China en Xinjiang: ¿campos de concentración o centros de educación?

Redacción: France 24

China anunció que la mayoría de musulmanes en sus «centros de capacitación» ya se han integrado a la sociedad, mientras la comunidad internacional señala que un millón de musulmanes de la región fueron detenidos en campos de concentración.

La presión internacional sobre China por su actuación en la región autónoma de Xinjiang aumentó luego de que en una rueda de prensa los responsables de Gobierno de la región del noroeste del país aseguraran que «la mayoría de las personas de los centros de la provincia ya regresaron a sus hogares». Una afirmación cuestionada por varios países y las familias de los retenidos.

Estos polémicos centros fueron puestos en marcha hace unos años por Beijing para «terminar con el extremismo islámico de la zona» y son llamados «centros de reeducación» o «capacitación» por el Gobierno central.

Sin embargo, múltiples organizaciones hicieron eco de que lo que se está llevando a cabo allí es una «detención arbitraria» de hasta un millón de musulmanes que residen en la zona.

La región de Xinjiang es la más extensa de China y se encuentra en el interior del continente asiático. Se estima que en ella viven unos 12 millones de personas de la etnia uigur y kazaja, ambas de religión musulmana. Sin embargo, en los últimos años se ha denunciado una persecución constante hacia las minorías orquestada por los chinos de etnia han, la mayoritaria del país asiático.

Shohrat Zakir, presidente de la región uigur de Xinjiang, durante una rueda de prensa en Pekin.
Shohrat Zakir, presidente de la región uigur de Xinjiang, durante una rueda de prensa en Pekin. Roman Pilipey / EFE

Para el vicepresidente de la región, Alken Tuniaz, «hay ciertos países y medios de comunicación que tienen motivos ocultos, que se encargaron de tergiversar lo correcto y lo incorrecto y calumniar el nombre de China».

Los funcionarios chinos se refieren a estas personas como «alumnos» y aseguran que en sus centros «se protegen plenamente las libertades individuales y religiosas de las personas» ya que mayoritariamente sirven «para reinsertar a la sociedad a estos individuos y ayudarles a encontrar trabajo».

Sin embargo, antiguos presos aseguraron que los centros se asemejan más a «cárceles» donde se vieron «obligados a renunciar a la fe y jurar lealtad al Partido Comunista de China».

Según estos testimonios de uigures y kazajos, en ningún momento se les informó sobre la causa de su detención aunque esta se puede producir por intentar viajar al extranjero, tratar de comunicarse con familiares de otros países o dejarse crecer la barba.

Xinjiang: una región hermética al exterior

La falta de información sobre la zona alimenta aún más las sospechas. Estados Unidos instó a China a que permita una visita del alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y realizar su trabajo sin impedimentos para evaluar la situación.

Una mujer sostiene a un policía chino mientras una multitud de lugareños se enfrentan a las fuerzas de seguridad en Urumqi, capital de Xinjiang, durante unas protestas en 2009.
Una mujer sostiene a un policía chino mientras una multitud de lugareños se enfrentan a las fuerzas de seguridad en Urumqi, capital de Xinjiang, durante unas protestas en 2009. David Gray / Reuters

El director regional de Amnistía Internacional en la zona aseguró que por culpa del hermetismo al exterior es muy probable que «China esté haciendo declaraciones engañosas y no verificables en un vano intento de calmar la preocupación mundial por las detenciones masivas de uigures y miembros de otras minorías étnicas».

En los últimos meses, los funcionarios chinos organizaron visitas altamente coreografiadas para periodistas y diplomáticos a algunas de las instalaciones, donde el Gobierno dice que los derechos de los «aprendices» están totalmente garantizados.

Fuente: https://www.france24.com/es/20190731-china-xinjiang-campos-concentracion-educacion

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