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República Dominicanana: Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

 Karen Barbeito Mejía

Un ser con ocupaciones polifacéticas que enmarca la grandeza de la espontaneidad y la diversidad en su más alto esplendor. Cuando hablo de mujeres, refiero al hecho de las oportunidades que han sido abiertas para poder elegir todo cuanto queremos ser; muy importante saber que la responsabilidad de nuestros actos y decisiones dependen únicamente de nosotras, quienes queremos predicar con el ejemplo, educar en valores, dejar legados, ejercer derechos y lo más importante, ser.

Ser y ser. Una pequeña y poco compuesta frase que he hecho mía desde hace varios años, porque cuando somos, no refiero a que solamente hacemos algo en específico, más bien, interpreto estas dos palabras desde la homofonía que componen el existir y el hacer algo determinado que sea propio de una persona. En otras palabras, soy y hago.

La mujer del siglo XXI es un ser que lleva consigo una carga de presiones impuestas por protocolos humanos que han servido para regir el reloj biológico de su existencia. Justo o no, existe en la cabeza de toda mujer querer encajar en múltiples roles, con los que no necesariamente estemos de acuerdo.

Complicada la postura de una mujer que no quiere ser madre, y a lo mejor lo intenta, porque “una mujer no puede quedarse sin hijos”. Tenemos la versión de aquellas que deben casarse antes de los 30 y ni imaginar a las que llegan a 40 y no han contraído las nupcias matrimoniales. Estos son simples ejemplos de una gobernanza de imposiciones sociales que no crean más que presiones, pero la pregunta es ¿por qué querer gobernar la existencia o las decisiones de otra persona?

Todas las respuestas son importantes, porque estas opiniones son las que idealizan el reglamento social que no ha sido escrito, pero que por costumbre tiene fuerza de ley y aunque no lo aceptemos, pesa sobre nuestros hombros aquellas decisiones tomadas o dejadas de tomar con miedo e inseguridades.

Los idealismos, más que posturas sociales que se vienen arrastrando con la línea del tiempo, son importantes cuando versan sobre la educación que corrige de manera que no intenta imponer el orden de una decisión tan íntima y propia de otro ser humano, porque con el tiempo aprendemos que, no toda mujer nació para ser madre, para estudiar, para ejercer una profesión con la que no se identifique, para cumplir con estigmas sociales, para llevar un matrimonio, para realizar una actividad que no la haga feliz o para intentar amar a alguien por el que no sienta nada.

Parte de ser ese ser es respetarte a ti misma mientras descubres quien eres y lo quieres, igual es válido tomarte el tiempo que sea necesario para explorar las opciones que te lleven a tomar tu decisión. Igual, si te equivocas o te arrepientes, será siempre una carga personal con la única diferencia de que la presión social no ha sido impuesta.

Las mujeres tenemos cada vez más una participación activa, continua y en constante evolución con la sociedad en sus distintos roles, lo que crea por igual, más presión para poder cumplir con el listado de metas que nos hemos propuesto en el mismo tiempo que tenían otras mujeres con menos exigencias.

La libertad de poder elegir pesa sobre nosotras. Qué bonito se siente poder escribirlo y decirlo a la franca y con la certeza de que no pasará nada si lo expresamos en voz alta, sin embargo, las presiones son otras, pero igual de frustrantes.

Me quiero quedar con la idea de que puedo lograr lo que quiera si me lo propongo, pero no tengo por qué elegir todo al mismo tiempo o cumplir con todos los estándares de esa lista que la sociedad ha realizado para toda mujer. Está bien decir NO, pero igual saber, que la decisión siempre será una respuesta exclusiva e individual de cada mujer.

Amar ser, también es una responsabilidad

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/una-mirada-hacia-la-mujer-del-siglo-xxi-9330230.html

 

 

 

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Declaración de Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, tras su visita de dos días a Oriente Medio

Declaración de Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, tras su visita de dos días a Oriente Medio

“Hoy ha concluido mi visita de dos días a Oriente Medio, donde la escalada de la violencia sigue teniendo consecuencias inconcebibles para la infancia.

“El día que llegué a Israel conocí a algunas de las muchas familias israelíes que el 7 de octubre sufrieron episodios de violencia atroz, como la toma de niños y niñas como rehenes, el asesinato de seres queridos y la pérdida de sus hogares y comunidades.

“Un familiar de los dos niños israelíes que siguen retenidos como rehenes en Gaza –Ariel, de cuatro años, y su hermano Kfir, de uno–, me dijo que lo único que quiere es que regresen, al igual que su madre y su padre. ‘Los queremos mucho’.

“Los familiares de los niños y niñas que fueron tomados como rehenes y ya han sido liberados me narraron el horror del cautiverio y de no saber lo que les podría ocurrir al día siguiente. Seis meses después, las familias de los rehenes israelíes desconocen el paradero de los seres queridos que siguen en Gaza, lo cual les dificulta el proceso de sanación y recuperación.

“El personal del centro médico infantil Schneider de Petach-Tikvah, donde ingresaron a algunos de los niños rehenes israelíes tras su liberación en noviembre, me dijeron que la recuperación será larga y que los niños tardarán en volver a sentirse seguros.

“Además, mantuve algunas reuniones constructivas con oficiales israelíes en las que abordamos diversos temas, entre ellos la terrible crisis humanitaria que se está viviendo en Gaza y la urgente necesidad de facilitar el acceso al país. Acogí con satisfacción sus garantías de ampliar el acceso de los trabajadores humanitarios a los niños y niñas que necesitan ayuda urgente; esperamos con impaciencia que cumplan su compromiso y que protejan tanto a los trabajadores humanitarios como a los niños y niñas a los que atienden.

“Durante mi segundo día de visita estuve en el Estado de Palestina, donde me reuní con familias y oficiales de la Ribera Occidental, incluido Jerusalén Oriental. Escuché angustiosos relatos sobre el terror y la violencia que viven los niños y sus familias a diario desde hace tiempo, que en los últimos seis meses no ha hecho más que aumentar. Solo este año, 37 niños y niñas palestinos y dos israelíes han muerto en el conflicto.

“Conocí asimismo a niños y niñas que cada día deben enfrentarse a obstáculos y controles de camino a la escuela. Hablé con un niño al que las autoridades detuvieron por primera vez cuando tenía 11 años. Su hermano está detenido en la actualidad y su familia no sabe dónde se encuentra.

“También visité el hospital Al Makassed, en Jerusalén Oriental, donde conocí a los trillizos Noor, Najwa y Nejma. Los médicos me contaron que su madre llegó al hospital desde Gaza hace ocho meses para dar a luz, y los bebés nacieron tan pequeños que tuvieron que permanecer en una incubadora y recibir atención médica especial para sobrevivir. Su madre tuvo que volver a Gaza, pero el conflicto estalló y no ha podido regresar. Teme morir antes de volver a verlos.

“Por otro lado, los informes disponibles revelan que más de 13.800 niños y niñas han sido asesinados, miles han resultado heridos y otros miles están al borde de la hambruna.

“El personal de UNICEF tampoco ha salido ileso de la violencia. Muchos de nuestros colegas han perdido a familiares, amigos y hogares en Gaza, y más de 200 trabajadores humanitarios han sido asesinados cuando intentaban salvar la vida de otras personas.

“Los niños y las niñas no inician las guerras, y tampoco pueden ponerles fin. Sin embargo, siempre sufren las peores consecuencias. Por el bien de la infancia, exijo a las partes en conflicto que liberen a todos los rehenes israelíes, que declaren un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza y faciliten un acceso humanitario sin trabas, y que se abstengan de ejercer más violencia contra la infancia.

“Los acontecimientos de los últimos días nos recuerdan que las hostilidades pueden extenderse por la región a toda velocidad. Como siempre, los niños y las niñas sufren de manera desproporcionada en las guerras. Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de hacer lo posible para protegerlos”.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/declaracion-catherine-russell-directora-ejecutiva-unicef-tras-visita-oriente-medio

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¿Qué países europeos tienen las tasas más altas de educación superior?

¿Qué países europeos tienen las tasas más altas de educación superior?

La proporción de la población que tiene estudios superiores es mayor en los países nórdicos y bálticos. Los más jóvenes y las mujeres también alcanzan mayores niveles de educación en toda Europa.

El porcentaje de la población que tiene estudios superiores, que es el nivel más alto de educación, varía considerablemente en Europa. De media, casi un tercio de la población de la UE que tiene entre 25 y 74 años tiene un título de enseñanza superior, incluidas universidades públicas y privadas, institutos superiores, institutos de formación técnica y escuelas de formación profesional. El nivel educativo también varía con la edad y el sexo.

¿Pero qué países tienen las tasas más altas de educación superior en Europa? ¿Cómo varían los niveles educativos? ¿Qué países prestan más atención a la formación profesional?

¿Cómo se definen los niveles educativos?

Los niveles educativos se definen como bajo (menos de secundaria), medio (bachillerato) o alto (estudios universitarios). La clasificación de Eurostat se basa en la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE), y se refiere a:

● Baja: educación preescolar, primaria y secundaria inferior (niveles CINE 0-2);

● Media: educación secundaria superior y postsecundaria no terciaria (niveles CINE 3 y 4);

● Alta: educación terciaria (niveles CINE 5-8). Incluye universidades públicas y privadas, escuelas superiores, institutos de formación técnica y escuelas de formación profesional.

En 2022, el 31,8% de los europeos entre 25 y 74 años tenían un nivel educativo superior, que oscilaba entre el 17,4% en Rumanía y el 49,8% en Irlanda.

Los países nórdicos y bálticos lideran la enseñanza superior

La proporción de titulados superiores fue superior a la media de la UE en los países nórdicos y bálticos. Suecia y Noruega ocupaban el tercer y cuarto lugar, con más del 45% de titulados superiores.

El 44% de la población de Letonia también tenía un título de enseñanza superior. Otros países nórdicos y bálticos también presentaron porcentajes superiores a la media de la UE en la enseñanza superior.

En el Reino Unido, el 43,5% de la población de 25 a 74 años tenía estudios superiores, un porcentaje superior al de los “Cuatro Grandes” países de la UE. Francia (38,2%) tenía la proporción más alta entre ellos, seguida de España (38%).

Después de Rumanía, Italia es el segundo país con el porcentaje más bajo de titulados superiores, con un 18,5%. Esta cifra también era ligeramente inferior a la media de la UE en Alemania (31,5%).

El porcentaje de población con estudios superiores era significativamente inferior en los países candidatos a la adhesión a la UE.

La población con estudios inferiores superaba el 40% en cuatro países de la UE

Turquía tenía la mayor proporción de población con bajo nivel de estudios, con diferencia, ya que dos tercios (61,8%) tenían un nivel de estudios inferior a la educación secundaria superior.

Esta cifra también era inferior al 40% en cuatro países de la UE: Portugal, Italia, Malta y España.

La orientación profesional desempeña un papel importante en varios países

Si nos fijamos en los detalles del nivel educativo medio, la proporción de formación profesional es considerablemente alta en varios países.

La proporción de personas con formación profesional en el nivel educativo medio superaba el 45% en nueve países de la UE, entre ellos la República Checa (63,9%), Polonia (52,2%) y Alemania (47,4%).

Los más jóvenes alcanzan niveles educativos más altos

La proporción de titulados superiores aumenta considerablemente entre la población más joven de toda Europa. Esto indica también la evolución de los países en las últimas décadas.

El nivel de la población de 25 a 34 años es ampliamente analizado por las instituciones internacionales.

Más de dos quintas partes de la población de la UE tienen estudios superiores

En 2022, el 42% de la población de la UE de 25 a 34 años tenía un título de enseñanza superior. Varía entre el 24,7% de Rumanía y el 62,3% de Irlanda.

Tanto Finlandia como Islandia tenían un porcentaje de educación terciaria inferior a la media de la UE.

Esta cifra superaba el 50% en un tercio de los países de la UE, que ha fijado un objetivo general del 45% para el año 2030.

Las mujeres estudian más

En 35 países europeos de los que se dispone de datos, las mujeres de entre 25 y 34 años presentaron tasas más altas de estudios superiores que los hombres. En 2022, por término medio, la proporción de mujeres con estudios superiores era del 47,6%, mientras que en el caso de los hombres era del 36,5%.

Excepto en Finlandia, en los países nórdicos y bálticos, la brecha de género era significativamente mayor y a favor de las mujeres. Islandia (25,4 puntos porcentuales-pp), Eslovenia (23,8 pp) y Eslovaquia (22,8 pp) registraron la mayor diferencia.

Turquía (1,3 puntos porcentuales), Suiza (3,6 puntos porcentuales) y Alemania (4,6 puntos porcentuales) registraron la menor diferencia.

Evolución de la proporción de población con estudios superiores

En la UE, la proporción de personas de 25 a 74 años con estudios superiores no ha dejado de aumentar. Ha pasado del 19,1% en 2004 al 31,8% en 2022.

Aprendizaje permanente: Adultos en formación

El aprendizaje permanente también es importante, ya que los trabajadores a menudo se ven obligados a actualizar sus conocimientos. También se denomina aprendizaje de adultos y consiste en la participación de los adultos en la educación y la formación.

Según Eurostat, incluye todas las actividades de aprendizaje con fines específicos, ya sean formales, no formales o informales. El objetivo es mejorar los conocimientos, habilidades y competencias de los participantes. El aprendizaje de adultos es un aspecto importante cuando se trata de la digitalización y la automatización en el mercado laboral.

En 2022, la proporción de personas de 25 a 64 años en la UE que había participado en algún tipo de educación o formación en las últimas cuatro semanas era del 11,9%, oscilando entre el 1,7% de Bulgaria y el 36,2% de Suecia.

Mientras que la proporción de aprendizaje de adultos era alta en los países nórdicos, los países balcánicos tenían porcentajes significativamente más bajos en comparación con la media de la UE.

Fuente: Servet Yanatma / es.euronews.com

Fuente de la Información: https://www.redem.org/que-paises-europeos-tienen-las-tasas-mas-altas-de-educacion-superior/

 

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Nombramiento docente: ¿meritocracia o justicia?

La Ley N.º 31996, que promueve el acceso a la carrera pública docente a los profesores interinos que fueron retirados el 31 de mayo de 2015, fue publicada este 9 de abril. Algunos expertos argumentan que esta ley es un golpe contra la calidad educativa y ciertos congresistas señalan que se trata de un acto de justicia.

Para entender esta situación retrocedamos en el tiempo. En noviembre del año 2012, durante el gobierno de Humala se publicó la Ley de Reforma Magisterial, N.º 29944, que regula la carrera docente y reemplaza a la Ley del profesorado N.º 24029. Esta nueva ley tiene como espíritu a la meritocracia centrada en la aprobación de varios exámenes, para conformar parte de la Carrera Pública Magisterial.

Sin embargo, en aquel momento había aproximadamente 200.000 docentes nombrados y otros 14.000 docentes nombrados como interinos. Todos estaban sujetos a la normativa anterior al año 2012. Durante la implementación de la Ley 29944, todos los docentes nombrados fueron incorporados automáticamente a la Carrera Magisterial, lo que contradijo el carácter meritocrático de la ley. Por otra parte, debido a diversos motivos, los 14.000 docentes nombrados interinos, fueron retirados mediante la Resolución de Secretaría General 2078-2014-MINEDU, lo cual evidencia una clara injusticia e inequidad.

En principio, la ley debe ser igual para todos. Esto quiere decir que, ningún docente nombrado debió ser incorporado de forma automática a la carrera magisterial, sino solo después de haber aprobado un exhaustivo examen, como lo están haciendo miles de profesores después de que esta ley entrara en marcha.

De igual manera, para lograr la meritocracia que impulsa esta ley, no es suficiente nombrar a un profesor porque aprobó un examen ejecutado por un Ministerio de Educación (MINEDU), que, según el experto León Trahtemberg, desconoce al docente. Para una evaluación exitosa, se requiere otorgar una mayor autonomía a los Centros educativos, con la finalidad de que estos puedan contratar al docente más idóneo y evaluarlo a lo largo de un año, y luego de tres años, puede nombrarse, concluye el experto. Esta innovadora idea de evaluar a la comunidad docente, debe aplicarse, si realmente existe un interés real por mejorar la educación en el Perú.

Ramiro Rojas Gutiérrez, líder de los maestros retirados, me dijo que, para evitar esta engorrosa situación, en el año 2014 el Minedu debió solicitar una actualización escalafonaria a los docentes interinos y aquellos quienes tenían sus títulos pedagógicos debieron ser incorporados automáticamente al igual que los demás docentes nombrados.

A pesar de que siento una desazón por esta Ley N.º 31996, como columnista independiente, creo que esta cuestión debió solucionarse con una resolución Ministerial hace tanto tiempo. Según los reportes, beneficiará a unos 2. 500 docentes retirados. Al respecto, muchos ciudadanos, la prensa y algunos expertos se rasgan la vestidura al sostener que serán incorporados automáticamente, pero la norma dice que habrá un examen especial que implementará el Minedu de acuerdo a la ley vigente.

Este hecho debe fortalecer más al sistema educativo en la mejora continua, centrado en los estudiantes. Como la de capacitar y evaluar con mayor rigor a la comunidad docente: el conocimiento de su materia, sus competencias didácticas y sus habilidades blandas, pero con leyes aplicadas de manera equitativa para todos.

© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCP.

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: IA

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¿Dónde están los insurgentes, que traen evidencias e investigaciones a la educación, en nuestro país?

En estos últimos tiempos estoy muy interesado en saber qué está sucediendo en el ámbito educativo de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá. Estoy siguiendo en las redes sociales a determinados docentes e investigadores que están, tanto en sus redes como en determinados eventos, realizados de forma periódica y llenos hasta la bandera, hablando de evidencias e investigaciones educativas Y viendo cómo también hay partidos políticos, e incluso sectores dentro de los propios partidos, que les apoyan y están interesados en lo que dicen.

Este modelo de “insurgencia” educativa contra el mainstream está muy bien explicado en el siguiente artículo (enlace). Un artículo en el que se dicen cosas tan interesantes como las siguientes:

Una vez que los docentes llegan a las aulas, a menudo se ven rodeados de ideas generalizadas sobre el aprendizaje que no están necesariamente respaldadas por pruebas científicas: ideas como que los alumnos retienen la información durante más tiempo si la descubren por sí mismos; que los niños son tan diferentes que es imposible enseñarles a todos por igual; o que los profesores no deberían guiar el aprendizaje, sino dejar que los niños tomen la iniciativa.

¿Os suena al discurso mayoritario en redes sociales de nuestro país, en los medios o en aquellos personajes que, curiosamente, siempre desde encima de una tarima, con un discurso unidireccional, critican las tarimas y el discurso unidireccional?

Ahondando en el artículo, a continuación se habla de gurús. De esos personajes que, en la mayoría de ocasiones sin haber pisado un aula de etapas obligatorias y, por desgracia, con una, entre muy baja y nula, capacidad de investigación o interpretación de investigaciones (eso siempre y cuando no se equivoquen porque solo se lean las conclusiones y la traduzcan mal) dictan máximas educativas. Máximas que, ni corresponden a lo empírico (lo que sucede en el aula) ni mucho menos a lo que dicen las evidencias. Y son ideas que calan entre los docentes de aula porque, al final lo que quiere uno en su profesión es que le den soluciones o le digan qué se está encontrando ahí.

Estas ideas son promovidas a menudo por grandes “gurús” de la educación o por populares charlas TED que responden a las actitudes culturales estadounidenses sobre el aprendizaje. Los estadounidenses están particularmente apegados a la idea de que los genios nacen, no se hacen a través de la (a menudo difícil) instrucción en el aula. Las filosofías románticas centradas en el niño, como Montessori y Waldorf, a menudo se tergiversan en la creencia de que los niños deben ser libres de aprender de la manera que les convenga, o no se convertirán en pensadores críticos o adultos creativos.

Las filosofías románticas, en los últimos tiempos, se han centrado en nuestro país en el DUA y en un determinado modelo de inclusión que no se sustenta ni por la evidencia, ni por la realidad. Además esa filosofía barata, mezclada con el pensamiento positivo y el retorcer datos (decir que menos suspensos o más titulados es sinónimo de más aprendizajes es una barbaridad) hace que haya un modelo de discurso, avalado por personajes cuyo único secreto para ser creídos es que tienen un nutrido grupo de seguidores en las redes.

¿De verdad que no hay posibilidad de tener profesionales que hablen de evidencias e investigaciones y sean mainstream? Es que esos profesionales existen. Hay algunos profesionales e investigadores, e incluso divulgadores, que intentan difundir esas investigaciones y evidencias. Hay quienes intentan preguntarse, con pruebas, cómo podemos mejorar la educación. El problema es que no llenan auditorios, no tienen un discurso cómodo al no apelar a los sentimientos y, por desgracia, no tienen el apoyo que tienen los discursos vacíos y emocionales.

Aunque sus ideas se están generalizando, este grupo de base recibe bastantes críticas, tanto en persona como en Internet. Pero una de las razones por las que están ganando adeptos es precisamente porque son docentes, una fuente de confianza para otros educadores. Los grupos que han acumulado un gran número de seguidores, como el grupo de base ResearchED, con sede en el Reino Unido, lo han hecho en parte porque honran y comparten las experiencias de aprendizaje científico de los propios profesores, algo que no suele ocurrir en el entorno de alta presión de la “guerra de la lectura”, la “guerra de las matemáticas” y otras guerras educativas.

Además, si os fijáis en lo que os pongo arriba, y también lo reproduzco del artículo que os he enlazado, sucede lo mismo que en esos países que he comentado al principio que en el nuestro. Si alguien se atreve a cuestionar EL RELATO se lo intentan “cargar”, mediante críticas ad hominem, creación de hombres de paja o cuestionando/ridiculizando su interés en mejorar la educación. Es que he oído a varias personas de un determinado colectivo decir y apoyar la frases de varios de ellos diciendo, de forma totalmente explícita, “que lo que hace más daño a la educación es creernos lo que dicen las evidencias o hacer caso a lo que los docentes ven en sus aulas de etapas obligatorias”. Y ya no digamos cuando dicen que “los que saben menos de enseñar Matemáticas son los titulados en Matemáticas”. Es que no hay por dónde coger sus afirmaciones. Eso sí, copan el debate educativo y se llevan todo el apoyo mediático. Y no entro en cuando se les cuestiona el RELATO y se ponen, o bien de perfil, o bien van de víctimas.

Hay algo que duele mucho al RELATO. Y es que sean los docentes de aula de etapas obligatorias los que empiecen a leer investigaciones, a bucear entre las evidencias y a aportar sus experiencias de aula. Experiencias que, mayoritariamente, no coinciden con lo que dicen una minoría que sucede en las aulas.

En nuestro país necesitamos “insurgentes”. Necesitamos que políticamente se apoye una mejora educativa basada en la evidencia. Es imprescindible dar voz a esa insurgencia. Y no para que esos “insurgentes” se conviertan en un referente de nada. Es para que en las aulas se pueda mejorar la educación que está recibiendo el alumnado. Para que, con políticas adecuadas, se pueda empezar a revertir lo que está sucediendo en muchos países en el ámbito educativo. Algo que solo se conseguirá dando más voz a los “insurgentes” y empezando a poner cordones sanitarios a los que tienen un RELATO perjudicial para el alumnado, basando su discurso en humo y en crear unas evidencias que no existen, hablando de aulas que tampoco son las que se encuentran los docentes en su día a día.

Están empezando a vislumbrarse a algunos insurgentes. Por ahora, una insurgencia, minoritaria a nivel mediático. Eso sí, como estamos viendo los que nos pasamos por las redes sociales y leemos los artículos relacionados con la educación que se publican, dando mucho miedo a los que hasta ahora gestionaban el RELATO. Un miedo al que solo pueden reaccionar con ira, frustración e insultos. Algo que a más de uno ya ha hecho abrir los ojos.

¡Viva la insurgencia educativa!

Fuente de la información e imagen:  https://xarxatic.com

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La universidad pública está amenazada por la ofensiva del capital tecnológico y por el inmovilismo institucional

Si todo sigue como está, la universidad que conocemos tiene sus días contados. La capacidad de reacción de los actores académicos a la ofensiva sistémica del capitalismo actual contra las instituciones de educación superior es limitada, porque se pretende responder a lo nuevo con las claves de resistencia anti sistémica propias del pasado, es decir, de un mundo que ya no existe.

Los más importantes eventos realizados en la región en los últimos seis años así lo demuestran. La Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) realizada en Córdoba en 2018 y su seguimiento en Brasilia este año 2024 (CRES+5) reafirmaron los principios históricos del derecho humano a la educación superior, pero no pudieron allanar el camino para adentrarse en la crítica propositiva al paradigma instrumental centrado en aprendizajes para los nuevos empleos que requiere el modo de producción capitalista en la era digital-virtual, pero tampoco respecto a la micro acreditación que pretende externalizar la labor académica en las empresas descartando cualquier capacidad autónoma de pensamiento crítico, cercenando con ello el papel de la formación integral en el claustro. Se obviaron los análisis de las propuestas de las bancas de desarrollo respecto a la duración limitada de las titulaciones y certificaciones universitarias, que consideran deben ser validadas periódicamente con estándares ISO, mucho menos se abordó el debate sobre la reducción exponencial de las profesiones existentes. Fueron muy débiles las menciones que se hicieron en lo concerniente al avasallamiento de la virtualidad sobre la presencialidad, pretendiendo instalarse con ello una falsa dicotomía entre tradición versus innovación, que en realidad se convierte en una amenaza a la estabilidad laboral en el futuro cercano por el nuevo “know-how” pedagógico que comportarán los escenarios híbridos y los metaversos educativos. Poco se habló en esos escenarios de la neoprivatización educativa que viene ocurriendo desde la pandemia, al ser las familias, docentes y estudiantes quienes tienen que asumir los costos operacionales de la virtualidad, desentendiéndose los Estados de su obligación de garantizar las condiciones mínimas de aprendizaje, generándose una ruptura en la capacidad igualadora de las instituciones educativas debido al acceso desigual a las tecnologías digitales por el origen social de estudiantes y profesores. La limitada capacidad de las Instituciones de Educación Superior para ir más allá del paradigma analógico se debe en buena medida a la desinversión que han sufrido las universidades en los últimos años, pero no es cierto que lo digital haga innecesaria la educación presencial como pretenden hacerlo ver sectores vinculados a las empresas tecnológicas, la financiarización educativa y las políticas neoliberales.

De lo que no puede haber duda es que defender la universidad pública hoy, desde una perspectiva inclusiva, democrática, popular, científica en el marco de la cuarta revolución industrial, requiere un proceso de transformación sin precedentes no solo en las formas de enseñar y aprender, sino también de gestionar la institucionalidad. En materia tecnológica se debe romper la lógica funcional del operario ilustrado, centrada en socializar el manejo de hardware, software e innovaciones, concentrando el esfuerzo en pensar la relación de los diseños tecnológicos con la creación de mentalidades sumisas o críticas. La programación de las plataformas educativas de nueva generación no es neutra, tienden al aprendizaje repetitivo, pero de nada sirve criticar sino no construimos secuencias alternativas para que los programadores construyan plataformas que incentiven el pensamiento crítico, creatividad y mentalidades para el cambio con justicia social. Necesitamos pensar la universidad y la vida académica más allá de los paradigmas disciplinares y transdiciplinarios, construyendo conocimiento desde la convergencia disciplinar transformadora.

 

*Doctor En Ciencias de la Educación, Fundador y director general del portal Otras Voces en Educación y del Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE). Miembro del Comité Directivo de CLACSO. Profesor visitante en la UFS, Sergipe Brasil.

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¿Quién adoctrina en la escuela?

La izquierda no acaba de apostar de manera decidida por la educación pública y por la reducción progresiva de la concertada, empezando por retirar la financiación a aquellos centros que adoctrinan en el nacionalcatolicismo y segregan por sexo.

 

Estas semanas hemos visto cosas que en Europa y en un estado aconfesional no comprenderían. Niños y niñas en horario escolar disfrazados de nazarenos y legionarios (colegio concertado El Divino Pastor, de Málaga). Alumnos desfilando en procesiones, como ha recogido Enrique Díez en Valladolid (colegio Nuestra Señora de Lourdes) y en Ciudad Real (colegio San José); la procesión escolar que me encontré en Getafe paralizando el tráfico. La Junta de Andalucía invitando a celebrar la semana santa en los colegios públicos con una circular que ha sido criticada por sindicatos y familias. La charla de Vox en contra del aborto a alumnos del colegio concertado valenciano Inmaculado Corazón de María. Desgraciadamente, no son casos aislados.

 

Mientras esto sucede, las derechas, que en estos temas son todas ultras, intentan presentarse como adalides en contra de la “ideología en las aulas” o del “adoctrinamiento”. En el colmo del retorcimiento, dan la vuelta a su significado y califican de adoctrinamiento ideas progresistas que se basan en derechos humanos. Para ellos, adoctrinar es hablar de igualdad entre hombres y mujeres, de educación afectivo-sexual, de derechos de las personas LGTBI o del cambio climático.

 

Toda educación tiene una ideología y responde a un modelo de sociedad. Pero es puro adoctrinamiento si no respeta la ciencia y la democracia. Para impedir que se aborden estos temas la ultraderecha se inventó el palabro del “pin parental”, que no es otra cosa que imponer la censura católica para que los progenitores o tutores de los estudiantes impidan la asistencia a actividades escolares complementarias.

 

Pero el adoctrinamiento realmente existente en los centros educativos es otro. Veamos los tres tipos que hay y la función que cumplen.

 

1. Adoctrinamiento religioso, decisivo en la difusión de las ideas conservadoras. La religión debería estar fuera de la escuela, porque una cosa es que las familias puedan elegir la educación religiosa de sus hijos en casa o lugar del culto y otra que tenga que hacerse en centros educativos y financiado con dinero público. Hay que recordar que más del 82% de los colegios privados religiosos tienen concierto con las administraciones.

 

El legítimo derecho a la libertad religiosa, lo utilizan sectores de ultraderecha y sectas ultracatólicas muy financiadas (desde el Opus Dei a Hazte Oír, El Yunque o Abogados Cristianos, etc.) para intentar imponernos por todos los medios sus dogmas sectarios. Con ese interés por imponer su ideología buscan mantener sus privilegios e intereses económicos. Quieren controlar la educación, mantener la influencia en la justicia y grupos empresariales, las subvenciones y privilegios fiscales, el no pago del IBI y las inmatriculaciones para apropiarse de los bienes de las comunidades.

 

Responden airadamente a la resistencia de la sociedad civil al fanatismo católico y a una moral impropia de los tiempos actuales. Si pudieran, con la excusa de que el laicismo atenta contra los sentimientos religiosos, estos grupos sectarios nos impondrían a todos sus dogmas, como pasaba cuando la moral católica se enseñaba en las escuelas durante la dictadura. Por eso han rechazado las leyes del divorcio, el aborto, la eutanasia o los derechos LGTBI. Afortunadamente, la sociedad se ha modernizado y evoluciona desde el reconocimiento de los derechos y el sentido común.

 

2. Adoctrinamiento en valores conservadores como el individualismo, el negacionismo climático, la inmigración como amenaza, el rechazo a la igualdad y al feminismo, etc. El problema es que el adoctrinamiento reaccionario tiene consecuencias. Por ejemplo, cada vez parece más probado que cuando no hay educación afectivo sexual y la pornografía campa entre los jóvenes, la violencia machista se dispara en adolescentes. Nada sucede por casualidad.

 

A veces, pueden inculcarse incluso ideas neofascistas, por activa o por pasiva. Por ejemplo, el reciente caso del karaoke franquista con el “Cara al Sol” en un colegio de León, que al ser público ha sido denunciado por el AMPA. O las leyes de la “discordia” del PP y Vox para ir en contra de la memoria histórica. Con ellas se pretende imponer el revisionismo histórico y los mitos fascistas. Se quiere manipular la verdad y apropiarse de un relato que legitime el golpe de estado y la dictadura. Se pide “libertad de memoria” para ensalzar el franquismo y se rechaza que se enseñe en los centros educativos la represión franquista. No podemos olvidar que los totalitarismos aniquilan la memoria.

 

Hay que llamar la atención sobre el propio modelo educativo, que puede favorecer los valores conservadores si en vez de ser inclusivo como el público, es segregador como el privado y concertado.

 

3. Adoctrinamiento para la hegemonía política. Las derechas entienden la educación como una operación de ingeniería social y electoral para controlar el poder político. Un instrumento para ello es la existencia de una red privada concertada financiada con fondos públicos. Un consejero de Educación del gobierno de la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre afirmaba que por cada colegio concertado que impulsaban en un barrio o localidad, aumentaba un 3% el voto al Partido Popular. Quizá los resultados electorales en Madrid se expliquen, en parte, por la anomalía de que, en la capital, menos del 40% del alumnado está escolarizado en la educación pública. En España lo está el 67% y en Europa el 90%.

 

La ultraderecha da tanta importancia a la educación para el adoctrinamiento, que he oído decir en la Asamblea de Madrid a una diputada de Vox que “el pin parental más importante era el cheque escolar”; es decir, la financiación de la educación privada y concertada para tener así patente de corso con el adoctrinamiento político-religioso. Y la inspección educativa no interviene, como tampoco actúa frente a las cuotas ilegales que cobran el 90% de centros concertados

 

La educación debe ser laica, es decir, debe respetar el derecho fundamental a la libertad de conciencia del alumnado cada vez más diverso y promover la convivencia entre culturas. Quien mejor puede garantizar que no haya sectarismo confesional e ideológico es la escuela pública por su carácter plural, democrático, inclusivo, por la libertad de cátedra del profesorado y por programas aprobados democráticamente.

 

La campaña reaccionaria cala hasta el punto de que una parte del profesorado se autocensura y la educación se va convirtiendo en algo “neutro” donde los valores democráticos universales se diluyen»

 

Solo desde la desvergüenza se puede afirmar que la escuela pública adoctrina y que no lo hace un colegio del Opus Dei. Pero la campaña reaccionaria cala hasta el punto de que una parte del profesorado se autocensura y la educación se va convirtiendo en algo “neutro” donde los valores democráticos universales se diluyen y se abre la puerta a la ideología más extrema. La escuela pública debe enseñar a pensar y tiene la obligación de educar en la ciencia y los derechos humanos. Algo que es lo contrario de adoctrinar.

 

Pero la izquierda está a por uvas y no acaba de apostar de manera decidida por la educación pública y por la reducción progresiva de la concertada, empezando por retirar la financiación a aquellos centros que adoctrinan en el nacionalcatolicismo y segregan por sexo, por origen o por nivel socioeconómico. Se trata, simplemente, de ser europeos en educación y asegurar la igualdad de oportunidades. Se trata de proteger la democracia de la derecha.

 

Fuente: https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/adoctrina-escuela_129_11294098.html

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