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Libro: Apuntes sobre la cibercultura y la alfabetización digital posmoderna

Autor Principal: López Noreña, Germán
Formato: Libros
Publicado: Florida / Valle del Cauca / 20102015
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.uide.edu.ec/handle/37000/689
Sumario: Afrontar el ejercicio discursivo de tipo escrito, sobre la temática de la eclosión de las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), de por sí plantea una seria exigencia, en lo que a la revisión de las fuentes bibliográficas, tanto primarias como secundarias corresponde. Es así como ha sido necesario recurrir a los escritos de connotados investigadores de esta temática del talante del francés Pierre Lévy, Manuel Castells, Steve Woolgar, como para nombrar algunos, que de manera dialógica con sus teorías e intereses académicos han hecho presencia en este volumen. Más no fue suficiente, el aporte de estos estudiosos del fenómeno de la Realidad Virtual y del fenómeno posmoderno de Internet como paradigma central de lo que los teóricos de este campo han denominado como la Cibercultura, y en cierta medida la desmesurada “sociedad Virtual”. Por cierto de manera recurrente, al tratar de esclarecer los posibles límites de la realidad y lo virtual, lo virtual contrastado con lo real, lo real de lo virtual y viceversa; fue necesario beber de las fuentes abstrusas de los antiguos pensadores griegos y sus respectivos corpus teóricos, siendo entre otros, Aristóteles y Platón. Pero la presencia de la filosofia, en esta temática no para aquí. Al complejizarse la argumentación de esta cuestión, fue menester incursionar en el pensamiento de Emmanuel Kant y el de filósofos contemporáneos. Al tratar de darnos una semblanza teorética de la Cibercultura, planteó el tejido escrito del libro la necesidad de incursionar en una primera instancia en diversas corrientes de la antropología, desde las decimonónicas, hasta las contemporáneas. Aflorando desde el pensamiento de Tylor, hasta las conceptualizaciones de Geertz y, muchos más. Y todo ello en la perspectiva de lograr un tipo de aprehensión conceptual del desarrollo histórico del polémico, controversial y polisémico concepto de Cultura, en aras de hacer inteligible, lo que en estos tiempos se ha denominado como Cibercultura

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Opinión: El reto de la historiografía en la era digital

Por: Sofía García-Bullé

Construir una perspectiva histórica en un mundo en el que predomina el registro digital es un gran desafío.

La primera experiencia que algunos tuvimos en las clases de historiografía, el proceso por el cual se realiza la recopilación y divulgación de la historia, fue leer y analizar relatos de primera mano de personas que tuvieron una participación importante en el proceso de forjar el mundo que tenemos ahora.

Para los que asistieron a clases de historia antes de la era digital, textos impresos como “Cartas de Relación” de Hernán Cortés, o los escritos varios de Walter Raleigh, fueron fuentes básicas para aproximarse a entender la influencia europea sobre el continente americano durante la era del colonialismo. Estudiar esa época es fácil en términos de selección de fuentes, el porcentaje de la población que sabía leer y escribir era mínimo, el trabajo de escribas y la imprenta eran caros; se trataba de un recurso accesible solo a las clases pudientes o personas que pudieran procurar mecenas. Es por eso que las obras escritas en esa época, y que nos acompañan hasta hoy, son pocas en comparación, por ejemplo, con los inicios del siglo XX, en el que la proporción de la gente con la habilidad de escribir era mucho mayor, la imprenta se había vuelto un recurso más generalizado y ya existía la prensa como un poder comunicativo de gran influencia.

Saltamos unos 100 años en el futuro y la situación es muy diferente, la producción y lectura de contenidos está completamente democratizado, el acceso a la educación básica es un derecho, y cualquiera que tenga una conexión a Internet y la habilidad de leer y escribir puede plasmar sus contenidos en espacios públicos como redes sociales, sitios web, blogs, videos, podcasts y más. De tener tal vez unas 100 a 200 obras de registro histórico en épocas coloniales, a unas miles a cientos de miles entre el periodo post-revolución industrial e inicios del siglo XX. Hoy tenemos tantas personas registrando instancias del transcurrir histórico al mismo tiempo que se podrían llenar galaxias con ese contenido.

¿Cómo sortear entre tanta información? ¿Cómo jerarquizar, decidir lo que es importante como registro y lo que no? ¿Cómo preservar esta información, ponerla en contexto y divulgarla? ¿Cómo cambia el significado y relevancia del registro histórico ahora que que hay millones de personas escribiendo la historia diario, en 140 caracteres o menos, por ejemplo?

Enseñarla bajo este nuevo contexto también es un reto. Antes de la era digital había métodos y recursos muy ligados a las fuentes originales de la historia para comunicarla en un salón de clases, hoy los maestros pueden utilizar desde análisis de canciones modernas que se volvieron virales, hasta el impacto de la semiótica de los memes. Gracias a esta flexibilidad de fuentes, el registro, divulgación y enseñanza de la historia ha dejado de ser un proceso unilateral para convertirse en un diálogo interactivo, para entender este proceso necesitamos hablar de dos de las herramienta más importantes de la historiografía: El registro y el análisis.

La distancia entre el registro y el análisis

En cuanto a oportunidades de registrar la historia estamos mejor que nunca gracias a todas las plataformas de publicación digital que tenemos en la actualidad pero, ¿qué hay de la distancia entre el registro, la lectura y el análisis que constituyen la forma de la perspectiva histórica?

Si hablamos, por ejemplo, de “Historia General de las cosas de la Nueva España” de Bernardino de Sahagún o “De Londres a Ladysmith via Pretoria” de Winston Churchill; estos son trabajos que tras su registro han recibido lecturas y análisis de expertos en historiografía, sociología, antropología, e incluso hasta crítica literaria. El tiempo en el que un evento histórico o experiencia personal era registrado, divulgado y analizado, representaba un periodo mucho mayor e instrumental en la formación de una perspectiva histórica. La noción de que la historia como tal no se hace en el momento sino tras el juicio posterior de las generaciones venideras ha sido una piedra angular en nuestro entendimiento de la historia como concepto y disciplina de estudio.

Hoy en día, esa distancia ya no existe, figuras tan importantes como congresistas o presidentes ya no esperan años para hacer un compendio de sus decisiones políticas y hablar de la relevancia histórica de las mismas, o cómo afectan o benefician a la sociedad a la que sirven. En cambio, nos cuentan todos los días si participaron en un rally a favor de los derecho reproductivos, si van a autorizar un “tarifazo” o si se comieron un taco bowl a la hora de la comida. Esta información se encuentra en espacios públicos digitales donde la gente puede opinar al momento si están de acuerdo o no con una agenda política pro-derechos reproductivos, si un aumento sorpresivo en el costo de transporte público les parece bien, si está bueno el taco bowl o si el hecho de comerlo sirve para minimizar el peso de decisiones políticas racistas. Pero, ¿es esto historia? ¿O es un compendio de experiencias personales y percepciones en tiempo real? ¿Cuál es la diferencia entre una y otra? ¿Es un criterio válido para discernir entre lo que es relevante como hecho histórico o lo que no?

La relación entre experiencia personal y suceso histórico

La Historia es la disciplina que hace uso de diversas fuentes y métodos académicos para recopilar y divulgar un conjunto de eventos colectivos que han tenido influencia en la formación del mundo que vivimos ahora. La historiografía es el proceso por el cual se realiza esta recopilación y divulgación. Pero la situación se complica cuando la historia y la historiografía coexisten en la misma dimensión espacio-temporal.

Si regresamos otra vez a tiempos coloniales, es fácil hablar sobre la significancia histórica de la experiencia personal de Hernán Cortés al pisar por primera vez suelo del Imperio Azteca, ningún otro enviado de potencias europeas lo había hecho antes. Esta fue la primera instancia del trágico contacto entre las dos civilizaciones y formaba parte de la intención colonizadora de un reino entero. Cada palabra que él escribiera sobre este acontecimiento invariablemente iba a ser parte de un documento histórico importante. La experiencia personal de Cortés es parte integral del momento histórico de la invasión y conquista de Tenochtitlán.

Más de 500 años después, un hombre comparte su opinión sobre la generación Millennial y la generación Z, a través de un video en TikTok. El contenido de la misma no es nada sobresaliente. Su perspectiva es tan similar a la compartida por muchos de sus congéneres, que el New York Times ni siquiera se molesta en averiguar su nombre cuando publican una nota al respecto del fenómeno que provocó. “Los Millennials y la generación Z tienen el síndrome de Peter Pan, no quieren crecer nunca”, dice el hombre, quien sostiene que la visión y los esfuerzos de la generaciones posteriores a él no comprenden los pasos para un cambio de sistema sustentable. Esta perspectiva individual, pero este tipo de discursos personales también pueden ser parte de un evento histórico, si se viralizan.

Hoy la historia ya no se trata solo de ser el primero en hacer algo o en descubrirlo, o de ser una figura pública importante con poder de decisión sobre cómo transcurre el presente. Se trata también de formar parte de ese momento aleatorio que se convierte en contenido viral y lo conecta con cuestiones sociales, políticas y económicas que definen nuestro presente. También se trata de generar un término breve, conciso y atrayente como el OK Boomer, frase popularizada por la reacción de las generaciones más jóvenes ante el video. La respuesta intergeneracional masiva que se dio en las redes, representa la experiencia personal y perspectiva de millones de miembros de la generación Z y Millennial, pero también representa un momento histórico en el que un comentario individual moviliza una reacción global y visibiliza cuestiones de alto interés colectivo, como los peligros de la negación del cambio climático, la crisis financiera a nivel mundial, o el enorme desbalance económico y de justicia social entre las distintas clases socioeconómicas, además de otras problemáticas.

La frase y su significancia se han colado en espacios que marcan un interés histórico a través de la toma de decisiones políticas, tales como el parlamento de Nueva Zelanda, en el que la legisladora Chloe Swarbrick, de 25 años, usó el término “OK Boomer” para responder a otro miembro del parlamento de mayor edad, quien intentó interrumpir su discurso sobre la urgencia de enfrentar la realidad ambiental en la que vivimos. Esta democratización de las narrativas que hilan la historia tiene un efecto sobre las nuevas generaciones que han combinado un alto uso de recursos digitales con una creciente conciencia social. Lo que ha resultado en una construcción de la historia a través de muchas voces, no solo a través de una.

La labor del historiador en un presente histórico democratizado

En este punto del transcurrir histórico es imposible hablar de Historia sin los espacios digitales, que ya no solo sirven para registrar sucesos sino que también prestan plataforma e impulso a los mismos. Habíamos mencionado anteriormente que ya no existe una distancia en cuestión de tiempos entre el registro, lectura y análisis de sucesos de importancia histórica. Este nuevo panorama obliga a moderadores sociales de contenidos e historiadores, a desarrollar un sentido crítico como nunca antes había sido necesario para seleccionar, discernir y saltar tanto contexto como significancia a toda la información que hila nuestro presente histórico.

“La Internet nos está empujando, en buenas y malas maneras, a darnos cuenta de que la versión oficial de los eventos no siempre debería ser avalada y aceptada sin cuestionamientos,” dijo Jenna Wortham, colaboradora del New York Times en 2016. La periodista cultural presentó un punto importante acerca de cómo se construye y revisa la perspectiva histórica con las herramientas que tenemos actualmente. Los historiadores ahora pueden actualizar el registro mucho más rápido tomando en cuenta fuentes más diversas que ofrezcan una visión más completa de los momentos históricos.

Las omisiones y datos incompletos en los registros históricos son una ocurrencia común. Antes de la era digital podrían pasar años antes de que estos fueran detectados y corregidos, hoy pueden ser días, algunas veces hasta horas. Este proceso puede darse gracias a una aproximación a la disciplina de la Historia que toma en cuenta tanto hechos históricos como el crisol de experiencias humanas dentro de ese momento histórico, son ambas cosas las que construyen una perspectiva histórica completa.

La labor del historiador en la era digital es entender la diferencia conceptual y simbiosis entre estos dos elementos, de forma que pueda navegarlos y realizar un registro coherente y certero que parta de los testimonios que conforman un momento histórico, pero que pueda unificarlos en un solo contenido, a través del cual podamos entender las realidades cronológicas que ya son parte del pasado y prestan contexto a nuestro presente.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/historiografia-era-digital

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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Representante PNUD destaca los avances de la educación en la República Dominicana

Centroamérica/Santo Domingo/ 25 Octubre 2019/Redacción de Almomento.net

La representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Inka Mattila, destacó los avances alcanzados en materia de educación en República Dominicana, con el aumento del 4% obtenido del presupuesto destinado a la enseñanza preuniversitaria y la implementación del Programa República Digital, con lo que se busca garantizar una educación de calidad para todos.

Resaltó que la implementación de la estrategia de República Digital Educación está apostando fuertemente para que la educación sea más digital, moderna y oportuna, para que tanto los maestros como los alumnos tengan acceso a este tipo de medios para aprender con la mejor calidad posible.

“Eso quiere decir que se ha logrado avanzar, pero no se debe bajar la guardia, porque se debe continuar con el trabajo”, sostuvo Mattila, al ser abordada previo al inicio de un acto donde se lanzó la iniciativa del Laboratorio de Aceleración, un centro del nuevo modelo de negocios del PNUD para expandir oportunidades, proponer soluciones a los desafíos actuales y emergentes, a fin de acelerar el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Explicó que la educación, que abarca la formación de las personas desde la infancia hasta la edad adulta, es un punto importante a tocar en esta nueva concepción de desarrollo sostenible, puesto que el proceso de enseñanza-aprendizaje continuo está en el centro de los objetivos de esta iniciativa.

Precisó que la educación sigue siendo uno de los pilares fundamentales para la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que ocupa un lugar muy especial en su mesa de trabajo.

El Gobierno Dominicano que encabeza el presidente Danilo Medina, a través del Ministerio de Educación, ha impactado en la primera fase del Programa República Digital Educación a más de 300 mil estudiantes en programas de robótica y ciencias; más de 600 centros educativos han sido dotados con equipos de robóticas; más de 20 mil estudiantes del Nivel Primario utilizan tabletas en las aulas, y unos 38 mil alumnos de secundaria han sido beneficiados con laptops.

Asimismo, 4,203 docentes han sido capacitados en las TICs, como recurso pedagógico en las diferentes áreas curriculares y 2,188 aulas han sido equipadas con pantallas inteligentes en 147 centros educativos.

En la segunda fase de República Digital Educación unos 19,448 estudiantes estarán involucrados en programas de robótica y ciencias; 330 mil alumnos serán dotados de laptops, cuya entrega ya empezó, y más de 79 mil docentes recibirán computadoras, con lo que se persigue, entre otras cosas, mejorar la práctica docente, la gestión de los centros y la calidad de los aprendizajes, garantizando el acceso universal y gratuito a la Tecnología de la Información y la Comunicación para reducir la brecha digital y del conocimiento.

Fuente:https://almomento.net/representante-pnud-destaca-avances-de-la-educacion-en-la-rep-dominicana/

Imagen: https: /almomento.net/wp-content/uploads/2019/10/phpThumb_generated_thumbnail-4.jpeg

 

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Aprender en la era de la inteligencia artificial: los casos de tres países exitosos

América del Sur/ Argentina/ 27.08.2019/ Fuente: www.infobae.com.

Desde hoy se lleva adelante el Congreso Internacional «Aprender para el futuro en la era de la inteligencia artificial» en el Centro de Convenciones de Buenos Aires. Especialistas de distintos países discuten cómo la IA, ya inmersa en nuestras vida, entra al aula, cómo se forman chicos para una realidad atravesada por los algoritmos.

Argentina oficia de anfitrión después de que la UNESCO, en una publicación, destacara su política en alfabetización digital, en especial la inclusión del término «inteligencia artificial» en la nueva currícula que será obligatoria para todas las provincias a partir de septiembre del año que viene.

«El currículum que aprobamos en el Consejo Federal es casi único en el mundo porque menciona explícitamente la inteligencia artificial. Sabemos de las limitaciones de infraestructura que tenemos. No pretendemos ser un país de primer mundo, sino conseguir el máximo desarrollo estratégico de capital humano con los recursos que tenemos. Son procesos que llevan años», dijo Florencia Ripani, directora nacional de innovación y calidad educativa.

Florencia Ripani, directora nacional de innovación y calidad educativa

Florencia Ripani, directora nacional de innovación y calidad educativa

El congreso, según indicó la funcionaria, tiene como objetivo «acompañar la integración curricular». «Argentina tiene un desafío muy grande. No se trata solo de capacitar para el mundo del trabajo, sino de formar ciudadanos preparados para todos los ámbitos sociales. Para identificar fake news, para entender cómo funcionan los algoritmos, para crear códigos de programación», planteó en una mesa en la que estuvo Infobae.

Uno de los invitados fue Valtencir Mendes, responsable de proyectos en aprendizaje móvil e inteligencia artificial en Educación en UNESCO. Mendes habló de una «profunda de crisis de aprendizaje» haya o no tecnología y citó una estadística alarmante: de acuerdo a un estudio de la OCDE, la máquina ya supera, en casi todos los casos, a los adultos en lectura y cálculos matemáticos.

Valtencir Mendes, responsable de proyectos en aprendizaje móvil e inteligencia artificial en Educación en UNESCO

Valtencir Mendes, responsable de proyectos en aprendizaje móvil e inteligencia artificial en Educación en UNESCO

La UNESCO vino a refrendar el documento que se logró en la última convención de Pekín; una serie de recomendaciones para que los países integren la IA en la política educativa. «Hacía falta un foco humanista, vinculado a los derechos humanos. Orientar esa revolución tecnológica hacia los beneficios de desarrollo y equidad. Una de las promesas educativas es la personalización del aprendizaje, que haya una adaptación de las trayectorias de los estudiantes», advirtió Mendes.

Algunos especialistas lo ilustran llamándole «modelo Netflix». Se trata de que la propia tecnología detecte el ritmo de aprendizaje y moldee una experiencia a la carta, que se adapte a las necesidades del chico. Ese será uno de los puntos que integrará el documento que surgirá tras los dos días de discusión.

Junto a Ripani y Mendes, estuvieron tres expertos de países de avanzada en términos de educación digital -Finlandia, Suecia e Inglaterra-, que contaron sus experiencias.

Finlandia

Leo Pahkin, Consejero en la Agencia Nacional de Educación de Finlandia

Leo Pahkin, Consejero en la Agencia Nacional de Educación de Finlandia

Leo Pahkin, Consejero en la Agencia Nacional de Educación, prefirió retrotraerse a los ’70 para explicar la integración digital. En ese entonces, se tomó la decisión de que todos los maestros debían tener título universitario para ejercer. 25 años después, siguió, se optó por otorgar una «enorme cantidad de autonomía» a las escuelas, incluso en el diseño de su propio currículum. Al principio fue un shock, y fue motivo de recibir el mote de la «educación más liberal del mundo», pero con el tiempo los directores y profesores se apropiaron de ello.

Por la posible crisis de empleo, hoy el sistema educativo finlandés tiene al emprendedorismo como una de sus siete competencias fundamentales a desarrollar. La currícula no menciona la IA, pero sí atraviesa la realidad escolar. «Hacemos énfasis en la comprensión de los procesos de enseñanza y probamos juegos. Por ejemplo, para los más chicos, uno de ellos consiste en aprender frases o letras. La aplicación arroja el tiempo promedio que tarda cada uno en resolver los ejercicios y a partir de ahí recomienda pasos a seguir», señaló.

Finlandia apuesta por una integración transversal de lo digital, que no dependa de una sola materia, sino que todas estén alineadas. Por eso, en matemática también se ven desarrollos de ese tipo. Hay empresas que ya diseñan tests que se autocorrigen, que permiten al docente conocer el nivel de aprendizaje de cada uno. «Eso no pone en riesgo la labor del maestro. Al contrario, porque después hay que regresar al mundo real», agregó.

Suecia

Peter Karlberg, director de Educación en la Agencia Nacional de Suecia

Peter Karlberg, director de Educación en la Agencia Nacional de Suecia

Peter Karlberg, director de Educación en la Agencia Nacional, dijo que Suecia optó por un camino similar al de Finlandia, de brindar autonomía y volver universitaria la profesión docente, pero que el efecto fue el opuesto. «Muy pocos estudiantes desean ser maestros. Por ejemplo, en química hace unos años tuvimos un solo aspirante en todo el país», recordó.

Pese a las dificultades para atraer jóvenes, la alfabetización digital avanza a paso firme. En Suecia son los municipios los que financian mayoritariamente las escuelas. Cada tres años hacen una revisión del estado de la infraestructura escolar necesaria para enseñar las TICs. En 2012 lograron que todas las escuelas estuvieran conectadas a internet. Para 2022, la apuesta es que se tomen exámenes de forma digital, todos los estudiantes del país en forma simultánea, «que presionen un botón al mismo tiempo».

«Nuestro problema no es la infraestructura, sino las competencias. Existen grandes diferencias entre escuelas e incluso entre aulas. La IA no está específicamente mencionada, pero es una herramienta que tienen que desarrollar todos los estudiantes. Tiene una doble cara: por un lado, entender problemas y posibilidades que trae; y, por otro, que sea un facilitador de aprendizajes, que sirva para medir el progreso y colabore con el docente», explicó Karlberg.

Inglaterra

Miles Berry, profesor en la Universidad de Roehampton

Miles Berry, profesor en la Universidad de Roehampton

Miles Berry, profesor en la Universidad de Roehampton, fue uno de los colaboradores del currículum que implementa hace cinco años Inglaterra y que hace foco en la informática. La alfabetización comienza a los 5 años. Se enseña con elementos sencillos, como los asistentes inteligentes de los celulares, se busca que entiendan cómo funcionan.

A medida que avanza la edad también incrementa la complejidad. Entre los 11 y los 14 años aprenden el lenguaje de las computadoras, el procesamiento de imágenes y, sobre todo, el discernimiento: entender qué comportamiento es apropiado en la red y qué no. En otras palabras, que comprendan la ética en torno al uso de la IA.

El currículum se basa en tres principios de los docentes: habilidades pedagógicas, competencias digitales y conocimiento de computación. Con los primeros dos, dice Berry, no hubo problema. Se dio por sentado que los tenían. «Lo que no se asumió es que tuvieran conocimiento sobre TICS ya que, en su mayoría, pertenecen a otra generación. La forma más idónea de hacer la integración fue contextualizar en cada materia. Un maestro de primaria no tiene que ser un experto en informática. Debe tener el manejo suficiente para aplicarlo dentro de su materia», planteó.

Fuente de la reseña: https://www.infobae.com/educacion/2019/08/26/aprender-en-la-era-de-la-inteligencia-artificial-los-casos-de-tres-paises-exitosos/

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Argentina en el G7 de la educación

América del Sur/ Argentina/ 15.07.2019/ Fuente: www.perfil.com.

Tras haber sido reconocida por la UNESCO en materia de alfabetización digital, Argentina fue invitada a la reunión de ministros de Educación del G7 que se desarrolló en París.

Este año, nuestro país fue reconocido por la UNESCO como ejemplo de vanguardia en la formación de estudiantes orientada al desarrollo de inteligencia artificial, a través del plan Aprender Conectados que impulsa el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT).

Tras los logros alcanzados en materia de innovación educativa, Argentina fue invitada por Francia a la reunión de ministros de Educación del G7 que se llevó a cabo en París. Allí, el titular de la cartera educativa nacional, Alejandro Finocchiaro, disertó en una conferencia sobre educación e inteligencia artificial, además de firmar convenios internacionales con su par francés, Jean Michel Blanquer.

Los acuerdos alcanzados entre Argentina y Francia están vinculados con la formación docente y de enseñanza de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A su vez, se celebró un convenio de colaboración para la creación de un Centro de Excelencia franco-argentino para la formación técnica en energías renovables y eficiencia energética.

“Hemos firmado acuerdos que revelan años de trabajo sobre formación docente, transferencia de conocimiento en energía, objetivos de sustentabilidad y trabajos sobre créditos universitarios con Francia, que es un gran amigo de la Argentina en todo sentido y más en materia educativa. Nuestra visión compartida con esta nación sobre educación se llama futuro”, declaró Finocchiaro. Por su parte, Blanquer manifestó: “Es un placer recibirlos en París por esta alianza entre la Argentina y Francia.

Todo comenzó con el G20 presidido por la Argentina y con el trabajo magnífico que hicieron para consagrar la educación como un tema internacional en el centro de agenda en los jefes de Estado y de gobierno. Sabemos que el desafío más importante de todas las sociedades es la educación”. Cabe destacar que la presidencia francesa del G7 tomó la agenda educativa como una de sus principales prioridades, con especial interés en la educación de la primera infancia y la calidad de la formación docente.

Argentina, junto a Estonia y Singapur, ha sido invitada a la reunión de Paris con el consenso de los demás miembros del foro, dado que estos países, junto a Inglaterra y Malasia, fueron destacados por la UNESCO por el desarrollo de políticas de alfabetización digital.

Fuente de la noticia: https://www.perfil.com/noticias/educacion/argentina-en-el-g7-de-la-educacion.phtml

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¿Qué pueden hacer los maestros para combatir las noticias falsas? Hablemos del alfabetismo de noticias

La epidemia de desinformación es un fenómeno global con consecuencias muy graves. ¿Qué puede hacer la educación frente a esto?, ¿de qué se trata la competencia de alfabetización mediática e informacional?, ¿cómo puede desarrollarse en el salón?, ¿por qué es crucial que los profesores la enseñen?

México, 2018: En agosto, dos hombres fueron golpeados y quemados hasta la muerte en el municipio de Acatlán, Puebla debido a rumores falsos en WhatsApp que los acusaban de “robar niños”. Nigeria, 2018: En junio, 11 hombres fueron asesinados en Mangu debido a una serie de imágenes y mensajes que circulaban en Facebook, la desinformación hizo creer que eran parte de un grupo que buscaba atacar al lugar.

Estados Unidos y Reino Unido, 2016: Durante la elección presidencial y el referéndum del Brexit, respectivamente, circularon masivamente cadenas de desinformación en redes sociales que polarizaron a la sociedad. Brasil, 2018: La elección presidencial de este país sudamericano también se vio afectada por olas de desinformación.

Los ejemplos mencionados son tan solo algunos casos emblemáticos que muestran cómo la desinformación es un problema que se extiende por todo el mundo y conlleva consecuencias graves.

El fenómeno de la desinformación no es nuevo. Ha existido por siglos, pero las nuevas tecnologías de la información –que incluyen al Internet  y las redes sociales– han potencializado su fuerza. Si bien estas plataformas han traído grandes beneficios, también han permitido que la información falsa se produzca, difunda y expanda a velocidad y proporciones nunca antes vistas.

Datos internacionales prueban que se trata un problema global.

Tan sólo en Internet, existen 1.3 miles de millones de páginas web que permiten que 3.7 miles de millones de usuarios interactúen e intercambien diariamente información, según el documento A Digital Single Market for the benefit of all Europeans (2019), de la Comisión Europea. Por otro lado, la manipulación y desinformación en línea se han utilizado en al menos 18 países durante elecciones, según el informe Freedom on the Net (2017) de la organización Freedom House.

Frente a un problema tales dimensiones, ¿la educación qué puede hacer?, ¿y los profesores?, ¿cómo enseñar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes a ser críticos con los contenidos que consumen?

Organismos internacionales lo tienen claro: la epidemia de desinformación es innegable y no podrá resolverse sin la ayuda de las y los profesores e instituciones de educación.

“Las instituciones educativas, los medios de comunicación y las autoridades deben invertir en medios independientes y en la alfabetización mediática e informacional (MIL, por sus siglas en inglés) para aumentar el conocimiento y la comprensión de los medios y la información, la tecnología digital y el análisis de datos”, explica la Comisión Europea en el documento Report of the independent High level Group on fake news and online disinformation (2018).

Enseñar a las y los estudiantes a cuestionarse es fundamental para las democracias

Enseñar en el aula a los estudiantes –independientemente de su edad y/o el grado que estén cursando– a analizar la información que consumen, se inserta en una historia más grande. Una que va ligada directamente a la enseñanza del pensamiento crítico, habilidad crucial que forma parte de la educación cívica.

Para entender esta idea un poco mejor, vale la pena leer la anécdota que Chris Sperry narra en su texto “Fake News” and Media Literacy: An Introduction (2018).

“En abril, di un taller sobre integración del pensamiento crítico y la alfabetización mediática a 40 formadores de docentes en Estambul, Turquía”, cuenta. “Al final de la presentación, un educador se puso de pie y dijo: ‘Si enseñamos así, podríamos ser despedidos o hasta arrestados’. Inmediatamente, un segundo maestro se levantó de un salto y dijo: ‘Debemos enseñar a nuestros estudiantes a cuestionar, esa es la base de nuestro papel como educadores’”.

Como menciona el maestro turco del que escribe Sperry, enseñar a los alumnos a cuestionar es clave. Esta idea puede traducirse como desarrollar el pensamiento crítico, habilidad que forma parte (o debería formar parte) de la educación cívica.

¿Por qué esto es tan importante? Porque todas las habilidades relacionadas con la educación cívica que se desarrollan en los salones de clases tienen un impacto directo en la sociedad: tanto en el combate de la desinformación, como en el fortalecimiento de la democracias.

“En una sociedad caracterizada por instituciones cívicas débiles, discursos públicos balcanizados y un compromiso cívico profundamente desigual, las escuelas pueden ofrecer a todos los jóvenes oportunidades para aprender hechos y habilidades fundamentales, interactuar entre sí y con sus comunidades, y desarrollar disposiciones y valores que apoyen una forma republicana de gobierno”, explican Peter  Levine y Kawashima-Ginsberg Kei en su análisis académico The Republic is (Still) at Risk– and Civics is Part of the Solution (2017).

“El aprendizaje cívico, cuando se realiza correctamente, es el mejor vehículo para capacitar a los jóvenes [en temas democráticos]. La evidencia muestra que aumenta el conocimiento, las habilidades y las disposiciones de los jóvenes y los encamina para ser ciudadanos activos una vez que sean adultos”, agregan.

Alfabetización mediática e informacional, una competencia indispensable para el siglo XXI

Como se explicó, el fenómeno de la desinformación actual es tan grave que ha tenido consecuencias como la muerte de personas inocentes o la manipulación de procesos electorales nacionales. La educación es clave para combatir el problema y existe una competencia específica que, si se enseña de forma correcta en los salones de clases, puede contribuir a la solución.

La UNESCO denomina esta competencia como alfabetización mediática e informacional (MIL, por sus siglas en inglés). La define como “un conjunto combinado de las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) necesarias para la vida y el trabajo de hoy. La  MIL abarca todos los tipos de medios de comunicación y otros proveedores de información como: bibliotecas, archivos, museos e Internet”.

Se explica, además, que este conjunto de competencias faculta a los ciudadanos para: comprender las funciones de los medios de comunicación y de información, evaluar críticamente los contenidos y tomar decisiones como usuarios y productores de información.

Iniciativas educativas para enseñar alfabetización mediática: aulas virtuales, cursos abiertos en línea, asociaciones con medios, empresas digitales y más

Los esfuerzos por enseñar esta competencia dentro del salón de clases, de forma estructurada, están surgiendo de forma global: desde Canadá y Estados Unidos hasta Brasil, desde Eslovaquia hasta Italia, incluyendo a países como Singapur y Australia. Día a día se hace más evidente que se necesitan nuevas iniciativas para educar no solo a estudiantes, sino a profesores y a los aprendices a lo largo de la vida (o lifelong learners) a procesar los inmensos flujos de información actuales.

Múltiples instituciones gubernamentales así como organizaciones no gubernamentales, universidades, centros de investigación, museos, medios de comunicación, entre otros organismos y colectivos en diversos países están desarrollando programas, iniciativas o proyectos para enseñar a alumnas y alumnos, desde preescolar hasta universidad, la competencia de alfabetización mediática e informacional.

¿Cómo funcionan estas iniciativas?, ¿cómo se debe enseñar esta competencia?

No hay un solo camino, pero sí muchas alternativas que ofrecen recursos y herramientas digitales que pueden adaptarse a la edad de los alumnos y necesidades de las y los educadores.

Mapa interactivo: En este mapa, creado por el Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, se explica a detalle qué iniciativas educativas están surgiendo alrededor del mundo para enseñar la competencia de alfabetización mediática e informacional (MIL). Cada ícono ofrece una visión general de la iniciativa o proyecto: ¿qué es ?, ¿de qué se trata?, ¿cómo se enseña la competencia?

Para más información, cada uno de los íconos tienen un enlace que lo dirige al sitio web correspondiente de la iniciativa o proyecto.

Una forma de enseñar esta competencia es a través de clases en línea. En Estados Unidos, por ejemplo, existe Checkology®,  un aula digital que ayuda a los educadores a equipar a sus estudiantes con herramientas para evaluar e interpretar las noticias y aprender a determinar qué información es confiable. La Escuela de Periodismo de la Universidad de Stony Brook, por otra parte, tiene el Center for News Literacy (Centro para Alfabetización Mediática) que, entre otros recursos, ofrece el curso de alfabetización de noticias en línea “Making Sense of the News: News Literacy Lessons for Digital Citizens”, al que se puede acceder a través de Coursera.

Otras iniciativas educativas o de organismos no gubernamentales que ofrecen recursos, herramientas, talleres, clases y/o currículums digitales, enfocados en la educación son: LupaEducação, en Brasil; Osservatorio Permanente Giovani-Editori, en Italia; Globsec, en Eslovaquia; First Draft, en Londres y Nueva York; y The Media Literacy Council, en Singapur.

Medios de comunicación y hasta museos, también han creado recursos educativos para profesores, estudiantes y el público en general. En Estados Unidos, The New York Times creó la sección The Learning Network, todos sus contenidos son pensados para estudiantes y de acceso gratuito. En Reino Unido, BBC creó algo similar con BBC Young Reporter y en Australia, el medio ABC News siguió un camino similar.  En Washington, un museo dedicado a las noticias –Newseum– en colaboración con empresas privadas desarrolló NewseumED.

Cada vez surgen más iniciativas educativas que buscan enseñar la competencia de alfabetización mediática e informacional. No solo las ONG y compañías de medios de comunicación están interesadas, también los gobiernos y las grandes empresas tecnológicas.

Italia, por ejemplo, tiene una iniciativa que vale la pena revisar. Desde 2017, el Ministerio de Educación de este país lanzó un programa (en cooperación con grandes empresas digitales como Facebook), que consiste en clases para enseñar cómo reconocer noticias falsas y verificar información. La primera fase incluyó 8,000 escuelas italianas, aproximadamente 4 millones de estudiantes.

Por otra parte en Canadá, en 2017, Google otorgó  $500,000 dólares para el proyecto NewsWise, realizado en asociación con The Canadian Journalism Foundation (CFJ) y CIVIX. El objetivo: enseñar a las y los estudiantes a analizar los mensajes de los medios y ampliar su conocimiento sobre cómo se producen las noticias. La fase piloto trabajó con  1.5 millones de niños canadienses (entre 9 y 19 años).

En Europa existe el Grupo de Expertos de Alto Nivel de la Comisión Europea sobre la Desinformación Digital y Noticias Falsas. Su iniciativa educativa más fuerte es Lie Detectors, trabaja en Alemania y Bélgica y enseña a los alumnos (de 10 a 15 años) habilidades como la identificación de noticias falsas y métodos para verificar información.

Referencias

European Commission (2019). A Digital Single Market for the benefit of all Europeans. EU publications. Recuperado de: https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/a_digital_single_market_benefit_all_europeans_en_20190319_1230.pdf

Freedom House (2017) Freedom on the Net 2017: Manipulating Social Media to Undermine Democracy. Recuperado de: https://freedomhouse.org/report/freedom-net/freedom-net-2017

European Commission (2018). Final report of the High Level Expert Group on Fake News and Online Disinformation. EU publications. Recuperado de:  https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/news/final-report-high-level-expert-group-fake-news-and-online-disinformation

Levine, P., & Kawashima-Ginsberg, K. (2017). The republic is (still) at risk–and civics is part of the solution. Medford: Tufts University, September, 21, 5. Recuperado de: https://www.civxnow.org/static/media/SummitWhitePaper.fc2a3bb5.pdf

Sperry, C. (2018). » Fake News» and Media Literacy: An Introduction. Social Education, 82(4), 206-207. Recuperado de: https://www.socialstudies.org/publications/socialeducation/september2018/fake-news-media-literacy-an-introduction

UNESCO (S/A). Alfabetización mediática e informacional. Recuperado de: http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/media-development/media-literacy/mil-as-composite-concept/

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En Argentina: El desafío de la alfabetización digital

América del Sur/Argentina/perfil.com/ por Suplemento Educación

Frente al actual contexto digital, la escuela tiene el reto de reflexionar sobre sí misma y apropiarse de las posibilidades que ofrecen las tendencias emergentes. En ese marco, Argentina se convirtió en 2018 en el primer país de América Latina en integrar la programación y la robótica en toda la educación obligatoria. La iniciativa, que se enmarca en el Plan Aprender Conectados, fue destacada por la UNESCO como una de las cinco políticas de avanzada en alfabetización digital que se implementan en el mundo.

El desarrollo acelerado de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) trajo consigo cambios sustanciales en la organización de la sociedad y sus formas de conocimiento y de pensamiento. Códigos, algoritmos, robots y océanos de información habitan hoy el gran cosmos digital. En este contexto, el sistema educativo asume el desafió de repensarse y apropiarse de las posibilidades que ofrecen las tendencias emergentes para intentar transformar prácticas vinculadas con una realidad que poco a poco está quedando atrás. En ese camino de transformación, nuestro país dio un paso fundamental al establecer la integración curricular de la educación digital, la programación y la robótica a la educación obligatoria, a través del plan Aprender Conectados de la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT).

Este hecho, que se concretó en 2018 cuando el Consejo Federal aprobó los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) de Educación Digital, Programación y Robótica, convirtió a la Argentina en el primer país en la región en incorporar estos saberes desde sala de 4 años. Mientras se distribuyen los dispositivos previstos por Aprender Conectados, las provincias tienen plazo hasta septiembre del año próximo para terminar de adecuar en sus currículas los contenidos de los NAP. Cada una puede optar por incluir la programación y la robótica como materias aparte o incorporar esos contenidos de manera transversal con otras asignaturas como matemática, lengua, ciencias naturales, etc.

Por las iniciativas que ya se están desarrollando bajo Aprender Conectados, la UNESCO destacó a nuestro país, junto con Reino Unido, Estonia, Malasia y Singapur, en el documento “Inteligencia Artificial en educación: desafíos y oportunidades para un desarrollo sostenible”. Allí, el organismo manifestó que Argentina es uno de los cinco países del mundo en desarrollar políticas de avanzada en alfabetización digital.

NUEVAS FORMAS DE ENSEÑAR Y APRENDER

Desde la cartera educativa nacional señalan que Aprender Conectados está orientado a un estudiante activo y participativo, con un docente capacitado que lidere el aprendizaje.  Para llevarlo a cabo, se brinda a las escuelas equipamiento tecnológico, conectividad, contenidos pedagógicos específicos sobre alfabetización digital y formación docente actualizada. El plan, que propone integrar la tecnología en proyectos basados en desafíos del mundo real, llega a todos los establecimientos educativos estatales del país con un aula digital móvil que ofrece recursos tecnológicos. Además de tabletas, computadoras portátiles y robots educativos, integra diversos dispositivos complementarios. Se trata de un conjunto de tecnologías muy completo y orientado a los aprendizajes, que también alcanza, por primera vez, a todos los jardines de gestión estatal del país.

Aprender Conectados cuenta, además, con una oferta de contenidos innovadores, incluyendo documentos orientadores, actividades, proyectos, secuencias didácticas, videos educativos, videojuegos y actividades interactivas diseñadas para cada nivel.

PEQUEÑOS DIGITALES

Nuevos materiales y recursos fueron diseñados para implementarse en el nivel inicial. Además de cuentos, bibliotecas, el plan ofrece diversas aplicaciones y software educativos para aprender programación, robótica y diseño gráfico. Por otra parte, ofrece la serie educativa interactiva de dibujos animados Digiaventuras, una propuesta que aborda distintos contenidos vinculados con los NAP de Educación digital, Programación y Robótica. En cada capítulo, los personajes enfrentan un desafío, a través del cual descubren nuevos conocimientos relacionados con el mundo digital: desde cómo cuidar la computadora o qué es un robot, hasta cómo navegar con seguridad y responsabilidad.

Sobre la iniciativa, Florencia Ripani, directora Nacional de Innovación Educativa del MECCyT, explicó: “La integración de Aprender Conectados al nivel inicial aporta, por primera vez en la historia de la educación argentina, tecnología y contenidos digitales que generan nuevas oportunidades para reconocer y construir la realidad, dado que abre una ventana al mundo y facilita la comunicación y la iniciación a la producción digital. Pero, además, promueve la valoración crítica de las tecnologías de la información y la comunicación desde edades tempranas.”

“Los primeros años de vida son un período clave en el desarrollo de cada niña y niño, que influyen significativamente en su posterior trayectoria personal y educativa. Por eso, es importante iniciar la alfabetización digital en la educación inicial. Esto implica equiparar los puntos de partida desde el inicio de la experiencia de vida, garantizando mayores oportunidades para todos, especialmente para las niñas y los niños en situación de vulnerabilidad”, agregó Ripani.

EXPERIENCIAS INNOVADORAS

Aprender Conectados también llega a los establecimientos educativos de los niveles primario y secundario con infraestructura, equipamiento tecnológico, conectividad, contenidos pedagógico sobre alfabetización digital y capacitación docente. La Escuela Provincial N°645 “Ejército Argentino” de la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, es uno de los tantos establecimientos que desarrollan iniciativas a partir de los nuevos recursos que llegaron allí. A través de un proyecto integrador de ciencias naturales y matemática, los estudiantes de 7º grado trabajaron con todo lo aprendido sobre el sistema solar y los planetas para dar los primeros pasos en programación.

El desafío que llevaron adelante las docentes María Villalba y Mónica Velloso consistió en que los estudiantes idearan un proyecto con una producción en Scratch que permitiera relacionar contenidos y evaluar los aprendizajes. Los alumnos, entonces, realizaron una simulación interactiva a través del kit Código Pi, uno de los recursos que brinda Aprender Conectados, para representar el comportamiento del sistema solar. “La información incluida en la simulación debía visualizarse al presionar sobre el planeta elegido. Esto permitió evaluar la comprensión sobre el tema y la capacidad de resumen del alumno”, señalaron las docentes.

Durante el proyecto, los chicos demostraron una gran capacidad creativa y un desarrollo de claridad a la hora de describir cada uno de los planetas y sus características. A su vez, a través de esta actividad incorporaron conocimientos sobre distintas propiedades matemáticas que les permitieron definir el movimiento y la animación haciendo un uso correcto del tiempo y el espacio con el objetivo de lograr una representación fiel del sistema solar.

Pero la tecnología que llega a las escuelas es utilizada por la comunidad educativa en distintas áreas. Así lo demuestran los estudiantes de la Escuela Agrotécnica “Eulogio Cruz Cabral” de la localidad de Mercedes, provincia de Corrientes, al aplicarla en materias de agricultura.  En las instalaciones del establecimiento educativo correntino funcionan una huerta escolar y un sector de faena de pollos y porcinos, donde los alumnos desarrollan las prácticas de sus materias curriculares. Allí empezaron a trabajar con DronLab, una de las soluciones tecnológicas que llegó a la institución a través del plan. “En Organización y Gestión de producción vegetal IV, los chicos realizaron recorridos aéreos con drones con el objetivo de recopilar imágenes que sirvan para observar el estado de las plantaciones o visualizar el estado corporal de los animales”, explicó Jessica Ferreyra, facilitadora pedagógica de la institución.

“Tratamos de que los chicos tengan contacto con las nuevas tecnologías, ya que se está viendo mucho auge en la agricultura de precisión”, añadió Cristian Escobar, docente de la escuela. En efecto, el uso de drones en agricultura es de gran ayuda, ya que permite obtener desde el aire otra perspectiva de la cosecha y así detectar incidencias en cada campaña agrícola. “Los chicos pueden sobrevolar los campos de forma rápida y captar información diversa gracias a los sensores que posee el equipamiento. Esto permite que aquellos que gestionan los cultivos tengan a su disposición una herramienta de control para incrementar la productividad”, resumió Ferreyra.

Sin duda, las posibilidades que brindan los recursos de Aprender Conectados son múltiples y diversas, y el Colegio Provincial “Padre José Zink” de la provincia de Tierra del Fuego lo sabe, dado que allí combinaron matemática, ciencias naturales y tecnología para diseñar un vivero automatizado en base al kit de robótica Gigabot. La escuela fueguina cuenta con un vivero en donde se desarrollan actividades vinculadas al cultivo de diversas especies de plantines (plantas ornamentales, aromáticas y algunas especies autóctonas). Los estudiantes detectaron que las amplitudes de luminosidad extremas y dispares entre las temporadas estival e invernal del lugar incidían en el crecimiento de las plantas. Por ello, buscaron mecanismos que moderaran este fenómeno a través de sistemas de cortinas que se activen con la captación de la luz, de riego inteligente y de ventilación.

El proyecto, que lleva por nombre Yoppen Ma’hai (compañera sombra en lengua Ona), se pensó en cuatro etapas. Primero se diseñó una maqueta, después se realizó un diagrama de las partes que se automatizarían en el vivero, luego se reconoció el kit de programación Gigabot y, por último, se implementaron las diferentes estructuras automatizadas dentro de la maqueta. Todos estos proyectos y muchos más que se desarrollan a lo largo de todo el territorio nacional parecen demostrar que, en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, ya nadie puede evitar el uso de las tecnologías emergentes. En efecto, estas experiencias escolares evidencian que la alfabetización digital se puso en marcha y su implementación en las aulas ya no tiene vuelta atrás.

Educación domiciliaria y hospitalaria A partir de la Ley de Educación Nacional del año 2006, la educación domiciliaria y hospitalaria es reconocida como una modalidad que conforma el sistema educativo nacional. Dado que los alumnos de esta modalidad se encuentran en contextos de internación, es fundamental el diseño de estrategias que favorezcan el aprendizaje de los estudiantes. Frente a este escenario, la realidad virtual brinda, sin duda, la posibilidad de hacerlo. Para ello, Aprender Conectados proveerá a todas las jurisdicciones de herramientas de realidad virtual que posibiliten llevar adelante esas acciones. En esta inmersión, el usuario encuentra una respuesta o estímulo sensorial, pudiendo manipular objetos e interactuar con el ambiente de un modo constructivo. Los alumnos podrán interactuar de una forma similar a cómo lo harían en el mundo real a pesar de su situación de aislamiento. Una primera experiencia de esta iniciativa ya se realizó en la Escuela Hospitalaria N°2 del Hospital Garrahan, capacitando a los docentes en los recursos especialmente diseñados para que luego puedan implementarlo en las clases con sus alumnos. Próximamente la propuesta llegará a todas las escuelas hospitalarias del país, alcanzando a 3527 docentes de la modalidad y 33.160 alumnos en situación de internación.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/educacion/el-desafio-de-la-alfabetizacion-digital.phtml

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