Por una vida libre de violencia para las mujeres

Durante la Emergencia Sanitaria por Covid 19, se intensificaron las violencias estructurales hacia las mujeres en México. En distintos ámbitos desde lo familiar y comunitario a lo institucional, tanto en lo físico como en lo virtual. Sus derechos fueron violentados en la salud, la educación, lo laboral, la vivienda, entre otros. Los aislamientos con agresores, el detrimento en las condiciones de vida, la falta de protección en los espacios públicos, las restricciones de movimiento y las múltiples preocupaciones económicas, así como la fuerte sobrecarga psicológica del encierro, significó la reducción de posibilidades para las mujeres. Además de ser las principales cuidadoras de quienes se enfermaron tanto en hospitales como en los hogares.

La situación extrema de riesgo a la vida, seguridad e integridad se incrementó, debido a la falta de eficacia del Estado mexicano para implementar medidas urgentes de prevención y a los vacíos en el acceso a un sistema de justicia que mantiene un carácter patriarcal. En la política de gobierno federal y de las entidades, el asesinato de las mujeres, adolescentes y niñas, es un asunto de menor importancia, que envía mensajes de permisividad a los feminicidas.

De acuerdo a cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), México y Brasil son los países con mayor número de casos de asesinatos de mujeres, en la segunda entidad, América Latina, más letal en el mundo.1 Esta preocupante estadística se agravó. El reporte especial Las dos Pandemias, publicó que en el mes de abril de 2020, en nuestro país fueron asesinadas en promedio, 11.2 mujeres por día.2

En el Estado de Chiapas, el feminicidio y la desaparición de mujeres, adolescentes y niñas es preocupante. El Observatorio Feminista Contra la Violencia Hacia las Mujeres, registró: 46 feminicidios al mes de septiembre.3 En el mismo lapso, hay al menos 151 mujeres desaparecidas y es alarmante que en su mayoría son menores de edad.

En este contexto, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas registró un aumento en los casos de Atención de la Violencia hacia las Mujeres, en el segundo semestre de 2020, respecto al mismo lapso en 2019. Con un total de 22 casos, del mes de julio a septiembre.4Los cuales siguen el patrón de violencia en el ámbito familiar con la omisión de autoridades de los distintos niveles, específicamente de las instancias encargadas de procurar justicia a mujeres y niñas.

En medio de las restricciones de la Pandemia y el incremento de la violencia hacia ellas, las mujeres en México y en Chiapas continúan organizándose en la reivindicación de la vida. A pesar de enfrentarse al asesinato, la privación de la libertad, la criminalización, la estigmatización y la judicialización. La Red Nacional de Defensoras y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras denunciaron, las intimidaciones a las Mujeres Autoconvocadas que asistieron a la Marcha de Las Catrinas, el 30 de octubre de 2020, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas5.Estos hechos se suman a los actos de represión y violencia contra protestas de feministas y de defensoras del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en otros lugares del país.”

Ante la falta de garantías y los antecedentes de represión policiaca a manifestaciones de mujeres en diversas entidades6, el Frayba se suma a la exigencia al Estado mexicano de respetar el derecho a la libre expresión y organización, de quienes saldrán a las calles en el Día Internacional De la Eliminación de la Violencia Hacia las Mujeres.

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1 Una mujer es asesinada cada dos horas en América Latina por el hecho de ser mujer. 03 de marzo de 2020. Disponible en: https://www.france24.com/es/20200303-dia-de-la-mujer-feminicidios-latinoamericano-violencia-genero.

2 Equis: Justicia para las mujeres, la Red Nacional de Refugios y la organización Intersecta. Las dos pandemias. Violencia contra las mujeres en México, en el contexto de COVID. Informe elaborado para la Relatora de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias. Disponible en: https://equis.org.mx/wp-content/uploads/2020/08/informe-dospandemiasmexico.pdf

3 Datos disponibles en la página: https://web.facebook.com/ObsFeministaCh

4Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Persiste violencia hacia las mujeres en Chiapas. Boletín 07. 13 de abril de 2020. Disponible en: https://frayba.org.mx/persiste-violencia-hacia-las-mujeres-en-chiapas/

5Intimidan, amenazan con atropellar e incitan a la violencia contra participantes en “Marcha de las Catrinas” el pasado 31 de octubre en San Cristóbal de las Casas. 24 de noviembre de 2020. Disponible en: Intimidan, amenazan con atropellar e incitan a la violencia contra participantes en “Marcha de las Catrinas” el pasado 31 de octubre en San Cristóbal de las Casas.

610 de septiembre, en Culiacán, Sinaloa; 11 de septiembre, en el municipio de Ecatepec, Estado de México; 28 de septiembre en Veracruz; 9 de noviembre en Cancún, Quintana Roo, entre otras.

Fuente:  Frayba

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Claroscuros en la lucha contra la violencia

Por: La jornada

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó ayer que el número de homicidios dolosos cometidos en el país registró su tercer mes consecutivo a la baja. De acuerdo con el informe preparado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante febrero se perpetraron 2 mil 766 asesinatos, es decir, 1.9 por ciento menos en comparación con el mes precedente y 1.8 por ciento menos frente a las cifras de febrero de 2019. Asimismo, se destacó que la cifra representa una disminución de 10 por ciento en comparación con julio de 2018, el mes más violento documentado en los 20 años durante los cuales se ha llevado dicha estadística.

Aunque a todas luces distan de ser suficientes, frente a una crisis de inseguridad desbordada, los números dados a conocer por las autoridades en la materia resultan alentadores en tanto parecen apuntar a que finalmente se alcanzó un punto de inflexión, tras dos años de un panorama desolador. En efecto, los datos del propio Secretariado Ejecutivo dan cuenta de que 34 mil 582 asesinatos convirtieron a 2019 en el año más violento de la historia mexicana reciente, y 2018 no fue menos terrible, con sus 33 mil 669 vidas segadas (aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía eleva el conteo para el año antepasado hasta 36 mil 685).

Sin embargo, la buena noticia se ve ensombrecida por el atroz dato que la acompaña: esta mejoría en el número general de homicidios dolosos no se reflejó en una reducción paralela de los asesinatos de mujeres; por el contrario, entre el primer y el segundo mes del año los feminicidios tuvieron un repunte de 24 por ciento al pasar de 74 a 92 víctimas. La situación de inseguridad que enfrentan las mujeres de todo el país resulta exasperante por el acelerado deterioro experimentado en años recientes: de 411 feminicidios registrados en 2015, se pasó a 976 episodios en 2019, un incremento de 137 por ciento en apenas cuatro años, que no da señales de remitir.

Cabe esperar que la mejoría presentada sea un saldo duradero de la política de seguridad puesta en marcha por la actual administración federal, pero parece claro que es muy pronto para dejarse llevar por el optimismo, pues en el pasado ya se han dado disminuciones temporales de la violencia, seguidas de alarmantes repuntes. Además de los esfuerzos para consolidar la reducción de las muertes violentas en el territorio nacional, los números oficiales recuerdan la urgencia de poner en marcha una estrategia específica pa-ra atajar todas las formas de agresión que padecen las mujeres, y en especial la más extrema de estas modalidades.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/21/opinion/002a1edi
Imagen: https://pixabay.com/photos/firearm-revolver-bullet-gun-weapon-409252/
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La desigualdad de género mata

Por. La Diaria

En 2017 hubo cerca de 3.000 femicidios en América Latina y el Caribe, según informe de la CEPAL.

La mayoría de los asesinatos de mujeres que tienen lugar en América Latina y el Caribe son femicidios. Esta es una de las principales conclusiones de un informe del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que reveló que 59% de las mujeres asesinadas en 2017 en la región murieron por su condición de género.En el mismo documento, el organismo asegura que “al menos” 2.795 mujeres fueron víctimas de femicidio en 23 países de América Latina y el Caribe en 2017. El énfasis en el “al menos” refiere a que el registro se realizó en los países en donde estas cifras están disponibles, por lo que el número real probablemente sea mayor.

En los países de la región con datos disponibles, 57,6% los femicidios son cometidos por alguien con quien la mujer asesinada tenía o había tenido una relación de pareja, detalla el estudio. Hay dos excepciones: El Salvador, donde esto sucede en 6% de los casos de femicidios, y Honduras, donde esta cifra es de 18%.

La situación de El Salvador en relación a los derechos de las mujeres es, en general, una excepción. En este país centroamericano, el fenómeno de femicidio “alcanza una extensión que no encuentra paralelo en ningún otro país de la región”, afirma la CEPAL. Allí, la tasa de femicidios por cada 100.000 mujeres fue de 10,2 en 2017. De hecho, Amnistía Internacional asegura en su informe 2017-2018 que “los elevados índices de violencia de género siguen haciendo de El Salvador uno de los países más peligrosos para las mujeres”.

Le sigue Honduras, que en 2016 registró una tasa de 5,8 femicidios por cada 100.000 mujeres. En Guatemala, República Dominicana y Bolivia también se observaron altas tasas para 2017, iguales o superiores a dos casos cada 100.000. En la región, sólo Venezuela, Panamá y Perú registran tasas inferiores a uno cada 100.000.

A la hora de comparar la situación de América Latina y el Caribe con otros continentes, la CEPAL resalta la dificultad que plantea la diferencia de criterios a la hora de registrar femicidios. Pone como ejemplo a los países de la Unión Europea, que sólo registran en sus estadísticas regionales las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas en el ámbito privado, lo que supone desafíos en la comparación con el indicador que publica la CEPAL, que también incluye los asesinatos de mujeres que tienen lugar en el espacio público.

De todas maneras, una comparación de las tasas de femicidios registrados en el ámbito doméstico en las dos regiones muestra que Europa tiene índices más bajos. Mientras que en 2017 las tasas de “femicidios íntimos” en América Latina varían desde un máximo de 1,98 por cada 100.000 mujeres en República Dominicana a un mínimo de 0,47 en Chile, la mayor parte de los países europeos registraba a fines de 2016 tasas por debajo de 0,5.

En la última década, la gravedad del fenómeno ha obligado a 18 países latinoamericanos a modificar sus leyes para sancionar el femicidio. El primero en hacerlo, tal como señala la CEPAL, fue Costa Rica en 2007. Le siguieron en los años siguientes Guatemala (2008), Chile y El Salvador (2010), Argentina, México y Nicaragua (2012), Bolivia, Honduras, Panamá y Perú (2013), Ecuador, República Dominicana y Venezuela (2014), Brasil y Colombia (2015) y Paraguay (2016). El último fue Uruguay, el año pasado. Sin embargo, en la mayoría de los países, la reforma de la legislación no se tradujo en un cambio de la realidad. Los números están a la vista.

La medición de los femicidios, aclara la CEPAL, es “particularmente importante” para dar respuestas a las metas de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible vinculadas a la eliminación de “todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”.

La comisión entiende que la realidad obliga a los países a emprender más acciones para erradicar la violencia de género. Por eso, establece como uno de los principales desafíos “comprender que todas las formas de violencias que afectan a las mujeres están determinadas, más allá de su condición sexual y de género, por diferencias económicas, etarias, raciales, culturales, de religión, y de otros tipos”. Sólo así, asegura, se podrá avanzar en la creación de políticas públicas integrales para su erradicación.

Además, plantea como otra línea de trabajo fundamental la sensibilización y la capacitación de los funcionarios públicos, especialmente aquellos que trabajan en la Justicia, “para mejorar los registros de femicidios y dar respuestas acordes al enfoque de derechos humanos y una cultura de igualdad”.

El organismo también contempla la creación de políticas públicas de reparación dirigidas a hijas e hijos de mujeres víctimas de femicidio, “que consideren asignaciones monetarias que permitan enfrentar los gastos cotidianos de las y los menores de edad”. Todo esto sin olvidar la necesidad de generar acuerdos interinstitucionales que permitan fortalecer el análisis de los femicidios tanto dentro de cada país como a nivel regional.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=249367
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