Colombia: Educación en Bogotá, mejora la cobertura, ahora falta calidad

Colombia/Diciembre de 2017/Autora: Mónica Rivera Rueda/Fuente: El Espectador

La cobertura en la educación en Bogotá es una de las más altas del país y la región. Tanto en básica primaria como secundaria el alcance supera el 90 %, mientras que en la educación superior es del 86 %. Esto, en gran medida, se debe a que el sector público ofrece educación gratuita y a que la formación técnica, tecnológica y profesional cuenta con una oferta variada en la capital. (LEA: Los diez mejores colegios de Bogotá, según el promedio de pruebas Saber)

Además, la percepción de la ciudadanía sobre educación en Bogotá es alta. Según la última encuesta de Bogotá Cómo Vamos, el 65 % de las personas se sienten satisfechas con la formación que reciben sus hijos en primaria y secundaria y el 72 %, con la que reciben los jóvenes en educación superior. Pero, ¿qué tan bien está la educación?

De acuerdo con el último informe del Banco Interamericano de Desarrollo en América y el Caribe, denominado “Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades”, a pesar de que en la región se destina en promedio el 5 % del PIB para educación, algo similar a la inversión que hacen países desarrollados, al comparar la calidad los resultados son menores.

En el caso de Colombia se destacan las mejoras significativas en las pruebas Pisa, pero persisten las deficiencias en materias importantes. Según Carolina González Velosa, investigadora del BID, la mayoría de los jóvenes de 15 años tienen puntajes bajos en matemáticas, “o sea que no son capaces de resolver los problemas simples, usando formulas básicas o números enteros. En ciencias el caso es similar, pues tenemos a la mitad con resultados deficientes, lo que implica que no pueden explicar los fenómenos más familiares de la ciencia. La noticia positiva es que Colombia ha ido mejorando los resultados en estas pruebas. La noticia negativa es que hay mucho por hacer”.

Si bien una de las principales preocupaciones en la educación es el tema de las desigualdades sociales, este no es el único al que se debe apuntar. El estudio demuestra que hay una gran brecha entre un estudiante de Bogotá y uno de una zona rural, no sólo en el tipo de educación que reciben, sino en las decisiones que toman en cuanto a las instituciones y carreras que elegirán. Esto demuestra que ahora hay mayor cobertura y oferta en la educación superior, pero también que hay un reto en la calidad, una responsabilidad tanto de las universidades como de los colegios con sus graduados.

Un reciente estudio de la Universidad de los Andes con el Banco Interamericano señala que en los últimos años en el país ha habido una clara caída en la preparación académica de quienes entran a las universidades y esto se evidencia en que, a pesar de que la calidad de los programas es estable, el nivel promedio de las habilidades de los alumnos se redujo, porque no cuentan con las bases suficientes para acceder a la educación superior.

Esto se debe a que en el país se han creado nuevos programas de pregrado en áreas de conocimiento que tradicionalmente, a la hora de salir al mundo laboral, representan bajos retornos. “Están apareciendo nuevos programas con una rapidez impresionante. En la última década se duplicaron, lo que pone un reto muy grande para el sistema, que debe ser capaz de supervisar y asegurar calidad y una oferta más diversa”, asegura González Velosa.

Pero, más allá de la calidad, una preocupación sería en el retorno económico. Para la investigadora es evidente que en casos como el de Chile y Colombia hay carreras como las ingenierías, en las que si se suman los salarios del año, alcanzaría para restar lo que costó la matrícula de la universidad y el lucro cesante del tiempo que se estudió. No obstante, hay otras carreras que generan más pérdidas que ganancias.

González no cree que la solución esté en controlar los programas que generen bajos ingresos. “La educación ofrece ganancias que van más allá de los salarios. Lo que hay que asegurar es la calidad y que el sistema no genere frustraciones económicas. Un error del que debemos aprender es el de Chile, donde los estudiantes se endeudaron para acceder a una educación superior de calidad cuestionable”.

Ser Pilo

El estudio, además de poner en evidencia este panorama, dedica una parte a analizar el programa Ser Pilo Paga, del cual destaca, por un lado, la influencia que ha tenido en la calidad y en la permanencia de los estudiantes en la educación secundaria, y por el otro, la forma como “ha transformado a muchas universidades que tradicionalmente habían sido reservadas para las élites”. Eso sí, recomienda complementar estos proyectos con iniciativas que velen por la calidad de las universidades del país, para que la apertura en educación crezca de la misma forma, debido a que muchas veces los estudiantes de los nuevos programas obtienen puntuaciones en exámenes finales y salarios más bajos que los profesionales de carreras tradicionales.

Para esto el BID sugiere incentivar la formación en programas que sean coherentes con la realidad de las comunidades, ya que buena parte de la oferta en educación superior está desalineada con el sector productivo. “Por ejemplo, los estudios indican que en Colombia hay un déficit de personas con títulos tecnológicos, que cuenten con un título postsecundario de tres años”, manifiesta González.

Los retos son grandes. Se ha logrado aumentar la cobertura y el acceso a la mayoría de jóvenes del país, incentivándolos a seguir y retomar sus estudios a través de becas y programas como Ser Pilo Paga, que han mostrado efectividad, pero ahora el camino continúa por el lado de la calidad y la necesidad de formar profesionales en carreras tanto productivas para el país, como rentables para los estudiantes. “No es sólo pensar en la cobertura concentrándose únicamente en aumentar cupos. También es clave mejorar la calidad y el truco es no gastar más, sino gastar mejor”, concluye González.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/educacion-en-bogota-mejora-la-cobertura-ahora-falta-calidad-articulo-727681

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Una semana en #ModoSesqui

Por: Ignacio Mantilla

Durante toda esta semana, en la Universidad Nacional de Colombia hemos celebrado con una serie de eventos las 15 décadas de vida de nuestra alma máter.

En sus ocho sedes, a lo largo y ancho del país, se organizaron actividades que buscaban generar la integración entre sus estudiantes y una mayor conciencia de nuestra historia y nuestros deberes como universidad del Estado.

Por supuesto, también hubo espacio para la música y el baile. El miércoles tuvo lugar uno de los eventos más concurridos: el Concierto Nacional, en el que brillaron la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional, el grupo Herencia de Timbiquí y Yuri Buenaventura, en la plaza central de la universidad. El evento no sólo contó con la presencia de estudiantes, sino también de los vecinos de la Ciudad Universitaria, que se acercaron para disfrutar de lo mejor de la música clásica y los sonidos del Pacífico y a escuchar a uno de los mejores exponentes de la salsa. Estimamos que hubo unos 18.000 asistentes.

En las redes sociales ha tenido gran acogida el hashtag #ModoSesqui, utilizado para sumarse a nuestra celebración y tener acceso a la agenda de los eventos de una manera más rápida.

En esta semana también tuvimos dos actividades que hacen parte de la esencia de la universidad y que muchos de sus integrantes esperan durante meses: las distinciones para empleados administrativos y profesores. Quisiera compartir con ustedes un apartado del discurso que pronuncié el jueves en horas de la noche y que tenía como punto de reflexión la importancia de la labor docente y del buen maestro en la consolidación de la excelencia académica.

Bogotá, 21 de septiembre de 2017

Distinciones docentes

Auditorio León de Greiff

“En la vida de un académico es muy difícil recordar el rostro de todos los docentes con los que se ha tenido contacto. Pero si hiciéramos el ejercicio de destacar apenas a tres profesores que hubieran influido decisivamente en nuestras vidas, recorriendo desde la primaria hasta el posgrado, encontraríamos que, en efecto, hemos tenido muchos profesores que han ejercido una importante influencia con su ejemplo y sus consejos, más que con sus exposiciones sobre los temas de estudio, y el ejercicio propuesto se tornaría muy difícil.

En caso de poderlos elegir, esos tres destacados con certeza pertenecerían al selecto grupo de aquellos a los que damos el nombre de maestros, y seguramente sus palabras marcaron nuestro futuro y nos hicieron desistir de pasiones coyunturales.

Si pudiésemos fabricar en un laboratorio un buen maestro, necesitaríamos de los siguientes ingredientes (es mi propia receta): una buena porción de paciencia, otra de sensibilidad, una buena cantidad de respeto, una dosis de empatía y otra de sabiduría. Y no debe faltar una pizca de humor. Con esto garantizaríamos que todos los estudiantes puedan sentir el salón de clase como el verdadero hogar académico. El buen maestro no es aquel al que los estudiantes por lo general reconocen como “madre”, aun cuando hay muchos buenos maestros que lo son. El buen maestro es aquel que guía al estudiante para vencer toda barrera académica y lo acompaña con la generosidad de su conocimiento a romper los límites que el estudiante se ha impuesto.

El buen maestro no es el que tiene todas las respuestas, pero sí el que atiende todas las preguntas. Ante todo, escucha, y sabe aprovechar las deficiencias de sus estudiantes, no para reprenderlos sino para formarlos. Es decir, le da prelación al audífono sobre el micrófono. Pero, antes que nada, el buen maestro, parafraseando al filósofo español José Ortega y Gasset, siempre que enseña algo, enseña a la vez a dudar de lo aprendido.

Estoy seguro de que todos los distinguidos esta noche pertenecen a esa lista privilegiada que los estudiantes tienen de los tres maestros que fueron decisivos en su vida. Tanto para ustedes como para mí, es un privilegio que justamente en el sesquicentenario de nuestra universidad podamos reunirnos en este acto de la esencia de la academia y de los emblemas de la Universidad Nacional. Los que hoy son distinguidos han entendido y comprendido que, aunque en su mayoría culminaron el ciclo obligatorio de estudios cursando un doctorado, las exigencias que trae formar el capital humano de un país no da tregua y, por el contrario, hay que estar en pleno actualizados en los desarrollos y avances de sus áreas. Gracias a su labor cotidiana y constante es que hoy continuamos siendo la mejor y más importante universidad del país.

Una de mis primeras preocupaciones al llegar a la Rectoría de la universidad fue precisamente buscar la manera de hacer sentir cómodos a los mejores profesores. Y, por fortuna, en la Universidad Nacional hoy en día existe el reconocimiento de la tenencia de cargo, figura que el Consejo Superior Universitario acogió en el año 2013 ante mi solicitud, para que aquellos profesores que han demostrado la excelencia en su trabajo y el compromiso institucional a lo largo de los años de vinculación a la universidad no estén sometidos a incómodas y a veces irrespetuosas evaluaciones para decidir su continuidad. Pero también con el claro mensaje de poder hacer un real llamado a todos ustedes, que son una muestra de los mejores, a que permanezcan en la institución hasta la edad de su retiro forzoso. Así que los quiero ver a todos hasta la edad de los 80 años activos, en la Universidad Nacional”.

Nos quedamos sin espacio para hablar sobre la presencia de varios rectores latinoamericanos en el Foro de Rectores por la Paz, la visita del expresidente ecuatoriano Rafael Correa a la Universidad Nacional y el lanzamiento de los libros que recogen la memoria de la universidad en 12 tomos y siete volúmenes. Además, los eventos aún no terminan. Les compartiré más detalles la próxima semana.

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/una-semana-en-modosesqui-columna-714572

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Colombia y Alemania: la educación acerca países

Por: Ignacio Mantilla

La muerte, ocurrida el pasado 16 de junio, de Helmut Kohl, el gran canciller alemán que logró derribar el muro de Berlín y fue artífice de la reunificación de Alemania, me ha hecho reflexionar sobre su importante papel mundial a finales del siglo pasado. Pero no quiero ahondar en lo que ya ha sido bastante difundido en los medios que destacan su liderazgo y protagonismo en la política internacional.

Considero necesario un reconocimiento especial por el fortalecimiento que experimentó la educación durante el período de 16 años en los que Kohl guio los destinos de Alemania. También es éste un momento oportuno para reconocer la influencia que ha tenido Alemania en nuestra educación, producto de sus apuestas y políticas a muy largo plazo, que todos sus gobiernos han impulsado o mantenido con convicción.

Por un lado, fue durante el gobierno del canciller Kohl que conocí de cerca la vida en Alemania, su sistema educativo y especialmente experimenté su exigente formación universitaria. De otra parte, también fue esa la época en que presencié su apertura, desde aquella noche del 9 de noviembre de 1989, cuando cayó el muro de la Berlín que pocos años antes había conocido como barrera física infranqueable que inspiraba temor.

Hay quienes piensan que países como Alemania invierten mucho en educación porque son ricos; yo creo, en cambio, que son ricos porque invierten mucho en educación. Es más, creo que cualquier ahorro en educación sólo aumenta la riqueza en ignorancia. Quiero tomar el ejemplo de Alemania para resaltar esa política, que ha mantenido su apoyo a la educación y ha fomentado excepcionalmente la cooperación y la movilidad académica; política gracias a la cual también muchos colombianos hemos podido recibir una formación del más alto nivel, financiada enteramente por sus organismos estatales.

Las relaciones académicas de Colombia con Alemania se remontan al origen mismo de las primeras investigaciones científicas realizadas en nuestro país, con importante influencia de Alexander von Humboldt, quien recorrió nuestro territorio en 1801 dirigiendo una expedición científica cuyas observaciones y la publicación de sus resultados han sido ampliamente valorados en el mundo y constituyen, junto con la Expedición Botánica dirigida por el naturalista español José Celestino Mutis, las primeras investigaciones de las que se tiene completo registro. Posteriormente, la influencia de Wilhelm von Humboldt, hermano de Alexander, quien llevó a cabo la profunda y sólida reforma educativa alemana de 1808, fue decisiva en los códigos de instrucción pública y los principios en los que se fundamentaría el general Santander en la Gran Colombia durante su presidencia. Influencia que recibió durante su exilio en Europa, período en el que sostuvo entrevistas con los hermanos Von Humboldt.

A comienzos del siglo pasado Alemania crea el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Su gestión en materia de movilidad académica ha alcanzado la asombrosa cifra del millón de estudiantes extranjeros financiados, para realizar estudios y pasantías de investigación en universidades alemanas, desde 1950.

En Colombia, y particularmente en la Universidad Nacional, la influencia alemana ha sido evidente. Así, por ejemplo, al crearse la Facultad de Ciencias en Bogotá, en 1965, el primer decano, encargado de su organización, fue el profesor alemán, físico de formación, Juan Herkrath Müller. Por aquella época vino una “misión alemana”, que contribuyó al fortalecimiento del Departamento de Física y a la puesta en marcha del programa de maestría. Fruto de esa misión, la universidad recibió una importante donación de equipos para dotar los laboratorios requeridos. Algunos de esos equipos aún se conservan y funcionan correctamente. Complementariamente, en las décadas de los 70 y de los 80, un buen número de físicos se formaron a nivel doctoral en Alemania con becas otorgadas a través del DAAD y fueron ellos los encargados de impulsar a su regreso la investigación científica y de iniciar el programa de doctorado en Física de la universidad, uno de los cuatro primeros programas de doctorado creados en Colombia.

En una época en la que no era posible realizar estudios de doctorado en Colombia, fue Alemania una de las mejores opciones, como en efecto se tradujo en la formación de profesores al más alto nivel en todas las demás áreas de las ciencias, las artes, las humanidades y las ingenierías.

Estudiar un posgrado en Alemania sigue siendo una muy buena opción, no solo por la calidad de sus universidades, sino por la excelente experiencia de vida académica que se logra y claramente por las oportunidades de financiación. Esto, por supuesto, no pasa desapercibido, si se tiene en cuenta que 2.898 estudiantes colombianos estaban matriculados el año pasado en universidades alemanas. Así mismo, en 2016, el DAAD entregó 925 becas a colombianos.

Ojalá en Colombia estos ejemplos inspiren políticas de educación superior estables que conduzcan a la formación doctoral que requiere nuestro país.

El presidente Alberto Lleras Camargo, quien recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional en 1946 y de la Universidad de Los Andes en 1957, dijo en un discurso, precisamente al recibir esta distinción en 1957, unas palabras que he citado en otras ocasiones y que están más vigentes que nunca: “En mi opinión no existe catálogo de prioridades en las necesidades de la República, con ser tan variadas e intensas. Por sobre todas las exigencias está ésta de la educación, antes que los caminos, que las armas, que los hospitales, que la técnica, que la comida, que la higiene y la casa, porque todas las formas de desarrollo de un país han de subordinarse al hecho absoluto de que no puede hoy haber, como sí las hubo en la Antigüedad, naciones grandes sumidas en la ignorancia”.

Es urgente valorar esas palabras de Lleras Camargo, pronunciadas hace ya 60 años, para que finalmente la educación aparezca en las propuestas de los programas de gobierno de los candidatos como uno de los puntos determinantes para los debates que se avecinan, pero principalmente como elemento diferenciador en las votaciones para elegir a nuestro próximo presidente.

Fuente: http://eleco.com.ar/interes-general/el-sindicato-de-luz-y-fuerza-seccional-tandil-realizo-la-apertura-de-la-1ra-semana-cultural/

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El acceso a la educación superior aumentó en toda América Latina

Latinoamerica / www.eltiempo.com.cu / 31 de Mayo de 2017

Un nuevo estudio del Banco Mundial (BM) destaca el incremento de estudiantes de tercer nivel, pero alerta sobre las dificultades para graduarse.

A pasos acelerados, América Latina y el Caribe experimentan un aumento en la cobertura de la educación de tercer nivel. Esto se evidencia en la tasa de matrícula, la cual pasó del 21%, a inicios de 2000 al 43% a finales de 2013. El alza equivale a más de 20 millones de estudiantes que actualmente asisten a una de las 10.000 instituciones de educación superior que operan en toda la región (ver infografía).

El informe, ‘Momento decisivo; la educación superior en América Latina y el Caribe’, publicado hace pocos días por el Banco Mundial, sostiene que quienes definen las políticas en la región, aprovecharon el período de crecimiento económico, para mejorar la accesibilidad al sistema universitario.

En promedio, el 78% del aumento de las matrículas se atribuye al incremento de bachilleres. El documento de 60 páginas señala que en Chile, Colombia, Ecuador y Perú se tomaron medidas agresivas para expandir el acceso a la enseñanza. En Ecuador, por ejemplo, el Estado se planteó asegurar que todos los niños completen la primaria. Datos del Ministerio de Educación (MinEdu) indican que la tasa neta de asistencia de alumnos en Educación General Básica (EGB) pasó en los últimos años (2006-2016) del 92,5% al 97,5%. El exministro de Educación, Augusto Espinosa, atribuyó el logro a la gratuidad de la formación académica en todos sus niveles. “Esto ubica al país en un nivel superior al promedio de América Latina, que llega al 92,3%. En el caso del bachillerato, aún hay un camino por recorrer para lograr los objetivos, la tasa neta de asistencia creció del 51,2% al 65,1% entre 2007 y 2014. Ya en la universidad, el exsecretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, René Ramírez indicó que la matrícula creció 13 puntos porcentuales desde 2006. En la actualidad hay más de 303.000 nuevos estudiantes. Entre 2006 y 2014, la tasa bruta de matriculados pasó de 28% al 39% en ese período. Además, la población más pobre duplicó su matrícula.

El 70% de los universitarios son la primera generación de sus familias que acceden a la educación superior. Además de las políticas públicas a favor de la educación, la empresa privada juega un papel clave. La región registra un aumento de universidades particulares y emisión de préstamos educativos.

Según el informe del BM, la mayoría de los nuevos programas de formación superior son del sector privado, mientras que el público expandió los programas existentes. Las autoridades de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), uno de los ocho centros cofinanciados del país, confirmaron que sí existe un aumento de estudiantes.

Esto se debe a un trabajo conjunto entre las universidades y el Estado. La titulación es un tema pendiente A pesar de que América Latina registra más estudiantes universitarios, apenas el 50% logra graduarse, entre los 25 y los 29 años. Esto refleja que aún queda mucho por hacer en términos de eficiencia y calidad señala el informe del BM. El porcentaje de deserción varía mucho entre países. Mientras México y Perú alcanzan tasas de graduación cercanas a la de Estados Unidos (70%), en Uruguay, Costa Rica, Honduras y Bolivia la tasa de graduación es solo del 40%.

En Ecuador, Ramírez informó que antes de la implementación del examen estatal de ingreso a la universidad el porcentaje de deserción era del 52%; ahora llega al 20%. Para la economista del BM y autora del estudio, María Ferreyra, algunas de las causas de la elevada tasa de abandono de la región incluyen la falta de preparación académica, la baja calidad de enseñanza que se da en la secundaria y la falta de medios económicos entre alumnos de escasos recursos. A esto se suma la larga duración de algunas carreras, así como la falta de flexibilidad para cambiar de profesión. Ramírez indicó que en el país, desde 2012, 180.000 jóvenes que aprobaron el examen de ingreso a la educación superior no aceptaron su cupo en una universidad pública. La razón: existen dificultades en cuanto a su orientación vocacional. Del 100% de alumnos que postulan, el 70% se inscribe en cinco opciones de diferentes áreas de conocimiento. Por ejemplo: cada uno escoge como primera opción medicina; como segunda, periodismo; y tercera, una ingeniería. Por su parte, el presidente Lenín Moreno indicó -durante su campaña electoral- que mantendrá el examen de ingreso a la universidad, pero evaluará el sistema de admisión, pues el objetivo del Mandatario es que todos los bachilleres estudien la carrera que eligieron. Las becas, claves en el alza de la cobertura

El informe del Banco Mundial resaltó que, los préstamos educativos al igual que las becas otorgadas ayudaron en el alza de la tasa de matrícula universitaria. En Ecuador, los bachilleres que pertenecen al programa Grupo de Alto Rendimiento (GAR) pueden acceder a una beca total para obtener su título de pregrado en una de las mejores universidades del mundo.

La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) entregó desde 2007 más de 20.000 becas de este tipo. El presupuesto anual que maneja esa entidad es de $ 200 millones. De esta cifra, $ 150 se invierten en los programas de becas. Por su parte, el experto en educación Leonardo Tobar sostiene que analizar los logros educativos en términos de acceso ya es viejo, porque el problema estructural de la actualidad se centra en la calidad.

En el caso del sistema universitario, las autoridades aseguran que se ha conseguido el mejoramiento de la calidad. Por ejemplo, el porcentaje de profesores con maestría o doctorado creció 20 puntos y el porcentaje de profesores a tiempo completo se duplicó. El estudio recomienda que para lograr eficiencia en la educación superior se debe diseñar políticas que no solo evalúen la calidad de los contenidos, si no que apoyen a los estudiantes que no están académicamente listos para la universidad. A esto se suman incentivos tanto para los centros de educación superior como para los estudiantes con el fin de terminar la carrera.

Fuente:http://www.eltiempo.com.ec/noticias/cuenca/2/413835/el-acceso-a-la-educacion-superior-aumento-en-toda-america-latina

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