Entrevista a la Educadora Social Montserrat Sánchez

Entrevista a la Educadora Social Montserrat Sánchez

Es hora de estrenar la categoría de «Entrevistas» con alguien muy especial. Twitter cruzó nuestros caminos hace unos años. Ante una duda que me surgió respecto a la formación continua que deben tener los educadores y educadoras sociales, allí estuvo ella. Supo ser cercana, respetuosa y muy profesional. Aquel día conocí a Montserrat Sánchez, educadora social. Desde entonces hemos mantenido el contacto online que permite Twitter. Es alguien a quién respeto sobremanera y que sigo la pista muy de cerca. Sin duda era una firme candidata para una entrevista.

En cuanto el proyecto Educarlex nació no lo pensé. Me puse en contacto con Montserrat para hacerle plena conocedora del proyecto y ante todo saber su opinión. De igual manera le propuse hacerle una entrevista, pues no se me ocurría nadie mejor para inaugurar la sección. Como educador social quería que la primera entrevista perteneciera a alguien del gremio. Alguien a quién respeto y tengo en alta consideración. Por fortuna, se prestó encantada a ello.

Inicio de la entrevista


1- Lo primero y puede que más importante, háblame un poco sobre ti.

Soy Montserrat Sánchez. Diplomada en Educación Social, Máster en Prevención y Tratamiento de las Conductas Adictivas y Máster en Intervención Criminológica y Victimológica y ante todo quisiera daros las gracias por la presente entrevista, es un placer colaborar con Educarlex. Estuve 12 años trabajando en el ámbito penitenciario con internos condenados por delitos sexuales, delitos violentos, con problemas de consumo de estupefacientes y /o presentando conductas agresivas y disruptivas. Posteriormente estuve un año en una Unidad de Escolarización Compartida (UEC) y un Centro Abierto. Ahora llevo dos años en un Instituto de Terrassa como educadora social, trabajando con alumnos que presentan necesidades educativas especiales (NEE) en una aula abierta.

Paralelamente dos tardes a la semana estoy con alumnos de 4º de la ESO de un Instituto de Sabadell para que puedan conseguir el graduado. Son 5 alumnos en riesgo de exclusión social. Con unas necesidades emocionales que requieren de un acompañamiento basado en el ámbito relacional y personal.

 De forma puntual realizo cursos y talleres de formación entorno a la resiliencia, la gestión del estrés, la perspectiva de género, las habilidades directivas en entidades sociales… etc. Y semanalmente asisto a casa de un chico con TDAH, trastorno del lenguaje y fuerte impulsividad que presenta conductas disruptivas en el aula .

 ¡Como veis, no me aburro mucho!

2- ¿Por qué decidiste formarte en Educación Social? ¿Por qué razón o razones, has elegido esta profesión?

 Decidí ser educadora social después de valorar diversas opciones, todas ellas relacionadas con el ámbito social. Tenía claro que quería acompañar a personas en riesgo de exclusión social, ya fuera por aspectos sociales, por consumo de estupefacientes, presos, salud mental…  pero la oferta era variada y tuve que rebuscar un poco para obtener toda la información. ¡En aquella época no había internet!

 Finalmente opté por la formación que me pareció más acorde a mis expectativas e intereses y aquella que creí era la más completa y la que incidía en todos los ámbitos de un individuo: Educación Social.

3- ¿Cuánto tiempo hace que eres educadora social? ¿Crees que la figura del educador y educadora social está adquiriendo una gran relevancia en la sociedad actual?

Soy educadora social desde hace 17 años. En todo este tiempo he visto una evolución a pasos agigantados en nuestra profesión: nuevos ámbitos de actuación, estrategias innovadoras, mayor reconocimiento e interés político y social, mayor participación y representación en organismos públicos y privados, aumento exponencial de publicaciones y artículos por parte de educadores sociales, proyectos muy interesantes en colaboración con otros profesionales del sector…

 Sólo hay que ver el currículum académico de cuando yo estudié la Diplomatura. Los ámbitos donde el educador podía estar presente, las teorías educativas y sociales que se enseñaban… y el currículum actual. Mucho más amplio, con un marco teórico firme, unos referentes profesionales de prestigio y unos ámbitos mucho más extensos y complejos. ¡Empezando por un código deontológico que nos representa y guía!

4- ¿En qué consiste para ti la Educación Social? ¿Cuáles son sus rasgos más significativos?

 Para mi hay dos pilares fundamentales en nuestra profesión: el acompañamiento y el empoderamiento. Por un lado entiendo que la Educación Social  tiene la función principal de acompañar a nuestros educandos en su trayectoria vital. Aportamos herramientas, reflexiones, estrategias, modelajes, puntos de vista…Para mejorar su calidad de vida, su vivencia del entorno y de la sociedad, todo ello sin juzgar, sin coartar, sin imponer.

Por el otro, destaco la oportunidad de ofrecer la fuerza y el reconocimiento al otro, empoderarlo en su día a día, que obtenga las herramientas necesarias para tomar sus propias decisiones, coger las riendas de su vida y consolidarse como ciudadano de pleno derecho.

5- ¿Puedes hablarnos un poco sobre tu labor en la Fundación Main y qué iniciativas concretas se están llevando a cabo? ¿Trabajas en equipo junto a otros profesionales?

Trabajo en Fundación Main, una entidad con más de 25 años de experiencia en la intervención y acompañamiento socioeducativo y psicoterapéutico de niños, jóvenes y familias. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro que promueve oportunidades para los que viven situaciones de vulnerabilidad, trabajando para la reducción de las desigualdades entre las personas a través de diferentes proyectos de ámbito social. ¡Os invito a visitar la web! www.fundaciomain.org

 

fundació main educación social entrevista

En la Fundación se llevan a cabo proyectos socioeducativos como: las UEC’s, MAPA’s (Unidades de Escolarización Compartida Específica en salut mental), apoyo al estudio… También se realiza atención terapéutica familiar, reeducación psicológica, grupos terapéuticos y emocionales, proyectos de inserción sociolaboral, servicios de atención y orientación familiar, proyectos de cooperación y sensibilización … etc.

Concretamente llevo aquí des del 2014, cuando entré como educadora de una Unidad de Escolarización Compartida (UEC) trabajando con adolescentes excluidos del sistema educativo tradicional.  Allí trabajaba rodeada de educadores sociales con amplia experiencia, además de psicólogos y  profesionales del CSMIJ.

 Actualmente en el Aula Abierta comparto experiencias con un psicólogo de la misma entidad. Y de igual forma estoy en plena colaboración e interacción con el claustro de profesores de secundaria.

6- ¿Qué metodología empleas y qué recursos y estrategias consideras más importantes?

 Primero de todo es importante que el/la educador/a social establezca un vínculo con el menor. Realizo preguntas genéricas relacionadas con gustos personales, hobbies, series favoritas… con el objetivo de relajar la situación, fomentar la confianza mutua y establecer un espacio de relación informal donde se sientan a gusto.

 En el trabajo que llevo a cabo, parto de la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gadner. No todos aprendemos de la misma manera ni tenemos las mismas habilidades por lo que potenciar las que posee cada uno de ellos les ayuda a crecer e incorporar herramientas y conocimientos.

 Hay numerosas estrategias y recursos. Todo dependerá del grupo y de los alumnos con los que trate pero algunos de los utilizo son:

 

  • El humor: siempre con cautela y valorando las reacciones del otro. Todo ello para evitar que sea contraproducente y pueda generar un distanciamiento. Recordemos que los adolescentes suelen ser especialmente sensibles a los comentarios y opiniones de los demás. Y un doble sentido o una ironía mal entendida resiente la relación socioeducativa.
  • La colaboración y cooperación del grupo de iguales: es evidente que tiene más fuerza la opinión y los argumentos de los miembros del grupo de iguales que no de las figuras de autoridad. Por ello miro de implicar al alumnado  en el proceso de los compañeros.
  • Fomento de liderazgo positivo:  detectar aquellos alumnos que por su carácter, temperamento y/o habilidades sociales, pueden convertirse en líderes positivos de su entorno. Eso conlleva un empoderamiento que les lleva a verse como referentes de sus iguales. Siendo por tanto más efectivo la presión positiva de grupo.
  • Atribución de responsabilidades: por pequeñas que sean. Muchos de estos menores están acostumbrados a que no confíen en ellos; han traicionado la confianza demasiadas veces y se autoconvencen de la imposibilidad de hacer algo bien y mucho menos que los demás se lo reconozcan. Aquí toma protagonismo las inteligencias múltiples para reforzar aquellas que destacan en cada uno de ellos.
  • Planificación de pequeños objetivos a corto plazo: cuando se les pide que modifiquen su conducta, que se porten bien, que se parezcan al resto de compañeros de clase, no saben por dónde empezar ni cómo hacerlo. Por ello es importante definir pequeños objetivos que sean asumibles a corto plazo y que ellos puedan visualizar. De forma sencilla, su avance. Por ejemplo, “cuando vayas a entrar a la clase, pica la puerta y di “buenos días”” No sólo tenemos que mostrar aquello que han hecho mal sino también explicar cómo tienen que hacerlo bien.
  • Concreción de límites: algunos de ellos , con sus conductas disruptivas, han conseguido que los límites se hayan difuminado o que simplemente hayan desaparecido. Hablamos de no tener horario para salir o llegar a casa, tipo de alimentación que siguen, dinero del cual disponen… Por ello se hace necesario establecer unos límites, en la medida de lo posible pactados con ellos, para resituar algunas de las prácticas que llevan tiempo llevando a cabo.
  • Refuerzo positivo: siguiendo la argumentación del punto anterior, muchos de estos alumnos poseen una autoimagen basada en el fracaso, la decepción, los castigos, todo aquellas acciones que han hecho mal. Pero en cambio no están acostumbrados a que se les reconozca aquello que sí hacen bien. Por ello, cada vez que realizan una conducta prosocial se lo indico y refuerzo. No olvidemos que como educadores sociales debemos trabajar con sus potencialidades y no desde sus limitaciones
  • Dialéctica reflexiva: suelo hacer preguntas abiertas para que ellos expliquen lo que consideren y de la manera que más cómodo les sea. A partir de sus manifestaciones suelo reconducir a través de preguntas y afirmaciones cortas. Todo ello para reformular aquello que han manifestado y sean ellos mismos los que extraigan conclusiones. Todo ello procurando no “sermonear” ni fomentar un solo pensamiento único. Dicho de otro modo, ¡me marcó mucho cuando estudié Sócrates y su dialéctica!

7- A continuación te traslado una pregunta que un profesor del grado nos transmitía sin cesar en cada clase para invitar a la reflexión. “¿El usuario tiene siempre responsabilidad sobre sus actos? De ser así, ¿podemos modificar el medio?”

 ¡Es una buena pregunta!  Primero de todo hay que diferenciar entre “responsabilidad” y “culpa”. Ya que en muchas ocasiones tendemos a buscar “culpables” de determinadas acciones. No discerniendo el grado de responsabilidad que cada uno ha tenido en esa actuación o situación.

 Considero que el usuario no siempre tiene el 100% de responsabilidad de sus actos. Puesto que estos siempre estarán motivados por elementos ajenos a su voluntad (con más o menos incidencia). Hablamos de trastornos mentales, estilo parental recibido, entorno familiar y social, oportunidades ofrecidas, temperamento… etc.

El reto, desde mi punto de vista, reside en determinar qué elementos han influido e influyen en sus decisiones. Y por supuesto, qué grado de responsabilidad corresponde al individuo. En el momento en que tenemos un cuadro representativo de la situación, podremos adecuar los medios para mirar de modificar aquello que sea posible y ayudarle a asumir aquello que no tenga alternativa. ¡Considero que es más difícil lo segundo que lo primero!

8- Y para terminar Montserrat, ¿dónde te ves como profesional social dentro de 10 años?

¡Vaya! ¡10 años! Uuff… menudo compromiso… Para entonces estaré cerca de los 50 y espero tener mucha más sabiduría y muchos más conocimientos para poder hacer mejor mi trabajo.

En un ámbito como el nuestro, la planificación se hace difícil a medio o largo plazo: la sociedad evoluciona, cambia y nuestros usuarios también, ¡claro!  Cuando estudié la carrera no creí nunca que acabaría trabajando en un instituto; entonces era impensable la presencia de una figura ajena al ámbito docente en un entorno tan estructurado como una escuela. ¡Y míradme ahora!

Así que espero conocer otras herramientas, experiencias, ámbitos y proyectos que no permitan que esta profesión me aburra ni defraude nunca.

Fuente de la Información: https://educarlex.es/entrevista-educacion-social/

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