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¡Chao Piñera!

América del Sur/Chile/Autor(a):  Manuel Cabieses Donoso/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Manuel Cabieses Donoso

 El gobierno del presidente Sebastián Piñera está acabado. La calle revocó su mandato y exige su renuncia. En adelante la función de este gobierno se reduciría al gotario de concesiones que intentan calmar la indignación popular.

En el ofertón hacen fila los aumentos de salarios y pensiones, la reducción de los ingresos de parlamentarios, ministros y altos funcionarios públicos, la rebaja de precios de las medicinas, la congelación de las tarifas de electricidad, agua y peaje de las autopistas, y un rosario de otros parches curita para atacar el tumor maligno del modelo neoliberal.

La oligarquía, temerosa de perder sus privilegios, no quiere verse arrastrada por el descalabro del gobierno.

Alfonso Swett, presidente de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) que gobierna Chile desde 1973, ya levantó bandera blanca para pedir una tregua.

Y a nombre del comité ejecutivo de la CPC dijo: ‘Tenemos que agrandar nuestros corazones con generosidad. Sabemos que tenemos que agrandar nuestras manos y meternos las manos al bolsillo y que duela…’.

Añadió que los empresarios llevarán a cabo diálogos con sus trabajadores para atender sus demandas tanto en materia de salarios como del endeudamiento de sus familias.

Cabe señalar que el endeudamiento es uno de los problemas más graves que afectan a los chilenos. Compromete el 73,3 por ciento del ingreso familiar. Los morosos superan los cuatro y medio millones. Una moratoria general y condonar las deudas usurarias con la banca será, sin duda, la prioridad de un próximo gobierno.

Si el presidente Piñera, representante de una derecha liberal crítica del terrorismo de Estado, quisiera aliviar la crisis que vive el país y facilitar el tránsito pacífico a una democracia con justicia social, debería abdicar. Su renuncia es una de las demandas principales que hace el pueblo junto con la Asamblea Constituyente.

Un gobierno provisorio podría de inmediato llamar a plebiscito para convocar a una Asamblea Constituyente, elegida por los ciudadanos, que elabore la Constitución democrática. La jugarreta en curso para dejar en manos del Congreso el poder constituyente, es una astracanada que el país no soportará.

Sin embargo, no todo es coser y cantar. El modelo moribundo aún tiene recursos para tratar de desmoralizar y frustrar la protesta. Una de sus mañas es dar largas al conflicto y llevarlo al agotamiento. El cambio de gabinete y la batería de concesiones obedecen a esta estrategia.

Otra maniobra en desarrollo es la guerra sicológica para crear miedo en vastos sectores ante los incendios y saqueos de bandas criminales que actúan con beneplácito policial.

Se busca aislar al núcleo fundamental del movimiento: trabajadores, jubilados y clases medias.

Casi cuatro millones de obreros constituyen la población activa (42 por ciento) que junto con las clases medias, funcionarios públicos y servidumbre doméstica, alcanzan una mayoría de casi el 70 por ciento.

Pero si esa enorme fuerza no permanece unida y no se dota de una dirección respetada, el funeral del neoliberalismo puede prolongarse. La lucha debe entenderse hoy como el enfrentamiento de todos contra el uno por ciento que ha saqueado el país durante 30 años.

La estrategia del cambio requiere gran amplitud y cohesión social.

Tenemos por delante una enorme tarea de construcción de fuerza social y política. El espacio de la cultura y las artes juega un rol vital en este reencuentro con la democracia.

Requerimos una revolución cultural para construir una sociedad distinta que respete los valores esenciales de la democracia perdida en 1973 y que sea capaz de dimensionarla a la nueva época de la humanidad.

La ejemplar y maravillosa reacción del pueblo contra los abusos y corrupción del sistema, exige soluciones de calado mayor. Nunca hemos estado tan cerca del cambio que nos permita alcanzar la democracia, igualdad y justicia por tanto tiempo postergadas..

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=317087&SEO=chao-pinera
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Interculturalidad en contexto de transformación: apuntes desde la realidad boliviana

Por: Noel Aguirre Ledezma.

 

“Debemos ser reconocidos como pueblos que viven, no somos pueblos fantasmas”. Testimonio de un indígena participante de la “Marcha por el Territorio y la Dignidad”, agosto de 1990.

“Tal vez ya todos entiendan que nuestro reclamo de Asamblea Constituyente con participación de todos los sectores sociales, sin mediación de los partidos políticos, es lo que necesitamos para empezar a sentirnos parte del país . Tal vez ni nosotros mismos entendíamos muy bien eso cuando empezamos a trabajar juntos: indígenas, campesinos y colonizadores, mujeres y hombres, gentes de tierras altas y de tierras bajas, porque en nuestra historia nunca hemos participado de verdad . Bien dicen que lo que no se vive no se conoce. Nosotros pensamos que es mejor participar en las decisiones que no darnos cuenta de lo que deciden por nosotros. ” Fragmento de la bitácora de la “Marcha por la Soberanía Nacional, el Territorio y Dignidad de los Pueblos Indígenas y Originario”, mayo de 2002.

Interculturalidad, … A primera vista, esta palabra, no su significado, parece ser un término más de los tantos repetidos en el último tiempo, es más se piensa que da lo mismo hablar de interculturalidad en un contexto neoliberal o en un contexto de transformación estructural. Sin embargo, desde la realidad de lo que ocurrió y ocurre en Bolivia, está claro que esta palabra tiene variadas concepciones y comprensiones que responden a los tiempos y los contextos. Es que interculturalidad no puede ser una palabra más sino expresar realidades propias de nuestras naciones y países.

Interculturalidad supone diversidad, pero también desigualdad y conflicto, disputa del poder y una constante pelea contra eufemismos que encubren exclusión antes de inclusión.

1. Puntos de partida para el debate y las propuestas

1.1. Bolivia, entre la Colonia, la República y el Estado Plurinacional

La historia de Bolivia constituye un ejemplo de cómo, a fuerza de pelear en los distintos periodos de opresión, discriminación y exclusión, se construye la concepción de interculturalidad “hurgando y cambiando” aspectos estructurales. Veamos algunos aspectos relevantes de esa realidad…

En una de las principales salas de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, aunque a primera vista parece ser sólo una “inocente y artística pintura”, se encuentra una imagen que expresa el carácter y sentido de la creación de la República de Bolivia.

La Sala Mayor de la “Casa de la Libertad”La Sala Mayor de la “Casa de la Libertad”

La imagen tiene como escenario la Sala Mayor de la “Casa de la Libertad” de Sucre – Bolivia y representa la firma del “acta de la independencia” que da lugar a la creación de la República de Bolivia, el 6 de agosto de 1825. A primera vista se percibe a 30 personas, todos hombres, “ni para muestra existe una mujer”. Es más, todos con excepción de 2 personas, visten terno y hasta una levita, propio de las clases sociales acomodadas de la época, no existe un solo indígena o trabajador. La manera de vestir de todos ellos es uniforme, hasta monótona, es una negación de la diversidad cultural. La excepción son dos sacerdotes, uno de ellos de la jerarquía eclesiástica y se encuentra al lado de quien dirige.

Esta imagen lo dice todo. La República de Bolivia se fundó con el concurso de hombres de clases sociales acomodadas acompañados por dos sacerdotes. Vale la pena resaltar, no participan mujeres, indígenas ni trabajadores. Esa es la imagen de la creación de la República colonial y monocultural, obviamente en este contexto no cabe atisbo alguno de interculturalidad.

Más allá de esa imagen, para entender mejor, repasemos algo de la historia de Bolivia, de la que en distintos momentos nos ocultaron o negaron.

Como escribe José Antonio Rivera Santiváñez, en su texto “Las tendencias del proceso constituyente en Bolivia”, la historia de Bolivia y aún más su creación está marcada por la exclusión y marginación de los sectores sociales mayoritarios. La historia registra que, el 9 de febrero de 1825, el Libertador Antonio José de Sucre emitió un Decreto que dispone que las provincias del Alto Perú, hoy Bolivia, deliberen de su suerte en una Asamblea de Diputados, lo que en el fondo implicó el inicio de un proceso constituyente fundador. En este Decreto, se dispone que la Asamblea “estaría conformada por diputados elegidos en las juntas de Parroquia y de Provincia, cuya elección sería indirecta o de segundo grado, pues los ciudadanos elegirían a cuatro electores por cada Parroquia, para que estos a su vez elijan a los diputados, para ese efecto tenían derecho de voto los ciudadanos, que en ese momento, constituían los hombres que sabían leer y escribir, eran propietarios de un bien o un ingreso anual de 300 pesos o más; lo que supone que la inmensa mayoría de indígenas y campesinos, obreros y artesanos no eran reconocidos como ciudadanos; por lo tanto, esos sectores sociales quedaron excluidos del proceso; dicho desde otra perspectiva, de los casi aproximadamente un millón de habitantes de las provincias del Alto Perú, participaron como votantes para la elección de los electores un número reducido de habitantes, principalmente los criollos y algunos mestizos que tenían el ejercicio de la ciudadanía, que en ningún caso fue superior al 10% del total de la población.”(Rivera S., José Antonio)

Para participar de la fundación de la República, era requisito imprescindible “ser varón ciudadano en ejercicio(saber leer y escribir y tener una propiedad o un ingreso anual mínimo ), con veinticinco años de edad,…”. Así se excluía a mujeres, indígenas, originarios, campesinos, trabajadores, etc., que en su conjunto representaban el 90% de la población. Así, ¿ se podría construir interculturalidad? El proceso constituyente fundador “tuvo una titularidad autocrática y no democrática”(Rivera S., José Antonio), contraria a la posibilidad de reconocer la diversidad, las identidades culturales y con clara actitud excluyente.

En palabras de Félix Cárdenas escritas en su libro “Mirando Indio. Aportes para el debate descolonizador”, “El pecado original de los estados nacionales como Bolivia, es su forma de nacimiento, la visión con la que han sido concebidos… Bolivia, fue un país fundado sin nosotros, pero además, Bolivia fue un país fundado contra nosotros, los pueblos originarios indígenas y campesinos… Bolivia un Estado sin nación y nosotros naciones sin estado…”

Fue así como se fundó y concibió la República de Bolivia, así se aprobó la primera Constitución del naciente país. En sus características fundamentales, esa concepción de República permaneció hasta el 2006; año en el que se inicia a concebir el nuevo Estado Plurinacional. Otra imagen, puede explicar este nuevo periodo de la historia boliviana.

El 6 de agosto de 2006, se instala la Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución y estructurar un nuevo Estado. A diferencia del año 1825, la Asamblea Constituyente está constituida por 255 asambleistas, hombres y mujeres, elegidos por voto democrático; por indígenas, originarios, campesinos, habitantes de ciudades; por profesionales, trabajadores, productores y representantes de organizaciones sociales; por los distintos pueblos, naciones y comunidades interculturales de nuestra patria. A primera vista, hasta en la manera de vestir se expresa la diversidad social y cultural, existen ponchos, polleras, mantas, sacos, corbatas, vestidos, sombreros, lluchus,… En sus deliberaciones se habló en castellano, aymara, quechua, guaraní,…

Esta Asamblea Constituyente expresa la diversidad de Bolivia en sus maneras de concebir y entender la sociedad, el Estado, la economía, la política, la cultura,… es la expresión del Estado Plurinacional, es decir de la complementariedad de las distintas naciones que existen en Bolivia, es la manifestación de interculturalidad, es la resolución de uno de los principales asuntos pendientes del año 1825. Los pueblos, naciones y comunidades interculturales tienen un Estado y el Estado representa la diversidad de su población. La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia fue aprobada en un Referendo realizado el 25 de enero de 2009 con el 61,43% de los votos. Posteriormente, en ese mismo año, el 7 de febrero, fue promulgada por el Presidente Evo Morales y publicada en la Gaceta Oficial el 9 de febrero, fecha en la que entró en vigencia.

Esta es la base de la concepción de interculturalidad en Bolivia, en esta época, siglo XXI, este es el Estado Plurinacional de Bolivia que revierte los inadecuados e impertinentes conceptos de la República colonial y monocultural.

La “lección aprendida” es que, interculturalidad toca fondo. Por lo menos en la gran mayoría de los países de América, sino en gran parte del mundo, supone repensar la fundación de nuestros países que requieren de un nuevo pacto social. Como esta instituido en Bolivia, la interculturalidad –acá vale remarcar, la interculturalidad crítica- tiene la posibilidad de tener una mejor concepción y materialización si se construye un “Estado plurinacional, social, comunitario,…”, se trabaja en favor de la “Descolonización y despatriarcalización”, se desarrolla la “Economía, justicia, la educación plural…”, se promueve la “Democracia directa y comunitaria…”, así como el “Derecho a la vida, agua, alimentación, educación, salud,…” se constituyen en “Derechos fundamentales…”

1.2. Interculturalidad: El dilema de origen… “Las dos caras de la moneda” y algunos elementos de carácter teórico

Además de lo dicho en el anterior acápite, a propósito de interculturalidad también corresponde hacer una reflexión de carácter teórico sin dejar de tomar en cuenta aspectos de la historia y los contextos.

El enunciado de interculturalidad, por sí mismo, en automático, no es signo de transformación menos de inclusión. Es más, en muchos casos, puede ser una manera encubierta de legitimar inequidad, exclusión y discriminación. No cualquier interculturalidad favorece la inclusión.

Como bien dice, en distintos documentos, el Profesor peruano Fidel Tubino, “El nuevo concepto y enfoque de la interculturalidad… parte de una diferenciación muy clara entre: interculturalismo funcional e interculturalismo crítico… Mientras que en el interculturalismo funcional se busca promover el diálogo y la tolerancia, sin tocar las causas de la asimetría social y cultural hoy vigentes, en el crítico se busca suprimir estas causas por métodos políticos, no violentos. La asimetría social y la discriminación cultural hacen inviable el diálogo intercultural auténtico.”

Un ejemplo de lo que señala Tubino respecto a interculturalismo funcional puede encontrarse en los principios de la Reforma Educativa boliviana instaurada mediante la Ley 1565 desde el 7 de julio de 1994 bajo las políticas neoliberales vigentes en ese entonces. En el capítulo correspondiente a las b ases de la educación boliviana textualmente se señala que “Es intercultural y bilingüe, porque asume la heterogeneidad socio-cultural del país en un ambiente de respeto entre todos los bolivianos, hombres y mujeres.” Pero, ¿cómo podría ser posible concebir un interculturalismo crítico en un contexto neoliberal, conservador por naturaleza?

La interculturalidad, en ese contexto, fue concebido como un asunto básicamente vinculado con las lenguas, por ejemplo, bastaba traducir los textos en castellano en idioma originario sin mayor preocupación de la identidad cultural de los pueblos y naciones o enseñar al aymara más del aymara mientras que el castellano – hablante seguía entronado en su idioma. En otros momentos la interculturalidad se convirtió en un asunto de folklore; interpretar un baile supuestamente indígena o vestirse como indígena se convirtió en un rasgo frecuente a título de intercultural.

Más allá de estas expresiones hay un asunto de fondo, es la coherencia del postulado de intercultural con un modelo social, político y económico neoliberal. Como menciona Frei Betto, en su artículo “Neoliberalismo y cultura”, en el neoliberalismo “Su proyecto de atomización de la sociedad reduce a la persona a la condición de individuo desconectado de la coyuntura sociopolíticoeconómica en la cual se inserta, y lo considera como mero consumidor. También se extiende, por tanto, a la esfera cultural.”

En un contexto neoliberal que privilegia al poseedor del capital financiero, en la mayoría de las veces de origen transnacional, se puede decir que una de las bases de la educación es la interculturalidad pero obviamente no afectará asuntos estructurales de carácter social, económico, político y cultural, ni preservará los derechos del conjunto de la población. En otras palabras, un modelo contrario a la transformación estructural lo más que puede es constituirse en una interculturalidad funcional. La interculturalidad –para ser crítica- requiere de una sociedad que se transforma, precisamente ese el horizonte de las acciones que se implementan en Bolivia desde el año 2006 en lo que se denomina la “Revolución cultural y democrática”.

Esta diferenciación de interculturalidad crítica y funcional, supone también la revisión de ciertas definiciones que reducen nuestra comprensión de cultura. Por ejemplo, cultura no puede reducirse sólo a expresiones del arte, literatura, filosofía y ciencia como fue concebido desde las corrientes racionalistas, mucho menos puede ser motivo de clasificación de los grupos de personas en “cultos” o incultos”. Cultura supone todos los modos de vida y formas de pensamiento que relacionan a los individuos y a los grupos sociales.

Interculturalidad, tampoco puede ser motivo de actitudes propias de una visión colonial que establece supuestos que expresan que unos grupos sociales son mejores con otros. A propósito, Félix Cárdenas en el libro ya citado , menciona: “Nos dicen que lo blanco es superior y que lo moreno, lo negro es inferior;… Ellos dicen que tienen el verdadero arte y lo que nosotros hacemos: vasijas, ollitas de barro, eso solamente es artesanía. Ellos tienen la verdadera música y lo que nosotros tocamos: charangos, flautas, eso es solamente folclore, nos dicen. Nos dicen que ellos tienen la verdadera medicina, y lo que usamos como hierbas, th’ola, tara tara, eso es brujería. Dicen, nosotros tenemos la verdadera cultura y lo que ustedes tienen son… costumbres. Nosotros tenemos la verdadera religión ustedes tienen superstición. Nosotros tenemos el verdadero idioma y lo que ustedes hablan son dialectos.”

Estos párrafos muestran entre otros aspectos que interculturalidad para ser considerada como tal tiene que afectar a aspectos estructurales; interpelar las asimetrías sociales, económicas, políticas y culturales; y convertirse en un instrumento de los procesos de descolonización de nuestras sociedades.

2. Propuestas, recuperando la historia y práctica

2.1. Repensar el modelo civilizatorio y de desarrollo

Interculturalidad supone repensar el modelo civilizatorio y de desarrollo como respuesta a la crisis estructural que se manifiesta de distintas formas y cada vez con mayor intensidad. Luego, interculturalidad, desde la realidad boliviana, se expresa fundamentalmente por la recuperación y re-valorización de la concepción de vida, propia de nuestras culturas, el “Vivir Bien”.

El Vivir Bien es un cuestionamiento a las pautas civilizatorias occidentales concebidas desde el colonialismo y neoliberalismo, así como a los modelos de desarrollo de la llamada “civilización del progreso” que trataron de convencernos que el “progreso es indefinido, por lo tanto se asegura un futuro siempre mejor”. El Vivir Bien, interpela la concepción de interculturalidad funcional.

El Vivir Bien es una alternativa a la crisis estructural que, a nivel mundial, adquirió distintas acepciones: crisis financiera, crisis económica, crisis inmobiliaria, crisis ambiental, crisis alimenticia, crisis ética, etc. No sólo eso, sino que, tratando de disimular sus efectos, se sostiene que estos periodos de crisis reflejan el carácter cíclico de la economía, es decir que es “normal” que exista un periodo de contracción, puesto que el mismo irá seguido de periodos de auge y así sucesivamente. Sin embargo, estos periodos de crisis no son hechos aislados ni tampoco van seguidos de periodos de auge.

La respuesta ante la crisis civilizatoria, responde a la concepción que tenemos de vida y con ella de los seres humanos –hombres y mujeres–, de la comunidad, de la madre tierra y del cosmos. La respuesta es el Vivir Bien, desde una concepción cosmocéntrica y biocéntrica. Una propuesta que partiendo de nuestras culturas sea de beneficio para el mundo, para la sociedad “global”.

Vivir Bien, en Bolivia, es parte substancial de la “política madre” que marca la impronta del pacto social que se asume entre las y los habitantes de su territorio. Es un mandato de la Constitución Política del Estado de Bolivia que, a tiempo de reconocer la diversidad de las cosmovisiones de sus pueblos y naciones, afirma que un principio ético – moral de la sociedad plural es el Vivir Bien. “El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa; suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.(Art. 8, parágrafo I)

Vivir Bien es “una forma de vida, de relacionamiento con la naturaleza, de complementariedad entre los pueblos es parte de la filosofía y la práctica de los Pueblos IndígenasPero además del desafío teórico, estamos ante el desafío práctico de la lucha. Solamente con la lucha los pueblos del mundo vamos a derrotar al capitalismo para salvar a la humanidad… si no luchamos, si no vencemos al miedo, dejaremos que el capitalismo nos aniquile, si nosotros no entregamos la vida en esta lucha, entonces… los señores de la muerte habrán triunfado.”(MORALES Ayma Evo, Prologo en Vivir bien: ¿Paradigma no capitalista? escrito bajo coordinación de FARAH, Ivonne y VASAPOLLO, Luciano, CIDES – UMSA, La Paz – Bolivia, 2011.) Es parte de la cultura de vida y es un aporte a la humanidad, al mundo, que surge de la cotidianidad de los pueblos indígenas originarios.

Desde lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien”,luego de establecer los aspectos comunes planteados por las distintas culturas que son parte del territorio boliviano, Vivir Bien “es el acceso y disfrute de los bienes materiales y de la realización afectiva, subjetiva, intelectual y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos.”

2.2. Sin intraculturalidad no hay interculturalidad

Que se reconozca que nuestros países son diversos ya es un logro, sin embargo, si además del reconocimiento en el análisis no se va más allá, en el mejor de los casos, podríamos terminar en una interculturalidad funcional.

Por detrás de la diversidad, se encuentra la desigualdad que extraña y sintomáticamente, en general, no se lo menciona. Para “graficar” esta situación, citemos un párrafo del CERES (Centro de Estudios de la Realidad Económico y Social- Bolivia) como parte del Estudio denominado “Género, lengua materna y desigualdad de ingresos”, “En el caso de América Latina, Atal, Ñopo y Winder (2009) encuentran en un análisis a nivel de dieciocho países de Latinoamérica, que la brecha de ingresos por sexo está entre el 9% y el 28%, en contra de la mujer, mientras que la brecha por etnicidad está entre 13% y 38% en contra de la población indígena. Asimismo encuentran que la brecha de ingresos por sexo es mayor entre los trabajadores en sectores de baja productividad, mientras que la brecha de ingresos por etnicidad es mayor entre los trabajadores varones y del sector rural.”

Por lo menos en relación a las condiciones materiales, las sociedades no sólo son diversas sino son profundamente desiguales. Entonces, ¿en qué condiciones se puede establecer un diálogo con equidad entre las y los diversos si existen profundas diferencias en los ingresos, acceso a servicios básicos, oportunidades laborales y de ingresos, valoración de la identidad cultural, etc.?

Por tanto, no se puede construir una intercultural sin intraculturalidad. La realidad nos enseña que para establecer el diálogo entre las y los diversos previamente corresponde fortalecer (mejor devolver los derechos negados a lo largo de la historia) a los grupos sociales, pueblos y naciones indígenas – originarias.

Como dice Graciela Mazorco (2006), en el documento “Bases epistemológicas de la intraculturalidad – interculturalidad”, “El tema de la intra e interculturalidad significa entonces que tenemos que cambiar; debemos despertar nuestra intraculturalidad que está dormida. Sin embargo, este cambio es individual, cada uno tiene que hacer este autocambio porque cada uno es un uno, es un ser autónomo y autodeterminado. Este “autopachakuti” o cambio al interior de nosotros mismos, significa desconstruir la cultura occidental en nosotros y construir despertando la teoría histórica de la unidad. Esa memoria está en cada uno de nosotros. Este proceso debe darse al interior de nosotros mismos, en nuestra intraculturalidad.” Texto que es complementado por los “Lineamientos generales para una educación intra e intercultural desde la sabiduría de los Pueblos Originarios de Bolivia y Latino América” que a la letra menciona “Cuando se habla de educación intra entonces, lo que se busca es rescatar la cultura local. En ese contexto, se debe buscar entender toda la sabiduría que tienen nuestros pueblos indígena campesinos, abuelos y antepasados, y eso debe servir para generar nuestra propia ciencia y conocimiento. El cambio de la educación debe ubicarse en un principio de reivindicación de nuestras culturas como el quechua, el aymara, el guaraní, etc. Eso implicaría sentir donde estamos y de donde somos, y así podríamos construir una nueva ciencia a partir de esa realidad. Entonces más que ser contestatarios ante el sistema dominante, se debe proponer otra situación de vida a partir de nuestra vivencia, nuestra sabiduría, nuestra ciencia y nuestra cultura.”(AGRUCO, 2006)

2.3. Construir el “conocimiento pluriversal”

Distintos documentos de análisis de las problemáticas irresueltas por la educación del pasado del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia (2014) señalan que “Durante toda la historia republicana ha prevalecido en Bolivia una valoración desmesurada de los conocimientos de otros contextos. En contrapartida, los conocimientos, instituciones y valores indígenas se consideraron durante un largo tiempo como “primitivos” e inferiores. El conocimiento indígena era considerado como un conjunto de creencias y supersticiones en las que la gente originaria estaba atrapada por su falta de educación.”

Por esas razones, la Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, Nro. 070, promulgada en fecha 20 de diciembre de 2010, en el capítulo correspondiente a sus Bases menciona que la educación boliviana “Es científica, técnica, tecnológica y artística, desarrollando los conocimientos y saberes desde la cosmovisión de las culturas indígena originaria campesinas, comunidades interculturales y afro bolivianas, en complementariedad con los saberes y conocimientos universales, para contribuir al desarrollo integral de la sociedad .”

La interculturalidad, bien entendida y aplicada, supone deconstruir el conocimiento occidental y revitalizar el saber y conocimiento local, una interacción y complementariedad entre el llamado conocimiento universal o científico con el saber y conocimiento local, propio. En otras palabras, la interculturalidad requiere que el conocimiento establecido sea subvertido.

3. Educación Intra e Intercultural en Bolivia

Finalmente, de manera breve, unos comentarios sobre la Educación Intracultural e Intercultural en Bolivia.

3.1. La Educación Intracultural e Intercultural en Bolivia cuenta con un marco jurídico favorable.

Por ejemplo, la Constitución Política del Estado, entre otros aspectos, determina:

  • “Bolivia, se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.”(CPE Art. 1)
  • “La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano.”(CPE Art. 3)
  • “Son idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos…”(CPE Art. 5, I)

Por su parte la Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez” (LASEP), establece como mandatos:

  • “Toda persona tiene derecho a recibir educación… sin discriminación.”(LASEP Art. 1, I)
  • (La educación) “Es descolonizadora, liberadora, revolucionaria, anti-imperialista, despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales; orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos las comunidades interculturales y afrobolivianas en la construcción del Estado Plurinacional y el Vivir Bien.”(LASEP, Bases de la educación, Art. 3, 1)
  • “Es única, diversa y plural…(LASEP Art. 3, 4) Es intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo…(LASEP Art. 3, 7) Es productiva y territorial…(LASEP Art. 3, 9) Es educación de la vida y en la vida, para Vivir Bien…”(LASEP Art. 3, 11)

3.2. La educación en Bolivia es “socio- comunitaria productiva”.

En términos epistemológicos, conceptuales y metodológicos se convierte en un sustento para la educación intra e intercultural veamos algunos aspectos que fundamentan esta afirmación.

  • Educación – socio . La educación, sin dejar de ignorar la individualidad de las personas, es producto de la interacción social, es un hecho social; es democrática, plural e inclusiva porque garantiza la educación con pertinencia a la diversidad de la población. Garantiza el derecho a la educación de todas y todos, desde una concepción de educación a lo largo y ancho de la vida.
  • Educación – comunitaria . La educación retoma los valores, principios e identidad de los pueblos y naciones indígena originaria campesina de Bolivia como la complementariedad, reciprocidad, el territorio y la territorialidad, así como la relación individuo – comunidad.
  • Educación – Productiva . Procesos educativos que, entre otros, desarrolla la capacidad de crear, lo tangible y lo no tangible, lo material e intelectual. Que vincula la práctica con teoría, lo técnico con lo humanístico.

Educación socio-comunitaria productiva que no puede estar exenta de valores y principios; educación con pertinencia cultural y relevancia social para Vivir Bien. Como determina la Constitución Política del Estado “educación de la vida y en la vida, para Vivir Bien.”

3.3. La Educación Socio – Comunitaria Productiva boliviana parte de una concepción holística de las dimensiones del ser humano propicia para el desarrollo de la intra e interculturalidad.

La naturaleza holística en las dimensiones y relación de persona – comunidad – madre tierra / naturaleza – cosmos también determina el carácter holístico de las y los seres humanos. Nuestras culturas nos enseñan que las personas, en su naturaleza holística, estamos constituidos por cuatro dimensiones: Espiritual, Conocimiento, Política y Producción que en los educativo se trasforman en las dimensiones del SER, SABER, DECIDIR Y HACER.

Ser, constituida principalmente por los principios, valores e identidad. Saber, que supone que todas las personas tenemos la capacidad de crear, adaptar y recrear saberes y conocimientos. Decidir, capacidad para asumir la organización, el ejercicio de la política y el poder, así como la convivencia con la comunidad. Hacer, creación y producción material e intelectual.

Diagrama

Estas dimensiones, convertidas en el sustento del pensamiento educativo del modelo educativo y del currículo del Sistema Educativo boliviano son la base para construir y desarrollar una educación que en sí mismo es intra e intercultural.

3.4. La Educación Socio – Comunitaria Productiva determinados por la Ley de Educación Nro. 070 comprende tres niveles de concreción curricular abiertamente favorables para la intraculturalidad e interculturalidad: Currículo Base, Currículo Regionalizado y Currículo Diversificado.

El Currículo Base se encuentra sustentado por la Constitución Política del Estado y la Ley de la Educación, articula la pluralidad del Estado y establece los principios, fundamentos, campos y áreas de saberes y conocimientos, ejes articuladores obligatorios para todo el Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia.

Por su parte, el Currículo Regionalizado, está concebido como la construcción de sentidos en diálogo y complementariedad entre el Currículo Base y los saberes y conocimientos de la respectiva región y contiene un conjunto de planes y programas que se complementan con el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia. Se construye fundamentalmente bajo la responsabilidad de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas según contexto sociocultural y lingüístico, y las vocaciones y potencialidades productivas territoriales.

Mientras que el Currículo Diversificado incorpora las particularidades de los saberes y conocimientos de cada contexto local, responde a las necesidades, expectativas e intereses de la población en el ámbito local y se diseñan y desarrollan en el marco de lo establecido en el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia y el Currículo Regionalizado.

Esta estructura curricular permite el diálogo entre los saberes y conocimientos de los ámbitos local, regional, nacional e internacional con la debida participación y toma de decisiones de los actores centrales de cada uno de estos niveles.

3.5. Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Cultura (IPLC)

La intra e interculturalidad en educación exige la toma de decisiones de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas y la formulación de Currículos Regionalizados por parte de estas organizaciones.

Para ello la Ley de la Educación, vigente desde diciembre de 2010, en su artículo 88, determina la creación del “Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas como entidad descentralizada del Ministerio de Educación, que desarrollará procesos de investigación lingüística y cultural.” Además define facultades para que el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas, pueda crear “los institutos de lenguas y culturas por cada nación o pueblo indígena originario campesino para la normalización, investigación y desarrollo de sus lenguas y culturas, los mismos que serán financiados y sostenidos por las entidades territoriales autónomas.”

Las normas, en los hechos se han convertido en un Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas dirigido por los propios pueblos y naciones indígena originaria campesinas, en prácticamente 30 Institutos de Lenguas y Culturas de un total de 36 idiomas reconocidos por la Constitución Política del Estado y más de 20 Currículos Regionalizados armonizados y aprobados, entre los que se pueden citar: Chiquitano, Guaraní, Quechua, Ayoreo, Aymara, Guarayo, Mojeño, Uru, Afroboliviano, Yuracaré, Maropa, Tacana, Machineri, Yaminagua, Kabineña, Pacahuara, etc. Los Currículos Regionalizados de los pueblos indígenas cuentan con una estructura distinta, parten de su cosmovisión e identidad y abarcan todas las áreas del currículo base en complementariedad con los conocimientos ancestrales.

Este trabajo es complementado por las acciones que realizan los Consejos Educativos de los Pueblos Originarios (CEPOs), instancias de participación social que, a decir por esta organización, responden a “tres vertientes: a) las luchas libradas por los pueblos indígenas y originarios en defensa de la tierra y el territorio; b) el proceso de reivindicación de la lengua y la cultura, que derivó de procesos de reflexión crítica sobre la educación rural y en especial sobre las estrategias con relación al uso de la lengua originaria aplicadas en el país a través de distintas experiencias de educación bilingüe; c) el fortalecimiento de las organizaciones políticas y sociales de los pueblos indígenas originarios.”

Los CEPOs desempeñaron un papel preponderante en los talleres nacionales y congresos departamentales de educación que dio origen a una propuesta contenida en el libro “Por una educación indígena originaria. Hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y cultural”“Esta propuesta sirvió de base para articular el trabajo de incidencia política que realizaron los CEPOs durante el período 2006-2010 en la Asamblea Constituyente para la definición del régimen educativo en la nueva Constitución Política del Estado y en la nueva ley educativa “Avelino Siñani y Elizardo Pérez”, incorporando en el documento final, aprobado en el Congreso Nacional de Educación del año 2006, los siguientes aspectos: el carácter plurinacional del sistema educativo; la orientación de la educación hacia lo productivo; el carácter comunitario de la gestión educativa; la relación de los niveles de ordenamiento territorial con la realidad sociocultural del país. La participación activa del Bloque Educativo Indígena consiguió también introducir su reivindicación sobre el derecho a una educación que reconozca la espiritualidad propia de la cultura de cada educando.”

Este es el caminar de la intraculturalidad e interculturalidad en el Estado Plurinacional de Bolivia. Un largo camino recorrido que a su vez compromete seguir marchando hacia la constitución de una sociedad con equidad social, económica, política y cultural. Un camino que muchas veces no es comprendido precisamente por quienes, en el marco de la interculturalidad funcional, no asumen un diálogo que reconoce los cambios que se lograron en Bolivia.

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Economía política versus oposición sediciosa en el marco de la Asamblea Constituyente

Por: Gerson Gómez

Si apelamos al derecho comparado, una referencia muy puntual a lo que Venezuela logro durante el gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías, fue apelar a la propuesta de  Juan Pablo Pérez Alfonso, de   luchar los costos    del   crudo en los mercados internacionales, y el rescate pleno de nuestra principal industria en términos estratégicos. De la misma manera en términos de una versión de V república al estilo francés, durante el gobierno de François Mitterrand, Francia rescata la Fiat de previos gobiernos neoliberales, como su principal fuente de ingresos en términos estratégicos, cuya pretensión fue la de penetrar en el mercado norteamericano,  vendiendo acciones mayoritarias a empresas norteamericanas, lo cual llevo a una debacle de  la principal industria francesa.

Teniendo en cuenta que Venezuela en la era de la apertura petrolera vendía el petróleo a 6 (seis) dólares por barril, Hugo de manera muy audaz, la logro rescatar de manos de la administración  neoliberal y de una segura privatización de PDVSA, ya que  se veía sumergida en una rapaz gerencia que condenaba a la empresa llevándola a la quiebra para su potencial venta a las distintas corporaciones petroleras,  cuyo interés estaba enfocado en explotar a lo que en algún momento denominaran, Faja Bituminosa del Orinoco,  hoy, Campo petrolero “ Hugo Rafael Chávez Frías “ que representa una de las reservas más importantes de crudo súper pesado del planeta.

Entender de manera muy seria la importancia energética y mineral de Venezuela en el mundo, es primordial para reflexionar sobre la autodeterminación política que como derecho adquirimos a través de la gesta emancipadora, es fundamental en materia socio-política, por lo que redimensiona la visión de lo que ha sido tradición en las oligarquías nuestro americanas.  El sufragio y la participación política, ha sido y será, la esencia del sistema democrático venezolano y la cifra de más de 8 000 000 millones de participantes que rebasa todas las elecciones previas realizadas en Venezuela.

La figura de la representatividad, se ve trastocada por la participación como base del ideal de transformación, el realce de nuevos valores como la solidaridad, la equidad, igualdad, en pro de la creación de mecanismos de interdependencia, en América Latina y el Caribe, en pro de fortalecer nuestras economías en una relación de ganar-ganar se ha logrado con la creación de nuevas formas de integración en donde nace Petrocaribe, ALBA, UNASUR, SELAR, y otras ya existentes CARICOM, OPEP entre otras.

El fortalecimiento de la conciencia política, ha sido esencia de la visión multicéntrica y pluripolar que enmarca la geopolítica, con una visión contra hegemónica, en donde el aparato financiero, es el principal detractor, en el ataque de los países entre ellos Venezuela, la creación de un mercado paralelo de divisas, genera una inflación atroz, que disminuye el nivel y la calidad de vida del venezolano.

La esencia de todo esto reside, en la consolidación de una cultura regional, que valore el ideal de crear economías viables, consolidando la interdependencia solidaria y en igualdad de condiciones fomentada desde la Ley Plan Patria, como legado político quien iniciara todo con la Agenda Alternativa Bolivariana en contra de las pretensiones  neoliberales del ALCA y la Agenda Venezuela.

Y por qué no señalar que la Asamblea Nacional Constituyente, pretende afianzar muchos programas sociales, y afianzar  el liderazgo de Venezuela como lo establece el legado de Hugo Chavez.

Imagen: http://notihoy.com/economista-recomienda-buscar-alternativas-al-petroleo-en-venezuela-2/

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La discusión de la universidad en el proceso constituyente

Por: Luis B. Saavedra M.

Ha dicho la rectora de la UNEXPO, Dra. Tita Añez, que el concepto de autonomía universitaria no puede entrar en discusión en el marco de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y que AVERU actuará en consecuencia defendiendo tal principio, etc., etc. Como fuere, constituye ésta una noción de vieja data y ya reconocida como tal en la Constitución Madre de 1999, artículo 109, donde discurre sin salirse de los causes tradicionales, por ejemplo que es una comunidad de intereses espirituales formada por estudiantes y profesores reunidos con fines de buscar la verdad y defender los grandes intereses del hombre, como en la ley de 1970. ¿Cómo conjugar tradición, modernidad y la postmodernidad o transmodernidad con fines adecuar a los momentos actuales la misión, visión y valores de esta institución fundamental de la sociedad del conocimiento que vivimos ahora?

Pero veremos cómo esta ANC afronta semejante reto, más aún con estos constituyentes que hasta lo que va de sesiones votan en bloque y sin que los sectoriales digan ni pío. Se acogen a aquel antiguo principio de las órdenes religiosas, según ciertos Maestros de Formación de Aspirantes y Novicios, a saber, que quien obedece no se equivoca. Y al respecto estos compas son contumaces, esperemos que algunos como el personaje principal de «El turno del escriba», Rustichelo, en alguna de esas plenarias se rasquen la cabeza y al tropezar con una liendre les genere inquietudes y se pongan a filosofar acerca de qué significa educar al hombre y la mujer en pleno siglo xxi en ciencias, humanidades y tecnología, más allá de repetir cual copistas viejos clichés ideológicos como la falsa conciencia que alimenta la corrupción, lastre que perturba cualquier intento de transformación.

Entendemos que estas y otros aspectos habrá tiempo de ser tratados en los dos años que al menos tienen para legislar la máxima asamblea. Un asunto central es como dice José M. Miyar Barrueco, recordando a José Martí, en «Palabras de Doctor Honoris Causa de la Universidad de la Habana» (15 de abril de 2007) cómo llevar la universidad a la vida productiva, laboral, social y política donde miles y miles de compatriotas con dedicación, esfuerzo y entrega desarrollaban en la vida, con su participación y esfuerzo, la base material, cultural y productiva del país. Dedicar la fuerza creadora del pueblo, la fuerza impulsora de las masas» (p. 10).

Esa situación representa, como hemos dicho ya aquí, todo un reto que los anteriores gestores de la educación superior o universitaria en el marco de la Revolución Bolivariana no han podido o no han querido agarrar por los cachos, potenciar la infraestructura académica y física, así como valorar el talento humano que está presente en tales organizaciones. Tal vez la recién firmada III Convención Colectiva de los Trabajadores que por demás debe poner fin al llamado horario crítico abone en ese sentido, que por demás llamó poderosamente la atención que el presidente Maduro no le dio publicidad, se firmó y sólo por las redes sociales fue que circuló esa información. ¿No quería que se supusiera de tan malo que es? O, al contrario, cabe pensar que es tan bueno que no se quiso hacer escándalo.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a250715.html

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Nacionalidad y constitución

Por: Luis Britto García

La normativa para elección de candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente exige como primer requisito: «Ser venezolano o venezolana por nacimiento, sin otra nacionalidad«.

¿Por qué?

Dice el Evangelio que nadie puede servir a dos patronos. Establece nuestra Ley que nadie puede estar casado con dos o más mujeres, la lógica que nadie puede participar en un match jugando a la vez por los dos equipos, y la ética que nadie debe estar inscrito al mismo tiempo en dos partidos antagónicos.

Sin embargo, en 1999 el constituyente Allan Randolph Brewer Carías –sí, el mismo que apoyó el Decreto de Carmona y legitimó el golpe de Estado de 2002 invocando la Carta Democrática de la OEA- logró incluir en la Constitución de la República Bolivariana el artículo 34, según el cual «La nacionalidad venezolana no se pierde al optar o adquirir otra nacionalidad».

Por iniciativa de Brewer, los artículos del 34 al 36 de la Carta Magna permiten así la doble nacionalidad y por lo tanto posibilitan que un ciudadano esté sometido al mismo tiempo a la lealtad a dos o más Estados, lo cual pudiera resultar contradictorio.

No criticamos a quienes por cualquier razón se han acogido a este régimen. Los apegos culturales a los sitios de origen son legítimos. Pero una afinidad intelectual o sentimental no es un vínculo jurídico. Traten de alegarla para que les otorguen entrada, residencia y plenitud de derechos en cualquiera de los países hegemónicos.

Acogemos fraternalmente a quien se nos una, porque a veces el vínculo que se elige es más fuerte que aquél con el cual se nace. Pero por eso mismo, implica una elección.

La nacionalidad es, en principio, una relación exclusiva y excluyente de un ciudadano con el cuerpo político al cual pertenece, e implica derechos y deberes especiales que no pueden ser compartidos.

Imaginemos que las dos patrias de un ciudadano que alegue «doble nacionalidad» entran en conflicto. En caso de contravención a las leyes ¿Cuál ordenamiento jurídico debe serle aplicado? Según los infames «Tratados contra la Doble Tributación» no pagan impuestos en Venezuela los nacionales y las empresas de cuarenta países ¿Tampoco nos pagarán impuestos quienes hayan adquirido la nacionalidad de esos Estados? ¿Si un ciudadano con doble nacionalidad delinque en Venezuela y se marcha, podrá ser extraditado de una de sus patrias cuando la otra lo exija? ¿Con cuál debe prestar servicio militar? ¿Incurre en traición a una de sus patrias al serle fiel a otra? Según la Constitución de la Hermana República, el colombiano que en caso de conflicto actúe contra los intereses de ella será juzgado como traidor a la patria, aunque hubiera adquirido otra nacionalidad. No tenemos una norma equivalente.

Para justificar este insólito régimen, la Exposición de Motivos indica: «Por otra parte, siguiendo las orientaciones de los ordenamientos constitucionales contemporáneos, se admite la doble nacionalidad y el carácter renunciable de la nacionalidad venezolana, todo ello con el objeto de facilitar a la República la suscripción de tratados internacionales en la materia». Ambos argumentos son falaces. No se puede subordinar la soberana norma constitucional de Venezuela a las hipotéticas y futuras «orientaciones de los ordenamientos constitucionales contemporáneos» o «tratados internacionales en la materia», de otros países, de los cuales no se menciona por cierto ninguno.

Por otra parte, dichos ordenamientos contemporáneos son en su mayoría estrictos en cuanto a la prohibición de la doble nacionalidad. Ni Estados Unidos, ni Inglaterra, ni Alemania ni Cuba la admiten. De manera muy excepcional, la toleran aquellos países de los cuales han salido grandes masas migratorias con las cuales quieren mantener vínculos, como España e Italia, o un país como Francia en el cual es decisiva la presencia de talentos artísticos e intelectuales extranjeros. Ninguna de las dos hipótesis se da en Venezuela. Como país en el cual han ocurrido grandes movimientos de inmigración, a Venezuela le interesa estrechar vínculos con los inmigrados, integrarlos y asimilarlos, y no mantenerlos vinculados a sus países de origen.

Nuestros constituyentes sin otra nacionalidad, cuya lealtad exclusiva es para Venezuela, deberían sancionar normas que resolvieran tales disyuntivas teniendo en miras el soberano interés nacional.

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a248883.html

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Una Constituyente para blindar al Estado Docente

Por: Heriberto Rivera

Durante el siglo XIX, en la primera fase de su lucha, los trabajadores y sus líderes todavía no habían entendido la verdad sobre la democracia, la revolución, la libertad, igualdad, fraternidad y justicia burguesa.

No entendieron, que la burguesía disfrazaba sus intereses particulares de clase como «causa de toda la humanidad»; no entendieron que cunado la burguesía hablaba y habla de libertad, fraternidad e igualdad está hablando de la libertad de explotar al fuerza de trabajo, la fraternidad entre los miembros de una clase dominante y la igualdad de poder repartirse el mundo.

En ese contexto, la educación, no escapo de ese camuflaje, pues a pesar de que la educación ha sido , y es, un proceso social fundamental porque otorga poder a quien la posee; porque constituye un recurso de primer orden para socializar, formar , capacitar y construir ciudadanía; Por ello debe tenérsele como un derecho humano universal y bien publico, que es precisamente lo que no ha sido reconocido a lo largo de la historia de la sociedad humana; Las clases dominantes expropiaron la educación a los pueblos, los mantuvieron en la sombra cultural, les hurtaron y negaron los saberes y de ese modo los convirtieron en simples instrumentos de producción.

Hablar del Estado Docente, puede tener el riesgo, de ser señalado como un concepto que pertenece al campo de la obsolescencia; sin embargo, quienes así piensan, están muy lejos de la verdad fluyente, y hoy mas que nunca, se puede afirmar que la obsolescencia o actualidad no es siempre una cuestión del tiempo lógico formal; conceptos acuñados en el pasado pueden sufrir transformaciones como ocurrió con el concepto «praxis» utilizado por Aristóteles para diferenciar a la «herramienta que habla» o esclavo del zoom politicón o verdadero ciudadano de la polis y que luego recibió otra connotación, la del acto revolucionario y transformador de la realidad.

La educación, siempre fue utilizada, como el proceso mediante el cual se legitimaba la base de nuestra economía mono exportadora-pasó de agrícola a petrolera-, situación que afianzo nuestra dependencia del sistema capitalista mundial.

En consecuencia, desde el momento del aparición del petróleo, la educación, se coloco al servicio del mismo, pero no en el sentido de formar al pueblo en los conocimientos del oro negro, sino comenzó la atadura de la utilización del petróleo como fuente rentística fundamental, aunado en forma vinculante a través de la educación, donde se inculcaron modos de vida propios de otras sociedades, ideas que fueron imponiendo, generando la llamada «cultura del petróleo».

En ese sentido Rodolfo Quintero, pionero de las luchas políticas, sociales y sindicales, razón tuvo al afirmar que «más que la relación directa de los norteamericanos con los venezolanos-trato personal-, influye la indirecta: prensa y publicaciones diversas, cine, radio, grabación, tv, que afecta a millones de personas y les hace llegar estilos de vida propia de EEUU». Hoy, en Venezuela, en pleno siglo XXI existe una elite sumamente orientada hacia la cultura norteamericana, especialmente el símbolo de la subcultura mayamera (Miami) su meca secular.

Al revisar la historia de la relación educación-sociedad- Estado, y en esto se debe ser recurrente, se aprecia de forma explicita la pugna entre dos concepciones acerca de esa relación; así, por un lado, aparece la concepción legitima de quienes plantean la función educativa del Estado y contraria a esta, la posición que señala que el Estado no debe intervenir, ni siquiera con función asistencial.

En esas dos concepciones, de manera trivial, se observan los intereses de clases, que son irrenunciables, por una lado la educación debería dejarse a libre iniciativa de la sociedad, como una faceta de la propiedad privada negando el reconocimiento de la educación como asunto publico y derecho humano.

A pesar de esas contradicciones, en la Venezuela rural que se asomaba al sol del siglo XX, las actividades educativas de entonces reconocieron en la Ley Orgánica de Instrucción Publica la orientación del Estado en la educación, aunque de una manera tímida y restringida, naciendo lo que podría llamarse un «Estado Docente» para las minorías.

Apegados a la rigurosidad de la historia, además de ser camino de la verdad, es importante afirmar, que fue durante los años 1941-1945, en la llamada revolución de octubre, la cual tuvo rasgos de revolución burguesa, ampliando derechos sociales, pero no así no llegó a realizar cambios profundos en la estructura de la propiedad, en el sistema productivo y menos aún en el de las clases dominantes, elementos estos que si sufren cambios en al revolución Bolivariana liderada por comandante Hugo Chávez.

En ese contexto, un hombre preñados de ideas, asoma las ideas educativas cuyo sustento político-institucional es el concepto de Estado Docente de Luis Beltrán Prieto Figueroa; La concepción del estado Docente, contiene de manera clara y taxativa de que si el Estado no asume la orientación, conducción, financiamiento y vigilancia de la educación, la sociedad no se puede aprovechar y hacer suyos los valores propios del sistema social que se intenta construir, de allí la necesidad de formar en el pueblo la capacidad necesaria para la acción política y social. La tesis del Estado docente, sigue teniendo una actualidad y valoración indiscutible.

En contraposición, el estado Docente, siempre ha tenido sus enemigos y detractores, pues el problema dela educación es una expresión de la lucha de clases, y hay quienes desde la IV republica viene predicando el desmontar y calificar en forma despectiva al Estado Docente, descalificándolo, por un lado, y elogiando el papel del sector privado quienes continúan al acecho de proponer la privatización de la educación y monopolizar la conducción del patrimonio educativo, discurso éste que se inscribe dentro de lo que dan en llamar un estado moderno, «la reconstrucción de una nueva sociedad».

Muchos de estos detractores del Estado Docente, tienen sus miradas en la educación de los EEUU, ignorando que, según Orlando Albornoz quien afirma que » el caso de EEUU de América, por cierto, es el mejor ejemplo de desarrollo desigual que existe en el mundo, porque si bien este país es la primera hegemonía del mundo actual es, del mismo modo, una sociedad cuya hegemonía es sólo parte de su política exterior, porque a lo interno d dicha sociedad aparecen las desigualdades mas extremas de sociedad alguna, incluyendo la que caracterizan el funcionamiento y operación de su sistema escolar».

En Venezuela, el proceso educativo se fractura, es por la des-educación y des-escolarización que se produce en el país como consecuencia del papel ilimitado, poderoso y de imperialismo interno de los medios de comunicación social, lo cual trae como consecuencia, que lo que la escuela enseña en valores durante el día, casi al mismo momento, los medios y redes sociales lo destruyen; basta apenas entrar en contacto con las redes (anti) sociales para ver las escenas de violencia, asedio cultural y social que pregonan y difunden en las mismas.

Durante la Venezuela de la llamada democracia representativa, todo lo concerniente a los diferentes ámbitos políticos, sociales, económicos, dentro de ellos la educación solían organizarse en el seno de las elites que a su vez organizaban su liderazgo; todo ello por supuesto, según sus intereses; eran las minorías dominantes, las que establecían sus acuerdos, sin que las mayorías sin poder protagónico hayan tenido alguna participación, eran en todo caso pasivos actores y ejecutantes de manuales educativos.

En cuanto a la educación universitaria, la actual constitución, estableció el rango constitucional a la autonomía universitaria, pero ese carácter, no debe ser para actuar como un estado paralelo; la autonomía no puede significar desligamiento de las grandes e ingentes responsabilidades que en la vida moderna le corresponde para formar al personal que la nación requiere para su crecimiento, para su pervivencia y estabilidad económica y social; no puede seguirse mintiendo sobre la independencia de la universidad respecto del Estado mientras sea instrumento de fuerzas internas o externas que la ponen al servicio de mezquinos y transitorios intereses.

Por eso, es necesario, que en la oportunidad de sentirnos convocados para profundizar la democracia a través de una nueva asamblea constituyente, en ella tiene que darse cabida a blindar el Estado Docente, el cual debe ser la expresión de los nuevos sujetos sociales organizados que participan en dicho ámbito; a partir de ese Estado, debe surgir una nueva subjetividad social corresponsable de la política educativa, para ser capaces de asumir la problemática educativa desde la raíz de las necesidades con la perspectiva social, clasista, popular, comunal y local sin perder el componente nacional.

El Estado docente, debe ser blindado, reforzado dentro de la constitucionalizacion de la nueva forma de democracia participativa y protagónica, a partir del reconocimiento de los nuevos sujetos del poder popular, tales como las comunas y consejos comunales, consejo de trabajadores, entre otras formas de organización de base territorial y social de la población.

Para fortalecer el Estado Docente, es necesario, que en cada uno de los estados territoriales exista la autoridad única en educación, pero integrando de forma operativa la territorialidad de la educación, atendiendo a la nueva geopolítica planteada por el comandante Chávez. Seguir como estamos, es correr el riesgo de perder la efectividad de las políticas educativas, su direccionalidad y rectoría en la educación.

El pueblo venezolano exige, no solo la declaración de sus derechos, sino asumir realmente el desafío para la democracia participativa y protagónica para sortear la «aporófobia», es decir el rechazo, la aversión, el temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado, el rechazo a los sectores mas vulnerables de la sociedad; el niño que sufre acoso escolar, ese pequeño sufre «aporófobia».

En consecuencia, para sacar la aporófobia, la educación es fundamental. Hay que profundizar la educación para la inclusión y la cooperación, no para el conflicto, lamentamos que en la actualidad, se educa a niños y jóvenes para que compitan y sean los primeros, eso es cultivar la aporófobia.

De allí, que urjan políticas publicas para formar en el niño y en el joven, las aptitudes para ser el ciudadano adulto capaz de entender la geopolítica actual y actuar en consecuencia.

Referencias:

Lee, Franz. Raíces transhistóricas de la revolución Bolivariana.

Luque, G (2009). Educación, Estado y Nación. Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Prieto F, L. Estado Docente, en Pensamiento Pedagógico Emancipador Latinoamericano (2007). Ediciones Universidad Bolivariana de Venezuela.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a246948.html

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Venezuela: Estudiantes se comprometen a defender la calidad educativa en la Constituyente

Venezuela/09 de mayo 2017/Fuente: http://www.elmundo.com.ve

A la reunión con la Comisión Presidencial asisten 15 federaciones y 28 centros de estudiantes.

El movimiento estudiantil se comprometió a defender la paz y la Constitución en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que convocó el presidente de la República, Nicolás Maduro.

En la reunión que se realiza este domingo en el Palacio Blanco, en Caracas, entre la Comisión Presidencial por la ANC con estudiantes universitarios y de la educación media, el joven Jesús Rodríguez, vocero de la Universidad Territorial Kléber Ramírez, calificó de histórico el llamado del mandatario nacional.

«Esta será una Constituyente de paz, que va a ir a las catacumbas del pueblo. Los estudiantes vamos a defender la Constitución, y la propuesta del movimiento estudiantil será la defensa de la gratuidad y la calidad en la educación«, manifestó en una transmisión de VTV.

Ramírez subrayó que los estudiantes universitarios se proponen fortalecer las universidades y los programas nacionales de formación «para que respondan a la realidad de nuestro país».

Al respecto, Earle Herrera, integrante de la Comisión, recordó que para la instalación de la ANC están convocado todos los sectores sociales del país, como el estudiantil, que elegirá de manera directa a sus voceros constituyentistas, quienes tendrán la tarea, agregó, de elevar los planteamientos del pueblo.

«Aquí todos los sectores van a tener su participación» y «nadie va a elegir por ustedes. El voto es directo», dijo, al tiempo que reiteró que se trata fundamentalmente de un diálogo nacional.

A la reunión con la Comisión Presidencial asisten 15 federaciones y 28 centros de estudiantes.

La Comisión Presidencial por la ANC ha sostenido toda esta semana reuniones con distintos sectores del país para explicar los alcances del proceso constituyente. Han participado en estos encuentros: rectores de universidades públicas y privadas, indígenas, adultos mayores, cuerpo diplomático, trabajadores, comunas, etc. Los encuentros son liderados por Elías Jaua, quien es jefe de la Comisión.

De acuerdo con la AVN, la Constituyente tendrá nueve líneas programáticas: la paz nacional, el perfeccionamiento del sistema económico, constitucionalizar las misiones sociales, el fortalecimiento del sistema de justicia, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico; las nuevas formas de la democracia participativa y protagónica; la defensa de la soberanía, la integridad de la nación y el rechazo al intervencionismo; el carácter pluricultural del país; la garantía de futuro y la preservación de la vida en el planeta.

La ANC será electa por el pueblo a través del voto universal, directo y secreto en el ámbito territorial y sectorial.

Fuente de la Noticia:

Leer más en: http://www.elmundo.com.ve/noticias/actualidad/educacion/estudiantes-se-comprometen-a-defender-la-calidad-e.aspx#ixzz4gYAErP7O

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