Page 3 of 3
1 2 3

Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (6)

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

En los dos artículos anteriores identificamos cuatro ejes fundamentales de una propuesta educativa que incentive formar y aprender sin umbrales. Estos son: personalización de los aprendizajes, un currículo ligado al mundo real, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles, y relaciones de mentor entre docentes y estudiantes. Los cuatro ejes son en gran medida el cimiento de la propuesta impulsada por Eduy21 de una educación unitaria de 3 a 18 años que se compone por: (i) una educación de la niñez y la adolescencia que integre los niveles inicial, primario y medio – una educación básica de 3 a 14– y (ii) una educación de jóvenes de 15 a 18 que amplíe, integre y potencie componentes tradicionalmente identificados como de educación secundaria, así como de técnico-profesional y vocacional.

La propuesta de una educación básica y de jóvenes se sustenta en un enfoque por competencias como uno de los criterios orientadores de los procesos de enseñanza y aprendizaje que no excluye, en absoluto, otras miradas complementarias y necesarias del currículum – sobre el para qué y qué de educar y aprender-, de la pedagogía – cómo educar y aprender – y de la docencia – orientar y facilitar al aprendiz y a los aprendizajes-. Las propuestas educativas más eficaces tienden a ser más una combinación de enfoques, que la sola adscripción a una corriente de pensamiento (Eduy21 & El Observador, 2016).

Según surge de la evidencia mundial, la introducción progresiva de un enfoque por competencias supone repensar el sistema educativo en su conjunto (Amadio, Opertti y Tedesco, 2015). No puede reducirse a un cambio, o a un ajuste puntual en el funcionamiento del mismo. Lo que proponemos es un cambio sistémico y progresivo que se plasma en una educación unitaria de 3 a 18 años que resulte vinculante para todos los niveles y las ofertas educativas, sectores públicos y privados. Reafirma la concepción y el rol del Estado garante como igualador de oportunidades de aprendizaje.

En el marco de un enfoque por competencias, la transición desde propuestas educativas estructuradas en niveles –inicial, primaria, secundaria y técnico profesional– a grupos etarios –educación de 3 a 18 años– implica entender y priorizar el desarrollo del niño/a, adolescente y joven integrando aspectos volitivos, valóricos, emocionales y cognitivos. En efecto, implica hacerse cargo que es al mandato y al cerno de los sistemas educativos adaptar sus estrategias de formación a las maneras en que los alumnos aprenden, partiendo de su reconocimiento como sujetos y no como objetos del aprendizaje, así como entender sus necesidades, ritmos de progresión y motivaciones con los propios aprendizajes. Se trata, en efecto, de una renovada forma de organización de la educación, alternativa a la actual fragmentada en niveles.

Teniendo claridad en la magnitud e implicancias que supone avanzar de manera progresiva y ordenada en un enfoque por competencias, nos parece importante realizar cinco puntualizaciones.

En primer lugar, se deben diferenciar dos maneras complementarias de entender las competencias. Por un lado, la identificación de las competencias que son necesarias desarrollar en alumnas/nos a la luz de los imaginarios de sociedad, la formación en ciudadanía, los planes de desarrollo económico y social y el bienestar colectivo que son definidos y consensuados por el sistema político y educativo. Por otro lado, las competencias visualizadas como herramientas metodológicas –por ejemplo, pensamiento crítico, creatividad y trabajo en equipo– que se apropian los alumnos para responder a desafíos que plantean situaciones de aprendizaje y de la vida real. Mientras que la primera es más una discusión sobre las concepciones de sociedad y educación –podría denominarse enfoque programático que debe ligar las competencias a objetivos transformacionales de la sociedad-, la segunda es más de uso de herramientas por parte de los alumnos– enfoque pedagógico-. Ambas son necesarias y complementarias.

En segundo lugar, las competencias no son solo aplicación de conocimientos a contextos específicos, sino esencialmente la capacidad de cada persona de discernir qué conocimientos son necesarios usar para que conjuntamente con movilizar valores, actitudes, emociones y habilidades, poder responder a diversidad de situaciones problematizadas como desafíos. La aplicación de conocimientos es parte del proceso de desarrollo de una competencia, pero no la agota. No se aplican conocimientos vaciados de referencias solo como un ejercicio cognitivo, desconociendo que las emociones son la base del desarrollo de los aprendizajes y que los valores están implicados en su desarrollo.

En tercer lugar, el conjunto de desempeños definidos como competentes para apoyar el desarrollo de la persona, la vida en sociedad, el ejercicio de la ciudadanía y el trabajo, no son construcciones en abstracto, sino que tienen a la vez la pretensión de estar conectadas a realidades locales y de ser indicativas de desempeños universales que pueden transferirse a otros contextos a escalas global y local. En efecto, lo global y lo local están en relación de mutua dependencia.

En cuarto lugar, los temas transversales de formación, comunes a la educación de 3 a 18 años – por ejemplo, inclusión, educación Steam (por sus siglas en inglés, Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), enfoque de género y educación para la ciudadanía global y local – orientan la selección y el desarrollo de las competencias, pero no son competencias como tales. Por ejemplo, la transversalidad de la educación Steam, priorizada como política educativa desde la educación inicial en adelante, no se traduce ipso facto en competencias Steam, sino que ayuda a la identificación de los desempeños competentes que requiere una persona para desarrollar, lograr y evidenciar la alfabetización Steam.

En quinto lugar, el desarrollo y la evaluación de las competencias, liga coherentemente el para qué y el qué de educar y aprender con el cómo, cuándo y dónde hacerlo y evidenciarlo. Las competencias son evaluadas para apoyar y potenciar los aprendizajes. Más aún, implica asumir que hay maneras múltiples y escalonadas, de ir evidenciando cómo el alumno va progresando en el desarrollo de las competencias, y que existen variedad de formas alternativas para demostrar “maestría” en proyectos y saberes específicos y relevantes por parte del mismo (Eduy21, 2017).

Los alumnos pueden lograr un desempeño competente eligiendo diversidad de caminos para responder a situaciones problema, que no son fácilmente encasillables en las categorías de “correcto e incorrecto”. Esencialmente, la evaluación por competencias plantea el desafío para el docente de retroalimentar las producciones de los estudiantes en un sentido constructivo, e identificando/explicando matices, más que en señalarle a los mismos que “está bien o mal”. Usar acertadamente la evaluación como soporte de los aprendizajes, es una manera efectiva, entre otras necesarias, de contrarrestar la expulsión de los jóvenes del sistema educativo.

Fuente del Artículo:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-6-n1122200

Comparte este contenido:

Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (5)

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

En el artículo anterior señalábamos que el aprendizaje personalizado es el eje fundamental de una propuesta educativa que incentive formar y aprender sin umbrales. Otros cuatro ejes cumplen un rol fundamental como formas de concretar la personalización de los aprendizajes, a saber: protagonismo de los alumnos, un currículo –esto es, el para qué, qué y cómo se enseña y aprende– ligado al mundo real, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles, y relaciones de mentor entre docentes y estudiantes. Analizaremos cada uno de ellos.

En primer lugar, el protagonismo de los estudiantes en sus propios procesos de aprendizaje implica que los alumnos disponen de espacios de decisión y elección en su educación (EDUY21, 2017). Los alumnos estarán crecientemente implicados en conformar su propio currículum. Esto no ya solo supone que puedan elegir entre modalidades y asignaturas que de hecho sucede principalmente en el marco de propuestas curriculares que habilitan a que el centro educativo defina una parte de los contenidos curriculares. Asimismo, implica que el estudiante tenga múltiples oportunidades de explorar temas que le interesan integrando y dándole sentido a conocimientos que provienen de diferentes disciplinas.

Crecientemente los estudiantes requieren integrar diferentes conocimientos y competencias para responder a desafíos que se presentan bajo el formato de problemas, proyectos, investigaciones o similares. En un futuro no muy lejano, los centros educativos tendrán que estar facultados y permitir a los estudiantes seleccionar lo que quieren aprender, como lo aprenden y en qué proyectos participan (USCRossierOnline, 2014; Henny, 2016). Se dejaría progresivamente la idea que la propuesta curricular prescribe todo lo que el estudiante tiene permitido de hacer a otra alternativa donde no hay restricciones ni umbrales en las combinaciones que el estudiante puede idear entre la formación básica universal obligatoria y sus temas de interés.

En segundo lugar, un currículo ligado al mundo real refleja las competencias que el desarrollo del país demanda en su conjunto, así como una lectura de los desafíos sociales, económicos y tecnológicos que plantea la cuarta revolución industrial. Competencias como programación computacional, diseño, sostenibilidad y alfabetización financiera deben ser integradas y enseñadas en las aulas (USCRossierOnline, 2014). Esto implica que la propuesta curricular debe estar fuertemente orientada a promover un enfoque integrado de humanidades y ciencias, de formación teórica y aplicada, y de aspectos lúdicos, tecnología y elementos de la vida real del estudiante.

Asimismo, las carreras se van a ir adaptando progresivamente a una economía con múltiples arreglos de trabajo. En particular, la denominada economía freelance supone la creciente presencia de trabajadores que se organizan por su cuenta, prestan servicios a terceros y que lo pueden hacer a través de plataformas en línea. Por ejemplo, se estima que la proporción de trabajadores en Estados Unidos en arreglos alternativos a los tradicionales incluyendo trabajadores por cuenta propia, temporales y contratados, creció de 10.7% en el 2005 al 15.8% en el 2015, calculado sobre el total de la población en edad de trabajar (Katz & Kruger, 2016). A nivel mundial, la proporción de trabajadores que trabajan por su cuenta puede ubicarse por encima del 13% (World Economic Forum, 2017).

En atención a estos cambios en los arreglos de trabajo, los estudiantes tendrán que adaptarse a aprendizajes y trabajos basados en proyectos que esencialmente implican movilizar su experticia y evidenciar flexibilidad para responder a oportunidades y desafíos. Tendrán que aprender cómo aplicar competencias en períodos cortos de tiempo a una variedad de situaciones y tareas. Los centros educativos tendrán que ofrecer a los estudiantes más vías de adquirir experiencias del mundo real en relación a sus futuras carreras.

En tercer lugar, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles que implican la necesidad de repensar el aula a la luz de mejor responder a las expectativas y necesidades de los estudiantes. El ambiente de aprendizaje debe facilitar que el alumno pueda tener una multiplicidad de oportunidades para producir conocimientos en el marco de un currículo que lo facilita. Esto supone jerarquizar el rol del docente como un guía y un facilitador (EDUY21, 2017) que reconoce y respeta que cada alumno es un ser especial con intereses propios.

Los estudiantes tendrán más oportunidades de aprender a diferentes tiempos – modelos híbridos personalizados de aprendizaje que integran fases presenciales y en línea, en diferentes espacios interconectados y formando parte de redes educativas – formales, no formales e informales; y fortaleciendo un conjunto de saberes en espacios obligatorios y optativos de formación que serán evaluados a través de una variedad de fuentes de evidencia. A vía de ejemplo, podrán ser evaluados a través de una prueba nacional, proyectos seleccionados por los estudiantes, portafolio de actividades realizadas y aprendizajes adquiridos en instituciones culturales (EDUY21, 2017). Asimismo, las herramientas de e-learning facilitan crecientemente oportunidades para aprendizajes remotos y alineados con los ritmos de aprendizaje de cada estudiante (Dunwill, 2016; McClure, 2016).

En cuarto lugar, promover relaciones de mentor entre docentes y estudiantes atendiendo al hecho que, de acá a un período corto de tiempo, los estudiantes van incorporar tal grado de independencia a sus procesos de aprendizaje que las relaciones de mentor serán fundamentales para sus logros. Los docentes son y serán aún más un punto central de referencia en la selva de información que los estudiantes tendrán que lidiar para orientar su camino de formación, a la luz de desarrollar competencias fundamentales para la vida, la ciudadanía y el trabajo (Henny, 2016).

Los estudiantes podrán aprender y almacenar información sin estar necesariamente en el centro educativo en persona. Los docentes tendrán que contemplar diferentes formas de estar conectados con sus estudiantes e involucrarlos por la vía de redes sociales y comunidades en línea. No es que la presencialidad vaya a desaparecer, sino que el docente amplía su radio de acción para garantizar que los tiempos y los contenidos de instrucción en línea se integren a una propuesta educativa que facilite a cada alumno una oportunidad real personalizada de educarse y de aprender.

Fuente de la Noticia:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-5-n1119011

Comparte este contenido:

Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (4)

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Renato Opertti/ Fuente: El Observador

 

En el artículo anterior se señalaba que una agenda de cambios educativos en diálogo con las necesidades de desarrollo del país y las implicancias de la cuarta revolución industrial, implica revisar el concepto de educación y de sistema educativo, de cara a ampliar y democratizar oportunidades de aprendizajes desde cero a siempre. Ahondando en los aspectos conceptuales, entendemos que dicha agenda se sustenta en cinco ejes fundamentales en la dirección de formar y de aprender sin umbrales, a saber: aprendizaje personalizado, protagonismo de los estudiantes, un currículo ligado al mundo real, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles, y relaciones de mentor entre docentes y estudiantes. Analizaremos hoy el primero de los cinco ejes que es el fundamento de los otros cuatro.

Aprendizaje personalizado implica básicamente dos aspectos complementarios: (i) que los estudiantes, entendidos y respetados como seres singulares, aprenden con herramientas de estudios / recursos de aprendizaje adaptados a sus capacidades (Dunwill, 2016; Henny, 2016; McClure, 2016) y (ii) que los docentes abordan el desafío que los estudiantes aprendan en un ambiente de aprendizaje flexible y personalizado que puede implicar clases más enfocadas en la apropiación de la tecnología como medio de instrucción común a diversas áreas de aprendizaje y asignaturas, y su uso extendido, para contribuir a que los procesos formativos tengan mayor sentido y entusiasmen al estudiante (USCRossierOnline, 2014; EDUY21, 2017).

La personalización de los aprendizajes está crecientemente respaldada en los desarrollos de la psicología cognitiva y de las neurociencias que abonan la idea que cada cerebro es un mosaico único de características (Joel, 2015). Todas las personas a diferentes edades tienen un potencial de aprendizaje a descubrir y fortalecer, que es el correlato que cada uno es un ser especial/único que aprende de manera singular en interacción con sus pares, docentes, familias y otras personas/instituciones relevantes.

Nacemos con aproximadamente 85 billones de neuronas y uno de los mayores desafíos que enfrenta el sistema educativo yace en estimular el crecimiento y la conexión entre las mismas, así como su intensidad, fortalecimiento y eficiencia. El grado de solidez de la propuesta educativa va a marcar fuertemente a diferentes edades las posibilidades de desarrollo del alumno en un conjunto de saberes y competencias que son claves para su desempeño competente en la sociedad como persona, ciudadano y miembro de la comunidad.

Hoy se dispone de evidencia concluyente que la calidad de la experiencia del entorno de una persona –en este caso, si los estímulos del ambiente educativo son adecuados y enriquecedores– están modificando constantemente nuestra sinapsis –básicamente el mecanismo de comunicación entre dos o más neuronas – y remodelando nuestro cerebro. Lo que se conoce como neuroplasticidad implica que el cerebro cambia físicamente cuando aprendemos algo nuevo (Reigosa-Crespo et.al., 2012; Moll & Lent, 2016; Ribeiro, et.al., 2016; Book of the Brain, 2017). Si bien la neuroplasticidad del cerebro es mayor en los inicios de la vida – aproximadamente a la edad de 6 años se tiene el 90% de las neuronas de un adulto– ocurre a lo largo de la vida, lo cual argumenta en favor de la necesidad de facilitar oportunidades de formación sin fronteras etarias.

El cerebro incide pues en los aprendizajes, pero asimismo los aprendizajes estimulados por sus entornos inciden en el desarrollo del cerebro. Es una relación de ida y vuelta que demanda por los menos dos tipos de consideraciones básicas. Por un lado, la necesidad de un conjunto coordinado de políticas sociales y familiares vinculadas a estimulación temprana, licencias de maternidad para madres y padres, modalidades integrales de atención a la infancia, asignaciones familiares con contraprestaciones verificables, estilos saludables de vida y nutrición. Su objetivo principal es apoyar un desarrollo integrado de la persona en los períodos críticos de la infancia, la niñez y la adolescencia.

Por otro lado, un sistema educativo que encare decididamente los desafíos de aprendizajes asociados a diferentes edades. Por ejemplo, se sabe que, durante la niñez, la memoria, las competencias sociales, así como la alfabetización básica en lectura y matemática se desarrollan largamente entre las edades de 4 a 8 años, mientras que el uso de estas competencias para sostener mayores y más complejos aprendizajes tienen lugar entre los 8 y 12 años (Filgueira & Porzecanski, 2017). Básicamente estas competencias y conocimientos se traducen en un crecimiento de la conexión entre neuronas (sinapsis) denominada materia gris. La educación inicial y primaria son claves como base de todo el andamiaje del desarrollo del alumno. Si no lo hacen bien, simplemente los problemas se trasladan al nivel siguiente.

Asimismo, el período de la adolescencia es crecientemente caracterizado como una ventana de oportunidades ya que el cerebro que sigue en período de crecimiento es particularmente receptivo a las influencias ambientales positivas. Lo que sucede es que el número de conexiones sinápticas –materia gris– alcanzan su pico a la edad de 11 años para la niña, y de 12 para el niño. A posteriori se verifica un proceso de depuración quedando aquellas conexiones entre neuronas que son más estimuladas su uso. El sistema educativo cumple un rol crítico en contribuir a ampliar, fortalecer y hacer más rápidas las conexiones entre las neuronas en los adolescentes –denominada materia blanca– lo cual es fundamental para un desarrollo integrado y equilibrado de las competencias emotivas, sociales y cognitivas. Precisamente, el desarrollo y la maduración de la corteza prefrontal que está asociado a la capacidad de planificación, control y empatía, ocurre primariamente durante la adolescencia y es logrado plenamente a la edad de 25 años (Filgueira & Porzecanski, 2017; Book of the Brain, 2017).

Un sistema educativo como el nuestro, con altas tasas de expulsión de la educación media, puede, sin intención alguna, contribuir a transformar la adolescencia de una ventana de oportunidades en una ventana de vulnerabilidades que afecten y en muchos casos, sentencien su desarrollo en un sentido negativo.

En suma, la personalización de los aprendizajes en ambientes educativos enriquecidos y apoyados por políticas sociales y familiares robustas, es una respuesta adecuada al reconocimiento de la singularidad de las personas en sus maneras de aproximarse a y de efectivamente educarse y aprender.

Fuente del Artículo:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-4-n1115739

Comparte este contenido:

EEUU: Una escuela de Dallas está reimaginando la educación y la disciplina

América del NOrte/EEUU/ Observatorio ITESM

La Academia de Innovación, Diseño y Emprendimiento (IDEA) de Dallas está cambiando su enfoque sobre la disciplina al centrarse en la reparación del daño hecho por estudiantes con mala conducta, en lugar de castigarlos, y está implementando un enfoque educativo de aprendizaje personalizado.

La escuela atiende a 330 estudiantes de 39 vecindarios de Dallas, incluyendo a niños y jóvenes de diferentes perfiles demográficos y estratos socioeconómicos.

En una entrevista con EdSurge, Courtney Egelston, cofundadora de IDEA, explicó cómo la escuela implementó un sistema de justicia restaurativo, que busca subsanar las relaciones dañadas, en lugar de enfocarse en los castigos.

«Las prácticas restaurativas son difíciles de aceptar porque llevarlas a cabo toma tiempo y trabajo, pero yo creo que esa es la clave para avanzar,» dijo Egelston.

Adoptar el aprendizaje personalizado ha sido un desafío, pero los profesores se han mostrado dispuestos a utilizar el modelo en su salón de clases.

«El impulso a la personalización proviene de un enfoque muy humano; no se puede ayudar a alguien si no lo conoces», agregó Egelston.

El sistema escolar de Dallas es uno de los más segregados en Estados Unidos y, ante esta situación, el gobierno implementó un programa de integración que pretende alentar a estudiantes de todas las etnias a ir juntos a la escuela.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/2017/8/21/una-escuela-dallas-est-reimaginando-la-educacin-y-la-disciplina

Comparte este contenido:

La Iniciativa Chan-Zuckerberg tiene un ambicioso plan para impulsar el aprendizaje personalizado

America del Norte/EEUU/Observatorio ITESM

Priscilla Chan y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, invertirán «cientos de millones de dólares al año en aprendizaje personalizado», con el objetivo de ampliar los esfuerzos para proporcionar a cada estudiante una educación personalizada,informa Benjamin Herold en Education Week.

A través de la Iniciativa Chan-Zuckerberg, la pareja quiere apoyar el desarrollo de modelos y herramientas para ayudar a los profesores a reconocer y responder mejor a las necesidades académicas de cada estudiante. Para lograrlo, contrataron a James H. Shelton, ex Subsecretario de Educación de los Estados Unidos.

«Tenemos que disipar esa noción de que el aprendizaje personalizado es sólo tecnología», dijo Shelton en una entrevista con Education Week. «De hecho, se trata de entender a los estudiantes, dándoles agencias y dejándoles hacer un trabajo que sea atractivo y emocionante».

Creada en 2015, la Iniciativa Chan-Zuckerberg ha apostado desde el principio en el poder del aprendizaje personalizado para transformar la educación. «El aprendizaje personalizado puede ser una forma escalable de dar a todos los niños del mundo una mejor educación», se puede leer en el anuncio de la creación de la iniciativa.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/2017/7/3/la-iniciativa-chan-zuckerberg-tiene-un-ambicioso-plan-para-impulsar-el-aprendizaje-personalizado

Comparte este contenido:

En EEUU: Experts gather at MIT to explore new research in education technology

Researchers, policymakers, and education company leaders discuss innovative technologies to improve education for disadvantaged learners.

América del Norte/EEUU/MITPrensa

Resumen: Expertos se reúnen en el MIT para explorar una nueva investigación en tecnología de la educación Los investigadores, legisladores y líderes de la compañía educación discuten tecnologías innovadoras para mejorar la educación de los alumnos desfavorecidos. J-PAL América del Norte  28 de de abril de, 2017 Preguntas de la prensa La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, y se está cambiando fundamentalmente la forma en que los maestros, los políticos y los investigadores piensan acerca de la educación. El 31 de marzo, J-PAL América del Norte organizó una conferencia en el MIT para discutir el papel de la investigación y la evidencia en la tecnología de la educación, que reúne a un grupo diverso de líderes de todo el mundo académico, las empresas de educación, la práctica de la educación y la administración, y la filantropía para compartir sus experiencias implementación y evaluación de la tecnología, tanto dentro como fuera del aula. A lo largo de la conferencia, los oradores y participantes abogaron por una evaluación rigurosa para avanzar en nuestra comprensión de cómo la tecnología puede ayudar a los estudiantes, independientemente del nivel de ingreso y aprender.

Technology is developing at a breathtaking pace, and it’s fundamentally changing the way teachers, policymakers, and researchers think about education. On March 31, J-PAL North America hosted a conference at MIT to discuss the role of research and evidence in education technology, bringing together a diverse group of leaders across academia, education companies, education practice and administration, and philanthropy to share their experiences implementing and evaluating technology both in and out of the classroom. Throughout the conference, speakers and participants advocated for rigorous evaluation to advance our understanding of how technology can help students, regardless of income level, learn.

Technology: An opportunity, a challenge, and the need for research

Quentin Palfrey, executive director of J-PAL North America, and Phil Oreopoulos, J-PAL Education co-chair and professor of economics and public policy at the University of Toronto, discussed the transformative promise of education technology and some of its most exciting uses, including approaches to personalize learning and scale instruction to learners across different contexts. However, they warned that rapid advances in education technology create the risk of leaving those without access behind, exacerbating already stark inequalities between affluent and low-income students — a public policy problem known as the “digital divide.”

“Emerging fields like machine learning, big data, and artificial intelligence will likely compound the influence of technology even further, increasing the range of tools that ed-tech can draw on and speeding up cycles of learning and adjustment…[but] these technologies are arising in a context of persistent inequality,” Oreopoulos said. “Despite expanding access, the digital divide remains very real and very big. If ed-tech practitioners and researchers don’t pay close attention to equity of access and tailoring programs to the needs of those at the lower end of the income spectrum, there’s a risk that the growing influence of technology will aggravate the educational inequalities that already exist.”

Oreopoulos set the stage with a review of the current evidence on what in education technology works, what works best, and why, drawing on over 90 studies across economics, education, and social psychology. Technology-assisted personalized learning programs emerged as an especially effective approach from the review, which stems from an upcoming education technology literature review. However, many open questions remain about how to leverage technology to help disadvantaged learners, which technologies are the most cost-effective, and why successful approaches work.

Kumar Garg, a former White House advisor who spearheaded President Obama’s efforts to improve STEM education, underscored the tremendous need for investment in education research to help us answer these questions. In 2015, only 0.4 percent of the federal education budget was spent on research, compared to 6.3 percent in health and 12.3 percent in defense. By increasing investments in rigorous research, we can better understand how to use technology to truly transform education, Garg stated.

Not a silver bullet for education

Despite the excitement around education technology, a consistent theme throughout the conference was how technology alone will not serve as a panacea. Rather, it’s best used as a complement to good pedagogy.

«Technology is not a silver bullet, but education is,» said Karen Cator, CEO of Digital Promise and former director of the Office of Educational Technology for the U.S. Department of Education. During her keynote address, Cator highlighted the need to produce and use evidence to understand how we can make the most of technology both within and outside of the classroom. She went on to discuss educational equity, technology, and the profound impact of education on social justice and economic development.

Ken Eastwood, superintendent of the Middletown City School District in New York, shared his personal experience with innovative approaches to improving high-poverty schools in his home district. In his experience, “pedagogy and the art of teaching trumps technology every time,” and emphasizing complementary professional development is key to optimizing technology in the classroom.

Working at the intersection of policy, research, and philanthropy

Alongside practitioners and researchers, the conference featured philanthropic leaders like Emary Aronson, the interim chief program officer of the Robin Hood Foundation. Aronson spoke as part of a panel focused on improving access to education in the 21st century. “Technology enables access to information, and access to information is a poverty issue,» Aronson said of the foundation’s role in the education technology space.

Speakers also addressed the challenge of translating research into policy action. Tom Kane, a leading education scholar at the Harvard Graduate School of Education, discussed how he aims to keep the research process and results localized and timely in order for evidence to be actionable. Former U.S. Chief Technology Office Aneesh Chopra and former White House advisor R. David Edelman shared their perspective on how research can impact large-scale federal policies.

Additional speakers from academia and education companies discussed diverse strategies to embed rigorous evaluation in the rollout of new education programs — such as former First Lady Michelle Obama’s Reach Higher Initiative — to better understand how real-world policies affect student outcomes. Building off the lessons from the conference, J-PAL North America plans to catalyze new research and promote evidence-based policymaking in the education technology space.

Fuente: http://news.mit.edu/2017/experts-explore-new-education-technology-research-0428

Comparte este contenido:

El aprendizaje personalizado, la nueva tendencia de las escuelas de formación

Por: www.interempresas.net/17-03-2017

El aprendizaje es una acción que funciona distinta en cada persona. Según el alumno, puede percibir la información de una forma u otra y a través de canales diferentes. Por ello, en Consulta International Business School, expertos en formación en nuevas tecnologías, han creado el modelo pedagógico propio ProMind, un método que personaliza las acciones formativas de los estudiantes para que obtengan un aprendizaje significativo y el rendimiento académico sea mayor y mejor.

A través de un test psicométrico inicial, se detecta el patrón de aprendizaje óptimo para cada individuo. Con esta información, se desarrollan unos contenidos y actividades adaptados al patrón que ha obtenido cada alumno. De este modo, se logra que los alumnos asimilen los contenidos con mayor facilidad y motivación.

“ProMind es fruto de muchos meses de investigación y desarrollo. Aunque las escuelas de formación no suelen tener un modelo pedagógico propio, queríamos darle un valor añadido a nuestro servicio y que el aprendizaje fuese útil para nuestros alumnos. Nuestro éxito es lograr optimizar su aprendizaje y que puedan aplicarlo al día siguiente”, afirma Cristina Revilla, directora de innovación tecnológica de Consulta International Business School.

La formación ofertada, de alto nivel de especialización, se diseña atendiendo a cuatro objetivos principales y a cuatro perfiles generales de aprendizaje, lo que incide de forma directa en la motivación y éxito del proceso. Cada patrón sigue una metodología didáctica propia para optimizar el aprendizaje según las características de cada perfil pero, en todos los casos, se seleccionan recursos audiovisuales y casos prácticos empresariales que garanticen un aprendizaje experiencial.

El claustro de profesores y directores académicos, diseñan los contenidos apoyándose en la metodología de cada patrón, generando recursos didácticos para perfil (vídeos, ejercicios de práctica, evaluaciones, esquemas, simuladores y cuantos recursos didácticos necesarios sean para lograr las metas de aprendizaje). De este modo, se combina tecnología y pedagogía, aplicando también conceptos de programación neurolingüística con el objetivo de lograr que el alumno logre convertirse en un experto profesional en la materia. Además, la Escuela inspirada en potenciar la innovación y formar a los profesionales del futuro, cuenta con un material académico actualizado, formación transversal y herramientas informáticas.

Para el curso 2017/18 la institución cuenta en su oferta académica con varios másteres y cursos para expertos enfocados a aumentar los conocimientos de todas las personas interesadas en las nuevas tecnologías como el Máster en Seguridad Informática y Hacking Ético con la visión de brindar al estudiante los conocimientos teóricos-prácticos en ciberseguridad o el Máster Big Data & Business Analytics para detectar, generar y obtener ventajas competitivas sustanciales en cualquier ámbito funcional de la empresa.

También se puede encontrar entre su oferta educativa otros cursos como Máster Human Capital Management, Máster International Business Management, Máster en Mobile Marketing y Publicidad Digital Interactiva y Máster Skill Development & Business Intelligence.

*Fuente:www.interempresas.net

Comparte este contenido:
Page 3 of 3
1 2 3