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Entrevista a Arnulfo “Fufo” Gómez, maestro de generaciones (Honduras)

20 Agosto 2017/Fuente: latribuna/Autor:Eris Gallegos

En el mes de la familia, el maestro de generaciones don Arnulfo “Fufo” Gómez comparte su testimonio como pedagogo, exdeportista, salesiano y renovador carismático. Con más de 40 años de carrera como profesor de Matemáticas del Instituto Central, Normal de Señoritas y el Instituto San Miguel, las anécdotas son incontables. A esto se suma la pléyade de alumnos -ahora ricos, famosos, sacerdotes y políticos- que pasaron por su cátedra, entre ellos, el expresidente Zelaya, el alcalde sampedrano Armando Calidonio, Miguel Pastor, Enrique Flores Lanza, los periodistas Edgardo Melgar y René Zepeda; la rectora Julieta Castellanos, Ramón “Primitivo” Maradiaga, los hermanos Atala Kaffie y Freddy Nasser. Sin duda, la entrevista está garantizada.

¿Por qué se aplaza tanto alumno en matemáticas?
Porque no sirve el maestro. Así de fácil.

¿No es el alumno?
No. Es que el maestro tiene que hacer que al alumno le agraden las matemáticas.

¿Afecta que desde pequeño nos meten miedo por las matemáticas?
Sí, pero las matemáticas son facilitas, “chichonas” (fáciles).

¿Cuál es la clave para aprender matemáticas?
El autoestima, si no hay autoestima no hay éxito en la vida.

¿Cómo enseñaba usted matemáticas?
Explicaba los temas de lo más fácil a lo más difícil. Un problema sencillo, motivaba al alumno, les decía que eran inteligentes, pero poco a poco, con paciencia, al final, el alumno sentía que podía porque el autoestima es muy importante en la educación, pero con maestros que les dicen que son la riata y que vayan a vender mangos, no hay posibilidades.

¿Qué piensa de los maestros “tronadores” (rigurosos)?
Que son malos. Hay un montón así, piensan que entre más alumnos aplazan son mejores, pero eso no es ser maestro.

¿Hay quienes dicen para qué enredar al niño con álgebra si basta con las operaciones básicas?
Entonces no aprendamos nada. Las matemáticas es un concepto más que números, es un pensamiento distinto, determinante en la educación.

¿Hay diferencias entre los egresados de la otrora Escuela Superior del Profesorado con los de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)?
Hay una superioridad enorme por el tipo de maestro que tuvimos.

¿Quiénes fueron sus maestros?
Los grandes maestros de América del Sur. Como la Escuela Superior estaba asociada a la UNESCO entonces todos los maestros de América del Sur y de España venían a trabajar un año y nos formaron.

¿Qué personajes fueron compañeros de estudios?
Muchos conocidos, algunos ya murieron, como Ibrahin Pineda y Guillermo Casco Callejas. Eran los años 60. En la Escuela Morazán fui compañero del doctor Plutarco Castellanos y de Nahúm Valladares, solo que estaba en un grado superior.

¿Cómo era la Tegucigalpa en los años 50?
Una belleza, yo nací en el barrio La Plazuela, conocido como Los Horcones. Todas las casas eran de horcones, por eso se llamaba así, la gente era muy intelectual, muy diferente.

¿El famoso arbolito de La Plazuela nació ahí o lo sembraron?
Lo sembraron muchos años después.

¿Algunas costumbres  de ese tiempo?
Eran barrios seguros, todos nos conocíamos, era una belleza, la gente era buena, las familias compartían las sopas. Todo eso se perdió con el crecimiento de la ciudad y la migración.

¿Cómo era la enseñanza escolar?
Memorística y escolástica, muy rígida con disciplina, como debe ser. Yo soy del concepto que sin disciplina no hay educación, no hay nada.

¿Hasta qué nivel de disciplina se llegaba?
Al punto que los padres nos llevaban el primer día de clases y nos entregaban al maestro con la advertencia “si se porta mal, ya sabe qué hacer”.

Nada que ver con ahora…
Uyy, hombre, por eso es que la sociedad era diferente, casi todos hombres de bien, hablo en general. No se miraban ladrones.

¿Los juegos de ese tiempo?
Mables, papelotes, esconde el anillo, landa, rayuela, todo eso despareció.

-¿Qué ha fallado?
Soy del criterio que los derechos humanos han venido a arruinarlo todo porque lo primero que debieron inventar son los deberes humanos. No existen los deberes y es lo primero que se debe enseñar al niño, que hay derechos cuando se cumplen los deberes. Yo me porto bien, debo reclamar mis derechos, de lo contrario no puedo reclamar.

¿En qué año se perdieron esos esquemas culturales?
Más o menos en los años ochenta.

¿Los maestros dejaron de ser ejemplo?
Sí, es que ya no hay vocación, eso se perdió, antes uno estudiaba magisterio por vocación, sentía el deseo de enseñar y formar.

¿Quién lo induce al magisterio?
Mire, yo estudié magisterio por mi padrino, un gran maestro, Rafael Bardales Bueso, fue ministro de Educación y fundador de una escuela formadora de maestros en Venezuela.

¿Era una carrera bien pagada?
Muy mal pagada, era un apostolado prácticamente, uno ganaba 60 lempiras al mes, tres lempiras la hora.

¿Ejerció en primaria?
Un año, fui maestro guía en la Escuela República de Uruguay pero después me matriculé en la Escuela Superior. Antes de eso, había estudiado ingeniería tres años pero por problemas económicos no seguí. Pero eso me ayudó en matemáticas.

¿Será que los tiempos han cambiado, como dicen?
No, el año quizá, pero los intereses son los mismos.

¿Cuál es la falencia del sistema?
Es que ya no hay vocación en el magisterio, lo que hay son intereses económicos, el maestro de antes se sacrificaba, amaba su profesión, quería como hijos a sus alumnos.

¿Usted era un maestro “chichón”?
No era “chichón”, pero tampoco duro. Me quedaba con mis alumnos en el recreo y ahí los guiaba.

Y los alumnos de ahora ¿cómo son?
Son el reflejo del maestro, “pijineros”, que no les importa nada, claro, tiene que ver mucho el ambiente y el Ministerio de Educación, muy bien gracias.

¿Y los padres de familia?
¡Uy!, ni digamos. Se acomodaron a la voluntad de los hijos, le dejan la carga al maestro, que el maestro le componga a su hijo.

¿Cómo fueron sus primeros pasos en la docencia?
Debuté en el Instituto San Miguel, en la Normal de Señoritas y en el Instituto Central. Ganaba 180 lempiras, 60 lempiras en cada colegio. Ese mismo año aumentaron los cursos y pasé a ganar 350 lempiras que era un platal en aquellos tiempos.

¿Anécdotas?
Miles en más de 40 años. Tuve alumnos brillantes, ricos, famosos y haraganes. Tuve el privilegio de darles tutorías a los hijos del abogado Ricardo Zúñiga y el general Oswaldo López Arellano. Y fui compañero de trabajo del cardenal Rodríguez cuando daba clases en el San Miguel.

¿Era cuña el abogado Zúñiga por esas tutorías?
Me pagaba bien. Excelente. Al general López Arellano no lo traté.

¿Qué recuerdos tiene del San Miguel?
Fue mi hogar. Tengo muchas anécdotas especialmente por la expresión que muchos me recuerdan: “Siga en juventud, joven”.

¿Qué les quería decir con eso?
Es que celebraban una semana en septiembre y los alumnos descuidaban las clases por andar “pinteando” con las muchachas del Sagrado Corazón y María Auxiliadora. Entonces, los muchachos cuando salían “quebrados” en los exámenes yo les decía: “Siga en juventud, mi amigo”. Todos los muchachos recuerdan ahora esa frase.

¿Quiénes fueron sus alumnos?
Cientos, pero recuerdo a muchos notables, que la prensa ha destacado poco; un hondureño, Danti Mossi, fue ministro de Aguas de Paraguay; el mejor alumno latinoamericano que ha pasado por la Universidad de Austin, Texas, José Faraj, los dos exalumnos míos.

¿Otros famosos?
El embajador en el Vaticano, Carlos Ávila; el exministro de Educación; el decano de Medicina, Marco Tulio Medina. Otros famosos como la rectora Julieta Castellanos en la Normal de Señoritas y “Primitivo” Maradiaga. Un sacerdote del San Miguel, le puso “primi” por feo como yo.

¿Periodistas?
José María Leiva, Edgardo Melgar, René Zepeda, Geovvany Gómez.

¿Y los “riquillos” de la capital?
Le di clase a los Atala, desde el mayor hasta el menor. Y los hijos de Simón Kafie. También a Freddy Nasser.

¿Y los Atala eran buenos o les regalaba la nota por ser Motagua?
Jamás, soy Olimpia de corazón hasta que me muera. Eran buenos alumnos, el menor salió un poco haragán.

¿Les dio clases a sacerdotes?
A varios, como Juan Ángel López, Tony Salinas, y los hermanos Alvarado. Y el gran sacerdote Ovidio Rodríguez, era extraordinario.

¿El mejor alumno que recuerde?
José Farach, excelente, nunca sacó menos de 100. Y Dante Mossi. Tuve muchos más excelentes. La rectora Julieta Castellanos, por ejemplo, en la normal.

¿El más relajero y haragán?
Sin ofender a nadie, como de todo hay en la viña del Señor, que le valía todo, “Mel” Zelaya y su hermano, Carlón. Venían a jugar y a hacer desastre.

¿Se graduó el expresidente aquí?
En el San Miguel, no. Lo expulsaron en segundo curso porque se quiso subir al segundo piso con una moto. No sé si el padre “Chilo” o el padre Aldo lo expulsó. A saber en qué colegio nocturno se graduó.

¿Y lo tuvo en la clase?
Como le digo, para bien o para mal, fue mi alumno. Le valía todo.

¿Cómo mira el país en la actualidad?
Veo que va para arriba, el presidente que tenemos va muy bien, no es porque sea nacionalista, no me meto en política, pero lo veo bien.

¿Le gusta la política?
No tanto. Los hombres más pensantes de este país, no son políticos, examine a los mejores hombres de este país no se meten en política, tal vez hayan excepciones, tengan su partido político, pero no hacen carrera política. Todos estos alumnos que le he mencionado no se meten en política porque vienen de una escuela distinta, la única excepción fue “Mel” Zelaya.

¿Cómo salesiano qué reflexiones puede compartir en este mes de la familia?
El fututo de este país está en la familia, una buena familia con cimientos reales espirituales no será destruida ni la va carcomer la cizaña.

¿Podemos recuperar la gobernabilidad frente a fenómenos como el crimen, las maras, la violencia?
Claro que sí, pero con la unidad de todos los sectores, la Iglesia, la sociedad civil, los siguientes, las escuelas, la empresa privada, todos en haz de voluntades vamos a salir adelante porque tenemos un gran país.

¿A quién responsabiliza de las maras?
Familia y escuela. Las autoridades fueron muy flojas. Si hubieran socado desde el principio la historia fuera diferente.

¿Y los derechos humanos?
Eso no ayuda, más bien afecta. Mire el problema de la universidad, le parece correcto paralizar las clases y agarrar a pedradas los edificios y a los policías. Más bien han sido bien tolerantes las autoridades.

¿Quién está detrás de la huelga en la UNAH?
Los políticos usan a estos alumnos. No necesito ser sabio para entender que hay mano política detrás de todos estos estudiantes.

¿En sus tiempos había huelgas?
Que yo me recuerde, no. Hubo una para que nos aumentaran un lempira de clase, pero solo fue una marcha de El Obelisco al parque Central. Eso fue todo porque después nos llamaron y nos aumentaron.

¿Qué piensa de los políticos?
Estos políticos de ahora no son políticos, son asaltadores del poder. Viví los gobiernos de Juan Manuel Gálvez y Ramón Villeda Morales, esos fueron dos buenos presidentes, no importa el color, se miraban que amaba a este país.

¿Qué le falta al político de ahora?
Le falta compromiso, hay buenos políticos, le vuelvo a repetir, el Presidente Juan Orlando Hernández a mi juicio es muy bueno, ha afrontado los principales problemas, se ven esa intención.

¿Debe reelegirse?
Esa decisión es del pueblo hondureño pero a mi juicio debe seguir.

¿Y la Alianza Opositora?
Ni quiera Dios, para mí, Salvador Nasralla es un desastre, tiene odio en su corazón.

¿Fue alumno suyo?
No, afortunadamente, estudió en el San Francisco.

¿Y Luis Zelaya?
Tampoco, pero lo veo un tipo bueno, todavía no está maleado.

¿Qué otra faceta desarrolló en su vida?
Fui seleccionado nacional de béisbol, fuimos a Cuba a un partido. Era tercera base, tenía compañeros como Zacarías Arzú, Virgilio Navarro, “Chito” Reyna, grandes jugadores.

¿Usted promovió la llamada Renovación Carismática?
Sí, fue allá en 1973 cuando el movimiento era nuevo aquí en Honduras. Se trata de darle lugar al Espíritu Santo como la tercera persona de la divinidad.

Fuente de la entrevista: http://www.latribuna.hn/2017/08/19/arnulfo-fufo-gomez-maestro-generaciones/

Fuente de la imagen: http://cdn.latribuna.hn/wp-content/uploads/2017/08/arnulfo-gomez.jpg

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Entrevista a Silvia Flores: «Antes, la gente nos pedía planes y ahora se quiere capacitar»

20 Agosto 2017/Fuente:lanacion /Autor: Micaela Urdinez

Es directora ejecutiva de la Cooperativa Barrio La Juanita, que tiene varios emprendimientos y una escuela en La Matanza.

Tuvo una infancia dura y una adolescencia revoltosa. Recién cuando pudo empezar a canalizar su enojo a través de la ayuda a los demás, sintió que había encontrado su lugar. Era 1995, tenía 15 años y empezó a dar apoyo escolar en el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) del partido de La Matanza. «Mi padre era uno de los tantos desocupados del país que se empezó a organizar en este espacio y yo me sumé. Ahí me di cuenta de que podía convertir mi rebeldía en acciones que mejoraran la calidad de vida de la gente», dice Silvia Flores, hija de Héctor «Toty» Flores, que desde 2008 es la directora ejecutiva de la Cooperativa Barrio La Juanita, en La Matanza.

¿De dónde surge tu rebeldía?

-Tuve muchas carencias de chica. Mi papá estaba desempleado y mi mamá era empleada doméstica. En mi adolescencia me encantaba ir a los piquetes y todo lo que era ir en contra de algo. En 1999, durante el proceso de creación de la cooperativa, ya me empecé a involucrar un poco más y después entendí que quería dedicarme a eso toda la vida.

-Siempre les gusta decir que ustedes son especialistas en fundirse. ¿Cómo fue ese aprendizaje?

-En 2001 rechazamos los planes sociales que ofrecía el gobierno porque nosotros queríamos tener un trabajo digno. Y decidimos construir esta cooperativa que nos salvó la vida, que es de provisión de servicios educacionales, asistenciales y comunitarios. Empezamos con emprendimientos productivos sin saber casi producir. Lo primero fue una panadería muy precaria que tenía un hornito de barro. Fuimos transitando caminos difíciles. Nos fundimos cerca de 20 veces.

-¿Cómo lograron salir adelante?

-La Juanita nació con la voluntad de 50 personas que tenían muchos sueños. Y los logros fueron llegando. Donde antes se ubicaba la sede, hoy funciona el jardín de infantes de la Escuela Crecer en Libertad-Oscar Alvarado. Gracias a la recaudación de una de las campañas de pan dulce pudimos comprar, a dos cuadras, el lugar que hoy alberga la sede, la panadería La Masa Crítica, los talleres y los espacios donde se dan clases y cursos. Los que quieran conocer nuestra obra pueden llamarnos al (011) 4698-2581.

-¿Cuál de todas las obras de la cooperativa es la que tiene mayor impacto en el barrio?

-La más visible es la instalación de la primera sucursal de un banco adentro de un barrio marginal. Primero arrancamos sólo con los cajeros automáticos del Banco Santander Río, y después llegó la bancarización de 6000 personas con requisitos mínimos y con intereses diferenciados.

-¿Cómo fue romper con el paradigma de la exclusión y empezar a sentirse incluidos?

-Fue una experiencia increíble que mejoró notablemente la calidad de vida de la gente del barrio. Existían muchos prejuicios por parte de los vecinos que creían que el banco los iba a querer estafar. Por eso se tomó personal de la cooperativa y del barrio para garantizar que acá no se venía a estafar a nadie. Ahora como todos tenemos tarjeta, los comercios quieren tener el servicio de Posnet, y para eso tienen que habilitar su comercio y eso genera una especie de rueda de crecimiento que no para de girar. Queremos algún día generar la confianza suficiente con el banco para que esta sucursal pueda ofrecer créditos hipotecarios para los vecinos.

-Todo lo que hacen hoy es con otros. ¿Cuándo se dieron cuenta de que no podían solos?

-Somos emprendedores por necesidad. Arrancamos fundiéndonos en varias oportunidades hasta que nos dimos cuenta de que la salida estaba por otro lado, y que teníamos que empezar a trabajar con otros. Hoy tenemos la panadería con Maru Botana, el taller textil con Martín Churba, el taller de cuadernos artesanales lo hacemos con el movimiento Darte y estamos por lanzar un Potrero Digital junto a Juan Campanella, con la idea de capacitar en técnicas de digitalización a personas de nuestro barrio.

-¿Cómo ven la situación social de las familias del barrio?

-Hay mucha gente sin trabajo. Económicamente no la pasan bien, no se llega a fin de mes, hay mucho pedido de asistencia. Pero también es cierto que la gente quiere aprender algo para poder salir por sus propios medios. Antes nos venían a pedir planes y ahora las personas están creyendo el mensaje de que va a haber trabajo y se quieren capacitar. Este año son más de 1000 los que pasaron por nuestros cursos de capacitación. Lo que se genera en estas personas internamente es enorme. Muchas capaz vinieron desocupadas, sin saber qué hacer de su vida, y hoy viven de lo que hacen.

-¿Cuál es el próximo sueño?

-Muchos. Tener un predio deportivo, crear un polo tecnológico en La Juanita y también tener la primera universidad en el barrio. Queremos que de nuestro proyecto educativo salga el nuevo presidente de la Argentina y que los chicos puedan elegir qué quieren hacer en su vida, y no estar condenados al paco.

Reclamos al municipio

Desde 2010 La Juanita está luchando para que la municipalidad habilite el nivel primario de su Escuela Crecer en Libertad-Oscar Alvarado. Hoy sólo funciona el jardín de infantes.

Por otro lado, reclama que se realice el asfaltado de calles en el barrio, ya que la mayoría son de barro y eso trae enormes complicaciones.

Fuente de la entrevista: http://www.lanacion.com.ar/2050644-silvia-flores-antes-la-gente-nos-pedia-planes-y-ahora-se-quiere-capacitar

Fuente de la imagen: http://bucket3.glanacion.com/anexos/fotos/65/solidarios-2506265w640.jpg

 

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Entrevista a Mar Romera Morón: Desarrollar un pensamiento crítico es la verdadera necesidad educativa del siglo XXI.

Mar Romera Morón es Formadora, profesional libre. Pedagoga. Presidenta Asociación Pedagógica Francesco Tonucci.

¿Si tuvieras que elegir un momento de tu vida profesional, con cuál te quedarías?

Cuando un niño te mira a la cara, te sonríe, te abraza y se acuerda de ti siempre. Cuando una maestra después de escucharme me dice que ha vuelto a recuperar la ilusión por la profesión y por el futuro. No podría elegir un momento. La profesión de “maestra” es un momento.

¿Qué es para ti la innovación educativa?

Innovar no es sumar, innovar es transformar lo que hacemos para obtener mejores resultados con “menos esfuerzo”.

La escuela lleva siglos sin cambiar. Hay escuelas, maestros y maestras que están en la línea, que lo están consiguiendo, pero el precio es caro y la inversión personal en ocasiones muy alta.

La docencia es la única profesión a la que se llega a la formación inicial con ella aprendida. La Universidad tampoco está preparada para asumir este reto y cambiar de raíz el modelo de formación inicial. Cualquier adolescente recién titulado en Educación Secundaria piensa estar preparado para “dar clase” en cualquier nivel de otros más pequeños. Esto nos indica que aún seguimos pensado que lo único importante para dar clase es “conocer los contenidos”. Nada más lejos de la realidad. En 2017 todo lo que se supone que debemos aprender “está en un dispositivo móvil en nuestro bolsillo”, ¿esto es verdad? ¿Es esta una contradicción?

Los contenidos en sí no son válidos. Desarrollar un pensamiento crítico, capaz de tomar decisiones, de elegir, de crear… son las verdaderas necesidades del siglo XXI y esto no se encuentra “en los contenidos” esto está en las formas, en las maneras de aprender y de enseñar. En nuestros días se aprende el cómo se aprende y no el qué se aprende.

Esta magia, esta maravilla del significado de educar no es posible desarrollarla por cualquiera. Es solo una habilidad reservada a profesionales docentes vocacionados, preparados, que no dejan de estudiar y que respetan la infancia como el tesoro más valioso del planeta tierra.

¿Utilizas metodologías innovadoras en el aula? ¿Cuáles?

Cualquier metodología que hace protagonista al alumnado.

Basándonos en EDUCAR DESDE LAS FORTALEZAS, CON LA INTENCIÓN DEL CRECIMIENTO PERSONAL EXITOSO Y EL MODELADO HACIA LA MEJORA DE LAS DEBILIDADES, ELIGIENDO LA PLATAFORMA EMOCIONAL DESDE LA QUE SE PIENSA Y ACTUA.

Desde aquí nación el modelo EDUCAR CON TRES CS: CAPACIDADES, COMPETENCIAS Y CORAZÓN.

Es un modelo basado en el gran potencial de nuestro alumnado (capacidades) una escuela en la que se aprende haciendo (competencias) y desde un modelo emocional y emocionante (corazón)

En esta propuesta es imprescindible la participación de toda la comunidad (familia-escuela-comunidad).

¿Qué te ha llevado a apostar por el cambio educativo?

Apostar por una escuela inclusiva que haga realidad LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS de los niños. Derecho al juego, derecho a la participación…

No recuerdo ningún buen maestro en mi infancia, dijeron a mis padres que no llegaría nada. El sistema intentó hacer algo parecido con mi hija y hay es estudiante de magisterio, brillante, preparada, ilusionada con múltiples títulos en su mochila…

He visto coles cambiar. He visto a niños y niñas llegar cada mañana con ilusión. Se que es posible y merece la pena apostar por la confianza en la humanidad.

Elige una palabra, tu centro: ¿favorecedor o limitador?

No tengo un centro. Me siento parte de muchos y a cada uno de ellos le regalaría una palabra. En este momento quiero citar el COLEGIO ARCADIA en Villanueva de la Cañada (Madrid). Su claustro me ha acogido este curso con la propuesta de acompañar su proceso de transformación y de cambio.

Este equipo humano ha sido todo un ENCUENTRO, una ILUSIÓN compartida por la comunidad. Entre sus paredes el tiempo nunca es suficiente, las sonrisas y las ganas de hacer son infinitas, he visto cómo se contagiaban entre adultos y entre alumnado. Por esto, pensando en este cole y en muchos otros la palabra con la que me quedo es FUTURO.

¿Qué mejorarías de nuestro sistema educativo?

La formación inicial. La formación continúa del profesorado. El prestigio de la profesión docente. La carrera profesional con evaluación orientadora y asesora del profesorado.

La autonomía pedagógica de los centros con equipos directivos profesionales. En la escuela pública la necesidad de estabilizar las plantillas y diseñar un modelo de concurso de traslados por proyectos y no por kilómetros.

Convertir en el centro del sistema al niño y a la niña, no la estadística ni la burocracia.

Esto sería un largo etc.

Dice Tonucci que “no necesitamos buenas leyes, necesitamos buenos maestros”.

Si estuviera en tu mano cambiar algo en la educación actual, ¿qué cambiarías?

Todo lo citado en el punto anterior, pero si sólo fuese una cosa cambiaría los sentidos de los maestros y maestras para permitirles.

  • Escuchar con oreja verde (la que sabe escuchar a los niños). Rodari.
  • Ver con ojos de niño. Tonucci.
  • Tocar con la sabiduría de la experiencia.
  • Oler para intuir desde el respeto y la ciencia.
  • Saborear, cada minuto de escuela como si fuese el último, evitando el valor propedéutico de las etapas.
  • Con mucho sentido del humor.
  • Y más sentido común.
  • Coles pequeños e integrados en la comunidad. Ruptura con las asignaturas tradicionales, el conocimiento ya no se ordena de este modo. Grupos clase no asociados a niveles ni a edades. La hetereogeneidad como recurso.
  • Implicación de toda la comunidad…

¿Has participado en algún proyecto que quieras destacar?

Estoy orgullosa de estar en la ASOCIACIÓN PEDAGOGICA FRANCESCO TONUCCI.

Estoy orgullosa del trabajo realizado en el CEIP Mª del Mar Romera.

Es un honor haber formado parte de proyectos de colegios públicos, concertados y privados de muchos lugares de nuestro país.

Mirasur, Florida Universitaria, Arcadia, Integratek, Tuiinvas…. Al final personas y personas a las que te unes con la “ilusión de cambiar el mundo”.

¿Qué características debe tener un líder educativo?

El profesorado debe tomar conciencia de que el alumnado “no aprende nada de lo que le enseñamos, nos aprende a nosotros”. Somos referentes, o al menos deberíamos serlo, de nuestro alumnado. Para ello es importante estar preparados, cuidarnos cada día y tomar conciencia de nuestro autoconcepto como personas y como docentes.

Un líder educativo debe estar formado en metodologías, en teorías piscopedagógicas del cómo se aprende y como se enseña; ser un apersona culta y ampliar esta cada día: literatura, cine, teatro, arte, música, viajes, lugares, gastronomía… todo esto es más cuando es vivencia.

El líder educativo es experto en habilidades intrapersonales, el encuentro con nosotros mismos, las habilidades que nos permiten marcarnos metas, diseñar objetivos, marcar estrategias… reflexión, concentración, técnicas de concentración y atención personal… También en habilidades interpersonales, habilidades de escucha y comunicación; asertividad y empatía.

Las personas que dedican su vida a la docencia, a la educación de la infancia deben ser conscientes de haber elegido a profesión más relevante del mundo, y como tal deben preparase cada día para ello.

Si tuvieras que crear un “club educativo” ¿a quién invitarías?

A cualquier persona preocupada por el futuro. A cualquier persona con ganas de aprender. (No debería ser maestro nadie que no cree en el futuro y tampoco nadie que no es capaz de aprender).

Dicho esto y como referentes importantes para mi: Francesco Tonucci, Ken Robinson, H. Gardner, mis hijas, mis compañeros del día a día: Javier, Olga, Javier, Alberto, Angy… Y un largo etc de personas que me enseñan cada día.

Fuente entrevista: http://miaceduca.es/mar-romera-moron-desarrollar-un-pensamiento-critico-es-la-verdadera-necesidad-del-s-xxi/

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Entrevista a la pedagoga Flavia Terigi: Alternativas a la trayectoria educativa tradicional

América del Sur/Uruguay, 19 de agosto de 2017.  Fuente: educacion.ladiaria.com.uy.  Por: Leticia Castro.

La pedagoga argentina Flavia Terigi pasó por Montevideo y habló sobre alternativas a la trayectoria educativa tradicional.

La definen como experta en trayectorias educativas, pero ella se percibe como “una pedagoga que trata de pensar algunos problemas que tiene el sistema educativo”, no para sumarse “al coro de la crítica, que ya está bastante nutrido de gente que canta bien, sino para ayudar comprender por qué pasan ciertas cosas”. Clara en sus conceptos y segura de lo que explica, la académica argentina Flavia Terigi conversó con la diaria durante su paso por Montevideo, donde presentó una ponencia en el marco del primer encuentro sobre “Forma escolar, alteraciones sobre la experimentación pedagógica”, organizado por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República (Udelar).

Licenciada, magíster y doctora, Terigi le dedica su vida académica a la educación, con especial atención a secundaria, que es el nivel en el que cree está “el gran problema de la región”. Sus estudios se centran en explorar formas alternativas al sistema de educación actual, tratando de entender los problemas que llevan a la repetición y deserción, y no se explican por razones personales de los estudiantes. Comenzó a estudiar el recorrido de los alumnos por el sistema escolar en 2006, con el equipo de la Universidad Nacional de General Sarmiento, donde trabaja. Para ella estudiar los trayectos “es estudiar los recorridos que los chicos hacen por el sistema escolar, viendo cuáles son las condiciones del propio sistema que producen alguno de los efectos que después se describen como fracaso escolar”.

La investigadora detalló: “Hay una explicación a la que le podríamos llamar más estructural, que hace referencia a condiciones objetivas de la vida de los chicos; por ejemplo, la pobreza. Después había otras explicaciones, más del tipo individual, que ponían el acento en los chicos; por ejemplo, que no tienen interés o no prestan atención. Nosotros empezamos a estudiar las cosas que los chicos decían y entonces notamos que hay cosas dentro del propio sistema que provocan el fracaso”.

–¿Qué análisis del sistema educativo proponen con tu equipo?

–Un análisis de las condiciones pedagógicas, además de las condiciones individuales. Si tenés una experiencia de estar todo el tiempo con la sensación de no entender lo que la escuela te enseña, de estar sometido a evaluaciones que muestran que no sabés, es muy difícil que no se genere una posición individual muy reactiva con respecto al aprendizaje.

–¿Cómo debería ser la experiencia educativa?

–Yo no estoy muy dispuesta a decir cómo debería ser. Más bien pienso cuáles son las condiciones que hay que tratar de movilizar. Por ejemplo, la tendencia de la escuela a funcionar con ritmos homogéneos de aprendizaje. Esa idea, que forma parte del diseño escolar desde hace más de un siglo, plantea agrupar a los chicos según las edades y esperar que todos aprendan las mismas cosas al mismo ritmo, y si no sale bien algo se concluye que les pasa a ellos, en lugar de pensar que algo le pasa a esa lógica.

–¿Cómo se podría empezar a trabajar en el cambio?

–Con la posibilidad de que haya múltiples agrupamientos y reagrupamientos constantes en la escuela, que algunos temas puedan romper la lógica clasificada de “sociales” o “naturales” y puedan tratar de poner en convergencia conocimientos diferentes, tratando de aprovechar mucho más la posibilidad de los chicos de colaborar entre sí, de generar autonomía. Son ideas bien concretas que muchos colectivos docentes vienen haciendo.

–¿La formación docente puede ser un obstáculo?

–La formación docente tiene el problema de que sigue preparando para el aula monogrado, para que en un mismo grupo haya chicos que estén cursando en el mismo grado, en tanto la formación siga preparando para eso, no les facilita a los docentes herramientas para trabajar en otra lógica educativa. Se puede cambiar todo el sistema en términos organizacionales, pero si no te metés con el corazón del asunto, que es el conocimiento pedagógico, nada va a cambiar. No obstante, hay muchos maestros y profesores que trabajan en otra lógica educativa, y lo que están haciendo es generar conocimiento en ese trabajo, que es provisorio. Puede ser incompleto, pero interesa discutirlo y mejorarlo.

–Mencionás que un lugar común es decir que los estudiantes perdieron el interés. ¿Creés que no lo perdieron?

–Creo que el interés se construye en la escuela. Nadie nace interesado en la astrofísica, no es un gen; las cosas llegan a interesarte o no en función de una cierta experiencia escolar, y también es cierto que el currículum propone un montón de disciplinas, y es bastante previsible que no a todos nos guste lo mismo. Lo que explica que los chicos no aprendan la materia, en todo caso, es lo que ocurre con la exposición al saber: la escuela no logra –lo intenta pero no lo logra– generar una relación de conocimiento.

–Tal como está planteado, ¿el currículum es un problema en la escolarización?

–El currículum clasificado es un problema, y es muy difícil de cambiar, porque todo el sistema formador está sosteniendo esa clasificación. Yo no sé si iría por ahí, porque es un cambio a una escala muy grande. Es mucho más potente entrar por el lado de la producción de propuestas de enseñanza que traten de atender diferentes niveles de aprendizaje de los sujetos. De esta forma, aunque se siga trabajando en matemática, los chicos pueden estar tomando un mismo objeto de conocimiento con diferentes niveles de profundidad, y eso es un cambio muy importante.

–¿Qué opinás de la idea de que al trabajar con niveles se les está facilitando el trabajo a los estudiantes?

–Lo primero que pienso es por qué facilitarle algo a alguien es un problema. Hay una defensa del dificilísimo que no comprendo. En mi país también se critica mucho que ciertas cosas permitirían facilitarles a los chicos la escolaridad, y me pregunto: ¿por qué hay que complicársela? Además, toda la investigación demuestra los beneficios de la interacción entre individuos con distintos niveles de aprendizaje. El que está, en teoría, en un punto menos avanzado en la apreciación de un conocimiento interactúa con alguien que sabe más, y cuando quien sabe más, en esa lógica, tiene que explicar algo, por lo que hace un trabajo muy enriquecedor sobre su propio conocimiento.

–¿Hacia dónde deberían ir los grandes cambios en políticas educativas?

–En el conjunto de la región la cosa es muy diversa: hay países donde todavía no se cumple de manera satisfactoria la escolaridad primaria, también hay países que tienen un muy insuficiente desarrollo de la educación infantil. Sobre esos temas hay que trabajar, pero el gran problema de la región es la educación secundaria.

–¿Qué políticas deberían trabajarse en ese tramo de la educación?

–Hay que romper con la idea de que existe un único modelo de secundaria, hay que diversificar las formas de ofrecerla. Por un lado, teniendo en cuenta unas reglas más adecuadas a las vidas de los chicos, como cursada por materias o semestrales combinadas con anuales. Por otro lado, secundaria necesita mayor conexión de los contenidos con la contemporaneidad, porque tiene un currículum que refleja la división de saberes del siglo XIX. También hay que trabajar con la incorporación de tecnología, pero no para hacer lo mismo que harías sin tecnología, sino para cambiar los modos de producir y poner a circular saberes. Otro aspecto a cambiar sería darles más participación en la elección del recorrido educativo, porque en América Latina el modelo es bastante rígido.

–¿Qué se está haciendo para avanzar?

–Desde mi punto de vista, muy poco. Hay mucha discusión, mucho consenso en las declaraciones públicas, pero hay muchas dificultades para mover un nivel educativo que está muy desarrollado en países como Argentina y Uruguay, mientras que en los países que no lo tienen tan avanzado y necesitan una gran inversión encuentran muchas dificultades en la innovación. Creo que cuando no hay un sistema muy establecido, hay una buena oportunidad para desarrollarlo de otro modo, pero hay una tendencia a imitar los procesos que ya fueron exitosos que impide la innovación.

Transiciones | Terigi trabaja en los pasajes entre los niveles educativos, es decir, el salto de primaria a secundaria, y luego a la educación terciaria. Según la docente, “es un momento muy complicado, porque en los cambios de niveles cambian las reglas de escolarización, la formación de los docentes, las exigencias respecto de la evaluación, e incluso cambia el grupo de compañeros”. Además, la investigadora señaló que “al inicio de cada nivel educativo se intensifica lo que se entiende como fracaso escolar, que por lo general es la repetición o las bajas calificaciones”. La preocupación por las transiciones se manifiesta en políticas específicas de cada gobierno. La investigadora subrayó las experiencias de seguimiento personalizado de alumnos que se realizan en algunos países vecinos, también las formas de articular los niveles mediante acuerdos curriculares y de régimen académico en los que se está trabajando. Para Terigi, una de las mayores dificultades es el hecho de que “está naturalizado que la secundaria y el nivel terciario no son para todo el mundo, entonces no termina de verse como un problema que a la gente le vaya mal”. Sin embargo, esta postura entra en contradicción con la idea de los propios Estados de proponer una educación obligatoria a nivel secundario. Según la académica, no hay que ver al sistema como si siempre hubiera sido un continuo: “No eran instituciones que estaban juntas, la gente no tenía que ir al liceo después de la escuela; cuando empezó a hacerlo hubo problemas, es como si tuvieras una tremenda autopista por la que van todos los coches y de pronto fueras a desembocar a una ruta en la que va un auto por vez; te crea un embotellamiento y la gente se te cae”.

 

Fuente entrevista: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2017/8/la-pedagoga-argentina-flavia-terigi-paso-por-montevideo-y-hablo-sobre-alternativas-a-la-trayectoria-educativa-tradicional

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“No hay que creer en sistemas rígidos que controlen a los profesores”. Entrevista a Jaak Aaviksoo, exministro de Educación de Estonia

América del sur/Colombia/19 Agosto 2017/Fuente: Semana

Hablar de educación se ha convertido en una premisa necesaria para Colombia, sobre todo en este momento en el que el país atraviesa una etapa crucial en su historia: el del posacuerdo. Es ahora cuando el acceso a la formación de calidad se presenta como la herramienta fundamental para garantizar, por un lado, una paz sostenible y duradera que asegure la no repetición y, por otro, asegurar un proyecto de vida digno para todos los colombianos.

Estas son razones de peso suficientes para celebrar la Cumbre Líderes por la Educación 2017, el evento más importante del sector educativo en el país y organizado por Semana Educación, que en esta cuarta edición girará entorno a un gran eje temático: ¿Qué ciudadano queremos formar?.

La Cumbre, que tendrá lugar los días 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio, en Bogotá, contará con la participación de expertos nacionales e internacionales que debatirán sobre el estado de la educación en el país y en el resto del mundo.

Uno de ellos será Jaak Aaviksoo, actual rector de la Universidad Tecnológica de Tallin, en Estonia, y exministro de Educación de ese país durante 1995 y 1996, y nuevamente desde el año 2011 a 2014. La importancia de este país a nivel educativo es trascendental, pues en los últimos años ha experimentado un repunte vertiginoso en las pruebas Pisa. De hecho, en la última evaluación obtuvo el tercer lugar a nivel mundial y el primero frente al resto de países en el Viejo Continente.

Semana Educación lo entrevistó para conocer más sobre el sistema educativo estonio.

Semana Educación (S.E.): ¿En qué puntos centró su política educativa en los años en los que ejerció como ministro?

Jaak Aaviksoo (J.A.): En los 90, después de que Estonia fuera reconocida como una república independiente de la Unión Soviética, diseñamos un currículo nacional basado en el pensamiento crítico y que fuera independiente a la ideología que se manejaba en los tiempos de la URSS. También lanzamos un programa para digitalizar y traer tecnología a todas las escuelas. Después, entre 2011 y 2014 impulsamos una política para subir el sueldo de los maestros en todo el territorio y otra para brindar mayor autonomía a los colegios. Lo que buscamos constantemente fue subir nuestros estándares de calidad y apoyar la educación vocacional.

S.E.: ¿Cómo ha logrado Estonia avanzar tanto en educación en los últimos años?

J.A.: El país tiene una gran tradición educativa. Los índices de alfabetización han estado por encima del 90 % desde hace más de 120 años. Pero creo que la principal razón es que la población le da mucha importancia a la educación. Fue a través de la educación que los estonios lograron ser independientes y exitosos en su vida personal, teniendo en cuenta que el país estuvo durante muchos años bajo el control alemán y soviético. Creemos firmemente en el acceso universal a una educación de calidad y en invertir en la formación de nuestros profesores y en su continua capacitación.

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S.E.: ¿En qué aspectos se centra el sistema educativo estonio?

J.A.: Somos muy críticos con nuestro sistema educativo, aunque los indicadores internacionales nos muestran que vamos por buen camino. Nuestro principal reto es alentar a las personas talentosas y motivadas para que elijan la labor docente como profesión. También nos enfocamos en la protección y formación de la primera infancia porque somos conscientes que es en esa etapa donde los niños empiezan a desarrollar sus capacidades. Los errores en el aprendizaje son muy difíciles de corregir en los últimos niveles académicos, así que tratamos de adelantarnos a los acontecimientos.

S.E.: Usted habla de habilidades, ¿cómo forman a sus jóvenes en capacidades socioemocionales?

J.A.: Nosotros vemos que las competencias socioemocionales juegan un papel cada vez más importante, sino el más importante, en el desarrollo de las personas. Creemos que los colegios deben contemplar su aprendizaje y crear espacios favorables en los que se puedan poner en práctica. Tiene mucho que ver con el trabajo que realizan los profesores en el aula de clase, así como en la experiencia social y positiva que los niños viven al seno de su familia.

‘Hay que enseñar a los niños a ser felices‘

S.E.: ¿Qué rol juegan los profesores en el sistema educativo de Estonia?

J.A.: Los docentes son la clave del sistema educativo en nuestro país y es responsabilidad del gobierno formarlos, confiar en ellos y empoderarlos. Desde hace 25 exigimos a cualquier persona que quiera ejercer la docencia tener un título de maestría. También exigimos una formación de alta calidad a los profesores de preescolar. En la actualidad, el salario promedio de los docentes está por encima del salario promedio del resto de trabajadores.Estamos tratando de impulsar ahora que el salario mínimo de los primeros sea igual al salario promedio nacional de los segundos y el salario promedio de los docentes sea un 120 % más alto que el promedio nacional del resto de trabajadores. No creemos en un sistema rígido en el que haya que controlar todo lo que hace un profesor en el aula, sino en brindarle capacitación y acompañamiento para que construya un espacio favorable, sano y motivador para sus estudiantes. La responsabilidad es suya.

Más información: Hay que dejar de maltratar la labor docente

S.E.: En relación con el tema de las brechas de capital humano, ¿cómo es el sistema de formación técnica en el país y cómo lo impulsan?

J.A.: Los estudiantes estonios pueden elegir a los 16 años si quieren recibir una educación secundaria general o una formación técnica. Tres de cada cuatro jóvenes eligen la academia, pero creemos que debería ser una relación de 50/50 porque muchos de ellos abandonan sus estudios en esta etapa de su vida sin un título y no se vuelven a vincular jamás con el sistema educativo. Estamos trabajando junto con el sector productivo para hacer de la formación técnica una educación más práctica. El problema es que las empresas en el país son muy pequeñas y no tienen la capacidad para aceptar tantos estudiantes en prácticas.

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S.E.: ¿Qué cree que puede aprender Colombia de Estonia en términos educativos?

J.A.: Los estonios creemos que la educación es el cimiento del futuro de nuestro país. Esto significa que debemos proporcionar a cada niño acceso a educación de calidad, al margen de su condición socioeconómica y procedencia. Creemos en la igualdad de oportunidades y en la  importancia de contar con profesores de calidad en los que confiamos.

Imagen: http://f23.pmo.ee/S3_kBlodbIPZbyGALBtOR-yASD4=/900×485/smart/nginx/o/2013/12/03/2663612t1h39e6.jpg

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-a-jaak-aaviksoo-exministro-de-educacion-de-estonia-sobre-el-sistema-educativo-de-estonia/533994

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La lucha por la Educación Publica de Rosa Cañadell

Por Radio Rebelde Republicana

En el Contexto3R de hoy, a través de la conversación con Rosa Cañadell, nos acercamos a la lucha por la educación pública. La educación es la herramienta de transformación social más potente, por eso quienes detentan el poder mantienen con ella una relación de dominación y control. Una educación al servicio de la sociedad -no al servicio del capital- y un sistema educativo basado en los principios de libertad, igualdad, solidaridad e implicación social real, son las dos armas más poderosas que puede tener un pueblo que aspira a vivir con dignidad. Hoy intentaremos conocer un poco más las razones de quienes trabajan por la educación pública, laica, igualitaria y democrática.

Fuente: https://www.ivoox.com/contexto3r-hablamos-rosa-canadell-educacion-audios-mp3_rf_17349481_1.html

Imagen tomada de: http://www.laeducacioncuantica.org/educacioncuantica/pages/images/uploads/252.jpg

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Colombia: Academia crítica y saberes de frontera en diálogo. Conversaciones con Arturo Grueso

Escrito por: Giovanny Ramírez (Estudiante de Lic. en Filosofía).

Durante los días 17 y 18 del presente mes se lleva acabo el primer congreso de Academia crítica y saberes de frontera en diálogo, organizado por la Facultad de Educación de UNIMINUTO, y su programa de Maestría en Innovaciones Sociales en Educación.  El propósito de dicho encuentro es abrir espacios de diálogo alrededor de temas relevantes tanto en lo académico como en las prácticas sociales de los participantes, donde se parte del reconocimiento de la unidad en la diversidad de la condición humana, de los retos que confrontamos como devenires humanos adscritos a multiplicidad de expresiones socioculturales, eco-sistémicas e histórico-temporales. Espacios en construcción que implican a una academia reflexiva y consciente de sus errores y cegueras, crítica de las pretensiones de universalidad y homogenización, y por ende abierta al diálogo inter-epistémico[1].

En este marco el congreso invita a sus participantes, comunidad académica y ciudadana en general, a preguntarse sobre qué supone una academia crítica en el actual contexto de América Latina; a qué se alude con saberes de frontera; qué lugar ocupan las diversas cosmogonías y saberes que se producen desde las comunidades, organizaciones y movimientos sociales; cuál es la pertinencia o a qué nos convoca un posible diálogo entre estos distintos escenarios; aqué saberes y epistemes se abre; cómo armar un tejido conversacional que propicie la emergencia de nuevas utopías, de nuevos caminos, de nuevos sueños y esperanzas en nuestro devenir humanidad.

Para dialogar sobre esta temática nos acompañó Arturo Grueso. Como él mismo lo cuenta desde su perfil, es educador, licenciado en biología y química, con estudios de maestría en biología y magister en filosofía. Ha trabajado como educador en el nivel medio y superior de la educación colombiana. Además, cuenta una amplia experiencia en educación popular trabajando en los sectores populares. Incansable luchador por la reivindicación y reconocimiento de los grupos raciales que son y han sido excluidos sistemáticamente de los procesos de configuración social.

De voz calmada pero contundente, Arturo va delineando sus apuestas epistemológicas y, claro, ético-políticas en procura de la recuperación de las voces y saberes particulares. “Yo quiero decir lo que mis ancestros quisieron decir pero que por sus condiciones en que estuvieron sometidos no pudieron decirlo; pudieron vivirlo si, pero no pudieron hablar, por eso yo ahora, que tengo posibilidades de hablar siempre le digo a mis ancestros que lo que yo diga sea lo que ellos querían decir”, afirmó. Hizo un análisis crítico sobre los procesos de institucionalización y profesionalización del saber, convertido en conocimiento instrumental susceptible de ser “empacado” y comercializado como cualquier producto de consumo.

Al respecto, Aseguró que la academia ha estado a espalda de los procesos que han construido las comunidades, a espaldas de los saberes que han construido, a espaladas de mirar que existen pedagogías que tendría que enfrentar diferentes formas de ser del ser humano, ha estado a espaldas de concebir al niño afro como niño afro y los niños no son universales, conceptos de niño, de familia…”. A su vez, identifica las diferentes formas de exclusión de los grupos raciales, sus saberes y prácticas, y de qué manera la sociedad actual reproduce nuevas formas de discriminación y de exclusión. Un diálogo sobrecogedor que invita a la reflexión, no sólo sobre las practicas ciudadanas e institucionales, sino sobre el sentido de la vida misma, que se empobrece a medida que desprecia los saberes ancestrales, y que se pierde en un mundo de sobreproducción y de consumo desmedido.

[1]1er CONGRESO Academia Crítica y Saberes de Frontera en Diálogo, Bogotá, 17 y 18 de agosto de 2017. Disponible en: https://uniminutofedu.wixsite.com/congresosaberes/presentacion

Escuchar la entrevista en: http://www.uniminutoradio.com/academia-critica-y-saberes-de-frontera-en-dialogo/

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