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Francia: Marine Le Pen pidió el fin de la educación gratuita para los hijos de extranjeros ilegales

Francia/Diciembre de 2016/Fuente: Entorno Inteligente

La candidata ultraderechista a la presidencia francesa, Marine Le Pen , reclamó este jueves que la educación pública en Francia deje de ser gratuita para los hijos de extranjeros en situación irregular.

«No tengo nada en contra de los extranjeros, pero les digo que si vienen a nuestro país, no esperen (?) ser atendidos, ser curados o que sus niños reciban educación gratuita , eso se acabó», declaró la presidente del Frente Nacional (FN) durante una conferencia.

«No tengo nada contra los extranjeros, pero si vienen a nuestro país no esperen ser atendidos, curados o que sus niños reciban educación gratuita? En declaraciones posteriores a la AFP , Le Pen dijo que los niños de extranjeros ilegales no deben recibir educación gratuita y que los padres extranjeros que viven en Francia de forma legal pero que no trabajan deben pagar una «contribución» para que sus niños reciban educación pública.

«Ya no tenemos los medios de hacerlo, vamos a reservar nuestros esfuerzos y nuestra solidaridad nacional a los más humildes, a los más modestos, a los más pobres de entre nosotros «, afirmó Le Pen durante el encuentro.

Asimismo, respondiendo a una pregunta sobre las pensiones y los inmigrantes, estimó que la población de migrantes en Francia «no trabaja».

Y agregó, «hay gente que recibe una pensión por vejez con el único criterio de estar en Francia, tener 65 años, sin nunca haber trabajado ni cotizado (?) que recibe 750 euros por persona, 1.500 euros por pareja» mientras que, según ella, «algunos agricultores viven con 300 o 400 euros mensuales de jubilación».

Refugiados en Paris (AFP) Para recibir esta pensión de solidaridad por vejez los extranjeros deben tener un permiso de estadía desde al menos 10 años, ser refugiados, apátridas, haber combatido por Francia, o ser de un Estado miembro del Espacio Económico Europeo o de Suiza. Además, deben residir en Francia.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9365900/ARGENTINA-Marine-Le-Pen-pidio-el-fin-de-la-educacion-gratuita-para-los-hijos-de-extranjeros-ilegales

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La necesidad de sentirse en vínculo con la naturaleza

Por: Vicente Berenguer

Bosques amenazados, animales no respetados, ríos contaminados…el ser humano va destruyendo el planeta sin que parezca importarle demasiado. En cambio, lo que sí le parece relevante es que el sistema productivo-consumista siga yendo bien, aunque esto implique que al planeta en general le vaya muy mal. Tremenda contradicción parece encerrarse en el hecho de que al humano le vaya bien (aunque solo a unos cuantos de ellos, ni mucho menos a todos) y al planeta donde habita en cambio le pueda ir mal. ¿Dónde radica la enorme confusión? ¿En qué se basa esta inconsciencia?

El ser humano es un ser generalmente religioso sea cual sea la religión que profese. Postula o proyecta un Dios extramundano y trascendente al que se le debe rendir culto, rezar, alabar e incluso temer. Es un Dios por y para los humanos (quedando los animales y plantas prácticamente al margen de su “cobertura”), pero más, en un Dios solo para los que profesan mi misma religión: mi Dios es el único Dios. Pero además, este tipo de Dios es un ente separado de cada uno de nosotros y yo, en mi individualidad, a la vez estoy separado del resto de humanos y más aún del resto de seres.

Esta es la religiosidad a la que se “somete” gran parte de la población mundial, una religiosidad basada en la separación ontológica, como decimos, primero entre las personas pero más aún entre las personas y el resto de especies. Y ahí radica justamente el problema: en no concebir vínculos espirituales entre nosotros y el resto; en definitiva: en habernos convertido en seres religiosos pero no espirituales. Queremos saber quiénes somos, anhelamos la verdad, pero en realidad nos apartamos de ella y condenamos al resto de seres vivos a la miseria cuando no a su extinción. Y nos seguimos empeñando en postular un Dios extramundano en lugar de intramundano habitando y estando presente ya aquí, en cada uno de nosotros y en cada uno de los seres vivos aunque esto, así es, pueda llevar al planeta a su destrucción.

Pero no, no estamos separados y en cambio estamos en vínculo con la totalidad de la Naturaleza. Por tanto, si dañamos el bosque, contaminamos los ríos o extinguimos a las especies nos estaremos dañando, contaminando o extinguiendo a nosotros mismos. ¿Y qué clase de ser se perjudicaría a sí mismo? Solo un necio o un ignorante.

No se trata pues de crear un vínculo que previamente no existe entre los seres humanos y la totalidad de la Naturaleza, se trata más bien de reconocerlo; de reconocer, como por ejemplo así se desprende de las supuestas palabras que el jefe Seattle le dedicó por carta al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en respuesta a la pretensión de este de comprar las tierras donde habitaban los nativos norteamericanos ,  reconocer que los humanos y los animales somos hermanos y que todo está relacionado entre sí.

No concibamos pues lo sagrado en otros mundos o dimensiones, concibámoslo aquí: en cada río, en cada mar, en cada ave, en cada bosque y en cada ecosistema, porque solo así seremos capaces de salvar al planeta.

Ecoportal.net

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Australia: Australia’s international education economic impact hits record A$20bn

Australia/Noviembre de 2016/Fuente: The PIE News

RESUMEN: La cifra, publicada por la Oficina Australiana de Estadísticas, se desprende de la fuerte expansión de la matrícula en el país a principios de 2016, impulsada por los estudiantes chinos, y mejora con la cifra récord del año anterior de $ 19.7bn, después de un informe de Deloitte. Valor más temprano este año. «Estas nuevas estadísticas ponen de relieve la fortaleza de nuestro sector de educación internacional que ahora vale 20.300 millones de dólares y nuestra tercera mayor exportación», dijo el ministro de Educación, Simon Birmingham, en un comunicado. «Además de capacitar a gente de todo el mundo y de construir la reputación de Australia en el extranjero, la educación internacional apoya 130.000 empleos en Australia y también proporciona importantes ingresos para los sectores de alojamiento, hospitalidad y servicios en todos los estados australianos».

The figure, released by the Australian Bureau of Statistics, comes off the back of strong enrollment growth within the country in early 2016, driven by Chinese students, and improves upon the previous financial year’s record figure of $19.7bn, after a Deloitte report upgraded the value earlier this year.

“These new statistics highlight the strength of our international education sector now worth $20.3bn and our third largest export,” said Education Minister Simon Birmingham in a statement.

“As well as skilling people from all over the world and building Australia’s reputation abroad, international education supports 130,000 jobs in Australia and also delivers significant income for accommodation, hospitality and services sectors in every Australian state.”

As well as valuing direct revenue through fees, the ABS also factors in indirect economic contributions made by the industry, through goods and services consumed by international students and institutions.

The ABS valuation of $19.8bn was further improved by revenue received through additional services performed offshore, worth $450m in 2015/16, to come to $20.3bn.

Growth was experienced across all sectors, with schools and vocational education following New Zealand’s example, and leading growth with roughly 15% and 13% increases respectively.

Higher education, meanwhile, grew by around 10% but is still Australia’s largest contributor of international students and attracts over two thirds of the total revenue generated by the international education industry. It alone is now worth an estimated $13.9bn.

“The growth in the numbers reflects Australia’s excellent reputation for delivering a world-class education in one of the world’s best locations,” said Universities Australia chief executive Belinda Robinson.

“But the real value of international education to all of our students – international and domestic – and to Australia at large goes well beyond the financial benefits,” she added, pointing to the benefits international student connections bring to Australia’s future ties in trade, business, diplomacy, tourism and regional security.

The ELICOS sector experienced a comparatively modest increase, improving by $12m or 1.2%, but retained its position as Australia’s third largest value sector and remained above the $1bn mark.

English Australia CEO, Brett Blacker, said modest growth was due in part to “a trend for students to study shorter periods of ELICOS,” adding the result “mirrors sector growth of 4.8% in student visas over the same period.”

He told The PIE News he anticipated the sector would see an upturn after year to August commencements were up 3.3% from the previous year.

He’s cautiously optimistic outside influences may contribute to a surge in student numbers and revenue in the coming months and year.

“Anecdotally, interest and enquiries are up potentially due to Brexit and other global factors, however there has not been a noticeable impact from these foreign nation policy initiatives to-date,” he said.

After three years of growth, the future of Australia’s international education industry looks bright, however Phil Honeywood, CEO of International Education Association of Australia, cautioned the industry is still susceptible to political and market changes.

“Before we get too ambitious, our immigration department is already much more closely monitoring student visa applications on national security grounds,” he warned, adding that more scrutiny had been placed on students from traditionally low-risk countries.

“International education in Australia has always been a rollercoaster ride industry. Anything could happen to turn a boom into a bust.”

The latest figures were released in the lead up to the first meeting on November 22 of the Council for International Education established to oversee and advise on the implementation of the $12m National Strategy for International Education 2025.

Fuente: https://thepienews.com/news/australias-international-education-economic-impact-hits-record-20bn/

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Dinero

Por: Fernando Savater

Según Maurice Baring, un escritor amigo de Chesterton, “para saber lo que Dios piensa del dinero no hay más que fijarse en a quién se lo da”. Donald Trump es la mejor ilustración de esta teología económica. El dinero, medio indispensable para el intercambio social, puede ser absolutizado por el deseo como finalidad vital y en ese punto convertirse en droga ponzoñosa. Lo mismo le ocurre al sexo, otro medio que tiende a inflarse en fin. Esa droga es del tipo de la que bebía el doctor Jekyll para convertirse en Hyde: transforma al que la toma en homúnculo procaz y deforme, capaz de atropellar a quien se le cruce en el camino, aunque sea una niña desvalida. Sus adictos nos suelen producir más repugnancia que compasión, aunque en puridad también la merecen. Pero ¿cómo compadecer a Trump, ese payaso siniestro, o a la caterva de felones que vemos en el banquillo por las causas de corrupción? Pero también la envidia envenena. Incluso entre quienes van a insultarles a la puerta del juzgado sospecho que hay más de un indignado no tanto por la sucia rapiña sino porque sea otro quien haya tenido la ocasión de forrarse sin trabas como él mismo sueña… De la envidia a la admiración: ¡el millonario presidente!

Y frente a los poseídos por esa ilusión intangible (nada menos material que el dinero, Schopenhauer lo llamó “felicidad abstracta”), los auténticos materialistas buscan las riquezas verdaderamente indispensables. Las descubrieron sea al verse desposeídos por la catástrofe de comida, agua, cobijo, familiares o medicinas, como en Haití, en Alepo, etcétera… sea guiados por la razón y el sentimiento hacia los bienes que valen más allá de las tarifas bancarias: arte, amistad, conocimiento, amor. Aunque por mucho que intentemos prevenirnos del contagio, de vez en cuando todos somos intoxicados.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/11/11/opinion/1478875911_290034.html

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«Lo que todo ambientalista necesita saber sobre el Capitalismo»: Fred Magdoff y John Bellamy Foster

Por: Marxismo Crítico. 

Ha llegado el momento de que aquellos preocupados por el destino de la Tierra enfrenten los hechos: no sólo la grave realidad del cambio climático sino también la acuciante necesidad de un cambio en el sistema social. La incapacidad de arribar a un acuerdo sobre el clima global en Copenhague en diciembre de 2009 no fue únicamente una simple abdicación de liderazgo mundial, como se ha sugerido frecuentemente, sino que tuvo raíces más profundas en la inhabilidad del sistema capitalista para lidiar con la creciente amenaza a la vida en el planeta. El conocimiento de la naturaleza y los límites del capitalismo, y los medios para trascenderlo, tienen entonces importancia vital. En palabras de Fidel Castro en diciembre de 2009: “Hasta hace muy poco se discutía sobre el tipo de sociedad en que viviríamos. Hoy se discute si la sociedad humana sobrevivirá”.

I. La crisis ecológica planetaria

Existe abundante evidencia de que los humanos han causado daño ambiental durante milenios. Problemas por deforestación, erosión de suelos, y salinización de suelos irrigados se remontan a la antigüedad. Platón escribió en Critias:

“Nuestra tierra ha venido a ser, en comparación con la que fuera entonces, como el esqueleto de un cuerpo descarnado por la enfermedad. Las partes grasas y blandas de la tierra se han ido en todo el derredor, y no queda más que el espinazo desnudo de la región. Pero, en aquellos tiempos, cuando estaba aún intacta, tenía como montañas, elevadas ondulaciones de tierra; las llanuras que hoy día se llaman campos de Feleo, estaban cubiertas de glebas grasísimas; sobre las montañas había extensos bosques, de los que aún quedan actualmente huellas visibles. Pues, entre estas montañas que no pueden alimentar ya más que las abejas, las hay sobre las que se cortaban, no hace aún mucho tiempo, grandes árboles, aptos para levantar las mayores construcciones, cuyos revestimientos aún existen. Había también multitud de altos árboles cultivados, y la tierra brindaba a los rebaños unos pastos inagotables. El agua fecundante de Zeus que caía cada año sobre ella, no corría en vano, como actualmente para irse a perder en el mar desde la tierra estéril: la tierra tenía agua en sus entrañas, y recibía del cielo una cantidad que ella había hecho impermeables; y ella conducía también y desviaba por sus anfractuosidades el agua que caía de los lugares elevados. De esta manera, por todas partes se veían rielar las generosas corrientes de las fuentes y los ríos.
Respecto de todos estos hechos, los santuarios que en nuestros días aún subsisten en honor de las antiguas fuentes, son un testimonio fehaciente de que esto que acabamos de contar es verídico”.

Lo que es diferente en nuestra era actual es que existen muchos más de nosotros habitando la Tierra, que tenemos tecnologías que pueden ocasionar daños mucho peores y hacerlos más rápido, y que tenemos un sistema económico que no conoce límites. El daño que se está haciendo se encuentra tan extendido que éste no sólo degrada ecologías locales y regionales, sino que también afecta el medio ambiente planetario.

Existen muchas sólidas razones para que, junto a muchas otras personas, nos preocupemos sobre la vigente y rápida degradación del medio ambiente de la Tierra.

El calentamiento global, ocasionado por el aumento inducido de gases de efecto invernadero (CO2, metano, N2O, etc.), se encuentra en proceso de desestabilizar el clima mundial –con horrendos efectos para la mayoría de las especies en el planeta y la humanidad misma con cada vez más seguridad. Cada década es más cálida que la anterior, con 2009 alcanzando el nivel del segundo año más cálido (2005 se encuentra primero) en los 130 años de registros instrumentales de la temperatura a nivel mundial.[3] El cambio climático no ocurre de forma gradual, linear, sino que es nolinear, con todo tipo de retroalimentaciones que lo amplifican y puntos de no retorno.

Existen claros indicios de los problemas que nos deparará el futuro. Éstos incluyen:

– Derretimiento del hielo del Océano Ártico durante el verano, que reduce el reflejo de la luz solar al reemplazar el hielo blanco por el océano oscuro, y por lo tanto, aumentando el calentamiento global. Satélites muestran que el remanente del hielo ártico durante el verano se redujo en un 40 por ciento en 2007 respecto de fines de la década de 1970, cuando comenzaron las mediciones precisas.

– La eventual desintegración de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, ocasionada por el calentamiento global, ocasiona aumentos en los niveles de los océanos. Inclusive un aumento del nivel del mar de entre 1-2 metros podría ser desastroso para cientos de millones de personas habitando países que se encuentran a nivel del mar como Bangladesh y Vietnam, y varios estados insulares. Un aumento del nivel del mar a una tasa de unos pocos metros por centuria no es inusual en el registro paleoclimático, y por lo tanto debe considerarse posible, dadas las actuales tendencias de calentamiento global. Actualmente, más de 400 millones de personas viven dentro de los cinco metros sobre el nivel el mar, y más de mil millones dentro de los veinticinco metros.

– La veloz disminución de los glaciares de montaña a nivel mundial, muchos de los cuales –de continuar las actuales emisiones de gases de efecto invernadero- podrían encontrarse prácticamente (o totalmente) desaparecidos en la presente centuria. Estudios han demostrado que un 90 por ciento de los glaciares de montaña a nivel mundial ya se encuentran en franco repliegue debido al calentamiento global. Los glaciares del Himalaya proveen de agua a países con miles de millones de habitantes en Asia durante la temporada seca. Su reducción ocasionará inundaciones y agudizará la escasez de agua. El derretimiento de los glaciares de los Andes está contribuyendo a inundaciones en esa región. Pero el problema más inmediato, vigente y de largo plazo, asociado con la desaparición de los glaciares –visible hoy en día en Bolivia y Perú- es el de la falta de agua.

– Devastadoras sequías, expandiéndose posiblemente a un 70 por ciento de las tierras dentro de las próximas décadas de continuar la situación actual; ya se ha tornado evidente en el norte de India, noreste de África y Australia.

– Mayores niveles de CO2 en la atmósfera pueden incrementar la producción de algunos tipos de cultivos, pero éstos podrían verse dañados en años futuros por una desestabilización que ocasione condiciones climáticas secas o muy húmedas. Ya se han constatado pérdidas en campos de arroz en el Sureste Asiático, atribuidos a mayores temperaturas durante la noche que ocasionan disminuciones en el incremento de la respiración nocturna de la planta. Esto implica una mayor pérdida de lo producido
por fotosíntesis durante el día.

– Cambios rápidos en el clima de ciertas regiones ocasionan la extinción de especies que no pueden migrar o adaptarse, conduciendo a un colapso de todo el ecosistema que depende de las mismas, y la muerte de más especies. (Ver debajo para más detalles de la extinción de especies).

– Relacionado al calentamiento global, la acidificación del océano producto de un aumento en la absorción de carbono amenaza con el colapso de ecosistemas marinos. Recientes indicios sugieren que una acidificación del océano puede, eventualmente, reducir la eficiencia del océano en la absorción de carbono. Esto significa una potencial y más veloz acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, y una aceleración del calentamiento global.

Fuente: https://marxismocritico.com/2012/08/06/lo-que-todo-ambientalista-necesita-saber-sobre-capitalismo-f/

Fotografía: chiledesarrollosustentable

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