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La supremacía blanca y la permisividad del presidente Trump

Por: Amy Goodman

La vida es efímera, los monumentos perduran. Heather Heyer murió el sábado en Charlottesville, Virginia, cuando un automóvil, supuestamente conducido por un neonazi, embistió contra una multitud que se estaba manifestando en contra de un acto de supremacistas blancos. Alrededor de 20 personas resultaron heridas. El supremacista blanco acusado del homicidio de Heyer, James Alex Fields Jr., de 20 años de edad, estaba en Charlottesville para participar en un acto denominado “Unite the Right” (Unir a la Derecha), junto con otros miles de supremacistas blancos, neonazis y miembros del Ku Klux Klan que se oponen al plan de la ciudad de retirar una estatua del General del ejército confederado Robert E. Lee. Cientos de activistas que condenan el racismo se congregaron para protestar contra el acto de la derecha y para “defender a Charlottesville”. Dos oficiales de la policía estatal de Virginia murieron al estrellarse su helicóptero de vigilancia.

La noche anterior al acto, los organizadores realizaron una marcha evocativa de los desfiles con antorchas de la Alemania nazi. Cientos de personas de raza blanca, en su mayoría jóvenes, coreaban “¡No nos reemplazarán! ¡Los judíos no nos reemplazarán!” y el eslogan nazi de la década de 1930: “¡Sangre y tierra!”: “Blood and Soil! Blood and Soil! Blood and Soil”.

El sábado, el Presidente Donald Trump causó indignación en todo el espectro político (salvo en los supremacistas blancos, que lo elogiaron) cuando culpó de la violencia en Charlottesville a “muchas partes”: “Condenamos en los términos más enérgicos este flagrante despliegue de odio, intolerancia y violencia de muchas partes; de muchas partes”. El lunes, bajo mucha presión, Trump leyó una declaración en la que denunció a los neonazis, la supremacía blanca y el Ku Klux Klan. Su declaración, leída de una pantalla, pareció forzada, al punto que un observador afirmó que parecía el video de un rehén. Un día más tarde, Trump se desdijo. En una acalorada conferencia de prensa sin restricciones ni libreto, Trump declaró que muchos manifestantes de “Unite the Right” eran “buenas personas” y sostuvo que quienes se manifestaron en contra de ellos también deberían ser culpabilizados de la violencia: “Creo que ambas partes son responsables, no me caben dudas al respecto y a ud. tampoco. Y si informaran la verdad, dirían esto”. Tras la pregunta de un periodista acerca del grupo “Unite the Right”, respondió: “Disculpen, había gente muy mala en ese grupo, pero también había muy buenas personas”.

Según el centro de estudios legales Southern Poverty Law Center, hay al menos 1.500 estatuas, placas y monumentos conmemorativos de la Confederación no solo en el sur de Estados Unidos, sino en todo el país. La decisión de retirar la estatua de Robert E. Lee de Charlottesville no fue espontánea, sino que tuvo lugar tras mucha movilización popular, como parte de un creciente movimiento nacional liderado por jóvenes valientes. Una de las acciones más destacadas contra la exhibición de imágenes racistas tuvo lugar el 27 de junio de 2015, en la mañana posterior a una misa en honor a los nueve afroestadounidenses asesinados por el supremacista blanco Dylann Roof en la iglesia Emanuel A.M.E., en Charleston, Carolina del Sur. Bree Newsome, una joven activista y artista afroestradounidense trepó el mástil del edificio del Gobierno estatal de Carolina del Sur y retiró la bandera confederada mientras gritaba: “Vienen a mí con odio, opresión y violencia; yo vengo en nombre de Dios. Esta bandera será retirada hoy”. Tras el ataque de los supremacistas blancos en Charlottesville, Bree Newsome dijo en el programa “DemocracyNow!”: “Esto forma parte de una larga historia y de un patrón terrorista de la supremacía blanca en este país. No solo se trata de actos de violencia que intentan provocar terror, sino que son actos políticos. Es terrorismo. Debería ser calificado como tal, debería ser abordado como tal”.

Dos días después de los incidentes violentos en Charlottesville, un grupo de personas reunidas en el tribunal del condado de Durham en Carolina del Norte retiraron el monumento a los soldados del ejército confederado. Takiyah Thompsonn, una de las activistas presentes allí, dijo en el programa “DemocracyNow!” antes de dirigirse al tribunal para afrontar dos acusaciones por el delito de incitación a la violencia y tres acusaciones de delitos menores, incluido el de desfigurar una estatua: “Todo lo que aliente a esas personas, todo lo que las haga sentirse orgullosas debe ser destruido, del mismo modo que quieren destruir a las personas negras y a los demás grupos a los que atacan. Debemos retirar todas las estatuas de soldados confederados y todo vestigio de la supremacía blanca”. Si bien Takiyah Thompson podría ser condenada a varios años de prisión, se mostró imperturbable: “No se puede mantener a las personas oprimidas por siempre. La gente se alzará, como está ocurriendo en todo el país”.

El lunes, el Concejo Municipal de la ciudad de Baltimore votó a favor de que se retiraran varias estatuas confederadas. El martes, en el silencio de la noche, varios funcionarios municipales retiraron, entre otras, las estatuas ecuestres de los generales Robert E. Lee y Stonewall Jackson. Dos de los tataranietos de Stonewall Jackson enviaron una carta al alcalde de Richmond, Virginia, Levar Stoney, y a la comisión de monumentos de la ciudad para instarlos a que retiraran la estatua ecuestre de su famoso antepasado. Los hermanos William y Warren Christian leyeron un fragmento de su carta en el programa “DemocracyNow!”. Esto leyó William Christian: “Somos originarios de Richmond y también somos tataranietos de Stonewall Jackson. Como dos de los familiares con vida más cercanos de Stonewall escribimos esta carta para solicitar que se retire su estatua y que se retiren todas las estatuas confederadas de la Avenida de los Monumentos. Son símbolos claros del racismo y la supremacía blanca, y hace tiempo que ya no deberían exhibirse en público. Creemos que retirar la estatua de Jackson y de otras figuras necesariamente hará que mantengamos conversaciones difíciles sobre la justicia racial y será el primer paso para que recapacitemos”.

Su hermano, Warren Christian, continuó: “La persistente desigualdad racial en el encarcelamiento, los logros educativos, la violencia policial, las prácticas de contratación, el acceso a la salud y, quizá lo más evidente, la riqueza, dejan en claro que estos monumentos no están por fuera de la historia. El racismo y la supremacía blanca, que sin duda continúan en el día de hoy, no son ni naturales ni inevitables, sino que fueron creados para justificar lo injustificable…”.

El 3 de agosto de 1857, unos años antes de que estallara la Guerra de Secesión y 160 años antes del violento asesinato de Heather Heyer, el legendario esclavo fugitivo y reconocido abolicionista Frederick Douglass pronunció un discurso en el que dijo: “El poder no concede nada sin que se le exija. Nunca lo hizo y nunca lo hará”. El creciente movimiento por la justicia racial está exigiendo y se está movilizando. Los supremacistas blancos tendrán cada día menos estatuas confederadas a las que aferrarse.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=230506

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La guerra del régimen de Macri contra el pueblo mapuche

Por: Raul Zibechi

Una buena parte de las tierras mapuche en Argentina pertenecen actualmente a Benetton, que posee casi un millón de hectáreas

Esta es la nueva Campaña del Desierto, pero no con la espada sino con la educación, dijo Esteban Bullrich, entonces ministro de Educación y Deportes al inaugurar un hospital-escuela en septiembre del año pasado.

Más allá de la brutalidad de las palabras del actual candidato a senador que compitió con Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires, la frase desnuda lo que piensan los de arriba de los pueblos originarios.

La Campaña o Conquista del Desierto fue un genocidio perpetrado por el Estado argentino entre 1878 y 1885, cuando arrebató grandes extensiones de territorio a los pueblos mapuche, ranquel y tehuelche. Los indígenas derrotados por las fuerzas comandadas por Julio Argentino Roca fueron deportados por la fuerza a campos de concentración, exhibidos en museos o trasladados para servir como mano de obra forzada.

El objetivo de fondo, ese que no se puede expresar en público pero es la fuerza motriz oscura de las acciones, fue la expropiación de sus territorios para incorporar tierras al mercado y expandir la república en zonas que, antes y ahora, son consideradas como desierto, porque son espacios poco fértiles para la acumulación de capital.

Los Bullrich (el candidato macrista y su tía Patricia, actual ministra de Seguridad) forman parte de una distinguida familia de la oligarquía argentina, que jugó un papel directo en la Campaña del Desierto.

El historiador Osvaldo Bayer mostró, con base en documentos de la Sociedad Rural, que entre 1876 y 1903 se otorgaron casi 42 millones de hectáreas a mil 800 familiares y empresarios amigos del presidente Roca. Algunas familias, como la del ex ministro de Economía de la última dictadura, Martínez de Hoz, obtuvieron gratis 2.5 millones de hectáreas.

Según un informe de la BBC, una buena parte de esas tierras pertenecen actualmente a Benetton, que posee casi un millón de hectáreas, siendo uno de los principales dueños de la Patagonia, en conflicto permanente con las comunidades mapuche, ya que la multinacional ocupa parte de sus territorios ancestrales (http://goo.gl/73JZTy).

El extractivismo es la continuación de la Campaña del Desierto. Según el periodista Darío Aranda, de los 40 proyectos mineros en estudios (en 2003), se avanzó hasta 800 proyectos (en 2015); de 12 millones de hectáreas con soya transgénica se pasó a 22 millones en el mismo periodo. Amnistía Internacional contabilizó un piso de 250 casos conflictivos, entre los que detectó un punto en común: detrás siempre hay empresas (agropecuarias, petroleras y mineras, entre otras) que actúan en complicidad, por acción u omisión, de los gobiernos (http://lahaine.org/fI0h).

Los medios hacen un trabajo sucio al vincular a los mapuche a las FARC, a grupos kurdos y a ETA, sin prueba alguna, sólo apoyados en declaraciones del gobernador de Chubut, al servicio del avance de la frontera extractiva. La ministra de Seguridad, Bullrich, dio un paso más al señalar que los mapuches son un problema para la seguridad nacional y acusarlos de terroristas, a la vez que asegura que enarbolan un proyecto secesionista.

No vamos a permitir una república autónoma y mapuche en el medio de la Argentina. Esa es la lógica que están planteando, el desconocimiento del Estado argentino, la lógica anarquista, dice quien en los setenta militaba en el entorno de la organización armada Montoneros (http://goo.gl/yp2hfU).

Detrás de todo este cacareo hay una realidad que es la que realmente molesta: en los últimos 15 años, luego de agotar la instancia administrativa y judicial, el pueblo mapuche recuperó 250 mil hectáreas que estaban en manos de grandes terratenientes, asegura Aranda. O sea, pese a la represión, la criminalización y la difamación, los mapuche están ganando.

El conflicto del Estado con la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, en la localidad de Cushamen, provincia de Chubut, se intensificó en 2015 a raíz de la represión y criminalización de sus líderes. El lonko Facundo Jones Huala, autoridad mapuche de la comunidad, fue detenido el 28 de junio de este año, el mismo día en que se reunieron los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet, acusado por los gobiernos de terrorismo, incendios, robos, amenazas e, incluso, haberle declarado la guerra a Chile y Argentina (http://goo.gl/1khbBy).

El primero de agosto efectivos de la Gendarmería Nacional allanaron y quemaron instalaciones de la comunidad. En el marco de la represión desapareció el activista solidario Santiago Maldonado, cuando no pudo cruzar un río junto a sus compañeros perseguidos por los policías. Hasta ahora nada se sabe de su paradero, el gobierno se niega a responder mientras arrecian las marchas y concentraciones exigiendo su aparición con vida.

Hay tres hechos que desesperan a los de arriba y explican la brutalidad represiva.

Uno, el pueblo mapuche sigue vivo, no se rinde y recupera tierras, que es la base de su reconstrucción como nación.

Dos, la campaña nacional e internacional en su apoyo. Un centenar de organizaciones de pueblos originarios, el Servicio de Paz y Justicia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, emitieron un comunicado titulado La lucha indígena no es delito, donde dicen que el Estado privilegia los intereses de las petroleras y criminaliza al pueblo mapuche.

Tres, que los mapuche han construido las más diversas organizaciones, entre ellas la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), dedicada a recuperar tierras. Daniel Loncon, integrante de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios, dijo que entre los mapuche algunos prefieren la vía diplomática, pero también hemos sido testigos de nuestros abuelos que se han muerto yendo de oficina en oficina buscando la legitimación de sus tierras. El RAM en ese sentido es una expresión del pueblo mapuche cansado de esta injusticia histórica, pero consciente de dónde está el poderío económico que maneja todo esto. Porque la recuperación no se hizo a un vecino, sino a una multinacional (http://goo.gl/GEqKq9).

¡Marichiweu!

La Jornada

Fuente: http://www.lahaine.org/la-guerra-del-regimen-de

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¿Por la autonomía de la educación?

Por: Alfredo Arnaud Bobadilla.

A principios del siglo pasado (1921), le tocó al pensador y educador mexicano José Vasconcelos construir las bases de lo que sería una de las instituciones más importantes con las que cuenta este país hasta la fecha: la Secretaria de Educación Pública.

Después del cisma de la Revolución mexicana, la nación se encontraba en una situación de crisis humanitaria, económica y social, por decir lo menos, con un Estado empobrecido, una sociedad fragmentada y derruida, índices de analfabetismo del orden del ochenta por ciento, y un sinnúmero de familias que no contaban ya con la figura del Pater familia. Fue con esa composición política, social y económica que Vasconcelos diseñó y puso en marcha toda una estrategia nacional que implicaba aprovechar los activos con los que se contaba en el momento, para atender y resarcir los pasivos: sería un ejército de madres de familia apenas instruidas, pero que sabían leer y escribir, y que requerían de un trabajo para dar sustento a su familia, las encargadas de instruir (sobre todo, alfabetizar) a aquellos que no habían tenido oportunidad de asistir a la escuela. Fue ésta, probablemente, una de las jugadas más astutas y visionarias que nos dejó el Maestro de la juventud de América, como lo llamaban sus coetáneos.

Con el paso de los años, el país se levantó, creció y se convirtió en una de las economías más importantes del mundo. No obstante, es una economía cuya hermana, la sociedad, adolece en estos momentos de los elementos básicos y fundamentales: justicia, equidad, igualdad de oportunidades, mala distribución de la riqueza, altísimos índices de corrupción e inseguridad, entre otros. Si bien, en su momento, la creación de una institución como la SEP que sentara las bases para la homogeneización de un sistema educativo nacional fue la mejor apuesta para el desarrollo del país, hoy en día, a casi un siglo de la creación de la Secretaría de Educación Pública, es nuestro deber reflexionar sobre los derroteros que nuestras políticas educativas y nuestro sistema educativo en su conjunto deben tomar hacia el futuro.

El sistema educativo ha pasado por varias reformas, muchas de ellas de gran calado y oportunas para la modernización y la puesta al día de planes y programas de estudio, métodos y metodologías de enseñanza-aprendizaje, incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las llamadas TICs, y sin embargo, el sistema educativo tal y como está diseñado y opera el día de hoy tiene un gran problema: está sujeto a los cambios sexenales de gobierno y a las reformas que cada nueva administración quiere imprimir en materia educativa. Más que beneficios, esto ha producido ruptura, desasosiego entre los profesores, incertidumbre en todos los actores que intervenimos de una u otra forma en el fenómeno educativo y contamos con propuestas para el apoyo y fortalecimiento de la calidad educativa en todos sus aspectos.

El problema, es que cada seis años tenemos que reinventarnos, echar por la borda lo que hizo la administración anterior y comenzar de nuevo; una dinámica que parecería haber sido diseñada por Prometeo. Hace unos días en la radio, se escuchó una voz (cuyo nombre, desgraciadamente, no puedo recordar) que hacía una propuesta muy interesante y que vale la pena retomar: ¿Podrá pensarse en darle autonomía al sistema educativo nacional para que pueda reunir a los mejores expertos en la materia y diseñar así un verdadero proyecto a 30 o 40 años que no esté sujeto a los procesos electorales y a tener que reinventarse cada seis años, sin que ello signifique, desde luego, que deje de ser obligación del Estado ser el garante del financiamiento de la educación?

Siendo la educación uno de los sectores estratégicos para el desarrollo de nuestro país en los próximos años, nos hacemos al menos un par de preguntas al respecto: ¿Veremos alguna vez a la educación en manos de personas honorables, expertas, que han dedicado toda su vida a la investigación educativa, y ponerla a salvo de la improvisación y de la discontinuidad de un proyecto de largo aliento? ¿Podremos imaginar como sociedad contar alguna vez con un presupuesto blindado multianual, transexenal, gamificado, estratificado orientado realmente a fortalecer las escuelas y las comunidades de alta y muy alta marginación; a establecer un plan maestro de infraestructura y equipamiento; a buscar fortalecer la formación inicial y continua de los profesores; a atraer a los mejores profesionistas al ámbito magisterial; a revalorar la figura de los profesores en todos los niveles educativos, entre otros muchos aspectos necesarios y urgentes, más allá de propósitos electorales?

Sería una noticia espectacular para nuestro país, y probablemente un ejemplo para el mundo entero pensar en celebrar la mayoría de edad de la Secretaría de Educación Pública, a los 100 años de su creación, llevando a cabo una nueva cruzada vasconceliana, otorgándole una merecida autonomía al sistema educativo de nuestro país.

Fuente: http://www.diarioaxaca.com/analisis/24-opinion/116533-ipor-la-autonomia-de-la-educacion

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-zz4JbHtlfcc/TfkggTrnNNI/AAAAAAAAB8s/GG3dgwEHmNQ/s1600/escuela%255B1%255D.JPG

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Oaxaca: el logro y el riesgo.

De que se mueve, se mueve, me dijo mi amigo El Maestro, con quien hacía meses que no conversaba. Se refería a la acción política del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño. Comentamos el acto de la semana pasada de la asignación de plazas a los docentes que resultaron idóneos y que escogieron su lugar de trabajo.

Por: Carlos Ornelas.

Mi amigo pensaba que eso no podría hacerse en Oaxaca ni en Michoacán, tenía dudas sobre Guerrero y Chiapas. Pero la noticia de la asignación de 366 plazas en Oaxaca lo convenció de lo equivocado de su pensamiento. Ve a Nuño con una espada flamígera contra la CNTE. El Maestro —al igual que otros dos amigos y yo no concebía que la Reforma Educativa fuera a llegar a este punto. Especulamos sobre si estos hechos ayudan a Aurelio Nuño en su carrera a la candidatura del PRI a la Presidencia. No hubo acuerdo.

Para el análisis de los hechos de Oaxaca de este lunes, pienso, es irrelevante si Nuño lo hace por su anhelo de llegar a ser el candidato o por su interés en la reforma. Lo importante es que lo efectúa, que camina y en cada paso le resta espacios al neocorporativismo. Los concursos abiertos para el ingreso a y la promoción en la carrera docente lastima las tradiciones de todas las corrientes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Aunque la costumbre persiste en algunos territorios, ahora no pueden seguir manipulando la incorporación y las trayectorias profesionales de los maestros con la impunidad y descaro que lo hacían. La S-22 de Oaxaca era la más reacia y no cede todavía.

El acto de Oaxaca no sólo replicó el del lunes anterior en el edificio sede de la Secretaría de Educación Pública, es de mayor simbolismo. Se da en el corazón de la disidencia más aguerrida y habla de la valentía de los concursantes, que no sólo se presentaron a examen (que tuvo que realizarse en Puebla, si no me equivoco), sino que se atrevieron a ir y seleccionar su centro de trabajo, donde se supone que hay disponibilidad.

El director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Germán Cervantes Ayala, apostó y obtuvo un pequeño triunfo. No estoy seguro de que el gobernador Alejandro Murat lo quiera compartir. El concurso por las plazas y su distribución presenta el lado cardinal de la Reforma Educativa y los afanes del gobierno de Enrique Peña Nieto, que obliga (o convence, si se quiere) a los gobernadores a alinearse y seguir la línea del centro.

Sin embargo, la CNTE continúa con un poder que no puede menospreciarse. El mismo lunes, una pequeña turba de maestros disidentes entró al hotel donde se realizaba el acto público y desalojó a los concursantes. Es fiel a su estrategia y muestra las armas del neocorporativismo: el chantaje y la amenaza.

En una de sus notas de ayer, El Universal citó al secretario general de la S-22, Eloy López Hernández, quien calificó como una farsa la entrega de plazas a profesores que aprobaron la evaluación docente. Amenazó con no permitir su ingreso a las escuelas que están bajo control de la sección. Y, si no le hacen caso, advirtió que sus cófrades van a boicotear el inicio de clases y a movilizar a sus bases. Aprovechó la ocasión para arremeter contra el Consejo de Participación Social.

A fe mía que no son baladronadas, la semana que viene, o incluso esta misma, observaremos acciones de protesta de la S-22. Si bien sus bases han mermado y su dirigencia ya no convence a muchos, su capacidad de causar daño a la educación de Oaxaca es considerable.

Si la Reforma Educativa estará en el ojo de las campañas por la Presidencia, en Oaxaca los riesgos serán mayores. El Maestro, mi amigo, pronostica que la S-22 buscará la revancha. ¡Veremos hasta dónde aguanta la reforma!

RETAZOS

En una charla informal, el presidente consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, Eduardo Backhoff Escudero, en un tono comedido me reprendió por una equivocación que cometí en mi entrega del 30 de abril, cuando reseñé el comienzo de su presidencia.

Escribí: “Desde otra perspectiva, según la teoría de Guy Neave, el INEE es la punta de lanza del Estado evaluador. Es el que diseña y realiza mediciones de componentes, procesos y resultados del sistema escolar…”. Reconozco, fue un gazapo utilizar una voz del verbo realizar. Debí utilizar el vocablo correcto, regular. Pero sostengo que el INEE es el ingenio visible del Estado evaluador.

Pido disculpas a los lectores, al INEE y al periódico por el desacierto.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/08/16/1181929

Imagen: https://oaxacacapital.com/data/uploads/2017/08/16/cnte.jpg

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Próximo taller nacional en Costa Rica sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.

Por: Unesco.

La región Centroamérica ha ido escribiendo la historia de las diferentes naciones y pueblos que la conforman a través de una estrecha relación con el medio acuático, y se ha convertido en una de las regiones con mayor número de barcos hundidos en sus aguas, un patrimonio cultural en peligro de expolio y de destrucción. Además, los vestigios de culturas pre-hispánicas hallados bajo las aguas de mares, ríos y lagos son cada vez más importante y suponen un testimonio clave en la comprensión de la realidad histórica de la región.

Sólo a través de la protección de estos restos sumergidos, de su adecuada investigación y de su adecuado acceso público es posible completar muchos de los renglones perdidos del desarrollo histórico de un continente, así como rescatar del olvido parte de su memoria cultural.

En el marco del proyecto “Salvaguarda del patrimonio cultural subacuático en América Latina y el Caribe”, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Oficina Multipaís UNESCO en San José, la Secretaría de la UNESCO para la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, con el apoyo del Museo Nacional de Costa Rica organizan un taller nacional en Costa Rica sobre la protección del patrimonio cultural subacuático.

El taller, que tendrá lugar el miércoles 23 de agosto de 2017, en el Centro Cultural de España, El Farolito, contará con la presencia de la señora Ulrike Guerin, oficial responsable de la Convención de la UENSCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático en la sede de la UNESCO en Paris, y la señora Dolores Elkin, miembro del Consejo Consultivo Científico y Técnico de la Convención de 2001 así como  directora del programa de Arqueología Subacuática en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latino-Americano de Argentina.

Este taller está dirigido a las autoridades nacionales de Costa Rica a cargo de la ratificación e implementación de la Convención  sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de 2001, arqueólogos y representantes del sector turístico costarricense y buscará aclarar este texto y mostrar los beneficios que para otros Estados de la región ha conllevado su buena aplicación.

La visita al país de ambas expertas, también permitirá que expongan ante el Canciller de Costa Rica y la Asamblea Legislativa las ventajas de la ratificación de la Convención.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/national_workshop_in_costa_rica_on_the_protection_of_underwa/

Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/bf3b3d788e.jpg

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Estrellitas para los maestros.

Por: Anibal Muñoz Claudio.

Comienza un nuevo curso escolar en Puerto Rico y, como de costumbre, toda la atención se enfoca en los recipientes del currículo (los estudiantes) y en los diseñadores del currículo (la administración).  Muy poca atención se le presta realmente a la parte más importante de esta ecuación educativa que son nuestros maestros, los que implantan el currículo con el sudor de sus frentes, día a día.

El mundo empresarial moderno ha reconceptualizado la relación entre empleado y cliente para consentir que trabajadores satisfechos y motivados generan clientes contentos. Ya paso de moda el viejo adagio que decía que el cliente siempre tenía la razón. Lo mismo se debe aplicar en nuestros sistemas educativos.

Por razones históricas, teóricas y de adoctrinamiento colectivo, hemos estado predispuestos a pensar que los estudiantes siempre son la pieza más importante en un sistema educativo. Nunca nos hemos planteados, reflexivamente, que los estudiantes como recipientes de un servicio educativo necesitan recibir no solo el producto (diseño curricular) sino que necesitan de empleados motivados (maestros) que le puedan ofrecer ese servicio.

Desde que el diseño curricular establece su filosofía y misión educativa, se espera alcanzar unas metas y objetivos con los estudiantes. Ahora bien, los responsables de ejecutar esa misión según trazada, los que van a brindar el servicio para que esas metas y objetivos se logren, son los maestros y el personal de apoyo. Los estudiantes están al otro lado de la ecuación, recibiendo el servicio. Ellos son los clientes.

La lógica de este planteamiento nos sugiere que si tenemos unos maestros y personal bien motivados, por ende, la implantación de un currículo tendrá muchas más posibilidades de cumplir exitosamente con las metas y expectativas bosquejadas por la administración. Así las cosas, en el Departamento de Educación de Puerto Rico nunca ha sido una prioridad para sus administraciones el procurar motivar adecuadamente a sus empleados, específicamente a sus maestros. Para el Departamento de Educación, el foco de atención y prioridades siempre han sido destinadas al estudiante.

Ante esa prelación de perspectivas del Departamento de Educación, la sociedad puertorriqueña, ensimismada en sus tormentos de crisis fiscales y el bochinche de cada hora, le ha dado la espalda a sus maestros. Muchos no pueden creer ni reconocer que todavía hay miles de maestros motivados a darlo todo por sus estudiantes y por ellos mismos sin depender de ninguna motivación del sistema. Esos maestros de motivación intrínseca existen hoy día en cada una de las escuelas del Departamento de Educación (y en las escuelas privadas también).

Y en realidad, es bien fácil reconocer a estos colegas que se motivan a sí mismos con resiliencia y resistencia de la buena y sin remuneración ninguna a cambio. Estos son los maestros que son líderes en sus escuelas y en su comunidad. Son maestros que transforman su ambiente con su profesionalismo, compromiso, creatividad, liderazgo y entusiasmo. Son los que procuran continuar estudios graduados y gestionan su propio desarrollo profesional. Son los que minimizan sus ausencias, los que presentan alternativas y sugerencias para los problemas de sus escuelas, los que trabajan la milla extra todos los días por sus estudiantes, los que arreglan y decoran su salón con su propio dinero, los que dirigen clubes y organizaciones estudiantiles, los que escriben propuestas y coordinan investigaciones, los que asisten a talleres y seminarios de educación continua y los que apoyan procesos administrativos conducentes al bien común de la comunidad escolar. Estos son los maestros que publican sus trabajos,pertenecen a comités escolares y a organizaciones profesionales de su materia, organizan actividades educativas y extra-curriculares, ayudan a sus colegas, trabajan en equipo, colaboran con los padres y demás personal de la escuela, se adaptan y sobreponen a los cambios constantes de política pública y reconcilian sus inquietudes con cordura y sabiduría. Son maestros que muchas veces se convierten maestros cooperadores y a su vez adiestran a sus futuros colegas. Son los que procuran planificar las mejores estrategias de enseñanza y se mantienen actualizados en su materia en todo momento. En fin, son los maestros que no permiten que las circunstancias los limiten sino que ellos superan sus circunstancias con motivación intrínseca.

Y lo más loable de todo es que estos maestros de resi (sten/lien) cia hacen todas esas cosas sin considerar las condiciones de infraestructura de la escuela, sin sopesar la falta de motivación de sus supervisores (directores escolares) o la de sus propios colegas, sin medir el poco apoyo o ninguno que reciben de los padres y mucho menos sin calcular el aprecio o reconocimiento que puedan recibir de sus propios estudiantes. Lo hacen sacrificando a sus familias, sin tantear el color del gobierno o el color del municipio. Lo hacen sin sopesar el liderato y popularidad de los Secretarios de Educación de turno, sin tasar la crítica mediática, sin temor a las posturas de sus afiliaciones a gremios profesionales, sin considerar la ausencia de apoyo comunitario y, por si fuera poco, lo hacen sin recibir ninguna retribución monetaria a cambio.

Un maestro motivado siempre motivará a sus estudiantes. Así es la ecuación.

De seguro, estos maestros cuando eran estudiantes se ganaron sus estrellitas. ¡Ahora, como educadores, se las han ganado doble y triple!

¡Dénselas!

Fuente: https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/estrellitasparalosmaestros-columna-2349857/

Imagen: http://laotramiradasur.com.ar/wp-content/uploads/2015/11/maestro.jpeg

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Enseñar, descubrir, amar.

Por: Gabriel  Mª Otalora. 

Descubrí mi amor por la enseñanza por esas cosas que tiene la vida, cuando el destino profesional de pronto le hace a uno ver y sentir las excelencias de posibilitar experiencias más allá de ofrecer información. Si el objetivo educativo se reduce a comprender y memorizar “lo que hay”, sin cuestionar las mejores alternativas de pensamiento y acción, el hecho de aprender no sería otra cosa que adquirir procedimientos y técnicas para sobrevivir en el medio social. Es la diferencia entre “aprender” como el acto de memorizar, instruirse en algo pasivamente hasta alcanzar nuevos niveles de conocimiento, pero no siempre con éxito; la razón es que el nuevo nivel al que he llegado, no lo he hecho mío, solo lo he incorporado. Y “aprehender”, en el sentido de capturar o hacer mía una realidad como una nueva construcción que tiene sentido para mí y la interiorizo de forma activa logrando que el resultado llegue a ser parte de mí.

Soy consciente de que educación es un mundo complejo y difícil, por eso no quiero decir a otros lo que tiene que hacer al compartir mis reflexiones, que bastante tienen. Por aquél entonces, yo leía al inconformista Henry Giroux, uno de los fundadores de la pedagogía comprometida norteamericana que proponía una combinación de teoría y práctica encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. Lo interesante de Giroux es la denuncia del modelo de alumno como una “vasija vacía” que hubiese que rellenar con contenidos rentables aunque alejados de la realidad social. Lo que trataba de evitar era que salgan de la escuela “trabajadores sumisos, consumidores expectantes y ciudadanos pasivos”. Este enfoque suyo considerando a la educación con el deber de adquirir un compromiso con la justicia y la equidad me vino muy bien entonces, y también después, porque educar excede con mucho del trabajo clásico en el aula.

Sus aportaciones a la práctica educativa priman lo ético ya desde el lenguaje a utilizar por los profesores. Esto es algo que hicieron pionero los jesuitas hace algunos siglos además de conseguir la primera educación interclasista en las aulas. Es importante una educación comprometida y no neutral que conciba la escuela (o cualquier educación) como Giroux, el lugar de encuentro idóneo y estratégico para tratar asuntos sociales que conciernen a la colectividad de la que forma parte. Las escuelas, a su manera de ver, las entiende como lugares donde avanzar en el fomento de los valores públicos, en contraposición al consumismo, la brutal competitividad y el individualismo americano. Cosas de rojos irredentos, dirán algunos, pero que tienen un sustento clarísimo en trabajar la libertad humana, que es lo contrario a cualquier totalitarismo.

Ante la ofensiva neoliberal al rebufo de la globalización, muchos profesionales desencantados de la educación han interiorizado que poco se puede hacer ante el empuje de la educación al servicio de un nuevo utilitarismo. Sin embargo, Giroux se muestra beligerante con el conformismo, el desencanto, el inmovilismo claudicante del “no se puede hacer nada” y con la desazón pesimista del presente. Está convencido de que se puede (re)establecer la interdependencia entre cultura, educación, ética, democracia y la crítica constructiva. Su propuesta pasa por el desarrollo de un pensamiento crítico que supere el inmovilismo que tanto desazona y frustra, impulsando acciones educativas transformadoras con orientaciones más justas en la práctica, especialmente con los menos favorecidos del multiculturalismo presente en las aulas, también en las nuestras.

Ciertamente lo norteamericano nos queda lejos, y no es precisamente bueno todo lo que exportan, pero eso no quita que personas como Giroux insuflen lucidez y esperanza proponiendo el revolcón en algunas concepciones mentales y valores que son cada vez más urgentes en nuestra sociedad y en la educación en general.

Al calor de estas reflexiones veraniegas, recuerdo lo que me fastidió (pero con jota) la propuesta de la LOMCE que contemplaba la supresión de Ética, materia común de 4º ESO. Además, la Historia de la filosofía dejaba de ser una materia común en 2º de Bachillerato. Todavía no entiendo que la ética se quede como una “asignatura espejo” (tal y como la denominó el ministro Wert). No deben limitarla a ser un mero reflejo para los que no optan por la religión católica, entre otras cosas porque la base religiosa cristiana contiene a la ética. Una ética racional y laica es la esencia de un pensamiento crítico y universalista que da sentido a una sociedad tolerante y plural, porque enseña a convivir a ciudadanos de diferentes creencias integrando sin discriminar la religión o sus ideas políticas. No tiene ningún sentido impartir una ética exclusivamente para ateos, musulmanes o judíos, que segregue a la sociedad entre quienes priorizan las creencias y los que anteponen las ideas. La estrategia de segregación es un semillero de conflictos futuros. En mi opinión, reflexionar en clave educativa sobre ambas es necesario y no resta; ambas son necesarias y compatibles.

A partir de aquí, el objetivo esencial del verdadero aprendizaje pasa porque el educando aprenda a descubrir. En este sentido adquiere una gran importancia el trabajo encaminado a colmar el derecho a una educación que enseñe a reflexionar, crítica y racionalmente, sobre el mundo en el que vive, como se hace en las clases eficaces de ética. Con todo lo anterior quiero señalar que la elección entre religión y ética (“Valores éticos”) responde a una falsa disyuntiva, puramente ideológica, como reconoció en su día el propio ministro Wert, desvirtuando así el sentido de la filosofía moral y demostrando que el meollo humanista del asunto le importaba un pito berenjeno.

La ética, como la realidad religiosa para una persona cristiana como yo, o con cualquier otra sensibilidad, debe ser algo más que una mera percepción subjetiva donde uno busca refugio o confesión. Su pretensión es convertirse en saber dialogado cuya experiencia oriente al aprendizaje de ser libres de verdad; es decir, a ser comprometidos y responsables. Sin la ética como elemento educativo primario, corremos el riesgo de no conocer la esencia del ser humano y de pasar por alto el entorno más próximo, lo que en el tiempo posmoderno se llama indiferencia. En una época de crisis en que la ciudadanía se distancia de la política al percibir que el poder económico le ha arrebatado su soberanía, el lugar educativo de la ética, la filosofía y la religión -y en general de aquellas materias que aportan creatividad y reflexión- resultan esenciales para posicionarse con acierto en la realidad.

Ya que el sujeto educativo, adulto o joven, no puede sentir demasiado interés en lo que no sabe, lo primero en la tarea de enseñar es hacerlo con el corazón; esto ayudará a lograr un “aprehendizaje” fructífero en ambas direcciones: alumno y maestro: en casa, en la escuela, en la universidad o en la empresa. Un trabajo que implica el enfrentamiento de lo nuevo y lo viejo, no para destruirlo sino para hacer de éste algo más potente y constructivo. Una batalla entre lo que uno es capaz de hacer y las limitaciones que le impone el descubrimiento paulatino que no acaba nunca en forma de estímulo hacia la curiosidad por crecer honestamente.

Se puede opinar sin parar de la educación y del aprendizaje. Y todavía más del el rol arduo del educador y su responsabilidad en esta sociedad tan utilitarista. Difícil sería ponerse de acuerdo acerca de cuál sería la mejor manera de hacerlo. Pero resulta esencial el trabajo de la fundamentación espiritual de la educación -incluido el fomento de la llamada inteligencia espiritual-, con la ética como protagonista, que posibilite criterios y conductas solidarias, maduras. Amueblando el corazón, sin duda que hacemos más rentable el resultado de amueblar el cerebro.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/08/17/opinion/tribuna-abierta/ensenar-descubrir-amar

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