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Reporte de Tendencia Educativa: Mentoring

Por Edu-Trends

El mentoring es una relación flexible entre un mentor y un aprendiz que puede entenderse y desarrollarse de muchas maneras, tanto en las organizaciones empresariales como en los sistemas educativos, donde año con año gana prestigio.

El auge de los programas de mentoría ha sido tan notable en los últimos años que esta práctica está llamada a jugar un papel cada vez más relevante dentro del ecosistema de medios y prácticas en esta sociedad del conocimiento.

Esta edición ofrece un panorama general del mentoring como tendencia educativa, especialmente en el ámbito de la educación superior y el emprendimiento.

En esta edición podrás encontrar:

  • Un recorrido por la evolución delmentoring en 10 momentos clave de la Historia.
  • Una propuesta de definición dementoring.
  • Una descripción de las características, funciones y estrategias que conforman la labor y el rol del educador como mentor.
  • Un repertorio de procedimientos para evaluar la calidad de una mentoría.
  • Y más…

Descárgalo GRATUITAMENTE

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-trends-mentoring

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El preocupante nivel educativo en México

Pese a los esfuerzos por mejorar el acceso a la educación en México, más de la mitad de la población adulta se quedó en la secundaria, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En 2016, el 53% de los adultos jóvenes (de 25 a 34 años) en México sólo contaba con educación por abajo de media superior, cifra que aumenta al 63% en el caso de personas entre 25 y 64 años, según el estudio Panorama de la Educación 2017 de la OCDE.

El porcentaje de mexicanos que no cursó la educación media superior es mucho mayor a los promedios de los países de la OCDE, que es de 22% para personas de 25 a 64 años y de 16% para personas de 25 a 34 años.

Aunque se trata de una gran proporción de mexicanos, la OCDE advierte que sí hay una mejoría sobre las personas que se quedan en la educación secundaria respecto a hace 16 años.

«A pesar de la gran proporción de adultos jóvenes que no cuentan con estudios de educación media superior, esta proporción ha disminuido en 10 puntos porcentuales», informó la OCDE en un comunicado.

Pocos universitarios

Las mejoras tampoco son suficientemente grandes en el caso de los mexicanos que logran llegar a las universidades o posgrados en el país.

Solo el 17% de los jóvenes de entre 25 a 64 años de edad en México había cursado la educación superior (universidad) en el 2016

Solo el 17% de los jóvenes de entre 25 a 64 años de edad en México había cursado la educación superior (universidad) en el 2016, la proporción más baja entre los países de la OCDE, según datos del estudio.

Los adultos con un grado superior ganan un 56% más en promedio que aquellos con un título de escuela secundaria solamente.

«Esto es 20 puntos porcentuales abajo del promedio de la OCDE (37%), pero más alto que en algunos países socios, como Brasil (15%), China (10%), India (11%), Indonesia (10%) y Sudáfrica (12%)», se lee en la ficha para México del Panorama de la Educación 2017.

Y, ¿en qué nos afecta?

Los adultos con título de educación terciaria ganan un 56% más en promedio que aquellos con educación secundaria y tienen 10% más probabilidades de ser empleados, según la OCDE.

Y también tienen implicaciones a la salud mental. «Es menos probable que sufran de depresión que sus colegas con menor nivel educativo. Aquellos con un nivel menor a la educación media superior ganan en promedio 22% menos que los que la concluyeron», se lee en el estudio.

Esto significa que a mayores estudios, mayores salarios y empleos y menos personas deprimidas, es decir, muchos más beneficios.

Los adultos con título de educación terciaria ganan un 56% más en promedio que aquellos con educación secundaria y tienen 10% más probabilidades de ser empleados, según la OCDE

«La educación terciaria promete enormes recompensas para las personas, pero se requiere que los sistemas educativos expliquen mejor a los jóvenes qué estudios ofrecen las mayores oportunidades en la vida», dijo el Secretario General de la OCDE Angel Gurría sobre los resultados del estudio.

También alentó a los países a redoblar esfuerzos para garantizar que la educación cubra las necesidades de los niños y sus aspiraciones al futuro. «Una educación equitativa y de alta calidad fomenta la satisfacción personal, así como el crecimiento económico», dijo.

Algunas buenas noticias

Una hallazgo alentador sobre la educación en México es que el país tiene una de las mayores proporciones de estudiantes que ingresan a la educación superior en el campo de la ciencia entre los países de la OCDE.

En el 2015, el 32% de los alumnos de nuevo ingreso a la educación superior eligieron áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, 5 puntos porcentuales más que el promedio de la OCDE.

Esto sitúa a México entre los seis primeros países de la OCDE respecto a estudiantes que eligen carreras en el campo de las ciencias.

Otra noticia alentadora es que ahora hay más jóvenes matriculados en programas de capacitación técnica mientras terminan sus estudios de bachillerato, algo que la OCDE atribuye a la política educativa del gobierno mexicano para promover la educación tecnológica.

«Como resultado de esta política, el 15% de los jóvenes de 15 a 19 años en México estaban matriculados en programas de educación media superior técnica en el 2015, frente al promedio de la OCDE de 25% . Esto representó más de un tercio de la matrícula total de la educación media superior en México, en comparación con el promedio de la OCDE que es de 46%», se lee en el informe.

Fuente de la reseña: https://www.weforum.org/es/agenda/2017/09/el-preocupante-nivel-educativo-en-mexico

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Por una política educativa más inclusiva: en nombre de la ciencia

Por: Juan David Parra Heredia

Para bien o para mal, el tema de la educación esta de moda. El discurso dominante en torno a la política educativa indica que el país ya superó el reto de cobertura y que, por tanto, ahora se centra en la calidad. El problema es que la tal calidad es un concepto difuso y sobre el cual poco se han puesto de acuerdo los expertos. Hasta el momento ha prevalecido el concepto económico –la educación como generadora de capital humano- que se alinea con mediciones como las pruebas estandarizadas (ej. Saber 11, PISA), ideales –para algunos- por su objetividad y su trazabilidad en el tiempo para monitorear avances e informar decisiones de política pública.

Hace algunas semanas este medio público una columna donde se cuestionaba, precisamente, la idoneidad de este tipo de indicadores –en particular las pruebas PISA que la OCDE contrata con editoriales como Pearson- no solo por sus limitaciones conceptuales en cuanto al qué se está midiendo, sino también frente a los intereses que se pueden esconder detrás de las publicaciones periódicos de rankings internacionales de “calidad” educativa; “[s]egún el académico canadiense Donald Gutstein, Pearson utiliza PISA como cabeza de puente para manejar los hilos de la educación mundial (…)[y] para comercializar sus productos y servicios”. Esto no deja de ser interesante en un país que adoptada estos estándares como medición dominante de calidad (ver).

Aunque muchos de estos aspectos pueden caer como un baldado de agua fría para la educación en Colombia, celebro que se haga este debate. Mi posición es que los indicadores de este tipo son importantes como punto de referencia y, claro, como insumo de política, pero enaltecer su papel como la prueba ácida de la calidad educativa es simplista y poco científico. Este es el tema central de mi trabajo publicado en el GIST Education and Learning Research Journal, y que va en línea con otras publicaciones académicas, incluyendo trabajos publicados en el Journal of Education Policy, el Journal of Educational Change y la Revista Colombiana de Educación. Dedicaré el resto de esta entrada para exponer algunos argumentos que presento en busca de generar un verdadero diálogo en entorno a nuestras necesidades educativas. Mi caballo de batalla: la defensa del conocimiento científico.

A lo largo del texto cito diferentes autores –entre ellos Mario Bunge– para resumir en que consiste el que hacer del hombre y la mujer de ciencia. En breve, los científicos buscan ‘descubrir, detectar, relevar (…) algo que no puede ser observado sin hacer un gran esfuerzo’. Un ejemplo común es el caso del agua y sus componentes, y la forma en como la simple degustación del líquido no hace posible identificar su compuesto químico. De igual forma, no se podría decir que el agua es una sumatoria de hidrogeno y oxígeno, pues los segundos cuentan con propiedades (inflamabilidad, combustión) que podrían –contrario al agua- alimentar un fuego. Si queremos descubrir de que está hecho el H2O debemos, por ende, aplicar metodologías de investigación que combinen la abstracción y la creatividad con la observación y la verificación. Ello en contravía al crudo empirismo y su pretensión de develar explicaciones causales por medio de la exploración de correlaciones entre indicadores cuantificables.

Lo anterior es relevante, en tanto permea prácticas investigativas que fundamentan nuestros diagnósticos y prescripciones en materia educativa. Me refiero a trabajos como la Misión de Movilidad Social y Equidad y el resonado informe Compartir, cuyo análisis se centra en la depuración cuantitativa de factores asociados a resultados de exámenes estandarizados (incluyendo Saber 11 y PISA). Si bien es justo reconocer como –y en particular en el segundo informe- los autores advierten sus limitaciones estadísticas para identificar relaciones causa-efecto, ello no evita la aparición de afirmaciones con tinte causal como: ‘[l]os resultados obtenidos demuestran la importancia de los maestros en el desempeño de los estudiantes, por encima de otras dimensiones’. Es decir, priman metodologías que (volviendo al párrafo anterior) sobre-estiman el poder explicativo del trabajo empírico y conceptúan sobre una visión lineal del logro escolar (ej. calidad docente + infraestructura + liderazgo…).

Lo anterior no solo tiene, por tanto, consecuencias sobre la efectividad esperada de algunas políticas, sino que además exalta una gran paradoja: la exclusión de educadores profesionales en la elaboración de diagnósticos educativos. De hecho, ninguno de los informes citados incluye una participación activa de docentes ni profesionales de la educación –pero si de economistas e investigadores expertos en análisis cuantitativo-, salvo, quizás, en algunos ejercicios cualitativos secundarios. Ello en medio de argumentos que apelan la búsqueda de objetividad y de representatividad estadística, fácilmente refutables si se alude al hecho que lo empírico puede no ser transparente –como los intereses económicos de PISA- o que extrapolar una observación no equivale a extrapolar una explicación. El problema es que, bajo ese escudo, se desconocen miles de historias y experiencias, que más que ser simples anécdotas, se convierten en una puerta de entrada a las complejidades económicas, sociales, políticas y culturales de la educación en Colombia –fuentes que, desde luego, deben cotejarse con otra evidencia.

En la última sección del texto defiendo, por ende, la necesidad de un verdadero trabajo interdisciplinario para informar la política educativa. Y por ello no me refiero a la práctica recurrente de usar herramientas de corte cualitativo para verificar resultados estadísticos, sino a un esfuerzo mancomunado que reconozca dos principios básicos: i) la percepción (ej. el análisis de indicadores, anécdotas) es solo la primera etapa del proceso de descubrimiento científico y, por tanto, ii) descubrir implica investigar de la mano de los actores inmersos en un fenómeno social (ej. la política educativa) –algunos referentes de la literatura para los interesados son esteeste, este–. En términos concretos, un buen diagnóstico educativo depende no solo de la robustez técnica de las herramientas utilizadas –que en sí, es un criterio relevante para explorar aspectos empíricos de la realidad-, sino de reconocer el papel y los límites de cada disciplina dentro de un proceso de descubrimiento científico.

Fuente: https://www.las2orillas.co/por-una-politica-educativa-mas-inclusiva-en-nombre-de-la-ciencia

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Informe EUROSTAT: Estadísticas de gasto educativo en en la Unión Europea (UE)

Por EUROSTAT

Datos extraídos en julio de 2017. Datos más recientes: información adicional de Eurostat, cuadros principales y base de datos . Actualización prevista del artículo: julio de 2018.

Este artículo presenta estadísticas sobre la financiación de la educación en la Unión Europea (UE) y forma parte de una publicación en línea sobre educación y formación en la UE. Los gastos en educación pueden ayudar a fomentar el crecimiento económico, mejorar la productividad , contribuir al desarrollo personal y social de las personas y ayudar a reducir las desigualdades sociales.

Dentro de la UE, la proporción de recursos financieros dedicados a la educación es una de las decisiones clave de los gobiernos nacionales. En la misma línea, las empresas , los estudiantes y sus familias también toman decisiones sobre los recursos financieros que pueden o desean dejar de lado para la educación.

Este artículo abarca varios aspectos de la financiación de la educación, a saber, diferentes fuentes de financiación (como la financiación por el gobierno o por los hogares), así como los gastos de educación de las instituciones educativas o los hogares. Cubre los niveles de educación preescolar a superior, es decir, los gastos en todos los niveles de educación, excepto el desarrollo educativo de la primera infancia (tal como se define en el nivel de la clasificación internacional de la educación (CINE) 01).

Principales hallazgos estadísticos

Gastos generales de educación

Entre los Estados miembros de la UE, la financiación de la educación proviene principalmente del gobierno, con un papel más pequeño para las fuentes privadas (incluidos los hogares, las empresas, las organizaciones sin fines de lucroY las instituciones religiosas), mientras que un papel aún más pequeño es generalmente desempeñado por organizaciones internacionales (como las Naciones Unidas o el Banco Mundial). Cabe señalar que algunos gastos públicos se refieren a la transferencia y los pagos de educación al sector privado no educativo, lo que incluye subsidios a hogares y estudiantes, así como pagos a otras entidades privadas no educativas. Como tal, esta parte se cuenta dos veces, una vez en el gasto público y una segunda vez en el gasto de los hogares y otras entidades privadas no educativas. Cuando el gasto público incluye pagos y transferencias para educación al sector privado no educativo, se denomina «gasto público».

El Gráfico 1 muestra el gasto relativo en educación (excluyendo transferencias y pagos) de las tres principales fuentes de gasto, a saber, las realizadas por el gobierno, las fuentes privadas no educativas y las organizaciones internacionales. La participación del gobierno en el gasto total en educación en 2014 osciló entre apenas menos del 72% en el Reino Unido y Portugal hasta más del 95% en Rumania y Suecia, con un promedio de poco más del 80% en 23 de los Estados miembros de la UE. Para cobertura).

Las fuentes privadas no educativas contribuyeron con algo más del 18% del gasto total en educación en 23 de los Estados miembros de la UE, con fuentes privadas que proporcionan más del 10% del gasto total en educación en 16 de los Estados miembros de la UE para los que se dispone de datos. En 20% o más en cinco de los Estados miembros, alcanzando un máximo del 25,5% en Chipre y un 27,7% en el Reino Unido.

La contribución de las organizaciones internacionales a los gastos de educación fue en general mucho menor, con un promedio del 1% en 23 de los Estados miembros de la UE. Su porcentaje era inferior al 5% del total de gastos en todos los Estados miembros con excepción de cinco de los que se dispone de datos, con Lituania (10,0%) y Estonia (14,3%, datos de 2012).

En 2014, Bulgaria fue el único Estado miembro de la UE que no registró la mayor proporción de su gasto total en educación dedicada a la enseñanza primaria y secundaria inferior (véase el Gráfico 2), ya que la educación terciaria representaba casi un tercio (32,4%) de Total del gasto educativo comparado con una participación del 28,4% en la educación primaria y secundaria inferior. En el caso de los otros Estados miembros, la proporción de los gastos totales de educación primaria y secundaria inferior osciló entre un 35,1% en Hungría (2013) y más de la mitad en Luxemburgo (51,5%) e Irlanda (54,3 %).

En general, la menor proporción del gasto educativo en 2014 se registró en la educación preescolar, con un porcentaje de 2,0% en Irlanda, 5,7% en el Reino Unido y 5,9% en Chipre hasta más de un quinto del gasto total en educación en Bulgaria Y Suecia (ambos 20,3%). Estos dos últimos Estados miembros de la UE eran atípicos en la medida en que la educación preescolar no representaba la proporción más baja del gasto en educación, ya que la proporción de gasto en educación secundaria superior y secundaria no terciaria era menor; Luxemburgo también tuvo un patrón diferente de gasto, ya que su parte del gasto total dedicado a la educación preescolar era superior a la de la educación terciaria.

El gasto en educación terciaria en 2014 fue generalmente superior al de la enseñanza secundaria superior y de la enseñanza postsecundaria no terciaria, aunque hubo seis excepciones: Luxemburgo, Italia, Bélgica, Chipre, Malta y Portugal. La educación terciaria representa entre un quinto y un tercio del total de los gastos de educación en todos los Estados miembros de la UE para los que se dispone de datos, con excepción de Luxemburgo (que está por debajo de este rango) y Lituania (un poco más del 34,0%). La enseñanza secundaria superior y la enseñanza postsecundaria no terciaria suelen representar de un sexto a un cuarto del total de los gastos de educación, mientras que en Lituania y Suecia se registran menores cuotas, mientras que en Bélgica e Italia se registran mayores cuotas.

El gasto público

El gasto público en educación , es decir, los gastos del gobierno, incluidos los pagos y las transferencias de educación al sector privado no educativo, ascendieron a 683.000 millones de euros en 25 de los Estados miembros de la UE en 2014 (datos de 2013 para Estonia y Hungría) Disponible para Dinamarca, Grecia y Croacia). El gasto total en educación en estos 25 Estados miembros de la UE se estimó en el 5,1% cuando se compara con el producto interior bruto (PIB) y el 10,6% como parte del gasto público total (véase el cuadro 1).

El mayor gasto público en educación en relación con el PIB entre los Estados miembros de la UE se observó en Suecia (7,1%), seguido por Finlandia (6,8%), mientras que también se registraron índices relativamente altos entre los miembros septentrionales de la AELC de Islandia (7,0%) y Noruega (6,7%) – véase el gráfico 3. Aparte de Suecia y Finlandia, la mayoría de los Estados miembros informaron que el gasto público en educación en relación con el PIB se situaba entre el 3,5 y el 6,0%, con sólo Rumania por debajo de este rango y Bélgica, Chipre Y Malta por encima de ella.

Gastos de instituciones educativas

El cuadro 2 presenta un análisis de los gastos de las instituciones educativas (ya sea directamente por parte de las propias instituciones o realizadas por el gobierno en nombre de las instituciones) para 2014. En 6 de los 26 Estados miembros de la UE para los que se dispone de datos, Del total del capital y los gastos corrientes en instituciones educativas, alcanzando un máximo del 19,0% en Letonia, mientras que en los otros dos Estados miembros bálticosse registró la mayor proporción (15,2% en 2013) y Lituania (14,3%). Por el contrario, los gastos de capital representaron el 3,3% de los gastos corrientes y de capital en el Reino Unido y menos del 4,0% de los gastos de las instituciones educativas de Chipre, Bélgica y Croacia.

En la mayoría de los Estados miembros de la UE, la mayor parte de los gastos corrientes en 2014 se destinaron a la remuneración de los docentes, si bien dicha remuneración representaba el 40-50% de los gastos corrientes de las instituciones educativas en Francia, Eslovaquia, Finlandia, Lituania y Suecia ) En Estonia (datos de 2013) y en menos de un cuarto de todos los gastos corrientes en Eslovenia (23,7%, datos de 2012).

La disminución de las tasas de natalidad en muchos países tiene o probablemente dará lugar a la reducción de las poblaciones en edad escolar, lo que a su vez tendrá un efecto sobre las proporciones como el gasto medio por alumno (dado que el gasto se mantiene constante). Gasto anual (a partir de fuentes públicas y privadas) en todas las instituciones educativas muestra que un promedioDe 12 708 euros se gastó por alumno / alumno en 2014 en Suecia, con esta cifra descendiendo a 2 343 euros en Hungría (datos de 2013); El nivel de gastos era considerablemente más elevado (20 025 euros por alumno / alumno) en Luxemburgo, mientras que en Bulgaria y Rumanía era inferior a 1 500 EUR (véase el gráfico 4). En una pequeña mayoría de los Estados miembros de la UE para los que se dispone de datos (16 de 26), el gasto por alumno era más elevado en las instituciones públicas que en todas las instituciones. Entre los 10 Estados miembros donde el gasto por alumno era más bajo en las instituciones públicas, la diferencia fue mayor en términos absolutos en el Reino Unido y en términos relativos en Estonia (datos de 2013).

Con excepción de Chipre, el gasto en instituciones educativas públicas y privadas por alumno fue mayor entre las instituciones de educación terciaria. La mayoría de los Estados miembros de la UE indicó que su nivel más bajo de gasto por alumno era para la educación preescolar, aunque hubo varias excepciones, especialmente Suecia y Finlandia, pero también Croacia, Eslovenia, Bulgaria, Hungría (datos de 2013), Luxemburgo y Polonia; Aparte de Bulgaria, en cada caso se registró el nivel más bajo de gasto por alumno para estas excepciones en la educación secundaria superior y la educación post-secundaria no terciaria. De lo contrario, el patrón general observado fue el de que el gasto por alumno / alumno en general aumentó desde el nivel más bajo hasta la educación terciaria.

Ayuda financiera a hogares y estudiantes

En 2014 se estimó que el 8,6% del gasto público en educación en 25 de los Estados miembros de la UE (datos de 2013 para Estonia y Hungría, sin datos disponibles para Dinamarca, Grecia o Croacia) se utilizó para asistencia financiera a hogares o estudiantes ); Tal asistencia puede tomar una variedad de formas diferentes, incluyendo becas, préstamos públicos y subsidios contingentes a la condición de estudiante. La proporción del gasto de educación pública que se utilizó para la ayuda financiera a los hogares ya los estudiantes varió en 2014 del 1,9% en Luxemburgo y del 2,2% en Rumanía hasta el 9,4% en Irlanda; En Suecia, Alemania, los Países Bajos y el Reino Unido se registraron porcentajes superiores a este rango (entre el 10,0% y el 15,0%), mientras que la mayor proporción se registró en Bulgaria (21,1%).

La figura 7 muestra la información relativa a la ayuda financiera concedida a los estudiantes, como proporción del gasto público para cada nivel de educación. Con la excepción de la República Checa y Bulgaria, la cuota de ayuda financiera a los estudiantes no era sorprendentemente mayor en la educación terciaria que en la educación secundaria superior y la educación post-secundaria no terciaria. En la misma línea, la proporción del gasto público destinado a la ayuda financiera para los estudiantes de educación secundaria superior y postsecundaria no terciaria es generalmente superior a la correspondiente a la enseñanza primaria y secundaria inferior, excepto en Bulgaria, Hungría, Polonia y Rumanía.

En Suecia, los Países Bajos, Dinamarca (datos de 2013) y el Reino Unido la proporción del gasto público en educación terciaria utilizada para la ayuda financiera a los estudiantes superó el 25,0%. En Suecia, Bulgaria, Irlanda, Alemania, Países Bajos y Dinamarca (datos de 2013) se registraron más del 15,0% de las enseñanzas secundaria y postsecundaria no terciaria, mientras que en el caso de la enseñanza primaria y secundaria inferior, 5,0%, salvo Hungría y Bulgaria (26,0%).

El Gráfico 8 presenta un análisis similar al de la Figura 6, excepto que se centra en los gastos de las entidades privadas no educativas (distintas de los hogares) en lugar del gasto público. Como se mencionó anteriormente, tales entidades incluyen, por ejemplo, empresas, organizaciones sin fines de lucro e instituciones religiosas. La proporción del gasto total de educación que estas entidades representan y destinada a la ayuda financiera a los hogares ya los estudiantes es mucho más diversa que la indicada para el gasto público; En 9 de los 22 Estados miembros de la UE para los que se dispone de datos, la cuota era inferior al 0,5%. En el otro extremo de la escala, la importancia relativa de la ayuda financiera proporcionada por las entidades privadas no educativas a los hogares y los estudiantes era particularmente alta en Finlandia,

Fuentes de datos y disponibilidad

Fuentes de datos

Las normas para las estadísticas internacionales sobre educación son fijadas por tres organizaciones internacionales:

La fuente de datos utilizada en este artículo es una recopilación de datos conjunta UNESCO / OCDE / Eurostat (UOE) sobre estadísticas de educación, y esta es la base de los componentes básicos de la base de datos de Eurostat sobre estadísticas de la educación; En combinación con la recogida conjunta de datos Eurostat también recoge datos sobre inscripciones regionales y aprendizaje de lenguas extranjeras.

El Reglamento nº 452/2008, de 23 de abril de 2008, proporciona la base jurídica para la producción y el desarrollo de las estadísticas de la UE sobre educación y aprendizaje permanente . Se han adoptado dos Reglamentos de la Comisión Europea relativos a la aplicación de los datos sobre educación y formación. El primero, el Reglamento (UE) nº 88/2011 de la Comisión , de 2 de febrero de 2011, se refería a los datos correspondientes a los años escolares 2010/2011 y 2011/2012, mientras que el segundo, el Reglamento (UE) nº 912/2013 de la Comisión,de 23 de septiembre de 2013, Para los años escolares a partir de 2012/2013.

Más información sobre la recolección conjunta de datos está disponible en un artículo sobre la metodología UOE . También se recomienda referirse a los metadatos específicos del país antes de analizar los datos presentados en este artículo.

La clasificación CINE

La CINE proporciona una clasificación para las estadísticas de educación internacional, que describe diferentes niveles de educación; Fue desarrollado por primera vez en 1976 por la UNESCO y revisado en 1997 y de nuevo en 2011. La CINE 2011 distingue nueve niveles de educación: educación de la primera infancia (nivel 0); Educación primaria (nivel 1); Educación secundaria inferior (nivel 2); Educación secundaria superior (nivel 3); Educación postsecundaria no terciaria (nivel 4); Educación terciaria de ciclo corto (nivel 5); Bachillerato o nivel equivalente (nivel 6); Nivel de maestría o equivalente (nivel 7); Doctoral o equivalente (nivel 8). Los primeros resultados de los ejercicios de recopilación de datos que se basaron en la CINE 2011 se han publicado en 2015 a partir de los datos del período de referencia de 2012 para los datos sobre gastos.

Conceptos clave para las estadísticas del gasto educativo

Obsérvese que en los siguientes conceptos clave la expresión «gastos por o sobre (…) instituciones» se utiliza tanto para gastos de las propias instituciones (por ejemplo, sueldos pagados por una universidad fiscalmente autónoma) como por los gastos de los gobiernos en, o en nombre de , Las instituciones (por ejemplo, los sueldos pagados por un ministerio de educación nacional directamente a los maestros / profesores individuales que trabajan en escuelas públicas / privadas / universidades y otras instituciones educativas).

El gasto para todos los niveles de educación combinados abarca los gastos de todos los programas de educación, desde la educación preescolar (nivel CINE 02) hasta la educación terciaria (nivel CINE 8).

El gasto total comprende gastos corrientes y de capital. Los gastos corrientes comprenden los gastos de personal y otros gastos corrientes.

El gasto público total en educación incluye i) fondos públicos directos para instituciones educativas y ii) transferencias a hogares y empresas(incluyendo organizaciones sin fines de lucro). En general, el sector público financia la educación, ya sea soportando directamente los gastos corrientes y de capital de las instituciones educativas (gastos directos de las instituciones educativas) o apoyando a los estudiantes y sus familias con becas y préstamos públicos, Empresas o organizaciones sin fines de lucro (transferencias a hogares y empresas).

El gasto en instituciones no se limita al realizado en servicios de instrucción, sino que también incluye gastos de servicios auxiliares para estudiantes y familias, donde estos servicios se prestan a través de instituciones educativas. En el nivel terciario, El gasto en investigación y desarrollo puede ser significativo y esto se incluye en las cifras presentadas, en la medida en que tales investigaciones son realizadas por instituciones educativas. Como tales, los gastos en instituciones educativas incluyen el gasto en bienes y servicios educativos básicos, tales como personal docente, edificios escolares, libros escolares y material didáctico, y bienes y servicios periféricos educativos tales como servicios auxiliares, administración general y otras actividades. El gasto en educación de las instituciones abarca todos los tipos de escuelas / universidades públicas y privadas y otras instituciones educativas que participan en la prestación o el apoyo de servicios educativos.

Los gastos en instituciones educativas de fuentes públicas corresponden a gastos directos en instituciones educativas de fuentes públicas. Puede tomar una de dos formas:

  • Las compras directas por parte del gobierno de los recursos educativos que deben utilizar las instituciones educativas (como el pago de los salarios de los maestros por un ministerio central o regional de educación);
  • Pagos hechos por agencias gubernamentales a instituciones educativas que tienen la responsabilidad de comprar recursos educativos ellos mismos (por ejemplo, una apropiación gubernamental o una subvención en bloque a una universidad, que la universidad utiliza para compensar al personal y / o comprar otros recursos).

Los gastos directos de una agencia gubernamental excluyen los pagos de matrícula a una institución que han sido recibidos de estudiantes (o sus familias) matriculados en escuelas públicas bajo la jurisdicción de esa agencia, incluso si dichos pagos de matrícula fluyen, en primer lugar, A la institución en cuestión.

El gasto en instituciones educativas de fuentes privadas comprende: cuotas escolares; Materiales (como libros de texto y material didáctico); Transporte a la escuela (si es organizado por la escuela); Comidas (si las proporciona la escuela); Tarifas de embarque, y; Gasto de los empleadores en la formación profesional inicial .

La ayuda financiera pública a los estudiantes se refiere a la asistencia pública directa a alumnos / estudiantes en forma de becas, préstamos públicos y asignaciones familiares condicionadas a la condición de estudiante. Esto no es una medida completa del nivel de asistencia que los estudiantes pueden recibir, por ejemplo, los estudiantes (o sus familias) también pueden obtener apoyo financiero indirectamente, por ejemplo, a través de servicios auxiliares (en otras palabras, servicios de bienestar estudiantil tales como comidas, transporte, cuidado de la salud O dormitorios) o reducciones de impuestos.

Convenciones de contabilidad

Los datos sobre gastos educativos se recopilan en base a la contabilidad de efectivo y no a la contabilidad de ejercicio . Como tal, los gastos se registran en el año en que se produjeron los pagos. Esto significa en particular que:

  • Las adquisiciones de capital se cuentan íntegramente en el año en que se produce el gasto;
  • La depreciación de los bienes de capital no se registra como gastos, si bien los gastos de reparación y mantenimiento se registran en el año en que se produce.

El gasto en préstamos estudiantiles se registra como los desembolsos brutos de préstamos en el año en que se realizan los préstamos, sin reembolsar los prestatarios existentes.

Las tablas de este artículo utilizan la siguiente notación:

  • Valor en cursiva : el valor de los datos está previsto, provisional o estimado y, por tanto, es probable que cambie;
  • ‘:’ No disponible, valor confidencial o poco fiable;
  • ‘-‘: no ​​aplica

Contexto

La educación representa una proporción significativa del gasto público en todos los Estados miembros de la UE, siendo la partida presupuestaria más importante el gasto en personal. El costo de la enseñanza suele aumentar significativamente a medida que el niño se mueve por el sistema educativo, con un gasto por alumno / alumno considerablemente mayor en las universidades que en las escuelas primarias . Aunque la educación terciaria cuesta más por persona, la mayor proporción del gasto total en educación se destina normalmente a los sistemas de educación secundaria , ya que estos enseñan una mayor proporción del número total de alumnos / estudiantes.

En muchos Estados miembros de la UE existe un debate sobre cómo aumentar o mantener la financiación de la educación, mejorar la eficiencia y promover la equidad, un desafío que se ha vuelto más difícil en el contexto de la crisis financiera y económica mundial y, en particular, deuda. El debate no se refiere únicamente a los niveles y fuentes de financiación, sino también a las propuestas de reformas de las políticas y sistemas educativos y plantea cuestiones sobre el desarrollo de las competencias de la mano de obra para el futuro, en beneficio de los individuos y de la sociedad. Los posibles enfoques de la financiación incluyen los derechos de matrícula, gastos administrativos o de examen; Otra fuente potencial de recaudación de fondos son las asociaciones entre empresas y establecimientos de enseñanza superior.

Los costos de educación pueden ser equilibrados por el apoyo basado en las necesidades o el mérito: el apoyo basado en el mérito incluye el apoyo otorgado sobre la base del desempeño académico; El apoyo basado en las necesidades incluye subvenciones contingentes, préstamos (u otro tipo de apoyo) para tratar de estimular las tasas de matrícula en la educación superior, en particular entre los miembros menos favorecidos de la sociedad, promoviendo así la igualdad de oportunidades y la movilidad social y la inclusión. En un informe elaborado por la Comisión Europea y la Agencia Ejecutiva para la Educación, el Audiovisual y la Cultura, se dispone de un análisis de las tasas nacionales de los estudiantes y de los sistemas de apoyo en la enseñanza superior europea .

GRAFICO:

Figura 1: Distribución del gasto en educación (excluido el desarrollo educativo de la primera infancia) por sector, 2014
(% del gasto público, privado e internacional combinado en educación)
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine01)

Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine01) Figura 2: Distribución del gasto en educación (excluido el desarrollo educativo de la primera infancia) por nivel de educación, 2014
(% del gasto en educación )

Cuadro 1: Principales indicadores del gasto público en educación (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia), 2014
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine01) , (educ_uoe_fine06)(educ_uoe_fine08)

Gráfico 3: Gasto público en educación (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia) como proporción del PIB, 2014
(%)
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine06)

Cuadro 2: Gastos en instituciones educativas (excluido el desarrollo educativo de la primera infancia), 2014
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fini01)

Fuente: Eurostat (educ_uoe_fini04) Figura 4: Gastos de las instituciones educativas (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia) por alumno / alumno, por sector, 2014
(EUR por alumno / estudiante en equivalente a tiempo completo )

Fuente: Eurostat (educ_uoe_fini04) Fuente: Eurostat(educ_uoe_fini04) Figura 5: Gastos de las instituciones educativas (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia) por alumno / alumno, por nivel educativo, 2014
(EUR por alumno /

Figura 6: Ayuda financiera a los estudiantes como porcentaje del gasto público para todos los niveles educativos (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia), 2014
(%)
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine02)

Figura 7: Ayuda financiera a los estudiantes como porcentaje del gasto público para cada nivel educativo, 2014 (%)
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fina01)

Figura 8: Porcentaje de todos los gastos de educación (excluyendo el desarrollo educativo de la primera infancia) por entidades privadas no educativas (distintos de los hogares) utilizados para la ayuda financiera a las familias y estudiantes, 2014
(%)
Fuente: Eurostat (educ_uoe_fine03)

 

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Informe: ¿Qué Ciudad queremos para mañana? Un ejercicio de participación infantil

Por http://equidadparalainfancia.org

La iniciativa ¿Qué Ciudad de México queremos para mañana? estuvo compuesta por una serie de talleres sobre urbanismo, en los que participaron 17 mil niños y niñas de entre 6 y 12 años, de 110 escuelas primarias de barrios o colonias vulnerables de la capital mexicana, a partir de los cuales formularon proyectos destinados a solucionar problemáticas de sus propios contextos comunitarios.

La propuesta fue desarrollada por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) con el apoyo de instituciones públicas que desarrollan el programa SaludArte en la Ciudad de México. Los resultados del proyecto fueron incluidos en el Programa General de Desarrollo Urbano (PGDU), que incluye diversas instancias de participación y consulta ciudadana. De las más de 90 propuestas hechas por los/as niños/as, se seleccionaron 5 que fueron presentadas en la conferencia Hábitat 3 en Quito.

El método elaborado por la Asociación “Robins des Villes” se basa en una herramienta pedagógica que permite escuchar, comprender, evaluar y difundir la opinión de los niños sobre sus condiciones de vida y sus expectativas en contextos urbanos. Este tipo de intervenciones se propone aportar a la garantía del derecho de participación y a la construcción de políticas urbanas sustentables.

En una época en la que la mayor parte de las grandes metrópolis enfrentan importantes desafíos para el futuro, la sensibilización y la participación de los más jóvenes en la toma de decisiones adquiere cada vez mayor importancia. Sensibilizar a los/as niños/as desde una edad temprana sobre los desafíos urbanos, y favorecer la creación de propuestas de acción para la ciudad, fortalece espacios de ciudadanía infantil y amplía la perspectiva sobre los contextos urbanos para el desarrollo de acciones que incluyan la visión de la población más vulnerable.

Los resultados y la sistematización de la experiencia piloto desarrollada en México, brindan una serie de materiales y buenas prácticas que sirven de ejemplo para replicar este ejercicio en otras ciudades, a partir de herramientas que permiten elevar la coz de niños y niñas para dialogar con los responsables de la toma de decisiones.

 Vea la entrevista con Julio López, Coordinador del proyecto:

Descargue el informe de resultados del proyecto: ¿Qué Ciudad queremos para mañana?
Acceda a más información sobre el proyecto: http://cdmxfutura.mx/

Fuente: http://equidadparalainfancia.org/2017/08/que-ciudad-queremos-para-manana-un-ejercicio-de-participacion-infantil/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter

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Estudio de impacto de Educación Infantil en la India

ASERCENTRE

El estudio sobre el Impacto de la Educación en la Primera Infancia de la India (IECEI) es un estudio de investigación en colaboración que reúne elementos de investigación cuantitativa y cualitativa para comprender la ECE en la India rural. Concebido como un estudio longitudinal de cinco años (2011-2016) de una cohorte de cuatro años de edad en tres estados principales de la India, el estudio propone ver el impacto de aprendizaje temprano, la socialización y las experiencias de preparación escolar en preescolar en los resultados educativos y de comportamiento A lo largo de las etapas primarias. El Informe de Estudio de Impacto de Educación Infantil de la India fue publicado por UNICEF y lanzado el 28 de julio de 2017.

India Informe de Estudio de Impacto de Educación Infantil  | Resumen de políticas

Fuente: http://www.asercentre.org/Keywords/p/306.html

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España: El tamaño de las aulas importa: más alumnos, más burocracia y menos tiempo para aprender

Europa, España, 19 de agosto de 2017.  Fuente: http://www.eldiario.es. Autor: Daniel Sánchez Caballero.

Las clases masificadas provocan que el profesorado pierda tiempo en imponer orden, perjudican a los estudiantes más desfavorecidos y dificultan la individualización de la enseñanza. La situación ha empeorado en los últimos años como consecuencia de los recortes porque el descenso de profesores ha conllevado la subida de alumnos.

Apenas se habla de ello, pero es de lo que más afecta al día a día en clase. Cuántos alumnos hay metidos en un aula o con cuántas personas tiene que lidiar un profesor cada hora. Aunque es la parte más visible de esta variable cuantitativa, no es la única. Hay otras, menos evidentes, pero también importantes: cuántos exámenes debe corregir el maestro de cada tacada o con cuántas familias tiene que relacionarse en cada curso. Las ratios condicionan hasta dónde se puede individualizar la atención a los alumnos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto sobre la mesa la cuestión de las ratios, en general por encima de los límites recomendables, durante su campaña electoral. Prometió que las reduciría a 12 alumnos por clase en Primaria de un curso para otro. Su ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, anunció a principios de julio que en una primera fase se realizará en 2.500 clases de colegios de zonas desfavorecidas. La tarea será ardua. En Francia, según datos de la OCDE, las ratios en Primaria están actualmente en 23 alumnos por clase.

En España la situación no está mucho mejor. En Primaria hay 22 alumnos por clase —de media—, mientras en Secundaria la cifra sube hasta los 25. Con estos datos, nuestro país se ubica en la posición número 12 de los 33 países que analiza la OCDE, por encima tanto de la media de estos países como de la media de la Unión Europea de los 21 –países que forman parte de la UE y de la OCDE– , que se sitúa respectivamente en 21 y 20 en Primaria y 23 y 21 en Secundaria.

España se coloca justo por detrás de EEUU y por delante, precisamente, de Francia. China lidera la clasificación por países, con 50 alumnos de media en Secundaria y casi 40 en Primaria, y Letonia la cierra con 15 y 16, respectivamente.

Las ratios de alumno por aula en Europa.
Las ratios de alumno por aula.

Hasta 40 alumnos por clase

Los datos de España hay que cogerlos con cuidado. Son medias y, en muchas ocasiones, se nutren de dos extremos: las grandes ciudades suelen tener muchos más alumnos por aula que los entornos rurales o de pequeñas poblaciones. En las grandes capitales puede llegar a haber hasta 40 alumnos en cada clase en los últimos años de bachillerato.

La situación solo ha empeorado en los últimos años como consecuencia de las decisiones adoptadas por la crisis. El descenso del número de profesores ha conllevado automáticamente la subida de los alumnos por clase, como constató CCOO en un reciente informe. Así, en el periodo entre el curso 2008-2009 y el 2015-16 cada aula de un centro público acoge a un alumno más en Primaria y a uno y medio en Secundaria. En regiones como Madrid  la masificación en las aulas ha llegado a la justicia (la expresidenta, Esperanza Aguirre, permitió subir las ratios un 20% de manera coyuntural, pero nunca se bajaron) y en otras como Cantabria están en máximos europeos.

Con Cifuentes, la Comunidad de Madrid mantiene a más alumnos de los que marca la ley porque apela a un decreto que permitía subir el número ante la reducción de plantilla. Sin embargo, se quedó sin efecto después de que el Gobierno anunciara una tasa de reposición del profesorado del 100%. Así las cosas, el limite legal de ratios marca un máximo de  25 alumnos en Infantil y Primaria; 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato.

El tamaño de las aulas importa, explican los expertos. Y no solo en el rendimiento de los alumnos, también en el discurrir de la propia clase o en el gasto educativo. Aunque no hay excesiva literatura específica al respecto, Blanquer sí aludió a «estudios realizados en Francia y en el extranjero» para avalar la propuesta francesa de reducir las ratios.

La OCDE, en su Panorama de la Educación, explica tímidamente que «las clases más pequeñas pueden beneficiar a grupos de estudiantes concretos, como los que proceden de entornos desfavorecidos».

La importancia de la atención individual

Los profesores que están cada día en las aulas confirman estas impresiones y van más allá. «El número de alumnos es una de las cosas más importantes», asegura una profesora de Primaria. «Es la manera de conseguir una atención lo más individualizada posible para cada estudiante. Para mí, en un mundo ideal el máximo razonable son 18-20 y el óptimo, 14-15. Si tienes divididos a los alumnos en grupos de rendimiento (no una división física, está en tu cabeza), puedes centrarte en el que tiene un menor desempeño y el otro trabajará solo. Con tres grupos ya no vas a llegar a todos», explica. Y si en la clase hay alumnos con necesidades educativas especiales, la aseveración anterior redobla su validez e importancia.

Más allá de esto, señala la OCDE, «un mayor tamaño de las clases parece estar asociado a un porcentaje más elevado de estudiantes con problemas de comportamientos y con la necesidad de dedicar más tiempo a mantener el orden, en vez de a la enseñanza y al aprendizaje».

Los datos de la OCDE muestran que en los países con menos alumnos en cada clase (Letonia o Estonia, con casi 15 alumnos), los profesores dedican casi el 85% del tiempo a la enseñanza y el aprendizaje, mientras que en los que más tienen (clases que rondan las 35 personas), este porcentaje cae por debajo del 75%. La media de la OCDE no llega al 80%. En una clara correlación, en los países con las aulas más masificadas el 15% del tiempo se va en mantener el orden en clase, mientras que los que menos alumnos tienen no llegan al 10% de los minutos invertidos en esta tarea.

Además, como recuerda otra maestra, no solo se trata de las horas de clase en sí. Más alumnos significa más exámenes que corregir y, sobre todo, más familias que atender durante el curso. De nuevo, más tiempo dedicado a la burocracia y restado a las tareas puramente académicas que limita esa individualización de la enseñanza a la que apuntan los expertos como el camino a seguir.

En Francia, pionera en la reducción masiva de ratios si mantiene la promesa, tienen tarea por delante. Tanta, que los sindicatos del país creen que no lo van a lograr. Reducir el número de alumnos por aula requiere más clases físicas y más profesores. La parte de los maestros más o menos se puede acometer, es cuestión de dinero. Más dificultades presenta la de las aulas. De momento, como solución temporal, los directores se plantean separar las clases que ya tienen por la mitad con algún recurso coyuntural (una cortina, un muro) o utilizar las aulas informáticas.

Fuente reseña: http://www.eldiario.es/sociedad/importancia-tener-pocos-alumnos-clase_0_670883145.html

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