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“Si yo no me hago cargo, nadie lo hará por mí” – Habla una joven activista

Por: Sofia Vargas

Sofía recuerda la primera vez que experimentó la discriminación cuando la estigmatizaron en la escuela por su ropa, sus ideas o simplemente por haber nacido mujer. Sofía es de Santiago, Chile, y nos explica por qué esa experiencia la empujó a defender y promover los derechos sexuales y reproductivos y a empoderar a otros jóvenes para que tomen decisiones informadas con respecto a su cuerpo y su sexualidad.

Vivo en Santiago de Chile, un país relativamente estable a ojos del mundo, pero es difícil vivir aquí e intentar ser escuchado, sobre todo si eres joven, mujer y activista por los derechos humanos.

Nací en una familia sustentada por madre. Al nacer, mi madre decidió destinar gran parte de su sueldo en mi educación, ya que la buena educación, en Chile, no es gratuita. Durante nueve años crecí en un colegio religioso; si bien aprendí idiomas y ciencias, la violencia escolar y de género se vivían día a día.

Recuerdo que nos prohibían ciertas actividades consideradas masculinas, jugar fútbol o vestir pantalones, sin importar el frío; se regulaba constantemente la medida de nuestra falda, nuestro peso e higiene personal. Mis compañeros sufrían de igual forma, se limitaba constantemente su capacidad creativa, se les segregaba a las matemáticas y la fuerza bruta.

«porque es importante empoderarnos y educarnos. Tenemos la necesidad de compartir nuestros conocimientos por diferentes medios y con nuestros pares, ya que esa es y será la manera más efectiva de demostrarle a todos los jóvenes que somos capaces y que nuestra voz se escuche realmente». Sofía, 16 años, chilena.

Armada de valor decidí cambiar de entorno y me mudé de un colegio católico a otro. Este último acomodado en un sector más céntrico de la ciudad, pero las realidades no eran muy distintas. Las segregaciones por género ya no eran tan notorias, pero ocurría algo peor: intentaban segregarnos de acuerdo a nuestras ideologías “políticas”. Desde que ingresé a esa escuela el profesorado me tildó como comunista por el simple hecho de creer en la igualdad y en la justicia, comenzaron a amenazar a mis compañeros y a alumnos más pequeños: “No se junten con ella, es mala influencia… si ustedes son buenos alumnos me harán caso”.

Así comenzó una segregación agotadora. Fui excluida de procesos de los electorales, todo con el fin de que no “iniciara la revolución”, ya que yo era (y sigo siendo) una activista de Amnistía Internacional, y eso es peligroso para una fundación que no enseña nada más que competencia a sus estudiantes.

Fue tal es hostigamiento que viví, que decidí optar por aprender en casa, no podía seguir soportando ese trato, ya no quería estudiar ni ir al colegio, los profesores me hacían llorar, y los alumnos temían reunirse conmigo. Yo estaba estigmatizada.

Más adelante descubrí el programa de Amnistía “Este es mi cuerpo”, que empodera a activistas jóvenes para que defiendan y promuevan los derecho sexuales y reproductivos a través de la educación en derechos humanos en Argentina, Chile y Perú. Cuando conocí el proyecto no pude evitar sentirme motivada para participar de este. Es difícil para un joven abrir los ojos y darse cuenta de los grandes cambios que podemos realizar por nuestra cuenta si nos lo proponemos, sobre todo si tenemos apoyo.

Fue excitante tener acceso al imaginario de que al fin mi voz y la de mis pares sería tan válida y escuchada como la de un adulto, que mis acciones generarían un impacto, que finalmente se abriría el espacio para tomar acciones y decisiones por mi cuenta.

No dudé en hacerme parte, porque finalmente, si yo no me hago cargo, nadie lo hará por mí. No es lo mismo hablar desde la mirada de un adulto que desde la de un joven o un niño, y eso es lo que muchas organizaciones no habían entendido hasta hoy. Creo que es necesario dar un real protagonismo a los jóvenes en la total amplitud de este proyecto, desde las bases hasta la ideación logística, porque es importante empoderarnos y educarnos. Tenemos la necesidad de compartir nuestros conocimientos por diferentes medios y con nuestros pares, ya que esa es y será la manera más efectiva de demostrarle a todos los jóvenes que somos capaces y que nuestra voz se escuche realmente.

Los jóvenes de Sudamérica nos hemos reunido para trabajar por los derechos humanos porque estamos intentando derribar las absurdas e históricas barreras culturales que nos han impuesto. Nosotros sabemos y somos capaces de reconocer nuestros propósitos en común y comprendemos que tenemos necesidades similares. Todos queremos un cambio, todos queremos vivir en un país y en un mundo más justo para nosotros y para todos, por lo que si tenemos eso claro, los países no son un obstáculo. A nosotros no nos importa de dónde provenimos sino adónde vamos.

«Fue excitante tener acceso al imaginario de que al fin mi voz y la de mis pares sería tan válida y escuchada como la de un adulto, que mis acciones generarían un impacto, que finalmente se abriría el espacio para tomar acciones y decisiones por mi cuenta». Sofía, 16 años, chilena

Amamos a nuestros países de origen, por supuesto, y por lo mismo queremos convertirlos en un lugar mejor donde poder vivir y seguir desarrollándonos. Es difícil para mí intentar comprender cómo un niño o un joven pretende desarrollarse de manera integral si vive y crece en un sistema que no lo protege; esto es una cadena y la explicación a los grandes problemas sociales que se tienen hasta el día de hoy.

Además me preocupa un poco que, si bien día a día somos vulnerados en materia de derechos sexuales y reproductivos, también lo somos en un montón de otras cosas que finalmente imposibilitan nuestro óptimo desarrollo. ¿Cómo pretendemos que un joven luche por sus derechos en general si no tiene acceso a educación? ¿Cómo esperamos tener jóvenes empoderados en materia de derechos sexuales y reproductivos si este utiliza su tiempo en trabajar para ser un aporte a sus familias?

En mi país y en los de la red se viven estas y otras realidades aún más fuertes, pero es precisamente ahí donde se encuentra nuestro gran desafío, es ahí donde está nuestra lucha.

El programa quinquenal “Este es mi cuerpo”, financiado gracias a la campaña organizada por jóvenes noruegos “Operación: Un día de trabajo”, se desarrolla en Argentina, Chile y Perú con el propósito de promover los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes activistas de entre 13 y 19 años a través de la educación en derechos humanos y el trabajo de campaña e incidencia.

Tomado de: https://www.amnesty.org/es/latest/education/2016/11/if-i-do-not-take-responsibility-nobody-will-do-it-for-me-a-young-activist-speaks-out/

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Asertividad y felicidad

Por Maribí Pereira

La asertividad tiene que ver con la necesidad de cuidarnos y protegernos a nosotros mismos y a los demás, con el deseo de generar confianza y proximidad a través de la comunicación. Se trata de contribuir con el bien común a partir de la mejora propia.

Asimismo, es una actitud necesaria para el buen funcionamiento de las relaciones interpersonales y es, como mínimo, cosa de dos. Implica generosidad y es inconcebible sin la empatía y la consideración hacia el otro.

Sin embargo, muchas personas creen que asertividad consiste en hablar de mí, de mis deseos, sentimientos, opiniones y preferencias. En realidad, ser asertivo, implica conocer y considerar también los de quienes nos rodean, atendiendo no solo a los sentimientos que otros desencadenan en nosotros, sino también a lo que nosotros desencadenamos en ellos (Bach y Forés, 2012).

En este sentido, la asertividad es un recurso para comunicar de un modo respetuoso y oportuno lo que yo siento y para acoger con el mismo respeto lo que sienten los demás. No es una estrategia para ocultar lo que sentimos. De hecho, sería un error pensar que se reduce a emplear palabras bonitas para disimular nuestros sentimientos, pues lo que sentimos siempre lo comunicamos de un modo u otro, bien sea con la palabra, la voz, la mirada, la expresión facial, postura corporal, etc. Para lo que sí es útil es para aprender a contener y canalizar adecuadamente determinadas emociones (Bach y Forés, 2012).

Asertividad no significa afirmarse uno le pese a quien le pese. De ser así, se contravendrían los derechos del otro y en lugar de orientarnos hacia el encuentro y el intercambio verdadero, nos encaminamos hacia el cultivo del propio ego, el sometimiento del otro y la prepotencia. Además, entendida como mera autoafirmación, la asertividad no soluciona nada, puesto que los enfados y desavenencias se resuelven en el plano emocional cuando se encuentran sentimientos, y no en el verbal, recurriendo a una forma de expresión determinada (Bach y Forés, 2012).

Por tanto, debemos renunciar al uso instrumental de la asertividad, a orientarla a fines exclusivamente personales y a utilizarla para salirnos con la nuestra, haciendo uso de adornos verbales o bien para idear maneras más o menos afortunadas y no ofensivas de decir algo poco grato de escuchar. De ser empleada de esta manera no contempla la empatía ni la escucha activa, no tiene en cuenta la adecuación a diversas situaciones y circunstancias y, además, acaba resultando ineficaz (Bach y Forés). Si estamos debidamente formados, con un Máster en Psicoterapia del Bienestar Emocional por ejemplo, debemos trasladar todas estas ideas a nuestros pacientes en consulta.

En una sesión de pareja, el hombre de la pareja señaló que “el cuento de la asertividad le parecía patético y, además, implica un desgaste muy grande cuando se puede ir al grano sin tanta historia”. Según él, el ser asertivo promueve el ser “políticamente correcto y en consecuencia, falso e hipócrita”. No estaba dispuesto a tener “este tipo de comunicación con mi mujer porque si a ella que es mi pareja y a la que le confío todo no le puedo hablar con total sinceridad, entonces a quién más puedo hablarle como me place”. No se planteaba hacer nada para mejorar la comunicación con su mujer, pese a que ella había pedido hacer terapia psicológica, precisamente por un tema de comunicación

Un paciente que trabajaba en una multinacional señaló en una de las sesiones de terapia: “Esto de la asertividad y empatía les hace mucha falta a los de mi empresa. Deberían darnos un curso porque el jefe cuando te exige algo fuera de tus labores y tú le dices que no tienes el tiempo disponible te responde con un “Yo soy el jefe y yo digo lo que hay que hacer y punto. El que se quiera adaptar se adapta, y el que no, ya sabe lo que tiene que hacer”

Una paciente que venía por conflictos con su madre, preguntaba en sesión: ¿Qué se puede hacer con una persona que nunca pide disculpas, y que cuando hablas con ella te dice que no las pide jamás porque actúa siempre de buena fe y por tanto no necesita disculparse? La respuesta de la terapeuta fue: “Puedes hacer dos cosas: dejar de pedirlas si por el hecho de que tú las pidas y el otro no, tienes la sensación de que está en deuda contigo y te sientes enfadada; incluso diciéndole que quizás tenga razón y que cuando se actúa de buena fe no hace falta pedir disculpas”, o bien, seguir pidiéndolas si para ti es importante hacerlo, pero aceptando que el otro lo ve de otra manera”.

Pese a que muchas personas ignoran el valor de la asertividad, se ha comprobado que está estrechamente relacionada con la felicidad, pues ambas tienen que ver con la calidad de las relaciones que mantenemos con quienes nos rodean. Si la asertividad hace referencia a la capacidad de comunicarnos de un modo honesto y respetuoso, la felicidad depende en buena medida de los vínculos que somos capaces de establecer con esos otros (Bach y Forés, 2012).

Fuente:http://www.isep.es/actualidad/asertividad-y-felicidad/#more-8266

Imagen: www.isep.es/wp-content/uploads/2016/11/master-psicoterapia-bienestar-emocional-asertividad.png

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La educación que necesitamos en tiempos de crisis

Por Isabel Diez Uriarte*

La educación es el punto en el que decidimos amar al mundo lo suficiente como para tomar responsabilidad por él. Bajo esta premisa, ¿qué podemos hacer por el mundo?

Si algo podemos aprender de los resultados de las recientes elecciones en Estados Unidos es que la educación que recibimos juega un papel fundamental en nuestra toma de decisiones y en nuestra actuación como ciudadanos comprometidos con el país y con el resto de nuestros conciudadanos. Si existe un momento clave para decir que tenemos que apostar por la educación es precisamente ahora, en estos tiempos de crisis e incertidumbre. Pero estoy hablando de una educación muy distinta a la tradicional, en donde pedimos que nuestros alumnos memoricen y repitan contenido que en pocSelecciona Archivosas horas—o si somos afortunados, días— olvidarán. No, estoy hablando de una verdadera formación del carácter, de una formación cívica y en valores, de una formación integral.

Y es que la educación no es sinónimo de escolarización. Aunque la escuela juega un papel fundamental en nuestra educación y es claro que todavía nos queda mucho por hacer en este respecto, la educación es un proceso que lleva toda la vida—desde que nacemos, hasta que morimos. Se trata de ese proceso en el que vamos aprendiendo y mejorando como personas para poder autorrealizarnos, y en el que influyen la familia, la escuela, los grupos sociales a los que pertenecemos, nuestras experiencias cotidianas, los estímulos a los que nos exponemos, las puertas que abrimos y por las que elegimos pasar.

La filósofa Hannah Arendt escribió una vez que “la educación es el punto en el que decidimos amar al mundo lo suficiente como para tomar responsabilidad por él”. Me encanta esta definición y me parece que éste es el tipo de educación que necesitamos cultivar hoy más que nunca: desde la casa, desde la escuela, desde la comunidad, y desde el país. Este es el trabajo no sólo de los educadores, sino de todo ciudadano: inspirar a nuestros niños y jóvenes a “amar lo suficiente al mundo para tomar responsabilidad por él”, por lo que tenemos las siguientes tareas:

  • Inspiremos a los demás a amar tanto al mundo que cuidarlo no sea una entre varias opciones, sino que se convierta en una obligación.
  • Inspirémoslos a amar tanto al mundo que puedan encontrar la belleza que esconde incluso en los lugares más inesperados.
  • Inspirémoslos a amar tanto al mundo que buscar la verdad se convierta en su pasión. Cultivemos su curiosidad, su asombro, su empatía, su amor por aprender.
  • Inspirémoslos a amar tanto al mundo que se conviertan en unos completos enamorados de la humanidad para que la simple presencia de una persona sea una oportunidad para ser amables, y la sola idea de permanecer pasivo frente a una injusticia sea impensable.
  • Inspirémoslos a ver el mundo como podría llegar a ser y a tener el valor de hacerlo un mejor lugar.

La educación implica acción y cambio, y desde luego, no es una tarea sencilla. Pero es trabajo de todos inspirar y facilitar ese cambio. Necesitamos modelos y personas comprometidas para cuidarnos entre nosotros, luchar en contra de cualquier injusticia, y sobreponernos a cualquier adversidad. Ante discursos que infunden el miedo, inspiran odio y promueven la exclusión, es más importante que nunca tener la capacidad de tomar distintos puntos de vista y no caer, como la escritora Chimamanda Adichie nos dice, en “los peligros de una historia única”. Nuestro país y el mundo lo necesitan. Ignorar la situación que estamos viviendo y no apostar por la educación simplemente ya no es una opción.

Fuente: http://www.altonivel.com.mx/la-educacion-que-necesitamos-en-tiempos-de-crisis-58467.html

Imagen: www.lasillaroja.org/wp-content/uploads/2015/10/Nepal_cabecera-727×235.jpg

 

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La educación internacional define destinos

Por Roberta Jacobson

Mi trayectoria para convertirme en embajadora comenzó hace años cuando estudié en Argentina. Descubrí un mundo de nuevas ideas y experiencias y, sobre todo, un llamado que ha sido mi pasión por más de treinta años.

Muchos de mis colegas en el gobierno, en la iniciativa privada, en organizaciones no gubernamentales y en organizaciones internacionales, han tenido la misma fortuna de estudiar en el extranjero.
Ésta experiencia ha enriquecido sus vidas y, con frecuencia, ha marcado sus carreras.

En nuestra sociedad globalizada es imperativo que más estudiantes de todo tipo tengan la oportunidad de estudiar en el extranjero. Conectarse de manera virtual es muy bueno, pero nada se compara con vivir en el lugar. Todos en la embajada, junto con el gobierno de México, están haciendo un esfuerzo porque esto suceda. En parte gracias a nuestros programas, el informe 2016 del Instituto de Educación Internacional muestra un incremento de 17 por ciento en el número de mexicanos que están cursando estudios de licenciatura en los Estados Unidos, y un incremento de casi 6 por ciento en el número de estadounidenses que vienen a estudiar en México.

Éstos son sólo unos ejemplos tangibles del impacto que estos programas pueden tener:

Gustavo Hernández Monroy viene de un pequeño pueblo en el Bajío. Recibió una beca del programa Access de la embajada para estudiar inglés. Con las habilidades que adquirió pudo entrar al programa Jóvenes en Acción y estudió en los Estados Unidos. Después representó a México en la Olimpiada Internacional de Biología, en Singapur, y ahora estudia Economía en el ITAM con una beca completa.

Gabrielle Giffords, exdiputada federal de los Estados Unidos por el estado de Arizona y una activista contra las armas, estudió en México en 1993 con una beca Fulbright-García Robles. “Ser becaria Fulbright cambió mi vida”, sostuvo. “Vi un mundo más amplio y nuevas maneras de trabajar juntos”.

La iniciativa del presidente Obama “La Fuerza de Cien Mil en las Américas” ha ayudado a aumentar la movilidad estudiantil hacia ambos lados de la frontera. Fátima del Rosario Cano Euan, estudiante de biología en la Universidad Autónoma de Yucatán, participó en la Academia de Innovación para Mujeres en la Ciencia de la Universidad de Nuevo México bajo esa iniciativa. Ella dijo: “Ésta fue la mejor oportunidad para encontrarme con otras jóvenes investigadoras en el campo de las ciencias. Interactuar con éstas mujeres me ha ayudado a apreciar distintas culturas y los retos que cada una de nosotras enfrenta en el campo científico”.

Hace dos semanas, al regresar de los Estados Unidos, me tocó sentarme junto a una estudiante mexicana que cursa sus estudios en Dakota del Norte. Quedé muy complacida de que nuestros caminos se cruzaran y sé que ella y otros como ella ayudarán a que nuestros dos países sigan creciendo aún más fuertes.

Debemos a nuestros ciudadanos y a nuestro futuro apoyar y financiar las experiencias de estudiar en el extranjero. Nuestra fuerza laboral del siglo XXI requiere las habilidades y perspectivas que otorgan estas experiencias formativas. Podemos hacer esto posible para que haya más jóvenes como Gustavo, como Gabrielle y como Fátima. Si quieren saber cómo pueden ayudar, por favor envíenme un mensaje por Twitter a @EmbRoberta. Espero escucharlos.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-educacion-internacional-define-destinos.html

Imagen: www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2015/06/03/556f34efa25ed.jpg

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Posición o planeación. Los límites de la planeación educativa

Por: José Rangel

La era moderna de los rankings inició en 2003[1], su impacto fue de tal naturaleza amplio e imprevisto que pocos años después la OCDE calificaba de “obsesión” el interés y la preocupación de las instituciones de educación superior en el mundo por los listados[2].

OCDEEsta obsesión por el desempeño de las instituciones por los primeros sitios de los listados ha impulsado políticas cuyo resultado es una mayor estratificación social. Se rompen los nexos entre las responsabilidades locales, regionales, nacionales y globales.

La búsqueda por ser WCU ha transformado los sistemas de educación superior y sus prioridades en el mundo. El problema de medir el desempeño a través de la lente del ranqueo de las universidades distorsiona la comprensión de lo que corresponde al desempeño nacional. Erróneamente, confunde el desempeño del sistema en su conjunto con el agregado del desempeño de instituciones en particular [3].

La disputa por la pole está en su apogeo. El 15 de agosto de 2016, la Academic Ranking of World Universities (ARWU), en su edición número 14, reportó el ingreso de 38 nuevas instituciones al grupo de las primeras 500 del mundo, el mayor arribo en cualquiera de los años. Adicionalmente, hubo varias instituciones que cambiaron posición hacia arriba o abajo por más de 100 sitios[4].

Hacia arriba en la lista, las instituciones que más sitios cambiaron fueron: Queeensland University of Technology (194 lugares), la Medical University of South Carolina (187 sitios) y la Universidad de Soochow (China, 176 lugares).

Muchos de estos movimientos se debieron al cambio en la métrica de ubicación, donde ahora se da preferencia a una lista de los autores más citados (HICI), desarrollada por Thomson Reuters.

China fue el país que obtuvo los mayores beneficios de este cambio en la métrica. Este país tiene ahora 54 universidades en el grupo de las primeras 500, frente a nueve que tenía en 2003.

Australia, por su parte, ha llevado a cabo un programa de largo plazo de profundas reformas de su sistema de educación superior, buscando calificar bien en los rankings internacionales y ser altamente competitiva en la escena mundial. Actualmente, 23 de sus 37 universidades públicas se ubican dentro de las primeras 500. Más de 65% de sus instituciones públicas de educación superior están consideradas WCUs.

Los países “perdedores” han sido los que tradicionalmente tenían controlado el listado: EE.UU., Canadá, Alemania, Reino Unido.

La carrera se ha enfebrecido. Entran, salen, suben, bajan. Se trabaja por la posición como mecanismo de planeación. Países enteros ha sucumbido al reto. Pero ignorarlo tampoco es la solución.

Hace algunos años, al inicio de esta competencia, aparentemente sin fin, todos los países comenzaron a buscar tener una universidad cuando menos bien ubicada en los listados, a pesar de que nadie sabía lo que significaba ser una universidad de clase mundial (WCU)[5].

Comenzó a ser claro que una WCU era una institución que mostraba un conjunto de normas y valores de las instituciones académicas dominantes, principalmente orientadas hacia la investigación, basadas todas ellas en el concepto humbuldtiano de las universidades de investigación que han dominado el pensamiento académico desde finales del siglo XIX.

Sin embargo, desde hace ya muchos años también, surgió la crítica de que muchas universidades comenzaron a comportarse buscando alcanzar el modelo de universidades orientadas a la investigación, como Harvard o MIT. Ese modelo se replica ahora en la búsqueda por ser una WCU, bajo una orientación única.

Construcción de WCUs

Se pueden sintetizar algunas reglas o principios detectados en la construcción de instituciones WCU y en buenas posiciones de los rankings:

En primer término, parece indefendible la posición contraria a que todo país requiere contar con alguna(s) WCU, independientemente de la postura crítica que pueda tenerse de cara a los rankings. Se los reconoce como una condición sine qua non para el camino de inserción de una economía a la sociedad del conocimiento[6]. Una cantidad importante de indicadores de dicha inserción están a su vez vinculados con la inclusión de una IES al rango de WCU.

Sin embargo, es fundamental dejar en claro que existe un cada vez más amplio consenso en el sentido de que construir y contar con una WCU no garantiza ni acerca a tener el sistema de educación que requiere un país. Más aún, se hace énfassis en que el sistema de educación superior de un país no es el agregado de IES, menos de WCUs. Las necesidades de vinculación del sistema de educación superior de un país con los objetivos de desarrollo del mismo son mucho mayores que los elementos asociados con los indicadores actuales para que una IES sea considerada WCU.

Posicionar una IES como WCU en lo alto de los listados puede llevar a desantender la construcción y el buen manejo del resto del sistema. No puede haber una WCU bien posicionada en un sistema que no está visto integralmente. Es prudente atender a la causalidad de llegar a obtener una WCU por medio del fortalecimiento del sistema educativo en su conjunto. Este mecanismo garantiza el mayor equilibrio. Por el contrario, buscar construir WCUs y suponder que con ello se tendrá un sistema de educación superior adecuado a las necesidades de un país, es idealista, cuando no ingenuo.

Los patrones que determinan la inclusión en los listados de las calificadoras de IES en los ranking mundiales son: Ser intensivas en investigación, esto es, pertenecer al grupo de las llamadas Research Universities. De ahí y para ello, asegurar académicos de muy alta calidad internacional (calificados según criterios externos al país, asociados con prioridades científico-técnicas de umbrales del descubrimiento científico e innovación técnica de los países más avanzados en el conocimiento), citas en un puñado de journals reconocidos por la comunidad científica como los más representativos de la difusión de este conocimiento, muchos recursos financieros.

La excelencia académica que exige una WCU, además de los recursos financieros, requiere allegarse gran cantidad de recursos humanos de alta calidad. Su constitución debe garantizarse por medio de una gran autonomía. En la construcción de una o varias WCU el sistema tiene que especificar el Qué. El Cómo, lo llevan a cabo las instituciones mismas.

En el mundo hay alrededor de 18 mil IES, de las cuáles solo unas 1000 pueden considerarse pertenecientes a la clase de Research Universities. Sin embargo, en gran medida los métodos de evaluación de los rankings tienden a resaltar las características de este tipo de instituciones. Con esa vara miden también al resto. De ahí la importancia de los movimientos alternativos que buscan, bien sea ampliar los métodos de evaluación, o bien hacer evaluaciones del sistema, donde las instituciones insignia sean parte de lo que se mide.

Después de mucho analizar listados y características de las instituciones en las mejores posiciones, Salmi resumió en tres grandes dimensiones las rasgos y estrategia que se requiere para construir una WCU[7]

  1. Plenitud de recursos. La magnitud requerida es enorme, de tal suerte que no se piensa más que en instituciones públicas, con fondos públicos y aportaciones del resto de la sociedad. El requerimiento de talento, otro de los pilares fundamentales es inaccesible sin abundantes recursos.
  2. Concentración de talento. Esto implica allegarse los mejores alumnos, los mejores docentes y los mejores investigadores, con las mejores relaciones internacionales. El conjunto será crecientemente internacional. Esta dimensión garantiza disponer de la formación de los mejores cuadros para el país y los mejores resultados de investigación.
  3. Liderazgo y gobernabilidad. Dimensión que combina una mezcla muy sensible de elementos. Es necesario conjugar la visión estratégica, con la autonomía y libertad de cátedra e investigación con el marco normativo que la haga posible. Esta dimensión trasciende los comúnmente llamados planes de desarrollo institucional.

De acuerdo con Salmi, la creación de WCUs puede hacerse desde alguna de tres plataformas: 1) aprovechar las instituciones existentes (generalmente con lastres e historia difíciles de eliminar) ; 2) fusionar y reconstruir instituciones existentes (con grandes dificultades de negociación para lograrlo), y 3) crear nuevas instituciones (financieramente la más costosa, pero políticamente la más viable para los fines buscados). La historia desde entonces ha demostrado que instituciones con un progreso más dinámico son generalmente jóvenes de reciente fundación.

Rankeo o Planeación

A pesar de las críticas y descalificaciones de que han sido objeto desde su nacimiento, los rankings son crecientemente fuente de consulta para estudiantes en un mundo cada vez más globalizado. De la misma forma, son insumo fundamental para investigadores, gestores de la educación superior y hacedores de política educativa. Son extraordinariamente sencillos de consultar. Hasta los políticos los entienden y la reputación que ofrecen los hace instrumentos indispensables de la gestión educativa.

El posicionamiento del conocimiento como eje no solo de la actividad productiva, sino del poder social y político, ha ubicado a la educación terciaria, como proveedora de capital humano de la más alta calidad y fuente del nuevo conocimiento en el centro de la definición de políticas, ha llevado a que los rankings hayan transitado de ser un producto de consumo a un instrumento de planeación estratégica[8].

Es ya imposible vivir sin ellos, como lo dijimos en otro momento [9]. Un país como México no puede ignorarlos; vivir como si no existieran, sin ser negativamente afectado. Pero tampoco puede buscar sin más tratar de mejorar la posición de todas sus instituciones públicas en los distintos listados. No se puede y no se debe. ¿Entonces?

Ocurre la necesidad de manejar un delicado balance entre los requerimientos que se hacen ahora a la educación superior, su autonomía, la competencia internacional que presentan los rankings y  su papel de metainstituciones de planeación, y los objetivos nacionales.

Ya pasó el momento de afanarse en construir una WCU, sin tomar en cuenta un importante número de otros aspectos clave tanto para las instituciones como para los países y regiones donde se asientan, además de los criterios específicos de excelencia que ya se conocen[10].

En un país no puede abandonarse el objetivo de contar con alguna o varias instituciones de clase mundial. Sin embargo, debe hacerse considerando el contexto nacional e internacional, las condiciones propias, los recursos disponibles y los objetivos específicos antes de iniciar el proceso de construcción de una o varias WCUs.

De hecho, muchos países emergentes y de ingreso medio han adquirido creciente consciencia de que en un mundo donde la economía del conocimiento estará cada vez más impulsada por la investigación, requiere construir instituciones de educación superior capaces de asumir esta responsabilidad.

El resultado se expresará en los listados que los rankings prestigiosos elaboran regularmente. Así que la planeación educativa y el posicionamiento en los rankings se asocian cada vez más estrechamente. La aparición de las instituciones en los listados y su ascenso no son fruto del azar.

Las estrategias diseñadas por gobiernos e instituciones a partir de la aparición de los listados empiezan a probar que la aparente inmovilidad de las instituciones que dominan los primeros lugares en los listados ya no es tal.

A partir de una estrategia (planeación) claramente diseñada, con adecuado balance entre corto y largo plazos, Esto es, visión y acción, con un manejo disciplinado y eficiente, un conjunto de instituciones llegará a ubicarse en los primeros sitios de los listados a finales de la próxima década[11].

El surgimiento de estas nuevas estrellas en el firmamento universitario implica tener muy claro cómo evoluciona el mundo y qué papel juegan las instituciones en él. Al mismo tiempo requerirán transformar estos elementos en un plan estratégico muy sólido, donde claramente se establezca los recursos materiales y humanos necesarios, así como el tiempo requerido para instrumentarlo.

A diferencia de otros modelos de éxito para mejor posicionarse en los listados de las instituciones de clase mundial, la Generación del 2030, como han dado en llamar a estas instituciones, no seguirá un modelo único.

Estarán más volcadas hacia el exterior (internacionalización); serán muy innovadoras en sus métodos y alianzas interinstitucionales; participarán de nuevas redes, recursos y modelos institucionales[12].

De la misma forma, Firetail también considera que cada institución definirá el éxito en sus propios términos. Los casos exitosos provendrán de cualquier sitio, no hay garantías. Sin embargo, tendrán que especificar claramente sus áreas de excelencia, su pertinencia local y global; elaborar planes bien integrados y profundizar su capacidad empresarial. Sin por ello abandonar la calidad específica que diferencia a las universidades de otras instituciones.

Construir o lograr contar con alguna(s) WCU no es lo más relevante del proceso de planeación. Los determinantes de una WCU no son los mismos que aquellos que están en un esquema de planeación de educación superior. Empezar planeando por conseguir WCU puede resultar en una enorme desviación de recursos, humanos y financieros. Es menester obtener los mayores resultados con los recursos disponibles. Una vez en esa posición, conociendo la dirección en que se navega, puede entonces hacerse el esfuerzo de caminar hacia el logro de alguna WCU. Pero no puede, por ejemplo, concentrar recursos y esfuerzos en lograr WCUs en un país, como México, con resultados tan pobres como los que muestran pruebas internacionales, entre otras, PISA. Es prácticamente irrelevante hacer planeación educativa de instituciones públicas de educación en todos los niveles que no tome en cuenta la totalidad del sistema. Si lograr el mayor resultado con los recursos disponibles permite alcanzar alguna WCU, bienvenido. En caso contrario se requiere que la marea eleve a todos los barcos por igual.

Por otro lado, las historias nacionales tienen inercias de oposición al cambio en la dirección que la formación de WCU demanda, que difícilmente puede lograrse superar los obstáculos que las instituciones vigentes presentan. El caso de la India es ejemplar. Recientemente el gobierno indio anunció un plan para alcanzar que 10 instituciones públicas y 10 privadas se transformen en WCUs. Para ello se anunció como acompañante del proceso establecer una agencia de financiamiento de la educación superior. Asimismo, se hizo partícipe del proceso a otro organismo creado con anterioridad para hacer frente a la aparición de los rankings mundiales: el Instituto Nacional de Condiciones de Rankeo.  Sin embargo, expertos estadounidenses en la materia se mostraron muy escépticos de que pudieran lograr los objetivos propuestos. En primer sitio, ya se han hecho esfuerzos similares con anterioridad y han fracasado.

De acuerdo con Altbach[13], el notable grado de politización y burocratización que tiñe las universidades indias hace que los cambios sean si no imposibles, sí extraordinariamente lentos. Además, se requiere una enorme cantidad de recursos financieros, capacidad innovadora, planificación y autonomía, que no están considerados en los planes para lograr las WCU que buscan. Muchas de estas características, por cierto, no son ajenas a las universidades públicas mexicanas.

Por otro lado, en el caso de México, La planeación está en gran medida fuera de las manos de las IES. En particular, de las que buscan jugar en el terreno de las Research Universities y su personal se ha sometido a las reglas del juego del SNI. La autonomía se ha enajenado en manos de este organismo a quien se cedió el derecho de remunerar y otorgar prestigio académico.

Las reglas del SNI están en consonancia con los principales indicadores de los rankings más importantes de universidades en el mundo. No importa el tamaño de la institución, su localía, sus limitados recursos, las reglas son las mismas. Los académicos, en aras de permanecer y mejorar su status en las grandes instituciones juegan el juego del SNI. Los pequeños lo hacen como un medio para obtener credenciales que eventualmente les permitan ascender, en su propia y o en una mayor o mejor institución.

La planeación macro

La determinación de tener una o más WCU lleva necesariamente a la necesidad de considerar la planeación del sistema de educación superior en su conjunto. Esto exige rebasar el mecanismo de regla única. Esto es, definir cuáles no. Cuáles son los reqisitos.

Las WCU son definidas como resultado de la visión macro de la planeación (El qué). Provienen de una clara visión de estructura estratificada con precisión de IES públicas de un país, como lo hacen naciones desarrolladas como en los sitemas educativos francés, alemán, o en el sistema educativo del estado de California en los EE.UU.

El Banco Mundial reconoce que la falta de diferenciación institucional significa enorme preocupación. En primer lugar, por la gran capacidad de las instituciones terciarias no universitarias de absorber demanda, de formar cuadros técnicos con la capacidad que requiere el mercado en plazos cortos y su capacidad por ajustarse con mayor celeridad a la dinámica cambiante de los mercados.

Es con esta visión que los gobiernos han reestructurado y dirigido la educación superior y la investigación, con la intención fundamental de emplearla como la principal palanca de transformación de las economías. Así en el año 2000, en uno de los más conspicuos ejemplos, la Unión Europea definió La Agenda de Lisboa, la cual buscaba hacer de Europa la economía más dinámica y competitiva del mundo, con base en la economía del conocimiento. Para ello comprometió invertir hasta el 3 % del PIB en investigación y desarrollo y duplicar el número de doctorantes[14].

Entre 2000 y 2010 la Estrategia de Lisboa fue el marco de referencia de la política económica y educativa de la Unión Europea. En este último año, aún sin saberse qué tan exitosa había sido, el proyecto estratégico que le sucedió fue lanzado: Europe 2020. A pesar de que hay quien considera que sin una extensa evaluación de la Agenda de Lisboa, Europe 2020 está condenado a repetir los mismos errores, la preocupación de este último sigue centrada en llevar a cabo las inversiones más eficaces en educación, investigación e innovación para dejar atrás la crisis y crear las condiciones propicias para una economía más competitiva que genere más empleo[15].

A esto lo llaman crecimiento inteligente e implica garantizar la inversión en educación, investigación y desarrollo previamente establecida, asegurar una deserción por debajo del 10 % y garantizar que no menos del 40 % de la población de entre 30 y 35 años cuente con educación terciaria[16].

De manera similar, países como Corea, Malasia, Irlanda, Abu Dabi, India, tienen planes para hacer de la educación, la investigación y el desarrollo los principales motores de su crecimiento.

Los rankings, la centralidad del conocimiento y la globlIzación son un reto al que las IES no pueden soslayar y los gobiernos requieren incorporar planificadamente. El reto significa que no es posible prescindir de la planeación para obtener un resultado satisfactorio de la búsqueda de clasificar algunas instituciones dentro de las reconocidas internacionalmente como research universities de alto prestigio.

En la visión macro de la planeación se reconocen los distintos horizontes para cada uno de los niveles en la estructura y los elementos (IES) que participan en cada uno de ellos. Es necesario definir claramente el sistema y los subsistemas de educación superior con la decuada estratificación.

A partir de ahí se establecen la misión global (del sistema) y las misiones particulares. Con ello se precisan la definición del rumbo (global) y las tareas particulares. Con ello quedan establecidas las especializaciones temáticas y disciplinares de cada institución.

Tanto para la visión macro como micro de la planeación se requiere una problematización de la visiones del futuro. Posteriormente es menestrer determinar el impacto que sobre el país tiene dicha problematización. Es necesario jerarquizar los impactos. Con esta base es que los grandes programas nacionales y regionales se cuestionan sobre el papel que la educación superior y la investigación tienen frente al panorama elaborado. Este proceso, por supuesto, es dinámico y permanente; evaluable y ajustable regularmente.

Como parte de la visión futura problematizada es indispensable cosiderar las transformaciones mismas de la educación y la investigación. Los mecanismos y procedimisntos de determinación de calidad para lograr mejores posiciones en los listados de las WCU tienden a modificarse.

Las instituciones de educación superior y los gobiernos nacionales, y locales están obligados a buscar balancear el dominio de los journals y otras metainstituciones en la definición de lo que es relevante en el terreno de la investigación y la innovación para los fines del país.

Además, el deslizamiento de la relevancia del trabajo académico en favor de la investigación, en desmedro de la docencia, y de la ciencia y la tecnología en detrimento de las humanidades, las ciencias sociales y las artes, tiene que ser contenido y armonizado con las necesidades de una sociedad justa, equitativa y sostenible.

Habrá que entender claramente las repercusiones que sobre todo este proceso tendrá la transformación de la hegemonía de los journals hacia el movimiento de conocimiento abierto. Toda esta estructura de jerarquías sobre las que se ha construido la estratificación académica dominante tiende a desaparecer. Tal vez, en beneficio de las posibilidades de planificación nacional.

El movimiento hacia la Universidad virtual comienza incluso a cambiar las reglas del juego vigente: la torre de marfil y el mundo que la rodea cambian. Lo único que permanece es el conocimiento. Tiende a desaparecer el campus, los maestros, los receptáculos de la información (bibliotecas…), las barreras son decrecientes, la masificación y la tecnología disminuyen costos. Las competencias y habilidades para la docencia cambian con los nuevos mecanismos de conocimiento abierto. Cambian también las formas de evaluar, ya que los journals y su creciente especialización son sustituidos, como lo serán enseñantes de la manera conocida, por conocimiento disponible.

Los horizontes de la planeación

La planeación (horizontes) son compromiso, relevancia, pertinencia, tecnología (presente y futura), tiempo, futuro (qué anticipamos en todos los órdenes). De qué: En breve, podría decirse, de los elementos que incorpora la función de producción (en términos de la enseñanza y la formación directamente vinculada con las actividades productivas).

Las humanidades, las artes y las ciencias sociales tienen horizontes de planeación más cortos. Su mayor problema es mantenerse tan vigentes como sea posible. Su visión de futuro es un insumo para delimitar el uso de los desarrollos tecnológicos y la distribución social de sus beneficios.

Por ejemplo, cómo se caracterizarán los mercados laborales en el contexto de la 4ª Revolución Industrial en distintos horizontes de tiempo; qué se requerirá en términos de conocimiento, habilidades, organización, capacitación, educación continua. Qué efectos positivos y negativos tendrá, cómo direccionarlos.

La revolución tecnológica (digital) será determinante de los procesos que se enfrenten. Se la entiende para mejor ajustarse o se es un actor pasivo de la misma[17]. El mayor problema es que “los responsables de tomar decisiones se encuentran generalmente atrapados en un pensamiento tradicional, lineal, no disruptivo, atrapados en lo inmediato, que les impide pensar estratégicamente sobre los efectos que los cambios tecnológicos y la innovación tendrán sobre el futuro”[18].

El otro lado de la moneda de la revolución digital también corresponde a las IES, en particular a las definidas como instituciones de investigación: ¿Por qué la RT no ha sido aún capaz de rendir los frutos que se esperan de ella?[19]

Los estudios sobre los beneficios de la era digital muestran que un porcentaje muy elevado de la población permanece aún al margen de éstos. Se distribuyen con enorme desigualdad de género, geografía, ingreso y, en lugar de empoderar a grandes sectores de población, los ha hecho víctimas de su capacidad de control. Es necesario que los gobiernos sean capaces de generar los complementos que permitan impactos favorables al desarrollo y ser capaces de impactar en un mayor crecimiento, más empleo y mejores servicios[20].

Ya hoy, se encuentra que la mayoría de los sistemas educativos están desconectados de las herramientas y habilidades requeridas para operar correctamente en los mercados laborales[21].

De acuerdo con el informe The Future of Jobs[22], por ejemplo, las principales fuerzas que impactarán el futuro de las industrias son: 1) la naturaleza cambiante del trabajo, hacia un modelo flexible; 2) el Internet móvil y la tecnología de nubes, 3) la irrupción de las clases medias en los mercados emergentes, 4) el cambio climático y 5) el manejo de grandes datos.

Derivado de esto, considera que la tarea más importante hacia adelante es aquella relacionada con la planeación estratégica de la fuerza de trabajo. O sea, la planeación universitaria es una de las prioridades.

Cómo conjugar los requerimientos de una mejor posición en los ranking (WCU), con las necesidades del país presentes y futuras. Cómo hacer converger la actividad de investigación con los nuevos requerimientos de la docencia: qué va de salida y qué de entrada. Cuáles son las características de los nuevos empleos: técnicas y sociales. Qué enseñar a una población cuya fuerza de trabajo tiende a ser cada vez más vieja. Cómo asegurar la educación continua como parte integral de la vida.

¿Cómo avituallar a la nueva fuerza con los elementos que le permitan hacer frente e incorporarse adecuadamente a los trabajos que definirá la 4ª RT?

Harvard dice que se requerirá una combinación de savoir-faire técnico muy fuerte con una gran dosis de “gentileza”, como elemento único.

Los ranking son de corta duración. Tienden a desaparecer o a transformarse radicalmente.

Cómo hacer que la universidad como institución vaya por delante de los cambios del mundo, como lo fue en sus mejores momentos y lo sigue siendo en las mejores instituciones.

Los retos para la educación superior

La universidad cambia: sus miembros, sus asistentes (estudiantes), los medios de enseñanza e investigación; las preocupaciones de sus cuerpos académicos. La competencia y los resultados son crecientemente las varas de medición frente a las tradicionales mediciones académicas. Cómo adecuarse.

Habrá necesidad de adecuar los reclamos y tendencias mundiales a la masificación (cobertura) con calidad y equidad. La falta de visión ha permitido que la educación privada se constituya en sustituta del Estado con los consecuentes resultados de mediocratización de la enseñanza en el nivel superior. El Estado ha perdido el control. Se ha dejado a la sanción del mercado laboral y educativo.

Ahora es el mercado laboral quien determina qué institución privada supervive. El Estado se ha conformado y liberado del lastre. Difícilmente puede con las instituciones públicas. La autonomía también ha librado al Estado de ser tutelar de la educación superior y sus resultados. Es un navío sin rumbo.

En México, esta tendencia ha producido que la matrícula de educación superior crezca más rápido que el mercado laboral profesional en su conjunto. No se maneja la ampliación de la oferta de espacio en la educación superior con conocimiento de la dinámica de los mercados laborales profesionales. El desacoplamiento entre ambos no sólo es un asunto de cantidad, sino de calidad y adecuación de saberes y habilidades.

Podría decirse que en México se vive una etapa de sobrecalificación obsoleta de profesionales con educación universitaria. Al no haber un sistema explícito, claramente diseñado, de articulación entre mercados laborales, su dinámica y requerimientos mutantes, lo más que se logra es lanzar señales cargadas de expectativas sin fundamento sobre la dirección que la demanda disciplinaria debía adoptar.

El impacto real es menor, ya que la dinámica de crecimiento de los mercados es percibida por los demandantes de educación y esto permite que se mantenga una relativa adecuación entre las estructuras de ambos mercados (el de educación superior y el laboral por disciplina).

Sin embargo, este mecanismo de ajuste no garantiza que la dinámica de ambos mercados sea convergente. Esto es, que ambos respondan a un objetivo mayor de rumbo del país.

El aumento de la profesionalización de la economía mexicana no ha resultado en un aumento correlativo del crecimiento de la economía, ni en un incremento de la productividad, ni en mayor competitividad innovadora de la misma. Por el contrario, su creciente absorción ha redundado en menor eficiencia laboral profesional y en un consecuente abatimiento de los salarios profesionales.

El aislamiento  de sus entornos locales y nacionales frente a los problemas que las rodean, ha hecho que las IES pierdan pertinencia. La dictadura de los journals y el rankeo  como forma de planeación abona en esta dirección. Es importante estar vinculadas con programas estratégicos en el ámbito nacional, regional y local y estar dispuestas a rendir cuentas en el marco de la autonomía.

Las exigencias de la sociedad del conocimiento, responsable de llevar a las universidades al centro de la escena, las obliga a dar cuentas que antaño no hacían. Siguen siendo válidas las oportunidades y amenazas que el Banco Mundial presentó a principios de la primera década del S XXI[23]. Desde finales del siglo anterior el Banco Mundial hay insistido en que “es urgente que los países en desarrollo aumenten su capacidad para usar el conocimiento”. Sin embargo, no ha mostrado México una respuesta satisfactoria a este requerimiento del crecimiento y el aumento de la productividad. Continúa como la gran mayoría de países del mundo en desarrollo. No ha articulado aún una estrategia de desarrollo que vincule la aplicación del conocimiento y el crecimiento económico ni tampoco ha avanzado en su capacidad científica y tecnológica nacional”[24].

Para que el conocimiento científico y tecnológico produzca sus mayores beneficios requiere ser utilizado como parte de un sistema complejo de instituciones y prácticas conocido como sistema nacional de innovación. Esta complejidad ha tendido a ser sustituida por la más elemental práctica de buscar solamente alcanzar WCUs.

Los mecanismsos metanacionales  que imponen exigencias de evaluación de calidad y pertinencia asegurados por los mismos académicos han dado resultados desviados de los objetivos institucionales originales. Más aún, la fortaleza que han alcanzado los cuerpos académicos hace imposible en la actualidad sacarlo de sus manos.

La versión autóctona de evaluación ha hecho que en lugar de evaluar y controlar la calidad y pertinencia de los resultados, se controle únicamente cierta forma de calidad de los académicos. Si a ello se añade que las tradiciones del control estudiantil a las propuestas de modificación en aras de la calidad, por ejemplo, hayan impedido que medidas que se propusieron hace 20 años en la UNAM sigan pendientes, so pena de someter a la institución a penosas huelgas estudiantiles, no hay forma de garantizar que cambios drásticos radicales puedan tener lugar.

Por ejemplo, existe una satanización sobre la influencia de los mercados en cualquiera de los ámbitos universitarios, como si las instituciones de educación superior no tuvieran la responsabilidad de formar profesionales capaces de incorporarse en los mercados laborales. Más aún, es la artificiosa impermeabilidad a la influencia de los mercados lo que ha retrasado cambios de la mayor importancia en la operación de las IES mexicanas.

Las IES no tienen mecanismos de planeación estratégica. No es políticamente aceptado. Por ley procuran planes de desarrollo institucional acotados a los periodos de gestión. Son el marco de operación. No tienen en sus órganos de gobierno participación externa. Aseguran su escudo de aislamiento para garantizar el manejo político.

Uno de los mayores retos que las IES mexicanas tienen que resolver de cara al futuro está en las dificultades de compatibilización entre el manejo de la autonomía y los patrones que históricamente ha desarrollado y los requerimientos de rendición de evaluación de resultados y rendición de cuentas. Este manejo las ha aislado del rendimiento de cuentas a la sociedad. Más aún, no existen indicadores públicos de desempeño.

Urge que las IES mexicanas abandonen su posición de ser entes fundamentalmente reactivos. La enorme gama de nuevas formas de educación terciaria exige nuevos mecanismos para asegurar calidad. La apertura de múltiples mecanismos de oferta de contenido educativo hace necesarios nuevos mecanismos de evaluación y acreditación. No importará quién lo ofrezca, sino desarrollar formas adecuadas de certificar el conocimiento y las habilidades adquiridas, así como vincularlas con los requerimientos de los mercados laborales.

[1] José Rangel, “Los rankings universitarios. La carrera por la pole…”, Educación Futura, octubre 14, 2016. http://www.educacionfutura.org/los-ranking-universitarios-la-carrera-por-la-pole/

[2] Walshe, John, http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20071108145803689&query=rankings.

[3] Ellen Hazelkorn, “Could HE rankings be socially transformative?”, University World News, 14 October, 2016, Issue No:432.

[4] http://www.shanghairanking.com/Academic-Ranking-of-World-Universities-2016-Press-Release.html.

[5] Altbach, P.G., “The Cost and Benefits of World-Class Universities”, Academe, Jan-Feb 2004.

[6] Banco Mundial, Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos Desafíos para la Educación Terciaria, Washington, 2003.

[7] Salmi, Jamil, El desafío de crear universidades de rango mundial, Banco Mundial, Washington, 2009. Gráfico 2.

[8] Hazelkorn, E. (2011) “Globalization and the Reputation Race” in Rankings and the Reshaping of Higher Education: the Battle for World Class Excellence. Palgrave MacMillan.

[9] J. Rangel, “La carrera por la pole…”, op.cit.

[10] J. Rangel, Ibid.

[11] Class of 2030. Which Universities will Rise, and How they Will Do It. http://www.firetail.co.uk/Firetail%20Class%20of%202030%20Aug%202016.pdf.

[12] Ibid.

[13] “India plans to create 20 ‘world-class’ universities”, https://www.timeshighereducation.com/news/india-plans-to-create-twenty-world-class-universities.

[14] https://www.euractiv.com/section/future-eu/linksdossier/lisbon-agenda/.

[15] http://ec.europa.eu/europe2020/europe-2020-in-a-nutshell/priorities/index_es.htm.

[16] http://ec.europa.eu/europe2020/europe-2020-in-a-nutshell/priorities/smart-growth/index_es.htm.

[17] http://www3.weforum.org/docs/Media/KSC_4IR.pdf.

[18] Schwab, Klaus, The Forth Industrial Revolution, World, Economic Forum, Geneva, Switzerland, 2016.

[19]Digital Dividends, http://www.worldbank.org/en/publication/wdr2016

[20] Ibid. Box O.1.

[21] http://www3.weforum.org/docs/HCR2016_Main_Report.pdf. Conclusiones.

[22] Reports.weforum.org/future-of-jobs-2016/mexico-2/

[23] Cuadro1.1 Oportunidades y amenazas que surgen como resultado

de los cambios en el entorno global, Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos Desafíos para la Educación Terciaria, Banco Mundial, Washington, DC, 2003

[24] Ibid, pág 12.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/posicion-o-planeacion-los-limites-de-la-planeacion-educativa/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/09/ocde_1.jpg

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Percepción de padres de familia sobre el Programa PRONABES (1ª. Parte)

Por. Gloria Esther Trigos Reynoso**

Las desigualdades en el desarrollo y la  situación socioeconómica de algunos de los sectores de la población, es una limitante de gran consideración para estudiar alguna carrera profesional, ya que no cuentan con el suficiente recurso económico para solventar los costos que ello implica.

Partiendo de esta premisa se consideró conveniente profundizar en el tema del Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (PRONABES) hoy denominada Beca de Manutención, desde una óptica diferente para obtener nuevos elementos de análisis e incorporarlos a las propuestas de mejora del mismo. Por ello, se estableció como necesario conocer de una manera amigable, a través de grupos de enfoque y entrevistas, la opinión que tienen acerca de dicho  programa los padres de familia con hijos becarios y padres de familia sin hijos becarios de un municipio marginado, en tanto beneficiarios indirectos de este programa social.

Para tal propósito se plantearon las siguientes preguntas que guiaron el desarrollo de las actividades: ¿cómo incide en la familia el que alguno o algunos de sus miembros, cuente con una beca para cursar estudios superiores?, ¿qué ha sucedido en sus vidas al contar con este apoyo?, ¿qué significa para los padres de familia, la educación superior?

Para realizar este estudio se seleccionó el municipio de Tula, Tamaulipas tanto por sus características de alta marginación y rezago social como por el mayor número de becas con relación a los demás municipios que integran la región del Altiplano, antes conocida como el IV Distrito. A saber: Tula con 273 becas, Jaumave con 74, Bustamante con 32, Miquihuana con 13 y Palmillas con sólo siete becas, durante el periodo comprendido del 2001-02 al 2007-08; es decir, siete generaciones de becarios, de acuerdo con los datos proporcionados por el entonces Instituto de Crédito Educativo del Estado de Tamaulipas (ICEET), hoy Instituto Tamaulipeco de Becas, Estímulos y Crédito Educativo (ITABEC).

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De acuerdo con datos del INEGI (2005), el IV Distrito se caracteriza al igual que el Estado de Tamaulipas por un clima de semicálido a seco estepario con temperaturas que oscilan entre 43º C como máxima y mínimas de 0º C. Entre las manifestaciones más importantes de su cultura popular se destacan las fiestas religiosas que realizan en diversos santuarios formales y naturales, como lo es la virgen enclavada en abrupta serranía, que es la Guadalupana de la Cueva del Contadero, a un lado del antiguo  Camino Real de Tula. Dentro de los santuarios formales tiene una Iglesia con el patrón de Tula que es “San Antonio de Padua” y tres capillas que se encuentran en los barrios Las Piedras, El Jicote y La Pila, respectivamente.

Tula, Tamaulipas ocupa el 3.8% de la superficie del estado y colinda al norte con los municipios de Bustamante, Palmillas y Jaumave, al sur y oeste con el Estado de San Luis Potosí y al este con el municipio de Ocampo. Está formado por 102 localidades de las cuales las más importantes son: Tula (Cabecera Municipal), Barrios: Las Piedras, La Mora, Lázaro Cárdenas, Mamaleón, La Tapona, Miguel Hidalgo, Magdaleno Castillo, Santa Ana de Nahola, Congregación Cieneguillas y Colonia Agraria Cruces.

Cuenta con 5713 viviendas; tiene una población de 25687 habitantes de los cuales 12902 son mujeres y 12785 son hombres; hay 6178 Jefes de Familia, de los cuales 5088 son hombres y 1090 mujeres. Respecto a estudios de educación superior, se identifica (población de 18 años y más) mayor presencia de la mujer en el nivel licenciatura, es decir, de 631 estudiantes 337 son de sexo femenino, mientras 294 son del masculino; de 23 que cursaban Maestría, 11 son de sexo femenino y 12 del masculino y sólo hay un estudiante de Doctorado y es de sexo masculino. Tiene una clínica del IMSS regional, un Centro de Salud, una oficina de telégrafos regional, registro civil, un cerezo, así como cajeros automáticos de diferentes bancos entre otros servicios. La cabecera municipal tiene tres plazas.

Las instituciones de educación con las que cuenta para atender a la población en edad escolar son las siguientes: 50 jardines de niños o preescolar comunitarios y estatales, 63 primarias estatales y federales, 24 secundarias y una telesecundaria, 4 instituciones de nivel medio superior de las cuales una es particular, dos estatales y una federal técnica agropecuaria; en cuanto al nivel superior existen dos extensiones del Instituto Tecnológico de Altamira (ITA) que brinda clases presenciales dos veces por semana, el Tecnológico de Ciudad Victoria que ofrece educación a distancia por correo electrónico y una Unidad Académica de Educación a Distancia (UNAED) de la UAT, que cuenta con instalaciones propias  donde se imparten clases diariamente.

Las UNAED funcionan mediante un sistema de autoaprendizaje, utilizando recursos educativos como clases a distancia, videos, cd’s interactivos, material impreso, correo electrónico y chat; además, cuentan con apoyo de tutorías.

Como ya se señaló líneas arriba, Tula es el municipio de la Región Semidesértica que más becas PRONABES ha obtenido; profundizando en el análisis de las 273 becas asignadas a originarios de este municipio en las diferentes DES de la UAT, tenemos que, por un lado, 173 corresponden a mujeres y 100 a hombres y por otro lado, la distribución por zonas es la siguiente: 268 becas se otorgaron en la zona centro, 4 en la norte y 1 en la sur. Cabe destacar que la mujer tulteca toma mayor riesgo porque no sólo es la que decide prepararse en el nivel superior sino que lo hace acudiendo a donde ofrezcan la carrera de su interés sin tomar en cuenta la distancia que haya que recorrer para lograr su objetivo; de los cinco alumnos becados que se fueron a estudiar a la zonas norte y sur tres son mujeres y dos son hombres. Respecto a la carrera que escogieron las mujeres se observa muy marcada la vocación de servicio; a continuación y en orden de importancia se señalan algunas de las carreras en donde se encuentran inscritas: Lic. En Enfermería, Lic. En Ciencias de la Educación y Lic. En Trabajo Social.

Metodología.

Este acercamiento se desarrolló en el marco de una investigación cualitativa de tipo exploratorio, mediante un abordaje etnográfico de la realidad social en la que se pretendía incidir, tomando como punto de partida datos socioeconómicos del INEGI y la base de datos del ICEET del Gobierno del Estado (hoy ITABEC); las técnicas utilizadas son la observación participante, grupo focal, entrevistas, registros: notas de campo y fotografías, análisis de documentos y literatura. El camino a seguir se estableció de la siguiente manera: etapa preparatoria, contacto con el Responsable de la UNAED para facilitar el desarrollo del trabajo, realización de las actividades programadas y, por último, análisis de la información obtenida para elaborar las conclusiones y recomendaciones.

Se buscó la participación de los padres de familia de los becarios, con quienes se realizaron dos reuniones; asimismo, se entrevistó a padres de familia sin hijos becarios para recoger datos que nos permitan documentar cómo perciben la presencia del programa PRONABES, en las familias beneficiadas, las personas que no cuentan con este apoyo; es decir, contar una mirada externa, a la población objetivo al mismo tiempo que conocer la opinión que tienen de la educación superior como medio para cambiar las condiciones de vida.

Para dar cuenta más puntual del trabajo realizado, en las siguientes entregas se presentará la información obtenida en cada uno de estos acercamientos, con el propósito de detallar el desarrollo del mismo, que dan forma y sustento a los resultados finales.

*La presentación de este trabajo se ha dividido en cinco partes: Introducción, Primera Reunión con Padres de Familia con hijos becarios, Segunda Reunión con Padres de Familia con hijos becarios, Entrevista a Padres de Familia sin hijos becarios, Análisis de la Información. Conclusiones.

**Dirección de Sistemas Administrativos. Universidad Autónoma de Tamaulipas gtrigos@uat.edu.mx

Fuente: http://www.educacionfutura.org/percepcion-de-padres-de-familia-sobre-el-programa-pronabes-1a-parte/

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Evaluación cualitativa para una docente

Por: Pluma I

Rosalía Nalleli Pérez-Estrada*

Mi madre es una excelente maestra. Nunca falta a su trabajo. Siempre se preocupa por sus alumnos y ayuda a todo mundo. Por eso, nunca viene a los festivales de mi escuela.”, dice el mensaje que recibí hoy por correo electrónico. En la foto que trae, hay un niño triste viendo cómo bailan sus compañeros en la escuela y sus madres los ven llenas de alegría; pero su madre no está, porque es docente y también debe de estar en el festival de su escuela. Un correo cruel que muestra la realidad parcial de muchas docentes en nuestro país y quienes están siendo evaluadas actualmente para saber su desempeño.

“Haz lo mejor de tu trabajo, dedícale tiempo a los niños y escúchalos”, nos dice el psicólogo, mientras nos da una clase de reingeniería humana y nos pide no sentir culpabilidad por no poder compartir esos momentos de alegría de nuestros chiquitines en su escuela. “Piensa que si tu trabajas bien con unos niños que no son tuyos, alguien más lo hará también con tus hijos” nos dice…¡Grande consuelo! Y,  aunque hay voluntad de sumar y el trabajo se hace con dedicación y amor, se trata de minimizar el dolor de no poder estar viendo al hijo cómo se desenvuelve en cada festival,  pensando que en ese momento seguramente alguien más, sus docentes o  sus abuelos –orgullosos- lo observan bailar.  Indudablemente,  es el sentimiento de una madre docente o su estado emocional los que no  podrán ser evaluados de manera tangible por ningún modelo educativo, por cualquier enfoque, ni mucho menos por algún organismo que sugiera el gobierno Federal, ni la Secretaria de Educación Pública o ningún sindicato; que ahora evalúan por competencias.

Madres trabajadoras que salen del hogar para ayudar en la demandante economía familiar  -cada vez más difícil, para quien se queda en casa-. Madres que salen con el sentimiento de abandono al dejar a sus chiquitines atrás, para cumplir con las obligaciones que han contraído con su profesión y con su sociedad.

Según Reategui (2006) la evaluación cualitativa se caracteriza por ser integral, individual, democrática y actual.. ¿Pero… qué aspectos pueden incluirse en ella?, ¿Qué evaluar? ¿Lo actitudinal? La responsabilidad, el compromiso, el trabajo colaborativo, la puntualidad, el respeto, la honestidad, etc.: Todos los valores que puedan mostrar a una docente cumplida, responsable, comprometida y  puntual.MEXICANOS PRIMERO DETECTA 30 MIL MAESTROS COMISIONADOS

Cuando se habla de evaluar las actitudes y, tratando de ser justos con una evaluación transparente y objetiva, se podrían considerar parámetros que ayuden a este tipo de evaluación, con una rúbrica, con un record acumulativo, una guía de observación, una lista de cotejo o una escala evaluativa; pero aún así, medir y premiar el sentir de las trabajadoras de la educación sería casi imposible…Darles un punto a favor cada que sacrifican a sus hijos por atender a los hijos de alguien más, tampoco es posible. O cuando ese alguien más llegue y reclame por el poco aprovechamiento de sus hijos y calladas tengan que soportar la intolerancia de  una sociedad que las responsabiliza por la educación de sus hijos, sin tomar su propia responsabilidad en sus manos… Agregarles puntos a su evaluación cuando, tratando de ser evaluadas por su puntualidad, dejen a un hijo con un desayuno a medias o cuando tengan que dejarlo en manos de alguien más a los 40 días de nacido para que lo cuiden en las mañanas mientras ellas trabajan. Quizás dar puntos extras por el sentimiento de culpabilidad que sienten cuando, en lugar de quedarse a cuidarlo por estar enfermo en casa, tengan que cumplir, yendo a trabajar para que no les pongan inasistencia y se considere como  “escaso compromiso” por faltar a sus labores. Cuando tristes vean que su matrimonio se va por los suelos por no dedicar más tiempo a su pareja y atender a su vez las decenas de cursos de actualización vespertinas, sabatinas o dominicales a las que son sometidas, en ese afán inmensurable de actualización por un modelo poco comprendido, dejando de lado al ser amado, para poder conservar una plaza o un trabajo.

Quizás, si los organismos evaluadores buscaran medir los niveles de satisfacción laboral de los protagonistas de la educación, para motivarlas en lugar de sancionarlas, una manera efectiva podría ser mediante la observación, la entrevista, los diarios y analizar los contenidos de los diarios…pero con un equipo profesional, especializado que de seguimiento, mida, evalúe y proponga cambios que generen un mayor compromiso, un estimulo constante a las docentes y un reconocimiento a su labor cotidiana. No sólo pensando en los resultados cuantitativos que arroja su compromiso, sino pensando en los resultados intangibles de una familia abandonada por el rescate de miles de niños que llegan a sus aulas en toda una vida, aunque por su compromiso inmenso, los atiendan –muchas veces- con un corazón destrozado.

* Profesora de la Universidad Santander y Universidad Politécnica de Tlaxcala rosalia_na@hotmail.com

Fuene: http://www.educacionfutura.org/evaluacion-cualitativa-para-una-docente/

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