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Cinco síntomas que avisan del acoso escolar y cómo prevenirlo

Por: Cristina Pinto

Una de las mayores expertas en la lucha contra el ‘bullying’, Carmen Cabestany, muestra la realidad del maltrato en la Escuela de Familia de SUR.

Un encuentro y un tema que son más que necesarios: la Escuela de Familia de SUR y el acoso escolar. Esa fue la cita de la tarde de este miércols a la que acudió una de las mayores expertas del país en la lucha contra el ‘bullying’, Carmen Cabestany. Y esa fue la cita en la que pudo aprenderse mucho sobre cómo detectar este tipo de maltrato y cuáles son los mejores métodos para poder prevenirlo a tiempo. Unas medidas que deberían aplicarse de forma urgente en familias, colegios y administraciones públicas porque los datos asustan por sí solos: «Más de dos millones de niños sufren acoso escolar en España», aseguró Cabestany, docente y presidenta de la Asociación No Al Acoso Escolar (NACE), en este encuentro patrocinado por Fundación Unicaja. Ella se sentó en el salón de actos de Unicaja para vivir esta charla junto a la periodista de SUR Rossel Aparicio para, en una conversación más que interesante, mostrar la realidad y las claves para erradicar el ‘bullying’. Tanto para detectarlo como para prevenirlo.

  1. Los síntomas para detectarlo

Mirada perdida y postura

Desde el inicio de este diálogo, Rossel Aparicio incidió en la pregunta: «¿Cómo se sabe que tu hijo está sufriendo acoso escolar? Porque lo normal no es que vengan a contarlo». Y rápidamente contestó Carmen Cabestany: «En la asociación nosotros tenemos una chuletita muy potente que enseguida nos da la pista y son ‘Las tres C’. En este caso, la primera es la de ‘cuerpo’: el niño acosado tiene los hombros hacia adelante, la mirada perdida o al suelo, arrastra los pies y se tapa mucho con la ropa para pasar desapercibido. Ni quiere ver a nadie ni quiere que le vean los demás», aseguró la experta.

«Incluso el enrojecimiento de los ojos, algo que a veces tiene que ver con el ciberacoso», matizó Cabestany, que explicó la segunda ‘C’ con la de ‘campana’, que significa «hacer pellas o novillos».

El carácter con la familia

La tercera ‘C’ es la de los ‘cambios’. «Si bajan las notas… Aunque esto no siempre es al 100% porque los niños con altas capacidades no bajarán sus notas. También se nota en el cambio de amigos o carácter; se vuelve muy irritable, sobre todo con la familia, porque en el colegio no puede defenderse», apostilló Carmen Cabestany.

Espacio emocional en redes

«Cuidado porque para los niños las redes sociales son un espacio emocional, para ellos no estar ahí es como no existir. Pero darle un móvil a un niño es poner un arma en sus manos», confesó la presidenta de la Asociación No Al Acoso Escolar en esta cita de la Escuela de Familia de SUR. «Hay padres y madres que piensan que sus niños no son capaces de decir cosas malas pero mandan mensajes como ‘¿Todavía estás viva?’, ‘Mátate ya, anda’ o ‘Cómprate una vida’. Incluso cuando eso se repite es muy difícil para ellos salir de las redes sociales, hay que tener mucho cuidado con el ciberacoso porque las redes sociales se extienden mucho más y más de un caso de suicidio ha tenido que ver con esto como gota que colmó el vaso».

Material escolar perdido

La típica regañina por perder las cosas en el colegio. Eso a veces puede que no sea despiste del niño o la niña. «Hay criaturas que sufren el maltrato de los compañeros que les roban su material y luego, además, está la bronca de la profesora que le dice que por qué hoy ha ido a clase sin el compás. O los padres, que suelen decir que no ganan para tanto material, que ya han comprado muchos estuches… Pero claro, el niño no les va a decir qué es lo que ha pasado en realidad», detalla la experta.

Cambios en el sueño y apetito

«Otro síntoma son los cambios en el sueño con pesadillas o que no pueda dormir y se despierte mucho por las noches», apuntó Cabestany. «Pasa también con la comida cuando le dicen ‘gordo’ o ‘gorda’ y acaban en casos de anorexia y bulimia o, todo lo contrario, que comen compulsivamente», añadió.

  1. Cómo prevenirlo

Hablar del acoso en casa

«Pero voy a ir hacia la prevención», señaló Carmen Cabestany durante el encuentro. Y ahí empezó por el diálogo en las familias: «Sería conveniente que los padres abordasen el tema del acoso igual que se habla de drogas o alcohol. Y ya, a partir de ahí, darles recomendaciones por si les pasa o si lo hacen. Porque claro siempre pensamos que la nuestra va a ser la víctima, pero… ¿Y si es la acosadora?».

Apoyar y dar credibilidad

«Hay que acoger, apoyar y actuar. Acoger es sentarse con los hijos e intentar comenzar la conversación con un tono más desenfadado: ‘Mira, me he enterado de que hay problemillas en el cole’. Y mantener una escucha activa en la que le demos credibilidad para conseguir que no se atasquen al contarlo», puntualizó Cabestany.

Saber el estado emocional

«Es importante saber cuál es el estado emocional e intentar obtener toda la información posible en el caso de saber que nuestro hijo sufre acoso. No hay que perder de vista sus emociones, incluso si hay que incluir que durante un tiempo no asista al colegio si hay intención suicida. ¿Nos la jugamos con servicios sociales? Sí, pero esa situación es muy grave», certificó la experta.

La cita de la Escuela de Familia de SUR concluyó lanzando algunas medidas para actuar: no ocultarlo, formar al profesorado, hacer campañas de sensibilización y educación emocional.

https://www.diariosur.es/sociedad/educacion/cinco-sintomas-avisan-acoso-escolar-prevenirlo-20231108224606-nt.html

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Intoxicaciones, caídas y ataques: crece la inseguridad en colegios de Bolivia

En lo que va de este 2023, se registraron al menos 10 casos en los que estudiantes menores de edad sufrieron accidentes y ataques dentro de sus unidades educativas en diferentes ciudades del país. En la mayoría de las situaciones, los niños se recuperaron, pero también hubo los que perdieron la vida.

Desde intoxicación con el desayuno escolar u otros elementos hasta caídas y peleas, pasando por ataques y ser aplastados por árboles o postes, la inseguridad se evidencia en estos espacios.

El caso más reciente es el de una adolescente de 13 años que cayó desde el segundo piso de su colegio en Santa Cruz de la Sierra, este lunes, y se encuentra en estado crítico en cuidados intensivos (UTI). La menor estaba parada en una silla cerca de la ventana del aula. Al perder el equilibrio, cayó de cabeza al piso.

El 13 de septiembre, se registró una explosión durante un fallido experimento en el laboratorio de química en una escuela la ciudad de La Paz, generando lesiones y quemaduras en una estudiante de 15 años. La menor estuvo internada por un mes y medio, además fue sometida a una cirugía reconstructiva de injertos de piel en la mano derecha y en los muslos. Deberá continuar con tratamiento y fisioterapia.Estudiante resultó con quemaduras tras experimento de química.

Otro caso que consternó a Santa Cruz fue el de José Apaza, el niño de 12 años que murió aplastado por un árbol en su unidad educativa. Sus compañeros contaron que fue a recoger su pelota al área donde trabajadores realizaban la poda de un árbol. Sin embargo, una rama cayó sobre el pequeño, que murió con múltiples fracturas y con perforaciones en los pulmones y el corazón.

El 8 de septiembre, padres de familia de una unidad educativa del municipio de Sacaba en Cochabamba, denunciaron que sus hijos habrían sido intoxicados, ya que fueron trasladados de emergencia hasta el hospital. 12 niños del nivel de primaria presentaron dolores en el estómago y convulsiones. Contaron que uno de ellos recibió unas pastillas identificadas como relajante muscular fuera del colegio y le habrían indicado que las reparta, fue entonces que les entregó una a cada uno.

El 28 de agosto, tres estudiantes de un colegio en la ciudad de Trinidad resultaron lesionados después de que una parte del techo se viniera abajo. Los estudiantes de nivel inicial se encontraban en el patio cuando, de repente, escucharon un fuerte ruido y el techo falso se desprendió, cayendo sobre ellos.

Las fotografías que circularon en redes sociales muestran a los estudiantes empolvados y con tierra en la cabeza como resultado del desprendimiento del techo falso.

El 22 de agosto, padres de familia denunciaron un nuevo caso de intoxicación masiva al interior de un colegio en la ciudad de Sucre, donde al menos 15 estudiantes resultaron intoxicados. Se presume que la causa sería alfajores con mantequilla de maní y mermelada del desayuno escolar en aparente mal estado.

Dichos productos tenían un mal olor, era hasta nauseabundo aseguró. Por eso, muchos niños lo botaron a la basura. Entonces, les pidieron devolver los alfajores con mantequilla de maní y mermelada antes de que los coman y los alumnos se quedaron sin desayuno escolar.

«Era el desayuno escolar»: Denuncian nuevo caso de intoxicación masiva en un colegio
El 27 de junio, un niño de ocho años resultó herido luego de que un poste de luz se le cayera encima en una unidad educativa en la zona de Los Yungas. El pequeño no resultó con heridas de gravedad, pero su madre reclamó por el descuido de las autoridades.

En junio, se conoció el caso de un niño de tan solo 8 años de un colegio privado de Santa Cruz que fue obligado por estudiantes de secundaria a tomar una mezcla de lavandina y agua. El menor fue rápidamente internado en una clínica, donde los médicos lograron salvarle la vida.

El 13 de junio, un niño de 6 años fue empujado por las gradas de su Unidad Educativa, en Cochabamba, durante el recreo. Antes de caer fue golpeado por otros estudiantes.

Según la denuncia, los agresores serían alumnos de quinto de primaria, la pequeña víctima tiene moretones en las piernas, heridas en los brazos, un hematoma en la lengua, además de golpes en la cabeza y un constante sangrado en la nariz.

El 5 de junio se registró uno de los hechos más impactantes del año. Una niña de solo seis años fue apuñalada por otro menor de 10 años, al interior de su unidad educativa en Santa Cruz.

La pequeña fue atacada cuando se dirigía al baño y el otro estudiante le asestó la puñalada en el pecho derecho cortando una vena arterial. La víctima fue operada de emergencia y se estaba recuperando lentamente. Sin embargo, 10 días después, la niña sufrió una descompensación, fue trasladada de emergencia hasta el centro de salud, pero perdió la vida.

El 17 de mayo, un niño de 7 años que sufrió una caída en su colegio en la ciudad de La Paz fue internado en el hospital. Ahí, descubrieron que tenía una lesión en el cráneo y fue operado de emergencia.

El menor cayó de cabeza durante la clase de educación física, cuando intentó patear un balón. Después de la caída, el menor no fue auxiliado por nadie del colegio y continuó pasando clases, minutos después se puso mal y fue en busca de su hermana para pedir ayuda, la menor de 10 años, junto a su amiga llevaron al niño hasta su casa.

EL 16 de febrero, la hora del recreo en un colegio de la ciudad de Sucre terminó en una tragedia cuando un niño de 4 años cayó desde el segundo piso porque estaba cerca de la baranda.

https://www.reduno.com.bo/noticias/intoxicaciones-caidas-y-ataques-crece-la-inseguridad-en-colegios-de-bolivia-2023117191413

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Juan Carlos Torrego: “Debería haber una coordinación de convivencia, con una cierta liberación horaria”

Por: 

Juan Carlos Torrego es docente en la Universidad de Alcalá de Henares y uno de los mayores expertos en convivencia escolar del país. Muy apegado a las prácticas restaurativas y a proyectos como los de alumnos ayudantes y mediadores, perteneció al Observatorio Estatal en su primera etapa y ahora ha sido el director de la Encuesta que, por primera vez, ha querido estudiar la situación de la convivencia en España.

De entre los datos que se desprenden de la encuesta, uno de los llamativos es el volumen de chicas y chicos que sufren acosos escolar, un 9.53 % según quienes han respondido, más de 26.000 jóvenes. Torrego no duda de sus respuestas, puesto que antes de realizar la pregunta directa de si han sufrido o no acoso, se dio al alumnado una definición de lo que era (el informe recomienda, de hecho, al Ministerio, que elabore una definición para que los centros educativos tengan un referente claro de lo que es).

La cifra no es pequeña pero para este profesor, en general, la convivencia en los centros no es mala. Aunque está claro que para quienes sufren este tipo de situaciones, las cosas son muy diferentes. Viendo los gráficos que se desprenden de las respuestas de chicas y chicos, parece que los casos más graves de falta de una buena convivencia, no son particularmente abundantes.

La investigación nos dice que los programas alumnos ayudantes y mediadores entre iguales funcionan

Eso sí, como explica el profesor Torrego, no han entrado en datos más detallados sobre las causas que motivan a este 4,5 % aproximado de acosadores a victimizar a sus compañeros. No sabemos si ese bullying se realiza por cuestiones de etnia, identidad sexual o de género o por cualquier otra diferencia con la norma establecida.

Lo que sí trata con más profundidad el Estudio es lo relacionado con algunas propuestas para mejorar la convivencia en los centros educativos. Según Juan Carlos Torrego, “hay que generar estructuras de convivencia en los centros” estables, como la hay de otras cuestiones como recién creada de bienestar u otras. Pero necesitaría de unas condiciones previas.

“La investigación nos dice que los programas alumnos ayudantes y mediadores entre iguales funcionan”, comenta al teléfono este experto en convivencia y resolución pacífica de conflictos. Pero para que funcionen, además de buscar la implicación de dos o tres estudiantes por clase que pudieran estar pendientes de las cosas que ocurre en su curso, necesitan la supervisión de adultos que estén correctamente formados.

Según han recogido en el estudio, hoy por hoy hay un 27,7 % de centros educativos que cuenten con algún programa de este tipo. “Nos gustaría que fueran muchos más, aunque es un comienzo”. Entre las ventajas de este tipo de programas, más allá de que chicas y chicos pueden acceder a información que un docente no conocería y tienen un contacto directo con el resto del alumnado es la posibilidad de que las actuaciones que se lleven a cabo incidan no solo en la víctima o el victimario, sino en “los espectadores descomprometidos” como los llama Torrego.

Las estructuras estables de convivencia deberían ser algo natural en todos los centros educativos

La idea es que ese porcentaje más o menos alto de estudiantes que no hacen nada cuando son testigos de algún acto contrario a la convivencia se conviertan en parte de la solución actuando. Juan Carlos Torrego enumera alguna de las acciones que pueden llevar a cabo que, más allá de hablar con algún adulto responsable y de confianza del centro, pasen por estar cerca de la víctima, compartir tiempo de recreo, por ejemplo. “Cosas que se convierten en un gran mundo para quien es acosado”, asegura.

Para Torrego, este tipo de programas de alumnado ayudante o mediador “deberían ser algo natural en todos los centros educativos”. Pero no solo esto, sino que al mismo tiempo deben desarrollarse “modelos de convivencia restaurativa para que todo este trabajo no quede solo en una moda pasajera”. Desde el punto de vista de este experto, “Hay que dar sentido a estructuras específicas para que sean sostenibles. Igual que hay que consolidar la acción tutorial”.

Cuando habla de esta consolidación se refiere a esa coordinación estable que pudiera realizarse, dice, por la misma persona que es coodinadora de bienestar “pero sería importante que tuviera formación superior puesto que sobre esta persona pivotarían todas las cuestiones relacionadas con la convivencia en el centro. Tendría que hacer un trabajo transversal con los departamentos del centro y las tutorías”.

Torrego asegura que para que funcionara se podría pensar en perfiles que ya están trabajando en centros educativos como educadoras y trabajadores sociales o psicopedagogos. “cualquiera de ellos podría hacer el trabajo con una formación específica que, desde luego, no podría ser un cursillo. Hablamos de, seguramente, una formación de postgrado”.

“Los temas de convivencia son complejos, prosigue, están muy relacionado con la comunidad educativa, hay que hacer una supervisión técnica, etc. Es un tema que merece la pena, por el bienestar de chicas y chicos y por el rendimiento académico”. Y esa insistencia en la correcta formación de quienes ostentasen la coordinación de convivencia es simple: “La autoridad emana, en definitiva, del saber, explica Juan Carlos Torrego.

Pero, además de esta formación específica, para Torrego, “el nombramiento debería suponer una cierta liberación horaria”, entre otras cosa “porque sería interesante que esta figura la ostentase alguien que ya esté en el centro. Hay mucho saber acumulado en los centros educativo”.

Otra de las claves que desvela el informe es la importancia de la participación del alumnado en la conformación de las normas de convivencia en los colegios. ” La norma, cuando llega como un edicto, no la vivimos como propia, aunque en algún momento hubiéramos podido redactar la misma regla de comportamiento. Es una cuestión de pertenencia. Construir la norma tiene un poder práctico”, explica Juan Carlos Torrego.

El docente comenta que cuando la redacción de la normativa de aula o de centro se realiza con un prisma educativo “se abre un debate ético, moral, sobre cómo queremos relacionarnos en el centro educativo, con las otras personas, cómo utilizamos y cuidamos el material”. Además, también se hace obligatorio “prever qué pasará si no se cumple la norma. Hablar con chicas y chicos sobre si lo mejor es una justicia más punitiva o una más centrada en la reparación, retributiva y que compense a la comunidad”.

Es importante abrir estos debates porque el alumnado suele tener una visión punitivista

En este sentido, Torrego pone un ejemplo. Si en un centro se produce una pelea entre dos estudiantes, en el patio durante un recreo, o en un pasillo en un cambio de clase, habría dos maneras generales de enfrentar la situación. Amonestar a los dos alumnos y expulsarlos algunos días. Para el docente esto no tendría demasiado recorrido, puesto que el problema que causó la pelea seguramente siga latente y a él habría que sumar la responsabilidad de haber sigo expulsado “por culpa del otro”.

Frente a esto, Torrego habla de la posibilidad de comenzar un proceso de mediación entre ambos alumnos en el que pudieran ponerse sobre la mesa las razones del conflicto y las maneras de solventar y, además, y dado que la pelea se produce en el ámbito de un centro, en público, decidir la forma en la que se va a reparar a la comunidad por haberla puesto en esta situación, por ejemplo, pidiendo disculpas públicamente. “Es importante abrir estos debates porque el alumnado suele tener una visión punitivista”.

Pero antes de llegar a estas situaciones, Torrego también explica que desde su grupo de investigación abogan por la utilización de metodologías más activas en clase. Habla específicamente de aprendizaje cooperativo. La idea es que chicas y chicos trabajen conjuntamente, “tengan que ponerse de acuerdo” sobre cómo afrontar una tarea determinada. “Es una buena defensa frente al comportamiento antisocial, que suele venir de personas que no se sienten parte”.

Finalmente, “es importante que se evalúe la convivencia puesto que el alumno entiende que aquello que no se evalúa no es importante”.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/05/04/juan-carlos-torrego-deberia-haber-una-coordinacion-de-convivencia-con-una-cierta-liberacion-horaria/

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España: Uno de cada diez alumnos de primaria sufre acoso escolar

Europa/España/05-05-2023/Autor: Alfonso Torices/Fuente: www.elcomercio.es

Estudiantes, familias y profesores ensalzan, no obstante, la convivencia diaria en los centros, que puntúan entre notable alto y sobresaliente.

Uno de cada diez alumnos de colegios de educación primaria asegura que sufre o ha sufrido acoso escolar. Así lo indica el primer chequeo sobre el clima general de convivencia en las aulas españolas impulsado por el Ministerio de Educación en muchos años, cuya publicación coincide con la consternación desatada por el suicidio de una víctima de esta lacra en Gijón.

Es un trabajo de más de 300 páginas dirigido por un equipo de expertos de la Universidad de Alcalá y confeccionado a partir de las respuestas de 37.333 ciudadanos representativos del país, el 70% estudiantes de primaria, el 20% padres de alumnos y el 10% restante profesores, directores y responsables de los equipos de orientación psicopedagógica de las escuelas.

Los estudiantes de 6 a 12 años que se consideran víctimas de acoso presencial en el aula son el 9,5%, una cantidad muy similar a los 9,2% que dicen haber recibido burlas, amenazas o persecuciones a través de su móvil. Porcentajes no excluyentes, con bastantes alumnos que han sido atacados por ambos canales.

El primer chequeo sobre la violencia en la escuela realizado por el Ministerio de Educación en años reclama acciones contundentes contra el acoso

Se trata de una proporción inferior (la mitad o la tercera parte) de la estimada por sondeos sobre este tipo de violencia realizados por las ONG de la infancia, pero es consecuente con otras respuestas al cuestionario del Ministerio de los diversos colectivos educativos.

El porcentaje de víctimas coincide con el poco más de 10,5% de alumnos que dice haber sido testigo del acoso a otros compañeros y es coherente con el 7,7% de padres que sabe o está convencido de que su hijo está siendo insultado, vejado o atacado por otros alumnos. La proporción tampoco desentona con el 4,5% de estudiantes de primaria que confiesa a los investigadores que, en alguna ocasión, ha acosado a alguno de sus compañeros.

Pese a que el porcentaje sea inferior al de otras estimaciones, los expertos subrayan que se trata de una cifra «suficientemente relevante» –equivaldría a unos 200.000 escolares acosados– como para que los centros «revisen» el abordaje que están dando a las situaciones de acoso y para «invitarles a seguir avanzando en una respuesta educativa más contundente, a través de medidas específicas». «Se debe conseguir institucionalizar programas y estructuras organizativas específicas que favorezcan la convivencia», recomiendan.

El informe concluye que el abuso sexual en la niñez es una «realidad invisibilizada» y que hay que formar a los profesores en su detección

El trabajo destaca el importante papel que deben jugar los profesores y el círculo más cercano de compañeros a la hora de minimizar o terminar con el acoso. Aunque uno de cada cuatro alumnos testigos del acoso o el ciberacoso no saben qué hacer o no hacen nada, el otro 75% sí que actúa. El 65% se lo cuenta a profesores, padres o amigos y casi un 10% se enfrenta al acosador.

Los investigadores se detienen en un punto que les preocupa especialmente. Cuando preguntan a los profesores por los casos de abuso sexual en la infancia la respuesta se puede resumir en que es «una realidad inexistente en los centros». Sin embargo, los expertos recuerdan que estudios monográficos realizados por ONG de referencia como Save the Children estiman que entre el 14% y el 28% de las niñas españolas de estas edades y entre el 4% y 12% de los niños sufren abusos sexuales, sobre todo a manos de su entorno más íntimo. Esto hace pensar, indican, que se está ante «una realidad muy invisibilizada» que «hace necesario formar al profesorado y a otros profesionales educativos en la detección del abuso sexual infantil».

Baja conflictividad

Las cifras de acoso desveladas por el estudio cuadran con el bajo grado de conflictividad que todos los coinciden que se vive en el día a día de sus centros. Si diez significa ausencia de problemas, directivos y profesores superan la nota de ocho y hasta los orientadores, los conocedores más directos del grado de acoso, dan 7,83. Alumnos y docentes relatan que los pocos problemas que hay son conflictos menores (perdidas de tiempo o interrupciones en el aula o faltas de respeto al profesor o a otro chico), con un mínimo de agresiones.

Todos los colectivos preguntados (alumnos, padres, profesores, directores y orientadores) coinciden en que en las escuelas predomina una convivencia muy positiva. Le dan una nota de notable alto o sobresaliente, con el 9,24 de los estudiantes al frente.

Están también de acuerdo en que las estructuras, condiciones y herramientas de sus centros para construir una buena convivencia funcionan bien –con un alto número de colegios que ya tiene programa de alumnos mediadores en conflictos–, aunque todos piden mejorar la detección de casos. Los sindicatos de profesores, por su parte, exigen más presupuestos y horas de dedicación para los recién creados coordinadores de bienestar, que deben ser el referente en los colegios contra el acoso escolar.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/diez-alumnos-primaria-sufre-acoso-escolar-20230503003141-ntrc.html

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El 9,5 % del alumnado de primaria ha sido víctima de acoso escolar

Por:

El informe realizado por la Universidad de Alcalá de Henares y dirigido por Juan Carlos Torrego ha recogido información de más de 33.000 personas entre estudiantes, familias, equipos directivos, docentes y equipos de orientación escolar. Casi un 10 % del alumnado ha sufrido acoso por parte del 4,6 % de quienes reconocen haberlo realizado. Un 10.6 % de estudiantes dicen haber sido testigos.

El Estudio estatal sobre la convivencia en los centros de educación primaria es el primero de estos que se elabora desde el Observatorio Estatal de la Convivencia desde que este mismo organismos publicara, en 2010, un informe similar, dirigido por María Díaz-Aguado, y centrado en la etapa de secundaria. En esta ocasión, ha corrido a cargo de un grupo de investigadores dirigido por Juan Carlos Torrego Seijo, de la Universidad de Alcalá de Henares y que en la anterior etapa del Observatorio Estatal fue uno de sus integrantes.

Casi 400 páginas de estudio que ofrecen una enorme cantidad de información sobre cómo la comunidad educativa vive la convivencia escolar, el acoso y las diferentes relaciones que se establecen o deben establecerse entre sus miembros. De este maremágnum, destaca, efectivamente, una prevalencia de, 9,5 % de estudiantes que han sido víctimas de acoso y el 4,6 % de quienes han acosado a alguien en los últimos meses. Las cifras son prácticamente las mismas para el ciberacoso, sufrido por el 9,2 % y protagonizado por el 4,62 %. A esto se suma el 10,65 % de quienes dicen haber sido testigos de situaciones de acoso.

El informe atribuye la diferencia entre víctimas y victimarios “a la falta de reconocimiento de la responsabilidad por parte de los acosadores (…) y, por otro lado, a que un mismo alumno puede ser acosador/ciberacosador de más de un compañero”.

La muestra del estudio ha sido de 37.333 de quienes el 70 % corresponden a alumnos; el 19 % a familias; el 8% a profesorado; el 2 % equipos directivos, y 1 % estructuras de orientación. Un 58,12 % son mujeres y el 41,87 % varones.

Os dejamos aquí algunos gráficos para bucear en cómo se vive la convivencia en los centros de primaria según los datos que han recogido en la encuesta desde la Universidad de Alcalá de Henares y cuáles son las principales causas de los problemas que se dan.

Como puede verse en el gráfico, la convivencia parece no tener graves problemas en los centros. Los problemas más comunes y habituales tienen que ver con las molestias que generan los compañeros y que obligan a pedir ayuda y en menor medida, hablar en clase hasta el punto de interrumpir al docente en su explicación. Le siguen el uso de insultos y motes. También habría que atender a las peleas en clase y a las molestias de los compañeros.

Sin duda, destaca, en la columna de la derecha. Con una alta incidencia de la defensa pacífica ante los ataques de compañeros.

Las familias, por su parte, se muestran más benévolas en sus opiniones sobre lo que ocurre en los centros educativos en relación a la convivencia, ya sean interrupciones de la clase, el incumplimiento de las normas o con qué frecuencia se producen casos de ciberacoso o abuso sexual en el centro.

A pesar de que los problemas de convivencia más graves no parecen tener un enorme peso en la situación de niñas y niños, lo cierto es que hay un porcentaje más o menos relevante de alumnas y alumnos que se sienten víctimas de acoso. El 9,53 % así lo aseguran. Frente a este colectivo está el de quienes admiten haber acosado a alguien en su clase, una cifra de algo menos de la mitad, el 4,58 %. Desde el estudio se explica que esta diferencia entre ambas cifras puede deberse a que quienes acosan no tengan claro que lo hacen o que la misma persona bien pueda estar acosando a más de un compañero o compañera.

El estudio centra una parte de las pesquisas en las reacciones de las personas que presenciaron alguna agresión en el centro, ese 10,65 % del alumnado que fue testigo.
Además, se preguntó al alumnado, esta vez al conjunto, sobre sus reacciones en el caso de presenciar alguna situación de acoso.
También se ha preguntado al alumnado por sus reacciones en el caso de que fuera un adulto quien intentara hacerles daño.

Profesorado

También se ha preguntado al profesorado por los motivos de las dificultades de convivencia en los centros educativos desde su punto de vista. Aunque hay ítems que coinciden con los alumnos, también hay diferencias más o menos claras. Abajo aparecen dos gráficos que recogen los diferentes motivos de complicación de la convivencia y cuánto peso tienen según maestras y maestros.
El estudio también ofrece datos sobre la percepción de los equipos directivos y de las estructuras de orientación que ofrecen porcentajes bastante similares a los del profesorado.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/05/03/el-95-del-alumnado-de-primaria-ha-sido-victima-de-acoso-escolar/
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¿Sabes identificar y actuar ante una situación de ‘bullying’?

Por: Sofía Delgado Ramírez

 

El 2 de mayo se conmemora a nivel mundial el Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar. Dicha fecha fue establecida por diversas asociaciones de familias y diferentes organizaciones no gubernamentales con la intención de sensibilizar sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en la infancia y la juventud.

De acuerdo con la Unesco, la violencia en las escuelas actualmente es una realidad que afecta a niños, niñas y adolescentes. Uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 afirman que han sufrido actos de acoso escolar. La organización Bullying sin Fronteras elaboró en 2022 un mapa en el que se afirma que México tiene el primer lugar, con un 70% de casos entre sus infantes y adolescentes.

El término bullying fue acuñado por un psicólogo noruego llamado Dan Olweus para definir una forma específica de maltrato entre pares.  Se considera bullying o acoso escolar a cualquier acto de violencia que ejerce un estudiante o un grupo de estudiantes sobre otro u otros estudiantes dentro del contexto escolar.

Existen diferentes formas de bullying o acoso escolar; las agresiones se pueden calificar de la siguiente manera:

  • Físicas: la persona que acosa golpea, empuja o patea a alguien más, puede arrebatar, aventar, romper o esconder las pertenencias de algún par.
  • Verbales: quien acosa suele poner apodos, burlarse, hacer bromas pesadas, criticar, provocar o amenazar a otras personas.
  • Sociales: incluyen la exclusión, el aislamiento, la humillación o el inventar rumores acerca de otras personas.
  • Sexuales: tienen que ver con molestar, tocar sin consentimiento o hacer burlas sobre el cuerpo, la intimidad o la orientación sexual de alguien más.

Actualmente también se tipifica el ciberacoso como un tipo de agresión entre personas que comparten entornos educativos a través de medios tecnológicos (mensajes, llamadas, envío de fotos con intención de amenazar, correos electrónicos que violentan, acoso a través de chats y/o redes sociales entre otros).

Para determinar que una persona está ejerciendo bullying o acoso escolar es necesario que se presenten las siguientes características: abuso de poder que incluye comportamientos agresivos como los mencionados anteriormente por parte de un estudiante o grupos de estudiantes de manera intencional con el propósito de someter a otros y otras compañeras en condiciones de desventaja y la repetición o sistematicidad con actitudes persistentes que tienen el propósito de vulnerar las condiciones físicas o emocionales de alguien más al violar las pautas de conducta y valores establecidos por la escuela.

El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física y emocional de quienes los sufren, también se ha observado que las víctimas de estas violencias pueden ver afectado su rendimiento académico, especialmente si se trata de casos severos. Además de las consecuencias individuales, a nivel social estas conductas afectan el ambiente de los colegios.

Los contextos escolares deberían de ser espacios seguros para las infancias y las y los jóvenes, por lo que es necesario generar estrategias de prevención que puedan atender esta problemática. A nivel familiar, se sugiere ser observadores y aprender a identificar las conductas antes descritas y promover con el niño, niña o joven una comunicación abierta que permita que esto se detenga; de igual forma se recomienda la intervención de especialistas que puedan acompañar a la persona víctima de bullying. En términos sociales, es importante fomentar el respeto hacia las diferencias, la compasión y la autorregulación emocional.

La Mtra. Sofía Delgado Ramírez es académica de la Maestría en Psicología Clínica

Referencias:

Bullying sin Fronteras (s.f.) https://bullyingsinfronteras.blogspot.com/

Comisión Nacional de Derechos Humanos (s.f.) Día internacional contra el bullying o el acoso escolar. https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-del-contra-el-bullying-o-el-acoso-escolar#_ftn2

Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (s.f.) Acosados http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=4343&id_opcion=&op=447

Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s.f.) Día Internacional contra la violencia y en la escuela en la escuela, incluido el ciberacoso.  https://www.unesco.org/es/days/againts-school-violence-and-bullying

Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s.f.) Violencia contra los niños: nuevo informe “Ocultos a plena luz”. https://www.unicef.es/noticia/violencia-contra-los-ninos-nuevo-informe-ocultos-plena-luz

Save the Children (s.f.) Pautas para padres y madres ante el acoso escolar. https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/pautas_para_padres_y_madres_ante_el_acoso_escolar.pdf

Fuente de la información e imagen:  IBERO

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