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México: El SNTE da la bienvenida a nuevos maestros en Guerrero, que contribuirán a abatir el rezago educativo.

América del Sur/Colombia/31.01.2017/Autor y Fuente:http://www.snte.org.mx/
Comunicado 1-2017
Acapulco, Gro., 18 de enero de 2017
Los maestros son la conciencia del país, expresó el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, durante el reconocimiento que se hizo a 695 profesores  de nuevo ingreso al Servicio Profesional Docente, en Guerrero. En la ceremonia también estuvieron el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, y el gobernador de la entidad, Héctor  Astudillo Flores.

Ante esta nueva generación de docentes, Díaz de la Torre advirtió que el actual es un tiempo donde la sociedad vive bajo la presión del cambio vertiginoso y es tarea de los maestros «dominar esa presión y transmitir seguridad y conciencia a nuestros alumnos; adaptarnos al cambio y transformar al mundo”.

Destacó que estos casi 700 nuevos maestros son emanados del concurso de oposición presentado a mediados del año pasado, en el que, entre otros, participaron egresados de las normales de Ayotzinapa, Iguala, Arcelia y Teloloapan, y han sostenido un diálogo constante con las autoridades para ofrecer un mejor servicio a la sociedad guerrerense,  lo que demuestra que los maestros tienen la capacidad, el compromiso  y la vocación de trabajar por México.

Subrayó que el Estado y la sociedad mexicana cuentan con el magisterio, «los maestros que ayer como hoy son por definición los actores de cambio, son la fuerza transformadora más poderosa”.

Asimismo, enfatizó que la apertura de nuevas plazas docentes en Guerrero representa para la entidad atacar de frente el rezago ancestral; pidió a las autoridades, tanto estatales como federales, generar espacios para la actualización permanente de los maestros, porque «la mejor manera de defender la profesión es haciéndola mejor. La escuela pública es un valor esencial, pero exige profesionalizarnos y ser los mejores”.

A los nuevos maestros les garantizó que el SNTE, su sindicato, vela por los derechos y certeza laboral del magisterio de todo el país y estará pendiente de sus necesidades, ahora como trabajadores de la educación.

Les recordó que entre los beneficios que les ofrece está el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional, SINADEP, en el que pueden tomar cursos sin ningún costo, para aportar a su actualización y mejor desempeño en el aula.

Durante el acto, el secretario Nuño Mayer llamó a los nuevos profesores a ser trabajadores sociales que «contribuyan de manera continua al mejoramiento de sus comunidades” para tener un país con paz, convivencia y armonía.

Asimismo, invitó a reflexionar sobre la importancia de fortalecer los dos ejes de la sociedad: la familia y la escuela, toda vez que es en ellos donde «tenemos nuestros valores, cohesión, fortaleza y el respeto que nos debemos a cada uno de nosotros”.

En su intervención, el gobernador  Astudillo Flores se congratuló de la presencia del maestro Díaz de la Torre y destacó su liderazgo, «que nos permite hoy verlo con una gran solidez y hace que su presencia en Guerrero nos dé un mensaje de la importancia que tiene para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, los maestros de Guerrero”.

El mandatario resaltó que para lograr la transformación del estado, el camino es la educación y sus maestros,  «no nos equivoquemos, estamos en muy buen camino y ustedes sin duda son quienes van abriendo paso para que este país salga adelante y este estado también salga adelante. Sin educación no hay nada, sin vocación no se puede hacer nada”.

En la ceremonia se entregaron, de manera simbólica, siete nombramientos. Los nuevos maestros  pidieron que la educación sea la prioridad de México y que se mantenga la profesionalización y apoyo a los docentes para cumplir con su compromiso.

Fuente: http://www.snte.org.mx/web/vernoticias/14941/32/snte-da-bienvenida-nuevos-maestros-guerrero-contribuiran-abatir-rezago-educativo

Imagen: http://www.snte.org.mx/images/big/20170118/387568018.jpg

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Jubilación docente

Fernando Ayala Vicente

Hace unos días llegó a mis oídos la noticia de que una conocida, tras varias décadas de servicio público como maestra, se jubilaba. Por cierto, si por un lado se entiende este concepto como merecido, por otra parte, muchos no alcanzan a comprender qué sentido tiene de júbilo, sobre todo, como en la mayoría de los casos que nos ocupan, son personas que dejan atrás un bagaje, una experiencia profesional, una nostalgia… en definitiva, cuasi una pena por finalizar esta etapa de sus vidas.

Por esa razón, seguro que la veremos, tras unos días de contraste, en los que se rompe su rutina, continuamente por el colegio. Seguro que haciendo gala de su solidaridad, de su afán voluntarista, de sus ganas de colaborar, estará presente en multitud de actividades e iniciativas que se plantean por parte de la comunidad escolar: fiestas del centro, semana cultural, días especiales…

Toda una vida dedicada a la enseñanza. No sólo con las numerosas generaciones de alumnos que han pasado por sus aulas, y en los que sin duda ha dejado huella, sino también formando y liderando equipos. Activa desde la dirección que le permitía abrir las posibilidades docentes hacia la sociedad: implicando a la Administración, a la Ampa, a las asociaciones del barrio…

Pero quizás de lo que más orgullosos se sienten los que la conocen es del trato humano. Ese saber desenvolverse en los conflictos y en las alegrías. Esa forma de conocer la tecla que hay que tocar, tratando de herir al mínimo las sensibilidades de un colectivo que pasa muchas horas juntos y donde es sencillo que estallen, de manera habitual las diferencias.

Sólo queda agradecer tu trabajo. Tu legado son los cientos de adultos que un día fueron niños y que bajo tu amparo y tu cobijo han ido madurando y atravesando la línea de la vida. Muchas veces te cruzarás con ellos por las calles. Siempre habrá un hueco para la palabra amable. Ahora, tras un paréntesis de cambio, toca acometer nuevos retos. En tu mochila quedará grabado siempre el testimonio de tantas personas que tienen motivos suficientes para, cuando se acuerden de ti, esbozar una sonrisa.

Fuente del articulo: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/jubilacion-docente_978360.html

Fuente de la imagen: http://prohibidoolvidar.webs.com/Manzana.jpg

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El docente y su lenguaje.

Caso Escuela Básica Concentrada N 467. San Rafael de la Colonia.

Por: Dirvia Tahis Montilla Gómez.

El empleo de expresiones propias, frases y la poca atención en la pronunciación de las letras y vocales dentro su entorno social han generado en ellos limitantes comunicacionales, de igual forma, esto viene afectando su forma de escribir e incluso utiliza expresiones que no formar parte del lenguaje formal, en este sentido, la difusión de conocimiento de forma errónea propias de un emisor que proporciona un mensaje sin una codificación de forma correcta utilizando las técnicas adecuadas y formales del lenguaje. Convierte al docente un actor con debilidades que afecta esta intrínsecamente su desempeño en el espacio educativo.

Ante tal situación, es evidente proporcionar en ellos una acción que los sitúa en la competencia comunicativa del lenguaje oral y escrito, aunado a esto, se entiende como la capacidad de los hablantes no sólo para producir oraciones gramaticales bien formadas, sino la capacidad para comunicarse entre sí: se trata de la cabida de generar actos de habla con sentido dentro de determinadas situaciones reales. Sin embargo, la competencia lingüística es un saber universal, cuya capacidad está posibilitada por el hablante en el proceso de socialización.

ANALISIS DE LOS ELEMENTOS TEÓRICOS

La acción comunicativa no tiene como propósito un pensamiento único, sino que las convicciones compartidas vinculan a los participantes en términos de reciprocidad, en este sentido, Habermas (1993), se refiere a como “El concepto de acción comunicativa, fuerza u obliga a considerar a los actores como hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, y se entablan, recíprocamente a este respecto, pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse en tela de juicio”(p.493). Para el autor citado sostiene a su vez que; el primer elemento el enunciado que hace es verdadero, como segundo se tiene la acción pretendida es correcta y por último la intención manifiesta del hablante es, en efecto, la que el hablante expresa. Aunado a esto, se apoya en la reciprocidad de la acción y su orientación al entendimiento. Es por ello que, en la acción comunicativa, ineludiblemente se llega a un saber común, fundado en ese acuerdo, aun cuando las conclusiones y decisiones a las que cada uno de los actores llegue sean diferentes.

Ahora bien, Echeverría (2003), cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien se puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, juicio, afirmación, pedido y promesa que incluye la oferta. En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable e incluso podría no producir efecto alguno. Es por ello, que Stein (2007) “Una acción que, además de naturaleza informativa, tendría una naturaleza comunicativa, dado que el sentido que resulta de la interacción humana es lo que posibilita que en un momento determinado podamos hablar de comunicación” (p.62). Al respecto, la comprensión, de cada persona y la interpretación de lo que significa ser humano, lo concebimos en seres lingüísticos, donde las actividades giran en función del mismo; dicho de otro modo, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación; de tal manera, que pone como eje principal de estudio a las conversaciones, las cuales constituyen y establecen nuestra particular forma de ser.

En ese mismo contexto, el lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje es generativo, nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades. El idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.

Al respecto, los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

Por otra parte, es de gran relevancia conocer y utilizar los actos lingüísticos para generar resultados, sea en sociedad o equipos de gestión, es decir, estos requieren de un marco o contexto de interrelación permanente, de dinamismo, ya que comprender cada acto lingüístico como un hecho aislado que genera un movimiento secuencial que solo ocurre al analizar el proceso. A su vez, este elemento es diferente de lo que pasa en el suceder, en esa dinámica en la que todo ocurre a espacios hasta llegar a ser simultáneos. De este modo, el pedir y el prometer como la acción estratégica que se utiliza en el lenguaje para establecer un vehículo que combine el abordaje del conocimiento académico con la praxis de una sociedad cada día más exigente en el entorno a sus demandas en búsqueda de obtención de respuestas en los compas del conocimiento.

Teoría de la Escritura

Para Mosterín (1993) expone que si queremos comunicarnos por escrito unos con otros, si queremos leer y escribir, hemos de aceptar todos el someternos a una normativa común, a una ortografía. Cualquier ortografía, por mala que sea, es preferible a la ausencia de norma común, pues la comunidad del código es una condición imprescindible de la comunicación. En este sentido, es necesario revisar el uso correcto de la escritura como pilar fundamental en el proceso de comunicación.

Ahora bien, sostiene Mosterín (ob.cit), el argumento de la necesidad y de la urgencia: como la ortografía no es perfecta, es necesaria su reforma, que es urgente por dos motivos. Primero, porque “la explosión demográfica del mundo hispanohablante plantea unos problemas pedagógicos-sociales tremendos, que esta reforma puede contribuir a solucionar.” (págs. 229-230). Y segundo, porque “El mundo hispanohablante tiene dos problemas de alfabetización: 1) lograr que la totalidad de la población aprenda a leer y escribir en el plazo más breve posible y con los medios más económicos posibles, y 2) lograr que la totalidad de la población escriba bien, prácticamente sin faltas, de modo que nadie tenga que sentirse inferior ni discriminado por el uso que haga de la escritura.” (pág. 230).

Al respecto, este aporte propuesto por el autor conlleva a empezar desde el docente en el sistema educativo venezolano. Sin embargo, sostiene que la autoridad entre ellos ante la propuestas reformistas de la Academia Argentina, de la de El Salvador y de la de Uruguay al II Congreso de Academias (Madrid, 1956); de la propuesta de la Academia Cubana al III Congreso de Academias (Bogotá, 1960); y de la propuesta de la Academia Filipina al IV Congreso de Academias (Buenos Aires, 1964). De este género son las palabras de J. Casares citadas por Mosterín (1993: 245): “no es lícito considerar como una invitación al desorden ortográfico el intento de señalar los defectos e incongruencias del sistema vigente, a fin de procurar una prudente revisión que lo haga más lógico y sencillo y, por tanto, más asequible a todo el mundo”. Pero de todos los argumentos de autoridad aducidos por Mosterín, el primero y más relevante es el de Andrés Bello “quien en 1823 propuso una reforma racional de la ortografía española, reforma que fue adoptada por el gobierno chileno, que había llamado a Bello para organizar la enseñanza en el país.” (pág. 238). En todo caso, conviene destacar cómo Mosterín sitúa este argumento con precisión calificándolo estrictamente cuando dice a continuación que “La ortografía reformada de Bello estuvo vigente en Chile entre

1844 y 1927, en que se volvió a la ortografía académica, a fin de restablecer la unidad de la ortografía española.” (pág. 238, el destacado en cursiva es nuestro).

En resumidas cuentas, Mosterín (ob.cit) en el cual su escudo argumental en el silogismo siguiente: “casi todas las escrituras actuales tendrán que ser sometidas más tarde o más temprano a una reforma ortográfica con criterios uniformes. Parece oportuno empezar por el español, pues su ortografía necesita ser reformada (por las mencionadas razones sociales, pedagógicas y comunicativas), pero esa reforma se presenta como especialmente fácil y factible en su caso, dado que su escritura no está tan alejada de la lengua como la escritura de otros idiomas de comparable importancia.”

En este orden de idea, para Martínez de Sousa citado por Alcoba (2006) en cual se suma a la propuesta de Mosterín, y recuerda sus principales argumentos y el sentido de la reforma: “Las razones que amparan una propuesta de simplificación y reforma de nuestro sistema ortográfico aparecen, pues, claras: a) introducir coherencia y lógica interna en el sistema; b) rescatar del analfabetismo, en corto tiempo y al menor coste posible, a los millones de hispanohablantes que aún no tienen acceso a los bienes de la cultura; c) facilitar la escritura, con la menor cantidad posible de faltas, a todos, cualquiera que sea su condición social.

En este sentido, la reforma de la ortografía debería consistir en lo siguiente: a) cada fonema (sonido) debe representarse con un grafema (letra) y sólo uno; b) todo grafema que no represente sonido debe desaparecer de la escritura; c) en la grafía de las palabras deben prevalecer el uso y el fonetismo sobre la etimología, especialmente cuando ésta no está bien establecida o se opone al genio del español. La mayor dificultad del escribiente actual radica precisamente en el hecho de que existe inadecuación entre lo pronunciado y lo escrito. Una vez acomodado lo uno a lo otro, el sistema ortográfico será coherente y habrán desaparecido muchas de las causas por las que se cometen faltas de ortografía incluso por personas formadas.”

Más recientemente, García citado por Alcoba (2006) se incorpora a la propuesta, con algunos ejemplos: “Cuando hace un par de años lanzó Gabriel García Márquez su heterodoxo y jocundo discurso contra la ortografía conservadora, no hablaba en el vacío, ni incurría en la mera boutade, como creyeron algunos. Pues esa reforma ortográfica espera al español, antes o después. Uno no cree que su prodigiosa unidad se base en la ortografía solamente; la cultura agraria y, como tal, arcaizante, en la que viven muchos millones de hispanohablantes, es responsable, al menos en igual medida, de la cohesión idiomática.

 Ahora bien, ante esta diversidad de argumentos, es opinable que la cohesión idiomática del español se deba a la cultura agraria en las que se encuentran sumergidos los pobladores en determinados regiones o espacios geográficos.

Para Alcoba (2006), la escritura es un problema fundamental de los seres humanos es por eso, que ocurre Principio Fonémico:

Este principio exige que haya una letra y sólo una para representar cada fonema de la lengua y que un fonema y sólo uno corresponda a cada letra. Dicho en otras palabras, a su vez postula una biyección (o correspondencia biunívoca) entre el conjunto de los fonemas y el de las letras de tal modo que a cada secuencia de fonemas corresponda unívocamente una secuencia de letras (lo que facilita al máximo la escritura) y a cada secuencia de letras corresponda unívocamente una secuencia de fonemas. (pág. 168).

A su vez este autor hace hincapié en las restricción transdialectal: en el cual distingue dos niveles de escritura: la escritura dialectal, que refleja exactamente la estructura fonémica del dialecto en cuestión, y la escritura oficial o estándar, que representa un compromiso entre todas las posibles escrituras dialectales. La escritura dialectal es perfectamente admisible en cartas, peticiones y otros escritos privados y su empleo no debiera ser considerado nunca como una falta. A su vez, la escritura oficial o estándar es la única que debiera emplearse en los documentos oficiales, en los diarios y revistas, en los libros y publicaciones de todo tipo, etc., así como en la enseñanza.

En este sentido, expone Alcoba (ob.cit) lo siguiente;

Una de las razones que pueden justificar que un hablante se desvíe del principio fonémico a la hora de escribir consiste en que el hablante esté dispuesto a complicarse ligeramente la vida (toda desviación del principio fonémico estricto es una complicación suplementaria) en aras de una más fácil, eficaz y barata intercomunicación entre todos los hablantes de los diversos dialectos de su lengua. A esto es a lo que llamamos la restricción transdialectal del principio fonémico. (págs. 174-175).

A su vez Alcoba (2006), brinda un bosquejo en la restricción morfémica: que

consiste en “el desviarse del principio fonémico para unificar la representación gráfica

del    mismo     morfema     está    justificado     en    algunos     casos     (como    los           morfemas

 gramaticales [moler / muelo, nadar / natación] más frecuentes) y es discutible o defendible en todos.” (pág. 181).

En este sentido, a continuación se muestran lo expuesto por el grupo foco.

HALLAZGO

Durante el desarrollo de la investigación los actores participantes enfrentan situaciones complejas como se mencionan a continuación;

Descripción

  • El docente emplea un lenguaje escrito emitiendo un mensaje no claro y preciso.

 Existe confusión a la hora de escribir de forma correcta una palabra.

 A su vez no utilizan la gramática para expresar de forma escrita y oral las

 ideas dentro de su jornada de trabajo, en tal sentido, ocasiona en los receptores una distorsión del mensaje.

Fuente: Montilla (2015).

NUDOS CRÍTICOS E INTERROGANTES

Ahora bien, la incógnita que se desea despejar es: ¿Cómo incide el lenguaje oral y escrito empleado por el docente en su sitio de trabajo?

CONTRIBUCCIONES A LOS CAMBIOS EN LA PRÁCTICA EDUCATIVA.

Descripción

Realizar  un  plan  de  acción  en  los  docentes  para  adiestrarlos  ante  las

diversas técnicas del uso correcto del lenguaje escrito.

Proporciona en los actores educativos el uso de palabras y expresiones de

  • forma correcta que garantice el ejercicio durante el proceso de enseñanza – aprendizaje.
  • Una entidad cuyos docentes manejen las técnicas adecuadas de la comunicación escrita.

Fuente: Montilla (2015).

CONTRIBUCIONES AL DEBATE EN LAS CIENCIAS EDUCATIVAS

Un docente capaz de utilizar el lenguaje oral y escrito dentro de su contexto sin alterar su significado estableciendo el uso comunicacional para alcanzar el éxito dentro y fuera de la institución. En este sentido, Echeverría (2003) que el acto lingüístico básico es la declaración, y todo es una declaración. Hablar es declarar. Cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, como juicio, como afirmación, como pedido y como promesa que incluye la oferta. En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable. Incluso podría no producir efecto alguno.

En resumidas cuentas, la intención de cada persona al momento de emitir un mensaje y la interpretación por parte del receptor nos conlleva a reflejarnos como seres lingüísticos, por lo tanto, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación oral o escrita, es nuestro deber emplear el uso correcto de las expresiones para establecer un mensaje claro y preciso.

Referencias

Alcoba, S. (2006): “Ortografía y DRAE. Algunos hitos en la fijación léxica y ortográfica de las palabras”, en Español Actual. En prensa disponible en es http://www.ucm.es/info/especulo/numero34/refoorto.html

Habermas, J. (1993). Teoría de la Acción Comunicativa. Tomo 1. Buenos Aires: Editorial Taurus

Habermas, J (2002). Teoría de la acción comunicativa. Tomo I. México, Editorial Taurus: páginas 187-188.

Méndez, A (2015). Proyecto de Tesis Doctoral la Acción comunicativa en la Extensión Universitaria, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2015).  Proyecto de Tesis Doctoral El Director en la Gestión Escolar, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2010). Acciones gerenciales dirigidas a los directivos para la optimización del proceso organizativo en las escuelas bolivarianas del sector nº 4   municipio Guanare, estado portuguesa Venezuela.

Morales, O (2002). El proceso de lectura desde la perspectiva de los lectores. proyecto de investigación por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes

Vergara, L. (2011). Habermas y la Teoría de la Acción Comunicativa, Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx

Imagen: https://manuelreyesweb.files.wordpress.com/2016/06/luis-miguel2.jpg?w=648

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Reforma educativa, profesionalización docente y derecho a la educación (de buena calidad): ¿es posible una relación entre ellas?

La vorágine de los hechos recientes –la radicalización de la resistencia magisterial, la represión gubernamental que implicó la pérdida de vidas de civiles y el inicio forzado de negociaciones entre un sector del magisterio y el gobierno federal– obliga a hacer una pausa y dar un paso atrás para recuperar la perspectiva necesaria que permita entender lo que sucede e intentar descifrar el rumbo que tomarán los acontecimientos y si ése es el adecuado para lo que queremos como Nación. Para ello es necesario puntualizar algunos elementos de carácter general.

Primero. Parafraseando una idea de Justa Ezpeleta relativa a la escuela de educación básica, se puede afirmar que el sistema educativo mexicano se ha encontrado en un estado permanente de reforma, al menos, desde hace casi 25 años. El ciclo reformista inició con el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, que afectó de modo simultáneo a los órdenes curricular, administrativo-organizativo y docente. Le siguieron diversas reformas, más particulares: la asociada a la obligatoriedad de la educación preescolar y la de la educación secundaria; que devinieron en la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB). Además, situada en el horizonte la declaración de obligatoriedad de la educación media superior, se implementó la Reforma Integral de ese nivel (RIEMS). Ahora nos encontramos en un tercer momento, a partir de la formulación de “la reforma educativa” de 2013.

En cada momento se han hecho presentes procesos de cambio en diversos órdenes, con distinta intencionalidad y profundidad, así como con diferente direccionalidad (en algunos casos se identifican ya procesos de contra-reforma): lo pedagógico-curricular, lo administrativo-organizativo (macro, del sistema y micro, de la escuela), así como lo relativo a los trabajadores de la educación (v. g. escalafón horizontal). La mayor parte de los planteamientos de reforma fueron justificados bajo la retórica del mejoramiento de la calidad de la educación.

Segundo. Desde finales de los años noventa se plantearon varios límites a las posibilidades de cambio real de los diversos programas con los que se buscaba concretar la reforma. Unos tenían qué ver con el peso histórico de las formas dominantes del trabajo cotidiano en las escuelas (las culturas y prácticas escolares).

Otros se referían a las mediaciones y ajustes a las propuestas de cambio derivadas de la peculiar relación entre la administración educativa federal y local y de ésta con la organización gremial del magisterio. Otros más aludían a la inestabilidad y discontinuidad de los planteamientos, a su carácter fragmentario y acumulativo, al modo tradicional de implementación en cascada, que generaron apatía y resistencia entre el profesorado. Se hizo referencia entonces a la necesidad de pensar en la profesionalización del magisterio como punto de partida para generar condiciones para un cambio educativo genuino que aportara a la mejora de la calidad de la educación. En ese horizonte se plantearon la reforma curricular y el fortalecimiento de las instituciones formadoras de docentes; se probaron estrategias diversas en el ámbito de la actualización del profesorado en servicio; se estimuló el desarrollo profesional de los profesores a través de la realización de estudios de licenciatura y posgrado.

La aparente ineficacia del conjunto de medidas llevó a reclamar la necesidad de controvertir a fondo el arreglo burocrático-corporativo-clientelar de la relación SEP-SNTE, arraigado en la normativa administrativa-laboral, que ha incidido en el conjunto de procesos de gestión operativa del servicio educativo que limitan de fondo las posibilidades de mejora.

Tercero. La ‘reforma educativa’ en curso se planteó con base en varios argumentos. Uno fue el de la “recuperación” de la rectoría del Estado en materia educativa. Otro ha sido el de la profesionalización del magisterio. Ambos argumentos están conectados. Limitar la injerencia sindical en los procesos de ingreso, permanencia, promoción y reconocimiento del profesorado exigió el planteamiento de un proceso/sistema de valoración de los méritos individuales de cada profesor. La transformación de la relación del Estado con el magisterio supone y exige su individualización (la desestructuración del andamio corporativo-clientelar derivado de la participación sindical en la gestión laboral, fuente de corrupción e impunidad).

La evaluación, por tanto, se esgrime como el argumento técnico generalizable que facilita el establecimiento de nuevas bases “objetivas” para la regulación de la relación del magisterio individualizado con el Estado. Pero esto significa que la reforma trasciende el ámbito educativo/administrativo/laboral y cobra un significado eminentemente político (Arnaut, 2014). Lo que está en curso es un proceso de reconstrucción de la racionalidad con la cual el Estado revolucionario se constituyó y que, para reproducirse/actualizándose, requiere establecer nuevas y distintas bases de relación con la sociedad (reconstruyendo a sus viejas clientelas).

La primacía de la evaluación en ese proceso sugiere el establecimiento de un sistema meritocrático basado en cierta clase de evidencias (objetivables y manejables a gran escala, como ‘big-data’), ya no en la valoración local del desempeño de los profesores en función de criterios referidos a los réditos político-electorales, al control social ejercido por el gremio, o el mantenimiento de la pax laboral dentro del sistema.

Cuarto. La evaluación, en tanto mediador técnico-científico de la nueva relación del Estado con el magisterio, funciona de manera instrumental como mecanismo para gestionar el ingreso, la permanencia y el reconocimiento al desempeño del magisterio, así como para operar la promoción de los docentes en el escalafón vertical, es decir, a puestos directivos y de supervisión. Sin embargo, no resulta claro cómo los dispositivos desarrollados para operativizar tal evaluación inciden en a) la profesionalización de los docentes, b) la mejora de la calidad de la educación que reciben los alumnos y c) la garantía del derecho a la educación (de buena calidad).

¿La evaluación continua, en las distintas etapas de la trayectoria laboral de los docentes y directivos, aporta a su profesionalización? Si entendemos por profesionalización “la capacidad, la facultad, la responsabilidad y el compromiso (…) de los profesores para tomar decisiones altamente calificadas sobre los aspectos cotidianos y de política general (…) que forman la esencia de su desempeño laboral” (Consejo de especialistas, 2006), no resulta claro que los dispositivos evaluativos den cuenta de cómo medir la profesionalización –o la profesionalidad progresiva del profesorado– en su complejidad. Supondría tener evidencias de un proceso helicoidal verificable de medición-juicio-recomendación-formación-capacitación-desarrollo-medición-juicio, aceptando –sin conceder– que existe una relación causal medición-juicio-capacitación-mejora del desempeño del profesorado.

Pero eso resulta complicado si también se reconoce que el magisterio es muy heterogéneo. Múltiples generaciones, diversas trayectorias formativas y laborales, distintas relaciones con y significaciones del trabajo docente. Coexisten de manera problemática diferentes “tipos” de profesores. De acuerdo con Fuentes (2013), se pueden identificar tres grupos de docentes: a) los buenos, tenaces y comprometidos; b) los que se desempeñan en la medianía y “cumplen” con los mínimos de su trabajo; y c) los que nunca debieron ser maestros y permanecen para cobrar la quincena y jubilarse. En otra aproximación, Rockwell (2013) identifica cinco tipos de docentes: a) los que son excelentes en su trabajo; b) los que son regulares pero cumplidos con su trabajo; c) los que tienen poca experiencia y enfrentan dificultades en su trabajo y d) el resto, en dos subgrupos: los que no muestran interés o gusto por su trabajo, y los mayores, que dan evidencias de cansancio y no tienen una opción digna de jubilación. Los anteriores sin contar a aquellos que abusan de su poder y de la seguridad de su plaza laboral. Entonces ¿la evaluación tal como está instrumentalizada puede favorecer procesos de profesionalización de los diversos tipos de docentes activos en el sistema?

¿La evaluación del profesorado contribuye a la mejora de la calidad de la educación? Se puede decir que sólo de modo potencial y parcial. Depende de qué dimensiones y aspectos de la práctica docente y del desempeño profesional sean evaluados –e intervenidos, en consecuencia. Si se privilegia la dimensión cognitiva, puede referirse a conocimientos formales o disciplinares. Sin embargo, se ha hecho notar la complejidad de observar, medir y valorar la disposición y uso del conocimiento profesional del profesorado, en tanto conjunto de conocimientos y saberes prácticos que tienen un carácter situado y contextual (De Ibarrola, 2014), es decir, no estandarizable (como parece suponer el proceso de evaluación general). Más allá de los conocimientos, prácticas y desempeños reales del profesorado, hay que reconocer el peso de la historia y la cultura de las comunidades en cada aula. Primero, el aprendizaje de los alumnos no depende sólo de las prácticas de enseñanza del profesor. Antes está el entorno social, económico y cultural en el que nacieron y se desarrollaron los alumnos, relacionado con sus posibilidades de aprendizaje y desarrollo.

Le siguen las trayectorias formativas y de aprendizaje de los mismos estudiantes (Rockwell, 2014). Luego están las condiciones en las que funciona la escuela, la disponibilidad –y manejo efectivo– de recursos de apoyo, el uso del tiempo en la operación de la escuela, la enseñanza y el aprendizaje, etc. (Fuentes, 2013). Las posibilidades de mejora de los aprendizajes escolares de los alumnos dependen más de intervenciones “sistémicas”, que atiendan con criterios de acción afirmativa las diferencias de origen social de los alumnos, que coordinen además el quehacer escolar cotidiano para centrarlo en mejorar el tiempo de enseñanza y las oportunidades de aprendizaje de los alumnos. Sólo en ese contexto cobra relevancia la evaluación del desempeño del profesorado o de sus prácticas docentes, así como las intervenciones orientadas a su mejora.

¿La evaluación del profesorado y del personal directivo contribuye a garantizar el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes, titulares primordiales de tal derecho? En el proceso de implementación de la reforma algunas voces reprochan al magisterio que no está de acuerdo con ella porque sus paros atentarían contra el derecho a la educación de los alumnos pues éstos no asisten a la escuela. Otras voces arguyen que debe primar tal derecho por encima de los derechos laborales del magisterio, por lo que resultaría legítimo que el gobierno suprimiera la protesta y forzara a tal sector de trabajadores a “educar” a los alumnos. En el ámbito de los derechos humanos, sin embargo, se distingue entre el derecho “a la educación” y el derecho “en la educación”.

En el primer caso se alude a la accesibilidad y la asequibilidad de los servicios educativos/escolares para la población. Sin duda, la suspensión de labores en las escuelas afecta tales principios. Una escuela cerrada representa una educación inaccesible. Pero eso es contingente, en la medida en que es un recurso de fuerza empleado por el gremio. En el segundo caso, se recurre a las nociones de adaptabilidad y aceptabilidad del proceso y los resultados del trabajo educativo escolar. Y es aquí donde tienen gran centralidad las prácticas y los desempeños reales del profesorado, en el marco de las condiciones y recursos que les provee la escuela y el sistema escolar: ¿los programas y los materiales educativos facilitan al docente la posibilidad de tomar decisiones profesionales para adaptar el currículo al contexto sociocultural de los alumnos? ¿Las políticas escolares soportan las prácticas docentes inclusivas y no discriminatorias de los estudiantes; prácticas que atiendan de modo atingente (no contingente) las diferencias sociales, económicas, culturales de los alumnos? ¿La evaluación reconoce y valora la capacidad de los docentes para tomar decisiones relativas a la construcción de ambientes educativos que favorezcan la igualdad y eliminen el igualitarismo? Es difícil de saber el modo en que la evaluación de ingreso, permanencia o promoción del profesorado facilita el ejercicio de prácticas docentes y escolares orientadas a y sustentadas en los principios de adaptabilidad y aceptabilidad. La anunciada contextualización de la evaluación eventualmente pudiera aportar elementos, pero no sabemos si ello resuelve el problema de fondo.

Sin duda, la implementación de una reforma que requiere la reconstrucción de la relación entre el Estado y el magisterio nacional demanda que se privilegien –al menos temporariamente– las dimensiones política y laboral. El proceso ocupará todavía mucho tiempo y energía social. Más cuando de por medio se ha de edificar una gobernabilidad del sistema educativo sobre bases diferentes. La pax docente del futuro no podrá ser, de ninguna manera, la que funcionó y le dio réditos al sistema político en el pasado. Por lo mismo, no hemos de sofocarnos en la coyuntura conflictiva ni en el corto plazo de los arreglos políticos que pretendan superar la crisis de gobernabilidad del sistema educativo. Más bien, tenemos la responsabilidad de alzar la mirada y reiterar, al menos, dos preguntas: ¿cómo articular las políticas nacionales, las estrategias institucionales y los recursos culturales disponibles para construir –con la participación central e inalienable de los docentes– una reforma educativa capaz de asegurar la mejora de la calidad y de garantizar el derecho a la educación de las futuras generaciones de mexicanos? ¿Cómo superar los riesgos de una reforma política que apuesta demasiado a un vector –la evaluación docente– y no parece reconocer la importancia, relevancia y complejidad histórica-socio-cultural de lo que sigue, la intervención, transformación y mejora de procesos y prácticas docentes, escolares e institucionales, en los que se articulen de modo distinto los órdenes curricular, organizacional y docente?

Referencias

Arnaut, Alberto (2014) “Lo bueno lo malo y lo feo del Servicio Profesional Docente”. En: Del Castillo, Gloria y Giovanna Valenti (coord.) Reforma educativa ¿qué estamos transformando? México: FLACSO-México.

Consejo de Especialistas para la Educación (2006) Los retos de México en el futuro de la educación. México: Consejo de Especialistas para la Educación

Fuentes, Olac (2013) “Las tareas del maestro y los desafíos de la evaluación docente”. En: Ramírez, Rodolfo (Coord.). La reforma constitucional en materia educativa: alcances y desafíos. México: Senado de la República. Instituto Belisario Domínguez.

Ibarrola, María de (2014) “El conocimiento profesional docente en el marco de la reforma educativa”. En: Del Castillo, Gloria y Giovanna Valenti (coord.) Reforma educativa ¿qué estamos transformando? México: FLACSO-México

Rockwell, Elsie (2013) “La complejidad del trabajo docente y los retos de su evaluación: resultados internacionales y procesos nacionales de reforma educativa”. En: Ramírez, Rodolfo (Coord.). La reforma constitucional en materia educativa: alcances y desafíos. México: Senado de la República. Instituto Belisario Domínguez.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/reforma-educativa-profesionalizacion-docente-y-derecho-a-la-educacion-de-buena-calidad-es-posible-una-relacion-entre-ellas/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/04/evaluacion-extraordinaria-guerrero2-e1460132287865.jpg

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Cuba: Matricularán en universidades 30 000 docentes en este curso

Centroamérica/Cuba/19 de Agosto de 2016/Fuente: Granma

Unos 30 000 docentes ma­tricularán este año en centros de nivel superior en todas las provincias, con vistas a licenciarse en carreras de pedagogía, como parte del programa que permanentemente encauza el Ministerio de Educación para la superación de los maestros.

Es necesario darles seguimiento a los que matriculen para conocer su comportamiento académico y contribuir a la solución de sus problemas, con el propósito de que la gran mayoría termine sus estudios en el 2020, significó en esta ciudad Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación.

La titular explicó que el sistema de superación será mediante cursos por encuentros, en los cuales se prevén maestros en el ejercicio de la profesión, incluidos los egresados de las escuelas de nivel medio en pedagogía y los asistentes para el trabajo educativo que reúnan los requisitos.

Durante un encuentro con directivos del ramo de Las Tunas, Velázquez Cobiella expresó que el territorio  tiene una situación favorable en la cobertura docente, pero no debe descuidar la labor vocacional para que cada año en la universidad haya alumnos en todas las especialidades pedagógicas.

En la reunión, a la cual asistió Ariel San­tana, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer secretario en la provincia, la Ministra reiteró la felicitación a Las Tunas por haber recibido la condición de Destacada en el curso 2015-2016, junto a Guantánamo y Pinar del Río.

Las Tunas mantiene estabilidad en la co­bertura docente y en este curso completará 305 plazas por cubrir, con 20 estudiantes en formación, contratos y especialistas de la producción que se vincularán a la Educación Técnica y Profesional.

De excelente calificó la titular la situación de la base material de estudio de la provincia, por el alto nivel de conservación de los libros de textos.

El problema por resolver en Las Tunas está en garantizarles almuerzo a los maestros que se desempeñan en el sector rural, sobre todo a los que tienen que trasladarse desde largas distancias para llegar a las escuelas, puntualizó Velázquez Cobiella.

Nilser Pineda, director de Educación en la provincia, explicó que todo está listo para comenzar el periodo docente el próximo 5 de septiembre y que el proceso inversionista se cumple según el programa. (ACN)

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2016-08-17/matricularan-en-universidades-30-000-docentes-en-este-curso-17-08-2016-23-08-31

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¿Por que se están quemando los profesores?

Por: María del Pilar Berrios Martos

 

La docencia está considerada como uno de los trabajos más estresantes. De hecho, en 1993 la Organización Internacional del Trabajo señaló que el estrés es una de las principales causas de abandono en esta profesión. Desde entonces las cifras no han hecho nada más que empeorar, y los datos más recientes indican que la prevalencia del estrés laboral en estos profesionales es alarmate. Según la Encuesta Nacional de Salud (2012) realizada en España, el 26,9% de los docentes consideran que el estrés laboral es frecuente en sus lugares de trabajo; y según el Informe de Enfermedades Profesionales por Ocupación de 2014, también de ese país, se han registrado entre los profesionales de las enseñanza 812 casos de estrés laboral: 423 con baja laboral y 389 sin baja laboral.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de estrés laboral? El estrés es el resultado del desequilibrio entre las exigencias y presiones a las que se enfrenta el individuo, por un lado, y sus conocimientos y capacidades, por otro. Aplicado al ámbito laboral, no solo incluye situaciones en las que la presión laboral excede a la capacidad del trabajador para hacer frente a la misma, sino que también incluye los casos en que no se utilizan suficientemente sus conocimientos y capacidades (Leka, Griffiths y Cox, 2004). Todo ello puede dar lugar a comportamientos disfuncionales y no habituales en el trabajo, contribuir a la mala salud física y mental del individuo, y propiciar el desarrollo del síndrome de burnout(o quemarse en el trabajo), cuyas principales características son: estar cada vez más agotado emocionalmente, perder el interés por el trabajo y no resolver con eficacia los problemas que surjan en el mismo (Salanova y Schaufeli, 2000).

¿Por qué se están quemando los profesores? Actualmente el rol del profesor es retador y estresante ya que desarrolla un trabajo con altas responsabilidades y exigencias. En las escuelas del siglo XX, el éxito del profesor estaba vinculado esencialmente a los logros académicos de sus alumnos, esto es, al rendimiento escolar. Sin embargo, en la sociedad actual aparecen nuevas demandas y retos. Ahora no es suficiente conseguir un buen rendimiento académico del alumnado, sino que además los profesores tienen la responsabilidad de facilitar y potenciar el desarrollo integral del individuo, su talento y creatividad (Cabello, Ruiz-Aranda y Fernández-Berrocal, 2010). Para hacer frente a estos objetivos el docente no solamente debe prepararse en nuevas materias, sino que además ha de trabajar en equipo, coordinarse por niveles, ciclos y materias, asumir en algunos casos cargos de gestión (Director, Jefe de Estudios, Secretario, etc.), y pertenecer a órganos colegiados (Claustro de profesores, Consejo Escolar, Comisiones, etc.). Estasresponsabilidades, junto con las elevadas demandas por parte de los alumnos y padres, y las continuas reformas de los planes de estudio, están convirtiendo la docencia en una profesión de alto riesgo psicosocial (Salanova, Llorens y García-Renedo, 2003).

La investigación sobre los riesgos psicosociales en el trabajo ha proporcionado resultados interesantes que nos permiten comprender mejor la realidad laboral de las organizaciones modernas. En relación con la profesión docente, los estudios realizados en el ámbito educativo han permitido identificar los principales obstáculos y demandas del profesor, y también sus principales recursos y facilitadores. Entre los obstáculos se incluyen dificultades sociales (indisciplina, desinterés y falta de motivación de los alumnos, y actitudes negativas de los padres hacia el aprendizaje), y problemas técnicos (problemas con los recursos tecnológicos del centro, problemas con el material didáctico, y fallos o averías en la infraestructura o instalaciones). Las demandas hacen referencia la sobrecarga mental y emocional que a menudo supone la actividad docente. Los facilitadores incluyen aspectos relativos al esfuerzo personal, así como a conductas de supervisión y políticas de recursos humanos dirigidas a la eliminación de obstáculos (por ejemplo llevarse bien con los alumnos, y que éstos participen en clase, gestión eficaz de las reuniones, y fácil acceso a la información y materiales. Por último, los recursos incluyen los aspectos laborales e individuales (competencias) que nos ayudan a superar situaciones difíciles, citándose como más relevantes la autonomía, el apoyo social de los compañeros, la autoeficacia, los conocimientos didácticos, la inteligencia emocional y el sentido del humor (Lorente, Salanova, Martínez y Schaufeli, 2008; Salanova, Grau y Martínez, 2005; Salanova, Martínez y Lorente, 2005). Para evitar las consecuencias negativas y potenciar las positivas relativas al trabajo docente, sería interesante formar a los docentes y entrenarlos en el desarrollo de recursos personales que les ayuden a prevenir y/o amortiguar los riesgos psicosociales de su trabajo, a potenciar su bienestar psicosocial, y a mejorar los resultados de su trabajo. Ejemplos de esta aproximación es la aplicación reciente de programas de entrenamiento en inteligencia emocional (IE) en profesores de diferentes niveles educativos, lo cual está aportando grandes beneficios y reduciendo el estrés laboral.

La inteligencia emocional es una capacidad en la que se incluyen 4 habilidades específicas (Mayer y Salovey, 1997): 1)habilidad para identificar y expresar emociones, 2) para usar las emociones en la toma de decisiones, 3) para comprender las emociones, y 4) para regularlas, tanto en uno mismo como en los demás.

En la literatura científica sobre los beneficios de la IE en la actividad docente contamos con estudios que se han centrado en el análisis de la relación entre la IE y los riesgos psicosociales del docente, comprobando que los profesores con más IE experimentan menos burnout (Augusto, López-Zafra, Berrios y Pulido-Martos, 2012), y utilizan estrategias de afrontamiento más positivas y adaptativas ante las situaciones de estrés (Augusto, López-Zafra y Pulido-Martos, 2011). Asimismo, la IE no solo amortigua los efectos de estrés, sino que también facilita elengagement (Pena y Extremera, 2010), la satisfacción laboral (Taliadorou y Pashiardis, 2015) y el bienestar psicosocial del docente (Fernández-Berrocal y Ruiz-Aranda, 2008).En cuanto al efecto que tienen los profesores emocionalmente inteligentes en sus estudiantes y en los resultados de clase, se ha constatado que la IE de los profesores es crucial para el desarrollo de las habilidades socio-emocionales de sus alumnos, para establecer relaciones positivas con ellos (lo que ayuda a conseguir alumnos más motivados y menos indisciplinados), y mejorar su ajuste psicológico, engagement y rendimiento académico (Fernández-Berrocal y Extremera, 2003).

Por lo tanto, la capacidad para identificar, usar, comprender y regular las emociones, tanto positivas como negativas, se hace imprescindible en esta profesión, ya que estas capacidades no sólo son importantes para prevenir desajustes en la salud mental del profesor y desarrollar dichas competencias en los estudiantes, sino también para crear entornos favorecedores del aprendizaje.

Publicado originalmente en: http://www.proyectocepa.com/wordpress/por-que-se-estan-quemando-los-profesores/

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República Dominicana: La educación es el camino a un desarrollo sostenible.

Centro América/República Dominicana/12.07.2016/Autor y Fuente:http://www.entornointeligente.com/

En abril pasado, el vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular, José Mármol, fue escogido como presidente de la Junta Directiva de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), para el periodo 2016-2018.

El reconocido poeta, ensayista y Premio Nacional de Literatura 2013, explicó a elCaribe en cuáles aspectos centrará su gestión y su valoración sobre los avances y retos que tiene el país en materia educativa tras la aplicación del 4%.

Usted ha estado vinculado a EDUCA por más de 20 años y conoce de cerca los problemas que afectan el sistema educativo dominicano. ¿En qué aspectos centrará su gestión? He representado al Banco Popular Dominicano en EDUCA y de un tiempo a esta parte he sido parte de su Junta Directiva. No hay que ser un experto para conocer los problemas de la educación, a pesar de los esfuerzos que las autoridades y la sociedad civil efectúan para revertir ese lamentable curso. Los padecí personalmente a través de mi experiencia como docente, por diez años, en tres de las más importantes universidades dominicanas. Mi vocación ha sido siempre la de enseñar, aunque me haya dedicado a labores corporativas.

La Junta Directiva que me honro en presidir, tiene como propósitos principales mantener y fortalecer ese bien ganado posicionamiento de EDUCA en el espacio de la educación y continuar llevando a cabo estudios, investigaciones y proyectos, con el respaldo del empresariado, de organismos internacionales y de la sociedad civil, para que todos los dominicanos, sin distinción, reciban una educación de calidad y facultada para aportar a los estudiantes y maestros las competencias que requieren un mundo y una sociedad tecnológicos, laboralmente exigentes y globalizados. Mucha gente piensa que el gasto del 4% en educación se ha basado principalmente en infraestructura y no se ha reflejado suficientemente en la calidad de la enseñanza. ¿Cómo valora usted la calidad del gasto?

En primer lugar, hay que reconocer que el presupuesto educativo ha venido creciendo en términos absolutos a razón de RD$10 mil millones cada año, a partir de la entrada en vigor del 4%. En segundo lugar, se debe reivindicar y celebrar la inversión en infraestructura que ha venido realizando el Gobierno de Danilo Medina, primero en hacer cumplir el mandato legal del presupuesto educativo. Los expertos atribuyen a la infraestructura un potencial predictivo equivalente al 12% en el nivel de logro de los estudiantes. En este sentido debe recordarse que previo a 2012 los centros educativos urbanos y rurales operaban, en ocasiones, hasta en 3 tandas, con salones, que en zonas urbanas, superaban los 50 estudiantes por educador.

Hoy esta situación ha cambiado, y a pesar de que el número de aulas ha estado por debajo de la meta prevista por el Gobierno, no es menor el esfuerzo que en tan solo 4 años se ha culminado para cambiar la fisonomía estructural del sistema educativo dominicano.

Han de destacarse los cambios curriculares, el cambio de paradigma en el proceso educativo hacia un currículo por competencias, las innovaciones en el modelo de jornada extendida, la alimentación escolar, el avance significativo para estar próximos a declarar al país libre de analfabetismo, el reciente decreto que instala en el país un marco nacional de cualificaciones, que cuando se aplique en su total potencial, promoverá cambios radicales en la oferta educativa, y la relevancia que la formación y la función docentes han tenido durante esta gestión.

Deben recordarse los incrementos sistemáticos del salario de los educadores, al punto de que hoy los docentes dominicanos son los mejores remunerados en la región. También, significativa es la asignación para este año de casi RD$3,325 millones para la formación de maestros, o las transformaciones que el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) viene realizando. Lo anterior no significa que no haya espacios de mejora.

En EDUCA estamos culminando un estudio de la calidad del presupuesto, que se dará a conocer en agosto, y que recorre aspectos sensibles y recomendaciones para optimizar los recursos que toda la sociedad dominicana, unida y en acto de responsabilidad cívica sin precedentes en la región, decidió financiar a través del 4%.  ¿Se cumple el Pacto Educativo?

El Pacto por la Reforma Educativa suscrito por más de 200 organizaciones en 2014 tiene una vocación de política de Estado con horizonte hacia el año 2030. Emitir un juicio categórico sobre su cumplimiento es todavía prematuro. Sí se puede decir que de los más de 190 compromisos contraídos, en su gran mayoría, han venido cumpliéndose muchos de ellos con diferencias de intensidad y velocidad. No sólo el Gobierno tiene responsabilidad directa con estos compromisos.

En aquellos aspectos donde se presentan ciertos retrasos, son las agrupaciones sindicales docentes, las que han mostrado oportunidad de mejora. En septiembre el Comité de Veeduría del Pacto Educativo, que coordina EDUCA, presentará un informe de seguimiento. ¿Cuándo se reflejarán los cambios tras la implementación del 4%? Suele decirse que en educación los cambios son lentos y que solo se ven en el largo plazo. Eso no es totalmente cierto.

Ya los estamos viendo. Sucede que las inversiones en educación tienen efectos en el corto, mediano y largo plazo. La mejora de las infraestructuras es un hecho. Casi un millón de niños y niñas asiste ya a la modalidad de jornada extendida, recibiendo más tiempo y tres raciones alimentarias diarias. Las condiciones laborales de los educadores han mejorado.

Pero también ya hay indicios de que algunas innovaciones educativas, como la jornada extendida, producen mejoras sensibles en los aprendizajes. En efecto, los estudiantes que asisten a esta modalidad evidencian un desempeño gradualmente mejor.

El desafío será que los aprendizajes alcancen los niveles de logro deseados en el menor tiempo posible, porque el país aún tiene mucho trecho que recorrer para desarrollar estrategias a partir de las cuales los niños y niñas dominicanos adquieran las competencias elementales para desarrollar una vida integral en lo personal y lo profesional en el siglo XXI. ¿Qué aspectos deben ser priorizados por las autoridades?

El más urgente, en términos de prioridad, es el relativo a la calidad de la educación medida por un aumento en el nivel de logro de los aprendizajes. Pero no diríamos que deben ser priorizados por las autoridades. Es responsabilidad del conjunto de la sociedad, y así como se creó una alianza social para reclamar por más presupuesto, más todavía debe fortalecerse esa alianza para exigir mejoras significativas en la calidad de la educación. Además de entender que es la educación el único camino para un desarrollo sostenible de la sociedad.

Si de priorizar se trata, deberíamos centrar los esfuerzos en alcanzar las objetivos pendientes en materia de primera infancia. Esta es la etapa de aprendizaje más rentable.

Calidad Se debe priorizar lo relativo a la calidad de la educación medida por un aumento de logro de los aprendizajes».

Primera infancia Deberíamos centrar los esfuerzos en alcanzar los objetivos pendientes en materia de primera infancia. Es la etapa de aprendizaje más rentable».

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8677385/REPUBLICA-DOMINICANA-La-educacion-es-el-camino-a-un-desarrollo-sostenible-11072016

Imagen: http://media.mmc.com.do/el_caribe/multimedia/2016/07/10/8eb530d1c0dfe33027138f58b4677c3e_300x226.jpg

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