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Boaventura de Sousa Santos inicia ciclo de formación permanente

CII-OVE

El destacado intelectual y líder social Boaventura de Sousa Santos iniciará el ciclo de conferencias que impulsa el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación (CII-OVE), en alianza con la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP-H) de Argentina, el Centro Internacional de Pensamiento Crítico Eduardo del Rio (RIUS) y el CSIIE de la CNTE de Michoacán, estos dos últimos de México, 32 organizaciones sindicales y gremiales de los y las docentes vinculadas el Grupo de Contacto Internacional (GCI), la maestría en educaciones populares de la Universidades de Luján (Argentina), Universidad de Panamá, UPN Núcleo Zamora, México y el tejido nuestro americano de organizaciones en defensa de la educación pública.  NUESTRAS CONFERENCIAS SON GRATUITOS, DE LIBRE ACCESO Y COLOCAREMOS LAS GRABACIONES A DISPOSICIÓN DEL PÚBLICO 

Esta Conferencia de Boaventura el 10 de junio de 2020, a las 15 horas de México,  16 horas de Caracas, 17 horas de Argentina, apertura el programa y repositorio de formación permanente en pensamiento crítico para los y las docentes de América Latina y el Caribe, que estará a disposición en este portal

Boaventura de Sousa Santos es doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático, ya jubilado, de Sociología en la Universidad de Coímbra.1​ Es director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de Abril de esa misma universidad; además, profesor distinguido del Institute for Legal Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison.1

Se le considera un intelectual con reconocimiento internacional en el área de ciencias sociales, popular en Brasil por su participación en varias ediciones del Foro Social Mundial.2​ Ha publicado trabajos sobre la globalización, sociología del derecho, epistemología, democracia y derechos humanos. Sus obras se tradujeron al español, Inglés, italiano, francés, alemán y chino.3

El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) publicó recientemente una compulación de su trabajo

 

Los esperamos a todes el miércoles 10 de junio de 2020

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OVE entrevista a Juan C. Sánchez: “Pedagogía con praxis política descolonial”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Escuchamos y conocimos a Juan Carlos Sánchez–Antonio a través de sus importantes y profundos artículos en donde devela las distintas formas de poder, control y dominación por parte del sistema capitalista en su fase neoliberal que alienan las subjetividades de las sociedades, su lugar de enunciación es con base en su cultura originaria Zapoteca, en donde asevera que es mal llamada “indígena”.

Es Doctor en Filosofía Política por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estancia de investigación doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid. Estancia de investigación posdoctoral en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Se especializó en el pos–estructuralismo francés (Michel Foucault), el giro descolonial latinoamericano y las epistemologías indígenas mesoamericanas. Recibió el premio Ensayo Revista Claridades 2019, por parte de la Universidad de Málaga, España. Sus líneas de investigación son: relaciones de poder, construcción de subjetividades, procesos descoloniales y epistemologías indígenas.

Sus dos últimas publicaciones son: Insubordinación de los saberes sometidos y emergencia de las epistemologías otras. Revista Tabula Rasa, Colombia (2020). Y Abrir las ciencias sociales: transmodernidad, pluralismo epistémico y diálogo mundial de saberes. Revista utopía y praxis Latinoamérica. Revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría política. Venezuela. (2019). Actualmente está en la modalidad de retención en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel C.

Desde su cosmovisión originaria, ética y estética, lo han llevado a investigar, anunciar y proponer que, los saberes ancestrales de nuestras culturas originarias, son la base para la construcción de otras educaciones y otras pedagogías. Esas otras educaciones y pedagogías a las que se refiere Juan Carlos son las que buscan ser descoloniales, con la utopía de que los pueblos se liberen del yugo opresor y dominador de las ideologías colonialistas eurocéntricas y norteamericanas. Ante esto nos asevera que “Ante este colapso ambiental y civilizatorio es importante descolonizar las pedagogías eurocéntricas, coloniales y ecocidas para superar el capitalismo y la modernidad–posmodernidad desde la amplia visión ecológica de las pedagogías del sur global”.

 

Juan Carlos, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Nací en un pueblo llamado San Pedro, Comitancillo, Oaxaca, México. Mi lengua materna es el zapoteco, perteneciente a la cultura binnigula´sa´, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Provengo de una familia humilde, dedicada por mucho tiempo al campo. Mi padre, el señor Juvencio Sánchez Altamirano, falleció en el 2006. Mi madre, la señora Isabel Antonio Jiménez, aún vive. Somos siete hermanos en total; todos hablamos el zapoteco. Soy profesor de primaria. Estudié la Normal Urbana Federal del Istmo (ENUFI) y me gradué en el 2006, con una plaza de primaria, adscrita hasta ahora en la sierra mixe, de Oaxaca.

De niño y de joven siempre fui muy inquieto. Durante mi formación en una escuela normal para profesores rurales, por curiosidad intelectual, me acerqué a la pedagogía crítica a través de las obras de Henry Giroux y Peter McLaren. Mi acercamiento a la educación crítica fue por insatisfacción cognitiva, pues muchas de las teorías que revisábamos en la carrera no respondía a los problemas que vivía en mi pueblo: pobreza, desigualdad, explotación, falta de oportunidades, etc. Las corrientes pedagógicas que consumíamos en las aulas de la ENUFI, en ningún momento me permitían comprender críticamente mi contexto, mi condición de pobre e indígena. Este coraje e inquietud por responder la desigualdad, las injusticias, la explotación y la pobreza social en el estado de Oaxaca y el país, me obligó a revisar desesperadamente la pedagogía crítica radical y anti–capitalista de Henry Giroux, Peter McLaren, Paulo Freire, la teoría crítica, el marxismo y el pos–estructuralismo francés. Actualmente, me he especializado en el pensamiento descolonial latinoamericano y las epistemologías indígenas mesoamericanas.

Cuando me gradué en el 2006, justo cuando falleció mi padre, el gobierno del estado de Oaxaca, a través del IEEPO, asignaban en momento, a todos los graduados de las Normales para profesores, una plaza como docente. En ese tiempo, cuando recién había egresado, estaba el problema de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) al cual me acerqué con mucha simpatía política. Con mi aproximación a las pedagogías críticas radicales, y a la teoría crítica alemana, coincidí con las luchas de la sección 22 en contra de las políticas educativas del gobierno federal dese el 2006 hasta la fecha. Desde ahora, tengo un profundo interés por los movimientos sociales, las teorías contestarías anti–capitalistas y todas aquellas movilizaciones y praxis anti–hegemónicas que procuran cuestionar el sistema económico neoliberal capitalista y las ideologías sociales y educativas que las encubren y legitiman.

Considero que una buena pedagogía contestataria requiere siempre de una praxis política, educativa crítica y descolonial que se involucra también en los movimientos sociales y revolucionarios anti–capitalistas. De ahí que la lucha magisterial de la sección 22 y los movimientos sociales que se han generado en el estado de Oaxaca y el país, combina con la educación crítica, descolonial y anti–capitalista. Actualmente colaboro impulsando proyectos educativos de pedagogía crítica descolonial con los profesores de la sección 22 de Oaxaca, al tiempo que imparto clases en los niveles de licenciatura y maestría en la UABJO.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Oaxaca, en México y en toda América Latina?

Considero que son varios los elementos significativos que han provocado la crisis educativa en América Latina. Primero, pienso que la ideología neoliberal del mercado (y su modelo de la competencia, la calidad educativa y ahora la excelencia educativa) es la que ha gobernado gran parte de las teorías, los enfoques y los planes y programas de todas las escuelas. Segundo, la escuela es hija de la modernidad, y hoy sabemos que la modernidad y la posmodernidad son los fundamentos epistemológicos del capitalismo neoliberal que produce miseria y muerte en todo el mundo (omnicidio). Tercero, la escuela al tener sus fundamentos filosóficos en la modernidad y la posmodernidad, también es cómplice del cambio climático (biocidio). Hoy sabemos que la razón occidental, al separar la mente del cuerpo, y el pensamiento de la naturaleza, ha fundamentado, desde sus orígenes, una razón contra natura, o una racionalidad que no sólo domina y explota al hombre (genocida) sino también a la madre naturaleza (ecocida y geocida). Es decir, la escuela y su modelo educativo, no sólo es neoliberal y capitalista, sino también es moderna y posmoderna, y con ello, también es blanca, patriarcal y eurocéntrica.

Cuarto, las escuelas, al ser eurocéntricas y occidentales, también son epistemicidas, ya que, al expandir el proyecto de la modernidad, niegan constantemente el saber de los pueblos originarios, tipificándola todos los días en las aulas como lo atrasado o pre–moderno. Entonces, la función de la escuela es contribuir a la expansión de la cultura de la modernidad y la posmodernidad que son el fundamento filosófico del capitalismo omnicida. Esto a su vez, acentúa el antagonismo entre razón (instrumental) contra la naturaleza (ecocidio), y con ello la aceleración del cambio climático (biocidio). Esto hace que las escuelas, lejos de liberar el pensamiento, lo colonizan desde un proyecto occidental moderno–posmoderno que nadie cuestiona y que poco a poco se va internalizando en la subjetividad de los estudiantes, para que luego les de pena ser de una cultura originaria.

Con este tipo de ideas coloniales, racistas, patriarcales, capitalistas y occidentales que fomenta la escuela, se generan permanentemente dentro de ellas epistemicidios (muerte del conocimiento de los pueblos originarios) y ontologicidios (muerte de sus formas de ser en el mundo) durante el proceso educativo. Estos son, me parece, algunos de los elementos que han puesto en crisis la educación en América Latina.

Juan Carlos, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en su estado y en el país es fluida? ¿Por qué?

Considero que la relación entre los gobiernos federal y estatal con el gremio, en este caso la sección 22 de Oaxaca, sigue siendo nula. Actualmente existen miles de incidencias de pagos, administrativas y de ascenso por parte de mis compañeros profesores, directores, supervisores y jefes de sectores que desde el 2015, con la aplicación forzada a sangre y fuego de la reforma neoliberal de Enrique Peña Nieto, no han podido atenderse y mucho menos resolverse. Existen muchos problemas de este tipo que, incluso, con el nuevo gobierno federal, siguen sin ser resueltas. Esto dificulta la relación entre la sección 22 y el IEEPO, pues la bilateralidad en los hechos aún sigue rota y no existe repuestas concretas a las demandas del gremio magisterial y la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación). Gracias al modelo neoliberal capitalista, miles de escuelas están en el abandono, ahora con esta relación nula entre los gobiernos y el gremio, las cosas se están agravando cada vez más. Miles de escuelas están en el abandono total, pues varias de ellas fueron colapsadas por el sismo del 2017 en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y varias siguen sin recibir ningún tipo de apoyo.

Bajo estas condiciones, escuelas abandonadas desde el 2015 con la imposición de la mal llamada “reforma educativa” neoliberal, siguen operando en condiciones mínimas. En muchas zonas escolares de nivel primaria y secundaria en el estado de Oaxaca, hace falta la contratación de personal docente. Pues desde el 2015, el otorgamiento de nuevas plazas a mis colegas normalistas, que antes de la “reforma educativa” se les asignaba en automático, ahora ya no se les ha dado. Cabe mencionar que muchas escuelas carecen de personal docente. Existen también cientos de direcciones, supervisiones escolares y jefaturas de sector con profesores comisionados atendiendo los problemas. Aunado a esto tenemos a muchos compañeros profesores que se les deben varias quincenas, incluso aguinaldos completos que no se les ha pagado en el 2015. Miles de quejas e inconformidades aglutinadas y señaladas ya por parte de la CNTE y la sección 22 de Oaxaca, siguen sin resolverse. Esto muestra, al menos desde mi experiencia ubicada en el Sur, que la relación entre los gobiernos Federal y Estatal para resolver los problemas estructurales del gremio magisterial son nulas.

 

Como pedagogo crítico, ¿considera que la formación inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Considero al menos desde mi experiencia como profesor militante de la sección 22 de Oaxaca, en pocos casos la formación inicial y continua de los docentes corresponde a las necesidades del país y no están a la altura de los desafíos pedagógico del siglo XXI. Como había explicado al principio, muchos de los enfoques que se imparten en las escuelas formadoras de docentes en el nivel superior, se siguen realizando desde políticas educativas conservadoras, coloniales, patriarcales, eurocéntricas y occidentalocéntricas. Incluso, como lo explique al inicio, la mayoría de los modelos educativos que tenemos, al tener como fundamento epistemológico a la modernidad y la posmodernidad, son un correlato de la dominación y explotación del hombre y la naturaleza. Además de ser excluyentes, coloniales, epistemicidas y ecocidas, ahora en nombre de los ideales de la modernidad se mata al otro (genocidio–epistemicidio) y al medio ambiente (ecocidio). Considero que el actual modelo educativo, incluso la que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México, es modelo básicamente colonial y eurocéntrico.

El problema que tenemos en muchas de nuestras escuelas, es que, al estar situadas en muchas comunidades originarias amerindias, cuya historia milenaria y desarrollo autonómico al igual que Egipto, Mesopotamia, India, China, Mesoamérica (Anáhuac) e Inca (Tawantisuyu), siempre quedan fueran de la historia mundial. Cuando se enseña historia al niño, siempre encuentra que su cultura, que tiene una antigüedad de al menos 5000 años, entra en el horizonte de la historia universal cuando es “descubierta” por Cristóbal Colon. La enseñanza de la historia universal es helenocéntrica, eurocéntrica y por tanto colonial. El curso de la historia universal viene de oriente a occidente y Europa (y sólo por un tiempo Estados Unidos) son el centro del mundo. El niño queda avergonzado de su cultura que tiene una cronología histórica impresionante. Olvidamos en muchos casos que Grecia fue una colonia egipcia y la gran mayoría de los conceptos griegos tienen sus raíces egipcias y fenicias. Muchos de sus avances se lo deben a África (ciencia, astronomía, filosofía, etc.,) y a la India (medicina, matemáticas, etc.,) Incluso dichos avances europeos (imprenta, papel, papel moneda, brújala, pólvora, revolución industrial, etc.,) fueron inventados siglos antes por los chinos. Por eso, la educación en América Latina es eurocéntrica y no podemos generar grandes cambios si no cambiamos la visión colonial que tenemos.

Sucede lo mismo en el aspecto social y ecológico. Las escuelas aparte de ser occidentalocentricas, también son ecocidas, pues gracias a la visión occidental que descalificó la visión de los pueblos originarios, ahora vemos a la naturaleza como un objeto, una cosa, un “recurso natural” a la mano, dijeran los libros de textos de ciencias naturales. A la naturaleza, desde la visión occidental, se le ve como una cosa que hay que conocer para controlarla y dominarla. Por eso se justifica, muchas veces, para el mercado neoliberal, “explotar los recursos naturales de la nación”, sacar oro, plata, petróleo, madera, aire, agua, etc., para el “desarrollo” y el “progreso” del país a costa de exterminar poco a poco la flora y la fauna de los pueblos. Si la epistemología occidental es el fundamento del ecocidio y el capitalismo el fundamento práctico–económico del colapso del medio ambiente, entonces, las soluciones no pueden venir de la modernidad–posmodernidad y su modelo económico capitalista, sino desde las amplias culturas del sur global en diálogos creativos sur–sur y sur–norte global que fueron negadas por la modernidad capitalista colonial. Hoy el pleno siglo XXI no tenemos asegurada la sobrevivencia de la especie humana ante el colapso ambiental. Por ello, la pedagogía crítica radical no puede quedarse al margen de este asunto vital. Propongo entonces aquí algunas cosas que nos pueden ayudar:

  1. Es necesario reconstruir las ontologías relacionales, las epistemologías holísticas y las pedagogías ecológicas de nuestras culturas ancestrales cuya antigüedad cultural tienen más de 5000 años de existencia.
  2. Estas reconstrucciones de nuestra propia cultura, servirá como locus de enunciación, para subsumir crítica y creativamente la modernidad–posmodernidad, pero desde los criterios éticos–filosóficos de cada cultura del sur global. No desde el criterio de la taza de ganancia capitalista neoliberal, sino desde las lógicas ecológicas, complementarias y relacionales de la vida con el todo que tienen nuestras culturas amerindias para ir más allá del capitalismo omnicida y su fundamento moderno–posmoderno ecocida y epistemicida.
  3. Es necesario superar la separación occidental dicotómica pensamiento contra la naturaleza por una nueva relación cultural presente en las amplias culturas del sur global. Las pedagogías del sur global que fueron excluidas por la modernidad pedagógica del norte global, ahora jugarán un papel importante para proponer nuevas formas de enseñar y aprender que no sean capitalistas, coloniales, patriarcales, modernas y posmodernas.
  4. Una educación ambiental, crítica, descolonial, anti–patriarcal, anti–racista, pos–occidental y trans–capitalista es necesario hoy más que nunca, si en verdad queremos contribuir desde las pedagogías amerindias, nuevas epistemologías y prácticas realmente armónicas, ecológicas y respetuosas con la madre naturaleza y la vida toda en su diversidad.
  5. Descolonizar la pedagogía capitalista, colonial, patriarcal, moderna y posmoderna desde las epistemologías y pedagogías del sur global, es ahora vital en el pleno siglo XXI, si es que queremos proponer alternativas realmente posibles al colapso y transición civilizatoria mundial que estamos viviendo hoy en día. En el mejor de los casos, las pedagogías amerindias tienen hoy mucho que aportar en este siglo XXI.

 

Amigo Juan Carlos, ¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

Pienso que el COVID–19 es una clara muestra de que hoy todo está globalizado. Y si todo está globalizado, quiere decir que el problema es local y global y la solución también es local y global. El confinamiento pone en jaque al sistema capitalista y evidencia la precariedad laboral de miles de millones de personas en el mundo y la profunda vulnerabilidad que tenemos los seres humanos ante un sistema de salud neoliberalizado que está pensando siempre en la privatización e individualización de todo. Ante la actual pandemia lo que se muestra es que las formas de sobrevivencia en un caso extremo, no son individuales, sino colectivas, o más bien comunitarias. Lo que puede asegurar la sobrevivencia de la especie humana no es el acceso elistista y neoliberalizado a la salud, o la producción individualista y competitiva de los alimentos básicos, sino que el cuidado y la permanencia de la vida toda es comunitaria, nadie puede salvarse sólo con su dinero en el banco.

Lo que ha hecho el confinamiento por el COVID–19, es demostrarnos que el capitalismo neoliberal, con sus actuales hospitales privados y su modelo individualista competitivo, sólo nos llevará a la aceleración de la extinción de la especie humana. Ninguna solución para proteger la vida de todos se hace privatizando todo para salvarse individualmente. Pienso que esta experiencia, si la reflexionamos bien desde lo educativo, debe de poner en el centro del debate la incompatibilidad del capitalismo con la vida no sólo la humana, sino también con la vida del medio ambiente en su totalidad. La educación no puede quedarse al margen de esta gran oportunidad, pues ella misma como ya lo hemos dicho al principio, si no se transforma, seguirá siendo uno de los obstáculos fundamentales para generar la superación del capitalismo y la modernidad–posmodernidad. Entonces, el COVID–19, para la educación debe de significar una oportunidad fundacional en esta transición civilizatoria para incidir y proponer nuevas formas pedagógicas amerindias que sean realmente ecológicas y menos agresivas con la diversidad cultural y biológica.

Ahora bien, en lo que se refiere a las medidas adoptadas por confinamiento producido por la pandemia y si éste afecta o no al derecho a la educación, pienso que no afecta el derecho a la educación de las y los niños. Al contrario, creo que el niño sería más feliz si dejara de ser secuestrado por las escuelas que son sistemas carcelarios, disciplinarios, epistemicidas y ecocidas que matan la creatividad de los niños.  Más bien pienso que el actual confinamiento y las medidas tomadas aquí en México de continuar las clases mediante plataformas virtuales, lo único que ha hecho es evidenciar, gracias al modelo capitalista neoliberal, la precariedad laboral y la pobreza de más de 70 millones de mexicanos que muchas veces no tienen acceso a internet. Incluso para muchos, el confinamiento es un privilegio, pues la gran mayoría tiene empleos temporales o informales y tiene que salir a la calle para poder ganarse la vida. El problema es realmente grave y estoy seguro que la solución no puede ser más capitalismo y más modernidad–posmodernidad, sino que las soluciones tienen que venir del diálogo creativo de todas aquellas culturas del sur global que fueron negadas por la modernidad. Esto con la finalidad de proponer un nuevo sistema civilizatorio que ya no sea capitalista, colonial, patriarcal, blanco, eurocéntrico, moderno y posmoderno; creo que este es el gran reto de la humanidad: conservar el planeta (con sus ecosistemas) y la vida toda.

Desde la cosmovisión y cultura zapoteca, binnigula´sa´, ¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

Lo que puedo vislumbrar sobre el confinamiento obligatorio desde la visión de los binnigula´sa´, es que la vida humana no se puede reproducir encerrados en la individualidad. Gran parte del pensamiento mesoamericano, y por ende también la cosmovisión zapoteca, lo que asegura la vida es la relacionalidad del todo con el todo. Es la interdependencia de los seres humanos con la naturaleza la que permite que el hombre tenga un profundo respeto por los ecosistemas.  Para los pueblos amerindios, no existen los confinamientos solitarios, pues éste les genera pura tristeza y la muerte. Para los binnigula´sa´ la vida misma es relación, co–dependencia y co–presencia simultánea del todo con el todo; nada está separado, confinado o aislado. Entonces, este confinamiento capitalista que nos sugiere en varios casos ponderar y realizar la vida cotidiana de forma virtual, se vuelve complicado paras las comunidades originarias. El confinamiento o aislamiento significaría la muerte, pues la vida se hace posible gracias a la interdependencia comunitaria, co–presencial aquí y ahora. No existe una realidad virtual que pueda sustituir la realidad co–presente aquí con todos; la co–realidad se hace y se vive en la inter–dependencia vivencial comunitaria.

La transición civilizatoria que parece sugerir que la nueva edad del mundo va ser dominado por las realidades virtuales con sistemas de monitoreo permanente, telecomunicaciones 5G, equipos conectados aquí con todo, para saber tu temperatura corporal, ritmo cordiaco, etc., representa un problema para la filosofía de vida de los pueblos, pues lo que hará es acentuar la separación no sólo del pensamiento y el cuerpo como lo ha hecho la razón occidental desde hace 2600 años, sino la separación del cuerpo con los demás cuerpos (no tocarse, saludar de lejos, estar siempre vigilados y conectados digitalmente siempre, etc.,). Nuevamente, me da la impresión que el confinamiento y la realidad virtual ofrecida por estos sistemas, parecen sugerir que lo que vino y lo que se quedó con el COVID–19, va ser el aislamiento y la conexión de todo con el todo pero de forma virtual. Los pueblos, sin embargo, buscan otros proyectos de vida inter–dependientes con la naturaleza que tienen que ser tomados muy enserio, si es que queremos salir de esta crisis civilizatoria.

 

Estimado Juan Carlos, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Pienso que las propuestas para transformar de forma radical el sistema educativo pueden venir de los núcleos éticos–ontológicos de las culturas y pedagogías del sur global en diálogo crítico con los aspectos más positivos y emancipadores de la modernidad–posmodernidad del norte global. No podemos seguir reproduciendo lógicas ecocidas y epistemicidas fomentadas por el capitalismo y la razón occidental, como si toda la solución viniera de ellos. Creo que, si realmente queremos plantear una transformación radical del sistema educativo, éste debe aprender profundamente de las amplias culturas del sur global que fueron negadas y construidas conceptualmente como atrasadas. Considero que sólo se puede descolonizar la educación en el sentido en el que podamos partir realmente del locus de enunciación de la cultura a la que pertenecemos. Es decir, reconocer y partir del núcleo ético–ontológico de nuestra cultura y desde ahí generar el diálogo con las otras pedagogías del sur global. Se trata de un diálogo creativo que desde su cultura milenaria subsuma la razón moderna–posmoderna no para imitarlas o ser modernas como ellas, sino para superarlas creativamente e ir más allá del capitalismo colonial, patriarcal, blanco, racista, sexista, eurocéntrico y cristiano–céntrico.

Todo este proceso requiere cuestionar profundamente los fundamentos occidentales del sistema educativo colonial y cómo éste fundamento se vincula con el capitalismo para producir y reproducir prácticas ecocidas y epistemicidas en los procesos escolares. Me parece que el camino es ampliamente largo y hay muchas cosas por hacer. Queda en las manos de los educadores y educadoras analizar profundamente la genealogía de los grandes problemas civilizatorios, de donde vienen, cuál es su historia, su desarrollo y cómo hoy nos está afectando de esta manera poniendo en peligro la vida de todos. Tener más o menos clara la historia crítica de esta genealogía de la razón occidental, moderna–posmoderna, nos ayudará a comprender la importancia de las filosofías y pedagogías de nuestros pueblos amerindios, en diálogo con las pedagogías del sur global (India, China y África) para aprender mutuamente otras formas realmente ecológicas de enseñar y hacer la vida de forma inter–dependiente y respetuosa con los ecosistemas.

Muchas gracias.

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Mapamundi literario: un viaje por las obras representativas de cada país

Por: bloghemia.com.

En el año 2017, un usuario de la plataforma Reddit, que se hacia llamar Backforward24, decidió elaborar un mapa ilustrado, con la obra mas representativa de la literatura, !por país!.

Con la ayuda de los usuarios de la plataforma, Backforward24,  comenzó su genial proyecto, que valió la pena al final: un hermoso «mapa lierario» con las obras cumbres de la Literatura Universal.

Es cierto, el mapa recibió muchas críticas por una razón (demasiado obvia para dejarlo a un lado): La obra seleccionada por España no fue Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. En su lugar, había colocado «Sombra del viento», de Carlos Ruiz Zafón.  Pero solo fue por poco tiempo, y al final terminó por colocar la obra de Cervantes en su lugar.

Como toda lista, siempre será difícil complacer a todos. Pero si he de ser sincero, esta es una de las mejores selecciones que se han realizado, de las cientos de listas que pululan en la web. Quizás, su riqueza se encuentra , en haber sido elaborada, en parte, de manera colaborativa.

La lista, que incluye 144 países del mundo (La ONU reconoce 193) es una excelente guía, para aquellos que nos apasiona la Literatura, de conocer la obra literaria de otras latitudes.

A continuación les dejo el listado completo, y al final, podrán acceder al mapa.

Nota: La selección y el mapa, como se mencionó anteriormente, no fue realizado por la página, y debido a la cantidad de mensajes recibidos en nuestras redes sociales, colocaré al final, algunas acotaciones realizadas por los usuarios.

EUROPA

Noruega: Hambre, de Knut Hamsun

Iceland: La voz, de Arnaldur Indriðason

Suecia: La saga de Gosta Berling, de Selma Lagerlöf

Finlandia: Soldados desconocidos, de Väinö Linna

Dinamarca: La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, de Peter Høeg

Latvia: Nāvas Ena, de Rūdolfs Blaumanis

Estonia: Verdad y justicia, de A. H. Tammsaare

Lituania: White Field, Black Sheep: A Lithuanian American Life, de Daiva Markelis

Bielorusia: Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexievich

Ucrania: Muerte con pingüino, de Andrei Kurkov

Moldavia: Siberian Education, de Nivolai Lilin

Rumanía: El bosque de los ahorcados, de Liviu Rebreanu

Bulgaria: Bajo el yugo, de Ivan Vazov

Polonia: Pan Tadeusz, de Adam Mickiewicz

Alemania: Los Buddenbrook, de Thomas Mann

Países Bajos: El descubrimiento del cielo, de Harry Mulisch

Bélgica: La pena de Bélgica, de Hugo Claus

Luxemburgo: In Reality: Selected Poems, de Jean Portante

Reino Unido: Grandes Esperanzas, de Charles Dickens

Irlanda: Ulysses, de James Joyce

República Checa: Las aventuras del valeroso soldado Schwejk, de Jaroslav Hašek

Eslovaquia: Los ríos de Babilonia, de Peter Pišťanek,

Francia: El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas

España: Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

Portugal: Baltasar y Blimunda, de José Saramago

Austria: El hombre sin atributos, de Robert Musil

Suiza: Heidi, de Johanna Spyri

Italia: La divina comedia, de Dante Alighieri

Eslovenia: Alamut, de Vladimir Bartol

Croacia: Café Europa, de Slavenka Drakulik

Hungría: Eclipse of the Crescent Moon, de Géza Gárdonyi

Bosnia y Herzegovina: Diario de Zlata, de Zlata Filipovic

Serbia: Diccionario Jázaro, de Milorad Pavić

Montenegro: Montenegro, de Starling Lawrence

Albania: El general del ejército muerto, de Ismaíl Kadaré

Macedonia: La hermana de Freud, de Goce Smilevski

Grecia: La Ilíada, de Homero

Rusia: Guerra y paz, de León Tolstoi

AMÉRICA

Canadá: Ana de las tejas verdes, de L. M. Montgomery

Estados Unidos: Matar un ruiseñor, de Harper Lee

México: Pedro Páramo, de Juan Rulfo

Guatemala: Hombres de Maíz, de Miguel Ángel Asturias

Belize: Beka Lamb, de Zee Edgell

Honduras: Cipotes, de Ramón Amaya Amador

El Salvador: Bitter Grounds, de Sandra Benítez

Nicaragua: El país bajo mi piel, de Gioconda Belli

Costa Rica: La isla de los hombres solos, de José León Sánchez

Panamá: Plenilunio, de Rogelio Sinán

Colombia: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

Venezuela: Dona Bárbara, de Rómulo Gallegos

Guyana: El palacio del pavo real, de Margarita Mateo Palmer

Surinam: The Cost of Sugar, de Cynthia McLeod

Guayana Francesa: Papillon, de Henri Charrière

Ecuador: Huasipungo, de Jorge Icaza

Brasil: Don Casmurro, de Machado de Assis

Perú: Lituma en los Andes, de Mario Vargas Llosa

Bolivia: Raza de bronce, de Alcides Arguedas

Paraguay: Yo el Supremo, de Augusto Roa Bastos

Argentina: Ficciones, de Jorge Luis Borges

Chile: La casa de los espíritus, de Isabel Allende (*)

Uruguay: Fútbol a sol y sombra, de Eduardo Galeano

Cuba: Havana Bay, de Martin Cruz Smith (**)

Haití: Breath, Eyes, Memory, de Edwige Danticat

República Dominicana: La maravillosa vida breve de Oscar Wao, de Junot Díaz

Bahamas: The Measure of a Man, de Sidney Poitier

Jamaica: Breve historia de siete asesinatos, de Marlon James

Puerto Rico: Cuando era puertorriqueña, de Esmeralda Santiago

Antillas Menores: El ancho mar de los Sargazos, de Jean Rhys

Groenlandia: Islands, the Universe, Home, de Gretel Ehrlich

ÁFRICA

Argelia: El extranjero, de Albert Camus

Libia: Solo en el mundo, de Hisham Matar

Egipto: Entre dos palacios, de Naguib Mahfuz

Marruecos: El niño de arena, de Tahar Ben Jelloun

Mauritania: Silent Terror: A Journey into Contemporary African Slavery, de Samuel Cotton

Mali: Sundiata: An Epic of Old Mali, de Mamadou Kouyaté

Níger: Sarraounia, de Abdoulaye Mamani

Chad: Las raíces del cielo, de Romain Gary

Sudán: Lyrics Alley, de Leila Aboulela

Nigeria: Todo se desmorona, de Chinua Achebe

Camerún: El viejo y la medalla, de Ferdinand Oyono

República Centroafricana: Batouala, de René Maran

Sudán Sur: They Poured Fire on Us from the Sky, de Benson Deng, Alephonsion Deng, Benjamin Ajak y Judy A. Bernstein

Etiopía: Beneath the Lion’s Gaze, de Maaza Mengiste

Somalia: The Orchard of Lost Souls, de Nadifa Mohamed

República Democrática del Congo: El antipueblo, de Sony Labou Tansi

Uganda: Crónicas abisinias, de Moses Isegawa

Kenia: Pétalos de sangre, de Ngũgĩ wa Thiong’o

Tanzania: Desertion, de Abdulrazak Gurnah

Angola: A Gloriosa Familia, de Pepetela

Zambia: Scribbling the Cat: Travels with an African Soldier, de Alexandra Fuller

Mozambique: Tierra sonámbula, de Mia Couto

Zimbabue: La casa del hambre, de Dambudzo Marechera

Namibia: Born of the Sun, de Gillian Cross

Botswana: La primera agencia de mujeres detectives, de Alexander McCall Smith

Sudáfrica: Desgracia, de J. M. Coetzee

ASIA

Turquía: Me llamo Rojo, de Orhan Pamuk

Georgia: The Knight in the Panther’s Skin, de Shota Rustaveli

Armenia: El visionario, de Raffi

Azerbaiyán: Blue Angels, de Chingiz Abdullayev

Irán: Shahnameh, el Libro de los Reyes, de Ferdousí

Iraq: El loco de la plaza Libertad, de Hassan Blasim

Siria: El lado oscuro del amor, de Rafik Scahmi

Líbano: The Hakawati, de Rabih Alameddine

Israel: Amaneceres en Jenin, de Susan Abulhawa (***)

Kuwait: A Map of Home, de Randa Jarrar

Emiratos Árabes Unidos: The Sand Fish, de Maha Gargash

Arabia Saudí: Ciudades de sal, de Abderrahmán Munif

Qatar: The Emergence of Qatar, de Habibur Rahman

Yemen: The Hostage, de Zaid Mutiee Damaj

Omán: The Turtle of Oman, de Naomi Shihab Nye

Kazajistán: The Book of Words, de Abay Qunanbayuli

Turkmenistán: The Tale of Aypi, de Ak Welsapar

Uzbekistán: Chasing the Sea, de Tom Bissell

Kirguistán: Jamilia, de Chingiz Aitmatov

Tayikistán: Hurramabad, de Andrei Volos

Afganistán: Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini

Pakistán: El fundamentalista reticente, de Mohsin Hamid

Nepal: Palpasa Café, de Narayan Wagle

India: El dios de las pequeñas cosas, de Arundhati Roy

Bután: The Circle of Karma, de Kunzang Choden

Bangladés: Días de amor y guerra, de Tahmima Amam

Myanmar: Smile as they Bow, de Nu Nu Yi

Laos: In the Other Side of the Eye, de Bryan Thao Worra

Tailandia: Four Reigns, de Kukrit Pramoj

Vietnam: El dolor de la guerra, de Bao Ninh

Camboya: Se lo llevaron, de Loung Ung

Taiwán: Green Island, de Shawna Yang Ryan

Sri Lanka: El fantasma de añil, de Michael Ondaatje

Mongolia: Cielo azul, de Galsan Tschinag

Corea del Norte: Los acuarios de Pyongyang, de Kang Chol Hwan

Corea del Sur: La vegetariana, de Han Kang

Japón: Kokoro, de Natsume Soseki

China: Sueño en el pabellón rojo, de Cao Xueqin

Malasia: El jardín de las brumas, de Tan Twan Eng

Brunei: Some Girls: My Life in a Harem, de Jillian Lauren

Indonesia: Hijo de todos los pueblos, de Pramoedya Ananta Toer

Filipinas: Noli Me Tangere, de José Rizal

Timor Este: La redundancia del valor, de Timothy Mo

OCEANÍA

Australia: Cloudstreet, de Tim Winton

Papúa Nueva Guinea: Death of a Muruk, de Bernard Narokobi

Vanuatu: Black Stone, de Grace Mera Molisa

Islas Salomón: Suremada, de Rexford T. Orotaloa

Fiyi: Tales of the Tikongs, de Epeli Hau’ofa

Nueva Zelanda: The Bone People, de Keri Hulme

Pueden visualizar el mapa ilustrado AQUI

(*) El caso de la selección de Chile, fue el mas comentado, particularmente, seleccionar a Isabel Allende como representante de la Literatura Chilena es un despropósito, tomando en cuenta que el país sudamericano cuenta, entre otros, con autores de la talla de Pablo Neruda. Pero la lista no es nuestra, como lo expliqué al principio.

(**) La selección de esta obra, por parte del publico anglosajón, denota lo poco que conocen la literatura del Caribe. Dejar a un lado, obras como «El reino de este mundo» de Alejo Carpentier, la Edad de Oro, de José Martí, o «Paradiso» de José Lezama Lima, es terrible.

(***) Una selección muy polémica, no por la obra, sino por la nacionalidad. Susan Abulhawa, una de las mejores escritoras contemporáneas, nació en un campo de refugiados de palestinos, y ha luchado toda su vida por la causa palestina. El que la hayan colocado como representante de la Literatura en Israel, resulta vergonzoso. Aquí quisiera darle las gracias a Odette Yidi David, quien me escribió para mencionarme dicho detalle, y al no poder cambiar los nombres (por que la lista no me pertenece) me dio la idea de realizar las notas a pie de página.

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Fuente de la reseña: https://www.bloghemia.com/2020/02/mapamundi-literario-un-viaje-por-las.html?m=1

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Portal Otras Voces en Educación (OVE) lanza esta petición de firmas en «Solidaridad mundial con la Normal de Tiripetio, México»

Por: Otras Voces en Educación

Los, las y les abajo firmantes, pedagogos(as) críticos(as), educadores(as) populares, dirigentes(as) gremiales, lideres y lideresas de movimientos sociales, feministas, ecologistas y libre pensadores(as) expresamos nuestra preocupación por los ataques y represión sistemática contra los y las estudiantes, maestros(as) y comunidad de la Normal de Tiripetio por parte del gobernador del Estado de Michoacán, México el señor Silvano Aureoles Conejo.

Es evidente el fracaso de las políticas neoliberales aplicadas en América Latina, pero su huella marca el actual estado de la Educación mexicana. Las politicas neoliberales en educación en el Estado de Michoacan han generado que en la actualidad se pase por el período más difícil y equivoco resultando esta política en un grave fracaso en la historia de la Educación en México.

Los peores errores  han sido: la visión mercantilista con criterios de calidad, evaluación y eficiencia promovidos por la tecnocracia; que atiende al ideario empresarial, culpando a los maestros de todos los males de la educación. El neoliberalismo es una política educativa ajena al ideario social, sus intentos de reforma son diseñadas e implantadas sin la participación de los actores principales, los maestros. En México esta política creó en el pasado reciente un profundo conflicto nacional y en algunos estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas con grandes movilizaciones de resistencia lideradas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la  Educación (CNTE).

En Michoacán durante la última reforma educativa se emprendieron grandes luchas de resistencia contra esas reformas, ejerciéndose sobre el magisterio ademáds de la represión directa sobre los cuerpos de estudiantes y comunidades, violencia mediática mediante un discurso político que desprestigió esta profesión. Los pueblos de México y el mundo tuvimos que presenciar graves enfrentamiento policiacos contra el magisterio y la criminalización de estudiantes,  sobre todo a los  Normalistas de las escuelas rurales, llegando a acciones de violencia y represión como: los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa Guerrero (2014), los muertos en Nochixtlán Oaxaca (2016) y las agresiones con armas de fuego a estudiantes de la primer escuela normal rural de México de Tiripetio, Michoacán, (2016).

El gobernador Silvano Aureoles Conejo a pesar de la pandemia que azota la humanidad, aprovechando la dispersión social que se vive en la entidad, realizó ataques policiacos con armas de fuego a estudiantes normalistas (abril 2020),  que obligaron  a éstos a movilizarse para enfrentar la decisión de este personaje de reducir  la matricula en escuelas normales del Estado (convocatoria 2020). Movilizaciones que fueron reprimidas y llevaron a la carcel a 2  estudiantes (mayo 2020), expulsando en este proceso a 12 estudiantes, destituyendo a los directivos, cesando a a 8 docentes de la escuela “Normal Rural Vasco de Quiroga”.

Es urgente construir un nuevo marco de acción del gobierno Nacional y Estatal basado en el respeto, el consenso y la justicia laboral y social. Es urgente definir un nuevo ciclo en la política educativa del Estado de Michoacán con base en el diálogo y en el saber educativo, que impulse de manera inequívoca la educación que reclaman y merecen los michoacanos y los mexicanos.

Por todo lo anterior, EXHORTAMOS públicamente a los gobiernos, FEDERAL Y ESTATAL, a poner un ALTO A LA REPRESIÓN en contra de estudiantes  y trabajadores de las escuelas Normales Oficiales del Estado de Michoacán.

Reiteramos nuestra preocupación ante lo que esta ocurriendo, y nos sumamos a las exigencias de Liberación inmediata e incondicional de los estudiantes presos, reincorporación inmediata a la escuela Normal del personal académico cesado, intervención inmediata de las Comisiones, Nacional y Estatal, de los DERECHOS HUMANOS, sin dejar de exigir que se devuelva con vida a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

Firman y se coloca este comunicado en change.org para seguir sumando voluntades

Jurjo Torres Santomé (catedrático español), Karina Batthyany  (Secretaria Ejecutiva de CLACSO), Luis Bonilla-Molina (Director del OIREPOD), Nelva Reyes (Secretaria General de la CGTP, Panamá), Fernando Lázaro CEIP-H Argentina), Alfredo Velasquez (SUTEP-Perú), Verónica del Cid (Educadora popular de la Red Alforja), Peter McLaren (pedagogo crítico EEUU), Pedro Hernández Morales (Secretario General de la sección 9 democrática SNTE-CNTE, México), Edgard Isch (Universidad central del ecuador e integrante de la red social por la educación pública en América, red SEPA), Yesid González Perdomo (Secretario de Organización y Educación de la ADE, Bogotá, Colombia), José Cambra (profesor universitario, Panamá), Eduardo González (Movimiento por la Unidad Docente, Chile) Marco Raul Mejia (educador popular, Colombia), Luz Palomino (Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación), Francisto Torres (Secretario gremial de la Federación Nacional Docente CTA-A y Coordinador de Alternativa Docente), César Valdovinos (Centro Internacional de Pensamiento Crítico “Eduardo del Rio” RIUS, México), Daniel Libreros (Profesor universitario Colombia), Carolina Jiménez (CLACSO Colombia), Rodrigo Cornejo (OPECH, Chile), Fernando Abrego (Asoprof, Panamá), Claudia Baigorria (Secretaria General CTA-A), David Lobâo (Secretario General de SINASEFE Brasil), Rosa Cañadell (Seminario Itaca de Educación Crítica, Catalunya), Mercedes Martínez (FMPR, Puerto Rico), Lev Velásquez (Coordinador General de la Comisión de educación de la Sección XVIII de la CNTE), Luis Sanchez (AEVE, Panamá), Stalin Perez (LUCHAS, Venezuela), Eric Toussaint (CADTM, Bélgica), Pedro Cormack (Secretario General ADOSAC, Santa Cruz, Argentina) Vanesa Gagliardi (Directiv¡vo de ADEMYS, Argentina), Marc Casanova (Intersindical Alternativa de Catalunya), Andrea Lazette, CTA-A, Congresal de SUTEBA), Rose Mary Hernández (Foro Venezolano por el Derecho a la Educación), Laura Garcia Tuñon (ENDYEP, Encuentro entre docentes y educadores populares, Argentina),  Juan Hurtado Chagoya ( RedTec, México), Fernando Santana (CEIP Histórica, Argentina), Sandra Lario (Colectivo Educadores desde el Sur), Ezequiel Alfieri  (CEIP-H, Argentina), Miguel Angel Hernández, Vasquez (Sindicato de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México), Luis Bueno Rodríguez (Comisión de Relaciones Exteriores de la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, México), Juan Perez Medina (CUT, Michoacán), Nicolás Rosales Piñon (Centro de Actualización del Magisterio, Michoacán, México), Comisión Directiva AMSAFE (Rosario, Argentina), SITECH (Federación Docente de la Provincia del Chaco, Argentina), Sociedad Venezolana de educación Comparada (SVEC), Movimiento Pedagógico de Liberación MPL, Argentina),  Pedro Castillo (Secretario General de FENATEPerú), Gremio Docente de la Provincia de Misiones (Argentina), SITEP (Sindicato de Trabajadores de la Educación Pampeana, Argentina), SITeP (Sindicato de Trabajadores de la educación Popular, Argentina), APTEA (Asociación Tucumana de Profesores y Educadores de Adultos, Argentina), ADUCA (Asociación de Docentes Unidos de Catamarca, Argentina), Aníbal Navarrete (Regional Bio Bio del Colegio de Profesores, Chile), Erika C. Hernández Aragón (Educación de los pueblos originarios de Oaxaca, Sección XII – CNTE), FND-CTA-A (Federación Nacional Docente Autónoma, Argentina) ….

Para firmar es el siguiente link: 

https://www.change.org/p/silvano-aureoles-conejo-gobernador-de-michoac%C3%A1n-m%C3%A9xico-urgente-solidaridad-mundial-con-la-normal-de-tiripetio-m%C3%A9xico?recruiter=440020562&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=psf_combo_share_abi&recruited_by_id=43dc33d0-9956-11e5-b019-b7b5a3b80454&utm_content=fht-22292259-es-419%3Av4

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Francesco Tonucci, experto italiano en educación: «La cuarentena no hace más que dejar al descubierto que la escuela no funciona»

Por: elmostrador.

El reconocido experto italiano en educación, que ha dedicado una vida a estudiar y defender la infancia, considera que la cuarentena para prevenir la propagación del COVID-19 no hace más que dejar al descubierto que la escuela no funciona, aunque, al mismo tiempo, constituye una oportunidad única para que los niños y las niñas aprendan cosas nuevas. Su nuevo libro «Por qué la infancia» es un ensayo que pone luz a las grandes contradicciones de nuestra sociedad con la niñez: por un lado, a favor de una nueva pedagogía, más centrada en el descubrimiento de talentos y capacidades que en el mero objetivo de alcanzar unas metas académicas, que no aportan la garantía del éxito y la felicidad en la vida; por el otro, abogando por la promoción de políticas públicas que devuelvan a las personas, y especialmente a niños y niñas, el uso del espacio público como ámbito de libertad, esencial en las ciudades modernas.

Fuente de la reseña: https://www.elmostrador.cl/destacado/2020/05/26/francesco-tonucci-experto-italiano-en-infancia-la-cuarentena-no-hace-mas-que-dejar-al-descubierto-que-la-escuela-no-funciona/

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“Ni sueño, ni vida”: La crisis de la pandemia para los indígenas, entre Colombia y Brasil

Por: telesurtv.

Dos líderes de los indígenas han muerto por la Covid-19 a cada lado de la frontera. El cacique de Manaos, MessíasKokama y el diputado Camilo Suárez, indígena Murui, exponen con el sacrificio de sus vidas, una crisis endémica, mucho más profunda que una “debilidad demográfica”entre Brasil y Colombia.

Dos líderes de los indígenas han muerto por la Covid-19 a cada lado de la frontera. El cacique de Manaos, MessíasKokama y el diputado Camilo Suárez, indígena Murui, exponen con el sacrificio de sus vidas, una crisis endémica, mucho más profunda que una “debilidad demográfica”entre Brasil y Colombia.

“La debilidad demográfica de los pueblos indígenas asentados en el departamento de Amazonas agrava el riesgo de extinción que enfrentan en medio de esta pandemia”: La frase fue expuesta por el Procurador General de Colombia, Fernando Carrillo, quien ha pedido urgentemente en Twitter, una mayor coordinación de Bogotá con el Perú y el Brasil.

En 1767 los portugueses fundaron el fuerte Tabatinga, para tomar posesión de la frontera de Brasil con Colombia, desde entonces se establece la barrera militar. Mucho ha llovido desde entonces, mientras nadie les pregunta a los indígenas, por qué para ellos no existen las fronteras.

Los indígenas ticuna han ocupado este escenario geográfico desde hace más de 2.000 años, lo que demuestra que el establecimiento de las fronteras entre los tres países, incluyendo al Perú, conforman imaginarios nacionales creados por intereses políticos.

“Los ticuna constituyen una población aproximada de 40.000 personas, de las cuales unas 26.000 viven en Brasil, 9.000 en Colombia y de 5.000 a 6.000 en Perú, de acuerdo con la investigadora del Museo Paraense, Claudia López Garcés.

¿Cuál es el origen de la “debilidad demográfica”?

“Le pedimos al Gobierno central que nos ayude con el tema de más médicos para el departamento de Amazonas, ayuda humanitaria, personal de salud, ventiladores mecánicos, camas, camillas”, dijo otra voz: el gobernador de Amazonas, Jesús Galindo. De los 79.000 habitantes que tiene Amazonas -precisa- 605 necesitarían de una unidad de cuidados intensivos en el caso de ser contagiados con Covid-19, pero actualmente solo existe una.

“Las acciones que ha manifestado el señor ministro de Salud, no llegan al departamento. Quiero decirle señor presidente que Amazonas es Colombia, por favor, la esperanza del mundo”, aseveró Camilo Suárez, diputado de Amazonas.

El indígena de Murui, hace días clamaba: “El Amazonas está en SOS y necesitamos de su ayuda. No estamos preparados para atender esta pandemia”. Suárez le había enviado al periodista Omer Sánchez, de la emisora Ondas del Amazonas, afiliada a RCN Radio, varios mensajes de Whatsapp, repudiando la falta de atención, por parte de los encargados de la salud pública del departamento.

Y “todos los que han muerto en casa, porque ese puto comité Covid-19 no sirve pa’ nada. Yo llevo seis días esperando que alguien de ese comité venga a tomarme la muestra y no llegan”, escribió el dirigente indígena.

Camilo Suárez agonizó a la espera sin asistencia médica, a consecuencia del virus y la desprotección sanitaria. Tampoco pudieron hacerle las pruebas diagnósticas de la Covid-19, dadas las insuficiencias del sistema de salud. El líder Murui fue víctima de las malas condiciones de vida de los amazonenses, que había denunciado consistentemente: falta de acceso a la salud y la educación, ambientes infrahumanos por carencia de agua potable en algunas regiones, entre otras.

El departamento de Amazonas solo cuenta con el Hospital de San Rafael y la clínica privada de Leticia, su capital. Entre ambas instituciones, cuentan con cinco camas de cuidados intermedios, cuatro camas para adultos y tres pediátricas. Se dice que hay ocho ventiladores y que no poseen insumos para enfrentar al virus.

Hasta el 20 de mayo de 2020, el coronavirus supera los 1.000 contagios y 35 fallecidos, entre los 49.000 pobladores de Leticia, el territorio con más casos por millón de habitantes de toda Colombia. Unos días antes, se conoció del primer contagio entre indígenas.

Colombia es una de las naciones con un mayor número de comunidades indígenas en Latinoamérica. En 2005, se contabilizó a casi 1.400.000 personas indígenas, 3,5 por ciento de la población del país. En las 102 comunidades indígenas colombianas, algunas auto aisladas, han visto morir a sus ancianos, la población más susceptible y clave para la supervivencia y memoria cultural.

“El abrazo de la serpiente”

La productora cinematográfica, Cristina Gallego, dice que allí donde filmaron, hay unas 80.000 personas que necesitan asistencia médica, de las cuales el 75 por ciento es indígena. Bien lo sabe ella, porque convivió con “el abuelo”, cuando fueron a rodar la película. Karamakate, fue elegido para representar a un hombre nativo y nómada que vive solo en la selva.

Pero el virus mató al abuelo. Como mismo nadie pudo salvarlo, tampoco hubo pruebas de confirmación de la enfermedad. El nativo, Antonio Bolívar, fue uno de los protagonistas de “El abrazo de la serpiente”.

Nominada al Oscar en 2016 como la mejor película de habla no inglesa, fue realizada en coproducción de Colombia, Venezuela y Argentina. Dirigida por el joven colombiano Ciro Guerra, fue filmada durante siete semanas en la selva de los departamentos de Guainía y Vaupés.

¿Aislados o atrapados?

“Solo cuando llegué a Vaupés, me enteré que la película fue grabada aquí, en las comunidades de Santa Marta, Puerto Golondrina, y otras zonas en el caño Cuduyarí, a veinte minutos de Mitú, navegando por el río Vaupés”, dice a Telesur la socióloga Jenn Romero, quien llegó en septiembre del año pasado para apoyar un proyecto de seguridad alimentaria en comunidades indígenas.

“Me encontré con pueblos y etnias, en un 90 por ciento indígenas, donde se hablan más de 24 lenguas nativas. A ésta zona, la he llamado la ‘Amazonía invisible’, porque para los colombianos y extranjeros, solo existe Leticia. Y no quiero ser sarcástica, pero donde estoy, hace apenas tres décadas, los hombres usaban ‘guayuco’ -taparrabos- y las mujeres andaban naturalmente en ‘tetas”.

“La entidad que me trajo y la gobernación del Departamento de Vaupés, nos dejaron terminar el trabajo y cerraron el municipio. Ahora no podemos salir, no tenemos cobertura médica y tampoco nos pagan por nuestros servicios. Ni a mí, ni a los indígenas de aquí, porque los dejaron sin trabajo y no reciben ayuda humanitaria. Se sostienen de su “chagra”.

“El hospitalito no puede atender a más de 10 personas a la vez. Desde hace una semana hay once contagios, pero creemos que nos mienten, no están haciendo las pruebas”.

“Aquí estamos en un toque de queda, mientras tanto el Gobierno de Colombia falla a favor de leyes, buscando aceptar medidas de extracción de petróleo en la zona”.

“Tampoco han enviado ayuda a los pobladores con que hacer frente a la pandemia- responde la socióloga a la entrevista- conocemos de una campaña de donación en el departamento, pero los recursos no se distribuyen a la gente. Los indígenas no tienen qué comer, ahora les suspendieron las ayudas del Programa de Alimentación Escolar. Muchos están aislados en sus chagras y comunidades, sin poder comprar lo que necesitan, ni alimentos, ni artículos de aseo. El mercado indígena no abre y se les tiene prohibido entrar al casco urbano”

“Donde estoy, el internet va y viene y la poca información que llega es para quienes estamos en las redes sociales -Facebook y Whatsapp- con un celular. Aquí no hay Wifi. Algunos se informan por la radio comunitaria. Son unas 35.000 personas que intentan reinventar su cotidianidad, pero es difícil en la selva. La realidad es que la educación occidental deja como lastre, que les enseñan la religión, pero no a trabajar la tierra, que es a donde tienen que mirar  y producir alimentos para sobrevivir. Será un largo proceso, en medio de una situación económica que siempre ha sido difícil para los indígenas”

“Los únicos que tienen estabilidad en los ingresos permanentes -precisa la socióloga Jenn Romero- son los comerciantes, los colonos provenientes de Medellín, Villavicencio y otras zonas del país. Son ‘los blancos’, nunca los indígenas, quienes manejan el dinero de la cooperación internacional y las regalías nacionales.Siempre a través de ONG y del gobierno departamental, donde tampoco hay indígenas”.

“Lo único que se hace presente es la malversación de fondos, ya que en plena contingencia, el Gobernador está siendo investigado por corrupción en la contratación de vuelos chárter con presuntas misiones médicas”.

“Las paisanas y los paisanos -concluye la investigadora- como se reconocen los ‘originarios’, caminan rápido y nadan bien. Comen lo que les da el monte, duermen en hamacas y tienen una contextura física para moverse con fluidez en un entorno, que para el resto de nosotros sería imposible. Ellos no dejarán morir a sus hermanos, así sean de Brasil. Porque del lado colombiano, apenas les toma dos minutos cruzar el río y ya están en la ribera brasileña. Una ‘frontera porosa’, donde los paisanos hablan español o portugués y la lengua de su etnia”

Sin embargo, el virus los ha dejado indefensos. Tanto es así, que algunos ancianos -los sabedores- de las comunidades, han querido quitarse la vida por no poder respirar, aún después de tomar su medicina natural, como desde hace tiempo, es la única que tienen.

La muerte los alcanza primero

Por más rápido que anden, el abrazo de la muerte alcanza primero a los indígenas. El cacique MessíasKokama, considerado el líder principal de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, murió víctima del virus y su comunidad apenas pudo decirle adiós sin ceremonia.

“Perdimos a nuestro líder, un cacique que soñó el primer barrio indígena. Hoy nos deja un ejemplo de persistencia y un legado conquistado, con lucha y coraje ante los conflictos y obstáculos”, dijo la profesora Claudia Baré, también fundadora de esa comunidad, en el mayor centro urbano de la Amazonía.

La muerte del cacique se supone la primera en Manaos. Mientras, la Secretaría Especial de Salud Indígena del Ministerio de Salud, había reportado 277 casos confirmados y 19 muertes de indígenas en todo el país. En la capital del estado de Amazonas, ahora cuentan 37 contagios en nativos.

Y fue precisamente Manaos el detonante del sistema de salud brasileño ante la pandemia.“Ya no estamos en estado de emergencia, sino en absoluta calamidad”, dijo el alcalde Arthur Virgilio Neto. Por día se triplica el número de muertos. En esa ciudad de 2.1 millones de habitantes, durante el tercer mes del año, se registraron 2.435 funerales, unos 80 por día, o sea, más de tres muertos por hora.

Se estima que en Brasil, unas 900.000 personas viven en 305 tribus, aunque la mitad de los indígenas de Brasil están fuera de la Amazonia. El Gobierno ha reconocido 690 territorios para sus habitantes indígenas, que abarcan aproximadamente el 13 por ciento de la superficie del país.

Brasil con más de 300.000 casos de coronavirus a finales de mayo, es uno de los focos globales de la enfermedad. La zona más afectada es el estado de Sao Paulo, seguido de Río de Janeiro. En eso ya Brasil emula a los Estados Unidos. El gigante sudamericano es ahora -tristemente- el segundo a nivel mundial en la lista de contagios.

Dos exministros de Salud, Nelson Teich y Luiz Henrique Mandetta, dimitieron por discrepancias con Jair Bolsonaro en la gestión de la crisis sanitaria, mientras el jefe de Estado rechaza las medidas de aislamiento social por priorizar a la economía.

Desaparecería el patrimonio ancestral

Allá lejos de todo, a casi dos meses después de iniciado el autoaislamiento, los indígenas intentan sobrevivir internos en la selva, entre Brasil y Colombia.

Aun así, “hacia Vaupés -declara la socióloga, asentada en territorio indígena- esto será un etnocidio y terminaríamos perdiendo el privilegio de conocer estos pluriversos culturales, los pueblos: Majiñá, Macuna, Carapana, Itana, Desano, Tanimuca, Tuyuca, Letuama, Barasana, Tucano, Bará, Yuhup, Curripaco, Yeral, Piratapuyo, Guanano, Cubeo, Yurutí, Siriano, Tatuyo, de los cuales cada uno tiene su lengua propia. Nos perderemos de conocer familias multiétnicas, que solo tienen en común el español o el portugués. Desaparecería el patrimonio ancestral de políglotas que hablan hasta diez lenguas originarias, las chagras ya no serían las unidades productivas más importantes, para ayudar a nuevas formas de desarrollo y crecimiento productivo sostenible”.

Podría perderse eso que los une hasta hoy, la vida de los indígenas, testigos ancestrales de Suramérica. Lo que los asecha ahora es la muerte.

El protagonista de “El abrazo de la serpiente” en su personaje Karamatake-encargado de guiar a través de la selva al etnobotánico Richard Evans- quedó para siempre como el indígena que nos lleva en búsqueda de la milagrosa yakruna.

Antonio Bolívar, ya no espera en el corazón de la selva a que aparezca desde la sabiduría de sus Dioses, una planta sagrada o algo que estimule la capacidad de soñar -ni siquiera eso- porque a Karamatake, MessíasKokama y Camilo Suárez o a tantos indígenas a cada lado de la frontera, la enfermedad y el etnocidio, le arrebataron sus vidas y sus profundas conexiones espirituales con la tierra que los hacían soñar.

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