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Para hacer frente de manera justa y democrática al cambio climático es imprescindible transformar y repartir el trabajo

Por: Tercera Información

  • Ecologistas en Acción presenta una modelización de escenarios que evalúa la evolución del trabajo (empleos, trabajo de cuidados y trabajo autogestionado) en el periodo 2020-2030 en España bajo el marco de distintas políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
  • El escenario Green New Deal (GND) se caracteriza por un despliegue masivo de las energías renovables de alta tecnología, una disminución de los consumos personales y un desarrollo de la agroecología. Este escenario no contempla límites en la disponibilidad de materiales y energía durante la próxima década. El escenario Decrecimiento (D) plantea un decrecimiento, ruralización y relocalización de la economía.
  • Los resultados de esta modelización muestran que el GND, aunque reduce de forma considerable las emisiones, se queda lejos de hacerlo de manera suficiente. Como contrapartida, lograría una considerable creación de empleos sin modificar la actual composición del mercado laboral.
  • En el escenario D se alcanzan las reducciones necesarias de GEI marcadas por Naciones Unidas, acordes a criterios de justicia ambiental internacional. En la hipótesis del mantenimiento de un mercado laboral como el actual, supondría una destrucción considerable de empleos. Por ello, este escenario tendría que venir acompañado de un importante reparto del empleo y de los trabajos de cuidados, así como de medidas de redistribución de la riqueza y de un aumento del control democrático de la sociedad sobre la organización del trabajo.

El desarrollo del capitalismo industrial ha causado un grado severo de destrucción ecológica y del tejido social, lo que ha producido una profunda crisis ecosocial. En ella, a la emergencia climática se une la pérdida de biodiversidad, los límites de disponibilidad material y de recursos energéticos fósiles, la pérdida de suelo fértil, la crisis de los cuidados, la falta de autonomía material y económica, y un largo etcétera.

En este escenario, la necesidad de reducir las emisiones globales de GEI es perentoria. El objetivo del informe ‘Escenarios de trabajo en la transición ecosocial 2020-2030’ es explorar el vínculo entre el trabajo (y dentro de él, el empleo) y las emisiones GEI. Para ello se han modelizado tres escenarios para la década 2020-2030 que permiten explorar, cualitativa y cuantitativamente, qué tipo de transformaciones en el trabajo tendrían que acompañar a la necesaria y urgente reducción de emisiones en España.

Los tres escenarios han sido:

  • Escenario Bussiness as usual (BAU). Se caracteriza por una continuación de las dinámicas ya en marcha usando algunas medidas de reducción de emisiones.
  • Escenario Green New Deal (GND). Supone el desarrollo de sectores económicos como el de las energías renovables industriales, las TIC o la eficiencia energética, aunque también otros como la agroecología. Se acompaña de una reducción en el consumo de energía doméstico.
  • Escenario Decrecimiento (D). Parte de que es necesaria una reducción robusta del consumo de energía y materiales en las sociedades contemporáneas. Así, es posible alcanzar fuertes reducciones de emisiones de GEI construyendo economías más pequeñas, rurales, locales y menos industrializadas. En el marco del trabajo, también se apostaría por la desalarización y por la construcción de autonomía política y material.

Las conclusiones principales del estudio son las siguientes:

· El trabajo de sostenimiento de la vida (los cuidados) se encuentra invisibilizado y desigualmente repartido, pero sin embargo es el mayoritario. La suma de los trabajos cuidados remunerados en 2017 (8 % del total de horas de trabajo) y no remunerados (53 % del total) supone la mayoría de horas trabajadas en España. De aquí se deriva que es conveniente dejar de privilegiar el empleo a la hora de pensar en las transformaciones del trabajo.

· Para trascender el capitalismo (hoy industrial), que es el vector central de la crisis ecológica, es necesario un proceso de desalarización de la sociedad. Es decir, que la satisfacción de las necesidades humanas se realice por vías autogestionadas que permitan su control directo por los propios trabajadores y trabajadoras.

· El escenario BAU es incompatible con cualquier intento de encarar la emergencia climática, pues implica un importante incremento de las emisiones (21 %). Las posibles ganancias en horas de trabajo remunerado (13 %) producirían un agravamiento de las crisis ecosocial que las haría ambientalmente imposibles.

· En términos climáticos, Naciones Unidas plantea que las reducciones de GEI para no entrar en escenarios muy graves de cambio climático en 2030 deben ser a nivel global del 58 % respecto a las existentes en 2019. Desde Ecologistas en Acción se sostiene que para España esta reducción debe ser mayor fruto de nuestra responsabilidad histórica y actual en el calentamiento global (65 %). El escenario GND conseguiría una reducción apreciable de las emisiones (45 %), pero solo el escenario D alcanzaría una suficiente (68 %).

· En términos de estructura productiva, el escenario D es el más disruptivo: la economía española entraría en un proceso de contracción, localización y primarización significativo, por más que los sectores secundario y terciario seguirían siendo mayoritarios. La matriz productiva del escenario GND se parece más a la actual, aunque con un peso mayor de la energía, el sector público de cuidados (Estado social) y las nuevas tecnologías. También existen similitudes entre ambos escenarios: fuerte reducción en el consumo energético en transporte y en climatización, y desarrollo de la agroecología.

· En términos laborales, el GND podría crear 1.000.000 de empleos nuevos conservando la estructura del mercado laboral actualmente existente, y casi 5.000.000 en un mercado laboral en el que la jornada laboral se circunscribiera a 30 horas semanales y el empleo se repartiese de forma equitativa entre la población activa. En el escenario D, podrían perderse 2.000.000 de empleos conservando la actual estructura del mercado laboral, y ganarse 1.300.000 con una jornada de 30 horas. En este último escenario se abrirían además nuevos espacios para el trabajo autogestionado.

· Para la implantación de ambos escenarios, pero especialmente del D, se requieren importantes medidas redistributivas y democratizadoras. En concreto, el trabajo de cuidados, el empleo y la riqueza tienen que repartirse entre toda la población. Además, el control social sobre el trabajo debería aumentar. La transición ecológica debe ser una transición hacia sociedades más justas, autónomas y frugales.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/01/30/para-hacer-frente-de-manera-justa-y-democratica-al-cambio-climatico-es-imprescindible-transformar-y-repartir-el-trabajo
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Manejo de información y pensamiento crítico en crisis de salud pública

Por: Sofía García-Bullé

Un acercamiento crítico a las fuentes de información es instrumental para mitigar la propagación de epidemias.

El 20 de abril del 2009, los medios mexicanos anunciaron lo que hoy recordamos como la pandemia de influenza AH1N1. Tras la noticia, diversos gobiernos en América y el resto del mundo comenzaron a aplicar protocolos de emergencia para controlar el brote. Para el 23 de abril, tan solo tres días después, el gobierno de Felipe Calderón ya había ordenado la suspensión de clases en todo el territorio nacional y la cancelación de actividades en sitios públicos. Además de esto, se procuró la difusión de información sanitaria y se orquestaron campañas de vacunación.

La medida de cerrar las escuelas causó polémica a nivel nacional, pero también se argumentó que esta clausura temporal podría reducir los casos de contagio, además aliviar la carga para el sector de servicios médicos y sanitarios. Al 30 de abril ya se habían reportado 257 casos que afectaron a 11 países diferentes.

El resto del mundo respondió acorde. El 27 de abril del mismo año la Unión Europea aconsejó suspender todos los viajes no esenciales a Estados Unidos y México. Dos días después, el pánico global alcanzó su cúspide cuando el gobierno egipcio ordenó la matanza de todos los cerdos en el país por temor a contagio. La cepa específica de esta pandemia se transmitía de humano a humano, pero el conocimiento de que versiones previas del virus eran híbridos de enfermedades porcinas fue suficiente para disparar esa reacción. En julio del 2010, cuando la pandemia empezó a ceder, había cobrado la vida de 18,000 personas.

Diez años después de este suceso, en diciembre del 2019, surgió en China el primer caso de Coronavirus, que recientemente ha alcanzado el estatus de epidemia. Los gobiernos a nivel mundial ya empezaron a tomar medidas para contener el brote pero, ¿qué pueden hacer las instituciones educativas para apoyar estos protocolos y asegurarse de que el virus no se propague a través de las escuelas?

La información puede salvar vidas

La higiene es clave para mitigar el impacto de enfermedades con alcance global, pero no solamente la que se refiere a las medidas sanitarias, también es necesaria una higiene de comunicaciones y contenidos. En artículos anteriores hemos hablado de la importancia de ser críticos con las comunicaciones que recibimos y a su vez compartimos. Esto es aún más indispensable cuando estamos tratando de combatir una epidemia o pandemia.

Un estudio realizado por Yotam Ophir, profesor de Ciencias de la Comunicación en el Centro de Política Pública de Annenberg de la Universidad de Pensilvania, ejemplifica la gravedad del problema. Ophir utilizó una base de datos con más de 5000 artículos de los mayores periódicos estadounidenses que cubrieron los tres brotes epidémicos más grandes de la década pasada: Ébola, Zika y AH1N1 (gripe porcina). Su análisis identificó tres temas principales: Información científica centrada en los riesgos para la salud y datos médicos; historias de índole social que abarcaban el impacto en el mercado, la política y la cultura; los últimos contenidos trataban más de prevención a través del hermetismo, con la idea de evitar la entrada de enfermedades a Estados Unidos.

Ophir encontró que los contenidos no formaban parte de un esfuerzo conjunto para brindar información práctica y útil sobre cómo prevenir el contagio y hacer frente a la pandemia, más bien trataban temas aislados y la influencia que esta podía tener sobre los contenidos. Caso similar al que pasaría con las Olimpiadas en Río de Janeiro o la Copa del Mundo en Sudáfrica, ante esta crisis de salud.

Una oferta informativa desorganizada que prioriza temas sociales por encima de datos duros e indicaciones prácticas, tiene mayor posibilidad de generar respuestas viscerales ante el miedo que produce la incertidumbre en tiempos de crisis. ¿Cómo pueden maestros y personal educativo evitar este problema en los estudiantes y sus familias? Enseñando sobre diversificación de fuentes y pensamiento crítico.

¿Cómo encontrar esta información? 

En tiempos de crisis de salud, necesitamos ser especialmente selectivos con nuestras fuentes. Saber distinguir entre aquellas cuyo objetivo es construir un panorama social, servir a una agenda política o económica y la que brindan información útil para evitar la propagación de una epidemia. La principal fuente que maneja estos datos es la Organización Mundial de la Salud (OMS), también la Red Jama (inglés) publica artículos a profundidad que explican claramente el proceso con el que se desarrollan enfermedades como el Coronavirus y otros problemas médicos. En una tercera instancia, es necesario estar atento de las indicaciones y medidas de prevención aplicadas por los gobiernos correspondientes, especialmente si se trata de lineamientos con base en las indicaciones de la OMS.

La primera señal de que el Coronavirus podría convertirse en una epidemia internacional se reportó en Japón el pasado 16 de enero del 2020. El Ministerio de Salud Trabajo y Bienestar del país, presentó ante la OMS el caso confirmado de una persona que había viajado desde China, siendo el segundo caso fuera de China, tras el reporte de otra persona en Tailandia. La OMS predijo la propagación de la enfermedad debido al gran volumen de viajes internacionales entre países donde se ha presentado el virus. A la fecha, Corea del Sur ha confirmado su primer caso, al igual que Taiwán, Estados Unidos registró ya su segundo caso; China, el país donde se originó el brote, recientemente reportó 830 casos confirmados y 25 fatalidades.

Es importante señalar que Coronavirus es un término que se refiere a una familia de virus completa, las enfermedades que lo causan pueden ir desde el resfriado común hasta el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). Al brote que inició recientemente se le está llamando nuevo Coronavirus 2019-nCoV o neumonía de Wuhan. Sus síntomas corresponden a los de una infección severa de las vías respiratorias altas: fiebre, dolor de garganta y fatiga intensos, además de tos seca y en una buena parte de los casos dificultad para respirar. El Coronavirus puede generar casos de mayor gravedad en personas con un sistema inmune débil, niños de corta edad, pacientes de edad avanzada, mujeres embarazadas y personas con una condición respiratoria previa.

Expertos del programa de Sanidad Animal del Instituto de Investigación y Tecnología de Barcelona, reportaron que esta cepa es menos agresiva que otros coronavirus como el SARS y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). Sin embargo, sigue siendo necesario no escatimar en precauciones.

Las instrucciones para prevenir el contagio de este nuevo coronavirus son las mismas que con cualquier otra infección de las vías respiratorias, como lo indica la OMS: “buena higiene de manos y respiratoria, el manejo higiénico de los alimentos y, siempre que sea posible, evitar el contacto estrecho con cualquier persona que muestre signos de afección respiratoria, como tos o estornudos”. Si la enfermedad siguiera propagándose, podría también recomendarse evitar salidas no esenciales a espacios públicos, por lo que es necesario estar atento tanto de los comunicados de la OMS como los de los gobiernos correspondientes.

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Nota para el lector: Los datos incluidos en este texto están actualizados al día enero 24 del 2020. Por la naturaleza del avance de las epidemias, estos datos pueden cambiar en un periodo reducido de tiempo.  Para datos más certeros en días posteriores, se recomienda consultar las fuentes mencionadas en este artículo.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/fuentes-epidemia-coronavirus

Imagen: Darko Stojanovic en Pixabay

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¿Tu alumno tiene problemas con las matemáticas? Puede tener discalculia

Por: Paulette Delgado

Si un alumno tiene dificultades con las matemáticas puede padecer de una discapacidad de aprendizaje llamada discalculia.

¿Qué es la discalculia? La discalculia o dificultad en el aprendizaje de las matemáticas (DAM), es una condición neurológica que dificulta la comprensión de las matemáticas y tareas que involucren las matemáticas. Muchas veces confundida como dislexia numérica o dislexia matemática, la discalculia es un trastorno de aprendizaje numérico donde las personas afectadas pueden enfrentar dificultades para entender desde los conceptos más básicos, como entender proporciones, que es más grande o que es más pequeño. Por ejemplo, si le muestran seis manzanas y tres naranjas, puede tener dificultades para determinar si hay más manzanas o naranjas. Aunque es fácil confundirlas, la dislexia es un trastorno del aprendizaje que comprende la dificultad para leer y es bastante común que un alumno sufra los dos trastornos. Un 50 % a un 60 % de los disléxicos también tienen problemas con las matemáticas.

Los expertos calculan que un 3 % a un 6 % de la población padecen discalculia y existen diferentes niveles de discapacidad. En varios casos, los niños aprenden eventualmente a luchar con los números pero en otros, las tareas cotidianas como cocinar, comprar, salir a cenar o cualquier cosa que involucre números y matemáticas básicas, como calcular la propina, se les dificulta. Por otro lado, otras personas pueden no tener problemas con matemáticas básicas y mostrar signos de discalculia hasta más adelante en su formación, cuando se enfrentan a temas más complejos.

La discalculia no tiene cura ni se trata de solo una  fase del alumno, es la manera en que su cerebro procesa las matemáticas. Debido a que la discalculia es una discapacidad de aprendizaje, lo mejor es apoyarse de expertos en el área para desarrollar mecanismos que lo ayuden durante toda su vida.

Signos y síntomas de la discalculia

En el libro The Dyscalculia Tool kit, la autora Ronit Bird y Understood.org aconsejan buscar las siguientes señales para determinar si una persona tiene problemas con las matemáticas:

  • Usa los dedos para contar o hacer procesos básicos

  • No recuerda procesos matemáticos básicos

  • Dificultad para manejar dinero, como constantemente entregar la cantidad equivocada

  • Problemas para decir la hora en un reloj analógico

  • Al igual que los disléxicos, problemas para identificar la derecha de la izquierda

  • Problemas con números secuenciales o patrones

  • No comprender conceptos como mayor o menor

  • Dificultad para asociar una palabra y el símbolo. Por ejemplo, que el número 4 es lo mismo que la palabra cuatro

  • Problemas para recordar las tablas de multiplicar u otros hechos matemáticos

  • No poder juzgar correctamente la velocidad o la distancia

Si bien para muchos la discalculia es simplemente alguien “malo para las matemáticas”, es importante señalar que este es un problema neurológico, al igual que la dislexia. Aunque no se saben las causas exactas, se cree que proviene de la estructura del cerebro y su funcionamiento. Puede ser una discapacidad de aprendizaje que se trae en los genes o en el desarrollo cerebral. Investigadores están buscando la manera de “reconectar” el cerebro para facilitar el aprendizaje de las matemáticas.

¿Cómo se diagnostica la discalculia?

Para saber si alguien padece de discalculia, se hacen evaluaciones que también pueden ayudar a identificar otros desafíos de aprendizaje y sus fortalezas. Las pruebas incluyen:

  • Contar: una de las pruebas más reveladoras. Aquí se le pide a la persona contar hacia atrás, contar puntos o completar ejercicios diseñados para ver cómo agrupan los números. La prueba se llama Batería de Prueba Neuropsicológica para el Procesamiento y Cálculo de Números en Niños o NUCALC (por sus siglas en inglés).

  • Dibujar formas: Las habilidades visuales y espaciales son parte esencial de las matemáticas, por lo que copiar formas o dibujarlas de memoria es otra prueba que ayuda a ver si una persona tiene discalculia. Si la niña, por ejemplo, tiene problemas para identificar un trapecio desde otro ángulo, esta es otra señal de que tiene problemas de aprendizaje numérico.

  • Observación: En ocasiones los expertos querrán ver al alumno en el salón de clases para ver cómo se desarrolla en su entorno escolar.

Aunque la dislexia se conoce más ampliamente y se habla más de ella, ambos trastornos pueden confundirse. La discalculia es un trastorno de aprendizaje que enfrentan muchos alumnos y adultos todos los días y que puede afectar el día a día de las personas. Contar con un diagnosis oportuna así como el apoyo de expertos y docentes, pueden ayudarlos a prosperar en la escuela, el trabajo y la vida.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/que-es-la-discalculia

Imagen: marker_photography en Pixabay

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Javier Imbroda: «El PIN parental no es necesario bajo ningún concepto»

Por: El Diario de la Educación

Redacción 

El consejero andaluz de Educación,  Javier Imbroda, ha asegurado esta mañana a la prensa que ya existen cauces en el sistema educativo para salvaguardar la libertad de las familias, a través del consejo escolar de sus centros y del Plan de Centro, que pueden conocer y sobre el que pueden decidir.

«No es necesario», ha zanjado al finalizar la rueda de prensa posterior al encuentro que Imbroda ha mantenido esta mañana con la ministra de Educación, Isabel Celaá. Lo hacía en referencia a la posibilidad de que Andalucía lo pusiera en marcha dentro del acuerdo para la aprobación de los presupuestos en la Comunidad.

El consejero ha explicado esta mañana que el veto parental «no es necesario bajo ningún concepto» puesto que ya existen dentro del sistema educativo cauces para garantizar la libertad de las familias para elegir la educación de sus hijos e hijas. Estos cauces estarían en la aprobación por consenso de los planes de centro en los que tienen voz las familias a través de los consejos escolares de centro.

Desde el punto de vista de Javier Imbroda es necesario hablar de educación «en mayúsculas» y centrarse más «en el respeto a la diversidad y en los valores fundamentales». «¿Vamos a vetar Internet? ¿vamos a vetar los móviles? ¿la calle?» ha preguntado. «Es necesario poner sentido común en esta demanda y hacer ver que no es necesario bajo ningún concepto».

La ministra Celaá, por su parte, ha asegurado que su Departamento debe garantizar el derecho a la educación de los niños y niñas, que son los verdaderos sujetos de dicho derecho. «El gobierno ha de ser garante de la legalidad», así como de que no se contravienen las competencias que tienen los docentes para decidir sobre las actividades complementarias que se desarrollan. Esta es la razón por la que se han enviado un requerimiento a la Región de Murcia.

Dicha comunidad anunció que modificaría los decretos de currículo de primaria y secundaria para introducir, con algunos cambios, la posibilidad de que las familias rechacen la participación de sus hijas e hijos en ciertas actividades.

Fuentes del Ministerio aseguran que hasta que no se publiquen dichos decretos modificados no podrá tomarse una decisión sobre los siguientes pasos que tendrán que darse.

La ministra ha abierto, con Javier Imbroda, un tiempo en el que quiere reunirse con los diferentes responsables autonómicos de educación para explicarles las directrices que seguirá su departamento en esta legislatura recién comenzada.

Celaá ha afirmado que han mantenido una conversación «cordial» en la que han hablado de retos como el abandono escolar temprano, la extensión de la educación infantil de 0-3 o la apuesta por la formación profesional.

Sobre la mesa se encuentra la reforma de la LOMCE mediante la LOMLOE presentada hace un año en el anterior Consejo de Ministros. Según Isabel Celaá, el texto ya pasó en su momento todos los trámites necesarios para que hoy por hoy, «a la mayor brevedad» pueda volver al Consejo de Ministros para, después, ir al Parlamento donde deberá ser aprobada por mayoría absoluta.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/01/30/javier-imbroda-el-pin-parental-no-es-necesario-bajo-ningun-concepto/

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El documental para entender cómo los primeros años definen el futuro de los niños

Por: ABC

Brain Matters plantea una solución prometedora a muchos de los problemas del mundo actual.

Entender lo que necesitan los niños los primeros años de vida para que comiencen de la mejor forma posible y alcancen su máximo potencial en la edad adulta. Es la premisa sobre la que se construye el documental Brain Matters, que desde esta semana está disponible en YouTube, con el objetivo de llegar al mayor número posible de padres y educadores. Según informan sus productores, han decidido abrirlo al máximo público posible porque su objetivo es crear conciencia para promover los cambios necesarios en la política pública y privada.

Desde junio de 2019, el documental ha tenido una excelente acogida en la comunidad científica y educativa internacional, junto a un gran éxito de crítica y audiencias en proyecciones privadas.

Los productores han vinculado su lanzamiento gratuito mundial a una iniciativa aún mas ambiciosa del Desarrollo de la Primera Infancia (ECD, siglas en inglés) a través de Change.org. Se trata de una petición a líderes globales para que conviertan sus promesas en acciones reales y desarrollen e implementen sistemas y programas integrales para niños, padres y educadores de todo el mundo independientemente de su raza, nivel profesional, cultura o status socioeconómico.

Para romper el ciclo global de pobreza y desigualdad, una de las políticas mas eficaces será garantizar el acceso al desarrollo de calidad de la primera infancia. Se trata de uno de los factores clave relacionados con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los líderes globales reconocen la necesidad de invertir en los primeros años de vida, pero muchos se han quedado cortos a la hora de asignar los fondos y el impulso necesario para que este movimiento global consiga mejoras permanentes.

El documental es un encargo de Genesis Foundation y repasa los últimos avances científicos en el desarrollo del cerebro en los primeros años de vida. Incluye testimonios de científicos, educadores economistas e institutos de investigación y centros de formación de primera línea, facilitando una mejor comprensión de cómo los primeros años ayudan a modelar y definir el futuro de los niños. La película demuestra de forma científica cómo los programas de calidad de Desarrollo de la Primera Infancia facilitan la oportunidad para que todos los niños prosperen.

Se trata del segundo largometraje dirigido por Carlota Nelson, cineasta afincada en Madrid y miembro de la Academia Española de Artes y Ciencias Cinematográficas. Nelson dedicó 8 meses a la investigación y contacto previo con los líderes mundiales en neuro-ciencia y la comunidad de ECD (Desarrollo de la Primera Infancia) antes de comenzar los rodajes.

«Brain Matters demuestra lo importantes que son los primeros años de vida y cómo ayudan a definir quienes somos realmente» apunta Carlota Nelson. «Esta realidad tan reveladora nos anima a compartir el documental de forma gratuita con el mundo para que nos replanteemos cómo educar a nuestros niños de manera que puedan tener el mejor comienzo en sus vidas».

Rodado en Colombia, India, México, Reino Unido, y Estados Unidos durante dos años, Brain Matters plantea una solución prometedora a muchos de los problemas del mundo actual que son consecuencia de un defectuoso entendimiento del potencial de los primeros años de vida.

El desarrollo saludable del cerebro del niño depende de un entorno seguro y estimulante, buena nutrición, salud y sobre todo de un cuidado y atención sensibles a sus necesidades. «Cuando los niños no crecen en un entorno favorable al sano crecimiento del cerebro -del que dependerá su futura creatividad, pensamiento crítico, capacidad de aprender, habilidades lingüísticas, conducta e incluso su salud y felicidad- empiezan con mal pie incluso antes de que comience la partida de la vida», comenta la responsable de Desarrollo de la Primera Infancia de UNICEF, la doctora Pia Rebello Britto. «Este documental transformador demuestra cómo el potencial de los niños puede optimizarse y porqué hacerlo bien desde el principio produce beneficios a lo largo de toda su vida».

«Como consecuencia de los programas que diseñamos y aplicamos estamos siendo testigos del considerable impacto que el desarrollo de la primera infancia tiene en el aprendizaje y el éxito futuro de los niños. Estamos muy ilusionados de compartir Brain Matters con el mundo como un avance de las experiencias aprendidas y el nuevo conocimiento adquirido» afirma Cristina Gutiérrez de Piñeres, directora ejecutiva de Genesis Foundation.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-documental-para-entender-como-primeros-anos-definen-futuro-ninos-202001310158_noticia.html

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Docentes que leen y transforman: La lectura en la escuela y en la universidad

Por: Ana Cristina Chávez

Promover el desarrollo del hábito lector en los estudiantes universitarios es una labor obligatoria de los docentes, que por supuesto, debe constituirse en una tarea permanente desde los primeros años de escuela, alimentada, a su vez, por el calor amoroso del hogar. La premisa en nuestros países debe ser: “padres que leen: hijos que leen; docentes que leen: estudiantes que leen”.

El punto de partida, la formación del hábito (y de la pasión)…

Las letras iniciales con las que nutrimos a nuestros niños por lo general están bañadas de vivos colores, canciones, juegos y divertidos cuentos, pero a medida que los pequeños van creciendo, la escuela y la tarea de leer van asociándose ya no a diversión, a entretenimiento, o a placer, sino a obligación, a aprendizaje forzado, a memorización, ¿y por qué negarlo? a castigo, ¿les resulta conocido eso de si te portas mal te vas a tu cuarto a estudiar? ¿O la letra con sangre entra?

Pero ¿cómo conciliarnos con la experiencia lectora? ¿Cómo convertirla en una mágica aventura, desde los primeros años de formación? ¿Cómo hacer entender que es un auténtico placer y no un estimulo negativo con aires sancionatorios?   Indudablemente, el primer paso es propiciar el hecho lector en el círculo familiar, convertir los libros en parte del entorno hogareño, no como simples objetos decorativos, sino como miembros de la familia, unos con los que nos reímos, lloramos, viajamos, y también les consultamos acerca de nuestras dudas e inquietudes existenciales, porque ellos siempre poseen la respuesta perfecta para nosotros y nos tienen paciencia, como buenos amigos saben esperarnos hasta que estemos preparados para poder disfrutar plenamente de su compañía.

Matute (2014, pág. 33), afirma: “todo lo que deseas saber se encuentra en los libros, todo”, y más adelante agrega:

las palabras escritas hacen magia en tu cabeza y crean a su vez imágenes, sensaciones, recuerdos, otras palabras. Las palabras escritas pueden ser leídas por otros para ti, entonces puedes aprender a disfrutar de su aroma y de su música, (pág. 40).

 

Por esta razón, maestros, padres, tíos, abuelos, hermanos, ¡todos! debemos interactuar con los libros y demostrarles a nuestros niños que la lectura es una magnífica aliada. Debemos leer en familia, transformar ese acto que por lo general es individual, en un acto colectivo. Al respecto, Medina (2014) asegura:

pasar del acto solitario al acto solidario en la actividad de lectura supone un enriquecimiento de la experiencia al leer, puesto que lo subjetivo, lo individual, lo propio, lo diferente del otro, completa el saber de todos y cada uno de los participantes; y simultáneamente, la intersubjetividad, lo común, lo similar, adjudica una visión integral y cohesionada que complementa la mirada particular, la cuestiona o la refuerza (pp 38-39).

 

En ese proceso de compartir la experiencia lectora, debemos conversar sobre lo que leemos, qué estamos entendiendo, qué sentimos mientras leemos, qué imágenes recreamos en nuestra mente producto de la lectura. Hay que hablar sobre libros y lo que significan para nosotros. Recientemente, en una de esas interminables colas afuera de una agencia bancaria terminé de leer “Ensayo sobre la lucidez” de José Saramago, y el destino final de los personajes principales me dejó tan conmocionada que permanecí en silencio por varios segundos; no sabía si echarme a llorar o enfurecerme por lo que les ocurrió, pues me pareció un desenlace inesperado y me generó tal sensación de desasosiego que necesitaba compartirla con alguien, pero miré alrededor y solo observé a personas desconocidas hablando de distintos temas, así que esperé a llegar a casa y conversé por teléfono con un amigo acerca del libro, haciendo énfasis en ese capítulo en particular, me sentí más aliviada y además pude recomendar una excelente lectura a alguien que seguro la sabrá apreciar.

Definitivamente, con ese texto de Saramago varias veces sentí el mazazo del que habla Franz Kafka en la carta dirigida a Oscar Pollak en 1904, citada por Gladys Madriz (2010), allí el autor de “La Metamorfosis” expresa:

En general, creo que solo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga más felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo. (pág. 17)

Las líneas de Kafka nos remiten a la pasión por leer, a las sensaciones profundas que este acto es capaz de producir, a experiencias significativas como consecuencia del diálogo entre el lector y el autor, tal vez en un tono dramático pero no por eso menos real. A esto le agrego que a través de la lectura podemos transformarnos, romper paradigmas, comprender la realidad y cambiarla, cuando nos damos cuenta de las incongruencias de la vida, las desigualdades e injusticias sociales, al hacer desde el conocimiento y la reflexión, una lectura crítica del mundo. En torno a esto, Prieto Figueroa (1981), nos recuerda:

Vivir, sin duda, es más importante que leer, pero leer ayuda a vivir en plenitud, contribuye a hacer la vida más hermosa, más amplia, más generosa. Leer es también una forma de vivir, cuando de las lecturas extraemos las ideas que auxilian nuestra acción y que, enriqueciendo nuestra experiencia, la hacen más eficaz y más valiosa. (pág. 57)

¿Y qué mejor manera de vivir que hacerlo en libertad? Gozando de autonomía, de capacidad de acción y reflexión, para relacionarnos con el mundo de manera consciente y responsable, convirtiéndonos en personas “sentipensantes” (en palabras de Orlando Fals Borda y Eduardo Galeano), aptitudes que deben fomentarse y ser desarrolladas desde el ámbito educativo y familiar, mediante el diálogo, la convivencia con otros y la lectura crítica de la realidad. ¿Pero cómo lograrlo cuando de la escuela se expulsan las emociones, los sentimientos, la pasión y las voces propias? Madriz (2010), asevera:

El hecho de haber sacado formalmente y por la puerta a las emociones profundas de nuestros ámbitos educativos puede ser una de las causas de no tener hoy buenos lectores…Nuestra educación se ha basado la más de las veces en acallar los diálogos internos, las voces interiores de los múltiples yoes que pueblan la mismidad que somos, y donde la pasión, execrada por la racionalidad del ¿para qué sirve?, se ha visto sucumbir ante tanta presión. Reivindicar la fuerza y potencia de la pasión y vincularla con la lectura se convierte en una posibilidad de formación que comenzamos a introducir en nuestras aulas. (pp.18-19)

   En el mismo orden de ideas, Prieto Figueroa (1981) considera:

Ha de entenderse que la función de la escuela es más que una mecánica práctica de alfabetización. De nada vale enseñar a leer las palabras si no se enseña a penetrar el hondo significado de ellas, en su espíritu; si no se aprende a desentrañar el pensamiento contenido en los libros, comparando y comprobando. La escuela debe crear una aptitud para el pensamiento y la meditación, y si no lo hace no cumple su función trascendental, y los individuos seguirán tan analfabetos como antes: analfabetas intelectuales, fáciles presas para la mentira y el engaño… (pág. 79)

De allí la importancia de convertir la escuela y la universidad en espacios de libertad, en escenarios de lectura placentera, crítica y voluntaria –nos apunta Rod Medina (2014) -sin cercenar la creatividad con prácticas antipedagógicas de metódica cerrada. Los docentes, como mediadores de lectura debemos promover textos acordes con los intereses y motivaciones de nuestros estudiantes, niños y jóvenes, sin negarles su potencial creativo y creador. Ángel Madriz (2010), explica que las escuelas promueven las siguientes tres acciones que le restan encanto a la lectura: 1. Convertir la práctica lectora en herramienta exclusiva para la enseñanza de la ortografía, mejorar la dicción, corregir la redacción y ejercitar la memoria; 2. Obligar el análisis literario, exigiendo el acercamiento a los textos desde la determinación de los personajes, caracterización del ambiente, explicación del argumento, la fecha de nacimiento del autor o si es un poema, indicando el tipo de verso, disposición de la rima, la métrica o las figuras literarias que presenta; 3. Exigir la interpretación del texto apegándose a determinadas propuestas crítico-metodológicas, sin propiciar previamente el deseo de leer y la sed de conocimiento, hace que el lector se convierta en un ser mudo, pasivo  e indiferente.

Lo antes descrito constituye un craso error que ha fomentado el rechazo a la lectura por parte de nuestros niños y jóvenes, quienes al llegar a la edad adulta continúan reproduciendo esas actitudes negativas. ¿Pero cómo enseñar a leer, a disfrutar del acto lector, si no se siente en carne propia?, por eso me pregunté: ¿Leen nuestros docentes universitarios?, ¿Qué leen?, ¿Con cuánta frecuencia?, ¿Con cuál propósito?, ¿Venezuela es un país de lectores? Veamos qué descubrimos.

La lectura en Venezuela…

Sobre la última interrogante de la sección anterior, ya Prieto Figueroa (1981, pág. 55) lo sentenciaba en su época: “Los profesionales no leen, pero es porque de jóvenes, como dije antes, no se formó en ellos la pasión de la lectura, que es una hermosa y noble pasión sustentada por un hábito y por el refinamiento del espíritu”. Criterio similar comparte diez años después Antillano (1991):

En Venezuela nadie lee… El problema básico es instrumental: no se lee porque no hay deseo lector, pero en la base de ello se asume un elemento más grave: no se lee porque no se sabe leer… No hay comprensión lectora, la dificultad es mecánica, elemental. (pág. 23)

La escritora zuliana añade a esa realidad del momento, una serie de elementos que alejaban a los libros de las personas, y que se resumen en los siguientes: 1. La errática metodología usada en la escuela para la enseñanza de la lengua, donde prevalece el estudio del aspecto gramatical y el uso de textos no acordes con los intereses y motivaciones de los potenciales lectores. 2. La poca efectividad de las políticas de distribución, promoción y venta de libros, tanto en manos de las editoriales privadas como de los órganos responsables del Estado en los ámbitos culturales y educativos. 3. Los altos costos del papel como materia prima y del trabajo de  impresión, y 4. La poca difusión e irrespeto a la producción de los escritores venezolanos.

Más de veinte años después de los planteamientos de Prieto Figueroa y Antillano, el escenario nacional es otro. Con la elección de Hugo Chávez Frías como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la política  de gobierno en torno a la democratización del libro avanzó significativamente e impulsó el desarrollo de hábitos lectores en la población, gestión que continuó el mandatario Nicolás Maduro Moros, posicionando a la lectura como un auténtico hecho de revolución cultural.

En el año 2003, el presidente Chávez lanzó la Misión Robinson, la cual, a través del programa de alfabetización “Yo sí puedo”, reivindicó a la población que durante décadas fue excluida del sistema escolar, fomentando su reconocimiento como sujetos históricos de cambio y exaltando la importancia de saber leer y escribir como acto de liberación intelectual y espiritual. Reflejo del éxito de tal iniciativa, el 28 de octubre de 2005, la UNESCO declaró a Venezuela territorio libre de analfabetismo; un reconocimiento internacional que celebró los avances del gobierno en materia educativa y cultural.

Así, durante la gestión bolivariana, el Estado ha creado casas editoriales como El Perro y la Rana, Biblioteca Ayacucho, Instituto del Patrimonio Cultural, Centro Nacional de Historia, Monte Ávila y Archivo General de la Nación, para fortalecer la producción y reedición de textos. A esto se añade la creación de las Librerías del Sur, en todo el territorio nacional, y la Feria Internacional del Libro de Venezuela, con sus capítulos regionales, lo que año tras año suma actividades de promoción de la lectura, venta de libros y captación de potenciales lectores.

Vinculado a esto, Fagundez (2015), entrevistó para la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) a Christian Valles, presidenta del Centro Nacional del Libro, quien informó:

 

El libro está ubicado dentro de la cotidianidad del venezolano, antes no era un elemento cotidiano ni simbólicamente ni fácticamente. Ahora, es algo de lo que la gente habla. 82% lee cualquier material de lectura, desde periódicos hasta libros, y 52,2% se autocalifica como lectora de libros y cada año se leen unos tres libros al año.

 

De acuerdo a lo referido por Valles, aún el hábito de leer no representa la prioridad del venezolano, pero aclara que antes de 1998, la lectura implicaba un  beneficio para un reducido sector de la población, convirtiéndose casi en un hábito de la élite, mientras que «ahora se lee en todos los sectores, no en los niveles que quisiéramos ni el tipo de lectura o de literatura al que quisiéramos que se llegara, pero se está leyendo muchísimo», acotó la dirigente cultural.

 

A esto se suma que en los últimos tiempos, con el auge de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, las plataformas digitales y los dispositivos electrónicos se presentan como  alternativa al libro impreso, fenómeno en incremento con la distribución gratuita por parte del Estado, de tabletas y minilaptos en escuelas y centros universitarios, democratizando entre los niños y jóvenes, el acceso a la información y la alfabetización tecnológica. ¿Pero entregando computadoras y propiciando el uso activo de las redes sociales el gobierno nacional realmente está contribuyendo a la formación de lectores críticos y responsables? La experiencia personal como docente universitaria me dice que no es así, pues falta trabajar con estrategias dirigidas a los usuarios-lectores, que humanicen la lectura y no solo que la instrumentalicen.

 

Una gran ventaja de internet además de unir a las personas, es que éstas pueden acceder en cuestión de segundos a datos de su interés, abriéndose a un mundo de conocimientos con sólo hacer un “clic” en el teclado del computador o pulsar la pantalla táctil de la tableta, pero en contraposición, esa facilidad para  aproximarse a cualquier tema sin tener que leer mucho, visitar bibliotecas, o comprar libros, convierte a los jóvenes en lectores menos acuciosos y críticos, quienes asumiendo el mínimo esfuerzo mental, no seleccionan ni jerarquizan la información efectivamente, no interpretan ni comprenden lo que leen, por lo cual recurren al plagio intelectual. Tampoco se cercioran de que la información copiada sea la adecuada, y con frecuencia me he topado con textos en los que aseguran “que aquí en Chile, España o Argentina, hacemos esto o aquello”, cuando la investigación se está realizando en tierras falconianas y el autor de la misma es fanático de la arepa pelada.

 

Incluso es decepcionante conseguir varios informes completamente iguales porque fueron copiados íntegramente de internet y no citan la fuente. Peor aún cuando se les pregunta el contenido del trabajo: empiezan a sudar, se ponen nerviosos, y su mente queda en blanco sin poder articular palabra alguna. Es allí cuando empiezo a cuestionar mi labor como docente mediadora de lectura, una tarea que a diario me enfrenta a nuevos retos en materia pedagógica y didáctica, para dar respuesta a las necesidades académicas y profesionales de la nueva era.

 

Sobre esta realidad actual, Medina (2014) diferencia a dos tipos de lectores a partir de un criterio de temporalidad: el lector tradicional y el lector nuevo. Para el escritor caraqueño, el lector tradicional es aquél que lee libros, lo que le ha permitido consolidar sus competencias lectoras y apreciar la literatura, pues ha disfrutado de una cultura rica en experiencias lectoras, fundamentadas principalmente en la oralidad. El lector tradicional es un lector ávido de buenos textos, es más crítico, de gustos literarios más complejos y se adapta  eficientemente al uso de los nuevos formatos electrónicos de lectura. Por el contrario, el lector nuevo es más consumidor que lector, es aficionado a las redes sociales, a la información que circula en el ciberespacio y a establecer contacto virtual antes que personal. No es un lector crítico y se le dificulta distinguir contenidos y comprenderlos. No siente atracción por los libros, profundiza menos en sus experiencias lectoras, definidas generalmente, por la lectura escolar y la lectura de imágenes. Finalmente, su cultura oral es más restringida, proporcionada con mayor frecuencia por la televisión y el cine.

 

Como se evidencia, Medina caracteriza a dos generaciones de lectores con diferencias extremadamente marcadas, que perfectamente pueden estar representadas por padres e hijos o docentes y estudiantes, por lo cual surgen algunas interrogantes: ¿Cómo conciliar esas diferencias? ¿Qué estrategias podemos implementar en los centros educativos y núcleos familiares para desarrollar el potencial de los nuevos lectores? Ya lo sugerí con anterioridad al mencionar la necesidad de humanizar el proceso de lectura, lo cual significa enfocarnos en el lector, sus expectativas, sueños, intereses y formas de aprender y no en los instrumentos y métodos de la lectura. Vinculado a esa idea, el investigador referido plantea:

 

Si se asume la lectura como objeto final, entonces la figura de la persona que lee se difumina, perdiéndose entre los porqués y paraqués de las iniciativas que pretenden formar nuevos lectoras y lectoras. Toda política, pública o particular, que tenga como objetivo principal el estímulo de la lectura y la formación de los lectores, debe colocar como centro de sus acciones a la persona que lee… No los libros, no la lectura (pág. 22)

 

Teniendo en cuenta los planteamientos expuestos, es preciso reconocer que hoy en día los venezolanos leemos más y mejor, gracias al esfuerzo del Estado, pero sigue siendo una tarea pendiente superar los escollos educativos que en materia de enseñanza de la lectura ha enfrentado la escuela desde hace diversas décadas, y que se repiten o incrementan en la universidad.

A continuación conozcamos dos experiencias concretas de estudios de hábitos lectores en el sector universitario, la primera corresponde a una encuesta en línea realizada a estudiantes y docentes de la Universidad Católica Andrés Bello en el año 2018 y la segunda es una consulta realizada el presente año a docentes de distintos centros de estudios de Venezuela, quienes también respondieron en línea a una serie de preguntas abiertas.

Universitarios que leen: La experiencia en la UCAB

El Centro de Investigación y Evaluación Institucional (CIEI) y la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en la ciudad de Caracas, durante el mes de noviembre de 2018 realizaron una investigación titulada ¿Cómo y para qué leemos?”, con el propósito de indagar en los hábitos de lectura de los estudiantes y profesores de la universidad.

Los responsables del estudio fueron Gabriel Wald, María Graciela Fernández y Yolanda Cañoto, quienes a través de una encuesta autoadministrada en línea, como técnica usada para la recolección de la información, recabaron las respuestas de 240 estudiantes de pregrado y 67 docentes de la sede Montalbán de la UCAB.

Las preguntas de investigación fueron dos: ¿Cuáles son los hábitos generales de lectura entre universitarios? y ¿Qué preferimos y qué hacemos realmente? Estas a su vez se dividieron en otras interrogantes que presentaban alternativas de respuestas cerradas. En tal sentido, los resultados expuestos en el informe final son los siguientes:

  • En cuanto a los hábitos de lectura y particularmente la frecuencia con la que leen, el 82% de los docentes manifestó hacerlo diariamente, igual que 42% de los estudiantes, mientras que un 13 % de alumnos lee varias veces a la semana.

 

  • Sobre los motivos que tienen para leer, el 24% de los profesores declaró que lo hace para mantenerse actualizado en su profesión, un 19% respondió que es por estudios académicos y el 17% lo hace para enseñar a otros. En cuanto a las motivaciones estudiantiles, el 39% de los encuestados lee por estudios académicos y el 33% para entretenerse, lo que contrasta notablemente con el 17% de los docentes que lee por recreación.

 

  • Los temas que prefiere leer el 65% de los estudiantes son de entretenimiento y luego los de tipo informativo (16%). En cambio, el 45% de los docentes lee temas de educación y el 23% textos de entretenimiento, mientras que el 17 % lee temas informativos.

 

  • En cuanto al tiempo que le dedican a la lectura, el 35% de los estudiantes lee de treinta minutos a una hora, y el 28% de una a dos horas. Por su parte, el 30% de los profesores invierte más de dos horas en leer y un 28% de una a dos horas.

 

  • Acerca del lugar donde prefieren leer, el 70% de los docentes respondió que lo hace en su casa, y solo el 22% lee en la oficina o sitio de trabajo. Igualmente, el 58% de los estudiantes prefiere leer en su lugar de habitación, apenas un 15% en la biblioteca de la universidad y el 12% lo hace en el transporte público.

 

  • Al preguntar cuál es el soporte de lectura que utilizan habitualmente, el 42% de los profesores optó por el papel y el 21% por la laptop, seguido por un 17% que lee en su computadora de mesa. Las cifras relacionadas con los estudiantes reflejan que 43% de los encuestados usa el papel, el 21% el celular y el 11% su tableta electrónica.

 

  • Sobre las fuentes de consulta utilizadas con frecuencia, los participantes del estudio podían seleccionar varias opciones de manera simultánea, por tanto, la preferencia de los docentes se manifestó así: Páginas web especializadas (73%), libros impresos (57%), motores de búsqueda web (57 %) y 54% libros digitales. Por otro lado, los estudiantes, al momento de leer e investigar prefieren recurrir a motores de búsqueda web (62%), libros digitales (60%), páginas web especializadas (58%), libros impresos (52%) y redes sociales como instagram (51%), lo que demuestra que los encuestados prefieren las fuentes digitales antes que las impresas como el libro, las revistas o los periódicos.

 

  • Al parecer, la crisis económica del país ha afectado la adquisición de libros, porque el 60% de los docentes no ha comprado material de lectura en los últimos seis meses y el 65% de los estudiantes tampoco lo ha hecho.

 

  • Para dar respuesta a la segunda pregunta general, el 70 % de los docentes y el 76 % de los estudiantes afirmaron que prefieren leer en papel, pero 58 % de los profesores la última vez que leyó lo hizo en un soporte digital. Igual ocurrió con el 57 % de los estudiantes.

 

  • Al preguntarles si usaron una biblioteca en los últimos seis meses, el 84 % de los estudiantes respondió afirmativamente, al igual que el 64 % de los profesores. Pero en cuanto a la frecuencia de uso, el 62 % de los docentes la visitó de una a dos veces por mes, mientras que el 53 % de los alumnos la usó de una a siete veces en la semana.

 

  • Finalmente, en relación al motivo de visita a la biblioteca, el 70% de los alumnos acudió para estudiar y el 64% de los docentes para consultar libros.

Entre las conclusiones y recomendaciones, destacan las siguientes ideas de los responsables del informe: a) Los estudiantes se entretienen leyendo más que los docentes; b) La sustitución del libro físico, en papel, no es por decisión propia, sino por necesidad, lo cual parece atentar contra la experiencia integradora de los sentidos durante la lectura, desestimulando la imaginación; c) Recurren a la lectura digital pero no les agrada mucho, y aunque visitan la biblioteca es necesario crear nuevos y mejores espacios en donde se retome la lectura del libro.

 

Por último, considero que la investigación realizada por el equipo de la UCAB, brinda información valiosa de tipo cuantitativa, sobre los intereses y hábitos de lectura de los actores educativos de esa casa de estudios, lo que permitirá el desarrollo de estrategias institucionales de promoción de la lectura y uso de las bondades de la biblioteca, no solo como sitio de reunión o de estudio, sino como espacio para la lectura de recreación y reivindicación del libro físico. Sabemos que los datos aportados no representan la totalidad de la población universitaria de nuestro país, pero nos permite aproximarnos a realidades concretas y propiciar mejoras y transformaciones.

 

 

 

 

 

Docentes, universidad y lectura: Una mirada cualitativa

Pero más allá de las frías estadísticas, ¿qué nos dice la vivencia de nuestros profesores universitarios venezolanos, acerca de su relación con la lectura? Para saberlo, ocho docentes de distintas instituciones de los estados Falcón, Mérida y Sucre nos confiaron su voz, y compartieron ideas en torno a sus hábitos lectores, referidos a gustos e intereses acerca de lo que leen y cómo promueven la lectura entre sus estudiantes.

A través de un sondeo en línea realizado entre el 12 y 22 de abril de 2019, que permitía la interacción directa con los informantes, recibimos las respuestas a las siguientes preguntas: 1. ¿Acerca de cuáles temas prefieres leer?, 2. ¿Qué tipo de textos prefieres leer (ensayos, artículos científicos, artículos periodísticos, novelas, cuentos, poesía, entre otros)?, 3. ¿Con cuánta frecuencia acostumbras a leer?, 4. ¿Prefieres leer libros digitales o físicos y por qué?, 5. ¿Cuáles libros leíste en el último mes?, 6. ¿Qué libro estás leyendo en la actualidad?, 7. ¿Cómo promueves la lectura entre tus estudiantes? Una vez interpretada la información, pudimos caracterizar de manera emergente los hábitos de lectura de los profesores universitarios consultados, quedando de la siguiente forma:

  1. Los docentes prefieren leer temas relacionados con su área profesional y las unidades curriculares que facilitan, aunque eso no los exime de leer tópicos de cultura general y literarios como novelas y poesía:

Mariangela P. docente de la Universidad Nacional del Turismo, en Mérida, y coordinadora del Programa Nacional de Formación en Turismo, opta por leer temas relacionados con economía, turismo, política y productividad, también novelas cortas. Por su parte, Jayaline R. docente de la Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG), en Contaduría Pública,  aprecia la lectura vinculada con el crecimiento personal y organizacional, novelas románticas y religión. Tibisay Ch. economista, y profesora de la UPTAG, se inclina por lo temas políticos, económicos y de actualidad informativa. Alí M. jubilado del Ministerio del Poder Popular para la Educación y Coordinador del Centro Internacional Miranda, en el estado Sucre, nos confiesa: “Prefiero leer temas relacionados con educación, geopolítica del conocimiento y temas variados de interés y de cultura general”.

   Igualmente, Anthony A. poeta, escritor, y profesor en la carrera de Educación en la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt (UNERMB), en el estado Falcón, asegura que lee “diversos temas, sobre todo culturales, literarios y teóricos”.  Por otro lado, Luis D. docente falconiano de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) y coordinador del PNF en Historia, afirma que disfruta leer “temas de historia, política, petróleo, cultura, sociedad, y educación”. Para mantenerse actualizada en sus labores pedagógicas, Ingry G. periodista y docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Falcón, acostumbra a leer textos sobre innovación educativa, mientras que Douglas V. licenciado en Ciencias Sociales y profesor de la UPTAG, se inclina por los “temas referentes con la filosofía, origen y evolución del pensamiento filosófico occidental, la historia, los grandes acontecimientos a nivel mundial, economía y principales doctrinas económicas”.

   La información anterior es sustentada mediante los títulos de los libros que los docentes leyeron en el último mes y de los que están leyendo en la actualidad:

Mariangela P: “Alternativas al capitalismo/colonialismo del siglo XXI”,  y “El vato que cayó del cielo”; actualmente leo “Pensamiento lateral” y “Baila, baila, baila.”

Jayaline R: “Chocolate caliente para el alma de quien trabaja”, de Canfield, Hansen, Rogerson, Rutte y Clauss. Tengo más de tres semanas que estoy releyendo “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva.”

Tibisay Ch: “Estoy leyendo Bolívar, de Mijares” (Se refiere al libro “El Libertador”, de Augusto Mijares).

Alí M: “Leí la intoxicación lingüística de Vicente Romano. Estoy leyendo los artículos que integran un libro que escribe el profe Luis Bonilla, relacionado con la educación, la pedagogía crítica y la cuarta revolución industrial”.

Ingy G: La praxeología, como alternativa en la sistematización de experiencias. La praxeología. Teoría práctica, de Vargas y Geran.

Anthony A: “Leí recientemente una selección de obras de Voltaire y Diderot, Holderlin, y estoy leyendo a Mircea Eliade.”

Douglas V: “Dios es una mujer y el Imperio contracultural (relectura). Actualmente leo China, un gigante que despierta”.

Luis D: “En abril, que aún no termina, releí Chávez nuestro, de Rosa Elizalde y Luis Báez (siempre lo releo en abril); ¿Coro o Santa Ana de Coro? de Luis Alfonso Bueno; Boves, El urogallo, de Herrera Luque, y actualmente estoy leyendo La luna de Fausto, también de Herrera Luque. Hay un texto muy interesante en el área universitaria, específicamente en lo referente a la transformación universitaria que siempre lo tengo de cabecera, transformación universitaria como compendio que se editó cuando Yadira Córdova y Luis Bonilla, y uno muy bueno de Boaventura de Sousa Santos sobre la universidad del siglo XXI”

  1. Los profesores no discriminan en la lectura de los distintos géneros textuales, aprecian cualquier género, siempre que exponga temas de su interés de forma atractiva:

   Al respecto, Jayaline R. confirma: “Leo de todo un poco; me voy por lo atractivo del título y el vínculo donde me desenvuelvo en lo personal y laboral”, otro buen lector es el profesor Douglas V. quien recurre a los ensayos y textos científicos, para su actualización formativa, y a la literatura y poesía, como entretenimiento. Igualmente Alí M. gusta de leer “ensayos, artículos científicos, una buena poesía y un buen libro”. Sin embargo, nos conseguimos docentes que optan preferiblemente por los géneros académicos, tal es el caso de Ingry G. o aquellos que declaran su aversión al género poético, ejemplo de ello es Luis D. quien manifiesta que lee diversos textos “excepto poesía, lamentablemente no me gusta”.

  1. Nuestros profesores universitarios son asiduos lectores, leen con frecuencia, como hábito personal y por exigencia profesional:

Unos lo hacen a diario, como Douglas V: “leo todos los días, mínimo una hora, solo libros físicos”, Mariangela P. quien confiesa que lee diariamente y no se enfoca en un solo libro, sino que lee varios, o Luis D. para quien la lectura es un hábito arraigado,  y asegura. “Leo diariamente, cotidianamente.”

Otros lo hacen dependiendo de las responsabilidades que tengan y el tiempo con el que cuenten, o incluso, según la densidad de la lectura que estén realizando, como Ingry G. quien lee semanalmente o cada quince días, Tibisay Ch. quien todos los meses trata de leer nuevos libros “dependiendo de lo digeribles que sean”, o como Jayaline R. para quien su frecuencia de lectura “en realidad depende del tiempo disponible, pero cuando no lo hago con un libro formalmente, leo cualquier artículo que consiga”.

  1. El soporte o formato preferido de lectura es el libro físico, pero los soportes digitales son de gran utilidad, por la variedad de títulos disponibles en la web y su fácil accesibilidad:

   Los docentes consultados coincidieron en su preferencia por leer libros físicos, destacando sus cualidades en cuanto a los niveles de practicidad, aprovechamiento en el uso de las técnicas de lectura, cuidado de la salud visual e incluso resguardo de la seguridad frente a los altos niveles delictivos en el país.

   Con relación a esto, Anthony A. declaró: “Me gusta leer en físico, pero la ventaja de los digitales es que a veces consigues cosas que no has hallado en físico. Pero leo los dos formatos a la par, aunque los prefiero en físico. Algunas de sus ventajas tienen que ver con la situación venezolana, por ejemplo, un ladrón no te robará jamás un libro, pero sí una tableta o un teléfono. Otra ventaja es que no necesita electricidad, si el servicio eléctrico falla puedes leer hasta bajo la luz de una vela. Tengo por manía subrayar y hacer notas en lo que leo, por eso prefiero el libro para poder rayarlo”.

   En la misma tónica, Alí M. asevera: “Prefiero el libro físico, pero hoy leer un libro digital es igual de provechoso que leerse uno físico, si en ambos puedo hacer notas al margen, mejor”. Tibisay Ch. declaró que lee en ambos formatos “aunque los digitales me agotan la vista y afectan la cervical”, Jayaline R. destaca el aspecto práctico y enfatiza: “prefiero los físicos porque los puedo llevar a cualquier lado y aprovechar cualquier momento para leer”. Hablando en cifras, Luis D. aclara que los formatos que usa para la lectura, son en “un 60% en físico, digitalmente también, pero los prefiero tradicionalmente. Excepto las colecciones, que son más accesibles en digital producto de los costos y el acceso a la web”.

Por último, Douglas V. nos recuerda la aventura sensorial que puede representar la lectura de un buen libro y expresa: “Prefiero los físicos, por la dilatada costumbre, me place sentirlos en mis manos”.

  1. En sus sesiones de clase, los docentes promueven la lectura mediante la asignación de trabajos escritos con el propósito de desarrollar las habilidades investigativas, generan discusiones grupales de textos asignados, e implementan técnicas de interacción dialógica y socialización de conocimientos, apoyándose también en el uso de recursos audiovisuales:

   Al consultarle a los docentes cómo motivan a sus estudiantes para que desarrollen el hábito de la lectura, respondieron que asignan la lectura de diversos textos en clases, estimulan la redacción de ensayos y la discusión grupal de los tópicos abordados. Específicamente, Tibisay Ch. hace que los estudiantes de Contaduría Pública de la UPTAG lean, “asignando ensayos a partir de lecturas de la especialidad”, igual ocurre con Douglas V, profesor del eje sociocrítico en la misma institución, quien estimula la lectura “A través de la asignación de actividades de investigación sobre un tema determinado”. Por su parte, Ingry G. profesora de Comunicación Social en la UBV, dice que los estudiantes, “en clase, leen materiales y analizan los temas en trabajo grupal”

Pero otros indagan más en las preferencias y hábitos lectores de los alumnos, como Mariangela P. a quien el frío clima de las tierras merideñas no le resta calidez en su rol de educadora, pues afirma: “Suelo preguntar quién lee y por qué lee, varias veces en el semestre, también hay unidades que desarrollamos sobre una lectura conjunta de un libro o extracto”. Asimismo, la pasión por la lectura puede contagiarse, tal como lo procura Alí M. en el estado Sucre, quien asegura: “La promuevo predicando con el ejemplo y recomendando  lecturas cortas y largas relacionadas con el interés de los estudiantes, que por lo general son docentes en ejercicio”.

   Jayaline R. profesora de la UPTAG, apela a sus habilidades comunicativas para orientar a los estudiantes y recurre a la interdisciplinariedad, apoyándose en expertos en el área de lectoescritura. En tal sentido, busca que los estudiantes lean “indicándoles la importancia que tiene para una persona expresarse correctamente de manera oral y escrita, y que eso se logra solo con la lectura.  Adicionalmente, como doy clase en Contaduría Pública, les hago ver que ellos, como profesionales, se comunican con sus clientes y jefes e interpretarán y elaborarán informes de gestión donde la comunicación es importante para el logro de sus objetivos. También hacemos ejercicios de lectura, apoyados con nuestro querido profesor Federico Colina.”

  Por otro lado, Anthony A. profesor de la asignatura Taller de lectura y comentario de textos, en la carrera de Educación en la UNERMB, asevera: “Les leo y les cuento, les explico o trato de explicar desde diversos puntos de vista la lectura que hagamos, sobre todo relacionando con la realidad o su realidad inmediata. Aparte les sugiero nombres de autores o de libros, y a veces vemos documentales o películas sobre el tema literario o cultural.”

Finalmente, una estrategia de gran utilidad en el sector universitario, es la organización de  eventos de investigación, como congresos, seminarios, foros, conversatorios, en los que se hable de libros, autores, estudios innovadores y se muestre la producción editorial más reciente, para estimular la acuciosidad de los participantes y el deseo de recrear nuevos conocimientos. Como profesores, debemos estar actualizados de lo que ocurre en el ámbito académico y en nuestra área profesional específica, y eso debemos fomentarlo en los estudiantes. Al respecto, Luis D. comenta: “Les envío material por la web, soy docente de la UNEFM de Ciencias Económicas y Sociales y dirijo la cátedra de Sociedad y cultura, anteriormente discutíamos artículos, ensayos, materiales hemerográficos y otros, para los cinco grandes temas que contenía la unidad curricular y al final discutíamos con exposiciones los materiales que más le llamasen la atención. Por otro lado, al dirigir a su vez el PNF en Historia, la diversidad de temas históricos son la columna cotidiana de la discusión que se resalta en foros, conversatorios y congresos desarrollados a través de las investigaciones de los compañeros, y a los cuales asistimos consecutivamente desde ya hace una década”.

Como se evidencia en esta consulta con enfoque cualitativo, la data aportada por los informantes posee una gran riqueza, pues a través de sus discursos francos y sencillos, pudimos  realizar una aproximación más cálida, amena y cercana a la realidad de nuestros docentes universitarios, en lo concerniente a sus hábitos lectores y a las estrategias que desarrollan en sus aulas de clase para propiciar la lectura en los estudiantes, ya que si hablamos de humanizar la lectura en las instituciones educativas del país, esto pasa primero por darle voz a los actores involucrados, tanto a los estudiantes como a los profesores, pues ambos, en un proceso de interacción dialógica permanente, comparten sus experiencias, vivencias y formas de ver el mundo, pero también de leerlo críticamente, para entenderlo y transformarlo.

Como consideración final, es necesario retomar la idea de Paulo Freire (2008, pág. 53) acerca del estudio y la lectura, quien afirma: “El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”. De allí la importancia de fomentar la lectura crítica y amorosa tanto en la escuela como en la universidad, para formar seres creativos, generadores de nuevos conocimientos e innovadores, capaces de la acción-reflexión necesarias que permitirá transformar realidades. Leamos, pues.

 

* Licenciada en Comunicación Social, Magíster en Gerencia de Recursos Humanos, docente ordinaria con la categoría de Agregada en la Universidad Politécnica Territorial de Falcón Alonso Gamero.

 

Referencias bibliográficas

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Fagundez, F. (2015, 21 de marzo). “En Venezuela el pueblo cada vez se hace más lector.” Agencia Venezolana de Noticias. Documento en línea disponible en http://www.radiomundial.com.ve/article/en-venezuela-el-pueblo-cada-vez-se-hace-m%C3%A1s-lector

Freire, P. (2008). La importancia de leer y el proceso de liberación. Décimo octava edición. Siglo XXI editores. México

Lovera, L. (2018, 28 de octubre). “Hace 13 años Venezuela fue declarada como Territorio Libre de Analfabetismo”. Prensa Fundayacucho. Diario Correo del Orinoco, versión digital. Documento en línea disponible en http://www.correodelorinoco.gob.ve/hace-13-anos-venezuela-fue-declarada-como-territorio-libre-de-analfabetismo/ Fecha de consulta: 23 de abril de 2019.

Madriz, Á. (2010) “Literatura, lectura y enseñanza. Visión crítica. Propuesta emergente”. Segunda edición. Ediciones del Vice Rectorado Académico de la Universidad del Zulia. Venezuela.

Madriz, G. (2010). “Soy desde ti. La lectura (entre) el tú y el (nos)otro(s)”. Fundación Editorial El perro y la rana. Caracas, Venezuela.

Matute, M. (2014) “¿Cómo hacernos amigos de los libros mientras vemos televisión? Manual de la Librería Mediática para jóvenes comunicadores.” Fundación Editorial El perro y la rana. Caracas, Venezuela.

Medina, R. (2014) “A leer se aprende leyendo. La mediación de la lectura en la formación de lectores críticos”. Centro Nacional del Libro (CENAL). Caracas, Venezuela.

Prieto Figueroa, L. (1981) “La magia de los libros”. Quinta edición. Monte Ávila Editores, C.A. Caracas, Venezuela.

Wald  G., Fernández, M. y Cañoto, Y. (2018) “¿Cómo y para qué leemos?” Universidad Católica Andrés Bello. Escuela de Psicología y Centro de Investigación y Evaluación Institucional. Caracas, Venezuela. Documento en línea disponible en http://elucabista.com/wp-content/uploads/2018/12/C%C3%B3mo-y-para-qu%C3%A9-leemos-EstudioUCAB-NOV-2018.pdf

 

Fuente: La autora escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Tendencias Literarias: Imaginación poética y astronomía al encuentro del universo

Por: Isel Rivero

La poeta Isel Rivero reflexiona sobre la relación entre ambas disciplinas a lo largo de la historia de la humanidad

 

La poesía y la astronomía se parecen en algo: tanto el quehacer poético como el explorador-astrónomo tratan de despejar las nubes que ofuscan la consciencia para mostrar imágenes que son incógnitas. Además astrónomos y poetas, unos con sus mapas del cosmos y otros con sus mapas imaginarios, sienten el mismo anhelo: ir al encuentro del universo.

“Pastor soy de estrellas, como si tuviera a mi cargo apacentar todos los astros fijos y planetas.  Las estrellas en la noche son el símbolo de los fuegos de amor encendidos en la tiniebla de mi mente. Parece que soy el guarda de este jardín verde oscuro del firmamento, cuyas altas yerbas están bordadas de narcisos. Si Tolomeo viviera, reconocería que soy el más docto de los hombres en espiar el curso de los astros”,  Ibn Hazm, Córdoba, siglo X.

“La luna se ha puesto y las Pléyades después. Es medianoche. El tiempo pasa. Duermo sola», Safo de Lesbos, siglo VI a.C.

¿Quién, cuando se es pequeña, no ha mirado al cielo en alguna noche y además del cielo azul oscuro o negro ha quedado deslumbrada por el brillo de las estrellas, las luces parpadeantes que aparecían y desaparecían?  ¿Y quién no se ha quedado maravillada por la aparición de la Luna siempre cambiando, ocultándose, desapareciendo y volviendo a crecer hasta mostrarse resplandeciente, enorme?

En mis primeros años la Luna ocupó un lugar importante en mi fascinación por la noche. No solo porque el calor del día ya disipado nos abría la puerta para el silencio y la contemplación sino porque cada noche era una imagen diferente.  Y cuando los adultos anunciaban hoy habrá luna llena, la claridad nos acompañaba durante largas horas hasta casi el amanecer.  Ya de adulta y leyendo a las poetas japonesas de la época Heian: Dama Sarashina, Sei Shonagon, y la más famosa, Murasaki Shinbun de la Historia de Genji,  supe que en estas noches de gran destello que marcaban las penumbras y destacaban las sombras en el agua, en los jardines, eran propicias para la poesía y la música.

Nuestra historia greco latina viene impregnada de avisos astrales, desde la estrella que guiara a los Magos hacia Belén hasta la señal del Cometa Halley que esperaba Guillermo el Conquistador para iniciar su campaña contra Inglaterra  en Hastings.

No me cabe duda que en los albores de la consciencia humana otros seres no solo vertebrados, sino también los invertebrados vigilaban y esperaban estos momentos en la secuencia de los días para renacer, reproducirse, labrar o recoger el fruto, comenzar el ciclo de polinización o como los corales esparcir sus semillas en las corrientes cálidas.  Los grabados rupestres apuntan a una curiosidad por tejer y quizás invocar las correspondencias entre lo inconmensurable de aquel espacio superior que rodaba sobre nuestras cabezas y la tierra que pisábamos.

Los primeros poemas de la historia

Los primeros poemas encontrados por arqueólogos se originaron en Sumeria, hoy Iraq, y fueron firmados por una princesa y sacerdotisa de la Luna llamada Enheduanna, en el siglo 2300 a. C.

Los sumerios fueron la primera civilización que creó la escritura (no se ha encontrado otra anterior hasta ahora) que se define como cuneiforme.  Lo hacían en tabletas pequeñas de barro cocido y por eso han podido preservarse durante tantos siglos.

Si pensamos que en los tiempos de la Guerra de Troya, en la Edad de Bronce y en en lo que sería más adelante Helas o Grecia, no se escribía sino que las historias y tradiciones pasaban de generación en generación oralmente, podemos señalar que Sumer abrió un camino paradigmático a lo que llamamos «civilización».

Pensemos en los rituales y festivales que se han fundado mayormente en torno a esos movimientos del Kosmos.  El Kosmos en la antigüedad helénica significaba el buen orden, contenía no solo el orden estético sino también el ético lo cual marcaba un eterno balance entre la belleza y la decencia, entendida como civilidad. El Kosmos nos daba la armonía, proyectaba su totalidad sobre el ser humano.

La palabra “Poiesis”, en griego, significa la creación, la esencia, aquello que buscamos en el sentido de las cosas, de la vida, y que no solo se refiere a lo que hoy se define como «poesía» que es el quehacer del poeta, sino que esa esencia se encuentra en todas las artes, en las abstracciones matemáticas tanto como en aquellas tabletas de barro escritas con signos y alfabeto.

Al penetrar en las búsquedas de las leyes que gobiernan el Kosmos a través de la “physis”, del griego naturaleza, principio, hemos dejado atrás la belleza.  El encuentro entre la astrofísica y la poiesis solo se puede plasmar en un acercamiento hacia la belleza, y creo recordar que he escuchado a algún científico definir una ecuación como bella y elegante.

La armonía de su significado destila la esencia de lo que se transmite aunque, a veces, esas fórmulas o ecuaciones nos parezcan incomprensibles, tienen en su fondo el destello de la belleza, de la esencia, de la poiesis.

Y la belleza descansa en el equilibrio y este en la armonía, que es la conjunción perfecta de opuestos, de proporciones ideales, y los que bucean en el Kosmos no deben nunca olvidar el hilo de la madeja que tejida por las hijas del tiempo sujeta el alumbramiento y la cándida sorpresa o brillante intuición.

Esperando la llamada del portento

Esa red Kósmica que las esferas y las hijas del Tiempo tejen es donde nos encontramos todos.  En el reducto de los lenguajes armónicos, que no llevan ni luz ni sonido sino perfecto silencio, surgen las inmensas creaciones de planetas, galaxias y constelaciones en estallidos ensordecedores de creación.  El silencio y la explosión, la estasis y el movimiento. El universo es entonces no solo un enigma a descifrar sino un espectáculo maravilloso el cual nos pide reverencia, sorpresa, emoción.

Somos como pequeños coleópteros o escarabajos esperando la llamada del portento para luego, desde el silencio, grabar con nuestras extremidades el curso de los astros, la recurrencia de los eclipses, el retorno de las Pléyades. En la obra Otelo, de William Shakespeare, la seducción o invitación al amor entre el y Desdémona se prolonga hasta que Otelo vislumbra la aparición del planeta Venus. Gozosa coincidencia que une el trágico destino de esa pareja.

Las diosas y los dioses tuvieron un marco espléndido para lucir sus mejores galas en el firmamento, y así lo describe James Hillmann en su maravillosa defensa de Afrodita, La Justicia de Afrodita.  Como nuestra primera poeta en las noches Sumerias elevó su canto al astro que brindaba protección y abrigo, así los no reduccionistas se acercan a la belleza que nos rodea y solo aquellos que logran maravillarse antes de despedazar al escarabajo para saber qué contiene o cómo se mueve, lloran ante la contemplación de su rostro.

 

Fuente: Pixabay.

Fuente: Pixabay.

El sapiens ha construido mecanismos sofisticados como el hallado en el mar cerca de la isla Anticitera y fechado aproximadamente en el año 200 a.C., que servía para la astronomía y también para la navegación.  Algunos lo han definido como el primer mecanismo de computación o la primera computadora de nuestra historia.

La navegación en el Mediterráneo ha sido siempre, como bien describe el historiador David Abulafia, el hilo conductor de la civilización occidental, y también la oriental a través del Mar Negro y el Océano Indico que baña las playas de la hoy India.  Allí se han encontrado restos de cerámica de Ática, Tracia y Egipto.  Por lo cual saber orientarse en el mar era fundamental en la antigüedad.  Solo el firmamento repleto de constelaciones podía guiar a los marineros y exploradores hacia otras costas y recordarles el regreso, parte fundamental en todo viaje.

La poeta intuye y se acerca a esos lugares limítrofes de la conciencia cada noche, su navegador es la intuición.  Esta se manifiesta no solo en los posteriores trabajos  de la física cuántica de los navegadores contemporáneos, sino en aquella mente del muy curioso Albert Einstein cuando observa la proyección simple de la luz sobre un tren en movimiento.

Esta solución a la Teoría de la relatividad la desarrolla después de un paseo con un amigo ingeniero, Michael Besso, por un parque en la ciudad de Berna, Suiza.Dicen que al estudiante Einstein no le gustaban las matemáticas y que prefería las imágenes (¿intuiciones visuales?) sobre las cuales luego trabajaba para llegar a una síntesis, a la abstracción del álgebra en su caso.

La NASA lanza hoy en día naves robóticas hacia el espacio de nuestro sistema planetario que son controladas a través de logaritmos y algoritmos desde nuestra casa la Tierra.  Y volvemos en nuestra imaginación a las cogitaciones de Heráclito, Pitagoras, Parménides, que entonces ya se planteaban la gran pregunta: ¿qué es la realidad?

¿Cómo definir algo que para todos depende de la percepción?  Y la percepción es subjetiva, por lo cual los científicos se afanan en estudiar y corroborar empíricamente algo para determinar si es o no real, si un fenómeno es o no lo que creemos que es.  Especulación (de espéculo, espejo) que refleja o no lo que es.  Se cruza la filosofía en estos caminos con las ciencias exactas, llamadas exactas por su corroboración ulterior; llamadas infalibles. Sin embargo, todo buen científico y filósofo sabe que cualquier especulación es un ejercicio de la imaginación que va de la mano de la armonía y por lo tanto de la belleza.

Enigmas y música de las esferas

La astronomía, que es paradigmática de la observación y por lo tanto sujeta a los conundrums o enigmas que nos presenta la realidad; como la disciplina más antigua, preside entre nosotros la historia que se va construyendo en torno a la vida humana.

Como en la Antigüedad, Copérnico y Galileo en el Renacimiento hicieron de la especulación y el espejo el instrumento fundamental que nos confirmó ser parte de algo y no el centro del todo. Se cree que Hipatia (la filósofa, matemática e hija del astrónomo Teón asesinada por cristianos fundamentalistas en Alejandría) ya había intuido algo similar  y que esta fue la causa de su muerte.

Según Sócrates el Escolástico, la sabiduría de Hipatia era excepcional. Tanto como investigadora rigurosa y modernamente científica como  traductora de los textos clásicos para sus alumnos.  Pero, como sabemos, la biblioteca de Alejandría ya había perdido muchos papiros  por el incendio en el año 48 a. C., aunque algunos se salvaron y guardaron, lo que sirvió para continuar instruyendo a aquellos que buscaban saber más.

Lo que no destruyó finalmente la incipiente iglesia cristiana por pagano, fue copiado y recopiado desde Bizancio y luego compartido por los árabes.  Deuda tenemos con estas traducciones al árabe de las copias de aquellos papiros que se incorporaron a nuestro saber.

Tanto el quehacer poético con las palabras que buscan esencias (o dejando que estas esencias nos encuentren) como el explorador-astrónomo, van de la mano despejando las nubes que ofuscan la consciencia y mostrando imágenes que son incógnitas.

La poeta no busca explicaciones sino que escribe en una hoja lo que ve y siente, para así compartir con otros la naturaleza, una acción exactamente igual a la de aquellos que otean el universo tratando de mostrar lo inefable del principio.

Una metáfora que se acerca a estas reflexiones es la imagen de la música de las esferas plasmada en los mapas astronómicos, siglo tras siglo, y que siempre acompañaban a estos exploradores del Kosmos.

Poetas sin fin han escrito utilizando esos mapas imaginarios como soplos al oído que nos hacen despertar la curiosidad, el anhelo de ir al encuentro del universo; tanto en una gota de agua que cae en el estanque como en la eclosión primaveral de las flores, acompañadas siempre por esa música de las esferas en que los astros, las galaxias, lo oscuro y luminoso, se transforman cada noche ante nuestros ojos.  Y qué maravilloso encuentro entre un físico cuántico expresando una intuición, como la Teoría de las cuerdas, con una metáfora poética.

Hacia esas contemplaciones y observaciones me he dirigido para hacer llegar paso a paso la conciencia de lo que nos rodea bien sabiendo que, como la llamada de las ballenas, solo otra ballena de la misma especie podrá comprenderla; aunque todos podremos escuchar esa llamada en el fluctuar de las corrientes marinas y de las mareas regidas por la Luna.

(*) Isel Rivero (La Habana, 1941) es autora, entre otros, de los poemarios De paso (Amargord Ediciones, 2011), Las palabras son testigos/Words are Witnesses (Editorial Verbum, 2011), Las noches del cuervo (Vitrubio, 2007), Relato del horizonte (Endimión, 2003), El banquete (La Gota de Agua, 1981), Tundra (Nueva York, Las Americas Publishing Co., 1963), La marcha de los hurones (La Habana, El Puente, 1960) y Fantasías de la noche (La Habana, Ucar-García, 1959). 

Fuente: https://www.tendencias21.net/Imaginacion-poetica-y-astronomia-al-encuentro-del-universo_a45635.html
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