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Docentes en el punto de mira

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El señalamiento del colectivo docente está volviéndose una práctica relativamente habitual en los últimos años. Ya empezó en Madrid en los años de Esperanza Aguirre, pero tras lo ocurrido en Cataluña tras el 1-O y con la aparición en escena de VOX, los señalamientos han ido en aumento.

Primero vinieron es un conocido poema atribuido a Bertolt Brech que en realidad es de un pastor protestante alemán, –Martin Niemöller. Tata de la persecución nazi de diferentes colectivos tras el ascenso de Hitler al poder en Alemania. Comunistas, judíos, sindicalistas… «Luego vinieron por mí, y no quedaba nadie para hablar por mí». Así termina.

Tal vez sea excesivo para el contexto español actual, comparado con la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero de alguna manera recuerda a lo que se vive desde hace años en España.

Con los gobiernos de Esperanza Aguirre, cuando Lucía Figar era consejera de Educación en la Comunidad de Madrid, durante las protestas de la Marea Verde provocadas por los recortes presupuestarios y de personal en la escuela pública de la región, se hizo campaña desde la propia Administración educativa para desacreditar al profesorado en su conjunto. Un ejemplo  fue el uso de los resultados de algunos de los exámenes de las oposiciones. La idea parecía clara, dejar en mal lugar al colectivo por los errores de algunos.

Tiempo después llegó el 1 de octubre en Cataluña y el referéndum organizado en la Comunidad y que el Gobierno de Rajoy intentó eliminar del mapa a base de Policías Nacionales y Guardias Civiles enviados para neutralizarlo. Tras todo lo ocurrido en dicha jornada vinieron las denuncias contra docentes catalanes por adoctrinamiento en favor de la independencia y contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El pasado viernes 12 se conocía el archivo de la causa contra tres docentes del Institut La Pau, de Sant Andreu de la Barca, por presuntas humillaciones a los hijos de algunos guardias civiles matriculados en el centro. Otros seis profesores del centro ya habían visto la causa contra ellos archivada hace más de un año.

Hace tres semanas, el programa Skolae, de igualdad y educación afectivo-sexual puesto en marcha por el anterior Ejecutivo navarro, había de acudir a los tribunales ante las denuncias de dos asociaciones de familias católicas por lo que entendían que era un contenido ideológico y polémico.

La pasada semana llegó el nuevo foco. Vox, en la Comunidad de Madrid, quiere conocer los datos personales de quienes han impartido talleres y cursos en centros educativos (y en qué centros) sostenidos con fondos públicos desde 2015. Tal vez sea como dice el líder de Cudadanos en la Comunidad, que el partido de extrema derecha tiene derecho a pedir la información que le parezca pertinente. Aunque desde COGAM, la entidad señalada, se entiende que es una medida de presión y amedrentamiento hacia quienes defienden los derechos fundamentales del colectivo LGTBI+ en las aulas.

Todo ello, además, bajo el paraguas de la legislación que la propia Comunidad de Madrid aprobó cuando estaba gobernada por Cristina Cifuentes. Una legislación a la que el partido de extrema derecha quiere dar carpetazo en todo lo referido a la educación.

El adoctrinamiento se ha convertido en los últimos años en el enemigo de, al parecer, los partidos en la derecha parlamentaria. Adoctrinamiento de todo tipo que, por unas cosas u otras, tiende a hablar y tratar sobre los derechos humanos y las libertades de colectivos vulnerables, personas que se ven acosadas de muy diferentes maneras. No hay que olvidar que en los últimos meses y semanas ha habido un importante repunte de la violencia contra las personas gay, lesbianas y transexuales, principalmente.

Y también todo ello mientras el Estado mantiene, entre las asignaturas del currículo, la Religión. O mientras se fomenta todo tipo de proyectos de emprendimiento en el alumnado de secundaria; un emprendimiento que en no pocos casos defiende postulados de un capitalistmo y un individualismo que podrían considerarse también adoctrinamiento. O un sistema educativo al que no le parece extraño que el Banco de España y la CNMV redacten parte del currículo de Economía. O cuanto las Fuerzas Armadas aparecen y tienen cabida en los colegios o en ferias educativas.

El personal docente, principalmente en la pública, se ha convertido en un objetivo más de las campañas políticas de persecución y estigmatización con una falta de responsabilidad importante que está causando problemas en los centros educativos.

Problemas que tienen que ver con enfrentamientos de algunas familias por lo que entienden que no debe hacerse. Hace unos días una docente madrileña contaba de algunos casos que conocía como, por ejemplo, el de un padre muy enfadado con el profesor de Filosofía de su hijo porque le había suspendido. Este progenitor aseguraba que el suspenso se debía a que el docente era de izquierdas. El alumno, al parecer, no había pasado en ningún examen durante el curso de sacar un 2 de nota.

Algo que hemos visto también con la Memoria Histórica. Otro de los caballos de batalla de ciertos grupos. Entre que los temarios son demasiado extensos y que existe miedo o precaución a tratar algunos asuntos en clase, lo ocurrido durante la guerra civiil y la dictadura de Franco queda fuera de lo que la juventud española aprende (lleva quedando fuera décadas): persecución, purga, decenas de miles de ejecuciones sumarias, represión…

En estos últimos días, Twitter se ha convertido en un contenedor de ejemplos, contrarios, que intentan poner negro sobre blando algunas contradicciones y riesgos que se corren si cualquiera puede decidir qué se trata y qué no en las escuelas.

«Los contenidos de diversidad afectivo-sexual que llevamos a los centros escolares son obligatorios y están establecidos como contenido transversal en la LOMCE», afirmaba el pasado viernes en un comunicado la asociación COGAM, cuyos talleres quiere escrutar VOX.

«Solo podemos entender la petición en el día de ayer, 11 de julio de 2019, de VOX como una persecución política de todo colectivo que no piense como ellos o no les siga el juego», continúa el comunicado, en el que COGAM declara que: «Instamos  a la Fiscalía a actuar ya de oficio ante esta tropelía que se está cometiendo contra nuestro colectivo y no entendemos cómo Ciudadanos y PP pueden sentarse en la misma mesa siendo cómplices de esta actuación lamentable, el incremento de agresiones o delitos de odio hacia las personas de nuestros colectivos será su responsabilidad».

Unas agresiones, además, que tienen un importante lugar de expresión en las aulas y centros educativos, a pesar de la falta de datos oficiales sobre el acoso LGTBIfóbiso (y de acoso en general). Unas aulas «inseguras», como escribía Ana Ojea en este periódico a finales del mes de junio.

El señalamiento de colectivos que trabajan sobre los derechos humanos, así como sobre el personal docente acaba dejando una cierta sensación de que en los centros educativos ocurren cosas que no deberían pasar. Dejan un halo de sospecha que, durante este fin de semana, también en redes sociales, se intentaba combatir con los hastag #YoAdoctrino y #ApuntaMiNombreVox. El primero, rescatado de una campaña precisamente tras el 1 de octubre en Cataluña.

Imagen y fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/15/docentes-en-el-punto-de-mira/

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Bob Lenz: «El trabajo por proyectos no es todo lo que dicen que es»

Por: Victor Saura

Asistimos a una formación con más de un centenar de docentes a cargo de Bob Lenz, uno de los grandes expertos mundiales en el aprendizaje basado en proyectos (ABP). El encuentro lo organiza el Centro Unesco de Cataluña, en el marco del compromiso de la Declaración de Incheon (2015) de formar una sociedad más comprometida con la equidad, la inclusión y la sostenibilidad.

Bob Lenz hace 30 años que se dedica a poner en práctica y teorizar sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos. El ABP en inglés es el PBL (Project Based Learning), pero a lo largo de su charla Lenz añade sistemáticamente dos adjetivos: High-quality. No basta con hacer proyectos, sino que deben ser de alta calidad. High-quality project based learning, repite una y otra vez. De hecho, en sus escuelas se utiliza el acrónimo HQPBL, que aquí debería ser ABPAC. Lenz comenzó con el trabajo por proyectos como profesor y, más adelante, como director de una escuela del área de San Francisco donde el alumnado era mayoritariamente WASP (white anglosaxon protestants). «Todo el mundo que venía a visitarnos nos decía que aquello era fantástico, pero que no funcionaría en escuelas situadas en entornos desfavorecidos y multiétnicos, así que tuve que trasladar el método a colegios en barrios marginales para acabar constatando que el ABP no sólo es buenao para todos, sino que aún es mejor para los alumnos con menos oportunidades», afirma.

«Ahora piensa en grupos de dos o tres cómo ha cambiado el mundo desde que vosotros íbais a la escuela», pide Lenz a los asistentes, más de un centenar de docentes que se han dado cita la tarde del jueves 11 a la escuela Virolai. Y cuando ya lo han hecho les dice que piensen en cómo ha cambiado en los últimos 12 años, porque fue cuando apareció el primer iPhone. Y, efectivamente, el primer iPhone ya parece de otra época. El mundo es cada vez más complejo y cambiante, y los niños deben adquirir aquellas aptitudes que los preparen para hacer frente a este mundo. ¿Cuáles son? Entre Lenz y los asistentes van surgiendo varias. Para estar preparado, el joven de mañana deberá tener competencias en resolución de problemas, adaptabilidad a los cambios, deberá saber trabajo en equipo, tener habilidades comunicativas, pensamiento crítico, creatividad…

Pone como ejemplo la robotización y el impacto que está teniendo en la elevada tasa de desempleo de la juventud en Estados Unidos (25%), que contrasta con la bajísima tasa de paro de la población general (3,5%) . «Tenemos que preparar a los chicos para hacer lo que las máquinas no podrán hacer», sostiene Lenz. «En el futuro no habrá menos puestos de trabajo, sino que requerirán habilidades más elevadas, como la creatividad, por ejemplo, que es un ámbito de los humanos», añade. Y es que el mundo laboral y la vida real, sostiene Lenz, está basado en proyectos: «A las empresas cada vez les importa menos el curriculum vitae de los aspirantes a un empleo, lo que quieren saber es en qué proyectos ha trabajado, porque cada vez más trabajos requieren personas con experiencia en proyectos».

Foto: Unescocat

Y, en cambio, ¿cómo es la escuela hoy? Para Lenz, ha cambiado mucho menos de lo que ha cambiado el mundo. «La mayor parte del trabajo sigue siendo individual, aún se hacen muchos más deberes que proyectos, cuando la única manera de aprender a trabajar colaborativamente es trabajando colaborativamente», comenta.

Para acabar con algunos mitos alimentados por los detractores de la ABP, Lenz cuenta la historia de tres exalumnos que venían de mundos muy diferentes, con expectativas muy diferentes, y cómo los tres han acabado con carreras exitosas, aunque también muy diferentes. «La evidencia científica nos dice que el alumnado escolarizado con metodología ABP tiene una propensión mucho menor a dejar colgados los estudios, bien sea en el High School (14-18 años) o en la universidad», afirma Lenz.

Los seis criterios de los proyectos de alta calidad

En realidad, el público que Lenz tiene hoy delante no necesita demasiadas razones porque ya cree, una gran parte ya trabaja por proyectos (o por problemas, retos y casos, como me explicará la profesora de Biología del Virolai que tengo lado), y ha venido precisamente para seguir haciéndolo. Pero ¿qué es un High-quality proyecto based learning? «Si quieres saber si tu proyecto es auténtico, pregunta a tus alumnos, incluso los pequeños, si han tenido una experiencia de alta calidad», dice Lenz, ya que «también hay muchas cosas a las que se llama proyectos y que no lo son».

«Leer Shakespeare y hacer una maqueta del teatro Globe no es ABP, y en cambio hacer esto y pensar que se trabaja por proyectos es muy común», dice Lenz. Como pedir a los niños que lleven hojas para hablar de los árboles y empapelar el aula con cartulinas llenas de hojas, me comentará un docente durante la pausa. Los proyectos, si no son high-quality, no generan aprendizaje significativo, no atrapan al alumnado y crean esa sensación entre las familias de que sus hijos se pasan el día jugando en el cole.

En el Buck Institute for Education, que dirige Lenz, han desarrollado toda una teoría sobre las características que debe tener el trabajo por proyectos para ser considerado como tal. Aparecen seis condiciones, que Bob Lenz ha llevado a la sesión. Explicadas de forma sintética serían esto: el proyecto debe suponer un reto intelectual para el alumno y, por eso, hay que ajustarlo a cada edad («no debe ser ni demasiado difícil ni demasiado aburrido», resumirá Lenz); también debe ser auténtico, es decir, debe tener relación con su contexto, con sus vidas; en tercer lugar, debe ser colaborativo, los debe obligar a trabajar con equipos y relacionarse con agentes de fuera de la escuela; debe implicar gestión (management), no se trata sólo de hacer un proyecto sino de gestionarlo; debe comportar reflexión («no puedes aprender a aprender a menos que reflexiones sobre lo aprendido», dice Lenz); y, por último, debe ser público («una vez que el profesor ha revisado el trabajo, éste se hará público, el profesor no puede ser la única audiencia»).

Una plataforma para el intercambio de proyectos

Si tu proyecto cumple todos estos criterios posiblemente es high-quality. Es decir, estás haciendo ABPAC. Y eso es lo que, a su manera, quiere impulsar el Centro Unesco de Cataluña. Según explica su presidente, Eduard Vallory, con este centenar de docentes como base se está creando una comunidad para promover el aprendizaje basado en proyectos enfocados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La comunidad se sustentará en una plataforma digital para fomentar el intercambio de proyectos, al igual que hace el Buck Institute of Education, que pone a disposición de cualquiera que se registre en la web alrededor de sesenta proyectos que llama Gold Standard (que serían los mejores entre los high-quality, porque aún incorporarían más criterios, como la participación del alumno en su creación). En septiembre ya habrá una versión beta de esta plataforma, que de momento sólo se abrirá a los usuarios iniciales que la testarán, pero la idea es que más adelante se abra a todo el mundo.

Esta plataforma pretende promover el intercambio y mejora de proyectos centrados en los 17 ODS aprobados en 2015 por Naciones Unidas y que sintetizan los retos globales. El Foro Mundial de Educación que tuvo lugar el mismo año en Incheon (Corea del Sur), promovido por la Unesco y otras agencias de Naciones Unidas, advirtió de que estos Objetivos sólo alcanzarán sensibilizando y capacitando a los niños y jóvenes a través de una educación de calidad inclusiva y equitativa, como recoge el documento de la UNESCO Educación para los ODS.

Foto: Unescocat

En diciembre pasado, el Centro Unesco de Cataluña presentó este documento y la iniciativa APB para los ODS de la mano de la directora general adjunta para la Educación de la Unesco y los consejeros de la Generalidad Artadi y Bosch, ya que entiende que la capacitación del profesorado en educación para el desarrollo sostenible pasa también por un proceso de reconversión del sistema «que no puede dejarse en manos del voluntarismo de los profesores», dice Vallory. El programa de Escola Nova 21, ahora ya en su fase final, se enmarcaba claramente en esta voluntad.

Según Vallory «hay un falso debate entre conocimientos y competencias que en realidad está más relacionado con la inseguridad de algunos profesores de secundaria a la hora de trabajar por competencias, porque hemos hecho un curriculum competencial pero falta mucha formación para poder personalizar el aprendizaje, hacer codocencia, ABP, evaluación formativa, etc.». «Entre lo que plantea la agenda mundial y la realidad del aula -añade- hay una gran distancia, como acaban de advertir las responsables de la Unesco y de Unicef ​​en el High Level Political Forum de Naciones Unidas. El objetivo de la Unesco es que el trabajo competencial no sea una anécdota en 2030″.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/16/bob-lenz-el-trabajo-por-proyectos-no-es-todo-lo-que-dicen-que-es/

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No tenemos más remedio

Por: Elena Simón

La cultura de la violación no apela al deseo sexual masculino irresistible, sino que engarza con las relaciones desiguales de poder entre los sexos. Y ello no está erradicado, ni mucho menos.

Estamos en verano y eso significa sobre todo y en España FIESTA: fiestas locales y patronales, playeras, discotequeras, conmemorativas, conciertos, concentraciones humanas en las calles, etc. Fiestas de cuerpo, de música, de pérdida de mesura y de conciencia, a veces.

Nos acabamos de dar cuenta de que la cultura de la violación como fiesta masculina está instalada con «normalidad» en todas partes y es posible que algunos chicos extranjeros vengan aquí de vacaciones atraídos por estas fiestas veraniegas que, además de ser muy divertidas, son también permisivas respecto a los actos de violación contra las que viven y hacen fiesta aquí, en cualquier pueblo o ciudad, en cualquier calle o plaza.

Estamos en julio y recordamos qué pasó en Sanfermines hace tres años, pero no debemos olvidar que después de tres años de injusticia, por fin tenemos una sentencia que califica de horrendo el acto de violación colectiva intencionada, no de banal, divertido o inconsciente.

Como vivimos desde siempre en una cultura de la violación, donde los hombres se pueden permitir sentir deseo indiscriminado por cualquier cuerpo sexuado de cualquier mujer y ejecutarlo en solitario o en grupo, con o sin testigos presenciales; los hombres, hasta ahora, creían que eso era un simple ataque contra el honor (de las mujeres siempre estuvo en entredicho) y no un atentado contra las personas y su libertad sexual. Como los chicos siguen creciendo y viendo escenas sexuales violentas normalizadas, lo que quieren es repetirlas, pensando que las víctimas de su crimen no sienten ni sufren ni padecen, no sólo asco y dolor físico, sino consecuencias psicológicas y confusión mental, que arrastran durante buena parte de sus vidas, ante la permanente duda de si, en último extremo, consintieron.

El asunto de la violación es cosa de hombres y son ellos los que han de posicionarse claramente en contra, colectivamente y con toda clase de instrumentos a su alcance: manifiestos, libros, artículos, audiovisuales, publicidad, acciones colectivas visibles y hasta simples conversaciones entre amigos, conocidos o familiares.

Es cierto que muchos hoy día no son sujetos activos de violaciones, pero muchos más son sujetos pasivos y cómplices: no se pronuncian, no reaccionan, no hacen ni dicen, miran para otro lado o, incluso, sospechan de la palabra denunciante de las mujeres víctimas.

La verdad es que hay que romper drásticamante una acción patriarcal que tenía patente de corso: en las familias, en el vecindario, en los entornos ciudadanos o familiares y profesionales, en los gimnasios, en las playas.

Que las mujeres hayan adoptado formas de estar, vestirse y presentarse atrevidas y, en otros tiempos llamadas “descaradas”, no quiere decir en absoluto que vayan anunciando jornada de puertas abiertas por doquier. La mayoría de las jóvenes adoptan una estética de desnudez que, al ser tan generalizada, no habla de ninguna actitud sexualmente provocadora, sino de una moda para el verano.

Y otra cosa es que tenemos que conseguir desterrar esa idea masculina y aceptada socialmente de que el sexo “un poquito” forzado tiene más gracia y procura más placer. Las adolescentes y las jóvenes son objeto de deseo masculino, sin discusión, pero también lo son mujeres de otras edades, por el mero hecho de ser mujeres. Y, por ello, los chicos y los niños tienen que aprender que sus iguales, las chicas y las niñas, tienen unos genitales penetrables por los genitales penetradores, que son gobernados por ellas mismas.

La cultura de la violación no apela al deseo sexual masculino irresistible, sino que engarza con las relaciones desiguales de poder entre los sexos. Y ello no está erradicado, ni mucho menos.

Mientras tanto, vamos poniendo parches, inundando nuestras fiestas de puntos violeta y whatsapps de ayuda, poniendo carteles y logos y apelando a la solidaridad ciudadana para parar estos actos criminales, para crear conciencia.

¿Podemos hacer algo más al respecto?

Ir arrinconando, denunciando y condenando la frivolización de las violaciones, aislar a los sujetos, afear esas conductas, contrarrestar la única visión pornográfica que se divulga: mujeres sometidas a todo tipo de penetraciones y vejaciones, fingiendo deseo y placer.

Es verano, hay muchas fiestas, la gente sale y entra, se mueve por lugares sin normas y -yo diría- sin derechos, todo vale.

NO TENEMOS MÁS REMEDIO que empezar a actuar desde la justicia y el buen trato. Los hombres no tienen una condición humana superior que los convierta en impunes.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/15/no-tenemos-mas-remedio/

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Escuelas de segunda oportunidad: una responsabilidad pública

Por: Julio Rogero

“La disolución de las fronteras entre lo público y lo privado alimentan una corrupción impune que envilece a las sociedades y pervierte la política en su papel de insustituible instrumento de acción ciudadana y de organización y funcionamiento de la sociedad en función de las necesidades de las personas” (Manifiesto de ATTAC-ESPAÑA (2013)

Hace unos días apareció en el Diari de la Educació la sorprendente noticia de que “Barcelona pone en marcha una escuela de segunda oportunidad. La primera de estas características de titularidad pública de todo el Estado. La gestión se ha adjudicado a Salesianos San Jordi y la Fundación El Llindar”. La noticias señala que las “escuelas de segunda oportunidad son escuela situadas en los márgenes, como sus alumnos, normalmente adolescentes que han dejado colgado sus estudios prematuramente y a los que algunas entidades sociales intentan dar una alternativa”.

Esas son algunas de las características de esas escuelas que recogen alumnado de fracaso y abandono escolar en riesgo de exclusión social. A raíz de la lectura de esta noticia, surgen muchas preguntas desde le asombro. La primera es: ¿Cuál es la novedad? ¿No había y hay en Cataluña centros públicos que han intentado e intentan dar respuestas de nuevas o segundas oportunidades al alumnado que ha abandonado o estaba a punto de abandonar el sistema educativo?, ¿por qué se ignora y silencia que hay muchas escuelas de segunda oportunidad que son públicas y que desde hace mucho tiempo, cuando empezaron los programas de “garantía social” (de desafortunado nombre), dan una magnífica respuesta alternativa a la que les dio de forma inadecuada la escuela ordinaria?

La segunda pregunta que surge es: ¿Cómo denominamos “de titularidad pública” a lo que es gestionado y puesto en manos privadas? ¿Es una confusión intencionada? ¿Dónde queda lo público, en facilitar el negocio de las entidades privadas? ¿Por qué no se ponen en manos de profesionales públicos bien preparados y comprometidos con este alumnado que, sin ninguna duda, hay muchos en Cataluña? No acabo de entender esta iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, que creía que tenía una opción clara por la educación pública y el derecho de todos a la educación, y no por poner en manos del mercado a personas en situaciones tan sensibles. Si es la escuela de titularidad pública la que ha segregado a este alumnado, es la escuela pública la que debe darles respuestas de segunda oportunidad para que lleguen al éxito educativo y profesional.

Tenemos escuelas de titularidad pública de segunda oportunidad, aunque no se llamen así, que son modélicas en muchos sitios. Conozco directamente estas escuelas de la Comunidad de Madrid, las Unidades de Formación e Inserción Laboral (UFIL), en las que trabajé mis últimos diez años de docencia, y los resultados de su labor inclusiva son sobradamente conocidos desde hace ya 30 años. Es verdad que son escuelas silenciadas porque están en los márgenes y en las afueras del sistema educativo, como lo está su alumnado, y uno tiene la sensación de que son “no-lugares” vergonzantes de un sistema que sigue expulsando a muchas personas del derecho a la educación.

Dice la noticia que: “En España se creó hace tres años la Red Española de Escuelas de Segunda Oportunidad, de la cual forman parte 39 centros, todos ellos nacidos de la iniciativa privada, de las cuales 7 están situadas en Cataluña. Las administraciones han reconocido el valor de esta escuela, las han reconocido y subvencionado, pero por primera vez una administración pública ha decidido crear una”. Lo que no dice la noticia es que las UFIL, como centros públicos, formaron parte de la red europea de escuelas de segunda oportunidad, donde fueron un referente importante de las acciones de inclusión social que se estaban llevando a cabo con este colectivo.

Es peligroso publicitar como positiva la penetración de lo privado en lo público, con el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona. No es este el papel que deben jugar las administraciones públicas que, como en este caso, parecen no fiarse de sus profesionales de la educación y ponen un programa tan importante en manos de entidades sociales privadas de las que podemos dudar que puedan dar mejor respuesta que los servidores públicos. La noticia nos llena de sonrojo a muchas personas que luchamos por una escuela pública de todos, para todos y con todos.

Me parece bien que la Administración reconozca a estas escuelas. Lo que no es comprensible es magnificar un hecho, sin duda importante, como el de la noticia, cuando se silencian las realidades positivas, consolidadas y esperanzadoras de la escuela pública. Quizás sea que no somos capaces de hacer visibles los valores y éxitos de nuestra escuela. Quizá es que la escuela privada sabe vender, en el mercado educativo y propagandístico, como buenas sus virtudes e, incluso, sus defectos y errores. Es nuestra responsabilidad que se conozca todo lo bueno que tiene la escuela de titularidad pública, difundiendo sus éxitos y no solo mostrando sus carencias, que reconocemos que son muchas, así como reivindicar más recursos y los mejores profesionales para este alumnado.

“La disolución de las fronteras entre lo público y lo privado alimentan una corrupción impune que envilece a las sociedades y pervierte la política en su papel de insustituible instrumento de acción ciudadana y de organización y funcionamiento de la sociedad en función de las necesidades de las personas” (Manifiesto de ATTAC-ESPAÑA (2013)

Hace unos días apareció en el Diari de la Educació la sorprendente noticia de que “Barcelona pone en marcha una escuela de segunda oportunidad. La primera de estas características de titularidad pública de todo el Estado. La gestión se ha adjudicado a Salesianos San Jordi y la Fundación El Llindar”. La noticias señala que las “escuelas de segunda oportunidad son escuela situadas en los márgenes, como sus alumnos, normalmente adolescentes que han dejado colgado sus estudios prematuramente y a los que algunas entidades sociales intentan dar una alternativa”.

Esas son algunas de las características de esas escuelas que recogen alumnado de fracaso y abandono escolar en riesgo de exclusión social. A raíz de la lectura de esta noticia, surgen muchas preguntas desde le asombro. La primera es: ¿Cuál es la novedad? ¿No había y hay en Cataluña centros públicos que han intentado e intentan dar respuestas de nuevas o segundas oportunidades al alumnado que ha abandonado o estaba a punto de abandonar el sistema educativo?, ¿por qué se ignora y silencia que hay muchas escuelas de segunda oportunidad que son públicas y que desde hace mucho tiempo, cuando empezaron los programas de “garantía social” (de desafortunado nombre), dan una magnífica respuesta alternativa a la que les dio de forma inadecuada la escuela ordinaria?

La segunda pregunta que surge es: ¿Cómo denominamos “de titularidad pública” a lo que es gestionado y puesto en manos privadas? ¿Es una confusión intencionada? ¿Dónde queda lo público, en facilitar el negocio de las entidades privadas? ¿Por qué no se ponen en manos de profesionales públicos bien preparados y comprometidos con este alumnado que, sin ninguna duda, hay muchos en Cataluña? No acabo de entender esta iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, que creía que tenía una opción clara por la educación pública y el derecho de todos a la educación, y no por poner en manos del mercado a personas en situaciones tan sensibles. Si es la escuela de titularidad pública la que ha segregado a este alumnado, es la escuela pública la que debe darles respuestas de segunda oportunidad para que lleguen al éxito educativo y profesional.

Tenemos escuelas de titularidad pública de segunda oportunidad, aunque no se llamen así, que son modélicas en muchos sitios. Conozco directamente estas escuelas de la Comunidad de Madrid, las Unidades de Formación e Inserción Laboral (UFIL), en las que trabajé mis últimos diez años de docencia, y los resultados de su labor inclusiva son sobradamente conocidos desde hace ya 30 años. Es verdad que son escuelas silenciadas porque están en los márgenes y en las afueras del sistema educativo, como lo está su alumnado, y uno tiene la sensación de que son “no-lugares” vergonzantes de un sistema que sigue expulsando a muchas personas del derecho a la educación.

Dice la noticia que: “En España se creó hace tres años la Red Española de Escuelas de Segunda Oportunidad, de la cual forman parte 39 centros, todos ellos nacidos de la iniciativa privada, de las cuales 7 están situadas en Cataluña. Las administraciones han reconocido el valor de esta escuela, las han reconocido y subvencionado, pero por primera vez una administración pública ha decidido crear una”. Lo que no dice la noticia es que las UFIL, como centros públicos, formaron parte de la red europea de escuelas de segunda oportunidad, donde fueron un referente importante de las acciones de inclusión social que se estaban llevando a cabo con este colectivo.

Es peligroso publicitar como positiva la penetración de lo privado en lo público, con el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona. No es este el papel que deben jugar las administraciones públicas que, como en este caso, parecen no fiarse de sus profesionales de la educación y ponen un programa tan importante en manos de entidades sociales privadas de las que podemos dudar que puedan dar mejor respuesta que los servidores públicos. La noticia nos llena de sonrojo a muchas personas que luchamos por una escuela pública de todos, para todos y con todos.

Me parece bien que la Administración reconozca a estas escuelas. Lo que no es comprensible es magnificar un hecho, sin duda importante, como el de la noticia, cuando se silencian las realidades positivas, consolidadas y esperanzadoras de la escuela pública. Quizás sea que no somos capaces de hacer visibles los valores y éxitos de nuestra escuela. Quizá es que la escuela privada sabe vender, en el mercado educativo y propagandístico, como buenas sus virtudes e, incluso, sus defectos y errores. Es nuestra responsabilidad que se conozca todo lo bueno que tiene la escuela de titularidad pública, difundiendo sus éxitos y no solo mostrando sus carencias, que reconocemos que son muchas, así como reivindicar más recursos y los mejores profesionales para este alumnado.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/16/escuelas-de-segunda-oportunidad-una-responsabilidad-publica/

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¿Adoctrinar o educar?

Por: Yesid González Perdomo

Si de algo somos culpables los docentes es de enseñar a dudar, dudar de los padres, de la iglesia, del partido, del Estado, de los medios de comunicación, dudar al mejor estilo cartesiano sin ser dogmáticos.

Las buenas gentes del pueblo

han escrito al ministerio

y dicen que no está claro

como piensa este maestro

dicen que lee con los niños

lo que escribió un tal Machado

que anduvo por estos vagos

antes de ser exilado.

El Maestro (fragmento)

Patxi Andion

Un cambio de gobierno no es únicamente el canje de una persona por otra, es todo un redireccionamiento de las políticas Estatales y su relacionamiento con la sociedad, es la consolidación de un proyecto de nación, que para Colombia lastimosamente no existe por la mezquindan de nuestros gobernantes. La actual campaña de desprestigio en contra de la educación pública, los maestros/as y el sindicato no es una casualidad e intentaré explicar brevemente como esta situación es algo planeado y con unos objetivos bien concretos a favor del partido de gobierno.

El día  2 de febrero el senador por el Centro Democrático Fernando Araujo publicó en Twitter el Hashtag:  acompañado de una fotografía del ex candidato presidencial y líder del movimiento Colombia Humana Gustavo Petro, cuando éste participaba en un seminario de formación  de FECODE, días después el Ex presidente y ahora  trinó en contra de la Federación por un comunicado en dónde se solicitaba respeto por la soberanía nacional colombiana, cuando estaba en pleno furor el murmullo de la llegada de tropas extranjeras, y por la no injerencia de nuestro Estado en los asuntos internos del hermano país de Venezuela.

Sumado a esto, empezaron a circular algunos videos aislados, individuales y no orientados por la Federación que mostraban efectivamente una evidente manipulación de un adulto para que los niños y niñas dijeran efectivamente lo que este quería; sin embargo, no es claro que fue un docente el adoctrinador, y si lo fuera, este estaría incurriendo en delitos que están enmarcados en el código penal, código disciplinario único y código de infancia y adolescencia.

Así pues, tanto el senador como el expresidente proponen con sus trinos una guerra mediática abierta en contra del magisterio, utilizan su poder político para adoctrinar a sus bases. Como profesor de sociales entiendo profundamente la injerencia de Colombia en la situación venezolana, a pesar que el ex presidente  señale que el sindicato apoya las dictaduras nunca lo hemos escuchado referirse al caso Arabia Saudita, solo por poner un ejemplo de una monarquía autoritaria que es apoyada por los Estados Unidos, digamos que hace parte de la postura política del Centro Democrático que  acomoda sus normas  morales de acuerdo a sus intereses y prioridades.

Lo cierto, es que la crisis Venezolana tiene varias aristas más allá de las que le interesa al ciudadano de a pie, podríamos plantear que con el proceso de paz el Centro Democrático se quedó sin discurso, encontrando en el vecino la distracción perfecta para evadir la atención de los asuntos sustanciales de la nación hoy, como la discusión por la aprobación del PND, pero también ha resucitado la popularidad del presidente con las acciones del ELN, esta coyuntura catapultó la mala imagen de Iván Duque, tambores de guerra volvieron a sonar y muchos se alegraron porque veían  como su negocio se salvaba ad portas del fin.

Ahora bien, para nadie es un secreto que tanto los estudiantes universitarios como los maestros, junto a los campesinos, indígenas y otro par de sectores en el país, son la piedra en el zapato para que este gobierno avance en sus políticas sin ningún tropiezo, ya lo demostraron los universitarios el año pasado, los maestros el antepasado y los campesinos en el 2015.

En ese orden de ideas, el partido de gobierno tiene un plan para desprestigiar estos y otros sectores sociales que históricamente han confrontado los malos gobiernos, al mejor estilo del seudo fascismo latinoamericano, tan de boga hoy, la hoja de ruta que ciegamente sigue el uribismo la traza Brasil, , conservador, ultraderechista, ex militar, homófobo, racista y permisivo con la tortura, plantea en algunas líneas generales lo siguiente:

– Permitir armar a los ciudadanos.

– Impunidad frente al exceso de fuerza por las FF.AA.

– Campos de concentración para migrantes venezolanos.

– Escuelas sin partido.

Simultáneamente en Colombia y en extraña coincidencia con el programa de Bolsonaro se ha discutido la restricción de armas manteniendo dudosas excepciones para las “personas de bien”, el senador José Obdulio Gaviria afirmó en una entrevista en la W radio: “Yo soy amante del ESMAD, son absolutamente necesarios para controlar las manifestaciones”, a pesar de tener múltiples denuncias por violaciones a los derechos humano,  sin contar las agresiones en el último paro universitario que le costó el ojo a un estudiante de música de la universidad del Cauca.

Frente al caso Venezuela, ,  es difícil detectar cuántos de esos seres humanos tienen conexiones familiares con ciudadanos colombianos, es decir, es necesario incluir en las cifras los colombianos repatriados o venezolanos hijos de Colombianos, para poder dimensionar hasta donde nosotros estamos recibiendo parte del desplazamiento forzado  que había salido del país gracias a la guerra interna que hoy vuelve galopante a ser patrocinadora de red de informantes, por citar otro ejemplo.

El 19 de febrero el representante a la cámara Edward Rodríguez también del Centro democrático, anunció una propuesta de proyecto de ley mordaza, mal remedo del proyecto brasileño para limitar la libertad de cátedra de los docentes en el país, con propuestas que ya están tipificadas como delitos en la legislación que nombré con anterioridad, adicional a propuestas que rayan en la estupidez de coartar discusiones políticas en asignaturas no relacionadas con  las ciencias sociales, acabando de tajo con  lo que seguramente el honorable presentante no conoce: los proyectos de aula y  la interdisciplinariedad.

Como interpretar la doble moral del Centro Democrático cuando el canciller Carlos Holmes Trujillo violando explícitamente la ley, anunció que iría a los comicios electorales del 2022 como candidato a la presidencia de la república, en sus excusas publicas hizo amparo de la libre cátedra:

“Si se considera inadecuado lo que mencioné de manera espontánea, en un ambiente académico y amparado por la libertad de cátedra (…) pido excusas por haberme dejado llevar del humor y de la espontaneidad propias de esos ambientes en los cuales me he desenvuelto durante muchos años de mi vida”, dijo Trujillo García en una declaración dada en la sede de la Cancillería” (LA FM, 2019)}

Libre cátedra sí, pero no así, sería el lema del partido de gobierno para sintetizar la intención de desprestigiar a los sectores sociales que lo confrontan.

Ahora bien, dejemos claras algunas cosas, pensar la neutralidad en las instituciones sociales es una afrenta a la inteligencia humana, ya  lo había señalado Althusser en su libro “Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado”, más aún cuando las escuelas tienen un Proyecto Educativo Institucional (PEI), que estructura el tipo de sujeto que quiere formar, el currículo, las materias, las intensidades, las temáticas, y allí está implícita la subjetividad política que se quiere construir, las  formas en que el sujeto va interactuar con la comunidad para agenciarla y padecerla al tiempo.

Pero sobre todo, para desarrollar el pensamiento crítico. Ese tamiz que permite filtrar las enormes cantidades de información que se producen por segundo hoy en el mundo, ese es el papel de la escuela, y los maestros/as los encargados de brindar las herramientas para que ese filtro realmente funcione. Si de algo somos culpables los docentes es de enseñar a dudar, dudar de los padres, de la iglesia, del partido, del Estado, de los medios de comunicación, dudar al mejor estilo cartesiano sin ser dogmáticos.

Para ir concluyendo, estoy de acuerdo con que las escuelas públicas no deben ser partidistas, deben seguir siendo lo que son hasta hoy, un espacio de construcción de diversidad en todos los ámbitos y todos los niveles, tanto así que el colegio público no puede negar el derecho por razones de identidad, genero, raza, posición política, religiosa, etc., mucho menos por el aspecto físico o limitar el libre desarrollo de la personalidad, esto es permitido en la educación privada. Lo cierto es que con el discurso de la libertad y neutralidad quieren limitarla, lo que incomoda al partido de gobierno no es otra cosa que el aumento del descontento con argumentos de los jóvenes del país, ¿Qué culpa tienen de no ser conservadores?

Que los sindicatos tiene mucha cercanía con sectores de izquierda y alternativos del país, sí, lo que no quiere decir que el sindicato sea un partido, es más fueron esos sectores los que históricamente han favorecido la creación de organizaciones de trabajadores contra la explotación, de no ser por ellos trabajaríamos más de 8 horas diarias. Que esa cercanía se debe a que esos sectores convergen por ejemplo, en el aumento de los recursos para la financiación de la educación, garantías plenas para los estudiantes y dignificación de la profesión docente, ¿Qué hacemos? Si al Centro Democrático no le gusta el dialogo social, sino el ESMAD ¿Qué hacemos? Si al Centro Democrático no le gustan los comunistas, la comunidad LGTBI, la crítica, la defensa del medio ambiente y  el derecho que tenemos algunos colombianos de no meternos en los asuntos de los vecinos ¿Qué hacemos? Si ser profesor es poder tener la mente abierta, no discriminar por ningún motivo, respetar la opinión del otro así no esté de acuerdo, con disentir que la única solución para nuestros problemas es el plomo, parafraseando al ciudadano que marchó hace poco contra violencia. ¿Qué hacemos?

Finalmente, parece ser que la respuesta del Centro Democrático para estas preguntas es la censura, el señalamiento y la exclusión, FECODE quieran  o no reconocerlo ha sido participe de la vida pública y política de este país, con sus errores y aciertos ha contribuido a la modernización de la educación en Colombia (impulsó el movimiento pedagógico, la ley general de educación, la constituyente, etc.), es más, me atrevo a asegurar que sin FECODE no existirá educación pública, porque con la fiebre neoliberal de los fundamentalistas del mercado, en palabras de Stiglitz, todas las escuelas serian privadas y la comunidad educativa lo sabe, sabe que quien esta con sus hijos la mayor parte del día no es Uribe o José Obdulio, sino un profesor o profesora que seguro gana mucho menos que los honorables padres de la patria.

LA FM. (11 de 02 de 2019). . Recuperado el 21 de 02 de 2019, de 

Fuente: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/adoctrinar-o-educar-70154

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¿Ser superdotado es incompatible con ser feliz?

Por: Olga Carmona

El lenguaje crea realidad. El pesimismo ante las altas capacidades puede generar mucha angustia en los niños y en sus familias

Una misma circunstancia o hecho produce emociones diferentes según la persona, por lo que la reacción emocional dependerá de la interpretación que hagamos del hecho y no del hecho en sí. La circunstancia se transforma en relato y atraviesa nuestro filtro de creencias en cuya base se encuentra lo vivido, nuestra psicobiografía.

Y luego está lo que vende. El drama vende mucho más que la felicidad. El drama, la tragedia, es enormemente atractiva para todo un mercado que vive de ella. Parecería que estamos programados para poner el foco en lo que no funciona más que en lo útil, en lo que nos falta y no en lo que tenemos. Parecería que encontramos consuelo en el drama ajeno o hacemos una suerte de catarsis por poderes con el dolor y la insatisfacción de otros.

Como psicólogos que trabajamos en el área del Talento y las Altas Capacidades, nos negamos rotundamente a formar parte de la cultura del pesimismo y la futurología catastrofista que rodea a los más dotados y a sus familias.

Títulos de libros que anuncian la infelicidad garantizada por ser superdotado. El fracaso seguro por ser “demasiado” inteligente, la incompatibilidad entre inteligencia y felicidad, como si de una maldición de cuento de hadas se tratara. Un terrible estigma que viene de la mano de esa condición y cuya influencia es inevitable. Si inteligencia y felicidad son incompatibles, ¿significa entonces que la falta de inteligencia equivale a felicidad? Y para quienes creen que esa premisa es cierta, ¿a qué tipo de felicidad se refieren? Parece que a esa que es el eslabón perdido entre el mundo vegetal y el animal, la que produce la ignorancia y la falta de cuestionamiento.

Es imprescindible cambiar esa visión, a caballo entre lo oscuro, lo raro, lo excéntrico y lo simplista o negador. No hablo de normalizar, muy al contrario. Hablo de naturalizar la diferencia y no añadir más prejuicios al asunto. Haz esta prueba: si tecleas “superdotado” en Google te van a salir al primer pantallazo 16 imágenes de niños con gafas con una pizarra detrás con fórmulas matemáticas. Es decir, la cultura nos dice que ser superdotado es tener gafas y ser un as de las matemáticas. Y tocar el violín.

Y luego está la profecía del fracaso escolar sobrevolando sobre las cabezas de los “demasiado” inteligentes, y el pronóstico de infelicidad en lo personal, y la creencia de su dificultad para relacionarse…

Algunos padres lloran cuando reciben el diagnóstico y nosotros les damos la enhorabuena porque eso es lo que es: una buena noticia. Y les ayudamos a mirar a su hijo o hija como un reto educativo donde todos van a crecer más a allá de lo que creían posible. Les animamos a que coloquen el foco del problema donde está: en la cultura, en el colegio, en la sociedad que ignora y sospecha maliciosamente entre la envidia y la curiosidad, en la incomprensión de los otros. En una sociedad que dice que si no eres como todos, tienes un problema.

Sí, su capacidad para la felicidad es superior a la de la mayoría de la gente, en tanto que una de sus características más acusadas es la intensidad emocional. Pero también está su capacidad para fluir, para comprometerse con la tarea, para sentir un inmenso placer al conocer y entender. Para la psicología, el concepto de felicidad no se refiere a ese estado de intelecto comatoso, ni a la vida simplista orientada al placer hedónico.

Para Mihaly Csikszentmihalyi, considerado el investigador más importante del mundo en el ámbito de la Psicología Positiva, la felicidad es el resultado de un estado de flujo o fluidez. Este ocurre cuando estamos tan inmersos en una actividad que el tiempo se detiene, absortos a todo cuanto ocurre a nuestro alrededor, experimentando una sensación de placer continuo. Cuando ese estado es un reto y conduce al crecimiento personal, reporta satisfacción y plenitud, lo que se traduce en un estado de felicidad.

La mayoría de los padres con hijos superdotados han vivido esa experiencia a través de sus hijos, los han visto sordos, absortos y ausentes completamente inmersos en esa actividad que les fascina. Eso es el auténtico estado del fluir, la esencia de la felicidad.

Para Martín Seligman, otro grande de la psicología positiva, el ser humano es feliz cuando alcanza sus propósitos y su vida tiene un sentido. Sin embargo, vivimos en un mundo que ha confundido felicidad con hedonismo, una suerte de felicidad bulímica que ha creído que acaparar bienes materiales nos dará lo que todos buscamos.

Nosotros invitamos a los padres a que pongan el foco en la luz que desprende su hijo, en su energía inagotable, en la risa que estalla y en el llanto feroz sin solución de continuidad, en la voracidad con la que exploran, en la honestidad con la que abrazan o se niegan a hacerlo, en la mirada inquieta y el verbo experto, en la ingenuidad infantil para relacionarse, en la maravillosa empatía para con otros, en su estricto sentido de la justicia, en su estar vivos, más vivos si cabe, que los llamados “normales”.

Les proponemos una excursión improvisada y urgente lejos de su zona de confort sin más equipaje que una mirada optimista y constructiva y cuya única brújula sea mantener el brillo en los ojos de su hijo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/04/24/mamas_papas/1556089798_100352.html

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El humanismo actual: verdad, bien y justicia

Por: Beatriz Villareal.

La revisión y adecuación del concepto de humanismo es necesaria ante las complejidades que han surgido en el contexto social originado por la acelerada transformación y agresión a la naturaleza causada por el progreso económico y tecnológico y la supremacía ideológica de la insolidaridad, porque hacen más difícil la construcción de espacios comunes para una convivencia social armoniosa, ante fenómenos como las migraciones y las guerras locales, nacionales o tri nacionales como es el terrible caso de Yemen en África. Este contexto hace necesario a replantearse la fundamentación del significado del humanismo. El vigente se basa en la ideal de bienestar  básicamente material como el lugar común  para todos en el mundo. Pero no lo es realmente, exhibe profundas fisuras y rasgos que le dan fecha de defunción al acercarse cada vez más a la destrucción de la base natural que lo vio nacer.

Es así porque la problematización de esta definición planteada recientemente por E. Lledó (2018)  considera que si del dinero empleado en guerras, destrucción y ausencia de solidaridad se utilizara en investigaciones sobre los problemas esenciales de la vida, la faz del mundo sería mucho mejor. Es necesaria la construcción de un nuevo paradigma del humanismo. Su significado es útil al pensamiento y a la toma de conciencia, aunque por ahora no lo es a  la acción. Que se piense y se pronuncie el nuevo contenido permite saber que están ahí, comprometiéndonos, y haciendo posible la creación de situaciones que hagan posible esta nueva definición, visión filosófica y conceptual. Requiere de una educación emocional e intelectual para vencer un mundo  lleno de ideología del poder, de competitividad, agresión y fanatismo económico que no pueden desprenderse fácilmente  de estos lastres.

Para Lledó en la educación  se encuentra la imprecisa frontera donde coinciden la teoría y la praxis  y donde ambos dominios se interfieren. Ya que pareciera que las humanidades han quedado al margen de los intereses concretos e inmediatos de las personas ante los avances de la ciencias y de la tecnología. En educación conceptos como la verdad o el bien son tan imprescindibles en el contexto cultural, al igual que los elementos físicos, para sostener y hacer posible la vida en común, los ideales humanos, la posibilidad de comunicación y la inteligencia. Son respuestas a problemas planteados por las demandas de un humanismo renovador en la incesante tarea de modificación y revisión ante las condiciones cambiantes de la humanidad.

Para la nueva concepción humanista la verdad como primer término es uno de los conceptos esenciales para que se pueda desarrollar la sociedad. El lenguaje establece los elementos que la hacen válida. Son las personas las que tienen que establecer los nuevos fundamentos  y trazar las nuevas fronteras. Antes, la verdad sólo servía a la clase poderosa y era un conglomerado ideológico sobre el cual esta clase se apoyaba. Con la democracia, se supone, en teoría, al ser todos iguales, nadie puede detentar para sí le discurso del poder ni nadie posee el privilegio de la verdad. La verdad es un bien común, un bien para construir en el diálogo con la tradición literaria y con la tradición del lenguaje en el que vivimos y estamos con los otros, sin que nadie, por la autoridad derivada de su poder,  se arrogue el privilegio y del derecho de poseerla.

Desde la filología el significado de las cosas y la filosofía con los seres y las cosas, la verdad como fundamento de las relaciones humanas brotó de una necesidad democrática histórica que descubrió un horizonte de referencias en las que los seres humanos pudieron iluminar la fuerza y seguridad de sus afirmaciones. La verdad como resultado del proyecto de creatividad humana se convirtió en un reflejo, en una referencia e impulsora y prolongadora de un territorio mental que encontraba el cauce para deslizarse y avanzar en el conocimiento. La verdad a través de las palabras señala los pasos fundacionales de este humanismo. El amor por la vida de la filosofía, la ciencia y la literatura  fueron el inicio de las aspiraciones teóricas y prácticas que dieron origen a la ciencia y a la cultura.

El bien es otro de los conceptos de la vida humana. Es una idea muy sutil por las diferentes formas bajo las que aparece. Descubre todo lo que organiza a todas las formas de ser. Expresa lo que es y en su búsqueda se afirma, se sostiene y realiza el dinamismo de existir. Aristóteles lo definió en la Ética a Nicómaco como aquello hacia lo que todo aspira. Para Lledó es el indicador que señala el último y más completo horizonte de referencia de toda realidad. Tiene sus raíces en la afirmación más real y firme de la existencia.

Y la justicia, es una forma de bien repartido en una sociedad para que ésta pueda cohesionarse sin desgarrar el tejido colectivo. No hay palabra alguna que no tenga su origen en la sustancia misma del ser humano. Las palabras de la cultura como el bien o la verdad son el territorio de la libertad. Por lo que el autor propone el placer y la necesidad que se tiene de pensar de nuevo estas palabras clásicas dentro de la tradición cultural y de la pedagógica para redescubrir esos territorios y renovar estos conceptos.

Fuente del artículo: https://www.horizontegt.com/beatriz-villarreal/2018/12/26/el-humanismo-actual-verdad-bien-y-justicia-beatriz-villarreal

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