Page 407 of 558
1 405 406 407 408 409 558

Jurgo Torres y Ramón Grosfoguel: Colonialidad, poder y construcción de saber (Video)

«Colonialidad, poder y construcción del saber».
Ramón Grosfoguel y Jurjo Torres Santomé
Moderadora: Cathryn Teasley.
Conversación entre Ramón Grosfoguel y Jurjo Torres Santomé en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias de la Educación. Universidade da Coruña, España. 10 de mayo de 2017.

Ramón Grosfoguel y Jurjo Torres Santomé – «Colonialidad, poder y construcción del saber» from Jurjo Torres on Vimeo.

Fuente: https://vimeo.com/217333075

Comparte este contenido:

Libro: Judicialización de la violencia familiar psicológica

Judicialización de la violencia familiar psicológica

Valoración del daño psíquico en Perú

Cary Evelyn Rocca Guzmán. [Autora]

Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-722-151-0
CLACSO.
Buenos Aires.
Septiembre de 2015

Frecuentemente, los medios de comunicación locales transmiten sucesos de violencia familiar que acontecen en diferentes ciudades del país, resulta ser tan cotidiano este tema en las notas periodísticas que su difusión no causa sorpresa alguna en el público. Antojadizamente podría apuntar que se trata de noticias sensacionalistas; sin embargo, esta cobertura no hace más que reflejar el evidente incremento de conflictos intrafamiliares en el Perú, los cuales se caracterizan por el hostigamiento constante, desvalorización a través de insultos, sometimiento, aislamiento de familiares y amigos, amenazas de muerte, agresiones físicas a la víctima, etc. Estos hechos suelen denunciarse ante una dependencia policial o directamente ante la Fiscalía de Familia al ser competente para llevar a cabo investigaciones por violencia familiar que no buscan una sanción penal sino el otorgamiento medidas de protección inmediata a la víctima. Durante el año 2009, las Fiscalías de Familia o Mixtas a nivel nacional recepcionaron en total 160.910 denuncias por violencia familiar; mientras que, en el año 2013, la cifra ascendió a: 709.720; es decir, las denuncias incrementaron en 70% aproximadamente.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=1066&campo=titulo&texto=violencia
Comparte este contenido:

Reseña de Película: Acoso Cibernetico .

América del Norte/Estados Unidos
Cyberbully es una película dramática estadounidense hecha para televisión estrenada el 17 de julio de 2011 por ABC Family. ABC Family trabajó con la revista Seventeen para hacer la película, y crear un proyecto llamado «Delete Digital Drama». Wikipedia
 
Fecha de estreno: 17 de julio de 2011 (Estados Unidos)
Protagonistas: Emily Osment; Kay Panabaker; Kelly Rowan
Título: Cyberbully
Año: 2011

La película sigue a Taylor Hillridge (Emily Osment), una adolescente que cae víctima del acoso cibernético. Taylor es una estudiante de secundaria de 17 años que vive con su hermano menor, Eric (Robert Naylor) y su madre divorciada (Kelly Rowan). Sus dos mejores amigas, Samantha Caldone (Kay Panabaker) y Cheyenne Mortenson (Meaghan Rath) van al instituto con ella.

Cuando Taylor recibe un ordenador como regalo de cumpleaños, se entusiasma ya que a partir de ese momento puede gozar de libertad e independencia en la web. Se une a una red social (Cliquester) donde se hace amiga de Scott, un chico que le gusta y que va a clase de historia con ella. Pese al entusiasmo de Cheyenne, Samantha no está muy contenta con la nueva relación de Taylor pues tuvo una mala experiencia con el mejor amigo de Scott y piensa que le pasará lo mismo a su amiga.

Un día, Taylor deja la cuenta de Cliquester abierta en su ordenador portátil en casa. Su hermano aprovecha la oportunidad y publica un mensaje difamatorio en nombre de su hermana. Las respuestas son abrumadoras e insultantes, por lo que Taylor reacciona de la misma manera, y se desahoga atacando verbalmente a una chica de la escuela. Cuando todo parece estar volviendo a la normalidad, un chico aparentemente guapo y amable, James, agrega a Taylor a Cliquester y comienzan a hablar a diario. Unos días después, James publica un mensaje en el perfil de Taylor en el que dice que se habían acostado. En ese momento se dan cuenta de que James no es real y sospechan de Lindsay, la chica a la que Taylor había insultado días atrás. Los acosos empiezan de nuevo, pero ya no se limitan solo a la red social, en la escuela también se burlan de ella y sus amigas se distancian. Su madre intenta defenderla legalmente, pero ni la escuela ni el estado tienen herramientas para actuar en la red. Así que para ayudarla, decide llevar a su hija al médico donde es diagnosticada con depresión.

Después de muchas humillaciones, la protagonista se siente tan mal que publica un vídeo en el que da a entender que se quiere suicidar. Su amiga Samantha lo ve enseguida y va en su busca mientras llama a la madre de Taylor. Cuando llegan, la encuentran en el baño intentando tomarse una sobredosis de antidepresivos. La adolescente es ingresada en el hospital un tiempo y, cuando sale, su madre la lleva a un grupo de apoyo para chicos que sufren acoso escolar donde, para su sorpresa, se encuentra con un compañero de clase que ella misma había tildado de «puto». Aunque la primera vez no quería ir, se da cuenta de la gran ayuda de este grupo para recuperar control sobre su vida e intenta volver a la normalidad. Una tarde, cuando salía de una de esas reuniones, va a buscarla su amiga Samantha, quien le confiesa haber sido ella la creadora del perfil falso de «James». Aunque es una noticia dura, finalmente Taylor la perdona y la ayuda, pues ella empieza también a sufrir ciberacoso.

Fuente: https://youtu.be/IQZRr93-QYA

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-Vcnuf3n43rk/VY4TZASe-vI/AAAAAAAAC5M/cSybWG7lW20/s400/CYBERBULLY.jpg

Comparte este contenido:

Reseña de Libro: El Subempleo en América Latina.

Emilio Klein. Victor E. Tokman.
Christopher Birkbeck. Fernando Ferrero. Carlos E. Sánchez. Larissa Lomnitz. Oscar Marulanda. Alois Möller. Oscar Muñoz Gomá. Dagmar Raczynski. Beatriz Schmukler. Victor E. Tokman. Paulo Vieira da Cunha. Judith Villavicencio B.. [Autores de Capítulo]

CLACSO Coediciones. Colección Histórica.

CLACSO. El Cid Editor.
Buenos Aires.
Junio de 1979

Este libro es el resultado de dos seminarios de trabajo realizados por el Grupo Ocupación-Desocupación de CLACSO, que tuvieron como propósito reunir a un grupo de investigadores que estuviesen trabajando en aspectos relacionados con el sector informal urbano en América Latina. El primer seminario se llevó a cabo en Caracas, en mayo de 1976, y contó con la colaboración del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS) y de la Dirección de Planificación Social y Cultural de CORDIPLAN, Venezuela. La reunión fue patrocinada por el Programa Regional del Empleo para América Latina y el Caribe (PREALC) y la Fundación Friedrich Elbert. El segundo seminario se realizó en Santiago, en agosto, de 1977, y fue patrocinado por el PREALC y contó con financiamiento de la Fundación Ford.

Fuente:  http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/historico/tokman.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/444_Tapa.gif
Comparte este contenido:

Libro: La Modernidad Líquida. Zygmunt Bauman

Libro: La Modernidad Líquida. Zygmunt Bauman

Año: 2007

Resumen
La modernidad líquida –como categoría sociológica– es una figura del cambio y de la transitoriedad, de la desregulación y liberalización de los mercados. La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones.
El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, se reduce al vínculo sin rostro que ofrece la Web. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida siempre cambiante –incierta– y cada vez más imprevisible, es la decadencia del Estado del bienestar.
La modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta; la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro.

1.- Modernidad Líquida; Introducción

En Modernidad Líquida Zygmunt Bauman explora cuáles son los atributos de la sociedad capitalista que han permanecido en el tiempo y cuáles las características que han cambiado. El autor busca remarcar los trazos que eran levemente visibles en las etapas tempranas de la acumulación pero que se vuelven centrales en la fase tardía de la modernidad. Una de esas características es el individualismo que marca nuestras relaciones y las torna precarias, transitorias y volátiles. La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados”.

Bauman no ofrece teorías o sistemas definitivos, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos.

2.- De peligrosa extrañeza de los otros a la sociedad de la incertidumbre.

El otro” tipificado como extraño por desconocido es un portador innato de incertidumbre, de potencial peligro, siendo, tal vez, su mayor amenaza, el atentar contra la clasificación misma que sostiene el orden del espacio social en el que se inscribe mi mundo.

Justamente, los extraños irritan, desagradan, desconciertan porque tienden con su sola presencia a ensombrecer y eclipsar la nitidez de las líneas fronterizas clasificatorias que ordenan el mundo en el que vivo, y de éste modo, cuestionar de manera radical la presunta comprensión recíproca que el “yo” tiene con el “otro”.

El extraño, como cuestionador implacable del orden al que ingresa desde tierras ignotas, ha sido a menudo tipificado con el estigma de ser portador de suciedad, puesto que la suciedad es el caos contaminante que el orden existente pretende expulsar, o bien, portador de ambivalencia, puesto que ésta los hace irregulares e impredecibles en sus reacciones. Es el caso de los marginados sociales que, como una categoría o tipificación de una clase de extraño contemporáneo, reciben sobre sí los rasgos sobresalientes de la ambivalencia y la suciedad: a ellos se les atribuye la falta de confiabilidad por lo errático de su rumbo, su laxa moralidad y promiscua sexualidad, su deshonestidad comercial, etc. “Dicho de otra manera, los marginados son el punto de reunión de riesgos y temores que acompañan el espacio cognitivo. Son el epítome del caos que el espacio social intenta empeñosamente (…) sustituir por el orden”.

La modernidad líquida es un tiempo sin certezas. Sus sujetos, que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres. Hemos pasado a tener que diseñar nuestra vida como proyecto y performance. Mas allá de ello, del proyecto, todo sólo es un espejismo. La cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro, deshace el sentido de la carrera profesional y de la experiencia acumulada. Por su parte, la familia nuclear se ha transformado en una “relación pura” donde cada “socio” puede abandonar al otro a la primera dificultad. El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, siendo su mejor expresión el vínculo sin cara que ofrece la Web. Las Instituciones no son ya anclas de las existencias personales. En decadencia el Estado de bienestar y sin relatos colectivos que otorguen sentido a la historia y a las vidas individuales, surfeamos en las olas de una sociedad líquida siempre cambiante –incierta– y cada vez más imprevisible.

3.- Estados transitorios y volátiles de los vínculos humanos; desvinculación.

La incertidumbre en que vivimos se corresponde a transformaciones como el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a la planificación de largo plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad, fragmentación y compartimentación de intereses y afectos, se debe estar siempre bien dispuesto a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. Bauman se refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que generan. Bauman se empeña en mostrar cómo la esfera comercial lo impregna todo, que las relaciones se miden en términos de costo y beneficio –de ”liquidez” en el estricto sentido financiero.

Bauman se vale de conceptos tan provocadores como el de “desechos humanos” para referirse a los desempleados (parados), que hoy son considerados “gente superflua, excluida, fuera de juego”. Hace medio siglo los desempleados formaban parte de una reserva del trabajo activo que aguardaba en la retaguardia del mundo laboral una oportunidad. Ahora, en cambio, “se habla de excedentes, lo que significa que la gente es superflua, innecesaria, porque cuantos menos trabajadores haya, mejor funciona la economía”. Para la economía sería mejor si los desempleados desaparecieran. Es el Estado del desperdicio, el pacto con el diablo: la decadencia física, la muerte es una certidumbre que azota. Es mejor desvincularse rápido, los sentimientos pueden crear dependencia. Hay que cultivar el arte de truncar las relaciones, de desconectarse, de anticipar la decrepitud, saber cancelar los contratos a tiempo.

4.- Decrepitud; estados transitorios y volátiles.

El amor, y también el cuerpo decaen. El cuerpo no es una entelequia metafísica de nietzscheanos y fenomenólogos. No es la carne de los penitentes ni el objeto de la hipocondría dietética. Es el jazz, el rock, el sudor de las masas. Contra las artes del cuerpo, los custodios de la vida sana hacen del objeto la prueba del delito. La “mercancía”, el objeto malo de Mélanie Klein aplicado a la economía política, es la extensión del cuerpo excesivo. Los placeres objetables se interpretan como muestra de primitivismo y vulgaridad masificada.

¿Quién soy? Esta pregunta sólo puede responderse hoy de un modo delirante, pero no por el extravío de la gente, sino por la divagación infantil de los grandes intelectuales. Para Bauman la identidad en esta sociedad de consumo se recicla. Es ondulante, espumosa, resbaladiza, acuosa, tanto como su monótona metáfora preferida: la liquidez. ¿No sería mejor hablar de una metáfora de lo gaseoso? Porque lo líquido puede ser más o menos denso, más o menos pesado, pero desde luego no es evanescente. Sería preferible pensar que somos más bien densos – como la imagen de la Espuma que propone Sloterdijk para cerrar su trilogía Esferas, allí con la implosión de las esferas– se intenta dar cuenta del carácter multifocal de la vida moderna, de los movimientos de expansión de los sujetos que se trasladan y aglomeran hasta formar espumas donde se establecen complejas y frágiles interrelaciones, carentes de centro y en constante movilidad expansiva o decreciente.

La imagen de la espuma es funcional para describir el actual estado de cosas, marcado por el pluralismo de las invenciones del mundo, por la multiplicidad de micro-relatos que interactúan de modo agitado, así como para formular una interpretación antropológico-filosófica del individualismo moderno. Con ello Espumas responde a la pregunta de cuál es la naturaleza del vínculo que reúne a los individuos, formando lo que la tradición sociológica llama “sociedad”, el espacio interrelacional del mundo contemporáneo.

Nuestras comunidades son artificiales, líquidas, frágiles; tan pronto como desaparezca el entusiasmo de sus miembros por mantener la comunidad ésta desaparece con ellos. No es posible evitar los flujos, no se pueden cerrar las fronteras a los inmigrantes, al comercio, a la información, al capital. Hace un año miles de personas en Inglaterra se encontraron repentinamente desempleadas, ya que el servicio de información telefónico había sido trasladado a la India, en donde hablan inglés y cobran una quinta parte del salario.

Las sociedades posmodernas son frías y pragmáticas. Si bien hay expresiones ocasionales de solidaridad estas obedecen a lo que Richard Rorty llamó una “esperanza egoísta común”. Piensese, por ejemplo, en lo que ha sucedido en España después del terrible atentado en Madrid. La nación solidarizó con las víctimas. Fue una reacción mucho más “sensible” que la de los americanos después del 11-S. Ellos expresaron miedo y reaccionaron de manera individualizada, cada cual portaba la foto de su familiar o amigo fallecido. Aquí, en cambio, todos sintieron que una bomba contra cualquiera era una bomba contra ellos mismos, una bomba contra cualquiera de «nosotros». Ese «nosotros» ampliado que se transforma en una empatía egoísta es la base de la «esperanza egoísta común», una peculiar clase de ética de mínimos.

En cambio, cuando el otro es un «radical otro», es decir, no es uno como nosotros, o, si se quiere, no es uno de nosotros, entonces no surge la identificación con la cual se gesta un lazo espontáneamente simpatético, más bien se trata de alguien con quien no nos identificamos proyectivamente. Tal es el caso -por ejemplo- de las reacciones en Europa Occidental frente a la llegada de un importante contingente de personas procedentes de África; esta migración provocó reacciones de miedo, brotes de xenofobia, pero no parece haber generado cuestionamientos serios sobre el hecho -incontrovertible- de que el continente africano ha quedado marginado de la globalización, y de que su población llega al Norte [a Europa] buscando aquello de lo que el Norte ya goza, como derechos adquiridos, prerrogativas sobre las cuales ya ni siquiera se repara.

5.- Desterritorialización; adicción a la seguridad y miedo al miedo.

Lo “líquido” de la modernidad – volviendo a la concepción de Baumam – se refiere a la conclusión de una etapa de “incrustación” de los individuos en estructuras “sólidas”, como el régimen de producción industrial o las instituciones democráticas, que tenían una fuerte raigambre territorial. Ahora, “el secreto del éxito reside (…) en evitar convertir en habitual todo asiento particular”. La apropiación del territorio ha pasado de ser un recurso a ser un lastre, debido a sus efectos adversos sobre los dominadores: su inmovilización, al ligarlos a las inacabables y engorrosas responsabilidades que inevitablemente entraña la administración de un territorio.

Nuestras ciudades, afirma Bauman, son metrópolis del miedo, lo cual no deja de ser una paradoja, dado que los núcleos urbanos se construyeron rodeados de murallas y fosos para protegerse de los peligros que venían del exterior. Lo que Sloterdijk llamó “la ciudad amurallada” hoy ya no es un refugio, sino la fuente esencial de los peligros.

Nos hemos convertidos en ciudadanos “adictos a la seguridad pero siempre inseguros de ella”8, lo aceptamos como si fuera lógico, o al menos inevitable, hasta tal punto que, en opinión de Zygmunt Bauman, contribuimos a “normalizar el estado de emergencia”.

El miedo es más temible cuando es difuso, disperso, poco claro; cuando flota libre, sin vínculos, sin anclas, sin hogar ni causa nítidos; cuando nos ronda sin ton ni son; cuando la amenaza que deberíamos temer puede ser entrevista en todas partes, pero resulta imposible situarla en un lugar concreto. «Miedo» es el nombre que damos a nuestra incertidumbre: a nuestra ignorancia con respecto a la amenaza y a lo que no se puede hacer para detenerla o para combatirla.

Los temores son muchos y variados, reales e imaginarios… un ataque terrorista, las plagas, la violencia, el desempleo, terremotos, el hambre, enfermedades, accidentes, el otro… Gentes de muy diferentes clases sociales, sexo y edades, se sienten atrapados por sus miedos, personales, individuales e intransferibles, pero también existen otros globales que nos afectan a todos, como el miedo al miedo…

Los miedos nos golpean uno a uno en una sucesión constante aunque azarosa, ellos desafían nuestros esfuerzos (si es que en realidad hacemos esos esfuerzos) de engarzarlos y seguirles la pista hasta encontrar sus raíces comunes, que es en realidad la única manera de combatirlos cuando se vuelven irracionales. El miedo ha hecho que el humor del planeta haya cambiado de manera casi subterránea.

6.- Mundo globalizado y policéntrico.

El dominio económico y militar europeo no tuvo rival los cinco últimos siglos, de manera que Europa actuaba como punto de referencia y se permitía premiar o condenar las demás formas de vida humana pasadas y presentes, como una suerte de corte suprema. Bastaba con ser europeo para sentirse dueño del mundo, pero eso ya no ocurrirá más: pueblos que hace sólo medio siglo se postraban ante Europa muestran una nueva sensación de seguridad y autoestima, así como un crecimiento vertiginoso de la conciencia de su propio valor y una creciente ambición para obtener y conservar un puesto destacado en este nuevo mundo multicultural, globalizado y policéntrico.

Sociólogos especializados en movimientos migratorios y demógrafos prevén que el número de musulmanes que vive en Europa puede duplicarse nuevamente para el año 2015. La Oficina de Análisis Europeos del Departamento de Estado de Estados Unidos calcula que el 20% de Europa será musulmana en el año 2050 10, mientras otros predicen que un cuarto de la población de Francia podría ser musulmana en el año 2025 y que si la tendencia continúa, los musulmanes superarán en número a los no musulmanes en toda Europa occidental a mediados de este siglo, puestas así las cosas, Europa será islámica a finales de este siglo.

A este respecto y volviendo sobre los miedos globales, pensemos en la inestabilidad generada por los atentados de Nueva York, allí sin duda tuvo lugar una mutación del terrorismo, el 11 de septiembre de 2001 marca un cambio de época en la historia del miedo; así el régimen del sabotaje y la lógica del pánico vino a ser el argumento central de la política y la base de justificación de una política exterior norteamericana que sembraría otros miedos que nos marcarían a fuego, como los atentados de Atocha -–el 11-M.

7.- El régimen del sabotaje y la lógica del pánico como argumento central de la política en Sloterdijk.

Como crónica de las relaciones entre teoría y política de Estado, cabe apuntar que cuando Sloterdijk fue convocado por el canciller Schröder para debatir sobre las consecuencias del nuevo escenario mundial en la era del atmo-terrorismo y las guerras de rehenes –Sloterdijk se refirió al binomio miedo y seguridad, en relación con la política exterior estadounidense, que suele presentar Washington bajo la rúbrica “intereses de seguridad”. Destacó el filósofo cómo “vivimos en una sociedad obsesionada por la seguridad”, por las pólizas de seguros y las políticas de climatización corriendo el riesgo de perder nuestra libertad. Se refirió también al miedo como un elemento clave para el desarrollo del intelecto. “El miedo -señalo Sloterdijk– está al comienzo del intelecto, el miedo de alguna manera hizo al hombre”.

La amenaza fundamentalista, que parecía una amenaza periférica, se ha desplazado hacia el centro, rumbo a una hegemonía que a los ojos de muchos resulta pavorosa. Hoy un grupo, monitoreando artefactos desde las montañas más remotas y más miserables del mundo, es capaz de hacer estallar el icono más importante del poderío económico global, como son las Torres Gemelas.

Frente a esto las reacciones neoliberales contra el terror son siempre inadecuadas, puesto que magnifican el fantasma insustancial de Al Qaeda, ese conglomerado de odio, desempleo y citas del Corán, hasta convertirlo en un totalitarismo con rasgos propios, y algunos, incluso, creen ver en él un “fascismo islámico” que, no se sabe con qué medios imaginarios, amenaza a la totalidad del mundo libre. Dejaremos abierta la pregunta por los motivos que han conducido a aquella infravaloración y a esta magnificación. Sólo esto es seguro: los realistas se hallan de nuevo en su elemento; por fin pueden ponerse, una vez más, al frente de los irresolutos, con los ojos clavados en el fantasma del enemigo fuerte, medida antigua y nueva de lo real. Con el pretexto de la seguridad, los voceros de la nueva militancia dan rienda suelta a tendencias autoritarias cuyo origen hay que buscar en otro sitio; la angustia colectiva, cuidadosamente mantenida, hace que la gran mayoría de los mimados consumidores de seguridad de Occidente se sume a la comedia de lo inevitable.

Para descargar el libro, haga clic aquí:

Modernidad Líquida

Autor de la Reseña:

Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV. Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. Miembro del Consejo Editorial Internacional de la Fundación Ética Mundial de México http://www.eticamundial.com.mx/- y Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo http://www.konvergencias.net/

Fuente de la Reseña:

http://www.observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html

Comparte este contenido:

El juego en el escenario educativo actual : discursos y prácticas de juego en la educación preescolar, primaria, secundaria, media y superior

Colombia/15 mayo 2017/Fuente: Clacso

Desde tiempos inmemoriales, el juego ha hecho posible el acceso al mundo y al entorno particular; su capacidad mediadora nos ha puesto en relación con otros, hemos aprendido buena parte de las reglas sociales y los modos de interacción cotidiana. En otras palabras, jugar nos ha permitido asumir actitudes igualitarias, participar y llegar a acuerdos efectivos, cooperar sin prejuicios ni distinciones sociales y aprender a ponernos en el lugar del otro, algo tan difícil en nuestros tiempos. En la actualidad, sin embargo, esta capacidad cohesionadora del juego, esta actitud o modo de ser permanente, esta idea de jugar como una acción que ocurre de manera extraordinaria, no deliberada e incluso imperceptible, se han ido desdibujando, se han quedado en el plano del juego ideal. En su lugar, se ha ido afincando la noción del juego como actividad vigorosamente reglada que recae tan solo en los jugadores, está determinada espacial y temporalmente, y cuya finalidad es entretener, divertir y competir; por tanto, es intencionada. De ahí que la participación activa de la escuela sea fundamental, en cuanto es generadora de debates y ha demostrado su capacidad para incidir en las dinámicas sociales. Es aquí donde surgen preguntas en torno al lugar que ocupa el juego en los discursos y prácticas educativas: ¿qué concepciones y prácticas sobre el juego están presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la educación preescolar, primaria, secundaria, media y superior, en contextos específicos como el recreo, la danza, los escenarios de educación inclusiva o las interacciones cotidianas? ¿Qué tensiones y formas de complementariedad surgen entre los juegos y juguetes tradicionales y los virtuales? ¿Qué políticas educativas orientan y promueven el juego, sus condiciones y usos? ¿Qué pedagogos y perspectivas teóricas analizan la relación juego-educación y cómo sustentan la discusión sobre el lugar del juego en la escuela? Estos y otros cuestionamientos fueron el punto de partida de las investigaciones que aquí presentamos con la pretensión de constituirse en pretextos para enriquecer los espacios de diálogo alrededor del papel del juego en las realidades actuales que requieren tejer comunidad, entramar el lazo social desde los bordes de la inclusión social, la negociación del conflicto y los acuerdos para la reconciliación y la paz.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=co-060&d=12323

Comparte este contenido:

Libro: La gestión de incidentes críticos en la universidad

Reseña:

La gestión de incidentes críticos en la universidad, bajo la autoría de: Carles Monereo, Manuel Monte,Paola Andreucci ; Francisco Michavila (prol.). Madrid : Narcea, 2015
(Narcea universitaria)

Se trata de una obra recomendada para profesores nuevos, para académicos veteranos que aún piensan en mejorar, y para aquellos profesionales interesados en la

formación, orientación y asesoramiento del profesorado universitario. Esta publicación
presenta quince relatos de académicos universitarios sobre las distintas formas de ser
profesor universitario; se trata de historias extraídas de la realidad en las que se produce un incidente crítico, un conflicto que marcará un antes y un después en la identidad profesional de los docentes.

Link de Descarga: https://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/dms/mecd/servicios-al-ciudadano-mecd/publicaciones/centro-documentacion-universidades/lecturas-recomendadas/gestion-incidentes-universidad.pdf

Comparte este contenido:
Page 407 of 558
1 405 406 407 408 409 558