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Entrevista a Mercedes Mayol Lasalle : «Es un error omitir el factor educativo en las políticas para la infancia»

21 Agosto 2016/Fuente: Unosantafe /Autor: Victoria Rodríguez
La vicepresidencia regional para América latina de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (Omep), Mercedes Mayol Lasalle, estuvo en la ciudad para firmar un convenio con la Municipalidad con el objetivo de elaborar un marco curricular para los jardines de infantes.En su paso por la capital provincial dialogó con Diario UNO y alertó sobre el impacto de la crisis económica en las políticas para la primera infancia y la necesidad de jerarquizar el derecho a la educación de las niñas y niños desde que son bebés.
«Hay una gran embestida para ofrecer formatos que solo contengan cuidado. Esas políticas que apuntan solo al cuidado, sin tener en cuenta los derechos educativos de los niños pequeños, son un riesgo importante para la construcción de la ciudadanía del niño y para la justicia, porque a esos circuitos de solo cuidado van los niños pobres», analizó.
Y continuó: «Entonces, de esa manera, se va marcando una fractura en la atención y la educación de la primera infancia en todo el mundo. Así los pobres van a circuitos pobres en lo educativo y los niños de sectores medios y altos gozan del privilegio de educarse. Y la educación no es un privilegio, es un derecho universal. Entonces para que pueda estar garantizado tiene que haber una gran fortaleza en la política».
—También en los sectores con ingresos económicos medios y altos existe una tendencia que apunta a buscar espacios no institucionalizados para niñas y niños en su primera infancia. ¿Por qué hay tanto miedo a la institucionalización?
—Porque en los 80 y los 90 se promovió, con distintas leyes, una crítica muy fuerte al sistema educativo y que se empezara a enseñar con el modelo de la primaria en el jardín de infantes. Entonces la educación inicial perdió una parte de su identidad que la hacía diferente e importante y, por lo tanto, generaba que los padres quisieran ofrecérsela a sus hijos. Y eso tiene que ver con el valor del juego, con los lenguajes artísticos, la centralidad del niño, su protagonismo, el movimiento y hasta con la magia que tiene el poder estar con otros, el descubrirse, el asombrarse y enamorarse del mundo que es propio de los niños pequeños.
«De todas maneras –agregó–, desde la Omep nosotros pensamos que la educación no es solo la que se da a través de los sistemas escolares formales, sino que el Estado debe garantizar y acompañar la educación que realizan las familias a través de la crianza. Por eso hay muchos países que tienen experiencia muy interesante apoyando la crianza que realizan los padres educándolos para que puedan garantizar que los niños gocen del derecho a la educación».
—¿Qué tiene que tener en cuenta una familia al momento de buscar un jardín de infantes?
—Hay criterios de calidad, como cuidar la cantidad de niños por adulto, que el jardín se abra a la comunidad y que la comunidad se abra al jardín, y que haya un balance y una integralidad en el enfoque. No porque a la maestra le guste música y no plástica se puede excluir esa formación. Tiene que haber un balance en lo que se ofrece a los niños. Los maestros y las instituciones estamos para enriquecer el derecho. O sea, el niño tiene derecho a jugar pero la escuela debe enriquecer ese juego.
Lo mismo ocurre con la música. Todos los niños escuchan algo de música en sus casas, aunque sea por la radio. Pero, si por ejemplo, en un barrio se escucha solo cumbia, que está muy bien, en la escuela hay que mostrarle que hay otros géneros para que el niño pueda elegir en el futuro y en el presente. Así va a poder comparar, valorar, rescatar y apreciar.
Las prioridades
La especialista se refirió también a los desafíos que surgen en el nivel inicial en la Argentina en un contexto de crisis como el que se atraviesa.
«Estamos en un momento difícil porque, desde el punto de vista de la Omep, creemos que hay algunas confusiones vinculadas con la atención de la primera infancia y sus derechos. Se ha vuelto a poner en tensión algo que no debe estarlo: el cuidado y la educación», indicó.
Y detalló: «Hace poco salió un proyecto nacional vinculado a la atención de la primera infancia. Nos parece perfecto pero nunca hay que olvidarse que un derecho no es más importante que otro. Los derechos son interdependientes y cuando no se cumple con uno se anulan todos los demás. Y el derecho a la educación no es cualquiera porque es también una herramienta que habilita para el desarrollo de los demás derechos. Entonces es un error político omitir el componente educativo en los programas y las políticas dirigidas a la primera infancia».
Respecto a las razones por las cuales se hace ese cambio de perspectiva y se omite la educación, marcó: «La verdad es que los proyectos que están ligados solo al cuidado requieren menos gasto público. En cambio los que tienen el componente educativo necesitan personal más especializado y otras cuestiones. De todas maneras, no creo que el problema es que haya una crisis y no haya fondos, sino que es un problema de prioridades. Si realmente queremos un futuro distinto para América latina, la prioridad tiene que estar en lo humano, en hacerse cargo del futuro de los que hemos traído al mundo».
Una carta de derechos para niñas y niños
El jueves Mercedes Mayol Lasalle –vicepresidenta regional para América latina de la Organización Mundial de Educación Preescolar– firmó un convenio con el intendenteJosé Corral para la elaboración, de manera colaborativa, de un marco curricular para los jardines de infantes. Una de las principales características es que, para ello, se consultará a todos los actores sociales involucrados.
Al respecto, Mayol Lasalle remarcó: «Este acuerdo implica tres cosas. La primera es que un currículum es una carta de derechos de los niños, ahí se plasma todo aquello valioso que una comunidad considera que un niño debe aprender y de los que debe apropiarse porque son parte de su cultura. Entonces el currículum debe tener definiciones, respecto a los saberes, que sean ética y epistemológicamente buenos».
Y siguió: «En segundo lugar, los maestros siempre necesitan una herramienta para poder organizar su planificación y su tarea. Hay que tener en cuenta que, en los primeros años de vida, es muy complicada esa planificación porque hay muchas cosas que están naturalizadas y que deben ser repensadas».
Además, como tercer punto, la especialista subrayó el hecho de que esta construcción sea participativa. «Ahí está la enorme riqueza que va a tener este proceso. Porque vamos a trabajar a partir de los saberes de todos los actores involucrados en la educación de los niños de la comunidad santafesina, y eso quiere decir que todos van a tener algo para decir sobre el currículum», manifestó.
Por último marcó que ese proceso «genera un debate sobre la primera infancia, la hace visible y la pone en un lugar de importancia porque involucra a sujetos activos que tienen derecho a la educación desde el momento en que nacen, y aun antes. Ese proceso es muy interesante».
La referente regional de Omep reconoció, en ese sentido, la importancia que tiene el apoyo político del intendente José Corral y su equipo de trabajo; y detalló que el proceso va a llevar un año y medio. «Seguramente va a dar como producto un documento que no será el acabado sino que el currículum va a tener que tener la cualidad de irse transformando en el tiempo», concluyó Mayol Lasalle.
Fuente de la noticia: http://www.unosantafe.com.ar/es-un-error-omitir-el-factor-educativo-las-politicas-la-infancia-n1212243
Fuente de la imagen: http://static.unosantafe.com.ar/adjuntos/204/imagenes/017/829/0017829937.jpg
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Entrevista a Martin Seligman: «La felicidad se puede medir y se puede enseñar»

21 Agosto 2016/Fuente:lavanguardia.com/Autor:lacontra 

Martin Seligman , Pasó de estudiar la depresión a investigar las bases, tanto psicológicas como neurológicas, del bienestar y la felicidad y cómo conquistarlas estimulando las fortalezas y virtudes humanas. Tiene varios libros publicados y un interesante test que está colgado en la red: Cuestionario VIA de Fortalezas Personales. Dirige el Centro de Psicología Positiva Penn (Universidad de Pensilvania) e imparte el máster Penn del programa de Psicología Positiva Aplicada. Me sorprende cuando al final de la entrevista, al explicarme que somos los humanos los que crearemos a Dios y que todo se resume a luz, estalla en llanto. Ha venido a Barcelona a dar un talleral equipo directivo de Bioibérica sobre cómo conquistar el bienestar.

¿Qué le llevó a estudiar las fortalezas humanas?

Cuando me nombraron presidente de la Asociación Americana de Psicología me propuse hacer bien mi trabajo y me dediqué a preguntar por el mundo qué hacíamos bien y qué hacíamos mal los psicólogos.

Eso es curioso, humilde e inteligente.

Descubrí que investigar y tratar los aspectos negativos y patológicos del ser humano (la ansiedad, el estrés, la depresión, el suicidio, las adicciones…) sabemos hacerlo muy bien; pero nadie se ocupaba de los aspectos positivos, de manera que la psicología no explicaba a la gente cómo llevar una buena vida.

De eso se encargaron algunos filósofos.

…Y no se trata de mostrar a la gente cómo no estar deprimido, no enfadarse o no tener ansiedad, sino de enseñarle a ser feliz. Me propuse estudiar las bases del bienestar psicológico y de la felicidad; y las fortalezas y virtudes humanas, todo dentro del marco de la ciencia.

¿A qué conclusiones ha llegado?

Que las emociones positivas, la calidad de las relaciones, en definitiva, la felicidad, se pueden medir y se pueden enseñar.

Pero uno tiene su carácter.

Se puede cambiar. Yo era un pesimista depresivo y he aprendido a ser optimista y alegre.

Pues cuénteme cómo.

Si analizamos las estadísticas de violencia, riqueza real, sanidad, educación, no hemos hecho más que progresar. La queja sobre el mundo en el que vivimos hay que repensarla, y en la vida personal hay que cambiar de actitud.

Sin señalar lo negativo, ¿cómo lo mejoras?

Supongamos que identificando los aspectos negativos de un paciente la psicoterapia consigue sacarlo de su pozo (lo que sólo ocurre en el 65% de los casos), es decir, que pase de menos diez a cero; pero así no se consigue que sea feliz.

Eso es mucho pedir.

Las habilidades (optimismo, templanza, coraje, humanidad, autoestima, gratitud…) están por encima de cero. Potenciar nuestras fortalezas es una forma de potenciar el bienestar.

¿Cómo lo hizo usted?

Durante veinte años investigué el pesimismo. Pero personalmente, cuando me sorprendía pensando de manera negativa, reconocía esos pensamientos pesimistas y buscaba argumentos realistas que los desmontaran.

¿Hay que discutir con uno mismo?

Sí, hasta desmontar la negatividad. Luego, para alcanzar el bienestar, hay que centrarse en cómo potenciar y desarrollar aquellas áreas en las que eres bueno en lugar de dedicarte a la prevención de lo problemático.

Aplíquelo, por ejemplo, a la depresión.

Las investigaciones demuestran excelentes resultados con la estimulación de emociones positivas como la alegría, la esperanza o la ilusión.

¿Hay pruebas científicas?

Muchísimas. Hemos demostrado que esas fortalezas humanas que se pueden aprender son eficaces barreras del trastorno mental. Y los estudios muestran que el optimismo tiene un efecto directo sobre nuestra respuesta inmune.

Deme un ejemplo.

En EE.UU. hemos medido condado a condado el pesimismo, la infelicidad y el aburrimiento; y resultan ser predictores mucho más eficaces de los infartos que la etnia, los ingresos, la educación, el sedentarismo o la obesidad.

Increíble.

Preocupados por la alta tasa de estrés postraumático en el ejército norteamericano (5%), me encargaron un estudio y un plan de choque. Y de nuevo el principal predictor no resultó ser la intensidad o crudeza del combate, es decir, el trauma en sí, sino el hecho de ser una persona catastrofista, que aumenta un 30% el riesgo de tener estrés postraumático.

Deme una pequeña herramienta.

Hay 24 virtudes que trabajar, pero, por ejemplo, en las relaciones es fundamental pasar de una actitud constructiva pasiva (“¡Felicidades por tu discurso!”) a la constructiva activa (“¿En qué momento te aplaudieron?”, ¿Qué dijiste?”, “¿Qué fue lo más emocionante?”…).

Eso sí es empatía.

La psicología siempre ha considerado que los motivos de la tristeza, la depresión o la ansiedad venían de fuera, pero hoy sabemos que dependen de lo que tú piensas sobre lo que te ha acontecido, eso es lo que genera el sentimiento.

Una cosa es lo que pasa fuera y te afecta, y otra, la falta de autoestima.

Es el mismo proceso, por eso en muchas escuelas de Estados Unidos enseñamos a los niños las habilidades del optimismo y hacemos un seguimiento en la pubertad, así hemos conseguido reducir a la mitad la tasa de depresiones.

¿Todo pasa por el raciocinio?

Yo trabajo sobre las estructuras cerebrales, ¡y estamos haciendo avances increíbles en neurociencias! Dentro de un mes se publicará un avance importantísimo sobre la indefensión aprendida (la sensación subjetiva de que no podemos hacer nada ante una situación). Steve Miller ha encontrado los circuitos cerebrales que la activan y desactivan. Yo los llamo los circuitos de la esperanza, podremos desactivar la depresión.

¿Cuáles son los elementos esenciales que pueden elevar el grado de felicidad?

Aumentar las relaciones y las emociones positivas, el compromiso (poner en práctica las fortalezas personales), el sentido y el logro (establecer metas que nos motiven a conseguirlas).

Fuente de la entrevista: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20160627/402783364322/la-felicidad-se-puede-medir-y-se-puede-ensenar.html

Fuente de la imagen: http://www.lavanguardia.com/ra/lowres/GODO/LV/p3/WebSite/2016/06/27/Recortada/img_jroviralta_20160511-165329_imagenes_lv_colaboradores_jroviralta__r0h7421-k6LF-KNSWRBDSABVV78NI-992×558@LaVanguardia-Web.jpg

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Entrevista a Steve Hughes: “La buena educación logra que el niño se rete a sí mismo”

21 Agosto 2016/Fuente: lavanguardia/ Autor:La Contra

Steve Hughes está obsesionado por el aprendizaje, por la educación de nuestros niños. Sus estudios sobre la neurología pediátrica le llevan a conclusiones que aquí expone: entiendo que la excelencia pedagógica no consistiría en saber lo que pueda testarse en un examen convencional, sino en saber estar en un mundo variopinto y cambiante, en ser dúctil y adaptativo, en ser curioso y en tener muchas habilidades sociales. Justamente lo que los actuales exámenes no miden. Invitado por el centro CCE Montessori-Palau de Girona, eso les ha explicado a sus profesores, a los que anuncia que serán buenos si son muy empáticos, observadores de sus alumnos y siempre humildes.

Qué es un niño?

Vaya preguntita…

Su objeto de estudio, ¿no?

Sí, pero también de amor. Quiero lo mejor para los niños, que es quererlo para la humanidad.

¿Un niño es la humanidad?

Un niño es un creador. El creador del hombre que será.

¿Y cómo lo hace?

Hubo un niño de cinco años que no sabía que crearía a un periodista: tú.

Me gustaba Tintín.

El entorno de aquel niño posibilitó las circunstancias para crear al periodista, oportunidades de ofrecerle experiencias gratas…

Ajá.

Cada experiencia grata anima a seguir adelante, a seguir explorando una siguiente versión de ti mismo, y después la siguiente…

¿Las primeras experiencias deciden?

Por eso es tan importante la guardería, el parvulario, la escuela…para estimular todas las habilidades del niño.

¿Cómo debería ser esa escuela?

Esta cuestión me obsesionaba. Y un día entré en una escuela que aplicaba el método Montessori…y me emocionó: ¡eso era!

Explíquemelo.

El cerebro, en fases primerizas, se desarrolla mediante el uso de la mano. Las manualidades son fundamentales, y los materiales escolares están diseñados en función de la estructura mental de cada edad. La precisión de movimientos, el control del cuerpo…maduran la mente.

Póngame un ejemplo.

Limpiar una mesa con un paño, agua y jabón aburre a un adulto, ¡pero excita a un niño de dos años y medio! Es un reto. Haciéndolo, aprende a secuenciar actos, y hacerlo mejor cada día le proporciona autoestima.

Y un suelo hecho un asco…

Mojado, sí: ¡ideal! Porque eso le da ocasión a otro niño, ¡uno muy, muy mayor!, uno de tres años y medio, de secarlo con el mocho.

¿Y así vamos creciendo?

Imagine al niño que aprende a anudarse él solo los cordones de los zapatos, a abrocharse los botones del abrigo… Se lo pone y sale afuera a jugar: se siente autónomo, realizado: ¡está aprendiendo a vivir en el mundo!

¿Y aprender a leer, qué?

Es importante, pero ya le llegará el momento. ¡Todo a su tiempo! Los niños seguros de sí mismos aprenderán todo más rápido.

Cuénteme el caso de algún niño que haya tratado.

Recuerdo ahora a un adolescente…sano, apuesto, guapo, deportista, con todas las capacidades…, pero muy inquieto y a la vez lento en aprender materias intelectuales.

Ay…

Su padre, con una idea encorsetada de la perfección, le tenía martirizado por eso… “¿Qué haremos de ti?”, le decía. ¡No es justo, no es justo…!

Se emociona…

Me apeno, sí, porque ese joven puede acabar siendo muy desgraciado. Y es una lástima. Podría tener una vida feliz, era carismático y agradable, pero la presión podría desgraciarlo, humillarlo, abocarle al sentimiento de fracaso. ¡Y lo prioritario no es ser un gran intelectual, lo prioritario es la felicidad!

¿Qué ha sido de él?

No lo sé, le perdí la pista… El mensaje es: no montemos un drama, ayudemos a los niños a desplegar sus talentos.

¿Mejor no forzarles en lo que fallan?

Loarles sus fortalezas y animarles y estimularles en sus debilidades, mediante prácticas. Y no somos igual de brillantes en todos los campos, ¡tengámoslo claro!

¿En qué podríamos todos ser buenos?

En el autocontrol y en la cooperación, el trabajo en equipo: es lo básico para la vida, porque vivimos en sociedad. Y eso debería fomentar la escuela, en eso se cifra un buen método educativo.

¿La familia influye?

La familia y la sociedad, el país en el que vives. Trabajemos para que el país ofrezca todas las oportunidades a todos los niños.

Educación es castración, se ha dicho…

La mala educación, sí. Si acude pasivamente a la escuela, desmotivado, ¡mal! Pero la buena educación logra que el propio niño se rete a sí mismo a acometer lo que le cuesta.Y hay que saber esto: sólo un tercio de los niños reúnen las habilidades idóneas para un entorno escolar convencional…

Y no debemos desahuciar a los restantes dos tercios…

¡No podemos prescindir de dos tercios de la humanidad! Otro tercio se defenderá y saldrá adelante, y el otro tercio lo tendrá más complicado: ¡no les derrotemos!

Llega el niño y te dice: “El profesor me tiene manía”.

Escúchale y analiza si eso tiene o no algún sentido.

¿Conviene criar a los niños en tribu?

¿Cómo ha llegado la humanidad hasta aquí? Aprendiendo a aprender. Y eso no sale de un libro de texto, sino de la curiosidad y de la relación con los otros. El universo no está hecho de exámenes, sino de comunicación. En cada aula debería haber todo tipo de niños, para que cada uno aprenda algo de los otros: ¡eso es educar para el mundo real!

Fuente de la entrevista: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20160809/403787187725/la-buena-educacion-logra-que-el-nino-se-rete-a-si-mismo.html

Fuente de la imagen:  http://www.lavanguardia.com/ra/lowres/GODO/LV/p3/WebSite/2016/08/09/Recortada/img_jplay_20160512-171742_imagenes_lv_colaboradores_jplay_stevehughes-1_copia-kezE-V982OLT35K4ODA7D-992×558@LaVanguardia-Web.jpg

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Ser indio en tiempos neoliberales. Entrevistas a Mardonio Carballo y Francisco López Bárcenas.

www.desinformemonos.org.mx/ Por: Eliana Gilet/

¿Qué es ser indio en México? ¿Quiénes lo son y quiénes pretenden decidirlo? ¿Cuándo la reivindicación de la identidad indígena sirve para la defensa jurídica del territorio? Mardonio Carballo, escritor, actor y poeta náhuatl, y el abogado mixteco Francisco López Bárcenas, reflexionan sobre algunos aspectos culturales y jurídicos de la identidad de más de 60 pueblos, naciones y tribus indígenas en México, quienes protagonizan una lucha cotidiana frente a diversos megaproyectos que se pretenden imponerse sobre sus tierras.

La auto-adscripción y el amor a la tierra pesan más que la lengua. Los símbolos y la fiesta brindan el hilo que permite llegar al origen. ¿Qué hace que un pueblo sea indígena?, fue la pregunta que se le trasladó al multifacético artista Mardonio Carballo, de la que resultó esta entrevista.

¿Cuál es el elemento central que distingue a un pueblo indígena?

Son varias cosas. Una es la auto-adscripción. En este país esa discusión está zanjada: un pueblo que se auto-adscribe como pueblo indígena, lo es automáticamente. La segunda sería estar presente siempre en la discusión de los postulados zapatistas, de Emilio Zapata. La tercera es el amor a la tierra y su territorio. Su defensa está estrechamente ligada a este amor que tienen los pueblos indígenas y campesinos por la tierra.

El cultivo del maíz no se nos tendría que olvidar, que es la base alimenticia de este país y que tiene que ver con la domesticación del grano desde Centroamérica. Eso le da base a un pueblo y ya lo dirá López Bárcenas, pero también le da sustento jurídico.

Otra cosa más brutal es el color de piel y el denuesto que provocan. Vayamos a Atenco. Los macheteros de Atenco, ¿quiénes lo usan? ¿por qué los usan? Ese símbolo que han usado a lo largo de su lucha contra el aeropuerto, quienes lo usan para la subsistencia, el trabajo, incluso utilizarlo como símbolo en una lucha reivindicativa por el derecho en su tierra

¿Por qué no has nombrado a la lengua?

El asunto con Atenco es que no hablan la lengua, pero en este caso con la auto-adscripción nos es suficiente. Atenco quiere decir “a la orilla del agua” o “a la ribera del río”, desde la toponimia estamos sabiendo a qué lengua y pueblo pertenece. Pero tampoco se puede censurar la pérdida de la lengua porque en un país como el nuestro se ha impulsado desde el Estado; desde el racismo y el clasismo. Aprender a leer también los motivos por los cuales hay una comunidad o un grupo de ellas que han perdido su lengua.

Con respecto a las formas de organización de las comunidades, ¿hay elementos particulares en eso?

El asunto de la asamblea y la colectividad tienen que ver con la identidad de los pueblos indígenas. No hay que olvidar que no todos los pueblos campesinos son indígenas pero sí todos los pueblos indígenas son campesinos. Eso da otras formas de organización, que también se repite a lo largo del país. Que no hables la lengua no significa algo tajante, puedes tener formas organizativas que delaten tu raigambre.

La fiesta es otro elemento. Cuáles son, donde están colocadas las imágenes católicas, a que pertenecían cuando antes que este país se llamara como se llama en la intervención española en México; son elementos que también hacen a la cultura. Para no caer en el romance triste de un pueblo oprimido, hay que acudir a la fiesta para poder nombrarle y jalar el hilo para saber de dónde viene.

¿Hay una forma de relacionamiento interpersonal particular de los pueblos indígenas?

Por supuesto. Si hablamos de una gran población olvidada, oprimida, no incluida, a la que se le reparte dádivas como políticas públicas es claro que una de las formas para sobrevivir es el asunto colectivo. La colectividad también deviene de un asunto de sobreviviencia ante el embate económica, neoliberal, de la conformación de un país sin consulta a los que antes estaban aquí, deviene en la necesidad de tomarnos de los brazos y buscar la lucha juntos. En el caso de Atenco cabe ese ejemplo. En un país en que las cosas parece que nos pasan por arriba una y otra vez, ¿por qué ellos sí pudieron?

¿Por qué ellos sí pudieron?

Alguien a quien ya le quitaron su lengua, a quien le quieren quitar el sustento de su vida que es el maíz, a quien le quieren quitar sus panteones, es decir, su memoria donde están enterrados sus huesos, sus muertos, hace que brote la indignación y te lleva a organizarte.

¿Te resulta paradójico que la apelación al “ser indígena” sea una de las herramientas fundamentales de la defensa del territorio?

Tiene que ver con el desplazamiento, porque no es sólo en México, sino en el mundo. Una sola idea de vida, economía e ideología está siendo ponderada en detrimento de los que no son como los otros. Atenco: fueron por ellos cuando se necesitó un nuevo aeropuerto. El desplazamiento tiene que ver con los recursos naturales, la tierra, el aire. Hasta que no necesitan lo que los pueblos indígenas conservamos con ahínco, van a por nosotros. Esa es la situación que se repite a lo largo de la historia, del territoriomexicano y del mundo. Eso tiene que ver con que quienes cuidan la tierra, el agua y los bosques se han vuelto imprescindibles para la vida y para el negocio.

Y también estar en el territorio

Es el asunto del agua con los yaquis, la madera en Cherán, de Ostula con la tierra, todo está vinculado al binomio pueblos indígenas – conservación de los recursos naturales porque hay otra lógica de relacionarse con la naturaleza, con el otro, que hace que esa preservación sea un asunto codiciable. A partir de eso se desatan campañas en contra, o dinero entre las personas para crear una división entre las personas para generar división.

Has dicho anteriormente que México es un lugar súper diverso pero que siempre ha estado de espaldas a esa diversidad, ¿la resistencia ha sido el camino por el que los pueblos han tomado la primera plana tras haber sido ignorados?

Esta patraña que es México se creó a sus espaldas, los integrantes de los pueblos siempre han sido carne de cañón. La metáfora es que empiezas viviendo a las faldas del Cerro, quieren lo que hay ahí te subes otro poquito y otro y cuando llegas a la punta, está el vacío. Entonces tienes que decidir si te avientas al vacío, lo que sería un suicidio o empiezas a bajar. A pelear por lo que es tuyo. No en balde tenemos en el Zapatismo y en el Sup Marcos el símbolo del Anti neoliberalismo; y no hablo románticamente a nivel local, sino mundial. La reivindicación de ciertos preceptos ante la vida y los otros, que la mayoría de la gente había olvidado.

¿Adelantó las resistencias 20 años?

No sé si las adelantó o las puso en la palestra pública. Si hablemos de una cronología de la resistencia, este es un pináculo, pero fue porque ya no se podía más. El “ya basta”, “nunca más un México sin nosotros”, “por un mundo en que quepan todos los mundos” terminó aglutinando el pensamiento de mucha gente. Después de los zapatistas habemos mucho más indígenas en México. Y a muchos otros les indicó la ruta.

¿El arte es un ámbito que permite identificar lo indígena?

Hay tres niveles: la primera tarea del artista es hacer su trabajo bien, la segunda es pronunciarse por los más desprotegidos y la tercera, es el activismo. El artista tiene que hacerse responsable de la sociedad que lo consume, que lo hace artista. El artista no es el que se encierra en su cuarto a escribir y no le importa más nada. Tiene que hacerse responsable de la ciudadanización de la sociedad que lo encumbra.

¿Existe un arte indígena?

Existen artistas indígenas, los reconocidos a nivel público y los reconocidos desde la comunidad que tienen otro tipo de encargos: los contadores de historias, los músicos, los que acompañan la danza, el rito, los pedidos de lluvia. Existen indígenas, no muchos, metidos en el mainstream: Francisco Toledo, Demian Flores, Lyla Downs, y otros varios que han asumido una identidad a partir de la que generan conciencia hacia los pueblos originarios.

Que no hay lucha jurídica que no sea política es lo primero que este abogado, uno de los principales intelectuales indígenas mexicanos quiere dejar en claro. Y como en toda lucha, se precisa una estrategia: quién es el sujeto que la lleva adelante, contra quién pelea y qué estrategia va a emplear, son elementos previos al derecho. De cómo las luchas por el territorio están cambiando al ámbito jurídico también se habla en esta entrevista.

¿Qué papel juega el derecho en la defensa del territorio?

Veo al derecho como un instrumento como puede haber muchos, no único. No lo veo como la institucionalidad que nos enseñan en la escuela. No lo centro en la ley descarnada, ni en las instituciones encargadas de operarla: hay que ver que esto es una lucha de pueblos contra grupos que los quieren despojar. Como en toda lucha, hay que ver quién mueve ese instrumento. No tiene sentido que un pueblo desorganizado vaya a un tribunal porque puede ser que gane el juicio pero no lo pueda ejecutar. La presa de El Zapotillo (en Jalisco) es un caso típico de cómo han ganado cerca de diez juicios pero la presa sigue.

¿Qué fallo en ese caso?

Que no hay un sujeto político que mueva ese instrumento jurídico.

¿Qué necesita ese quién? ¿Cómo es?

Las luchas jurídicas en tribunales necesitan de una estrategia política. No hay juicios que no sean políticos. No centro la importancia o la estrategia en qué prueba voy a ofrecer, sino en cómo voy a llevar el juicio político: entonces la prueba pasa a ser accesoria. Es el caso cuando detuvieron a Nacho del Valle – dirigente de Atenco – y lo recluyeron. Si uno lee la sentencia, es política. No tiene ningún argumento jurídico en ella que diga por qué lo detuvieron y por qué lo soltaron, y la hizo la Suprema Corte, el máximo órgano jurídico. La estrategia es política aunque la forma sea jurídica.

¿Crees que han sido las amenazas las que han hecho que los pueblos echen mano al reconocimiento indígena como estrategia? ¿Por qué?

Hay una falta de entendimiento de cómo lo indígena se ve desde fuera y cómo se ve desde dentro de una comunidad. Yo soy mixteco, pero soy de un pueblo indígena visto desde fuera. Si voy a la mixteca y le pregunto a la gente si son indígenas me van a decir que no, que son mixtecos. Lo indígena está construido en relación con el otro. Internamente, lo indígena no existe como algo material, sino como un concepto que engloba muchas diferencias culturales. No se consideran indígenas porque no están frente al otro. Cuando éste viene a molestarlos, se asumen, porque los elementos jurídicos están construidos a partir del otro y por el otro. ¿Cuándo comenzó Atenco a reivindicar lo indígena? Después de lo del aeropuerto. ¿Por qué? Porque ven que esos son los instrumentos.

Hay pueblos que mueven el derecho de manera tradicional, por ejemplo: Tila. Como su juicio viene de hace décadas, ellos no usaron el argumento indígena, sino el agrario, el comunal. Ganaron. Y ahora la Corte discute si la comunidad agraria Tila tiene derecho a que la restituyan o a que los indemnicen. Sí importa cómo argumentas. No basta tener el machete y saber usarlo, hay que afilarlo también, diría mi padre.

Entonces, el primer paso es el sujeto, el quien; a continuación reconocer contra quién se está peleando, ¿y luego?

Los abogados necesitamos tener mucha inventiva de cómo hacerlo, de qué interpretaciones podemos darle a la ley de manera que acorrale al juez, que no le quede otra que decir: ¿ahora por donde me salgo? Finalmente, la estrategia tiene que plantearse así: ¿está uno peleando contra el que tiene en frente, la empresa constructora o minera, o está uno peleando contra el Estado que apoyó esa obra? La diferencia es grande.

¿Qué hace esa diferencia?

Si le pegas al que tienes en frente, puede que lo derrotes pero que el Estado busque a otro y lo ponga a terminar el proyecto. Atenco: en la primera etapa de la lucha vencieron la idea de construir el aeropuerto pero no acabó ahí. Históricamente el caso que ilustra esto es el del Movimiento 26 de Julio. Cuando descubren en Cuba el Asalto al Cuartel Moncada y los apresan, está claro que son guerrilleros. Una defensa tradicional se hubiera enfocado a quitar lo político y atenuar la pena que les tocaba. ¿Qué hizo Fidel Castro? Asumir la responsabilidad y dar sus razones políticas. ¿Qué hizo eso? Le creó un problema político al Estado, al que no le quedó otra alternativa que sacarlo de ahí. Eso es estrategia. O le pegas al que tienes en frente o le pegas al Estado. Si lo vences, ya no puede volver.

¿Qué estrategias jurídicas te han sorprendido por lo novedosas?

Por el 2005, la relación de la Policía Comunitaria con el gobierno se puso muy difícil. Nos pidieron que los ayudáramos a armar un argumento de que eran legales, pero en aquel tiempo no había ley indígena en Guerrero. Tuvimos que forzar las disposiciones generales de la Constitución, el artículo 2, en dónde dice que como parte de la autonomía tienen derecho a regirse por sus propias normas e instituciones. Entonces, la CRAC es una institución aunque no haya una disposición específica, como ahora hay. Fue una interpretación novedosa.

Es sencillo, primero el sujeto, luego el enemigo, en un tercer paso la estrategia y después como la vas a instrumentar. Ahí recién entra el derecho. Si tienes el sujeto ves qué capacidad tiene, de acuerdo a sus características, su tamaño, su nivel de organización, su historia, su trayectoria de resistencia, sus símbolos, sus apoyos. De la capacidad que tenga cada pueblo, va a surgir la estrategia y en base a sus características, va a medir la respuesta obtenida.

Así como el “ser indígena” es una construcción, ¿se está construyendo una forma indígena del derecho?

Creo que sí. Hubo en la Corte un ministro, Juventino Castro y Castro, a quien le preguntaron porque la corte no se ocupaba de asuntos indígenas, por 1995 o 1996. Dijo una cosa que jurídicamente era correcta, pero políticamente no: que no se ocupaba de esos casos porque los indígenas no los presentaban. En los últimos diez años, los indígenas han ido mucho a los tribunales: a los agrarios, civiles, a los federales, de amparo. Tiene que ver con que hay profesionistas que les interesan sus derechos y han hecho una promoción interesante. ¿En qué sentido se ha ido creando esta idea de derechos indígenas? En la interpretación novedosa de instrumentos. Cuando comencé a hablar de derechos indígenas, en el 95, en los tribunales se sorprendían que invocara tratados internacionales aunque fuera jurídicamente correcto. Con el paso del tiempo los tribunales y abogados se han visto en la necesidad de prepararse.

Los principales cambios en el derecho ante la presentación de casos indígenas se ha visto en lo siguiente:

– en la legitimidad de los pueblos para reclamar sus derechos por ellos mismos, a través de sus propias autoridades, que hace diez años era inconcebible. ¿Cómo que el gobernador tradicional de los Rarámuris va a venir acá? Ahora eso está claro.

– sobre los tipos específicos de derechos que reclaman: ya no están reclamando derechos individuales ni como comunidades agrarias, sino reclamando derechos específicos como comunidades indígenas. El derecho a ser autónomos, a tener territorio, su propio gobierno, a su propio desarrollo y todos los que puedan entender como derechos colectivos de pueblos.

Foto: Heriberto Rodríguez

Desinformémonos

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«Cuidar la educación infantil y primaria es la clave para el éxito de un país»

América del Sur/Argentina/20 Agosto 2016/Por: Micaela Pérez/Fuente: Cronista

Lo afirma Montserrat del Pozo, promotora de una reforma educativa alejada del modelo tradicional, que pone el foco en la formación del docente y el alumno. De visita en la Argentina, la religiosa española defiende el uso de las redes sociales y los videojuegos en el aula. «La tecnología no es buena ni mala, depende el uso que se haga de ella».

En España es conocida como «Sor Innovación» por ser pionera en aplicar en el aula la teoría de las inteligencias múltiples del psiquiatra estadounidense Howard Gardner y promover la formación de la ciudadanía digital desde la infancia. Montserrat del Pozo es Superiora General de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y lidera un movimiento de reforma educativa centrado en el rol del docente y un modelo de aprendizaje que prioriza las competencias de cada alumno, alejado de la formación tradicional a la que, asegura, en el siglo XXI le cabe el mote de obsoleta. En una entrevista con 3Días, afirma que se trata de «un cambio sistémico, realizable en tres años», y no se desanima frente a las difultades sociales que en países como la Argentina interfieren en el aprendizaje de la población infantil más vulnerable. Por el contrario, dice: » Démosles pan y leche, pero la computadora también, porque donde hay pobreza, hay que dar más calidad. De otro modo, a no ser que le subas una calidad educativa, no serán capaces de salir de esa rueda de miseria. Porque de la pobreza se sale, pero de la miseria, no.»

Hoy la nueva cultura pasa por las pantallas. La educación tradicional debe ponerse a tono con las nuevas tecnologías para poder aplicarlas con éxito en el aula. Usted ha sido y es una promotora de la educación digital…
– Si, desde los nueve años que nosotros tenemos niños con uno por uno, es decir, o una tablet, ordenadores o I-phones. La tecnología acelera el cambio, pero no genera el cambio. Si el colegio ha sido capaz de generar cambios en el currículum, cambios en las tecnologías, cambios en las formas de evaluar, se ha cambiado el rol del profesor, el rol de alumno, si ha sido capaz de generar un tipo de organización de centro para ese alumno, ha creado espacios nuevos, el profesor ya establece unos cambios muy significativos con la tecnología y necesita de la tecnología para la personalización.

También están quienes hoy advierten que un uso abusivo de la tecnología no es bueno en el aprendizaje. ¿Cómo enfrentan ese dilema?
– La tecnología no es buena ni es mala, es el uso que se haga de ella. Se sabe y se ha estudiado neurológicamente que el juego es un motor de aprendizaje. No diría sólo el videojuego, el juego, todo lo que son las redes sociales… Tenemos que generar la ciudadanía digital. ¿Quién la va a enseñar, si no? Si el colegio prohibe el Facebook, que tengan un Twitter, que sepan utilizar estas herramientas como ciudadanos digitales, porque estos cambios no los vamos a poder parar, esto es imparable y va por más.

¿Hay límites en el uso de Facebook, de Twitter? ¿Cómo manejan este tema?
– Cuantos más límites, peor. Límites pocos y claros. No interesa que el alumno sea capaz de utilizarlos de otra forma. Por ejemplo, en Bachillerato, los alumnos prepararon un Congreso de Filosofía y, por Twitter, se relacionaron con varios filósofos de España y fuera de España. Es importante que los alumnos sepan tuitear, no decir solamente «estoy en la playa o tal… «, no. Por ejemplo, saber tuitear el contenido de la conferencia. Es difícil en una conferencia tuitear y estar atento… ¡preparémoslos para eso! Casi es un mapa conceptual. En Facebook, lo mismo. Utilizarlo, por ejemplo, cuando hacemos el tema de emprendeduría social, y cómo puedes generar en Facebook decisiones sobre determinado producto, tiene otra dimensión. Estamos trabajando desde los cinco/seis años un programa de ciudadanía digital, que quiere decir que el alumno tiene que saber qué tiene que poner, cómo lo tiene que poner, qué respeto hay al otro, con autoregulaciones, porque todo lo que es regulaciones y viene de afuera a esta generación cuando le hablamos de Internet, pues…

¿Y qué rol le cabe al docente? En la Argentina los maestros son mal pagos, los alumnos pierden muchos días de clases por huelgas y la educación se resiente. ¿Es posible el cambio cuando existen estos obstáculos de base?
– Bueno, pues hasta el Papa ha dicho que los docentes están mal pagos… ¡En España es igual! En muchos países, nosotros tenemos colegios en Paraguay, Colombia, Venezuela, Brasil… estamos también trabajando en Camerún, y la realidad en África es peor aún. Con todo, el modelo lo estamos llevando a todas partes, no sólo en España y este modelo está germinando. En Camerún había un profesor para 75 alumnos, y nosotras decimos, pues hay que unir: dos, tres profesores con más alumnos, porque nos gusta trabajar lo que llamamos el team teaching, cuantos más profesores hay en el aula, aunque haya más alumnos, más personalizada es la educación. El resultado más fuerte en Camerún es que los colegios de nuestra diócesis son los mejores.

¿Cómo se prepara al docente para bajar estos cambios a la práctica?
– Hemos generado un programa para empoderar al profesorado, el profesorado quiere estar seguro de lo que hace, cuando el cambio es una amenaza, tienes que ver los beneficios, ¿qué beneficios te trae este cambio? Que en el aula el alumno va a disfrutar. Y si el alumno disfruta, tu disfrutas; y si rinde, tu rindes con él. En el aula, un profesor, que es guía, que no lo sabe todo, porque ya se ha democratizado la enseñanza, antes el conocimiento era poder, hoy ya no. Y sí, te encuentras con un profesorado que está sufriendo mucho y que da clases por vocación, que de los 12 meses sólo cobran tres, dificultades de todo tipo, pluriempleos, como sucede en África. En Brasil, el profesorado trabaja dos horas aquí, dos horas allá, en Uruguay es igual. Así y todo, lo que estamos haciendo es que ese profesor preparado ya te está replicando en varios sitios lo que ha aprendido y cómo él aprende a generar esos proyectos y que los alumnos sean protagonistas de esos proyectos.

¿Este modelo implica también un cambio en el sistema de evaluación de los alumnos?
– Sí, es la competencia. La evaluación tradicional se ha basado en el examen y repetir los contenidos del profesor, ahora pasa a querer un pensamiento crítico y creativo, una reflexión del alumno, que tiene que tener conocimientos, sí no los tiene no va a poder reflexionar, pero es mucho más competencial y experiencial. Lo competencial es la puesta en práctica de los que aprendes. Lo que ha cambiado más en la escuela con este modelo es que el alumno es capaz de decir que tiene unas competencias, que sabe hablar en público, ser empático, ser responsable, y eso se evalúa igual que con los puntajes de 7, 8, 9…

Un estudio de OCDE concluyó que en Latinoamérica el rendimiento escolar está por debajo del estándar global y la Argentina figura entre los 10 países donde los alumnos tienen el peor desempeño en las evaluaciones internacionales de lectura, matemática y ciencia. ¿Cómo se revierte esta situación que ha venido agravándose de la mano de un deterioro económico y social en el país?
– El cambio es lento, nosotros estudiamos mucho que el fracaso escolar está en la educación infantil. Si trabajamos bien la educación infantil, esos grupos te cambian toda la primaria. Y el problema está en que en la primaria es donde se domestica a los niños. No es la secundaria. Si se cuida una educación infantil y primaria, creo que es la clave para el éxito de un país. Porque en la educación primaria es donde se dice al niño «no puedes pintar una cara de color rojo o verde», y resulta que un Matisse te la pinta verde… Hay como una disociación entre lo que lo que el mundo vive y lo que tu le estás pidiendo a ese niño.

El tema es cuando los chicos van a la escuela a comer, como sucede en lugares de Argentina. ¿Cómo priorizar allí la calidad educativa?
– Hay una equivocación, y yo me he peleado mucho en congresos cuando me dicen que cuando son lugares carenciados o lugares pobres, hay que darles una educación mínima de alfabetización y que coman… Pues, no. Nosotros en Camerún lo primero que hicimos fue poner Internet y darles pan y leche. Demos pan y leche, pero demos la computadora también, porque donde hay pobreza, hay que dar más calidad, de otro modo, menos van a salirse de ese sistema de pobreza, a no ser que le subas una calidad educativa y sean capaces de salir de esa rueda de miseria. Porque de la pobreza se sale, pero de la miseria, no.

Fuente: http://www.cronista.com/3dias/Cuidar-la-educacion-infantil-y-primaria-es-la-clave-para-el-exito-de-un-pais-20160819-0014.html

Fuente de la imagen: http://3www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/332/2f2/854/3322f285464f9883568d9037416bebaa/sor-innovacion-la-monja-que-esta-revolucionando-la-educacion-espanola.jpg?mtime=1422534685

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Entrevista a Osvaldo Bayer: «El gobierno de Macri es como volver a la Edad Media»

América del Sur/Argentina/20 Agosto 2016/Autora: Silvina Friera/Fuente: La Haine

Acaban de reeditar parte de su obra a través de la Biblioteca Bayer. Emblema de las luchas libertarias, subraya frente a la coyuntura política actual: “Vamos a salir muchas veces a la calle”.

 

“El Tugurio” –así se llama la casa de Osvaldo Bayer sobre la calle Arcos, casi esquina Monroe– es un hogar de puertas abiertas, como corresponde a los ideales de un entrañable anarquista que recibe a escritores, periodistas, estudiantes, amigos y artistas. Hay que atravesar un exiguo pasillo para llegar a un patio cubierto, donde se despliega un festín óptico de potus que cubren de punta a punta una de las paredes. Su mesa de trabajo y lectura es un gran caos de pilas de diarios que no se derrumban por milagros libertarios, hileras de libros entre los que se destacan los cuentos completos de Haroldo Conti y papeles manuscritos. A los 89 años, el escritor, historiador y periodista continúa viajando y dando conferencias por todo el país. Nunca rechaza una invitación. “La salud me responde –dice mientras toma su primer vaso de Campari con hielo–. Hay que vivir profundamente la vida, el amor, los hijos, el estudio, las lecturas… hay que actuar siempre, no encerrarse, mostrar la cara en la sociedad”. Osvaldo sonríe y enumera con orgullo que tiene 4 hijos, 10 nietos, 6 bisnietos y 11 libros publicados; cuatro se acaban de reeditar por la editorial Planeta en la colección Biblioteca Bayer: Rebeldía y esperanza, En camino al paraíso, Ventana a Plaza de Mayo y Fútbol argentino. Hace casi un año, en septiembre del año pasado, murió Marlies Joos, su inseparable compañera durante 67 años. El espíritu combativo de Bayer se prepara para viejas-nuevas batallas. Si antes denunció la explotación y muerte de peones rurales en la Patagonia y acompañó a las Madres de Plaza de Mayo, ahora sabe que hay que poner el cuerpo en las calles para protestar contra el avasallamiento neoliberal de los derechos humanos y sociales. “El gobierno de (Mauricio) Macri es como volver a la Edad Media”, afirma el escritor en la entrevista con Página/12.

Cuando llega esta cronista a la casa de la calle Arcos, Bayer está todavía reunido con Víctor Heredia. Antes que se vaya el músico, anuncia que para sus 90 años –los cumple el 18 de febrero de 2017– va a tirar “la casa por la ventana”. Se viene una fiesta, a todo trapo, en “El Tugurio”, nombre que le puso el escritor Osvaldo Soriano, quien solía juntarse con León Rozitchner y el propio Bayer en el mismo patio con potus. “Para mis 88 años paramos el tráfico –recuerda con satisfacción–. Vino una delegación de gente que se quedó en la puerta cantando. Y se fueron reuniendo y al final cortamos el tránsito. Fue muy lindo. Ojalá que llegue a los 90, espero que sí porque estoy sano todavía. Pero la vida tiene sus encuentros, ¿no? De pronto uno chac –golpea las dos manos como si atrapara un mosquito– y sonó… estoy muy sano y me tomo mis buenos camparis. Estuve preso, me quemaron mis libros, me persiguieron, pero aquí estamos. No me arrepiento de nada, repetiría mi vida tal cual la viví. Me acuerdo que en Ezeiza el militar que me dejó salir al exilio, me dijo: ‘usted nunca más va a pisar el suelo de la patria’. Y sin embargo volví a pisar el suelo de la patria. Y cómo, con toda actividad. Hay que tener fe en el futuro. Voy a vivir hasta los 100 años, me quedan 11 años de vida para escribir mis memorias y recibir todos los días a la gente que viene a visitarme. No me quejo, pienso en todos aquellos escritores que fueron desaparecidos y no pudieron ver el renacimiento de la democracia, como Rodolfo Walsh, mi gran amigo”.

De repente, la mirada de Osvaldo se eclipsa, como si volviera el dolor por una vieja herida que nunca cicatrizó. “La dictadura fue el momento más duro de mi vida, tuve que abandonar el país después de tantos años de trabajo, tuve que abandonar todas mis posiciones, mis lugares de enseñanza, y empezar de nuevo en Alemania. Fue muy duro. Me llevé a toda mi familia porque tenía miedo de que secuestraran a alguno de mis cuatro hijos. La dictadura fue el período más triste de mi vida”, repite el escritor. “La Patagonia rebelde es mi obra fundamental, tardé casi diez años en escribir esos cuatro tomos y quedó para siempre en la historia de Santa Cruz. Por primera vez se escribió sobre esos hechos y se ha tomado como libro de lectura en las escuelas. Me gustó mucho escribir Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, la historia de un bandido absolutamente simpático que repartía el dinero entre los pobres. Nunca se pudo filmar porque no lo permitió ningún gobierno”, aclara el escritor.

–¿Qué opina de lo que dijo el presidente Mauricio Macri, que no sabe si fueron 30.000 los desaparecidos?

–No saber que hubo 30.000 desaparecidos, que es uno de los hechos fundamentales de la política de derechos humanos del país, es de una ignorancia que no se puede perdonar, no se puede disculpar. No saber eso es como no saber qué pasó el 9 de julio de 1816 porque es fundamental para la historia. Los 30.000 desaparecidos va ser siempre la vergüenza más grande de la historia argentina.

–¿Qué explicación encuentra a esa supuesta ignorancia de Macri?

–Macri desprecia la lucha por los derechos humanos. Él nunca intervino en la lucha contra la dictadura. Al contrario, ellos hicieron buenos negocios con la dictadura, así que tiene el mejor recuerdo. En ningún momento se les tocó nada, ni él hizo absolutamente nada por los derechos humanos; es un hombre nulo políticamente. Y sin embargo fue electo… cosas de los argentinos. Lo de Macri presidente es inexplicable, es algo bien argentino, es algo que nos vamos a reprochar toda la vida. Por supuesto yo no lo elegí. Son sorpresas argentinas; tenemos que volver a nuestros orígenes.

–¿A qué orígenes se refiere?

–Al 25 de mayo, qué movimiento, el pueblo en la calle, el pueblo exigiendo libertad, el pueblo eligiendo ser protagonista, ¡qué hermoso! Y no Macri, que nunca estuvo en ninguna reunión popular ni luchó por nada que fuera en beneficio para el pueblo.

–Macri definió a Hebe de Bonafini como una mujer “desquiciada”… ¿Qué le diría al presidente?

–Y bueno… eso lo dice todo de él, ¿no? Si Hebe es desquiciada, entonces lo que será Macri… mejor ni calificarlo porque merecería varios insultos para definirlo bien.

–A medida que la crisis económica y social se agudice, ¿cree que el pueblo se va a movilizar?

–Espero que sí. Cuando empiecen a tomar más medidas regresivas, espero que el pueblo salga a las calles. Hay que exigir más democracia desde las calles.

–¿Cómo analiza este gobierno a más de ocho meses de la asunción de Macri?

–Este gobierno es un gran paso atrás, yo no lo esperaba. El triunfo de Macri fue la gran decepción de mi vida, fue como haber luchado toda la vida para que subiera nada menos que Macri, representante de la ultra derecha. El gobierno de Macri es como volver a la Edad Media. Y no me equivoco cuando digo esto; es un gobierno conservador, para la élite nada más. No puede pensar más allá de los intereses de su clase. No puede. Ni se siente obligado de gobernar para todos. Él gobierna para su clase social, lo demás no le interesa. No sé en qué vamos a terminar con esta presidencia. Creo que va a durar muy poco porque no sabe gobernar para un pueblo que tiene muchísima experiencia política. Macri es un hombre de Barrio Norte y no lo sacamos de ahí. No ha tomado medidas populares para hacer una verdadera democracia, para repartir los bienes, para vivir en forma comunitaria.

–¿Qué piensa hacer Osvaldo Bayer como luchador y anarquista?

–Hay que seguir luchando por más democracia, denunciando los errores y los pasos atrás que el gobierno va a dar con respecto a la verdadera democracia. Voy a luchar para no perder ninguna de las ventajas democráticas que hemos obtenido durante tantos años de lucha. Tengo 89 años y nunca pensé que volvería a ver un gobierno de derecha. No hemos aprendido absolutamente nada, hemos tenido gobiernos de derecha hasta el hartazgo. Ahora volvimos a la década del 30 con un candidato de la llamada aristocracia de Recoleta, como teníamos antes del 45.

La voz de Osvaldo se levanta contra el olvido y la impunidad. En la contratapa de uno de los libros reeditados, En camino al paraíso, el propio historiador “que tira la piedra y nunca esconde la mano” explica su ideario. “Me he propuesto no tener piedad con los despiadados. Mi falta de piedad con los asesinos, con los verdugos que actúan desde el poder, se reduce a descubrirlos, dejarlos desnudos ante la historia y la sociedad y reivindicar de alguna manera a los de abajo, a los que en todas las épocas salieron a la calle a dar sus gritos de protesta y fueron masacrados, tratados como delincuentes, torturados, robados, tirados en alguna fosa común”. Bayer está escribiendo sus memorias en esta misma casa a la que llegó en 1935, cuando tenía 8 años. Antes vivió en Bernal, en Tucumán, en Concepción del Uruguay y Santa Fe, la ciudad donde nació en 1927. Aún no tienen título sus memorias, de las que lleva escritas unas 120 páginas, pero cree que podría ser algo así como: “En un país difícil”….

–¿Por qué Argentina es un país difícil?

–No sé… porque no ha luchado nunca por cimentar su democracia; es un país al que le gustaron las dictaduras. Los gobiernos militares fueron aplaudidos por la población y nunca tuvieron una gran resistencia. Recién la juventud empezó a hacer resistencia en los años 60 y 70, cuando salió a las calles.

–¿Cree que se vienen años oscuros?

–Sí, vamos a tener que luchar mucho, vamos a salir muchas veces a la calle. Ahí estaré, en Plaza de Mayo. Durante el período de asambleas después de 2001, yo pertenecía a la asamblea de Belgrano. ¡Qué positivo fue eso! Qué bien se hablaba, hablaba todo el barrio, que nunca había hablado. Esa es la forma: se va más despacio, pero se va con más libertades, con más alegría y con más fundamentos democráticos; es decir todo para todos. ¡Pero qué increíble que la gente eligió a Macri… qué increíble!

–¿Cuál es el ideal de un gobierno anarquista? ¿Cómo lo imagina?

–El gobierno por asamblea, todo el pueblo tiene que intervenir. Pude comprobar lo positivo que eran las asambleas en la asamblea de Belgrano. Con cuánta sabiduría se habló; hasta las viejitas que nunca habían hablado en toda su vida hablaban. Era un espectáculo hermoso escuchar a los vecinos que nunca en su vida habían hablado y decían lo que pensaban. Qué lindo período fue esa democracia de barrio.

–¿Es posible recuperar ese tipo de experiencias democráticas?

–Este es un momento difícil y complicado, la gente votó nada menos que a Macri, un ultraconservador, un hombre que actuó con las dictaduras. Increíble… vamos a ver qué pasa, antes de abandonar el poder por la reacción popular. Si Macri sigue gobernando nada más que para barrio Norte, no va a durar mucho.

Fuente: http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/osvaldo-bayer-el-gobierno-de
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Entrevista a Melani Cendoya, residente en Cartagena de Indias (Colombia), donde colabora el un proyecto que busca otro tipo de voluntariado FEM y el voluntariado no asistencialista

América del Sur/Colombia/20 Agosto 2016/Autora: Lucía Baskaran/Fuente: Diagonal

El voluntariado ha sido frecuentemente criticado desde distintos frentes. Lo que en principio debería ser una expresión de solidaridad, muchas veces se convierte en un acto narcisista que tiene más que ver con la búsqueda de la satisfacción personal y laselfie con “los pobres” que con el altruismo.

Melani Cendoya (Zarauz, 1988) fue, como muchas otras, con la intención de ver, oír, conocer, aprender, ayudar. Su plan inicial era estar unos pocos meses, pero Colombia y sus habitantes la cautivaron. Tres años después, sigue viviendo en Cartagena de Indias, una de las capitales con mayor tasa de miseria del mundo. Hablamos con ella sobre su proyecto en FEM y el voluntariado no asistencialista.

¿Cómo fueron tus comienzos en Colombia?

Al llegar, empecé a trabajar con una fundación que estaba más pendiente de las apariencias que de otra cosa. Poco después conocí a la politóloga y pedagoga Ana María González Forero y me encantó su filosofía no asistencialista y su forma de trabajar. El voluntariado no consiste en dar lo que tú tienes, lo que te sobra o lo que tú piensas que ellos necesitan. Ellos también tienen capacidad de decisión.

Hace siete años, Ana María fundaba FEM (Fundación por la Educación Multidimensional). En principio estaba enfocada únicamente a la educación infantil, pero posteriormente se dio cuenta de que había muchos más frentes en los que intervenir si quería superar la desigualdad. En FEM no intentamos luchar contra la pobreza, sino contra la desigualdad, que es cada vez mayor, tanto a nivel económico como de oportunidades, acceso a la salud pública o participación ciudadana.

¿Con qué comunidades trabajáis?

Trabajamos con las comunidades más afectadas por la desigualdad: poblaciones indígenas y afro principalmente. A pesar de que la Constitución de 1991 trajo consigo leyes de derechos históricos que protegían a estas comunidades, la mayoría los desconocen. Aquí cerca, por ejemplo, hay una comunidad a la que una marca hotelera está expulsando de su tierra, cuando en realidad ellos tienen derecho a reclamar ese territorio pidiendo la titulación colectiva. Así, si alguien quisiera intervenir en ese territorio, tendría que hacer una consulta previa. Si la comunidad no quiere, no se puede intervenir, por mucho dinero que tengas.

¿Qué hacéis desde FEM para apoyar a estas comunidades?

Principalmente, trabajamos en dos frentes: Hábitat, o la forma de relacionarse con el espacio del que disponen, y Emprendimiento, donde incuban negocios base de pirámide. En FEM les ofrecemos asesoramiento jurídico, contable, de marketing y de plan de negocio. Intentamos impulsarles para que sean ellos los que decidan de qué van a vivir, cómo van a vivir y cómo quieren gestionar su tiempo.

Muchos de los territorios donde viven están en zonas de riesgo: desprendimientos, inundaciones… Nosotras no hacemos la función del Estado, que es movilizarlos a otro lugar, sino que nos centramos en hacer de su espacio un espacio habitable. En el barrio de El Pozón, por ejemplo, las calles están sin pavimentar, no tienen sistema de alcantarillado ni agua, y tienen un caño contaminado al lado. Encontramos a una comunidad de madres que decidieron organizarse bajo el nombre de AMOR (Asociación de Mujeres Organizadas) y que crearon un banco comunitario. Tenían un espacio medio vacío que se estaba usando para tirar basura y querían hacer un parque, ya que El Pozón no contaba con un espacio para los más pequeños. Como para el gobierno estas mujeres son invisibles, desde FEM decidimos intervenir haciendo de puente para que pudiesen negociar con dos instituciones: la Universidad de Pensilvania y la empresa de reciclaje Esentia. Después de muchos meses de trabajo, conseguimos que la Universidad de Pensilvania viniera con once estudiantes (arquitectas, paisajistas urbanos y profesores) y que Esentia nos donase plástico reciclado. Así, si la zona se inunda, el material no se ve afectado. También les propusimos crear una pequeña start up de catering para que cuando El Pozón reciba visitas, sean ellas las que se encarguen de hacer la comida, servir…etc. No intervenimos en comunidades que no estén preparadas. Vimos que las mujeres de AMOR estaban muy motivadas y por eso decidimos intervenir.

¿Cuál es vuestro objetivo con la comunidad de El Pozón?

Nuestro objetivo es que ellos puedan tomar mejores decisiones, tanto por capacidades de conocimientos y de relaciones institucionales respecto al uso de su territorio, porque al final eso es lo que define su estilo de vida. Pero que sean ellos los que decidan, siempre.

Ahora estamos haciendo un prototipo de casa sobre pilotes. Al ser zona inundable, uno de los líderes de la comunidad está viviendo en una casucha con cuatro maderas y sin suelo. Estamos haciendo una recaudación de fondos, si alguien quisiera aportar sería genial. Nuestro próximo proyecto está centrado en la construcción de casas resilientes, es decir, mejorar lo que ya está.

¿Cómo podemos deshacernos de esa filosofía asistencialista del voluntariado que comentabas antes?

Cuando alguien viene de fuera, suele traer ideas y proyectos pensados desde fuera, sin tener en cuenta las necesidades de la comunidad. Cuando vinieron los de la Universidad de Pensilvania, por ejemplo, ya traían un diseño de parque hecho desde allí. No puedes venir y ponerte a construir algo sin dedicarle un par de días a comunicarte con la comunidad. Tienes que adaptar el proyecto para que sea factible para ellos, socializarlo con ellos. Es necesario deshacernos de ese asistencialismo, “como ellos son pobrecitos y yo soy europeo y universitario, les voy a decir cómo tienen que hacer las cosas.” El aprendizaje es bidireccional; trabajando bajo este caliente sol mano a mano dejas a un lado esa verticalidad.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global/31098-fem-y-voluntariado-no-asistencialista.html

Fuente de la imagen: https://www.diagonalperiodico.net/sites/default/files/styles/pantalla_comp/public/foto/20160612_133947_0.jpg?itok=s_LYe-HZ

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