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No a la educación financiera en la escuela

Por: José Antonio Marina

Hace más de dos años, publiqué en El Confidencial un artículo sobre este mismo tema. Insisto en él, porque acaba de celebrarse en México el EduFin Summit 2017, organizado por el BBVA a través del Centro para la Educación y Capacidades Financieras. Hace 10 años que el BBVA comenzó a impulsar la educación financiera, siguiendo las indicaciones de la OCDE. En su inicio colaboré con Antonio Ballabriga, director del proyecto, de quien me consta su interés y competencia. El tema siempre me ha interesado. Hace más de 20 años gané el Premio Giner de los Ríos a la Innovación Educativa, por un programa para introducir las nociones básicas de economía en la asignatura de Filosofía; dirigí un prometedor proyecto de emprendimiento en la escuela, financiado por Caja Navarra, y colaboré en los programas de ‘aprender a emprender’, promovidos por la Fundación Príncipe de Girona.

Sin embargo, dejé de participar en el proyecto del BBVA porque me pareció que el enfoque dado por la OCDE está equivocado. No es educación financiera lo que necesitamos, sino educación económica, una parte de la cual es la educación financiera. Aislada, esta es muy poca cosa. González-Páramo, director general de BBVA, ha dicho que quiere que los clientes de su banco sean “ahorradores consistentes y deudores responsables”, por lo que “es fundamental incluir la educación financiera en los centros educativos”. Flore Anne Messy, directora de la División de Asuntos Financieros de la OCDE y coautora del Informe PISA, lamentó que la educación financiera no sea una asignatura obligatoria en los colegios desde los primeros años del ciclo escolar. Señaló la digitalización como un factor decisivo para la inclusión financiera de los jóvenes porque la tecnología facilita la accesibilidad de los productos financieros. Pero el problema no está en la falta de conocimiento de los productos financieros, sino en que no tienen acceso a ellos porque no tienen trabajo.

La educación financiera no es suficiente. Un ciudadano debe poder entender las noticias económicas de un periódico

Ballabriga da otra justificación: “Hay cierto consenso entre los especialistas en que si hubiéramos tenido una mayor educación financiera, la crisis habría sido otra crisis”. Vamos a ver. La crisis financiera comienza en Estados Unidos porque hay una política de conceder hipotecas sin garantía, ya que los bancos endosaban la responsabilidad del cobro a otras instituciones (que acabaron por quebrar). Las primas de los vendedores se relacionaban con las hipotecas vendidas, no con las hipotecas cobradas. Los bonus de los directivos se relacionaban con el aumento de los balances, no con la rentabilidad y seguridad del negocio. Crearon instrumentos financieros de tal complejidad que ni los mismos directivos de los bancos (por ejemplo, el presidente de Lehman Brothers, según confesión propia) los entendían. Productos financieros fraudulentos que, sin embargo, las agencias de ‘rating’consideraban AAA, y los auditores dieron por buenos.

La crisis que nadie vio

Los bancos se lanzaron a una política de ‘titularización’ de activos basura, con lo que extendieron su insolvencia como una epidemia. El mismo Alan Greenspan (tiene bemoles el asunto), máximo gurú de las políticas financieras del mundo, presidente de la Reserva Federal estadounidense, confesó que no entendía lo que estaba pasando. Incluso la reina Isabel de Inglaterra, en su visita a la London School of Economics, preguntó con razón a los economistas: ¿cómo no supieron ver lo que estaba sucediendo? La respuesta fue muy pobre.

No salen las cuentas. (iStock)
No salen las cuentas. (iStock)

La misma pregunta habría que hacérsela a los políticos y a los organismos de vigilancia como, en nuestro caso, el Banco de España o la Comisión Nacional de Valores. A la vista de esa situación, quienes parece que necesitan educación financiera son los presidentes de los bancos, los ingenieros financieros, las agencias de ‘rating’, los auditores, los organismos reguladores, los directores de sucursales, los comerciales bancarios. Los expertos contratados por las grandes empresas siempre van por delante de los expertos contratados por los estados. Lo que en el fondo está diciendo la educación financiera es que no podemos fiarnos de nadie. Que todos van a intentar engañarnos y que debemos ser absolutos responsables de nuestras decisiones. ¿Es esto realista? Creo que no.

​El ciudadano debe comprender la economía

¿Significa esto que el ciudadano debe desinteresarse de los asuntos económicos? Todo lo contrario. Es imprescindible que comprenda los mecanismos económicos. Como saben mis lectores, creo que hay que conocer para comprender y comprender para tomar mejores decisiones y actuar. Gran parte de nuestras decisiones políticas, familiares y personales tienen un componente económico, y debemos comprender. Pero la educación financiera no es suficiente. Un ciudadano debe poder entender las noticias económicas de un periódico.

Leo en los de este fin de semana: “Según el secretario de Estado de Hacienda, la presión fiscal en España está en un nivel medio-bajo respecto al resto de Europa”. ¿Esto es verdad? ¿Cómo se mide? ¿Es bueno o malo? “Hay que sacar adelante el techo de gasto” ¿Qué es? “La deuda mundial supera ya los 190 billones de euros, equivalente al 327% del PIB mundial”. ¿Qué quiere decir esto? ¿Podemos vivir sin deuda? “La UE multa a Google por prácticas monopolísticas”. ¿Deben prohibirse los monopolios o dejar que el mercado decida? Después de décadas temiendo la inflación como se teme al lobo, ahora el mundo está preocupado porque no sube la inflación. ¿Nos estarán tomando el pelo?

Necesitamos una economía creadora de posibilidades, y para eso hemos de volver al individuo consciente de sus capacidades

Cuando todavía estamos padeciendo el estallido de la ‘burbuja inmobiliaria y financiera’, el reputado economista Lawrence Summer dice que “estamos en una economía que necesita las ‘burbujas’ para poder alcanzar pleno empleo, y que sin ellas podemos estancarnos secularmente”. Paul Krugman, premio Nobel de Economía, se pregunta por qué en EEUU el partido republicano está decidido a eliminar la prestación sanitaria, lo que resultaría cruel para decenas de millones de personas, solo para conseguir una reducción de impuestos, el 40% de la cual afectará a personas con unos ingresos superiores al millón de dólares anuales.

Peter Hartz, ex jefe de personal de Volkswagen, y presidente de una fundación para luchar contra el paro juvenil, escribe una carta a Macron, proponiéndole un plan para abrir el futuro a 500.000 jóvenes en paro. Para financiarlo, propone la creación de una línea de financiación por el Banco Central Europeo. En el País Vasco, más del 80% de los alumnos de la Formación Profesional Dual encuentra trabajo al día siguiente. ¿Sería posible una ‘renta básica universal’? Son noticias económicas que afectan profundamente a la vida de todos los ciudadanos, y necesitamos saber a qué atenernos. Hay una definición clásica de la economía —ciencia de la gestión de recursos escasos— que resulta triste y anacrónica. Necesitamos una economía creadora de posibilidades, y para eso hemos de volver al individuo consciente de sus capacidades.

El mundo económico es más que el financiero​

Es verdad que debemos saber tomar decisiones para nuestra economía familiar. Algunas, evidentes. ¿Debemos invertir en la educación de nuestros hijos o en la nuestra propia? ¿Debemos vivir de alquiler o hipotecarnos? ¿Cómo podemos asegurar nuestro futuro? Pero también tenemos que tomar decisiones sobre políticas económicas, porque van a influir decisivamente en el éxito de nuestros proyectos. Tenemos dos formas de hacerlo: mediante el voto político y mediante el voto que ejercemos en cada acto de compra. Impera la idea de que la economía es un sistema global donde la acción del ciudadano es nula. Si pensamos así, acabará siéndolo.

Eso solo es verdad en la ‘economía descendente’ (mercados mundiales, multinacionales, presión internacional sobre los estados, presión de los estados sobre el individuo). Pero hay también una ‘economía ascendente‘ (parte del ciudadano como agente económico, y asciende a través de la iniciativa empresarial, de las decisiones de ahorro y consumo, de la participación política, de la presión de los estados sobre las políticas económicas internacionales, etc.). Necesitamos una educación económica que la favorezca, y la educación financiera no nos dice nada de eso.

Debemos saber tomar decisiones en nuestra economía familiar. (iStock)
Debemos saber tomar decisiones en nuestra economía familiar. (iStock)

No basta con criticar a los demás e imponer deberes al aire. Siempre me ha indignado una escena de película en que después de un accidente un individuo grita: «¡Que alguien llame a una ambulancia!». ¿Y por qué no la llamas tú? En vez de quejarse hay que actuar. Por eso, en la Fundación Universidad de Padres, que dirijo, y que tan presente ha estado en El Confidencial, vamos a lanzar en septiembre un curso ‘online’ titulado ‘Lo que todo ciudadano debe saber de economía, si no quiere ser engañado ni meter la pata’. Vamos a estudiar los mecanismos económicos básicos, y también la necesidad de elaborar un proyecto económico personal (con las implicaciones financieras que conlleva). Como enlace entre uno y otro tema, trataremos el problema laboral en un mundo en que el trabajo va a ser escaso y cambiante. Cuando el curso comience, volveré a hablar de él, para que nos ayuden a que sea un éxito.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2017-07-04/no-educacion-financiera-escuela_1409017/

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Sistema y reforma educativos generan sólo frustración y enojo: jóvenes maestros

Por: Laura Poy

Jóvenes maestros frente a grupo que han cumplido su segundo año como profesores de primaria afirman que su experiencia con el sistema educativo y su reforma sólo nos ha generado frustración, enojo y decepción.

Han sido evaluados al menos cuatro veces; apenas el pasado fin de semana cumplieron con su evaluación de desempeño.

Muchos de los problemas que enfrentamos en el aula con nuestros alumnos, con los padres de familia, con los compañeros docentes y las autoridades educativas, y que forma parte del día a día en nuestras escuelas, no forma parte de ninguna evaluación, aseguran en entrevista.

Egresados de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM) en 2015 ingresaron al servicio docente a través del examen de oposición que aplicó la Secretaría de Educación Pública (SEP) como parte de la implementación de la reforma educativa.

Con un resultado idóneo obtuvieron una plaza frente a grupo, pero lo primero que nos sorprendió fue la realidad del sistema educativo. Recuerdan que llegamos a las escuelas a ser tratados por los propios maestros como enemigos del pueblo, porque veníamos asignados por un examen que impone la reforma educativa. Fue difícil, porque desde el director hasta el supervisor de zona te hacen la vida imposible con la carga administrativa, que es inmensa.

Hay una realidad normativa en las escuelas, explica Alex, profesor de cuarto grado de primaria, de la que no te explican nada en la escuela normal y que simplemente llegas en blanco. Descubres que todo se hace de una forma determinada y no se cambia.

Maggi, maestra de segundo grado de primaria, destaca que nada te preparara para la agresión a la que nos exponemos por parte de los padres de familia. El sistema educativo los ha empoderado sin control. Piensan que saben más que el maestro, pero no asumen su responsabilidad para garantizar que sus propios hijos vayan a la escuela. Y la advertencia que tenemos es clara: nadie puede reprobar un alumno, aunque no haya asistido en todo el ciclo escolar.

Muchos de nosotros, apunta Alex, tenemos un cargo de conciencia ético porque debemos pasar de año a alumnos que de entrada tienen rezagos enormes. Llegan a cuarto, quinto y hasta sexto de primaria sin saber leer o multiplicar, pero el propio sistema educativo genera esas aberraciones por su normatividad.

Liz, profesora de segundo grado, señala que los maestros también sufrimos el síndrome de hoy no quiero ir a la escuela. Es tanta la presión sobre nosotros, que ya no sabemos qué hacer.

Nuestra realidad es decidir si me preparo para mi siguiente evaluación o me dedico a preparar todos los informes que me pide mi director e inspector de zona. Me pongo a organizar mi clase o a tratar de dialogar y convencer a mis padres de familia de por qué no debemos presionar a un niño de primer grado para que lea y escriba antes de tiempo, porque si de todo esto algo sale mal, los únicos culpables somos los maestros.

A este escenario, afirman, se suma la capacitación voluntaria y la evaluación diagnóstica y de permanencia a la que se deben someter para conservar su plaza docente. Nos mandaron a un curso de 40 horas. Luego fuimos evaluados con una prueba estandarizada en la que se aplican preguntas absurdas que nada tienen que ver con la realidad en el aula.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/sistema-y-reforma-educativos-generan-solo-frustracion-y-enojo-jovenes-maestros/

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¿Qué cualidades debe tener un buen maestro?

Por:  

Todos hemos tenido todo tipo de maestros y todos recordamos con especial cariño a algunos de ellos. A veces incluso recordamos frases o gestos que, en su momento, sin saberlo, calaron en nosotros para siempre.

“La vista no puede ser vista”, no olvidaré nunca esta frase. Primero, porque el profesor la repetía sin cesar y en segundo lugar, porque por más que la escuchaba, no la entendía. Quien hablaba era ese profesor con la nariz altiva, el que nos miraba a nosotros, a los alumnos, con aborrecimiento. Era el mismo que nos decía que estaba estudiando para abogado porque los estudiantes no valorábamos la filosofía. “Sois una pérdida de tiempo”. Ese año suspendí la filosofía de bachillerato y, por supuesto, la odié también. A pesar de lo “bueno” que era el profesor en el tema, nunca consiguió que entendiéramos la filosofía ni que empatizáramos con ella; y mucho menos que la amáramos o, en su defecto, que nos gustara un poco.

Para suerte mía, y de muchos otros alumnos como yo, al año siguiente el profesor cogió la baja y llegó al instituto una profesora que nos hizo ver a los “grandes pensadores” y a los conceptos filosóficos desde otro punto de vista. Ese año aprobé con muy buenos resultados filosofía y años más tarde me matricularía en la carrera de Filosofía y letras.

Ahora, como maestra, observo a mí alrededor a cada uno de los alumnos, todos ellos diferentes, y me pregunto qué es lo que quieren y qué necesitan. Lo mejor que he podido hacer ha sido hablar directamente con ellos, proponerles que expliquen qué cualidades consideran que tiene que tener un buen maestro. Los jóvenes a los que les he preguntado lo han tenido bien claro:

En primer lugar, un buen maestro o profesor tiene que ser amable. Esta ha sido la cualidad más escrita, y es que por mucho contenido curricular, entre profesor y alumnos, ante todo, existe una relación personal. “Si un profesor no es amable, se me quitan las ganas de escucharlo”, comentaba uno de ellos. Y no es de extrañar, esto nos pasa a todos en cualquier esfera de nuestra vida, ¿por qué debería ser diferente con ellos?

Otra de las cualidades más deseada en un maestro es que sea creativo, que haga actividades “chulas” y juegos, y no fichas todo el rato. ¿Hablamos de innovación? Es graciosa esta palabra, cuando el deseo, consciente o inconsciente, de los alumnos de hoy y de antaño, siempre ha ido por delante de cualquier innovación educativa que los adultos podamos proponer. Lo que hoy se pueda implementar en el aula como algo innovador lleva años en las mentes de los niños. ¿A caso, como alumnos, no preferíamos salir a la calle, hacer experimentos, jugar, manipular que escuchar una lección magistral?

En tercer lugar, los alumnos han destacado que un buen maestro no tiene que reñir gritando. ¿De verdad gritan los maestros? ¿Por qué? Cualquiera sabe de primera mano cuán desagradable es que le griten a uno. Y, en más o menos medida, somos conscientes de la reacción que se produce inmediatamente tras el grito: te tapas los oídos (con la mano o mentalmente, desconectas vaya). Los maestros gritan por muchas razones (yo misma los oigo por los pasillos). Gritan para que los alumnos se sienten, para que los alumnos se callen, gritan porque un alumno pregunta algo que ya se ha explicado, porque no entienden algo que ya se ha dicho…

Siempre me pregunto por qué en esta profesión se permiten conductas que en otras, en un contexto parecido, son impensables. ¿Se imaginan a un comercial de telefonía móvil gritándole a un cliente porque éste no entiende cómo usar la agenda o cómo conectarse a una red wi-fi? ¿Acaso el comercial le reprochará que tenga que repetírselo? ¿Qué es lo que hace diferente esta situación? ¿Será que unos son adultos y los otros niños, y que a estos últimos no les debemos el mismo respeto ni la misma paciencia? ¿O será que en el primer caso el dinero cumple una función coaccionante? Nunca he entendido ciertas reacciones por parte de algunos profesores, y por suerte, veo que muchos alumnos comparten conmigo esta incomprensión. Cuando uno se hace maestro o profesor, sabe muy bien que tendrá delante niños y niñas de todos los tipos, y que precisamente le pagan para ayudar y explicar, tantas veces como haga falta. ¿Por qué se reniega entonces de una parte tan esencial y tan básica de nuestra profesión?

Y esto nos lleva a otra de las cuestiones también muy comentadas entre los alumnos: un buen profesor debe explicar las cosas muchas veces, y ayudarte si no entiendes algo. “Yo creo que tiene que hablar contigo si tienes alguna pregunta o dudas y escucharte y ayudarte”, comentaba uno de los alumnos. Es obvio, ¿no?, para eso nos pagan. Y en este caso no importa a qué tipo de educación nos estemos refiriendo, porque incluso en aquella más abierta y libre, los niños reciben explicaciones de algún tipo: dónde están las cosas, cómo usar una herramienta, etc.

Por supuesto, ha salido a colación el tema de los “ alumnos favoritos”, porque no nos engañemos, existen favoritos, y algunos lo saben disimular mejor que otros. ¿Cómo notáis quién es el favorito? “Porque le preguntan todo el rato a esa persona, porque se le perdona más cosas que a los demás, porque le dicen que es el mejor y que lo hace todo bien, porque siempre le piden los favores”. Sí, recuerdo bien eso. El favorito siempre ha sido destacado en clase, para que todos lo vean, anhelen ser como él/ella, y, de paso, para que tengan claro cuál es el modelo al que hay que aspirar.

Y bien, luego han habido muchos otros comentarios, algunos de ellos sorprendentemente populares también, como el “ buen olor”: “que no le huela mal el aliento”, “que huela bien”, “que no huela a tabaco”. Sin duda, el olor corporal ha imprimido en nuestro recuerdo a más de un profesor/a, para bien o para mal. Y de nuevo me viene a la cabeza eso que me pregunto desde que era una niña: ¿por qué los adultos piden cosas a los niños/as que ellos no cumplen? Desde la escuela siempre me han insistido en que tengo que lavarme los dientes después de comer, y así lo he hecho. Entonces, ¿por qué el aliento de algunos profesores huele a vino mezclado con café y cigarro? En más de una ocasión he escuchado a los profesores quejarse del olor general de una clase, o del olor o falta de aseo concreto de un alumno. ¿Nos preguntamos cómo olemos nosotros?

En fin, este artículo podría no terminarse nunca (a los niños y niñas a los que he preguntado se les ocurrieron miles de cosas), pero más que alargarlo, me gustaría dejar que fueran los propios profesores y maestros que entablaran esta conversación con sus alumnos.

Por mi parte, tras escribir todo esto, solo puedo pensar en una cosa: ¿No es acaso todo lo expuesto demasiado obvio? A veces tengo la sensación de que los profesores caminamos errantes y ciegos buscando una solución que está justo delante de nosotros, a veces se llama Clara, Rosa, Carlos, Georgina, Lucía, Lucas, Rodrigo….

Fuente noticia: http://www.eldiario.es/catalunya/opinions/cualidades-debe-tener-buen-maestro_6_611798826.html

Fuente imagen: http://2.bp.blogspot.com/-C_dkhXMEMqc/T5g2dh546MI/AAAAAAAAABc/t6AbH54aZ_8/s400/buenamaestra_3064.jpg

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India apuesta a digitalizar la planificación familiar

Originalmente publicado en IPS

India digitaliza sus servicios de salud sexual y reproductiva mediante varias aplicaciones para celulares. Crédito: Stella Paul/IPS.

LONDRES, 17 jul 2017 (IPS) – Comprar por Internet puede tener sus pros y sus contras, pero es posible que sea la opción más segura para adquirir productos que cargan con una etiqueta moral invisible, opinó Franklin Paul, gran defensor de los derechos y de la salud sexual y reproductiva de jóvenes en India.

“Pronto nadie tendrá que entrar a un comercio a comprar condones, enfrentarse al entrometido farmacéutico y pasar vergüenza”, aventuró..

“Simplemente los pedirán a través de sus teléfonos móviles, tabletas o computadoras portátiles y se los llevarán hasta la puerta de su casa”, explicó Paul, quien estudió dos años cómo llevar la tecnología digital a jóvenes de entornos rurales de India.

“Los propios trabajadores de la salud tienen vergüenza de hablar de sexo y de anticonceptivos, pero si la información está disponible en la pantalla de los celulares, nadie tendrá que pasar vergüenza”: Kamla Mukhi.

El gobierno introdujo hace poco educación sexual en las escuelas públicas, pero aún así es muy difícil para los jóvenes acceder a buena información sobre este tema, señaló en diálogo con IPS.

Paul participó en la Cumbre de Planificación Familiar de Londres, realizada en la segunda semana de este mes, y relató su experiencia personal trabajando en el distrito de Purba Champaran, en el estado de Bihar, uno de los más desfavorecidos de India.

La investigación llevó a Paul y a sus colegas a crear una aplicación para celulares llamada M Sathi, disponible en Google Play, que ofrece información de forma divertida e interactiva sobre relaciones sexuales y otros temas vinculados, pensada para jóvenes con juegos y cuestionarios.

Derechos y salud sexual y reproductiva digital

El gobierno de India lanzó una campaña para expandir la conectividad digital e implementar la gobernanza electrónica. La iniciativa India Digital procura transformar a ese país en una economía del saber y en una sociedad digitalizada.

La campaña se ajusta al plan del gobierno de promover y mejorar los derechos y la salud sexual y reproductiva en el país, indicó Kumar Mishra, secretario de Salud de India.

“Digitalizamos nuestra comunicación en toda la cadena de suministro”, precisó, tras anunciar que India destinaría otros 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años a esa iniciativa a fin de ofrecer mejor atención en salud reproductiva a su población de más de 1.240 millones de habitantes.

Con ese anuncio, el presupuesto que India destina a ese fin asciende a 3.000 millones de dólares.

Hay 100 millones de mujeres que usan anticonceptivos, según datos oficiales. Pero no todas reciben lo que necesitan, lo que causa un desequilibrio en el sistema de demanda y suministro.

Además, es un obstáculo para lograr el objetivo de proteger los derechos y la salud sexual y reproductiva y distribuir anticonceptivos entre unas 48 millones de mujeres más, así como reducir y erradicar las enfermedades y el número de muertes por causas asociadas.

Las herramientas digitales pueden ayudar a reducir la brecha entre la demanda y el suministro, observó Mishra.

Con el ejemplo de E-mitra, un servicio de comunicación a través del teléfono móvil, creado por el gobierno, Mishra indicó que la rápida expansión de la red digital en India motiva el mayor uso de celulares, en especial en zonas urbanas y semiurbanas.

Los proveedores de la salud deben aprovechar esta oportunidad para llegar a más personas y suministrarles información creíble a través de sus teléfonos y herramientas de Internet, opinó.

Teléfonos celulares para mejor información

Las palabras de Mishra se ajustan a la situación de Kamla Mukhi, una joven indígena de 24 años, dedicada a la salud comunitaria en Daltongunj, un distrito minero en el oriental estado indio de Jharkhand, donde las mujeres deben desplazarse entre 20 y 25 kilómetros para llegar al centro de salud más cercano para cubrir sus necesidades de información o de productos sanitarios.

Hace un año, Mukhi visitó una de esas clínicas. “Una enfermera de muchos años entregó con disimulo en la mano de una joven un paquete de condones. Luego, ella me preguntó: ‘Didi, ¿cómo tomo esto? Eso es un preservativo’. No sabía si reír o llorar”, relató.

“Antes le habían dado cereales y píldoras anticonceptivas y pensó que el nuevo producto también era para ingerir”, precisó.

Con los celulares, eso no ocurrirá, porque las jóvenes podrán recibir información de forma directa, sin confusiones.

“Los propios trabajadores de la salud tienen vergüenza de hablar de sexo y de anticonceptivos, pero si la información está disponible en la pantalla de los celulares, nadie tendrá que pasar vergüenza”, destacó.

El sistema de información digitalizada también será un gran beneficio para mujeres y jóvenes que viven en zonas de conflicto, subrayó Mukhi, cuyo pueblo está en una zona que sufre la insurgencia naxalita, un grupo maoísta enfrentado a las fuerzas gubernamentales.

“Las mujeres tienen que caminar muchos kilómetros para llegar a una clínica. Al llegar se encuentran con que cerró debido a una amenaza de seguridad o por un ataque. Si esa información se comparte por celular, no tendrán que soportar molestias innecesarias”, ejemplificó la activista.

Invertir en datos

Compartir información es relativamente fácil, pero recoger datos precisos sobre cómo se usa esa información sigue siendo un gran desafío.

La Fundación Bill & Melinda Gates, que en 2016 anunció un fondo de 80 millones de dólares para investigar y recolectar datos por género.

Los datos son fundamentales para identificar los asuntos económicos y sociales que afectan a las mujeres y cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el tres y el cinco.

“Una de las tecnologías que usamos”, precisó Mishra, “es la Gestión de la Cadena de Suministro, un programa que rastrea las compras y el suministro de los productos para la salud reproductiva”, explicó.

“También tenemos una base de datos sobre el uso de anticonceptivos, que vamos a digitalizar. Pronto tendremos un enorme volumen de datos, la mayoría de los cuales estarán a disposición del público”, añadió.

El gobierno de India trabaja con la Fundación Gates en la creación de Kilkari, una aplicación para celulares que ofrece información personalizada para madres primerizas que, entre otras cosas, les avisa de las fechas de vacunación.

Además, el gobierno cuenta con otras dos aplicaciones móviles, Emitra y Anmol, para difundir información sobre planificación familiar.

Tecnologías especiales para jóvenes

Ninguna de las ofertas digitales del gobierno son específicas para jóvenes, reconoció Mishra, pero su departamento planea atender pronto esa carencia. Franklin Paul explicó que para incentivarlos a usar la tecnología, es necesario que esté adaptada a ellos.

“Las aplicaciones del gobierno tienen mucho texto. Pero a los jóvenes les gusta algo más interactivo y que sea visualmente más atractivo y estimulante. Por eso estamos por agregar videos a nuestras aplicaciones Msathi”, indicó.

“Así como es necesario darles una canasta de productos anticonceptivos para que elijan, también es necesario ofrecerles una canasta de alternativas tecnológicas. En vez de que solo sean mensajes de texto, tenemos que ofrecer una variedad de opciones como comercio electrónico, multimedia y redes sociales para ayudar a difundir los servicios de salud sexual y reproductiva entre los jóvenes”, subrayó Paul.

Traducido por Verónica Firme

Imagen destacada disponible desde: http://cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2017/07/digital-629×420.jpg

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España: El drama de las altas capacidades

Orginalmente publicado desde Javier Tourón

«El igualitarismo es pernicioso para el desarrollo de la alta capacidad y hace más daño a quienes no tienen recursos económicos que a las clases adineradas, que pueden sortear los obstáculos del sistema educativo por su cuenta» (Tourón, 2004, entrevista en un periódico nacional).

Me vuelvo a encontrar con una realidad que no me sorprende, pero me sigue alarmando. Las cifras de la identificación de los alumnos más capaces en España en su conjunto y en sus CC. AA. en particular, en el curso 2015-16. No entro en el modo o criterios para llegar a estas identificaciones, ya lo hice en otras ocasiones. Tampoco en si los identificados están siendo atendidos educativamente como requiera CADA caso (¡porque no todos son iguales!), no quiero poner el foco en ese aspecto ahora. Me fijo solo en los datos de identificación recientemente ofrecidos por el Ministerio y que pueden consultarse online con todo detalle desde este enlace (magnífica posibilidad muy de agradecer, desde luego)

Para este post he resumido la información por comunidades y sexo, para hacer algunos comentarios que, por otra parte, no serán muy distintos de los que ya hice con datos similares en una entrada anterior. Podría ser interesante comparar las cifras para ver su evolución. Voy a traer aquella tabla aquí para que la veas comparativamente en la columna de totales, ya que las otras columnas son: red de centros en un caso y sexo en el otro. Para nuestro propósito con el total tenemos suficiente.

La tabla con los resultados más recientes la incluyo a continuación. Más abajo la de la entrada anterior. Es fácil ver que se ha producido un incremento en el número de niños y jóvenes identificados que está en torno al 24%. Dato ciertamente positivo, pero claramente insuficiente.

Sin entrar en guerras de cifras, 23.745 alumnos identificados sobre el total de la población española suponen el 0,29% de la misma.

Para valorar el dato basta una pregunta sencilla: ¿cuántos alumnos de AACC hay en España? ¿5%, 10%, 15%? o serán el ¿2,28%? Una tabla comparativa de estas cifras que ya realicé en el pasado, con los datos de entonces, se puede ver aquí.

Algunos autores sostienen, sostenemos, que entre el 10 y el 15% son alumnos que en cualquier población necesitan algún tipo de ayuda diferencial derivada de su capacidad, rendimiento o potencial.

Hay, como es conocido por todos, una resistencia a apearse del CI 130 (2,28%), que ningún autor serio en este campo sostiene (por citar algunos: Renzulli, Gagné, Pfeiffer, Subotnik, Olszewski-Kubilius, etc.). No digamos ya si empezamos a distinguir entre talento simple y complejo, precocidad, etc.

No, que la capacidad es un problema de grado, no de punto de corte. Que no hay una realidad física, o rasgo estable que determine «quién es y quién no es», que todos estamos en proceso de ser, y que actualmente el paradigma más serio que existe en nuestro campo es el que considera la capacidad en desarrollo, como un proceso evolutivo.

Vamos, lo que ya señalaron Treffinger y Feldhusen cuando escribieron en 1996: «Los talentos emergen y crecen evolutivamente, y para algunos no llegan a emerger porque no se produce una adecuada estimulación en la escuela y la familia. Es imperativo que todos los que trabajan con jóvenes vean los talentos y potencialidades como algo educable y emergente, y no como algo fijo e inmutable» (los énfasis de la cita son míos).

Pero volvamos a las cifras. Empezaré por lo más fácil y que, a pesar de ser de dudosamente aceptable (no lo es de hecho), es lo que se incluye en la mayor parte de los protocolos: tener un CI de 130. ¿Sabéis que en una población normal un valor de 130 lo tienen el 2,28% de los sujetos? ¿Cuántos alumnos son el 2,28% de los algo más de 8 millones de alumnos del sistema educativo español?

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Están identificados 23.745 de ellos, lo que representa que solo están identificados el 12,8% de los que teóricamente tienen un CI de 130 o superior. O dicho en otros términos, NO están identificados el 87,2% de los que según el criterio (¡repito, insostenible del 130!) más común, aceptado por la Administración, deberían estarlo. ¡Alguien debería analizar esto!

Me temo que el asunto es mucho peor cuando nos aproximamos a las cifras señaladas más arriba del 5, 10, 15%,  lo que supondría tener identificados -y no olvidemos: atendidos adecuadamente- la friolera de entre 405 mil y 1.207.000 alumnos aproximadamente.

No sé a vosotros, pero a mí se me antoja que entre 23.745 y un número (para ser condescendiente) entre 184 mil, 405 mil o más de 1,2 millones… algo se nos ha perdido por el camino. ¡En muchos casos quizá para siempre!

¿Tiene solución? Desde luego. No puedo aceptar otra respuesta distinta después de años estudiando el problema y conociendo experiencias de éxito en tantos países del mundo.

Supongo que muchos estáis de vacaciones y no quiero cansaros con más reflexiones. Solo apunto, una vez más, algunas cuestiones que son esenciales, a mi modesto juicio, para avanzar.

1. Es preciso que cualquier postura, análisis o actuación educativa, se establezca sobre la base de lo que dice la investigación más solvente en este campo y no sobre las ocurrencias, más o menos felices, de cada uno.

2. Es crucial la formación de profesores. Por ello en Noviembre pongo en marcha, con un excelente grupo de profesores, nuestro Experto en Altas Capacidades en UNIR.

3. Sería imprescindible (yo lo haría obligatorio) que los centros educativos evaluaran el potencial de todos sus alumnos de manera periódica y que, a partir de los resultados, establecieran planes todo lo personalizados que fuese posible. Los directores podría leer esta entrada. Y los profesores esta otra. Quizá ambos, las dos. Los centros educativos realmente deberían ser centros de o para el desarrollo del talento.

4. La mejor legislación es la que no existe, o mejor, la que no se precisa. En el caso de los alumnos más capaces no tengo duda alguna. Entre otras razones porque mucha de la que existe es claramente limitante y pone más trabas que ofrece ayudas. Además, ¿por qué tienen los alumnos más capaces que estar permanentemente demostrando esto y aquello, mientras que los demás escolares no parecen tener que hacerlo? ¿Por qué los programas o acciones en su favor están sometidos a un escrutinio que no se exige a los demás? Si de mí dependiera, ya lo dije muchas veces, haría desaparecer todo registro o certificación de alumnos más capaces. Entre otras cosas porque en un modelo evolutivo tiene poco sentido, ya que lo que hoy es de una forma, mañana puede serlo de otra. Y lo contrario. ¿Recordáis los tres mitos de Pfeiffer sobre este asunto? Para que se me entienda, a lo que me opongo, por decirlo así, es al: «para que usted pueda recibir una cierta ayuda, tendrá que superar numerosas pruebas que certifiquen…». Si los centros promovieran una auténtica pedagogía adaptativa, que diese a cada uno lo que necesita, nada de esto sería necesario. Esto se llama promover la equidad; la obsesión actual está en la igualdad, pero como ya dije en otro momento, refiriéndome a Aristóteles,  «es tan injusto tratar igualmente a los desiguales, como tratar desigualmente a los iguales».

5. Finalmente, me parece que debería haber una cierta unidad de acción entre los interesados. En primer lugar las familias que, muchas veces, visto desde fuera no se percibe. Esto es muy español, pero muy poco práctico. Pero no es mi campo, así que no diré más, solo lo apunto por si sirve de reflexión.

    Datos de la identificación en el curso 2014-2015

Y es que «la fuga de cerebros comienza en la escuela», el desarrollo social, ¡también!

Si quieres tener una visión complementaria y evolutiva de los últimos años puedes consultar varias entradas publicadas en el blog «El incansable aspersor». Me parece que contienen una información valiosa sobre este asunto. Las opiniones y observaciones en ellas contenidas, que comparto en su mayoría, pertenecen a su autor.

Alumnado Altas capacidades. Datos oficiales curso 2015-2016.

Identificación Alumnos AACC. Evolución histórica

Identificación Alumnos AACC. Centros Públicos y Privados. Evolución Histórica.

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Articulo: Enseñando a leer y escribir a niños con autismo

Por Daniel Comín.

Originalmente Publicado desde: Autismo Diario

Aprender a leer y escribir es quizá la primera acción realmente académica de los colegios, marca un antes y un después en la vida de un niño. Saber leer y escribir es, a día de hoy, algo que esperamos de cualquier persona, eso del analfabetismo prácticamente ni lo conocemos en nuestra sociedad moderna.

Sin embargo, enseñar a leer y escribir a niños con autismo no es algo tan rápido y simple en muchas ocasiones. Es tremendo ver la cantidad de adolescentes, jóvenes y adultos con autismo que son analfabetos, que no saben leer ni escribir, por supuesto son analfabetos porque, según el sistema educativo, la culpa es suya, que no tienen capacidad. O eso dicen algunos.

Afortunadamente hay gente que piensa lo contrario, y están convencidos en que sí pueden aprender a leer y escribir. Y consiguen que esos chicos y chicas, desahuciados -educativamente- por el sistema, sean capaces de leer y escribir.

Los efectos de aprender a leer y escribir en el autismo son estupendos, aportan a la persona que aprende una mejor comprensión del lenguaje, les ayuda a estructurar, incluso muchos desarrollan un mejor lenguaje verbal a raíz de ese aprendizaje.

La metodología más empleada en la adquisición de la capacidad de lectoescritura se denomina lectura global. Y lo más curioso es lo poco que uno encuentra como documentación sobre este método. Más si cabe la importancia que este conocimiento tiene.

Es básico y fundamental que los educadores estén formados en este tipo de técnicas, que sepan realizar materiales, enfocar los entornos educativos, y sobre todo, creer que todos sus alumnos pueden aprender a leer y escribir. Es por tanto, básico y fundamental que el personal docente tenga la capacitación necesaria para abordar este aprendizaje.

Lo curioso de este factor fundamental del aprendizaje, es descubrir como muchos alumnos con autismo -principalmente aquellos con altas necesidades de apoyo- han aprendido a leer y escribir fuera del contexto escolar. Bien a través de su propia familia, o bien a través de equipos profesionales externos. Algo que es, cuando menos, increíble.

La importancia de formar y motivar al profesorado

No se puede obviar que hay estupendos docentes, de los que se parten el lomo por sus estudiantes, incluso de los que pelean con la familia para que tengan una mayor implicación en el proceso educativo del alumno. Porque de todo hay, y es cierto que los docentes del 9 a 5, esos que van a cumplir con el horario y poco más, no son mayoría, aunque los hay. Pero también es cierto que hay docentes que deben enfrentar retos para los que nadie los ha preparado, y acaban, ellos buscando por su cuenta la formación que necesitan, y por supuesto, pagándola de su bolsillo.

Como en todo en esta vida, hay docentes estupendos, buenos, normales, regulares y malos de solemnidad. Pero si no hay acceso a programas de mejora y capacitación del docente, pues tenemos un problema. Es básico que los educadores dispongan de buenos programas de capacitación, de herramientas, de técnicas,…, para poder cumplir adecuadamente con su trabajo. Pero sobre todo, es básico que el docente se sienta motivado. Si tenemos formación y motivación, el alumno aprende seguro. Incluso los alumnos en los que el sistema no confía.

El rol de la familia

Es importante que la familia se implique en el proceso educativo del niño, y es básico que entiendan la importancia que tiene la lectoescritura, y por ello deben también ser un apoyo, una extensión de ese proceso. Aprender no es tan difícil, pero apoyar y trabajar para mejorar el aprendizaje es básico.

También hay familias que son quienes acaban, lamentablemente, encargándose de la mayor carga del proceso educativo. Preparan materiales, repasan contenidos, revisan tareas para adaptarlas, …, vamos, que hacen la mayor parte del trabajo. Como hemos visto, se pueden dar todos los casos.

Recursos

Al final de este texto encontrarán algunos ficheros adjuntos que les pueden ser útiles. Pueden descargarlos y aprender más sobre este particular.

En cuanto a recursos, pues no hay muchos, o yo no los he sabido encontrar, que también es posible. Tenemos artilugios físicos, aplicaciones y modelos metodológicos. He realizado una pequeña selección de lo que más me ha gustado que espero les sea útil.

En cuanto a los artilugios, destinados principalmente a que el niño use el lápiz de forma adecuada, me ha resultado muy interesante el lápiz Ymagina (www.ymagina.mobi/lapiz-ymagina/) que ha sido creado específicamente para su uso en tablets, ergonómico y simple. En su contra, que comprarlo es bien difícil, un lápiz sencillo con un complejísimo proceso de compra.

También disponemos de adaptadores para su uso en lapiceros que podemos encontrar en comercios especializados y que no son caros.

En cuanto a aplicaciones, pues tenemos Leo con Lula, una aplicación veterana (Aunque solo disponible para Apple) y muy conocida, que además tiene todo un modelo metodológico asociado. Es gratis.

Otra aplicación, esta sí para Android es Literallcy, poderosa herramienta, quizá de lo más potente que podemos encontrar de forma gratuita para lectoescritura, su problema, que el manual de uso es muy malo, con lo cual, sacarle el partido a este aplicación puede ser bien complejo, aunque merece la pena dedicarle tiempo.

Y finalmente un modelo metodológico con un curso formativo asociado, La Corroncha. Una metodología para aprender a crear materiales y a usarlos, destinado precisamente al desarrollo de la lectoescritura. Es un curso que está plagado de material, videotutoriales, información, …, y con un modelo de trabajo de muy fácil aplicación, un trabajo de calidad que además se encaja perfectamente con la metodología TEACCH, ideal para colegio, casa, gabinete, …, fácil de aprender y de aplicar, hasta aprendes a usar software para crear materiales nuevos. Es un curso formativo y es de pago, tiene un precio de 84 €, pero si quieres ahorrar 10 euros y pagar solo 74 € puedes usar este código de descuento: FAD-C20170703 al inscribirte.

ANEXOS PARA DESCARGA:

Imagen destacada disponible desde: https://i2.wp.com/autismodiario.org/wp-content/uploads/2017/07/lectoescritura.jpg?w=1280&ssl=1

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Ignorancia, educación y libros de texto

Por: Enrique Calderón Alzati

¿De qué habla el secretario de Educación al plantear que uno de los objetivos pedagógicos de los nuevos planes de estudio, es la autonomía curricular, cuando los principales materiales de clase, los libros de texto de las escuelas, son únicos? El proyecto de los libros de texto gratuitos, constituyó un avance importante para la educación nacional. Su origen data de 1960, cuando se entregaron por vez primera en los tiempos del presidente Adolfo López Mateos, para asegurar que todos los niños de México que cursaban la educación básica, tuviesen sin distinción los libros necesarios para estudiar en su escuela, teniendo como efecto la mejoría del desempeño de los estudiantes y el incremento de la matrícula educativa de la educación primaria y secundaria.

Hoy sin embargo, los libros de texto no responden ya a las necesidades educativas del país, al no tomar en cuenta las diferencias culturales, históricas y económicas de las diferentes regiones de México, conformando una sola verdad histórica, acorde a los intereses del grupo gobernante, la cual dista mucho de responder a los del pueblo, convirtiéndose de un instrumento para mejorar la educación, en otro de control político. Igualmente grave es que en los últimos años, el índice de lectura entre los adultos mexicanos sea uno de los más reducidos del planeta, lo cual es consecuencia en buena medida del actual programa de los libros de texto gratuitos.

Existen otras razones para explicar el desinterés por la lectura, como la adicción a la televisión, cuyos contenidos violentos, irrelevantes y carentes de valores formativos, han dado lugar a severas críticas al gobierno, por subsidiar y favorecer a las cadenas televisoras, sin tomar en cuenta su impacto negativo en la formación de los niños y jóvenes, así como en el proceso de desculturización del país. Todo esto nos lleva a hacernos algunas preguntas: ¿Debiera el gobierno estar interesado en los problemas que originan la ignorancia en que vive actualmente la mayor parte de la población? ¿Por qué razón, los sucesivos gobiernos federales han ignorado el efecto nocivo de la televisión en la educación? ¿Por qué tanto el gobierno anterior como el actual, lejos de rectificar esas políticas, han premiado a las cadenas televisoras por su relevante papel en la educación y han buscado su colaboración para seguir incidiendo en las políticas educativas?

Al analizar estos hechos, resulta igualmente relevante preguntarnos por qué a nuestros gobiernos no se les ha ocurrido privatizar la producción de los libros de texto, como lo han hecho con todos los demás sectores económicos, tomando en cuenta que la producción y distribución comercial de los libros de texto gratuitos, debe tener un valor comercial cercano a los 10 mil millones de pesos anuales, los cuales permitirían generar una industria editorial competitiva a escala mundial, con un impacto importante en la cultura nacional y en los ingresos del país.

Desde luego, hacer algo de este tipo podría tener como consecuencia la desaparición de los libros de texto gratuitos, sin embargo no es este el caso, porque bastaría que los niños recibiesen en sus escuelas, monederos electrónicos del Gobierno federal para adquirir los libros que les indicaran sus maestros. En este caso el problema principal de los estudiantes y sus familias, residiría sólo en la inexistencia de librerías en donde comprar los libros, pues actualmente en el país, ellas sólo existen en las grandes ciudades, en virtud del escaso número de lectores adultos que pueda haber en un poblado con menos de 100 mil habitantes, lo cual nos lleva directamente a un círculo vicioso.

¡No hay lectores porque no hay librerías donde adquirir libros y no hay librerías, porque no hay lectores que compren los libros! ¿Se habrán dado cuenta de esto el actual secretario de Educación, así como sus antecesores en el puesto? Si no lo hicieron ¿Se trata de un problema de ineptitud y de falta de imaginación de su parte? ¿O se debe más bien a las política de estado orientadas a controlar el pensamiento de los escolares que luego serán adultos, tal como lo vaticinó George Orwell en su famoso libro 1984? Una consulta al libro de historia de quinto año de primaria nos convencería de que: Quien controla el presente, controla el pasado para controlar también el futuro.

La magnitud del retroceso educativo (por no decir desastre) generado por el actual gobierno, de acuerdo con los indicadores de desempeño escolar de los estudiantes reportados por los resultados de las pruebas Enlace y Planea aplicadas a lo largo del sexenio y publicados por la misma SEP, debieran generarnos dudas sobre las virtudes de la actual reforma educativa y también sobre la utilidad de los actuales libros de texto. Las tendencias represivas, antidemocráticas y autoritarias del actual gobierno, no nos dejan dudas sobre los intereses y los objetivos del grupo enquistado en el poder.

Actualmente se producen más de 200 millones de libros de texto gratuitos cada año, para los 20 millones de niños y adolescentes que cursan la educación básica, para ello el gobierno dedica dos mil 500 millones de pesos anuales, cantidad por cierto similar a la utilizada en la compra de votos durante las pasadas elecciones del estado de México. Lo que se requiere es que la SEP indique los temas a desarrollar para cada grado, dejando a las editoras la decisión de los contenidos de sus libros y a los maestros de las escuelas la decisión de que libros utilizar en sus clases, de manera que los niños y sus padres los adquieran en las librerías cercanas para ellos, utilizando monederos electrónicos otorgados por el gobierno, siendo además necesario que el Congreso de la República asigne a este rubro, un presupuesto cuatro o cinco veces mayor al utilizado actualmente. Mi propuesta desde luego, no es de carácter mágico, sé que un proceso así puede llevar varios años de esfuerzos cuidadosos y visionarios, que sólo podrán ser realizados por un gobierno democrático, comprometido realmente con la educación.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/07/08/politica/017a1pol

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