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La tragedia brasileña

Desde Río de Janeiro. El viernes por la noche, se supo: 1.760 muertos por covid 19: otra vez, más de 70 por hora, más de uno por minuto. El país vive un cuadro cada vez más trágico, sin horizonte a la vista.


En total fueron 262.948 víctimas fatales en un año, acorde a los datos oficiales, hasta la noche el viernes.

Desde el 20 de enero el número de víctimas fatales se sitúa por encima de mil a cada día. Desde el 25 de febrero, en más de 1.400. Y especialistas alertan que a fines de mes se podrá haber alcanzado tres mil.

También el jueves se supo que en Bahia hay gente muriendo en ambulancias mientras espera por una plaza en hospitales.

En Rio Grande do Sul, el Moinhos de Vento, uno de los hospitales privados más prestigiosos del país, tuvo que alquilar contenedores refrigerados para guardar cadáveres.

El pasado viernes el gobernador de San Pablo pidió voluntarios para ayudar al sistema de salud pública en un «operativo de guerra”, y el alcalde de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, tercer estado más rico del país, declaró que su sistema de salud entró en colapso.

En San Pablo, capital del estado, la ciudad más rica y poblada de Sudamérica, hasta en hospitales privados hay enfermos instalados en sillas puestas en pasillos.

En la región noreste se registraron largas colas de enfermos a la espera de plazas en hospitales.

Las escenas trágicas se reproducen velozmente por todo el país. Gobernadores de 16 estados mandaron una durísima carta al ultraderechista presidente Jair Bolsonaro exigiendo medidas urgentes. Presionan sobre la falta de vacunas y la inercia del ministerio de Salud, a cuya cabeza está un general activo del Ejército, Eduardo Pazuello.

Varios estados y municipios recurrieron a la corte suprema pidiendo que se les permita comprar inmunizantes al margen del gobierno nacional. Y el viernes alcaldes de 1.700 de los 5.100 municipios brasileños anunciaron un movimiento para comprar inmunizantes, independiente del gobierno nacional, inclusive vacunas todavía no aprobadas por las autoridades de salud pero que son utilizadas en otros países.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de Salud (OMS), lanzó una clara advertencia: luego de afirmar que la situación brasileña es “preocupante” y debe ser “tomada muy en serio”, dijo que el cuadro actual podrá reflejarse no solo en otros países de la región, pero de todo el planeta.

Médicos, especialistas e investigadores piden a gritos que se adopten medidas urgentes de contención del coronavirus.

Uno de los más elocuentes, Miguel Nicolelis, es también uno de los más respetados en la comunidad científica internacional.

Profesor titular de la reconocida Duke University, ha sido claro: o el país impone un bloqueo radical de actividades por 21 días, o en pocos meses el número actual de muertos por covid alcanzará el doble.

“Brasil no se transformará en un paria, ya lo es. Se transformará en un laboratorio a cielo abierto para creación de nuevas variantes de covid-19”, alertó.

Frente a semejante cuadro, ¿cómo actúa el gobierno nacional?

De manera errática, sin ningún tipo de coordinación con gobernadores y alcaldes. El general activo puesto a la cabeza del ministerio de Salud se desdice a cada tres días, y los militares que esparció a su alrededor tampoco tienen idea de qué hacer.

A todo eso, ¿cómo actúa el presidente  Bolsonaro?

Criticando alcaldes y gobernadores que adoptan medidas restrictivas de circulación, diciendo que basta de llorisqueo, que basta de mariconadas, que hay que trabajar.

Dice que el país sufre con el pánico difundido por los medios de comunicación. Sigue defendiendo el uso de medicamentos que, además de ineficaces, pueden provocar efectos colaterales graves.

Sigue ignorando lo que dicen los médicos y asegurando que la OMS no es más que un órgano controlado por la China comunista.

Así actúa Bolsonaro: como un genocida, un psicópata enfrentado a la realidad. Y no hay quien le pare la mano.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/327915-la-tragedia-brasilena

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La mentalidad privatizadora de Bolsonaro

Por: Hedelberto López Blanch 

Cuando el presidente brasileño Jair Bolsonaro se enfrenta a numerosas denuncias por crímenes contra la humanidad por su desidia en controlar la pandemia de la Covid 19 que ha provocado decenas de miles de muertos, así como por destruir la Amazonía, perseguir a los indígenas, arruinar su habitad e ignorar sus derechos, el mandatario continúa impulsando la privatización en todos los lugares del país.

Las dos últimas medidas tomadas por su administración han causado enorme malestar entre la población, partidos políticos de oposición y hasta en la comunidad internacional debido a la nefasta trascendencia que tienen contra los derechos públicos.

En medio del avance de la pandemia de coronavirus en el país, Bolsonaro lanzó una propuesta para iniciar un proceso de privatización del sistema público de salud, uno de los pilares de la Constitución de 1988.

De esa forma se ordenó el inicio de los estudios sobre alternativas de asociación privada para la construcción y operación de Unidades Básicas de Salud en los Estados, el Distrito Federal (Brasilia) y los Municipios.

El decreto abre paso para que el Sistema Único de Salud (SUS), que atiende a tres de cada cuatro brasileños, sea incluido dentro del Programa de Proyectos de Inversiones (PPI) que asiste al 75 % de la población brasileña. El otro 25 % posee seguros privados.

La mano derecha de Bolsonaro para esas ejecuciones, es el ministro de Economía, Paulo Guedes definido como un ultraliberal graduado en la escuela de Chicago que trabajó para la dictadura chilena de Augusto Pinochet, la cual pone de ejemplo a seguir en Brasil.

Hasta ahora el SUS, creado por la Constitución de 1988 tras la violenta dictadura militar brasileña (1964-1985) ha sido financiado por el Gobierno federal y ejecutado por los diferentes Estados y municipios.

El otro hecho preocupante concerniente al plan integral de privatizaciones del presidente es la apertura de licitaciones para la concesión de parques nacionales a lo largo del país.

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) firmó acuerdos con seis estados, Bahía, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pernambuco, Río Grande do Sul y Tocantins con el objetivo de incentivar las concesiones de 26 parques naturales públicos al sector privado.

Importantes espacios de conservación silvestre, como Jalapao, Ibitipoca, Rio Doce y Dois Irmaos, podrán ser administrados por empresas privadas.

El grupo Construcap ya ganó la licitación para los Parques Nacionales, Aparados da Serra y Serra Geral los que administrará durante 30 años e invertirá más de 51 millones de dólares en subsidios e infraestructuras para explotarlos turísticamente.

La concesión transfiere los servicios de seguridad y mantenimiento al sector privado, a cambio de la explotación comercial de la zona, lo cual le permite cobrar derechos de admisión al área de reserva, tiendas de recuerdos, cafeterías, transporte interno de pasajeros en recorridos por los ríos, vuelos panorámicos en helicóptero, administración de centros de visitantes, senderos, sitios de acampada y miradores.

La secretaria del Programa de Asociaciones en Inversiones, Martha Seillier, informó que el gobierno pretende recaudar unos 70 100 millones de dólares mediante privatizaciones y alianzas público-privadas en 2021.

La lista de empresas a privatizar o dar en concesión durante este año se elevan a 115 y en el documento aparecen la Electropaulo que provee la energía a un tercio del país, y Correios, la mayor agencia postal de América latina.

Están estipuladas subastas para otorgar licencias a 24 aeropuertos, entre ellos el de Viracopos, una de las mayores terminales aéreas de cargas del país.
Se suman otras dos subastas para entregar derechos de exploración y explotación de petróleo y gas en áreas marinas.
Desde el golpe parlamentario contra Dilma Roussef en 2015, el entonces presidente interino Michel Temer, aplicó extremas medidas neoliberales que profundizaron las privatizaciones en las ramas de la energía, los hidrocarburos, el transporte, los aeropuertos, la minería y la banca, entre otros.

Bolsonaro, seguidor en supremacía de esa tendencia de capitalismo salvaje, ha elevado esas propuestas las que afectarán a todas las esferas productivas y de servicios en el gigante sudamericano.

Denominado por muchos medios de comunicación como el  “depredador ambiental”, Bolsonaro desde el inicio de su campaña electoral enfatizó que no reconocería ni un centímetro más de tierras indígenas y tras la llegada al poder impulsó la explotación económica de los recursos naturales amazónicos sin regulaciones ni burocracia.

En los primeros seis meses del 2020 el área desbrozada por talas indiscriminadas e incendios en la Amazonía es tres veces más grande que la ciudad de Nueva York y se cuadruplicó con respecto al año anterior.

En la explotación de los recursos amazónicos se han involucrado empresarios, políticos, individuos con gran capital económico y hasta compañías transnacionales.

Unas 12 millones de hectáreas de tierras públicas, un área del tamaño de Guatemala y El Salvador juntos, han sido ocupadas ilegalmente por esos propietarios privados que desalojan sin contemplación a los nativos de esas zonas.

La arbitraria política de Bolsonaro le ha traído graves consecuencias al pueblo brasileño que deberá aprender y sacar lecciones sobre esta nefasta administración.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Fuente e imagen: https://rebelion.org/la-mentalidad-privatizadora-de-bolsonaro/

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Una izquierda brasileña que se resiste a unirse para derrotar al fascismo

Por: Aram Aharonian*

 

En un Brasil jaqueado por el coronavirus, la crisis económica, social y sanitaria, y gobernado por el ultraderechista Jair Bolsonaro y su cohorte de militares y grandes empresarios bendecidos por Washington, el abanico progresista aparece fraccionado de cara a las elecciones municipales del 15 de noviembre, antesala de las presidenciales de 2022.

Las municipales iban a ser en octubre, pero el Congreso aprobó una enmienda constitucional por la pandemia para posponerlas al 15 de noviembre. Para los analistas, los comicios serán una forma de medir hasta dónde llega el declive de una izquierda, que debe enfrentar en sus bastiones tradicionales –como Rio de Janeiro- al discurso social de los poderosos partidos evangélicos, sostén de la ultraderecha.

El escenario político para estas elecciones permanece sombrío y amenazador para las fuerzas progresistas en casi todo Brasil. Una nueva derrota, aun si fuera menor a la de 2016 ocurrida después del golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff, podría ser aún más devastadora para los próximos años.

Pero hay candidatos de sectores progresistas locales que tienen “asegurada” su elección, y no parecen interesados en buscar la unidad en estas instancias municipales.  “No hay unidad en la izquierda. Cada uno va a la suya”, según Carlos Siqueira, presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), sintetizando el  intento frustrado de seis partidos de unificar los discursos en contra de Bolsonaro  en las elecciones municipales. “Tenemos convergencias de pensamientos, pero con relación a la disputa electoral, no conseguimos unirnos”, apuntó Luciana Santos, presidenta del Partido Comunista de Brasil (PCdoB).

El grupo, integrado por los líderes legislativos del Partido de los Trabajadores (PT), del Partido Socialista Brasileño (PSB), del Partido Democrático Laborista (PDT), del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y del partido Red de Sostenibilidad (REDE)  estuvo trabajando unido en el Congreso e intensificó las negociaciones para repartirse los mítines en las 92 mayores ciudades de Brasil, ante la posibilidad de ir a una segunda vuelta.

Los motivos que impiden forjar esa alianza contra Bolsonaro son el desinterés del Partido de los Trabajadores de renunciar a su hegemonía en la oposición, las disputas políticas internas en cada municipio y la preocupación de las formaciones más pequeñas por tener una base de apoyo propia para las legislativas de 2022, cuando aumentará el mínimo de votos necesarios para seguir existiendo como partido.  Sólo recibirán financiación pública y publicidad gratuita aquellos que consigan un 2% de los votos válidos a nivel nacional en un tercio de los Estados, con un mínimo del 1% en cada uno, o consigan al menos 11 diputados distribuidos en nueve Estados.

“El gran problema del PT es su cultura hegemónica. Solo piensa en sus candidatos”, señaló Carlos Lupi, presidente del PDT, apuntando directamente a Luiz Inacio Lula da Silva, quien gobernó por dos períodos y que fue preso –sin prueba alguna-  por el lawfare de una justicia más corrupta que la transnacional Oderbrecht con el solo fin de impedirle participar en las elecciones y dejar el camino libre al neofascista Jair Bolsonaro. Claro, antes se produjo el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff.

Informe preelectoral: elecciones municipales en Brasil — CELAGEn su reciente mensaje a los brasileños. Lula los llamó a encolumnarse detrás: “Sé, ya sabes, que podemos, nuevamente, hacer de Brasil el país de nuestros sueños. Y decir, desde el fondo de mi corazón: estoy aquí. Reconstruyamos Brasil juntos. Aún nos queda un largo camino por recorrer juntos. Manténte firme, porque juntos somos fuertes. Viviremos y ganaremos».

El exgobernador de Paraná, Roberto Requiao fue más allá y, propuso retomar algunos temas esenciales como la nacionalidad y la soberanía, y manifestarse contra la privatización y entrega de las empresas estratégicas, la recolocación del Banco Central al servicio del desarrollo del país y no de la especulación financiera y, sobre todo, la propuesta de un plan de acción mínimo que una a todos los brasileños.

Requião exigió un plan que incluya un referendo revocatorio de todas las medidas antinacionales, antipopulares y antidemocráticas aprobadas desde el golpe de 2016, medidas de emergencia para la creación a corto plazo de millones de empleos, salarios y pensiones dignas, recuperación de los presupuestos para la salud, educación, vivienda popular, saneamiento básico e infraestructura, y una política en defensa de la Amazonia.

El 22 de septiembre, Lula atacó el discurso de Bolsonaro en Naciones Unidas, lanzando un proyecto de reconstrucción del Brasil, en especial en lo referente a la educación, la salud, las relaciones internacionales, comercio exterior, industria y empleo, y cultura.  Pero el PT ha decidido que necesita tener el mayor número posible de candidatos para poder defenderse. “El PT necesita tener voz. Hablar de su legado, de las experiencias que ya ha tenido en las administraciones municipales, para defenderse de los ataques”, afirmó la presidenta del partido Gleisi Hoffmann. “Desde 2013, las fuerzas de derecha han intentado anular al PT. En un frente, es más difícil hacer una defensa individual”, agregó.

“No pueden querer que el PT renuncie a esa grandeza que le dio el pueblo a cambio de nada. O tiene un candidato más grande que el PT o no tiene ninguna posibilidad”, dijo, por su parte, el expresidente Lula. En estas elecciones, el PT presentará candidatos en 1.531 de los 5.570 municipios de Brasil que, juntos, representan el 60% de la población. En 2016, las últimas municipales, el PT presentó 993 candidatos.

Los analistas de la izquierda se preguntan si queda tiempo para impedir un nuevo desastre en estos comicios. Forum 21 señala que la sociedad brasileña está siendo empujada a un ciclo de violencia política, que la truculencia en el poder anuncia e incentiva. El empeño liberal de la centroderecha en exagerar moderación en el caos y en la represión, apenas robustece ese riego con una tónica de complicidad, añade.

Aún hoy, el líder más fuerte del progresismo sigue siendo Lula y aunque tenga una imagen negativa alta, no habrá un gran acuerdo sin su aval ni su colaboración. Pareciera que separar a las izquierdas del lulismo es misión imposible. Por eso mismo, parece difícil la constitución de un frente electoral de izquierda en las municipales aunque quizá se logren acuerdos para la segunda vuelta (hay ballotage en los comicios para los alcaldes).

Obviamente, la fragmentación de la izquierda fortalece el proyecto autocrático y neofascista que se viene implantando en Brasil. Revertir la ruta neoliberal y neofascista y repolitizar la agenda del desarrollo económico-social, secuestrada integralmente por la “razón del mercado”, requiere que las ideas progresistas demuestren pertenecer al mundo real a través de la acción, alertó Forum 21.

Cambia, todo cambia. 

KELP.cl | Portal en español sobre graffiti meets design™ desde 2004Los vientos progresistas en Brasil se han convertido en brisas dispersas. Quedaron lejanas las victorias de cuatro elecciones presidenciales consecutivas, de triunfos en gobiernos de las ciudades más importantes como Rio de Janeiro, Sao Paulo o Belo Horizonte.   Lo cierto es que la mayoría de las izquierdas, incluídas las fuerzas  más influyentes, viene subestimando a Bolsonaro desde 2017, pero no se han animado a hacer una autocrítica de la gestión de 13 años de gobierno, partiendo de la desmovilización de los movimientos sociales y la cooptación de sus dirigentes para cargos públicos, abandonando la calle a manos de la derecha.

Aquel poder político del abanico progresista, -desde el centro, pasando por el partido de los Trabajadores hasta las organizaciones más radicales- parece haber quedado en el pasado. Hoy la izquierda –o mejor dicho el progresismo, que no es lo mismo ni es igual- está en la oposición no sólo a nivel federal sino también en los gobiernos de los principales estados y ciudades.

La combinación de varios factores, como la cuestión ética que acompañó el derrumbe del Partido de los Trabajadores (PT) -que gobernó sucesivamente con Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff por cuatro períodos- un sistema electoral centrífugo y un gobierno federal que potencia a los gobernadores, dejan poco margen para un progresismo que está lejos de los principales cargos ejecutivos.

Una de las razones es la nueva ley electoral aprobada en 2017, que impide la formación de coaliciones electorales en elecciones para cargos legislativos municipales, estatales y federales. Esto ha dificultado la coordinación entre los grupos: cada uno quiere imponer su candidato. Es difícil entender la falta de coordinación en un momento en que la Presidencia está ejercida por un político de extrema derecha”, señala el doctor en Ciencia Política y profesor de la Fundación Getulio Vargas, Octavio Amorim Neto.

Otra razón para el fraccionamiento es la disputa por la hegemonía, en un momento en que el PT está en declive, lo que ha acelerado la competencia entre éste y las otras dos grandes fuerzas progresistas: el Partido Democrático Trabalhista (PDT) y el Partido Socialista Brasileiro (PSB).  Hay que añadir la mala relación entre Lula y el líder del PDT, Ciro Gomes (quizá el referente más nítido), desde que el primero rechazó apoyar la candidatura presidencial del segundo. Gomes, exministro, exdiputado y exgobernador de Ceará, dirige un partido personalista, donde todo el poder recae en él y en su hermano.Elecciones brasileñas: Ciro Gomes, férreo opositor a privatizaciones - BNamericas

El otro referente en ascenso de la izquierda es el senador Randolfe Rodrigues (del despoblado estado Amapá) , de la ambientalista Red Sustentabilidade, con escasa proyección nacional y poca estructura fuera de su región.

Los analistas llaman la atención  sobre el futuro de la izquierda en el Partido Socialismo e Liberdade (PSoL), que viene recogiendo a muchos desencantados del PT. Allí surge el liderazgo de Flavio Dino, gobernador de Maranhão y miembro histórico del Partido Comunista. Dino, exjuez que logró echar a la familia Sarney del poder de su estado, insiste en la construcción de una gran coalición de izquierdas.

La pérdida de la calle

Los medios hegemónicos se abstienen de difundir la información de los grupos progresistas: los invisibilizan. Y es que durante tantos años de gobiernos del PT poco se avanzó en la democratización de la comunicación. La izquierda teme hablar de democracia participativa y busca eslogans que puedan calar publicitariamente en la población.

Pero tampoco es que éstos hayan presentado programas y propuestas que tengan que ver con la vida cotidiana y el futuro de los ciudadanos, como trabajo, educación, salud, vivienda, saneamiento, acceso al agua, apoyo a las minorías, defensa del medio ambiente –la Amazonia y el pantanal, incluídos-, presupuesto participativo, formación de concejos de ciudadanía, entre otras temas.

La crisis social es inmensa. La parte de la población económicamente activa con contratos de trabajo se limita a menos de la mitad: poco más de treinta millones en el sector privado y doce millones en la administración pública. Otros cuarenta millones no podrían ni siquiera sobrevivir sin el apoyo del Estado.

La resolución del Directorio del PSOL sobre las elecciones abre un camino peligroso - Izquierda Web

Quizá, el análisis del liderazgo progresista fue que la combinación de una calamidad humanitaria y una crisis económica dejaría debilitado al gobierno bolsonarista. Con unos 145 mil muertos por el covid-19, decenas de millones de desempleados, una grave crisis social y, por lo tanto, una oportunidad, pensaron. Este pronóstico se confirmó durante los primeros cuatro meses. Pero en el último mes, la situación ha cambiado, y Bolsonaro se ha recuperado.

El desafío es averiguar porqué la mayoría de la clase trabajadora organizada, ancla social del PT desde los años 1980, no se movilizó para defender el gobierno de Dilma Rousseff. Como resultado, la izquierda moderada abrazó la táctica quietista de apostar para derrotar a Bolsonaro en las elecciones de 2022, calculando que se acumularía un desgaste inevitable, señala Valerio Arcary, miembro de la Coordinación Nacional de Resistencia, tendencia del PSOL.

La simple respuesta de la izquierda radical es que Bolsonaro fue, esencialmente, un accidente electoral: las fuerzas de la clase trabajadora estarían intactas, y el derrocamiento de Bolsonaro está aún por construirse, porque falta la disposición de las direcciones más influyentes. Lo preocupante son las dificultades para aceptar que se enfrentan a una fuerza política neofascista de base social.

Con la pandemia, las posiciones de Bolsonaro convirtieron la crisis sanitaria en una crisis política al despreciar la gravedad de la pandemia, mientras aprovechaba para incorporar al gobierno a miles de oficiales de las Fuerzas Armadas; forzar la renuncia del ministro de Justicia Sergio Moro (eventual competidor como candidato presidencial), y favorecer las movilizaciones que propugnaban un autogolpe.

La pandemia también significó la imposibilidad de la izquierda de contar con movilizaciones masivas en las calles mientras se producía la naturalización de la pandemia, especialmente entre los partidarios de Bolsonaro, al menos a un tercio de la población (más hombres que las mujeres, más mayores que jóvenes, más entre los menos educados que los más educados), y más en el sur que en el noreste.

La banalización de la pandemia, manejada por los medios hegemónicos de comunicación, refleja la tendencia a quitarle a los gobiernos la responsabilidad de la calamidad sanitaria, a la par de una presión para reactivar la actividad económica, mucho más intensa entre los propietarios de pequeñas empresas y los trabajadores informales y una fatiga por la cuarentena después de seis meses y ansiedad por volver a una rutina de vida normal.

Éste no es un ensayo

Hay quienes entiendan que el PT insistirá en la polarización contra los bolsonaristas como un ensayo para las elecciones generales de 2022. Para el politólogo Leandro Consentino, “al PT la polarización le va muy bien. Bolsonaro y el PT son mejores amigos cuando se trata de mantener el statu quo”, mientras que Valdir Pucci, de la Universidad de Brasilia, señala que “tanto el PT como Bolsonaro ven en el otro el enemigo capaz de aglutinar a sus huestes”.

Hay otros, como Pedro Ivo Batista, portavoz  de la Red de Sostenibilidad, que sostienen que lo ideal sería que los partidos progresistas se unieran ya en la primera vuelta. “Brasil nunca ha tenido un gobierno neofascista como éste. Lo ideal sería unirse más para evitar este peligro de fuerzas totalitarias”.

Polarização com Bolsonaro explica alta rejeição de Marina, diz porta-voz da RedeQuien no está de acuerdo con la tesis de que este año será un ensayo del 2022, es el presidente del PSOL, Juliano Medeiros, quien prefiere verlo como un termómetro. “El fortalecimiento de la oposición y el debilitamiento electoral del bolsonarismo, por ejemplo, no garantizan la derrota de la extrema derecha en 2022, pero indican un escenario más favorable para las fuerzas populares”, analiza.

Los indígenas

El avance de las invasiones a tierras indígenas, la deforestación, el acoso a organismos públicos como la Fundación Nacional Indígena (Funai) por parte de ruralistas como el secretario de Tierras Nabhan García y la pandemia del covid-19 que los sigue diezmando, son algunos de los escenarios que preocupan a los pueblos originarios .

En un contexto de amenazas y muchas veces desligados y olvidados por el progresismo, los candidatos indígenas comenzaron a movilizarse en todo el país para las elecciones municipales. este año.

La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib) reunió virtualmente a cientos de precandidatos indígenas y presentó una plataforma de apoyo a las postulaciones, coordinada por Mídia Ninja. El objetivo es reunir a candidatos indígenas de todos los sectores progresistas y apoyarlos con cursos de capacitación en política, herramientas de comunicación y otras estrategias para ayudar a construir campañas democráticas y diversas.

Los pueblos indígenas de Brasil encabezan la protesta mundial del “Enero Rojo” - Survival InternationalEn las elecciones municipales de 2016, el número de candidatos indígenas correspondió al 0,35% del total, según el balance del Tribunal Superior Electoral . De los 496,900 candidatos para las elecciones de ese año, solo 1,700 eran indígenas. Con la preparación de las precandidaturas, Apib espera que este número de candidatos a concejales, alcaldes y vicealcaldes sea mucho mayor en las elecciones municipales de 2020.

 De cara al 2022

La expectativa de los representantes de la izquierda es que la frustrada unificación en la primera vuelta ocurra en la segunda etapa de las elecciones. Queda por ver quiénes quedarán cuando llegue ese momento.

De cara a 2022, podría haber una coalición electoral en caso que el PT perciba que corre riesgo de no llegar a la segunda vuelta, como lo ha hecho siempre desde 1989, y que Bolsonaro tenga gran posibilidad de ser reelegido.

Quizá el PT apoye a un candidato de otro partido, para – incluso perdiendo la elección – seguir siendo un actor relevante de la política. Pero para eso el PT deberá renovarse y sustituir a Lula (que ya tiene 74 años) por alguien más joven y moderno.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

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«Bolsonaro no cuida, ni ama, la vida de su pueblo»

Por:  Leonardo Boff

«La falta de políticas gubernamentales por parte del actual Presidente (de Brasil) para atacar la Covid-19 muestra algo más que falta de empatía y de solidaridad con los más de cien mil muertos»

«Como nunca antes en la historia, el destino común nos invita a buscar un nuevo comienzo… Esto requiere un cambio de la mente y del corazón. Requiere un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad universal… Todavía tenemos mucho que aprender de todos los que participan en la búsqueda de la verdad y la sabiduría»

Vivimos en una época particularmente anémica de espíritu. La falta de políticas gubernamentales por parte del actual Presidente para atacar la Covid-19 muestra algo más que falta de empatía y de solidaridad con los más de cien mil muertos. Muestra, lo que es más grave, falta de espíritu. Parece que el presidente vive aún en el estadio pre-humano de los primates. No cuida ni ama la vida, la vida de su pueblo.

Hay que añadir además que la cultura del capital que se basa en el consumo ahogó el espíritu en la materialidad opaca. Y sin espíritu perdemos lo que hay de mejor en nosotros: la comunicación libre, la cooperación solidaria, la compasión amorosa, el amor sensible y la sensibilidad cordial por el otro lado de todas las cosas, de donde nos vienen mensajes de belleza, de grandeza, de admiración, de respeto, de veneración y de trascendencia.

En una de las más importantes fiestas de la tradición cristiana, Pentecostés, los cristianos celebran la irrupción del Espíritu sobre los atemorizados seguidores de Jesús. Los transformó en valientes mensajeros de su mensaje liberador, alcanzándonos hasta el día de hoy. En este momento trágico en que se ahoga el espíritu, que es lo mismo que el asesinato de la vida, abandonada a causa de un virus, que el actual Presidente negacionista considera como una simple gripe, cabe una reflexión sobre el espíritu con minúscula y sobre el Espíritu con mayúscula.

El espíritu: primero en el universo después en nosotros

Somos singularmente portadores de gran energía. Es el espíritu en nosotros. El espíritu, en la perspectiva de la nueva cosmología (la ciencia que estudia el surgimiento del universo, su expansión y evolución, hacia donde se dirige, cuál es su sentido y nuestro lugar dentro de este proceso), es tan ancestral como el cosmos. Espíritu es la capacidad que los seres, incluso los más originarios, como los hadrones, los topquarks, los protones y los átomos, tienen de relacionarse, intercambiar informaciones y de crear redes de inter-retro-conexiones, responsables de la unidad compleja del todo. Es propio del espíritu crear unidades cada vez más altas y elegantes.

La Tierra agotada, se defiende

La Tierra agotada, se defiende

El espíritu, en primer lugar, está en el mundo, sólo después está en nosotros. Entre el espíritu de un árbol y el de nosotros la diferencia no es de principio. Ambos son portadores de espíritu. La diferencia radica en el modo de realización. En nosotros, los seres humanos, el espíritu aparece como autoconciencia y libertad. En el árbol, por su vitalidad y relaciones con el suelo, con los rayos solares, las energías de la Tierra y del cosmos, él se siente, se relaciona, se nutre y nutre la propia naturaleza secuestrando CO2 y dándonos oxígeno, sin el cual no vivimos.

El espíritu humano es ese momento de la conciencia en que ella se siente parte de un todo mayor, capta la totalidad y la unidad y se da cuenta de que un hilo une y reúne todas las cosas, haciendo que sean un cosmos y no un caos. Por relacionarse con el Todo, el espíritu en nosotros nos hace ser un proyecto infinito, una apertura total a los demás, al mundo y a Dios.

La vida, la conciencia y el espíritu pertenecen por lo tanto al cuadro general de las cosas, al universo, más concretamente, a nuestra galaxia, la Vía Láctea, al sistema solar y al planeta Tierra, el lugar donde vivimos. Para que surgieran fue necesario un ajuste refinadísimo de todos los elementos, especialmente de las llamadas constantes de la naturaleza (la velocidad de la luz, las cuatro energías fundamentales, la carga del electrón, la radiación atómica, la curvatura del espacio-tiempo, entre otras). De no haber sido así, no estaríamos aquí escribiendo sobre ello.

Refiero sólo un dato tomado del clásico libro del astrofísico y matemático Stephen Hawking, Una Breve Historia del Tiempo (2005): «Si la carga eléctrica del electrón hubiera sido ligeramente diferente, habría roto el equilibrio de la fuerza gravitatoria y electromagnética de las estrellas, y o habrían sido incapaces de quemar el hidrógeno y el helio o habrían explotado. De una u otra forma la vida no habría podido existir» (p.117). La vida pertenece al cuadro general de todas las cosas y es vida poseída por el espíritu.

El principio antrópico débil y fuerte

Para facilitar la comprensión de esta refinada combinación de factores, se acuñó el término «principio antrópico» (que tiene que ver con el hombre). Por él se trata de responder a esta pregunta que se plantea naturalmente: ¿por qué las cosas son como son? La respuesta sólo puede ser: porque si hubieran sido diferentes, nosotros no estaríamos aquí. Respondiendo así ¿no caeríamos en el famoso antropocentrismo que afirma que todas las cosas sólo tienen sentido cuando se ordenan al ser humano, considerado el centro de todo, el rey y la reina del universo?

Labrando la tierra

Labrando la tierra

Hay ese riesgo. Por eso los cosmólogos distinguen el principio antrópico fuerte y el débil. El fuerte dice: las condiciones iniciales y las constantes cosmológicas se organizaron de tal manera que en cualquier momento dado de la evolución, la vida y la inteligencia debían surgir necesariamente. Esta comprensión favorecería la centralidad del ser humano. El principio antrópico débil es más cauteloso y afirma: las precondiciones iniciales y cosmológicas fueron articuladas de tal manera que la vida y la inteligencia podrían surgir. Esta formulación deja abierto el camino de la evolución, que se rige cada vez más por el principio de indeterminación de Heisenberg y por la autopoiesis de Maturana-Varela.

Pero mirando hacia atrás, a los miles de millones de años transcurridos, constatamos que en realidad ocurrió así: hace 3.800 millones años surgió la vida y hace unos cuatro millones de años, la inteligencia. En esto no hay una defensa del «diseño inteligente» o de la mano de la Divina Providencia. Sólo que el universo no es absurdo. Viene cargado de propósito. Hay una flecha del tiempo que apunta hacia adelante. Como dijo el astrofísico y cosmólogo Freeman Dyson: «Parece que el universo de alguna manera sabía que algún día íbamos a llegar», y preparaba todo para que pudiéramos ser acogidos y hacer nuestro camino de ascensión en el proceso evolutivo (Breuer, Das anthropologische Prinzip). Curiosamente, cuando en el proceso evolutivo aparecieron las flores (antes era todo verde), en ese momento surgió nuestro antepasado. Parece que el universo y Dios le prepararon una cuna de flores para resaltar la alta calidad de este ser que estaba iniciando su jornada por los siglos hasta llegar a nosotros.

El universo autoconsciente y portador de espíritu

El gran matemático y físico cuántico Amit Goswami, que viene mucho a Brasil, apoya la tesis de que el universo es autoconsciente (El universo autoconsciente, 2002). En el ser humano se encuentra una manifestación singular, por la cual el propio universo, a través de nosotros, se ve a sí mismo, contempla su majestuosa grandeza y alcanza cierta culminación.

Cabe también considerar que el cosmos está en génesis y autoconstruyéndose. Cada ser muestra una propensión a irrumpir, crecer y brillar. El ser humano también. Apareció en escena cuando ya estaba el 99,96% de todo lo demás. Él es expresión del impulso cósmico hacia formas más complejas y altas de existencia.

Algunos lanzan la siguiente idea: ¿pero no será todo pura casualidad? El azar no se puede excluir, como lo muestra Jacques Monod en su libro El azar y la necesidad, que le valió el Premio Nóbel de biología. Pero el azar o el acaso no lo explica todo. Los bioquímicos han demostrado que para que los aminoácidos y las dos mil enzimas subyacentes a la vida pudieran aproximarse, constituir una cadena ordenada y formar una célula viva serían necesarios billones y billones de años. Más tiempo, por lo tanto, que el que tienen el universo y la Tierra. Tal vez el recurso al azar podría mostrar nuestra ignorancia. Es mejor decir que no sabemos.

En este sentido, la visión de Pierre Teilhard de Chardin del universo, según la cual este se vuelve cada vez más complejo y así permite la aparición de la conciencia y la percepción de un punto Omega de la evolución hacia el que nos estamos dirigiendo, tal vez sea la más apropiada para expresar la dinámica misma del universo.

Mindfulness: atención plena

Mindfulness: atención plena

¿No sería aconsejable callar, reverentes y respetuosos, ante el misterio de la existencia y el sentido del universo?

Después de estas reflexiones ya estamos preparados para poder abordar la dimensión teológica del espíritu como Espíritu Creador.

El Espíritu Creador y la cosmogénesis

Y por excelencia. Está presente en la primera página de la Biblia cuando se narra la creación del cielo y de la tierra. Se dice que sobre tohuwabohu, sobre el caos, más bien, sobre las aguas primordiales “soplaba una ruah” (un viento, una energía) impetuosa (Gn 1,2). Sacó todo de aquel caos, los seres inanimados, los animados y el ser humano. A éste, sacado del polvo como todos los demás, Dios le “insufló en sus narinas ruah de vida, el espíritu, y se convirtió en un ser vivo” (Gn 2,7). En el capítulo 37 de Ezequiel irrumpe de forma incomparablemente plástica la fuerza vital del espíritu. Cuando éste viene, los huesos resecos se cubren de carne y se transforman en vida.

También las expresiones más nobles del ser humano se atribuyen a la presencia del espíritu en él, como la sabiduría y la fortaleza (Is 11,2), la riqueza de ideas (Jo 32,28), el sentido artístico (Ex 28,3), el ardiente deseo de ver a Dios, el sentimiento de culpa y la consiguiente penitencia (Ex 35,21; Jr 51,1; Esd 1,1; Sal 34,19; Ez 11,19; 18,31).

Dios “tiene” espíritu

Esta fuerza creadora y vivificante es poseída eminentemente por Dios. Las Escrituras hablan a menudo del espíritu de Dios (ruah Elohim). Se le da a Sansón para tener fuerza portentosa (Jue 14,6; 19,15), a los profetas para tener el valor de denunciar en nombre de los pobres de la Tierra las injusticias que padecen, para hacer frente al rey y a los poderosos, y anunciarles el juicio de Dios.

Especialmente en el judaísmo inter-testamentario se esperaba para el fin de los tiempos la efusión del espíritu sobre toda criatura (Jl 2,28-32; Hch 2,17-21). El Mesías será “fuerte en espíritu” y vendrá dotado de todos los dones del espíritu (Is 11,1).

En este contexto de judaísmo tardío surge la tendencia a personificar el espíritu. Sigue siendo una cualidad de la naturaleza, del ser humano y de Dios, pero su acción en la historia es tan densa que comienza a ganar autonomía. Así se dice, por ejemplo, que “el espíritu exhorta, se aflige, grita, se alegra, consuela, reposa sobre alguien, purifica y santifica y llena el universo”. Nunca se piensa en él como una criatura, sino como algo de la dimensión divina que, cuando se manifiesta en la vida y la historia, las transforma.

El Espíritu es Dios, Dios es Espíritu

Esta comprensión empezó a cambiar cuando se acuñó una expresión decisiva: “espíritu de santidad” o “espíritu santo”. Esta formulación tiene una cierta ambigüedad, pues se puede decir espíritu santo para evitar decir el nombre de Dios, cosa que los judíos evitan hasta hoy, como para designar al mismo Dios. “Santo”, para la mentalidad hebraica, es el nombre de Dios por excelencia, lo que equivale a decir en la comprensión griega: Dios como trascendente, es decir, distinto de todo y de cualquier ser de la creación.

En resumen, podemos afirmar: con la palabra espíritu (ruah) aplicada a Dios (Dios “tiene” espíritu, Dios envía a su espíritu, el espíritu de Dios) los judíos expresaban la siguiente experiencia: Dios no está atado a nada, irrumpe donde quiere, confunde los planes humanos, muestra una fuerza que nadie puede resistir, revela una sabiduría que vuelve estulticia todo nuestro saber. Así Dios se mostró a los dirigentes políticos, a los profetas, a los sabios, al pueblo, especialmente en tiempos de crisis nacional (Jue 6,33; 11,29; 1Sm 11,6).

BOlsonaro y el Papa

BOlsonaro y el Papa

Del mismo modo que se le da al rey para que gobierne con sabiduría y prudencia, en el caso del rey David (1Sm 16,13), así también se le dará al siervo sufriente, carente de toda pompa y grandilocuencia (Is 42,1). En Isaías 61,1 se  dice explícitamente: “El espíritu de Yavé está sobre mí, porque Yavé me ha ungido… para anunciar la liberación a los cautivos y la buena noticia a los pobres”, texto que Jesús se aplica a sí mismo en su primera aparición en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,17-21). Finalmente, el espíritu de Dios no sólo señala su acción innovadora en el mundo, sino que apunta al propio ser de Dios. El espíritu es Dios. Y Dios es Espíritu. Como Dios es santo, el Espíritu será el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo penetra todo, abarca todo, está más allá de cualquier limitación. “¿A dónde podré ir lejos de tu espíritu? ¿a dónde escaparé de tu mirada? Si subo hasta los cielos, allí estás tú, si bajo al abismo, allí también te encuentro” (Sal 139,7). Incluso el mal no está fuera de su alcance. Todo lo que tiene que ver con cambio, ruptura, vida y novedad tiene que ver con el espíritu. El Espíritu Santo está tan unido a la historia que ella setransforma de profana en historia santa y sagrada.

El Espíritu en un mundo sin espíritu y en degradación

Hoy sentimos la urgencia de la irrupción del Espíritu Santo como en la primera mañana de la creación. La Carta de la Tierra, ante la crisis mundial ecológica, con energías negativas que nos pueden arrastrar al abismo, afirma: «Como nunca antes en la historia, el destino común nos invita a buscar un nuevo comienzo… Esto requiere un cambio de la mente y del corazón. Requiere un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad universal… Todavía tenemos mucho que aprender de todos los que participan en la búsqueda de la verdad y la sabiduría (final)».

El Papa Francisco dice igualmente en su encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común: “Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra Casa Común como en los dos últimos siglos” (n. 53). «Si no cambiamos nuestro actual estilo de vida insostenible sólo puede terminar en catástrofes» (n.161).

Cabe al Espíritu iluminar nuestra mente y transformar nuestro corazón. Si no hacemos esa conversión, difícilmente escaparemos de las amenazas que pesan sobre el sistema-vida y el sistema-Tierra. Cabe al Espíritu la capacidad de transformar el caos destructivo en caos creativo, como obró en el primer momento del Big Bang. Él puede transformar la tragedia, como la actual de Covid-19 en una crisis acrisoladora que nos permite dar un salto cualitativo hacia un nuevo orden, más alto, más humano, más cordial, más amoroso y más espiritual. El universo, la Tierra y cada uno de nosotros somos templos del Espíritu. Él no permitirá que sea desmantelado y destruido. Esta es una petición urgente en la actual situación cuando la Tierra como un todo es atacada por un virus letal que está diezmando muchos miles de vidas.

Es importante suplicar al Espíritu: ¡Ven, Espíritu Creador! “Ven a renovar la faz de la Tierra”, “Ven pronto y con urgencia”, calienta nuestros corazones y abre un horizonte de sentido y de esperanza a nuestra realidad humana deshumanizada y ahora en peligro porque están desapareciendo miles y miles de personas víctimas de la Covid-19. La ciencia, la técnica y la vacuna son fundamentales. Pero solo con ellas no está garantizado que evitemos volver a lo que era antes. Para eso necesitamos otro espíritu que dé centralidad a lo que importa: la vida, la cooperación, la interdependencia, la generosidad y el cuidado de la naturaleza y de unos a otros. Si no hacemos este giro paradigmático, podemos ser atacados nuevamente y de forma aún más letal.

*Fuente: https://www.religiondigital.org/leonardo_boff-_la_fuerza_de_los_pequenos/Leonardo-Boff-coronavirus-descubrir-Dios-bolsonaro_7_2259744014.html

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Brasil: Indignación y tristeza en medio del caos

Por: Eric Nepomuceno

 

El Brasil presidido por el ultraderechista Jair Bolsonaro superó a Gran Bretaña y desde el pasado viernes tiene el segundo mayor número de víctimas fatales de la COVID-19. Acorde con los últimos datos conocidos el sábado, se llegó a la marca de 42 720 muertos y 850 514 infectados.

Ocurre que tales datos, obtenidos por los medios de comunicación directamente de las secretarias de Salud de las provincias para evitar su manipulación por parte de Bolsonaro, no corresponden a la realidad.

Brasil es el país cuyo testeo de enfermos sospechosos de haber contraído el nuevo coronavirus es el más bajo del mundo. Mientras, Estados Unidos aplica 61,59 exámenes por cada cien mil habitantes, Italia 69,25 y Portugal 85,81, aquí tal proporción es de ínfimos 2,28.

Especialistas, entidades científicas y hasta funcionarios del Ministerio de Salud dicen que en realidad serían al menos un millón y medio de contaminados y unos cien mil muertos. Es imposible prever cuándo se sabrá el tamaño de la devastación, mientras Bolsonaro insiste en menospreciar las dimensiones de la tragedia.

No hay ninguna coordinación de medidas preventivas, ni un proyecto concreto para enfrentar la crisis y, en última instancia, siquiera hay un ministro de Salud: lo que existe es un general en activo, Eduardo Pazuello, cuya misión exclusiva es no contrariar a un capitán reformado, su jefe.

Sudamérica, gracias a Brasil, se transforma en el epicentro de la pandemia. Y eso ocurre mientras el país se ve cada vez más enfrascado en un lío político tremendamente tenso y sin salida a la vista.

Dando muestras cada vez más estruendosas de desequilibrio e irresponsabilidad, el jueves pasado Bolsonaro llegó al colmo de pedir a sus seguidores fanáticos que invadan hospitales públicos, inclusive los de campaña, para hacer fotos y grabaciones que muestren que los lechos destinados a los infectados por la COVID-19 están vacíos, que los números divulgados por estados y municipios son falsos y que lo que quieren gobernadores y alcaldes son fondos del gobierno nacional.

A tiempo: del total de recursos anunciados en abril para dar combate a la pandemia, lo efectivamente ejecutado no llega a 40 por ciento.

En medio al avance del nuevo coronavirus, del desmonte de la economía y de la creciente marea de inseguridad general, el gobierno de Bolsonaro sigue sin ninguna otra propuesta que no sea la de estirar al máximo sus deseos de asumir poderes absolutos.

Hace pocos días, el vicepresidente, general reformado Hamilton Mourão, había advertido sobre los riesgos de ultrapasar «determinados límites» entre los poderes. El pasado jueves, el jefe de la Secretaría General de Gobierno, general activo Luis Eduardo Ramos, descartó cualquier posibilidad de golpe (en el caso, el autogolpe muchas veces insinuado por Bolsonaro), criticó las acusaciones de fascista lanzadas con intensidad cada vez más fuerte, y advirtió que todo permanecerá igual siempre que ‘no se estire la soga’.

¿A quién se dirigía?

La oposición es minoritaria en el Congreso. Los sindicatos están sin norte, los partidos autonombrados“indecisos”son literalmente comprados por Bolsonaro a través de nombramientos de segunda línea, o sea, menos visibles pero que manejan presupuestos millonarios.

Quedan para oír el mensaje alarmante de un general activo los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial. Y tanto uno como otro vienen poniéndole duro freno a los desvaríos cada vez más alucinados del cada vez más descontrolado Bolsonaro.

Un PD, caros amigos y eventuales lectores, para contarles algo: Me cuentan que en la noche del viernes Argentina vivió una conmoción: en 24 horas hubo 25 muertes a raíz del covid-19. El presidente Alberto Fernández, el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia, Axel Kiciloff, hicieron un pronunciamiento en vivo a la Nación. A lo largo de hora y media informaron sobre la situación. En el mismo día mi país contó 1.473 muertos. A cada hora, 61. Uno por minuto. Ninguna palabra de consuelo de Bolsonaro a las familias enlutadas. Ninguna palabra de agradecimiento a médicos y enfermeros. Nada de nada. Bolsonaro me causa indignación y asco. Mi país me llena de dolor y tristeza.

 

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/272164-indignacion-y-tristeza-en-medio-del-caos

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Brasil: Renuncia ministro de educación de bolsonaro que pidió encarcelar a los jueces de la corte

América del Sur/ Brasil/ 22.06.2020/ Fuente: diarioelsol.com.ar.

Abraham Weintraub presentó su dimisión al ser investigado por la justicia, aunque Bolsonaro ya dijo que ocupará un puesto en el Banco Mundial, en representación de Brasil.

El ministro de Educación de Brasil, Abraham Weintraub, anunció este jueves su renuncia al cargo, en medio de una serie de investigaciones judiciales que lo involucran luego de haber dicho en una reunión de gabinete que los 11 miembros de la corte suprema debían ir presos.

Lo hizo a través de un vídeo en el cual aparece al lado del presidente Jair Bolsonaro y en el que anunció que trabajará en un cargo del gobierno brasileño en el Banco Mundial.

Weintraub, uno de los líderes de la extrema derecha brasileña que responde políticamente al gurú de este sector, el astrólogo Olavo de Carvalho, renunció tras 14 meses en el cargo en el que acumuló polémicas en el sector educativo, político, diplomático y judicial.

«Voy a seguir luchando por la libertad y por los valores del presidente Bolsonaro, el mejor presidente de Brasil», dijo Weintraub, un economista que había sido vicejefe de gabinete en los primeros tres meses.

El último acto de gobierno en Educación de Weintraub fue revocar una resolución del gobierno de Dilma Rousseff, del hoy opositor Partido de los Trabajadores (PT) que asegura cupos y acciones afirmativas (incentivos) en cursos de posgrado en las universidades federales brasileñas a negros, indígenas y discapacitados.

En un vídeo de la reunión de gabinete del 22 de abril que fue revelado por la justicia para investigar a Bolsonaro por obstrucción de investigaciones, Weintraubdice que los poderes de Brasilia «son el cáncer del país» y que si fuera por él «encarcelaría a los 11 jueces del Supremo Tribunal Federal».

Durante la pandemia, Bolsonaro perdió ya cuatro ministros, dos de Salud (Luiz Mandetta y Nelson Teich), uno de Justicia (Sérgio Moro) y Weintraub.

La renuncia del ministro ocurre luego de que el lunes el Supremo Tribunal Federal lo incluyera en una investigación sobre supuesta financiación ilegal y lavado de dinero para montar medios que arquitectan campañas de odio en las redes sociales.

El ministro perdió la mayor parte de las reformas que impulsó en el Congreso e intentó la semana pasada tener autoridad especial en la pandemia para nombrar nuevos rectores, contra los procedimientos de autonomía universitaria.

También Weintraub, un defensor del gobierno estadounidense, causó problemas diplomáticos con China, principal socio comercial de Brasil desde 2009.

Es por eso que responde a acusaciones de racismo, por comentarios que hizo precisamente en las redes sociales y en los que se burló de los chinos y sus dificultades para pronunciar la letra erre, usando la famosa historieta brasileña «A Turma da Mónica», conocida en la Argentina como «Mónica y sus Amigos».

Además, insinuó -al igual que el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente- que la pandemia de Covid-19 sería parte de unos supuestos planes de China para «dominar el mundo».

Fuente de la noticia: https://diarioelsol.com.ar/2020/06/18/renuncia-ministro-de-educacion-de-bolsonaro-que-pidio-encarcelar-a-los-jueces-de-la-corte/

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Brasil: Aloizio Mercadante, exministro de Educación: “En más de un año y medio, Bolsonaro deja tierra arrasada en educación”

Redacción: Nodal

Entrevista a Aloizio Mercadante, exministro de Educación, presidente de la Fundación Perseu Abramo y miembro fundador del Grupo de Puebla

El 18 de junio de 2020 el ministro de Educación de Brasil Abraham Weintraub renunció a su cargo 14 meses después de su asunción tras una serie de cuestionamientos, críticas y polémicas que le valieron un entrecruce diplomático con China. Una de sus últimas acciones fue revocar la cuota que incentivaba la inclusión de la población negra, indígena y discapacitada en cursos de formación de posgrado. Esta medida, reconocida en América Latina y el Caribe por la inclusión que significó, fue creada en 2012 durante la presidencia de Dilma Rousseff con Aloizio Mercadante como ministro de Educación.

NODAL dialogó con el exministro y miembro fundador del Grupo de Puebla para conocer en profundidad las consecuencias de la medida adoptada por el gobierno de Jair Bolsonaro.

¿Qué implica la decisión adoptada por Abraham Weintraub antes de su salida del Ministerio de Educación?

El gobierno de Bolsonaro vuelve a demostrar su total falta de compromiso para combatir las históricas desigualdades raciales y la discriminación que afectan al pueblo brasileño. Esta vez, a la luz tenue de su trágica administración en el Ministerio de Educación, Abraham Weintraub revocó una ordenanza que regulaba la creación de Comisiones para alentar la inclusión de negros, indígenas y personas con discapacidad en programas de posgrado (maestría, maestría profesional y doctorado) de instituciones federales de educación superior, respetando su autonomía.

Ni siquiera el éxito inequívoco de la política de cuotas, aprobada durante mi mandato como Ministro de Educación en 2012, precedida por un largo debate en el Congreso Nacional y aprobada por el Tribunal Federal Supremo, pudo convencer al oscurantismo bolsonarista de que las políticas afirmativas son fundamentales para superar nuestro triste pasado de discriminación y exclusión educativa.

¿Cuál era el objetivo de la política fijada durante el gobierno de Dilma Rousseff?

La política de cuotas ataca dos dimensiones fundamentales del problema: la desigualdad social y el racismo, ya que la política prevé un recorte en el ingreso y el acceso, favorecido por los negros y los indígenas, proporcional a sus pesos demográficos de la raza en cada unidad de la federación.

La ordenanza que continuó esta política en la escuela de posgrado, ahora revocada por Bolsonaro, también se firmó en mi administración, en 2016, y se lanzó el 13 de mayo de ese mismo año, como un gesto simbólico de la lucha por la igualdad racial y lucha contra el racismo. Fue la política de cuotas, lograda después de superar la fuerte resistencia de la élite conservadora en el Senado Federal y la prensa, lo que nos permitió aumentar la presencia de negros en un 267% en la educación superior en nuestros gobiernos. En 2018, la primera vez en la historia, el número de estudiantes negros superó al de blancos en las universidades públicas brasileñas.

Sectores conservadores alegaban que la inclusión de negros, indígenas y personas con discapacidad disminuiría la calidad académica. ¿Cuál es el rol del Ministerio de Educación y las universidades públicas respecto a las minorías existentes en Brasil?

Contrariamente a lo que alegan los críticos de las cuotas, la inclusión de negros, indígenas, pobres y, en este caso, también personas con discapacidad no comprometió la calidad. La investigación académica apunta al excelente desempeño de los estudiantes beneficiados por la política de cuotas. La inclusión por cuotas no comprometió la excelencia de los cursos, pero terminó un largo ciclo elitista y abrió nuevas oportunidades para los estudiantes de secundaria públicos, y con esta ordenanza también en el ámbito de la postgrado, quienes nunca tuvieron la oportunidad de ingresar a la enseñanza de educación superior o acceso a cursos de posgrado, que han tenido una expansión extraordinaria en los gobiernos del PT. La fortaleza de la política de cuotas adquiere aún más relevancia cuando observamos que el 35% de los graduados, que participaron en Enade en 2015, fueron los primeros en la familia en recibir un diploma de educación superior, un profundo cambio intergeneracional. Desafortunadamente, esta trayectoria de éxito en nuestras universidades, que también evolucionó en la escuela de posgrado, fue interrumpida por el gobierno de Bolsonaro.

En más de un año y medio de gobierno, Bolsonaro deja una tierra realmente devastada en la educación. Pero estoy seguro de que, después de que la pandemia disminuya, toda esta demanda reprimida contra Bolsonaro saldrá a las calles con toda su fuerza, en un movimiento amplio, plural y democrático contra todo este revés que existe.

Fuente: https://www.nodal.am/2020/06/brasil-aloizio-mercadante-exministro-de-educacion-en-mas-de-un-ano-y-medio-bolsonaro-deja-tierra-arrasada-en-educacion/

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