Entrevista a Santiago Atrio: “¿Por qué el alumnado debe tener silla y pupitre?”

16 Abril 2017/Fuente:Educaciontrespuntocero/Autor: Patricia Mármol

Vicedecano de Ordenación Académica y Desarrollo de las Titulaciones, en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, Santiago Atrio Cerezo comenta en esta entrevista su visión sobre el proceso de rediseñar el aula. Según opina, el mobiliario que se utilice debe estar en consonancia con la metodología que se quiera trabajar. “Es una reflexión didáctica, no estética”, dice.

¿Por qué surge la necesidad de rediseñar el aula?

No surge ahora, y no lo debemos considerar una moda. En su obra Didáctica Magna, Amos Comenius nos indicaba ya en 1630 la necesidad de cuidar los espacios. En palabras del maestro de la pedagogía moderna, “La escuela misma debe ser un lugar agradable, brindando encanto a los ojos por dentro y por fuera”. No nos habla de un ‘espacio’ educativo, nos lo define como ‘lugar’ con todas las connotaciones emocionales que esta palabra encierra. Muchos otros como el pedagogo Malaguzzi (1920-1994) han incidido en la importancia de este aspecto, “espacio-ambiente como el tercer maestro”, decía.

El objetivo ahora es analizar el espacio como un elemento que en sí mismo contribuye al proceso educativo pudiendo ser una influencia positiva o negativa.

Debemos dejar que el alumnado participe de los procesos de diseño en todas las edades

¿Cómo son estas nuevas instalaciones? ¿Importa la etapa educativa a la hora de rediseñar estos nuevos espacios?

Reflexionar sobre las ‘nuevas’ instalaciones es un proceso coral. Los técnicos, arquitectos e ingenieros deben pensar en unas instalaciones que cumplan la compleja normativa obligatoria no reduciéndolas sólo a las aulas. Esos diseños más que ‘novedosos’ deben ser fundamentalmente educativos. Para ello, en el análisis debe participar toda la comunidad educativa. Diseñar procesos participativos para analizar espacios que han sido considerados como no formales, tales como zonas comunes de socialización y diálogo, patios, espacios deportivos y/o zonas de juego, es esencial.

La etapa educativa claro que importa, pero más por la escala del individuo que por el proceso de análisis: debemos dejar que el alumnado participe de los procesos de diseño en todas las edades.

¿Qué mobiliario se utiliza?

Una pregunta que daría para toda una tesis doctoral. Es un tema complejo pues debemos trabajar con inversiones de los que nos precedieron y las actuales que deben servir para varios cursos académicos.

Primero, debemos preguntarnos sobre el porqué de las soluciones de aula que llevamos adoptando en las clases, zonas comunes, patios,… ¿por qué el alumnado debe tener silla y pupitre? ¿No existen soluciones que integran ambos elementos? Es más, ¿deben estar todos los alumnos sentados durante toda la jornada?¿Podemos tener cojines, bancos, sillas altas, etcétera? El mobiliario que se utilice debe estar en consonancia con la metodología que se quiera trabajar. Esa reflexión didáctica no es una reflexión estética.

Es un proceso previo que analiza el propio centro educativo y que responde a su propia visión, misión y valores. Es imposible, desde mi punto de vista, modificar formas de trabajar imponiendo espacios de diseño. Al menos eso nos ha pasado con las tecnologías educativas, que, por el mero hecho de estar en las aulas, no han generado un cambio de metodología de trabajo en las mismas.

Por ejemplo, si apreciamos el trabajo en grupo, ¿por qué no utilizar caballetes con tableros de diferentes acabados que puedan apilarse en las pareces? Esos tableros pueden servirnos como paneles informativos o de exposición. De ese modo, el aula podría tener varias configuraciones de trabajo, que podríamos definir con pinturas en el suelo similares a las que tenemos en los campos deportivos.

El mobiliario que se utilice debe estar en consonancia con la metodología que se quiera trabajar

¿Y materiales? Uno de ellos es, sin duda, el vidrio…

El vidrio tiene sus riesgos como las posibles distracciones por observar movimientos fuera del aula pero también posibilita situaciones para aprender a respetar el trabajo de los otros.


¿Los colores influyen?

Claro, resulta evidente. La psicología ambiental lo tiene estudiado pero no le prestamos mucha atención. El color, la climatización, la ventilación, el soleamiento, la acústica, la iluminación y/o los olores influyen en nuestra situación de confort, y todas esas variables deberíamos analizarlas colectivamente para hacer de los espacios educativos lugares educativos.

¿Qué reformas estructurales se deben llevar a cabo?

Las que definan las fases de análisis previas a la intervención arquitectónica. No parece razonable que todas las escuelas sean iguales o que respondan a unos estándares comunes, pues el entorno condiciona la intervención. Debemos confiar en el buen criterio de los arquitectos que tenemos y, si sus propuestas de intervención se fundamentan en análisis pedagógicos, esas reformas cobrarán sentido educativo y no sólo estético.

¿Cómo se rediseñan nuevos espacios para cambiar el proceso de enseñanza-aprendizaje? Para trabajar en equipo, de forma individual, para intercambiar opiniones, para investigar, para la lectura…

Los espacios deben ser multiusos. Insisto en no pensar sólo en la clase tradicional sino en el conjunto de los espacios del centro educativo y también del entorno tales como plazas, parques o zonas de juego próximas.

Considero que esos espacios deben poder adecuarse básicamente a tres situaciones: procesos de aprendizaje individual o en grupo, procesos democráticos de discusión y debate y procesos de investigación. Es más, los reducidos espacios que disponemos dadas las ratio actuales deben multiplicar sus posibilidades de uso.

Los espacios deben adecuarse a procesos de aprendizaje individual o en grupo, procesos democráticos de discusión y debate y procesos de investigación

Ventajas de cambiar el espacio físico y dificultades a las que se enfrentan los centros.

Siempre hablamos de la resistencia al cambio. Es complejo gestionar el vértigo que produce la novedad. Perder el control del grupo, ser mal visto por parte de las direcciones del centro al generar un ambiente de clase diferente al tradicional genera incertidumbre en el profesorado y también entre los alumnos.

Pero aparte de estos análisis manidos creo que la principal dificultad es entender el cambio del espacio como un continuo y no como un proceso temporal limitado. No podemos pensar en el cambio de espacios educativos como de una mera reforma. El propio trabajo en el espacio es educativo y las diferentes generaciones que pasen por el centro deben reflexionar sobre estos procesos y disfrutar de ellos. Si seguimos pensando que los espacios educativos deben reformarse cada cierto tiempo seguiremos pensando en obras decorativas, estéticas y no educativas.

La principal dificultad es entender el cambio del espacio como un continuo y no como un proceso temporal limitado

¿Cómo afecta este cambio a alumnos y profesores? ¿Cuáles son los resultados?

Pues deberíamos preguntarles a ellos. Los hay enfadados por haber perdido sus zonas de intimidad y confort. Los hay ilusionados por ver intervenciones en instalaciones trasnochadas. Y si además existe un grupo que valora el proceso de reforma como un interesante proceso educativo, el resultado será excelente y configurará una forma de hacer escuela, ‘nuestra’ escuela.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/santiago-atrio-y-el-rediseno-de-las-aulas-por-que-el-alumnado-debe-tener-silla-y-pupitre/45327.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2017/03/PUERTA-UAM.png

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Cuba: Ciencia que se necesita en el aula.

El Instituto Central de Ciencias Pedagógicas celebra su aniversario 40 con el reto de acompañar al Ministerio de Educación en el tercer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Enseñanza.

Centro América/Cuba/29.11.2016/Autor: Margarita Barrio  Fuente:http://www.juventudrebelde.cu/

La mejor manera de dar respuesta a las necesidades y transformaciones que requiere el sistema educativo cubano es a través de la ciencia», afirmó en conferencia de prensa la Doctora Silvia Navarro, directora general del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP).

Ese centro, que el próximo 30 de noviembre cumplirá 40 años de trabajo ininterrumpido acompañando al Ministerio de Educación, tiene hoy entre sus múltiples investigaciones, que abarcan todo el país, dos fundamentales: la conducción metodológica y científica del tercer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, y los tradicionales Estudios de la Calidad de la Educación, comparativos con los resultados del país y con los del resto del mundo.

La Doctora Silvia puntualizó que el ICCP ahora está fortalecido, pues se le han sumado otras instituciones que realizaban labores investigativas vinculadas a la enseñanza, como son los centros de Referencia Latinoamericanos de Educación Especial y de Educación Inicial y Preescolar; así como el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño.

«Esta unión puntualizó nos permite tener una mayor plantilla de investigadores y un capital humano de alta calificación, con un 70 por ciento de doctores. Además tenemos representados todos los niveles de enseñanza».

Dijo asimismo que el Instituto trabaja en alianza con otros centros de investigación y con organismos y organizaciones, así como con la familia de los estudiantes, porque ninguna investigación pedagógica es viable si no se establecen nexos.

«El principal valor de nuestros resultados está en aquel científico que trabaja de conjunto con el docente, a partir de las necesidades del Ministerio de Educación, en los escenarios naturales de la pedagogía, que son el aula, la escuela, la comunidad.

«Y juntos vamos probando y construyendo las transformaciones que den respuesta a la razón de ser del sistema educativo cubano: una escuela inclusiva, flexible y que responda a las necesidades de formación de nuestros niños y jóvenes.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2016-11-23/ciencia-que-se-necesita-en-el-aula/

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-jkxYpUSnvgI/VGIYHoA61RI/AAAAAAAAL-g/2F4ZPxnXg5Q/s640/ciencia.jpg

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Libros de texto gratuitos¿ Limitantes de la creatividad en el aula?

Por: Adolfo del Ángel Rodríguez.

Miró el reloj. La actividad estaba a punto de terminar y sobraba demasiado tiempo, aun cuando había previsto algunas cosas, como el hecho de que sus alumnos eran inquietos. Ahora, después de revisar las últimas actividades no veía más allá y le angustiaba el cómo atender la inquietud de su grupo, así que rápidamente exploró posibilidades, asomando un poco de desesperación, resolviéndolo lo más pronto posible. Se levantó de su asiento, como el más victorioso de los espartanos después de una mítica batalla, y alzando el brazo como para pescar la indicación en el aire para soltarla de manera brusca: niños, saquen su libro de historia, lean la página 95 y hagan un resumen.

Sin duda, la polémica suscitada ante la existencia de los libros de texto gratuitos es un tema bastante agotado desde su formalización, pues se ha hablado del adoctrinamiento que su uso conlleva, de una visión única de la historia y de una línea de pensamiento que no permite ir más allá de lo que se dicta en los currículos establecidos. Pero más allá de esta polémica, es de interés centrarse en un punto en el que precisamente hemos permitido no ir más allá: la creatividad.

Lejos de ser un apoyo, como debió haber sido desde un inicio, al libro de texto se le ha permitido un espacio demasiado extenso dentro del aula, al punto que los padres de familia cuestionan a las autoridades educativas cuando no están completos los paquetes que deben ser entregados a sus hijos al inicio de cada ciclo escolar, por lo que esa aura “imprescindible” que le rodea debería ser cuestionada y puesta en un nuevo espacio al alcance de los tutores, quienes conciben una ecuación algo así: libros= buena educación.

Quizá su utilización ha sido una de las salidas fáciles del maestro en cuanto a que resuelve muchas cuestiones de organización y que quizá (sería una tesis interesante) sea una de las causas que conllevan a la falta de planificación del trabajo escolar por parte de un buen porcentaje de docentes y, por consecuencia, a la utilización de planes estandarizados recogidos de internet de páginas web muy conocidas entre los mentores, no permitiendo buscar información alterna que haga que el mismo maestro, así como el alumno, cuestione aspectos de la realidad misma, basando su aprendizaje en temas actuales, haciendo uso de la lectura de la realidad para poder centrarse en una comprensión de lo que le rodea, en un verdadero análisis de su entorno y de su papel en el aquí y ahora en el que se desenvuelve.

Hablemos aquí de la necesidad del docente como intelectual, de la necesidad de esa figura que cuestione, que se cuestione y más que llenar de conocimientos a sus alumnos, lo haga llenarse de cuestionamientos que le permitan ampliar su panorama, lo que sin duda se ve limitado cuando se hace uso, únicamente, de los libros de texto gratuitos. Asimismo, la planificación de clases, como elemento primordial en la labor del docente, pierde sentido frente a un trabajo previamente planeado, pues de igual manera el rendimiento académico está delimitado por lo que en ellos se traza, habiendo muy poco espacio para actuar al margen, pues aunado a eso, la presión por parte de los padres de familia es enorme, al cuestionar el por qué muchas de las actividades no están terminadas al final del ciclo escolar, siendo uno de los elementos (o el único) con el que los padres miden la eficiencia y eficacia del maestro con el trabajo de sus hijos.

Es por ello que se hace necesaria una revisión de lo que implica el papel de los libros de texto en el aula, en casa y en la escuela en general, así como en la conciencia general de los docentes y de los padres de familia para replantear de alguna manera el quehacer educativo, pues ampliar la mente requiere de igual manera de ampliar horizontes, lo que ha sido limitado por esos materiales gubernamentales que parcelan el conocimiento, ganando terreno desde hace décadas a un conocimiento más incluyente, crítico y reflexivo.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/libros-de-texto-gratuitos-limitantes-de-la-creatividad-en-el-aula/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/librosdetextourban360.jpg

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