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Suspenden los cambios anunciados en el Nacional Buenos Aires

Por: Luciana Vázquez

e desató la polémica y el lunes comenzarán las clases en el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) pero sin los cambios históricos anunciados por sus autoridades a fines de febrero, que buscaban introducir una reforma en el modo de organizar a los alumnos en las aulas y remover parte de los característicos pupitres de madera del colegio. El objetivo era aumentar en un 15 por ciento el cupo para 2018 y mejorar las prácticas pedagógicas en clase.

La reorganización quedó suspendida por el momento ante los cuestionamientos que apuntan sobre todo a la falta de análisis y debate de la propuesta de reorganización planteada por el rector del colegio, Gustavo Zorzoli, entre los claustros de docentes, graduados y alumnos representados en el Consejo de Escuela Resolutivo (CER), el órgano que cogobierna la vida del colegio junto al rector. Zorzoli había alcanzado su decisión sin antes analizarla ni consultarla con el CER ni con el Consejo Académico (CA).

«Esta rectoría rediseñará el proyecto original y lo pondrá a consideración del Consejo Académico y del CER de forma conjunta, posponiendo su implementación». Así se refirió Zorzoli, en relación a la marcha atrás de la reorganización de las aulas, en una comunicación vía email a docentes, padres y alumnos del colegio el miércoles por la noche.

El objetivo de los cambios era aumentar el cupo
El objetivo de los cambios era aumentar el cupo. Foto: Archivo / Fernando Massobrio

CER o no CER

Ese día Zorzoli había acudido al Rectorado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la que depende en última instancia la marcha del CNBA, en un intento por encontrar una definición acerca del alcance de la autoridad del rector del Buenos Aires para decidir de manera unilateral el tipo de reorganización propuesta, sin necesidad de contar con el consenso del claustro de profesores, estudiantes y ex alumnos en el CER. Con la decisión de Zorzoli se desató un conflicto de interpretaciones acerca del rol del CER en la gestión del colegio y su proyecto pedagógico institucional.

Finalmente, el rector optó por dar lugar a la búsqueda de «consenso necesario de toda la comunidad, dadas las evidentes diferencias entre las representaciones políticas (CER) y académicas (CA)», según lo expresó en el último comunicado oficial.

Según Zorzoli, el 1 de marzo, con la decisión ya tomada, el proyecto había logrado el aval del CA que preside el rector y está integrado por los jefes de departamentos pedagógicos del CNBA y por seis profesores eméritos o regulares, especialistas destacados de diversas áreas, entre ellos la reconocida experta en didáctica, Alicia Camilloni.

Sin embargo, por su parte, el CER no dio su apoyo y el último lunes los ocho representantes del claustro de docentes y los dos de graduados votaron por la suspensión temporaria de la puesta en marcha de la reforma. Además exigieron a Zorzoli la presentanción del proyecto «por escrito» para su evaluación. Los cuatro representantes de los estudiantes prefirieron abstenerse hasta tanto la asamblea de alumnos del Buenos Aires debata y vote el tema, una vez iniciadas las clases.

«Tengo el apoyo de los jefes de departamento pero no cuento con el aval político», le dijo Zorzoli a LANACION. El rector se refería a la falta de apoyo de los representantes de los graduados y también de los docentes, tanto de la mayoría por la lista «Nuestro colegio» como de la minoría, de la lista «Colectivo docente». En 2016, la lista de docentes más cercanos a Zorzoli perdió las elecciones y hoy sus posiciones no cuentan con representantes en el CER.

El proyecto de Zorzoli contemplaba una reorganización con fuerte impacto en la vida de una institución de 153 años, con rutinas marcadas a fuego en la conciencia colectiva de alumnos y profesores:

La distribución de aulas según materias y no según los años y divisiones

La asignación de los clásicos claustros del edificio del CNBA a las materias en lugar de a los alumnos de cada año respectivo

El traslado continuo de alumnos a lo largo del día de clase, sin aulas fijas

El reemplazo de parte de los bancos de madera sujetos al suelo por mesas y sillas movibles

El cambio del rol de los preceptores, que ya no tendría una relación exclusiva con las divisiones a su cargo, sino con múltiples divisiones y gran cantidad y variedad de alumnos a lo largo de la jornada.

Acuerdo y desacuerdos

Cuando el 20 de febrero Zorzoli hizo pública la decisión, la noticia tomó a la mayoría de los docentes, ex alumnos, alumnos y padres, por sorpresa. Hasta ese día, la propuesta no había sido expuesta ni ante el CA ni ante el CER, aunque sí ante los jefes de departamentos pedagógicos.

A partir de ese momento, se disparó el debate en la comunidad del Buenos Aires por los canales institucionales del colegio pero también por twitter, donde el rector del CNBA es muy activo. La discusión fue de fondo pero también de forma.

«No estamos necesariamente en contra del proyecto porque no lo conocemos -explicó el profesor de matemática Néstor Di Melia, alineado dentro de la agrupación «Colectivo docente»-. Sí creemos que para emitir cualquier valoración es necesario conocer los detalles pero este fue un proyecto inconsulto del que no hay nada por escrito».

«Los expertos no fueron consultados, ni los docentes ni los preceptores»

«Los docentes son los expertos, los que estamos en el aula, y los expertos no fueron consultados, ni los docentes ni los preceptores», le dijo a LANACION la representante de los docentes en el CER por la lista «Nuestro colegio», la profesora de castellano y literatura María Elina Denes cuando se conoció la noticia de la reorganización.

Denes reconoce la necesidad de mejorar prácticas pedagógicas en la secundaria y prefiere ser prudente a la hora de evaluar el contenido de la reforma. «No digo que no pueda funcionar. Pero una reforma de tamaña naturaleza merece una consulta amplia y quizás una implementación en etapas», sostuvo.

El debate de profesores, estudiantes, ex alumnos y padres muestra algunos acuerdos. Hay consenso acerca de la necesidad de innovar en la escuela secundaria y acerca del «carácter experimental» del Buenos Aires en lo pedagógico y las ventajas de introducir cambios en didáctica. Hay acuerdo en torno a la ampliación del cupo, que la reorganización permitiría.

Del lado de los interrogantes y temores, está la inquietud por el impacto en la autonomía de los chicos y su capacidad de organización, sin aulas ni preceptores ni tutores fijos, sobre todo en el caso de los ingresantes. También hay dudas acerca del modo en que la falta de un claustro asignado para cada año impactará en el sentimiento de pertenencia y en la socialización con los pares. También se discute la profundidad pedagógica de la reorganización planteada por Zorzoli.

«Hay que analizar si es un cambio profundo o no. ¿Es un cambio meramente logístico? ¿Es un cambio pedagógico? ¿O se trata simplemente de un cambio cosmético», planteó Denes.

También hay debates que hacen más al folklore propio del Buenos Aires: la resistencia a dejar ir los pupitres de madera estuvo entre los temas que se discutieron en la redes sociales. Para algunos ex alumnos, es parte de la memoria histórica y deberían ser resguardados como parte del monumento histórico que es el edificio del colegio.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1991986-suspenden-los-cambios-anunciados-en-el-nacional-buenos-aires

 

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Educación con Diversidad e Igualdad

Por: CLADE

Nos movilizamos por el fin de la violencia de género en los espacios educativos

En alianza con ALER, REPEM y Pressenza, la CLADE invita a 15 días de movilización y sensibilización por el fin de la violencia de género en la educación.

Según informe de la UNESCO sobre la discriminación y la violencia por identidad de género y orientación sexual en la educación, pocos países en el mundo han desarrollado políticas para prevenir y combatir este tipo de violencia en las escuelas. Esta expresión de discriminación puede manifestarse por acoso y de manera física, sexual o psicológica, ocurriendo tanto en las clases, como en los patios, los baños, en el entorno escolar y a través de Internet. Según el documento, la forma más frecuente de violencia reportada en América Latina y el Caribe es la verbal, seguida de la física, perpetrada por otras/os estudiantes y profesionales de la educación en escuelas públicas y privadas.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo un alerta en 2016 sobre los impactos de la violencia contra niñas y niños en los centros educativos de nuestra región, destacando que las niñas y adolescentes son las principales víctimas de la violencia de carácter sexual, existiendo alarmantes índices de esta forma de abuso, pero con bajos niveles de denuncia y elevado grado de impunidad.

Así se observa que la discriminación de género es objeto de reiterados actos de violencia y violación de derechos en el ámbito educativo. Sin embargo, el género y la orientación sexual son aspectos esenciales de la vida de una persona y están bajo la protección de distintos instrumentos de derechos humanos. Entre ellos, cabe mencionar los Principios de Yogyakarta (2006), que recomiendan que los Estados garanticen el trato igualitario dentro del sistema educativo, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, y la resolución de la UNESCO “Aprender sin miedo” (2015), que alienta a la adopción de políticas y planes de acción para la superación de la violencia de género en la educación [sepa más].

La propia Agenda de Educación 2030 presenta como enfoque estratégico la equidad, la inclusión y la igualdad de género, y establece que los Estados deberán “de aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza”.

Ante este escenario, la CLADE, en alianza con REPEMALER y Pressenza impulsa la iniciativa de comunicación y sensibilización “Educación con Diversidad e Igualdad: por el fin de la violencia de género en los espacios educativos”. Con ella, quiere incidir por la eliminación de esta forma de discriminación en los centros educativos y sus entornos, subrayando que este es un elemento fundamental para promover un ambiente de aprendizaje seguro e igualitario para todas las personas. “Consideramos que esta lucha se hace urgente en todo el mundo, y específicamente en América Latina y el Caribe, donde hoy se observan tendencias de descalificación a la inclusión de la perspectiva de la igualdad de género y el respeto a las diversidades en los centros educativos”, afirman las redes que impulsan la iniciativa [lea aquí su posicionamiento público].

En este marco, te invitamos a 15 días de movilización por el fin de la violencia de género en la educación. Del 1º al 15 de marzo de 2017, compartiremos entrevistas, noticias, estudios, videos, memes para redes sociales y audios promocionales, con miras a difundir mensajes contra la violencia de género en la educación y denunciar casos de esta forma de discriminación en centros y entornos educativos de distintos países de América Latina y el Caribe. También divulgaremos información sobre los marcos de derechos humanos y prácticas inspiradoras que tienen por objeto atender y prevenir la discriminación y la violencia de género en los contextos educativos.

¡Súmate a esta iniciativa!

Para obtener más informaciones y saber cómo participar, acceda a nuestra página:

http://educacionygenero.campanaderechoeducacion.org 

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educacion-con-diversidad-e-igualdad-clade/

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Infancia Transgénero: Cuestionando la diversidad en la educación estandarizada

Por: Francisco Velásquez

El sistema educativo en su forma reglamentada ha excluido sistemáticamente la diversidad de género, saberes, sentires y pensares. Los niños transgénero han abierto la discusión sobre la concepción binariaria  del género (distinción entre hombre y mujer) que desafían a las comunidades educativas a avanzar en el desarrollo de la escuela.

Ubicado en la comuna de Maipú, a pocas calles de la estación Santiago Bueras, se encuentra el colegio El Trigal. Como la mayoría de los establecimientos en nuestro país, está viviendo el inicio del año escolar, una nueva experiencia para los estudiantes, profesores, apoderados y directivos.

“Es súper complejo el primer día de clases, hay niños nuevos, hay apoderados nuevos, todo comienza de nuevo”, dice Evelyn Silva, quien tiene a sus dos hijas en este colegio desde el año 2015. “Son pocos los establecimientos que tienen esta capacidad de autoconstruirse, que es lo que hemos encontrado aquí”, asegura.

Virginia, la sostenedora de El Trigal relata que cuando Evelyn llegó buscando matrícula a su colegio para sus hijas “venía con dos niñas a dar examen. Una chica que se integraría a séptimo y otra a primero básico. Cuando ella empezó a entregar todos sus papeles le informó a la persona encargada de admisión, con mucho temor, que la niña más chiquitita era transgénero. Que ella había ido a preguntar a muchos colegios y en todas partes le habían negado la matrícula”.

“Evelyn planteó que su hija tenía un nombre legal y uno social, por lo que pidió que fuera tratada como Selenna. Frente a la petición dijimos que para nosotros no es problema, porque muchas veces nos hemos encontrado con estudiantes pequeñitos cuyos padres están en proceso adopción o están con un cambio de apellido. Por lo tanto, el nombre que van a adquirir estos estudiantes es diferente al que aparece en el certificado”, dijo Virginia.

Evelyn recuerda sonriendo esos primeros días. “Virginia fue muy clara desde el primer día, me dijo que no conocía el camino para delante, pero que lo íbamos a recorrer”, dijo. “En otros colegios las toman como niño o niña y los padres quedan tranquilos, porque le respetaron la ropa y el baño. Pero eso no es todo, qué pasa con la emocionalidad del niño, qué pasa con lo que el niño vive, cómo lo piensa, cómo lo siente”.

“Yo estuve dos años destruida, estaba muy sola. Entonces fue muy difícil, pero hice un clic cuando llegué aquí. Cuando mi hija empezó a encontrar un espacio no era todo tan malo, ya que hasta ese minuto no tenía colegio para la Selenna, fui a todos los colegios de Maipú y cuando entró aquí yo dije tengo que hacer algo, no puede ser que todos tengan que pasarlo como lo pasé yo. Es para ayudar a los padres a hacer un tránsito menos doloroso para ellos, porque los niños lo tiene claro, los que sufren sin poder entender son los adultos”.

Así nació Fundación Transitar, institución dirigida por Evelyn y Niki Raveau, mujer trans y profesora de enseñanza media, quienes partieron con la atención de cuatro familias, las que luego de un año y medio suman sesenta.

El binario de género y la exclusión de la diversidad

El abordar el género es un desafío social, ya que en nuestra historia como país se ha normado profundamente esta comprensión. Las primeras que rompieron con estas cadenas hegemónicas fueron las feministas, quienes luchando por sus derechos lograron generar cambios profundos en los abusos que por años se han cometido contra contra las mujeres o quienes no se ajustan a un heteropatriarcado en su conjunto.

Lo mismo sucede con lo transgénero. Según plantea Sylvia Contreras, académica del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago, para hablar de ello aún se cae en discusiones burdas, ya que “para que sea más comprensible a un público general, se vuelven a reproducir conceptos que son limitantes. Por ejemplo, cuando se habla de cambio de género, se reafirma que el género es solo una construcción cultural, que ese es solo el problema, la limitante. Seguimos en la lógica binaria (mujer y hombre), donde el cambio de género es el cambio de hombre a mujer, por el contrario a la subjetividad del cómo tú vivencias y experimentas tu cuerpo, que puede ser mucho más diversa que esos dos conceptos que nos ha dado la cultura en la que vivimos”.

La académica plantea que más que caer solo en la discusión de si es hombre o mujer, es fundamental comprender que todos los seres tenemos una subjetividad y por tanto una identidad que es móvil, es decir, cambia en base, el sujeto se enfrenta a diferentes posiciones en su vida. Con otras palabras “cuando nos experimentamos a sí mismos, cuando yo me pregunto por mí mismo, esa pregunta va modificándose a medida que vas deviniendo, a medida que vas siendo. La pregunta no es quién eres o quién soy, es quién estoy siendo o qué estoy siendo. Es decir, el ser está en un constante movimiento”.

Por su parte, Lelya Troncoso, psicóloga de la Universidad de Chile critica que “la psicología ha sido tremendamente conservadora en lo que refiere al género, sin embargo existen en la actualidad psicólogos/as y psiquiatras/os que están dispuestos a posicionarse desde otros paradigmas que no patologicen lo trans”.

En este sentido, la académica de la Universidad de Chile plantea que en los establecimientos educacionales hoy hay muchas “infancias y juventudes que no se ajustan al binario de género, que no se sienten cómodos y que sufren mucho al ser obligados a calzar dentro de los parámetros heteronormativos. En Chile tienes que usar uniforme de hombre o mujer, el sistema educacional es súper violento en este sentido. Cómo se siente un niño que se siente niña, obligado a usar uniforme de niño o ponerse en una cierta fila para formarse todas las mañanas, o que tenga que usar el baño de los hombres”.

Niki Raveau, directora de la Fundación Transitar explica que dentro de las experiencias que ha visto en la institución que dirige “hay historias muy diversas que no se pueden encasillar en una definición de los niños trans. En la fundación hay niños que desde los 3 o 4 años comienzan a manifestar, de manera muy patente, su no conformidad con el género que se le asignó al nacer y, otros, que comienzan en la adolescencia o también en la edad adulta. El tránsito no siempre es desde un polo del espectro al otro, sino que también existe una amplia gama de identidades trans que combinan nociones de lo masculino y de lo femenino, o bien, que se desentienden de tales nociones. Así, conocemos identidades trans no binarias desde la misma infancia”.

La psicóloga Lelya Troncoso agrega que “hay personas que transitan a los 40 o 50 años, después de estar casadas, tener hijos y haber criado. Todo eso existe. Hay poco registro sobre la infancia trans, porque parece ser que recién ahora hay un contexto que permite que emerja un cuestionamiento mayor sobre las nociones tradicionales de género”.

La psicóloga de la Universidad de Chile y Niki se adjudicaron un Fondo Alquimia para elaborar una Guía de educación sexual y de género basada en las experiencias de los/as niños/as y jóvenes de la fundación. “Con este proyecto queremos difundir todas estas experiencias, desarrollar un material educativo y de trabajo, que sea útil para profesores y funcionarios de la salud pública.

“Es necesario abrir el diálogo y  el debate con el escaso corpus teórico a disposición. La mayoría de las miradas provienen desde el ámbito de la salud mental, en desmedro del relato de experiencias social comunitarias, las que además de incidir en dirección hacia lo institucional (educación, salud y legislación), también desarrollan actividades autónomas ligadas a la cultura, el arte y la educación popular. Transitar cuenta, por ejemplo, con talleres de teatro, artes, visitas a exposiciones y grupos de autoformación didáctica”, afirmó Raveau.

La normatividad de la escuela

En promedio, un niño pasa cerca de 8 horas en la escuela, espacio en el que los padres, en general, confían en que ese lugar los preparará para enfrentar una vida dentro de esta sociedad.

La profesora Sylvia Contreras, quien lleva más 16 años en la escuela, en diferentes modalidades y siempre trabajando con la diferencia, considera que la escuela tal como está no debería existir. “Yo pienso que es un mal, deshumaniza al ser humano, lo está convirtiendo en algo que no quisiera ser”.

Esto lo plantea porque “la escuela disciplina los cuerpos, disciplina subjetividades, los sentires y los pensares. Te dice cómo tienes que pensar, qué pensar y cómo pensarlo. Entonces la escuela como está estructurada y como siempre ha estado estructurada, desde el origen, es de una forma muy instrumental que debe formar sujetos para trabajar en la industria, para la producción masiva”.

La experta dice que la discusión de la diversidad siempre se centra en lo afectivo sexual, pero cuando se reflexiona sobre los saberes “cada ser humano tiene la posibilidad de auto interpretar su existencia, de dar cuenta de lo que le pasa y eso es un saber que no es trasmitido por un otro.

El problema es que la escuela se ha trasformado en el único centro donde se pueden recrear u transmitir saberes o conocimientos para la vida y eso ya es una debilidad, esto en desmedro de otros espacios educativos. Por ejemplo, los procesos de crianza en la familia, el barrio, los padres, los amigos. Hay todas otras interacciones donde se van construyendo otros saberes, otras prácticas que son ajenas a las escuela, pero esos espacios son muy mínimos y la sociedad solo invierte recursos en el sistema educativo formal, siendo que la posibilidad podría ser invertir en otros espacios educativos”.

La infancia en este sentido ha sido limitada a un espacio de manejo desde la adultez en que según plantea la profesora Contreras “no se confía en los niños. Quienes están en las escuelas son sujetos, no son agentes, a ellos no se les reconoce su capacidad de poder testimoniar su existencia, ellos no pueden dar testimonio de lo que les pasa, porque no manejan el vocabulario que se espera que tengan y porque no lo hace en el momento más apropiado, no son legitimados. Entonces difícilmente le vamos a dar espacio, y si se les entrega, va a ser mediado por las cosmovisiones y la concepción que tenga el adulto sobre el niño. Entonces, cómo buscamos el equilibrio entre cuidarlo y además darle la autoría de trasformar”.

Es por esta razón, que la académica asegura que se vuelve tan complejo el escenario para los niños trans que se incorporan al sistema educativo formal, ya que “no pueden comprender que salir de esta matriz que limita a que un cuerpo, por tener ciertos genitales, tiene ciertas características. Ellos siguen pensando que es la naturaleza y no logran comprender que es una construcción cultural en la que nosotros hemos hecho esas representaciones, esas categorías, esas definiciones, que le hemos asignado cierto significado.

Educando en la diversidad

El proyecto El Trigal nace como una escuela de arte en la comuna de Maipú. En sus inicios, Virginia y sus amigos participaban de una dirigida por Elena Varela, autora del documental Newen Mapuche, para luego desarrollar un espacio donde se trabajan las habilidades artísticas.

“Nosotros comenzamos en una pequeña casa con 34 alumnos y hoy tenemos 377. Siempre fuimos muy críticos frente a lo que estaba pasando en la educación en este país, sobre todo con el exitismo que no tiene ninguna relación con la educación. Eso significa que tú vas a competir con el que está al lado, y en educación se trata que entre todos nos desarrollamos y aprendemos los unos de los otros porque así nos vamos potenciando.

El proyecto educativo parte de la base de que nosotros creemos que cada persona es diferente a otra y que cada persona tiene un alma y esa alma no se repite en ninguna parte. Por lo tanto, esa persona tiene que ser desarrollada y tiene que ser protegida, entonces nuestra labor como docente es proteger y desarrollar todas las habilidades”.

Frente a los sistemas de medición estandarizados a los que se deben someter los diferentes colegios, Virginia explica que “participamos del Simce y preparamos a los niños para la PSU, pero ese no es el foco. Nosotros no somos academicistas. Nosotros potenciamos el conocimiento de las diferentes materias y el desarrollo cognitivo, pero también pensamos que los niños tienen que desarrollar otra cantidad de habilidades que los van a hacer mejores personas, que los van a ayudar a incorporarse a la sociedad y a la vez hacer cambios. Es decir, nuestro proyecto educativo dice que nosotros necesitamos estudiantes con un pensamiento socio crítico y divergente. Nosotros necesitamos que nuestros estudiantes sean los que cambien el mundo”.

La sostenedora cuenta que cuando Selenna entró al colegio, conversó su ingreso con los profesores y luego con los apoderados y de ningún grupo recibió resistencia. “A los padres los abordamos con una charla en la que participó el equipo de diversidad de la municipalidad, con quienes comenzamos a trabajar desde el primer minuto, además de Evelyn, su madre, quien les contó a los demás apoderados todo el tránsito que había vivido junto a su hija hasta ese momento. Además, los formó en lo que significa ser transgénero y la lucha que hay que dar en este país donde todo está hecho para que esto no exista”.

La postura de los otros padres fue clara “nosotros apoyamos y queremos a la Selenna, la Selenna va a estar con nosotros y nunca será discriminada. Virginia comenta que “muchos apoderados se acercaban y decían yo les agradezco que me den la oportunidad de pertenecer a este colegio, porque es la sociedad que queremos construir, más amable más fraterna y sin discriminación”.

“No buscamos crear una “escuelita trans”, buscamos transformar la educación. Darle preponderancia a la  convivencia antes que a la inclusión, convivencia con la diferencia. El ingreso de infancia trans al sistema escolar, lo que generará es un vuelco del sistema educativo que permitirá comprender  que las actividades desligadas de roles sexistas vienen a aportar más creatividad y enriquecimiento para toda la sociedad, “trans y “no trans”, profundiza Niki.

“Cuando uno sobrepasa las comprensiones sociales y solo se observa al ser, entiendes que otro ser es subjetivo y que todos somos diversos, no existe un parámetro que se pueda exigir para que tu seas. La escolarización tradicional remarca las categorías y no la comprensión de la diversidad del ser. Por lo mismo, la realidad trans nos viene a cuestionar el vivir en comunidad, lo rígido del sistema educativo y cómo nos planteamos frente al otro”,  finaliza Virginia.

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La escuela, ese lugar de construcción de afectos

Por: Marcela Isaías

¿Qué se aprende en las aulas? Tres jóvenes que ya egresaron de la secundaria comparten sus testimonios.

Caren pensaba que su vida siempre sería igual a la de su mamá: quedar embarazada siendo una adolescente y que su esposo le pegue. Las clases de educación sexual integral le mostraron otro horizonte. Yamila conoció por primera vez el mar con sus compañeros de quinto año. Y dice que se sintió alguien cuando sus profesores la acompañaron en el velorio de dos sobrinos asesinados. Anabela habla del orgullo que sintió su mamá cuando se graduó: es la primera generación en su familia en terminar el secundario. En otro año escolar, tres testimonios que resaltan el valor de la escuela como espacio de pertenencia y construcción de afectos.

Caren Luna tiene 22 años, está casada y es la mamá de Paloma, una beba bellísima de seis meses. Prepara sándwiches triples, un poco «para hacer otra cosa», otro como un ingreso al hogar. Terminó la educación obligatoria en 2012. Yamila Carballo tiene 19 años, se graduó el año pasado y pronto comenzará a cursar el profesorado de educación primaria. Anabela Romero, de 20 años, vive en pareja, trabaja y proyecta para el próximo año comenzar la carrera de enfermería. Todas hicieron su secundario en la Escuela Secundaria Nº 551 Sonia Beatriz González, de barrio Tablada.

Ninguna ahorra palabras, definiciones, imágenes a la charla que transcurre en una mañana que trata de decidirse entre el sol y la lluvia. Los ejemplos que citan van dando forma a una escuela contenedora, que integra, que no hace distinciones y que «funciona como una familia, con la diferencia que aquí hay que estudiar» . Tal como lo describen con sus relatos, el trabajo docente es clave: orienta, acompaña, escucha, muestra que hay otras formas de convivir y pensar el futuro.

La escuela es también un lugar de igualdad de oportunidades, más cuando tiene como proyecto que los aprendizajes no pasen por la rutina de un salón de clases. Las salidas, los paseos y los viajes definen otras formas de conocer y disfrutar. Una a una repasan los viajes a Santa Fe, a Buenos Aires, a Victoria, o por la misma ciudad de Rosario, siempre con un fin educativo. La excusa legítima para abrirse a otros espacios. «Los viajes te incentivan mucho. Yo viajé en avión con una profesora al Parlamento Juvenil que se hizo en Buenos Aires en 2012», rescata Caren cuando le tocó representar a su escuela y contar que se llama «Sonia Beatriz González» en homenaje a una militante desaparecida en la dictadura cívico militar. Un paseo que había financiado el Ministerio de Educación de la Nación.

Yamila pudo conocer por primera vez el mar a los 18 años, cuando viajó a Mar del Plata con sus compañeros de 5º año. No oculta la alegría que le provoca acordarse de ese momento: «Es hermoso, me lo imaginaba así como en las películas. El agua estaba fría pero nos metimos igual!» Reconoce que «el profesor Gabriel (San Sebastián) hizo de todo para que pudiéramos conocer el mar»: consiguió los pasajes gratis a través de un programa de radio, y el gremio de La Bancaria les brindó solidariamente el alojamiento.

Espacio de pertenencia

El valor de la escuela que rescatan estos testimonios no tiene que ver con los aprendizajes propios de lengua, matemática o ciencias o a la preparación para asegurar un lugar en el mundo del trabajo. «Se trata de la escuela como institucionalidad, como continente personal y afectivo. Un espacio de pertenencia, de constitución de subjetividad, de identidad y de construcción de afectos», opina el doctor en psicología Roberto Follari, al ser consultado por LaCapital.

Además de las historias colectivas, cada una tiene algo propio que las marcó en su paso por la escuela, y que de alguna manera les cambió la vida. Un patrimonio que quieren compartir.

Decidida, mientras acuna a Paloma en sus brazos, Caren pone el acento en la importancia de la educación sexual integral, en especial para derrumbar las violencias naturalizadas. «Al ver cómo fue mi familia y la vida dura que llevé, yo pensaba que a los 15 ó 16 años iba a quedar embarazada. Mi mamá me tuvo a los 14 años. Pensé que iba a repetir una historia con la droga, la delincuencia y la violencia, porque mi papá le pegaba mucho a mi mamá. Siempre salíamos corriendo con mis hermanos para la casa de mis tíos. Para mí eso era una vida natural. Siempre le recriminé a mi mamá por qué no lo dejaba a mi papá, mientras muchos decían que no debía dejarlo por qué no teníamos a dónde ir a parar con mis hermanos, que por lo menos «teníamos un techo». Mi papá le pegaba a mi mamá hasta cuando estaba embarazada, era drogadicto. Yo pensaba que mi vida iba a terminar así. Y sin embargo en la escuela me abrieron la mente, aprendí que no tenía por qué correr el mismo riesgo que mi mamá; nos enseñaron a usar la pastilla anticonceptiva, el preservativo a los varones, a valorarnos como mujer; que el dolor del golpe también pueden ser las palabras. Que un hombre te tiene que tratar con respeto y que podés decidir con quién formar tu familia. Todas esas cosas que en las familias no se hablan muchas veces por miedo a la violencia».

Caren es la mayor de cuatro hermanos varones. Es la primera en terminar la secundaria. Su papá falleció cuando estaba en tercer año, y sus hermanos en la primaria. Dice que la escuela fue un sostén en esos momentos tan duros. Cuando se graduó su mamá le pagó un curso, trabajó de moza hasta el año pasado que tuvo a su hijita. «Gracias a Dios mi esposo tiene un buen trabajo. A mí me gustaría que Paloma termine sí o sí también la secundaria y después que elija si quiere ir a la Universidad o no. En todo momento, siempre la voy a apoyar».

Entre la alegría y el dolor

Yamila cuenta orgullosa que ella le enseñó a leer y a escribir a su mamá. «Aprendió conmigo», subraya y se lamenta no haberla podido convencer todavía para que asista a una escuela para adultos. El dato familiar que comparte en la charla es ilustrativo de por qué para ella fue tan determinante concluir el secundario.

Ahora quiere ir por más: se anotó para cursar el profesorado de educación primaria: «Quiero ser maestra para que otros chicos no vivan lo que viví yo. Para que vayan a la escuela a conocer sus derechos y a aprender». Las emociones más intensas de alegría y de dolor conviven en la vida de Yamila, casi sin respiro. «A mitad de noviembre del año pasado perdí a dos sobrinos. Los mataron (en el mismo día, con pocas horas de diferencia). No sabía qué hacer, avisé a la escuela, y los profesores y la directora estuvieron ahí, en el velorio. La verdad es que no lo esperaba porque la escuela es un lugar donde voy a estudiar, a aprender. Y ellos se tomaron parte de su tiempo para ir al velorio de mis parientes que ni conocían. Me sentí acompañada, querida, que por fin a alguien le importaba algo de mí. Me sentí alguien. Todo pasó cuando volví de viaje de estudio. Estás feliz y a los días se te cae el mundo. Pero la escuela siempre estuvo conmigo». El relato de la joven es demoledor, llega sin pausas entre lágrimas de impotencia y una infinita tristeza.

Valores y derechos

En 2015, Anabela también fue la primera en su familia en lograr el título secundario. «Mi mamá lloró un montón, nunca la había visto así», trae a la charla la imagen del acto de graduación. El año pasado comenzó a estudiar el profesorado de educación primaria pero la falta de recursos económicos la dejó afuera de carrera: «No me alcanzó la plata para poder estudiar, tenía que tener todos los días plata para fotocopias, los libros, la tarjeta de colectivo. Encima no hay becas, nada y no pude seguir».

En el mientras tanto, hizo un curso de ayudante de pastelero, para poder afrontar el mundo laboral. Ahora se organiza para seguir la carrera de enfermería el año que viene.

Elige las palabras valores y derechos para hablar de la escuela. Unos y otros aprendidos juntos. En ese momento, Caren la interrumpe para recordar que cuando trabajaba de moza peleó para que le dieran los 15 minutos que les corresponden para comer algo y permanecer sentada, más en jornadas de trabajo que se extendían por doce horas.

Anabela también se refiere, entre otros, a esos derechos en el trabajo, y sobre todo se detiene en el derecho a una buena educación: «No se trata de que los profesores te digan «Ya aprobaste», que lo hagan porque sí. Ellos te tienen que enseñar, y no aprobar por aprobar».

Para la joven la contención, la participación, las oportunidades, el apoyo son dimensiones esenciales para transitar por el secundario. También ofrecer lo que otras instituciones no dan: «Siempre se dice que la educación primero viene de la casa, pero hay veces que en la casa no está esa educación que uno tendría que saber, entonces es la escuela la que te compensa y te motiva a seguir».

A esta altura de la charla, Paloma pasea de brazo en brazo, pero elige siempre los de su mamá para dormirse un ratito y espiar de qué se trata tanta conversación. El día se decidió por el sol y mucho calor. Casualmente en pocos horas más comenzará la Marcha y Paro Mundial de Mujeres que pelean por sus derechos. Las historias de Yamila, Anabela y Caren seguro están presentes.

Fuente:http://www.lacapital.com.ar/la-escuela-ese-lugar-construccion-afectos-n1354578.html

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Educación Media Superior: un tema urgente, pero ausente

Por: Teresa Bracho

A partir de la reforma de 2013 se han abierto gran cantidad de espacios en los medios de comunicación dedicados a la educación. Muchas columnas se han referido a la evaluación docente, sus críticas y oposiciones, al nuevo modelo educativo, a la evaluación de los aprendizajes o a la autonomía del INEE. Sin embargo, desde mi punto de vista hay un tema urgente que no ha estado presente en la agenda del debate público: la Educación Media Superior (EMS) en México.

En 2012 se estableció la obligatoriedad de la EMS y se espera su universalización en el ciclo escolar 2021-2022. A pesar de esto, los indicadores educativos evidencian que los esfuerzos realizados para normalizar las trayectorias educativas de los jóvenes en este nivel no están siendo suficientes para lograr las metas ni para asegurar el cumplimiento del derecho de los jóvenes a la permanencia en la escuela y la adquisición de aprendizajes relevantes para la vida.

Garantizar el acceso y la conclusión universal de la EMS es un tema particularmente complejo en nuestro país y quizás esa sea una de las causas por las que ha sido un poco olvidada por parte de los investigadores y los medios de comunicación. Revisemos solo algunos datos. La oferta educativa de este nivel está conformada por 3 modelos educativos, 4 tipos de sostenimiento y 5 tipos de control administrativo y presupuestal.

El resultado combinado da un total de ¡35 subsistemas y 150 arreglos institucionales al incluir las entidades federativas! Esto representa un reto administrativo, tanto por el número de instancias involucradas —gobierno federal, gobiernos estatales y universidades autónomas— como por las materias objeto de gestión; por ejemplo, en la implementación del Servicio Profesional Docente (SPD). Más allá de las enormes complejidades administrativas, hay un problema fundamental de política pública, asociado con la EMS: el abandono escolar. El nivel medio superior ha sido y sigue siendo el eslabón más débil del sistema educativo mexicano.

En 2015, cerca de 6.5 millones de mexicanos (que representan 5.4% de la población total) eran jóvenes de 15 a 17 años de edad. De acuerdo con datos del INEE, 36% no está inscrito en secundaria ni en media superior. El abandono en EMS ha disminuido de 1990 a 2016, de acuerdo con la SEP; pero la tasa de abandono es aún de 12% para el ciclo escolar 2015-2016, cifra mucho más alta que la de los otros niveles obligatorios. Con ello, se pierden aproximadamente 600 mil estudiantes cada ciclo escolar.

Algunas de las razones para el abandono están relacionadas con las condiciones escolares. Es aquí en donde la totalidad de los involucrados en lograr una educación de calidad con equidad para todos debemos concentrarnos y buscar soluciones mejorando la calidad de la oferta educativa, la gestión escolar, la pertinencia del currículum, la formación y el desempeño docente y, por supuesto, el aprendizaje de los alumnos.

Cabe mencionar que en abril se aplicará la prueba Planea a este nivel escolar, por lo que contaremos con un diagnóstico sobre el logro educativo de los alumnos en las áreas de lengua y comunicación y matemáticas. Sin embargo, cabe aquí una advertencia: debemos tener especial cuidado en no confundir los resultados de Planea con determinaciones para el futuro de los jóvenes: un resultado insuficiente de ninguna manera significa que deban abandonar los estudios o descartar una carrera universitaria. No utilicemos la evaluación para lo que no es —estigmatizar a los sujetos o instituciones—, usémosla como una guía para focalizar las acciones de mejora desde las diversas áreas del sistema involucradas en su solución.

Hay muchas otras interrogantes en la EMS que exigen respuestas: ¿cómo afrontar la demanda de jóvenes para cursar estudios de nivel medio superior?, ¿qué se puede mejorar de la oferta educativa a partir de criterios de inclusión, calidad y pertinencia de la educación?, ¿cuáles son los retos específicos del SPD en este tipo educativo?, ¿cómo incorporar temas pertinentes en el currículum y cómo evaluarlos? Sin pretender agotar la lista de los retos, mi propósito es hacer visible esta preocupación, porque las respuestas a estas preguntas demandarán el concurso inteligente de la mayor cantidad de actores posibles. Así que sigamos trabajando para mejorar la calidad.

*Consejera del INEE. Texto publicado en El Universal.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-media-superior-un-tema-urgente-pero-ausente/

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Las diásporas juveniles en el siglo XXI

Por: Luis Bonilla-Molina

Lo que nuestros jóvenes deben saber sobre los procesos migratorios en el siglo XXI y la reconfiguración del modo de producción económico mundial

Globalización y mundialización

Con la llegada y popularización de la consola “Atari”, en la década de los ochenta del siglo XX, se inicia la más importante ruptura generacional de los últimos siglos.  Investigadores de la trayectoria de Maffesoli han llegado a plantear la irrupción de las tribus urbanas,  para destacar nuevas formas de asociación y relacionamiento de los jóvenes que le eran ajenas a las generaciones precedentes. A finales de la segunda década del siglo XXI, la explosión de las tecnologías de la comunicación y la información anuncian una cuarta revolución industrial, con profundas consecuencias en el modo de existir y entender la construcción de ciudadanía, el vivir y el compartir. Todo ello ocurre en el marco de la irrupción de la globalización económica y la mundialización cultural como expresiones del neoliberalismo.

La globalización es el desarrollo de un modelo económico hegemónico en el mundo: el capitalismo. La globalización económica impone nuevas dinámicas al campo financiero, productivo y al concepto de mercancías. Los capitales golondrinas dejan claro que para los señores de las finanzas, el dinero no tiene nacionalidad ni territorio y, que la voracidad de la ganancia especulativa reconfigura conceptos como la plusvalía o la explotación del hombre por el hombre. Las  fabricas se deslocalizan y surge la “maquila” como expresiones de la vuelta al pasado en materia de derechos laborales; algo que la llamada reforma laboral francesa sellaría en julio del 2016 con sus 46 horas semanales de trabajo.

Estas mutaciones laborales  -paradójicamente porque es el modelo quien lo genera-  tienen entre otras justificaciones, el creciente paro laboral de los jóvenes que mientras en Francia alcanza el 24%, según Eurostat 2015 -la oficina de Estadística Europea- en España ronda el 49,6%, en Grecia alcanza el 50.1%, siendo la media en esa región el 20,7%.

El desempleo juvenil se ha convertido en un fenómeno de toda Europa. El Youth Employment Decade (YED) construyó el mapa mundial del desempleo, en el cual se evidencia que el desempleo juvenil es un  problema creciente en los Estados Unidos, como en efecto lo señalaron las dos principales candidaturas presidenciales de 2016.

Por otra parte, en la globalización se multiplican las llamadas mercancías inmateriales y el trabajo inmaterial, como expresiones del mundo del trabajo en la segunda década del siglo XXI. El empleo se convierte en transfronterizo, utilizando los sectores empresariales a las grandes masas de inmigrantes, como instrumentos para la implantación de la flexibilización laboral y el trabajo precario; auspiciando con ello las contradicciones entre nacionales y foráneos, en el marco del desmantelamiento del Estado de bienestar keynesiano que mantenía algunas garantías sociales en materia de educación, salud y seguridad social.  Ahora los “recién llegados” a las naciones altamente industrializadas son recibidos como competidores por el empleo para los nacionales, ante un número cada vez decreciente de puestos de trabajo, como resultado de la onda expansiva de la crisis económica mundial iniciada en el 2008.

Por su parte la mundialización cultural crea la ilusión del emerger de una sola cultura global, de una ciudadanía planetaria uniforme, de una visión homogénea del mundo. En realidad, lo que viene ocurriendo en las últimas décadas, pero muy especialmente desde los ochenta del siglo XX, es un intento por la supresión forzada de las diferencias culturales. El árabe, el latino, el asiático, el africano se convierten en los “barbaros” y los nacionales de los países altamente industrializados como los “civilizados”. En ese contexto, se multiplica exponencialmente el drama de los inmigrantes, que ya Georges Moustaki describía en sus melodías en los setenta del siglo pasado. Los parias del pasado son los indeseables del presente.  La ilusión de una sola cultura planetaria queda relegada a la posibilidad de gustos homogéneos de los consumidores, que posibiliten al gran capital la venta de las mismas mercancías como necesidades creadas, no importa en el lugar del planeta en el cual se expongan.

El desempleo y su relación con los procesos migratorios

En el presente, los inmigrantes son los más afectados por la instalación a nivel planetario de la lógica neoliberal. La globalización y la mundialización, al plantearse la desaparición de los Estados nacionales, la flexibilización de las fronteras y la posibilidad de conseguir empleo en cualquier lugar del planeta, esconden con frases cuidadosamente construidas por la industria del marketing capitalista, el rostro siniestro de este proceso. Primero, como ya lo señalamos, la inmigración que promueve el gran capital es una herramienta para fomentar la disputa entre trabajadores nativos y los recién llegados, para lograr -en medio del caos propio de la desunión del mundo laboral-  desatar sus políticas destinadas a  borrar las conquistas laborales alcanzadas por los trabajadores en los últimos cien años.  Leyes draconianas contra el derecho a la sindicalización, la contratación colectiva, las jubilaciones y pensiones, la seguridad médica, el derecho a la educación se multiplican en todo el orbe como la peor de las plagas del siglo XXI.

Segundo, esta inmigración está asociada a la destrucción de la educación como derecho humano en los países llamados “desarrollados”, pues a la par que aceleran la privatización de los sistemas escolares, la desinversión en materia educativa y la destrucción de la profesión docente, procuran captar el mejor talento humano del planeta formado en los denominados países de la “periferia”. Un alto empresario estadounidense le señalaba al ex presidente Obama, que debería dejar de invertir tanto en formación profesional para concentrarse en hacer atractivo fuentes de empleo para los más talentosos, formados con dineros públicos, quienes podrían emigrar desde los países “dependientes”; esto describe la lógica del sector empresarial mundial en esta etapa.

Realmente quienes terminan siendo admitidos en los países industrializados a los cuales emigran un importante número de jóvenes de los distintos continentes, son aquellos que tienen alta calificación para contribuir al desarrollo del modo de producción del siglo XXI. Mientras una pequeña porción de los jóvenes “más calificados” son captados para el mundo del trabajo en los países industrializados, millones de los inmigrantes cuyas edades oscilan entre 16 y 30 años de edad son echados a un estado de miseria humana que muchos no conocían en sus países de origen. Es la hegemonía del peor “darwinismo” laboral conocido en la historia del capitalismo moderno.

Tercero, la criminalización de los inmigrantes, mediante una Orweliana mezcla de estereotipos que se utilizan para identificar a los “extranjeros” como potenciales delincuentes y terroristas, portadores de enfermedades, consumidores de los dineros de la seguridad social de los nacionales; siendo estos mecanismos coercitivos que promueven el auto retorno a casa, de quienes no encajan en la fabrica global de mercancías materiales e inmateriales que caracteriza al modo de producción capitalistas del siglo XXI. Eso sí, que vuelvan a casa a buscar dinero para comprar estas mercancías que los identificaran como seres “existentes”, es el lema silente de los grandes empresarios,

Cuarto, el surgimiento de regímenes y políticos autoritarios que centran su discurso en la colocación de barreras para los inmigrantes, por supuesto se refieren a aquellos que no aportan en lo inmediato al modelo de producción capitalista del presente. Ese fue el centro de la campaña xenófoba del presidente Trump, pero también de políticos emergentes como Marion Le Pen en Francia. Muchos de nuestros jóvenes han visitado como turistas a estos países y creen que los van a recibir de la misma forma cuando vayan, ya no a dejar sus dólares allí, sino a buscar empleo.  Señores como Trump, Rajoy, Le Pen o Macri están allí para hacerles saber lo equivocados que están.

Quinto, el drama de los jóvenes que han vivido en sociedades con sistemas de seguridad social generalizados, es que esperan encontrar la misma solidaridad colectiva en países que viven ahora la competencia como paradigma de vida. En los países industrialmente más poderosos y que suelen atraer a buena parte de la migración, desde la caída de la URSS se viene desmantelando la noción del compromiso social y, la salud, educación y las jubilaciones han pasado a ser mercancías a las cuales acceden quienes tienen recursos económicos para pagarlas. Es común encontrar en los chats de whatsapp, las conversaciones en facebook o de otras redes sociales, en las cuales los inmigrantes expresan su sorpresa y desconsuelo ante los costos elevadísimos de las medicinas, la atención médica o la educación universitaria, Muchos de ellos, especialmente los más jóvenes, salen de sus países obnubilados por la propaganda de las grandes cadenas televisivas que muestran al llamado “primer mundo” como sociedades políticamente ideales y socialmente sin problemas, sin los hechos cotidianos del “tercera mundo”, pero al llegar a sus destinos se encuentran con una realidad que le es común a los pobres y la clase media en cualquier lugar del planeta.  Es un mundo ideal para los ricos..

Sexto, cuando las administraciones americanas quieren atacar a un país, como ocurrió con la ex-Yugoeslavia, Irak, Libia e incluso como ocurre ahora con un socio mayor como lo es la Rusia capitalista, comienzan señalando deficiencias en sus sistemas políticos de gobierno, que si bien pueden en algunos casos llegar a ser ciertos, son señalamientos hechos por gobernantes cuya legitimidad no es producto del voto directo de la mayoría de sus ciudadanos. Recientemente leía el comentario de un joven que emigró a los Estados Unidos, sorprendido por el hecho, que el día de la elección del presidente norteamericano Trump, sus 15 compañeros de trabajo ni siquiera sabían que era el día de ir a votar. La despolitización de la juventud norteamericana contrasta con lo que ocurre en Latinoamérica, donde por ejemplo, es imposible pensar en un almuerzo de una familia venezolana donde no se hable de política, independientemente de la posición que se tenga sobre ello. En una oportunidad, conversando sobre lo que le ocurría a uno de los teóricos más importantes de la pedagogía crítica, Peter Mclaren -de origen canadiense quien emigró a los Estados Unidos- me sorprendió el relato de algunos de sus estudiantes quienes eran invitados por los servicios de inteligencia a grabar sus clases en la universidad, como un mecanismo de control y para censurar el pensamiento crítico en esa nación.  Precisamente en uno de los países que promueve la migración como arma de ataque a gobiernos, aunque después quienes parten para allí encuentren que es otra la realidad ,

El desencuentro generacional

Toda esta dinámica de la globalización económica y la mundialización cultural en el año 2017,  ocurre con problemáticas adicionales para los nacidos desde el año 1985 hasta la presente fecha. Una juventud que crece en la explosión del internet, la televisión satelital con más de 100 canales digitales, las redes sociales, los video juegos, el 4D y la realidad virtual aumentada construye un imaginario de éxito “efímero” no siempre asociado a soportes materiales en la realidad concreta. Y ahí dos aspectos a reflexionar.

Primero, desde las narrativas alternativas, son contadas las iniciativas para dotar de contenidos con sentido práctico a estos maravillosos desarrollos tecnológicos y comunicacionales, dejando, en muchos casos, el pensamiento crítico y los llamados “gobiernos progresistas” este campo de trabajo en manos y la hegemonía de la poderosa industria cultural de los países del G7+1. Sin embargo, mientras unos “no hacemos”, la industria cultural no cesa en su tarea de afirmar valores para el desarraigo cultural, la vergüenza étnica tercermundista, el consumo basado en necesidades creadas y la ilusión de alcanzar un estándar de vida fundamentado en la posesión de mercancías, que no alcanzan siquiera, la mayoría de los jóvenes nacidos en los países industrializados. Es urgente, el desarrollo de “tanques de pensamiento” desde el Sur, que analicen la industria cultural de las naciones más poderosas.

Segundo, existe un discurso propio de la generación precedente a la revolución científico tecnológica, es decir los nacidos antes de 1985, quienes ante la incapacidad para llevar el ritmo cambiante de este cambio de paradigma técnico y comunicacional, construyen desde  la academia, la política y los gobiernos un discurso conservador, que aumenta la ruptura generacional presente. Ante la incapacidad de las generaciones precedentes para entender y empalmar rápidamente, con sentido práctico y crítico pero no negador de la nueva realidad, los jóvenes de hoy se sienten en buena medida sin referentes de las generaciones que le preceden, lo cual es altamente peligroso, en el marco de la propaganda y producción de la industria cultural afín con los intereses de esta globalización económica y mundialización cultural. Es urgente, que los “mayores” entendamos esta situación y allanemos el camino del reencuentro no descalificador con los mas jóvenes o, estos últimos estarán aún más indefensos ante las avezas intensiones del gran capital. Así como en distintos momentos históricos fue ridículo censurar y responsabilizar de los males sociales al rock, la salsa, la lambada o ahora al reggaetón, porque ello solo mostraba la falta de diálogo inter generacional; hoy el dialogo entre los llamados “nativos” y los “inmigrantes” digitales es una tarea urgente, lo cual pasa no solo por una apropiación de las herramientas sino fundamentalmente por un reconocimiento mutuo de potencialidades y de encuentro.  Un discurso que censure lo tecnológico solo contribuye a la fractura inter generacional y fortalece dinámicas migratorias que frenan ese encuentro.

Los procesos migratorios en el marco de la restructuración económica global

Una muestra de ese desencuentro generacional lo ha sido la postura de los “mayores” respecto a la migración por parte de los más jóvenes en distintos momentos históricos  La construcción de las sociedades modernas ha significado procesos permanentes, constantes y diversos de migración. Primero fue de las fincas a las aldeas, posteriormente lo seria de éstas a las ciudades periféricas.  Tiempo después, con el surgimiento de las grandes ciudades se generaron masivos procesos de migración del campo, aldeas, pequeñas poblaciones a las ciudades centrales de los Estado nacionales. En el marco de la llamada oposición ciudad-campo surgió un discurso por parte de quienes se quedaban en el lugar contra quienes partían. “Traidores”, “desleales”, “desarraigados” fueron algunos de los epítetos con los cuales se señaló a quinees partían del lugar. Hoy la globalización económica y la mundialización cultural presionan por todos los medios, especialmente por los canales creados en la revolución científico tecnológica, para que nuestros jóvenes marchen fuera del país, en el marco de unas políticas del gran capital descritas anteriormente. Satanizar per se estas dinámicas, sin allanar caminos de reencuentro generacional, no contribuye a esclarecer las potencialidades y limitaciones de las dinámicas migratorias.

Por ello, la labor de las instituciones públicas de los países mal llamados en “desarrollo” y más aún, los dirigidos por gobiernos progresistas consiste en develar pedagógicamente los “entre telones” de esta ola de inmigración en cuatro dimensiones: las oportunidades reales, la dimensión  salarial, los aspectos de la seguridad social y la multiculturalidad, En el primero de los aspectos es urgente elaborar estudios y construir claras series estadísticas que muestre como el desempleo juvenil es un problema creciente y de alto impacto en Europa, Norteamérica e incluso en muchos de los países del llamado milagro asiático como Corea del Sur. Sólo un ínfimo porcentaje de los jóvenes que emigran hoy consiguen empleo, los restantes pasan a formar parte de los marginados entre los marginados.

Segundo, es importante sistematizar y publicar la relación de salario mínimo y profesional en los países que atraen inmigración y los costos de medicinas, alimentos, vivienda, transporte en países donde no existe la seguridad social para los extranjeros.  Ello no suprime la urgente necesidad de recomponer los salarios profesionales en nuestros países, para que resulten atractivos para los trabajadores de cualquier edad en el presente.

Tercero, nuestros jóvenes están acostumbrados a vivir en países donde los servicios, las medicinas, la comida son de muy bajos costos, donde elementos como la educación son gratuitos; por ello debemos explicarles cuales es la situación en esos países a donde quieren ir. Por ejemplo, mucho se publicita sobre la “maravilla” del modelo económico de Korea del Sur, pero pocos conocen el drama de una juventud de ese país, con severos problemas para conseguir empleo, en un marco de alta demanda social tanto de consumo, como para poder alcanzar logros tan comunes para nosotros como poder casarse y ser aceptado; esta imposibilidad ha llevado a que Korea del Sur, el gigante asiático, sea uno de los países con mayor tasa de suicidio juvenil.

Cuarto, la realidad social y poblacional no es de un solo tipo, no admite unidemensionalidad del pensamiento. Distintas costumbres, recorridos históricos, religiones hacen del mundo un lugar diverso.  Ello, es positivo y es obligación de nuestros sistemas educativos potenciar esta comprensión, incluso para decidir adecuadamente acerca de partir o quedarse.

Welcome al retornar a casa

A mi juicio existen tres tipos de dinámicas migratorias: (a) por razones de estudio, (b) por empleo, (c) el turismo “mochilero”. En cualquiera de los casos, expresan una tendencia de las nuevas generaciones  de vivir otras experiencias, conocer nuevas realidades y encontrarse con sus pares de distintas culturas. Si a pesar de que las generaciones mayores le expliquemos a los más jóvenes los riesgos y posibilidades de los procesos migratorios en el presente, ellos deciden probar suerte, como lo hicieron otras generaciones en el pasado; debemos garantizar que quienes partan lo hagan con la certeza que su país los recibirá nuevamente con los brazos abiertos, ya sea para desarrollar lo que aprendieron fuera o para apoyarlos en el reinicio de su desarrollo personal y profesional en la patria que los vio nacer.

La migración de los jóvenes en los cuatro puntos cardinales del planeta, a pesar de su inserción en la dinámica capitalista del siglo XXI, debemos verla también, dialécticamente hablando, como procesos hermosos de construcción de un nuevo prisma generacional que potenciará la construcción de identidad para nuestras naciones en el siglo XXI.  Sabemos que la mayoría de quienes parten regresarán, por ello debemos construir un cultura del “recibimiento” cálido y el reencuentro amoroso que posibilite seguir construyendo naciones independientes con todos y todas.

Lista de referencias

YEAD (2016) Youth Employment Decade Org. Mapa Mundial del Desempleo. Disponible online.

Desempleo Juvenil en Europa (2015). La vanguardia de España. Disponible en linea

[i] Docente e investigador en pedagogía critica y ciencias sociales. CEO del portal http://www.otrasvoceseneducacion.org

*(escrito originalmente para la revista síntesis de Venezuela)

*Imagen: http://juventudesargentinas.blogspot.com/

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/03/10/las-diasporas-juveniles-en-el-siglo-xxi/

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Tendencias científicas: Zelandia, el nuevo continente

Por: CORDIS

El 2017 comenzó con la noticia de que poseemos un órgano nuevo en nuestro organismo. Ahora hemos tenido conocimiento de que es posible que la Tierra cuente con un continente adicional. En un artículo publicado en la revista «Geological Society of America», un equipo de científicos explicó que una zona amplia y continua de corteza continental, con centro en Nueva Zelanda, cumple con las condiciones para recibir esa consideración.

Nueva Zelanda es la zona más reconocible del continente de Zelandia, sumergido en el suroeste del Pacífico, pero en su masa no sumergida también se halla un grupo de islas recónditas. Este continente nunca se había considerado parte del continente australiano (aunque Australia, Nueva Zelanda y las islas del suroeste del Pacífico se suelen agrupar bajo el término de Oceanía o Australasia) y los autores del artículo argumentan que deberían clasificarse como parte de un continente adicional completamente nuevo.

De hecho será el más pequeño de todos si la comunidad científica acuerda que Zelandia sea un nuevo continente (el sexto o, según el país, el séptimo o el octavo, pues en otros sistemas educativos se enseña que Europa y Asia y América del Norte y del Sur son continentes separados).

Zelandia abarca cerca de cinco millones de kilómetros cuadrados, casi como el subcontinente indio o la mitad del tamaño de Estados Unidos o Canadá, pero solo un 5 % está ubicado sobre el agua. En concreto, abarca Nueva Zelanda, Nueva Caledonia, la isla Norfolk, el grupo de islas Lord Howe y los arrecifes Elizabeth y Middleton. Todas estas islas están habitadas, con la excepción de los arrecifes.

Nueva Zelanda está situada a 2 500 kilómetros de su vecino Australia, pero Zelandia está mucho más cerca, si bien no unida, a la costa nororiental australiana. Su punto más occidental está a unos pocos cientos de kilómetros de Queensland y se considera que se separó de Gondwana —la enorme masa de tierra que en el pasado incluyó Australia— y se hundió en el Pacífico hace entre sesenta y ochenta y cinco millones de años.

En el estudio se explican los cuatro criterios que deben cumplirse para considerar continente a una masa terrestre. El primero es una elevación alta en relación a las regiones tapizadas por la corteza oceánica. El segundo es una amplia gama de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias. El tercero, la presencia de una corteza gruesa y una velocidad sísmica baja. Y, por último, unos límites bien definidos en torno a una zona lo suficientemente amplia como para considerarse continente y no un microcontinente ni un fragmento continental.

El equipo de investigación afirmó que Zelandia cumple con los tres primeros criterios y presenta unos límites bien definidos para una masa terrestre grande de 4,9 millones de kilómetros cuadrados, mereciendo por tanto la etiqueta de continente.

«Se trata de una gran masa de terreno, aunque se encuentre sumergido», comentó Nick Mortimer, geólogo neozelandés y coautor del estudio. También afirmó que él y otros investigadores comenzaron a desentrañar el continente sumergido tras la publicación en 2002 de un mapa batimétrico. «A partir de ese momento quedó claro; el mapa se convirtió en nuestra hoja de ruta, y nos dedicamos a sacar tantas rocas de cada rincón de Zelanda como nos fue posible para demostrar su definición geológica».

Si bien la noticia resulta interesante para los geólogos, la confirmación de Zelandia como un continente aparte no tiene consecuencia alguna para el equilibrio geopolítico de la región. Nueva Zelanda, por ejemplo, no podría realizar reivindicaciones territoriales nuevas debido a que las fronteras marítimas de la región se establecieron hace mucho tiempo.

Zelandia tampoco se señalará en los nuevos mapas mundiales durante bastante tiempo. Aun así, Mortimer se muestra optimista: «Que Zelandia se haga con un hueco en la cultura popular y en los mapas es toda la validación que necesitamos».

Fuente: http://cordis.europa.eu/news/rcn/126840_es.html
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