La activista sudanesa Amira Osmane Hamed gana importante premio de DDHH

La activista sudanesa Amira Osman Hamed ganó el premio de derechos humanos Front Line Defenders, anunció la organización este viernes que también distinguió el trabajo de activistas de Afganistán, Bielorrusia, México y Zimbabue.

La distinguida la activista e ingeniera sudanesa Amira Osman Hamed lucha desde hace dos décadas por los derechos de las mujeres sudanesas y estuvo detenida el año pasado durante la represión tras el último golpe de estado que sufrió el país.

Osman «nunca fue desalentada de su misión», destacó la organización con sede en Dublín al anunciar el premio destacando su «defensa tenaz de la democracia, los derechos humanos y los derechos de las mujeres».

La organización destacó el trabajo de Javier del Tránsito y María del Tránsito Salvatierra por el esclarecimiento de las desapariciones en México, un drama que los afectó personalmente cuando perdieron a su hija, que finalmente apareció en una fosa común.

«Pese al dolor personal y a las amenazas que enfrentaron, Javier y María del Tránsito han continuado demandando verdad y justicia», destacó la organización.

Front Line Defenders también reconoció la trayectoria de la activista afgana Liah Ghazanfar Jawad, de la unión de maestros rurales de Zimbabue (ARTUZ) y de un luchador por los derechos humanos de Bielorrusia, que no fue identificado por motivos de seguridad.

Fuente: https://www.elfinancierocr.com/cables/la-activista-sudanesa-amira-osmane-hamed-gana/Y7TBAVGV2BAPBDBIFDVARP64PA/story/

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Pamela Palenciano, sobre el veto parental: “No es justo educar con miedo”

Entrevista/23 Enero 2020/Autora: Pilar Álvarez/elpais.com

La activista, que representa en institutos su monólogo sobre violencia machista, denuncia una campaña de acoso en redes

Durante hora y media, Pamela Palenciano (Andújar, Jaen, 1982) se sube al escenario, en institutos y teatros, y representa 10 personajes. Es ella misma pero de adolescente. Es también Antonio, su novio de entonces, cuando se pone cariñoso y cuando pierde los nervios. Es su mejor amiga, Maite, la única a la que le ha cambiado el nombre, y el resto de colegas que fueron testigos de un caso de violencia machista que no supieron ver casi hasta el final, cuando Antonio intentó matarla. Y que empezó a entender años después, cuando su psicóloga Mari Carmen le dijo: «No solo duelen los golpes». Ese es justo el título de su actuación, en la que empezó a trabajar hace 16 años y con la que lleva más de 7.000 representaciones sobre todo delante de alumnos de secundaria, algunas de ellas en Murcia antes de la polémica del veto parental. Es siempre un texto incómodo, pero ahora, además, es objeto de ataques por alumnos —»criaturas de Vox», los llama ella— y blanco de críticas furibundas en las redes sociales. Cuentas oficiales de Vox suben extractos cortados del monólogo, que el partido de ultraderecha define como «chorradas». La han convertido en un ejemplo de lo que se podrá censurar con el veto que aplica la Región de Murcia: «Nunca más los progres camparán a sus anchas por las aulas. Nunca más podrán adoctrinar a nuestros hijos en chorradas como esta». Palenciano asegura que la han denunciado dos veces por «maltrato a menores», ambas archivadas, y que no hay día que no tenga un mensaje «amenazante» de Vox o de «sus simpatizantes». Ha contratado a una abogada.

Pregunta. ¿De qué habla en su monólogo?

Respuesta. El monólogo No solo duelen los golpes parte de la necesidad de contar mi historia con la violencia machista, un pretexto para analizar el sistema de desigualdad no solo entre hombres y mujeres sino en el mundo, enfocado para prevenir la violencia en general y sobre todo entre los jóvenes. Llevo 16 años con el proyecto. Empezó como una exposición de fotos, un taller y ahora la representación. Cuento la relación con Antonio, con el que empecé a los 12 años.

P. ¿Desde cuándo la cita Vox en las redes?

R. Llevo un año entero en el que todos los días recibo en redes mensajes de simpatizantes de Vox en forma de amenazas y palabras soeces. Estoy en todas sus redes. En las aulas me cruzo todos los días con criaturas de Vox que ven el monólogo y lo retan. Los chicos se revuelven más que las chicas. Se ponen a moverse, a hablar entre ellos, a poner caras raras. Me llaman feminazi, podemita, adoctrinadora. Me dicen cosas como: “Mi tío me ha contado que vendría una tía a adoctrinarnos”. Cuando pido preguntas, replican que el monólogo está cargado de ideología, que sea más neutral. Todo tiene ideología. Yo soy feminista y me enfoco en los derechos humanos. En Teruel un chaval me dijo que mi actuación era una ideología de lo que pasaba en Venezuela.

Pamela Palenciano, durante una actuación el pasado lunes en el instituto Los Rosales de Móstoles.
Pamela Palenciano, durante una actuación el pasado lunes en el instituto Los Rosales de Móstoles. VÍCTOR SAINZ

P. ¿Estas reacciones en los institutos son nuevas?

R. Es supernuevo. Siempre está el chico que se incomoda con el machismo, que siente que estoy hablando de lo que es. Ahora eso tiene discurso. Empezó fuerte desde hace un año y medio, desde que Vox entró en el Parlamento de Andalucía. Lo noté de un día para otro cuando llegaron a las instituciones. Antes era más contenido, ahora más normalizado. Algunos me enseñan pulseras de Vox y de España y me sacan el dedo [le hacen la peineta].

P. ¿Cómo acoge el resto del alumnado su monólogo?

R. Es una maravilla. A las chavalas se les cae la venda. Algunas reaccionan en plan: “Lo que está contando me está pasando a mí, lo he pasado y ahora le puedo poner nombre”. Los chicos se sienten incómodos al principio, pero luego ven que la crítica es a la masculinidad hegemónica, no a los hombres. Y van aflojando. Su respuesta mayoritaria es: “Yo no quiero ser el del monólogo”. Pero aunque haya 5 o 10 de Vox, aunque sean poquitos, revientan el espacio. Hacen tanto ruido que tengo que parar la obra para decirles que se callen. A partir de estos últimos episodios, les diré que si no quieren estar que se salgan. No quiero que asistan obligados si no quieren. Lo mío no es una doctrina. También sufro boicot de algunos profesores que van a quejarse al director después del monólogo. Algunos se sientan con los malotes y no les regañan, no les dicen nada si sueltan malas palabras. También hay profesores de Vox dando clases.

P. ¿Influyen los comentarios que hacen desde este partido en las redes sobre usted en su trabajo?

R. Influyen todo el día. Tengo picos de ansiedad por tener que ir a trabajar con miedo a ver qué puede pasar, a si va a haber un escrache, a si no voy a poder actuar porque se quejan los padres. En Rivas Vaciamadrid hubo una queja a la dirección y vino la inspectora educativa a revisar quién era yo. Al final hice el monólogo, pero la inspectora estuvo allí porque había una queja de padres y madres. Cuando vio que era una actividad educativa y artística para prevenir la violencia, dijo que no podía cancelar la actividad.

Tuit de Vox sobre la obra de Pamela Palenciano.
Tuit de Vox sobre la obra de Pamela Palenciano.

P. ¿Dice que va a los institutos con miedo?

R. Sí, y no es justo educar con miedo. Mi historia ya es bastante terrorífica, recordarla una y otra vez. Lo sigo haciendo porque me lo he tomado como una misión de vida. Pero no quiero hacerlo con miedo. No estoy haciendo nada malo, hablo de lo que me pasó y hago un análisis de la desigualdad. Lo que me ocurrió no es aislado. Vivimos en un país libre y con democracia. Me vine de El Salvador huyendo de situaciones de riesgo de violencia, buscando la libertad, y mira cómo me encuentro ahora. Una amiga mía decía estos días en redes: «Si a Pamela Palenciano le pasa algo responsabilizamos a Vox». Mi abogada me tranquiliza.

P. ¿Tiene abogada por este asunto?

R. Nos conocimos el año pasado. Se llama Laia Serra y es experta en acoso y violencia hacia las activistas feministas. Buscaba a alguien que me apoye por ser activista de los derechos humanos y feminista. Me siento muy segura con ella. Tengo otras asesoras que me ayudan. Y voy a buscar una abogada de actores, para ver cómo defenderme de un partido político que me censura por actuar como actriz, para tener una estrategia y que no me pillen desprevenida.

P. ¿Se ha planteado dejar de hacer el monólogo?

R. Alguna vez me lo he planteado, sí. Veo que es necesario por la gente joven que me escribe todos los días para seguir, y por gente de alrededor que me apoya mucho. Tengo bajones por el cansancio de tener que enfrentarme a estas cosas. El monólogo ya es duro porque es autobiográfico. Querría no tener que lidiar con todo esto, que me supera. Quiero ir a trabajar sin miedo y hacer mi trabajo lo mejor posible, como todo el mundo. Seguiré por mí y por el resto de compañeras que también están en el punto de mira del pin parental.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/sociedad/2020/01/21/actualidad/1579606369_062777.html

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Las mujeres palestinas se manifiestan por primera vez contra la violencia machista

Asia/Palestina/rtve

Isra´a disfrutaba con lo que hacía, era maquilladora en su pueblo, Beit Sahour, cerca de Belén, en la Cisjordania ocupada. Pero lo que más le ilusionaba era casarse con su novio. Se prometieron a mediados de agosto y estaba tan contenta que lo publicó en sus redes sociales. La alegría le duró muy poco. El 22 de agosto murió en un hospital.

Según los primeros datos de la investigación abierta, cayó de un balcón de su casa. Tres de sus hermanos están detenidos, acusados de arrojarla. No aprobaban su relación. Isra´a llegó viva al hospital, pero allí volvieron a golpearla hasta la muerte. Unos audios que han visto la luz lo confirman.

La familia niega la mayor y apunta a que la joven se tiró al vacío porque sufría problemas mentales. Una versión que los amigos de Isra´a y activistas de derechos humanos rechazan.

Al menos 18 mujeres han muerto por los conocidos como «crímenes de honor»

Tenía 21 años y se ha convertido en la víctima número 18 de los conocidos como “crímenes de honor” en este 2019 en los territorios palestinos. Su asesinato ha levantado una ola de indignación, primero en redes sociales, y después en manifestaciones en distintas ciudades: Ramala, Belén, Jerusalén…

“Ya está bien. Hemos perdido suficientes mujeres; asesinadas, torturadas, violadas, acosadas. No hay justicia”, clama Amal Khayyat. “Es una vergüenza que en el año 2019 todavía tengamos que discutir si alguien tiene el derecho de asaltar o matar a otra persona. No tiene ningún sentido”, añade Fares Arouri.

Por primera vez, cientos de mujeres palestinas han dejado el miedo en casa y están alzando la voz contra un sistema patriarcal y machista que las maltrata impunemente.

“Queremos un sistema de justicia moderno, leyes que nos protejan”, exige Ahlam al-Washsh, de la Unión Palestina de Mujeres. El código penal palestino es de 1960 y está en el centro de la polémica. Apenas protege a las mujeres y las penas a los maltratadores y asesinos, cuando las hay, son menores.

El primer ministro palestino dice que se está investigando el caso

Muchos miran estos días a la Autoridad Palestina, criticada por mirar hacia otro lado con demasiada frecuencia. En esta ocasión, la presión es tan grande que hasta el primer ministro palestino ha tenido que intervenir: “Estamos investigando el caso de Isra´a Ghrayeb. Varias personas están detenidas y están siendo interrogadas”, ha asegurado Mohammad Shtayyeh.

Para muchas mujeres palestinas no es suficiente. Quieren cambios reales y profundos a nivel legislativo y social. “Hay que desarrollar programas que enseñen el principio de igualdad de género”, han declarado en un comunicado la Unión General de Mujeres Palestinas e Instituciones Feministas.

Están determinadas a que algo cambie para siempre. Amal Khayyat lo tiene claro: “Nosotras somos todas Isra´a y continuaremos protestando hasta conseguir justicia por ella y por tantas otras”.

Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20190906/mujeres-palestinas-se-manifiestan-primera-vez-contra-violencia-machista/1978700.shtml

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“Debemos reencontrar nuestras raíces indígenas y afro”: Silvia Rivera Cusicanqui

Por: Editor Cauca.

Silvia Rivera Cusicanqui, socióloga, historiadora, cineasta y activista feminista, nació en La Paz- Bolivia en 1949. Se ha convertido en una de las intelectuales más relevantes de América Latina, una mujer polifacética, maestra rural, pedagoga en contra de la prohibición de la coca, cineasta, anarquista, amante de las plantas y la cocina tradicional andina. Su proyecto intelectual y vida militante siempre han ido de la mano.

Cuando las dictaduras Bolivianas la enviaron al exilio, Silvia escribió el libro “Oprimidos pero no vencidos”, el cual se ha convertido en un clásico, donde se interpela una izquierda dogmática que nunca aceptó a los indígenas como actores políticos.

En su discurso, Rivera propone buscar la conexión con nuestro pasado indígena prehispánico, la recuperación de la lengua, los acentos, los modismos, los conocimientos y saberes afro e indígenas que han sido negados por siglos de colonialismo y eurocentrismo. Plantea la necesidad de descolonizar la mirada, generar un pensamiento propio; que los planteamientos creados en América Latina sean aceptados como conocimiento y no simplemente como un saber.

La lucha de la socióloga gira en torno a retomar todos esos conocimientos que fueron despreciados, a través de siglos de colonialismo y eurocentrismo, en nuestras tierras. Los planteamientos de Rivera se basan en explicar que somos una raza mezclada e impura, pero debemos buscar nuestro pasado afro e indígena, donde sintamos orgullo de nuestras raíces. Solo así podemos lograr no solo una descolonización del saber, también lo haremos con el ser, alejándonos de esa idea de felicidad o mundo mejor que nos vende la modernidad capitalista.

El 30 de noviembre de 2018, Silvia Rivera, dio la conferencia titulada “Descolonizar las ciencias sociales en América Latina”, en el auditorio de la Facultad de Ciencias Exactas de la Educación, en la Universidad del Cauca, en Popayán. Rivera dio un contexto sobre los movimientos de resistencia indígenas llevados a cabo en Colombia, a manos de Quintin Lame.

La maestra Rivera destacó la intención de recuperar los territorios ancestrales que les habían sido arrebatados a los indígenas colombianos por el Reino de España, y más tarde por la República de Colombia: “Cuando se acaba la colonia formal en la década de 1820, con la instauración de repúblicas, no se acaban las relaciones coloniales, es más, se profundizan estas relaciones y además se disfrazan; eso hace que el colonialismo liberal se vuelva más perverso, el colonialismo formal español da a luz a un nuevo mecanismo de dominación, que es la declaración de igualdad de todos ante la ley, que en realidad es una igualdad ficticia, porque en realidad a los indígenas se les reconoce solo un derecho: el derecho de vender su tierra”.

Los movimientos liderados por indígenas letrados, que hacían el trabajo de recuperación de su propia memoria a través de la oralidad y luego con ayuda de la paleografía, intentaron alejarse de los modelos eurocéntricos que se les había impuesto en las diferentes universidades. Desde allí, debido al rechazo que sus conocimientos y lenguas tenían, poco a poco los pueblos indígenas crearon conexiones entre estudiantes que luego generarían resistencias.

En este sentido, acentuó Silvia Rivera Cusicanqui: “Los movimientos indígenas hacían un nexo entre la historia y la mitología. El mito y la historia empiezan a conjugarse para poder dar un sentido a la lucha que va más allá de lo material. Es decir, esos espacios que habían sido apropiados de las haciendas, no solamente se veían como la materialización de la recuperación de la tierra, sino que también eran vistos como lugres sagrados, montañas, guaduas, lugares donde se hacían rituales, y que hoy en día siguen en resistencia ante las invaciones”.

Fuente de la reseña: http://www.colombiainforma.info/debemos-reencontrar-nuestras-raices-indigenas-y-afro-silvia-rivera-cusicanqui/

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Silvia Federici: “Lo que llaman amor, nosotras lo llamamos trabajo no pagado”

Por: Gladys Tzul Tzu

Silvia Federici. Teórica y militante feminista italiana. Autora de Calibán y la Bruja (Pez en el Árbol, 2013); la Revolución Feminista Inacabada (Calpulli, 2013); la Revolución en Punto Cero (Traficantes de Sueños, 2013). Federici participó y acompañó luchas de las mujeres por la defensa de las tierras comunales en Nigeria; en los años setenta realizó una campaña por el salario al trabajo doméstico. Sus reflexiones abordan de manera histórica las luchas políticas de las mujeres por producir lo común, con una fértil mirada sobre la reproducción de la vida. En esta conversación que sostuvimos en Puebla, México, nos presenta elementos teóricos para interpretar de manera más amplia el funcionamiento de lo que ella llama el patriarcado del salario. La conversa nos dota de una serie de detalles de la historia del capitalismo que sirven para comprender nuestras luchas.

GTT. Tú has reflexionado sobre las distintas formas de explotación de las mujeres, por ejemplo nombras Patriarcado del salario como una forma específica de dominación, ¿puedes hablarnos sobre ello?

SF. El patriarcado es una institución muy larga y no ha sido universal. Debemos de rechazar esa afirmación que dice que las mujeres siempre han sido oprimidas, primero porque en muchas comunidades las mujeres tenían poder. 2 mil años atrás había formas de matriarcado, yo no puedo aclarar ampliamente como se establecía un matriarcado, pero es importante comprender que la historia ha sido destruida. La idea es entender que el patriarcado ha tenido formas diferentes, las relaciones no se estructuran de la misma manera en todos los sistemas sociales; también el patriarcado no se transmite automáticamente, no es un asunto que continua de forma natural y automática de un siglo a otro, de una sociedad a otra. Las investigaciones históricas han demostrado que con el desarrollo del capitalismo, es decir con el paso del feudalismo al capitalismo, hubo un pasaje violento, porque el desarrollo del capitalismo fue como la contrarrevolución en un momento de crisis del feudalismo. El capitalismo dio una nueva fundación a las relaciones patriarcales; el capitalismo se ha apropiado de los elementos de la relación patriarcal del feudalismo, pero lo ha transformado y ha dado nuevas funciones para sus fines sociales y económicas. Por ejemplo, una diferencia muy grande entre el patriarcado del feudalismo y el patriarcado del capitalismo, es que en el primero, para las mujeres prevalecía un sistema de uso comunitario de las tierras, es decir, las mujeres y los hombres usaban las tierras. En Europa por ejemplo, las mujeres no fueron dependientes económicamente de los hombres, su alimentación no dependía de los hombres. Tampoco en la sociedad feudal estaba la diferencia del tipo de poder entre hombres y mujeres, que en la sociedad capitalista se generó. La relación desigual de poder entre hombres y mujeres en el feudalismo no tenía raíces materiales. La diferenciación venía, por nombrar dos casos, de la formas del uso de la violencia, porque los hombres hacían parte de los ejércitos del poder feudal, los hombres componían los ejércitos y las mujeres no; otro caso es el de la diferencia de poder que estaba justificada en la religión, pues ésta tenía una función de diferenciación. Todos los sistemas sociales que han explotado el trabajo humano, han explotado a las mujeres en una medida particular, porque las mujeres son las que producen trabajadores, cuando hay un sistema social que explota el trabajo humano, éste cerca e intenta controlar el cuerpo de las mujeres, porque el cuerpo de las mujeres genera riqueza, mano de obra, cocinan. El capitalismo es una forma de explotación específico que tiene relaciones diferentes.

GTT. Podrías explicarnos más sobre las diferencias entre el sistema de explotación capitalista y el sistema de explotación feudal.

SF. Una primera diferencia es que el capitalismo es el primer sistema social que funda su riqueza y su acumulación sobre el trabajo humano. Todos los sistemas de explotación precedentes, siempre han visto la riqueza no como trabajo humano, sino como tierra, bosques. El trabajo humano era importante para construir, crear, cultivar. Pero la riqueza fue conceptualizada por la riqueza material. Con el capitalismo cambia.

GTT. ¿Cambia la noción de riqueza?

SF. Si, cambia la concepción de la riqueza social. Esto lo dicen los primeros economistas del capitalismo, dicen que la riqueza no es la tierra, la riqueza es el trabajo humano. Entonces comienza con el capitalismo una concepción del trabajo humano nueva, como algo que se puede intensificar, que se puede desarrollar, que puede tener nuevas formas de productividad, así como se cultivaba la tierra, así se cultiva el trabajo humano. El objetivo era medir cuanta fuerza de trabajo había. Es por esto, que en el desarrollo del capitalismo en su primera fase, lo que puede verse es una acumulación inmensa de trabajo humano, se ve esclavitud, millones y millones de personas traficadas para el trabajo esclavo. Segundo, la colonización es un evento que ha dado a los europeos el control de millones de personas, de trabajadores de las nuevas tierras que invade. Es en estas condiciones en que se comienza a usar la pena de muerte para prohibir a las mujeres que usen anticonceptivos o se persigue a las que abortan. Comienza una intervención directa para apropiarse del cuerpo de las mujeres. Por eso se habla de las mujeres como máquinas productoras de trabajadores. Eso yo lo pongo en contextos de esta hambre de trabajo que el capitalismo tiene. Esto promueve formas diferentes de patriarcado y por ello nuevas formas de relaciones sociales comienzan a conformarse, porque hay un control del Estado sobre el cuerpo de las mujeres; se inicia un control de la procreación y del trabajo de la reproducción. Las mujeres deben de procrear trabajadores y cuidarlos todos los días y deben hacerlo en condición invisible, en condiciones no pagadas, porque de ésta manera se reproducen de una forma muy barata. El capital puede tomar toda la riqueza que los trabajadores producen, pueden tomar toda la riqueza porque las mujeres producen trabajadores casi gratis.

GTT. ¿Y aquí es donde el salario produce una forma de patriarcado?

SF. En este sistema el Estado y el capital, controlan el cuerpo de las mujeres y se apropian de su trabajo a través del sistema del salario. El sistema del salario no solamente controla el trabajo de los asalariados, porque si lo pensamos como una relación, éste moviliza a dos trabajadores; con un salario se moviliza al hombre y la mujer que lo reproduce, le pagan a uno, pero trabajan dos. Entonces moviliza una gran cantidad de trabajo no pagado. El salario amplía la explotación, porque no solamente toma el trabajo del hombre que está en la fábrica o en la oficina, sino que también el trabajo de la mujer que lo reproduce diariamente, la que cocina, la que cría a los hijos. El capital acumula, porque hay mujeres que trabajan por casi nada, no completamente para nada, porque de la mujer comen, etc. Con el salario se puede controlar directamente el trabajo de las mujeres a través del sistema de la familia y el matrimonio. El matrimonio es un sistema fundamentalmente laboral, es el medio por el cual el capitalismo hace trabajar a las mujeres para que reproduzcan su fuerza de trabajo obrero. El salario es la medida para conformar la familia, porque es ahí donde se obliga a las mujeres a reproducir trabajadores. Yo creo que cuando se ve esto se comprende por qué se puede hablar de un patriarcado del salario, porque el salario toma el trabajo de la mujer y también la controla a ella. El hombre se convierte en el delegado, porque el capital y el Estado delegan en el trabajador el poder de controlar y golpear las mujeres si no cumplen con esa función. Así como los señores que dominaban las plantaciones tenían a los supervisores que controlaban el trabajo de los empleados, se puede decir que los hombres controlan a las mujeres.

GTT. ¿Qué formas cobra este tipo de control, además de los que ya nos has comentado?

SF. Todo esto se hace invisible por lo que se llama amor. El capitalismo también se ha apropiado y ha manipulado la búsqueda de amor, de afectividad y de solidaridad entre todos los seres humanos; lo han deformado, usándolo como una medida para extraer trabajo no pagado. Por eso yo escribí. “Eso que llaman amor, nosotras lo llamamos trabajo no pagado”.

GTT. ¿Le dicen amor al trabajo no pagado?

SF. Si porque en la familia se dice amor, dicen que por amor se limpia y se cocina, que todo se hace por amor. Confunden amor con un servicio personal. El amor es un sistema que obligaba a muchas mujeres que no tenían posibilidades de sobrevivencia y el matrimonio era como tomar un empleo. Por mucho años, hasta la generación de mi madre, ocurría que si no te casabas ¿Qué harías? Pobrecilla, porque estás sola, muchas veces estabas en la casa de tu hermana que si estaba casada y ella ayudaba, porque es muy difícil tener un empleo y si se tenía un empleo no podías tener una vida social. Esas mujeres que no se casaban eran consideradas como desdichadas, por eso muchas mujeres compiten entre ellas por un hombre bello y con un buen salario. Por eso tu mamá te prepara, te orienta para arreglarte, que no salgas despeinada a la calle, que siempre estés de buen humor y que aprendas a hacer labores domésticas. Mi madre me amenazaba: “Si tu continuas así, ningún hombre se va a casar contigo” porque se sabe que casarse significa obedecer, hacer trabajo domésticos y si tú eres una buena mujer, él va a mantenerte, él te va a dar una posición social. Pero en el matrimonio un hombre te puede golpear y lo que van a decir, es que lo tienes merecido porque seguramente no lo obedeciste, porque no hiciste el amor cuando él lo quería. En el matrimonio se presume que él compra tu cuerpo y que siempre tienes que estar a su disposición. A todo esto muchas luchas feministas han dicho que ni el hombre, ni el matrimonio tienen derecho absoluto a tu cuerpo. Si tú dices que no, es no.

GTT. Es interesante hacer una revisión del amor romántico por este mundo de la reproducción.

SF. ¡Ah! el amor romántico donde las vidas se funden, pero se funden en la voluntad del hombre. Yo quiero escribir un libro sobre el amor y la sexualidad. La causa de tanta pena de las mujeres y su sentido de valor depende de si estas o no casada, si un hombre te quiere o no te quiere. Yo he visto muchas veces, que aunque a un hombre no lo aman tanto, cuando acaban las relaciones, las mujeres se sienten desvalorizadas y con penas. Por eso quiero escribir ese libro, no sé si con eso se puede hacer la revolución pero con eso se puede aliviar la pena. Un asunto que no quiero olvidar es que el sistema del salario crea la familia como una formación social jerárquica, donde el hombre es el patrón, el representante del Estado y la mujer debe ser sometida, puede ser obligada a hacer todo el trabajo de reproducción. Entonces el salario crea una división, porque con la creación de la división sexual del trabajo crea una división que rompe el frente unido de la lucha. Por eso yo digo que es importante que los hombres comprendan que esa relación de poder los destruye a ellos también. Si se comprende que un hombre colabora con el capital, cuando esté contento con ser el patrón de la familia, cuando se siente fuerte porque es superior a la mujer y puede golpearla o humillarla, él no sabe que refuerzan sus cadenas con respecto de la dominación, porque hace que no puedan luchar juntos hombres y mujeres. Es importante comprender que el conflicto que se produce en el trabajo asalariado y el trabajo no asalariado, crea una jerarquía laboral y se crea una naturalización de la explotación de la mujer. Por eso creen que el trabajo doméstico pertenece a la naturaleza de la mujer y contra eso es lo que hay que luchar. A veces se piensa que si se lucha contra el trabajo doméstico se es una mala mujer, que no ama a su marido, etcétera. Y no se trata de eso, el trabajo doméstico es un sistema de explotación que usa el amor, usa las relaciones entre hombres y mujeres.

Fuente: http://totamor.blogspot.com/

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Brasil: Para la CIDH, en la región hay “movimientos conservadores” que buscan “invisibilizar” temas de género y diversidad

Brasil/Junio de 2017/Fuente: La Diaria

El jueves, el ambiente en el piso 24 del hotel Sheraton de Buenos Aires era de tensión. A menudo las respuestas del Estado brasileño a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) generaban murmullos de desaprobación o risas irónicas, como cuando se explicó que el Ministerio de Educación brasileño no asistiría a la audiencia por falta de recursos económicos. La CIDH le pidió de oficio al gobierno de Michel Temer explicaciones por excluir de la Base Nacional Curricular Común, en abril de este año, los contenidos educativos que abordaban temas de género y diversidad sexual. También le reclamó que explicitara qué pensaba del programa Escuela sin Partido, que tiene cada vez mayor incidencia a nivel federal, estadual y municipal. Movimientos por los derechos humanos y defensores públicos de Brasil, como representantes de la sociedad civil, se alinearon con la CIDH en el pedido de cuentas.

El programa Escuela sin Partido, incentivado por movimientos religiosos en Brasil, ha motivado un debate intenso en la sociedad brasileña sobre la libertad de cátedra y el derecho a la enseñanza. El programa plantea colocar carteles en las aulas que señalen los deberes de los profesores, entre ellos la prohibición al docente de “promover sus propios intereses, opiniones, concepciones o preferencias ideológicas, religiosas, morales, políticas y partidarias”. También se le reclama que respete “el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

Estos postulados se traducen en una serie de proyectos de ley a nivel federal y estadual, que reiteran estos principios pero además habilitan mecanismos de denuncias anónimas contra los docentes, para responsabilizarlos ante la Justicia por violar estos postulados. Según se denunció en la audiencia, también se proyecta criminalizar la circulación de material didáctico que contenga referencias a términos como “identidad de género”.

“Por una ley contra el abuso a la libertad de enseñar”, postula la página en internet del programa. En un breve audiovisual, titulado “¿Por qué el PT [Partido de los Trabajadores] y el sindicato de los profesores rechazan esta propuesta?”, se concluye que quienes están en contra son quienes “lucran políticamente con su práctica”.

Fernanda Lapa, directora ejecutiva del Instituto de Desarrollo y Derechos Humanos y representante de la sociedad civil en la audiencia, manifestó que con este tipo de proyectos “nuestra democracia está a prueba”, y en particular está en juego el derecho de niños y adolescentes a una educación “libre y sin censura”. Remarcó que la educación en derechos humanos sirve para prevenir las violaciones a los derechos humanos, y afirmó: “Precisamos ciudadanos capaces de reflexionar críticamente y entender el mundo en el que viven”.

Alertó que se llegó a la situación de retirar los temas de género y diversidad sexual como contenidos educativos, y aseguró que existe “fiscalización y censura” sobre los docentes. “Este programa viola los derechos humanos, el propio Estado lo manifestó”, aseguró Lapa, en referencia a los pronunciamientos contrarios al programa realizados por la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de la Educación y el Supremo Tribunal Federal de Brasil. Recordó que los relatores especiales de Naciones Unidas también alertaron sobre la retirada de los contenidos de género y diversidad sexual de los programas escolares. “Necesitamos que el Estado sea más enérgico para combatir este movimiento”, porque “los efectos negativos del programa son concretos”, concluyó Lapa, y pidió a la CIDH que dé una opinión consultiva sobre el alcance del derecho humano a la educación.

Camila Vieira, defensora pública del estado de Paraná, alertó de que el movimiento está creciendo y ha tenido repercusiones en los planes municipales de educación. Consideró que viola “el derecho a una educación plural”, la libertad de expresión de los profesores y la libertad de cátedra.

Además, aseguró que el movimiento “fomenta un discurso de odio a los profesores en las redes sociales, intimidándolos”. Los representantes de la sociedad civil contaron que incluso un grupo de docentes tuvo que dar explicaciones ante la Justicia de Paraná por haber implementado un programa de formación en diversidad sexual.

La respuesta del Estado brasileño fue una larga lectura de los contenidos de la base nacional curricular común, deteniéndose en todas las ocasiones en que se mencionaba las palabras “género”, “derechos humanos” y “diversidad” –esta última palabra se incluyó 80 veces, detalló el director del Departamento de Derechos Humanos y Temas Sociales de la cancillería de Brasil, Alexandre Peña–. “No hay fundamento para decir que la base nacional es omisa en temas de diversidad y género”, evaluó el jerarca. Afirmó, por otra parte, que la base es un proyecto que debe ser aprobado por el Consejo Nacional de Educación y que puede tener cambios. “A pesar de que se cita la palabra ‘género’, esos conceptos no son trabajados”, inquirió a su turno el comisionado de la CIDH, José de Jesús Orozco.

Sobre el proyecto Escuela sin Partido, Peña dijo que el Ministerio de Educación de Brasil se manifestó oficialmente contra el programa porque no respeta el pluralismo en las concepciones pedagógicas ni la libertad de los docentes, y por tanto sería “incompatible” con las directrices nacionales de educación.

El presidente de la CIDH, Francisco Eguiguren, aseguró que en muchos países, al igual que en Brasil, hay “movimientos conservadores que quieren invisibilizar” los temas de género y diversidad sexual con frases como “con mis hijos no te metas”. Agregó que “quienes no quieren que se converse de esto en la escuela quieren retroceder”, y afirmó que “no se trata de adoctrinar”, sino de “enseñar a respetar la diversidad”.

Protesta “deteriorada”

La audiencia de la CIDH para este caso se celebró un día después de la represión de una manifestación contra el gobierno en Brasil, que dejó como saldo más de 50 personas heridas, muchas de ellas de bala. La sociedad civil aprovechó la instancia para reclamarle a la comisión que se manifestara públicamente sobre este episodio, y a su turno la CIDH pidió explicaciones al gobierno de Brasil. El director de Derechos Humanos de la cancillería dijo que “un grupo de esos manifestantes echó fuego a tres ministerios, generó pánico”, y esto motivó la “intervención de la Policía con armas de fuego para combatir” a esas personas “que destruyeron los ministerios”. El jerarca aseguró que no hay legislación antiprotesta en Brasil y que la represión se dio a raíz del “deterioro de la protesta”.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/5/para-la-cidh-en-la-region-hay-movimientos-conservadores-que-buscan-invisibilizar-temas-de-genero-y-diversidad/
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Organización en India fomenta igualdad de género

India/23 enero 2017/Fuente: Bajo Palabras

Apoya la independencia de las mujeres mediante pequeños negocios

Por: Carmen Blanco Grigelmo

Pasaron ya 10 años desde que la activista feminista de India, Sampat Pal decidió fundar la organización, Gulabi Gang. Esta iniciativa trajo consigo una auténtica revolución en materia de igualdad de género.

“Nunca entendí por qué las mujeres debíamos ocuparnos de las tareas domésticas, comer después que los hombres y no poder ir a la escuela: por eso decidí fundar la organización”, sostuvo, Sampat.

Su lucha comenzó en Rauli, un pequeño pueblo de Uttar Pradesh, y logró reunir 400 mil integrantes.

La mayoría de las mujeres que forman Gulabi Gang viven en las áreas más rurales de Uttar Pradesh, pero también, hay activistas en otros estados de India.

Todas ellas visten con un sari rosa -vestido tradicional de ese lugar- y el temido lathi o bastón, del que hacen uso siempre que lo consideran necesario.

EDUCACIÓN Y EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES

Entienden la educación como una herramienta fundamental para garantizar la libertad de las mujeres. “Mi familia me negó la oportunidad de ir a la escuela. Luché para que esto cambiara y conseguí ir durante uno o dos años”.

Luego agregó: “Todos los conocimientos de lectura y escritura que tengo, los obtuve por medio de otros niños que pudieron ir a la escuela”, explicó Sampat.

Según datos de la UNESCO la tasa de alfabetización femenina en India es alrededor de 62.73 por ciento, pero las áreas rurales siempre están más castigadas.

El propósito principal de Gulabi Gang, es empoderar a las mujeres. Fomentar el apoyo mutuo y la formación constante, lo cual resulta esencial. “Las casas en las que vivimos también son nuestras y tenemos derecho a sentirnos libres en ellas” sostuvo otra de las activistas.

La organización apoya la independencia de las mujeres mediante pequeños negocios en el sector textil. De esta forma, no dependen económicamente de sus esposos. El dinero que ganan es fruto de su esfuerzo y capacidades.

Fuente:http://bajopalabra.com.mx/organizacion-en-india-fomenta-igualdad-de-genero#.WITox7lISPU

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