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Que la pobreza no te afecte en verano

Por: Saray Marqués

En los últimos días el Gobierno ha anunciado un aumento de presupuesto para enfrentar la pobreza infantil. Se cuentan por miles las niñas y niños que no saldrán de vacaciones y pasarán muchas horas solos en las próximas semanas.

“En un tiempo record” el Gobierno anunciaba el viernes 29 de junio, en Consejo de ministras y ministros, un programa, Veca, que se ha convertido en la primera medida de choque contra la pobreza infantil. En España hay 2,1 millones de niños en riesgo de pobreza –un 28,1% de los menores de 16 años– y, de ellos, 375.000 no tienen garantizada una alimentación sana ni pueden acceder a actividades como campamentos o colonias en el verano. A este grupo, el que presenta mayor riesgo de pobreza en España, se le dedica esta iniciativa, que se materializará en una disposición adicional en los PGE con 10 millones de euros más –con lo que se duplica la partida actual, de 5 millones– para apoyar a las comunidades autónomas y ayuntamientos que, en colaboración con diversas entidades, intentan paliar este déficit que los niños y niñas más vulnerables padecen durante los meses de vacaciones.

La ministra de Educación y FP y ministra portavoz, Isabel Celaá, no puso cifra a los niños y niñas actualmente atendidos dentro de este tipo de programas, que garantizan tres comidas diarias y un ocio de calidad, aunque sí afirmó que este incremento del presupuesto permitirá llegar a más del doble de destinatarios que hasta ahora y, desde luego, “a todos los que cumplan los requisitos de carencia severa” –esos 375.000–. El Gobierno, de hecho, no cierra la puerta a ampliar el presupuesto en función de las necesidades que se detecten: “Si hemos de gastar un millón de euros más, lo haremos. No podemos permitirnos que los derechos de los niños estén tan desprotegidos”, remachó Celaá.

Se evitarán así los “efectos dramáticos” en los más pequeños, esos niños y niñas de entre 4 y 6 años que pueden llegar en septiembre a la escuela con “hasta cuatro kilos menos”, aseveró Celaá, y se proporcionará a los más mayores, hasta los 16 años, más alternativas de tiempo libre, ampliando sus horizontes, muy limitados en sus hogares y sus barrios.

Se trata de la primera iniciativa de la primera Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil de España, María Luisa Carcedo, que un día antes anunciaba que contará con el sociólogo de la Universidad de Zaragoza y editorde Agenda Pública, Pau Marí-Klose, como director de Infancia.

La experiencia de la crisis

La necesidad de contar con una alternativa menos precaria, “digna”, en palabras de la vicepresidenta Carmen Calvo, para estos niños y niñas durante los meses de verano está en agenda desde los años más crudos de la crisis. En 2014, la Defensora del Pueblo apelaba a las comunidades autónomas a abrir los comedores escolares en verano para atender a los menores en situación de mayor vulnerabilidad, tras sendas experiencias piloto en verano de 2013 en Canarias, donde los ayuntamientos colaboraban con la Consejería de Educación y la de Empleo para permitir que 182 centros abrieran sus comedores en verano, y Andalucía, que aseguraba tres comidas al día a 4.000 menores dentro de su plan extraordinario de solidaridad y garantía alimentaria.

También en 2014, desde el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales se destinaban 17 millones a apoyar a las comunidades con proyectos similares –que, por ejemplo, en el caso canario supone una inversión de 1,1 millones de euros al año–.

Cuatro años después, con esta partida reducida a un tercio -hasta el anuncio del plan Veca, que la eleva hasta los 10 millones- también en una comunidad pionera como Canarias se ha visto caer el número de inscritos en los comedores escolares y talleres lúdicos de verano. Si en 2014 eran 4.000, este año son poco más de 2.000 los alumnos matriculados para los meses de julio y agosto. Pero la medida sigue siendo necesaria y, mientras lo sea, se seguirá prestando, advierten sus promotores.

Antes del anuncio del programa Veca, diversas voces habían reclamado, en este sentido, que no se baje la guardia en esta batalla. Así, desde CCOO se había comenzado la semana recordando a los “casi 600.000 menores” en situación de vulnerabilidad que se “quedarán sin la posibilidad de acceder al comedor escolar y a actividades educativas y sociales que complementen su educación”. El sindicato reivindicaba “el centro escolar como ámbito de socialización y de vida digna” para esos niños y niñas y apremiaba a las administraciones educativas a “mantener los centros abiertos en verano con un proyecto educativo y sociocultural suficiente y una inversión acorde a las necesidades de la infancia en situación de pobreza”, a través de “políticas públicas coordinadas entre las administraciones centrales, autonómicas y municipales”.

En su alegato, CCOO se hacía eco del que viene siendo un recordatorio estacional de la ONG Educo. Suya es la cifra de 580.000 niños y niñas que, finalizado el curso escolar, no cuentan ni con la posibilidad de un espacio seguro donde disfrutar las vacaciones ni con la de al menos una comida completa al día.

Los sin vacaciones

En sus informes periódicos, Educo, que desde 2013 cuenta con sus propias becas de comedor en verano –las cuales han recibido un 33% más de solicitudes este año y han servido para repartir más de dos millones de comidas en este tiempo– ha ido retratando la realidad de estos niños de la llave, que lo son también durante los meses del curso, y que tienen todas las papeletas para unas limitadas expectativas vacacionales. Así, según una encuesta de Educo, en verano de 2017 el 60% de las familias en riesgo de pobreza que tenían trabajo, con hijos de tres a 16 años a cargo, no se fueron de vacaciones al menos de una semana al año.

Los informes de Educo hablan de trabajadores pobres –el 14,5% de la población asalariada–, que, por el hecho de contar con un trabajo, muchas veces se quedan fuera de determinadas ayudas, para los que precisamente el verano es temporada alta, con lo que conciliar en los meses en que sus hijos pasan más tiempo en casa es aún más difícil. O de padres y madres que no pueden permitirse los campamentos o talleres en verano, aunque la beca sufrague el 75% y se queden en 20 euros a la semana: un 41% de los niños que no se pudieron permitir participar aseguran que fue porque suponía un gasto imposible de asumir por la familia. Y hablan también de esos niños que se quedan en casa viendo la tele o absortos en internet o, si salen a la calle, “se agarran a un clavo ardiendo”, tomando como referente al primero que pillan, en palabras de Roger Caro, de Fundación Ítaca.

Y constatan una brecha. Si vives en un hogar en riesgo de pobreza, tendrás menos probabilidad de asistir a actividades en verano: El 44% de niños y niñas en esta situación, con sus padres trabajando, no acudió a ninguna en verano de 2017. Los que sí acudieron fueron sobre todo menores de 13 años y disfrutaron de estas actividades 9 días, de media. En cambio, si vives en un hogar sin estrecheces, no solo aumenta la probabilidad de haber acudido a campamentos o colonias –solo el 29% no lo hizo- sino que esta es mayor si eres adolescente y los días de disfrute pasan de 9 a 16.

También se posan sobre los efectos de los recortes: “Los recursos que existen que han sido recortados no llegan a todos los que se lo merecen porque tienen una situación adversa. Los criterios que se utilizan son restrictivos, y acaban cubriendo a los que más, más, más lo necesitan, pero hay una base muy amplia que se queda en ese limbo que no está suficientemente atendida (…), denuncia Elisenda Guedea, desde FAPAC.

Y se centran, en definitiva, en lo que Educo define el impacto relacional de la pobreza en la infancia y la adolescencia, pues la escasez no lo es solo de recursos económicos, sino de tiempo y de relaciones de apoyo, familiares y sociales. En sus informes, se hacen eco de los análisis de Carme Montserrat, del Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida de la Universitat de Girona, para quien proporcionar a todos los niños en situaciones socioeconómicas difíciles el acceso a este tipo de actividades en verano es una medida compensatoria que, además de redundar positivamente en su salud, su autonomía personal, su rendimiento escolar y sus relaciones interpersonales, en definitiva, el bienestar general de estos menores, lo hace, sobre todo, en el bienestar subjetivo.

Diversos expertos insisten en que estas actividades recreativas, con comida incluida, no son un lujo sino una necesidad para estos niños y niñas, que el acceso al tiempo de ocio se trata de un espacio de protección para la infancia. Así, Maria València, de la Fundació Pere Tarrés, advierte de que “Para los niños que viven en contextos difíciles, rodearse de adultos que muestran una estabilidad y establecer con ellos vínculos afectivos positivos es mucho más saludable que pasar 14 semanas tumbados en el sofá con unos referentes desestructurados”.

El verano es una oportunidad para no desaprender o, mejor, para seguir aprendiendo. Lo constataba recientemente una investigación del Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públicas (Iválua) a cargo de Miquel Ángel Alegre, jefe de proyectos de la Fundació Jaume Bofill, sobre el programa Èxit Estiu, que, aplicado durante el mes de julio los últimos cinco años en 50 institutos de Barcelona, ha demostrado incrementar un 12% las probabilidades de promocionar de los 2.000 alumnos de ESO participantes, con riesgo de convertirse en repetidores.

Medidas como esta pretenden rebajar los efectos del llamado verano del olvido, que penaliza sobre todo a los estudiantes de entornos más desfavorecidos, como se ha venido demostrando desde la década de los setenta en EEUU. De hecho, investigadores como Smith y Brewer atribuyen a las vacaciones estivales (de 11 semanas de duración en el caso de España) un desfase de tres meses (por año) en estos estudiantes con respecto a sus pares con entornos más estimulantes.

La respuesta de las organizaciones

Es por este importante efecto compensador de las desigualdades de estos programas en verano que las organizaciones de infancia valoran el Veca. Desde Unicef, Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia, reconoce que, siendo los programas de ocio, tiempo libre y comedor durante los meses de verano competencia autonómica y local, el Estado, con esta dotación extra de recursos, puede reforzarlos.

“Informes como los de Educo se centran en la realidad de miles de niños que se pasan las tardes durante el curso en casa solos, porque la incapacidad económica de la familia obliga a los padres a trabajar en esos tiempos, sin alternativa de cuidados. Y su situación se agrava en verano. No se van de campamentos ni de vacaciones, y no por elección propia, y pasan aún más tiempo solos, con el consiguiente desorden de horarios desde edades tempranas, con los hermanos mayores cuidando de los pequeños…” comienza. Ante esto, recalca, este tipo de programas ejercen como alivio: “Pero desde Unicef constatamos que nos encontramos muchas veces ante medidas de urgencia, a corto plazo, coyunturales, y apostamos no tanto por este tipo de servicios [apertura del comedor escolar estos meses completada con talleres lúdicos] sino por dotar a las familias de recursos suficientes para que sean ellas las que elijan sus soluciones durante el verano, si sus hijos van al campamento o no, como cualquier otro niño. Los servicios que se ofrecen en los colegios no son malos, pero lo vemos como algo limitado, puntual, cuando la lucha contra la pobreza requiere un abordaje en general”.

Sí, el indicador que mide la situación de pobreza o exclusión social (At Risk of Poverty and/ or Exclusion, AROPE) tiene en cuenta entre sus ítems la posibilidad de poder pasar fuera del hogar de residencia al menos una semana al año. Y en España, según la reciente Encuesta de Condiciones de Vida del INE, un 32% de hogares con niños de menos de 17 años no puede permitírselo –con variación desde el 23% del País Vasco al 45% de Extremadura-. Por tanto, González-Bueno ve positivo que desde el Gobierno se intente ayudar con una mayor partida a las instituciones y organizaciones que en los últimos años han multiplicado sus iniciativas para ofrecer una alternativa de ocio durante los meses de verano –en el caso de los niños el AROPE considera ir una semana a algún sitio nuevo o una segunda residencia, a casa de un amigo/ familiar/ vecino o de campamento-, pero esperan algo más.

El hecho de que se haya creado un Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, así como las personas elegidas –María Luisa Carcedo, con un perfil más político, y Pau Marí-Klose, más académico- les hace albergar esperanzas de que la política de infancia devenga en política de Estado: “No se podrá con estos PGE, pero es importante que se vaya abriendo ya un diálogo amplio en esta materia”.

Como Unicef, otras organizaciones de infancia proponen una prestación por hijo a cargo de 1.200 euros al año, frente a los 291 euros de ahora, y cambiar los umbrales para acceder a ella, de forma que llegue a las familias de los 2,1 millones de niños en riesgo de pobreza en España. Es el caso de Save the Children, que reclama continuidad en los planes de choque para la lucha contra la pobreza infantil para que de verdad tengan impacto, y hace constar la aspiración a un 2,4% del presupuesto para políticas de familia e infancia, en línea con la media europea: “La pobreza infantil solo puede combatirse con inversión y los niños han sido los más olvidados en los PGE de los últimos años. Es urgente dotar los planes de lucha contra la pobreza infantil del presupuesto necesario si no queremos ver cómo los niños y niñas más vulnerables siguen heredando la pobreza de sus hogares”, señala Andrés Conde, director de Save the Children España.

También desde Educo se aplaude el programa Veca por permitir que más niños y niñas disfruten este verano de las vacaciones, pero se reconoce que “queda mucho por hacer” y se subraya la importancia de “impulsar modelos de conciliación adecuados para las familias con niños a cargo”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/02/que-la-pobreza-no-afecte-en-verano/

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Primer Encuentro de Embajadores Digitales REDEM en México: Nace el grupo de trabajo “Paulo Freire”.

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

En el marco del XXXI Simposio Internacional de TIC en la Educación SOMECE 2018, llevado a cabo el pasado 28, 29 y 30 de mayo, se llevó a cabo el primer encuentro de Embajadores Digitales de la Red Educativa Mundial (REDEM), teniendo como sede, el Laboratorio Aula Multimedia de la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

Cabe recordar, que los Embajadores Digitales son un grupo de más de cien especialistas en tecnología educativa distribuidos en quince países, como son: Angola, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, Perú, Venezuela y por supuesto México. Todos ellos, de manera voluntaria comparten esfuerzos en sus respectivos países, a fin de fomentar la alfabetización digital, en bien de la construcción de mejores sociedades.

Así, aprovechando el Simposio llevado a cabo en la UAM-X, por la tarde del miércoles 30 de mayo de 2018 en el Laboratorio Aula Multimedia de la misma universidad, estuvieron presentes las Embajadoras Digitales deMéxico: Lic. Denise Atala Rubio, de la UNITEC; Mtra. Gabriela Cruz Martínez, de la UNAM; Mtra. Elizabeth Caporal Aguilar, de la UPN Unidad 151;y, el Embajador Digital de Perú, Mtro. Miguel Cardenas Agreda, del Instituto Continental. Así como el Dr. Mauricio Andión Gamboa académico de la UAM-X, y el Mtro. Miguel Ángel Gallegos Cárdenas, director del programa de Alfabetización Digital de REDEM.

Como invitados especialesal inicio de la reunión, estuvieron presentes el Mtro. Jorge Rouquette Alvarado, Coordinador de Educación Continua de la división de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-X, así como el Ing. Alfredo García Zavala, presidente de la Sociedad Mexicana de Computación en la Educación (SOMECE), refrendando nuestros lazos académicos e institucionales.

En un segundo momento de la reunión, se llevó a cabo de manera fraterna, un diálogo del cual podemos destacar lo siguiente: El Ing. García Zavala, agradeció la hospitalidad que recibió de la UAM-X durante el Congreso SOMECE 2018, como de nuestra participación, reconociendo en especial la excelente contribución del Mtro.Miguel Cardenas Agreda, quien viajó desde Perú, para impartir dos talleres que gustaron mucho a los asistentes al Simposio, así como del Dr. Andión por su participación en el conversatorio sobre Modelos de uso de la tecnologías.

Por otro lado, el Dr. Andión Gamboa, agradeció la presencia de los asistentes, dando apertura al diálogo de todos los actores. Uno a uno, los asistentes tuvieron oportunidad de compartir sus respectivas experiencias en torno al tema central de la reunión: la importancia de la alfabetización digital.

Así, de este primer encuentro de Embajadores Digitales, se reconoce que es muy importante que en REDEM podamos contar con una postura teórica y epistemológica sobre la alfabetización, producto de una discusión colegiada de las implicaciones de la tecnología en la sociedad, considerando a especialistas que han destacado con sus contribuciones a nivel nacional e internacional, pero sobre todo desde una mirada Freiriana y concientizadora.

De lo anterior, se asume el compromiso para participar en el seminario virtual–presencial, comenzando por la revisión de la obra de Freire que posibilite su estudio y análisis.

Por último, se acordó iniciar el grupo de trabajo “Paulo Freire”, así como hacer una invitación a otros colegas expertos e interesados en participar en este colegiado.

En hora buena por este seminario, que abrirá sus puertas a los especialistas interesados en la construcción conceptual del término alfabetización digital y que deseen integrarse a colaborar en un futuro inmediato en este grupo, acompañado desde REDEM y de muchas otras instituciones académicas.

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En el 50 aniversario de La Pedagogía del Oprimido

Por: Jaume Martínez Bonafé

¿Qué hacemos hoy en nuestras escuelas si buscamos la emancipación de los seres humanos? Quizá una relectura de La Pedagogía del Oprimido nos ayudaría a encontrar respuestas.

Guardo con especial cariño un ejemplar de La Pedagogía del Oprimido que me regaló una maestra al finalizar un curso en Rio Gallegos (un rincón de Argentina al final del mundo). Cuando lo puso en mis manos me contó que su madre, también maestra, lo tuvo escondido bajo unos ladrillos de la cocina, durante todo el periodo de la dictadura militar. También conservo otro ejemplar del libro que en pleno franquismo editaron con una vietnamita (una especie de imprenta casera muy utilizada en la clandestinidad) Carles y Catxo, dos maestros anarquistas que dedicaron muchas horas nocturnas, mucho esfuerzo y mucha valentía, para que quienes nos iniciábamos en la reflexión crítica y el compromiso social dentro de la escuela, tuviéramos herramientas que nos ayudaran a pensar. Vengo a contar esto porque se cumplen 50 años ya de la primera edición en Chile de este libro, un referente fundamental en todas las propuestas de transformación social y educativa desde las perspectiva de los movimientos sociales.

Freire me ayudó de muchas maneras y fui creciendo en el modo de pensar la educación y la escuela alimentado por muchas de sus argumentaciones. Quiero recuperar ahora unas cuantas de esas ideas para que, si les apetece, las contrastemos con el devenir en estos 50 año de las políticas sobre la escuela. La primera de ellas tiene que ver con su concepto de dialogicidad y el criterio que la relación educativa es una relación de reconocimiento del sujeto, con experiencia y saber propios, punto de partida para la construcción de un conocimiento con conciencia crítica, marco conceptual y procedimental para las políticas de emancipación. Conviene recordar que Freire escribió este libro mientras permanecía exiliado tras el golpe militar en Brasil y desarrollaba su experiencia de alfabetización y educación popular entre el campesinado y el proletariado chilenos.

Quiero decir que confluían aquí, por un lado, una extraordinaria confianza en el ser humano y su capacidad de ser, saberse sujeto y, por el otro, un claro compromiso con el pensamiento crítico y los movimientos populares revolucionarios. En ese contexto y desde esa posición política Freire dice que la pedagogía debe hacerse “con él, y no para él” y debe ayudar a las mujeres y los hombres y a los pueblos, en su lucha incesante para recuperar su humanidad. La pedagogía freiriana, entonces, parte del reconocimiento de un saber experiencial y propone herramientas para tomar distancia crítica y construir un proceso alfabetizador que nos permita la comprensión histórica, dialéctica, de la vida cotidiana. La comprensión del mundo, y los conceptos y procedimientos con los que activamos esa comprensión no son depósitos del educador sobre el educando sino construcciones del propio educando problematizando el mundo.

También me pareció muy sugerente su invitación a organizarnos, en comunidades, movimientos, redes, desde las que conversar y regalarnos los saberes construidos en la experiencia práctica del compromiso emanipatorio. La iniciativa de los proyectos de educación popular en Latinoamérica y en el contexto español el surgimiento de los Movimientos de Renovación Pedagógica, deben mucho a esta propuesta. En todos estos casos, los enormes esfuerzos entre el movimiento docente por investigar y desarrollar propuestas didácticas innovadoras no eran ajenos al combate político contra las “culturas de dominación”, utilizando la expresión freiriana. Es decir, no había didáctica crítica sin un proyecto global de emanipación cultural y social.

No me ocuparía de recordar este aniversario si no tuviera en mente una pregunta generadora para decirlo en términos de Freire: ¿Qué hacemos hoy en nuestras escuelas si buscamos la emancipación de los seres humanos? Quizá una relectura de La Pedagogía del Oprimido nos ayudaría a encontrar respuestas y ponerlas en crisis, a compartir proyectos y a desarrollar programas de formación que pongan al profesorado en el centro de la toma de decisiones. Sin pregunta generadora, sin organización y sin espacios horizontales para la dialogicidad Freire se convierte en una simple cita para ilustrar con un marchamo progresista cualquier trabajo académico. Por cierto, olvidé comentar más arriba que en cada texto de Freire me tropiezo de un modo reiterativo con conceptos como lucha de clases, opresores y oprimidas ricos y pobres y otros de la misma familia discursiva. Quizá porque estamos sometidos a lo que Pablo Freire llamaba la “cultura del silencio”, casi me olvido.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/29/en-el-50-aniversario-de-la-pedagogia-del-oprimido/

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Pedagogía de la revuelta (o cómo educar en el orgullo)

Por: Ana Ojea

El 28 de junio de 1969 marcó un antes y un después en la lucha por los derechos civiles de las personas situadas al margen de la cisheteronorma, esa noche comenzó la revuelta de Stonewall.

En aquel local de ambiente del Greenwich Village neoyorkino, regentado por la Mafia y frecuentado por travestis, trans*, lesbianas y gais, estaban hartas de las reiteradas redadas, de las detenciones a travestis y trans* por no llevar un número mínimo de prendas de vestir “acordes a su género” (como imponía el código Penal del Estado de New York), tan hartas de los insultos, las humillaciones, las amenazas y los golpes, que se revelaron, se revolvieron contra la policía y comenzó una revuelta que se prolongó durante días.

Dicha revuelta fue el momento histórico en el que las personas no heterosexuales comenzamos a luchar por recuperar nuestra dignidad, para poder vivir sin miedo ni vergüenza, por eso se denomina Día del Orgullo y todo comenzó con una revuelta contra la policía.

Pero como bien sabemos, la historia la escriben los vencedores, incluso en los movimientos sociales y éstos no están exentos de prejuicios y privilegios, de ahí que durante décadas (incluso hoy en día en algunos ámbitos) se le denominara “Orgullo Gay” en una suerte de monopolización de la reivindicación por el sector más privilegiado del colectivo, es decir, los hombres cisgénero (cuya identidad de género coincide con el género asignado al nacer), homosexuales, blancos, sin pluma (cuya expresión de género coincide con la asociada culturalmente al género masculino) y de clase socioeconómica media/alta.

Pero hubo muchas mujeres cuyo papel resultó clave en el inicio de la revuelta y que han sido invisibilizadas. Concretamente cuatro mujeres que sufrieron no sólo la discriminación social y policial, sino que dentro del propio colectivo eran las más denostadas por confluir en ellas múltiples opresiones, fueron Marsha P. Johnson, mujer transgénero afroamericana; Sylvia Rivera, mujer trans que vivió en la calle durante largas temporadas; Miss Mayor Griffin-Gracy, mujer transexual negra, única que continua viva y Stormé DeLarverie, hija de afroamericana y lesbiana butch, conocida como la “Rosa Parks de la comunidad LGTB” y que, según algunas versiones de los hechos, luchando contra la policía fue golpeada en la barbilla con una porra y ese incidente precipitó la revuelta.

En este punto nos encontramos con dos elementos fundamentales de esta antiacadémica pedagogía de la revuelta, que debemos recordar y llevar a las aulas si pretendemos ejercitar un modelo educativo orgulloso y crítico.
Por un lado, la rebelión, la capacidad humana de revelarse ante la injusticia. En estos tiempos oscuros de leyes mordaza, es necesaria la reactivación del “espíritu de revuelta” como alternativa al “nuevo orden mundial”, como dice Julia Kristeva en su libro “El porvenir de una revuelta”: “la apuesta por el porvenir de una utopía que sería el pensamiento como revuelta permanente”. Rescatar de la inacción al sistema educativo, de ese espejismo de neutralidad y despolitización en el que simula asentarse… En definitiva, valorar y fomentar la capacidad de nuestro alumnado para luchar, para revolverse ante la discriminación, para la acción directa frente a los abusos del poder.

Este espíritu de revuelta contrasta con la mercantilización actual de la celebración institucional del orgullo, donde capitalismo, privilegio y sexismo, desfilan de la mano desactivando así su origen subversivo. Celebraciones organizadas por grupos empresariales que no se sonrojan, por ejemplo, ante el ejercicio claro de pinkwashing que supone invitar a la cantante Netta a una fiesta privada que tendrá lugar en las fiestas del Orgullo de Madrid y que son cuestionadas por numerosos colectivos críticos que luchan cada año por no olvidarse del origen del movimiento LGTB y, de forma lúdica también, por qué no, siguen luchando año tras año contra toda discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género.

Por otro lado, la necesidad urgente de recuperar la historia silenciada de las mujeres protagonistas de uno de los movimientos por los derechos civiles más importantes del siglo XX, como es el movimiento LGTB. Debemos recordarlo para poner en valor el poder de las mujeres como fuerza propulsora de la lucha, de la revuelta, en un momento histórico en el que se está de nuevo fomentando un modelo de mujer normativa tradicional, donde los géneros se están reforzando en su bipolaridad heteronormativa de machos violentos y mujeres delicadas, en ocasiones, de forma más virulenta que hace unas décadas. Y quienes trabajamos con adolescentes, lo vivimos a diario.

En ese resurgimiento obsesivo por fomentar la normatividad de género en la infancia, con juguetes profundamente sexistas, llevando la obsesión por los colores azul y rosa hasta el paroxismo, fomentando de forma compulsiva ese “princesismo” entre las niñas que continúa reproduciendo y perpetuando actitudes pasivas, sumisas, contenidas, donde las niñas siguen siendo reprimidas si corren demasiado, si se mueven demasiado, si se expresan demasiado, si se ensucian demasiado. En este momento de manadas y de evidencia generalizada de que la violencia sistémica contra las mujeres es un problema de extrema gravedad, donde urge educar en la autodefensa feminista más que en la sumisión femenina normativa, es imprescindible recuperar modelos de mujeres fuertes, que rompían toda norma de género mientras, por qué no, rompían también alguna cara.

Porque esas mujeres valientes que, junto a otras mujeres negras, mujeres trans, mujeres lesbianas, mujeres prostitutas, mujeres sin techo, mujeres que dinamitaban con su existencia el sistema cisheteropatriarcal, dieron el paso al frente necesario para que las lesbianas, gais, trans*, bisexuales de hoy en día podamos salir a la calle durante todo el año, orgullosas de quienes somos, de nuestros afectos y de nuestros deseos y podamos seguir luchando en la calle, en nuestros puestos de trabajo, en las aulas, por el orgullo de ser.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2018/06/marsha.png

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/28/pedagogia-dela-revuelta-o-como-educar-en-el-orgullo/

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Perú. La dialéctica en la educación

Por: Julian Lacacta

Deducimos entonces la inmensa importancia que adquiere el estudio de la ciencia del Método Dialéctico no solo para filósofos, naturalistas, sociólogos, sino para el estudiante de cualquier país del mundo puesto que su conocimiento permite en primer lugar desterrar todo tipo de supersticiones…

I

La teoría del conocimiento y la lógica se deriva del desarrollo de la vida natural y espiritual, la lógica no es la ciencia de la lógica, no es la ciencia de las formas externas del pensamiento, es más bien el desarrollo de todas las cosas materiales, naturales y espirituales, en síntesis es la trayectoria, la historia del conocimiento científico del mundo, con este preámbulo es necesario aprovechar el método científico para poder conocer los problemas que existe en la educación peruana y la débil formación integral de los estudiantes de secundaria y universitaria. La práctica del hombre, que se repite miles de veces, se consolida en la conciencia del hombre por medio de figuras de la lógica. Precisamente debido a esta repetición, estas figuras tienen la estabilidad de un perjuicio, un carácter axiomático.

II

Es lamentable que la mayoría de los estudiantes de las instituciones educativas públicas y privadas, no puedan solucionar y revolver algunos problemas hogareños o de ámbito estudiantil, ni de situaciones académicas. Los estudiantes como tal deben enfrentar en su vida diferentes circunstancias negativas, que lo convierten en pasivo, sin animo, este comportamiento indudablemente son negativos en la personalidad del estudiante, ya que no permite desarrollarse de forma íntegra en el entorno académico y social como lo requiere la educación moderna con el avance de la ciencia y tecnología.

Los métodos pedagógicos y filosóficos utilizados en el sector educación no están acorde a las necesidades de nuestra realidad, están fracasando y seguirán siendo derrotadas por que no están acordes a las necesidades actuales, el actual sistema educativo forma a los estudiantes para que no tengan una concepción científica del mundo, del hombre y la naturaleza. La comunidad educativa no está al margen de esta situación están involucrados, en especial los profesores que no leen temas científicos que son muy necesarios para la formación de su personalidad y para que eduquen con el ejemplo a las nuevas generaciones.

El materialismo dialectico no es conocido por los estudiantes, ni docentes, este método se define como el método dialéctico que nos permite estudiar, analizar y comprender los objetos y fenómenos del mundo que nos rodea, en sus múltiples y variadas manifestaciones, así como en sus respectivas conexiones y su condicionalidad mutua. El materialismo dialéctico se define como la ciencia total y unitaria del mundo que nos rodea, es decir como el sistema científico de ideas, conceptos, teorías y el pensamiento. La concepción fundamental de la dialéctica es que todo en la naturaleza está en un constante estado de cambio y que este cambio se produce a través de una serie de contradicciones.

III

En el sector educación se está improvisando, lo están utilizando como laboratorio para experimentar métodos abstractos que están fracasando en el mundo, la formación de los estudiantes no es de manera científica, la única forma de salir del fracaso de la educación es involucrar a educador – educando, para que la  enseñanza – aprendizaje se de forma científica, con el método dialectico se puede lograr la mejora de organización y orientación de nuestra sociedad, y alcanzar los cambios deseados y elevar el nivel académico – social del estudiante, ya que la dialéctica es la ciencia de los cambios.

Los estudiantes no conocen adecuadamente el materialismo dialéctico, porque en las diferentes áreas o asignaturas su aprendizaje es limitado, por lo que el desarrollo es subjetivo. El conocimiento del materialismo dialéctico en los alumnos, los debe capacitar en el análisis de nuestra sociedad y a tener una mejor percepción científica del mundo, y así sentir motivación para seguir sus estudios mejorando su nivel de rendimiento académico.

Deducimos entonces la inmensa importancia que adquiere el estudio de la ciencia del Método Dialéctico no solo para filósofos, naturalistas, sociólogos, sino para el estudiante de cualquier país del mundo puesto que su conocimiento permite en primer lugar desterrar todo tipo de supersticiones, creencias religiosas y en segundo lugar, lo que es más importante, rechazar la opresión burguesa y preparar al hombre nuevo, así mismo debe preparar para la destrucción de la explotación del hombre por el hombre.

IV

El cambio y la mejora de la educación se debe dar desde abajo, y no estar esperando que el gobierno o esperar el cambio del sistema político, social y educativo, los núcleos familiares, la escuela, la universidad, los estudiantes, docentes, deben estar involucrados en solucionar la problemática y mejorar las condiciones del desarrollo educativo para tal efecto el método dialectico será importante para este proceso de enseñanza – aprendizaje, para generar conciencia de clase y no esperar a un salvador  y desechar toda supersticiones o análisis idealista de la sociedad.

Los educadores deben analizar la problemática actual del sector educación, utilizando el método dialéctico, para dar solución y mejorar la educación actual, así mismo los alumnos deben analizar el materialismo dialéctico, que les permitirá estar capacitados para resolver los problemas cotidianos de ámbito familiar, educativo, deportivo, etc. que suceden en nuestra sociedad, y por tanto el materialismo dialéctico constituye una herramienta para entender las contradicciones que se generan en la vida.

Se debe dar prioridad al desarrollo de la conciencia mediante la dialéctica para que así los alumnos puedan tener una concepción de cambio y resolver con prudencia cualquier problema que se presente en la sociedad. El materialismo dialéctico influye significativamente en la solución de las contradicciones de nuestra sociedad.

Por: Julian Lacacta / http://lacacta.wordpress.com

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La Educación ambiental, una prioridad para la enseñanza en las escuelas de Brasil

Por: Meritxell Freixas

Mostra Lutz es un exitoso proyecto sobre sensibilización ambiental llevado a cabo por la totalidad de los colegios municipales de la localidad de Garopaba

Intercambiar alimentos saludables y de producción local con un mandala, conrear un huerto de hierbas medicinales en el patio, limpiar el entorno del colegio o participar en un taller de periodismo ambiental. Son algunas de las actividades que una red de escuelas municipales, estatales y privadas del municipio de Garopaba, ubicado en el departamento de Santa Caterina, al sur del litoral brasileño, lleva a cabo a través del proyecto Escuela Amiga del Medio Ambiente, conocido popularmente como Mostra Lutz.

Su nombre hace honor al ingeniero agrónomo y ecologista José Lutzenberger, un portoalegrense nacido en 1926 que renunció a su trabajo en el mundo de la agroquímica para convertirse en activista ambiental. Su labor lo llevó incluso a tocar el poder como ministro de Medio Ambiente durante el gobierno del conservador Fernando Collor (1990-1992). De su militancia ambiental, destaca la creación de varias organizaciones, entre ellas, la Asociación Gaucha de Protección Ambiental (AGAPAN), reconocida en todo Brasil, y la Fundación GAIA, dedicada a sensibilizar sobre medio ambiente y desarrollo sostenible.

Precisamente esta última es la que, desde 2001, junto con el Ayuntamiento de la localidad y otra iniciativa ecológica –Gaia Village–, trabaja en el ámbito de la educación ambiental en las escuelas de este municipio costero que, ubicado en una área de protección ambiental, concentra unos 20.000 habitantes.

Según la Secretaría de Educación de Garopaba, el proyecto se desarrolla en 18 escuelas municipales, tres estatales y cuatro privadas. Los 25 centros escolares implicados representan el 100% de los colegios municipales y privados de la zona. En total, son casi 2.500 alumnos de entre 3 y 11 años y 300 docentes y personal auxiliar los implicados en la iniciativa.

El programa instala la sensibilización ambiental como enseñanza permanente y fundamental en todos los niveles educativos y modalidades, tanto en la educación formal como en la no formal. Una tendencia que no es anecdótica en el país suramericano.

De hecho, fue a través de la Ley de Política Nacional de Educación Ambiental (Ley nº 9.795/99), en vigor desde 1999, que se instauró la formación para la conciencia medioambiental en las escuelas. La norma establece las responsabilidades del Estado en la definición de políticas públicas y la promoción de una educación ambiental a todos los niveles de enseñanza. En el detalle, la legislación plantea algunos principios básicos, como “un enfoque humanista, holístico, democrático y participativo”, “la interdependencia entre el medio natural, el socioeconómico y el cultural, bajo el enfoque de la sustentabilidad” o “la vinculación entre la ética, la educación, el trabajo y las prácticas sociales”.

En Brasil hay muchas escuelas comprometidas con la educación por la preservación del medio ambiente, sin embargo, la particularidad de Garopaba es que son la totalidad de las escuelas de la red municipal y gran parte de las del Estado las que se sumaron a esta iniciativa.

Conectar lo local con lo global

El programa Mostra Lutz promueve que tanto los estudiantes como la comunidad en general piensen en soluciones creativas para mejorar la calidad de vida y preservar la naturaleza, considerando los problemas del entorno más cercano, buscando alternativas de desarrollo sustentable y promoviendo cambios de actitud a favor de la conservación del medio ambiente.

Sandra Severo, coordinadora de la iniciativa desde 2007, explica que a lo largo de los 17 años de historia del programa, “las escuelas participantes han tratado temas muy diferentes como la basura y el reciclaje, el agua, jardinería, árboles nativos; alimentación saludable; hierbas medicinales y aromáticas; la energía; conservación o cultura azoriana”, en relación a los orígenes portugueses –de las islas de Las Azores– de los primeros habitantes de la zona.

Para ella, uno de los aspectos relevantes es conectar los temas ambientales que se trabajan desde la esfera local con los fenómenos que emergen globalmente, como el efecto invernadero, la escasez de agua, la contaminación o el consumismo, entre otros.

De hecho, en Brasil, el país más grande de la región, la contaminación acecha las aguas, el aire y el suelo sin excepciones. Entre los problemas medioambientales que enfrenta el gigante latinoamericano están también la deforestación, la gestión de residuos y basura y la polución de las playas. Precisamente, en el estado de Santa Caterina casi el 40% de las playas están contaminadas, según la Fundación del Medio Ambiente de la zona (Fatma).

Más allá del aprendizaje

Cristina Faraco es licenciada en Biología, con especialización en Gestión Ambiental, y trabaja de profesora en la Escuela de Educación Básica “Prefeito Luiz Carlos Luiz”, de la Red Estatal de Educación de Santa Catarina. Lleva 14 años participando de Mostra Lutz y destaca el rol de los docentes en el proceso: “Es importante que tengan una mirada crítica y sistémica en relación a la realidad ambiental que tengan una formación en ese sentido y que sepan tratar con la diversidad de ambientes y personas”.

En su opinión, lo más positivo del programa es que los alumnos se implican en una experiencia que va más allá del aprendizaje y que genera un efecto multiplicador a través del debate y la reflexión: “Son protagonistas de un movimiento de sensibilización y de una práctica concreta socioambiental”.

Faraco recuerda bien cómo a lo largo de estos años Mostra Lutz ha beneficiado a su alumnado. En particular, rescata el caso de una joven que logró dejar atrás una depresión gracias a su participación e interés en el proyecto: “Su madre me lo agradeció mucho porque estaba muy desanimada con los estudios, pero se implicó en algo mayor, algo para el bien de ella y de la comunidad que la motivó”, señala.

Después de 17 años de rodaje, Mostra Lutz tiene los engranajes bien lubricados y su consolidación es incuestionable. Sin embargo, entre los principales desafíos que siguen pendientes hoy está la participación de las escuelas de enseñanza secundaria (conocida como “media”, en Brasil) para vincular también a los jóvenes. Según Sandra Severo, este colectivo prácticamente no toma parte del programa y su implicación en los últimos años ha sido muy limitada.

La disposición de un país de hacer de la educación medioambiental una cuestión de Estado ha permitido que en este pequeño pueblo del litoral brasileño los valores por la defensa del medioambiente sean parte de una realidad colectiva, de toda una comunidad. Ante los enormes retos para superar las amenazas al futuro del planeta, la fórmula de Garopaba es, sin duda, una opción a imitar en los sistemas educativos del mundo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/07/la-educacion-ambiental-una-prioridad-para-la-ensenanza-en-las-escuelas-de-brasil/

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Las matemáticas ayudan a comprender la inteligencia colectiva

Por: Yaiza Martínez

Una nueva herramienta revela el efecto de los sesgos individuales y de la información social en la “sabiduría de los grupos”

La inteligencia colectiva funciona y afecta a nuestra vida y comportamientos a muchos niveles, pero está condicionada por factores como el sesgo individual y la información social, según una nueva herramienta matemática creada por investigadores norteamericanos. El hallazgo puede ayudar a entender mejor los patrones que subyacen a la “sabiduría de las multitudes”.

En el año 1907, el estadista Sir Francis Galton, de 85 años, acudió a una Feria de Ganado en Plymouth, al sudeste de Inglaterra. En ella se celebraba un concurso que consistía en adivinar cuánto pesaba un buey. Unas 800 personas habían participado, y a Galton se le ocurrió ir apuntando las apuestas de todas ellas. Cuando calculó la media, el resultado fue sorprendentemente cercano a la realidad: era de 1.197 libras. El peso real del buey, de 1.198 libras.

Por tanto, aunque las conjeturas individuales variaban enormemente, la media total resultó ser sorprendentemente precisa. Cuando Galton publicó sus resultados, introdujo en la sociedad la teoría de la inteligencia colectiva, también conocida como «sabiduría de los grupos».

Desde entonces, se ha seguido profundizando en este concepto. Por ejemplo, en 2004 lo trató el periodista norteamericano James Surowiecki en un libro (Cien mejor que uno), en el que se presentaban numerosos casos estudiados en distintos campos del saber, principalmente economía y psicología, que demostraban que las decisiones colectivas son a menudo mejores que las que podrían haber sido tomadas por un solo individuo.

El efecto de la información social 

¿Qué condiciona esta inteligencia colectiva? Para tratar de averiguar este punto, recientemente, un investigador de la Universidad de Harvard llamado, Albert Kao y su colaborador del Santa Fe Institute(EEUU), Andrew Berdhal, han examinado los efectos en el resultado final de las estimaciones comunes de factores como el sesgo individual o el intercambio de información con otros. Lo han hecho con una novedosa herramienta matemática.

En la investigación participaron más de 800 voluntarios a los que se les pidió que adivinaran el número de chicles que había en un frasco. Esta cantidad variaba en diversos órdenes de magnitud de 54 a más de 27.000, informa el Santa Fe Institute en un comunicado. Además, a los participantes se les ofrecieron detalles falsos sobre las suposiciones de otras personas, y se les permitió cambiar su estimación a la luz de esa información.

Kao y Berdhal descubrieron así varias cosas interesantes. En primer lugar, que aunque las estimaciones variaban considerablemente, eran muy predecibles: la gente tendía a señalar números más pequeños que el valor real y a asignar una cantidad mayor a tarros más grandes.

En segundo lugar, se constató que la información social juega un papel en la sabiduría colectiva. Sobre todo, influían en las estimaciones de los participantes aquellas que eran más altas que las propias. Conjeturas inferiores en cantidad a las de cada individuo eran desechadas con mayor frecuencia.

Según los investigadores, sus hallazgos ayudan a entender mejor ciertos patrones que subyacen a la sabiduría de las multitudes.

Las mujeres como garantía 

Otro aspecto de la inteligencia colectiva que ha sido analizado estos últimos años es el de su funcionamiento en el trabajo en equipo.En 2010, un estudio del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) de Estados Unidos, demostró que el rendimiento de la inteligencia colectiva en un grupo de trabajo depende de la “sensibilidad social” de los miembros del equipo, entendida como tal la capacidad de ser flexibles en la asignación de ocupaciones y de hacer partícipes a todos los miembros en la resolución de desafíos.

En la investigación se reveló, por otra parte, que la presencia de mujeres en los grupos resulta fundamental para que se dé un rendimiento colectivo óptimo: la tendencia a cooperar eficientemente está relacionada con el número de mujeres presentes en cada equipo de trabajo, porque estas normalmente muestran una mayor sensibilidad social.

En este este estudio, la inteligencia colectiva fue calculada con medidas normalmente aplicadas a la inteligencia individual mensurable.  Asimismo, los científicos equiparon a los participantes con dispositivos electrónicos portátiles que registraron los patrones de conversación de los grupos.

El análisis de todos los datos reveló que el grado de inteligencia colectiva de los equipos de trabajo supuso entre un 30 y un 40% de diferencia en la capacidad de rendimiento de éstos.

Jugadores de fútbol versus moléculas

Otro aspecto sorprendente que se ha analizado de la inteligencia colectiva es su espontaneidad en el caso de los movimientos coordinados de  grupos humanos para un fin común, como ganar un partido de fútbol.  Esta cuestión la han estudiado hace poco en la Universidad de Connecticut (UCONN, EEUU).

Más concretamente, los científicos analizaron en términos de la física la coordinación espontánea e inteligente de movimientos de los jugadores de fútbol de un equipo. Desde esta perspectiva, esta inteligencia colectiva responde a la necesidad de promover una reducción del gasto de energía del sistema (en este caso, el equipo), esto es, para aprovechar al máximo el rendimiento.

Curiosamente, esta propensión a la reducción de energía se da en sistemas no vivos (¿serán inteligentes?) Por ejemplo, cuando pequeñas moléculas de una sustancia llamada benzoquinona flotan en la superficie de un charco de agua tienden a agruparse, incluso si inicialmente se han esparcido de manera aleatoria por su superficie.  Las moléculas funcionan de este modo por la misma razón que los futbolistas en el campo: para reducir el gasto energético.

Tipos y estudio

Este último estudio estaría enmarcado en la inteligencia colectiva de coordinación del comportamiento. En el libro de James Surowiecki antes mencionado, se señalaba que este tipo de sabiduría común puede afectar –más allá del fútbol- a otros aspectos de nuestra vida, como el tráfico o el flujo de asistencia a restaurantes populares.

La investigación sobre el trabajo en equipo, entraría en el tipo de inteligencia colectiva “de cooperación”, también definida por Surowiecki, que consiste en la formación de redes sociales para fines específicos.

Pero en realidad los campos y niveles desde los que se puede analizar y tipificar la inteligencia colectiva son muchos. Desde la sociología hasta las ciencias de la computación, y desde las sociedades humanas hasta las bacterias, las plantas o los insectos (no debemos olvidar que los trabajos del entomólogo William Morton Wheeler, nacido en 1865, estarían entre las bases del concepto, pues en ellos se constató cómo los individuos independientes pueden llegar a funcionar casi como un solo organismo).

En resumidas cuentas, parece que la inteligencia humana individual sí marca una diferencia con respecto a los individuos de otras especies, pero que nuestra inteligencia colectiva responde a patrones compartidos con otros organismos, e incluso con sistemas no vivos, como las moléculas.  De nuevo la ciencia nos da una lección de humildad.

Referencia bibliográfica:

Albert B. Kao, Andrew M. Berdahl, Andrew T. Hartnett, Matthew J. Lutz, Joseph B. Bak-Coleman, Christos C. Ioannou, Xingli Giam, Iain D. Couzin. Counteracting estimation bias and social influence to improve the wisdom of crowdsJournal of the Royal Society Interface (2018). DOI: 10.1098/rsif.2018.0130.
Fuente: https://www.tendencias21.net/Las-matematicas-ayudan-a-comprender-la-inteligencia-colectiva_a44535.html
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