Page 1030 of 1637
1 1.028 1.029 1.030 1.031 1.032 1.637

Ministro de Educación de España: ‘El futuro pasa por hacer páginas web’

Europa/España/18 Marzo 2017/Fuente: Economía Digital

El encuentro reunió a emprendedores de primer nivel de Europa. En las jornadas asistieron tanto los más brillantes creadores de nuevos negocios como los máximos directivos de las grandes tecnológicas del país, como Telefónica. La mesa redonda fue organizada este jueves en Madrid por la prestigiosa revista The Economist para debatir las claves de la economía de innovación en España.

Los organizadores invitaron al ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, para explicar los retos educativos que debe afrontar España para mejorar la productividad y reactivar definitivamente su economía. Frente a la crema y nata de la innovación tecnológica de España (y también de Europa), el ministro Méndez de Vigo explicó lo que el considera la educación del futuro.

“Antes la educación del futuro era hacer documentos en Excel. Hoy es otra cosa. Ahora el futuro es hacer páginas web. Y también aplicaciones y robots”, explicó el ministro ante su audiencia experta en lenguajes de programación, inteligencia artificial, big data y modelos predictivos.

Más de 20 años después del inicio de internet, el ministro está convencido de que el futuro pasa por conocer programas para diseñar sitios en internet. Tras su discurso preparado, en los corrillos del encuentro, los empresarios e inversores mostraban su sorpresa ante el diagnóstico del ministro.

“Me pregunto por qué no se asesoró con expertos en el tema antes de ponerse en evidencia ante una audiencia especializada”, explicaba la responsable de tecnología de una energética española. “Es normal que un ministro de Educación no tenga idea de tecnología, pero lo grave es que ninguno de los asesores le haya advertido que hablar de páginas web en un foro como éste demuestra su ignorancia sobre hacia dónde va el negocio”, agrega un inversor estadounidense.

Los precedentes

El paso de políticos por foros especializados en tecnología suelen causar sorpresas desagradables.

El ministro no participó en la mesa redonda, tal como había hecho en este mismo foro hace dos años el ex ministro de Industria José Manuel Soria, al que el fundador de Idealista criticó por permitir que en España las multinacionales como Facebook, Apple y Google no paguen impuestos mientras las pequeñas tecnológicas españolas deben cumplir religiosamente sus obligaciones con Hacienda.

Soria también había salido escaldado de una visita que hizo al Campus Google, donde los emprendedores le recriminaron por acudir a hacerse la foto y no haya accedido a conversar sobre los problemas  de los emprendedores tecnológicos.

Disponible en la Url: http://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/mendez-vigo-futuro-paginas-web_401254_102.html

Comparte este contenido:

España: «El mundo va mal porque no hay suficiente educación y cultura»

Europa/España/18 de Marzo del 2017/Fuente: El Diario Montañes

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha declarado en las primeras Jornadas Marca Cultura Territorio, que tendrán lugar hasta este viernes, la importancia de potenciar el turismo de la región.

Miguel Angel Revilla ha expresado a los participantes de las primeras Jornadas Marca Cultura Territorio, que se desarrollan hasta este viernes en el Palacio de Magdalena, que hay que hacer un esfuerzo común para potenciar la educación y la cultura. Además se ha comprometido, junto a la presidenta de la Plataforma de Empresas Culturales de Cantabria (PECCA), Laura Cobo, a mantener una reunión en la que abordar una estrategia con la que potenciar el turismo cultural de la región. El jefe del Ejecutivo ha opinado que «cuando falla» la educación y la cultura «todo deriva en teorías xenófobas, que quieren construir muros o plantean guerras santas».

Revilla ha adelantado que el sector encontrará en él y en su gobierno «todo el apoyo posible», porque considera que Cantabria tiene mucho que ofrecer, más aún después de haber «perdido siglos de vender todo lo que hay en un territorio tan pequeño, incluso el nombre de Cantabria, que no se recuperó hasta 1979». En este sentido, ha destacado entre los valores culturales y turísticos de la región que se deben potenciar, en primer lugar el Año Jubilar Lebaniego, que quiere que tenga una «prolongación en el tiempo» y no se quede en un acontecimiento del que se habla «cada seis o siete años».

También ha hecho hincapié en que «no hay ningún lugar en el mundo que tenga un patrimonio arqueológico y subterráneo como esta tierra», recordando que en la comunidad autónoma hay ocho cuevas que son patrimonio de la humanidad.

lo que se refiere al contenido de las jornadas, organizadas por la Plataforma de Empresas Culturales de Cantabria (PECCA) y la Asociación de Artes de Calle del País Vasco (Artekale), la sesión de este miércoles se ha dedicado a los retos y oportunidades para los agentes públicos y privados y al papel de las industrias culturales y creativas en la era de los destinos turísticos inteligentes.

El jueves se hablará sobre la creación de redes en la industrias culturales, centrándose en el caso de las artes escénicas y sobre la financiación pública y privada.Para concluir el viernes con una ponencia sobre las iniciativa privadas y las políticas públicas y una mesa redonda sobre las industrias creativas y culturales o «disfrutar trabajando en lo que te gusta».

Fuente: http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/201703/15/revilla-mundo-porque-suficiente-20170315122740.html

Comparte este contenido:

Reformular la formación ciudadana

Por: Juan Carlos Tedesco

La formación ciudadana es uno de los objetivos permanentes de los sistemas educativos democráticos. Ciudadanía, democracia y educación pública gratuita y universal tuvieron la misma matriz de origen: la construcción del Estado-Nación. En ese contexto, la formación ciudadana fue concebida sobre dos grandes pilares: desde el punto de vista emocional era necesario promover adhesión a la identidad nacional por encima de las identidades particularistas de carácter religioso, étnico o lingüístico. Desde el punto de vista cognitivo, era necesario brindar las informaciones básicas acerca del funcionamiento de la institucionalidad democrática. La traducción de estos objetivos en prácticas escolares se produjo a través de disciplinas que tuvieron distintas denominaciones pero todas ellas giraban alrededor la “instrucción cívica” y por medio de la incorporación de rituales que otorgaban carácter sagrado a los símbolos patrios como la bandera, el himno, el escudo y a los héroes “nacionales”.

Las profundas transformaciones políticas, económicas y culturales que caracterizan a la sociedad actual han modificado radicalmente el contexto y los desafíos que enfrenta la formación ciudadana, al punto tal que se cuestiona incluso la idea misma de ciudadanía, que tiende a ser reemplazada por categorías tales como “cliente”, “consumidor” o “usuario”. Frente a estas opciones profundamente regresivas, se nos presenta el desafío de revitalizar la formación ciudadana orientada a la construcción de sociedades más justas, tarea más urgente que nunca cuando vemos cómo crecen las opciones racistas, xenófobas y fundamentalistas.

El primer punto a considerar es la enorme complejidad de la tarea. Formar ciudadanos para sociedades más justas supone promover adhesión a la justicia, lo cual es muy diferente a promover adhesión a la Nación. El espacio de desempeño ciudadano es cada vez más planetario y no tenemos -al contrario- posibilidades de apelar a lo sagrado sino a mayores grados de reflexividad, particularmente desde las exigencias de solidaridad que implica vivir con el otro. La dimensión cognitiva de la nueva formación ciudadana no puede reducirse al conocimiento del funcionamiento de las instituciones democráticas (ellas mismas en procesos de profunda transformación) sino al conocimiento y la capacidad de analizar una enorme cantidad de informaciones y documentación que eviten que los debates de problemas ciudadanos se concentren en los expertos y den lugar a un nuevo despotismo ilustrado.

La débil capacidad de los ciudadanos para romper la opacidad con la cual funcionan actualmente las organizaciones políticas, tanto los partidos como los órganos de gobierno, está provocando una distancia cada vez mayor entre gobernantes y gobernados, desconfianza en la democracia, crisis de representación y la aparición de nuevas formas de expresión ciudadana. Pero para participar en estas nuevas formas es necesario estar dotado de competencias básicas, tanto éticas como cognitivas, que sólo pueden ser adquiridas en los procesos educativos formales obligatorios y universales. Es allí donde debemos poner la prioridad y la urgencia en la definición de estrategias de acción curriculares y didácticas. Pero esto es válido también para los niveles superiores del sistema educativo, donde se forman las elites dirigentes -tanto políticas como culturales, empresariales y científicas- que deben asumir mucho mayores niveles de responsabilidad por las consecuencias sociales del uso del conocimiento.

Sabemos que los aprendizajes complejos requieren estrategias complejas. Se trata, nada más y nada menos, de formar en eso que Edgar Morin reclama hace tiempo: formar en el pensamiento sistémico. Y para seguir con los clásicos, volvamos al concepto de experiencias de aprendizaje, que John Dewey desarrolló hace ya varias décadas. No se trata de una materia más o menos, sino de definir: ¿Cuáles deberían ser las experiencias de aprendizaje que diseñemos para que nuestros estudiantes, en sus diferentes niveles, logren adherir reflexivamente al ideal de una sociedad más justa y recuperen -para defenderlos activamente- los valores de la democracia? Desafío difícil pero urgente y necesario.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/14/reformular-la-formacion-ciudadana/

Comparte este contenido:

Belgica: asegura que invertir en la educación en zonas de conflicto significa «invertir en paz»

Europa/España/18 Marzo 2017/Fuente: Expansión

El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, ha asegurado este viernes que invertir en la educación en zonas de conflicto significa «invertir en paz» y en el futuro.

«Cada niño debe tener la oportunidad de aprender», ha señalado Stylianides en un desayuno informativo del Fórum Europa. «Cuando invertimos en educación, invertimos en paz y estabilidad, en el progreso y, por su puesto, invertimos en el futuro», ha añadido.

El comisario europeo ha recalcado que la educación es «la base de todo lo demás» y que sirve de escudo protector para los niños que viven en zonas de conflicto.

«Con la educación podemos protegerles de muchos tipos de violencia. Podemos protegerles para que no sean reclutados por grupos terroristas o de la mano de obra infantil», ha asegurado Stylianides.

Según el comisario europeo, la educación también da a los niños «un sentido de dignidad y normalidad» y, además, sirve para prevenir a las generaciones perdidas.

«Todos reconocemos que la educación es un derecho humano. Al menos 40 millones de niños no están escolarizados en las zonas de conflicto», ha asegurado. «Debemos cerrar esta brecha», ha señalado.

Para resolver esta situación, Stylianides ha asegurado que un 60 por ciento de la financiación europea para la educación va destinada a zonas de conflicto.

COOPERACION Y COORDINACION

«Sólo obtendremos resultados sólidos si todos nos coordinamos y cooperamos mejor», ha señalado Stylianides. «Todos debemos prevenir antes que curar», ha añadido.

El comisario europeo ha advertido que para mejorar la situación también hay que involucrar al sector privado y «tener en cuenta la experiencia de sus expertos» y apoyar a la mejora de la capacidad de los profesores. «Sin maestros cualificados, no puede haber una educación», ha asegurado.

Disponible url: http://www.expansion.com/agencia/europa_press/2017/03/17/20170317124503.html

 

Comparte este contenido:

Robotización y ecología, retos de la sociedad y la educación

Por: Pablo Gutiérrez Álamo

La iniciativa Diálogos por la educación de La educación que nos une pretende extender la discusión sobre el sistema educativo ahora que se está hablando tanto de pacto.

Yayo Herrero (Ecologistas en Acción) y Francisco López Rupérez (expresidente del Consejo Escolar del Estado) hablaron de los retos que nos esperan a la vuelta de la esquina, una robotización, automatización, de gran cantidad de procesos y trabajos, en un mundo que está aguantando unas tensiones ambientales, sociales y políticas que hay que tener presentes.

Ambos fueron los encargados de abrir el ciclo de Diálogos por la Educación organizado por La educación que nos une, en colaboración con el Ateneo de Madrid, el Ayuntamiento y El Diario de la Educación.

Ante una creciente robotización y automatización de los procesos productivos en un futuro muy cercano, López Rupérez defendió una educación apoyada por igual en dos pilares: los conocimientos y las competencias personales. Capaz de dar herramientas, en ambos sentidos, para estos desafíos que las personas de los países desarrollados habrán de enfrentar, en un mercado de trabajo de alta cualificación. Conocimientos profundos para poder alcanzar trabajos de cierta cualificación, al mismo tiempo que competencias relativas a la gestión de la incertidumbre.

Pero ¿seremos capaces de sostener la vida en este escenario de mecanización? Yayo Herrero centró su mirada en la necesidad de proteger la vida, los ecosistemas, y mirar a las personas, fundamentalmente mujeres, que son responsables principales de la reproducción y sostenimiento de la vida. Una mirada puesta en qué clase de sociedad queremos, con la que definir qué educación necesitamos.

En un futuro que efectivamente parece cada vez más mecanizado y robotizado, Herrero se pregunta si será sostenible dados los costes en materiales y energía que supondrá esa enorme transformación.

En cualquiera de los dos casos, la educación tiene un papel principal, no tal vez como responsable de todos los cambios y mejoras, pero sí como transmisora de los valores que la sociedad quiere transmitir.

También vive en un momento de encrucijada que la obliga a grandes transformaciones. Tanto Francisco López Rupérez como Yayo Herrero entienden que ha de haber una mayor implicación e interconexión entre las enseñanza de las humanidades y de las ciencias, un mayor peso de la investigación neurocientífica relacionada con la importancia de las emociones en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Todo esto con un currículo “insoportablemente extenso”, en palabras de López Rupérez, que debe pensarse de otra manera, para generar aprendizajes profundos para evitar “surfear por la superficie” de los contenidos. Un diseño curricular que podría hacerse por etapas educativas, y no por cursos concretos.

Un currículo, reflejo de lo que la sociedad cree que es importante, dijo Herrero, quien ve la necesidad de que se conecte con los problemas que vivimos (escasez de materiales, de energía fósil, de aumento de las desigualdades y la violencia), frente a un conocimiento parcelado por materias.

Un aprendizaje, además afirmó Herrero, que debe estar conectado con los cómos, un aprender haciendo, colaborando el alumnado y conectado con el entorno de cada centro. Eso sí, que no olvide la importancia de los conocimientos, como base imprescindible sobre la que trabajar las competencias, dijo López Rupérez.

En definitiva, vivimos un momento de profundo y acelerado cambio que nos exige pensar profundamente en qué sociedad queremos y qué educación necesitamos para alcanzarla.

La próxima mesa se desarrollará el 29 de marzo y tratará sobre la doble red, pública y concertada y los retos que también se plantean en un ciclo temporal que ha endurecido las posiciones sobre el papel que debe cumplir cada una de ellas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/10/robotizacion-y-ecologia-retos-de-la-sociedad-y-la-educacion/

Comparte este contenido:

España, entre los países de Europa con menos escuelas públicas

Europa/España/18 Marzo 2017/Fuente: RNV

España es el cuarto país de Europa donde menos escuela pública hay en Secundaria y el tercero en Primaria. En concreto, un 69% de los alumnos españoles de Secundaria acuden a centros públicos (68% en Primaria), un porcentaje que en todo el continente solo baten Bélgica, Reino Unido y Malta, según datos de Eurostat (los de Holanda están en revisión). En el otro extremo, países como Irlanda, Rumanía, Croacia, Alemania o Finlandia superan el 90% de sus alumnos en centros públicos.

España ocupa también el cuarto lugar en cuanto a la presencia de colegios concertados (privados sostenidos por fondos públicos), que suman el 28% de la oferta educativa estatal, tanto en Primaria como en Secundaria. El restante 3% estudia en un centro privado. Esta categoría replica la tabla de la escuela pública: Bélgica, Reino Unido y Malta son los países con más escuelas “privadas dependientes del Gobierno”, como las denomina la Unión Europea, según se observa en el gráfico elaborado por Statista, desglosado entre Primaria y Secundaria.

La escuela concertada no es por tanto una anomalía del sistema español. Podría serlo su alta presencia, pero ni siquiera es el país europeo que más tiene. Sin embargo, sí que está enmarcada en un grupo de cuatro naciones, junto a las tres ya referidas, que se sale mucho de la composición típica europea del sistema educativo. Mientras estos cuatro países no alcanzan un 70% de escuela pública, el resto de la UE de los 28 no baja del 80%. La media europea es de un 81% de escuela pública, 13% de concertada (en cada país con sus características) y 6% de privada.

El 60%, en manos de la iglesia

El debate sobre escuela concertada sí o no es recurrente en España. Estos centros surgieron a mediados de los años 80, cuando tras la dictadura el gobierno socialista quería universalizar la educación pública y gratuita, pero no tenía los colegios públicos necesarios para ello ni los fondos para construirlos.

Así que Felipe González tiró de centros privados, a los que pagaría los salarios de los docentes y otros gastos generales a cambio de que se integraran en el sistema público. Colegios públicos y concertados forman parte de la misma red hoy en día, comparten derechos y deberes al menos en teoría. Treinta y algún años después, la red concertada se ha hecho con aproximadamente dos millones de alumnos y 130.000 profesores repartidos por 3.500 centros.

En los últimos años, bajo el Gobierno del PP y su ley educativa, la escuela concertada se ha beneficiado de un empujón político. La LOMCE privilegia la elección de centros por parte de las familias, lo que en la práctica supone un impulso a la educación privada y concertada en detrimento de la pública, ya que antes se garantizaban plazas suficientes en centros públicos y ahora simplemente “garantizarán la existencia de plazas suficientes”.

En regiones como Madrid se ha impulsado la cesión de suelo público para colegios privados sostenidos con fondos estatales. Según UGT, entre los años 2000 y 2013 se cedieron 82 parcelas para construir este tipo de colegios. En los barrios de nuevo desarrollo, por ejemplo, es habitual que se abran más centros concertados que públicos.

Entre las principales pegas que ponen los críticos a la escuela concertada está que la Iglesia controla alrededor de seis de cada diez centros de este tipo a través de Escuelas Católicas, por lo que el Estado estaría financiando a estas entidades. El resto pertenecen a cooperativas o agrupaciones de distinta índole.

A este sector también se le acusa de seleccionar a su alumnado, algo que en el sistema público no se puede hacer y en teoría el privado concertado tampoco, de manera que los estudiantes con más necesidades o necesidad de atención diversa podrían quedar fuera de estos centros.

¿Más caros o más baratos?

Una de las principales quejas de los colegios concertados es que el módulo reciben es insuficiente para sufragar sus gastos, casi la mitad del gasto real. La educación concertada, afirman los sindicatos del sector y Escuelas Católicas, es más barata que la pública para el Estado. Pero no porque cueste menos, sino porque el Gobierno les paga de menos. Según datos del Consejo Escolar del Estado, estos centros recibieron en el curso 2012/13 unos 6.300 millones de euros, lo que supondría 6 de cada 10 euros de sus ingresos.

Así, el coste para el Gobierno de cada alumno en la escuela concertada sería de 2.670 euros en los colegios concertados frente a los 5.348 euros de los centros 100% públicos, según un estudio del CIS.

Sin embargo, un informe de Izquierda Unida rebatía estas cifras y las achacaba a las circunstancias en las que operan unos colegios y otros. Los profesores en la escuela concertada cobran menos y tienen más alumnos. Generalizando, los colegios tienen ratios más altas pero no alumnos que necesiten atención especial en clase o desdobles, aspectos que abaratan la educación. IU concluía que, a igualdad de condiciones, el gasto sería el mismo en una red u otra: 4.185 euros por alumno.

En el eterno debate hay una evidencia. Acabar con estas escuelas, como llegó a proponer Podemos y exigen IU y otros partidos y agrupaciones de izquierdas, plantea varios problemas. Qué se hace con los alumnos de estos centros, que la red pública no puede asumir. Si se pueden cerrar algunas unidades sí y otras no, de manera que incluso dentro de un mismo centro coexistan diferentes aulas. O qué ocurriría con sus profesores, que tendrían que equiparar su estatus y condiciones con los de sus compañeros funcionarios.

Fuente: http://rnv.gob.ve/espana-entre-los-paises-de-europa-con-menos-escuelas-publicas/

Comparte este contenido:

Combatir el absentismo, prevenir el abandono

Por: Saray Marqués

Intervenciones lentas, medidas que coaccionan y no motivan, ¿cómo estamos fallando con los alumnos que dejan de asistir a clase?

Mejoramos, pero no lo suficiente. Según el último informe PISA los alumnos españoles que faltaron al menos una jornada escolar en las dos semanas previas a la prueba, realizada en 2015, rondaba el 25%. En 2012, alcanzaba el 28%. Esto convierte a España en una de las pocas naciones que avanza en este apartado, en que la media de la OCDE pasó del 15 al 20%.

Mucho más que pellas

La brecha con respecto a la OCDE se reduce, pero seguimos por encima de la media en una cuestión no menor. Según PISA, faltar a clase, además de hacer que el alumno pierda oportunidades de aprender (en Ciencias, puntuaron 36 puntos menos que los alumnos que no faltaron -29 descontando el nivel socioeconómico del estudiante y del centro-, el equivalente a casi un año de escolarización), puede convertirle en disruptivo y afecta también al centro, dando lugar a un “ambiente disciplinario”, y a los compañeros, que pueden querer imitarlo.

El absentista de hoy es el desertor de mañana y está expuesto en mayor medida a trabajos precarios, embarazos adolescentes o abuso de drogas y alcohol.

El porcentaje de alumnado absentista en la enseñanza obligatoria es minoritario, no rebasa el 5%. El profesor de Lengua y Literatura y director del IES Bovalar de Castelló, Toni Solano, asegura que es el caso de su centro, pero que ese 5% “ocupa una atención de cerca del 60% de la jornada laboral” del equipo directivo entre informes, expedientes, derivaciones al aula de convivencia, protocolo de absentismo, llamadas y entrevistas a las familias y elaboración de programas. Y lo que es peor, “siempre deja la impresión de que no se resuelve favorablemente”.

Solano, autor del reciente post Absentismo: matar moscas a cañonazos, cree que muchas veces la escuela actúa en solitario, sin apoyo real de toda la comunidad educativa: “Sabemos que, con estos alumnos, un chaval salvado de las garras del abandono escolar es todo un éxito. No dedicarles horas y esfuerzo los convertirá en personas que necesitarán en el futuro subsidios o atenciones sociales mayores, y que repetirán sobre sus hijos este mismo modelo. En los centros nos tomamos muy en serio a estos alumnos, aunque tenemos que elegir a veces entre el derecho de unos y las obligaciones de otros”.

Alude al dilema entre el derecho de todo el grupo a una educación de calidad y la obligación de asistir de un alumno que no quiere hacerlo, “en ocasiones incompatibles”. Tanto, que en casos extremos el centro puede llegar a dejar de notificar ciertos casos de absentismo si ve que cada vez que el alumno vuelve se producen problemas graves de convivencia.

Protocolos en entredicho

Para Solano, los protocolos son lentos, farragosos, y poco o nada efectivos: “Requieren que se detecte la acumulación de faltas (un mes), la notificación del tutor a las familias (15 días), la revisión por parte del equipo directivo (otros 15 días) y el aviso a Servicios Sociales (una semana). Unos dos meses de burocracia -todo se ha de enviar por correo ordinario siguiendo el procedimiento administrativo- en que el alumno puede estar faltando más o menos de continuo. Cuando interviene Servicios Sociales firmará un compromiso de asistencia que quizá incumpla de nuevo pasadas unas semanas, con lo que volvemos a empezar el ciclo”.

Pero, ¿cuál es la alternativa? Solano considera que han de buscarse medidas sancionadoras distintas, “educadoras y, en la medida de lo posible, correctoras”, para que el alumno no vea en el expediente y expulsión una vía de escape, y más personal especializado en convivencia, y con más horas. Algo ilusorio en centros que se las tienen que apañar hoy con un orientador para 650 alumnos y en los que los profesores de compensatoria, “si los hay”, se suelen centrar en el alumnado con necesidades educativas especiales.

También aboga por replantearse la condición de la asistencia a clase para obtener la renta mínima de inserción. A su entender, deberían existir filtros más rigurosos (no un mero certificado de matrícula, como a veces sucede) y podrían establecerse ayudas con dos tramos, uno fijo y uno variable, en función del aprovechamiento educativo del alumno, medido según su esfuerzo, actitud e interés.

Matiza Solano que no cuestiona a los profesionales de los institutos ni de Servicios Sociales sino el sistema. Un sistema que, desde su perspectiva, comienza a hacer aguas en la transición a Secundaria, en la que falla el trasvase de información -“En junio no sabemos quién va a sumir las tutorías de 1º de ESO, así que resulta complicado establecer criterios comunes entre los maestros de 6º y los profesores de 1º”- y en la que muchas familias pierden contacto con el profesorado -“Los perciben como lejanos y dispersos, pues de un tutor pasan a tener 10 o 12 profesores”, mientras que todavía existen padres y madres que creen que con Primaria es suficiente, sobre todo si hacen falta manos en casa o si surgen problemas en clase.

1º de ESO, un curso crítico, en que las tasas de promoción suelen desplomarse, lo es también para el absentismo. Es en ese curso cuando comienza a fraguarse el desapego hacia la institución educativa, “hasta considerarla una cárcel a la que las autoridades te obligan a asistir, sobre todo si cuentas con la tolerancia de tu familia ante el absentismo y si tu grupo de amistades lo refuerza”, analiza el director.

Trabajo de todos

Desde el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Barcelona, Ariadna Munté coincide a medias. Sí lo hace en que el del absentismo es un trabajo de todos y en que han de darse soluciones desde Servicios Sociales, la familia, el barrio y la escuela para lograr una escolarización diferente: “La voluntad del padre y de la madre interviene, pero no es el único factor. Hay que detectar a tiempo qué hace que una familia no lleve a su hijo a la escuela, porque con los años cederá a las presiones de éste”.

Munté propone comisiones sociales en los centros en que estén implicadas las familias, los maestros, Servicios Sociales. Y asegura que en Barcelona, donde trabaja, los protocolos de absentismo no acaban de funcionar porque no suponen una cobertura global: “Las escuelas hacen llegar a Servicios Sociales un caso de absentismo de larga duración, cronificado, y se nos pide que vayamos a hablar con la familia para ver qué pasa, que de algún modo les forcemos a llevar a sus niños al colegio empleando las ayudas sociales como coacción, y esto no creo que funcione, creo que más bien puede reproducir el problema”.

Advierte que al enviar la lista de absentismo a Servicios Sociales las escuelas sienten en ocasiones que la responsabilidad cambia de tejado: “Las escuelas también han de jugar un papel. El sistema no lo facilita, pero también ellas han de intervenir en el acompañamiento de las familias”.

Como las ayudas disuasorias, Munté ve en las aulas de escolarización externa un “parche”. Actuaciones de éxito serían, en cambio, para ella las llevadas a cabo en contextos como el barrio de La Milagrosa de Albacete, que, a punto de cerrarse en 2006, inicia un proyecto nuevo incorporando actuaciones de éxito y pasa de 105 niños, de los que 45 acuden regularmente, ese año, a 161, de los que 157 van todos los días, en 2009. Se trataría de ir resolviendo caso por caso con las familias, y de nunca bajar los brazos: “Siempre es posible reenganchar, incluso cuando un chico o una chica llevan toda una carrera de fracasos, lo que ha condicionado la construcción de su identidad personal como fracasado o fracasada”.

Alumno pasivo

También para Pedro Uruñuela, presidente de la asociación CONVIVES, hay posiciones que no tienen cabida frente al absentismo, como aquellas de “el instituto no es una ONG”, o los intentos de quitarse a esos alumnos de en medio, negociando con Inspección, o, incluso, con el propio alumno (“tú te quedas al final de la clase, no me molestas y yo no me meto contigo”). Y asegura que están ahí: “Es tirar la toalla. En su lugar, hay que pelear por esos alumnos, por cambiarlos”.

Uruñuela entiende que, antes de fijarse en el alumno absentista, el profesor ha de hacerlo en el pasivo, “el que no trae los apuntes ni el material, ni entrega los trabajos… el que empieza faltando a primera hora, a última, a una asignatura, un día, dos, el que de repente se transforma y ya no es pasivo y se dedica a molestar, a no dejar dar clase”. Actuar en “los pródromos de la enfermedad”, preguntándose cómo puede facilitarle a ese perfil de alumno el aprendizaje es en estos casos muy difícil, pero ineludible.

Menciona cómo, por ejemplo, en uno de los estudios llevados a cabo durante su etapa en el Observatorio Estatal de la Convivencia, uno de cada tres alumnos de Secundaria aseguraba que apenas se enteraba de lo que se explicaba en clase, y a dos de cada tres casi no les interesaba nada: “A los profesores se les valoraba, solo un 6% aseguraba tener algún problema con ellos, pero se detectaba un fallo en el planteamiento educativo, el currículum, que no se adaptaba a sus necesidades”.

Lección de Primaria

En muchos institutos el absentismo procede del colegio en hasta un 80% de los casos. Sin embargo, en Primaria también se encuentran fórmulas replicables.

Santiago Ferreiro, director del CEIP María Sanz de Sautuola de Santander, si bien reconoce que Secundaria tiene sus peculiaridades -“las familias están mucho más desarmadas”- explica que “la mayoría de las medidas eficaces son las que se toman dentro del entorno del centro, con puentes hacia ellas”.

Sabe de lo que habla. Su programa de absentismo fue premiado a finales de los noventa por el Ministerio de Educación. En esa década pasaron de tener numerosos alumnos que de 180 días lectivos iban 20 o 30 a la situación actual: de 400, 50 están supervisados por el programa de absentismo pero, de estos, 25 no llega al 20% de faltas de asistencia.

Concluye Ferreiro: “Normalmente el absentismo está asociado a otros problemas, y ayudando a resolverlos se puede atajar. Cuando participamos en el plan de realojo del poblado chabolista [de La Cavaduca, del que procedía la mayor parte del alumnado], las principales preocupaciones de las familias eran poder comer todos los días, resolver las goteras, acabar con las ratas, tener higiene, pues no contaban con agua corriente… Ir al colegio figuraba en el séptimo u octavo lugar. Cuando se logra una vivienda digna, la educación sube en esa escala hasta el segundo o tercer escalón. Ya no nace falta insistir. Medidas globales sí debe haber. Y análisis de cada caso: tenemos un niño de seis años al que no le gusta venir. Los padres intentan traerle pero llora… Se lo pasa bien el resto de la mañana, pero la entrada supone un conflicto. Cualquier intervención de Servicios Sociales sería un error. Necesita más tiempo que los demás para venir al cole con ganas, a gusto”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/13/combatir-absentismo-prevenir-abandono/

Comparte este contenido:
Page 1030 of 1637
1 1.028 1.029 1.030 1.031 1.032 1.637