Chile: La calidad de la educación es visible a nuestros ojos

América del Sur/Chile/25 Junio 2017/Fuente: elurbanorural/Autor:Educación

Así lo aseguró directora regional de Integra en el marco de la cuenta pública, agregando que hoy existe un crecimiento y una inversión institucional que prioriza en lo que más impacta en el desarrollo pleno y aprendizajes de los niños.

El jardín Conavicoop de Rancagua fue el escogido por Integra O’Higgins para rendir la cuenta pública de la institución dedicada a la enseñanza de calidad de la primera infancia, hasta donde llegaron autoridades regionales como el Director del Servicio de Salud, Claudio Castillo.

Con la presencia además de la comunidad educativa (padres, apoderados, equipo educativo y niños) del establecimiento y el equipo directivo de Integra, su máxima autoridad regional, Patricia Pino, dio cuenta de lo realizado durante el 2016.

Millonaria inversión

En 2014 Integra definió el soñar una institución educativa sostenible en el tiempo, que perdurara y trascendiera en la vida de sus trabajadores y trabajadoras por el despliegue de sus talentos y ambientes laborales bientratantes y en niños, y familias a través de contextos educativos de bienestar, desarrollo y aprendizajes para la vida. Así se elaboró la carta de navegación, recogiendo la experiencia de más 20 años dedicados a la educación y bienestar de los niños y escuchando la voz de toda la comunidad Integra.

“Ese sueño, hoy es una realidad: “la calidad de la educación es visible a nuestros ojos”. Hoy damos cuenta de un crecimiento y una inversión institucional que prioriza en lo que más impacta en el desarrollo pleno y aprendizajes de los niños”, sostuvo Patricia Pino.

En términos numéricos tras 26 años de historia, la educación parvularia de Integra está presente en 27 comunas de la Región de O’Higgins. El 2016 se atendió a 4.762 niños, en 67 jardines infantiles de administración propia y 2 de administración delegada, más 8 localidades con el jardín sobre ruedas, presentes en las comunas de Rancagua, Mostazal,  Doñihue, Las Cabras, Chépica.

De 2013 a 2016, la matrícula se incrementó en un 21%; lo que se tradujo en 811 niños más. En el mismo período, la dotación de trabajadores se incrementó en un 44%; 373 personas más.

Dada la característica de país sísmico, Integra O’Higgins adquirió 14 carros de evacuación para 3 jardines infantiles; por cada $ 100 invertidos en Integra, $86 son destinados directamente a la atención de los niños y $14 a direcciones regionales y nacionales.

En Integra el ambiente físico educativo es considerado como el tercer educador, donde se favorecen los aprendizajes, fortaleciendo el juego en ambientes de bienestar: “No concebimos una educación de calidad sin la existencia de ambientes físicos, cómodos y seguros para niños y adultos, con equipamientos y materiales en cantidad suficiente, pertinentes, desafiantes y estéticos que sensibilizan frente al mundo natural, cultural y cotidiano y que promueven el juego y la creatividad”, explicó Patricia Pino.

En tal sentido por concepto de la meta presidencial de aumento de cobertura se generaron 1.636 nuevos cupos en 72 nuevas aulas (de niveles de sala cuna y de párvulos), lo que implicó una inversión de más de 15.500 millones de pesos.

Integra pertenece a la Red de Fundaciones de la Dirección Sociocultural de la Presidencia de la República. Con 26 años de experiencia, es uno de los principales prestadores de educación parvularia en Chile.

Fuente de la noticia: http://elurbanorural.cl/la-calidad-de-la-educacion-es-visible-a-nuestros-ojos/

Fuente de la imagen: http://images.elurbanorural.cl/2017/06/INTEGRA-CUENTA-PÚBLICA2.j

Comparte este contenido:

Cuba: El mejor sistema educativo de América Latina y del Caribe

Centroamérica / Cuba / 4 de septiembre de 2016 / Por: Radioreloj.cu

Hace unos días el Banco Mundial publicó un informe sobre la problemática de la educación en América Latina y el Caribe, y los principales retos a los que se enfrenta.De acuerdo con esa institución ningún sistema escolar latinoamericano puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales, con la notable excepción de Cuba.

El informe asevera que nuestro país es reconocido internacionalmente por sus éxitos en ese sector, con un servicio social que supera el de la mayor parte de los países en vías de desarrollo y comparable al de las naciones desarrolladas.

El Banco Mundial recuerda que la elaboración de buenos sistemas educativos es vital para el porvenir de América Latina y el Caribe y pondera el ejemplo de Cuba, que ha alcanzado la excelencia en ese campo y es el único país del continente que dispone de un cuerpo docente de alta calidad.

Fuente: http://www.radioreloj.cu/es/noticias-radio-reloj/educacion/el-mejor-sistema-educativo-de-america-latina-y-del-caribe/
Foto: data:image/jpeg;base64
Comparte este contenido:

Entrevista: “ Las aulas están llenas de equipos, ordenadores, pizarras digitales, etc. y sin embargo seguimos viendo prácticamente las mismas metodologías que hace 30 años ”

Entrevista a Entrevista a Federico Malpica, Doctor en Ciencias de la Educación, fundador y director del Instituto Escalae para la Calidad de la Enseñanza-Aprendizaje

Nuevos enfoques didácticos como el trabajo colaborativo, el trabajo por competencias y la pedagogía inversa o flipped classroom hacen necesaria la aplicación de metodologías de aprendizaje innovadoras.

¿Cómo han influido las TIC  en las nuevas metodologías didácticas?

Desgraciadamente, parece que cada vez con más insistencia, se introducen las nuevas tecnologías siguiendo el camino contrario al que sería conveniente para mejorar la calidad de lo que se hace en las aulas. Parece que las metodologías didácticas deben estar al servicio de las TIC y no al revés. Un discurso tal vez propiciado por el mercado de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, por la presión que ejerce la sociedad, las familias y otros colegios que están introduciendo máquinas y aplicaciones en las aulas de manera discriminada y sin un proyecto claro. No hay industria donde las TIC hayan sido introducidas sin mejorar claramente lo que se hacía… excepto en la educación. La prueba está en que hoy día las aulas están llenas de equipos, ordenadores, pizarras digitales, iPads, etc. y sin embargo seguimos viendo prácticamente las mismas metodologías que hace 30 años. La pregunta clave no es: ¿Qué tecnología implementamos? La pregunta clave es: ¿Cómo conseguimos que nuestro alumnado aprenda lo que le hemos prometido? A partir de aquí debemos pensar cómo la tecnología puede facilitarnos la tarea. El discurso de: «si implantamos las TIC seguramente los docentes acabarán siendo más innovadores» no es válido ni coherente y lo que es peor, puede producir el efecto contrario en los docentes.

¿Qué características tendría la metodología didáctica ideal? ¿Qué aspectos frenan su aplicación (recursos, formación, tiempo, planificación…)?

La metodología didáctica ideal es como el unicornio azul, no existe. Y no puede existir porque no todos los centros ni los sistemas educativos pretenden que su alumnado aprenda lo mismo. No hay metodología buena ni mala, porque depende de aquello que debe aprenderse. La metodología didáctica es un medio y por tanto, no tiene un fin en sí misma. Es el aprendizaje que pretendemos conseguir es el que tiene un fin en sí mismo, por eso le llamamos finalidad educativa, y cualquier metodología didáctica debería ser tan solo un medio para conseguir dicho aprendizaje. Por eso es inadecuado adoptar metodologías didácticas «innovadoras» sin una reflexión sobre lo que queremos que aprendan nuestros alumnos y alumnas. O peor aún, adoptarlas porque las consideramos buenas por sí mismas, porque son modernas, porque las tienen los colegios de referencia o porque lo recomienda el autor de moda. Lo que sí podemos afirmar es que hay metodologías didácticas más o menos adecuadas, en función de su capacidad para proveer una enseñanza que lleve a los aprendizajes pretendidos.

¿Es necesario que los centros formativos se replanteen sus metodologías a la hora de diseñar un curso?

Depende. Lo que es necesario seguramente es que los centros formativos tengan clara una visión compartida del aprendizaje que quieren conseguir. Es decir, que todo su profesorado, equipo directivo y comunidad educativa tengan claro y comulguen con un mismo perfil competencial del alumno que pretenden formar y que trabajen desde cada aula y desde cada decisión de centro por conseguirlo. A partir de aquí, en función de la realidad de cada centro, sería posible definir si es necesario replantear metodologías o más bien reconocer lo que ya se realiza como adecuado para que los alumnos aprendan.

¿Qué diferencias existen entre la innovación y la creatividad?

Entiendo que son dos conceptos los cuales tienen relación pero que se refieren de cuestiones diferentes. Para mí la creatividad tiene más relación con la capacidad de buscar nuevos caminos, alternativas y de construir, diseñar o inventar algo que antes no existía. Es la actividad humana que más nos acerca a lo «Divino» y que nos diferencia del resto de especies.

En cambio, la innovación para mí es un proceso por el cual se llega a una nueva solución que mejora la forma en la que realizamos una tarea para conseguir un resultado o producto final adecuado. Por tanto, la innovación requiere creatividad, pero también requiere pensar en la optimización, en la eficiencia y la eficacia, pensar las personas que intervienen en el proceso y en el contexto donde se desenvuelve. En innovación interesa sobre todo, conseguir un nuevo resultado más adecuado. Cambiar para llegar al mismo resultado no es muy innovador. Decir en un centro que implantamos una metodología muy innovadora para acabar con los mismos resultados en el aprendizaje de los alumnos no tiene sentido. De la misma manera, a veces la innovación no pasa por desarrollar algo nuevo del todo, sino por hacer más eficiente, más consistente, o darle otro enfoque a aquello que ya realizamos en el centro.

¿Qué aspectos dificultan la innovación educativa y cuáles la propician?

Nuestra profesión docente es una de las más complejas que existen dado el número de variables interrelacionadas que afectan el resultado del aprendizaje, factores relacionados con el aula, con la familia y con el entorno socio-cultural de cada alumno. Esta complejidad dificulta la toma de decisiones sobre qué y cómo innovar. Además, en nuestra cultura profesional aún persiste la idea de que cada docente tiene su aula, sus alumnos y su programa. Aún no se ha generalizado la idea de pensar que son nuestras aulas, nuestros alumnos y nuestro programa. Esto dificulta la generalización de las innovaciones, su consistencia y su viabilidad a largo plazo, por lo que cuesta ver nuevos resultados en el aprendizaje de los alumnos. En general, en educación es fácil dejarnos llevar por la inercia. Cada año se puede hacer lo mismo y seguir funcionando. Según el informe TALIS (Teaching and Learning International Survey) sobre la práctica educativa llevado a cabo por la OCDE en 32 países, se confirma esta tendencia pues sugiere que los docentes, a diferencia de otras profesiones, comienzan a dar clase sin la idea clara que con los años su práctica profesional de verá transformada por la investigación.

Por otro lado, si pensamos en aspectos que propicien la innovación, sabemos que la única forma de innovar es hacerlo de forma que todos los docentes de un centro adopten prácticas educativas que sean comunes. Una metodología que sólo implementan unos cuantos docentes no puede considerarse una innovación porque, ¿qué posibilidades tiene de influir en el resultado global del aprendizaje en nuestros estudiantes? Sin la consistencia adecuada, el resultado no será nunca el esperado. Existe una diferencia entre una innovación que garantiza un resultado de aprendizaje y una anécdota que puede ser interesante para quien la aplica pero es poco eficiente para quien la recibe.

En su libro «8 ideas clave para transformar la práctica educativa» hace hincapié en la necesidad de buscar la calidad en el aula, ¿cómo se identifican las prácticas educativas adecuadas?

Todos los informes que se hacen sobre calidad educativa afirman que la calidad no puede llegar más allá de la capacidad de los docentes para desarrollar una práctica educativa adecuada. Sin embargo, antes de preguntamos qué es una buena práctica educativa, debemos hacernos dos preguntas anteriores. La primera es «¿Qué aprendizaje queremos conseguir, es decir, que deben saber, saber hacer y ser los alumnos al terminar su formación?». De esta manera tendremos un primer referente, en este caso ideológico, para determinar una práctica educativa adecuada. Si sabemos lo que queremos conseguir en los alumnos, la segunda pregunta es: «¿Y esto, cómo se aprende?». La respuesta a esta pregunta es técnica, y por tanto, debemos contestarla desde los principios psicopedagógicos del aprendizaje, es decir, a lo que sabemos sobre cómo aprendemos las personas.

Una vez contestadas estas dos preguntas, ya podemos preguntarnos: «Y esto, ¿cómo se enseña?». La respuesta será la práctica educativa más adecuada.

Un ejemplo es el siguiente: si queremos que nuestros alumnos sepan argumentar cuando acaben su formación, y determinamos que existe un principio del aprendizaje el cual nos dice que las personas aprendemos la argumentación a partir de modelos y práctica consistente de lo más simple a lo más complejo, con ayuda y reflexión, entonces ya sabemos cómo deberíamos enseñar en las aulas. En todas ellas debería haber actividades que incluyeran estos pasos para garantizar que nuestros alumnos realmente dominaran la argumentación al acabar sus estudios.

¿Qué importancia tiene la evaluación para garantizar la calidad en el aula?

La evaluación es muy importante, como en cualquier proceso de mejora continua y de actuación reflexiva. Ahora bien, el problema es que en educación, muchas veces tenemos un concepto de la evaluación como «sancionadora», es decir, creada para poner una nota (como hacemos los docentes con nuestros alumnos). Por ello, los profesores y maestros son tan reacios a las evaluaciones docentes. La solución pasa por crear un espacio de reflexión y análisis de la práctica educativa que no lleve a la sanción, sino a la mejora continua de la práctica educativa, en un ciclo que permita analizar lo que hacemos en las aulas, mejorarlo de forma colaborativa y reconocer las mejoras efectivas en las aulas. Un ciclo que, por cierto, es el alma de cualquier sistema de calidad. En el Instituto Escalae hemos desarrollado un instrumento de análisis que llamamos Autodiagnóstico Pedagógico y que permite a cada docente hacer una reflexión individual y anónima de su práctica para luego integrar los datos con los demás miembros de un claustro y crear un mapa de lo que pasa dentro de las aulas. Cuando dicho proceso se presenta de forma constructiva funciona muy bien. Llevamos aplicando este proceso los últimos 7 años con centenares de centros escolares y universidades. Sin ser obligatorio, hasta el momento mantenemos una participación de más del 90%.

¿Es necesario que los docentes reciban más formación para facilitar la innovación metodológica en el aula?

Lo que es necesario es que los docentes realicen un aprendizaje adecuado en función de la innovación metodológica común que se haya decidido poner en marcha. Dicho aprendizaje pasa por construir conceptos y conocimientos pedagógicos comunes, dominar técnicas y habilidades concretas, así como interiorizar actitudes y demostrar competencias en la práctica. La formación al uso, aquella de los cursos, cursillos, talleres y seminarios tiene muy poca eficacia, pues sólo atiende, principalmente, a la socialización y comprensión de conceptos. Es muy difícil que un docente llegue a dominar técnicas de trabajo para aplicar en su aula, sólo por asistir a una formación. Normalmente, los centros estarán desperdiciando recursos económicos, tiempo y esfuerzo de sus docentes, pues muy pocos serán capaces de hacer la transferencia de la teoría a la práctica sin la ayuda adecuada.  Por tanto, es muy importante que los centros procuren un entorno adecuado en el propio centro y en las aulas con soporte, recursos y tiempo suficiente para que los profesionales de la educación lleguen a dominar las competencias que implican la innovación metodológica en su aula. Sería interesante que dicho entorno adecuado para el aprendizaje docente se realizará fundamentado en la práctica reflexiva a través de comunidades de aprendizaje profesional, donde los docentes tuvieran la oportunidad de construir acuerdos sobre la innovación metodológica a realizar, pudieran compartir sus prácticas en función de dichos acuerdos y finalmente, llegaran a generar hábitos docentes colectivos. Este modelo de trabajo es el que llevamos acompañando desde hace un tiempo con resultados notables para la innovación pedagógica y la calidad de la práctica educativa.

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2015/05/27/entrevista-federico-malpica-monografico-didactica-8866/

Comparte este contenido:

La tarea de asegurar la calidad y la pertinencia educativa .

Por: Luis Eduardo Chamorro Rodriguez.

En los Objetivos del Milenio 2016 -2030, se pasa del énfasis en la cobertura al énfasis en la calidad.

Muy seguramente, todos los planes de desarrollo territoriales han incluido estrategias y programas que se relacionen con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible para los próximos 15 años, 2016 – 2030. Entre los 17 objetivos acordados por Naciones Unidas para los países firmantes de este compromiso está Colombia y, en consecuencia, se dará la mirada al objetivo 4: “Asegurar la calidad y la pertinencia educativa y promover oportunidades de aprendizaje para todos”.

Cada institución y cada organización tendrán sus concepciones sobre lo que se entiende por calidad educativa, porque se trata de un concepto polisémico.

Por ahora en Colombia impera la hipótesis de que la evaluación mejora la calidad educativa y por ello todo, en el sistema escolar, se quiere evaluar, medir y cuantificar.

Se evalúan los aprendizajes de los estudiantes a través de las “evaluaciones en el aula” que hace cada docente y de la que se presentan resultados a los padres; se evalúan estos aprendizajes y el rendimiento académico a través de pruebas estandarizadas que en Colombia se denominan pruebas Saber, que van desde Tercero hasta Undécimo, con periodicidad anual. A ello se agregan las evaluaciones internacionales por muestreo.

En la Educación Superior, a través de las pruebas Saber Pro que deben presentar los profesionales antes de graduarse. Las anteriores y éstas, son pruebas censales, porque su cobertura se extiende a todos los matriculados.

Cada institución debe hacer anualmente su Evaluación Institucional, que en el sistema de educación superior se ejecuta a través de procesos de autoevaluación de los programas académicos, de los registros calificados de estos programas y de la acreditación de alta calidad de programas e instituciones.

En consecuencia, abundan los discursos teóricos y metodológicos sobre todos estos procesos; abundan, igualmente los instrumentos que en cada institución se deben diligenciar para evaluar la calidad, hasta el punto de que se cae en el instrumentalismo y en el “interés técnico” que implica cumplir con estas exigencias. Pareciera como si fuera más importante evaluar que formar a los estudiantes para su buen desempeño en el presente y en el futuro.

Aparte de los docentes también se les evalúa, pero enfrentando la resistencia y el rechazo de buena parte de los sindicatos magisteriales. También son evaluaciones de desempeño sobre competencias funcionales y comportamentales que sólo cubren a docentes vinculados bajo el régimen del nuevo estatuto de profesionalización, no incluye a los antiguos.

Objetivo de la calidad en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Volvamos al asunto de los nuevos objetivos mundiales para el período 2016 – 2030. Se establecen siete grandes metas para cumplir el mencionado objetivo. Se mezclan indicadores de cobertura, con los eficiencia interna y de calidad. La primera meta es “Asegurar que todos los niños y niñas completen la educación primaria y secundaria, gratuita y de calidad”. Es una meta diseñada para exigir permanencia en el sistema escolar. Pero su medición se hará incluyendo indicadores de evaluación del rendimiento académico que se garantizan con pruebas estandarizadas. Entre estos indicadores están, por ejemplo, “Porcentaje de estudiantes que alcanza nivel satisfactorio o avanzado en la prueba de Matemáticas” y Lenguaje para los grados Tercero a Noveno. Para Colombia se incluye el índice sintético de calidad para primaria, secundaria y media, de reciente creación y adopción.

La segunda meta es “Garantizar que todas las niñas y niños tengan acceso a un desarrollo de calidad en la primera infancia”, que se evaluará a través de indicadores como las tasas de cobertura en transición.

La tercera meta es “Garantizar la igualdad de acceso… a la educación técnica, profesional… de calidad asequible, incluyendo la universidad”.

La cuarta meta es “Aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos con habilidades relevantes incluidas las actitudes técnicas y vocacionales para el empleo, trabajo decente y el emprendimiento”. Se evalúa con indicadores de porcentaje de personas con cinco años y más que utiliza computador en cualquier lugar y los que utilizan internet.

La quinta meta es “En 2030, eliminar las disparidades de género en educación… garantizar el acceso a la formación profesional de personas vulnerables…”. Se evaluará con indicadores de disminución de la brecha correspondiente para cada caso, por ejemplo: “Brecha en la cobertura neta de primaria en zona urbana/zona rural”.

Y así para cada nivel educativo.

La sexta meta es “Asegurar que todos los jóvenes y una proporción sustancial de adultos….logren la alfabetización y habilidades matemáticas básicas”. Se evaluará a través de tasas de analfabetismo.

Educación para el desarrollo sostenible.

La séptima y última meta del cuarto objetivo de calidad y pertinencia se plantea como “Asegurar que todos los alumnos adquieran conocimientos y las habilidades necesarias para promover el desarrollo sostenible”. Incluye temas de los Derechos Humanos, promoción de la cultura de la paz y apreciación de la diversidad cultural. Los indicadores para su evaluación son porcentajes de estudiantes que alcanzan el nivel satisfactorio y avanzado en las pruebas de Ciencias Naturales y Pensamiento Ciudadano, desde Noveno.

Esta meta incluye actividades para mejorar la infraestructura escolar y para “Aumentar sustancialmente el suministro de docentes calificados, en particular mediante cooperación internacional para formación de docentes”. Se evaluará a través de dos indicadores: “Porcentaje de docentes con Licenciatura. Porcentaje de docentes oficiales con título de posgrado”

Fuente: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/especiales/educacion/291966-la-tarea-de-asegurar-la-calidad-y-la-pertinencia-educativa

Imagen: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/sites/default/files/imagecache/Noticia_600x400/foto_grandes_400x300_noticia/2016/08/06/DATA_ART_9200426_BIG_CE.jpg

Comparte este contenido: