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“Sobre el trabajo de las mujeres se ha acumulado demasiada riqueza para los capitalistas”

La obra de Silvia Federici impulsa desde los años 70 una reflexión y una militancia en torno al trabajo doméstico, las revoluciones, el capitalismo y las formas en que estos atraviesan sexualidad y política. Volver a colar a la revolución en el horizonte de las utopías políticas y sensibles tanto del feminismo como de los movimientos emancipatorios del mundo, es uno de sus grandes aportes a la teoría feminista, pero también a la política y a la historiografía

Pasó del calor brasileño al frío húmedo montevideano. Hospedada en una casa comunitaria que habita el colectivo uruguayo Minervas, Silvia Federici, sentada en una silla de plástico blanca, se aleja un poco de la estufa a gas de garrafa. “Me estoy cocinando”, aclara. Soltamos unas risas breves, casi incómodas, por la paradójica situación.

Federici encabezó la campaña por el salario para el trabajo doméstico y supo recuperar imágenes, documentos y testimonios para historizar la caza de brujas como método de persecución, represión y matanza de mujeres. Hace pocos días estuvo en Montevideo, invitada por el colectivo Minervas para participar del seminario Ni caza de brujas, ni brujas en las casas. Tiempos de luchas feministas”,  sintetizó su obra más conocida (Calibán y la bruja) y reflexionó sobre cómo se da la caza de brujas en el presente. Un rato antes que comenzara el Seminario que brindó el 25 y 26 de julio dialogó con Latfem.

¿Cúal es tu opinión del  Sistema Nacional de Cuidados que se comenzó a implementar con experiencias piloto en algunos puntos de Uruguay?

Durante los años ´70 pedíamos salario por trabajo doméstico para poner fin al trabajo no pago, decir basta de dar más ganancia al capital, descubrir todo un territorio de explotación y empezar una campaña para combatir la desvalorización del trabajo doméstico. Sobre el trabajo de las mujeres se ha acumulado demasiada riqueza para los capitalistas, en base a una infraestructura productiva de explotación. Es una ilusión pensar que el Estado va a eliminar con este sistema el trabajo de cuidados con niños, enfermos, ancianos, cuando se sabe que este es un trabajo que no tiene límites.

Personalmente tengo experiencia de lo que significa este sistema público, cuando llegan a tu casa y ayudan con ciertas tareas. Te pueden ayudar pero de un modo limitado. La gran parte del trabajo queda igual en manos de los familiares. Y he verificado que, cuando estos trabajos se organizan desde el Estado, siguen reproduciendo una lógica de mercado.

Mi madre tenía una enfermedad por la que sus huesos eran muy frágiles, y todos los días cambiaban los cuidadores que llegaban a la casa. Tuvimos que luchar para lograr que mandaran siempre a la misma persona para que se generara confianza. La respuesta era que esto no era ‘eficaz’.

¿Se pueden pensar alternativas por fuera del Estado para terminar con esta desigualdad?

El trabajo de reproducción necesita afectividad, respeto, confianza. No es un solo material. Es un trabajo complicado. No es como limpiar un coche. Este sistema tendrá límites. Te da ayuda pero no se corresponde con las necesidades reales. Igual debemos tener en cuenta a las personas que no tienen familiares y deben ser cuidados, o quienes tienen familiares, pero están lejos o no las pueden cuidar. Este sistema no se puede aceptar ni rechazar. Una solución es pensar que se cree como un sistema común, comunitario, desde el barrio. Que vecinos y vecinas se junten con quienes van a dar el servicio y coordinen, porque así pueden intervenir e impulsar otras formas de llevarlo adelante.

El castigo a las mujeres

Por estos días, Federici lee documentos sobre la caza de brujas en la región andina, en Brasil y en México y cómo esta práctica se renueva y profundiza en el presente. Entierros de mujeres vivas en distintos países de África, campos de concentración donde encierran a brujas en Ghana, femicidas que publicitan sus crímenes por las redes sociales, asesinatos de mujeres indias para obtener más dote marital. El castigo está vigente contra mujeres no hegemónicas, rebeldes, subversivas, que revitalizan el poder femenino de lo comunitario. Que se cuestionan las crianzas aisladas y buscan volver a la tribu sin idealizar el concepto. Esas que quieren volver a dialogar con el vecino, recuperar redes de solidaridad desde lo más cercano, porque saben que allí se teje lo poderoso. Las que construyen con orgullo los pasos de sus cuerpos disidentes.

En  los países de la región hay leyes que han tipificado o están por tipificar la figura de femicidio como en Uruguay, ¿cuál es tu opinión sobre esa figura?

Luchar para conseguir leyes que ya existen es contraproducente. Un ejemplo es la lucha de ciertas feministas por leyes contra la trata, que han acabado siendo utilizadas contra los migrantes, por ejemplo. Las feministas no deben luchar porque los gobiernos introduzcan leyes más represivas.Esas leyes ya están y la violencia se ha incrementado. Y pedirle a esos gobiernos que ya ejercen violencia, es pedir que nos sigan dividiendo. Entiendo que a veces haya que llamar a la policía, porque no se ven otras salidas, pero muchas veces esa misma policía es la que las mata después.

Colmado el salón de la Escuela de Formación Popular Elena Quinteros -nombre de una maestra uruguaya desaparecida en la última dictadura cívico militar-, mujeres y varones se sientan hasta en el piso para escucharla. “Los distintos tipos de violencia (no sólo la doméstica, o el femicidio como punto más extremo, sino también la institucional y otras) son la respuesta que da el patriarcado a la búsqueda por parte de las mujeres de querer ser protagonistas de nuestras vidas”, dice Federici.

Recuperando el concepto de la antropóloga feminista Rita Segato sobre la pedagogía de la crueldad, enfatiza que estamos en un momento de recrudecimiento de la violencia contra las mujeres, como respuesta a nuestra búsqueda de autonomía: “Matar a una mujer y publicitar estos crímenes es una forma eficaz de decirle a la sociedad: ‘No puedes resistir porque te enfrentas a fuerzas invencibles’”.

La trampa de estar en el mercado de trabajo precarizado y capitalista es, para las mujeres, la doble o triple jornada laboral y, para los hombres ha representado pérdidas de puestos y reducción de salario. Por eso, ellos buscarán otras formas de control: irán por el cuerpo de las mujeres. El famoso territorio en disputa. Y querrán controlarlo hasta la muerte.

¿Cuál es el camino?

Si bien “aisladas estamos derrotadas”, también es importante no caer en buscar una suerte de representatividad global o de “unificar luchas”: “Aprendí del movimiento feminista y del Black Power que, tras 500 años de construcción de jerarquías, de diferencias, no se puede pensar que la igualdad existe. Hemos visto que la unificación, bajo un sistema político -por ejemplo-, significa la dominación bajo los que tienen más poder y determinan en la agenda política qué es importante y qué no lo es. Esto no quita que se puedan identificar momentos de lucha conjuntos. Pero no tener subordinación política total. Tu voz debe ser escuchada.

Federici lo sabe por todas las asambleas en las que a las feministas le han dicho algo como: la revolución viene primero, tu demanda será después.

De allí que sostenga que “es necesario considerar el principio de autonomía organizativa, sabiendo que no somos todos iguales y que blancos, negros, mujeres, hombres, tenemos distintas demandas y reivindicaciones. Solamente en estos espacios seguros, en los que se construye confianza, puedes analizar tu situación, condición indispensable para luchar contra la explotación e identificar las formas de lucha necesarias. Como hicimos las feministas. Nunca hubiera sido posible en reuniones mixtas donde nos ridiculizaban y nos tapaban la boca”.

Por último, remarca que no le gusta el concepto de representatividad. “El feminismo de Naciones Unidas pretende hablar por otras, representar a todas. Y, como dice María Galindo: lo que te representa, te reemplaza. Nosotras no representamos a ninguna: hablamos en primera persona”.

 Fuente:http://latfem.org/sobre-el-trabajo-de-las-mujeres-se-ha-acumulado-demasiada-riqueza-para-los-capitalistas/
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Entrevista a Emmanuel Todd: “lo que ás me preocupa en Francia es la radicalización de los poderosos”

Por: Rafael Poch

Historiador, demógrafo, autor de algunos libros bastante sólidos en relaciones internacionales y de algunas obras mayores como Le Destin des immigrés. Assimilation et ségrégation dans les démocraties occidentales, Emmanuel Todd, 1951, es un pensador a veces desconcertante pero siempre original.

Muy polémico en Francia e indiferente a las críticas que suscita en el gran rebaño intelectual, Todd es un sólido estudioso de la antropología histórica del mapa francés y de los sistemas familiares. Nieto del filósofo Paul Nizan y pariente de Claude Lévi-Strauss, Todd considera que el euro es un desastre para Francia, que su país ya no cuenta para nada y que, tras la elección de Emmanuel Macron, se entrará en un escenario de turbulencias.

A pocos días de su jubilación se declara algo apartado de sus ocupaciones intelectuales habituales y con ganas de meterse en temas tan alejados de ellos como por ejemplo la arquitectura del Imperio Romano.

Estas elecciones parecen más el principio de algo que un desenlace, ¿no?

Para mi la verdadera novedad ha sido el voto a Mélenchon. Es la única fuerza que ha progresado de verdad, más de 8 puntos, cundo el FN solo ha avanzado 3,5 puntos. Ha quedado a la par. Creo que la emergencia en Francia de una fuerza de contestación al liberalismo y Europa que no es xenófoba, es una verdadera esperanza. Dicho esto, no pasó a la segunda vuelta en la que se enfrentan la Francia de arriba y la de abajo. No veo nada esencialmente nuevo, sino algo parecido al fantasma del Tratado de Maastricht. Es decir, los dos campos de 1992 que finalmente han adquirido una forma política como en el voto del referéndum constitucional (de 2005). Lo primero que hice después de la primera vuelta fue sumar el total Macron+Fillon+Hamon, es decir de todos los que juraron lealtad a Berlín. Todos los favorables al euro y que de hecho no son más que eso, con algunos diciendo que harán ciertas cosas, como Fillon y Hamon, y otros que dicen que no harán nada en ese frente, el caso de Macron. Se obtiene un 50% con algunas migajas, es decir es como una repetición del voto de Maastricht. Me parece fascinante porque han pasado 25 años, el euro es un fracaso económico total, Francia acumula un paro estructural del 10%, se ha fragmentado su sociedad y el resultado es un conformismo increíble. ¿Por qué no ha aumentado aún más ese rechazo?

Lo primero que se me ocurre es observar la población. Entre 1992 y 2015, la población francesa ha envejecido. La edad media ha aumentado entre 5 y 6 años. Y en el contexto del euro, los viejos son prisioneros. No fue el caso del Brexit, ni de Trump en Estados Unidos, pero en Europa y en Francia los viejos viven bajo la amenaza de una liquidación de sus pensiones si se sale del euro. Hasta ahora se decía, “los viejos son conservadores”. Yo diría más bien que han perdido el derecho de voto. Les dicen, “si quieren mantener sus pensiones, hay que mantener el euro”. Es un factor de bloqueo y ese factor ha aumentado de una manera increíble.

Lo segundo es que una de las cosas que explican el temperamento democrático e igualitario en las sociedades avanzadas es la estratificación educativa. Antes era saber leer y escribir. Desde la guerra, se aumentó el nivel de gente con estudios secundarios, superiores… La gente con estudios superiores produjo una oligarquía de masas. No de élites, sino de masas, gente que vive en su propia salsa y que se cree superior. La gente que apoyaba a los Clinton en Estados Unidos, los universitarios partidarios del “remain” (en la UE) en Inglaterra, los jongleurs que oscilan entre izquierda y derecha en Francia… pero lo que se me escapó es que el número de esta oligarquía no es estable. Miré las estadísticas: en 1992 la proporción de gente con estudios superiores era del 12% y ahora son el 25%. Quiere decir que el segmento superior oligárquico de la sociedad ha doblado de tamaño en el periodo. Así pues: una población más vieja, más masa oligárquica, todo eso integrado arroja una base para el conformismo macronista que se ha desarrollado enormemente, mientras la situación general de los de abajo se ha deteriorado notablemente desde Maastricht. Una polarización. Y por eso creo que los macronistas están tan nerviosos. Yo vivo en ese medio. Te dicen, “cómo es que te vas a abstener…” “cómo vas a dejar pasar a Marine Le Pen…”, no hay el más mínimo riesgo de ello, pero no importa- el grupo alcanza una fuerza que le permite declarar una especie de timing out ideológico. La verdadera novedad del macronismo es que con él elegimos al representante de Berlín, no al Presidente de la República Francesa. La novedad es que él es el primero que lo dice abiertamente. Sarkozy hizo el mismo papel, pero señalaba chivos expiatorios, decía “es culpa de los árabes”. Hollande llegó diciendo, “soy un hombre de izquierda”, “mi enemigo es la finanza”, “cambiaré las cosas con Alemania”. Macron es el primero que dice: no haré nada, vais a aceptar vuestra sumisión oficialmente, cerráis el pico, es esto o el horror del lepenismo. Es un giro. La culminación de una búsqueda de dominio que existe desde hace 25 años.

A propósito de esta oligarquía de masas, el ultimo mitin de Macron, ayer, dijo cosas como, “no a proteger a los pequeños, sino dar libertad”, “creo en la trayectoria de los individuos en la sociedad”, “hay talentos y no talentos, hay que construir la autoridad de los que saben” y citó a un intelectual enfrentado a los estudiantes de su universidad en el 1968 que cuestionaban su autoridad, diciendoles: “Mi autoridad viene de que yo he leído más libros que ustedes”….

Ja, ja. Lo que me hizo reír de verdad fue la entrevista televisada de Macron con Delahuse. Allí dijo, “Marine Le Pen es una heredera, ella es la que representa a la Francia de los de arriba, yo soy un meritocrata”. Es un desconocimiento de lo que es la verdadera sicología de los herederos y los meritócratas. La gente no se da cuenta de que el hecho de que un meritocrata venga de un medio social medio – el caso de Macron- no hace en absoluto de él un defensor de la igualdad. Es exactamente lo contrario: es un tipo que está convencido por el sistema de su superioridad intrínseca. Un meritocrata será la peor amenaza para el sistema igualitario. Mientras que ciertos herederos, en el medio intelectual, son gente que saben todo lo que deben a su familia, que saben hasta qué punto no se han hecho a sí mismos, y que, al final son mucho más modestos y respetuosos de la gente común.

Para Francia el euro es la salida de la historia”

Hace 36 años Mitterrand llegó al poder al fin del ciclo keynesiano. Ahora Macron llega al final de un ciclo neoliberal…

El drama es que la historia está regresando a su curso normal. Los franceses no acaban de aceptar el hecho de que hace mucho tiempo que no son ellos los que definen el sentido de la historia. Podrían haberse dado cuenta de ello en 1940. Creo que los treinta gloriosos, la recuperación de posguerra, reavivó una ilusión: la de estar escribiendo su historia. Francia tenía una tasa de crecimiento buena, aunque era de recuperación, es decir para alcanzar a los primeros. Luego la realidad de la historia que se creó fue el hundimiento de la URSS, la reunificación alemana…. Francia se encontró con su estatuto de potencia mediana. Habría podido hacerlo mejor. Con Mitterrand aún había la conciencia de que la Alemania reunificada era una potencia de otro calibre que Francia. Mitterrand fue sobrecogido por el miedo y se lanzó al euro. Una vez que Francia estuvo metida en el euro, se acabó. Para Francia, el euro es la salida de la historia. No se quiere admitir y es chocante cuando te mueves por el mundo –yo viajo frecuentemente a Japón- está claro que Francia ya no controla nada, en Europa… Y lo que es impresionante es la incapacidad de las elites francesas de admitirlo. Recuerdo haber tomado una copa con un ministro de derechas que me explicaba que los alemanes eran un desastre y que para conseguir algo tenía que ir a Berlín a ver a su homólogo alemán. No se daba cuenta que con aquel desplazamiento definía una perfecta relación de subordinación. Francia es un gran país, con una larga historia, pero no puede aceptar la realidad. Está en un proceso de sumisión que no se reconoce. En ese contexto, estas elecciones son la culminación.

Pero el Señor Macron, reconoce perfectamente eso: dice que no piensa batallar nada con Alemania, que hay que hacer los deberes y punto.

Puede que Macron sea el hombre que admita que Francia ya no existe… Puede que esa sea su misión histórica: hacer comprender a los franceses que Francia ya no pinta nada. Soy muy mal sicólogo, voté por Hollande, nunca creía que fuera tan nefasto, pero no me atrevo a reducir a Macron a las fuerzas que tiene detrás, los bancos, etc. Soy un jubilado y no estoy capacitados para meterme en la cabeza de un tipo de 39 años que se encuentra convertido en Presidente de la República. Hay que concederle algo a la incertidumbre. Tuvimos una muy mala sorpresa con Hollande y no podemos excluir una buena con Macron.

…Es lo que me dijo el Señor Chevènement, “después de todo no hay que insultar al futuro”, y también el Señor Edgar Morin que mencionó a Juan Carlos nombrado por Franco y propiciador de la democracia, o Gorbachov que se carga el sistema del que salió…

Sí, se puede soñar. Pero hay que decir que cuando Macron habla de cosas concretas, de economía, etc., habla como un manual. Lo más probable es que tengamos una acentuación de lo que se ha hecho con Manuel Valls, lo que creará tensiones y un aumento de la violencia. Lo que hace al sistema francés menos estable que el alemán, español, etc, es que aquí todavía hay bastante jóvenes. En España, Italia, Portugal, la política que se aplica es desfavorable para los jóvenes, pero hay pocos, mientras que en Francia es desfavorable y continuamos fabricando jóvenes.

…Hay también cierta tradición social, ¿no?

Me gustaría poder decirlo, pero el ejemplo del referéndum de 2005 no es muy estimulante: votaron no, les colaron lo mismo con el Tratado de Lisboa y nadie se movió…Francia es un país decepcionante.

Donde pasan hoy las cosas es en Estados Unidos e Inglaterra”

Depende con qué la compare, ¿no?

La comparo con el país de mi infancia

Pero aquello era excepcional: una gestión magnífica de su debilidad en el mundo de posguerra tras haber sido derrotada militarmente, ocupada y deshonrada por el colaboracionismo. Y acompañando a esa proeza de De Gaulle, una potencia cultural extraordinaria, la Francia de Sartre, Camus, Barthes, Lévy-Strauss, Braudel, Bourdieu, Aaron…No me extraña que haya tanta nostalgia en la Francia de hoy: venían de un nivel muy alto.

Si, pero hoy, los países en los que pasan las cosas, son Estados Unidos e Inglaterra. Si pensamos en la crisis de la democracia, en el desprecio de la población, etc, donde se han producido las primeras reacciones ha sido allá, cierto, con un componente xenófobo: se trata del Brexit, de Trump. Los que inventaron la democracia representativa no fueron los franceses, sino los anglosajones, los americanos. En 1789 los franceses ya estaban en posición de alcanzarles. Es verdad que lo hicieron más masivo y más violento…

… y bastante más social, ¿no?

Sí, más igualitario. Pero los franceses fueron también más frágiles, con todos esos vaivenes que siguieron

… los avances y retrocesos de 80 años hasta la consolidación de un orden republicano estable después de la masacre de la Comuna…

Sí, pero cuando miras hoy el mapa del voto del Frente Nacional, es el mapa de la Francia revolucionaria… El área de París y la cuenca mediterránea de tendencias igualitarias, donde la religión católica se hundió desde el siglo XVIII. Una especie de Andalucía en la que la gente sabía leer y escribir. Luego hay toda una periferia en el oeste, alrededor del Macizo Central, en los Alpes y el este, donde tienes una estructura familiar que propicia la disciplina con una fuerte impronta católica hasta 1950/ 1960. En España sería algo entre Cataluña y Galicia, regiones más disciplinadas. En 1789 las regiones que dominaban Francia eran liberales e igualitarias. Imagínese una España controlada por el espíritu andaluz y que de repente se ve controlada por los vascos. La disciplina vasca contra la anarquía andaluza. Es un cambio sensible. La Francia revolucionaria tenía en su centro dos tercios de andaluces y un tercio de vascos que aportaban el orden y aguantaban el chiringuito desde el punto de vista de la disciplina, y que cayó en un cuadro en el que ganan todas las fuerzas de la autoridad y la disciplina. Todo esto no parece muy serio pero se corresponde con las estructuras familiares que he estudiado: El voto a Le Pen corresponde con las regiones con gente de tradición liberal-igualitaria.

Mencioné antes a Mitterrand porque llegó al poder con un programa de nacionalizaciones, de transformación social nacional, y a los dos años se pasó al cuadro de la integración europea en clave neoliberal, en el fin del ciclo keynesiano. Macron está en una situación semejante: todo lo que propugna está caducado.

Si, pero ahora son los alemanes los que mandan. Lo que piensen los franceses no tiene tanta importancia.

Pero, ¿tienen los alemanes un proyecto, más allá de seguir consecuentemente la línea hacia su habitual desastre dominador?

Tienen una racionalidad limitada. Hay un agujero en la cultura alemana. En términos de sus elites Alemania no se ha recuperado del todo de la experiencia nazi. Las universidades están subdesarrolladas… Se dice que Alemania produce excelentes máquinas, pero es que la misma sociedad alemana es una máquina. Alemania resuelve problemas técnicos. No producen suficientes hijos, hacen venir emigrantes… Estoy seguro de que en la lógica alemana la destrucción de las economías italiana, española y portuguesa, no ha sido un accidente. Estoy convencido de que la destrucción de esas economías (enseña una portada de Der Spiegel, felicitándose del flujo de jóvenes cualificados españoles, italianos etc hacia Alemania).

Cuando se le dice a Alemania que las medidas de austeridad que exige a los países del sur son destructivas, “sean razonables”, etc., hay una confusión: creo que ellos lo entienden perfectamente. Su objetivo es, precisamente, la destrucción de estas economíasy la recuperación de esa mano de obra cualificada del sur. Es una racionalidad bastante sofisticada pero una racionalidad de medios, sin objetivo existencial. Hay una búsqueda de potencia, pero la búsqueda de potencia de un país que solo produce 1,4 niños por mujer en cada generación es muy extraña. Sus medidas son racionales. Hay una inteligencia de gestión de la economía a corto y medio plazo –lo que han conseguido es extraordinario: tomar el control de la Europa del Este, subtratar parte de su producción allí, llegar a unos excedentes comerciales impresionantes… La conquista de la economía europea-occidental por el dinero alemán es muy superior a lo que se imagina.

El voto a Mélenchon tiene futuro”

¿Qué le parece la estructura sociológica del voto a Mélenchon?

Es formidable. Si establecemos cuatro bloques, Fillon es el voto del pasado: 40% de más de 65 años, los ricos. Luego tenemos la Francia del presente con este conflicto irresoluble entre los de arriba y los de abajo, y aquí tenemos el voto a Macron muy desviado hacia los de arriba, hacia la gente con estudios, y aún más hacia los que tienen dinero, muy débil entre los obreros. Desde el punto de vista de la edad, es bastante equilibrado aunque algo más acentuado hacia los viejos. El voto Le Pen: muy débil entre las categorías superiores, muy fuerte entre los obreros y muy joven. Y el de Mélenchon es un voto de reconciliación: importante entre los obreros (25%), con un 17% de cuadros superiores, masivo en las profesiones intermedias, es el más joven, por encima del 30%, y muy débil entre los viejos. (Piense que el mensaje que se les lanza es: si salen del euro ustedes pierden sus pensiones.) Así que el voto por Mélenchon supera el enfrentamiento entre la Francia de los de arriba y la de los de abajo. Es una Francia de todo el mundo. Para mí eso quiere decir que el voto a Mélenchon tiene futuro, porque una sociedad no puede vivir con un enfrentamiento como el que representan Le Pen y Macron. Es algo que te empuja hacia la guerra civil, porque una sociedad no puede vivir únicamente en la longitud de onda de sus elites y para su elites, ni tampoco sobre el presupuesto de que el pueblo es una maravilla humana. O sea que habrá que definir una síntesis. (Aclaro que siempre he militado por unas elites responsables, no soy un fanático del igualitarismo de ingresos, soy partidario de un capitalismo regulado, estoy a favor de la salida de la UE, pero no de la salida del capitalismo…) En Estados Unidos pasa un poco lo mismo: están en un estado de guerra civil fría: Trump ha sido elegido, el establishment no acepta su legitimidad, y el trumpismo tampoco acepta la legitimidad de los otros…Si quieren seguir siendo una nación equilibrada les hará falta una negociación entre los dos campos que defina una síntesis. Y lo que es curioso es que la estructura del voto a Mélenchon es una síntesis.

Yo soy más bien proamericano y creo que en geopolítica el programa de Melenchon podría ser mejor, pero su electorado me ha impresionado porque ahí está un poco todo el mundo; los hijos de emigrantes, los obreros, los cuadros superiores, los enseñantes, técnicos. Insisto: Es una Francia para todos. Parafraseando a la “Manif pour Tous”, yo diría que Mélenchon es “La France pour tous”. La de Macron es la Francia para los ricos, la de Le Pen es la Francia de los no educados, y no son solución.

¿Podemos imaginar una cohabitación Macron-Mélenchon, si éste llegara a conseguir una marea en las legislativas?

Todo es imaginable, pero de momento lo que me choca es que todo el mundo se concentra en el Frente Nacional. Se dice que el FN intenta normalizarse, y se responde diciendo, “pero no es verdad”, etc. Pero a mi lo que verdaderamente me preocupa es la radicalización de la Francia de los de arriba. Ahora quieren gobernar a pelo, desnudos: ahora es el euroliberalismo, es así y vais a tener que obedecer. Me parece que el problema de Francia es la radicalización de los poderosos. Pienso en The Revolt of the Elites and the Betrayal of Democracy de Christopher Lasch, (la idea de que las clases privilegiadas nunca han estado tan aisladas de su entorno) que cuenta lo que pasó en la época de Reagan y de Bush. En Francia estamos retrasados en eso, pero es lo mismo, una especie de reaganismo tardío con 30 años de retraso.

…Con el agravante de que aquellas recetas parecen caducas y que los propios americanos comienzan a enmendarlas…

Exactamente. Nada demuestra mejor que Francia está retrasada. A los franceses les cuesta reconocerlo. En Estados Unidos, el país que hizo avanzar la globalización, el debate sobre el proteccionismo hace furor, Sanders es proteccionista, Trump… Mientras tanto en Francia los políticos dicen que Le Pen es la cerrazón hacia el mundo y que Macron es la apertura. Y en política exterior, el FN es el partido que se interesa por todo lo que es nuevo en la escena: las potencias emergentes, el multilateralismo, es proanglosajón porque ha comprendido lo que significa el Brexit y Trump, el “Abenomics”, etc. O sea que en el plano geopolítico es más bien el Frente Nacional el que está en un plano abierto. Y el tipo que dice representar la apertura es el que no ha entendido nada de lo que pasa en Estados Unidos, que rechaza el Brexit, Putin, que no se si sabría situar al Japón en el mapa…O sea, al final una apertura hacia Berlín. Verdaderamente curioso.

El euro está inadaptado a la economía francesa”

¿Qué cree que va a pasar con la voluntad de imponer ya este verano, por decreto una reforma laboral aun más extrema?

El problema es que el euro está inadaptado a la economía francesa: no puede funcionar para un país que tiene una tasa de fecundidad de dos hijos por mujer. Ninguna política económica (francesa) puede funcionar en el contexto de la zona euro. Con Hollande hemos tenido un aumento del paro del 25%. Esto va a continuar. Me siento incapaz de decir en qué momento eso va a desencadenar la violencia. Hay muchos viejos y puede que Francia realice el escenario Fukuyama de fin de la historia, pero salir de la historia para Francia es entrar en la historia de Alemania. Y no está nada claro que la potencia alemana se mantenga. Puede que nos encontremos con la sorpresa del sistema europeo hundido en su centro. Es lo que pasó con la URSS. Pero de momento creo que podemos decir a los amigos de la Europa latina que Francia se ha deshonrado. Lo que los políticos franceses han aceptado de Alemania, actuar como ayudantes del poder alemán en la Europa del sur, es una inmundicia total. Lo que hizo Hollande con Grecia, enviar sus inspectores, eso fue verdadero petainismo.

En realidad solo los griegos hicieron verdadera resistencia: ni los españoles, ni los italianos hicieron gran cosa.

En realidad, si vamos al fondo de las cosas, la última gran estafa europea es decir que Europa es un polo sólido de resistencia liberal. En realidad la tradición liberal es Inglaterra, Francia con sus oscilaciones, los países bajos, Bélgica y Escandinavia y para de contar. Si te sitúas en la Europa de 1930, no hay más que regímenes autoritarios. Creo que en 2050 el historiador no se hará grandes misterios: mirará el mapa de 1930, verá el mapa de 1980, pondrá el mapa de 2050 y constatará una cierta continuidad autoritaria en 1930 y 1980 y dirá, “hubo un pequeño paréntesis democrático cuando Europa estuvo bajo control americano”.

La conquista de la UE por la extrema derecha ya está en su discurso. Se vio en la reunión de Coblenza. Marion Marechal Le Pen dice que hay que esperar a los avances de nuestros compañeros en países como Italia y otros para dar la batalla en las europeas de 2018, ¿cómo ve eso?

No creo mucho en la Europa-Imperio. La idea de partidos transeuropeos es una ficción. Las culturas nacionales son más fuertes que la divisoria izquierda/derecha. Vea, por ejemplo, lo que decían los socialistas franceses: nos entenderemos con los socialdemócratas alemanes para cambiar Europa. Como si la diferencia izquierda/derecha fuera más importante que las diferencias entre franceses y alemanes. Eso hace partirse de risa a los socialdemócratas alemanes que aún son más nacionalistas que los democristianos porque están implantados en las zonas protestantes, y en el Parlamento Europeo socialdemócratas y democristianos alemanes votan juntos, como alemanes, para defender los intereses de Alemania. No veo que eso vaya a ser diferente con la extrema derecha. Piense que en Francia hay en la extrema derecha un sustrato antropológico-histórico de rebeldía (antes hemos hablado del elemento “andaluz”) mientras que en Alemania la extrema derecha arraiga especialmente en las regiones prusianas, en el Este protestante, luteranas y para que esa extrema derecha funcione es como decir: “vamos a hacer una gran fuerza unida con los militares prusianos y el anarquista andaluz”.

Para salir del euro necesitamos al dólar”

Regresemos a Macron como producto

Creo que la clave está en la búsqueda por parte de las élites a un Partido Socialista moribundo en la línea de los pensadores italianos Vilfredo Pareto y Gaetano Mosca cuyo efecto final fue Mussolini. La verdadera comparación entre Macron y algo sería con la emergencia de Mussolini que también vino de la izquierda.

Entonces su pronóstico para Francia es algo bastante turbulento y violento, ¿no?

Lo que se perfila es estagnación política, podredumbre, violencia difusa y lógicamente los acontecimientos importantes para la ruptura del sistema ocurrirán fuera de Francia. Es decir: crisis alemana, enfrentamiento directo entre Italia y Alemania -es una posibilidad de la que dudo un poco porque los italianos no tienen una elite política intelectual- enfrentamiento entre el sistema alemán y la angloesfera, porque el problema esencial de los alemanes es su incapacidad de pararse. Soy un gran admirador de Bismarck: es lo contrario de los cretinos como Napoleón o Hitler, el tipo que supo pararse. Fracasó porque presionaron a Guillermo II, pero esa idea de que la búsqueda de potencia un momento dado debe saber pararse. Creo que los objetivos que Alemania se plantea hoy están por encima de su fuerza. Y no creo que los americanos toleren la emergencia de un nuevo sistema alemán tan potente como el suyo. Creo que están comprendiendo que los alemanes les han utilizado en su expansión al este en Ucrania. A corto plazo vamos a tener un enfrentamiento entre el bloque continental alemán e Inglaterra a propósito del Brexit. Será una verdadera prueba para la diplomacia alemana: si son realistas deberían tener interés en hacer las cosas soportables para Inglaterra. Si los alemanes se antagonizan con el Reino Unido no tendrán ninguna posibilidad. Y volvemos a lo mismo: Francia no está en esta foto.

Tanto Mélenchon como Dupont-Aignan dicen que si Francia se enfrenta a la austeridad se creará enseguida un polo de países europeos del sur que la seguirán…

Italianos y españoles, con su baja fecundidad tienen una realidad demográfica muy diferente. De ahí un mayor conformismo y las dificultades de reaccionar. Pero hemos llegado a una situación tan grave, y esa es la gran debilidad de Mélenchon, que Francia no puede salirse de todo esto sin la ayuda de los anglo-americanos. La izquierda francesa, y en general los antieuropeístas franceses, están paralizados por su antiamericanismo. Hasta que no lleguemos a tomar partido entre Berlín y Washington, no resolveremos gran cosa: para salir del euro necesitamos la ayuda del dólar.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20170507/422370747204/entrevista-emmanuel-todd.html

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La Educación en el sistema capitalista (Como mercancía e ideología)

Por: Tendencia Estudiantil Revolucionaria

Como sabemos, todo proceso histórico tiene sus transformaciones en lo político, social, cultural, etc. Por supuesto, la Educación no queda exenta de esto, si tomamos en cuenta que el sistema educativo (en este caso la universidad) es un claro reflejo de la sociedad y de sus contradicciones.

La educación en el capitalismo siempre se ha encontrado en manos de la burguesía, con el objetivo de seguir preservando el sistema y reproduciendo la ideología dominante.El periódo manufacturero del capital trajo consigo la destrucción de las formas de estudio que se habían dado en el feudalismo, paralelamente y, como en la sociedad se estaba dando la división del trabajo –separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual-, con la industrialización, la Educación también se volvió parcelada y sectorial.(código)
Así como el desarrollo de la gran industria iba necesitando mano de obra calificada, el estado burgués fue necesitando profesionales que estuvieran al servicio de éstos para desarrollar la tecnología y la industrialización, apoyada en esto, la burguesía fue formando las capas medias y educando a las clases populares, quienes al adquirir un grado más elevado de educación pudieron observar el mundo con otros ojos, transformándose en un peligro para la clase dominante, la educación se transformaba en una contradicción, como lo decía Tomas Vasconi:
“La burguesía no puede sino sustentar una actitud contradictoria respecto a la educación masiva. Por una parte requiere cada vez más que ésta se desarrolle y difunda como condición del desarrollo y explotación más provechosa de la fuerza de trabajo (…) pero por otro lado, necesita evitar los efectos negativos que -desde el punto de vista de sus intereses objetivos de clase- tendría una elevación demasiado grande de los niveles educativos del proletariado”.
En chile con la elección de los gobiernos demócrata cristianos (Eduardo Freí M1964-1970) y principalmente con la elección de la unidad popular (Salvador Allende G. 1970-1973), la educación se visualizo como una de las reformas democráticas mas importantes.

A partir de 1968, desde la universidad católica de Valparaíso, extendiéndose por todo el sistema universitario nacional, se produjo una mayor participación democrática de estas (participación de los estudiantes en la elección de los docentes de la universidad), aumentó el ingreso de estudiantes a la universidad, orientó las investigaciones y las guiaron hacia las necesidades y cambios de la sociedad. Estos procesos se dieron bajo los movimientos universitarios de la década (mayo francés, y principalmente bajo la reforma universitaria de Córdoba en la década de los 30).

Bajo el gobierno de la unidad popular se diseño la propuesta de la escuela nacional unificada, esta propuesta trataba principalmente acabar la inmensa brecha económica que había en la educación, sin embargo esta trajo mucha polémica en los sectores opositores, ya que no defendía los intereses de los poderosos y ricos del país, no tuvo tiempo de ser rebatida ni implementada a causa del golpe militar.

Ya con el gobierno militar, se termina por privatizar completamente la educación, y se vuelve completamente mercantil, ya que esta tenía que estar acorde con el neoliberalismo implantado por la dictadura. Con la constitución de 1980, Augusto Pinochet Ugarte legitima la privatización de la educación, ya que pasa todo a manos de privados y hace que el estado sea solo un mero subsidiario de la educación, municipalizando la educación primaria y secundaria, con una serie de leyes que rigen al alero de su constitución, como la LOCE ( fue implantada un día antes de que asumiera el presidente de la democracia cristiana 10-03-1990), en la cual está estimula un cambio total en las mallas educativas, sus planes, programas, etc.

Actualmente » expresó Kremerman (economicista) que, un 6,8% del Producto Interno Bruto está destinado al gasto en educación, del cual un 2,1% es para la Educación Superior. De este último porcentaje, sólo un 15,8% proviene de fuentes públicas, mientras que un 84,2% lo hace desde fuentes privadas, es decir, «el bolsillo de las familias).

La educación Universitaria, por un lado, reproduce la ideología dominante, creando profesionales al servicio del capitalismo, y por otro lado, se ha convertido en una mercancía, ósea que es susceptible a ser cambiada por otra mercancía (dinero). El sistema educacional genera profesionales no en proporción de cuantos necesita la sociedad, si no según cuantos millones necesitan los bolsillos de los dueños de las universidades (empresarios). La universidad funciona como una industria que sólo genera mercancía en beneficio del bolsillo del empresario.

Al acceder a la educación superior, el estudiante aumenta el valor de su fuerza de trabajo, esto quiere decir que en el mercado su trabajo tiene mayor precio. Pero a causa de la sobreproducción de profesionales, consecuencia de la facilidad que existe para crear universidades, y la flexibilidad con que los bancos dan créditos a los estudiantes, ha provocado para el mercado laboral una enorme oferta de profesionales, mayor de la que el sistema capitalista necesita realmente, generando un aumento en la tasa de desocupación del país, dispuestos a vender su fuerza de trabajo cada vez más barata, disminuyendo su precio real.

Fuente:http://tendenciaestudiantil.blogspot.com/2009/05/la-educacion-en-el-sistema-capitalista.html
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Corea y EEUU

Mayo del 2017/Pedro Echeverría/https://pedroecheverriav.wordpress.com/

Si a Corea del Norte la han rodeado de bases y porta aviones, que haga lo mismo en EEUU

Pedro Echeverría V.

1. Corea, Rusia y China deberían establecer bases militares o nucleares rodeando a los EEUU, es decir, en Canadá, México, Cuba o Centroamérica; quizá construir gigantescos barcos portaaviones en el Atlántico y el Pacífico. Y sí no se permite que elementos militares y armas de esos países rodeen a los EEUU, pues habría que exigir que todas las bases militares y portaaviones yanquis sean retiradas del mundo. Al fin los pueblos del universo triunfaremos porque todas las armas del globo serían destruidas, enterradas para siempre y nos esperarían muchísimas décadas de paz.

2. Pero si se acaban las guerras, los bombardeos, los avionazos, la venta de armas nucleares, ¿qué carajos van a hacer los miles de capitalistas que han vivido durante siglos de las guerras, del robo, las invasiones, del saqueo? Claro, a mí me encantaría que esos miles de multimillonarios sean enterrados junto con sus fábricas de armas desapareciendo para siempre, pero eso es mucho desear. Lo peligroso es que esos mismos fabricantes de armas –con su enorme inteligencia- se disfracen de otra cosa más terrible y busquen venganza.

3. Por ello alguna vez –si no me equivoco fue Mao- quien dijo que para luchar a favor del desarme es necesario armarse. Por ello pienso que Corea, a pesar de que es un pequeño territorio con 27 millones de habitantes, ha hecho enormes esfuerzos para defenderse de la permanente amenaza yanqui que inició contra Corea una guerra desde 1950, dividió al país en dos Coreas con el paralelo 38 y rodeó Corea del Sur con bases militares siendo una permanente amenaza. Por ello la única salida actual es rodear a EEUU con bases militares y armas apuntando hacia EEUU.

4. Puta, ahora nos hablan de antimisiles, es decir de armas sofisticadas contra las armas gigantescas. ¿Por qué carajos con esos millones de millones, con esos billones de dólares, no se fabrican alimentos para que ningún ser humano en el mundo, para que a ningún ser viviente, le falte comida y con ello evitar miles de enfermedades? Si todos en el mundo tuviéramos para comer y cubrir nuestras necesidades apremiantes no habría asaltos, robos ni necesidad de acumular cosas que luego se convierte en propiedad privada para competir y dominar.

5. Corea del Norte nos está enseñando dignidad, a no tener miedo a ningún gigante por más feroz y criminal que sea. Espero que los pueblos del mundo aprendan y se solidaricen con Corea frente al imperialismo más asesino de la historia que siempre han sido los yanquis, es decir, el presidente Trump y sus antecesores. Así que también en este caso puede funcionar la llamada Ley del Talión de Ojo por Ojo y Diente por Diente. Sería lo más equitativo y más democrático o, ¿Por qué no negocia EEUU la limitación de armas con otros países? (1/V/17)

https://pedroecheverriav.wordpress.com

Fuente:

https://pedroecheverriav.wordpress.com/2017/05/02/corea-y-eeuu/

 Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/Pgy5MaaxXHwJbetbWTQRqWxsBkX6dOGCs2FQqP6soAhu9zbmD-5SISW-jMfNi4sSM0n6Bkk=s162

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Programa, valores, y difusión del ideario neoliberal: un análisis anticapitalista Raúl Navas

América del Norte/México/Diciembre 2016/Raul Navas/rebelion.org
Programa, valores, y difusión del ideario neoliberal: un análisis anticapitalista

Las políticas neoliberales fueron diseñadas por el gran capital en un contexto en el que los capitalistas necesitaban salir del atolladero de la crisis económica iniciada en los años 70. En los años 80 y 90, el neoliberalismo acabó imponiéndose prácticamente todo el planeta, a través del FMI, la banca y las grandes multinacionales. En los últimos años y con el inicio de la crisis económica, las políticas neoliberales se han impuesto de una forma aun más virulenta en Europa de un modo que recuerda en algunos aspectos a como fueron aplicadas hace años en el llamado Tercer Mundo.

Pese a que la experiencia de los recortes sociales sufridos en los últimos años ha erosionado considerablemente la influencia y credibilidad del neoliberalismo, su poder aún queda lejos de haber sido vencido. Llegados a este punto, debemos incidir en la importancia de la lucha militante e internacional contra los recortes y la austeridad, recordando en todo momento que prácticamente nadie en el mundo, ha estado o está a salvo de las agresivas políticas neoliberales. Dada la importancia de esta lucha, conviene analizar global e históricamente todas las cuestiones relativas a las características y contradicciones del neoliberalismo como forma de dominación actual del capitalismo.

EL PROGRAMA NEOLIBERAL: Desde Pinochet en Chile, Menem en Argentina, Aznar en España o Thatcher en Gran Bretaña, nuestra historia reciente nos brinda numerosos ejemplos de programas económicos basados en el ideario neoliberal. Este fenómeno cada vez más global ha sido denominado coloquialmente como Pensamiento único, o el Consenso de Washington, y se ha basado en una aplicación rigurosa de unas políticas económicas reaccionarias de consecuencias tremendamente desastrosas para las clases trabajadoras y sectores sociales mas desfavorecidos.

En primer lugar conviene recordar en que consisten exactamente estas políticas. En este sentido recordamos que la teología neoliberal asegura que el sector público es ineficiente, e incluso que frena el crecimiento económico, por lo que todo se debe privatizar. De hecho en las últimas décadas hemos asistido a infinitos programas de privatizaciones en todos los continentes. El origen de estas políticas privatizadoras guarda relación con las salidas por las que optó la burguesía tras la crisis económica de los años 70. Los capitalistas decidieron en (y desde) los años 80 que para recuperar sus beneficios (menguados por la crisis) debían conseguir nuevas áreas de negocio y mercados, para expandirse a sectores atractivamente rentables, que hasta entonces pertenecían al sector público: agua, educación, telecomunicaciones, energía, etc. En una primera oleada, grandes empresas públicas de sectores (telecomunicaciones, compañías aéreas, energéticas, etc) fueron vendidas al capital con consecuencias nefastas para los trabajadores y ciudadanos.

El desmantelamiento del sector publico afectó a bienes tan básicos como la vivienda (en España no, porque nunca hemos tenido un parque publico de viviendas), pudiendo señalar el ejemplo de Gran Bretaña, con resultados desastrosos para las familias trabajadoras. También y mas recientemente se han dirigido sin escrúpulos a la sanidad para hacer negocio. De esta forma han creado nuevos mercados al sector privado que brindan grandes beneficios. El geógrafo británico, David Harvey ha estudiado profundamente este fenómeno, analizando exhaustivamente como el capitalismo lleva años intentando obtener ganancias a costa de depredar los servicios públicos.

Otra de las principales prioridades del neoliberalismo se basa en destruir los derechos laborales y sociales conquistados por el movimiento obrero, atacando constantemente al mundo del trabajo, y provocando un aumento de la tasa de explotación a los trabajadores. Para lograr este objetivo no han dudado en quebrar el poder de los sindicatos y de la clase trabajadora organizada, impulsando la precariedad laboral como dogma incuestionable. Para los neoliberales cualquier cambio en el derecho laboral debe ir orientado a regular las condiciones de explotación a los trabajadores en las condiciones más ventajosas posibles para el capital. De esta forma han conseguido que los gobiernos aprueben una tras otra, reformas laborales basadas en: abaratamiento del despido, temporalidad como norma, reducción del poder sindical en la negociación colectiva, eliminar la estabilidad laboral, etc. Por supuesto, también defienden prolongar la vida laboral y atacar las pensiones publicas para que nos exploten mas y mejor durante mas años, siendo a su vez férreos defensores de los planes de pensiones privados. Además, apuestan por reducir o eliminar las prestaciones por desempleo, porque según ellos los subsidios a los desempleados constituyen la misma causa del desempleo. En definitiva sus propuestas se pueden resumir en el lema: “Todo el poder para el capital”.

Otra característica fundamental del neoliberalismo lo encontramos en el aumentó del poder del capital financiero frente a otras actividades productivas tradicionales. El neoliberalismo defiende unos mercados financieros complejos, opacos, sin restricciones gubernamentales y ajenas a cualquier tipo de control. Este modelo ha conllevado un aumento monumental de las actividades especulativas y el control total de las finanzas y los bancos sobre el conjunto de la economía. De hecho en las últimas décadas hemos visto como aumentaban espectacularmente los beneficios empresariales obtenidos por actividades financieras. Esta política de huida de la actividad productiva e industrial y de refugio especulativo en las finanzas, constituyen otras de las salidas por las que el gran capital apostó para salir de la crisis de los 70, y también es una de las causas de la última crisis. Sus efectos han sido nefastos y variados, con aumentos descomunales en las deudas públicas (primero en el Tercer Mundo, y luego en países occidentales) hasta la creación de burbujas especulativas catastróficas (como la del ladrillo y las hipotecas basura).

El neoliberalismo también ha defendido que los gobiernos deben aprobar rebajas fiscales a los ricos, pese a que de esta forma las arcas públicas se resienten considerablemente. A su vez, apuestan permanentemente por la reducción del gasto público y los sistemas de protección social, bajo el dogma de la lucha “contra el déficit”. Desde las instituciones de la UE se ha llegado incluso a elaborar normativas para institucionalizar una política neoliberal y de derechas de este tipo. Es significativo el hecho de que consideran al euro como a una religión, y que han llegado a multar a estados que no cumplían pactos de “estabilidad” neoliberales. En los últimos años, han ido más lejos presionando para plasmar estas políticas en las constituciones nacionales de algunos Estados, para que la prioridad del pago de la deuda prevalezca sobre todo lo demás. Recordamos que en este sentido, PP y PSOE modificaron una mañana la misma, constitución (sin referéndum, sin consulta y debate previo si quiera en sus grupos parlamentarios) que durante décadas definían como intocable. El BCE, (Vicenc Navarro lo llama acertadamente el Vaticano del neoliberalismo) ha jugado un papel muy activo en crear todo este tipo de entramado jurídico y constitucional a favor del gran capital. De hecho, han llegado a conseguir que los mismos bancos responsables de la crisis pudieran financiarse cómodamente a través del BCE, mientras que los estados han tenido que financiarse en los mercados de deuda con intereses insoportables para las arcas públicas. Por tanto, es indiscutible que el neoliberalismo defiende unos intereses muy concretos: los de la patronal, sobre todo los de la patronal bancaria.

VALORES PROMOVIDOS POR LOS NEOLIBERALES:

Los defensores del materialismo histórico pensamos que el modo de producción y organización social determinan que tipos de políticas, conductas sociales y preceptos morales se impulsan desde el poder. También entendemos que las ideas, creencias, comportamientos y conductas no se heredan genéticamente, ni son innatas al ser humano. Por el contrario, defendemos que están social y culturalmente condicionadas, siendo adquiridas en un entorno social determinado. Por este motivo, a los anticapitalistas no nos extraña que el neoliberalismo además de defender un programa económico, patrocine y difunda una serie de valores, conductas, relaciones y patrones sociales que están en plena sintonía con el capitalismo.

En este sentido, el capital lleva años redoblando sus esfuerzos en inculcar a la sociedad ideas y valores como: la competencia, avaricia, individualismo, pasividad, consumismo, despolitización, codicia, enriquecimiento personal, subir en el escalafón social, etc. A su vez, se repudia todo lo que huela: a asociacionismo, agrupación sindical, huelga, movimientos sociales, participación ciudadana, etc. Es decir, promueven el egoísmo frente a la solidaridad, y unas relaciones sociales poco armoniosas caracterizadas por la competencia desbocada. Estos patrones sociales ignoran la lucha de clases y defienden la idea de Margaret Thatcher de que ya no hay clases sociales, sino “individuos y familias”.

El capital ha conseguido impulsar un tipo de ideología, conducta social y modo de vida, que se caracteriza por un comportamiento en clave y rutina consumista e individualista. Se ha fomentado un tipo de ocio individualizado, mercantilizado, degradado y comercializado. Su objetivo ha consistido y consiste en educar a las personas para que seamos seres pasivos y desprovistos de reflexiones críticas hacia los problemas sociales. De esta formar quieren que se sustituya la protesta por el “esfuerzo personal”, mientras que se culpabiliza al individuo si no logra prosperar en el escalafón social. Bajo esta óptica un parado es una persona sin talento y un fracasado sin aspiraciones. Con este mensaje en el fondo quieren convertir a victimas en culpables.

Además, el adoctrinamiento burgués y neoliberal inculca no valorar o incluso despreciar a movimientos colectivos que luchan contra las injusticias sociales. En España tenemos un largo historial de campañas de descrédito contra movimientos sociales: Nunca Mais, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, etc. Por tanto, se inculca valorar únicamente los comportamientos individuales de una persona o un equipo formado por elites privilegiadas que permanentemente buscan o logran el “éxito” en mas dinero y posesiones materiales. Bajo este concepto ideológico las estrellas del futbol, resultan personajes más conocidos y valorados, que por ejemplo alguien como Hervé Falciani, cuya vida corre peligro por haber tenido el valor de poner en evidencia a miles de grandes fortunas que estafaban a las haciendas públicas. Reiteramos que este fenómeno se percibe a menudo en algunos deportes de elite, donde asistimos a una especie de culto a la personalidad, que se predica sobre unos deportistas multimillonarios, cuya programada popularidad es diseñada y utilizada por bancos (que desahucian a familias) y grandes empresas en anuncios publicitarios.

Por ultimo y en torno a esta pasividad inculcada, conviene detenerse en algunas peculiaridades de nuestro tiempo. Sabemos que el gran capital en algunos periodos y contextos históricos no ha dudado en movilizar a algunos grupos sociales como la pequeña burguesía. En este sentido podemos comparar las dictaduras y regimenes fascistas de los años 30 y 40, y las dictaduras ultraderechistas de los años 70 y 80 al servicio del capital neoliberal. El fascismo en el poder fomentaba la movilización de sus bases sociales reaccionarias, organizaban partidos de masas, mítines con multitudes, y mantenían a su base social en tensión y alerta permanente. En cambio el neoliberalismo (ya sea en una dictadura o en democracia burguesa) prefiere controlar a una sociedad inculcando la obediencia ciega al poder, la pasividad, y renunciando a movilizar o implicar activamente a la población. Se han centrado en la aplicación rigurosa de su programa económico en beneficio del gran capital, esforzándose para que su ideario calara en la sociedad en un clima de paz social, pasividad y sumisión. Únicamente apuestan por la movilización, en el caso de países donde un gobierno no siga al dictado un programa neoliberal. Venezuela es el ejemplo mas claro.

LA DIFUSIÓN DEL IDEARIO NEOLIBERAL:

El capital siempre ha pretendido dominarnos mas y mejor, buscando la forma de mantenernos explotados y pasivos de la forma mas sutil y efectiva posible. Marx explicó que las relaciones de producción formaban una estructura económica y social que utilizaba una superestructura política y jurídica encargada de mantener la dominación capitalista. Hoy vemos en las sociedades contemporáneas como los encargados de intentar mantener esta dominación han perfeccionado su trabajo, utilizando de una forma muy eficaz los medios de comunicación de masas. El capital es consciente de la importancia de la opinión pública en la actualidad, y por tanto no escatiman esfuerzos y personal a sueldo para manipularla e intoxicarla continuamente a través de la prensa, radio, televisión, etc. Esta situación no nos debe extrañar, dado que la burguesía siempre ha intentado perfeccionar formulas y entramados que sirvan para justificar su dominio sobre los demás. Gramsci ya explicaba que una clase social no siempre necesitaba de la fuerza para mantenerse en el poder y resaltaba el concepto de hegemonía ideológica como instrumento de dominación político y cultural.

Tampoco olvidemos que se han multiplicado las fundaciones patrocinadas por grandes empresas y partidos políticos de derechas (en algunos casos subvencionadas con dinero público) que se dedican a difundir el neoliberalismo, donde el rigor científico brilla por su ausencia. Los padres ideológicos de estas fundaciones los encontramos en la escuela de Chicago o los economistas Friedman y Hayek. Con ayuda de estas fundaciones varias generaciones de políticos, periodistas, jueces, etc., han sido alimentados y educados escrupulosamente en esta ideología.

Volvemos a insistir que con los medios de comunicación de masas, el capital dispone de un espacio muy valioso para conseguir sus propósitos, difundir su ideología, e incluso intentar colonizar el pensamiento y mentalidad de una sociedad. El mundo de las finanzas y las altas esferas empresariales ha copado directamente la prensa, radio, televisión, etc. Para los defensores del capitalismo suena a tópico, pero basta mirar detenidamente quienes son los propietarios de los medios de comunicación, y veremos como los bancos suelen ser los principales accionistas. De esta forma se construye una hegemonía neoliberal que a través de este entramado de poder mediático pretenden entre otras cosas que el mayor número de personas acepte las políticas de los gobiernos sin cuestionarlas, o con una actitud de resignación generalizada.

Además, en los últimos años las escuelas y técnicas para formar a “especialistas de la comunicación” han adquirido una gran importancia. Estos centros y fundaciones son financiados con los beneficios del gran capital, y son utilizados para formar sicarios de la manipulación informativa, que posteriormente son los encargados de protagonizar un bombardeo ideológico constante en los medios, que persigue intoxicar al espectador y estimular a su vez la ignorancia. De esta forma se ha creado un ejército de “periodistas” cuya misión consiste en defender un ideario ultraconservador en prácticamente todas las tertulias de radio y televisión. Todos ellos son instruidos en técnicas de expresión oral, y utilizan casi siempre el mismo tipo de semántica y retórica repetitiva, con la que defienden y justifican sin pestañear cualquier atropello o injusticia social. Se esfuerzan en ocultar que un gobierno sirve los intereses del capital, y se ocupan de que los banqueros queden fuera de cualquier culpa. Los más cínicos y arrogantes sirven como voceros del capital para difamar, despreciar y sembrar el odio a movimientos políticos y sociales molestos para el poder.

Este entramado mediático que pretende crear esclavos ideológicos se ha constituido en una especie de inquisición ideológica que considera una herejía no solo a Marx, sino a cualquier planteamiento mínimamente socialdemócrata. Ahora bien, si uno se hace mayor y renuncia a su pasado izquierdista, se suelen perdonar tus pecados y se valora como síntoma de “madurez”. De este modo, la hegemonía neoliberal ha conseguido durante mucho tiempo acallar y silenciar a muchas personas que ponen en duda sus políticas, lo que ha favorecido su legitimación.

De esta forma muchas personas han llegado a interiorizar la cultura neoliberal, incluso desde niño, sin ni siquiera conocer nunca el significado e incluso la existencia del termino neoliberal. Las clases dominantes siempre han pretendido inculcar unos valores y una forma determinada de pensamiento en forma de “sentido común universal” que considere como “natural”, “apolítico” o razonable las ideas y creencias reaccionarias de la clase dominante. Es importante detenerse brevemente en este asunto porque pese a que el ideario neoliberal es indiscutiblemente de derechas, los neoliberales suelen negar la evidencia y nos aseguran que el enfrentamiento ideológico entre derecha e izquierda esta “pasado de moda”, y que ellos se limitan a defender políticas aplicando únicamente el “sentido común”. Bajo este disfraz de camuflaje ideológico intentan despolitizar las propias decisiones políticas sobre economía, ocio, educación, sanidad, etc. Incluso son presentadas como neutras, o “modernas”, ignorando cualquier alternativa mínimamente progresista. Así, pretenden aplicar recetas económicas de recortes sociales y laborales bajo razones supuestamente “técnicas” y desideologizadas, que deben ser aplicadas por cualquier gobierno. De esta manera buscan despolitizar y desideologizar las acciones de un gobierno.

En el fondo se pretende inculcar que el capitalismo es la única manera de organizar el mundo, y que por tanto resulta una estupidez fuera de lugar plantear cualquier alternativa. Esta idea suele ser anunciaba al igual que un decreto ley aprobado en un consejo de ministros. En un documental sobre la globalización, recuerdo ver al Premio Novel, Adolfo Pérez Esquivel explicando como el capital trataba de imponer su política, a modo de un chiste sobre faisanes y otros animales antes de ser cocinados. Según su chiste, el cocinero (representando al gobierno de turno) preguntaba a los faisanes (representando metafóricamente al pueblo) con que salsa preferían ser cocinados. En ese momento un faisán dice al cocinero que no quiere ser asado. Inmediatamente el cocinero responde violentamente que esa observación esta completamente fuera de lugar y que únicamente pueden elegir la salsa con la que serán cocinados. Esta es una metáfora que describe de una forma excelente cómo funciona la política hoy en día.

ES NECESARIA UNA ALTERNATIVA ANTICAPITALISTA AL NEOLIBERALISMO:

La contrarrevolución neoliberal ha conseguido aumentar el poder del gran capital y la desigualdad social. Basta leer las estadísticas de la revista Forbes sobre las fortunas de las personas más ricas del planeta, y se ve como su riqueza se aumenta desde 1987 a unos niveles muy superiores al crecimiento de la economía global. Por otro lado, Boomberg ha publicado que en 2013 las 300 personas mas ricas del mundo aumentaron su riqueza en 524.000 millones de dólares, mas que los ingresos conjuntos de Dinamarca, Finlandia, Grecia y Portugal juntos. En total esas 300 personas sumaban una fortuna de 3.7 billones de dólares.

Aunque esta recuperando fuerza en Latinoamérica, no exageramos si decimos que el neoliberalismo como sistema de dominación encuentra dificultades de legitimación de sus políticas. En algunos países de Europa, crecen electoralmente partidos políticos críticos con las políticas de austeridad, aunque el ejemplo griego nos enseña que esto no es suficiente. El neoliberalismo ha perdido fuerza, pero no ha sido derrotado, por lo que aún estamos lejos de romper con las recetas de la doctrina económica dominante. En este sentido, no olvidemos que identificar y analizar correctamente una situación es muy importante, pero después hay que proponer alternativas. Tenemos la ineludible tarea de evidenciar ante los demás que estas alternativas al sistema capitalista son factibles y posibles, haciendo hincapié en el socialismo como sociedad futura. Incidiendo en este punto, algunos pensamos que la mejor manera de revertir la situación actual la encontramos defendiendo firmemente la perspectiva de transformación social anticapitalista, sin crear falsas ilusiones sobre reformas imposibles en el marco capitalista, y apostando por un cambio radical en las relaciones sociales y de producción.

Fuente

http://rebelion.org/noticia.php?id=210078

 Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/Nd9epdvTWrunXrPiWx56kkGHfUFFbL8D10hAOvfWJd-MKDAv6ouKu-afix2GLnGkGwLVbDw=s92

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