Page 310 of 358
1 308 309 310 311 312 358

¿Cómo identificar en kínder a los alborotadores del mañana?

¿Qué pasaría si las escuelas y los hacedores de política fueran capaces de predecir con una buena dosis de fiabilidad a los alborotadores y los casos de éxito del mañana? ¿Y si esto podría hacerse de una manera rentable en el momento en que los niños entran en el kínder?

Una nueva investigación fascinante sugiere que estamos a punto de hacer precisamente esto. La evidencia proviene del Proyecto Fast Track, una intervención integral diseñada para ver cómo los niños se desarrollan a través de sus vidas al proporcionar tutoría académica, el desarrollo de habilidades sociales y la regulación de la conducta. Trabajando en cuatro comunidades diversas y vulnerables en los EE.UU. (Durham, Nashville, Pennsylvania rural y Seattle), el proyecto identificó y evaluó a casi 900 niños de kínder, en tres cohortes sucesivas (1991, 1992 y 1993), y al azar les asignó a un grupo de control o de intervención. El proyecto trabajó con estos niños en durante su trayecto en la escuela, recogiendo datos en puntos claves hasta el presente.

Como parte del proyecto, los maestros de kínder aplicaron la Subescala de Habilidades Prosociales-Comunicacionales de la Escala de Competencia Social a sus alumnos (en grupos de control y de intervención). Esta subescala consta de nueve sencillos ítems. Por ejemplo: si el niño coopera con sus compañeros sin tener que pedírselo, si ofrece su ayuda a otros, si es bueno en la comprensión de los sentimientos, o si puede resolver problemas por su cuenta. No es ciencia espacial. Nada complicado. Sólo nueve preguntas que los maestros pueden responder acerca de sus estudiantes en una escala de cinco puntos: 1) nada, 2) un poco, 3) moderadamente bien, 4) bien y 5) muy bien.

Al analizar la evidencia de esta subescala aplicada solamente a los niños del grupo de control, es decir, aquellos niños que no recibieron intervenciones del proyecto en la etapa del kínder, se encontraron resultados asombrosos.

Casi veinte años después, el ranking de maestros de kínder demuestra ser increíblemente profético. La puntuación de un niño en la subescala de nueve preguntas predice una serie de resultados claves en  adolescentes y adultos jóvenes, incluyendo el graduarse de la escuela a tiempo, entrar y graduarse de la universidad, tener un empleo estable como adultos jóvenes, si reciben asistencia pública, y si han sido arrestados. Todo esto, controlando los factores clave, como la pobreza, la raza, el tener padres adolescentes, la agresión y los niveles de lectura en el kínder. Usted puede adivinar fácilmente qué niños terminaron dónde. Los niños con niveles más altos de habilidades prosociales tienen más probabilidades de alcanzar con éxito los hitos clave como adolescentes y como adultos jóvenes. Aquellos con niveles más bajos tienen más probabilidades de repetir el curso, de estar en la educación especial y/o de ser delincuentes o alborotadores juveniles. De hecho, los niños que obtuvieron una puntuación alta en la subescala señalaron tener cuatro veces más probabilidades de graduarse de la universidad que los que anotaron puntuación baja.

Pensemos en el poder y el potencial que tienen estos resultados. Para niños. Para las escuelas. Para las sociedades. La obtención de estos datos es económica y no invasiva. Y tenerlos puede resultar muy valioso para la identificación de niños en riesgo a una edad temprana y para la focalización de intervenciones eficaces desde el ingreso a la escuela en adelante. Las habilidades socio-emocionales son más maleables que otras (por ejemplo, las cognitivas), lo que significa que necesitan empezar a trabajarse temprano, pero se tiene un período de tiempo más largo para hacer una diferencia. Los niños necesitan formar y mantener lazos significativos con sus pares, con adultos sanos. Y las instituciones como la escuela pueden evitar muchos de los ganchos de riesgo en la vida.

Hay un buen número de programas que pueden ayudar y que han sido rigurosamente evaluados, tales como Fast Track. Los datos como los recogidos por la Subescala Prosocial-Comunicacional pueden informar el proceso de selección y agudizar la focalización. Y, si esto no es convincente, según algunas estimaciones, la costo-efectividad de los programas de aprendizaje social y emocional llega a US $ 11 por cada dólar invertido (Teachers College, 2015).

Comparemos esto con iniciativas difíciles de poner en práctica como la reducción de tamaño de la clase o la de focalizar los programas de capacitación laboral para jóvenes marginales (generalmente los alborotadores) para los que los rendimientos son negativos o intrascendentes.

¿Qué pasa si más escuelas y hacedores de política se dieran cuenta de la evidencia de esta manera? ¿Los alborotadores recibirían el apoyo y las intervenciones que necesitan de manera oportuna y rentable? ¿Habría menos de ellos? ¿Llegarían a convertirse en adultos productivos y veríamos niveles inferiores de delincuencia, de asuntos mentales y otras cuestiones socialmente destructivas?

Mi apuesta es que sí.

Comparte este contenido:

Enfocarse en los mejores maestros para fomentar futuros talentos

A juzgar por las noticias, podría parecer que los políticos en los Estados Unidos se dedican únicamente a participar en intensas luchas políticas internas. Sin embargo, un área donde existe una oportunidad para evitar la paralización política es la educación. Durante el presente otoño, el actual Congreso tiene una última oportunidad para reformular la legislación educativa más importante del país, conocida como No Child Left Behind  Act (ley “Que Ningún Niño se Quede Atrás”). Una de las piezas legislativas más interesantes que podrían formar parte de las modificaciones propuestas es la del senador demócrata Al Franken, que propone establecer un Cuerpo de Profesores para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, según sus siglas en inglés). La crisis en la educación especializada en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas ha sido bien documentada en los Estados Unidos. Los informes nacionales de naturaleza bipartidista lo comparan con una tormenta en formación y un huracán de categoría 5 acercándose rápidamente, y que podría afectar el liderazgo mundial de Estados Unidos en ciencia e ingeniería.

Estoy de acuerdo con esta apreciación, pero la reforma legislativa propuesta es de gran relevancia, más allá de los Estados Unidos.

En América Latina, los niveles de aprendizaje a nivel primario y secundario, junto con las tendencias actuales del empleo, representan un serio desafío. El mercado laboral exige trabajadores con conocimientos y habilidades específicos que les permitan trabajar de manera productiva en las industrias vinculadas a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes abandonan el sistema educativo careciendo incluso de nociones básicas de matemáticas y ciencias. Es muy probable que los problemas de aprendizaje, al menos en parte, sean el resultado de la elevada proporción de profesores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas que están enseñando fuera de su especialidad o que están insuficientemente preparados. Tal vez algunas de las soluciones propuestas por el Senador Franken podrían inspirar a otros países en el hemisferio a tomar medidas similares.
La ley del Cuerpo de Profesores se propone aumentar los sueldos de los maestros que conforman el 5 por ciento de los maestros primarios y secundarios que enseñan ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.El incremento salarial tiene como objetivo ayudar a evitar que los mejores profesores de esas especialidades abandonen la docencia para trabajar en posiciones más lucrativas en el sector privado, un problema que Estados Unidos comparte con muchos países de América Latina.
Los profesores más calificados de los cursos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas pueden a su vez servir de modelos y mentores de otros profesores de esas mismas especialidades, incluyendo a los que recién comienzan. También pueden crear redes con la comunidad educativa experta en esos rubros para compartir prácticas y recursos pedagógicos exitosos. Estos profesores deben enseñar en aquellas escuelas que padecen los problemas más graves de aprendizaje en relación a ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, y que son centros educativos que tradicionalmente enfrentan mayores dificultades para contratar y retener a los buenos maestros de cualquier materia, pero particularmente en las áreas mencionadas.
Si se aprueba, el paquete de medidas propuesto tiene el potencial de crear un grupo muy nutrido de profesores talentosos e inspiradores en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas y que sean capaces a su vez de preparar a los estudiantes para enfrentar un mundo que exige cada vez más habilidades específicas en esas materias, y que les sirva también para el trabajo y la vida.

Comparte este contenido:

Escuelas al CIEN: hipotecar presupuesto y patrimonio educativo

“La escuela al centro” dice el eslogan publicitario. Lo que realmente se ha puesto al centro en materia educativa es el mercado. Dinero de los ciudadanos será entregado a fideicomisos privados que administrarán la Corporación Mexicana de Inversiones de Capital y el Banco Invex. La educación básica pública será historia, como ya ocurrió en Chile y otros países que han adoptado el mismo modelo

Cuando el pueblo boliviano, con Evo Morales a la cabeza del gobierno, impulsó la nueva ley que regiría la educación del Estado Plurinacional de Bolivia en 2010 se enfrentó a las condiciones deplorables y de abandono físico en que recibió las escuelas del país, tras varios años de gobiernos neoliberales que las habían entregado a los padres de familia para su manutención.

En el caso chileno las medidas de participación social recomendadas por Milton Friedman para el financiamiento escolar han derivado en la extinción de las escuelas públicas: ahora son predominantes los colegios totalmente privados y otros que, si bien son parcialmente subvencionados de distintos modos por el Estado, son administrados por corporativos empresariales; en cualquiera de los casos los padres y madres de familia siempre tienen que hacer aportaciones económicas extraordinarias para completar el sostenimiento de la educación de sus hijos.

mexicanos-primero-300El mismo destino ha tenido la escuela pública en los países de América Latina que han seguido las orientaciones de los ideólogos del neoliberalismo y no será diferente para México, a juzgar por el modelo “la Escuela al Centro”, que con pocas novedades en el contexto continental presentó la Secretaría de Educación Pública (SEP) el pasado 25 de enero. En la propia realidad nacional es una modalidad renovada de la vieja fórmula privatizadora que apareció por primera vez en la reforma educativa de 1993 como “participación social”.

El programa vertebral de este nuevo modelo ha sido llamado “Escuelas al CIEN” y es sumamente agresivo para la gratuidad educativa; digamos que se constituye como el mecanismo por excelencia para desarticular el carácter público de la educación. Detrás de la expresión popular que lleva su nombre, haciendo referencia al desarrollo del máximo potencial, en este caso de las escuelas, está el aterrizaje del proyecto empresarial certificados de infraestructura educativa nacional (CIEN).

Para recibir los certificados de infraestructura, las entidades federativas o estados, están obligados a signar un “convenio de colaboración y coordinación para la potenciación de recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples”; previamente, los empresarios han diseñado para el gobierno de México un “fideicomiso” administrado por la iniciativa privada a través de la Corporación Mexicana de Inversiones de Capital, SA de CV, encargada del “fideicomiso de emisión” y Banco Invex encargado del “fideicomiso de distribución”.

En la cláusula segunda del citado convenio, las entidades federativas facultan al gobierno federal para que entregue de manera directa los recursos económicos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) que son para infraestructura educativa, no a las arcas públicas de sus estados, sino al Fideicomiso de Emisión; es decir, aprueban transferir recursos del pueblo al sector empresarial, para que sean administrados por ellos.

Aunque no se utiliza la palabra “deuda”, la operación de “Escuelas al CIEN” obliga a los estados a hipotecar por 25 años sus recursos para infraestructura educativa a Banco Invex, quizás la financiera más grande de América, misma que respalda las tarjetas crediticias de los principales bancos que operan en México y de otras empresas, tales como Volaris y la cadena de tiendas departamentales Liverpool. No hay duda: adquirir certificados de infraestructura es endeudamiento y sumirá más al país en su larga trayectoria de desfalcos que sólo han beneficiado a la corrupta élite política.

Las “Escuelas al CIEN” plantean otros mecanismos de privatización; en su “Normatividad, disposiciones, lineamientos y guía operativa” se establece como requisito la obligación de los Consejos de Participación Social para que sean los padres de familia, y no los docentes, los responsables de la gestión y seguimiento del programa. Una vez culminadas las obras de infraestructura, también se harán cargo del mantenimiento escolar, ya sin ningún apoyo económico, según se indica textualmente en este mismo documento “…con la finalidad de organizar aquellos trabajos de mantenimiento preventivo y menor de las instalaciones escolares, los cuales por su sencillez y bajo costo son susceptibles de ser realizados por los integrantes de la comunidad”.

En realidad, no hay un ejercicio de presupuesto participativo porque las decisiones de su aplicabilidad son con base en el diagnóstico que presenta unilateralmente el Instituto Nacional de Infraestructura Educativa (INFED), sin tomar en cuenta a la comunidad escolar. De ese modo observamos decisiones erradas que no consideraron a las escuelas de carencias agudas, las que de verdad no cuentan con nada, pero aparecen aquellas cuya visibilidad pueden redituar capital político al señor Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública.

La verticalidad de “Escuelas al CIEN” inhibe los procesos de autorganización comunitaria y de gestión democrática desde la verdadera autonomía; no posibilita la participación de las personas con oficios en la comunidad, barrio o colonia ni el desarrollo de la economía local y solidaria entre familias. Su extremada burocratización reduce la intervención de los padres de familia a la gestión administrativa y la celebración de contratos de construcción para entregar recursos económicos al sector empresarial; eso, más que autonomía de gestión, es control social, privatización y desviación del dinero público.

infraestructura-educativa-.600

Para que los dineros del programa no sean “mal gastados”, la normatividad permite al INFED “celebrar acuerdos y convenios con asociaciones civiles, fundaciones, patronatos y/o instituciones educativas, a efecto de sumar esfuerzos y colaborar en el incremento de planteles educativos a beneficiar”, lo que implica carta abierta para que en esta iniciativa, de por sí contaminada de intereses lucrativos, grupos como Mexicanos Primero –que han diseñado planes de acompañamiento y asesoría para la rendición de cuentas– interfieran en los Consejos de Participación Social para que no haya desviaciones que no tengan como último destino la economía de los empresarios.

Si bien la normatividad de “Escuelas al CIEN” exige, tan sólo como requisito, la acreditación de la propiedad donde se llevará a cabo el programa, en la vía de los hechos los maestros y padres de familia han denunciado que se ha estado solicitando el resguardo de los documentos de propiedad originales, lo que por naturaleza genera desconfianza porque implicaría hipotecar las escuelas y el riesgo de que en el mediano plazo pasen a ser propiedad privada; ésta no es una simple especulación, sino que se fundamenta en la experiencia de otros países donde se ha instrumentado este mismo mecanismo de despojo del patrimonio público.

La SEP no está poniendo la escuela al centro, sino el mercado: el interés privado de una oligarquía que asedia la escuela pública; de frente a esta amenaza debe resurgir la conciencia nacional para defender la gratuidad educativa. No es suficiente remembrar un aniversario más de la Constitución y menos cuando sus principios están siendo violentados, por eso me sumo a la propuesta de un nuevo Constituyente Popular que recupere la soberanía a nuestro país, pero también me adhiero al esfuerzo que varios investigadores y académicos, conjuntamente con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) están convocando para encontrarnos en un gran Diálogo Nacional por la Educación hasta construir un modelo educativo desde sus actores, desde las necesidades más sentidas de los mexicanos.

Lev Moujahid Velázquez Barriga*

*Doctor en Pedagogía Crítica y Educación Popular, miembro de la CNTE en Michoacán

Comparte este contenido:

Nicaragua. Las metas escolares están establecidas en las Rutas Educativas

La última estrategia educativa que desarrolló el Mined culminó el año pasado, pero hasta el momento se desconocen sus resultados.

Nicaragua/26 abril 2016/ Autora: Jeniffer Castillo Bermúdez/ Fuente: http://www.laprensa.com.ni/

A pesar de que el Ministerio de Educación (Mined) ya inició el segundo semestre del año escolar, las escuelas siguen funcionando sin una Estrategia Nacional de la Educación como la ejecutada entre 2011 y 2015.

Hasta la fecha, comenta Fausto Mejía, director del colegio Flor de Sacuanjoche, en Managua, las autoridades educativas orientaron la ejecución de las llamadas Rutas Educativas que —entre otras cosas— promueven la convivencia y fraternidad, el amor por la madre Tierra y la vida bonita y sana.

“El Ministerio de Educación está haciendo mucho énfasis en cuanto a las Rutas Educativas que es la que persigue el modelo de calidad en la Educación. El objetivo de estas Rutas Educativas es hacer más y con amor el trabajo de la Educación”, explica Mejía quien afirma que esas rutas son la nueva estrategia escolar orientada por el Mined.

No obstante, apunta el director del Foro Educación y Desarrollo Humano (FEDH), Jorge Mendoza, el país requiere de una Estrategia Nacional de la Educación o un plan estratégico de mediano y largo plazo que asegure la calidad, pertinencia y continuidad educativa.No obstante, apunta el director del Foro Educación y Desarrollo Humano (FEDH), Jorge Mendoza, el país requiere de una Estrategia Nacional de la Educación o un plan estratégico de mediano y largo plazo que asegure la calidad, pertinencia y continuidad educativa.

“Deben concentrarse, en el caso de Nicaragua, en un documento de estrategia, de planificación estratégica, en una estrategia, en un plan decenal, en un plan nacional que pueda encausar los esfuerzos de toda la sociedad nicaragüense y no solamente del Estado”, señala Mendoza.

Este año escolar inició el pasado 8 de febrero sin una estrategia clara. Mejía dice que los principales objetivos propuestos por el Mined son la cobertura y permanencia de los estudiantes en las aulas.“La vigencia del plan estratégico 2011-2015 terminó precisamente el pasado año e iniciamos el 2016 rumbo a las metas del 2030 sin un plan estratégico”, dice Mendoza. Lea también: Año escolar 2016 iniciará sin estrategia. Nicaragua, entre otras cosas, se comprometió a garantizar la calidad escolar y aumentar los presupuestos educativos como parte de los retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Educación para Todos.

MEJORAR LA CALIDAD

“Las Rutas Educativas tienen sus valor positivo en el sentido que están dando una serie de contenidos de tipo ecológico, de tipo cívico que pueden mejorar las condiciones de tipo ambiental en la educación nacional, pero volvemos a insistir…hace falta articular los planes nacionales con los planes de desarrollo de nación”,  afirma Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro Educación y Desarrollo Humano. Este año, el Ministerio de Educación (Mined) inscribió un poco más de 1.6 millones de estudiantes en preescolar, primaria y secundaria.

Fuente de la Noticia:

http://www.laprensa.com.ni/2016/04/26/nacionales/2025191-las-metas-escolares-estan-establecidas-en-las-rutas-educativas

Información de la Foto:

Los docentes reciben las orientaciones durante los Talleres de Evaluación, Planificación y Capacitación Educativa (Tepce). Ahí también planifican los temas que imparten a sus alumnos. LA PRENSA/ J. CASTILLO

Comparte este contenido:

Greenpeace: Carne hormonada, fracking y transgénicos: llega el TTIP

Muy poca gente conoce qué se esconde tras esas siglas. TTIP. No suena tan mal. Extraño, quizás. Lo mismo que su hermano menor, el CETA. Si explicamos que son tratados de comercio con EEUU y Canadá, tampoco parece algo negativo. Pero basta rascar un poco para darse cuenta del calado de lo que se esconde tras esas siglas.

Argumentan que estos tratados eliminarán “barreras al comercio” y ayudarán a la “armonización regulatoria”. De nuevo, frases que a priori podrían sonar bien. En la práctica, esta armonía va a caer toda del mismo lado y va a suponer una enorme transferencia de poder desde la ciudadanía hacia las grandes empresas, amenazando muchos de los principales avances logrados estos años en materia de medio ambiente y derechos de los consumidores. Por ejemplo, el TTIP puede abrir de par en par las puertas a transgénicos o fracking, contra los que llevamos años luchando.

El TTIP contempla la creación de un tribunal para que las compañías puedan demandar a los gobiernos si consideran que sus inversiones se ven perjudicadas por la legislación de cada país. Y la «armonización» (a la baja) de los criterios sobre salud y medio ambiente de productos y servicios nos dejará más desprotegidos como ciudadanos y consumidores frente a las grandes empresas. Esto ya suena peor, ¿no?

Pese a lo desconocido del tratado, las negociaciones sobre el TTIP comenzaron en 2013 y hasta la fecha se han celebrado 13 rondas negociadoras entre las delegaciones de la UE y EEUU pero el texto de las negociaciones sigue siendo secreto.

La visita a Hannover del Presidente Obama este pasado fin de semana ha tratado de dar un impulso a este acuerdo, en vísperas del comienzo de la próxima ronda de negociaciones entre ambas delegaciones que están teniendo lugar esta semana en Nueva York. La visita tuvo la réplica en forma de numerosas protestas. Más de 50.000 personas se echaron a la calle para protestar y mostrar su oposición al tratado yactivistas de Greenpeace descolgaron una pancarta en la que junto al rostro de Obama se podía leer: Yes, we can stop TTIP (Sí, podemos parar el TTIP).

Porque cada vez más ciudadanos tienen claro que el TTIP les va a afectar y mucho. Y cuanto más se conoce, más crece la oposición a esta negociación secreta y que va a condicionar el futuro de millones de ciudadanos. Desde Greenpeace vamos a seguir diciendo NO al TTIP. Y NO al CETA.

Comparte este contenido:

Youth Resistance Unleashed: Black Lives Matter

“Those who kill their own children and discriminate daily against them because of the color of their skin; those who let the murderers of blacks remain free, protecting them, and furthermore punishing the black population because they demand their legitimate rights as free men—how can those who do this consider themselves guardians of freedom?”

Che Guevara
Before the United Nations
12-11-1964

In my lifetime young people rose up to challenge and change the world in Little Rock and Birmingham, in Soweto and Tiananmen, in Palestine and Chiapas. In the last decade we saw the rise of Arab Spring and Occupy, and now we are in the midst of vivid mass resistance to the police killing of unarmed Black men and women spurred by the death of Michael Brown in Ferguson, Missouri. Now and historically, it is the youth who reject taken-for-granted injustices.[1] In this moment, young people are the social actors – the leadership, catalysts,  the activists, and the organizers – who seized and defined a continuing travesty of North American life: the police murder of Black lives. Rising up against the thickening layers of institutionalized white supremacy, young people are insisting that Black Lives Matter.

Black Youth Project 100 action to #DecriminalizeBlack (Photo Credit: Sarah Jane Rhee)

With their radical impulse to revolt, that spirit of hopefulness and possibility, the laser-like insight of adolescents into the hypocrisies of the adult world, propel youth to break the rules, resist together, and transcend the immoral status quo. Inspired by the courage and determination of Ferguson youth, young people across the nation walked out of schools, sat-in, died-in, blocked highways and bridges – becoming the fresh, searing forces for equality, racial justice, and dignity.

Youth were not unaware of the risks they were taking by challenging police violence. In fact, it is young people who were painfully and brutally aware of the police targeting of Black youth, and pervasive US institutionalized de-valuing of Black lives.

Though many young activists had already been challenging police violence and the criminalization of Black lives in their own communities, the harrowing, police stalking and shooting of unarmed teenager Michael Brown on August 9, 2014 in Ferguson, Missouri, became the spark that generated a fresh wave of youth uprisings. This new movement in the long struggle for racial justice brought young people together across the country to become more than the sum of their parts.

The activism of the Black Lives Matter movement not only illustrates the brilliance and clarity of young people, but also flies in the face of popular currency that children and youth are less competent, less thoughtful, less wise and more dangerous than adults. The continuing reality of young people as social actors stands in opposition to official policies of silencing, suppressing, expelling and punishing our youth, depriving them of an education and denying their creativity and right to be heard.

Think of young peoples’ loss of rights, for example, through truancy laws; school censorship of high school newspapers, email communication and graduation speeches; the banning of books; relentless harassment and violence against LGTBQ and trans youth; school locker searches and drug testing without reasonable suspicion or due process; school zero tolerance policies that include punishments, school suspensions and expulsions, gang terrorism profiling, stop and frisk, and the calling of police for minor misbehavior. Control, cameras, drug searches, testing, arrests, and school exclusion have replaced dignity.

Rights vs. protections and the myth of the “Superpredator”

Children and youth, in fact, are whole persons who bear human and constitutional rights. They are inevitably an active part of their time and place, their culture and community, their race, class, and ethnicity, and their extended family. Simultaneously, they may also be more vulnerable, more easily manipulated and used by adults, such that they must be, to the extent possible, protected, sheltered and insulated from serious harm, both from their own impulses, and adults who might prey upon them or use youth for their own purposes. This is why human rights activists, for example, advocate for children to be protected from the harshest consequences of war and hazardous labor and family violence.

Of course, young people are becoming-persons, not yet fully adults; but what kind of a person is a child? In considering children as social actors, this contradiction is worthy of continuing deliberation and nuance. How can society heed this paradox – rights versus protections – and tilt toward children as bearers of rights while taking the responsibility for providing youth with equal access, due process, Constitutional rights, economic rights, and human rights? Are youth not right to see the adult world as compromised, duplicitous, and worst of all—indifferent to the crimes and suffering around them?

Children were acknowledged as Constitutional persons almost fifty years ago in the landmark U.S. Supreme Court case of In re Gault.  Yet the with the subsequent repressive wave to restrict their active whole personhoods, U.S. courts and legislators have shrunken the Constitutional rights of children by constricting or eliminating their rights to speech and expression, association, action, education, privacy, health care, due process, equal protection, and their right to liberty (by depriving them of liberty). This has been done in the name of either protecting them and “saving” them from themselves, or by constructing some children as superpredators, fearful, larger- than-life monsters, wolf-packs and gangs out to rob, rape and even kill (white) adults. Consequently, specific populations of children are seen as dangerous and capable of destroying civilization.

The diabolical invention of the 1990s youth predator by law enforcement, academics, and the mass media resulted in the harsh criminalization of youth of color– subjecting them to arrests, incarceration, trials in adult criminal courts, and extreme sentencing. The profound echo of young Black men as “superpredator” would arise again with the Ferguson grand jury testimony of Officer Darren Wilson, who saw in Michael Brown someone enormous, looming up and becoming larger even after being stalked and shot by Wilson six times.

It looked like a demon,” Wilson told the grand jury.

Fully 75% of youth who are locked up are confined for non-violent offenses. Racial and ethnic disparities are unconscionable, but the naked disproportion of who is arrested, beaten, and killed characterize the entire youth justice system.[2]

At its best, contemporary analysis of children and adolescents recognizes the dialectical nature of youth: being and becoming, categorically less culpable than adults, and with enhanced prospects for recovery, rehabilitation, and “attaining a mature understanding of [one’s] humanity.”[3]  Diminished culpability is not, however, the same as lesser competence or capacity.  Culpability is commonly misunderstood, and the current conversations about adolescent development research frequently becomes an imprecise discourse that easily collapses into language of lesser adolescent competence or moral action.

Military arsenal deployed against Ferguson protesters

The story of the Aug. 9, 2014 police killing of Michael Brown stayed in the news because the young people in Ferguson refused to leave the streets. And although the protests there and nationally was one of the broadest and most sustained radical coalitions in decades, the protesters themselves were largely young, black, queer, poor, working-class, secular, women and trans.

The young people of Ferguson did not back down in the face of a highly militarized small town police force armed with federally-funded Kevlar helmets, assault-friendly gas masks, combat gloves and knee pads, woodland Marine Pattern utility trousers, tactical body armor vests, some 120 to 180 rounds for each shooter, semiautomatic pistols attached to their thighs, disposable handcuff restraints hanging from their vests, close-quarter-battle receivers for their M4 carbine rifles and Advanced Combat Optical Gunsights[4].

There are scattered reports of stun grenade use in Ferguson, also known as flashbangs or flash grenades. This weapon of choice for American SWAT teams (and Israeli soldiers) originated within British Special Forces more than four decades ago. Ostensibly less than lethal, stun grenades have been known to kill or severely injure numerous victims, and the device was recently in the news for burning a 19-month-old baby in Georgia, resulting in a coma, during one of the thousands of domestic police raids this year. They are designed to temporarily blind and deafen, thanks to a shrapnel-free casing that is only supposed to emit light and sound upon explosion

The grenade launchers used against unarmed youth in Ferguson included the ARWEN 37, which is capable of discharging 37mm tear gas canisters or wooden bullet projectiles. The police used tear gas unsparingly in Ferguson. The Chemical Weapons Convention of 1993 actually bans the gas as a permissible means of warfare. Then again, it is allowed for domestic riot control, and nations like Turkey, Bahrain, Israel and the United States who have exploited the loophole to great avail. Tear gas sucks out your organs, hogs your oxygen and burns you inside and out. Interim blindness and extended coughing fits are common, as well as an overall sense that you are dying or dead. These are police weapons against an unarmed, Black, civilian, domestic population.

The use of “pepper balls” is lethal; the Boston Police Department banned them after a young woman was killed by one which passed right through her eye and skull to the brain. She was guilty of being present in a rowdy crowd after a Red Sox/Yankees game in which the former won. The same goes for the rubber bullets, wooden bullet projectiles, and beanbag projectiles on view with the police in Ferguson

Contemplate the Ferguson police department’s possession of the BEARCAT G3, the SWAT team’s version of the military’s Mine Resistant Ambush Protected (MRAP) vehicle, or its MRAP All Terrain Vehicle. This armored tank was donated to the Ferguson police by the US Department of Homeland Security.  There are no known mines or IEDs in Ferguson, an ambush is unlikely, so the decision of the St. Louis County Police Department to roll out (or even own) one of these tanks is apparently the contemporary version of fire hoses and dogs.

K-9 dogs. Yes, the 2014 St. Louis County and Ferguson Police Departments also used growling German shepherds to threaten demonstrators. In addition, these police forces had access to the Long Range Acoustic Device (LRAD), which emits a sound so pain-inducing that is causes bleeding from the ears. LRADs were also on display (though not used) during the Chicago anti-NATO demonstrations in 2011. On top of all this, the police department of Ferguson – a police force that is 94% white, in a town that is 67% Black – not only possessed an armored personnel carrier and weapon loads to intimidate demonstrators, carried out surveillance of the protesters from an MD Helicopter 500 Series in the sky above Ferguson.

Vibrant transformation of the possible

The fierce young, unarmed and highly disciplined young people who dared to stand up against police violence are to thank for revealing to the US public that the war-making hardware, paid for by our tax dollars, is coming home to police forces for use against the Black, Latino, indigenous communities and to patrol US borders.

This military-grade weaponry of the police in Ferguson was not about riot control during the long months leading up to the grand jury verdict in the murder of Michael Brown. It was the arsenal of white supremacy and racial oppression.

In the face of this violent intimidation, young people continued to peacefully demonstrate in Ferguson and to document their struggle at websites like Ferguson Action and using Twitter hashtags like #SHUTITDOWN.

Created in the crucible of Black Lives Matter is a new generation of young, African American organizers and activists, with experience in strategy development, tactics, decision-making under pressure, coalition building, and clarity about long range, radical goals, about their vision. They are savvy and wise, filled with love and caring for each other and for everyone who has suffered the terror of police violence: youth, their families and loved ones, allied people of color, trans and LGBTQ youth, native and Palestinian people, victims of police violence and whole communities.

Thus the Chicago struggle for city reparations for those who suffered police torture and subsequent decades on death row or juvenile life without parole before they were exonerated utilizes art, performance, persistence and unlikely allies. New York activists agitate for divestment from corporation that construct and operative for-profit prisons. There are movements to end solitary confinement from California to Rikers Island, and renewed efforts to commemorate and open old cases of lynchings across the nation.  The struggle for dignity and justice continues in immigrant rights struggles and the fierce, elegant courage of the youth and dreamers who have seamlessly embraced their queerness, their multiple heritages, and their human rights.

All this indicates a vibrant transformation of the possible. Police torture and killing of African Americans is visible, no longer background normal, as Black youth resist being branded as criminals at birth. Their resistance is communal, shared, and collective.

Can we hold the moment? Do we have the knowledge that young people are capable of seeing and seizing what adults cannot imagine?  In the uncertainty and complexity of civil strife and disciplined rebellion, shall we see children and young people capable of being agents of their own liberation?


[1]   Sources for the Ferguson story include: Darryl Pinckney, Ferguson and Resistance Against the Black Holocaust, © 2015 The New York Review of Books, Distributed by The New York Times Syndicate;Chris Crass, SpeakOut | Op-Ed; Kevin Zeese and Margaret Flowers, Ferguson Exposes the Reality of Militarized, Racist Policing, Popular Resistance | News Analysis; Adeshina Emmanuel, Ferguson Case Highlights Need for National Data on Police Shootings, The Chicago Reporter .

[2]  See the website of the W. Haywood Burns Institute, at www.burnsinstitute.org for racial and ethnic disparities at every stage of the youth justice system.

[3] See the trilogy of U.S. Supreme Court cases and the accompanying Amicus briefs: Roper v. Simmons(2005) , Graham  v. Florida (2010), and Miller v. Alabama (2012).

[4] See Radley Balko’s Rise of the Warrior Cop: The Militarization of America’s Police Forces (2013) for this research, photos, and the following details of Ferguson police weaponry.

 

Comparte este contenido:

OREALC UNESCO: Las carreras docentes en América Latina. La acción meritocrática para el desarrollo profesional

Este informe revisa la situación actual de las carreras docentes en América Latina. Para ello se han registrado las regulaciones de dieciocho países de la región sobre la base de cuatro ejes: los mecanismos de acceso a la carrera docente, las estrategias de promoción laboral, los procesos de evaluación de la función docente y los procedimientos de salida de la carrera. Posteriormente, se hizo un énfasis particular en los programas de incentivos y estímulos al trabajo docente desarrollados en la región.

Las carreras docentes latinoamericanas son plataformas legales heterogéneas en cuanto a su naturaleza jurídica, su orientación técnica y su organización interna. Esto es debido al extendido periodo de tiempo que abarcan estas regulaciones. Para el 2014 coexisten en la región carreras diseñadas y aprobadas en los años 50, junto con la regulación más reciente de año 2013.

No obstante, es posible organizar las carreras docentes latinoamericanas en tres grupos, a partir de dos características: la amplitud y longitud de la carrera, medida desde las estrategias de promoción horizontal y vertical, y la incorporación de mecanismos de evaluación con consecuencias de alto impacto; es decir, evaluaciones del desempeño de los maestros que pueden devenir en la pérdida de la estabilidad laboral.

En el primer grupo se encuentran la mayoría de regulaciones de la región. En todas ellas, la dinámica de la carrera está basada en criterios como la antigüedad y la acumulación de certificaciones. No solo no está prevista la evaluación del desempeño, sino que la estabilidad laboral está asegurada por el Estado, salvo casos tipificados por actos reñidos con la moral y la ética, o por procesos ordinarios de jubilación.

En el segundo grupo se encuentran aquellas carreras que están fundamentadas en las carreras de primera generación, pero que sin embargo presentan algunos rasgos propios de las nuevas carreras. En la mayoría de los casos estos rasgos están vinculados con la evaluación del desempeño.

La segunda generación de carreras es el tercer grupo. Son las más recientes y están diseñadas bajo enfoques estrictamente meritocráticos. En estas carrerasla estabilidad laboral está asociada a los resultados de evaluaciones de desempeño y suelen privilegiar la promoción horizontal.

La región requiere desarrollar investigación sobre los resultados de la implementación de las nuevas generaciones de carreras docentes, que permita utilizar información específica que complemente las orientaciones ideológicas de las reformas. Mientras eso suceda, es posible tener en cuenta algunas consideraciones generales que sirvan a la implementación de dichas carreras y al diseño de futuras regulaciones.

En el futuro, los diseños de nuevas carreras, así como la implementación de las más recientes regulaciones deberían buscar reconocer y premiar el mérito sin perder la esencia colectiva de la educación. Esto se constituye en un primer gran reto que las políticas de regulación docente deben enfrentar. En esta misma línea de desafíos se debería incluir en las carreras más alternativas de promoción laboral y nuevas posibilidades de espacios de trabajo; establecervínculos entre las carreras y los planes de formación en un marco de políticas docentes integrales; elaborar marcos de desempeños, estándares o competencias específicas sobre la función y la práctica docente; diseñar regulaciones específicas alineadas con el marco jurídico nacional; y formular planes integrados de estímulos e incentivos al desempeño docente.

Las carreras docentes en América Latina tienen el reto principal de constituirse en instrumentos de desarrollo profesional que contribuyan al fortalecimientode la profesión y, consecuentemente, a la elevación de la calidad educativa.

Libro esta disponible en este enlace: http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002440/244074s.pdf

Comparte este contenido:
Page 310 of 358
1 308 309 310 311 312 358