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Las víctimas de abusos sexuales durante la infancia tienen 10 veces más riesgo de suicidarse

17 de febrero de 2017/Fuente: el mundo

Abusos sexuales o acoso escolar. Estos son los principales factores para que un niño que ha sufrido alguno de ellos decida quitarse la vida a una edad temprana. Así lo desvela un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), que asegura que los jóvenes que padecen cualquier tipo de violencia interpersonal durante su desarrollo tendrán en un futuro un mayor riesgo de morir por suicidio, o en su defecto, intentarlo.

Las consecuencias de una exposición a un hecho que les cause daño físico, psicólogo o sexual en edades tempranas las sufren en particular los jóvenes y adultos jóvenes, con edades comprendidas entre los 12 y los 26 años. Entre las secuelas, quedan múltiples problemas emocionales y de comportamiento, lo que deriva en una mayor vulnerabilidad a comportamientos suicidas e, incluso, a la muerte por suicidio.

El informe concluye que esto se debe a que la infancia y la adolescencia son períodos críticos del desarrollo de la persona, los cuales están asociados a una etapa principalmente sensible. Por este motivo el Instituto del Mar reclama que estos jóvenes «deben ser considerados objetivos potenciales de los programas de prevención de suicidios».

El director del estudio y coordinador del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios, Jordi Alonso, añade que «aquellos que han sido víctimas de violencia interpersonal en su etapa de desarrollo tienen dos veces más riesgo de intentar quitarse la vida cuando son jóvenes o adultos jóvenes. Este riesgo casi se cuadruplica cuando el abuso ha sido sexual. No obstante, la asociación aumenta hasta 10 veces con respecto a los niños y adolescentes que no han sido víctimas«.

Alonso asegura a EL MUNDO que «en el estudio se estima que si teóricamente se eliminara todo el bullying, se evitarían el 22% de los suicidios cometidos antes de los 26 años de edad. Sin embargo, esto no significa que la violencia sea la causa del suicido. El sufrimiento asociado al maltrato y otros factores de vulnerabilidad del niño pueden llevar a la depresión y otros trastornos de la conducta que a su vez sean causa de las conductas suicidas».

Consecuencias de la violencia interpersonal

Más de un millón de personas en el mundo mueren cada año como consecuencia de la violencia interpersonal, recuerda el Instituto del Mar. «Los niños y los jóvenes son los grupos con mayor riesgo de ser víctimas de esta violencia que agrupa a la violencia física, el abuso sexual, el abuso emocional, la negligencia, el bullying, la violencia de pareja y la violencia en la comunidad».

«La exposición a la violencia durante la infancia tiene consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Las víctimas de violencia interpersonal tienen, además, más probabilidades de presentar trastornos mentales, consumo de drogas, infecciones de transmisión sexual y comportamientos sexuales de riesgo» afirma Pere Castellví, colaborador del propio estudio e investigador del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del IMIM.

«Eliminar de la conciencia de un menor el hecho de haber estado expuesto a una situación de violencia interpersonal es, lamentablemente, poco probable. Por ello, estas personas tienen que considerarse objetivos potenciales para los programas de prevención de suicidios. Es necesario anticiparse a este posible comportamiento y acompañar a las víctimas», añade Alonso, director del informe.

Desde el IMIM declaran que «hay intervenciones eficaces para prevenir el maltrato infantil. Las más eficaces son en las que se actúa en el seno de la familia: visitas domiciliarias de enfermería, educación a los padres y cuidadores o soporte al cuidado de los niños».

Según el Instituto del Hospital del Mar, hay que facilitar mucho más que las víctimas informen de su problema y desarrollar programas de prevención universal tanto en las escuelas como para los futuros padres. Asimismo, concluyen que durante los últimos 45 años las tasas de suicidio en todo el mundo han aumentado en un 60%, y los jóvenes son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto desarrollados como en países en vías de desarrollo.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2017/02/16/58a5807d268e3e70308b476c.html

Imagen: estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2017/02/16/14872596675305.jpg

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‘Bullying’ venenoso en México: Estudiantes echan plaguicida en la bebida de una compañera

México / www.actualidad.rt.com / 15 de Febrero de 2017

México es el país con más casos de acoso infantil y juvenil de las 34 naciones que componen la OCDE.

Sara Daniela Mesa Sánchez, una alumna mexicana de 12 años y alto promedio escolar (9,1) estuvo a punto de morir envenenada el pasado 1 de febrero en una escuela del municipio de Salvatierra, en el Estado occidental de Guanajuato, tras ingerir un producto lácteo en el que sus compañeras de clase habían vertido un químico agrícola de nombre Rapaz. Se trata de un nuevo caso de ‘bullying’ que vuelve a poner de relieve el grado de violencia en el que viven los niños y adolescentes en México.

La estudiante dejó su bebida destapada cuando salió a tomarse un descanso de un salón donde cursaba un taller de agricultura. Cuando regresó dio un trago y enseguida sus compañeros le advirtieron que el producto lácteo podía estar envenenado. La joven sintió náuseas y cayó inmediatamente al suelo.

El semanario ‘Proceso‘ informa que el profesor del taller habría dado las llaves del almacén a sus dos «alumnas preferidas», las cuales habrían sustraído la sustancia tóxica del lugar.

Sara era agredida desde hace algunas semanas tras el fin de su amistad con una compañera.Las fiscalías de justicia y derechos humanos del Estado de Guanajuato investigan ya la denuncia hecha por la madre de la estudiante.

Según el sitio de noticias ‘SinEmbargo‘, el director de la escuela habría asistido al hospital donde la adolescente convalecía para negociar un «perdón» para que la familia no demandara a la escuela. El diagnóstico del médico señaló que la adolescente «pudo morir de no haber recibido atención médica de forma inmediata».

El mismo sitio informa que Sara insiste en dejar esta escuela por temor a que continúe el acoso. Sin embargo, solo hay otro plantel educativo ubicado a varios kilómetros de su hogar. Según la última evaluación que hizo la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el acoso y la violencia en la escuela, México ocupa el primer lugar entre los 34 países que integran el organismo en sufrir este mal. La OCDE estima que 18 millones de menores son víctimas de ‘bullying’ cada año en México, lo que va asociado a intentos de suicidio y al consumo de drogas, recuerda el diario ‘Milenio‘.

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/230684-bullying-venenoso-estudiantes-plaguicida-mexico

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Entrevista a Carmen Cabestany: «Una sociedad sana no puede permitir que el 26% de sus menores sufran maltrato»

12 Febrero 201/Fuente:La razón /Autor: Ángela Lara

Entrevista a Carmen Cabestany, profesora y secretaria de la asociación «no al acoso escolar

–En España, unos dos millones de niños sufren acoso escolar. ¿Es un fenómeno que ha ido creciendo o es que se habla más de ello?

–Es difícil responder ya que no hay datos estadísticos. Los estudios últimos y más completos son de 2006 o 2007, por tanto es complicado poder decir si ha aumentado o no. Nuestra percepción es que va «in crescendo» y además las nuevas tecnologías hacen que esto se dimensione. Por otra parte, cada vez se da a edades más tempranas; donde se da más ahora es en el tercer ciclo de Educación Primaria que son niños de 10 y 11 años.

-¿Cómo se explica el acoso escolar? ¿Qué hay detrás?

-Si analizamos a cada uno de los integrantes o componentes de este acoso escolar, detrás de cada uno de ellos hay unas circunstancias. Así, detrás de un acosador, puede haber desde alguien con rasgos psicopáticos que necesita hacer daño para sentirse bien, hasta alguien que lo que saca del maltrato es pasar un buen rato y reírse, hasta un niño que a su vez está siendo maltratado o tiene alguna problemática grave en su entorno. Si hablamos de la víctima, también hay unas características personales; puede tener baja autoestima, timidez, con alguna diferencia importante por la que destaca…En el caso de los testigos, ¿qué hay detrás? Pues gente que no quiere posicionarse, que no ocupa su lugar al lado de la víctima, sino que por acción u omisión se pone del lado del victimario. Todos podemos formar parte en mayor o menor medida del acoso escolar.

– ¿Existe un perfil tipo de acosado y acosador?

– Podríamos pensar que el acosado tiene esa baja autoestima que hemos dicho, es retraído, tímido, pero no siempre es así. En realidad, cualquier persona puede ser maltratada. El perfil del acosador suele coincidir con alguien prepotente, acostumbrado a salirse con la suya, que es manipulador y chantajista…pero no siempre es así. Algunos pasan desapercibidos y dirigen a otros desde la sombra para que acosen.

–¿Cómo afecta a la víctima el haber vivido episodios de acoso?

– La sociedad no tiene ni idea de hasta qué punto esto es perjudicial, dañino y doloroso y puede condicionar la vida futura de una persona. El niño acosado, dependiendo del tipo de acoso, de la intensidad, del tiempo que permanece en esa situación, entra poco a poco en una especie de túnel sin salida. Cuando el niño se da cuenta de que no hay luz al final del túnel, de que nadie le ayuda, empieza a entrar en un estado de estrés post traumático, ansiedad, angustia y hasta ideas suicida, presente en la mayoría de los casos, sobre todo si éstos se prolongan en el tiempo. Y es que normalmente el niño se calla, sólo el 14% se lo dice a la familia y el 10% a los profesores. Además, si se lo cuenta a los profesores o familiares y éstos no actúan o no actúan bien, están dejando al menor en indefensión y en un estado de mayor vulnerabilidad porque se encuentra que los adultos que deben protegerle, no lo hacen y tampoco lo hacen sus iguales, por lo que percibe que está solo e indefenso.

– Dice que la víctima suele callar. ¿Por qué?

–La razón principal es que el acoso escolar es una lacra social en la sombra. Es una realidad oculta; no le damos carta de naturaleza, pero la tiene; no hablamos de ello y si tu no abordas un tema con un menor, ese menor difícilmente lo va a abordar contigo, entre otras cosas porque no sabe que esos es bullying. En los centros escolares ese tema no suele abordarse porque no está ni en los Planes Educativos del Centro y ni en los Planes de Acción Tutorial. A esto añadamos que el niño está amenazado y que además siente vergüenza por no saber enfrentarse y resolver el problema. Un víctima tiene un cóctel de sentimientos a cada cual más dañino: culpabilidad y vergüenza por no poder resolver el problema, rabia, dolor, tristeza…son sentimientos que mezclados son un cóctel Molotov y cuanto más pequeño sea el niño, peor porque no sabe gestionar sus emociones. Ese es otro grave problema porque en las escuelas no hay educación emocional de verdad

– Entonces, ¿cómo se detecta el acoso escolar? ¿A qué señales hay que prestar atención?

– Nosotros hemos ideado «Las 3 C». La primera C es la de Cambios: cuando el niño tiene de repente bajo rendimiento, cuando hay cambios de carácter, de itinerario o de amigos…La segunda es la de Campana’ ya que hacer Campana es no ir al colegio, en el caso de los mayores, o en el caso de los pequeños pedir a los padres que no les obliguen a ir. La tercera es la de Cuerpo, porque el cuerpo habla: mirada triste, hombros encogidos, cabeza agachada y a veces incluso se cubren demasiado para pasar desapercibidos. Éstas son señales especialmente para los padres, y para los profesores añadiríamos que el niño llega sistemáticamente a clase tarde después del recreo o pide ir al lavabo a deshora o se niega a hablar en público.

– ¿El acoso se combate desde la prevención o desde la acción?

– Lo ideal es desde la prevención, pero siempre dependerá del momento en el que éste se detecte. Por lo tanto, los pasos en acoso serían, primero, prevenir, que se consigue dando carta de naturaleza al problema y diciendo al niño qué es el acoso escolar; formando a los profesores porque es vergonzoso que no haya apenas nada sobre acoso escolar ni en la Facultad de Magisterio, ni en Psicología ni en Pedagogía y apenas nada en formación permanente del profesorado; informando a los padres y con educación emocional desde la etapa de infantil; con una implicación real de la administración, que debe aplicar medidas efectivas que funcionen; con compromiso por parte de los medios de comunicación; y sobre todo con el programa TEI, que es tutoría entre iguales, una de las mejores herramientas contra el acoso escolar porque implica a los propios niños. Toda esta actuación ha de ser global.

– Una vez se ha producido el acoso, ¿cómo se debe actuar?

–La detección, las tres ‘C’, sería el segundo paso, y el tercero sería la intervención, en la que primero hay que garantizar la seguridad de la víctima, blindarla, y luego asistirla en lo que precise. Paralelamente, hablar con el acosador y averiguar por qué actúa así. Si necesita ayuda terapéutica o de otro tipo se le da, y si hay que llegar a medidas punitivas con el acosador, se llega, pero sobre todo hay que conseguir que entienda el daño que está haciendo y que pierda el refuerzo de sus pares, los testigos. Éstos han de aprender a posicionarse al lado de la víctima. Lo ideal sería resolver el tema sin que nadie tuviera que irse de la clase o el colegio, peo si no es posible quien tendría que marcharse es el victimario, nunca la víctima

– ¿El entorno escolar está preparado para afrontar el acoso?

–Rotundamente no, porque el primer paso es formación y si ya en las facultades y otros ámbitos no se aborda el tema del acoso escolar, difícilmente vamos a estar preparados los profesores. Tampoco estamos formados en educación emocional. Y esto es extrapolable al director del centro y al inspector, que frecuentemente no saben del tema y creen que es una cuestión menor.

Fuente de la entrevista: http://www.larazon.es/local/cataluna/una-sociedad-sana-no-puede-permitir-que-el-26-de-sus-menores-sufran-maltrato-DE14459291
Fuente de la imagen:
 http://www.larazon.es/documents/10165/0/498×299/0c0/0d0/none/10810/KHFV/image_content_6056496_20170206080313.jpg
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España: Entreno (sin puños) para cortar de raíz el acoso escolar

Europa/España/10 de febrero de 2017/Fuente: el mundo

Alrededor de 50.000 niños podrían ser víctimas de acoso escolar cada semestre en España. Esta cifra asusta, nos sentimos impotentes, no sabemos cómo gestionar esta compleja situación. Notamos que aquel niño, antes tan feliz, ha cambiado de carácter, parece distraído, no quiere hablar con nadie y por la noche tiene pesadillas. Nuestra hija, esa buena estudiante, se levanta nerviosa, no quiere ir a clase porque le duele la tripa y ha suspendido varias asignaturas. Donde antes había infancia ahora se escucha el silencio.

El niño calla porque tiene miedo, culpa y vergüenza pero alberga el deseo de ser aceptado por aquellos que lo lastiman. La instrucción «Tú pega si te pegan» favorece actitudes de agresividad, y un «Tú no seas como ellos» enseña a no defenderse. Los niños sufren siempre por el acoso y entre un 70% y 80% desarrollan algún tipo de trastorno mental: depresión, ansiedad, fobias, suicidio y, en un porcentaje menor, se convierten en adolescentes antisociales que no dudan en usar la violencia con las personas de su propio entorno. El mensaje a transmitir es: «No te rindas, hay formas de acabar con el acoso, estoy contigo».

TRABAJO PSÍQUICO

Los recursos psicológicos para hacer más fuerte a un niño que pasa por esta situación serían:

1. Ha de saber qué fortalezas tiene para afrontar situaciones difíciles. Reflexionemos con él sobre cómo ha afrontado trances de ese tipo en otros momentos.

2.Favorecer su asertividad. Un estilo de afrontar los conflictos que permita que los demás nos respeten a través de una serie de pasos: a. Describir lo que molesta. b. Expresar los sentimientos. c. Hacer una petición. d. Señalar la consecuencia de esa conducta. «No me gusta que me pongas la zancadilla. No lo vuelvas a hacer. Si lo haces le diré a la profesora que no paras de molestarme».

3. Entrenar el lenguaje no verbal. Lo que el niño dice debe ir acompañado de un tono firme, tranquilo y mirando a los ojos. Enséñele a decir NO con seguridad. Juegue a sujetarle con suavidad para que el niño se zafe y grite: «¡Basta, eso no me gusta!».

4. Proteger sus sentimientos. Hay que enseñarle a quitar poder a las palabras hirientes: puede arrojarlas al cesto de la basura. Luego, haga que el niño diga algo positivo en voz alta para sí mismo. Por ejemplo, si alguien le grita «me caes mal», puede arrojar esas palabras a la basura y responder: «Yo me gusto».

Para aprender a defenderse físicamente, deberíamos enseñarles a:

1. Mantener la calma. A respirar lentamente, a caminar despacio e ignorar al acosador. Indíquele que puede sentirse de un modo y actuar de otro, si controla sus gestos. Dígale que no descarte la opción de correr en busca de un adulto. Alejarse no es de cobardes sino de personas que se cuidan.

2. Establecer un límite físico. Si el niño no puede alejarse, necesitará aprender a marcar un límite claro. Simule tocarle por la espalda con suavidad. Guíele para que se gire y se detenga bien erguido. Coloque sus manos enfrente de su cuerpo como haciendo una valla, con las palmas hacia afuera, y que diga: ¡Basta!

3. Marcar un límite verbal. Juegue al disco rayado. Esta técnica se centra en ofrecer un mismo mensaje de forma tan insistente como lo es la otra persona: «Sé que te gusta mi balón, pero no te lo voy a dejar ahora. Sí, sé que te gusta mi balón, pero no te lo voy a dejar ahora». Parece absurdo pero resulta muy efectiva, el niño terminará cansándose y se irá.

Es otro de los recursos que hay que potenciar para aprender a afrontar el acoso. Las claves son:

1. Protegerse en las redes sociales. El acoso puede llegar a través de internet. Es el ciberacoso. Hay que tener en cuenta algunos aspectos: no publicar datos personales; si hay acoso, guardar las pruebas; avisar al gestor de la web y advertir a los que abusan de que están cometiendo un delito.

2. Solicitar ayuda a los amigos. Pida a su hijo que vaya acompañado de sus amigos/hermanos. Hablar con ellos le ayudará a no encerrarse en sí mismo. Sabemos que es vital concienciar a los testigos del acoso. A veces, son los propios compañeros los que pueden comunicar los ataques al profesor.

3. Juego Me gusta/No me gusta: Establecer un rato donde cada miembro de la familia hable sobre lo que le agrada y lo que no le place de los demás. Esta dinámica ayuda al niño a perder el miedo a decir lo que piensa.

Cuando los padres descubren que su hijo sufre acoso pueden reaccionar de dos maneras: minimizando lo que sucede o dramatizando. Ambas conductas asustarán más al niño. Es básico mantener la calma y brindar un espacio de confianza que fomente su autonomía.

Informe a los profesores. A veces, a los docentes les cuesta descubrir que se produce acoso en su aula. Son los profesores los que se coordinan con el equipo de orientación y trabajan con el grupo-clase. Una herramienta de trabajo es la caja: los niños escriben algo que les han hecho y nos les ha gustado. Luego lo guardan en el recipiente. Una vez a la semana, se leen los mensajes y se plantea cada problema para encontrar una solución conjunta.

Si estas medidas no son suficientes recurra al equipo directivo, comunicando lo que sucede por escrito. Casi todos los centros disponen de un protocolo antibullying. Si todo esto no funciona, contacte con los policías tutores asignados a su centro y, si es necesario, llame a la inspección educativa. Como última opción ponga una denuncia ante la Policía. El Ministerio de Educación ha activado un teléfono que funciona 365 días al año: 900 018 018.

Fuente: http://www.elmundo.es/vida-sana/mente/2017/02/07/58945eb2e2704e88248b45c6.html

Imagen: e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/02/03/14861185229776.jpg

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Corea del Sur: Movimiento global para erradicar la violencia y el acoso escolar.

Los sindicatos de la educación realizaron contribuciones significativas durante el Simposio internacional sobre violencia escolar y acoso, en relación con los papeles y capacidades de los docentes a la hora de combatir este problema.

Asia/Corea del Sur/07.02.2017/Autor y Fuente: https://www.ei-ie.org/

El acoso, el ciberacoso y la violencia en las escuelas fueron el principal centro de atención del Simposio internacional sobre violencia escolar y acoso: Pasar de los datos a la acción, organizado por la UNESCO y que tuvo lugar en Seúl, Corea del Sur, del 17 al 19 de enero. Pathma Krishnan, de la Oficina Regional de la Internacional de la Educación (IE) para Asia-Pacífico, figuró entre los más de 270 participantes en el evento, donde estaban representados ministros de la educación, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos de docentes y otras organizaciones activas en el sector educativo de 70 países.

Este simposio forma parte de una serie de reuniones internacionales organizadas por la UNESCO para abordar la violencia y el acoso escolar. Tenía como objetivo promover una acción, a partir de los datos disponibles, por parte de educadores, responsables de formular políticas, profesionales y actores en la educación, sanidad y otros sectores.

El simposio resultó particularmente relevante, puesto que los datos recopilados de 19 países de ingresos bajos y medios revelaron que el 34 por ciento de los estudiantes con edades comprendidas entre los 11 y los 13 años indicaron haber sufrido alguna forma de acoso durante el mes precedente, y el 8 por ciento sufrir acoso a diario. Las cifras se recogen en un nuevo Informe sobre la situación en el mundo respecto a la violencia escolar y el acoso, producido por la UNESCO y el Institute for School Violence Prevention [Instituto para la prevención de la violencia escolar] de la Ewha Womans University de Seúl, que sería presentado durante el simposio.

Efectos de larga duración de la violencia y el acoso

“Todas las formas de violencia y acoso en la escuela infringen los derechos fundamentales a la educación, y unos entornos de aprendizaje inseguros reducen la calidad de la educación para todos los estudiantes”, indicó Qian Tang, Subdirector General para la Educación de la UNESCO. “Ningún país puede conseguir una educación inclusiva y equitativa de calidad si los alumnos sufren violencia en la escuela. La violencia y el acoso escolar pueden ocasionar además enormes daños a la salud y el bienestar de niños y adolescentes, con efectos adversos que persistirán al llegar a la edad adulta”.

Necesidad de formar y empoderar a los docentes

Krishnan tomó parte en el grupo de trabajo sobre el papel de los docentes, y moderó un grupo de trabajo sobre las acciones prioritarias a nivel nacional, centrándose en la capacidad de los docentes y el personal educativo.

Comentó que los participantes discutieron sobre la aplicación de políticas, la prevención, medidas para contrarrestar el problema, y la manera en que las familias, las escuelas y las comunidades han de trabajar juntas para eliminar la violencia y el acoso en las escuelas. Reconocieron la necesidad de encontrar un enfoque global a la educación, pedagogía, programas de estudios y una educación inclusiva, y que los docentes deben recibir la formación adecuada para identificar y estar capacitados para tratar problemas de acoso y violencia, de los que también son víctimas. Hay además una necesidad urgente de implicar a jóvenes que sufren o perpetran acoso, indicó Krishnan.

En los grupos de trabajo se discutió también el detalle sobre el profesionalismo y el código de conducta, informó Krishnan. Los debates giraron en torno a la ‘tolerancia cero’ a la violencia y el acoso, la detección temprana de los problemas y una intervención inmediata ante los casos de acoso.

El ciberacoso y la violencia de género también son relevantes

Los participantes trataron asimismo sobe las maneras de sensibilizar sobre los peligros del ciberespacio, e identificaron acciones prioritarias en términos de intervención de la justicia, establecimiento de asociaciones, capacitación de los docentes, y respuestas eficaces al respecto.

“Se acordó además que no puede dejarse de lado el aspecto de género y que la violencia de género relacionada con la escuela debe incluirse en los programas de estudio”, subrayó Krishnan.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/4266

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-2Mdj3EY_DZs/UyNSqEIbzYI/AAAAAAAACTw/R_J8UTvedUM/s1600/No_Bullying_circle.gif

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Luchar contra el acoso escolar desde los cero años

Por Saray Marqués

Escena en los lavabos a la hora del recreo: Un grupo de niños de seis años evita la agresión a una compañera por otros dos niños, también de seis años, que intentan tocarle el pubis. Intervienen, les detienen y le cuentan a una maestra lo ocurrido. Tras este episodio, el grupo clase decide hablarlo y pensar qué se ha de hacer en una situación así. “Es un relato que transforma lo que ocurre en el día a día de cualquier escuela, donde este tipo de casos se dan pero los alumnos no los identifican ni tienen la sensibilidad para actuar o acudir a un adulto, ni se plantea en asamblea que es condenable y no se puede repetir”, plantea Patricia Melgar, investigadora del CREA y profesora del departamento de Pedagogía en la Universitat de Girona.

Contra la ley del silencio

Junto con otros expertos en socialización preventiva de la violencia de género, Melgar plantea la necesidad de romper la ley del silencio desde bien pequeños –early prevention o violencia 0 desde los 0 años- algo que la investigación internacional lleva años evidenciando, pero cuya traslación a las aulas es relativamente reciente. La mayor parte de las experiencias datan de hace cinco o seis años y se dan, sobre todo, en comunidades de aprendizaje, dentro de un modelo dialógico de convivencia.

La fórmula ha calado principalmente en la Comunidad Valenciana, el País Vasco y Cataluña, aunque hay centros de toda España que han vencido dos barreras mentales bastante extendidas. La primera, pensar que el foco, en prevención de violencia, ha de ponerse en el trabajo con adolescentes: “Recursos como la mediación entre iguales iban enfocados casi siempre a los institutos y nosotros en las actividades, en los talleres de los últimos 10 años, cada vez nos encontrábamos más escuelas de primaria que nos preguntaban: ‘¿Y nosotros qué podemos hacer?’”, recuerda Melgar. La segunda, considerar que otros aspectos de todo lo que conlleva convertirse en comunidad de aprendizaje son prioritarios: “Era algo que abordábamos en cualquier formación, pero las escuelas se quedaban más en los grupos interactivos… o pensaban: ‘Cuando mejoremos todo lo otro ya nos ponemos las pilas con esto’. En los últimos cinco años se ha comprendido que es imposible que un centro mejore sus resultados si no hay un buen clima, aparte de que influye en su día a día, que la buena convivencia es necesaria para que el aprendizaje se dé. La violencia, el acoso… han dejado de estar en un segundo plano, asegura Melgar, y se han comenzado a trabajar en paralelo”.

Melgar forma parte del equipo de investigación de Idealove&nam, una guía sobre amor ideal y nuevas masculinidades publicada en colaboración con el Ministerio de Educación el curso pasado. Como el resto del equipo, entre ellos la profesora del departamento de Sociología de la Universidad de Barcelona Lidia Puigvert, comparte que en cerca del 92% de los casos de violencia el origen procede de una situación de violencia sexual. “No se descarta que existan otros tipos de violencia, pero muchas veces, como en el caso del niño gordito del que los demás se ríen en el recreo, es algo que está latente, si gustas más o menos por tu aspecto…”, señala Puigvert.

Partiendo de esta base, ¿cómo llevan los centros en sintonía con las comunidades de aprendizaje la teoría a la práctica? ¿Cómo se logra la transformación desde Infantil? Txaro Cenizo, del IPI Sansomendi de Vitoria-Gasteiz, nos explica algunas de sus armas. Entre otras, su club de los valientes, que funciona desde dos años hasta 6º de Primaria, y para el que se basaron en la obra homónima de Begoña Ibarrola (SM).

“No te permitimos que hagas eso”

Al comenzar las clases, a las 9.00 de la mañana, todos los alumnos y alumnas son valientes y así figuran en el corcho del aula, bien con su foto (en 5º y 6º), bien con un superhéroe o superheroína que los representa (hasta 4º). Pero si alguno o alguna protagoniza alguna agresión, física o verbal, abandona ese club de los valientes y durante ese día es cobarde. Los demás le hacen la cortina mágica, no le hacen caso -la estrategia pasa por arropar a la víctima y restar protagonismo a quien insulta o humilla- hasta el día siguiente, cuando todos vuelven al club de los valientes.

Esta táctica se completa con el escudo de amigos, por el que aquellos compañeros que han sido testigos de una acción inadecuada acompañan a quien la ha sufrido y, en vez de mirar para otro lado, participan activamente en la resolución del conflicto: “No te permitimos…”, le espetan al agresor (por ejemplo, que pegues a un pequeño). Con este respaldo es más fácil para un niño de 2º llamar a la puerta de 5º y contar, acompañado de otros dos compañeros, lo que acaba de pasar en el recreo.

El adulto actúa como mediador, pero los niños resuelven. “Y se trabaja en el mismo momento en que se constata una agresión física o verbal, por pequeña que sea. Entonces se interrumpe lo que se está haciendo y se hace ver al alumno que su comportamiento no es adecuado. No se espera a actuar en caso de acoso, que implica una situación muy instaurada y muy grave, con una historia detrás”, señala Txaro, que asegura que les está funcionando mejor que los métodos tradicionales: echar al alumno que se porta mal, abroncarle, castigarle… “lo que, al final, le otorga un protagonismo brutal”.

La eficacia se ve en el valor que le da un niño al hecho de volver al club de los valientes al día siguiente, tras haberlo abandonado: “Te dicen: ‘Profe, yo ya soy hoy valiente’. Para ellos es importante”. En los registros de centro se percibe una disminución de los conflictos de mayor o menor grado ya sea en las aulas, los pasillos, el comedor, el recreo… “de en torno a un 80%”, según Txaro, pero, para Patricia Melgar, tan importantes son los cambios cualitativos como los cuantitativos, “como ese niño de 9 años que trataba muy mal a sus compañeros y compañeras y que, desde que en su escuela comenzaron a trabajar en esta línea, percibió que si seguía así nadie tendría ganas de estar con él, y que reflexionaba: ‘Durante tres meses lo he pasado muy mal, porque no me gusta estar solo, pero ahora lo agradezco. Me he dado cuenta de que si me porto bien con la gente, la gente está bien conmigo, en el cole y fuera de él, e incluso me vienen a buscar para bajar a la plaza a jugar…’”.

Según Puigvert, en el mismo año se ven los cambios, y se percibe cómo los niños y las niñas con actitudes agresivas dejan de tenerlas, los partes enviados a las familias se reducen… “Aunque, en un principio, y esto resulta paradójico, algunas escuelas se preocupan: ‘Algo debemos de estar haciendo mal, porque se multiplican los conflictos’”, señala Melgar, “Les hacemos ver que no, que han abierto la mirada y son capaces de identificar situaciones de violencia hasta entonces invisibilizadas, el primer salto en positivo”.

Colegio Paideuterion / CC Flickr
Colegio Paideuterion / CC Flickr

En la adolescencia

Lo interesante es que esta línea prosiga en la adolescencia, con socialización preventiva de la violencia de género, como hacen en el Sansomendi pero también en el Paideuterion, de Cáceres, en el Sagrada Familia, Santo Apóstol o Lluís Vives de Valencia, en el Montserrat en Cataluña… donde los niños, a estas edades, empiezan a cuestionar si el líder ha de ser siempre el macarra o el machito de la clase. Si es normal que no pase nada porque llegue “dando patadas a las mochilas del resto” si tiene un mal día, o que tenga atemorizado a un sector de la clase sin que nadie intervenga.

En escuelas que trabajan en esta línea se empodera a aquel alumnado más vulnerable, acabando con su sensación de que no importan a nadie, no se nota ni siquiera si están o no, mostrándole que si tienen un problema todos van a ayudarle a resolverlo.

Es una actuación educativa de éxito y cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación, que se centró en ella en el último curso de verano del INTEF con la UIMP, en 2016, como “medida y actuación para el cuidado y la mejora de la convivencia escolar”. Pero no es una varita mágica, avisa Txaro. Trasplantar una sola herramienta a otro centro no suele funcionar. Es necesaria una visión más global, formación de todos los profesionales que trabajan en el centro (profesores, auxiliares, monitores, educadores), de la familia, la comunidad… y ser coherentes. Ante un insulto en el patio se acabó el: “Bah, chica, que te pida perdón y tú, no le hagas caso”.

Teresa Vázquez Cala, profesora de ESO y coordinadora de comunidades de aprendizaje en el colegio Paideuterion, de Cáceres, explica cómo esto se logra implicando a todos, desde el abordaje de la lucha contra el acoso, con tertulias en torno a lecturas como El normal caos del amor o El amor en la sociedad del riesgo, a la elaboración de unas normas consensuadas por los niños, los profesores, la comisión de coordinación pedagógica y la de convivencia, o las propuestas, que no cesan de bullir (“¿Y si hacemos una encuesta para ver por qué solemos pelearnos”). Precisamente por esto, para ella, la perspectiva dialógica supera otras fórmulas, como la mediación escolar. Es un paso más allá también de una figura en el centro encargada de los temas de convivencia, algo que está bien pero no es suficiente.

No solo CdA

Fuera del mundo de las comunidades de aprendizaje también se perciben otras alternativas, desde el enfoque del Aprendizaje-Servicio, por ejemplo, y que proponen figuras como los alumnos ayudantes (o equipos de ayuda) o los cibermentores, siempre en la línea de crear redes de iguales y de la autorregulación.

En este sentido trabaja también la orientadora del IES de La Sènia de Paiporta Pilar Pérez Esteve desde hace cinco cursos, con sus pigmaliones, alumnos que ayudan a otros en la transición al instituto, o sus redes secretas de apoyo. Comenzó con otro compañero y media docena de parejas y hoy son 82 parejas tutor-tutorizado (la mitad de los alumnos) y 19 compañeros de todos los departamentos, aunque el 100% está implicado: “Un profesor maravilloso no cambia nada, es necesario sumar a mucha gente, lograr proyectos corales, no solo de aulas para dentro, y con Pigmalión lo hemos logrado porque no cambia la estructura organizativa -sobre todo se trabaja en los recreos- y genera mucho bienestar. También porque es voluntario, frente a programas similares como el PEI catalán”.

La matrícula, como en otros centros que han introducido iniciativas de éxito, ha crecido notablemente y cada vez son más los que se plantean replicar su modelo, muchos de ellos, participantes en el curso de verano sobre coaching educativo en el que Pérez Esteve colabora, junto a Andrea Giráldez.
El premio no es menor. La orientadora relata una escena reciente: “Sin mediar palabra, una niña me mira y me da un abrazo: ‘No sé qué pasa, pero ya nadie se mete conmigo, ya estoy feliz’. Cree que tengo algo que ver pero no está segura. En realidad, nadie lo sabe. En torno a ella un grupo de cuatro o cinco compañeros han decidido crear una red secreta de apoyo: Han acudido a mi departamento y me han dicho que creen que esta niña lo está pasando mal, y plantean qué pueden hacer para que se sienta bien, planteando unos objetivos semanales: una compañera la ha apoyado en un grupo de Whatsapp; otra, la ha llamado para hacer los deberes juntas; otra, la ha integrado en su equipo… así, hasta que la red ha cumplido su misión, y se disuelve”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/19/luchar-contra-el-acoso-escolar-desde-los-cero-anos/

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España: Educación sigue sin plan contra el ‘ciberbullying’

Europa/España/7 de febrero de 2017/Fuente: el mundo

Un año después de implantar el protocolo contra el acoso escolar, los centros educativos de las Islas siguen sin tener unas pautas concretas para abordar en concreto el ciberbullying, pese a que año tras año se disparan estas denuncias. Durante el último trimestre del curso pasado 2015-16, los colegios e institutos activaron el protocolo de la Conselleria de Educación 296 veces ante posibles casos de violencia escolar, de los cuales 89 casos (el 29%) estaban relacionados con la violencia en las redes.

«Los expertos dicen que en un año cambia la situación por eso preferimos poner una cosa genérica y que sirva para todos en vez de ir cambiándolo cada año», reconoció ayer la directora del Instituto de Convivencia y Éxito Escolar (ICEE), Marta Escoda, durante la presentación de la memoria del curso 2015-16 del organismo que dirige.

Escoda admitió que cuando se produce un delito, se notifica para que lo trabajen «los que saben de ciberbullying», ya que el protocolo marca pautas «a nivel preventivo» pero no detalla medidas «a nivel de actuación». Pese al incremento de casos, afirmó que su servicio no recibe «demasiadas» llamadas sobre este tema porque estas demandas se realizan a través de los policías tutores.

La Conselleria de Educación se reconoce incapaz de seguir el ritmo vertiginoso al que avanzan las nuevas tecnologías y los delitos relacionados con ellas, y advierte de que no sólo es un trabajo que ocupa a la escuela sino también a la familia. En este sentido, el conseller de Educación, Martí March, insistió ayer en que la concienciación social «es clave» para frenar este tipo de violencias pero cada parte (Servicios Sociales, los policías tutores y las familias) tiene que asumir su «rol».

«Nosotros como conselleria sí tenemos claro que tenemos una responsabilidad clara pero lo que está pasando en la sociedad tiene otros elementos y hay que ver cuál es el papel de cada uno. Eso significa que tenemos que hacer más formación a las familias porque son un elemento claro para que intervengan y sepan cuál es su papel», aseveró el titular de Educación, que se comprometió a mejorar el protocolo cuando le llegue «un feedback» . «El protocolo no es estático y se irá modificando», afirmó sin concretar.

La memoria del Instituto de Convivencia y Éxito Escolar presentada ayer especifica que de los 296 posibles casos de bullying detectados en los centros, casi la mitad (142) se confirmaron como acoso. De ellos, el 70% no fueron especificados, es decir, no responden a alumnado identificado con un rasgo específico (con necesidades especiales, origen cultural, discriminación de género u orientación sexual), por lo que se deduce que «corresponden más a la presión del grupo que a un rasgo específico».

Además, las demandas de los centros al ICEE se duplicó de un curso para otro en el primer año de aplicación del protocolo contra el acoso escolar. El informe constata que con el paso de los años hay un incremento de las conductas violentas mientras que, paradójicamente, la media de expedientes abiertos por centro ha ido decreciendo.

La directora del ICEE interpreta este aumento como un signo del interés de los centros educativos por sacar a la luz estos casos porque se «preocupan», aunque lamentó que «en cada colegio o instituto hay al menos un caso de acoso escolar».

De los datos extraídos de la memoria del ICEE durante el curso 2015/16 se constata que el 97% de los centros educativos de Baleares tienen Planes de Convivencia y que, además, se han incrementado las horas de reunión de las comisiones de convivencia. El aspecto más destacado del curso pasado fue el incremento de demandas de asesoramiento. En total se organizaron 67 formaciones, 39 más que en el curso anterior. El 85% (57), a los docentes y el resto a otros miembros de la comunidad educativa.

Fuente: http://www.elmundo.es/baleares/2017/02/02/58931ba8268e3e91278b45d6.html

Imagen: e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/02/02/14860358750034.jpg

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