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Empiezan las clases: la historia vuelve a repetirse

Todo fluye con la intensidad discursiva del eterno retorno, con los dimes y diretes en los medios de comunicación sobre el comienzo de las clases y las luchas docentes por salarios que aseguren ganarle a la inflación y condiciones de trabajo dignas en todo el país.

Entonces, el paisaje es con movileros en librerías relevando sobre el costo de los útiles escolares, el periodismo del establishment que intenta mostrarse a uno u otro lado de una grieta que en educación es inexistente, solo algunos matices diferenciales más discursivos que ejecutivos; el presidente Alberto Fernández inaugurando una escuela en el Chaco, donde algunos sindicatos aseguran no empezar el 1 de marzo, entre otras inauguraciones del año lectivo 2023 a cargo de ministros y gobernadores en época preelectoral.

Lo cierto es que nada de lo que suele suceder en los comienzos de año ha cambiado, los planteos del conjunto de la docencia, que trata de no ser subsumida en la categoría neoliberal de “facilitadores”, son históricos. Los salarios son bajos, no alcanzan a la canasta básica familiar, que está en los $250.000.

Muy lejos de esta cifra el propio gobierno nacional acordó con los sindicatos con representación nacional aumentar el salario de las y los maestros un 33,5% a julio y elevar el salario mínimo inicial a 130 mil pesos a partir de marzo. El acuerdo establece que el aumento será de un 17,5% en marzo y de un 8% ciento en mayo y otro 8% en julio. Lo que fue aceptado por dirigentes sindicales nacionales y festejado por la administración de Alberto Fernández.

Pero sucede que como esa paritaria nacional establece un piso, el otro 50% de la discusión es por jurisdicción y eso demuestra que mantener la fragmentación del sistema educativo, pregonando un seudo federalismo, no hace más que agravar las situaciones.

Por lo menos, 8 provincias en paro o con paro declarado por alguna de las agrupaciones sindicales, dependiendo de cuándo comiencen las clases. Porque, según el calendario escolar, algunas como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) comenzaron ayer, 27 de febrero; otras como Buenos Aires (PBA), comenzarán el 1 de marzo, mientras que Corrientes lo hace hoy, 28 y La Rioja el 2 de marzo. Una cuestión poco comprensible si críticamente analizamos que el tema de la cantidad de días de clase, 190 o 192 no establece ninguna diferencia, ni ha sido demostrada la relación entre el rendimiento pedagógico y la cantidad de días de clase, otro tema para el debate.

CABA, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Chubut, Río Negro, Misiones y Chaco, donde distintas agrupaciones sindicales provinciales han llamado al paro en el inicio de clases por considerar las propuestas absolutamente insuficientes, como sucede con el 60% que ofrece el gobierno de CABA como techo a pagar en 6 cuotas. Ademys, que, por supuesto no acordó, convocó al paro con movilización y un pliego de propuestas, mientras que UTE-CETERA si bien no firmó el acta de acuerdo con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, tampoco tomó ninguna medida de fuerza.

Pero la Argentina es tan extensa que Alberto Fernández inauguró, ayer, el edificio de la Escuela de Educación Secundaria Nº 82 Doctor René Favaloro en la localidad de Basail, Chaco. Mientras en la previa al inicio del ciclo lectivo 2023, Federación Sitech realizó su congreso extraordinario ayer, en Quitilipi, y definió el “no inicio de clases” el 1 de marzo con una medida de fuerza y movilización en cada una de las localidades. En Resistencia, la manifestación tendrá lugar en el mástil de la avenida 9 de julio, a partir de las 9:30.

En el vaivén de mostrar lo “acertado” de las políticas educativas, el ministro de Educación, Jaime Perczyk, anunció hace unos días que las escuelas de todo el país promoverán contenido pedagógico para conmemorar durante todo el ciclo lectivo 2023 los 40 años de democracia en la Argentina.

Aquí se plantea una pregunta y una reflexión: ¿La democracia se conmemora o se ejerce como forma de vida?

La resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) consignó que “desde su recuperación en 1983, la Argentina ha sostenido con firmeza el sufragio como la forma de representación política para la toma de decisiones colectivas”

“La consolidación de la democracia, la reafirmación del Estado de Derecho, el respeto a nuestras instituciones y la protección de la democracia son ejes centrales para el Estado Nacional”.

No parece ser muy abarcadora la resolución del CFE respecto de la conceptualización de democracia, reducida al voto y al genérico “respeto a las instituciones” y lo más polémico, la “protección de la democracia” por el Estado, cuando la democracia es de los pueblos y los propios Estados se la arrebatan en múltiples ocasiones.

Seguramente habrá mucho que debatir en las escuelas sobre los temas propuestos en la resolución del CFE, pero más que tomar los 40 años de democracia como una efeméride, la propuesta debe ser crítica y darle vida para ampliar el debate democrático sobre la colonial reforma educativa; el descuento salarial por huelgas; la judicialización de las protestas, las políticas que generan pobreza, las amenazas constantes hacia el pueblo mapuche; la falta de agua y represión policial sufridas por las comunidades qom y wichí en Chaco, Salta y Formosa; el cambio climático; la contaminación masiva por el uso de agrotóxicos, la megaminería química, y los desechos industriales; la usurpación de territorios luego del genocidio indígena y los realizados con fraudes inmobiliarios como Lago Escondido y otros “emprendimientos”… la lista será completada por lxs lectorxs.

Temas todos que junto a la Educación Sexual Integral (ESI), deben formar parte de los contenidos curriculares, actualmente orientados a la formación estandarizada para la empleabilidad,que lejos de formar para la transformación, las políticas educativas continúan con un ordenamiento colonial encubierto por un discurso tecnocrático que intenta formar para la adaptación y la flexibilidad, pero hasta en eso el sistema político fracasa involucrando a la escuela, que es el último eslabón de la cadena institucional.

Y así cómo en las distintas “conmemoraciones” de los 40 años de democracia deberíamos preguntarnos por si, tal vez, la democracia representativa ya ha cumplido un largo ciclo, incluidos sus propios fracasos en la imposición de valores generales que a la sazón son valores de las clases hegemónicas, que nos llevaron a dictaduras y genocidios.

¿Acaso no será tiempo de pensar en democracias participativas donde las escuelas dejen de ser repositorios de la colonialidad del poder y pasen a ser usinas de pensamiento emancipatorio, con docentes formados en las pedagogías críticas?

¿La pobreza cuantificada de los debates comunicacionales en educación?

Para ejemplificar, apenas un poco, y en la coyuntura actual, el comunicador del grupo Clarín, Jorge Lanata, en su artículo: “Un tema que no le importa a nadie: el drama de la educación y los políticos que miran para otro lado”, del sábado pasado, buscando desde el título un golpe de efecto típicamente mediático, abre su nota con una cita sarmientina: “La palabra “democracia es una burla si el gobierno pospone o descuida formar al ciudadano”, aunque ya sabemos que democracia y ciudadano para Sarmiento no eran conceptos que abarcaran a todxs.

Continúa con una encuesta realizada por Management & Fit, en la cual se preguntó “¿cuál se consideraba el principal problema de la Argentina?” y nada más que un ínfimo 3% contestó, la educación.

¡Nada de qué sorprenderse! Porque las respuestas se encolumnaron de la siguiente manera: el 49% contestó que era la inflación, el 28% dijo que era la corrupción, el 7% la pobreza, el 5% la inseguridad y el 4% la desocupación. Más bien cabría preguntarse ¿cómo se ordena la agenda en los medios? Así la secuencia de la encuesta cobra sentido y no se trata de que “la educación no le interesa a nadie”, sino que, en la formación de la opinión pública, es decir en los contenidos mediáticos no está la educación, salvo para casos de violación, abuso, cierre de una escuela; esto es, en la temática mediática, el delito. O para los comienzos de ciclo lectivo o para los resultados de las pruebas estandarizadas. Es decir que el debate sobre educación solo se reduce a cuestiones medibles.

Así que el primer argumento de Lanata no se sostiene para hablar de la problemática educativa que de por sí es compleja y no se puede enfocar desde una mirada instrumental y mucho menos a través de una encuesta guiada.

Aunque sí esa parte del artículo, o todo, puede ser objeto de una clase de comunicación, para ver cómo se articulan enunciación y enunciado, pero eso lo dejamos para otros espacios educativos.

Más allá de esta breve digresión, el artículo de Lanata hace una pretendida cita de autoridad: “En 2021 Sergio Siciliano -ahora diputado bonaerense, ex viceministro de Educación de la gestión Vidal- presentó un proyecto para declarar la emergencia educativa en la Provincia. Nunca llegó a tratarse, ni siquiera en la Comisión de Educación de la Legislatura bonaerense, que en los últimos tres años solo se reunió seis veces”.

Citar al viceministro de la gestión de María Eugenia Vidal es cuando menos ignorar que la gestión de Vidal no invirtió en educación, ni en infraestructura (todavía están latentes las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, vicedirectora y auxiliar de la escuela N° 49 Nicolás Avellaneda de Moreno por las que tendrían que dar explicaciones Vidal y el empresario devenido en Director General de Escuelas, en ese momento, Gabriel Sánchez Zinny). La única gestión educativa de Vidal fue la desinversión, el consecuente abandono edilicio y los cierres de escuelas.

Así que citar a un funcionario de educación de la exgobernadora, que presenta un proyecto para declarar la emergencia educativa en la provincia, es como citar al coronel Federico Rauch en sus partes militares: “Hoy… para ahorrar balas, degollamos a 27 ranqueles”.

Respecto de la formación docente, también el referente es Sergio Siciliano, el exviceministro de Vidal: “Hoy hay docentes a cargo de un aula -dice Siciliano- que apenas cursaron la mitad de la carrera. La formación de un maestro requiere cuatro años, pero la mayoría de los estudiantes termina la carrera en seis, y aunque cursan didáctica de la matemática y de la lengua, no tienen lengua ni matemática. Carecen de formación académica sobre las materias“.

Lo curioso es que hablan como si no hubieran estado en la administración de la provincia durante 4 años. Es cierto que hay estudiantes a cargo de cursos, pero la razón no es porque la carrera de 4 años, “la terminan en 6”, sino que no hay docentes. Mientras la población del primario y el secundario se expande por lógica del crecimiento demográfico, las carreras docentes y el trabajo han sido tan estigmatizados y precarizados por las propias políticas que ellos describen en sus análisis, cuando no son gobierno, que cada vez menos jóvenes se inclinan por esa actividad.

También es cierto que las carreras se alargan, pero la pregunta es por qué y la respuesta está en las políticas económicas y la necesidad de conseguir, aunque sea un trabajo precario para sostener los estudios.

No hay duda de la precarización a que fueron sometidos lxs docentes con los cambios de planes y las reformas curriculares, pero eso es el producto de más de 30 años de “aprender a aprender”, la famosa falacia, producida en los informes de la UNESCO y archirrepetida como un mandamiento sacralizado, sin grieta mediante por las pléyades de especialistas que toma el arco que va desde la derecha neoliberal, hasta los progresismos en todas sus variantes.

Aprender a aprender, el eslogan, idea fuerza del reformismo, leitmotiv que decretó que el conocimiento está en internet, o que no es necesario aprenderlo porque los cambios son vertiginosos por lo tanto los contenidos en la formación docente se han declarado desiertos, por lo menos como referencia curricular.

Pero los responsables no son lxs estudiantes, ni lxs docentes, son las políticas que vienen implementando los sucesivos gobiernos en función de los mandatos internacionales, llamados “recomendaciones”, que seguramente veremos en un próximo artículo ya que el superministro Sergio Massa expresó su beneplácito por la aprobación del Banco Mundial de un crédito de 450 millones de dólares de los cuales 300 son para el proyecto “Mejora de la Inclusión en la Educación Media y Superior por Resultados”.

Volviendo al artículo de Lanata, la otra fuente que cita es a “Argentinos por la Educación”, la ong empresarial, fundada por Roberto Souviron, ceo de Despegar.com, egresado de la elitista Universidad de San Andrés, que casi sustituyó al Ministerio de Educación durante el período 2015-2019, en el que en el gobierno del país cayó Mauricio Macri.

Al contrario de Jorge Lanata, hay demasiados exponentes ocupados de la política educativa, más todavía con los cientos de fundaciones parasitarias que se inmiscuyen en el sistema.

Pero lxs docentes que hacen la educación día a día, no la pueden pensar, sus prácticas están separadas de las políticas que las piensan.

Recapitulando, si la encuesta de Management & Fit dio esos resultados, tenemos que preguntarnos por la incidencia de los medios en “nuestras” percepciones de la realidad y de los formatos de las encuestas; si las citas de autoridad que toma Lanata para el diagnóstico son el exministro de educación de Vidal y Argentinos por la Educación, lo único que queda claro es el posicionamiento ideológico del comunicador y no el interés por la educación, tal como queda demostrado con la cita de cierre de la nota, con las expresiones de Javier Milei, que “planteó suspender la gratuidad de la educación pública y reemplazarla por un sistema de becas…”.

Claramente,la vertiente de la educación como servicio para quien pueda pagarla, una variante más del mercado educativo que es el objetivo final de los grupos concentrados, diseñadores de sociedades que profundizan las desigualdades, pero con discursos de cínica preocupación de sus voceros.

Fuente: https://tramas.ar/2023/02/28/empiezan-las-clases-la-historia-vuelve-a-repetirse/

 

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Juan Ignacio Pozo: “La educación hoy en día, para ser más eficaz, debería ser mucho más personalizada”

El especialista español en psicología del aprendizaje insiste en que se debe alentar a los estudiantes para que tomen decisiones sobre su educación.

Por ladiariaeducación.uy

“Aprender a aprender” y “autogestión del aprendizaje” son dos de los conceptos más repetidos por el académico español Juan Ignacio Pozo. Es doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, y allí da clases en la carrera de grado de Psicología y en el máster de Psicología de la Educación.

En diálogo con la diaria, Pozo comentó los últimos avances de la psicología del aprendizaje, los cambios que visualiza en el futuro en el sistema educativo –que incluyen a los videojuegos– y cómo debería transformarse la formación docente y la relación entre profesores y estudiantes. La clave, sostiene, es que los propios jóvenes sean quienes dirijan su aprendizaje, y para eso es fundamental que los docentes pierdan poder en la clase, para que lo tomen sus alumnos.

Pozo promueve el aprendizaje basado en proyectos y cree que es necesario personalizar la educación, pero de una forma muy diferente a cómo Google personaliza las búsquedas de información. Desliza algunas de las conclusiones de sus experimentos, pero advierte que el entorno cuidado de un laboratorio nunca se compara a la realidad de un salón de clases.

¿Qué cambios produjo la psicología del aprendizaje en las aulas en los últimos tiempos?

En educación, con frecuencia, los nuevos modelos, teorías y enfoques tardan mucho en llegar a las aulas, a veces incluso ni siquiera llegan. ¿Por qué? No es solamente cuestión de que los experimentos cuidadosamente realizados en laboratorios y en espacios muy controlados consigan o no demostrar determinados efectos, sino de que eso llegue a la mentalidad de los docentes y luego a sus prácticas, de que ellos lleguen a implementar esos mismos experimentos pero en grupos de alumnos grandes, en condiciones no tan controladas. Yo diría que el cambio que se ha producido en la psicología del aprendizaje, en las últimas décadas, es que cada vez se generan más oportunidades orientadas a fomentar la gestión metacognitiva del aprendizaje de los alumnos, es decir que los propios alumnos gestionen su aprendizaje, que no solamente aprendan contenidos, sino también a regular cómo aprenden, a decidir qué actividades realizan para aprender, a valorar sus propios aprendizajes, a fijarse sus propias metas. En definitiva, se ha logrado avanzar en un aprendizaje mucho más autorregulado por los propios alumnos.

Decías que estos procesos demoran en llegar a las aulas, pero ya se empieza a ver este aprendizaje autorregulado.

El cambio es muy lento porque los docentes, en su forma de enseñar, en su formación profesional, incluso por su formación como estudiantes tienen el impulso de controlar lo que pasa en el aula, que sean ellos los que regulan el aprendizaje de los alumnos, no dejar que el alumno sea. Esto hace que resulte muy difícil que los propios alumnos gestionen el aprendizaje, y además hay metas externamente fijadas en formas de evaluaciones, tareas o programas que hacen que sigamos en la misma lógica.

¿Qué cambios se pueden ver en el aula cuando el alumno empieza a tener control de sus aprendizajes?

Es que es muy sencillo: todo el control que tiene el alumno es el que perdió el docente. En el escenario de hoy el docente llega al aula y anuncia que la tarea del día será trabajar sobre la evolución de las especies, les dice a los estudiantes qué libro tomar y qué capítulo leer. El profesor se siente mucho más seguro, el currículo fija los contenidos y lo cierra, en lugar de abrirlos. Pero si pensamos en la realidad de hoy vemos otro lado de esta historia: en la vida diaria, los alumnos están expuestos a espacios muy abiertos, donde ellos deben tomar –aparentemente– decisiones sobre qué quieren ver y hacer. Se da una contradicción entre la vida y el aula.

Si se logra eso cada estudiante podría seguir su propio camino.

Podemos decir que la educación, hoy en día, para ser más eficaz, debería ser mucho más personalizada, mucho más adaptada al alumno, que lo empodere, pero hay que tener en cuenta que la personalización que tiene que hacerse en el aula es muy distinta a la que se hace en la gestión de la información digital. Con eso me refiero a que todos sabemos que si dos personas buscan la misma información en Google obtendrán resultados diferentes, porque el servidor tiene en cuenta las historias de búsquedas, los gustos y las preferencias; en definitiva, hace una búsqueda muy adaptada al cliente, y esto no sería productivo en la enseñanza.

¿Cómo un docente podría personalizar su curso cuando tiene por lo menos 20 personalidades diferentes?

En primer lugar, esto se puede lograr porque la personalización no significa que cada alumno sea distinto a otro; por supuesto que tienen diferencias, pero sobre todo tienen intereses comunes. Si se entra a un aula y se consulta qué intereses tiene el grupo, lo más probable es que haya muchos temas en común y no 30 intereses diferentes. Me refiero a encontrar diversidad al mismo tiempo que se maneja cierta agrupación de los intereses. Si queremos un sistema que parta de la diversidad social la calidad no debe estar reñida con la equidad, y esto implica incluir y diversificar. No hay una única manera de trabajar con alumnos distintos, pero sí se puede trabajar desde su entorno y realidad para ayudarles a construir conocimiento. Entonces, ¿cómo se trabaja con la diversidad del aula? Planteando tareas más abiertas que cerradas; si todos tienen que hacer la misma tarea se hace un embudo, pero si se dan tareas abiertas, distintos alumnos pueden trabajar en diferentes niveles, con intereses y metas distintas. Pero claro, para que eso pase se debe formar al docente.

Y en tu opinión los docentes aún no están formados para eso.

No lo sé en Uruguay. Hasta donde lo conozco, me parece que están en una situación muy parecida a la que hay en España. Seguimos formando profesores para una escuela que cada vez tiene menos perspectiva de futuro, profesores cuya función es dar a los alumnos un conocimiento determinado, pero en una sociedad que hace que el conocimiento fluya de formas diferentes.

“Las políticas educativas influyen en lo que pasa en las aulas, pero no son suficientes para el cambio”.

Entonces el cambio debería estar en la formación docente.

Creo que la única manera de enseñar a un docente a usar un determinado enfoque o metodología es que aprenda con él. Que aprenda la literatura no para explicarla, sino para ayudar a convertir la literatura en un elemento de transformación de la mente de sus alumnos, que aprenda ciencias para resolver ese problema en especial que se va a vincular a su marco curricular. La forma de enseñar actual hace que el profesor no tenga los recursos para trabajar en otras áreas, porque sólo se forma en su especialidad. Es lógico que le den temor otras formas de enseñanza, pero es necesario que sea él quien las explore, porque todos sabemos que las políticas educativas influyen en lo que pasa en las aulas, pero no son suficientes para el cambio: hay que cambiar a los agentes educativos, que son los que están ahí a diario.

Mencionaste lo importante que es aprender a aprender. ¿Cómo trabaja el docente con ese concepto?

Hablamos de que aprender a aprender es básicamente ayudar a los alumnos a gestionar su propio aprendizaje, es enfrentarlos a una tarea para que se fijen una meta, que puedan entender qué es lo que quieren aprender con eso, qué preguntas quieren responder, y luego las busquen. Siempre con la guía del docente, pero sin que sea él quien les diga lo que tienen que hacer. No puede ser que un alumno del siglo XXI nos pregunte: “¿Esto debo leerlo?”. Estamos en una sociedad en la que se tienen que tomar muchas decisiones sobre qué hay que leer y qué no, por eso los docentes deben ayudar a los estudiantes a gestionarse para que puedan decidir.

¿Qué lugar ocupan los contenidos en esta visión?

Los contenidos siguen siendo importantes, pero habría que entender que no son el fin de la educación, sino el medio para generar capacidades en los alumnos. La cuestión a decidir debería ser qué contenidos me ayudan a que los estudiantes tomen decisiones sobre la vida como ciudadanos; a lo mejor los contenidos que ayudan a algunos no ayudan a otros, y eso también hay que tenerlo en cuenta. Hoy importa que el docente enseñe cómo distinguir la información relevante, saber analizarla críticamente cuando aparecen ideas contradictorias.

“Creo que el cambio educativo ya no viene por incorporar las pantallas en sí mismas, sino las dinámicas que están detrás de ellas, como el aprendizaje colaborativo”.

¿Hacia dónde apunta el cambio educativo?

En todas las sociedades los sistemas educativos lo que intentan es hacer que los ciudadanos se apropien de la tecnología del conocimiento dominante en esa sociedad, ha sido así siempre. La escuela que tenemos es en buena medida un resultado de la ilustración y del conocimiento enciclopédico. El sistema educativo se apoya en una tecnología que ya no es la dominante en la sociedad; ahora predomina lo digital, y las pantallas siguen estando bastante lejos del aula. Creo que el cambio educativo ya no viene por incorporar las pantallas en sí mismas, sino las dinámicas que están detrás de ellas, como el aprendizaje colaborativo. Ellos ya tienen el acceso a la información, pero hay que trabajar en el uso crítico. Los adolescentes probablemente sean mucho más versados en acceder a la información que sus profesores, pero no en usarla críticamente. Ellos encuentran el resultado más rápido, pero no saben si es lo que tendrían que haber encontrado. Si no les enseñamos a usar las tecnologías de una manera distinta en las aulas, ¿quién lo va a hacer?

El videojuego en el aula

Pozo lidera uno de los grupos de investigación sobre educación en su universidad, y dentro de las líneas de trabajo están los diversos sistemas de representación culturales y cómo podrían ayudar a los alumnos a apropiarse del conocimiento. “Investigamos el uso de los videojuegos como herramientas educativas porque son la industria cultural más potente, más que el cine o la televisión, y sin embargo normalmente están fuera del aula y se consideran una pérdida de tiempo. Hay estudios que muestran que utilizándolos de determinada forma, los videojuegos pueden conectar muy bien con los alumnos para generar conocimiento y para ayudarlos a ponerse en el lugar de otro; realmente pueden transformar mentes. Pero si se lo dejamos todo a la industria, sólo se va a seguir trabajando para que vendan más”.

Fuente: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KZkhUqC73wYJ:https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2020/2/juan-ignacio-pozo-la-educacion-hoy-en-dia-para-ser-mas-eficaz-deberia-ser-mucho-mas-personalizada/+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ve&client=firefox-b-d

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Pautas para fomentar el aprendizaje basado en el pensamiento en el aula

Por: Educación 3.0.

 

Se puede aprender a pensar. ¿Cómo? Con el Aprendizaje Basado en el Pensamiento. Mª Milagros Rubio Pulido, docente y miembro del Servicio de Tecnologías Educativas de la Consejería de Educación y Empleo de Extremadura ofrece diversos consejos para llevarlo a cabo con los estudiantes.

Cuando el objeto de aprendizaje es algo tan intangible e incorpóreo como el pensamiento, ¿cómo hacerlo visible? ¿Cómo propiciar la cultura del pensamiento en el aula? ¿Cómo enseñar a pensar? Podemos hacerlo de forma estructurada y consciente a través del aprendizaje basado en el pensamiento (ABP o TBL en inglés).

Mª Milagros Rubio Pulid, maestra y miembro del Servicio de Tecnologías Educativas de la Consejería de Educación y Empleo de Extremadura, nos ofrece estrategias y recursos para conseguirlo. Puedes ampliar este artículo en el Portal Emtic de la Junta de Extremadura.

¿Qué es el TBL?

Propuesto por Robert Swartz, este enfoque pretende enseñar a pensar eficazmente a los estudiantes a través del currículo escolar con un trabajo sistemático en cualquier nivel educativo y/o área de conocimiento, potenciando el papel activo del alumnado para aprender a aprender.

Trabajar de manera regular y metódica la cultura del pensamiento en el aula promueve que nuestros alumnos sean pensadores más eficaces, personas más autónomas, responsables, flexibles, resolutivas… En definitiva, competentes, especialmente en cuanto a la competencia para aprender a aprender.

¿Qué es el TBL?

Planificar la enseñanza del pensamiento

Si queremos que se monitoricen los hábitos del pensamiento para convertirse progresivamente en automatismos, es necesaria una planificación consciente de cómo enseñamos a pensar.

¿Qué condiciones son necesarias? El Proyecto Zero de la Universidad de Harvard considera estas ocho: tiempo, entorno físico, oportunidades, rutinas y destrezas, lenguaje para describir el pensamiento, interrelaciones, creación de modelos y expectativas del profesorado respecto a que todos los alumnos pueden aprender a pensar eficazmente.

Esto requiere que los docentes arbitremos momentos y situaciones escolares que inviten a la reflexión, tanto de forma individual como colectiva, promoviendo la capacidad metacognitiva de todos nuestros alumnos y dejando que transformen lo que aprenden.

Planificar la enseñanza del pensamiento

Estrategias y recursos para enseñar a pensar

Sea cual sea nuestra especialidad o materia, podemos y debemos entrenar el pensamiento, ayudar a visibilizarlo. Pongamos nombre y apellidos a algunas corrientes actuales que tienen como común denominador el aprendizaje estructurado del pensamiento:

  • Rutinas de pensamiento (David Perkins). Son patrones sencillos basados en un protocolo de pasos a seguir para explorar las ideas que se tienen sobre un tema determinado. Ejemplos: Color-Símbolo-Imagen (CSI), Pienso-me interesa-investigo, círculo de puntos de vista, etc.
  • Destrezas de pensamiento (Rober Swartz). Suponen emplear procedimientos de pensamiento complejo para organizar, clasificar y relacionar ideas o conceptos que ayuden en la toma de decisiones y resolución de problemas. Se clasifican en tres categorías: destrezas de pensamiento creativo, crítico y analítico. Se apoyan enorganizadores gráficos.
  • Hábitos de la mente (Arthur Costa). Son patrones de pensamiento y conductas inteligentes que se observan cuando enfrentamos problemas y dilemas de la vida. Son 16 hábitos y puedes conocerlos en este artículo de «Escuela de experiencias».
  • Llaves del pensamiento (Tony Ryan). Son instrumentos que ayudan a desarrollar el pensamiento crítico y creativo por medio de preguntas. Tenemos 20 llaves que abren el pensamiento, clasificadas en dos colores: moradas para el desarrollo del pensamiento crítico y naranjas para el creativo.
  • Otras técnicas.  «Seis sombreros para pensar» de Edward De Bono, Visual Thinking (pensamiento visual), diarios de aprendizaje, Baraja de la metacognición de Ágora Abierta, modelos de pensamiento, etc.
Enseñar a pensar

Profe, ¡párate y piensa!

Analicemos nuestra práctica didáctica respecto a cómo enseñamos a pensar a nuestros alumnos; cómo favorecemos su competencia para aprender a aprender.

Entrenar el pensamiento facilita que los alumnos lleguen por sí mismos donde el docente ya ha llegado por su madurez y experiencia, dándoles el tiempo y las herramientas necesarias.Esto implica no dar por entendido lo que yo entiendo, no presuponer que algo debe saberse porque ya está explicado, no imponer mi forma de pensar como única forma posible, no considerar obvio lo que para mí se muestra como cotidiano.

En los contextos de aula surgen muchas oportunidades para enseñar y aprender a pensar, ¡aprovechémoslas! Nos sorprenderá la originalidad con la que nuestros alumnos razonan sobre la realidad circundante.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/como-ensenar-a-pensar/86567.html

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Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

España / Autor: Celia Rodríguez Ruiz / Fuente: Educa y Aprende

El  fracaso escolar o bajo rendimiento escolar es aquella situación en la que el estudiante no consigue los logros esperados según sus capacidades. Esto afecta a su personalidad influyendo en otros aspectos de su vida. Son varios los elementos que interactúan en esta problemática, entre ellos la autoestima y autoeficacia, la motivación y las expectativas.

Una autoestima académica baja mediante la cual el estudiante se percibe incapaz de obtener buenas calificaciones, va a generar una falta de motivación e interés por los estudios y un temor por alcanzar las expectativas esperadas.

¿Por qué es importante aprender a aprender?


Obtener el rendimiento esperado puede ser complicado cuando no sabemos cómo hacerlo. Es fundamental desarrollar la habilidad de aprender a aprender. Esta habilidad implica desarrollar aspectos cognitivos, es decir capacidades que permitan al alumno conocer y regular sus propios procesos de aprendizaje y al mismo tiempo, desarrollar actitudes para aceptar los errores y para ser capaz de afrontar y superar el bajo rendimiento escolar.

 

¿Cómo podemos enseñar a los niños y niñas a aprender a aprender?

Más que una serie de técnicas de estudio para desarrollar esta habilidad de aprender a aprender, debemos partir de la reflexión del propio estudiante. Es muy importante que como protagonista del proceso reflexione sobre cuál es su meta y sobre cómo crear su propio aprendizaje. Esto va a permitirle aprender a gestionarse y aprender a aprender.

Trabajar la autoeficacia es el siguiente paso, siendo el punto clave de todo el proceso.

 

10 Pautas para evitar el bajo rendimiento escolar y las malas notas


  1. Fomenta la reflexión sobre el propio aprendizaje. Haz que el niño/a se pregunte que quiere aprender, porque quiere aprenderlo y cómo va a hacerlo.
  2. Trabaja la autoeficacia y la autoestima ofreciéndole tareas que supongan un reto, pero que sea alcanzable. Deben tener alguna dificultad pero al mismo tiempo que puedan solventar.
  3. Ante nuevos aprendizajes, ayúdale a comenzar analizando los conocimientos previos que tenga sobre el tema. Aprender a aprender significa poder establecer relaciones con otros contenidos y basarse en ellos, de esta forma se produce un verdadero y significativo aprendizaje, distinto a la memorización o copia.
  4. Deja que sigan su propio ritmo. Cada persona es distinta y el aprendizaje se construye, esto implica un proceso que cada cual ha de seguir con su ritmo personal.
  5. Favorece su papel activo en la construcción de aprendizajes. Ante la tarea de aprender el protagonista es el sujeto que aprende y su papel por lo tanto ha de ser activo en la creación de estos aprendizajes. Para ello, permítele e incítale a la práctica, la indagación y el desarrollo de las competencias o el saber hacer.
  6. Enséñale a evaluar el desarrollo de su aprendizaje. Esto implica la reflexión durante el desarrollo del proceso de aprendizaje. Es decir haz que reflexione y que se dé cuenta de que es lo que aprendido y como lo ha hecho.
  7. Muéstrale que el error es una fuente de aprendizaje.Enséñale a aprender de los errores reflexionando sobre los mismos.
  8. Dale apoyo emocional y autoestima para afrontar las dificultades que surjan durante el proceso y se enfrenten al fracaso sin abandonar.
  9. Despierta su interés y su motivación, hazle ver la utilidad de lo que aprende y trata de aportarle medios y materiales para que se produzca una verdadera situación de creación de aprendizajes.
  10. Ayúdale a reflexionar sobre sus avances en el proceso. Es importante que vean los logros alcanzados.

Fuente de la Reseña:

Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 13 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

13 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Argentina: El cierre de las 14 escuelas ya es un hecho

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297863

01:00:00 – Clara Cordero: “Móviles en el aula, sí “

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297871

02:00:00 – México: Universidades, con deudas de 19,209 mdp

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297868

03:00:00 – Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297877

04:00:00 – Educación implementará nuevo método para enseñar Matemáticas, ¿en qué consiste?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297985

05:00:00 – Libro: Pedagogía y Formación Docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298063

06:00:00 – Colombia: Líderes universitarios dicen que paro estudiantil continúa y llaman a marchar nuevamente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297994

07:00:00 – Neurociencia, ¿una aliada para mejorar la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297976

08:00:00 – Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante N°1 (octubre 2018 -marzo 2019) – PDF

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298066

09:00:00 – Educación humanizadora y deshumanizadora

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10:00:00 – Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

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11:00:00 – El ir y venir de las modas educativas

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12:00:00 – Calendario docente 2019 (PDF)

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13:00:00 – Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

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14:00:00 – Bolsonaro acusa al marxismo de causar bajo nivel educativo en Brasil

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15:00:00 – De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

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16:00:00 – 10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

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17:00:00 – Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

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18:00:00 – Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

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19:00:00 – La crisis del Reformismo Educativo

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20:00:00 – Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

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21:00:00 – Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

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22:00:00 – ¿Por qué el modelo educativo japonés es uno de los mejores del mundo?

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23:00:00 – Aulas violentas: el acoso y la agresión en la escuela (Video)

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Entrevista a Vicky Colbert. Socióloga y fundadora de Escuela Nueva: “El conocimiento se construye en grupo, dialogando”

Por Daniel Sánchez Caballero /Diario de la Educación

Escuela Nueva es una ONG que comenzó su andadura en las escuelas rurales colombianas pero que ya ha llegado a otros países. Hablamos con su fundadora sobre el proyecto.
Socióloga colombiana, Vicky Colbert tiene la convicción de que sin una escuela pública de calidad “no puede haber desarrollo social o económico ni paz ni democracia”. Con esta idea firme en la cabeza desarrolló Escuela Nueva, una ONG que le dio la vuelta a las escuelas básicas rurales de Colombia con un modelo pedagógico que revolucionó el sistema educativo del país. Sin ser nada especialmente nuevo, remarca Colbert. “Aplicamos los principios pedagógicos que conocemos hace tiempo”, explica. Fruto de ese trabajo, Colbert recibió el pasado año el Yidan Prize, el galardón educativo mejor dotado del mundo, con cuatro millones de dólares. Vicky Colbert ha estado en España invitada por la Fundación María José Jove para explicar su modelo de Escuela Nueva.¿Qué es la Escuela Nueva?

Es un modelo que diseñamos en Colombia para trabajar en las escuelas invisibles. El objetivo en ese entonces era universalizar la primaria, sobre todo en las zonas rurales, donde no llegaba, porque había muchas escuelas invisibles a los políticos y los administrativos al ser las más aisladas. Por su propia naturaleza, estas escuelas multigrado es donde tenían las mayores dificultades. La necesidad es la madre de la innovación y en estas escuelas desarrollamos el sistema. Como tocó repensar todo porque no funcionaba nada, hoy en día lo que está de moda es que no todo el mundo aprende todo al mismo tiempo. El conocimiento se construye en grupo, dialogando, esa es la premisa. También hay un nuevo rol del docente, que alimenta, que tiene más tiempo para conocer a sus alumnos y no solo es un transmisor de información. Es el nuevo rol del docente para el SXXI, mucho más humano. La educación está cambiando y tenemos que adaptarnos a los nuevos planteamientos y Escuela Nueva se adaptó a lo que hoy en día está de moda.

Las ideas no son nuevas en la filosofía de la educación, lo nuevo fue hacerlo de manera práctica, concreta, sencilla y fácilmente escalable y costo-efectiva. Las fortalezas de Escuela Nueva es que ha sido viable técnicamente, políticamente y financieramente porque tuvimos que diseñar una intervención replicable en todo el país. Un elemento muy importante, publicado por la Universidad de Londres es el impacto de Escuela Nueva en la convivencia pacífica de los niños y los comportamientos democráticos. Esto es algo esencial hoy, especialmente en Colombia, donde estamos pasando una periodo de post conflicto, necesitamos pedagogías que promuevan la paz y la convivencia.

¿Con cuántas escuelas trabajan?

Son muchas. En algunas regiones está más fuerte y en otras menos. Si hay 35.000 escuelas rurales en Colombia en los 90 llegamos a unas 20.000, ahora estamos en proceso de fortalecimiento. Pero donde se está implementando todavía, en las escuelas rurales, sigue teniendo mejores resultados que las urbanas. Logra tres conceptos clave: equidad porque compensa el factor socio-económico, estas escuelas sacan mejores resultados a veces que las hermanas que no aplican el método; resultados académicos y socioemocionales, y la escalabilidad, que puede impactar en grandes números. Sí sacamos una innovación interesante pero que no fuera replicable no nos servía.

¿Cómo funciona en las aulas?

No todos los niños hacen lo mismo a la misma hora al mismo tiempo. Unos trabajan individualmente, otros en pareja, otros en grupo. El principio es la educación personalizada. Hay niños con sus guías de aprendizaje, que tienen el concepto de “texto dialogante”, que lleva a los estudiantes a dialogar entre ellos, se hace mucho trabajo en equipo a diferencia de una clase convencional, donde hay silencio y solo se oye al profesor. Yo creo que las guías han sido lo más importante, ahí es donde se tienen que poner de acuerdo, oír la opinión del otro aunque sea diferente y ahí vemos el impacto en la convivencia. El rol del docente también es nuevo, acompaña el proceso, pregunta a los estudiantes, conoce a sus alumnos, sus problemas, etc. y tiene una dimensión mucho más humana. Es mucho más aprender a aprender, a liderar procesos y tomar iniciativas. Son estilos de liderazgo más fuertes.

Mezclan edades en clase, como suele ser habitual en la escuela rural. ¿Cree que es una ventaja o se hace simplemente por necesidad?

Ese fue nuestro punto de arranque, las escuelas multinivel. De entrada hay que aprender a manejar esta heterogeneidad en el aula y es lo que nos permitió innnovar porque obliga a introducir flexibilidad. Lo importante es cómo aplican el conocimiento en sus hogares, etc. Nos tocó manejar.

Parte de su discurso sostiene que no han inventado nada nuevo. ¿Estamos olvidando los básicos en la educación con la tecnología, las nuevas metodologías, etc.?

Creo que sí. La tecnología educativa nos facilita cosas, pero también enreda. La gente cree que la tecnología son nuevos métodos, pero en esencia la filosofía del aprendizaje es la misma, no hay nada nuevo. Pero estas filosofías de la educación llegan a los colegios de élite, no a las grandes mayorías vulnerables.

¿Cómo es el método de aprendizaje?

El rol del docente hacia el futuro va a una dimensión más humana. Hay que cambiar la manera de aprender, es aprender a aprender. Nos adelantamos un poco a las habilidades del SXXI. Pero propiamente la filosofía del aprendizaje son las que conocemos desde principios de siglo. El aprendizaje centrado en el alumno, ¿cómo vamos a decir que el aprendizaje está centrado en el docente?

A veces da la sensación de que este tipo de iniciativas si no surgen de lo privado no se van a dar nunca. ¿Por qué pasa esto? ¿La administración se despreocupa?

Bueno, nosotros nacimos en lo público porque era la urgencia, y no fue fácil. Hemos aprendido que hay que trabajar con lo público para lograr impacto y cobertura. Pero hay que tener colaboración público-privada. La educación es tan importante que no es cosa solo de un gobierno sino de toda la sociedad. Es el compromiso de todos, es muy importante porque es donde vienen las grandes alianzas público-privadas. El gobierno da cobertura, pero hay que colaborar para lograr calidad y sostenibilidad. Nosotros tuvimos que crear la Fundación para darle sostenibilidad y calidad. Hemos tenido apoyo de grandes empresas.

¿Este modelo solo puede aplicarse en países en vías de desarrollo?

Por un lado el Gobierno vietnamita, por ser un gobierno muy especial, acaba de sacar la evaluación de impacto hecha por el Banco Mundial de Escuela Nueva en Vietnam, donde se aplicó a gran escala. En otros países donde a lo mejor no es una necesidad como en Colombia iniciamos un proyecto en dos colegios. El Estado de California nos está invitando a trabajar allí, estamos en esas negociaciones. Hay que quitar la idea de que esto es de pobres para pobres.

¿Los maestros necesitan una formación específica para dar clase en la Escuela Nueva?

Sí. Una fortaleza de Escuela Nueva es que tiene una visión sistémica. Si queremos niños con ciertas aptitudes de ciudadanos había que trabajar con los docentes también. Si queremos que formen a sus alumnos de esa manera tenemos que formales de una manera similar a como trabajarán con los alumnos. Es una paradoja, muchas veces queremos que los maestros hagan el cambio, que enseñen de otra manera, pero les enseñamos innovación a través de clases magistrales. Queremos que el viva el proceso. También queremos no dejarles solos. Los docentes aprenden más de otros docentes que de los mismos expertos. Buscamos propiciar encuentros de docentes una vez al mes donde pueden compartir sus problemas, sus innovaciones, y se ayudan entre ellos. Esa comunidad de práctica o aprendizaje colaborativo entre los docentes ha facilitado mucho.

Escuela Nueva habla mucho de la formación de ciudadanos, quizá yendo en contra de la tendencia europea de formar trabajadores.

Algo muy importante para nosotros era promover líderes. Líderes con más empatía, con compasión. Que pudieran liderar procesos, que no fueran pasivos-memorísticos. Se trata de trabajar en equipo para el SXXI y aprender a aprender. Lo importante es que los alumnos salgan como agentes de cambio. Pero en el caso de Colombia, como en el resto de América Latina, hay que fortalecer la básica. Cuando tienes un continente donde el 50% no entiende lo que lee en 4º de primaria, ¿sobre qué construyes? Para mí esta es la prioridad, al menos en estos países.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/25/el-conocimiento-se-construye-en-grupo-dialogando/

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Enseñar a pensar: el ejemplo de una universidad colombiana que cambió su enfoque académico

Por: Semana Educación

Conocimientos, actitudes y habilidades: tres elementos que juntos apuntan a una educación con enfoque de competencias. Una apuesta de la Universidad Cooperativa de Colombia desde hace algunos años.

La educación por competencias pretende que los estudiantes no solo adquieran saberes técnicos sino que “aprendan a aprender”. Esto quiere decir no pensar únicamente en el hacer, sino también en el desarrollo del pensamiento crítico y de habilidades que permeen su vida, de manera que estén preparados para los desafíos del futuro: mayor tecnología, inteligencia artificial, automatización, entre otros.

En este sentido, las instituciones educativas, sobre todo aquellas encargadas de formar técnicos, tecnólogos y profesionales, juegan un papel fundamental. Son ellas las llamadas a educar con un enfoque de competencias que permita a los profesionales del mañana adaptarse a los trabajos del futuro.

La Universidad Cooperativa de Colombia (UCC) lo entendió, y desde 2010 comenzó su transformación. Lo primero que hizo fue unificar los planes de estudio de los 21 programas de pregrado que ofrece en los 16 campus del país. “Para lograrlo, trabajamos con el enfoque de competencias, porque si lo hacíamos trayendo a nuestros académicos para que pensaran los temas que debíamos dictar, nunca se hubieran puesto de acuerdo”, explicó Manuel Unigarro, director Nacional de Gestión de Programas de la institución.

El proceso de Bolonia inspiró el cambio en esta universidad. Este acuerdo, firmado en 1999 por los ministros de Educación de diversos países de Europa, dio inicio a un proceso de convergencia cuyo objetivo era facilitar el intercambio de profesionales y adaptar el contenido de los programas universitarios a las demandas sociales, mejorando su calidad y competitividad.

Y esto fue, en parte, lo que hizo la UCC al unificar sus planes de estudios: dar la posibilidad de que sus estudiantes pudieran moverse por las diferentes sedes. Pero, además, bajo un modelo educativo crítico con enfoque de competencias. “Ha sido una experiencia muy interesante, porque logramos ponernos de acuerdo sobre lo fundamental.

Observamos el asunto internacionalmente para entender qué competencias podíamos incorporar en nuestros planes de estudio y cuáles surgían a raíz del contexto de cada asociación y grupo de las regiones donde trabajábamos”, agrega Unigarro.

Cuando se educa con enfoque de competencias, no solo los planes de estudio necesitan modificación; el sistema de créditos también requiere ajustes. Ese fue el siguiente paso para la universidad. Según Unigarro, entender que estos se dividen en dos aspectos les permitió plantear acciones. “Los créditos están compuestos por las horas de trabajo del estudiante acompañado por el profesor, es decir, la clase normal o magistral y unas horas de trabajo independiente. Por cada hora de clase, el alumno debe tener dos horas de trabajo independiente”, agregó.

En términos porcentuales, se habla de un 33% en el salón con el profesor, y un 66% de trabajo autónomo del estudiante. “Antes solo pensábamos en ese 33%, pero entendimos que el punto esta en la otra parte del tiempo, en ayudársela a gestionar al alumno. Entonces comenzamos a diseñar una serie de estrategias apoyándonos en las aulas extendidas, porque el desarrollo de competencias no se da un aula de clase”, explica Manuel. El aula extendida en la UCC funciona de manera digital. Hay una plataforma llamada Campus Virtual en la que los estudiantes reciben asesorías y aprenden temas diferentes a los que abordan en clase. Un modelo mucho más práctico.

La necesidad de evaluar diferente

Unigarro afirma que si se quiere mejorar la calidad de la educación, necesariamente se debe mejorar la calidad de la enseñanza, y para esto hay que enseñar diferente y evaluar diferente.

Los programas con enfoque de competencias deben trabajar eventos evaluativos de alta complejidad que permitan poner en escena justamente la competencia. “La planeación curricular ha de empezar por determinar las formas de evaluación y los indicadores, es decir, qué debe hacer el alumno para demostrar que cuenta con determinada competencia y, a partir de eso, cambiar la manera de pensar e impactar la educación”, agregó Manuel.

En la enseñanza por competencias se evalúan los tres aspectos que la componen de manera simultánea. El primero de ellos es la parte cognitiva, que hace referencia a la teoría, al conocimiento puro. El segundo, el elemento actitudinal, que no es otra cosa que lo que piensa el estudiante como individuo, y tiene que ver con la expresión de lo que cree frente a lo aprendido. Y, finalmente pero igual de importante, lo procedimental o el hacer, es decir, poder aplicar los saberes adquiridos. Si no están presentes estos tres elementos, no se está evaluando por competencias. La experiencia de la Universidad Cooperativa de Colombia abre una puerta para otras instituciones de educación superior, no solo en el país sino en América Latina. Los modelos de educación con enfoque de competencias deberían ser la tendencia que permita unificar algunos aspectos de las diferentes instituciones educativas, para darle la oportunidad a los estudiantes de transitar por diferentes países, creciendo en experiencias y preparándose en habilidades que permanezcan durante toda la vida.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-enfoque-de-competencias-de-la-educacion-en-la-universidad-cooperativa-de-colombia/585322

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