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Impulsan educación ambiental en República Dominicana

Centro América/ República Dominicana/ 24.02.2020/ Fuente: megalopolismx.com.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana ampliará los programas de educacion ambiental en diferentes centros educativos, a fin de que los estudiantes conozcan su importancia.

Señaló que en diversos centros educativos públicos y privados a nivel nacional llevará a cabo los programas para informar a los estudiantes sobre la importancia de preservar el medio ambiente.

El titular de la dependencia, Ángel Estévez, exhortó a los estudiantes para conocer la biodiversidad y la naturaleza en sentido general, “como soporte de la vida y sus valores ecológicos, educativos, sociales, económicos y recreativos”.

“La escuela es el mejor escenario para impulsar los cambios y aportes ambientales que requiere el país, ya que todos los ciudadanos somos compromisarios de salvaguardar el medio ambiente, el cual proporciona servicios esenciales para el bienestar humano como oxígeno, alimento y salud”, puntualizó.

Refirió que realizarán varios talleres también dirigidos al público en general para que se tome conciencia de mantener un medio ambiente sano. Se enfatizarán asuntos como reforestación, reciclaje, residuos sólidos y viveros.

Fuente de la noticia: https://megalopolismx.com/noticia/63186/impulsan-educacion-ambiental-en-republica-dominicana

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“En Venezuela ya muchas personas viven dentro de condiciones de catástrofe ambiental”

América del Sur/ Venezuela/ 18.02.2020/ Fuente: correodelcaroni.com.

 

La Constitución de la República de Venezuela en su capítulo nueve sobre los derechos ambientales, artículo 127, establece que es una responsabilidad del Estado generar políticas públicas que garanticen el cuidado y protección del ambiente ya que “toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado”.

Señala también que es una obligación proporcionar el desenvolvimiento de la población en un “ambiente libre de contaminación” en donde el aire, agua y suelos sean protegidos. Sin embargo, el desgobierno y la falta de acciones políticas -en cualquier ámbito- golpea fuertemente al medio ambiente venezolano.

Gigantes deforestaciones, contaminación del agua y comida con mercurio, inyección de gases a la copa de ozono y fuertes cambios climáticos son algunas de las consecuencias ambientales en la actualidad traída por un modelo económico extractivista depredador, es decir, extraer recursos a todo dar sin medir el impacto.

Caso particular del estado Bolívar: el Arco Minero del Orinoco. En esta zona se explota masivamente el oro de la manera tradicional, ya que no se cuenta con la tecnología adecuada para realizar una explotación minera ecología. Por consiguiente, la quema de millones de hectáreas, el uso de cianuro y arsénico a gran escala y el desvío de las corrientes de agua perjudican de manera notable tanto la tierra como el agua, el clima y la biodiversidad de toda el área.

Se pronostica que esta parte de la nación se convertirá en un desierto improductivo por las excavaciones contaminadas y que esto comprometerá gravemente las reservas de agua y generación de energía para todo el país.

A dos semanas de que el papa Francisco I publicara la exhortación apostólica Querida Amazonia donde expresa la importancia de la selva como pulmón del mundo y la responsabilidad que tienen las naciones que la conforman sobre ella para cuidarla y que sea una riqueza natural para la humanidad, Alejandro Álvarez, coordinador de Clima21 – Ambiente y Derechos Humanos, publica su análisis de la situación ambiental del país.

Clima21 es una organización enfocada en los derechos humanos ambientales de los venezolanos que busca de promover la educación ambiental en el marco del desarrollo sostenible.

El borde inexistente de la catástrofe ambiental venezolana, por Alejandro Álvarez

Leo una noticia donde alguien declara a un periódico que “Venezuela está al borde de una hecatombe ambiental”.

Ese tipo de declaraciones más que denunciar y buscar soluciones para la terrible situación ambiental que vive actualmente el país, lo que hace es confundir a los lectores y muestra el poco conocimiento sobre el ambiente que tiene el que expresó esa opinión.

Las crisis ambientales son procesos que van escalando y generando consecuencias.

No existe un lugar o situación que esté al borde de algo, como si estuviéramos aún a salvo siempre y cuando no demos un paso demás.

Además esa afirmación desconoce la complejidad de los diferentes temas ambientales en los diversos territorios del país, con distintos procesos desarrollándose en paralelo e incidiendo los unos sobre los otros.

Por eso, debido a la crisis ambiental que sufre Venezuela ya muchas personas viven dentro de condiciones de catástrofe ambiental.

Piensen en personas que habitan en sitios que no tienen servicio de agua desde hace varios meses (en algunos casos muchos meses) o donde nunca se recogen los desechos sólidos.

Quizás no podemos entender del todo el nivel de daño de la falta de agua. Pero podemos tratar de comprender la magnitud del desastre en este testimonio de una habitante de una zona popular del estado Carabobo:

“Pocos saben lo que significa vivir casi dos semanas sin agua. Tu vida termina degradándose completamente. Cada aspecto. Es como retroceder y dejar de ser parte de la civilización”.

O también los que viven en sitios donde el aire o el alimento están fuertemente contaminados de mercurio. Lugares con niveles de concentración de mercurio tan alto que está aumentando de manera alarmante el número de personas afectadas y de niños nacidos muertos o con graves deficiencias.

Otras personas habitan en zonas que han sufrido procesos de deforestación tan severos que los ríos se están secando o donde ya no existen los bosques que actuaban como mecanismo de estabilización de los suelos y tienen cada vez un mayor riesgo de ser afectados por un derrumbe o deslave.

Muchos otros viven en zonas inundables o cuyos suelos se desertificaron. O donde fueron agotados los recursos de la biodiversidad de los cuales dependían para su alimentación o economía.

Del primer caso hablamos de cientos de miles de personas como las que fueron afectadas en las inundaciones al sur del país en el 2018. Y cuando hablamos de afectadas queremos decir que muchísimas personas perdieron sus viviendas, cosechas, animales y sus bienes personales. La enorme mayoría eran personas muy pobres. Luego de esa situación quedaron en una situación aún peor.

En el caso de desertificación ya pueblos completos fueron abandonados al perder toda fuente de agua y posibilidad de extraer alguna cosecha de sus suelos agotados.

Por su parte, miles de personas en el estado Sucre quedaron sin capacidad de mantenerse al ir desapareciendo los recursos pesqueros de los que dependían para vivir.

En todos esos casos ¿dónde está el borde? y si esa línea existiese, ya mucha gente la sobrepasó, y cayeron al precipicio. Otros van avanzando hacia cada vez peores condiciones de vida.

Por todo ello es necesario tener cuidado con las ideas simplistas (por no decir otra cosa) sobre temas complejos. Menos unas que hagan creer que “vamos por el mal camino” pero sí se rectifica aún hay tiempo para evitar los daños.

Esta crisis ambiental está afectando de manera muy grave a muchísimos venezolanos y representa una violación masiva de derechos humanos. Aún peor, se convertirá en un importante obstáculo para que el país logre recobrar un nivel mínimo de bienestar.

Además estas frases apocalípticas generan generalmente rechazo o resignación más que acción urgente que es lo que necesitamos.

Por ello debemos unirnos todos para resistir y luchar contra un sistema construido para que un grupo de bandas criminales destruyan el país y su naturaleza sólo por codicia y perversión.

Más adelante, será necesario iniciar programas nacionales de restauración y educación ambiental que reconstruyan los equilibrios básicos de la naturaleza y de nuestra relación con ella.

Sólo así podremos recobrar el país próspero y responsable que necesitamos y donde ya nadie hable, ni viva en situaciones borde.

Fuente de la noticia: http://correodelcaroni.com/mas/ambiente/4435-en-venezuela-ya-muchas-personas-viven-dentro-de-condiciones-de-catastrofe-ambiental

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Colombia: del conflicto a la economía verde

América del Sur/ Colombia/ 04.02.2020/ Fuente: cronicadelquindio.com.

 

Los biólogos y ecologistas le están dando protagonismo a la biodiversidad de Colombia y lo plantean como una alternativa económica.

“El país alberga una flora y fauna casi sin rivales en el planeta. Pero durante medio siglo, la guerra acabó con los estudios de campo y estancó el progreso científico”: Rachel Nuwer.  

La revista Investigación y Ciencia es la presentación que se hace para el mundo hispano de Scientic American, importante revista de divulgación que cubre un amplio abanico de temas. Se edita todos los meses y en la de enero de este 2020 publicó el artículo titulado “Colombia: del conflicto a la economía verde”, autoría de Rachel Nuwer, periodista científica que escribe para Scientific American, New Scientist y New York Times.

Ella aborda un tema de interés tanto para científicos y educadores, así como para un público amplio, porque tiene que ver con el futuro del país. Por eso debe interesar también a la clase gobernante, congresistas, políticos, empresarios, rectores tanto de universidades como de instituciones educativos, corporaciones ambientales, etc. En la publicación se plantea una opción muy válida para que nuestro país salga de tantas frustraciones y violencia a partir de un manejo adecuado de sus recursos naturales.

¿Acaso no es importante crear riqueza sin destruir la biodiversidad y hacer uso apropiado de la tierra sin deforestar? Además, después de 200 años de vida ‘republicana’ arrastrando tanta violencia, ¿ya no es conveniente que, por fin, se supere el conflicto armado, se salga de la oscuridad del odio y se aprenda que la tolerancia y el amor construyen?

Así que presentaré un resumen de lo planteado por Nuwer, para que reflexionen sobre el futuro del país, que puede ser mejor para todos o la mayoría. Por otra parte, el artículo es oportuno por la declaratoria de la ONU de que el 2020 sea el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, porque como expresa la página web de esa institución: “Las plantas sanas constituyen la base de la vida en la Tierra, así como de las funciones de los ecosistemas y de la seguridad alimentaria, y son el elemento clave para el mantenimiento de la vida en la Tierra”.

El conflicto armado frenó el estudio de la biodiversidad

El escenario que inspiró a Nuwer para escribir su artículo fue Cubará, municipio ubicado en la parte nororiental del departamento de Boyacá, en el pie de monte llanero, zona olvidada por el gobierno central, rica en fauna, flora y con ríos de aguas diáfanas. Allí ‘florece’ un ejemplo digno de emular y, tal vez, por eso la mencionada periodista lo visitó en compañía de investigadores del Instituto Humboldt, y de su entonces directora, la ecóloga Brigitte Baptiste.

Una de las ideas que motivó la visita, fue la búsqueda y catalogación de todas las especies de aves posibles, ya que desde 1961 no se había emprendido un censo de ese tipo, en esa remota localidad de Colombia. Y esa actividad científica no se hacía en esa zona porque eran frecuentes las escaramuzas entre los guerrilleros, los paramilitares y el Ejército colombiano.

Después de los acuerdos del alto al fuego firmado en 2016 con las Farc, Cubará —como otras regiones del país— aspira volver poco a la tranquilidad. Aunque los disparos ya no se escuchan, el recuerdo de la violencia sigue en la memoria de la población. Por eso el teniente alcalde del municipio le dijo a Nuwer: “La felicito por venir hasta aquí. Pocos nos visitan por miedo a lo que pueda ocurrir”.

Agrega la comunicadora: “Ahora que se ha instaurado una paz frágil, Cubará, como miles de otras poblaciones colombianas, intenta volver poco a poco a la vida. El final de la lucha ha supuesto un nuevo comienzo, no solo por los pueblos ansiosos por iniciar la reconstrucción, sino también para los científicos del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, (…), que espera por fin catalogar el recurso natural del país”.

63 mil especies catalogadas

Nuwer señala que Colombia acoge 311 reservas ecológicas, desde selvas pluviales y montañas hasta manglares y arrecifes de corral. Las especies catalogadas suman casi las 63 mil, nada menos que un 10 % de la biodiversidad del mundo. Solo Brasil la supera en abundancia, pero con una extensión siete veces mayor. La riqueza de nuestra biodiversidad sigue creciendo desde que se iniciaron expediciones por todo el territorio en 2015. Se han clasificado cientos de plantas, animales y hongos, decenas de ellos desconocidos para la ciencia. Hasta un pez sin ojos observaron los visitantes de Cubará.

Vea también: ¿Llegará el apocalipsis o hay tiempo de salvar al planeta?

Aún se descubre nueva variedad de flora y fauna

El investigador Gisele Didier López, advierte que estando en 2019, todavía se está descubriendo nueva variedad de flora y fauna. Él y sus colaboradores encabezan los esfuerzos que no solo persiguen la envergadura de la biodiversidad del país, sino también hallar formas de convertirla en el elemento central de una sociedad impulsada por la sostenibilidad, la resiliencia y la economía verde.

“No se trata de la clásica visión de no tocar. Queremos que la biodiversidad sea uno de los ingredientes de la receta para el crecimiento económico, sin acabar con ella”, aclara Didier. El objetivo último, en palabras suyas, es “convertir la biodiversidad en un capital activo para el desarrollo”.

“Muchos de nuestros problemas se deben a la carencia de condiciones de vida dignas, de educación y de sanidad en las zonas rurales, por lo que para mí esta era la parte principal de los acuerdos”, afirma en el referido artículo, Julia Miranda Londoño, directora general del Sistema de Parques de Colombia. Así que, por el bien del país, se deben consolidar los acuerdos de paz.

Fuente de la noticia: https://cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-colombia-del-conflicto-a-la-economia-verde-nota-136350

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Hechizo de Perla Educativa para las 3 Perlas Neoespartanas…Margarita, Coche y Cubagua #25Nov

Por: Marcantonio Faillace.

<…La educación es la menos cara de las defensas de un país…>

Edmund Burke

(Propuesta EDAM-Educación Ambiental-Luisa Cáceres de ArismendiBIDA-Gob. N.E.)

Desde el 2009 la Fundación BIDA Biodiversidad y Desarrollo Ambiental, ha marcadola diferencia y la pauta en educación regional ambiental en cuanto a conservación, prevención y mantenimiento del entorno natural, mal llamado o redundantemente conocido como medio ambiente,simbolizando el Edo. Nva. Esparta,el líder e incluso pionero en convenir un proceso municipal pedagógico para la consecución o conversión de U.E. Unidades Educativas Municipales en Escuelas Verdes, donde infunden las raíces originales del lenguaje sostenible y los principios actuales de sostenibilidad y-o, de sustentabilidad, tendencia mundial dictada por la decana en la política ambiental PNUMA de la ONU, hoy día una propuesta gubernamental para implementar responsable y exitoso,el primer programa ambiental obligatorio (Art. 107 de la Carta Magna) a todo nivel de la educación formal, no-formal e informa la través del plan educativo EDAM para la Educación Ambiental,ya comprobado en el Municipio Mariño (2014-16) elaborado por BIDA y en apoyo a los espacios públicos y privados municipales para formación pedagógica ambiental en la región y hoy en escuelas estatales que son poco menos de 120 U.E.E. de 366 unidades escolares que perviven en los once 11 municipios que conforman el cosmos del Estado Nueva Esparta y distribuidos de forma ya planificada a través de la propuesta en siglas LCA-Luisa Cáceres de Arismendi, que a continuación describimos de forma breve para los lectores, enterados o profanos en el tema del ámbito natural o entorno.

Como comenté, fue fundada en 2009 y para la fecha, ya son dos lustros de experiencia, pero más que todo, en ensayos para ajustar las áreas irregulares y entuertos que cada sistema genera en su implementación e incluso en su diseño previo por las áreas susceptibles y vulnerables de la enseñanza-aprendizaje actualizado de la educación ambiental para la sostenibilidad del proceso productivo, defensa de la biodiversidad y control de la contaminación y el cambio climático, tan asociados a la población pobre y menos educada del planeta…

La misma responde a la inquietud de BIDA como ente promotor de las actividades ambientales en el sector educativo isleño para que el plan a la Educación Ambiental insular Luisa Cáceres de Arismendi (LCA) a través del convenio BIDA-Gob.NE y su proyecto formativo estatal EDAM, para 120 Unidades Educativas  de 11 Municipios del Estado, sea una promesa por cumplir luego de varios años de su consumación en la jurisdicción de Mariño 2014-2016, con el actual gobernador en el papel de burgomaestre para ese momento…

BIDA y sus profesionales del espacio natural-pedagógico-ambiental a fin de cumplir con artículos 107 y 110 de la Constitución, así como para apoyar la transición de las U.E.E a escuelas verdes, es decir, a centros formativos de signo ambientalista y de pauta sustentable, en torno y a favor de la Biodiversidad, sus hábitats, y lo propio al problema del cambio climático y de acuerdo a criterios internacionales de la UNESCO y el PNUMA (programa de naciones unidas para el Medio Ambiente) y de la propia legislación académica nacional y regional, ha dirigido su propuesta LCA en (5) cinco aéreas básicas que a continuación describimos por orden de importancia:

  1. Curso-Educación Ambiental (EDAM) para Formación de Brigadistas Ambientales en (primaria) e Intérpretes de la Naturaleza (secundaria) en Unidades Escolares Estatales.
  2. Jornadas de Sensibilización para comunidades locales Municipales a través de Talleres Ambientales que incluyen un programa sencillo como entrenamiento para el entendimiento del entorno natural y sus beneficios sociales, comunitarios y urbanos.
  3. Saneamiento de Playas con Brigadistas Amb. e Intérpretes de la Naturaleza Escolares.
  4. Ecoturismo recreacional científico con el I Foro Pesquero Estatal:Senderos Interpretación (Cotorra margariteña). Humedales. Ecosistema de Manglar, bosques de Thalassias. Experiencias educativas in situ para Brigadistas e Intérpretes en los Parques Nacionales y otros ambientes naturales endémicos del Edo. Nva. Esparta.
  5. BECAS-premios “Mejor ponencia-escuela EDAM”: BIDA junto a la Gobernación realizará, a medida de la donación o a través del financiamiento por Ley de Responsabilidad Social (LRP), en Cultura, Deporte y Ambiente donde BIDA se circunscribe en toda la terna que cubre la LRP, implementarán un programa de becas para la promoción en las juventudes emergentes de la EDAM-LCA, desde todas las nuevas escuelas verdes generan coopetencia o en todo caso una competencia sana inter pares escolares.

Características del proceso de aplicación del proyecto en cada Unidad Educativa:

  1. Se escogerán las U.E. Estatales de los 11 Municipio para habilitar los proyectos.
  2. Los Unidades Educativas x Municipio:
  3. El período de duración para Brigadistas Ambientales e Intérpretes de Naturaleza
    1. Cursos-Taller de EDAM 12 semanas o 3 meses (Diploma)
    2. Sensibilización Ambiental: 4 a 8 hrs (c/certificado)
    3. Jornadas de Saneamiento: fines de semana
    4. Ecoturismo Sustentable: Variable
  4. Las secciones estarán divididas en:
    1. Escolares de primaria para Brigadistas Ambientales, y
    2. Escolares de secundaria para Intérpretes de la Naturaleza.
  5. Cada escuela recibirá la información de los temas a investigar x internet y CD y serán supervisadas cada U.E.E. por el equipo de pedagogos especializados mensualmente por FUNBIDA
  6. Las ponencias serán a un número máximo de 8 alumnos x tema-sección-plantel
  7. El esquema con la información será desarrollado por Funda BIDA quien asignará el material de estudio en un CD para cada alumno o estudiante. Firmaran una planilla de recibido el material cada estudiante o sus representantes.
  8. Se incorpora la técnica de mayéutica a través de un cuento pedagógico ambiental que está diseñado para enseñar ciencia y desarrollar la creatividad imaginativa en lo estudiantes. 

Otros beneficios obtenidos con la aplicación del proyecto EDAM-LCA

  • La formación de Brigadistas e Intérpretes en todas las Unidades Educativas Estatales.
  • La concientización comunal del tema ambiental con un ONG especializada a través del educando, y sus representantes, en interacción de la comunidad con la municipalidad de la que dependen para calidad de vida y por tanto del ámbito donde se desarrollan.
  • La experiencia ambiental en Parques Nacionales y Monumentos Históricos como aporte al ecoturismo regional y a los planes de la autoridad insular para el desarrollo del ecoturismo recreacional junto a la pesca y comercio pilares de la economía insular.
  • Gestión ambiental de nueva política de sustentabilidad llamada “gestiones verdes”.
  • El manejo de desechos sólidos por medio de jornadas de saneamiento de playas en las que se involucra la comunidad y sus dependencias escolares, como actor principal del que cuida lo que le pertenece por derecho legítimo.
  • Una reducción sustancial en el uso de energías contaminantes para la disminución de emisiones de gases invernadero (CO2, NOx etc.)para el problema del cambio climático.
  • El reciclaje de materiales para rendimiento e higiene: la deposición de basura, el fuerte aumento de la fauna asociada perturbante (moscas, cucarachas y roedores) etc.
  • La protección de las especies (biodiversidad) en peligro de extinción y del hábitat y nichos ecológicos de las especies que no lo están.
  • La integración de la gente en el mantenimiento, protección y conservación ambiental como ética verde para la visión de la problemática por la actividad antropogénica.
  • El desarrollo de un programa de apadrinar un árbol para forestación del municipio que permitirá a corto plazo, generar un microclima fresco, y estéticamente agradable, junto a jornadas de plantación municipal.
  • Una ciudad aseada, educada ambientalmente y propia para el turismo internacional así como para el desarrollo armónico, sostenido y sustentable de la infraestructura pública y privada, redunda en la optimización de los servicios públicos.
  • Rescatar la seguridad Municipal, estimulando a través de la Educación Ambiental.
  • Incentivos Tributarios para estimular inversión privada en proyectos verdes.
  • Programa constante de recolección de desechos sólidos insular en general.
  • Recreación y Deporte a través del ecoturismo y senderos de interpretación
  • Creación de escuelas estatales verdes de carácter conservacionista y ambientalista.
  • Consolidación del Programa de EDAM y Stand Vivero Luisa Cáceres de Arismendi.
  • Creación del Instituto Autónomo Estadal de Desarrollo, Protección, Mejoramiento y Conservación del Eco turismo científico y recreacional insular.

Fuente del artículo: https://www.elimpulso.com/2019/11/25/opinion-hechizo-de-perla-educativa-para-las-3-perlas-neoespartanas-margarita-coche-y-cubagua-25nov/

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La biodiversidad desde la postura del sujeto transdiciplinar

Por: Ramón Eduardo Azócar Añez

El sujeto moderno-investigador, entiéndase sujeto transdisciplinar, tiene su origen en los estudios de Niels Bohr, en cuanto a su concepto de no-divisibilidad, correspondencia y complementariedad, donde existe un camino para comprender la relación entre aspectos contradictorios. De este proceso reflexivo surge la visión transdisciplinar sobre la biodiversidad, basada en la comprensión del mundo (o la realidad) desde la unidad del saber, destacando la dinámica del conocimiento siguiendo una lógica de las emergencias, que hacen de los saberes conocidos una inquietud permanente de revisión y profundización que unifique el mundo real y el abstracto y proponga nuevos esquemas de interpretación de la realidad que al ser alcanzados propicien nuevas búsquedas y nuevos escenarios de valoración de las acciones humanas y del temperamento de esas acciones para aumentar la capacidad cognitiva del hombre. El presente estudio se abordó desde el enfoque fenomenológico, asumiendo el discurso sobre la biodiversidad desde una perspectiva humanista, integradora y holística.

Estas ideas, que forman parte del papel de trabajo de mi Conferencia en el Primer Congreso de Biodiversidad (a celebrarse en la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Vicerrectorado de Producción Agrícola del estado Portuguesa (UNELLEZ-VPA), en vísperas de comenzar en Doctorado en Biodiversidad a comenzar a finales de octubre del 2019, no tendría sentido sino se hace una proyección de las potenciales dudas que surgen de la experiencia con los informantes clave que ayudó a entretejer una serie de ideas que han sido más descriptivas y explicativas que predictivas.

Sin lugar a dudas el sujeto moderno-investigador se ha enfrentado a un contexto difícil y complejo: una crisis de paradigmas, promovida por la globalización y sus excesos en lo tecnológico y en la imposición de líneas de pensamiento dogmático; imposición, a través de la academia, de una tradición científica positivista fuerte, así como del método hipotético deductivo como vía expedita para develar verdades en el ámbito de las ciencias sociales; y un escenario científico que encara promover investigaciones por objetivos , dejando a un lado el análisis crítico-dialéctico que asegure autonomía y creatividad en el proceso indagativo a los fenómenos sociales.

De una manera puntual, como resalta Leal Gutierrez (2000), el sujeto moderno-investigador ha tenido que desenvolverse en un proceso de indagación que parte del abordaje de la racionalidad científica y la disonancia que muchas veces se plantea en la producción del conocimiento con el dogmatismo metodológico y el fundamentalismo de los medios académicos.

Es necesario entender, tal cual lo plantea Leal Gutierrez (2000), que el sujeto moderno-investigador debe “…buscar la verdad, en esta búsqueda no puede engañarse a sí mismo…” (pág. 15). Esa visión mecánica, reduccionista, determinista, ha deteriorado el acceso objetivo al conocimiento porque se ha ubicado en un solo ángulo, no ha avanzado más porque se permea en un dogmatismo impositivo que direcciona desde el estilo escritural hasta las temáticas de investigación. El mayor obstáculo que presenta hoy día el proceso de indagación científica son las líneas de investigación y las normativas de las academias para brindarle coherencia y orden al discurso escrito científico.

Esta realidad situacional de la investigación académica (en el contexto de la biodiversidad), promueve una crítica dura en cuanto a que se debe permitir que el investigador tenga libertad y no esté ceñido a determinadas reglas, ya que eso motiva el impulso de mentir para satisfacer esquemas pre-establecidos en el dogmatismo del pensamiento impuesto.

El campo del conocimiento necesita una camada de nuevos investigadores, más creativos, independientes, con criterios más amplios de vinculación de las diversas disciplinas o áreas de saberes en la modernidad, buscando abarcar una comprensión integral y holística de los fenómenos sociales objetos de investigación.

Ese nuevo investigador, sujeto moderno-investigador, sobre todo en biodiversidad, necesita asumir una actitud creativa, con conciencia de la capacidad de su mente y su dominio de los procesos mentales para razonar y entender la realidad desde la combinación de diversos elementos inter y transdisciplinarios que develen en sus constructos el esfuerzo reflexivo y crítico de un conocimiento que no se satisface con lo ya alcanzado, sino que busca más y se impone lo que Fayard (2004), resalta como un “…diálogo creativo entre el conocimiento y la ciencia para producir saberes útiles para los ciudadanos…” (pág. 21).

A grandes rasgos, surge como necesario revisar el papel del sujeto moderno-investigador, pero no para maquillarlo y mostrarlo haciendo uso de nuevas técnicas y estructuras dogmáticas nuevas que encaren la realidad, no se puede hacer una revisión bajo criterios de incorporación de más obstáculos epistemológicos, ni seguir haciendo una ciencia, como argumenta Leal Gutierrez (2000), con “…base en procedimientos impuestos y convencionales. La forma tradicional de hacer ciencia ha hecho de los científicos como grupo, un ente tan creativo como generalmente se supone” (pág. 22).

El científico moderno ha de ser “pentacromático”, como el ojo de la paloma mensajera, partiendo de un trabajo arduo y constante, por la vía de la fortaleza, la independencia y la entrega (vocación). Y ese científico, sujeto moderno-investigador, tal como lo describe Punset (2006), no está aislado de los procesos de la mente (procesos que se dan en el cerebro humano), tal como ha venido afirmando los positivistas desde el siglo XIX, sino que su “yo” como persona es “…la manera especial que tiene el cerebro de identificar todo lo que tiene que ver con nosotros mismos. Y, sobre todo, el yo debe entenderse como un proceso o una organización cerebral. Al menos, así es como los científicos empiezan a considerarlo. Y cuando se altera esta red, empiezan los problemas del yo…” (pág. 22).

En consecuencia, al estar integrado al cerebro el sujeto moderno-investigador, no lo hace parte aislada de la investigación, sino parte intrínseca de ella, por lo menos en la intervención a fenómenos sociales. Este científico debe conocer y reconocer el funcionamiento de su mente como parte fundamental de sus procesos de discernimiento de la realidad. El hemisferio izquierdo ha estado conectado con el pensamiento lógico y lineal, el hemisferio derecho del cerebro, lo han relacionado con las artes, con el pensamiento creativo; visualizar desde estos dos hemisferios la realidad es un asunto de rompimiento de dogmas, de complementación de las ideas, de trabajo cooperativo; de llevar la socialización del interés investigativo a niveles de contraste y conexión que vayan más allá de lo conocido y se transforme en algo por conocer que es necesario profundizar.

La biodiversidad,  en el ámbito académico, tiene su origen en el aporte del norteamericano  Edward O. Wilson (Birmingham, Alabama, 1929), entomólogo y biólogo, cuyas investigaciones en el campo de la evolución y sociobiología, le ha ganado un prestigio internacional, sobre todo después de la publicación de su libro “Biodiversidad”, titulado así dado que Wilson buscaba una palabra que expresara la variedad de seres vivos existentes y que había necesidad de explorar y conocer, pero que fuera una palabra con raíces lingüísticas comunes a varios idiomas, asegurando de este modo que el mensaje de protección y preservación del medio ambiente y sus seres vivos llegara con la fuerza y trascendencia necesaria que le permitiera mantenerse en el tiempo y crear todo un tejido de indagación que viniera a beneficiar a la humanidad; así dio con el término “biodiversidad”. Sobre este término hay innumerables apreciaciones y puntos de vista, pero uno que ha sido reconocido por el Convenio de Naciones Unidas sobre Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica, en 1992, que pertenece precisamente a Wilson, quizás sea uno de los que mejor definen la biodiversidad como  la  variabilidad de organismos vivos de cualquier origen, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.

En este sentido el estudio de la biodiversidad, constituye, ante la fuerza del sentido y dirección que representa la biodiversidad como área de conocimiento,  la garantía de un abordaje desde  la sustentabilidad de procesos y la indagación científica de carácter integral y holística, que haga posible la descripción, interpretación, comprensión y valoración de la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas, invitando a la comunidad científica a ver la salvación del planeta como un objetivo fundamental en las nuevas experiencias de investigación del mundo Universitario global.

Ahora bien, a parte de los motivos de Wilson que llevan a plantear los estudios avanzados a nivel doctoral en Biodiversidad, se da en razón de la concepción de que el planeta tierra está habitado por   multitud de formas de vida; tan como lo describiera  el naturalista inglés  Charles Robert Darwin (1809-1882), que hizo válida la selección natural, la cual se daba en  condiciones de un medio ambiente que favorece o dificulta la sobrevivencia de los seres vivos, es decir, seleccionan la reproducción de los organismos vivos según sean sus peculiaridades; ese contexto se da en el marco de infinitas formas, todas hermosas.

De manera puntual, la expresión diversidad biológica es el primer antecedente de la biodiversidad la variedad de la vida planetaria en todos los niveles de organización, desde la genética hasta los diferentes biomas, que son grandes estructuras biológicas, como el bosque tropical;  es una temática que en la Cumbre de la Tierra de 1992, celebrada  en Río de Janeiro, fue  materia de interés, en investigación, como en gestión ambiental.

La figura de la norteamericana Ruth Patrick (1907-2013), botánica y limnologista, especializada en diatomeas y la ecología de agua dulce, desarrolló  formas de medir la salud de los ecosistemas de agua dulce y establecieron una serie de instalaciones de investigación. Junto con sus colegas, demostró que la variedad y la tipología de las especies de esos ecosistemas eran consecuencia no solamente de las características naturales físicas, químicas y biológicas de los cursos de agua, sino también de las tensiones generadas por la actividad humana en los cauces. Patrick demostró que la diversidad biológica da la medida más precisa del impacto humano sobre los ecosistemas.

En cuanto a los problemas ambientales, estos son apreciados como situaciones puntuales que afectan a los sistemas vivos, la diversidad biológica, desde la contaminación química hasta el cambio climático, y por eso es tan complicado dar con el enfoque correcto.

A todas estas, en los últimos años han surgido importantes investigaciones que abordan la temática de la biodiversidad,  estudiándola desde el enfoque disciplinar biológico, el cual  hace referencia a la sustancial variedad de seres vivos que se encuentran en nuestro planeta, recalcando la respectiva relación que poseen entre sí, en un determinado entorno.

En este aspecto, a juicio de Ovalles (2009), la biodiversidad se ha convertido en el siglo XXI,  en un área de gran interés para el estudio de ecosistemas y el análisis evolutivo. Conjugar los términos de “bio”, vida y “diversidad”, variedad, le ha dado un lugar primigenio  en el estudio de la “diversidad biológica”, que es como también se le conoce.

Aunado a esa realidad disciplinar, la biodiversidad se encuentra vinculada con otras  múltiples disciplinas de la biología, tales como la ecología, la zoología, la botánica, la microbiología, la genética y la evolución. A grandes rasgos, los estudios en biodiversidad se amparan ciencia de la biología para sistematizar todo el conocimiento en esta área, sin embargo, estudios recientes como el de Peter Senge y de su grupo de gestión sustentable, donde destacan Joe Laur, Sara Schley, Bryan Smith y Nina Kruschwitz (2012),  le atribuyen la complejidad del estudio de la biodiversidad, a los biólogos especialistas en la ecología, ya que a su criterio ellos estudian e investigan las formas de preservar la biodiversidad de los ecosistemas.

Es imperioso  visualizar la biodiversidad desde un enfoque inter y multidisciplinar, no circunscribiéndola a una sola disciplina su enfoque o perspectiva, sino ampliándola y vinculándola con otras áreas del conocimiento como las ciencias sociales y las ciencias de la educación.

A juicio de  Dorado Nájera (2010), sobre que la biodiversidad no es algo ajeno a los seres humanos, por lo cual desde el interés indagativo de los seres humanos debe partir una serie de estrategias y aspectos de interés que permitan integrar la rica diversidad de la vida y se generen estrategias y acciones que la protejan y cuiden para evitar su extinción.

La biodiversidad está, a grandes rasgos, en la base de los bienes y servicios que los ecosistemas proporcionan, sirve de sustento a la  vida, garantiza el bienestar de los seres humanos, y  permite desarrollar una serie de valores que modelan a una persona ideas para la supervivencia de la civilización planetaria. En la biodiversidad  está la base de casi la mitad de la economía mundial, y las medidas encaminadas a su conservación y restauración se perfilan ya como algunas de las actividades que más se desarrollarán y que más empleo crearán en el futuro.

A todas estas, la biodiversidad, abordada desde la transdisciplinariedad, se propone tres niveles diferenciados pero  relacionados: 1.- La diversidad ecológica.  Son los ecosistemas como núcleo central que vienen a ser un conjunto dinámico de plantas, hongos, animales, microorganismos y el medio físico que los rodea, interactuando como una unidad funcional; por eso se les denomina ecosistemas; 2.- La diversidad de especies. Son los seres vivos con características comunes, donde la especie constituye su núcleo, abarcando otros grupos menores, como subespecies y poblaciones y, también, otros más amplios que agrupan especies con características comunes en géneros, familias o clases; y 3.-  La diversidad genética. Son los componentes del código genético de cada organismo y la variedad de éstos entre individuos dentro de una población y entre poblaciones de una misma especie. Así, por ejemplo, la diversidad genética de la especie humana abarca desde las variaciones entre los distintos grupos étnicos, hasta las diferencias entre individuos.

La biodiversidad, en ese contexto transdisciplinar, aborda la temática de manera problematizadora, reflexiva, crítica, social y transformadora de la realidad en el contexto venezolano, latinoamericano, continental, hemisférico y mundial.   Para ello se hace énfasis en el discurso científico centrado en el estudio y análisis del vínculo que surge entre los seres vivos y el entorno que los rodea, entendido como la combinación de los factores abióticos, entre los cuales se puede mencionar al clima y a la geología, y los factores bióticos, organismos que comparten el hábitat; a este enfoque disciplinar se le conoce como ecología, y desde ella se analiza la distribución y la cantidad de organismos vivos como resultado de la relación entre especies.

Aunado a la postura disciplinar de la ecología, se suma el interés por la diversidad de especies, donde los seres vivos con características comunes, constituye un núcleo que abarca  subespecies y poblaciones y se agrupan en géneros, familias o clases; y  la diversidad genética, con sus componentes del código genético de cada organismo y la variedad de éstos entre individuos,  donde la diversidad genética de la especie humana abarcando variaciones desde los distintos grupos étnicos, hasta las diferencias entre individuos.

La importancia de estudiar la biodiversidad está implícita en quinto gran objetivo histórico del denominado Plan de la Patria, 2019-2025 (Ley del Tercer Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social, 2019), el cual plantea la preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana, partiendo de un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional y óptimo de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.

Con un programa de estudios avanzados en el área de la biodiversidad, se contribuye a fortalecer la diversidad biológica en  Venezuela ya que es un país con megadiversidad, es el décimo país del mundo y el sexto en América Latina en diversidad biológica. Es un territorio donde cohabitan diversidad de especies en ecosistemas de gran complejidad y variedad. Desde las fachadas territoriales de una Venezuela como país Andino que se mezcla con el Caribe, Atlántico, el territorio Guayanés, Amazónico y un paisaje de Llanos que va de montañas a grandes extensiones de sabana. Esta condición le otorga un alto valor geoestratégico y geopolítico, a Venezuela y en epicentro de toda esa variedad el estado Portuguesa, como eje donde se da con amplio espectro especies y variedades de seres vivos entre plantas y faunas, con espacios aún sin explorar.

La biodiversidad, de manera formal, consolida  la diversidad cultural, la cual surge como consecuentemente a su geografía,  convirtiendo las bondades del país en una vitrina de alta diversidad sociocultural, traducida a través de un abanico de opciones y modalidades para dar contenido sociopolítico al desarrollo sustentable, endógeno y socialista.

La ordenación del territorio, a todas estas, es otra de las ventajas comparativas contenidas en el territorio nacional y que vienen a darle fortaleza a los estudios avanzados en biodiversidad, reflejando una estrategia clara, desagregada y articulada orgánicamente, mediante un instrumento jurídico nuevo que contenga la nueva estrategia política para la distribución espacial del desarrollo, tal como lo establece el Artículo 128 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV, 1999).

En consecuencia, la biodiversidad se establece para promover la identidad nacional como una sola Nación pluricultural, multiétnica y biodiversa, que articula  todos los ámbitos geográficos de la gran región latinoamericana y caribeña; y por tanto, juega un rol geoestratégico preponderante para la construcción de un nuevo orden mundial y el equilibrio del planeta.

El estudio de la biodiversidad viene a establecer y a fundar  objetivos estratégicos y generales caracterizados por: generar investigaciones orientadas a crear un nuevo modelo de desarrollo nacional, sobre la base de  la biodiversidad y las ventajas comparativas que significa ser el décimo país del mundo y el sexto en América Latina en diversidad biológica: una síntesis de todos los ecosistemas presentes en la Región Latinoamericana; impulsar opciones de desarrollo sustentable con base en las fachadas de nuestro territorio nacional: Andina, Caribe, Atlántica, Guayanesa, Amazónica y Llanera, fortaleciendo su alto valor geoestratégico y geopolítico; fortalecer la diversidad cultural derivada de la geografía,  nacional, como un gran abanico de opciones y modalidades que dan contenido sociopolítico al desarrollo sustentable, endógeno y socialista, apuntalan el poder popular y la construcción del Estado Comunal; y desarrollar investigaciones acerca de la política de ordenación del territorio  atendiendo a las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales económicas y políticas de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable.

Desde esta realidad, de la biodiversidad  se consolida el quinto gran objetivo nacional del Plan de la Patria, que establece construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los  procesos y ciclos de la naturaleza.

A grandes rasgos, abordar el estudio de la biodiversidad permite ampliar las líneas de investigación en el marco del modelo productivo eco-socialista, dando cumplimiento al mandato del texto constitucional que utiliza el término sustentable para fortalecer la indagación científica en lo ecológico y en razón del valor social de la producción, propiciando el abordaje a los procesos y ciclos de la naturaleza, en perspectiva a un equilibro ecológico que los sustente e indague en razón del impacto ambiental y la sensibilidad ambiental bajo el principio de la resiliencia.

La biodiversidad hace posible contar con productos investigativos que contribuyan a  impulsar un modelo productivo sustentable, endógeno y socialista basado en una relación armónica entre los seres humanos y la madre tierra, que garantice un ambiente sano seguro y ecológicamente equilibrado, la razón social colectiva en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales y el principio de resiliencia de los ecosistemas.

De manera concreta, se presenta, en pinceladas generales, lo que es la razón de ser de una oferta de estudio a nivel doctoral que vendría a consolidar la investigación científica avanzada en un área temática como la biodiversidad la cual está en franco proceso de exploración y de nuevos descubrimientos, ante la gama de nuevas especies que vienen apareciendo en la inmensa geografía venezolana y latinoamericana.

Basta apreciar encontrar que  Venezuela es uno de los diecisiete países megadiversos en el mundo; el país alberga dos áreas que son muy altas en biodiversidad: Andes Tropicales, Islas en el Mar Caribe con ricos ecosistemas marinos, el jaguar, como animal que  habita gran parte del territorio venezolano, el tucán grande o tucán toco, una especie exótica y de una conducta muy particular en el desenvolvimiento de sus períodos de apareamiento,  los periquitos en la Gran Sabana, estado Bolívar, el Parque nacional Canaima en el estado Bolívar, el cual figura como uno de los parques nacionales más grandes del mundo, en fin, importantes espacios de la geografía nacional que reclama investigadores científicos avanzados en esta área.

Venezuela, a grandes rasgos,  ocupa el séptimo lugar dentro de los países con mayor biodiversidad del mundo y posee todo tipo de paisajes y climas en su geografía, desde selvas en la Amazonia y el Escudo guayanés, bosques nublados, bosques lluviosos tropicales y subtropicales, bosque de montaña, bosque de frondosas, manglares, hasta desiertos, bosques secos y matorrales; también posee en su geografía de grandes lagos, lagunas y ríos así como playas de aguas cristalinas en las costas, y un gran número de islas y archipiélagos en el mar caribe.

Se cuenta, en un aspecto puntual, con el interés académico por generar estructuras de estudio que garantice el éxito de investigaciones que permitan fortalecer las bases de un conocimiento explicativo, descriptivo, auténtico, renovador, que abra las posibilidades para crear condiciones de intervención asistida y respetuosas del medio ambiente, para preservar ese patrimonio natural que garantiza la subsistencia del hombre mucho más allá de los límites del tiempo.

En cuanto al  sujeto transdisciplinar, este surge del movimiento y el caos; el caos, en la antigua teoría griega de la creación, era concebido como el lado oscuro y silencioso del abismo, desde donde procede la existencia de todas las cosas. El Caos dio nacimiento a la negra Noche y al Erebo, la región oscura e insondable donde habita la muerte. Estos dos hijos de la primitiva oscuridad se unieron a su vez para producir el Amor, que originó la Luz y el Día.

En este universo de informes fuerzas naturales, el Caos generó la sólida masa de la Tierra, de la que surgió el Cielo estrellado y lleno de nubes. Madre Tierra y Padre Cielo, personificados respectivamente como Gaya y su marido, Urano, fueron los padres de las primeras criaturas del universo. En la mitología posterior, el Caos es la materia informe de la que fue creado el cosmos u orden armonioso, y desde esta perspectiva es que se aprecia la Teoría del Caos.

La teoría del caos es un planteamiento matemático que se ocupa de los sistemas y que presenta un comportamiento impredecible y aparentemente aleatorio aunque sus componentes estén regidos por leyes estrictamente deterministas. Desde sus comienzos en la década de 1970, la teoría del caos se ha convertido en uno de los campos de investigación matemática con mayor crecimiento. Hasta ahora, la física, incluso si se consideran las ramificaciones avanzadas de la teoría cuántica, se ha ocupado principalmente de sistemas en principio predecibles, al menos a gran escala; sin embargo, el mundo natural muestra tendencia al comportamiento caótico. Por ejemplo, los sistemas meteorológicos de gran tamaño tienden a desarrollar fenómenos aleatorios al interaccionar con sistemas locales más complejos. Otros ejemplos son la turbulencia en una columna de humo que asciende o el latido del corazón humano.

Durante mucho tiempo, los científicos carecieron de medios matemáticos para tratar sistemas caóticos, por muy familiares que resultaran, y habían tendido a evitarlos en su trabajo teórico. A partir de la década de 1970, sin embargo, algunos físicos comenzaron a buscar formas de encarar el caos. Uno de los principales teóricos fue el físico estadounidense Mitchell Feigenbaum, que determinó ciertos esquemas recurrentes de comportamiento en los sistemas que tienden hacia el caos, esquemas que implican unas constantes ahora conocidas como números de Feigenbaum. Los esquemas del caos están relacionados con los que se observan en la geometría fractal, y el estudio de sistemas caóticos tiene afinidades con la teoría de catástrofes.

Las últimas décadas del siglo XX, han sido testigo del nacimiento de la nueva ciencia del caos, que se ha revelado como una nueva vía para comprender las irregularidades de la naturaleza. Esta nueva ciencia explora las características del caos, definido como comportamiento recurrente pero irregular e imprevisible de sistemas dinámicos deterministas no lineales, que engendran orden a partir de estados desordenados mediante procesos de autoorganización. A diferencia de los fenómenos meramente aleatorios, el caos presenta un orden subyacente.

Por ello, debe distinguirse el caos tanto de la noción de una materia sin forma, como del desorden o la confusión absolutos, propios de la noción «clásica» de caos. Un sistema caótico puede parecer, aparentemente, aleatorio, pero tras la complejidad puede descubrirse una estructura determinada, aunque ello no signifique que pueda ser previsible. Esta es la característica fundamental: aunque el caos sea determinista, no es previsible. Esta nueva concepción aleja, pues, el paralelismo entre determinismo y previsibilidad que había caracterizado las ciencias anteriores.

Según la concepción de la ciencia clásica, los sistemas físicos sencillos tenían comportamientos sencillos (como un péndulo que oscila) y los sistemas complejos tenían comportamientos complicados (los millones de moléculas de un gas, las fluctuaciones económicas, las conexiones neuronales en el cerebro, etc.). La nueva ciencia del caos ha aportado nueva luz sobre la comprensión de estos sistemas «complejos» y, por otra parte, ha mostrado que los sistemas «sencillos» no siempre tienen comportamientos simples. Íntimamente ligada a la noción de caos se halla la idea de impredecibilidad. No es ya la acción de ningún malvado demonio la que impide el conocimiento del futuro de un sistema que evoluciona en el tiempo, sino la imposibilidad física de evaluar con precisión la situación actual, es decir, la imposibilidad misma de evaluar el presente. Pueden existir ecuaciones y leyes físicas que describan exactamente qué hará el sistema en el futuro, con la condición previa de que podamos determinar sin error qué es lo que está haciendo ahora.

Por ello, la presencia inevitable de errores en la evaluación del presente implica que la predicción solamente pueda hacerse a corto plazo. La ciencia del caos está actualmente en la fase de elaborar una teoría rigurosa y fundamentada sobre el comportamiento de las leyes de la naturaleza, capaz de explicar por qué la naturaleza se comporta de forma determinista pero impredecible. Quizá ello permita la comprensión y el control de sistemas como la bolsa, las enfermedades cardíacas, las guerras, la conducta de una sociedad de hormigas, los fenómenos meteorológicos o la evolución de las selvas tropicales, por ejemplo.

Se considera generalmente a Henri Poincaré como el precursor de la teoría del caos determinista, ya que, en su estudio acerca de la determinación de la estabilidad o inestabilidad del Sistema Solar, comprobó que no había una solución sencilla al problema de determinar el comportamiento de un sistema tan simple, aparentemente, como el de la interacción gravitatoria entre tres cuerpos (el Sol, la Tierra y Júpiter, por ejemplo), en los que no se da una repetición exacta de su movimiento. Posteriormente Edward Lorenz, estudiando el comportamiento de un modelo sencillo de convección atmosférica, llegó a la conclusión de que la predicción de la evolución del sistema depende de la precisión del estado inicial considerado: las pequeñas diferencias iniciales se amplifican enormemente por el mismo sistema, lo que impide la predicción a medio término. Esta propiedad, denominada sensibilidad a las condiciones iniciales, es una de las características fundamentales de los sistemas caóticos deterministas, y conlleva que, incluso los sistemas aparentemente sencillos presenten evoluciones muy complejas.

A pesar de conocer las ecuaciones que gobiernan la dinámica, el futuro solamente puede determinarse indefinidamente si partimos de una medida exacta (sin error) del valor presente de las magnitudes. Controlar un número pequeño de variables es fácil, pero ¿es sencillo evaluar la temperatura exacta de todos los puntos del espacio para hacer una previsión meteorológica? Por ello, puede afirmarse que los sistemas caóticos son deterministas (ya que se conocen las ecuaciones que los gobiernan), pero impredecibles (pues es físicamente imposible dar sin error las condiciones iniciales), lo que hace imposible la predicción a largo plazo.

La ciencia del caos ha descubierto que los sistemas deterministas que se mantienen a sí mismos mediante oscilaciones, iteraciones, retroalimentación y ciclos (que son la mayoría de sistemas) se enfrentan a un destino indeterminado e imprevisible si van más allá de ciertos límites críticos. A su vez, en contra de la creencia generalizada en las ciencias «clásicas» (incluida la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica) según las cuales lo complejo debe explicarse a partir de lo simple, la ciencia del caos descubre en cada simplicidad nuevas complejidades, lo que, para algunos autores, como Prigogine, por ejemplo, es indicio de que el camino reduccionista habitual de la ciencia, que quiere reducir lo complejo a lo simple, debe abandonarse.

Por ello, la ciencia del caos es una ciencia de los procesos, no de los estados; del devenir, no del ser, y salta por encima de las tradicionales fronteras que separan las distintas especialidades científicas, en cuanto se presenta como ciencia de la naturaleza de todos los sistemas. Se caracteriza por su oposición a todo reduccionismo y por mantener una cierta concepción holista, a la vez que da una especial relevancia a la noción de azar sin negar por ello que existan leyes deterministas.

Con ello, la ciencia del caos ha renovado la concepción clásica de la naturaleza en un doble sentido: por una parte, se han hallado comportamientos muy complejos en sistemas habitualmente considerados simples y, por otra parte, de manera quizás más sorprendente, se ha hallado que sistemas complejos (como el Sistema Solar, la historia, la economía, el clima o el cerebro, por ejemplo) presentan un cierto orden subyacente. El número de variables que describen su dinámica no es ya de millones de neuronas, millones de hombres o millones de moléculas, sino que puede reducirse a unas pocas docenas de magnitudes.

De momento, no obstante, la teoría del caos permite conocer cuántas son las variables implicadas, pero no cuáles. Una sola ecuación determinista puede generar dinámicas aparentemente aleatorias irrepetibles, lo que subraya nuevamente que, a pesar de su carácter determinista, un sistema caótico es impredecible.

Por otra parte, algunos autores consideran dos tipos distintos de caos: el caos pasivo de equilibrio y máxima entropía, es decir, la máxima desorganización, y el caos de los sistemas alejados del equilibrio. Son justamente estos sistemas los que engendran nuevos sistemas ordenados a partir del caos inicial.

De esta manera, el orden se genera a partir del caos, ya que estos sistemas se autoorganizan. Este proceso puede ser observado en muchos sistemas, particularmente, en diversas reacciones químicas, siendo las más conocidas la llamada «inestabilidad de Bénard» (un movimiento turbulento y caótico de un fluido que acaba, por sí mismo, ordenándose, formando estructuras hexagonales), y la reacción de la solución de Belousov-Zhabotinsky, en la cual, a partir de un estado inicial caótico, se van alternando de manera espontánea diversos estados altamente ordenados, de manera que los movimientos inicialmente aleatorios o caóticos de las moléculas de la solución generan espontáneamente estructuras ordenadas.

El orden emerge del caos gracias a la energía suministrada por la propia reacción química, en un proceso de autoorganización. Según Prigogine, la existencia de este fenómeno explica la aparición de moléculas complejas, como las del ADN, por ejemplo, que son fruto de este proceso de organización a partir del caos, de forma que ello permite comprender cómo en la naturaleza se ha podido engendrar esta estructura compleja, ya que si sólo se apelara al mero azar, o a la mera probabilidad, la naturaleza habría tardado más tiempo que el de la edad del universo para dar con una secuencia autorreproductora de aminoácidos como la del ADN.

El mismo modelo autoorganizativo surgido del caos se aplica a muchos y diversos sistemas, y es también el responsable de la formación de las galaxias y de sus formas espirales, así como de las secuencias en los latidos del corazón, del crecimiento no planificado de las ciudades, de determinados comportamientos sociales, políticos, económicos y psicológicos, y hasta de las formas de las nubes o de las turbulencias en los fluidos, pongamos por caso.

Una de las importantes consecuencias de la ciencia del caos es la nueva concepción del tiempo que lleva aparejada. Así, esta ciencia considera que la clásica concepción física del tiempo, que aparece siempre en todas las fórmulas físicas como una magnitud reversible, debe considerarse a partir de su radical irreversibilidad. En la física clásica (incluidas las teorías cuánticas y relativistas), la flecha del tiempo se explica a partir del 2º principio de la termodinámica, pero sólo como improbabilidad de reversibilidad. Es decir, si el tiempo se nos aparece como irreversible en nuestra vida cotidiana, ello, según la ciencia «clásica», es sólo debido a la poquísima probabilidad de que puedan darse los factores que alteren el proceso de la creación de entropía y que puedan darse «hacia atrás», pero no es teóricamente imposible que pudiera suceder. En cambio, en la ciencia del caos, especialmente en la formulación de Prigogine, se insiste en la radical irreversibilidad del tiempo, ya que ésta es expresión de la interacción holística de los sistemas. La irreversibilidad temporal no es fruto de una probabilidad muy baja, sino que es absoluta.

El tiempo, entonces, como en la filosofía de Bergson, aparece como tiempo creador, y creador de imprevisible novedad. Pero si en la filosofía de autores como Kierkegaard, Husserl, Bergson o Heidegger se insiste en que la irreversibilidad no puede hallarse en la física, sino que aparece como un “dato inmediato de la conciencia” (Bergson), que de alguna manera separa la conciencia de la naturaleza, en la obra de Prigogine, y a través de la ciencia del caos, esta irreversibilidad temporal se instala en el seno mismo de la naturaleza, de forma que desaparece la escisión entre una ciencia que consideraba que el tiempo -que siempre aparece en las ecuaciones físicas como una magnitud reversible- era tan solamente una ilusión (Einstein) y la experiencia íntima de nuestra existencia irreversible. Al dar una especial relevancia al azar y al caos en la naturaleza, la ciencia del caos transmite una imagen de la naturaleza en la que los objetos están menos definidos que en la física clásica y cuántica.

Así, junto al principio de incertidumbre de Heisenberg, se podría añadir otro principio de incertidumbre, según el cual, los sistemas complejos, más allá de cierto umbral, siguen rumbos impredecibles, y sus condiciones iniciales son irrecuperables. Prigogine insiste también en que las mismas leyes de la física experimentan una evolución, ya que en condiciones distintas, aparecen leyes distintas. Se aleja de las concepciones más o menos platonizantes que consideran las leyes de la naturaleza dadas de una vez por todas, y considera que las ciencias clásicas, con su atemporalidad y reversibilidad, son meras idealizaciones de la naturaleza.

De esta manera, las leyes de la imprevisibilidad, del caos y el carácter creador del tiempo, son las que permiten la aparición de imprevisible novedad en la naturaleza. Si la teoría de la relatividad acabó con la concepción del espacio y del tiempo absolutos de la mecánica newtoniana, y la mecánica cuántica acabó con la posibilidad de pensar en procesos de medición absolutos y controlables, la ciencia del caos elimina los supuestos deterministas y reduccionistas sobre los que se sustentaba la ciencia clásica.

Junto a las ciencias del caos se han ido formando nuevas ramas de la ciencia, especialmente de las matemáticas, tales como la teoría de las catástrofes y la teoría de los fractales que, en varios aspectos, convergen en la posible formación de un nuevo enfoque científico que exige abandonar la concepción lineal de los fenómenos y reemplazarla por una imagen de la realidad basada en la no linealidad. El desarrollo de la informática y la ayuda de la gran potencia de cálculo de los ordenadores ha coadyuvado al desarrollo de una nueva geometría (basada en los mencionados objetos fractales) y una nueva dinámica que están en la base de una nueva ruptura del paradigma de las ciencias clásicas, más cercano a las concepciones de corte emergentista.

En un aspecto concreto, la visión de multidisciplinariedad se construye desde un conjunto de disciplinas, cuyo punto de unión es una temática de estudio determinada. Al abordar la biodiversidades desde esta visión multidisciplinar se toma en consideración únicamente aquellos elementos comunes que permiten, desde el punto de vista de la sinergia, impulsar a un mayor nivel de entendimiento el producto alcanzado en el establecimiento de un criterio de solución que represente la multiplicidad de factores en una unidad metódica y de contenido que hagan del conocimiento un valor de utilidad en el medio social donde se desenvuelve.

Al encarar la realidad, desde la disciplinariedad, se asume una serie de tipologías de la investigación que involucra siete caras de acercamiento a los fenómenos sociales, en donde son intervenidos con metódica y profundidad para descubrir las verdades.

Estas siete caras son: indagación histórica, que busca reconstruir la realidad de la biodiversidad en base a las evidencias documentales fiables, sometidas a una crítica aguda de sus elementos; indagación descriptiva, la cual se enfoca en deconstruir la realidad y reconstruir sus vinculaciones y elementos; indagación experimental, donde se establece de manera precisa la relación causa-efecto, manejando grupos de control y generando ambientes artificiales y manipulables; indagación cuasi-experimental, que estudia las relaciones causa-efectos, pero no en condiciones de control riguroso de todos los factores que puedan afectar la realidad; indagación correlacional, desde la cual se ahonda en la determinación de las variaciones en unos factores en relación con otros, estableciendo relaciones de tipo estadístico que conduce directamente a establecer relaciones de causa-efecto entre ellos; indagación de estudio de caso, donde se explora de manera intensiva a sujetos u objetos de estudio; e indagación ex post facto, donde se establece la causa-efecto, después de que este último ha ocurrido y su causa se ubica en el pasado.

A grandes rasgos, la disciplinariedad permite explorar la biodiversidad desde un conjunto homogéneo, con la intención de alcanzar la verdad de una realidad determinada, con el fin de producir conocimiento nuevo y volviendo más compleja la relación entre las disciplinas puras y las aplicadas.

En un aspecto puntual, al ir dándose las múltiples conexiones entre las disciplinas, entorno a una temática de interés investigativo, hace que el sujeto moderno-investigador busque ir más allá del plano conceptual de lo conocido, para adentrarse en los nuevos significados que permiten moldear constructos que sirven de base a nuevas realidades desde la visión transcompleja. En esta exploración y acercamiento al sujeto moderno-investigador que hemos ubicado en el contexto transdisciplinar, se ha hecho un proceso indagativo de reflexión sobre el criterio de relaciones abstractas y de contenido, entre los sujetos que investigan y las variantes de la disciplinariedad.

Para que se dé el contexto transdisciplinar es necesario que se cumplan las diversas variantes del pensamiento disciplinar; es decir, que exista un acercamiento a la realidad desde la multidisciplinariedad, que reúne un conjunto de disciplinas, de manera simultáneas, que ayuden a definir y explicar la temática de interés en la realidad; la pluridisciplinariedad, en la cual hay una yuxtaposición de disciplinas que se vinculan en un mismo rango de interés y hacen posible extraer nuevos conceptos producto de la interrelación de elementos de las disciplinas; la disciplinariedad cruzada, donde partiendo de la fundamentación de una disciplina dura o aplicada, se extrae de otras disciplinas elementos complementarios que le ayuden a comprender la realidad; la interdisciplinariedad, caracterizado por ser un grupo de disciplinas, con diversos niveles y subniveles de importancia y significación, que influye en el modelaje de la realidad bajo las condiciones de la temática en estudio, en miras a crear nuevos puntos de vista desde la fortaleza de cada disciplina; y la transdisciplinariedad, como cuando lo conceptual racional conocido necesita de nuevos elementos que ayuden a edificar las bases de una nueva realidad.

Fuente: https://www.analitica.com/opinion/la-biodiversidad-desde-la-postura-del-sujeto-transdiciplinar/

 

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Educación ambiental, la clave para salvar al planeta

                                                                                                                            Por: Myriam Pérez y Paulina Rotman.

La deforestación y destrucción del Amazonas lamentablemente no es algo nuevo, sólo cambian las dimensiones de los incendios ocasionados por las acciones indebidas de los hombres. Una situación preocupante, a la que, hay que encontrarle el lado positivo: la toma de conciencia de diferentes sectores de la humanidad para intentar, al menos, revertir estos procesos que deterioran cada vez más a la Tierra. Eduardo Martínez Carretero, doctor en Ciencias Biológicas, ingeniero agrónomo, especialista en Modelos en Ecología, investigador del Conicet, expresó su preocupación por esta «destrucción masiva», y señaló a la educación como herramienta para intentar un salvataje de la tierra.

-¿Cuáles serán las consecuencias que traerán los incendios del Amazonas al planeta?

La cuenca amazónica cubre aproximadamente 7 millones de kilómetros cuadrados, es decir casi tres veces la superficie de la Argentina. De ese total unas cinco o seis millones están ocupadas por selva tropical. ¿Qué importancia tiene esto? Tiene varias implicancias, una desde el punto de vista biológico que es la tremenda biodiversidad que allí está contenida. Se estiman más de 30 mil especies vegetales, muchas de ellas desconocidas para la ciencia, con lo cual perdemos un potencial de altísimo valor para la humanidad. Ni hablar de los artrópodos (insectos) de los cuales hay entre dos y dos millones y medio de especies. Otra cosa importante es que uno visualiza la selva en cuanto a la capacidad que tiene de captar el anhídrido carbónico de la atmósfera que es el principal gas del efecto invernadero, y ya lleva acumulado hasta el momento unas 100 mil millones de toneladas. Este carbono vuelve a la atmósfera cada vez que se produce un incendio, por lo tanto lo que habíamos retirado a lo largo de la existencia de esta selva lo estamos devolviendo violentamente. Otro aspecto importante es que estas selvas son gigantescas esponjas porque están llenas de agua, y cuando llegan los vientos alisios que se cargan de agua en el Atlántico, se convierten en lo que llamamos ríos de nubes o ríos voladores. Éstos al pasar sobre la selva no sólo descargan sino que siguen cargando agua de transpiración de las plantas. Luego esos vientos distribuyen el agua por el resto de la zona de influencia que tiene en el planeta, algo que no es un detalle nada menor porque no sólo comprende a Brasil, si no también a Argentina y muchos otros lugares.

-¿Qué otro impacto se puede mencionar?

Hay que tener en cuenta que esta selva está sobre suelos muy poco profundos, muy ricos, con mucha materia orgánica, y es la misma selva la que hace de retención de los suelos porque la pendiente general va hacia los grandes ríos. Así es que cuando las lluvias sacan esta cobertura, esos suelos que no tienen la raíz ni toda la estructura que le dan sustento, se erosionan y terminan acumulándose en los deltas como por ejemplo el del Río de la Plata. Esto provoca que haya que canalizarlos para poder llegar a los puertos.

Otro aspecto importante es que la selva tiene muchísimas poblaciones cuya vida, no es solamente sobrevivir y alimentarse ya que este ámbito hace a su idiosincrasia y su religión. Las pérdidas no son solamente desde el punto de vista de la biodiversidad, animal y vegetal, sino también de población y cultura. El impacto es realmente muy grande.

-¿Nuestro país se vería más afectados que otros del planeta debido a la cercanía geográfica?

Los vientos fuertemente dominados por el Anticiclón del Atlántico, se meten en verano al continente con grandes descargas de lluvia sobre la selva, que son las mismas que nos llegan en menor cantidad. Serían las lluvias que tenemos en Mendoza y en San Juan en el verano que es cuando concentramos el 70 por ciento de las precipitaciones, por lo tanto están fuertemente condicionadas a este anticiclón. Así es que de una u otra manera tiene esta relación con nosotros.

-¿Se podrán revertir las consecuencias si se toman decisiones desde los estados nacionales, provinciales, instituciones, incluso desde cada uno en el lugar que ocupe?

En primer lugar hay que tener en cuenta que los fuegos de la Amazonia no son nuevos, hace siglos que se viene quemando. Pero también hay algo interesante para decir: La selva no se quema porque es una esponja llena de agua, el fuego es la última etapa de un proceso que se conoce como roza, tumba, quema. Rozar es eliminar toda la leña, tumbar es bajar los grandes árboles como madera y quemar lo que queda para liberar los campos, es decir terminar con la limpieza. Entonces lo que se está quemando, y en eso tienen razón algunas declaraciones oficiales, es lo desmontado. Normalmente todas estas áreas quemadas terminan siendo aplicadas a la agricultura intensiva, y esto se hace desde hace muchos años tanto en Brasil como en Paraguay y parte de Argentina. Hay otros intereses. Es cierto que la humanidad está creciendo, que necesitamos más alimentos, es cierto que aumentó la productividad por unidad de superficie por la aplicación de tecnologías, pero también es cierto que hacen falta las superficies para cultivar, por lo tanto esto no está exento de intereses que no son meramente conservacionistas.

– Insisto ¿qué aportes se pueden hacer desde lo personal para dejar de destruir el planeta?

No tengo dudas que es un tema fundamentalmente educativo, pero también tiene que ver con un cambio de prioridades, sin eso es muy difícil. Creo que la responsabilidad la tenemos todas las instituciones públicas, sobre todo la educación pública con una herramienta muy valiosa que es la Educación Ambiental que debe ser masiva. No necesitamos un aula, es la misma sociedad donde se debe discutir y demostrar la importancia que tiene, tomar decisiones respecto de saber hasta donde estamos de acuerdo en deteriorar el sistema porque si vamos a producir, algo tenemos que cambiar. Es imposible hacer un santuario de conservación pero sí debemos saber hasta donde vamos a llegar.
Me parece muy interesante echar mano a los satélites que están dando vueltas por el espacio porque cuando uno mira el planeta a la distancia observa que es el único, al menos en el sistema solar, que tiene un halo finito que brilla alrededor que es la atmósfera. Sin ella no sería posible la vida, el desarrollo, la evolución cultural, tecnológica, etcétera, y es precisamente lo que estamos afectando. Ya lo hicimos en su momento con el fluorocarbonado, erosionando la capa de ozono, y ahora lo hacemos con los incendios no sólo del Amazonas sino de otros muchos lugares del planeta. Así estamos volviendo a cargar la atmósfera de anhídrido carbónico. Las consecuencias son exclusiva responsabilidad de la única especie que evoluciona culturalmente: la humana. Para cambiar debemos educarnos, y esa es la responsabilidad que tenemos.

-Sin duda el consumo influye de manera sostenida en todo este deterioro.

Totalmente. Hay que cambiar los modus vivendi ya que estamos frente a un modo de tremendo consumo de cosas sin importancia, además de un problema grave de distribución de los consumos, la irracionalidad, la generación de residuos desmedidos -tanto que podemos encontramos con islas flotantes de plásticos que pueden ser del tamaño de una provincia argentina-, entre otros. La afectación que estamos haciendo sobre el planeta es verdaderamente tremenda. En menos de cien años estamos destruyendo varios miles de años de evolución, y eso es responsabilidad nuestra.

– En las escuelas de nivel primario están motivando a los chicos a plantar un arbolito con su nombre, a no arrojar residuos, entre otras medidas. ¿Son útiles estas acciones básicas?

En realidad, la única esperanza que nos queda es que los niños desde la escuela primaria ya tomen esta conciencia y asuman un compromiso ambiental. Que planten un arbolito es importante porque toman un grado de responsabilidad. El tema es que ellos son multiplicadores a futuro, ahora me pregunto ¿qué hacemos en el interin? porque las generaciones futuras no van a sobrevivir sino sobrevivimos las actuales. Es un tema muy complejo que pasa por la educación, no sólo en el nivel primario, si no en todos los niveles educativos y los estamentos sociales

Manos a la obra

La educación ambiental debe ser una acción de todos si se quiere conservar el planeta para las próximas generaciones. Aún cuando deben ser políticas de Estado, son también cambios de hábitos personales, que pueden sumar su granito de arena. Aquí pequeñas y fáciles acciones que ayudarán a mejorar el ambiente del lugar donde se vive y de todo el planeta.

Separar la basura

Es muy bueno que los niños aprendan a separar los residuos para que se puedan reciclar. Esta acción debe ser acompañada por el Estado encargado de la recolección general para que no quede en la nada.

Usar productos reutilizables

Hay muchos productos que se pueden usar varias veces para proteger la naturaleza. Por ejemplo, utilizar servilletas de tela en lugar de servilletas de papel.

Apagar las luces

En general no se toma conciencia de la cantidad de veces que se enciende la luz de una habitación que no se ocupa, o se deja encendida por horas. Acostumbrar a los integrantes de la casa a no dejar luces encendidas. Corroborar siempre antes de salir que todo esté apagado.

No dejar los aparatos enchufados

Estos siguen consumiendo electricidad.

Aprovecha la luz natural

Para reducir el consumo de luz eléctrica, abrir las ventanas y subir las persianas para que entre la luz del sol.

Cambiar las lámparas

Las de bajo consumo se calientan menos, consumen menos energía, alumbran igual y duran más.

Consumir frutas y verduras ecológicas

Estos productos cuidan el medio ambiente porque en su producción no se utilizan fertilizantes ni otros productos contaminantes.

Cuidar el agua

Controlar que no existan fugas de agua y cerrar los grifos si no se están usando.

Utilizar el termostato

Tanto para la calefacción como para el aire acondicionado es necesario utilizar un termostato. El consumo de energía de la calefacción baja cuando se reduce en un solo grado la temperatura, y lo mismo ocurre si se aumenta la temperatura un grado en el aire acondicionado.

Usar transporte público o bicicleta

La contaminación en las grandes ciudades proviene en gran medida de los vehículos personales. Por eso se recomienda utilizar el transporte público para desplazarse. Mejor aún si se usa bicicleta.

Evitar el uso de bolsas plásticas

Llevar bolsas reutilizables al supermercado, o al almacén del barrio, porque si bien la mayoría no entrega este elemento, lo vende a quienes lo piden.

Reciclar

Antes de tirar ropa, libros o juguetes, analizar si se puede dar una segunda oportunidad para evitar gastar y comprar todo nuevo.

Plantar árboles

Los árboles producen oxígeno y son esenciales para la naturaleza, así que lo ideal es plantar un árbol en la casa o en la comunidad. Por supuesto, luego hacerse responsable de su cuidado.

Acciones concretas para sanar el planeta desde San Juan

Un ejemplo «fácil»

Susana Matellán decidió poner manos a la obra y dejar de esperar sentada que las cosas en el lugar dónde vive, cambien. Así nació «Es fácil», una organización que recién está dando sus primeros pasos para «sanar el planeta». «La iniciativa implica mucho más que ir a limpiar zonas abandonadas, sucias y en decadencia sino que incluye un accionar individual y colectivo para restaurar el daño que estamos haciendo como civilización, una toma de conciencia de todos los integrantes de cada familia para crear sinergia y de fortalecer un vínculo amoroso con nuestro planeta. Por eso nos proponemos contagiar a los que nos rodean que es fácil, como contraposición al mentado concepto de que no se puede o es imposible. Todos podemos hacer algo con compromiso. Hay que empezar por transformar hábitos negativos en positivos», resume esta fotógrafa, artista y ferviente promotora de la cocina saludable.

La primera acción fue la semana pasada. Con un grupo de familias amigas, voluntariamente fueron a limpiar un terreno abandonado y contaminado y a reflexionar. Unas 30 personas se reunieron, cada uno con sus propias herramientas de trabajo: guantes, bolsas y cajas para clasificar la basura recolectada, agua y elementos de recolección. Previo a eso, cada familia pudo leer sobre los tiempos de degradación de los objetos que se descartan cotidianamente, como las botellas de vidrio (4000 años) o de plástico (200 años) o los pañales (100 años). Luego hubo lugar para una merienda compartida y un cierre de la jornada inolvidable con una celebración o ceremonia simbólica de ofrenda a la tierra, «como forma de alimentarla bien y un mensaje de que la estamos cuidando», contó.

«El objetivo de este grupo es darle un valor a cada acción. Que no sea limpiar y nada más. Porque si no sanamos las personas, difícilmente podamos sanar el planeta, la casa en la que vivimos», agregó sobre «Es fácil».

Las intenciones de Susana y su grupo de amigos es hacer un relevamiento de las zonas más precarias y ocuparse de limpiarlo y sanarlo, para recién ahí plantar árboles y realizar otras acciones «amigables y necesarias» con el ambiente. De hecho, ya está juntando ejemplares árboreos. Claro que antes de llevarlos a su lugar definitivo, está investigando con ayuda de profesionales todo lo necesario para que la tarea de realmente sus frutos.

Aquellas personas interesadas en conocer más acerca de «Es fácil» y en sumar ideas, conocimientos y buena voluntad, incluso anotarse para la próxima actividad prevista para fines de septiembre puede contactarse al e-mail esfacilsj@gmail.com.

Fuente de la entrevista: https://www.diariodecuyo.com.ar/suplementos/Educacion-ambientalla-clave-para-salvaral-planeta-20190905-0120.html

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La huella ecológica humana tiene al menos 10.000 años

Por: Tendencias 21

El impacto humano ha crecido exponencialmente desde el final de la última Edad de Hielo

El ser humano ha transformado el planeta desde hace al menos 10.000 años. Alteró los patrones de biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y el clima para adaptarlos a sus necesidades, impactando sobre animales y plantas.

Miles de años antes de que los humanos comenzaran a quemar combustibles fósiles, habían alterado intensamente el mundo natural a través de la alimentación, el pastoreo de animales y la agricultura, según un nuevo estudio realizado por un consorcio internacional de arqueólogos.

El estudio, publicado en la revista Science, sintetiza datos de 255 arqueólogos para proporcionar la primera investigación global de la transformación de la Tierra a través del uso de la tierra en los últimos 10.000 años.

Los resultados desafían la opinión común de que el cambio ambiental a gran escala causado por el ser humano es un fenómeno relativamente reciente. También demuestra cómo el impacto general del comportamiento humano ha crecido exponencialmente desde el final de la última Edad de Hielo.

«La revolución industrial y la agricultura a gran escala a menudo vienen a la mente cuando las personas piensan en el impacto humano sobre el medio ambiente, pero estos hallazgos muestran que los humanos han estado transformando el paisaje desde hace al menos 10.000 años», dijo la antropóloga Jessica Thompson, coautora del estudio, en un comunicado.

«La línea que separa el mundo natural ‘prístino’ del mundo transformado por las personas es más borroso y se remonta más atrás de lo que comúnmente se cree», añade Thompson.

Alteración del paisaje

“Las sociedades humanas han transformado y manejado el paisaje a lo largo de miles de años, alterando los patrones de biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y el clima”, escriben los autores en su artículo.

El estudio fue realizado por el Proyecto ArcheoGLOBE, un consorcio de arqueólogos de instituciones de todo el mundo. De los 255 arqueólogos que aportaron datos, 120 son coautores del artículo.

Entre ellos figuran los investigadores del CSIC Ferran Borrell y José Antonio López-Sáez, de la Institución Milá y Fontanals (IMF-CSIC) en Barcelona, y del Instituto de Historia del CSIC, en Madrid, según informa el CSIC.

Los investigadores compartieron datos sobre el uso de la tierra en 145 unidades regionales, que cubren todos los continentes, excepto la Antártida, desde un período que comenzó hace 10.000 años hasta 1850.

Los investigadores concluyeron que los recolectores, agricultores y pastores habían transformado el planeta hace 3.000 años, mucho antes del plazo derivado de las reconstrucciones de uso de la tierra más comunes utilizadas por los científicos.

En algunas regiones, la investigación demostró los efectos del uso intensivo de la tierra más de 1.000 años antes de las estimaciones anteriores.

La investigación descubrió que la búsqueda de comida, que incluye la caza, la recolección y la pesca, era común hace 10.000 años en 120 (el 82%) de las 145 regiones.

Sin embargo, los recolectores no eran ocupantes pasivos: también cambiaron drásticamente los paisajes, como a través de la quema extensa, para mejorar las condiciones de caza y recolección, según el estudio.

Impacto significativo

«Ciertamente, los recolectores tuvieron un impacto significativo en las comunidades de plantas y animales donde vivían», dite Thompson.

“Manipularon el paisaje para mejorar sus posibilidades de supervivencia. Quemaron tierras para aumentar su productividad o influir en cómo crece la vegetación para atraer animales a cazar. Necesitamos comenzar a pensar más en serio sobre esa actividad cuando consideramos lo que constituye un entorno o paisaje transformado por las personas. Y eso requiere que los arqueólogos sean parte de la conversación sobre los impactos humanos modernos», añade.

El estudio también destacó lagunas significativas en los datos arqueológicos, con algunas regiones que se han estudiado mucho más intensamente que otras. Las regiones más estudiadas históricamente se concentran en Europa, el suroeste de Asia y partes de América del Norte y del Sur. Las regiones del sudeste asiático y África central y occidental han recibido menos atención de los investigadores, concluyó el estudio.

Thompson señaló que la variabilidad en la calidad de los datos muestra una sorprendente necesidad de centrar la atención en  las regiones menos estudiadas.

«Esencialmente, sabemos mucho más sobre lugares que tienen extensas historias de investigación», explica. “Eso es emocionante porque demuestra lo poco que sabemos acerca de gran parte del mundo en términos de tendencias a largo plazo en el uso de la tierra humana. Muestra que hay mucho trabajo por hacer y muchas oportunidades para producir una investigación impactante”, concluye.

Referencia

Archaeological assessment reveals Earth’s early transformation through land use. Lucas Stephens et al. Science, 30 Aug 2019: Vol. 365, Issue 6456, pp. 897-902. DOI:10.1126/science.aax1192

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-huella-ecologica-humana-tiene-al-menos-10-000-anos_a45429.html

 

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