Es hora de actualizar el indicador de aprendizaje SDG 4 para niños pequeños

Por Silvia Montoya, Directora del Instituto de Estadística de la UNESCO ( UIS )

target 4.1 blogEstamos en la cúspide de una nueva fase en la medición global del aprendizaje. Por primera vez, los representantes de las evaluaciones de aprendizaje transnacional acordaron un conjunto de niveles mínimos de competencia en las habilidades de lectura y matemáticas que todos los niños necesitan aprender.

Este nuevo y emocionante desarrollo estará en la parte superior de la agenda de la próxima reunión de la Alianza Global para Monitorear el Aprendizaje (GAML), que reunirá a representantes de países, agencias de evaluación, donantes y grupos de la sociedad civil del 17 al 18 de octubre en Hamburgo. .

En el fondo del asunto se encuentra el Indicador 4.1.1 de los ODS, que mide la proporción de niños y jóvenes: (a) grados 2/3; (b) al final de la primaria; y (c) al final de la secundaria inferior, que logre al menos un nivel mínimo de competencia en (i) lectura y (ii) matemáticas, por sexo.

Un desafío importante ha sido definir un estándar de competencia mínima que sea ampliamente aplicable en todos los países. Para allanar el camino, el UIS reunió a representantes de casi todas las iniciativas de evaluación transnacional y regional [1] y negoció un acuerdo sobre un conjunto propuesto de definiciones de las habilidades y los niveles de desempeño que todos los niños deberían adquirir. 

Escala de competencia para alinear habilidades

Para hacer esto, revisaron una lista de todos los niveles de competencia, desde las habilidades más básicas hasta las más avanzadas en lectura y matemáticas, que actualmente se están evaluando. Luego acordaron un conjunto propuesto de niveles mínimos de competencia global (MPL) para cada nivel de educación medido en el Indicador 4.1.1.

Este es un acuerdo innovador. Significa que los datos de todas las evaluaciones transnacionales principales pueden remitirse a las mismas MPL para reportar datos SDG 4, desde las evaluaciones dirigidas por los ciudadanos realizadas por Uwezo en el África subsahariana al Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes de la OCDE (PISA). ). Estos MPL, que se muestran en la tabla a continuación, también podrían usarse para mapear evaluaciones nacionales o servir como punto de referencia para ellos.

Tabla 1: Conjunto propuesto de niveles mínimos de competencia para el Indicador 4.1.1.

Nivel de Educación Descriptor general – Lectura Descriptor general – Matemáticas
Grado 2 Los estudiantes leen y comprenden la mayoría de las palabras escritas en un instrumento que se les entrega, especialmente las que les son familiares, y extraen información explícita de las oraciones. Los estudiantes demuestran habilidades en sentido numérico y computación, reconocimiento de formas y orientación espacial, con un aumento en la competencia entre los grados 2 y 3.
Grado 3 Los estudiantes leen en voz alta las palabras escritas con precisión y fluidez. Entienden el significado general de las oraciones y textos cortos. Los alumnos identifican el tema de los textos.
Grados 4 y 6 Los estudiantes interpretan y dan algunas explicaciones sobre las ideas principales y secundarias en diferentes tipos de pruebas. Establecen conexiones entre las ideas principales de un texto y sus experiencias personales, así como el conocimiento general. Los estudiantes demuestran habilidades en sentido numérico y computación, medición básica, lectura, interpretación y construcción de gráficos, orientación espacial y patrones numéricos.
Grados 8 y 9 Los estudiantes establecen conexiones entre las ideas principales sobre diferentes tipos de texto y las intenciones de los autores. Reflejan y sacan conclusiones basadas en el texto. Los estudiantes demuestran habilidades en computación, problemas de aplicación, tablas y gráficos de combinaciones, y hacen uso de representaciones algebraicas

La propuesta se presentará para su aprobación en el plenario de GAML en Hamburgo. Al crear un consenso sobre las MPL globales, también hemos encontrado una solución técnica para vincular las evaluaciones transnacionales y nacionales existentes que mejoran los métodos actuales para la presentación de informes. Esta solución puede ser una solución interina mejor que la información actual no vinculada, o puede ser una solución continua donde otras formas de vinculación no son posibles. (El UIS también está trabajando para hacer posibles otras formas de vinculación, utilizando técnicas estadísticas y análisis de ítems). Este proceso se denomina moderación social o vinculación pedagógica. Al vincular diferentes evaluaciones utilizando los MPL, los resultados sobre la competencia mínima, que es lo que se requiere para el Indicador 4.1.1., Se vuelven comparables y es posible que los países informen sobre el indicador.

target 4.1 blog 2Uno de los aspectos más interesantes de este enfoque es que está diseñado para tener en cuenta las prioridades de los países. Muchos países han invertido en desarrollar sus propias evaluaciones nacionales, que reflejan sus contextos, prioridades y planes de estudio. Con nuestra metodología propuesta, los países pueden seguir utilizando sus propias evaluaciones nacionales, pero ahora pueden comparar su progreso con un estándar global.

Mientras se asegura la comparabilidad de los datos, la moderación social también puede ayudar a los países a enfrentar algunas de las dificultades inherentes al seguimiento del aprendizaje en niños pequeños como parte del indicador 4.1.1. Por ejemplo, pueden medir la fluidez en la lectura centrándose en habilidades como la precisión y la comprensión, que se ven menos afectadas por las diferencias entre los idiomas.

También se espera que muchas de las ideas desarrolladas a través de este proceso de moderación social también puedan informar otros métodos, más basados ​​en estadísticas, durante el próximo período.

Estamos listos para mejorar el indicador para niños pequeños

Sobre la base de estos nuevos desarrollos, el UIS ha presentado una solicitud al Grupo Interinstitucional y de Expertos ( IAEG ) sobre los ODS para actualizar el indicador 4.1.1 (a) en los primeros grados de primaria del nivel 3 al 2:

  • Los indicadores de nivel 1 se consideran completamente desarrollados;
  • Los indicadores del nivel 2 son conceptualmente claros con una metodología establecida para la presentación de informes;
  • Los indicadores de nivel 3 requieren un desarrollo metodológico considerable.

Los indicadores 4.1.1 (b) y (c) al final de la educación primaria y secundaria inferior ya están clasificados en el nivel 2. Sin embargo, el indicador 4.1.1 (a) en los primeros grados de primaria se ha relegado al nivel 3 porque no había manera de informar los resultados en MPL para estos jóvenes aprendices, hasta ahora. Junto con el Indicador 4.2.1, la mejora del Indicador 4.1.1 (a) será un paso clave para garantizar que los niños pequeños, cuyo desarrollo es tan importante para el futuro de las sociedades, sigan siendo parte de la agenda de los ODS.

La aprobación tanto de GAML como de la IAEG sería un gran paso adelante en los esfuerzos de los países para informar sobre los resultados de aprendizaje. Estos desarrollos formarán la base para medir el aprendizaje en todo el mundo para que podamos dar cuenta de todos los niños, desde la escuela primaria hasta la secundaria.

La medición de los resultados de aprendizaje de los niños pequeños es clave para garantizar que tengan éxito en la escuela primaria para evitar el costoso ciclo de repetición de grados y la posible deserción que actualmente afecta a los niños en docenas de países. Espero con interés las fructíferas discusiones en la reunión de GAML. Juntos, estamos allanando el camino para medir y fortalecer el aprendizaje de los niños de todo el mundo.

[1] SACMEQ fue la única iniciativa de evaluación transnacional que no pudo asistir a la reunión.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2018/10/16/it-is-time-to-upgrade-the-sdg-4-learning-indicator-for-young-children/

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Desigualdad en el acceso, diferencias en la formación, falta de infraestructuras… radiografía de la educación infantil en Latinoamérica

La infancia tiene dificultades en el acceso a servicios educativos públicos y de calidad que estén al alcance de toda la sociedad. Problemas similares en el América Latina y el Caribe, también en España.

La educación infantil, sobre todo la de primer ciclo, nunca ha sido una de las grandes prioridades de los sistemas educativos y eso a pesar de que diferentes informes y evaluaciones internacionales hacen hincapié en la importancia de esta etapa para el paso por el sistema educativo del alumnado de manera satisfactoria y las implicaciones que esto tiene en la vida adulta de las personas.

Problemas como ratios demasiado altas, escasez de infraestructuras públicas que hagan frente a la demanda de estos espacios, garantía de la mayor calidad posible, diferencias en la formación de las profesionales que trabajan en ella dentro de los países, desigualdades de acceso por parte de las familias a servicios de calidad… Estos son algunos de los problemas que esta etapa educativa se encuentra.

Un reciente informe ha puesto el ojo en las diferencias de los sistemas educativos de países de América Latina y el Caribe. Son los mismos que podemos encontrar en este lado del Atlántico.

Se trata del estudio El derecho a la educación y el cuidado de la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe, en el que diferentes expertos han analizado la situación de la Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI) en el continente para, con lo visto, hacer propuestas de mejora.

Entre los efectos que señala el documento se encuentra el hecho de que cada vez se presiona más para que la educación infantil dé una serie de resultados de carácter académico que poco o nada tienen que ver con los ritmos madurativos de las criaturas. Unas exigencias, afirman quienes han redactado el informe, que vienen dadas por la presión que ejercen las evaluaciones internacionales en etapas posteriores de la educación. De manera que la AEPI acaba “primarizándose”. “A pesar de que la Convención (de Derechos del Niño) va a cumplir 30 años, todavía a los niños pequeños no se los percibe como ciudadanos (es decir con derechos: a la educación de calidad, a la participación y a la cultura) y persiste la adultización de las sociedades, de los protagonismos y por supuesto las inversiones en educación”, comenta Mercedes Mayol, responsable del estudio, maestra y e la Organización Mundial para la Educación Preescolar .

En este sentido, se pide que las evaluaciones que se hagan en la etapa tengan en cuenta las características de los primeros años de vida. Es decir, que niñas y niños, por pequeños que sean, aprenden, pero lógiamente en los primeros años de vida no lo hacen como personas más mayores. Sus necesidades de entender y hacerse con el mundo que les rodea necesita de unas metodologías que no tienen por qué parecerse en nada a lo que se hace en los años posteriores en el sistema educativo.

Defienden todo lo contrario en sus recomendaciones, una educación basada en los derechos humanos (el derecho a la educación desde el mismo nacimiento, como se estipula en la Convención de Derechos del Niño de la ONU). A lo que se suma la segunda recomendación, que esta etapa sea “accesible a todas y todos desde el nacimiento”, algo que no está garantizado.

Y no está garantizado por otro de los problemas comunes tanto en América Latina y el Caribe como en España, una falta de financiación en la práctica todalidad de las administraciones que tienen algo que decir al respecto. Esto supone que aunque haya una universalización casi completa a partir de los 3 años, antes niñas y niños dependen del capital de sus familias para poder recibir una educació de calidad.

“La calidad es una dimensión central”, dice el documento. Otro de los asuntos que en España preocupa a los colectivos de maestras de educación infantil. Una calidad que debe ser garantía de que se está haciendo un buen servicio para poder responsar al derecho fundamental que asiste a todas las personas desde su nacimiento.

Y, por supuesto, si se quiere un sistema que funcione lo mejor posible, es necesario que las personas que están con las criaturas sean reconocidas y valoradas en su labor, algo que no suele ser habitual. Está muy generalizado, en todos los sectores, que la educación infantil tiene tanta relación con los cuidados que la parte educativa queda deslucida, de manera que quienes trabajan en el sector tienen un papel a medio camino entre la persona cuidadora y la educadora.

En cualquier caso, se pide para sus profesionales una buena formación inicial y continua, una “remuneración justa y superación de los estereotipos de género”. Aquí hablan en el informe de las diferencias que se producen en las titulaciones requeridas para el trabajo con la primera infancia, algo que denuncian en España también los colectivos.

Dada esta titulación diferenciada, en el mismo centro pueden encontrarse maestras y técnicas de educación infantil. Además de suponer labores diferenciadas (que se dan incluso estando en el mismo aula) también hay diferencias salariales importantes.

Y para que todo esto sea sostenible, sin duda, hace falta dinero. “Financiamiento asegurado en los presupuestos públicos”, dice el texto, “de manera suficiente y coherente con las necesidades de esta etapa educativa”.

Existen similitudes muy grandes entre la situación de la AEPI en Latinoamérica y la de la educación infantil en España. Oasis que hacen pensar en la capacidad de maestras y espacios de asegurar el mejor desarrollo de las personas, mientras en la mayor parte de los casos, las familias no matriculan a sus hjas e hijos en los tres primeros años.

Entre las muchas razones posibles, el hecho de que ninguna administración educativa ni estatal ni autonómica haya hecho frente al alto nivel de inversión que supondría que hubiera una oferta suficiente y con unos precios asumibles por cualquier familia, con el personal adecuado y el mayor estándar posible de calidad.

Problemas comunes de difícil solución. Eso sí, como en España, se señala el hecho de que en los últimos años, los Estados del América Latina y el Caribe han hecho un importante esfuerzo (y en buena medida lo han conseguido) atendiendo a la mayor parte de la infancia a partir de los tres años.

Mientras que aquí, la práctica todalidad de la gestión de la etapa ya está en manos de los departamentos de educación, en Latinoamérica se destaca el hecho de que en el primer tramo buena parte de los servicios estaban en áreas de carácter social. También como pasaba en España hasta hace algunos años.

“Cuando pensamos en abordarlo (el estudio) tenia claro que las tendencias señaladas para América Latina y Caribe  -con sus más y sus menos- , son temas que están presentes en las sociedades desiguales del mundo”, afirma Mercedes Mayol. En definitiva, problemas comunes con soluciones similares que pasan por anteponer a cualquier excusa el hecho de que la educación es un derecho humano que se entiende que ha de estar cubierto desde el nacimiento. Mucho por hacer.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/03/desigualdad-en-el-acceso-diferencias-en-la-formacion-falta-de-infraestructuras-radiografia-de-la-educacion-infantil-en-latinoamerica/

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