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España: Catalunya elimina el 11% de las plazas escolares públicas y fuerza a las familias a matricular a sus hijos en la concertada

Por: Emma Zafón y GessamiForner

Catalunya no cubre la demanda existente de plazas en la red pública en el periodo de preinscripción para el curso 2022/23.

Ni para el inicio de la escolarización infantil, que arranca en el curso P3, ni para la educación secundaria, Catalunya ofrece suficientes plazas de educación pública, a pesar de la demanda existente y la obligación legal de atenderla, como exige el artículo 109 de la Lomloe. El modelo educativo que se reproduce en cada gran ciudad catalana, y que alcanza la cúspide en el área metropolitana de Barcelona, provoca que miles de familias atraviesen el periodo actual de preinscripciones como una angustiosa gincana. El motivo principal es la endémica falta de plazas en los centros de enseñanza públicos, una realidad que se ha perpetuado desde los inicios de la masiva escolarización de la clase trabajadora y que lleva décadas supliéndose con los remiendos de la educación privada y concertada, que ofrece muchas más plazas de las necesarias.

Según los datos de la Affac, la federación de ampas de Catalunya, a pesar de la demanda de las familias, Educación ha eliminado para el próximo curso el 11% de las plazas públicas de P3 (5.322) y el 1% de la ESO (385), pasando de 49.244 a 43.922 y de 53.250 a 52.865, respectivamente y en comparación con el curso 2021/22. Sin embargo, en la red privada, solo ha eliminado el 11% de las plazas ofertadas en P3 (2.587), pasando de 23.421 a 20.834, a pesar de que hay una evidente sobreoferta (el 35% del alumnado cursa en la red concertada), e incluso ha incrementado ligeramente (10 plazas) las ofrecidas en secundaria, de 6.767 a 6.777. El grueso de plazas de institutos privado concertados no se oferta en el periodo de preinscripción, dado que ya están ocupadas por el alumnado de primaria de esta red.

En Barcelona, la Plataforma Proeducació Pública i de Proximitat ha denunciado que en la oferta inicial en el proceso de preinscripción para el próximo curso, el Consorci d’Educació de la ciudad ofreció 5.761 plazas públicas, mientras que se han solicitado 5.977. Un total de 216 niñas y niños se han quedado sin plaza pública. Mientras que los centros privado concertados han ofrecido 6.253 plazas y solo han recibido 4.775 solicitudes de ingreso. Sobran 1.478 plazas. A pesar de que no serán ocupadas, recibirán financiación pública.

La Administración argumentó la eliminación de plazas como “una bajada de ratio” en la educación pública, de 23 a 20 alumnos por aula, aseguró el consejero Josep Gonzàlez-Cambray. “No es una bajada de ratio, es un cierre de plazas públicas, porque si solo bajas la ratio y no aumentas los grupos de los centros, te limitas a ofrecer menos plazas en la red pública, y a empujar al alumnado a ir a la red privada concertada”, alerta Lidón Gasull, portavoz de Affac.

Esta situación ha tocado techo en Barcelona, ciudad que, “a nivel educativo, es una anomalía”, asegura Quim Serra, profesor de secundaria que formó parte del Consell Escolar del Distrito de Gràcia entre 2012 y 2015. “Este modelo nace de dos ramas diferentes: una se corresponde con los colegios impulsados por la Iglesia y, la otra, con la red de escuelas cooperativas surgidas en los 70. De esta última rama, hubo centros que se integraron en el sector público y centros que no lo hicieron”. De aquí, junto con los religiosos, surgió la reconversión a la concertada como complemento a la insuficiente oferta pública de las zonas más densamente pobladas. “Replantear este modelo encuentra ahora diferentes barreras: la primera sería ideológica, porque ha habido un consenso desde la Transición sobre que ambos sistemas, público y privado, deben complementarse; la segunda sería económica, puesto que construir nuevos centros es caro y, además, los costes laborales de la pública son mayores; y la tercera barrera es la urbanística, de escasa disponibilidad de suelo”.

Una vecina del barrio de Sant Andreu no consiguió que su hija entrase en la pública ni en infantil ni tampoco en primaria, cursa en un centro religioso investigado pedofilia y con un suicidio por bullying

La perversión del sistema

La concertada no ha dejado de representar un modelo segregacionista y, con frecuencia, religioso, pero no por ello ha encontrado dificultades para encontrar cobijo en los Gobiernos que se han sucedido en la Generalitat. El resultado es que, cada año, miles de alumnos se ven obligados a acceder a cualquiera de estos centros pese a la firme oposición de sus familias que, por militancia o por recursos económicos, prefieren la pública. Pero la perversión del sistema no acaba aquí: una vez aceptada la derrota en el acceso a primaria las familias asumen que es posible que sus hijos nunca pisen un centro público durante la enseñanza obligatoria, puesto que, al haber entrado en la concertada, carecerán de puntos en la preinscripción a secundaria.

El caso de la hija mayor de Alba Fernández Pous, en el barrio de Sant Andreu. No consiguieron que entrase en la pública ni en infantil ni tampoco en primaria. No consiguieron sacarla de la concertada y es más que probable que ahora, con 12 años, tampoco tenga una plaza pública de secundaria. Hay más en su historia: la escuela en la que la joven se ha visto obligada a cursar la primaria, pese a los esfuerzos de su madre de sacarla de allí, es la religiosa Pare Manyanet, un centro que lleva meses copando titulares por el suicidio de Kira, de 15 años, tras haber sufrido bullying, y por acusaciones de presuntos abusos sexuales.

Y aún hay más: el informático del centro denunció el pasado marzo de 2021, poco antes del suicidio de Kira, que había encontrado 39 gigas de material pedófilo en el ordenador de un cura de la congregación, caso que actualmente está en el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona.

“Las docentes nos han tratado muy bien, pero el problema es el centro. Necesito sacar como sea a mi hija de allí”, explica Fernández Pous. A todo ello se añaden los motivos económicos: “No quiero seguir pagando las cuotas de la concertada ni el precio de todas las actividades que se llevan a cabo”.

De media, contando la cuota y el precio de excursiones y material, la cuota puede oscilar entre 400 y 500 euros al mes. “Es cierto que te garantizan una plaza pública donde sea —continúa Fernández Pous— pero eso en una ciudad como Barcelona es prácticamente imposible. Estoy separada, tengo otro hijo más pequeño y trabajo de lunes a viernes, ¿cómo lo hago para acompañar a mi hija si le dan una plaza en otro barrio, volver a casa y llevar al pequeño al colegio, luego ir yo al trabajo y por la tarde vuelta a empezar?”.

“Juegan con el miedo de la gente a que sus hijos se queden sin escolarizar para seguir fomentando la concertada”, critica David Gómez, del barrio de Gràcia

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Crida a posar en peu assemblees d’estudiants per la llibertat d’expressió i contra la monarquia als instituts i facultats

Per: Tercera Información

No només és pel Pablo Hasél: és perquè volem la llibertat de totes les preses polítiques; volem acabar amb aquesta monarquia hereva del franquisme; perquè ens volem organitzar per aconseguir un altre futur!

Portem una setmana amb la joventut mobilitzada als carrers per la llibertat del Pablo Hasél, en defensa de la llibertat d’expressió i contra la repressió. Però també sortim per la ràbia contra un sistema que l’únic que ens ofereix és precarietat; que ens criminalitza, com ha fet durant la pandèmia, volent cobrir anys de retallades i privatitzacions amb les campanyes de criminalització a la joventut. I ara, tornem a veure com se’ns criminalitza, aquesta vegada per sortir a lluitar pels nostres drets i el nostre futur.

Desde l’agrupació juvenil ContraCorrent volem posar en peu un gran moviment estudiantil per transformar aquesta ràbia en organització. Per això, fem una crida a tots els sindicats i organitzacions estudiantils a fer assemblees contra la monarquia i per la llibertat d’expressió a cada centre d’estudi, sigui institut o universitat. No només és pel Pablo Hasél: és perquè volem la llibertat de totes les preses polítiques; volem acabar amb aquesta monarquia hereva del franquisme; perquè ens volem organitzar per aconseguir un altre futur!

Llamamiento a poner en pie asambleas de estudiantes por la libertad de expresión y contra la monarquía en los institutos y facultades

Llevamos una semana con la juventud movilizada en las calles por la libertad de Pablo Hasél, en defensa de la libertad de expresión y contra la represión. Pero también salimos por la rabia contra un sistema que lo único que nos ofrece es precariedad; que nos criminaliza, como ha hecho durante la pandemia, queriendo cubrir años de recortes y privatizaciones con las campañas de criminalización de la juventud. Y ahora, volvemos a ver como se nos criminaliza, esta vez para salir a luchar por nuestros derechos y nuestro futuro.

Desde la agrupación juvenil Contracorrent queremos poner en pie un gran movimiento estudiantil para transformar esta rabia en organización. Por eso, hacemos un llamamiento a todos los sindicatos y organizaciones estudiantiles a hacer asambleas contra la monarquía y por la libertad de expresión en cada centro de estudio, sea instituto o universidad. No solo es por Pablo Hasél: es porque queremos la libertad de todas las presas políticas; queremos acabar con esta monarquía heredera del franquismo; porque nos queremos organizar para conseguir otro futuro!

Font i Imatge: https://www.tercerainformacion.es/articulo/catalunya/25/03/2021/crida-a-posar-en-peu-assemblees-destudiants-per-la-llibertat-dexpressio-i-contra-la-monarquia-als-instituts-i-facultats-2/

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Mientras dure la guerra

Por: Jaume Carbonell

Una secuencia del film de Alejandro Amenábar, “Mientras dure la guerra”, sirve para mostrar la larga sombra del franquismo y para explicar lo que está ocurriendo en Catalunya

No es mi intención comentar este excelente film de Alejandro Amenábar que se inicia con el golpe de estado franquista del 18 de julio de 1936 y que se centra, sobre todo, en cómo lo vivió Miguel de Unamuno, un intelectual instalado en su propio mundo, con sus contradicciones, peripecias y cambios de posicionamiento. Me interesa únicamente destacar un comentario del general Franco, el golpista que tomó el mando de la insurrección, sobre la necesidad de prolongar la Guerra Civil: “Porque si la ganamos pronto, ¿luego qué hacemos, de qué nos sirve?”. Lo tenía muy claro: se necesitaba tiempo para provocar más destrucción, escarmiento y muertes en el frente republicano, organizar una represión selectiva -con los pertinentes encarcelamientos, fusilamientos, depuraciones y exilios forzosos-, para destruir por completo las instituciones y la obra republicanas; para crear un nuevo orden político, basado en el patriotismo más reaccionario y excluyente y en el catolicismo ultraconservador; para crear los instrumentos de prohibición y represión sobre el ejercicio de los derechos y libertades democráticas, y para organizar los aparatos ideológicos de control sobre la educación y otros espacios de socialización.

Conviene recordar que la represión se cebó especialmente con la enseñanza: el cuerpo de funcionariado del Magisterio fue el más depurado, y miles de docentes tuvieron que tomar el camino del exilio (Salomó Marquès, en el reciente libro 1939: l’exili del magisteri de Catalunya, contabiliza casi 600). Ni que decir tiene que la “nueva España” se convierte en un desierto cultural y educativo, sin renovación pedagógica alguna, con muchos niños y niñas sin escolarizar y un alto índice de analfabetismo. A Marta Mata, la fundadora de Rosa Sensat, le oí decir en más de una ocasión que la escuela pública republicana de Barcelona -a la que ella asistió- jamás había ido tan lejos en sus logros renovadores -convirtiéndose en un referente europeo-, y que tampoco nunca la escuela había retrocedido tanto como durante el franquismo.

Es evidente que el régimen franquista tuvo sus fisuras y aperturas pero su arquitectura política e ideológica mostró una sólida musculatura que cuajó en el inconsciente colectivo. Por eso, la dictadura termina con la muerte de Franco pero no el franquismo, con una sombra muy alargada que dejó poso. La transición democrática no fue modélica debido a una serie de condicionantes objetivos y subjetivos de extraordinaria complejidad y que ahora no vienen al caso. Se alumbró la Constitución de 1978, un texto que se presta a muchas lecturas, a veces diametralmente opuestas, y se recuperaron las libertades.

Justo es reconocer que, en el transcurso de las últimas décadas, se han experimentado importantes avances en la conquista de derechos democráticas -entre ellos el derecho a la educación de cierta calidad con una amplia cobertura en todos los tramos-, merced a la aprobación de distintas leyes parlamentarias y a las reivindicaciones y luchas de los movimientos sociales. Pero la transición y las políticas de los gobiernos de turno han cerrado los ojos o no han tenido el valor suficiente de pasar factura a la dictadura como sí han hecho otros países: continúa hasta hoy la impunidad de los crímenes cometidos durante el franquismo e, incluso, algunos de sus ejecutores intelectuales o materiales han ocupado cargos públicos y han sido condecorados; se han recortado los escasos fondos destinados a la apertura de fosas comunes para la localización de cadáveres para que su familiares puedan enterrarlos dignamente; hasta después de casi medio siglo, no se ha planteado sacar los restos de la momia de Franco del Valle de los Caídos, un monumento que el propio dictador se dedicó a sí mismo y a su triunfo en la Guerra Civil; los cuerpos de seguridad no se han democratizado suficientemente y aún perviven resabios del pasado, y la judicatura, a pesar de que no es monolítica, es uno de los poderes que más reacio ha sido a la transición. Y, sin duda, existe una restricción a la libertad de expresión con la actual “Ley Mordaza”.

Otra herencia franquista que subsiste es el acuerdo firmado entre el Gobierno y el Vaticano, por el cual el Estado destina millones de euros a la oferta obligatoria de la religión en los centros educativos, y las subvenciones a la Iglesia Católica no han cesado de subir en los sucesivos gobiernos democráticos. Podríamos poner más ejemplos, aunque son suficientes para explicar que todo ello tiene sus consecuencias en la situación actual, en los acontecimientos que se viven en Catalunya.

El grueso de la comunidad educativa catalana, tan pronto se conoce la sentencia que condena a los nueve presos y presas independentistas del “procés” -políticos y activistas sociales-, a penas de entre nueve y trece años de prisión, emite comunicados de protesta por considerarla injusta y desproporcionada, y porque entiende que no se respetan derechos básicos, y muestra su apoyo a todas las movilizaciones pacíficas. Todo ha sido desmesurado: la injustificada prisión provisional durante un par de años, con el consiguiente dolor para presos y familiares; la instrucción inicial y la acusación de rebelión por parte de la fiscalía y de VOX, el partido de extrema derecha que no se sabe a cuenta de qué actuaba de acusación particular (otra anomalía de la justicia española); la negación del pase, en el juicio, de las imágenes de las cargas policiales del día del referéndum -ilegal pero con una nutrida participación-, para contrastar los testimonios -¿no se dice que una imagen vale más que mil palabras?-, y la elevada pena de prisión por un delito tan ambiguo o complejo como el de sedición, en el que no hay prueba alguna del uso de la violencia. Esta condena abre la puerta a que, a partir de ahora, otras protestas, basadas en la legítima resistencia pasiva, puedan ser igualmente criminalizadas con unos cuantos años de cárcel.

Sucede lo que sucede por la falta de diálogo entre los gobiernos catalán y español, y entre los distintos partidos políticos. Y cuando no hay diálogo desaparece la política y todo se judicializa: el peor escenario para la resolución de un conflicto.

Catalunya ha vivido estos días dos escenarios absolutamente antagónicos: marchas y concentraciones multitudinarias sin un solo incidente y episodios minoritarios de violencia, ejercida por jóvenes y por la policía, con excesos impropios de una policía moderna y democrática. La lista de heridos y detenciones sube día tras día. El lunes 20, según la cadena pública catalana TV3, la cifra de heridos asciende a 600, entre manifestantes y policías, y algunos siguen ingresados en estado grave; y la de detenidos a 194, 28 de los cuales han ingresado en prisión provisional y sin fianza, acusados de desórdenes públicos y atentado a la autoridad, delito castigado con entre uno y seis años de reclusión. Todos los actos de violencia son igualmente condenables

Es importante averiguar qué hay detrás de la ira de estos jóvenes. Puede tratarse de un fenómeno específico pero con similitudes con otras rebeliones juveniles. Conviene un análisis profundo, más allá de las simplificaciones, al que también deben contribuir los medios de comunicación, con frecuencia solo atentos al morbo de la espectacularidad de las imágenes.

Lo decíamos antes: no hay más solución que el diálogo amplio, sostenido y sin apriorismos. Quizás lo mejor para Catalunya sea convocar elecciones: para clarificar un panorama confuso e incierto; para generar nuevos consensos; para reactivar la acción de gobierno y para aprobar los presupuestos, algo imprescindible para revertir los recortes de hace una década.

Hace apenas un mes el consejero de Educación de la Generalitat decía que sin presupuesto poco podía hacerse para eliminar el millar de barracones o módulos que aún existen; para afrontar la inclusión educativa con suficientes recursos; para atender la extensión de la educación infantil o para cubrir otro tipo de necesidades.

En España ya están convocadas las elecciones generales para el 10-N. Tras la incapacidad de tejer pactos para gobernar y la convocatoria de una nueva cita electoral –y van cuatro en cuatro años– existe un alto y justificado grado de indignación, hastío y desafección hacia la clase política, que fácilmente podría traducirse en una alta abstención.

Pero conviene tener presente que el voto también tiene incidencia en las decisiones, en la medida que pueden fortalecer una democracia que pasa por horas bajas o, por el contrario, afectar a la restricción de derechos y libertades, sometidas a las presiones y derivas autoritarias y franquistas, por aquello de la sombra alargada de un proyecto ideológico que nunca acaba de desaparecer del todo y que se reinventa, adaptándose al nuevo contexto social, como ocurre en otros países europeos y latinoamericanos.

Las políticas pueden favorecer la inclusión o afianzar la segregación; apostar por la educación pública o abrir nuevas vías a la privatización; extender la igualdad de oportunidades en la oferta de las actividades extraescolares y culturales o blindarlas únicamente para las clases medias; recuperar la memoria histórica desde una perspectiva antifranquista o instalarse en el olvido y la desmemoria; enriquecer la participación democrática o restringirla a los argos unipersonales; ejercer el pensamiento crítico o limitarse a la transmisión del conocimiento; pensar el aula como un lugar donde se pueda hablar de todo, evitando la incitación al odio y respectando a los Derechos Humanos y de la Infancia o como un espacio donde la libertad de expresión que se encuentra amenazada a la hora de plantear temas social o políticamente controvertidos. Además, están en juego cuestiones tan cruciales como la educación por la paz o por un consumo responsable, contra el racismo, la violencia de género o el cambio climático.

Votar, por tanto, es una opción política en mayúscula. Pero abstenerse también lo es. Porque la política la haces o te la hacen. La neutralidad es una falacia. Es lo que siempre te decía el franquismo: no te metas en política, claro, porque ya la hacen ellos. (De la neutralidad y del necesario compromiso político hablo extensamente en mi último libro La educación es política).

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2019/10/23/mientras-dure-la-guerra/

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La Huelga General pone Catalunya en marcha

Por: Oscar Blanco.

El viernes 18 de octubre la Intersindical Alternativa de Catalunya y la Intersindical-CSC convocaron una huelga general de 24 horas en Catalunya. La convocatoria defendía los derechos sociales y el reparto de la riqueza -por ejemplo, denunciaba la conocida como Llei Aragonés que abre la puerta a la privatización de más servicios públicos-, pero el centro de la convocatoria era la respuesta a la represión y la defensa de los derechos civiles y políticos. Como estaba previsto, la convocatoria se desbordó en una huelga social con un amplio nivel de movilización por todo el país que daba continuidad a las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo a 12 líderes sociales y políticos independentistas, 9 de ellos con penas de cárcel de entre 9 y 13 años.

Una de las incógnitas de la jornada era saber el seguimiento de la convocatoria en los centros de trabajo. La huelga del 3 de octubre tuvo un seguimiento relativamente alto, pero las convocatorias posteriores -el 8 de noviembre del 2017 o el 21 de febrero con el inicio del juicio del referéndum del 1 de octubre- habían sido testimoniales en cuanto a paro laboral, aunque en el caso del 8 de noviembre las protestas en la calle si fueron multitudinarias. Los datos oficiales apuntan a una convocatoria más parecida al 3-O. El consumo eléctrico, uno de los datos más fiables para ver la dimensión del paro, se había reducido un 10,11%. a las 10 de la mañana Este dato, que a primera vista puede parecer bajo, es similar al 3 de octubre y a las huelgas generales contra la reforma laboral del 2012. Desde Comisiones Obreras y UGT, que no han apoyado la huelga, se apuntaba a que la convocatoria no tenía capacidad de paralizar la industria, obviando que su capacidad en las últimas décadas no ha sido mucho mayor.

De momento, la mayoría de datos de seguimiento fiables son los ofrecidos por el sector público. En la educación pública, dónde la federación de la IAC USTEC es el sindicato mayoritario, el seguimiento fue del 42%. En las Universidades -con datos que agregan Personal Docente e Investigador, Personal de Administración y Servicios y también a Estudiantes-, el 90% de la Comunidad no acudió a los Campus. En Función Pública el seguimiento fue del 35% y en la sanidad dentro del Institut Català de Salut pararon 1 de cada 5 trabajadoras. Dentro de los transporte el mayor seguimiento se produjo en el Metro dónde pararon hasta un 36% de las y los trabajadores. En esta empresa, Solidaridad Obrera había decidido apoyar la huelga. En cambio, en Ferrocarriles de la Generalitat Catalana el seguimiento no llegó al 20%. El Teleférico de Montjuic, también propiedad de TMB, tuvo que cerrar. En el Puerto de Barcelona el seguimiento fue del 21% pero la actividad estuvo prácticamente paralizada por el paro del 100% de la estiba, ya que su sindicato -la OEPB- respaldaba la huelga.

En la industria, el comercio y los servicios, los datos de las patronales CECOT y PIMEC son poco útiles porque mezclan paros parciales (acordados con la empresa y unilaterales de la plantilla) con huelgas e incluso cierres patronales. En este terreno hay que destacar que a diferencia del 3 de octubre del 2017 la administración catalana no llamó a lo que entonces denominó paro de país. Un conato de lock-out de la Generalitat que finalmente no fue tal porque se realizó la retención salarial a los y las trabajadoras públicas.Tampoco lo hicieron el viernes las patronales CECOT y PIMEC, que en 2017 pactaron con la mayoría sindical paros parciales casi testimoniales y con un efecto desmovilizador. Sin embargo, algunas empresas sí decidieron hacer cierres patronales. Por ejemplo, Bon Preu, ESADE, Liceu, Nació Digital, Vilaweb o el Diari Ara, entre otras. SEAT decidió parar su producción por problemas logísticos -derivados de las dificultades en la movilidad – y desconvoco 5 turnos de trabajo entre el jueves y el viernes. En Mercabarna los mayoristas avanzaron las compras para evitar la huelga o las retrasaron al sábado con una caída de la ventas del 85% en el pescado y un 80% en la fruta, entre otras menos destacadas.

Más allá de los datos estrictos de seguimiento laboral también hay algunos datos útiles para hacerse una idea del quiebro de la normalidad. En Barcelona el tráfico se redujo hasta un 30% -de nuevo a niveles de las huelgas del 2012- y la movilidad en transporte público también estuvo fuertemente afectada. En Metro y Ferrocarriles de la Generalitat se redujo a la mitad el número de viajes. La caída de viajeros fue de un 40% en el TRAM y por su parte RENFE no ha ofrecido ningún dato oficial de número de pasajeros.

Gran parte de las afectaciones a la movilidad se derivan de la incorporación al repertorio de las protestas independentistas y por los derechos civiles de los cortes de carretera y de vías. La gran puesta de largo de este tipo de acciones fue el 8 de noviembre de 2017 con horas de cortes en las principales autopistas que salen de Catalunya y a la vez horas de bloqueo en el AVE de Girona y de la Estación de Sants en Barcelona. Estos cortes y bloqueos se han venido repitiendo estos dos últimos años alternándose con levantamiento de barreras en peajes pese a las decenas de denuncias y detenciones que ha efectuado la policía en relación a estas protestas. Durante toda la semana se han producido cortes que en algunos puntos (la C-17 y la C-25 en Gurb o diversos puntos de la AP-7 en la demarcación de Girona) han durado jornadas enteras.

El viernes fue la jornada con más bloqueos y a primera hora más de 100 vías estaban afectadas. En La Jonquera el corte fue de más de 30 horas y fue capaz de generar un cola de más de 100 kilómetros en territorio francés. Cuando la policía forzó a detener la interrupción los chalecos amarillos cogieron el relevo desde el otro lado. A estas afectaciones hay que añadir el efecto de tres días de marchas por la libertad organizadas por la Asamblea Nacional Catalana en que miles de personas han desfilado por carreteras de toda Catalunya impidiendo la circulación normal de vehículos y que el viernes encaraban su último tramo hacia Barcelona.

Como ya es habitual en las jornadas de huelga general, la jornada comenzaba con piquetes barriales en muchas ciudades que reforzaban la dimensión social de la huelga y que tuvieron más presencia que los piquetes sindicales, con la excepción de la marcha de más de un millar de estibadores del Puerto de Barcelona. En Sants y Gracia los piquetes acudieron a reforzar la convocatoria del Sindicat de Llogaters y la Oficina d’Habitatge de Gràcia para paralizar desahucios y consiguieron hacerlo. En Sants además bloquearon la puerta de la Fira de Barcelona dónde se celebraba el salón inmobiliario de Barcelona con la presencia de los principales especuladores. En diferentes barrios, como Nou Barris, consiguieron hacer bajar la persiana a su paso a sucursales de grandes empresas como Mercadona, Burger King, Sportium, Movistar o El Corte Inglés. Al mediodía comenzaron las grandes movilizaciones en ciudades y pueblos con hasta 60 mil personas en Girona. Otras decenas de miles estuvieron en la manifestación estudiantil de Barcelona y ya se quedaron miles de personas frente a la Comisaría de Via Laietana donde más tarde se producirían las principales imágenes de brutalidad policial.

Para describir la huelga del 3 de octubre de 2017 en una crónica en el medio Poder Popular utilice la fórmula: “el ambiente es una mezcla entre una huelga general laboral, una de las manifestaciones más masivas del 15M con su espontaneidad, pancartas hechas a mano y desborde total de las previsiones de asistencia y una diada del 11S organitzada por ANC y Omnium con su ambiente familiar e intergeneracional y su densidad de estelades por metro cuadrado.” De nuevo el 18-O fue un cuadro similar pero con componentes inéditos en el procés soberanista. Por una parte, las Marchas por la Libertad de la ANC se han producido en el tono habitual de las movilizaciones de las grandes entidades del independentismo civil pero el formato se ha destapado como un enorme acierto.

Cinco columnas arrancaron el miércoles de Vic, Berga, Tarragona, Girona y Tàrrega y avanzaron en diferentes etapas con paradas en ciudades y pueblos por el camino que fueron de nuevo una demostración del enorme músculo organizativo del independentismo. El viernes se añadió una nueva columna desde Castelldefels, en el Baix Llobregat, que reunió a miles de personas en la C-31 hasta su llegada a la capital. La llegada de las otras columnas -que confluyeron en diferentes puntos- a Barcelona colapso todas las principales entradas. Para hacerse una idea de la dimensión de la movilización nos referimos a Victòria Oliveres, periodista del Catalunya Plural, que contabilizó más de media hora de paso de manifestantes en el puente de Molins de Rei y el CDR de Nou Barris hizo lo propio con la llegada de manifestantes por la Meridiana durante cerca de una hora. Por cierto, contra tópicos, en Nou Barris se reunieron 2000 personas para recibir la llegada de la marcha.

La confluencia de la llegada de las Marchas y la huelga general, dos acciones que comenzaron convocadas en un ambiente de escepticismo y desconfianza en las propias fuerzas para responder a la sentencia, provocaron un aluvión de personas en el centro de la ciudad. Cuando la manifestación de la Intersindical CSC y la IAC se inició ya había gente al final del recorrido, colapsando todo el Passeig de Gracia y las calles cercanas. Desde horas antes se veían mareas humanas por la Diagonal, Gran Vía o el carrer Aragó. Los datos de la Guardia Urbana hablan de más de 500 mil manifestantes. No tenemos acceso hasta ahora a otros recuentos con metodologías fiables, pero parece difícil que el dato no sea más alto si tenemos en cuenta que el pasado 11 de septiembre la Guardia Urbana de Barcelona habló de 600 mil manifestantes en la diada menos numerosa hasta el momento con los datos oficiales en la mano.

Del otro componente novedoso se ha escrito mucho y se le han dedicado horas y horas de noticias y tertulias: el estallido de rabia y los enfrentamientos con la policía. Lo primero que hay que destacar es la brutalidad de la UIP y las unidades antidisturbios de los Mossos d’Esquadra (BRIMO y ARRO) pese al cierre de filas de sus principales responsables políticos: el Ministro Grande Marlaska y el Conseller Miquel Buch. También el resto del Govern y el Gobierno han hablado de uso proporcional de la fuerza y han apelado al monopolio de la violencia. Sin embargo, es obvio que desde la ocupación del Aeropuerto el pasado lunes el incumplimiento de cualquier protocolo policial ha sido sistemático. Desde cargas antireglamentarias hasta el uso constante de balas de goma prohibidas por el Parlament de Catalunya. Las imágenes de abusos que circulan son cuantitativa y cualitativamente similares al 1 de octubre. El viernes 18 en Plaza Urquinaona y Via Laietana, que fue el epicentro de la batalla campal, la Policía Nacional realizó temerarios carruseles; es decir, circular con los vehículos a alta velocidad en círculos o arriba y abajo por una calle para apartar a los manifestantes. Por suerte, estas intervenciones no acabaron en una multitud de atropellos como el producido de la misma forma en Tarragona el miércoles.

El recuento a dia de hoy, domingo, de víctimas de la represión durante la semana asciende a un total de 579 personas atendidas por los servicios sanitarios a causa de agresiones policiales. Esto no quiere decir que sean todas las personas heridas porque mucha gente no acude a ser atendida por miedo a represalias. De estas, 4 personas han perdido un ojo por el uso de pelotas de goma que en Catalunya están prohibidas y 1 persona está hospitalizada en estado muy grave y se teme por su vida. Hay 14 personas más ingresadas. Hay que destacar el trabajo ingente de las personas voluntarias autoorganizadas enSanitarios por la República que han socorrido a una gran cantidad de personas. Sesenta de las personas heridas son periodistas acreditados que trataban de cubrir las movilizaciones e informar sobre la brutalidad policial.

Los reporteros y fotoperiodistas enviados a cubrir las manifestaciones han ido reforzando a lo largo de la semana sus protecciones con cascos, gafas para protegerse de las balas de goma e incluso máscaras anti-gas. Entre los manifestantes también son cada vez más habituales las protecciones caseras de todo tipo y los remedios para el gas pimienta que se utilizaron por primera vez el viernes igual que una tanqueta de agua comprada con los Mossos en 1994 y que aún no había sido utilizada en ninguna intervención policial. Se han producido 179 detenciones en estos 6 días de movilización y 18 personas han sido enviadas a la cárcel. Alerta Solidària contabiliza 9 presas sin fianza de esta semana que junto con las personas detenidas el 23 de septiembre y las condenadas el lunes ascienden a 25 el número de presas políticas catalanas.

Las enormes movilizaciones de las marchas y la propia huelga general han quedado en segundo plano en la cobertura mediática que se ha centrado en los disturbios y el enfrentamiento de manifestantes con la policía. El foco se ha puesto en Barcelona, aunque ciudades como Tarragona, Lleida, Girona, Manresa o Sabadell han protagonizado también decenas de detenciones y enfrentamientos desde el martes. Como ya hemos mencionado las instituciones (incluido el Ayuntamiento de Barcelona), los habituales tertulianos del orden y los grandes medios de comunicación han emprendido su campaña de criminalización de los manifestantes que levantan barricadas, queman mobiliario urbano y lanzan objetos a la policía. Han hablado de grupos muy violentos y organizados y han desempolvado a los ya entrañables anarquistas italianos que ya fueron el chivo expiatorio en otras huelgas generales, las protestas por el intento del desalojo de Can Vies y, básicamente, cada vez que hay disturbios en Barcelona. Obviamente hay anarquistas y personas procedentes de otros países en las protestas, como en cualquier otro movimiento social y como vecinas de Barcelona que son. Sin embargo, no son la explicación al cambio de paradigma en las movilizaciones autodeterministas en Catalunya como lo fue el origen de la violencia en las anteriores ocasiones.

Otros sectores hablan de infiltrados policiales y es igualmente obvio que también existen. Tampoco considero que ninguna conspiración explique qué está sucediendo. Los disturbios que se vienen sucediendo cada noche desde el martes se pueden describir como un estallido de rabia juvenil. Es cierto que no están participando únicamente personas jóvenes, pero estas tienen un protagonismo innegable. La composición es multitudinaria y heterogénea y como acostumbra a suceder con las revueltas urbanas tiene mucho de espontaneísmo e imprevisibilidad. Las imágenes de abusos han sacado a la calle a muchas personas jóvenes con escasa o nula vinculación hasta el momento con el independentismo pero que si conocen de cerca las humillaciones de la policía. Estas conviven en las protestas con una generación de independentistas que se han politizado el 1 de octubre con la masacre contra quien defendía las urnas y que han visto cómo líderes sociales pacíficos eran enviados a la cárcel 9 años por tratar de enviar a la gente a casa y evitar incidentes el 20 de septiembre de 2017.

La crisis estratégica del independentismo ha provocado que su marco de civismo escrupuloso y cero enfrentamiento se haya visto desbordado. Amplias capas apoyan, compartan o no su estrategía, a quienes incendian Barcelona porque comprenden su frustración y las vías empleadas hasta ahora tienen una crisis de legitimidad. Por lo tanto, ¿quienes son para imponerle a nadie como manifestarse? piensan. El Govern es percibido más un estorbo que una ayuda para conseguir la autodeterminación y el enfado en calle es bien visible. En definitiva, esta semana hemos visto la entrada en masa a las protestas contra la sentencia de una generación en torno a los 20 años, algunas protagonistas también en las huelgas feministas o por la emergencia climática, otras sin experiencia política previa y otras hijas de 7 años de Procés. Joaquim Martinez sintetiza ese espíritu generacional en El Salto del siguiente modo: “si el 15M fue la revuelta de quienes veían sus expectativas amenazadas, esta lo es de quienes han crecido sin más expectativa que la precariedad, el hastío y la represión”.

Es curioso ver como las protestas en Catalunya se nutren de referencias internacionales para renovarse. Hace unos meses fueron los Chalecos Amarillos franceses y ahora los punteros lasers u otras prácticas de Hong Kong. También circulan consejos para protegerse de la policía elaborados por los movimientos chilenos. Hacer cualquier clase de previsión de cómo pueden seguir las protestas y el clima en la calle parece temerario. De momento ha habido convocatorias también durante el sábado y el domingo en muchos lugares. Lo que sí parece claro es que la vía única de la represión no va a detener el descontento y que la interrupción de la normalidad no va a durar para siempre porque después de cada estallido social siempre llega un apagón.

Fuente de articulo: https://www.vientosur.info/spip.php?article15221

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Catalunya: Condena por sedición contra los derechos fundamentales

Por: Martí Caussa/Vientos Sur

El Tribunal Supremo ha condenado a los doce líderes del procés a 104 años y seis meses de cárcel por los delitos de sedición y malversación (de 12 a 13 años), sedición (de 9 años a 12 y seis meses) y desobediencia (1 año y 8 meses).

Con ello aceptaba la tesis fundamental de la abogacía del Estado, dependiente del gobierno de Pedro Sánchez, y rechazaba la del juez instructor Pablo Llarena y de la fiscalía que solicitaban una condena por rebelión y penas todavía más duras. El delito de rebelión ha caído porque era injustificable, sobre todo a nivel internacional, por la incuestionable ausencia de violencia.

Pero sigue siendo una condena durísima que no se atiene a los hechos realmente acaecidos sino al relato construido por los mandos policiales, el juez de instrucción, los poderes del Estado, incluido el Rey, y los medios de comunicación estatales. He aquí como explica y justifica la sentencia el diario El País:

“La diferencia entre rebelión y sedición es que la primera persigue modificar las estructuras del Estado (lograr la independencia de un territorio, vulnerar la Constitución mediante violencia en la calle) mientras que la segunda consiste en promover actos tumultuarios para impedir la aplicación de las leyes. Para que haya rebelión, el alzamiento debe ser «público y violento» y, aunque el Supremo considera acreditado que hubo jornadas de violencia , el tribunal cree que para que haya rebelión la violencia tiene que ser una parte estructural del plan rebelde. Y, en el caso catalán, los líderes independentistas no buscaron ni planificaron los actos violentos como parte del procés”.

Sin embargo los hechos no acreditan que hubiera jornadas de violencia o actos tumultuarios que justifiquen una acusaciones y unas condenas tan graves, porque la violencia residual que hubo en muy pocos casos por parte de algunas personas fue notablemente menor que en muchas manifestaciones en el Estado español o en Europa.

En la concentración del 20 de setiembre de 2017 frente a la sede de Economía la violencia se redujo a unos coches de la Guardia Civil abollados a los que se habían subido numerosas personas y periodistas antes que lo hicieran los Jordis para justificar la protesta masiva y pacífica o llamar a abandonar la concentración. Allí no se impidió la aplicación de ninguna ley porque la Guardia Civil pudo hacer su registro sin problemas. Las imágenes lo explican mejor: https://www.youtube.com/watch?v=5bN8ZM-V4Jo&feature=youtu.be

En vísperas del domingo 1 de octubre hubo ocupación pacífica de colegios electorales desde la tarde del viernes, y el 1-O una votación de dos millones trescientas mil personas desobedeciendo al Tribunal Constitucional donde la única violencia fue la de la Policía y la Guardia Civil contra gente que hacía resistencia pacífica para impedir el secuestro de las urnas y los votos. Ahí están las imágenes: https://www.youtube.com/watch?v=tKQ4NDN-G7A&feature=youtu.be.

Estos fueron los hechos. Y estos los derechos que se condenan: reunión y manifestación tanto en la sede de Economía como en los colegios electorales; votación en el caso del referéndum; desobediencia civil frente a leyes injustas, como las decisiones del Tribunal Constitucional para impedir el derecho a decidir de Catalunya; resistencia pacífica para proteger los colegios; etc. etc.

La condena del Suprema no afecta solo a los doce procesados

Afecta a las personas que participamos en la concentración de Economía, en la ocupación y defensa de los colegios, en la votación del 1 de octubre, a los millones de personas que nos manifestamos durante años para exigir al gobierno del Estado y al de la Generalitat el ejercicio del derecho de autodeterminación. En una concentración de la Assemblea Nacional Catalana Carme Forcadell dijo a Artur Mas: “President, posi les urnes!”. Y en incontables ocasiones centenares de miles de persones les hemos dicho a nuestros políticos: “Volem votar!”. Nunca hubieran llegado tan lejos sin esta presión. Por eso la sentencia del Supremo nos condena a todos quienes lo hicimos.

La sentencia del Supremo no afecta solo a los que participamos en los hechos anteriores ejerciendo derechos fundamentales. Afectará a todas las personas que los quieran ejercer en el futuro, en Catalunya y en todo el Estado. Este es su verdadero alcance. Este era el plan estratégico del gobierno del PP al impulsar el juicio, el de Pedro Sánchez al mantenerlo y el de los poderes del Estado que están detrás de ambos. De ahora en adelante las acciones ciudadanas masivas y pacíficas en ejercicio de derechos fundamentales podrán ser tildadas de tumultuosas y acusadas de sedición.

Por eso en Catalunya y todo el Estado español hay que movilizarse contra esta sentencia:

  • para exigir la libertad de las personas presas y exiliadas, por la amnistía. Para hacer retroceder a Pedro Sánchez que al conocer la sentencia y para no ser menos duro que la derecha ha rechazado el indulto y exigido el cumplimiento íntegro de la sentencia
  • por el libre ejercicio de todas las libertades fundamentales, por una democracia plena y sin recortes.
  • por el derecho de autodeterminación de Catalunya y de todos los pueblos.

Habrá muchas ocasiones para hacerlo durante las movilizaciones que ya han empezado hoy y en las que seguirán. En Catalunya: las 5 marchas que saldrán de Girona, Vic, Berga, Tàrrega y Tarragona para confluir en Barcelona, la huelga general del viernes 18, la manifestación de entidades y sindicatos del 26, etc. Y en todo el Estado

Porque, como explicó tranquilamente Jordi Cuixart a los jueces del Supremo, los derechos se conquistan ejerciéndolos: #HoTornaremAFer [lo volveremos a hacer]. Y lo ha repetido hoy al conocer la sentencia: “La respuesta es la reincidencia”.

14/10/2019

Martí Caussa, forma parte de la redacción de viento sur

*Fuente: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgxwDrldhbDrknZpNvbXSKQjFFFTg

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…Y la maestra explotó (Chernobil educativo, segunda parte)

España / 7 de julio de 2019 / Autor: Gerard Romo Garrido / Fuente: Antididáctica

Decía hace dos semanas lo recomendable que es «Chernobyl», la serie de HBO, y lo útil que es para comprender la realidad educativa y política de Catalunya.

Hace una semana, una niña de diez años en una escuela de Terrassa pintó unas banderas españolas y unos «visaspañas» en su libreta. La maestra explotó (Link). La serie «Chernobyl» nos ofrece todas las claves para analizar este caso.

Una central nuclear es limpia, no contamina, no genera humos ni  residuos. Es perfecta.

En las escuelas catalanas se puede hablar de todo, la libertad de expresión es sagrada.

Pero las barras de uranio son peligrosas, y hay más de doscientas en el nucleo del reactor.

Las barras de las banderas son peligrosas. Dos en la española, cuatro en la catalana, son barras rojas de sangre. La bandera española es especialmente radioactiva, será porque tiene las barras más gordas.

El director de la central nuclear, asustado, pulsa el botón rojo de seguridad «¡Que se pare el núcleo!»

La maestra activa el botón de seguridad: «¡No quiero que dibujéis banderas!». La maestra no quiere problemas, si no hay banderas no hay problemas, prohíbe ¡prohíbe! a los niños dibujar banderas.

Pues fue pulsar el botón y el núcleo va y explota.

Pues bastó prohibirlo para que aquella niña se pusiera a dibujar banderas españolas y «visaspañas» en su cuaderno, así son los chiquillos, que basta que les prohíbas algo para que se mueran de ganas por hacerlo.

Y la maestra explota ¿Explotó realmente? ¿Agredió físicamente a la niña? ¿Hubo forcejeo? Tal vez nunca lo sepamos. En el informe oficial «solo» consta demostrado que rompió la hoja delante de los demás niños y la expulsó de la  clase dejándola sola en el pasillo.

Los inspectores llegan a la central nuclear, todos ellos son miembros del Partido, ¿qué partido? el único Partido, y redactan el informe, rápido, muy rápido. Niegan que el reactor haya explotado. Un reactor no puede explotar. Eso no puede haber pasado.

El inspector de Ensenyament, militante de ERC (como todos los cargos de Ensenyament) redacta su informe: No se puede demostrar que la profesora agrediera físicamente a la niña (en contra de lo que dicen los padres, que llevaron la niña al Hospital). Las maestras catalanas no pueden explotar. No se puede atribuir motivación ideológica en la actuación de la maestra. Silencio en la prensa. Silencio en la televisión. Silencio.

El odio, como la radioactividad, no conoce fronteras. Yo tenía la edad de esa niña, unos diez años, cuando casi me arrean una bofetada por decir «¡Viva España!» en voz alta. Y no fue en Cataluña, no, fue en un pueblo del norte de Guadalajara, y no fue ningún catalán, no, fue mi tio, un castellano viejo y militante republicano. Una militancia que no es más que una acumulación de odio, heredada de padres a hijos.

Mossos d”escuadra que explotan («La República no exite, idiota»), maestras que explotan… ejemplos de una Administración degradada y en proccso de descomposición. Chernobyl anticipó la caída de la Unión Soviética, como reconoció el propio Gorvachov. En Cataluña una niña de diez años con dos lápices de colores puede hacer estallar a una maestra.

Vale la pena ver la serie «Chernobyl». Leo en «eldiario.es»: «La parte más conflictiva de la historia la del dedo acusador y crítico que hace ‘Chernobyl’ a todos aquellos dirigentes políticos -funcionarios y gobierno-, y los propios jefazos de la Central que negaban lo evidente, mientras las vidas de millones de personas corrían peligro. El secretismo y la imagen de la URSS estaba en juego, por lo que había que mantener las apariencias y de ahí, las fatales decisiones que se tomaron. El sectarismo del aparato gubernamental y político que imperaba en la URSS se empeñaba en ocultar el gravísimo incidente, hasta que llegó su repercusión internacional.» (Link)

Fuente del Artículo:

https://toomatesbloc.blogspot.com/2019/06/y-la-maestra-exploto-chernobil.html

Fuente de la Imagen:

http://ni.tiching.com/el-desastre-de-chernobyl/recurso-educativo/121752

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 7 de julio de 2019: hora tras hora (24×24)

7 de julio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 7 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – UNESCO trabaja en el reconocimiento de estudios en educación superior para América Latina y el Caribe

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314855

01:00:00 – Usos del Office 365 en educación #infografia #infographic #education

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314846

02:00:00 – Honduras: maestros y docentes irán a paro si el gobierno continúa con las “amenazas” y sanciones

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314896

03:00:00 – ¿Debería renovarse el término “maestro”? Un educador dice que sí

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314890

04:00:00 – ¿Cómo consiguió Portugal pasar del 45% de analfabetismo a convertirse en el modelo de la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314923

05:00:00 – Mariángeles de Zan: «hay una muy estrecha relación entre la gestión escolar y la calidad de la educación»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314917

06:00:00 – Libro: La expresión de la diferencia. Universidades estatales comprometidas con el arte en la educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314926

07:00:00 – De Kenia a Chile: el mejor profesor del mundo llega al país para inspirar con su labor

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314958

08:00:00 – 25 Libros Gratis de Neurociencia en PDF – (Ayuda Docente)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314946

09:00:00 – ¿Cómo aprende nuestro cerebro? #Infografía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314852

10:00:00 – Otros 15 libros que todo docente debe leer

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314955

11:00:00 – La ventana de la SEP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314901

12:00:00 – Carta abierta de una chica de 13 años: «Nos duele que nadie se proponga cambiar el sistema educativo»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314929

13:00:00 – Colombia: 45° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa VII)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314949

14:00:00 – La educación en Chile está ‘abandonada’

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314934

15:00:00 – …Y la maestra explotó (Chernobil educativo, segunda parte)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314878

16:00:00 – Educadores del mundo acuerdan contribuir al logro de la Agenda 2030

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314937

17:00:00 – Stranger Numbers: el cálculo mental gamificado

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314920

18:00:00 – China: Escuelas de Guangzhou abrirán cursos piloto en inteligencia artificial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314940

19:00:00 – ¿Qué es la ‘ansiedad matemática’ y cómo se coló en las aulas?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314893

20:00:00 – Unesco exhorta a redoblar esfuerzos contra acoso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314943

21:00:00 – Entrevista a Carl Honoré. Periodista: «La escuela es la burbuja ‘edadistas’ por excelencia»

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22:00:00 – Argentina: Los excluidos de las becas Progresar

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23:00:00 – Cortometraje – Educacion Rural

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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