilidad laboral… tampoco ayudan.

Además, la transición hacia un modelo igualitario se nos está atragantando: “En el modelo tradicional el hombre trabajaba y la mujer cuidaba. Ahora, en la generación joven, la mujer trabaja prácticamente igual que el hombre, pero en el cuidado –-niños, pero también de dependientes mayores- hay una gran diferencia”. Esto último tiene su incidencia en la tasa de fecundidad, “pues la evidencia nos indica que si el padre se implica más en los cuidados es más probable que se vaya a por un segundo hijo”. El primero se convertiría así en una suerte de test de los valores igualitarios. Y no todos lo pasan: “Nos encontramos con parejas en que trabajan los dos miembros, muy igualitarias en sus planes antes de nacer el primer hijo, que al llegar este asumen un rol tradicional: ella cuida más y él se vuelca más en el trabajo, con padres que querrían cuidar más, pero creen que no pueden por la presión laboral, porque está mal visto que se vayan antes del trabajo… El primer hijo tiene mucho de punto de inflexión”, explica la experta.

Dicho esto, los demógrafos no apuestan por una gran revolución en las aulas como consecuencia del descenso de la natalidad: “Todo cambio por natalidad es muy gradual y muy predecible. Se sabe cuándo van a comenzar su escolarización esos niños, cuándo van a estar en Primaria, en Secundaria… El sistema educativo se puede adaptar”, predice Castro, que considera que los picos que se produzcan en un futuro pueden ser más por inmigración, “un fenómeno más impredecible y, al que, sin embargo, la adaptación de las aulas españolas ha sido bastante buena, dado lo que en su momento tuvo de repentino”. Vinuesa comparte esta idea de que, para predecir la evolución de los alumnos, se debe ir más allá de la propia inercia de la natalidad: “Influyen otros factores, como el desarrollo urbano, cómo van conformándose los barrios, la distribución espacial de la población… y, desde luego, conviene tener en cuenta el efecto relevante de las migraciones, que va a ser un fenómeno muy presente a lo largo de este siglo, y que serán cada vez más y más diversas… Yo creo que lo que nos debería preocupar sería si destinamos los recursos necesarios a esos niños hijos de inmigrantes en que confluye un nivel de renta bajo, un nivel cultural bajo y dificultades del idioma. Son enormes obstáculos y no sé si cuentan con la atención necesaria”, concluye Vinuesa.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/18/cae-la-natalidad-se-vacian-las-aulas/

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Docencia: la deuda heredada

Por: Alberto Sebastián Barragán

l tema de la docencia ha sido ampliamente revisado por muchos investigadores y se han desarrollado esfuerzos colectivos en donde se han establecido algunos ejes de atención, para las reformas educativas de ciertas regiones de países. Sin embargo, los resultados y las alternativas propuestas, se han mencionado repetidamente, porque las reformas educativas se reproducen según los gobernantes en turno, pero no de acuerdo a las necesidades identificadas.

Los países iberoamericanos, inmersos en la lógica internacional, han tenido que responder a las recomendaciones globalizadas para adecuar sus sistemas educativos; pero también han subrayado la necesidad de adaptar las transformaciones de política educativa, según las características de cada sociedad. En 2008, se reunieron 23 ministros de Educación en El Salvador, para contraer compromisos en materia educativa para sus países, y se aprobó la propuesta de Metas educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los bicentenarios, en dicha reunión, se comprometieron a elaborar objetivos, metas y mecanismos de evaluación regional.

Como resultado se creó la Colección de Libros Metas Educativas 2021, para difundir las opiniones de los profesionales educativos de la región iberoamericana. Se trata de 9 libros a cargo de más de 100 especialistas. En esa colección, han participado muchos investigadores mexicanos, de gran reconocimiento por su trabajo académico. Los textos abordan distintas temáticas con planteamientos relevantes, que podrían servir como referencia para acompañar los procesos de reforma educativa en los países involucrados.

Específicamente, para México, es necesario señalar que para esas fechas se estaba concretando la reforma de educación básica, que había iniciado desde el sexenio de Vicente Fox, y que continuó Felipe Calderón, obteniendo la reforma de educación básica que articuló los tres niveles en el Plan de Estudios 2011. Sin embargo, no se había configurado la estrategia de atención de la formación docente.

En 2009, se publicó Aprendizaje y desarrollo profesional docente, donde se planteó la necesidad de avanzar en la regulación, acreditación y mejora de la calidad de la formación del profesorado. Y para lograr ese objetivo, se consideró importante articular una red institucional de apoyo al desarrollo profesional docente, para atender periodos clave de la preparación de los maestros: formación inicial, inserción, formación permanente y promoción profesional.

Entonces, se mantuvo la ruta que se había convenido en la Alianza por la Calidad de la Educación SEP-SNTE, y se dio paso a una revisión del Plan 1997, para la formación de docentes de educación primaria, a cargo de Yuriria Castro, Martha Curiel y Margarita Ruiz. En ese documento se ventilaba una evaluación de los contenidos del Plan 97, y se realizaban recomendaciones para fortalecer a las escuelas normales. Al mismo tiempo, se iba formulando un nuevo plan de estudios para la formación de docentes de educación primaria. En 2011 se piloteó la primera versión, para después conformar el Plan 2012, que actualmente se trabaja en las escuelas normales formadoras de docentes de prescolar y primaria.

El más reciente plan de formación docente, publicado en agosto de 2012, quedaría huérfano a los pocos meses. En el mes de diciembre, el cambio de sexenio, anunció la reforma educativa impulsada por Enrique Peña Nieto. Y con todo el protocolo se anunció un Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento para el Sistema de Normales Públicas, el cual no pretendía la continuidad de la propuesta panista, sino que enarboló la promesa de una reforma educativa priísta. Sin tomar en cuenta las Metas Educativas 2021, trazadas por la Organización de Estados Iberoamericanos.

En esa transición, se inaugura una deuda con la docencia. La administración que salió, dejó un plan de estudios que no tuvo la oportunidad de evaluar, y en dado caso, mejorar para atender a la educación básica con mayor calidad. En su momento, la gestión educativa de Chuayffet, señaló despectivamente esa estrategia de formación inicial docente, incluso se promovió el foro de consulta para revisar el modelo educativo, específicamente para rediseñar la educación normal. Y en junio de 2015, la Comisión Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), presentó su propuesta de Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento de las Escuelas Normales, cuya oferta educativa proponía dos licenciaturas y 10 maestrías. Sin embargo no prosperó.

El pasado mes de julio, Aurelio Nuño anunció que el próximo año se presentará el nuevo plan de fortalecimiento de educación normal, el cual consiste en actualizar el plan para la formación de maestros de educación prescolar y primaria, y esta vez se agregará el plan de estudios para la formación de profesores de educación secundaria. Como se puede observar, según las últimas reuniones sobre el tema, no habrá rediseño, sino sólo actualización. No echarán abajo el Plan 2012, sino sólo actualizarán el Plan 1999 que hasta estos momentos sigue vigente en muchas escuelas normales que imparten ese programa. Esto sucederá en el próximo año electoral, por ahí del mes de agosto. Y nuevamente se heredará otra deuda con la docencia, ya que la actualización quedará huérfana a los pocos meses. Se necesita dignificar y fortalecer la docencia de manera urgente.

Fuente noticia: http://www.jornada.unam.mx/2017/09/15/politica/021a2pol

Fuente imagen: http://wrmx00.epimg.net/radio/imagenes/2014/07/01/nacional/1404246300_301157_1404265620_noticia_normal.jpg

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Mirar a Latinoamérica antes que a Finlandia a la hora de hablar de educación

Por: Marcela Isaías

Jueves y viernes docentes y estudiantes debatieron «en clave Cossettini» qué educación se quiere.

Tenemos que mirar menos a Finlandia y más a Latinoamérica». El llamado lo hizo la rectora del Instituto Olga Cossettini, María Fernanda Foresi, quien está al frente de uno de los establecimientos de formación docente más grandes de la provincia. Fue durante la inauguración de unas jornadas pedagógicas. La ministra de Educación Claudia Balagué resaltó el trabajo de los docentes santafesinos, y se solidarizó con los estudiantes y profesores que padecieron la irrupción de la Gendarmería en una clase pública.

El jueves por la mañana el salón de actos del Olga Cossettini, como mejor se lo conoce al Instituto de Educación Superior (IES) Nº 28 de Sarmiento y Rueda, estaba colmado de estudiantes y profesores. La mayoría muy jóvenes. Un dato que valoró la educadora Amanda Paccotti cuando dio las palabras de bienvenida. «Un regalo de la vida, la antorcha ya está pasada…», dijo quien fuera alumna de la Escuela Carrasco, en tiempos de Olga y Leticia Cossettini.

De hecho estas son las VI Jornadas Latinoamericanas Olga Cossettini que se realizan en Rosario, con presencia esta vez de educadoras de Paraguay, Uruguay y Chile, entre otras invitadas. «Experiencias educativas latinoamericanas en clave Cossettini. Proyecciones actuales», el nombre con el que los organizadores ——IES 28 y Red Cossettini— motivaron a poner el eje de los debates.

La convocatoria de Foresi a conocer más sobre las pedagogas y los pedagogos de la región, como Jesualdo Sosa, Vasconcelos o Gabriela Mistral, llegó como propuesta a escribir nuevas historias educativas en clave latinoamericana. En ese contexto es que invitó a «mirar menos a Finlandia y más a Latinoamérica». Por qué no también en alusión a las políticas educativas oficiales que todo el tiempo citan el proyecto educativo finlandés como modelo a seguir. La provincia de Santa Fe está en entre esos fieles admiradores.

Foresi aprovechó la presencia de la ministra para pedir mejoras para el IES 28. Le entregó una carpeta en mano solicitándole la construcción de dos aulas más para «que más estudiantes puedan seguir formándose». Citó como un buen antecedente el pedido hecho al gobernador Lifschitz el año pasado, también en el marco de las jornadas, y que tuvo respuesta inmediata en la ampliación actual del instituto.

Al cierre del panel inaugural, Balagué caracterizó de «creativas» a las experiencias de educación latinoamericana, además de manifestar que tenía plena «confianza en el trabajo de cada docente de Santa Fe». «Tenemos mucho que aprender de la formación latinoamericana», dijo la ministra y aseguró que «también Santa Fe tiene mucho para dar». De inmediato puso de ejemplo del Plan Vuelvo a Estudiar, infaltable caballito de batalla del Ministerio de Educación provincial.

Al inicio de las jornadas —se desarrollaron jueves y viernes— Amanda Paccotti citó a la pedagoga Cecilia Braslavsky para desafiar a revisar el pasado con ojos del presente y construir un futuro «de esperanza y compromiso». Y una vez más celebró que hubiese mucho público joven en la audiencia.

Solidaridad de la ministra

El jueves 7 pasado estudiantes y docentes del Olga Cossettini desarrollaban una clase pública en la puerta de la institución. Era en reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, el joven víctima de desaparición forzada en manos de Gendarmería en la provincia de Chubut. En medio de esa actividad, un grupo de gendarmes irrumpió en clara manifestación amedrentadora con los estudiantes. Las expresiones de repudio se multiplicaron. Durante la jornada, la ministra Balagué, se solidarizó por «aquel grave suceso» —como lo describió— . Llamó a defender «la educación y pública y la libertad para enseñar y aprender, la libertad de cátedra». «Toda mi solidaridad, apoyo y compromiso para seguir trabajando en la educación pública y en libertad. Paras seguir enseñando en cátedras libres», expresó la funcionaria.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/educacion/mirar-latinoamerica-antes-que-finlandia-la-hora-hablar-educacion-n1470719.html

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Hay que enseñar a los niños a ser felices

Por: Revista Semana Educativa

La educación positiva es una metodología pedagógica que se fundamenta en el bienestar de los estudiantes. Estas son algunas de sus ventajas si se implementara en Colombia, como recomiendan los expertos.

Una de las grandes críticas a los sistemas educativos contemporáneos es que no forma el carácter, ni preparan a las mentes para los retos de la vida, sino que se centra más en la obtención de resultados cuantificables. Los recién graduados de los colegio salen a las universidades sin saber cómo llevar sus vidas o darles un propósito. Es por eso que la necesidad de formar a los jóvenes en competencias blandas se ha convertido en una tendencia que va a en aumento.

Dentro de estas nuevas tendencias se han fundado nuevas metodologías y filosofías de enseñanza, entre ellas la educación positiva, la cual se basa en la psicología cognitiva, la neurociencia y las mejores prácticas del aprendizaje. Esta se diferencia de otros enfoques que incluyen las habilidades socioemocionales y las competencias ciudadanas, ofreciendo herramientas para la formación del carácter y el desarrollo de los procesos emocionales y motivacionales para que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio para el desarrollo de sus comunidades.

“En días como hoy la educación está sintiendo una fuerte necesidad en cambiar el camino a seguir para formar a las personas del mañana. Pasa en los colegios y pasa al interior de las familias en donde se ha presentado un mayor interés en formar personas con base en la integridad, la honestidad y la compasión”, señaló en entrevista con Semana Educación Tom Harrison, director de Educación del Jubilee Center of Character and Virtue de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), institución pionera a nivel mundial en la investigación y aplicación práctica de la ética y los valores en los colegios, universidades y empresas.

Según el experto que estará en el país gracias al Instituto Florecer, la educación positiva se basa en crear en las aulas un ambiente caracterizado por una mayor atención y pensamiento positivo y holístico. “Los niños tienen la necesidad de sentirse queridos, por eso es necesario que estimulemos su sentimiento de autosuficiencia y expectativas de éxito en la vida”, agregó.

 Para él, los modelos tradicionales de educación se han anclado en evaluar a los estudiantes mediante pruebas, pero lo que realmente importa es cómo lograr desarrollar y potenciar las habilidades de los estudiantes. Y es que esta tendencia, ligada a la inteligencia emocional ha comenzado a ser uno de los rasgos más valorados por las empresas. La razón tiene que ver con que muchas veces el éxito profesional o familiar tiene más que ver con la forma cómo las personas se enfrentan a la vida que con el coeficiente intelectual o las calificaciones académicas.

Harrison recalcó que es importante formar el conocimiento de los jóvenes desde el carácter y competencias como la lealtad y la ética en los estudiantes más jóvenes, pero también en los profesionales.

La inteligencia emocional hizo su aparición en 1995, cuando el psicólogo estadounidense Daniel Goleman publicó su libro del mismo nombre.. La obra acaparó la atención tanto de sus colegas, como también de los publicistas  y los empresarios. Para Harrison, que ha trabajado con los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido en desarrollar metodologías encaminadas a formar el conocimiento y competencias como la lealtad, asegura que la gestión adecuada de las emociones permite a las personas ser más creativas e innovadoras. “Cuando uno se siente pleno y feliz con sus emociones es mucho más fácil enfrentar el fracaso. La clave está en el ensayo y el error”, concluye Harrison.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-positiva-que-es-la-educacion-positiva/519847

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El mejor profesor

Por: Antonio García

El mejor profesor es el que enseña que los límites del mundo están allí donde empieza la ignorancia, y que el libro es la única arma pacífica en la conquista de la felicidad.

Tal vez, si el profesor no tuviese que luchar contra las instituciones educativas, que representan el Poder y no el Saber, el mundo avanzaría hacia el verdadero Estado de Bienestar, que es el del enriquecimiento de la noble personalidad.

La mente es una pizarra magnética en blanco: absorbe y escribe en ella todo cuanto ocurre a su alrededor, y jamás lo olvida: aquello que no puede guardar en primer plano lo almacena en sus sótanos, en espera de tener que utilizarlo. Allí va lo que parece no interesarnos y lo que nos interesa demasiado pero nos daña. Ordenar bien o mal ese laberinto de emociones, sentimientos, impulsos y racionalizaciones es lo que hace a cada ser humano diferente. Ahora bien: en esa labor de creación de nuestro yo hay un sustrato: el que nos enseñan nuestros padres, vecinos, instituciones: ellos son nuestros verdaderos maestros y los auténticos responsables, puesto que la educación es un entramado en el que intervienen todos los agentes de la sociedad. De manera que somos producto de unos genes naturales y otros factores que actúan, con similar fortaleza, como genes sociales. No siempre están de acuerdo unos y otros, y su choque es lo que nos provoca generosidad, egoísmo, honestidad, desentendimiento, traumas, sociopatía… Basta con alimentar la capacidad infantil y adolescente (amar el conocimiento, cultivar la autoestima y la solidaridad, conocer los cimientos y engranajes de la Historia…) para que la escalera de la inteligencia nos suba más o menos en la comprensión del ser y estar en la existencia.

¿Qué puede hacer un profesor en ese laberinto?

– Para enseñar bien hay que aprender mucho: principalmente, a transmitir lo que sabemos.

– Enseñemos el amor por la lectura y cambiaremos el mundo: porque el libro es la palanca de Arquímedes del progreso.

– Error es imponer el conocimiento; acierto, contagiar el amor que sentimos por él.

– Menos interesan los hechos aislados que deducir de ellos una sensata conclusión.

– Solo aprende quien se siente atraído por el saber: esa es la principal metodología del educador: mostrar vitalmente su amor por lo que enseña y por los enseñados.

– No olvides que si la libertad nos concede el derecho a ignorar, la responsabilidad nos exige la obligación de aprender. Quien trata a sus alumnos como a soldados que deben conquistar el bastión de la sabiduría, y no como a personas capaces de amar y odiar, está imponiendo, no enamorando; y todos odiamos a los déspotas y amamos, en mayor o menor medida, a quienes nos aman.

– Solo hay un paso entre considerar que la educación es una dictadura y mostrar que es una amable consejera de la vida.

– Antes de visitar un país hacemos acopio de cuanto le concierne: la cultura es la mejor guía turística del país de la existencia, su mejor cicerone.

– Cualquier equipaje pesa demasiado, menos la maleta del conocimiento: que hace más liviano y agradable el viaje de la vida.

– No enseñes chovinistamente que lo propio es lo mejor, sino que tal vez nuestra opinión puede mejorar el mundo.

– Aceptemos que la relación entre los menores y los adultos tiene una consecuencia progresiva: son como los hacemos, y nos hacen como son. Y calculemos qué futuro estamos perpetrando entre todos.

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/opinion/2017/09/14/mejor-profesor/1935666.html

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15 Consejos para educar a tu hija en el feminismo: Chimamanda Ngozi Adichie

Por:  Chimamanda Ngozi Adichie

“En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite”, fue una carta que la autora nigeriana le escribió a una amiga. Estos son sus consejos.

El feminismo empieza en la educación. Con su voz cálida y directa, Chimamanda Ngozi Adichie dirige esta emotiva carta a una joven madre que acaba de dar a luz. En sus quince consejos, reivindica la formación de nuestros hijos en la igualdad y el respeto, el amor por los orígenes y la cultura. Una invitación a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Una bella misiva con reflexiones tan honestas como necesarias que conquistará por igual a madres, padres, hijos e hijas.

1.Sé una persona plena. La maternidad es un don maravilloso, pero no te definas únicamente por ella.

2.Hacedlo juntos. ¿Recuerdas que en primaria aprendimos que el verbo es una palabra de “acción”? Chudi debería hacer todo lo que la biología le permite, que es todo menos amamantar.

3.Enséñale a tu hija que “los roles de género” son una solemne tontería. No le digas nunca que debe hacer algo o dejar de hacerlo “porque es una niña”.

4.Cuidado con el peligro de lo que yo llamo Feminismo Light. Es la idea de la igualdad femenina condicional. Recházala de plano, por favor.

5.Enzeña a Chizalum a leer. Enséñale el amor por los libros. La mejor manera de hacerlo es mediante el ejemplo.

6.Enséñale a cuestionar el lenguaje. El lenguaje es el depositario de nuestros prejuicios, creencias y presunciones, pero para enseñárselo tendrás que cuestionar tu lenguaje.

7.Jamás hables del matrimonio como un logro. Encuentra maneras de aclararle que el matrimonio no es un logro ni algo a lo que deba aspirar. Un matrimonio puede ser feliz o desgraciado, pero no un logro.

8.Enséñale a rechazar la obligación de gustar. Su trabajo no es ser deseable, su trabajo es realizarse plenamente en un ser que sea sincero y consciente de la humanidad del resto de la gente.

9.Dale a Chizalum un sentido de identidad. Importa. Haz hincapié en ello.

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