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Las bibliotecas escolares, clave para la equidad

Por: Guadalupe Jover

La LOMCE no les dedica ni una línea. Sin embargo, las bibliotecas escolares son imprescindibles para proveer de entornos lectores a quienes no nacieron rodeados de libros. La apuesta de la próxima ley educativa por la equidad y la cultura contará con un termómetro irrebatible: el lugar que en ella ocupen las bibliotecas escolares.

“En todas las ediciones de PISA, desde 2000 a 2012, la variable sobre el número de libros en casa ha mostrado tener una relación positiva y significativa con los resultados de los estudiantes”. En 2015, PISA corroboró una vez más que el número de libros en el hogar es un buen predictor del rendimiento en las tres áreas evaluadas: ciencias, lectura y matemáticas. (Fuente: MECD)

Puesto que la LOMCE establecía como uno de sus objetivos prioritarios “mejorar en las comparativas internacionales” (esto es, subir en PISA), hubiera cabido esperar una fuerte presencia de las bibliotecas escolares en el desarrollo de la ley. Pero, ¿cuántas veces son nombradas las bibliotecas escolares en la LOMCE? Ni una mención siquiera.

Se ha repetido que la Ley Wert no fue sino una modificación de la ley anterior, la LOE, de la que se suprimieron determinados artículos y en la que se introdujeron otros. Hacer el rastreo del campo semántico eliminado y del incorporado es sumamente esclarecedor. La obsesión del PP por absolver a las estructuras políticas y sociales del devenir de cada individuo, atribuyendo su futuro personal y profesional exclusivamente a su talento y su esfuerzo, en una suerte de carrera meritocrática en la que el contexto de cada quien aparece sustituido por una especie de envasado al vacío, está en la raíz de la omnipresencia de términos como emprendimiento, emprendedor y empresario. Cada estudiante es responsable de su “éxito” o de su “fracaso”. En este marco, efectivamente, huelgan las bibliotecas escolares.

Pero quienes estamos a pie de aula con niñas y niños sabemos bien de su importancia. Sabemos que aunque es cierto que la escuela no puede a solas cambiar el mundo y que no es posible educar en cualquier contexto, el potencial de las bibliotecas escolares como palanca de equidad es innegable. La educación debiera hacer posible que nuestro futuro no esté determinado por el azar de nuestro nacimiento, y aunque para ello lo primero son las políticas sociales, la escuela no puede limitarse a ser el escenario donde se reproducen las desigualdades, también de la condición (o no) de lectores. Si afirmamos que las bibliotecas escolares son necesarias en esta contribución de la escuela a la equidad es por su capacidad de proveer de entornos lectores a quienes no nacieron rodeados de libros.

De la infinidad de fórmulas que he conocido de eso que se ha dado en llamar “animación a la lectura” no conozco ninguna más acertada que la de tratar de acercar, lo más humildemente posible, los usos escolares de la lectura a sus usos sociales: tener acceso a los libros y pertenecer a una red de lectores son dos de los requisitos imprescindibles para hacer de la lectura -de la lectura sostenida de libros íntegros, sea cual sea su género- una práctica habitual. ¿Que hay muchas más actuaciones necesarias para contribuir al fomento del hábito lector y la educación literaria? Sin duda. ¿Que nada asegura que quienes han leído durante sus años escolares vayan a ser lectores toda su vida? Por supuesto. Pero quien no tiene acceso a los libros en su hogar ni posibilidad de compartir experiencias de lectura con gente de su entorno no tendrá siquiera la capacidad de elegir. La responsabilidad de la escuela consiste en proveer, a todos sin excepción, de espacios y tiempos para la lectura y de libros que merezcan la pena; en desarrollar estrategias de comprensión lectora que permitan a los estudiantes vencer las resistencias que cada texto presenta; en proporcionar experiencias placenteras de lectura. Lo demás, en efecto, es cosa suya.

Pero aún hay más. Y es que aunque según la lógica de la OCDE y de la propia LOMCE lo suyo hubiera sido que las bibliotecas escolares hubieran sido objeto de una atención especial en nuestra última ley educativa, hay algo que chirría, y mucho, en los discursos utilitaristas en torno a la lectura. ¿Utilidad social o exigencia vital?, se pregunta Michèle Petit. Preguntémonos a qué esa obsesión por la lectura y si quien la alimenta la pone al servicio de la emancipación o la sumisión, del cuestionamiento crítico del mundo o de su adaptación acrítica a él. Prostituir el deseo -o tratar de suscitarlo no apelando al placer sino a una eventual retribución en el mercado- produce más repugnancia que adhesión.

Si el silencio de la LOMCE con respecto a las bibliotecas escolares es sintomático de su desprecio por la equidad, no lo es menos de su desprecio por la cultura. Corremos el riego, decía Naomi Klein en su Doctrina del Shock, de que nos borren nuestro pasado. “No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee”, vaticinaba Ray Bradbury. Que los únicos libros que maneje un chico o una chica en los años de la secundaria obligatoria sean los libros de texto en nada contribuye a la formación de una ciudadanía crítica. Que cada centro educativo no cuente con una buena biblioteca escolar impide a ciencia cierta la formación de una ciudadanía culta. Sin duda alguna, la realidad de los hechos desmiente la grandilocuencia de los discursos (o los preámbulos legislativos).

Es en las bibliotecas donde tenemos acceso a un nuestro patrimonio cultural, a un imaginario compartido. La biblioteca escolar -entendida como espacio físico y simbólico que todo lo impregna- es pieza imprescindible para el fomento de la lectura, para la transmisión de un cierto mapa de la cultura -más allá del papel y más allá de las fronteras nacionales; más allá también de la literatura- y para el desarrollo de las habilidades de interpretación. Es, además, un espacio magnífico para cohesionar, con un sinfín de actividades, a la comunidad educativa, pues si bien las bibliotecas del siglo XXI no pueden dar la espalda al inmenso potencial de los entornos digitales, no pueden renunciar tampoco a la inmediatez del territorio, a reforzar los vínculos entre la gente que pisa el mismo suelo.

Pese al desprecio por la equidad y la cultura por parte de unas administraciones educativas que se han olvidado de sus bibliotecas escolares (no en todas las comunidades autónomas, conviene recordarlo), hay por fortuna muchas maestras y maestros comprometidos en hacer de sus bibliotecas espacios confortables y hospitalarios, cálidos y acogedores; en cuidar los fondos y hacerlos visibles y accesibles; en “detener el tiempo” y ofrecer ocasiones para la lectura silenciosa y autónoma al margen de requerimientos externos; en combinar las lecturas compartidas y las sugerencias individualizadas, en hacer de la lectura una de las líneas medulares del proyecto educativo de centro y en construir, con niñas y niños, itinerarios de progreso. Pero necesitamos recursos.

No sabemos muy bien qué será del Pacto educativo. Pero en tanto prosiguen sus trabajos conviene recordar a sus señorías que la apuesta de la próxima ley de educación por la equidad y la cultura contará con un termómetro irrebatible: el lugar que en ella ocupen las bibliotecas escolares.

 

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/22/las-bibliotecas-escolares-clave-para-la-equidad/

 

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España: Educación destina 7 millones de euros para libros de texto el próximo curso

España/19 junio 2017/Fuente: El Diario

De esta partida seis millones de euros corresponden a centros educativos públicos y un millón para los concertados.

La Consejería de Educación destinará el próximo curso una partida de  siete millones de euros en libros de texto para centros públicos y concertados que impartan enseñanzas de Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Educación Especial.

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado la Orden que regula el libramiento de fondos para la dotación de libros de texto para el curso escolar 2017/2018, de los que seis millones de euros corresponden a centros educativos públicos y un millón para los concertados.

El objetivo es propiciar el ajuste entre los materiales del centro educativo y las necesidades del alumnado, promover la propiedad social, así como desarrollar hábitos de cuidado y respeto en el uso de materiales escolares, ha informado la Junta.

Asignación de los libros

Para la asignación del material los consejos escolares de los centros solicitantes utilizarán una serie de criterios como pertenecer a familia numerosa legalmente reconocida y pertenecer a familias cuya renta familiar no supere los umbrales de rentas computables máximos especificados.

Los centros educativos, una vez cubiertas las necesidades del alumnado becario y siempre que existan libros sobrantes, podrán distribuirlos entre el resto del alumnado que haya formulado solicitud, sin que esta circunstancia le otorgue derecho a tener la condición de becario en posteriores convocatorias.

En este caso el préstamo se adjudicará por orden inverso a la magnitud de la renta familiar de las familias solicitantes.

Gestionados por los consejos escolares

Los fondos públicos que reciban los centros educativos serán gestionados por los consejos escolares y se destinarán exclusivamente a la adquisición de libros de texto. El alumnado dispondrá de forma gratuita, en concepto de préstamo, de los libros de texto seleccionados por el centro para los estudios que esté cursando.

Los libros serán propiedad de los centros educativos y se devolverán al centro en caso de traslado o al finalizar el curso escolar. El Consejo Escolar arbitrará las medidas necesarias para responsabilizar al alumnado en el uso adecuado del material.

Los centros incorporarán en su Reglamento de Organización y de Funcionamiento las normas de utilización y conservación de los libros de texto, así como las medidas que corresponderían en caso de deterioro, extravío o no devolución. Los padres o tutores legales del alumnado solicitante presentarán las instancias en la secretaría del centro hasta el 3 de julio.

Los libramientos de fondos serán solicitados por los consejos escolares de los centros en el plazo de 30 días, contados desde esta publicación. Por su parte, los centros educativos que inicien su actividad en el curso 2017/2018, podrán presentar sus peticiones y documentación hasta el 30 de septiembre de 2017.

Fuente: http://www.eldiario.es/eldiarioex/politica/Educacion-destina-millones-libros-proximo_0_655134975.html

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Ecuador: Gobierno y Ministerio de Educación lanzaron campaña de lectura: «YO LEO»

Ecuador/12 junio 2017/Fuente: ecuadorinmediato

Su objetivo será fortalecer hábito de lectura

En el cantón La Libertad, en Santa Elena, el Gobierno Nacional, a través del titular del Ministerio de Educación, Fander Falconí, realizó el lanzamiento de la campaña nacional YO LEO, cuyo fin es fortalecer el hábito de la lectura.

Durante el lanzamiento, el Ministro Falconí se refirió a la lectura como un derecho dentro del ejercicio de la educación de calidad. “Ahora tenemos políticas educativas más sólidas, tenemos grandes retos alrededor de la comunidad, y la lectura nos abre nuevas dimensiones con otras realidades y posibilidades”.

Esta campaña forma parte del Plan Nacional de Lectura, estrategia intersectorial, que será presentada el 09 de agosto, a propósito del Día Nacional de la Cultura.

Los ministerios de Educación, y el de Cultura y Patrimonio aplicarán el Plan Nacional de Lectura que incluirá la producción editorial con enfoque intercultural; creará una línea editorial de textos y audio libros para promover valores culturales, históricos, regionales y locales.

De igual manera la formación de lectores, desarrollando contenidos de lectura, realizando capacitaciones y reorganizando el sistema de bibliotecas. Finalmente la promoción y difusión cultural; promoviendo encuentros educativos y culturales, espacios radiales, televisivos y acercar a los autores a la comunidad educativa.

El Plan Nacional de Lectura está dirigido a los estudiantes, docentes y a la comunidad a nivel nacional como un proceso permanente, estable y dinámico. Aquí no solo contempla la participación de organismos estatales, sino también de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) y organizaciones sociales.

Falconí indicó que el Gobierno Nacional compromete un conjunto de motivaciones alrededor de la lectura para generar la conciencia de su necesidad en el desarrollo de la educación. “Según estadísticas publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) los ecuatorianos leemos menos de medio libro al año. Por lo tanto, aquí tenemos un gran desafío”.

Acotó la importancia de la lectura en los estudiantes y el compromiso de los padres de familia para impulsar el proceso de aprendizaje.

Fuente: http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=2818821291

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Finlandia adapta su sistema educativo a la era digital

Finlandia/05 junio 2017/Fuente: Página Siete

El objetivo de la forma de enseñanza del Phenomenon-Based Learning es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.

Finlandia, el país reconocido por la calidad de su educación, está reformulando la forma en que enseña en la era digital: en vez de centrarse en materias, está poniendo el énfasis en habilidades. Pero no todo el mundo está feliz con los cambios y existen temores de que pueda bajar la calidad de la enseñanza.
Hace casi dos décadas que Finlandia disfruta de la reputación de tener uno de los  mejores sistemas educativos del mundo. Sus estudiantes de 15 años suelen colocarse en los primeros lugares en las tablas de medición PISA, que evalúan la lectura, las matemáticas y las ciencias.
La habilidad del país para producir resultados académicos sobresalientes resulta fascinante para muchos, ya que allí los niños empiezan la educación formal recién a los siete años. Además, tienen  jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, muy poca tarea y no rinden exámenes.
Pero a pesar de este éxito, Finlandia está reformando su sistema, algo que considera vital en una era digital en la que los niños ya no dependen de los libros y de las aulas para adquirir conocimientos.
El objetivo de esta forma de enseñanza -conocida en inglés como  Project  or  Phenomenon-Based Learning  (PBL) (el aprendizaje basado en problemas)- es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.
Así lo explica Kirsti Lonka, profesora de psicología educativa en la Universidad de Helsinki. Entre las habilidades que resalta está el  pensamiento crítico, necesario para identificar las noticias falsas y evitar el  ciberbullying  (acoso online). También la habilidad técnica para poder instalar software antivirus y conectar la computadora con una impresora.
«Tradicionalmente la enseñanza se ha definido como una lista de materias y datos que uno debe adquirir -por ejemplo la aritmética o la gramática- con un poco de decoración alrededor, como clases de cívica”, dice Lonka.
«Pero en la vida real nuestro cerebro no está dividido en disciplinas; pensamos de manera muy holística”, explica.
«Y cuando piensas en los problemas del mundo: crisis globales, migración, la economía, la era de la posverdad, realmente no  hemos dado a nuestros niños las herramientas para lidiar con este mundo intercultural”, opina.
«Aprender a pensar, aprender a entender, éstas son las habilidades que importan y además hacen que aprender sea mucho más divertido, lo que promueve el bienestar”, concluye.
En agosto de 2016 se hizo obligatorio para todas las escuelas finlandesas enseñar de manera más colaborativa. Desde entonces, los alumnos pueden elegir un tema que les sea relevante y basar su materias en esa elección. Una de las claves de los cambios ha sido hacer un uso innovador de la tecnología y de fuentes fuera de la escuela.
Dejar atrás las tradiciones
La Escuela Secundaria Hauho está en una zona de bosques y lagos, a unos 40 minutos en auto de la ciudad de Hameenlinna.  Con solo 230 alumnos de entre siete y 15 años,  tiene un ambiente hogareño.
Los alumnos dejan sus zapatos en la entrada. En algunas clases, en vez de sillas usan pelotas para hacer ejercicio y hay barras en las puertas para hacer flexiones de brazos.
Los docentes son relajados con el tema de los celulares en el aula, consideran que es bueno que los niños aprecien su valor como herramienta de investigación y no solo para comunicarse con sus amigos.
En este día frío los alumnos más grandes se apiñan alrededor de sus teléfonos en la hora de almuerzo, mientras que algunos de los más chicos le hacen frente a los copos de nieve que caen para usar la pista de skate o las canchas de fútbol y baloncesto.
El director Pekka Paappanen es un ferviente creyente en el sistema PBL, y busca una variedad de maneras de integrarlo al currículo escolar.
«Discutimos ideas con los maestros y después me aseguro de que tengan el tiempo y el espacio para desarrollarlas”, afirma.
«Estamos dejando atrás algunas de las viejas tradiciones, pero lo hacemos de forma lenta. El trabajo de enseñar a nuestros niños es demasiado importante y no podemos equivocarnos”, sostiene  Paappanen.
Pero ¿funciona?
El concepto de PBL  tiene sus detractores.
Algunos, como el maestro de física Jussi Tanhuanpaa, temen que no les da a los niños suficiente profundidad de conocimiento sobre un tema como para permitir que lo estudien a un nivel superior.
Él enseña en Lieto, en las afueras de la ciudad sudoccidental de Turku, y cuenta que conoce a un grupo de chicos que estaban aprendiendo un nivel avanzado de matemáticas para mayores de 16 años, y el 30% debió bajar a un nivel menos avanzado.
También teme que esté ampliando la brecha entre los estudiantes más y menos capaces, que históricamente ha sido pequeña en Finlandia.
«Esta manera de enseñar  es genial para los chicos más brillantes  que entienden qué conocimientos se deben llevar de un experimento”, opina.
«Les da la libertad de aprender a su propio ritmo y de tomar el siguiente paso cuando están listos”, señaló. «Pero esto no es así para los niños que tienen menos capacidad de entender y que necesitan más asistencia”, continúa.
A otros les preocupa que esto agregue más a la carga laboral de los docentes y que ponga en situación de desventaja a los maestros de mayor edad que quizás no tengan tantos conocimientos digitales como sus pares más jóvenes.
Jari Salminen, de la facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, afirma que estilos de enseñanza similares se probaron en el pasado -incluso hace 100 años- pero fallaron.
«Muchas visitas internacionales me preguntan,  ¿por qué están cambiando este sistema cuando obtienen tan buenos resultados?”, cuenta.
«Y para mí es un misterio porque no tenemos ninguna información a nivel de los colegios de que el  PBL  esté mejorando los resultados”, dice Salminen. Anneli Rautiainen de la Agencia Nacional para la Educación de Finlandia acepta que hay preocupación y afirma que están introduciendo los cambios de manera gradual.
Por ahora, a los colegios solo se les requiere que incorporen un proyecto PBL para sus alumnos cada año.
Y, aunque no todos estén convencidos con esta revolución de la enseñanza finlandesa, la mayoría de los alumnos y padres de Hauho le dan su visto bueno.

Fuente: http://paginasiete.bo/miradas/2017/6/4/finlandia-adapta-sistema-educativo-digital-139946.html

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Entrevista a Rafael Cid: Un medio alternativo que ejerza de contrapoder está condenado a ser minoritario

Entrevista a Rafael Cid, periodista y colaborador de “Radio klara”, “Rojo y Negro” y “Kaos en la red”
“Un medio alternativo que ejerza de contrapoder está condenado a ser minoritario”
Enric Llopis
¿Han de batallar los medios de comunicación independientes por la hegemonía? ¿Tienen que marcarse como objetivo el crecimiento de lectores y audiencias para ensanchar su ámbito de influencia? “Un medio alternativo que ejerza de ‘contrapoder’ está condenado a ser siempre más o menos minoritario”, afirma el periodista Rafael Cid, colaborador del periódico de la CGT Rojo y Negro, Radio Klara de Valencia (en el espacio “El Vaivén”) y Kaos en la Red. “Lo que tiene que primar es el rigor, la calidad, la independencia y la osadía”, añade. Titulado por la Escuela de Periodismo de Madrid, Rafael Cid inició su recorrido profesional en el mundo de los reportajes de investigación. Indagó durante tres años en el “síndrome” de la colza, que afectó a miles de personas en los años 80. A mediados de esa década, entrevistó para Cambio 16 –revista de la que fue jefe de coordinación- a un comando de los GAL y con otros dos periodistas de la misma publicación, Miguel Ángel Liso y José Díaz Herrera, reveló una trama de corrupción policial que se prolongó en la muerte de un conocido delincuente, “El Nani”. Entre 1977 y 1979 editó la revista Historia Libertaria. Actualmente, en España “apenas existe margen de autonomía para el trabajo de periodista en los mass media”, sostiene.

-Fuiste uno de los periodistas que en los años 80, con Xavier Vinader, Pepe Rei o José Díaz Herrera, se volcó en los reportajes de investigación. Por ejemplo, con Díaz Herrera publicaste en Cambio 16 (mayo de 1984) una entrevista a varios mercenarios del GAL realizada en Biarritz. Contaban la muerte de uno de los “jefes”, Jean Pierre Cherid, al estallarle un explosivo. Pretendía acabar con la vida de siete militantes de ETA. ¿Cómo recuerdas aquellos reportajes?  

-Jean Pierre Cherid, los hermanos Perret, Mohamed Khiar, los neofascistas italianos y los miembros de la Triple A argentina (uno de los varios GAL que hubo) eran mercenarios contratados desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para llevar la guerra sucia contra ETA al santuario francés. Sus acciones, asesinatos de corte mafioso por encargo, estaban encaminadas a obligar a las autoridades galas a controlar los movimientos de los etarras y, en su caso, deportar a sus cabecillas y a los dirigentes independentistas vascos allí asilados. Poco más que eso puedo decir sobre aquella etapa. Quizás sólo resaltar las dificultades que supuso la realización de esa primera investigación histórica sobre los Gal y su publicación cuando en España gobernaba un PSOE triunfante tras el 23-F, con un enorme respaldo en la opinión pública. Y si eso fue posible, más que al trabajo de los periodistas, el mérito se debió a la existencia al frente de Cambio 16 de un presidente, Juan Tomás de Salas, que tenía una concepción exigente del derecho a la información, en línea con la tradición inglesa, al que aún no se le ha rendido el reconocimiento merecido. Mostramos el terrorismo de Estado en la joven democracia sin trabas empresariales o políticas, y con el respaldo garante del editor de la publicación.

-¿Existe actualmente el periodismo de investigación, o más bien se trata de la mera filtración interesada de dosieres? Por tu experiencia, ¿cómo evitar que la fuente manipule u oculte datos al periodista, dado que existe una dependencia, casi absoluta, de la información que la fuente aporta?

-Si por periodismo de investigación entendemos la labor informativa encaminada a sacar a la luz lo que el poder (los poderes) ocultan, a través de un seguimiento de indicios realizado por los propios profesionales, contrastando distintas fuentes y controlando el proceso desde sus inicios hasta su divulgación pública, creo que es una especialidad en peligro de extinción. A pesar de que actualmente los medios son económicamente más capaces que entonces. Lo que más abunda son las “revelaciones” de parte, utilizadas para pugnas políticas y económicas. Porque el periodismo de investigación es un “contrapoder”, un “cuarto poder” independiente con responsabilidad social. Y eso no depende de la mayor o menos potencia financiera de un medio. En ocasiones, al contrario, entre grandes corporaciones como mucho lo que se produce es un simulacro de “guerra fría” disuasoria. La prueba es que tuvieron que ser los periodistas de un modesto diario de provincias (el Diario de Mallorca, si no recuerdo mal) los que descubrieran los vuelos secretos de la CIA sobre territorio español, algo que los demás no hicieron.

La independencia total respecto a la fuente no existe. Toda fuente busca una rentabilidad, por activa, por pasiva o por perifrástica. No hay fuente desinteresada. Incluso la que pretende denunciar una injusticia puede contener una carga espuria que conviene evaluar para que el periodista no se convierta en un “justiciero”. Y eso exige considerar la información de la fuente como un indicio y desde ahí conducir la investigación en múltiples direcciones hasta cerrar el círculo con documentos, testimonios u otro tipo de pruebas que aproximen la veracidad de los hechos. Por eso las investigaciones periodísticas rigurosas suelen durar en el tiempo y acaparan muchos recursos de todo tipo. A menudo una pista se deja meses dormir en el cajón de la redacción porque no progresa y debe recuperarse más tarde cuando aparecen otras más sólidas. Eso significa también que en ocasiones las investigaciones se malogran. Por no hablar de los errores o las meteduras de pata que los autores cometen durante el proceso de elaboración de un reportaje. Que de eso no suele hablarse en el mundillo de la investigación, donde casi todo son medallas y periodistas estrella.

-¿Por qué abandonaste la redacción de El País en julio de 1989, después de trabajar dos meses en el diario? ¿Se te censuraron artículos? ¿Cómo observas la evolución del periódico?  

-Me fui de El País porque lo que experimenté no respondía a las expectativas que tenía. Acostumbrado a trabajar con plena autonomía, su modelo me parecía demasiado regulado desde arriba, una camisa de fuerza. Allí el periodista era una pieza de un gran engranaje, como un funcionario de ministerio, y después de varios contratiempos y desencuentros al trabajar en determinados temas decidí irme por donde había venido. Posiblemente por ese “libro de estilo” tan jerarquizado en El País nunca ha cuajado un “equipo de investigación”, y profesionales tan valiosos como Gregorio Morán dejaron voluntariamente aquella casa cuando estar en El País parecía el no va más de la profesión. Me despedí y devolví el Premio Ortega y Gasset, que me habían dado junto a otros compañeros de Cambio 16 por el asunto de “la mafia policial”, porque creo que los premios otorgados sin que uno opte a ellos (como era el caso) visualizan una estima compartida, y yo había perdido la confianza en el premiador.

Al margen de cualquier peripecia personal, considero que El País ha sido el diario más influyente (no impactante) de la etapa democrática y más sólido como máquina informativa y comunicacional. Otra cosa es su acoplamiento con la estrategia del PSOE durante la etapa de Felipe González (es proverbial su tardanza en informar sobre el Gal), y viceversa. Una conducta que llevó a sus ejecutivos a considerarse llamados a tutelar a la sociedad como su intelectual orgánico (cuando la opinión pública es la opinión publicada). Por supuesto eso ya es agua pasada. Ahora El País es un holograma de aquel diario que solía tutelar en la sombra a gobiernos. ¡Hasta Mariano Rajoy le ha hecho un corte de mangas al negarse a aceptar el rescate-país que el rotativo le había exigido en tres editoriales -y portadas- sucesivos!

-Recientemente has publicado en Radio Klara, Rojo y Negro, y Kaos en la Red un artículo titulado “El País nos quiere gobernar”. ¿A qué te refieres, qué influencia otorgas hoy a este diario?  

-Me refería a esa obsesión por sentar cátedra política sin darse cuenta que su mapa ya no configura el territorio. Cuando la cúpula del grupo mueve los hilos para que su gente (colaboradores, periodistas, directivos, clientes y amigos) protagonicen dos manifiestos políticos para forzar una investidura en línea con sus intereses, evitando que se vea la mano que mece la cuna, está reconociendo que la “marca El País” no suma. No obstante, aún sirve para conocer lo que piensa la derecha liberal más moderna e inteligente del ruedo ibérico.

-Colaboras habitualmente en medios “alternativos” y libertarios. ¿Crees que han de aspirar a un crecimiento en lectores y audiencias, de manera que puedan “normalizarse” ante la opinión pública; o por el contrario es preferible mantenerse en la “trinchera” informativa?  

-Calidad informativa y cantidad son términos incompatibles. Si los llamados medios alternativos se entregan a la carrera por el crecimiento y las audiencias, a medio plazo dejarán de serlo y se convertirán en una pieza, más o menos picante, del sistema comunicacional convencional. Es como los partidos emergentes que mutan sus iniciales programas radicales por otros “más realistas” para conquistar mayorías entre la masa de votantes a costa de sus principios. Un medio alternativo que ejerza de “contrapoder” está condenado a ser siempre más o menos minoritario. Lo que para nada impide que tenga una influencia más incisiva que muchos de sus rivales de primera división y sirva de referencia a sectores sociales de avanzada. Lo que tiene que primar es el rigor, la calidad, la independencia y la osadía.

-¿Se continúa considerando a los medios “independientes” como panfletarios, poco rigurosos y excesivamente ideologizados? Mientras, la prensa seria y de calidad, realizada por los profesionales de la información, es a la que la sociedad asigna el rol de informar, interpretar y opinar… ¿Te parece correcta esta distinción?

-El planteamiento maniqueo que habla de medios serios, independientes y profesionales y medios panfletarios, pocos rigurosos y ultraideologizados, es una caricatura interesada lanzada desde el sector empresarial para levantar una cortina de humo ante su decadencia y para frenar el empuje de los nuevos (digitales y en papel). En ambas trincheras se dan rasgos de lo uno y de lo otro. ¿No son panfletarios, ideologizados y dependientes periódicos como ABC, El Mundo o El País en su condición de baluarte cultural del duopolio dinástico dominante PP/PSOE, un espectro político que la ciudadanía está rechazando contundentemente en las urnas? Las culpas están repartidas. No obstante, creo que el principal defecto de los nuevos medios es adoptar una militancia unidimensional y discriminatoria que puede terminar reproduciendo desde la otra orilla las lacras que achacan a sus contrarios. Con frecuencia tienen una visión sectaria de lo que se supone deber ser la mentalidad crítica. Todo lo que no sea ver, oír y contarlo (lo mejor posible y caiga quien caiga) es reaccionario y antisocial.

-En radios y prensa libertaria participas con opiniones y artículos de reflexión. ¿Debe esconder la subjetividad el periodista? ¿Qué opinas cuando se habla de rigor, seriedad, veracidad y sobre todo equidistancia en las informaciones?  

-La objetividad no existe, igual que la pureza. Existe la subjetividad y sus atributos. Por eso el trabajo periodístico debe enmarcarse con vocación de independencia, rigor, prudencia y modestia. Un periodista es un profesional con la mochila de sus propias circunstancias, como un médico o un maestro de escuela. Y supone una contradicción en sus términos que el periodista manipule una información a favor o en contra dependiendo de su ideología; como que el médico actúe con criterios religiosos en su actividad o que el maestro utilice sus clases para adoctrinar a los escolares. La verdad es un cúmulo de verdades de registros de muchos calibres. Y aun así, la impronta del sujeto siempre deja huella en el producto. Salvo que el medio en cuestión se identifique expresamente con una determinada ideología. Cuando existía prensa de partidos la gente sabía a qué atenerse, no había engaño porque se le trasparentaban sus intenciones. El periodismo como servicio público no es el vehículo de propaganda de ninguna secta.

-En muchos de los comentarios, marcas claramente la frontera entre las diferentes izquierdas (sin incluir al PSOE), por ejemplo entre IU-Podemos y los sectores libertarios; o entre partidos, y movimientos asamblearios como el 15-M. También entre marxismo y anarquismo…  

-Establezco esa categorización para significar que hay dos grandes formas de entender la política: de arriba-abajo y de abajo-arriba. Y que cada una de ellas nos conduce a un ámbito de actuación distinto e incluso antagónico. Cuando una formación se estructura en la obediencia debida a una cúpula providencial, casi dotada de virtudes taumatúrgicas, mientras la base es una simple caja de resonancia, lo suyo es la vieja política. Aunque hagan declaraciones solemnes de lo contrario. Y el resultado será engrosar al sistema y al régimen. Sin embargo, si se decanta por la participación, la horizontalidad y la democracia, con rotación de sus representantes y mandato más o menos imperativo, cabe la posibilidad de que se produzca una ruptura con la cultura hegemónica que facilite una transformación social. Podemos y la CUP podían ser, mutatis mutandis, dos exponentes antagónicos de ambas dinámicas.

En ese marco, más que en la referencias ideológicas es donde se puede dar la colaboración entre lo que podemos llamar “las izquierdas”, insistiendo en que para el anarquismo eso es condición necesaria pero insuficiente. Y ahí radica la dificultad o no de entendimiento entre marxismo y anarquismo, más allá de que el primer concepto implica una doctrina política y el segundo un ideal. No basta con que exista un enemigo común si la práctica política para enfrentarlo es contradictoria. Ese ha sido siempre el problema de la falsa unidad de la izquierda que escondía un proyecto de unicidad y destrucción del pluralismo a favor de una de las opciones, generalmente la que tenía más horas de vuelo en las tretas partidarias. Además, por mucha voluntad que exista es inevitable que el peso de la historia incida en el presente. No hay cambio sin continuidad. En este sentido el anarquismo puede convivir con el marxismo, aun reconociendo sus limitaciones históricas, o con el comunismo, considerado como un ideal, pero nunca con lo que supuso el estalinismo o algunas de modernas declinaciones totalitarias adictas al trágala “el enemigo de mi amigo es mi enemigo”.

-¿Consideras que hay alguna posibilidad de síntesis y entendimiento?

-Más que síntesis se pueden producir casos de sincretismo, amalgamas ideológicas por razón de oportunidad. Forzar realidades históricas y axiologías voluntaristamente es muy problemático. Entre el izquierdismo y el anarquismo existe un hecho diferencial que excede de un mero nominalismo. Lo expresaré con dos enunciados populares que suelen actuar como señas de identidad de políticas extramuros. De un lado estaría el famoso “otro mundo nuevo es posible” de la izquierda alternativa. De otro, el dicho durrutiano “llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones que crece a cada instante”. En el primer supuesto emite una declaración de intenciones sin connotación de compromiso personal, mientras el segundo asume una implicación directa (sujeto-objeto / medio-fin) en su consecución como forma de vida, sin esperar al abanderado.

Es una cuestión de medios y fines. Hay síntesis o cooperación si se juntan en la actividad diaria personas que anhelan y se esfuerzan por la libertad, la justicia, la solidaridad, la inclusión, el respeto del medio ambiente, etc., sin sacrificar una cosa por la otra. No la puede haber, por el contario, si el presunto fin justifica la utilización de un medio inmoral. En este sentido el anarquismo es mucho más que un simple izquierdismo. Lo cual no quiere decir que no tenga prioridades y se aísle en el adanismo. Su esencia es “la propaganda por el hecho”, lo que significa actuar en coherencia con sus fines, prefigurándolos en la praxis. Uno (individuo o sociedad) solo es libre si experimenta la libertad, y así con todo lo demás. Por eso los libertarios luchan contra la heteronomía dominante, que hace de la vida una representación a cargo de una oligarquía dirigente. Bakunin lo explicó con bastante claridad al decir “la libertad de los demás amplía mi libertad hasta el infinito”. Ceder la autonomía personal a un Estado, una Iglesia, un partido o un líder, por muy altruistas que sean las causas que predican, es empezar la casa por el tejado y opositar a que se nos caiga encima. Ácratas, libertarios o anarcosindicalistas parten de la misma meta: no hay libertad sin justicia, ni justicia sin libertad.

-Entre las múltiples extensiones del anarquismo (“sindicalista”, “individualista”, “independentista”, “primitivista”, más centrada en la “okupación”, meramente “libertaria”…), o con independencia de éstas, ¿cómo entiendes, personalmente, la Idea?  

-El anarquismo es polisémico, tiene muchos matices y siempre está en movimiento, de ahí las distintas adjetivaciones de los partidarios de la acción directa (libertarios, anarcosindicalistas, ácratas, etc.). Todas expresan la misma idea, todas la complementan: el principio de autoridad nace en uno mismo y es un compromiso de responsabilidad en libertad. Supone una idea tan simple como natural, y quizás por eso mismo tan difícil de entender en un mundo que hace de lo irracional y la distopía su modus vivendi. El geógrafo Elieso Reclus lo definió como “la más alta expresión del orden”, cuando lo habitual es equipararlo al desorden y al caos. El “sapere aude” (“atrévete a pensar”) de Kant está en su lógica ilustrada. Pero sobre todo el instinto de la autonomía personal, el vínculo social y el sujeto ético. En la saga de aquellos pioneros de la Primera Internacional (la vieja AIT) que proclamaban “la emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos o no será” al tiempo que demandan “no más deberes sin derechos ni más derechos sin deberes”.

Nada fácil de asumir en una sociedad de consumo que se pontifica llamando “neoliberal” al régimen económico que institucionaliza cuotas de desigualdad nunca vistas y afirma que somos tan libres de vender o no nuestra fuerza de trabajo como de votar en las elecciones o abstenernos, teniendo de su lado en última instancia al panóptico del Estado. El anarquismo, que no se acaba en el izquierdismo, representa la ambición y el orgullo de una democracia radical, integral, igualitaria e inclusiva. En donde los derechos humanos y el respeto a las minorías sean sagrados, a resguardo de potenciales tiranías de mayorías, como ocurrió en la Atenas clásica en el proceso a Sócrates o, veinticinco siglos después, durante el estalinismo. Por eso Cornelius Castoriadis habla de la auténtica democracia como el régimen de la autolimitación. Y yo opino que el verdadero anarquismo es una demo-acracia.

-Por último, ¿qué motivación conecta al periodista que investigó a mediados de los 80, en Cambio 16, las tramas corruptas de la policía que desembocaron en la desaparición de Santiago Corella “El Nani” (noviembre de 1983), y el comentarista y articulista en medios independientes de 2016?  

-Una motivación que podríamos denominar de “individualidad social”. Es decir, la convicción de que una democracia real debe cimentarse sobre las dosis más altas posibles de igualdad, libertad y solidaridad y que para que eso sea posible, y no solo una declaración de intenciones (como la igualdad de oportunidades, que de facto concreta la desigualdad de origen), es imprescindible que la gente disponga de información veraz para entender el mundo que le rodea, poder ubicarse en él y ejercer un control efectivo sobre los gobiernos y las instituciones dominantes. Y eso vale igual en todas las situaciones, ayer y hoy, con las obvias ponderaciones de tiempo y lugar. La única diferencia es que entonces me lo planteaba en el ámbito de la investigación periodística en medios convencionales y hoy lo intento hacer en el terreno del análisis y de la opinión en medios sin ánimo de lucro.

Si la pregunta es por qué una separación tan radical (rechazo colaborar con medios empresariales porque la función crea el órgano, aunque en los alternativos no todo el monte es orégano y a veces esgrimen un sectarismo digno de peor causa), respondería que porque en España apenas existe margen de autonomía para el trabajo del periodista en los mass media. No es casual que el ocaso del bipartidismo dinástico hegemónico vaya a la par que el de los grandes medios de la segunda Restauración monárquica que los han escoltado durante estos casi cuarenta años. Es un anuncio de fin de ciclo. Pero hasta el rabo todo es toro.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215051

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Colombia: Ciencuenta años de “Cien Años de Soledad”

Colombia/01 junio 2017/Fuente: aikaeducacion

Conmemoramos el aniversario del libro «Cien Años de Soledad» de Gabriel García Márquez uniendo una selección de los principales fragmentos y frases con la descripción de la historia actual de Colombia.

Qué mejor forma de recordar esta obra culmen del boom latinoamericano que haciendo una lectura comparada con los acontecimientos que vive la “Macondo”, esa Colombia que inspiró como motivación para alcanzar la paz. En memoria de Márquez y su libro.

Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.

La historia de “Cien años de soledad” es la historia de una familia de varias generaciones. Es la ficción totalizante, en palabras de Vargas Llosa, de una familia que nos conmovió de lo mítico a lo fantástico. Es la historia de un pueblo, de una casa, de siete generaciones. De José Arcadio a Aureliano.

Hoy, Colombia es nuestra Macondo “Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte”.

Dónde nuestra historia si la recordamos, “Extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo”.

Pero siempre existe una esperanza, “Lo esencial es no perder la orientación”.

Y a pesar de todo lo que en ella pasa, “Tratando de que ella lo quisiera terminó por quererla”.

Y hoy tenemos que llorarla, llorarla de alegría porque “El llanto más antiguo de la historia del hombre es el llanto de amor”.

Y esta historia que estamos cambiando nos enseñó que “Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra”.

Por tal motivo, tenemos que “Cuídate el corazón…te estás pudriendo vivo”. Si olvidamos, o recordamos y no hacemos memoria de lo que somos.

Con esta obra tenemos que aprender que “Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza y momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita”… “Porque la soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos”.

Pero Colombia, tras “Cien años de soledad”, ha visto llover, calmado la enfermedad y ha construido una nueva generación en esta larga historia de Macondo donde “con temeridad atroz, con orgullo ciego, con tenacidad insensata, lo buscó sin ningún sólo instante de desaliento” hemos buscado La Paz y la estamos construyendo. Hoy tenemos que soñar con que miles de mariposas amarillas vuelen libres para que pueblen de nuevos sueños y esperanzas cada rincón de nuestra patria, aunque hemos sido arrasados por el viento y nos hayan desterrado de la memoria, hemos descifrado los pergaminos dejando allí lo irrepetible, ya que estamos viviendo hoy nuestra segunda oportunidad.

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/lecturas/50-100-anos-soledad/

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Entrevista a Agustín Squella: Nada puede hacerse con directivos y profesores que no leen

01 junio 2017/Fuente: webdelmaestrocmf

El abogado Agustín Squella indica que el problema es que nada puede hacerse en tal sentido con directivos educacionales y profesores que tampoco leen y que están muchas veces en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo y como si todo el sentido del trabajo se agotara a su turno en conseguir cada vez mayores ingresos personales y en incrementar la riqueza del país en que vivimos.

Compartimos con fines únicamente educativos – pastorales  la entrevista hecha a Agustín Squella realizada por “Juan Andrés Guzmán” y publicada en el Blog “Juegos de Mate”.

NADA PUEDE HACERSE CON DIRECTIVOS Y PROFESORES QUE NO LEEN

A fines del año pasado el abogado Agustín Squella recibió el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009 y ocupó su discurso de agradecimiento para hacer una súplica por la lectura. Squella es profesor de Filosofía del Derecho en las universidades de Valparaíso y Diego Portales y está muy consciente de que la lectura es uno de los puntos más débiles de la educación chilena.

En esa área la Concertación deja como herencia un sistema que no sólo fracasa sino que tampoco parece haberse encaminado hacia una solución. Peor aún a Squella le parece que nos dirigimos alegremente hacia un desastre sin que nadie tenga muy claro todo lo que las personas pierden cuando apenas logran leer a tropezones.

Aquí hay una muestra de esa gran pérdida. El año pasado se realizó una prueba nacional para medir cómo escribían los niños de 4to básico. Casi un 40 por ciento se ubicó en el “nivel inicial” lo que implica que recién están aprendiendo a escribir. Según un informe del ministerio este “nivel inicial” queda bien graficado en un texto escrito por una niña llamada Sara a quien se le pide que redacte una carta a su director para pedirle permiso para ir con su curso de paseo a un acuario. Esto es lo que la niña de 10 años escribió:

“Querido dictor quiero disile que es el mejor dictor por eso nuestro curso juntaron dinero para que nosotros y usted fueramos al acurios para que bieramos alos tiburones y a las mantarallas y los peses y las pirañas y nadar con los delfines. Se despide la alubna Sara”.

La corrección de ese desastre requiere cirugía mayor. El gobierno de Piñera pretendía hacerle frente con el proyecto de crear 50 liceos de excelencia. Pero tras el terremoto es probable que su tarea sea reconstruir.

¿Qué piensa sobre la profundidad de la crisis de la lecto- escritura en Chile? A veces parece que el analfabetismo hubiera vuelto, a pesar de que las cifras dicen que no.

-En Chile se escribe mal porque se lee poco. Y como somos pobres de palabras, lo somos también de pensamiento. La crisis, por tanto, es honda, aunque tampoco es únicamente local. Una de las señales más visibles de nuestro carácter nacional isleño y sin muchos horizontes, atrapados como estamos entre la cordillera y el mar, consiste en creer que los males son solamente nuestros. Vea usted lo que pasa con la delincuencia, un fenómeno inseparable de cualquier forma de vida en sociedad y que algunos líderes de opinión se empecinan en presentar como si se tratara del copihue, es decir, de un producto exclusivamente autóctono. Chile tiene, proporcionalmente a su número de habitantes, una población penal muy superior a la de todos los países de América Latina, incluido en México, pero todos, o casi todos, se compran el cuento de la impunidad y la puerta giratoria.

Los jóvenes, que no leen, tampoco escriben, y cuando escriben lo hacen con esa jerigonza de palabras alteradas, cortadas, sustituidas por símbolos matemáticos u otros francamente incomprensibles, etc., aunque lo peor es que algunos adultos, con el pretexto pueril de sintonizar con las nuevas generaciones, empiezan a escribir igual en sus blogs, correos electrónicos y otras formas de aparente comunicación de que disponemos en la red. Esos adultos creen absurdamente que desarrollar proximidad con los jóvenes pasa por hablar y escribir tan mal como lo hacen éstos.

“La delincuencia es un fenómeno inseparable de cualquier sociedad, pero algunos líderes de opinión se empecinan en presentarla como si se tratara del copihue, es decir, de un producto autóctono”.

¿Qué país se está construyendo si el 40 por ciento de los niños de 4to básico aún no aprenden a expresarse?

-Si bien los países no se “construyen”, lo cierto es que vamos por mal camino, aunque lo peor es que vamos alegremente por ese mal camino. En materia de lenguaje vamos a terminar hablando tan pobremente y mal como los personajes de los realities televisivos, aunque, igual que éstos, estaremos sacudidos por la emoción y lloraremos a la primera de cambio.

Leer tiene un rol importante en la creación de ciudadanos críticos y creativos. ¿Le parece que en el debate que cada cierto tiempo se levanta en torno a la educación, hay claridad sobre lo que están en riesgo cuando un niño no consigue leer?

-Creo que hay poca claridad, especialmente porque los padres, los maestros, los directivos educacionales, y posiblemente hasta las propias autoridades públicas del sector, leen poco y mal. Sería bueno encuestar en esos cuatro colectivos cuáles son los libros leídos por cada uno de los actores en el último año. No quiero fastidiar al nuevo Presidente, pero en una reciente entrevista, preguntado por cuáles son sus escritores favoritos, respondió “Los cuatro evangelistas”. No pongo en duda la sinceridad de su respuesta, pero estoy seguro de que él podría nombrar otros autores, antiguos, modernos y contemporáneos, que vale la pena leer para mejorar nuestro lenguaje y, de paso, nuestra comprensión del mundo y de la complejidad de las cosas y de las personas.

La falta de crítica en el país y el temor a ésta, así como la aun mayor falta de autocrítica y el también mayor temor a ésta, tienen mucho que ver con el hecho de que más heredamos que formamos nuestras ideas y convicciones. Y como los padres con recursos quieren que sus hijos hereden sus ideas y convicciones y no que se formen autónomamente las propias, ya desde el jardín infantil, y ni qué decir del colegio y la universidad, los matriculan en establecimientos que aseguren la transmisión de esa herencia. Educación a la medida, la llamo yo. Lo cual resulta bastante ingenuo, a decir verdad, aunque es causa de que los jóvenes víctimas de ese tutelaje pasen los 30 sin tener ideas propias que defender.

“Lo peor de la educación hoy es creer que se trata de un juego y, por añadidura, de algo fácil, divertido y que se consigue sin esfuerzo. La lógica del parvulario, donde los niños van a aprender jugando, ha contaminado a toda la educación”.

¿Le parece que el nuevo gobierno tiene claridad sobre lo central que es la educación para que en Chile haya democracia?

– A mí me gustaría, de entrada, que el nuevo gobierno explicitara un compromiso firme con la democracia, y propiciara el mejoramiento de la que tenemos. ¿Cómo? Impulsando la reforma del sistema binominal de elecciones, la reforma de los partidos políticos, la participación en nuestras elecciones presidenciales de los chilenos que viven en el extranjero, la inscripción electoral automática y el voto voluntario (¿u obligatorio?) y la modificación de los altísimos y absurdos quorums que se exigen para la reforma de determinados capítulos de la Constitución (2/3 de los senadores y diputados en ejercicio) y de la leyes orgánicas constitucionales (incluida la LOCE), que es de 4/7 de los senadores y diputados.

Mejorar la educación es sin duda bueno para le democracia, porque ésta demanda ciudadanos bien formados, críticos y autocríticos, dotados del suficiente carácter para exponer y defender sus puntos de vista y, a la vez, de la necesaria flexibilidad para llegar a acuerdos y compromisos que permitan y faciliten la vida en común.

Cuando representantes del nuevo gobierno hablan de “democracia de los acuerdos” están empleando una expresión redundante, puesto que decir “democracia” es decir “acuerdos”. La democracia es encuentro, diálogo y debate entre puntos de vista e intereses distintos, y aun opuestos, y búsqueda pacífica de una posición que todos puedan compartir. Y cuando el acuerdo se hace imposible, opera la regla de la mayoría, ésa que tanto irrita a los enemigos de la democracia, porque -dicen- se trata de una regla puramente cuantitativa. Pero ya indicaba Norberto Bobbio, con toda razón, que es mejor contar cabezas que cortarlas.

¿Cree que tras el terremoto habrá espacio para esos temas que la derecha ha atacado siempre como “temas que no le importan a la gente”?

Espero que no, pero me temo que la reconstrucción postergará reformas constitucionales y legales pendientes para mejorar nuestra democracia. Se apelará, una vez más, como se hizo durante 15 años por la derecha antes de dar sus votos para eliminar a los senadores designados, a los así llamados “problemas de la gente”. La reconstrucción es compatible con mejorar nuestra democracia, y en esta mejora -es preciso recordarlo- coincidieron en su momento los 4 candidatos presidenciales. Por lo demás, modificar ciertos quorums para la reforma de la Constitución y de las leyes orgánicas constitucionales, así como modificar el sistema binominal de elecciones, no cuesta dinero. Algo de dinero costará la inscripción automática en los registros electorales, pero nada en comparación con el beneficio ciudadano que ella significaría.

Antes del terremoto Joaquín Lavín insistía en que la prioridad del nuevo gobierno sería implementar 50 liceos de alta calidad ¿Ve ahí una solución al problema del lenguaje en ámbito escolar?

-La calidad no tendría que concentrarse ni en uno, dos, diez, veinte ni cincuenta establecimientos. La calidad es exigible a todos, por igual, aun sabiendo que no todos la alcanzarán en la misma medida, por lo cual hay que focalizarse allí donde más cueste alcanzar aceptables niveles de calidad.

¿En qué área concentraría usted el esfuerzo público para revertir la crisis de lectura y escritura?

-Hay que poner a leer a los niños y jóvenes, en colegios, liceos y universidades, y ponerlos a leer libros. Libros bien escogidos, por cierto, haciéndoles ver que no se lee para ser culto ni tampoco para conseguir placer -aunque leer también sea motivo de placer y nos haga más cultos-, sino para adquirir el lenguaje necesario que permite pensar, tener ideas y expresarlas, captar las ideas de los otros, debatir, y comprender mejor el mundo que nos rodea.

El problema es que nada puede hacerse en tal sentido con directivos educacionales y profesores que tampoco leen y que están muchas veces en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo y como si todo el sentido del trabajo se agotara a su turno en conseguir cada vez mayores ingresos personales y en incrementar la riqueza del país en que vivimos.

“Hoy muchos profesores y directivos educacionales están en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo”.

Algunos investigadores atribuyen el desastre actual a la falta de estándares en la formación de los profesores. Se critica que las casi 60 universidades e institutos que ofrecen la carrera de pedagogía forman profesores a la pinta de cada cual y que el resultado es que muchos profesores de básica no conocen las materias que deben enseñar. ¿Le parece que la fijación de estándares podría ayudar a resolver el problema de lecto-escritura?

-La formación de profesores es todo un problema, agudizado porque el área de educación no es prioritaria en ninguna universidad que yo conozca, salvo quizás en las muy pocas, no más de dos, que se definen como instituciones de ciencias de la educación, pero que igual acaban incursionando en otros ámbitos muy distintos, como si concentrarse sólo en aquellas ciencias las empobreciera en el contexto de instituciones de educación superior más complejas o que pretenden serlo.

La fijación de estándares, pero sobre todo su adecuada implementación y supervisión, es una de las medidas que deberían adoptarse para mejorar la formación de profesores, la cual tiene también pocas probabilidades de mejorar si no mejora sustancialmente la calidad y vocación de quienes optan a carreras de pedagogía.

Hace un tiempo le preguntamos al astrónomo chileno Mario Hamuy qué era lo peor de la educación chilena y él puso el énfasis en el lenguaje. Dijo: “Los alumnos tienen dificultades para leer y para expresar ideas. No se les enseña a pensar y eso es tal vez lo más grave. Fíjese en los noticiarios, cuando entrevistan gente de la calle: se nota que les cuesta mucho expresarse y rápidamente terminan llorando: los dominan las emociones porque no pueden decir lo que les pasa, entonces se frustran y lloran. Mientras menos recursos tiene la gente más llora y yo creo que tiene que ver con no conocer las palabras necesarias y tener la habilidad de elaborar información. No pueden decir qué les ocurre y por qué. Eso frustra.” ¿Qué es lo peor de nuestro sistema educacional para usted?

-Estoy de acuerdo con Hamuy, aunque el fenómeno de llorar o reír por cualquier cosa es producto de esa sobrevaloración de las emociones que se ha instalado incluso en el mundo intelectual. La gente cree que hay que emocionarse fuertemente, ante cualquier estímulo, en cualquier circunstancia, y, lo que es peor, considera que expresar emociones sin ningún control, con total incontinencia, es señal de vida interior, superioridad moral o algo así. Tampoco se trata de un fenómeno puramente local, pero la incontinencia emocional, alentada por superficiales libros de autoayuda, energías positivas, vida después de la vida, testimonios desgarradores de tragedias personales y cosas así, es algo hoy muy visible y difícil de tolerar, al menos para mí.

Lo peor de la educación hoy es creer que se trata de un juego y, por añadidura, de algo fácil, divertido y que se consigue sin esfuerzo. Hay toda una conspiración contra la dificultad en materia educacional. La lógica del parvulario, donde los niños van a aprender jugando, ha contaminado a la educación básica, media y hasta la universitaria. Nadie quiere oír ya de esfuerzo, autoexigencia ni disciplina. Si hay un derecho a la educación -que lo hay-, muchos creen que hay también un derecho a aprobar las asignaturas y pasar de curso. Lo más descarado a ese respecto fue un pintado que leí hace algunos años en un recinto universitario español: “Aprobar es un derecho humano”. Y lo peor de todo es que los adultos, incluidos los profesores, somos cómplices de ese malentendido o permanecemos pusilánimes o acobardados ante él.

DOS TERREMOTOS EN UNO

¿Qué explicación le da a la ola de saqueos? ¿Nuestro sistema educativo tendrá algo que ver o lo que ocurrió esa noche fue expresión de un instinto que no se doma con educación?

Los malos instintos, como por su lado las virtudes, no son patrimonio de los chilenos. Pillaje y solidaridad no son comportamientos que caractericen a ningún pueblo o nación en particular, sino que son propios y comunes a todo el género humano. Hay una naturaleza que todos los humanos compartimos, en la que anidan malos instintos, y una cultura, mediada por la educación, que nos permite desarrollar ciertas conductas virtuosas.

Entonces, nada más erróneo que sostener que los saqueos sacaron a relucir lo peor de los chilenos, y que luego, con la Teletón, apareció lo mejor de lo nuestro. Simplemente dicho, vivir en sociedad, aquí como en cualquier parte, supone siempre relaciones de intercambio (las más), de colaboración (algo menos), de solidaridad (siempre escasas) y ciertamente de conflicto (bastante frecuentes).

“En materia de lenguaje vamos a terminar hablando tan poco y mal como los personajes de los realities televisivos, e igual que éstos, estaremos sacudidos por la emoción y lloraremos a la primera de cambio”.

En Constitución entrevisté al dueño de un supermercado que fue saqueado. Días después la policía había allanó a otro empresario de la zona que fue visto saqueando en una camioneta. Cuando le pregunté al saqueado qué pensaba decirle al saqueador, del cual era, además, amigo, éste me dijo: “hay que mirar para adelante, no quedarse en el pasado”. Le pregunté si le parecía que haciendo eso se reconstruía Chile con bases sólidas. Y él me pidió que no lo involucrara en más problemas. ¿Cuáles son las bases sobre las que debemos construir?

-No estoy por condenar todo acto de saqueo, ni menos por fusilar en el acto a los que lo ejecutan, puesto que las motivaciones y situaciones pueden ser de hecho muy distintas, aunque en el caso que usted menciona me parece que la persona afectada actuó mal al desistirse de denunciar la situación. Tenía frente a sí a un poderoso sin excusa alguna para hacer lo que hizo.

Por otra parte, lo que hay que reconstruir es la parte importante del país que se vio afectada por un cataclismo sin precedentes en nuestra historia, por su intensidad (cerca de 9 grados), por su duración (2 minutos y medio) y por su extensión (800 kilómetros donde viven casi dos tercios de la población de Chile). Y todo eso seguido de maremotos no sólo en la zona del epicentro del sismo, sino también en la Isla Juan Fernández. Este no fue, como antes, el terremoto de Valparaíso, de Concepción o de Valdivia. Este fue el terremoto de Chile, una variable que no parecen considerar aquellos analistas que con poca serenidad y algo de oportunismo quieren hacernos creer ahora que lo que teníamos era un país de cartón piedra y que a voz en cuello empezaron a exigir, al día siguiente del desastre, información completa sobre los efectos de éste, inmediata y completa atención de las víctimas, y aclaración y ejecución también inmediatas de todas las responsabilidades, públicas y privadas, por tales efectos.

En otro orden de cosas, no dudo de la competencia del nuevo gobierno para las tareas de reconstrucción, sobre todo si en ello contará con el apoyo de todos, incluida la oposición política a él, pero no le reconozco a ningún gobierno, del color u orientación que sea, el derecho a tomar en sus manos alguna suerte de reconstrucción humana o moral del país.

Humberto Gianni reclama en la última edición del The Clinic que no se condena con la misma severidad al saqueador que al que construye edificios con paredes rellenas de papel. ¿Qué le parece eso? Gianini también se muestra escandalizado de que la solidaridad se grite en televisión, que se haya vuelto espectáculo… ¿Qué piensa respecto a que la prueba de lo solidarios que somos esté en el hecho de que doblamos la meta de la Teletón?

-Los chilenos somos razonablemente solidarios, y está bien que así sea, aunque nuestros actos de solidaridad no borran los de aprovechamiento ni menos los redimen. Simplemente, ambos tipos de actos coexisten en situaciones como las que hemos vivido, de manera que lo primero que hay que hacer es restablecer el orden, como se hizo, porque esa es la base social mínima para coexistir en paz y evitar la guerra de todos contra todos o que progresivamente nos transformemos en lobos o verdugos de nuestros semejantes. Pero Giannini tiene razón cuando dice lo que dice. También defrauda a sus semejantes aquel que construye mal. También saquea el comerciante que luego de una catástrofe de la naturaleza vende sus productos a tres o cuatro veces su valor. Y aquellos que por las malas construcciones ponen ahora la culpa del lado de los fiscalizadores y no de los ingenieros y constructores son a veces los mismos que en tiempos de normalidad claman al cielo cada vez que el Estado trata de regular o fiscalizar una determinada actividad privada. Tal me parece una absoluta incoherencia y una abierta inmoralidad.

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SÚPLICA POR LA LECTURA

Extracto del discurso de agradecimiento de Agustín Squella al recibir el Premio Nacional de Humanidades 2009

“Pero de alguien que recibe un Premio Nacional se espera algo más que aceptar y agradecer. Se espera, tal vez, algún tipo de mensaje, recomendación o advertencia, aunque debo admitir que nada de eso concuerda con mi carácter.

Sin embargo, en una ocasión como ésta siento el deber de interceder por la lectura, más aún, por las palabras, y, en definitiva, por el propio pensamiento, y ello porque pensamos con palabras y porque las palabras se capturan oyéndolas, pero, sobre todo, leyéndolas.

Ser pobres de palabras es ser pobres de pensamiento. Con las palabras pensamos, con las palabras percibimos, con las palabras nombramos, con las palabras recordamos, con las palabras distinguimos, con las palabras relacionamos, con las palabras nos divertimos. Perder palabras es perder las cosas que ellas designan, de manera que cuando nuestro lenguaje se empobrece, lo que se empobrece es la propia realidad y la comprensión que tenemos de ella. Quien dispone de una mayor cantidad de palabras percibe más de la realidad y es también capaz de dar mejor cuenta de ésta.

La educadora Mabel Condemarín ejemplificaba más o menos de la siguiente manera: de dos personas puestas frente a una gran cantidad y diversidad de árboles, una de ellas exclama “¡Qué lindo bosque!”, mientras la otra dice “¡Qué lindos eucaliptos, boldos, peumos y quillayes!”.

¿Cuál de esas dos personas percibe y transmite más realidad? Ciertamente la segunda, puesto que dispone de las palabras que nombran cada una de las especies que tiene a la vista. En consecuencia, y al revés de lo que suele decirse, aquí es el bosque el que no deja ver los árboles.

¿Qué digo yo a los jóvenes que estudian conmigo? Les digo: vean los árboles, cada uno de los árboles, pero para verlos, para reparar en ellos, como también para pronunciarlos, necesitamos conocer las palabras que los nombran. Palabras que son actos, puesto que también hacemos cosas con las palabras, de manera que éstas permiten no sólo notar, comprender y describir el mundo, sino intervenirlo y transformarlo.

A leer, pues –instigo a los jóvenes-, para que no sean sujetos de pocas palabras, sino de muchas, y para que consigan colmar el cofre de su lenguaje, de modo que la cubierta de ese cofre no cierre de puro rebosante de palabras que él se encuentra, cuál si se tratara de un tesoro que desparrama su voluptuosa abundancia desde un arca que no es suficiente para contenerlo.”

Este contenido ha sido publicado originalmente por Juegos de Mate en la siguiente dirección: juegosdematenoticias.blogspot.cl

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/nada-puede-hacerse-directivos-profesores-no-leen/

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