Horario y salario crítico en la universidad venezolana

Por: Luis B. Saavedra M.

Profesores, estudiantes, empleados y obreros de las universidades venezolanas, es decir, buen número de los miembros de la comunidad académica y sus colaboradores, en estos últimos días o meses asumen, tal vez como un mal menor, lo que se ha dado en llamar «Horario Crítico». Que ni remotamente es igual a una huelga de brazos caídos luchando por la «Escala móvil de salarios», vieja aspiración del movimiento obrero y de los trabajadores en general en el mundo contemporáneo. No, el horario crítico no es sino una especie de «paro móvil».

Así, cada semana los días de paro y clases se alternan, lo cual no deja de ser un «bochinche», merced a la actitud anti-gubernamental a ultranza de los demócratas adeco-copeyanos aglutinados en Fapuv, procurando apoyar desde ese ámbito la llamada «Salida», lo mismo que huestes violentas de PJ y VP por brazo del lumpen urbano industrial ejecutan en calles de cada vez menos urbanizaciones de Venezuela y bendecidos por obispos y curas de la santa Iglesia. Pero es al Gobierno Bolivariano al que acusan de no honrar sus compromisos para con la universidad venezolana y asesinar manifestantes pacíficos, ya que algunos policías y sargentos, de tan brutos ciertamente han cometido esos crímenes; aunque ya están detenidos, ciertamente un comportamiento muy diferente a la Cuarta República, lo que no niega la gravedad de la cuestión.

Se cuenta con un presidente obrero y ciertamente constantemente hace aumentos del salario mínimo pero del campo o campus universitario más bien habla poco y los ministros del ramo menos, conformándose con las ya viejas políticas que al respecto diseñó y ejecutó el comandante Chávez, que no es poca cosa; pero repite uno de sus errores más gruesos, a saber, la poca satisfacción laboral del universitario, principalmente el personal académico; lo que ha dado lugar a la migración de buena parte de profesores investigadores, además de que la ampliación de la oferta en la educación superior en Venezuela, de por sí muy loable, no se ha traducido en mayor calidad en la investigación y en los procesos de enseñanza y aprendizaje, además que lamentablemente y según los testimonios en las nuevas universidades se van repitiendo los viejos vicios en la administración de los recursos asignados al transporte, comedor, sueldos y otros rubros; donde por cierto en esas nuevas universidades no hay centros de investigación, que se sepa.

Por otra parte, es bueno señalar que buena parte de los integrantes de la comunidad universitaria descreen del actual gobierno y argumenta que Maduro lo que hace es comprar más bombas lacrimógenas a fines de contener o reprimir una escalada de protestas que no parece amainar. Al contrario, ambas formas de accionar (protesta-contención) cada vez se tornan más violentas. Aunque el presidente ha dicho que la guarimba ya fracasó, deseo que muchos opositores deseen secretamente también porque ya sus «Libertadores» los tienen fastidiados, por decir lo menos.

Volviendo al tema central de esta nota, todos quienes prestan servicios en las muy queridas y maltrechas universidades autónomas o experimentales tradicionales (11 adscritas a AVERU y donde históricamente ha recaído el mayor peso de los trabajos de investigación, docencia y extensión, algunas de las cuales aparecen en ranking de las mejores universidades del mundo o América Latina, al menos; cuestión que a muchos aunque salidos de su seno, creen no sea cierto y participan de la percepción de que estas corporaciones educativas están siendo abandonadas a la buena de Dios, o implosionadas).

Quienes trabajan en esas universidades de larga data en Venezuela, padecen ese estrés del horario crítico, o el paro indefinido eufemístico como forma de presión que no se siente porque el gobierno lo aprietan por todos los lados, afectando gravemente a todos, pero especialmente a la población estudiantil; que parce poco les preocupa eso, sobre todo a quienes andan metidos en eso de las protestas («¿Quiénes somos? ¡Estudiantes! ¿Qué queremos? ¡Libertad!») y hasta algunos son dizque «rescatistas», que no es sino otra forma de penetración de las ONGs financiadas por el Departamento de Estado norteamericano al suelo patrio, según.

Y peor aún, en la universidad venezolana padece de un salario crítico. O depauperado por este contexto socio económico de hiperinflación de Venezuela. Consecuencia de muchos factores, como la crisis capitalista mundial con una estrepitosa caída de los precios del petróleo (que es idea principal expuesta en un documento del movimiento «El Topo Obrero» (2017), publicado en esta misma página recientemente; en ese sentido también sostuvo idea similar, hace ya más de veinte años, el historiador Reinaldo Rojas (1992), a saber que «Una discusión sobre las perspectivas de la evolución futura de Venezuela hacia el siglo XXI, se hace en los actuales momentos de crisis global, construcción indispensable para la acción política revolucionaria del presente. Se trata de interrogar a la historia preguntándonos: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?» (. 13).

De donde se tiene que de esta narrativa no se debe olvidar que esta crisis, aun reconociendo los aspectos citados anteriormente, es consecuencia de la contumaz agresión económica que país alguno ha padecido en la historia moderna. Además de la tragedia de no contar con una «burguesía nacionalista» que arriesgue e invierta en el país de manera más decidida, como parece que sí tienen otras naciones; sin negar que «la inversión extranjera» no se realiza tampoco en Venezuela dado «el riesgo país» que elaboran ciertas organizaciones de estilo, por ejemplo.

Pero, en fin, continuando con esta crónica de la universidad venezolana actual conviene decir que en cambio que se observa otra cuestión digna de mencionar, pues tal horario crítico es inobservado en las instituciones de educación superior experimentales de nuevo tipo, surgidas al rescoldo de la «Revolución Bolivariana» (42 0 43 en total, según); donde no es que todo sea allí «tejar y cantar» o «Aquí no ha pasado nada» (Ángela Sago, dixti); sino que en esos nuevos dispositivos universitarios tienen otra actitud. Aunque el salario sea igual al de las anteriores universidades autónomas y experimentales tradicionales, que según el Dr. Cécil Pérez, vecino de los espacios de opinión en esta web, explosionaron por mor de la politiquería.

Cabe preguntar sin embargo: ¿A qué obedecen semejantes diferencias? ¿Cuestión de ideología? ¿La satisfacción por el trabajo allí es mayor que en las anteriores e históricas entidades de trabajo académico? ¿Confianza en la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela, FTUV? ¿Coacción?

Como fuere, los nuevos ministros del presidente Maduro en educación universitaria y del proceso social del trabajo, en los últimos días no se le ha oído decir «Esta boca es mía» sobre el IIICC, imaginamos que andan con lo de la constituyente popular, ¿pero cuándo firmarán la nueva contratación colectiva de los trabajadores universitarios? ¿O será mejor que le den largas para que después paguen un buen retroactivo? ¿Es eso serio? ¿Son serios esos señores?

Por cierto, y a propósito de la constituyente popular, ¿cómo están pensando la universidad semejantes figuras? ¿Qué ha pasado con la universidad productiva de que había hablado el ministro del mppeutc, Lic. Hugber Roa? ¿Se han desarrollado grandes unidades de producción en nuestras casas de estudio o apenas unos tristes patios productivos o ni siquiera eso? Asimismo: ¿Confunden el rol de las universidades con simples organizaciones políticas sobre las que aspiran ejercer control férreo?

En estos tiempos de crisis el rol de las universidades como fuentes de experiencias valiosas para las personas que conviven en el campus y en sus ámbitos de la docencia, investigación y extensión, así como para quienes apoyan en las labores administrativas y obreras, se torna cada vez más necesaria eso que Emilio Arévalo (1998) da en llamar: «… vivencia de valores»; que remiten a una base moral de la convivencia social. Por eso se tiene de resultas que, más allá de las diferencias supuestas de uno tipo y otro de los modelos universitarios, que aquí hemos llamado por comodidad autónomas, experimentales históricas y de nuevo tipo, la responsabilidad del Estado-Nación es ineludible, según disposición constitucional; luego, no es que las universidades han «implosionado», ¿no será más bien que el Estado y su gobierno legítimo no ha podido cumplir cabalmente sus funciones de Estado Docente? O, en otras palabras, ¿cómo ha sido la asignación de recursos financieros para el cabal funcionamiento de la universidad venezolana? ¿Cómo ha sido la supervisión o la aplicación de la contraloría social?

Ah, pero perdón, volviendo al asunto central de esta nota, tornamos a preguntar: ¿Qué ha pasado con la III convención colectiva de los trabajadores universitarios, Sr. Presidente? ¿Su firma se hará antes o después de la Constituyente? ¿Qué irá a pasar con las normas de homologación? ¿Cuestión periclitada? ¿El nuevo salario, cuando se alcance a firmar el susodicho contrato, será «dolarizado»? Que según es lo que piden desde nuestra flamante FAPUV, tan mal vista por algunos pero es la asociación que tiene, por la vía de su talento humano y capital intelectual, una mejor visión de la cuestión salarial; aunque sus válidas exigencias por una democracia efectiva para Venezuela desde la perspectiva liberal, sería cuestión de discutir, ya que parece optar por una restauración de la IV República y el Pacto de Punto Fijo; perspectiva que uno creía haberse superado en la actual V República, pero luego han surgido serias dudas porque muchos supuestos revolucionarios se han dejado tentar por la corrupción y también propulsores de acuerdos entre corruptos y no se han creado los consensos necesarios con fines de superar los urgentes problemas que nos agobian.

Pero eso es otro asunto, lo cierto que gremios universitarios o sus sindicatos y gobierno bolivariano requieren crear consensos en torno a esta institución y su talento humano, más allá de las visiones partidista; porque no se sabe si es que a veces creen que la universidad venezolana sea un anexo de la MUD y otros compañeros creen que lo sean del PSUV, de tal suerte que ambos extremos políticos en ese aspecto «se parecen igualito». Como fuere, lo que interesa resaltar aquí es que quien tiene la última palabra en este aspecto salarial es el presidente Maduro y él decidirá hasta arroparnos hasta donde alcance la cobija, aunque por eso ya muchos no quieren bien, pero eso tampoco sucederá si el movimiento de los trabajadores no activa más allá de los paros y genere una política universitaria común, ¿utopía o realidad?

Nota bene:

El asunto central viene a ser cómo el gobierno venezolano logra estabilizar las cifras macroeconómicas, así llamadas, principalmente lo atinente al cambio de la divisa y la estanflación, lo que hace que cualquier aumento de salario se vuelva «sal y agua», la balanza de pagos y la reforma fiscal. ¿Qué medidas tomar entonces? Deben estar inscritas en la línea del socialismo democrático, aunque el Banco Mundial en abril de 2017 ha informado que dispone ya de un conjunto de recomendaciones, de talante liberal, por su puesto y se supone es lo que aspiran desde la MUD y Fapuv, pero Guillermo Ortega (2017) en el suelto periodístico titulado «Temas para debatir» realiza una aproximación interesante a este último asunto, sin ser un especialista ya que «… la crisis que padecemos tiene antecedente más profundos que controversia política» (p. 23).

Referencias.

Arévalo, E. (1998). «4. UN COROLARIO-ÉTICA Y PERTTINENCIA UNIVERSITARIA», en: Ética y Pertinencia Universitaria. 20 ensayos y un corolario. Upel. Caracas.

Banco Mundial (2017, abril, 27). «Venezuela Panorama general-Banco Mundial. Documento Disponible en www.bancomundial.org/../overview.

El Topo Obrero (2017). «ANC mediatización y elecciones regionales sin seguro: escenario de la pugna de dos alas de la burguesía». Documento disponible en www.aporrea.org, sábado, 10/ 06/2017 06:18 PM

Rojas, R. (1992). «Venezuela hacia el 2000», en: La crisis: 1973, 1983, 1991. Seis ensayos de interpretación histórica. UCLA-FUNDACION BURIA. Barquisimeto Pp. 13-17.

Pérez, C., 2017: «La implosión de las universidades y la expansión de otras», en www.aporrea.org, 22/06/2017.

Ortega, G. (2017, junio, 25). «Temas a debatir». Últimas Noticias. Caracas. P. 23.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a248222.html

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Constituyente y universidad

Por: Luis Saavedra

La universidad, en tanto que institución representativa del Estado-Nación, probablemente se comportará como un actor social significativo en el nuevo proceso constituyente en los días y meses por venir. A favor y en contra. Ah, junto a que se ha entrado a la discusión de la III Convención Colectiva de los Trabajadores Universitarios de Venezuela (IIICCU, 2017), cuestión que sido opacado por las acciones «heroicas de los gladiadores de la libertad» que escudos en mano, cual cruzados medievales se baten en desigual combate, dizque motejan algunos enfebrecidos a esas huestes mercenarias.

En breve, se han montado unas tales mesas de negociación: gremios tradicionales y sindicatos emergentes con el Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo y Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, donde primero dominaron los compañeros de la FTUV y dizque últimamente aceptaron con todos sus derechos a la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Fapuv, cuya experticia acumulada en años y su capital intelectual es más que respetable. Pero cada cual acudirá con su respectivo proyecto. Juntos pero no revueltos.

Así, pronto los profesores universitarios se unirán a las protestas callejeras. Claro, con togas y birretes pedirán al menos seis salarios mínimos como base de la discusión; además blandirán los tres, cuatro o cinco títulos con los que cuenten para alcanzar el respectivo escalafón. Sobre todo si son opositores, que son casi todos. Porque los chavistas no habrán de sudar los aumentos, se conformarán con lo que Maduro tenga a bien ofrecer, consientes que hay que pagar la deuda externa y un barril de petróleo a 40 dólares promedio, además dizque como Telémaco Figueroa, de la Ftuv no vive de su estipendio universitario, no sabe lo que es ganar dos salarios mínimos . Ese nuevo conflicto se avecina: constituyente universitaria y IIICCU 2017, son parte de la agenda que la coyuntura actual impone.

Aunque su incidencia, en uno y otro aspecto, vaya a ser menor, suponemos. Ello porque, siendo sinceros, aquí en Venezuela a muy pocos dentro del chavismo y la oposición les importa la universidad. De lo contrario estuvieran como está. Precaria y su talento humano desmejorado en su calidad de vida, siendo tan valioso como responsable de los procesos pedagógicos de calidad, que es innegable se desarrollan en las universidades autónomas, experimentales tradicionales, alguna experimental de nuevo tipo y de tipo privada.

Si no fuera así sus egresados no fueran recibidos tan bien en los países a donde está lamentablemente emigrando sus nuevas juventudes, de donde se tiene que la universidad en Venezuela actual debe ser repensada, rescatar sus antiguas glorias y responder a los nuevos desafíos.

En fin, como lo que está en juego en esta convocatoria a la constituyente viene a ser la transformación del Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico (artículo 347, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999), la universidad se verá involucrada en tal aspecto. ¿Será reelaborado el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Qué se expurgará? ¿Tendrá algún renglón, frase, palabra o coma qué expurgar? ¿Qué discutir y/o agregar a las nociones de autonomía universitaria? ¿Una nueva jerarquía en la escala de principios sobre la autonomía de cátedra, normas de gobierno, funcionamiento y administración de los recursos? ¿Se agregará algún otro encargo social además de las tradicionales de docencia, investigación y extensión, como la de producción a estas corporaciones educativas?

Por otra parte, es innegable que las corporaciones educativas universitarias han contribuido de manera notoria a la modernización de Venezuela y son expresión de las élites culturales, ¿cuál entonces será su nuevo papel ahora en la llamada transmodernidad si recordamos la categoría que usa en La sonrisa de Saturno Rosa María Rodríguez Magda a lo que otros denominan postmodernidad, su pensamiento débil, razón dialogante y trans y multidisciplinariedad?

Por cierto, y cosa curiosa, ya está en puertas la transformación de la Constitución de 1999, cuyo texto oficial es de la Gaceta Oficial N° 5453 Extraordinaria del 24-3-2000, donde según el testimonio de un miembro de aquella Asamblea Nacional Constituyente, fue una ardua tarea la inserción del ya citado artículo 109 sobre la autonomía universitaria. Sin embargo, desde entonces y con excepción del fallido esfuerzo del año 2010, en Venezuela no ha sido posible contar con una nueva Ley de Universidades y su Reglamento; sigue vigente la Ley de Universidades emanada de la gaceta Oficial N° 1.429 Extraordinario del 8 de septiembre de 1970, N° 28.262 del 27 de febrero de 1967.

Ese rezago probablemente hable claramente y a su modo de lo poco que se ha impulsado la constituyente universitaria y de cómo la revolución bolivariana no ha logrado acumular fuerzas democráticas en los recintos universitarios, como si en algunas negociaciones hayan optado por dejarles ese reducto a los sectores de la oposición política. La susodicha transformación universitaria poco ha cuajado tanto en las autónomas como en las experimentales tradicionales y quién sabe si tampoco o no como se debía en las universidades experimentales de nuevo tipo, alma mater, territoriales y misión sucre, donde no hay autonomía para darse sus formas de gobierno. Ese es el debate y la discusión que se abre.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a246104.html

Imagen de archivo

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Constituyente o Golpe de Timón Universitario

Por: Marcel Doubront

Hablar del alejamiento político de nuestras Universidades (entre ellas donde trabajo) del proyecto Bolivariano es un poco polémico, no tanto por las persecuciones de los funcionarios que al parecer patentaron el revolucionometro,   aunque como diría el Comandante Chávez en el Golpe de timón “Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero.” Ahora bien al referirme que puede ser un tema polémico es porque no se pone en duda la buena fe  de “Algunas” autoridades universitarias, sino que en sus actuaciones como diría el Maestro Simón Rodríguez “no se entrevé el fin de la acción” y por consiguiente “lo que no se hace sentir no interesa”  guardando relación con el analfabetismo que impide leer los presentes tiempos, pretendiendo cambiar el enquistado modelo universitario con las caducas estrategias del siglo pasado o como se puede acotar del Doctor Miguel Martínez Miguelez  “ya entrando en el siglo XXI muchos sectores de nuestra ciencia  no han entrado siquiera al siglo XX”

A lo largo de más de 17 años de Revolución Bolivariana el  estudiante Universitario viene siendo beneficiado con una serie de reivindicaciones los cuales en décadas anteriores  a la llegada de Chávez se conocían como sueños utópicos  que al igual que otras políticas de exclusión formaban parte de la realidad social de la época, o como hiciera referencia Ander  (1977) “la educación responde o es reflejo del tipo de sociedad existente”   aunque no es cualquier cosa decir que somos el país con la 5ta mayor matricula de estudiantes universitarios del mundo, el atrevimiento de la municipalización de la educación como bandera de lucha para hacer toda la patria una escuela, la democratización carreras universitarias anteriormente potestad de las universidades autónomas y privadas, la creación de nuevas universidades con el proyecto Alma Mater, la entrega de más de un millón de tablets, más que dar una respuesta deja una gran pregunta ¿ fue y es la universidad reciproca ante tales esfuerzos?

En correlación con lo que se plantea hace algunos meses el Ciudadano ministro de Educación Universitaria Ciencia y Tecnología Hugbel Roa  se preguntaba en un artículo de su autoría “Pero bien vale preguntarnos: qué ha faltado para que esta visión se imponga y en consecuencia se traduzca en beneficios directos y concretos para el pueblo, en la medida que la Universidad se incorpore a la sociedad con la fuerza y potencialidad que debe tener para la solución de los problemas. Una política científica nacional que estimule la solución para nuestra realidad, desde las universidades.” Realmente lo que ha faltado es trasladar la universidad popular del discurso a la realidad, entender que cuando Ribas proclamo de que “no podemos optar entre vencer o morir y que necesario es vencer” fue con la necesidad de luchar por romper con lo que no deja nacer lo nuevo, es imposible cumplir con los sueños de Córdoba si la universidad insiste en enseñar a no pensar, si los pensum de estudios siguen adaptados a la formación capitalista, entiéndase cuando las mayas curriculares carecen de historia de nuestra historia, no entendiendo todavía en una revolución que el conductismo y el tecnicismo se fortalecen cuando el sujeto desconoce de dónde viene y por consecuencia no tendrá visión del presente ni del futuro, algo muy similar a lo que planteaba el comandante Chávez cuando le decía a sus ministros “compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar.”

Si queremos formar una universidad popular de cara o a la altura de las demandas de la sociedad, asumamos nuevos métodos, razonemos como diría Zemelman en  “entender que el destino lo transforman los hombres” si la sociedad hoy amerita de una universidad socio productiva no nos ahoguemos en buscar desde los decretos o lineamientos estructurales, busquemos desde la formación del sujeto histórico que pueda entender de donde viene, en donde esta y para donde debe ir, en ese orden de ideas Zemelman  “El pensar histórico equivale a interpretar la disconformidad como una alerta frente a lo excedente, transformar lo reconocible o la simple constatación empírica en necesidad de nuevas preguntas que sean un puente para transitar desde la disconformidad hacia el problema que está en el fondo.”  El sujeto histórico es el que asume la vanguardia para como diría Alí hacer la historia para que se pueda escribir en un mundo mejor,  el sujeto histórico no es un ser del pasado sino un sujeto del presente para garantizar un futuro de desarrollo sostenible.

Cuando el Comandante Chávez hablo al país de la constituyente lo hablo entendiendo la necesidad de cambio, porque una revolución no puede ser factible bajo el pensamiento burgués, que se concentra más en el miedo de perder sus privilegios al escuchar la palabra socialismo, que concentrar los máximos esfuerzos por crear una nueva y mejor sociedad,    hoy  surge  con más fuerza la necesidad de una transformación universitaria como muro de contención ante el ataque capitalista que día a día como un cáncer se come la revolución hasta en nuestras propias filas, el establecimiento de un plan pero desde los cimientos que marque la hoja de ruta para vencer o como estableció el Comandante Chávez en sus líneas de acción políticas del 2011  “es necesario establecer objetivos concretos, sobre el terreno, dentro del proceso real de transformación de la sociedad hacia el socialismo” esa carencia del plan es la que nos imposibilita en ser del tamaño de la tormenta en concordancia Ander describe  “la educación no solo es el reflejo de la sociedad sino que influye en ella”

Por lo cual esta debe representarse en las demandas y requerimientos de las comunidades tal como está establecido en la Ley de Universidades en su Artículo 2 “Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales” ahora bien es importante entender que ese abordaje, esas estrategias, para influir en el fortalecimiento de la de la sociedad venezolana desde las universidades, no pasa por el agotado modelo que instruye pero no educa, que enseña a obedecer pero no al que sujeto aprenda y desaprenda, que enseña a no pensar para que no aprenda a criticar.

Por ello la planificación universitaria no puede seguir haciéndose desde las cómodas y confortables  oficinas en la Ciudad Capital cuando en las universidades de la región no hay  ni salones ni baños dignos, (para no hablar de otras co$a$…)  decía el comandante en el golpe de timón “A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se trata de crear, como dice Mészáros, un conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la regionalización, los distritos motores.” la planificación para el diseño e implementación de estrategias para vencer los grandes desafíos que presentan las casas de estudios y a su vez el país deben repensarse desde el lugar de los acontecimientos, desde la realidad y características demográficas de cada institución, bajo que perfil profesional responde cada casa de estudio y no con lineamientos improvisados que solo sirven para la foto o para reafirmar que estamos MUY MAL, ejemplo: ¿parece lógico amigo mío y amiga mía que en una universidad que gradúa administradores la fuente de financiamiento sea realizar un Bingo bailable  en vez de diseñar una empresa de producción social para garantizar un desarrollo sostenible?, lamentablemente eso pasa con el aplauso de las autoridades centrales.

Por ello cuando en artículos anteriores planteaba la interrogante de si era necesario un proceso Constituyente en la UNESR no era con un fin conspirativo como se entendió,  más bien   como dijera el Comandante Chávez en uno de sus primeros discursos como presidente  “¿acaso le podemos tener miedo a la soberanía popular? ¿No hablamos de democracia pues? La soberanía no es nuestra” por supuesto desconozco si esto pudiera tocar algún negocio o intereses de poder y  esa ignorancia asiste de que mi planteamiento no sea con mala intención, más bien el propósito fue inspirado en Chávez cuando en ese orden de ideas planteaba en 1999 que la constituyente  “Tiene un objetivo fundamental como es la transformación de las bases del Estado y la creación de una nueva República, la refundación de la República, la relegitimación de la democracia. Ese es el objetivo fundamental de la Asamblea Constituyente”

Sigo pensando que la crítica no es traición, sino que las traición es aplaudir lo malo con intereses o no, por ello apelo más al llamado de participación que el de la anarquía  que permite ver el problema en el otro y no la solución en nosotros mismos, por ello así como no discuto lo expresado por el Ministro Roa “el reto que ahora enfrentamos está marcado por la necesidad de que esa Universidad Popular se incorpore en el diseño, estudio, potenciación, difusión y sistematización del nuevo modelo productivo que estamos construyendo para dar al traste con el modelo rentista heredado.”  También es cierto que las propuestas no pueden ser fragmentadas o tomar en cuenta las más cómodas,  por lo contrario la victoria pasa por como dijera Silvio “por un Congreso del unido” entiéndase  la suma de todas las partes NO desde los teatros sino desde las trincheras de lucha para encontrarnos como dijera Zemelman “ante la necesidad de abrirnos a lo no dado, comparable con la necesidad del caminante de encontrarle sentido al camino cuando lo vislumbra desde el paisaje por el que atraviesa”

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a242571.html

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Entrevista al Dr. Norberto Fernández Lamarra: «La educación en general y las universidades en particular, tienen deudas importantes en relación con los requerimientos de nuestras sociedades»

Entrevista al Dr. Norberto Fernández Lamarra: «La educación en general y las universidades en particular, tienen deudas importantes en relación con los requerimientos de nuestras sociedades»

En el marco de la publicación del libro “Universidad, Sociedad e Innovación: Una Perspectiva Internacional”, UNESCO-IESALC conversó con su compilador, el Dr. Norberto Fernández Lamarra, para conocer cómo América Latina y el Caribe ha avanzado en materia de innovación universitaria.

En esta entrevista, el Dr. Lamarra habla sobre el rol que jugó la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918 en la transformación de las universidades de la región, además de las políticas de innovación que deben ser adoptadas en nuestros países.

Asimismo, hace referencia al Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES) como importante iniciativa de integración regional, a los cambios que deben adoptarse en los paradigmas de enseñanza-aprendizaje, y a los riesgos y beneficios que representa la internacionalización de la Educación Superior.

P: ¿Considera que las universidades latinoamericanas y caribeñas de hoy en día se adecuan a las necesidades de las sociedades actuales?

NFL: La educación en  general y las universidades en particular tienen, lamentablemente, deudas importantes en relación con los requerimientos de nuestras sociedades. Ello ocurría en América Latina a principios del siglo pasado y, por eso, el Movimiento Reformista de 1918 de la Universidad Nacional de Córdoba –en el centro de la República Argentina- constituyó un importante aporte para la reforma universitaria en prácticamente toda América Latina. Todavía –a casi un siglo- muchos  de los postulados reformistas de 1918 están parcialmente incumplidos: una universidad científica, participativa, al servicio de la sociedad. Sin embargo, Argentina, América Latina y el Caribe y el mundo han cambiado sustancialmente en estos casi 100 años. Por eso, siempre sostengo que el mejor homenaje que se le puede hacer a los estudiantes y los profesores universitarios de  Córdoba y de toda América Latina que han sostenido fuertemente los principios de la reforma universitaria es diseñar- en el marco de un proceso amplio y democrático de debates- una nueva reforma universitaria para el siglo XXI, basándose en el espíritu democrático de la del 18 pero pensándola en el marco de los requerimientos actuales y futuros. Ojalá pueda ser una reforma que tenga el mismo sentido de futuro que la de 1918, de la que, a casi un siglo, la mayoría de sus postulaciones siguen siendo actuales y vigentes. Para mí, la reforma universitaria de Córdoba de 1918 –extendida ya en los años 20 a casi todos los países latinoamericanos- es la principal política innovadora en educación surgida en América Latina y el Caribe durante el siglo XX. Ojalá antes de cumplirse  su centenario –ya muy próximo- podamos ofrecer a toda América Latina  y el Caribe y al mundo una nueva y profunda reforma universitaria, con el mismo carácter democrático e innovador de la de 1918.

P: A su juicio, ¿cuáles deberían ser las bases para esas políticas innovadoras?

NFL: A mi juicio, es imprescindible que las políticas de Educación Superior se definan  tanto para el corto como para el mediano y largo plazo: en lo inmediato para dar respuestas a problemas urgentes. Pero estas políticas deben enmarcarse en estrategias de largo plazo –a 10, 15 o 20 años- de manera de atender lo inmediato en el contexto de la universidad para el futuro. Un aspecto esencial para esto, es que la universidad debe contribuir efectivamente a mejorar la gobernabilidad y la calidad de las democracias vigentes en cada país, luego que la mayoría de ellos debieron soportar cruentas dictaduras militares y gobiernos no democráticos. En este marco, debería procurarse  asimismo perfeccionar la gobernabilidad de las propias universidades, considerando que muchas padecen crisis, que van superando muy problemáticamente. Para esto, se hace necesario diseñar y ejecutar políticas –tanto para el conjunto del sistema como para cada institución-en un marco amplio y participativo que tienda a la búsqueda de consensos, o la discusión ordenada de disensos, entre todos los actores pertinentes intra y extra universitarios. Esto requiere articularse fuertemente con la sociedad y sus organizaciones representativas, tendiendo a establecer una nueva alianza sociedad–universidad, que posibilite asumir sus demandas y facilite su participación efectiva en el diseño y desarrollo de las políticas sectoriales e institucionales.

Las políticas universitarias deben articularse con las políticas y planes del conjunto de la educación –de manera de asegurar su integración- y con las del sistema científico-tecnológico, para responder con pertinencia a sus desafíos. La producción de conocimiento –tarea mancomunada de las universidades y de los centros de investigación, en su mayoría vinculados con estas instituciones- es un factor decisivo, cada vez en mayor medida, para el desarrollo equilibrado de los países y de la región en su conjunto, por lo que debería utilizarse para impulsar el desarrollo de la Educación Superior y de la sociedad en su conjunto.

También deben articularse con los sectores del trabajo y de la producción, de manera de contribuir a su mejoramiento tecnológico y a su mejor funcionamiento en el marco de los requerimientos globales, nacionales y regionales. Estas vinculaciones universidad–sociedad–sectores del trabajo y de la producción, requieren de una educación superior diseñada para su desarrollo a lo largo de toda la vida.

Desde una perspectiva imprescindible de equidad y justicia social, debe atenderse prioritariamente y de manera innovadora los requerimientos de los sectores sociales pobres, de manera de posibilitar su mejor inclusión en el sistema educativo y en la educación superior. En esa misma línea, debería tenderse a superar la fragmentación actual de la Educación Superior y su heterogeneidad en cuanto a la calidad, promoviendo procesos de convergencia e integración tanto a nivel nacional como en el conjunto de la región, en el marco de una alianza estratégica tendiente a construir una comunidad latinoamericana de naciones y un Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior. Para ello, la creación de ENLACES – por parte del IESALC- es un antecedente muy valioso.

Las políticas sectoriales e institucionales deberían asumir una nueva concepción estratégica de reforma y cambio en la educación superior, en un marco de planeamiento, gestión y evaluación de carácter innovador, en lo institucional, en lo académico, en lo organizativo y en lo pedagógico, tendiendo a superar el modelo actual por otro de Educación Superior para Todos.

Para que estas propuestas sean posibles se hace necesario incrementar sustantivamente los recursos financieros tanto para la educación superior como para la investigación científico-tecnológica, mejorando los procesos de asignación y utilización de esos recursos en función de las prioridades que se establezcan.

En el marco de nuevas e innovadoras políticas de educación superior, las universidades y otras instituciones de este nivel de enseñanza deberían trabajar intensamente para el desarrollo de estrategias que tiendan a concretarlas.

Uno de los desafíos más significativos es el de fortalecer los procesos de autoevaluación para el aseguramiento de la calidad y para la mejora de su pertinencia académica y social. Estos procesos deben tener carácter permanente y facilitar el tránsito de la “cultura de la evaluación” a la de una “cultura de una gestión responsable, autónoma, pertinente y eficiente” en cada institución. Para ello debe procurarse contar con estructuras institucionales de carácter innovador, con nuevas modalidades de planeamiento, de conducción, de evaluación y de toma de decisiones, que tengan carácter democrático y participativo.

Dentro de esta perspectiva, debería tenerse en cuenta que el desarrollo institucional a mediano y largo plazo deberá estar basado en planes y programas de carácter estratégico articulados con los requerimientos nacionales y de la región en que esté instalada la institución y establecidos con una orientación prospectiva. Para ello, las estructuras organizativas deberán ser flexibles e innovadoras y basarse en una reingeniería en profundidad de los procesos de gestión.

En este marco, el funcionamiento de las instituciones universitarias debería articularse –desde su autonomía- con los sectores del trabajo y la producción, con las organizaciones sociales y con todos los ámbitos públicos y privados pertinentes.

En cuanto a la calidad debería asumirse una concepción institucional que se base en una “construcción social”, de carácter gradual y colectivo, pertinente, basada en un proceso de reflexión y debate intra y extra universitario. Para ello, las instituciones universitarias deberían funcionar en un ámbito de creatividad, de innovación, de mirada hacia el futuro. Deberían planificar estratégicamente, ejecutar con responsabilidad, hacer seguimiento y control y evaluar como proceso permanente y autorregulado. Esto facilitará la flexibilización y profesionalización de las estructuras de gestión institucional, académica y administrativa, con sentido integrador y utilizando las tecnologías más eficientes.

En relación con las funciones de las instituciones universitarias se deberá tender a articular e interrelacionar adecuadamente las funciones de docencia, investigación y extensión y transferencia, en el marco de las prioridades institucionales.

Las instituciones deberían asociarse y  establecer redes académicas con otras, tanto del país, de la propia región como de otras regiones, de manera de estimular el intercambio de estudiantes, docentes e investigadores y de acordar programas articulados de formación, investigación y extensión.

Considero que estos lineamientos y desafío0s, tanto en el ámbito de las políticas como en el del desarrollo institucional, deben contribuir a construir la nueva agenda deseable, que facilite y promueva un debate amplio en la región, en cada país y en cada universidad, sobre los retos y expectativas que se le presentan a la educación superior en su conjunto y en cada una de sus instituciones.

P: ¿Cuáles modalidades deben ser adoptadas para innovar en los procesos de enseñanza, particularmente en la formación de profesores?

NFL: En cuanto a lo pedagógico, y a los procesos de enseñanza –aprendizaje se deberán desarrollar acciones articuladas de formación con carácter presencial y a distancia, de manera de aprovechar las ventajas y fortalezas de cada uno de ellos y superar sus limitaciones. Se debe tener en cuenta que lo esencial es el aprendizaje y el trabajo de los estudiantes, por lo que los docentes deberían estar capacitados adecuadamente para orientarlos y asistirlos en lo que fuese necesario. Al respecto, deberían generalizarse las tareas de carácter tutorial, teniendo en cuenta para ello los saberes previos de los estudiantes y su contexto social y cultural.

Para esto, es esencial  un proceso sistemático de formación docente. No es posible ser profesor siendo sólo especialista en un área determinada del conocimiento.  Se hace cada vez más necesario procesos sistemáticos de formación de los docentes universitarios, particularmente para los nuevos docentes que, en general, son los que trabajan en forma permanente con los estudiantes. Ya en varios países de América Latina y el Caribe –entre ellos en la Argentina- se han organizado postgrados de formación docente, los que deberían generalizarse.  Para ello es necesario encararlos con utilización de metodologías presenciales y a distancia, para poder abarcar un mayor número de profesores. Un aspecto importante para la formación es prepararlos para las tareas de carácter tutorial, en especial para aquellos que dictan sus cursos en el primero y segundo año de estudios y que deben enfrentarse a estudiantes con serias limitaciones en su formación previa y en sus metodologías de estudio. Formar profesores –tutores es esencial para superar un serio problema en muchos países de la región: el fracaso de los estudiantes y, por lo tanto, el abandono en los primeros años de cada carrera.  La deserción universitaria debe superarse con nuevos y adecuados planes de estudio y con profesores-tutores que asistan y orienten adecuadamente a los estudiantes.

P: ¿Por qué considera que es cada vez más común y necesario que las Instituciones de Educación Superior de nuestra región se integren al proceso de internacionalización?

NFL: Los procesos de internacionalización son imprescindibles en el marco de globalización y de utilización cada vez más masiva de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTCIs). Por lo tanto, deben generarse procesos positivos y sanos de internacionalización. Algunos de ellos son los procesos de integración regional que se están dando en América Latina y el Caribe: así, por ejemplo, el MERCOSUR y los procesos de integración centroamericana y del Caribe son muy positivos. Deberíamos avanzar aún más y trabajar –como ya lo he señalado- en la creación de un Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior, que permita adoptar políticas y estrategias convergentes de integración regional, como ya lo ha hecho Europa con el Espacio Europeo de Ecuación Superior y su proceso de Bolonia.  Debemos analizar y estudiar estos procesos europeos  -como también el del NAFTA con México, Estados Unidos y Canadá- para aprender de ellos, con sus aciertos y errores y no para copiarlos acriticamente. Estos procesos de internacionalización conllevan un peligro, promovido por los países más desarrollados : la aprobación por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de la normativa que incluye  a los servicios educativos en el Acuerdo General de Comercio y Servicios y, por lo tanto,  concebirla como “bien comercial y mercancía”, en vez de “bien público”, como lo ha sostenido la Conferencia Mundial de Educación Superior de la UNESCO, de julio de 2009 en París, con el apoyo activo de todos los delegaciones latinoamericanas.

Deberían establecerse acuerdos regionales para evitar estas estrategias de los países más desarrollados, que son los que generan los procesos de transnacionalización de la Educación Superior. En estos acuerdos deberían incluirse regulaciones comunes que tiendan a controlar –en función de las necesidades nacionales- las propuestas y ofertas de Educación Superior de carácter transnacional.

En síntesis, si a la internacionalización de la Educación Superior, siempre al servicio de las necesidades nacionales y regionales y al desarrollo de una Educación Superior de mejor calidad y no al servicio de espúreos intereses transnacionales. Las NTCIs deben contribuir a actualizar permanentemente nuestra Educación Superior, a mejorar  su calidad y su articulación permanente con la producción de conocimiento y a democratizar el alcance de sus tareas de formación, llegando cada vez más a un porcentaje de su población. Deben contribuir  a desarrollar gradualmente una estrategia de Educación Superior para Todos , como ya lo he señalado.

Finalmente,  quiero destacar que estos lineamientos y reflexiones se encuentran adecuadamente fundamentados en el libro “Educación Superior, Sociedad e Innovación. Una perspectiva internacional.” –que he compilado- y que cuenta con 29 artículos de destacados colegas de América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa.

Fuente: http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=2027:entrevista-a-norberto-fernandez-lamarra-la-educacion-en-general-y-las-universidades-en-particular-tienen-deudas-importantes-en-relacion-con-los-requerimientos-de-nuestras-sociedades&catid=32&Itemid=600&lang=es

 

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España VII foro internacional de innovación universitaria

Europa/España/Febrero 2017/Novedades/

http://www.foroinnovacionuniversitaria.net/

El vii foro internacional de innovación universitaria tendrá lugar en vigo (españa) del 12 al 14 de el vii foro internacional de innovación universitaria tendrá lugar en vigo (españa) del 12 al 14 de julio de 2017 julio.

Las tecnologías están transformando los valores, las actitudes, el conocimiento y los hábitos culturales, sociales y laborales dela sociedad actual. Por ello, este foro quiere reunir a profesionales del ámbito universitario para reflexionar sobre los cambios y transformaciones que se están realizando, y avanzar en las nuevas tendencias en el desarrollo del ámbito universitario y su impacto en el campo del conocimiento y de las relaciones sociales. Para ello, se proponen cuatro ejes para analizar la innovación en cada uno de los mismos.

Eje I: Innovaciones en los diseños y enfoques curriculares y pedagógicos

Eje II: Tendencias en las innovaciones y en el compromiso y responsabilidad social universitaria.

Eje III: Aportaciones en la aplicación de las Tecnologías y la investigación en la innovación digital que se está produciendo en las universidades.

Eje IV: Cambios en la gestión universitaria hacia nuevos modelos más innovadores.

Durante estos tres días intervendrán prestigiosos investigadores internacionales sobre los cuatro ámbitos que tratará el Foro.

Entre los principales objetivos que nos hemos propuesto para el VII Foro se encuentran los siguientes:

  1. Reflexionar sobre la innovación en los nuevos enfoques de entender las carreras universitarias más centradas en el desarrollo autónomo de los estudiantes y una universidad más emprendedora.
  2. Conocer y difundir experiencias significativas de universidades que vienen trabajando de manera exitosa en la promoción y desarrollo del su compromiso y responsabilidad social
  3. Presentar y debatir las propuestas y experiencias en el ámbito de la aplicación y uso de las tecnologías en los centros universitarios.
  4. Analizar y reflexionar sobre los cambios en la gestión más innovadora que están realizando algunas universidades pioneras.

https://drive.google.com/file/d/0B4BN_o4dlqHQaG5obTBZYnB2UVE/view

Fuente:

http://www.foroinnovacionuniversitaria.net/

Documento:

PROGRAMA_FIIU_2016_web

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/oC8IvQ3AZjxv8jeztxkaPpgwZvDXITIYJbIDnirQDomZUXcmOYiRlCtxPGE26-9cT3b8vQ8=s85

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